Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Podemos dividir la investigación científica en dos grupos: las ciencias empíricas y las ciencias
no empíricas. Las ciencias empíricas quieren explorar, describir, explicar y predecir los
fenómenos del mundo. Por ello sus enunciados necesitan una base empírica. Las proposiciones
de las ciencias no empíricas son demostrables sin necesidad de referirse a datos empíricos.
Las ciencias empíricas las podemos dividir en naturales (física, química, biología, y sus zonas
limítrofes), y sociales (sociología, política, antropología, economía, historiografía, y las
disciplinas relacionadas con ellas). A la psicología se la incluye a veces en un campo y a veces
en otro, y con frecuencia se dice que se superpone a ambos.
En las ciencias empíricas actuales hay una retroalimentación: las ciencias empíricas sientan las
bases para que surjan, asociadas a ellas, tecnologías, que al aplicar los datos obtenidos de la
ciencia, proporcionan nuevos datos, nuevos problemas y nuevos instrumentos de trabajo.
Aparte de ayudar al hombre en su esfuerzo por controlar su medio, la ciencia responde a otra
exigencia, desinteresada, pero no menos profunda y persistente: su deseo de adquirir un
conocimiento cada vez más amplio y una comprensión cada vez más profunda del mundo en
que vive.
Una hipótesis que está en conflicto con hechos fácilmente observables ha de ser rechazada
como falsa. Esta es la contrastación más sencilla, aunque la contrastación no suele ser tan
simple y directa. La contrastación consiste en que si H (hipótesis) es verdadera, entonces
también lo es I (enunciado que describe los hechos observables que se espera que se
produzcan). Aquí decimos que I es una implicación contrastadora de la hipótesis H.
La inducción se concibe a veces como un método que, por medio de reglas aplicables
mecánicamente, nos conduce desde los hechos observados a los correspondientes principios
generales. Pero no hay reglas por medio de las cuales se puedan derivar hipótesis o teorías,
sino que las hipótesis y teorías científicas se inventan para dar cuenta de los hechos
observados (no se derivan de ellos).
En la ciencia, las hipótesis y teorías pueden ser libremente inventadas, pero sólo son aceptadas
si resisten la revisión crítica, la comprobación de las apropiadas implicaciones contrastadoras.
Al conocimiento científico se llega inventando hipótesis y sometiéndolas a la contrastación
empírica.
En los casos en que aun no se ha propuesto una hipótesis, el científico puede partir de una
conjetura aproximativa e intentar llegar a una hipótesis más definida por medio de la
experimentación. En este tipo de casos, hay que mantener constantes todos los factores
relevantes, excepto uno. Aunque en realidad estos factores son sólo los factores que se
presuponen relevantes, queda la posibilidad de que se hayan pasado por alto factores
relevantes.
En la contrastación de las hipótesis científicas, hay que confiar en las hipótesis auxiliares.
Una hipótesis ad hoc es una hipótesis que ha sido introducida con el único propósito de salvar
una hipótesis que está amenazada por un testimonio adverso; no viene exigida por datos, y no
conduce a otras implicaciones contrastadoras.