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HEMPELL

Podemos dividir la investigación científica en dos grupos: las ciencias empíricas y las ciencias
no empíricas. Las ciencias empíricas quieren explorar, describir, explicar y predecir los
fenómenos del mundo. Por ello sus enunciados necesitan una base empírica. Las proposiciones
de las ciencias no empíricas son demostrables sin necesidad de referirse a datos empíricos.

Las ciencias empíricas las podemos dividir en naturales (física, química, biología, y sus zonas
limítrofes), y sociales (sociología, política, antropología, economía, historiografía, y las
disciplinas relacionadas con ellas). A la psicología se la incluye a veces en un campo y a veces
en otro, y con frecuencia se dice que se superpone a ambos.

En las ciencias empíricas actuales hay una retroalimentación: las ciencias empíricas sientan las
bases para que surjan, asociadas a ellas, tecnologías, que al aplicar los datos obtenidos de la
ciencia, proporcionan nuevos datos, nuevos problemas y nuevos instrumentos de trabajo.

Aparte de ayudar al hombre en su esfuerzo por controlar su medio, la ciencia responde a otra
exigencia, desinteresada, pero no menos profunda y persistente: su deseo de adquirir un
conocimiento cada vez más amplio y una comprensión cada vez más profunda del mundo en
que vive.

2.- LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA: INVENCIÓN Y CONTRASTACIÓN.

2.2.- Etapas fundamentales en la contrastación de una hipótesis.

Una hipótesis que está en conflicto con hechos fácilmente observables ha de ser rechazada
como falsa. Esta es la contrastación más sencilla, aunque la contrastación no suele ser tan
simple y directa. La contrastación consiste en que si H (hipótesis) es verdadera, entonces
también lo es I (enunciado que describe los hechos observables que se espera que se
produzcan). Aquí decimos que I es una implicación contrastadora de la hipótesis H.

Si el resultado de una contrastación es favorable, no podemos decir que haya quedado


probada la hipótesis, sólo que la hipótesis ha sido confirmada en lo que concierne a esa
implicación contrastadora concreta. Los resultados positivos le dan apoyo a la hipótesis, le dan
una confirmación parcial.

2.3.- El papel de la inducción en la investigación científica.

Las argumentaciones deductivas van de lo general a lo particular. Por el contrario, las


inferencias inductivas van de lo particular a lo general. Van de casos particulares y llevan a una
conclusión de carácter de principio general o ley (pero claro, en el caso de la inducción, al
contrario que en el caso de la deducción, la verdad de las premisas no garantiza la verdad de la
conclusión; las premisas, en la inducción, sólo implican la conclusión en mayor o menor grado
de probabilidad). Para ilustrar esta idea podemos exponer la descripción idealizada del
proceder de un científico, en la que se distinguen cuatro estadios: 1. observación y registro de
todos los hechos; 2. análisis y clasificación de éstos; 3. derivación inductiva de generalizaciones
a partir de ellos; y 4. contrastación ulterior de las generalizaciones.

Pero esta concepción (la concepción inductivista estrecha de la investigación científica) es


insostenible. Para poder reunir todos los hechos tendríamos que esperar hasta el fin del
mundo, ni siquiera podemos reunir todos los hechos dados hasta ahora porque son infinitos en
número y variedad. Podríamos retocar esta primera fase y decir que sólo debemos reunir los
hechos relevantes a un problema específico. La relevancia de los datos viene dada por la
respuesta que se quiere dar y no por el problema que se plantea. Por tanto los hechos solo se
pueden cualificar como relevantes por referencia a una hipótesis dada. Las hipótesis, por
tanto, son necesarias para servir de guía a la investigación científica, pues, en cuanto que
intentos de respuesta, determinan el tipo de datos que se han de reunir.

La inducción se concibe a veces como un método que, por medio de reglas aplicables
mecánicamente, nos conduce desde los hechos observados a los correspondientes principios
generales. Pero no hay reglas por medio de las cuales se puedan derivar hipótesis o teorías,
sino que las hipótesis y teorías científicas se inventan para dar cuenta de los hechos
observados (no se derivan de ellos).

En la ciencia, las hipótesis y teorías pueden ser libremente inventadas, pero sólo son aceptadas
si resisten la revisión crítica, la comprobación de las apropiadas implicaciones contrastadoras.
Al conocimiento científico se llega inventando hipótesis y sometiéndolas a la contrastación
empírica.

3.- LA CONTRASTACIÓN DE UNA HIPÓTESIS: SU LÓGICA Y SU FUERZA.

3.1.- Contrastaciones experimentales versus contrastaciones no experimentales.

Normalmente, las implicaciones contrastadoras son de carácter condicional. Son entonces


implicaciones en un doble sentido: son implicaciones de las hipótesis de las que se derivan, y
tienen la forma de enunciados compuestos con <<si……entonces>>, que en lógica se llaman
condicionales o implicaciones materiales.

En los casos en que aun no se ha propuesto una hipótesis, el científico puede partir de una
conjetura aproximativa e intentar llegar a una hipótesis más definida por medio de la
experimentación. En este tipo de casos, hay que mantener constantes todos los factores
relevantes, excepto uno. Aunque en realidad estos factores son sólo los factores que se
presuponen relevantes, queda la posibilidad de que se hayan pasado por alto factores
relevantes.

3.2.- El papel de las hipótesis auxiliares.

En la contrastación de las hipótesis científicas, hay que confiar en las hipótesis auxiliares.

3.3.- Contrastaciones cruciales.

Los experimentos cruciales, estrictamente interpretados, son imposibles en la ciencia. Pero un


experimento puede ser crucial en un sentido menos estricto: puede mostrar que una entre dos
teorías es inadecuada en aspectos importantes, y puede proporcionar un fuerte apoyo a la
teoría rival. Además puede influir sobre el camino que se tome en la subsiguiente labor teórica
y experimental.

3.4- Las hipótesis <<ad hoc>>.

Una hipótesis ad hoc es una hipótesis que ha sido introducida con el único propósito de salvar
una hipótesis que está amenazada por un testimonio adverso; no viene exigida por datos, y no
conduce a otras implicaciones contrastadoras.

3.5.- Contrastabilidad-en-principio y alcance empírico.


Una hipótesis para ser científica tiene que tener alcance empírico, es decir, tiene que tener
conexión con fenómenos empíricos, tiene que poderse concebir algún dato empírico que
pueda estar de acuerdo o ser incompatible con dicha hipótesis. Debe ser contrastable al
menos en principio. Necesita de implicaciones contrastadoras. Normalmente, una hipótesis
científica sólo da lugar a implicaciones contrastadoras cuando se combina con supuestos
auxiliares apropiados. Al dictaminar si una hipótesis propuesta tiene alcance empírico,
debemos, por tanto, preguntarnos qué hipótesis auxiliares están implícitas o tácitamente
presupuestas en ese contexto, y si, en conjunción con éstas, la hipótesis dada conduce a
implicaciones contrastadoras distintas de las que se pueden derivar de las hipótesis auxiliares
solas.

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