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S De modo que si alguno está en Cristo, nueva Con Cristo estoy juntamente crucificado, y
E criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que
todas son hechas nuevas. ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo
M de Dios, el cual me amó y se entregó a sí
A mismo por mí.
N
A
S Así que, hermanos, os ruego por las misericor- El que tiene mis mandamientos, y los guarda,
E dias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos ése es el que me ama; y el que me ama, será
en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que amado por mi Padre, y yo le amaré, y me
M es vuestro culto racional. manifestaré a él.
A
N
A
S Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil Nunca se apartará de tu boca este libro de la
E para enseñar, para redargüir, para corregir, ley, sino que de día y de noche meditarás en él,
para instruir en justicia, para que guardes y hagas conforme a todo lo
M que en él está escrito; porque entonces harás
A prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
N
A
S Si permanecéis en mí, y mis palabras perma- Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas
necen en vosotros, pedid todo lo que queréis, vuestras peticiones delante de Dios en toda
E y os será hecho. oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz
M de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
A guardará vuestros corazones y vuestros pen-
N samientos en Cristo Jesús.
A
S Porque donde están dos o tres congregados en Y considerémonos unos a otros para estimular-
mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. nos al amor y a las buenas obras; no dejando
E de congregarnos, como algunos tienen por
M costumbre, sino exhortándonos; y tanto más,
A cuanto veis que aquel día se acerca.
N
A
S Lo que hemos visto y oído, eso os anun- Porque no me avergüenzo del evangelio,
ciamos, para que también vosotros tengáis porque es poder de Dios para salvación a
E todo aquel que cree; al judío primeramente, y
comunión con nosotros; y nuestra comunión
M verda-deramente es con el Padre, y con su también al griego.
A Hijo Jesucristo.
N
A
S Si decimos que no tenemos pecado, nos en- Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,
gañamos a nosotros mismos, y la verdad no cada cual se apartó por su camino; mas Jehová
E cargó en Él el pecado de todos nosotros.
está en nosotros.
M
A
N
A
S ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como Por tanto, como el pecado entró en el mundo
esclavos para obedecerle, sois esclavos de por un hombre, y por el pecado la muerte, así
E aquél a quien obedecéis, sea del pecado para la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto
M muerte, o sea de la obediencia para justicia? todos pecaron.
A
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A