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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales
Rómulo Gallegos
Programa de profesionalización de Enfermería
Aula Móvil San Cristóbal Edo. Táchira

NUTRICION ENTERAL

San Cristóbal, Mayo de 2019


República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria
Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales
Rómulo Gallegos
Programa de profesionalización de Enfermería
Aula Móvil San Cristóbal Edo. Táchira

NUTRICION ENTERAL

Integrantes:
Alida Duque C.I 21.180.835
Ana Perez C.I 18.420.395
Franklin Pernia C.I 25.921.078
María Antolinez C.I 20.717.828
Cristhian Sanchez C.I 24.784.636
Andry Montilva
Aula 05 cohorte XXVII

San Cristóbal, Mayo de 2019


INDICE DE GENERAL
Pp.
INTROUDCCION IV
CONTENIDO
Nutrición enteral 5
Vías de administración NE 6
Tipos de sonda 6
Sondas sin técnicas quirúrgicas 7
Sondas con técnicas quirúrgicas 9
Métodos de administración en la NE 10
Indicaciones de la NE 11
Clasificación de las dietas de la NE 12
Contraindicaciones y complicaciones de la NE 13
BIBLIGRAFIA
ANEXOS

III
INTRODUCCION
En el ciclo de vida de todo organismo se debe cumplir con una variable, que
de no llevarse adecuadamente o no usarla se podría llegar a la enfermedad o la
muerte, esta variable es la alimentación la cual lleva a todo organismo celular vivo a
seguir un proceso metabólico el cual, se encargara de proporcionar los compuestos
orgánicos que al cuerpo le faltan en determinado momento; y así nutrirse, y poder
recuperar energía y ciertos nutrientes como grasas y carbohidratos que son
indispensables para que el medio interno del organismo este en constante equilibrio y
la vida pueda llevarse con normalidad.
Para llevar a cabo todos los procesos que nos permiten estar vivos, el
organismo humano necesita un suministro continuo de materiales que debemos
ingerir los cuales los podemos llamar nutrientes, el número de nutrientes que el ser
humano puede utilizar es limitado. Sólo existen unas pocas sustancias, en
comparación con la gran cantidad de compuestos existentes, que sirven como
combustible para incorporar a nuestras propias estructuras; sin embargo, estos
nutrientes no se ingieren directamente, sino que forman parte de los alimentos. Las
múltiples combinaciones en que la naturaleza ofrece los diferentes nutrientes nos dan
una amplia variedad de alimentos que el ser humano puede consumir.
La decisión de la vía de administración del soporte nutricional dependerá del
estado funcional del tracto gastrointestinal. En 1987 la American Society for
Parenteral and Enteral Nutrition (ASPEN) publicó una guía con las indicaciones de la
nutrición enteral y nutrición parenteral, revisadas posteriormente en 1993 y en 2002 y
que aportan un algoritmo de decisión clínica todavía vigente hoy en día. La vía de
administración enteral

IV
NUTRICION ENTERAL

La nutrición enteral es una técnica que consiste en la administración de


fórmulas enterales por la via digestiva, mediante una sonda que puede ser
nasoentérica o a través de ostomias, y que tiene por finalidad evitar y corregir la
desnutrición de los pacientes que lo necesiten, debido a la incapacidad por cualquier
motivo de poder cubrir dicha necesidad por vía oral siempre y cuando su tracto
digestivo tenga una funcionalidad correcta bien sea parcial o total. Según Arizmendi
y Colaboradores (2012) se entiende por nutrición enteral a “la administración de
nutrientes parcial o totalmente digeridos a través del tubo digestivo, bien por boca o
por sonda, para conseguir una nutrición adecuada” (Pág. 92).
Entre sus objetivos se encuentran:
Corregir o evitar la desnutrición en pacientes que no son capaces de satisfacer
sus necesidades nutricionales mediante procedimientos habituales.
Influir terapéuticamente en el curso de la enfermedad mediante la
combinación de diferentes nutrientes.
Su utilización reúne una serie de ventajas frente al uso de la Nutrición
Parenteral (NP). Además de ser más fisiológica, de mayor sencillez, con menores y
menos graves complicaciones y de menor costo, la NE tiene otros beneficios:
Efecto trófico: La ausencia de nutrientes en la luz intestinal provoca la atrofia
de las vellosidades intestinales. Además, determinados nutrientes son esenciales para
el enterocito y colonocito. La glutamina es utilizada como sustrato imprescindible en
la multiplicación celular intestinal y los ácidos grasos de cadena corta, especialmente
el butirato, obtenidos de la fermentación bacteriana de la fibra, actúan como
materiales energéticos de elección en las células de la pared intestinal y
particularmente en los procesos metabólicos del colonocito.
Efecto barrera: Actualmente se considera al intestino no únicamente un
órgano de paso, sino un complejo sistema funcional modulador del catabolismo
proteico, limitador de la implantación y proliferación de gérmenes, modulador
inmunológico, etc.

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VÍAS DE ADMINISTRACIÓN EN LA NUTRICION ENTERAL
Vía Oral: El soporte nutricional administrado por la boca requiere la
colaboración del paciente, que mantenga una situación estable y que conserve el
reflejo de deglución.; para esta hay que utilizar preparados que tengan un olor y sabor
agradables para evitar su rechazo. Esta vía puede resultar útil en enfermos con
procesos crónicos y estables, pudiendo administrarse el total de las necesidades
diarias mediante estas formulaciones artificiales y, en ocasiones, como suplemento.
Vía Sonda: para determinar la vía de acceso al tubo digestivo se debe realizar
una valoración tanto de la patología de base como del tiempo previsto de nutrición
enteral. De este modo, si se considera que dicho tiempo va a ser mayor de 4-6
semanas debe procederse a un acceso definitivo a través de una ostomía. Si por el
contrario, la duración será menor de 4-6 semanas la vía transnasal es la más
recomendada; así pues, distinguimos dos tipos de sondaje según requieran o no
intervención quirúrgica, más o menos invasiva, para su colocación. Al mismo tiempo,
la colocación de sondas sin técnica quirúrgica puede realizarse mediante el tradicional
método ciego de paso espontáneo, o mediante seguimiento visualizado con ecografía,
endoscopia o fluoroscopia, sobre todo en los casos de sondaje transpilórico.

Tipos de sondas
Varían en función del material, longitud y diámetro. Se deben utilizar sondas
de poliuretano o de silicona. Son las más recomendables ya que es material
biocompatible, son más flexibles, no se endurecen en presencia de jugos digestivos,
son más cómodas para el paciente y permiten disponer de sondas de menor diámetro;
Por todo ello, son más suaves, no ocasionan reacciones alérgicas y producen menos
erosiones en las mucosas, pudiendo mantenerse durante 4-6 semanas.
En cuanto a la longitud, las nasogástricas miden entre 80-100 cm., mientras
que las nasoenterales son de 105-130 cm. El diámetro oscila entre 2´7 mm (8Fr) y 6´0
mm (18Fr), aunque las más recomendables son las de 8, 10 y 12 Fr. Con las dietas
líquidas actuales, se pueden utilizar sin problemas sondas de pequeño calibre. El
diámetro de las sondas de yeyunostomía deberá ser superior a 10 Fr debido a la

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dificultad de recambio en caso de oclusión. En ocasiones, las sondas de pequeño
calibre (hasta 12 Fr) son portadoras de guías internas más rígidas que facilitan su
colocación. Así mismo, las hay lastradas en su extremo distal y con diferentes tipos
de orificios (distal, laterales o mixtos).
También existen sondas de doble luz o nasogástrico-yeyunales, en las que el
extremo de una de ellas finaliza en estómago permitiendo aspirar su contenido y el
otro extremo termina en duodeno o en yeyuno, por donde se administra la nutrición.
El terminal gástrico suele tener un calibre de 16-18 Fr y el yeyunal de 9 Fr.
Las sondas para PEG son de poliuretano o silicona, de 15-20 cms. de longitud,
con balón inflable distal para su correcta sujeción a la pared gástrica y con diámetros
que oscilan entre 15-16 Fr., generalmente utilizadas en pediatría, y 20-22 Fr. para
utilización general. Así mismo, las hay que no precisan para su extracción la
realización de endoscopia. Existen kits de sustitución mediante “botón”, de 22 Fr. y 3
cms. de longitud, que se adapta perfectamente a la pared gástrica cuando la PEG
inicial se mantiene estable, sin complicaciones. En los casos en que existe riesgo de
reflujo gastroesofágico y/o broncoaspiración, se coloca a través del propio orificio de
gastrostomía un catéter yeyunal de 8-10 Fr. y alrededor de 70 cms. de longitud, que
permite la alimentación a nivel del ángulo de Treitz.
Se puede distinguir entonces 2 tipos de sondaje para la administración de
nutrición enteral: las sondas que requieren técnicas quirúrgicas y las que no requieren
técnicas quirúrgicas.

1. Sondaje sin técnica quirúrgica para la nutrición enteral:


1.1 Sonda nasogástrica (SNG): Es la más utilizada, consiste en la
introducción de un catéter vía nasal, hasta el estómago. Los pacientes con estómago
anatómica y funcionalmente conservado, con reflejo del vómito intacto, con buen
nivel de conciencia y que no precisen reposo pancreático ni sufran enfermedad
intestinal alta, toleran habitualmente bien la alimentación por SNG; por esta vía se
puede administrar, cualquier tipo de dieta (polimérica, oligomérica o elemental), tiene
además la ventaja de ofrecer mayor seguridad para la administración de fármacos que

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otras vías, un inconveniente es que facilita el reflujo gastroesofágico y puede
aumentar el riesgo de aspiración. Por ello la cabecera de la cama del paciente debe
permanecer elevada como mínimo 30º.
1.2 Sonda nasoduodenal (SND): En este caso el catéter se introduce hasta el
duodeno. Indicado en pacientes con vaciamiento gástrico retardado y/o alto riesgo de
aspiración, además de en algunos casos de postoperatorio inmediato en cirugía
gástrica mayor.
1.3 Sonda nasoyeyunal (SNY): El extremo de la sonda queda a nivel del
yeyuno. Al igual que la SND, tiene menor riesgo de reflujo gastroesofágico y de
aspiración bronquial. También es menos susceptible de emigrar con la tos o los
movimientos. En pacientes con náuseas y/o vómitos secundarios permite mantener el
aporte de nutrientes en intestino asociando bien otra sonda para descompresión
gástrica o introduciendo una sonda de doble luz, con aspiración gástrica y nutrición
yeyunal simultáneas. Tiene las mismas indicaciones que la SND, con especial
indicación en las patologías que afectan a tramos altos del intestino como es el caso
de la pancreatitis aguda grave y estable, en la que se puede conseguir un reposo
prácticamente absoluto del páncreas mediante infusión de mezclas oligopeptídicas o
incluso estándar en yeyuno.
El sondaje de cualquier tipo está favorecido por el peristaltismo normal del
paciente, pudiendo ser más dificultoso en los pacientes graves, tanto por la patología
de base como por el uso de determinados fármacos (relajantes musculares,
benzodiacepinas, mórficos, barbitúricos, etc.) que disminuyen el peristaltismo
gástrico. En éstos últimos se puede intentar el estímulo de la musculatura lisa
asociando procinéticos como metoclopramida (10-20 mg iv/6-8 h.).
En todos los casos se comprobará la correcta colocación de la sonda. En el
caso de la SNG puede bastar con la auscultación en hipogastrio-hipocondrio
izquierdo de gorgoteo de aire introducido con una jeringa a su través. En cualquier
caso ante la mínima duda, y en todos los casos de SND y SNY se realizará control
radiológico de la ubicación final de la sonda, excepto en los casos de colocación por

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vía fluoroscópica, en los que la comprobación se realiza durante el propio acto de
sondaje.

2. Sondaje con técnicas quirúrgicas en la nutrición enteral


2.1 Gastrostomía: La realización de esta técnica requiere unas condiciones
previas: estómago no afectado por enfermedad primaria, vaciamiento gástrico y
duodenal normal, reflujo esofágico mínimo o inexistente, reflejo de rechazo intacto.
Está indicada en pacientes con disfagia orgánica o motora. Las contraindicaciones se
reducen a los casos de fístulas gastrointestinales altas, enfermedad de la pared
gástrica y obstrucción del tracto de salida gástrico o del intestino distal.
Se utilizan dos técnicas de colocación:
· Quirúrgica: Gastrostomía de Stamm, de Witzell o de Janeway.
· Percutánea:
Gastrostomía percutánea endoscópica (PEG): no requiere laparotomía,
puede realizarse con anestesia local y sedación ligera. El endoscopio marca el punto
donde se debe puncionar el estómago con aguja fina que servirá para introducir una
guía que extraída por la nariz, permite arrastrar la sonda de gastrostomía hasta que se
coloca en el orificio practicado en la pared abdominal.
Gastro-Yeyunostomía percutánea endoscópica (PEG-J): es una variante de
la anterior en la que la sonda se introduce hasta el yeyuno a través del orificio de la
gastrostomía. Opcionalmente, puede dejarse otra sonda en estómago para
descompresión.
Gastrostomía percutánea radiológica: es una variante de la anterior. La
punción se hace por fluoroscopia previa insuflación del estómago por aire.
2.2 Duodenostomía: Suele utilizarse como método alternativo a la
yeyunostomía de alimentación en gastrectomías totales. También se utiliza en los
casos de reflujo gastroesofágico, para prevenirlo y tratar las complicaciones. Se puede
colocar con la misma técnica que la gastrostomía, tanto de forma quirúrgica como
endoscópica o percutánea, pero haciendo progresar la sonda hasta el duodeno.

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2.3 Yeyunostomía quirúrgica: Indicada sobre todo en pacientes con
carcinoma de estómago, enfermedad ulcerosa grave intervenida, obstrucción del
tracto de salida gástrico tras gastroenterostomías y traumatismo gástrico. En general,
en todos aquellos casos en que no es posible la colocación de una PEG-J por
patología gástrica pre-existente o por el estado clínico del paciente. Una ventaja
importante de esta técnica en relación con la gastrostomía, es la disminución del
reflujo gastroesofágico, con menor riesgo de aspiración.

MÉTODOS DE ADMINISTRACIÓN EN LA NUTRICIÓN ENTERAL


Una vez seleccionada la fórmula y la vía de administración más adecuada, lo
fundamental para asegurar la tolerancia de la misma es indicar una adecuada pauta de
administración. Antes de comenzar la alimentación deben realizarse unas
valoraciones previas.
La nutrición enteral se puede administrar de forma intermitente o continua.
Administración intermitente: es la que más se parece a la nutrición habitual,
pero sólo se debe utilizar en pacientes con tracto digestivo sano y con tiempo de
vaciado gástrico normal. Nunca cuando se infunde en intestino delgado. Se puede
realizar con tres sistemas:
 En bolus con jeringa: Poco recomendable en hospitales por el estado
clínico de los pacientes y la falta de personal auxiliar. Es frecuente que se presenten
las complicaciones propias de una administración muy rápida. Sin embargo, es muy
útil en pacientes con NE domiciliaria. En general, se suelen administrar entre 1500-
2000 ml/d en unas 5 a 8 veces, en función del volumen total y de la tolerancia. Se
debe presionar el émbolo lentamente y con una velocidad de infusión no superior a 20
ml por minuto.
 Por gravedad: Permite una administración más lenta y generalmente
es mejor tolerada, pudiendo graduar la velocidad de infusión moviendo la posición
del regulador del equipo. Generalmente 3 ó 4 periodos de infusión al día, de 3 ó 4
horas cada uno. El problema que puede presentarse es la dificultad de regular el goteo
adecuadamente, originando obstrucciones o paso demasiado rápido de la dieta.

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 Con bomba: permite regular exactamente la velocidad de infusión. Es
útil en la administración de volúmenes elevados o cuando se utilizan sondas muy
finas o fórmulas muy densas. Es el método de elección en pacientes graves y el más
recomendable en el paciente hospitalizado en unidades críticas.
Administración continua: Consiste en la administración de la dieta mediante
bomba y sin interrupción, bien a lo largo de 24 horas o durante 16-18 horas, o bien
durante el día o la noche. Esta técnica está indicada cuando se encuentran alterados
los procesos de digestión o absorción, o bien en caso de que la alimentación se realice
a través de sondas colocadas en duodeno o yeyuno.
En el caso de infusión en el estómago, existe controversia sobre el ritmo de
administración, intermitente o continúa. Parece razonable utilizar las infusiones
continuas en pacientes graves, desnutridos y en aquellos que llevan un periodo de
tiempo prolongado en ayuno o con NP. La infusión intermitente será de elección en
pacientes conscientes, especialmente en los que deambulan, y por supuesto en los
pacientes con NE domiciliaria y con vía de acceso en estómago. En el caso de la
infusión en intestino delgado existe menos controversia, ya que toleran muy mal la
sobrecarga que supone la nutrición en bolus.
INDICACIONES DE LA NUTRICION ENTERAL
Generalmente se clasifican según la integridad anatómica y funcional del
aparato digestivo.
Aparato digestivo anatómica y funcionalmente intacto:
 Enfermos con patología neuromuscular.  Sepsis.
 Politraumatizados sin lesiones digestivas.  Cirugía no digestiva.
 Enfermos con disminución del nivel de conciencia.  Cáncer extradigestivo.
 Anorexias/caquexias y SIDA.  Quemados.
 Desnutrición por insuficiente ingesta oral.  Enfermos con ventilación
mecánica.
Aparato Digestivo Anatómicamente alterado y funcionalmente intacto:
 Resecciones parciales de intestino  Síndrome de intestino corto.
delgado (en 1ª o 2ª fase).
 Fístulas de intestino delgado excepto si  Post-quirúrgico de cirugía digestiva alta:

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está situada en los 100 primeros cm. esofágica, gastrectomías, pancreatectomías

Aparato Digestivo Anatómicamente intacto y funcionalmente alterado:


 Síndrome de malabsorción.  Algunas pancreatitis agudas.
 Absorción dificultosa:  Ocasionalmente, en 2ª fase, patología
 Fístula biliar externa. inflamatoria intestinal.
 Fístula pancreática externa.

CLASIFICACIÓN DE LAS DIETAS ENTERALES


Grupo I Preparados poliméricos: Son aquellos en los que los nutrientes se
encuentran en su forma macromolecular intacta. Son alimentos naturales
homogeneizados o mezclas de nutrientes obtenidos de los alimentos mediante
distintos procedimientos físicos en los que, a su vez, generalmente se elimina el
residuo; Su utilización requiere que, el intestino delgado mantenga una cierta
capacidad motora, digestiva y absortiva. Tienen osmolaridad moderada y aceptable
sabor. Se subdividen en varios grupos:
 Poliméricas normoproteicas: El contenido proteico supone el 11-
18% del total energético. La relación kilocalorias no proteicas/g de nitrógeno suele
ser mayor de 120. Es el grupo de preparados más numerosos, por ser más frecuentes
sus indicaciones. Suelen ser presentados de forma líquida, y la densidad calórica es de
1 kcal/ml.
 Poliméricas normoproteicas concentradas: Con las mismas
características que las anteriores, pero su presentación es líquida en forma
concentrada, es decir, con una densidad calórica de 1,5 kcal/ml.
 Poliméricas hiperproteicas: El contenido proteico supone más del
18% del total energético. La relación kilocalorias no proteicas/g de nitrógeno se ve
disminuida entre 75-120. Están indicadas en situaciones de requerimientos proteicos
muy aumentados, o severa deplección proteica, siempre que las funciones hepática y
renal se mantengan.

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 Con fibra: Hoy día, numerosas dietas poliméricas la contienen, de
diferentes tipos y con variadas combinaciones, tanto solubles como insolubles. Dada
su creciente presencia entre las dietas “estándar”, más bien deben considerarse como
una variante de aquellas y no como una dieta especial.
Grupo II: Preparados monoméricos u oligopeptídicos: son aquellos en los
que las proteínas han sido hidrolizadas mediante técnicas enzimáticas industriales,
hasta cadenas de 2 a 6 aminoácidos (oligopéptidos) y/o L-aminoácidos libres. Los
hidratos de carbono de estos preparados son aportados, lógicamente, en su forma
hidrolizada parcial y las grasas, en un porcentaje variable, como triglicéridos de
cadena media (MCT), cuya absorción se mantiene aún cuando la actividad lipolítica
esté muy comprometida o los mecanismos absortivos disminuidos. En su conjunto,
son fórmulas indicadas en todos aquellos casos en que la capacidad anatómica y/o
funcional del intestino delgado se encuentre severamente disminuida, o se requiera un
reposo del mismo, aunque cabe decir que su utilización es cada vez más escasa. Se
subdividen:
 Preparados peptídicos normoproteicos: contenido proteico entre el
11-18% de la energía total (kcal no proteicas/g N2 >120).
 Preparados peptídicos hiperproteicos: contenido proteico >18% de
la energía total (kcal no proteicas/g N2 <120).
 Preparados monoméricos aportando aminoácidos (dietas
elementales)

Grupo III: Preparados especiales: aquí se engloban aquellos preparados que


poseen alguna característica distintiva en relación a sus aplicaciones. La mayoría de
ellos son fórmulas nutricionales que se apartan de los criterios de equilibrio nu-
tricional en cuanto ha contenido de nutrientes energético y no energético, para
adaptarse a las especiales necesidades metabólicas, y por tanto nutricionales, de
algunos pacientes, dependiendo de la patología. Se subdividen en dos grandes grupos:
 Fórmulas órgano-específicas: se distinguen varias fórmulas de
acuerdo al órgano diana afectado o a la patología de base; de las cuales se mencionan:

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Hepatopatías crónicas: Las proteínas se aportan como mezcla de
aminoácidos, con predominio de cadena ramificada (leucina, isoleucina y valina), y
menor aporte de aromáticos. Ricas en hidratos de carbono y aporte restringido de
electrolitos.

Nefropatía crónica: Aportan una cantidad de proteína limitada, y de


composición variable dependiendo de que sean para pacientes en prediálisis o en
diálisis. Ricas en hidratos de carbono y con aporte electrolítico muy bajo.
Insuficiencia respiratoria: Invierten la relación calórica
grasas/carbohidratos, con disminución de éstos, para disminuir en lo posible la
producción de CO2, fundamentalmente en el paciente con enfermedad pulmonar
obstructiva crónica.
Pediátricos: Especialmente diseñadas, tanto en macro como en
micronutrientes, para la población infantil.
Hiperglucemias: Dietas adaptadas al paciente hiperglucémico, por diabetes o
por hiperglucemia de estrés. Aportan una modificación de los carbohidratos, con
aporte de carbohidratos complejos, fructosa, almidón y sin sacarosa. También varía el
perfil lipídico con mayor proporción de MUFA.
Obesidad: Fórmulas de ayuno modificado.

 Fórmulas terapéuticas o sistema-específicas: diseñadas para


aprovechar las propiedades terapéuticas de sustratos como la glutamina, arginina,
ácidos grasos omega3 y omega9, ácido eicosapentanoico (EPA) y micronutrientes,
para su utilización en situaciones patológicas especiales. Se denominan también de
inmunomodulación, estrés hipermetabólico o farmaconutrientes. Se clasifican según
su composición e indicaciones en cuatro grupos:
Estrés metabólico: ricas en glutamina, arginina, ácidos grasos omega 3 y
antioxidantes, para modular la respuesta inflamatoria e inmunitaria.
Caquexia cancerosa: enriquecidas con EPA y vitamina E para revertir la
pérdida de peso.

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Úlceras por decúbito: ricas en arginina, antioxidantes y zinc para mejorar la
cicatrización de las úlceras por decúbito y heridas.
Distrés respiratorio: ricas en antioxidantes, ácidos grasos omega3, y EPA
por su función en el parénquima pulmonar.
Grupo IV: Suplementos y módulos nutricionales: los suplementos son
fórmulas que aportan uno o varios nutrientes pero no en cantidades suficientes para
cubrir los mínimos diarios, por lo que no deben ser utilizados como dieta completa,
los módulos son preparados compuestos por un sólo tipo de nutriente o que contiene
cantidades mínimas de otros. Existen distintos tipos según los nutrientes que los
componen:
 Módulos hidrocarbonados: Formados básicamente por polímeros de
glucosa y monosacáridos. Aportan también electrolitos.
 Módulos lipídicos: LCT y MCT. Algunos MCT son enriquecidos en
ácidos grasos esenciales.
 Módulos proteicos: Pueden aportar aminoácidos totales, esenciales o
ramificados. Algunos contienen oligoelementos y/o minerales.

CONTRAINDICACIONES EN LA NE
En todas las revisiones y recomendaciones de diferentes Sociedades
Científicas relacionadas con la Nutrición, se refuerza el papel predominante de la NE
dentro del contexto de la nutrición artificial y se afirma que la NE debe ser la primera
técnica a considerar en los pacientes con ingesta oral de nutrientes inadecuada y que
la NP exclusiva debe utilizarse sólo tras demostrar el fracaso de la NE o en los casos
de contraindicación de la NE. Parecen más claras las condiciones de contraindicación
absoluta o relativa de la NE que las propias indicaciones, aunque hay que considerar
que muchas de ellas lo son por un espacio limitado de tiempo, pudiendo iniciarse la
NE cuando se ha solucionado la causa que lo impedía.
1. Obstrucción completa del intestino delgado o grueso.
2. Ileo paralítico.
3. Peritonitis difusa.

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4. Vómitos incoercibles.
5. Fístulas entéricas de débito alto.
6. Enteritis aguda grave por radiación, quimioterapia o infección.
7. Pancreatitis aguda grave hemorrágica o necrotizante.
8. Malabsorción grave.
9. Perforación gastroduodenal.
10. Hemorragia digestiva aguda grave activa.
11. Isquemia gastrointestinal.
12. Durante el shock (séptico, hipovolémico, cardiogénico).

COMPLICACIONES DE LA NE
La NE puede presentar una serie de complicaciones, de las cuales las más
frecuentes son las gastrointestinales (aproximadamente el 30%-50% de los pacientes
que reciben NE presenta algún tipo de complicación gastrointestinal). A pesar de ello,
no suele ser necesaria su supresión.

Gastrointestinales

Mecánicas

Metabólicas

Respiratorias

Interacción farmacológica

16
CONCLUSIONES

AAA

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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Universidad Nacional Experimental Libertador. (2006). Manual de trabajos de


grado de especialización y maestrías y tesis doctorales. Normas para la
elaboración y presentación de trabajos. Vicerrectorado de investigación y
postgrado. 4ta edición. Caracas Venezuela. [Consultado el 01 de mayo de
2019]

Arizmendi A, Martínez J, Martínez C. (2012). Manual básico de nutrición clínica y


dietética. Capítulo 3 nutrición enteral. Hospital universitario de valencia. 2da
Edición. España. [Consultado el 02 de mayo de 2019]

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