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Introducción:
No, no es un error. Parece extraño leer un texto que está más cercano a la muerte que a
nacimiento de Jesús. Pero lo hice a propósito. Este tiempo por lo general se leen pasajes
que hablan de un tiempo de paz y de amor, porque Jesús viene a este mundo. Y esto no deja
de ser maravilloso. Cuando o pensamos nos alegramos por la mayor prueba de amor de
nuestro Dios al hacerse hombre. En navidad celebramos eso. Navidad que precisamente
significa eso: Nacimiento. Y como cristianos ponemos el énfasis en eso. Más que en el
consumismo, más que en las celebraciones, la comida, el pavo, el árbol, las luces. Que no
los condenamos, por supuesto. La diferencia es que podríamos pasar perfectamente una
navidad sin ninguna de esas cosas. Pero nunca podríamos celebrar navidad sin considerar a
Jesús.
Por eso al celebrar este culto de navidad esta reflexión se tiene que centrar en Jesús. De
quien celebramos su nacimiento. Porque a historia no se detiene ahí. Jesús no solo nace. Él
crece, vive, enseña, sana, comparte, se entrega, muere, resucita. El nacimiento es celebrado
por lo grande que es quien nace. El nacimiento en sí mismo no significa gran cosa.
Pero Jesús fue un sorprendente personaje que hacía que las personas se hicieran preguntas
sobre él. Esas preguntas han quedado registradas en el texto, porque en la actualidad nos las
seguimos haciendo.
Seguro que él quiere respondernos y mostrarnos quién es, para que lo conozcamos y
disfrutemos de su compañía.
En los evangelios encontramos las respuestas que Jesús nos daría ante esta pregunta.
Porque él mismo las dio a sus discípulos y a quienes le escuchaban mientras caminaba por
esta tierra.
En el evangelio de Juan encontramos algunas de las más hermosas palabras de Jesús
hablando de sí mismo. Pan de vida, el buen pastor, la puerta. Pero sin duda una de las más
hermosas y más aclaratorias sobre quién es Jesús la encontramos en Juan 14:6 Yo soy el
camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí.
Este es Jesús, el que nace en un pesebre, es el camino para llegar a Dios, es la verdad sobre
Dios, su verdad revelada. Lo que Dios es nos ha sido revelado por medio de Jesús. Y
puesto que él es Dios mismo él es la vida misma.
La respuesta a esta pregunta debemos darla nosotros. Ya sabemos quién es, sabemos a
qué ha venido. Entonces nos queda decidir qué vamos a hacer con él. Podemos
ignorarlo o aceptarlo, eso es cuestión de cada uno. Pero ya vimos lo que es y lo que nos
ofrece.
Conclusión
En navidad nos alegramos. Es verdad. Desde pequeño me gusta esta fecha. Navidad está en
uno de los meses más hermosos. Días con sol y más largos. Llegan las vacaciones,
descansar, dormir hasta tarde, ir a bañarse. Esperaba con impaciencia los regalos que nos
tocaba porque donde trabajaba mi papá le daban regalos a los hijos de los trabajadores. Era
maravilloso verlo venir con unas bolsas grandes. Una para cada uno de nosotros los
hermanos. Venían regalos, dulces, cosas de comer para la familia, etc. Tal vez ese recuerdo
siempre esté unido en mi mente a estas épocas y a la navidad.
Pero con el paso de los años uno se va dando cuenta también de cuáles son las cosas que
realmente importan. Y cuás es la relevancia de un hecho tan especial como la navidad.
Como hemos visto, creo qu aquí todos lo sabíamos, pero siempre es necesario recordar y
reflexionar sobre el protagonista, el verdadero protagonista de la navidad. Jesús. Quién es,
el que haya venido, y lo que trajo al venir. Espero que esto nos haya quedado más claro aún
en este día, para que al hacernos la pregunta de qué vamos a hacer, lo tengamos claro.
Abrámosle nuestro corazón y entreguémosle el control de nuestra vida, confiemos en él,
vivamos para él, no solo hoy o mañana, o en estas fiestas. Vivamos para él toda nuestra
vida.