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INTRODUCCION

Una infección de herida quirúrgica se define como una incisión de


herida quirúrgica infectada o una infección profunda de herida
quirúrgica.

El desarrollo de infección en heridas de incisiones quirúrgicas


sigue siendo una de las complicaciones más graves que pueden
producirse en pacientes quirúrgicos.

El empleo general de los antibióticos desde el siglo pasado ha


tenido efectos revolucionarios, sin embargo la infección sigue
planteando problemas graves de amplitud mundial, la profilaxis
antibiótica no es una opción que permita disminuir la calidad de
los cuidados, la antisepsia o la asepsia, los antimicrobianos no
pueden sustituir a una buena técnica quirúrgica cuyos elementos
principales incluyen manipulación cuidadosa, conservación de los
vasos sanguineos, hemostasia ideal, supresión de tejido
desvascularizado, partículas extrañas y cierre anatómico sin
tensión ni espacio muerto.

Varios autores han identificado factores predisponentes para el


desarrollo de infecciones de heridas operatorias mencionándose
causas endógenas y exógenas. (como habilidad del cirujano, la
edad del paciente, mayor duración de la intervención quirúrgica,
cirugías de emergencia).

Toda herida quirúrgica es susceptible de infectarse". Sin duda


alguna la infección de herida operatoria es una de las
complicaciones más frecuentes, ocupa el segundo lugar en los
estudios de incidencia de infección nosocomial después de las
infecciones urinarias y supera las respiratorias y a la sepsis, a su
vez ocupa el primer lugar en las complicaciones infecciosas
postquirúrgicas, debido a estas complicaciones se eleva la
morbilidad y la mortalidad, por ende la estancia y los costos
hospitalarios. Se han hecho esfuerzos por crear una política de
concientización que mejore la calidad de atención , para disminuir
al mínimo tal complicación, sin embargo el problema persiste y la
infección quirúrgica sigue consumiendo una parte considerable
de los recursos para la asistencia de la salud.
INFECCION DE HIERIDAS QUIRURGICAS

HISTORIA
Algunos autores de la antigüedad mencionan la Teoría del
llamado “Pus Laudable” en la que aseguraban que la aparición de
pus era parte normal del proceso de recuperación. A principios
del siglo XIX incluso los mejores cirujanos con sus mejores
técnicas, veían fracasar sus grandes obras cuando sus pacientes
morían por infección postoperatoria. Apareció entonces el
eminente cirujano Sir James Simpson, quién introdujo el uso de
cloroformo e instó a sus colegas a operar sobre mesas de cocina
o en pequeños hospitales para disminuir las tasas de infección,
no teniendo mucha acogida.

En 1840 los tocólogos Semmelweis y Oliver Wendell demostraron


claramente que la fiebre puerperal era transmitida a las
parturientas por las manos de sus médicos y que el sólo hecho
de lavarse las manos con soluciones cloradas de cal disminuían
considerablemente tal situación.

En 1864 tanto Henry Biguelow como J. Mason Warren


escribieron acerca de la infección que con demasiada frecuencia
aparecía luego del acto quirúrgico, la unión por primera intención
era rara y parte de la culpa recayó en los padres de la ciudad
responsables de la situación poco higiénica que entonces
prevalecía.

Hacia mediados del siglo XIX, fue el joven médico ingles Joseph
Lister quién empezó a investigar diferentes problemas asociados
a la cirugía tales como la inflamación, curación de las heridas y
los efectos de la coagulación de la sangre y derivados de ellos.
Retomando los conceptos de Luis Pasteur, quién hacia 1865
hablara de la teoría de los gérmenes que sustentaban que la
formación de pus, las infecciones de las heridas y algunas fiebres
debían ser causadas por microorganismos procedentes del medio
ambiente, Lister empezó a usar el ácido carbólico en las heridas y
posteriormente introdujo el ácido fémico para el lavado de las
manos. kocher de Zuisa, basado en la mala experiencia
observada durante la guerra Franco-Prusiana de 1870, en la que
la mortalidad de 344 amputaciones supracondíleas fue del 100%
por sepsis postoperatoria, introdujo técnicas quirúrgicas con
hemostasia meticulosa y limpieza extrema. Halsted en EEUU. se
convirtió en el campeón de la asepsia hacia 1890, siguiendo las
técnicas de Kocher e inició el uso de los guantes quirúrgicos.

Varios años después, aparece en 1961 John Burke, con un


estudio experimental sobre la quimioprofilaxis de las heridas
dérmicas y demostró cómo los antibióticos por vía sistémica eran
activos contra la infección si eran aplicados durante el período
preincisional, garantizando así la eficacia máxima. En 1973 Peter
Cruse y Rosemary Ford de Canadá realizaron uno de los más
grandes estudios al respecto clasificando los factores más
frecuentemente asociados y comprobaron
cómo modificándolos se disminuían exitosamente los índices de
complicación quirúrgica.

DEFINICIÓN:

La infección postquirúrgica se define como, aquella infección que


se presenta durante la hospitalización de un paciente que ha sido
sometido a cirugía dentro de un lapso de 72 horas después de la
cirugía.

La definición propuesta por Ljungquist . es la descarga de pus o


cultivo bacteriológico positivo de la secreción de una herida
operatoria.

FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA GENESIS DE


LA HEIRDA QUIRURGICA

La infección de herida operatoria puede ocurrir después de


cualquier operación. Depende de múltiples factores relacionados:
con el huésped (extremos de la vida, diabetes sacarina: tasa de
infección 10.7%, obesidad: tasa 13.5%, desnutrición, tabaquismo,
inmunosupresión, infecciones en sitios remotos, lesiones
malignas, el riesgo tisular de una herida es de vital importancia
para la cicatrización debido principalmente al suministro de
oxigeno y la presencia de neutrófilos, según un estudio reciente
realizado en washington, se comprobó que el brindarle más
oxigeno al paciente durante y después de la cirugías, reducía el
riesgo de infección de herida en un 50%.

Factores relacionados con el ambiente (duración de la


hospitalización, contaminación por el aire); destreza del cirujano
(duración de la operación); lavado correcto de manos,
procedimientos de urgencia, perforación en los guantes,
operaciones abdominales (sitio del abdomen); tipo de
procedimiento quirúrgico, calidad de hemostasia durante la
cirugía, cierre primario defectuoso, mucho tiempo preoperatorio
dentro del hospital (la flora bacteriana normal sufre cambios
sustanciales después de una semana), mal manejo de las heridas
en el posoperatorio y múltiples causas más, que pueden ser
factores contribuyentes.

En cuanto al agente etiológico este se localiza en el sitio de la


herida y puede proliferar y desencadenar el proceso piógeno. Se
han encontrado múltiples gérmenes causales de infección
pudiendo estos provenir del ambiente, la flora bacteriana del
paciente, de los malos procesos de esterilización. El número de
bacterias presentes al cerrar la herida juega papel importante,
entre los microorganismos que con más frecuencia se encuentra
en una infección de herida están: Estafilococo aureus,
Estreptococo, E.coli, Klebsiela, Serratia, Pseudomona aeroginosa
y Clostridios.

Para establecer si la infección operatoria es nosocomial es


necesario considerar si la intervención es electiva o de urgencia
ya que esta última reúne condiciones que hacen que la infección
sea adquirida en el momento de la injuria y no dentro del hospital
por lo tanto hay que conocer dentro de las causas de
emergencias si se trata de:

• Trauma de abdomen abierto o cerrado.

• Abdomen Agudo, de causa no traumático.

• Herida por proyectil de arma de fuego.

• Herida por arma blanca.

• Herida por objeto o instrumento punzocortante.

Factores personales del paciente: cáncer, colagenopatia,


enfermedad del sistema retículo endotelial, SIDA, enfermedad
inmunológica, edad.
Fisiopatología

Una vez que los gérmenes han alcanzado el in-terior de los tejidos se producirá
una respuesta defensiva local. Del resultado entre la agresión y la respuesta
fisiológica dependerá el establecimiento de una infección, la resolución de la
misma o, en el peor de los casos, su generalización. El conjunto de fenómenos
que se desarrollan en esta fase precoz de la infección pueden considerarse un
triple res-puesta: vascular, intersticial y celular.

Respuesta vascular
Se trata de una respuesta inespecífica caracteri-zada por una vasodilatación y un
aumento de la permeabilidad de los vasos, causantes del enroje-cimiento y edema
característicos. Como mediado-res de esta respuesta se han identificado a
algunas aminas vasoactivas (histamina y serotonina) que ejercen su acción a nivel
de las células endotelia-les. Si además coexiste un daño endotelial de base, esta
respuesta vascular aumenta de intensidad y duración.

Respuesta intersticial
Como consecuencia de los fenómenos vascula-res anteriormente descritos se va
a producir una salida de líquido al espacio intersticial. Este líquido es rico en
proteínas y en potasio, con tendencia al desarrollo de redes de fibrina. Como
consecuencia de ello se desarrollará una tumefacción o indura-ción, cuya
intensidad dependerá, además, de las características locales del tejido conectivo.

Respuesta celular
Simultáneamente tienen lugar una serie de fe-nómenos celulares de gran
importancia. Inicial-mente (al final de la 1ª hora) se produce una mar-ginación
leucocitaria con fenómenos de adhesión al endotelio. Desde allí se produce una
migración de los leucocitos hacia el espacio intersticial, fe-nómeno conocido como
diapedesis. Los mecanis-mos por los que estas células son atraídas hasta el
intersticio no son totalmente conocidos y global-mente se conocen como
quimiotaxis. Como facto-res quimiotácticos se han identificado distintas fracciones
bacterianas, así como mediadores endó-genos (p.e. factores del complemento).
Una vez llegados los leucocitos al foco inflamatorio co-mienzan fenómenos de
englobamiento bacteriano que concluyen con la fagocitosis de los gérmenes
(inicialmente por los PMN y posteriormente por los macrófagos tisulares o
circulantes). Como consecuencia de la misma se producirá una des-trucción del
germen, no progresando la infección. Sin embargo, es inherente un cierto grado
de lesión tisular y muerte celular motivado fundamentalmen-te por los productos
resultantes de la digestión lisosomal.

Cuando este conjunto de respuestas locales no consiguen controlar la agresión,


es decir, se produ-ce un fracaso en los mecanismos de defensa ante dicha
agresión, se establecerá una infección. Esta enfermedad será inicialmente una
infección local, que dependiendo de los factores etiopatogénicos anteriormente
descritos puede evolucionar de distintas maneras. Esta infección puede difundir a
través del intersticio o del tejido linfático, convir-tiéndose en una infección regional.
Cuando los gérmenes consiguen alcanzar el torrente sanguíneo, bien desde un
foco infeccioso a distancia como a través del sistema linfático, existen
posibilidades de desarrollar una infección sistémica. en este sentido debemos
distinguir entre bacteriemia (pre-sencia de gérmenes en la circulación sanguínea
de modo transitorio sin acompañarse de síntomas) y septicemia (presencia masiva
de gérmenes de modo repetido en la circulación con importantes implicaciones
clínicas). Finalmente, también de-bemos considerar que una infección puede
conver-tirse en una forma crónica cuando, debido a la escasa agresividad del
germen o a la ausencia de curación, se produce una permanencia exagerada del
proceso infeccioso.
HERIDA LIMPIA

Se habla de herida limpia cuando el procedimiento, ceñido a la técnica aséptica,


no entra dentro de un órgano o cavidad del cuerpo normalmente colonizada. La
reparación electiva de una hernia inguinal es un ejemplo de procedimiento
operatorio limpio. El riesgo de infección en herida quirúrgica es mínimo y se
origina en contaminantes del ambiente del quirófano o del equipo quirúrgico o,
más comúnmente, de la colonización de la piel. El patógeno más común es el
Staphylococcus aureus. Las tasas de infección en esta clase de procedimientos
debería ser del 2% o menos, dependiendo de otras variables clínicas

Realizadas en un medio controlado y con material estéril (quirófano) generalmente


es realizada por un cirujano, Herida quirúrgica no infectada, no se encuentra
inflamación y en la que no se penetra el tracto respiratorio, digestivo, genital o
urinario.La frecuencia de infección no debe pasar del 2%.

HERIDA LIMPIA – CONTAMINADA:

Un sitio quirúrgico limpio-contaminado se ve cuando el procedimiento operatorio


entra en un órgano o cavidad del cuerpo colonizado, pero bajo circunstancias
electivas y controladas. Contaminantes más comunes son bacterias endógenas
del propio paciente. Por ejemplo, las heridas de colectomías generalmente
contienen gérmenes gram negativos y anaerobios. Las resecciones intestinales
electivas, la apendicectomía, la colecistectomía, las resecciones pulmonares, los
procedimientos ginecológicos y las operaciones de cáncer de cabeza y cuello que
involucran la orofaringe, son ejemplos de procedimientos limpios-contaminados.
Las tasas de infección para esos procedimientos están en el rango del 2% al 10%
y pueden ser optimizadas con estrategias específicas de prevención

Realizadas en un medio controlado y con material estéril (quirófano) . En el


trascurso de la cirugía se realiza apertura del tracto respiratorio, digestivo,
genital o urinario bajo condiciones controladas y sin contaminación inusual. La
frecuencia de infección puede oscilar entre el 5-10%.

HERIDA CONTAMINADA:

Los procedimientos contaminados ocurren cuando está presente una


contaminación grosera en el sitio quirúrgico en ausencia de infección obvia. La
contaminación no controlada al abrir el lumen intestinal, perforación de vesícula
litiásica durante una colecistectomía son ejemplos de procedimientos
contaminados. Las tasas de infección fluctúan entre 3 y 13%, aún con antibióticos
preventivos y otras estrategia, Mayor violacion de la tecnica aseptica . Escape
mayor del contenido intestinal. Herida traumatica fresca. Ingreso a los tractos
genitourinario, o biliar en presencia de bilis u orina infectadas

HERIDA SUCIA:

Los procedimientos quirúrgicos realizados cuando existe una infección en el sitio


quirúrgico, son consideradas heridas sucias. La exploración abdominal por
peritonitis bacteriana y los abscesos intrabdominales son ejemplos de esta clase
de heridas. Los patógenos esperados son los de la infección activa encontrada.
Pueden encontrarse gérmenes multirresistentes en las heridas sucias, si la
infección ha ocurrido en un hospital o en pacientes que recibieron previamente
terapia antibiótica tambien Se halla inflamación bacteriana aguda, pero ausencia
de pus Transección de tejido limpio para abordar una colección de pus Herida
traumática con retención de tejido desvitalizado, cuerpos extraños contaminación
fecal o herida que a permanecido abierta por un tiempo prolongado

MANEJO DE LAS HERIDAS

AGUDAS

La atención del paciente politraumatizado incluye muchas veces el manejo de


heridas superficiales, pero a pesar de su espectacularidad, pocas veces son el
problema principal, siendo la hemostasia de las mismas la única urgencia, que
generalmente se logra con un vendaje compresivo, hasta definir el momento, el
lugar y la técnica de la reparación (no debiera trasladarse un paciente sin detener
una hemorragia).

ASEPCIA:

Significa aseptización de la herida, lavado con abundante solución fisiológica,


retiro de cuerpos extraños y tejidos desvitalizados, hemostasia prolija. Puede ser
realizado con anestesia local, regional o general, pero debe cumplir con los pasos
mencionados, idealmente en pabellón con campo estéril, buena iluminación,
profilaxis o tratamiento antibiótico, según el caso.

Una vez concluido el aseo se determinará el tipo de reparación.


Para un mejor resultado estético y funcional, debemos:

-Evitar la tensión tisular


-Suturar la herida por planos para evitar invaginaciones.
-Elegir el material de sutura según el tejido a reparar (tipo y grosor).
-Elegir entre sutura continua, separada, intradérmica, adhesivos químicos o telas.

Peritonitis.

Contaminacion microbiana de la cavidad peritoneal, la cual se puede clasificar de


acuerdo a la causa.

Peritonitis microbiana primaria:

La peritonitis es la inflamación de las capas del peritoneo, siendo este la capa que
recubre la cavidad abdominal, denominándose peritoneo visceral cuando envuelve
los órganos abdominales. Es una membrana semipermeable equivalente a la
superficie corporal total, que participa en el intercambio de líquidos con el espacio
extracelular a un ritmo de 500 ml/h, siendo normal la existencia de un trasudado
de unos 50 ml de líquido peritoneal libre con capacidad antibacteriana. La
circulación del peritoneo ayuda a eliminar contaminantes, pero solo el peritoneo
diafragmático tiene capacidad de absorción por medio de lagunas que se
conectan de forma directa con los linfáticos. Los movimientos respiratorios dirigen
el líquido hacia la región subdiafragmática para su absorción. La peritonitis puede
ser primaria (en caso de ascitis previa que se infecta espontáneamente) o
secundaria a un proceso inflamatorio o perforativo abdominal.

Peritonitis primaria (También conocida como espontánea). Se debe a una


contaminación general, sin evidencia de lesión en el tracto digestivo. Se observa
en adultos con cirrosis, enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso
sistémico, nefróticos. La fuente de infección es hematógena.

Peritonitis secundaria. Es la forma más frecuente y de mayor interés quirúrgico. Se


originan en procesos intraperitoneales comenzando como una peritonitis
localizada que en su evolución puede extenderse a todo el peritoneo (Ej.
apenditicis aguda, colecistitis, úlcera perforada, diverticulitis, dehiscencias
anastomóticas.

Peritonitis terciaria. Es una forma de peritonitis secundaria que ha sido tratada


adecuadamente pero continua con un síndrome de respuesta inflamatoria
sistémica asociada a persistencia o recurrencia de la infección peritoneal. El
interés de considerar este grupo en forma separada es clínico dadas las
particularidades que presenta en cuanto a evolución, bacteriología, tratamiento y
pronóstico. En este capítulo se tratará, teniendo en cuenta el interés quirúrgico, en
primer lugar las peritonitis secundarias seguidas por las terciarias y primarias, y
peritonitis que el cirujano debe conocer pero son de tratamiento médico
predominante. Muchos de los conceptos tratados en peritonitis

TRATAMIENTO:

Laparotomia exploratoria: Control del origen para reparar el organo afectado,


desbridamiento de tejido necrotico e infectado. Administracion de antibiotcos
dirigido contra aerobios y anaerobios.

INFECCIONES DE PIEL Y TEJIDOS BLANDOS:

Buscar la fuente local de la infeccion.

Administrar : Antibioticos contra flora gram+ de la piel, cuando estos procesos no


se resuelven rapidamente. S. Aureus. Cuando no se instituyen estas medidas las
tasas de mortalidad son del 80-100%

Factores de RIESGO: inmunodeprimidos, diabeticos, pacientes con vasculopatia


periferica.

INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS POSOPERTORIAS:

Los pacientes quirurgicos son propensos a una amplia variedad de infecciones


intrahospitalarias durante el periodo posoperatorio:

Alta incidencia de neumonia nosocomial: K. Pneumoniae.

CUADRO CLINICO: esputo purulento, >leucocitos, fiebre y anormalidad en la Rx


de torax.

DIAGNOSTICO: Lavado broncoalveolar: tinción de Gram y cultivo, para evidenciar


la presencia de microorganismos.

25% forman colonias y un 5% se acompañan de bacteremia.

-Pacientes asintomaticos que muestran un recuento leucocitario aumentado en el


cuadro hematico.
SE DEBE EXTRAER CATETER CUANDO:

Haya purulencia obvia

Cuando se excluyen otras posibles causas en una septicemia.

TRATAMIENTO: antibiotico durante 14 a 21 dias, Cambio habitual de catéter.

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE INFECCIONES QUIRÚRGICAS

Son técnicas realizadas para reducir la presencia de microorganismos patógenos


tanto en el cirujano, como paciente y en el ambiente del quirófano,
Traumatismos, Lesiones térmicas , Intervenciones quirúrgicas electivas o urgentes

Existen métodos utilizados por el personal de quirófano para reducir la infecciones


en el paciente:

Lavado de manos, Esterilización de instrumentos quirúrgicos, Utilización de una


técnica estéril durante el proceso quirúrgico.

De igual manera antes de realizar una incisión se aplica un antibacteriano sobre la


piel del paciente en el sitio quirúrgico. Y Recortar el vello.

USO DE ANTIMICROBIANOS: Profilaxis:

Consiste en al utilización de uno o varios antibióticos antes de realizar un


procedimiento quirúrgico para reducir la carga bacteriana en tejidos o cavidades.

Los medicamentos se seleccionan de acuerdo con su actividad contra el germen y


el sitio quirúrgico.

En 1960, John F. Burke hizo la demostración experimental del valor de los


antibióticos en la prevención de la sepsis inducida.

El efecto preventivo se logra solo cuando el antibiótico es administrado no mas de


2 horas antes de iniciar el acto quirúrgico.
Terapia triple:

Gram positivos anaerobios: Betalactamico, penicilina o cefalosporina.

Gram negativos aerobios: Aminoglucosido (o cefalosporina de 1ra generación).

Gram negativos anaerobios: Clindamicina, metronidazol o el cloranfenicol.

MANEJO DE LAS HERIDAS:

DESBRIDAMIENTO

Se define como la eliminación del tejido muerto o lesionado de una herida. La


presencia de este tejido retrasa la curación y predispone a la infección.

Por tanto, el desbridamiento es esencial para facilitar la curación.

Puede ser quirúrgico o debido a la acción de apósitos.

La necesidad de desbridamiento viene inducida por la historia de la lesión o el


aspecto clínico de la herida.

QUIRURGICO: Implica el uso de instrumental estéril como bisturí, pinzas, tijeras


demás elementos que permiten quitar el tejido desvitalizado.

Este tipo de desbridamiento esta indicado cuando existe la necesidad urgente de


desbridar por evidencia de celulitis progresiva o sepsis.

MECANICO:

Implica el uso de apósitos húmedos - secos, como la gasa impregnada en solución


salina, los cuales se aplican directamente sobre las heridas y se dejan secar, para
retirarlos posteriormente.

Es un procedimiento traumático en el cual se elimina tejido viable y no viable,


afectando el tejido epitelial y de granulación.
La ISO se clasifica en:

Incisional, que se divide en dos:


Incisional superficial. Si compromete piel y tejido subcutáneo.
Incisional profunda. Si compromete fascia o músculo.
De órgano/espacio. Si compromete cualquier parte de la anatomía
o de la cavidad que haya sido manipulada durante la
cirugía.

Criterios para definir la infección del sitio operatorio:

INFECCIÓN DEL SITIO OPERATORIO SUPERFICIAL:


Ocurre dentro de los 30 días siguientes a la cirugía. La infección implica sólo piel o
tejido subcutáneo y por lo menos uno de los siguientes
criterios:
1. Secreción purulenta de la incisión, con o sin confirmación del
laboratorio.
2. Identificación de microorganismos aislados en un cultivo obtenido
asépticamente del líquido o tejido de la incisión superficial.
3. Al menos uno de los siguientes signos o síntomas de infección: dolor o
hipersensibilidad, edema local, eritema o calor y que la incisión superficial esté
deliberadamente abierta por el cirujano.
4. Diagnóstico de ISO superficial realizado por el cirujano o médico
tratante.
Nota: al informar tenga cuidado en:
La infección de un punto: secreción confinada a uno de los puntos de penetración
de la sutura con mínima inflamación.
Una herida por arma cortopunzante infectada: infórmela como infección de piel o
tejidos blandos dependiendo de su profundidad. No informe infección de
circuncisión como ISO, ya que esta no es un procedimiento quirúrgico. Infórmela
como infección de tejidos blandos. Informe la infección de episiotomía como
infección del tracto genital. La episiotomía no es una cirugía. No informe como ISO
superficial la infección de quemaduras,

INFECCIÓN DEL SITIO OPERATORIO PROFUNDO:

Debe ocurrir dentro de los treinta días posoperatorio si no se ha dejado


un implante o dentro de un año si se ha dejado un implante, aparentemente
la infección se relaciona con el procedimiento quirúrgico,
involucra los tejidos blandos profundos –fascia o planos musculares de la incisión
y el paciente presenta al menos uno de los siguientes hallazgos:
1. Secreción purulenta profunda de la incisión que no compromete
órgano/espacio en el sitio quirúrgico
2. Dehiscencia espontánea de la incisión profunda o abierta deliberadamente por
el cirujano cuando el paciente presenta algunos de los siguientes signos o
síntomas:
Fiebre >= 38ºC.
Dolor localizado, hipersensibilidad, a menos que el cultivo de la herida sea
negativo.
3. Un absceso u otra evidencia de infección que involucra la incisión
profunda, detectado por examen directo durante la revisión quirúrgica, histología o
radiología.
4. Diagnóstico de ISO profunda realizada por el cirujano o por el médico tratante.
Nota: clasifique la ISO que involucra la incisión superficial y la profunda como ISO
profunda.

INFECCIÓN DEL SITIO OPERATORIO ÓRGANO O ESPACIO:

Ocurre en los siguientes 30 días posoperatorios si no se ha dejado un


implante o dentro de un año si se ha dejado un implante y aparentemente
la infección se relaciona con el procedimiento quirúrgico. La infección involucra
cualquier parte del cuerpo excluyendo la piel, fascia y capas musculares abiertas o
manipuladas durante el procedimiento quirúrgico y el paciente presenta al menos
uno de los siguientes hallazgos:
1. Secreción purulenta por un dren colocado en la herida quirúrgica
en la cavidad u órgano.
2. Microorganismo aislado de cultivo de líquido o tejido del órgano o cavidad
obtenidos asépticamente.
3. Hallazgo de un absceso u otra evidencia de infección de órgano/
espacio por medio de visualización directa al reoperar o por examen
histopatológico o radiológico.
4. Diagnóstico de ISO órgano/espacio por el cirujano o médico tratante.
Nota: al informar tenga cuidado en:
Una infección de órgano/espacio que drena por la incisión quirúrgica.
Generalmente no requiere reintervención y se considera complicación
de la incisión, así que se reporta como ISO profunda. El cultivo de una muestra
tomada del órgano o espacio debe informarse como cultivo de secreción profunda

Clasificación específica de ISO órgano/espacio:

Absceso arterial o venoso


Mastitis
Endocarditis
Endometritis
Oído, mastoides
Tracto gastrointestinal
Mediastinitis
Absceso intracerebral
Meningitis, ventriculitis
Miocardititis, pericarditis
Cavidad oral: boca, lengua, encía
Osteomielitis
Infecciones del tracto respiratorio bajo (empiema)
Sinusitis
Infecciones del tracto respiratorio superior

Unidad quirúrgica:

Es un área físicamente separada que comprende las salas de cirugía, los pasillos
que las interconectan y las áreas adicionales de trabajo como, por ejemplo, los
espacios para el lavado de manos, los espacios para la limpieza y preparación de
equipos. No hay diferencia entre los requisitos establecidos para las unidades
quirúrgicas de pacientes que requieren ser hospitalizados y las de pacientes
manejados ambulatoriamente
Sala de cirugía:

Es una sala donde se realizan las cirugías o procedimientos quirúrgicos.

Personal quirúrgico:

Cualquier trabajador de la salud que proporciona el cuidado a los pacientes


durante el periodo preoperatorio, intraoperatorio o posoperatorio.

Miembro del equipo quirúrgico:


Cualquier trabajador de la salud que se encuentra en la sala de cirugía y
desempeña un papel en el cuidado quirúrgico. Los miembros del equipo quirúrgico
no pueden tener contacto directo
con el campo operatorio estéril o con instrumentos estériles sin haber realizado el
lavado de manos quirúrgico en el preoperatorio.

Prevención del riesgo:

El término factor de riesgo tiene un significado particular en epidemiología, en el


contexto de la fisiopatología de la ISO y de su prevención; se refiere estrictamente
a una variable que tiene una
asociación significativa e independiente con el desarrollo de la ISO después de
una cirugía específica. Los factores de riesgo son identificados por análisis
multivariados en estudios epidemiológicos.
Desafortunadamente, a menudo la determinación del factor del riesgo se utiliza
ampliamente en la literatura quirúrgica para incluir las características de pacientes
o procedimientos quirúrgicos
que, aunque asociados con el desarrollo de ISO en el análisis de estudios
univariados, no son necesariamente predictores independientes . En las secciones
que siguen se citan los factores de
riesgo identificados en estudios univariados y multivariados.
factores de riesgo quirúrgico que pueden influir en la ISO. Las características de
estos factores son útiles en dos maneras:
1. Permiten estratificar las cirugías, haciendo más comprensibles
los datos de la vigilancia.

2. El conocimiento de factores de riesgo de las cirugías puede orientar las


medidas preventivas. Por ejemplo, si se sabe que un paciente tiene una infección
remota del sitio, el equipo quirúrgico puede reducir el riesgo de ISO planificando la
cirugía hasta que la infección se haya resuelto.

La profilaxis antibiótica:

La profilaxis antimicrobiana quirúrgica (PAQ) se refiere a la aplicación de un curso


muy breve de un antibiótico al inicio de la cirugía No es un intento para esterilizar
los tejidos sino que se utiliza para reducir la carga microbiana durante la
contaminación del acto quirúrgico a un nivel que no pueda sobrepasar las
defensas del paciente. La PAQ no es pertinente para prevenir el riesgo de ISO
causada por contaminación posoperatoria . La aplicación intravenosa del
antibiótico profiláctico es la forma más utilizada en la práctica quirúrgica moderna).
Para llevar al máximo los beneficios del antibiótico profiláctico deben seguirse
cuatro principios:
1. Utilizar un antibiótico profiláctico para todas las cirugías o
clases de cirugías en que su uso ha mostrado que reduce las tasas de ISO
basados en la evidencia de ensayos clínicos o para las cirugías en las que la
presencia de ISO sería catastrófica
2. Usar un antibiótico profiláctico que sea seguro, económico
y bactericida con un espectro que cubra la mayoría de gérmenes contaminantes
intraoperatorios.
3. Para que la profilaxis antibiótica resulte efectiva al máximo, debe administrarse
en el tiempo correcto, de modo que se asegure una concentración del
medicamento en el suero y los tejidos por el tiempo de la intervención .
4. Mantener los niveles terapéuticos del antibiótico tanto en sangre como los
tejidos durante toda la cirugía o unas horas después de finalizar y que la incisión
se ha cerrado. Además de los niveles en el tejido, se requieren niveles séricos del
antibiótico, ya que la presencia de coágulos en la herida permite que algunas
bacterias resistan a la fagocitosis.
Profilaxis antimicrobiana:

1. Administrar un antimicrobiano profiláctico sólo cuando esté


indicado y seleccionarlo basado en su eficacia para controlar
los patógenos más comunes causantes de ISO.

2. Administrar por vía intravenosa la dosis inicial del antimicrobiano


profiláctico, esquematizando de tal modo que haya concentración efectiva del
antibiótico, en el suero y tejidos cuando se realice la incisión. Mantener los niveles
terapéuticos del agente en plasma y los tejidos durante la cirugía y hasta, como
máximo, unas pocas horas después que la incisión haya sido cerrada en el
quirófano.

3. Antes de una cirugía colorectal programada, preparar mecánicamente el colon


mediante el uso de enemas y agentes
catárticos. Administre agentes antimicrobianos orales no absorbibles en dosis
dividas en el día anterior a la cirugía.

4. Para cesáreas de alto riesgo, administrar el agente antimicrobiano


inmediatamente después de que el cordón umbilical sea pinzado
5. No utilizar rutinariamente Vancomicina para profilaxis antimicrobiana.

Posoperatorias:

1. Protección de la incisión quirúrgica con un apósito estéril


de 24 a 48 horas, heridas con cierre primario.
2. Lavado de manos antes y después de estar en contacto directo con la herida
quirúrgica.

3. Cuando se limpie la herida quirúrgica o se tenga contacto directo debe hacerse


con guantes estériles, sin suspender la recomendación del lavado de manos.

4. Realizar cambios de apósitos cuando se encuentren húmedos y evaluar signos


de infección: eritema, dolor y salida de material purulento y en lo posible hacer
prueba de Gram y tomar cultivo del exudado.

5. Educar al paciente y a la familia en los cuidados a tener con la herida quirúrgica


y en la necesidad de reportar cualquier signo y síntoma de alarma

6. No hay recomendación para cubrir una incisión cerrada primariamente más de


48 horas ni el tiempo apropiado para lavar una herida no cubierta.
BIBLIOGRAFIA:

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operatorio, Fundación Santa Fe de Bogotá, Domínguez A.M., MD, Vanegas
S., Camacho F., Scc, Facs, Quintero G., MD, Scc, Msc, Facs, Patiño J.F et
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 GUAS DE MANEJO DE INFECCION DE HERIDAS EN SITIO DE LA


CIRUGIA POR LA ASOCIACION COLOMBIANA DE CIRUGIA
www.ascolcirugia.com/

 LECCIONES DE CIRUGIA. J. F. PATIÑO.

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