Historiadores externos e internos.

La finalidad de la historia de la psicología

Hugo Klappenbach
Universidad Nacional de San Luis
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) 1*

[​Publicado en ​Actualidad Psicológica​, 27, nº ​294​, enero-febrero 2002, pp. 5-8​]

1
* El Dr. Hugo Klappenbach es Profesor Titular de Historia de la Psicología de la Universidad
Nacional de San Luis e Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas (CONICET). Es Coordinador del Grupo de Trabajo en Historia de la Psicología de la
Sociedad Interamericana de Psicología (SIP).
 Uno de los más grandes general y de la historia de las ciencias, la
historiadores argentinos, José Luis historia de las ideas, la epistemología, la
Romero, sostenía que la ​actitud histórica filosofía y la sociología y antropología en
involucraba dos aspectos: la ​conciencia particular. En definitiva, tal como lo
histórica y la ​ciencia o el conocimiento o desarrolláramos en otros trabajos, la
histórico (Romero, 1943/1988). Mientras profunda renovación producida tres
la primera, reconoce un carácter décadas atrás ensanchó las posibilidades
colectivo, no pretende bajo ningún de los estudios historiográficos,
aspecto ser racional y contribuye a la colocando a la historia de la psicología
consolidación de la identidad, la segunda, decididamente en el dominio epistémico
es decir la ciencia histórica, es de la historia (Klappenbach, 2000).
necesariamente individual –aun cuando La situación había sido muy
sea producida por equipos o grupos de diferente hasta la década del sesenta.
investigación-, desde ya racional, y lejos Hasta aquellos años, la historiografía de la
de contribuir al desarrollo de la identidad, psicología había sido producida por
más vale resulta crítica de tal psicólogos, estaba destinada a la
constitución. comunidad de psicólogos y las razones
Desde hace más de tres décadas, la que la justificaban se encontraban
historiografía de la psicología ha fundamentalmente en la propia disciplina
consolidado tal perspectiva crítica. Dicha psicológica. En efecto, cuando en 1960
actitud crítica se ha acompañado de una Robert Watson señalara que la historia de
paulatina profesionalización de la la psicología constituía un “área
disciplina, evidente a través de distintos descuidada”, publicaba su denuncia en la
indicadores: realización de tesis de publicación de mayor difusión en la
maestría y doctorado sobre temáticas de comunidad psicológica anglosajona, el
historia, establecimiento de posiciones American Psychologist ​(Watson, 1960).
académicas exclusivamente destinadas a En la misma dirección, la
la investigación y docencia en la materia, motivación principal para el desarrollo de
significativo aumento del número de los estudios históricos de la psicología
trabajos publicados y de comunicaciones parecía derivar de la crisis que atravesaba
a reuniones científicas, organización de el campo de la psicología, evidenciada en
sociedades científicas y de publicaciones el cuestionamiento de Chomsky a la
especializadas, finalmente, adquisición y conducta verbal de Skinner. Tal
dominio por parte de esa comunidad de cuestionamiento había aparecido en una
historiadores de la psicología del extensa reseña al libro de Skinner
lenguaje, la metodología y las publicado en una revista especializada
herramientas de la disciplina histórica en (Chomsky, 1959). Las treinta páginas de
2
la reseña de Chomsky, no sólo de Canadá (Kelly, 1981). En cualquier
cuestionaban el análisis experimental del caso, aun cuando factores sociales como
comportamiento verbal, sino que los mencionados hubieran tenido una
inclusive cuestionaban al conductismo en incidencia mucho más importante que la
su conjunto y sus fundamentos (de la que todavía se reconoce, hasta los años
Casa, Sánchez & Ruiz, 1993). En sesenta una cuestión permaneció
cualquier caso, los argumentos destinados constante en la historiografía de la
a cuestionar los presupuestos del lenguaje psicología: la producción historiográfica
como una conducta más elaborada, estuvo a cargo ​únicamente de psicólogos
generada por el organismo ante la y, en tal sentido, aun las razones
necesidad de reorganizarse, encontraron editoriales o institucionales que podían
eco en un campo en el cual el explicar los ciclos de apogeo y
conductismo comenzaba a eclipsarse. Y declinación, quedaban relegados a
en dicho marco, la historia de la cuestiones institucionales ​en la
psicología jugaría un rol de importancia, interioridad​ de la disciplina.
al interrogar las razones que habían
edificado, históricamente, el conductismo. Los cambios operados a partir de
Por supuesto, como ocurre los sesenta, se orientaban principalmente
siempre en el dominio de la interpretación hacia una mayor vinculación entre
histórica, resultaría reduccionista atribuir historia de la psicología e historia,
las causas de una mayor productividad, particularmente historia de las ciencias e
desarrollo e interés por la historia de la historia de las ideas. En 1968, por
psicología ​únicamente a las crisis ejemplo, había tenido lugar el primer
disciplinarias​. Al contrario, no podrían “Curso de Verano sobre Historia de la
desconocerse la incidencia de las políticas Psicología” en la Universidad de New
activas de las principales casas editoras de Hampshire, con financiación de la
libros de texto destinados al uso de los National Science Fundation (Brožek,
Departamentos de Psicología en Watson, & Ross, 1969 y 1970). El
universidades de los Estados Unidos, seminario se había propuesto la formación
cuestión que ha señalado Danziger para el de profesores universitarios interesados en
auge historiográfico de los años treinta historia de la psicología, y a tal fin, el
(Dagfal, Klappenbach & Keegan, 1997). director del mismo, Josef Brožek, había
Tampoco el impacto de conflictos planteado seis necesidades de formación.
relacionados con los posicionamientos de Algunas de esas necesidades eran
los actores del campo académico sumamente elementales, como por
norteamericano, cuestión que para el caso ejemplo, tomar contacto de primera fuente
de Boring fuera abordada por Barry Kelly con alguna personalidad sobresaliente
3
para el desarrollo de la psicología, y
denotaba que la gran mayoría de los
profesores en los ​colleges y ​universities
americanos tenía una formación
verdaderamente limitada en historia de la
psicología en aquellos años.
Otras necesidades, en cambio,
evidenciaban el proyecto de consolidar un
campo de ​especialización,​ al mismo
tiempo abierto al intercambio con campos
afines. Así, se había establecido la
necesidad que las explicaciones en
historia de la psicología, pudieran
relacionar la psicología con el clima
filosófico de cada período y con las ideas
en los campos limítrofes, desde la
medicina y la biología hasta la ciencias
sociales; también, tomar conciencia de las
técnicas involucradas en la investigación
histórica o el conocimiento de archivos,
documentos y otros lugares de relevancia
para el hallazgo de fuentes de
información. En la misma dirección, el
perfil de los profesores invitados denotaba
ese acercamiento a la historia de las
ciencias y la filosofía: desde Henry
Guerlac, historiador de la ciencia en
Cornell University, George Mora, del
Departamento de Historia de la
Psiquiatría en Yale University, Julian
Jaynes, de Princeton University hasta
invitados del campo de la filosofía como
J. Agassi, de la Boston University o
Robert Sears, de Stanford, o de la propia
historia de la psicología como Robert Mac
Leod, también de Cornell, Richard
Solomon de la University of Pennsylvania
y el célebre Gardner Murphy, entre otros.
Inclusive, que una consecuencia de aquel
curso hubiera consistido en la
organización de CHEIRON, la sociedad
especializada en el estudio de la historia
de las ciencias sociales y del
comportamiento, puede leerse en la
misma dirección de una mayor
profesionalización y autonomía en
relación con el campo específico de la
psicología.
En definitiva, si a partir de los
sesenta y sobre todo de la década
siguiente, todavía era posible relacionar la
mayor productividad en historia de la
psicología con la crisis disciplinaria, ya
resultaba posible identificar otras causas,
derivadas todas ellas de ese progresivo
ensanchamiento del campo de la historia
de la psicología. En efecto, así como se
reconocía que la historia de la psicología
constituía una empresa intelectual
propiamente historiográfica y comenzaba
la exigencia de familiarizarse con los
desarrollos de la historia y las ciencias
sociales en general, la emergencia de
historiadores externos a la psicología
revelaba que las motivaciones para la
producción en el campo de la historia de
la psicología no se encontraban
únicamente en las crisis disciplinarias.
En esa dirección, se ha subrayado
el impacto producido por la nueva
filosofía de la ciencia, desde Feyerabend
y Kuhn hasta Toulmin y Lakatos, en el
análisis histórico de las teorías científicas
(Tortosa, Mayor & Carpintero, 1990). Y
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sobre todo, el interés en la historia de la también a los actores del campo
psicología por parte de historiadores historiográfico o, más ampliamente
profesionales, resultaba compatible con todavía, de las ciencias sociales.
las nuevas tendencias historiográficas,
que insistían en la constitución de nuevos Resultaba coherente que aquel giro
objetos de estudio, desde la locura o la enfatizara las ventajas del historiador
conciencia, hasta los comportamientos de externo al campo de la psicología e,
género, de grupos minoritarios, de inclusive, que promoviera, en las dos
actividades de la vida privada o de décadas siguientes, la emergencia de
sociedades acotadas, como las sociedades destacados historiadores de la psicología
científicas. Desde el redescubrimiento de externos a la disciplina psicológica.
la ​Escuela de las Annales,​ hasta la Coincidentemente, el conocimiento sobre
nouvelle histoire c​ on Duby, Le Goff y historia de la psicología adquirido de una
Chartier, entonces, la renovación manera ya profesionalizada, podía
historiográfica impactaba de una manera contribuir al conocimiento histórico en
decisiva en el naciente campo de la general. En efecto, las investigaciones de
historia de la psicología (Massimi, 1996). Ulfried Geuter sobre la profesionalización
de la psicología durante el régimen nazi,
En todo caso, aquellas tendencias, contribuyeron a explicar parte de los
que se profundizarían en las dos décadas mecanismos de legitimación social
siguientes, no impedían relacionar el utilizados por el nazismo (Geuter, 1992 y
mayor interés por la historia de la 1994).
psicología con las crisis disciplinares.
Pero a partir de los años setenta, esa Toda aquella renovación
relación se reconocía ​insuficiente.​ historiográfica, fue prototípica de los años
Precisamente si la historia de la psicología sesenta y no estaba limitada al ámbito
se inscribía en el dominio epistémico de anglosajón. En efecto en Alemania, en
la historia, las crisis, cambios o 1964, Bernhard Sticker, reconocido
simplemente ​sesgos que afectaban al historiador de la ciencia, se interrogaba
campo historiográfico en general y a la acerca del lugar de las historias de las
historia de la ciencia y de las ideas en ciencias en la organización universitaria
particular, comenzarían a incidir cada vez ¿En qué departamentos deberían incluirse
más en la producción historiográfica de la los cursos de historias de las ciencias?
psicología. Y de la misma manera, los ¿En los departamentos de historia o en los
análisis de los actores del campo de ciencia? (Sticker, 1994). Cuatro años
académico, no solamente debían incluir a más tarde, en Francia, Georges
los actores del campo psicológico, sino Canguilhem retomaba el planteo de
5
Sticker, añadiendo que la cuestión no se
reducía a un problema únicamente
institucional o burocrático, ya que el
dilema de Sticker escondía una cuestión
propiamente epistemológica, relacionada
con la precisión del ​objeto de estudio de
la historia de la ciencia. En esa dirección,
la pregunta sobre el lugar institucional de
la historia de la ciencia, era al mismo
tiempo, una pregunta por su delimitación
epistemológica. Y allí Canguilhem venía
a enfatizar una contradicción esencial en
la historia de la ciencia, entre el ​método​,
por un lado, ​y ​el ​destino,​ por el otro.
Según el ​método,​ la historia de la ciencia
estaría próxima a la historia; en cambio,
según el ​destino o​ finalidad próxima a la
ciencia (Canguilhem, 1968).
Desde tal perspectiva, la cuestión
del historiador interno o externo al campo
psicológico no deja de resultar
problemática. Porque, por una parte, el
reconocimiento del carácter histórico de
la historia de la psicología, implicaba la
incorporación de las metodologías y
herramientas propias del dominio
histórico. Tal ​movimiento,​ entonces,
alejaba la historia de la psicología de la
psicología, aproximándolo a la historia.
Pero por otra, aquella cuestión sobre el
destino de la historia de la ciencia,
incorpora la necesidad de un nuevo
movimiento, esta vez de reacercamiento
al campo de la psicología, aunque ahora
reconociendo todas las exigencias de
profesionalismo en el dominio de las
herramientas propiamente
historiográficos.
En esa dirección, me parece que
pueden interpretarse los planteos que
desde la segunda mitad de los noventa,
han venido sosteniendo algunos de los
historiadores de la psicología más
destacados, como Adrian Brock, Kurt
Danziger, Hans van Rappard y Trudy
Dehue, los tres últimos a través de un
debate público en las páginas de ​Theory
& Psychology entre 1997 y 1998. En
efecto, todo ese debate parece evidenciar
una ​nueva inflexión en el campo
historiográfico de la psicología, la cual, en
última instancia, incorpora de una manera
renovada, aquella pregunta acerca de las
contradicciones en la ubicación
epistémica de la historia de la psicología.
En ese marco, Van Rappard, de la
Universidad Libre de Amsterdam, por
ejemplo, consideraba que, a diferencia de
las ciencias naturales, existía “historia ​en
la psicología y, en tal sentido, “se puede
afirmar que la historia cae dentro de los
límites de la psicología” (van Rappard,
1997; p. 102, la traducción y el subrayado
me pertenecen). Desde tal posición, no
dudaba en cuestionar la posición del
historiador de la ciencia Paul Forman, en
ciertos aspectos retomada por Danziger,
para quien el historiador-científico, esto
es, el historiador perteneciente a la propia
comunidad de científicos, toma a la
ciencia como referencia primaria, y por
tal motivo permanece esclavo de la
6
misma. Por el contrario, el historiador
crítico, es decir, el externo, se coloca
moralmente -en su más amplia acepción,
capaz de abarcar tanto los valores como
las costumbres- fuera de la los límites que
involucran a la disciplina. Desde la
perspectiva que van Rappard atribuía a
Forman y Danziger, la historia de la
psicología quedaría atrapada por una falsa
aporía: o la conformación de una historia
interna de tipo celebratorio o la
conformación de una historia externa
crítica, pero finalmente irrelevante para la
comunidad de científicos.
Al mismo tiempo, Van Rappard
cuestionaba la noción tan extendida de
que la historia clásica construida por los
científicos es una historia básicamente
celebratoria o justificatoria. O por lo
menos, consideraba que la historia de la
psicología no encontraba argumentos para
ser celebratoria. En sus propias palabras:
“… el campo [de la psicología] está
caracterizado por profundas
divisiones entre escuelas
alternativas, de manera tal que un
consenso generalizado de trabajo
no puede ser hallado en ninguna
parte. Ambigüedades perennes
pueden ser encontradas en relación
con el estatuto de la psicología
como una ciencia natural o humana,
por lo cual nadie debiera
sorprenderse por la proliferación de
alternativas radicales...A la vista de
esas cuestiones, que podrían
extenderse casi
interminablemente....el presente
autor [van Rappard] no puede más
que preguntarse: ¿cómo podría
alguien celebrar la psicología?”
(van Rappard, 1997; p. 104, la
traducción es mía).
Otra cuestión de envergadura
planteada por van Rappard, estaba
relacionada con los parámetros y marcos
conceptuales de la llamada historia
externa. En esa dirección, cuestionaría el
planteo de Forman para quien, el
historiador externo estaría libre de
ideologías. Efectivamente, este parece ser
uno de los nudos centrales de todo el
debate sobre el historiador ​externo e
interno.​ Porque si resulta cierto que, en
numerosas oportunidades, el historiador
interno puede recurrir a la historia para
dirimir posicionamientos propios del
campo de la psicología, ¿qué autoriza a
suponer que el historiador externo de la
psicología, no pueda recurrir otras tantas
veces a la historia de la psicología para
dirimir posicionamientos propios del
campo histórico? En ese sentido, si resulta
legítimo el cuestionamiento a la historia
interna de la psicología por su posibilidad
de quedar atrapada en la red institucional
e intelectual de la psicología, eso no
debería conducir a una ​idealización
exagerada de la historia externa, como si,
por el solo hecho de ser ​externa,​ esa
historia automáticamente se situara en un
topos urano despojado de terrenalidad y
por tal motivo, nunca dejara de ocupar
una función crítica. En ese sentido, si una
historia crítica de la psicología exigía
mantenerse vigilante en relación con las
7
posiciones del propio historiador, tal revisión bibliográfica hacia atrás;
actitud no debiera establecer distinciones, segundo, relatos en lugar de historia -en
al menos a priori, entre las posiciones del inglés “​story telling”​ en lugar de
historiador ​interno​ y del ​externo​. “​histories”​ -; tercero, hagiografía de
Este último aspecto del planteo grandes hombres; cuarto, culto a las
sería compartida por Kurt Danziger, ya “anticipaciones” desde el punto de vista
retirado de la Universidad de York en de la ortodoxia contemporánea; quinto,
Canadá y una de las personalidades más insensibilidad hacia el contexto social;
renomabradas de la nueva historia de la sexto, formulación de problemas
psicología, quien señalaba precisamente “atemporales” desde el lenguaje
que, si algo homologaba el buen trabajo contemporáneo; séptimo, constitución de
académico tanto en las ciencias líneas espúreas de ascendencia; octavo,
experimentales como en las históricas, era mitología del progreso.
la necesidad de advertir los propios sesgos Y aun cuando Danziger se refería
y orientaciones del investigador claramente a la historia interna,
(Danziger, 1998). nuevamente me parece que no hay
En cambio, Danziger tomaba razones para descartar la eventual
distancia de van Rappard en otras existencia de una historia de la psicología
cuestiones, ya que, en relación con la amateur entre historiadores externos.
historia celebratoria, estimaba que no Seguramente, dicho amateurismo, no
debía sorprender encontrar en la historia provendría del mal uso de las
de la psicología las mismas tendencias herramientas y metodologías propias de la
celebratorias que en la historia interna de investigación histórica. Pero podría ser
las ciencias naturales, toda vez que la igualmente amateur, en la reconstrucción
psicología, durante décadas, se había poco profunda de las cuestiones teóricas y
considerado a sí misma una ciencia epistemológicas involucradas.
natural (Danziger, 1997). En cualquier caso, Danziger
Al mismo tiempo, Danziger planteaba que la gran disyuntiva se daba
desarrollaba críticamente la problemática entre examinar la historia en dirección a
del ​amateurismo.​ En efecto, subrayaba celebrar el pasado por los logros
que en la comunidad de psicólogos existe alcanzados, o, por el contrario, examinar
una tolerancia a un trabajo de historia la historicidad del criterio actual de
poco profesional y netamente amateur, “logros”. En ese sentido, coincido con
identificando ocho abusos que era posible Danziger y van Rappard en la necesidad
hallar en buena parte de la bibliografía escapar a esa disyuntiva de ​historia
clásica en historia de la psicología. interna celebratoria o historia externa
Primero, trabajos que sólo constituían una crítica.​ Así, la propuesta de Danziger
8
reconocía la necesidad de una historia historiador no debiera ser visto como
interna igualmente ​crítica.​ Desde tal antagónico de la relevancia para la
perspectiva, aun cuando no disimulara las comunidad de psicólogos (Dehue, 1998).
limitaciones de numerosas historias En una dirección parecida, uno de los más
internas de la psicología, dejaba en claro destacados discípulos de Kurt Danziger,
que no resultaba necesario dejar el oficio Adrian Brock, de la Universidad de
de historización de la psicología Dublín, señalaba que cuando se había
únicamente en manos de historiadores trasladado de Cambridge a York, para
profesionales (Danziger, 1997). estudiar historia de la psicología con
Lo interesante es que ambos Danziger, lo sorprendió la exigencia
historiadores, aun con diferencias, impuesta por su maestro de formarse
enfatizaban el papel de la historia en el “también” en psicología. Brock explicaba
debate propiamente epistémico y teórico que Danziger había logrado convencerlo
de la psicología. Así, Van Rappard del importante papel a desarrollar para la
señalaba el peso de los estudios históricos historia de la psicología, en la interioridad
en la interioridad de la psicología, toda del campo psicológico (Brock, 1995). Y
vez que por ser la psicología una ciencia la propia trayectoria intelectual de Brock,
social dejaba espacio para la historia (van es paradigmática de lo que venimos
Rappard, 1997 y 1998). Danziger, por su señalando:
parte, consideraba que era precisamente la
ambigüedad que caracterizaba a la “Todo esto puede explicar mi
psicología, al mismo tiempo ciencia propia odisea desde la psicología
hasta la historia y filosofía de la
natural y ciencia humana, lo que ciencia y el retorno a la psicología”
posibilitaba el análisis histórico. En ese (Brock, 1995, p. 28; la traducción
sentido, Danziger concluía en que la es mía).

historia de la psicología sólo podría jugar

Me parece que lo interesante del
un rol crítico en la psicología si era capaz
debate es que pone de manifiesto, al
de examinar la profunda historicidad del
menos dos cuestiones. La primera, que
proyecto de constituir a la psicología en el
cualquier aproximación a los temas
campo de las ciencias naturales
históricos de la disciplina, exigen el rigor
(Danziger, 1997).
conceptual y metodológico, que sólo
Por su parte Trudy Dehue, de la
puede provenir de la familiaridad con el
Sección de Teoría e Historia del Instituto
trabajo propio del campo histórico. En
de Psicología de la Universidad de
este punto, las posiciones de finales de los
Groningen, aun cuando en otros puntos
noventa coincidirían con las de los setenta
manifestaba una dirección divergente,
y ochenta. La segunda, es que una vez
enfatizaba que el rigor académico del
9
conquistado ese rigor, se vuelve necesario
interrogarse acerca del ​destino del
conocimiento histórico para el desarrollo
del campo psicológico. Y en esa
dirección, no resulta casual el maridaje
que parece existir en algunos ámbitos
culturales entre historia, filosofía y teoría
de la psicología.
En Canadá, por ejemplo, la
sección 25 de la ​Canadian Psychological
Association,​ se denomina de “Historia y
Filosofía”, mientras la Universidad de
York ha establecido un programa de
graduación en Historia y Teoría de la
Psicología. En Inglaterra, la Sección
dedicada a estas temáticas dentro de la
British Psychological Society se
denomina ​History and Philosophy of
Psychology Section.​ Asimismo la revista
editada por Sage, se titula “​Theory and
Psychology​”. En la Universidad de
Groningen, Holanda, dentro del
Departamento de Psicología, la sección
relacionada con el área de historia se
denomina “Sección de Teoría e Historia”.
También en Irlanda, la Universidad de
Dublin ha establecido un ​PH D con
entrenamiento específico en historia y
filosofía de la psicología.
En definitiva, no pretendemos
invalidar el replanteo historiográfico de
los años setenta y ochenta, que puso el
acento principal en la advertencia de que
la historia de la psicología, tenía bastante
que ver con la historia. En esa dirección,
se mejoraron las técnicas y herramientas
metodológicas, se volvió necesario
acercarse a las producciones de la historia
de la ciencia, pero también de la historia
de las ideas o de la historia social, y se
acentuó el trabajo de análisis de fuentes y
la interpretación, cuanti y cualitativa. A
tal fin, el aporte de los historiadores de
profesión (aunque también de los que
provenían de la filosofía o la sociología)
ha resultado fundamental para la
constitución de un campo
profesionalizazo y vigoroso. En tal
sentido, comparto la convicción de que la
historiografía de la psicología iniciada
varias décadas atrás, ha ganado en rigor
académico y en calidad historiográfica.
De tal manera, aquel ​extrañamiento de la
historia de la psicología en relación con el
campo de la psicología le otorgó un
fundamento sólido del que carecía al
comenzar la década del sesenta.
Con todo, creo que a partir de la
segunda mitad de los noventa, el debate se
ha reorientado en dos nuevas direcciones.
La primera, está relacionada con
justipreciar al historiador externo en su
verdadera dimensión. Esto es, si desde los
setenta, se había vuelto un lugar común la
crítica al historiador interno desprevenido,
tanto por su ingenuidad teórica en lo
relacionado con los grandes debates
historiográficos, como por su rusticidad
en el manejo de las técnicas propias de la
investigación histórica, en el nuevo siglo
también parece legítimo advertir al
historiador externo acerca de algunos
10
problemas cruciales de la psicología, tanto con una nueva función y una renovada
cognitivos, tecnológicos o praxiológicos. perspectiva.
Y la segunda dirección está Y en dicha tarea, me parece
relacionada con la clásica pregunta del secundario la cuestión acerca del ​origen
para qué de la historia de la psicología, -externo o interno- del historiador de la
que en los ochenta sintetizara Max psicología. En los últimos años, se han
Wertheimer (Wertheimer, 1980). Porque, producido excelentes trabajos
por una parte, la historia externa ha historiográficos de historiadores ​insiders a
posibilitado una apertura al mundo de la la disciplina psicológica, como también
historia y eso ha sido indudablemente de historiadores ​outsiders.​ En todo caso,
positivo. Con todo, el conocimiento de lo que resulta relevante, no es tanto el
historia de la psicología tiene igualmente origen de dicha investigación
–y me atrevería a decir, tiene historiográfica como su ​destino.​ En este
fundamentalmente​– un rol central que punto, me parece que, aun cuando el
cumplir en el campo de la propia conocimiento histórico es un
disciplina psicológica. Pero no como se conocimiento en parte diferente al
pensaba antes de los setenta, para cumplir conocimiento psicológico, y aun cuando
allí un trivial papel celebratorio; al el conocimiento en historia de la
contrario, para cumplir allí un papel psicología pueda resultar de legítimo
fuertemente crítico. interés para el desarrollo del campo
En ese sentido, la historia de la histórico, la finalidad última –me
psicología puede recomponer el ​hiato con atrevería a decir, ​estratégica​-, del
la psicología, ocurrido necesariamente a conocimiento en historia de la psicología,
raíz de la demanda por el rigor y la es impactar críticamente en el campo
metodología propias del campo histórico. psicológico.
Es decir, si un movimiento –en términos
dialécticos- de la historia de la psicología, En cualquier caso, creo que a la
en algún momento de su desarrollo, luz de la relación entre psicología por una
exigió distanciarse de la psicología, parte, e historia de la psicología, por la
porque su proximidad con la misma la otra, podría plantearse si los nuevos
limitaba a un tono celebratorio, ​naif, whig replanteos historiográficos de la segunda
y trivializado, luego del alejamiento de la mitad de los noventa, pueden resultar
misma, incorporados el rigor y la coherentes con algunos de los debates
metodología propias del campo histórico, acerca del significado del conocimiento
podría plantearse un retorno al suelo psicológico y del papel que podrían jugar
epistémico de la psicología, aunque ahora en ese camino perspectivas narrativas,
estudios de caso, la investigación acción
11
y, en general, aproximaciones que pueden
ser generalizadas con el nombre de
métodos cualitativos​. En efecto, si el
nuevo conocimiento obtenido por la
historiografía de la psicología, es capaz de
impactar en la disciplina psicológica,
parece válido afirmar que el conocimiento
psicológico admitiría formas
producción diferentes a las
tradicionalmente consideradas.
Desde esa perspectiva, uno de los
objetivos de la historia de la psicología,
sería el de contribuir al desarrollo y sobre
todo a la crítica de la psicología, de
manera análoga al papel de la filosofía de
la psicología, de la epistemología de la
psicología, de la sociología y antropología
de la psicología y de la teoría de la
psicología. Es decir, aun cuando el
historiador de la psicología recurriera a la
metodología y a los conocimientos de la
historia, aun cuando necesitara abandonar
el suelo epistémico de la psicología para
entrar en diálogo con disciplinas conexas
como la historia de las ciencias, la historia
de las ideas, la epistemología,
sociología del conocimiento y la filosofía,
aun cuando todo ello constituyera un
momento imprescindible en
conformación del campo de la historia de
la psicología, finalmente se haría
necesario retornar al campo de la
psicología, para que el conocimiento así
adquirido, posibilitara reformular
críticamente los problemas teóricos, pero
también tecnológicos y praxiológicos de
la psicología.
De tal manera, la historia de la
psicología constituiría, junto con la teoría
general de la psicología y junto con la
filosofía de la psicología, uno de los
vértices para el replanteo crítico de la
psicología, no sólo en su faz teórica, sino
también en lo relacionado con sus
de prácticas. De esa manera, como lo quería
José Luis Romero, la ​ciencia histórica
podría contribuir a la constitución de una
nueva ​conciencia histórica,​ mucho más
atenta a las ambigüedades,
contradicciones e inclusive fracasos de la
psicología.
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