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metió en la cartera.

Por un instante, la imagen total del


LA SIESTA DEL MARTES pueblo, en el luminoso martes de agosto, resplandeció
Gabriel García Márquez en la ventanilla. La niña envolvió las flores en los
periódicos empapados, se apartó un poco más de la
EL TREN SALIÓ del trepidante corredor de rocas ventanilla y miró fijamente a su madre. Ella le devolvió
bermejas, penetró en las plantaciones de banano, una expresión apacible. El tren acabó de pitar y
simétricas e interminables, y el aire se hizo húmedo y no disminuyó la marcha. Un momento después se detuvo.
se volvió a sentir la brisa del mar. Una humareda No había nadie en la estación. Del otro lado de la
sofocante entró por la ventanilla del vagón. En el calle, en la acera sombreada por los almendros, sólo
estrecho camino paralelo a la vía férrea había carretas estaba abierto el salón de billar. El pueblo flotaba en el
de bueyes cargadas de racimos verdes. Al otro lado del calor. La mujer y la niña descendieron del tren,
camino, intempestivos espacios sin sembrar, había atravesaron la estación abandonada cuyas baldosas
ventiladores eléctricos, campamentos de ladrillos rojos y empezaban a cuartearse por la presión de la hierba, y
residencias con sillas y mesitas blancas en las terrazas, cruzaron la calle hasta la acera de sombra.
entre palmeras y rosales polvorientos. Eran las once de Eran casi las dos. A esa hora, agobiado por el sopor,
la mañana y aún no había empezado el calor. el pueblo hacía la siesta. Los almacenes, las oficinas
—Es mejor que subas el vidrio —dijo la mujer—. El públicas, la escuela municipal, se cerraban desde las
pelo se te va a llenar de carbón. once y no oían a abrirse hasta un poco antes de las
La niña trató de hacerlo pero la persiana estaba cuatro, cuando pasaba el tren de regreso. Sólo
bloqueada por óxido. permanecían abiertos el hotel frente a la estación, su
Eran los únicos pasajeros en el escueto vagón de cantina y su salón de billar, y la oficina del telégrafo a un
tercera clase. Como el humo de la locomotora siguió lado de la plaza. Las casas, en su mayoría construidas
entrando por la ventanilla, la niña abandonó el puesto y sobre el modelo de la compañía bananera, tenían las
puso en su lugar los únicos objetos que llevaban: una puertas cerradas por dentro y las persianas bajas. En
bolsa de material plástico con cosas de comer y un ramo algunas hacía tanto calor que sus habitantes almorzaban
de flores envuelto en papel de periódicos. Se sentó en el en el patio. Otros recostaban un asiento a la sombra de
asiento opuesto, alejada de la ventanilla, de frente a su los almendros y hacían la siesta en plena calle.
madre. Ambas guardaban un luto riguroso y pobre. Buscando siempre la protección de los almendros la
La niña tenía doce años y era la primera vez que mujer y la niña penetraron en el pueblo sin perturbar la
viajaba. La mujer parecía demasiado vieja para ser su siesta. Fueron directamente a la casa cural. La mujer
madre, a causa de las venas azules en los párpados y raspó con la uña la red metálica de la puerta, esperó un
del cuerpo pequeño, blando y sin formas, en un traje instante y volvió a llamar. En el interior zumbaba un
cortado como una sotana. Viajaba con la columna ventilador eléctrico. No se oyeron los pasos. Se oyó
vertebral firmemente apoyada contra el espaldar del apenas el leve crujido de una puerta y en seguida una
asiento, sosteniendo en el regazo con ambas manos una voz cautelosa muy cerca de la red metálica: «¿Quién
cartera de charol desconchado. Tenía la serenidad es?». La mujer trató de ver a través de la red metálica.
escrupulosa de la gente acostumbrada a la pobreza. —Necesito al padre —dijo.
A las doce había empezado el calor. El tren se —Ahora está durmiendo.
detuvo diez minutos en una estación sin pueblo para —Es urgente —insistió la mujer.
abastecerse de agua. Afuera, en el misterioso silencio de Su voz tenía una tenacidad reposada.
las plantaciones, la sombra tenía un aspecto limpio. Pero La puerta Se entreabrió sin ruido y apareció una
el aire estancado dentro del vagón olía a cuero sin curtir. mujer madura y regordeta, de cutis muy pálido y cabellos
El tren no volvió a acelerar. Se detuvo en dos pueblos color de hierro. Los ojos parecían demasiado pequeños
iguales, con casas de madera pintadas de colores vivos. detrás de los gruesos cristales de los lentes.
La mujer inclinó la cabeza y se hundió en el sopor. La —Sigan —dijo, y acabó de abrir la puerta.
niña se quitó los zapatos. Después fue a los servicios Entraron, en una sala impregnada de un viejo olor de
sanitarios a poner en agua el ramo de flores muertas. flores. La mujer de la casa las condujo hasta un escaño
Cuando volvió al asiento la madre la esperaba para de madera y les hizo señas de que se sentaran. La niña
comer. Le dio un pedazo de queso, medio bollo de maíz lo hizo, pero su madre permaneció de pie, absorta, con la
y una galleta dulce, y sacó para ella de la bolsa de cartera apretada en las dos manos. No se percibía
material plástico una ración igual. Mientras comían, el ningún ruido detrás del ventilador eléctrico.
tren atravesó muy despacio un puente de hierro y pasó La mujer de la casa apareció en la puerta del fondo.
de largo por un pueblo igual a los anteriores, sólo que en —Dice que vuelvan después de las tres —dijo en
éste había una multitud en la plaza. Una banda de voz muy baja—. Se acostó hace cinco minutos.
músicos tocaba una pieza alegre bajo el sol aplastante. —El tren se va a las tres y media —dijo la mujer.
Al otro lado del pueblo, en una llanura cuarteada por la Fue una réplica breve y segura, pero la voz seguía
aridez, terminaban las plantaciones. siendo apacible, con muchos matices. La mujer de la
La mujer dejó de comer. casa sonrió por primera vez.
—Ponte los zapatos —dijo. —Bueno —dijo.
La niña miró hacia el exterior. No vio nada más que Cuando la puerta del fondo volvió a cerrarse la mujer
la llanura desierta por donde el tren empezaba a correr se sentó junto a su hija. La angosta sala de espera era
de nuevo, pero metió en la bolsa el último pedazo de pobre, ordenada y limpia. Al otro lado de una baranda de
galleta y se puso rápidamente los zapatos. La mujer le madera que dividía la habitación, había una mesa de
dio la peineta. trabajo, sencilla, con un tapete de hule, y encima de la
—Péinate —dijo. mesa una máquina de escribir primitiva junto a un vaso
El tren empezó a pitar mientras la niña se peinaba. con flores. Detrás estaban los archivos parroquiales. Se
La mujer se secó el sudor del cuello y se limpió la grasa notaba que era un despacho arreglado por una mujer
de la cara con los dedos. Cuando la niña acabó de soltera.
peinarse el tren pasó frente a las primeras casas de un La puerta del fondo se abrió y esta vez apareció el
pueblo más grande pero más triste que los anteriores. sacerdote limpiando los lentes con un pañuelo. Sólo
—Si tienes ganas de hacer algo, hazlo ahora —dijo cuando se los puso pareció evidente que era hermano de
la mujer—. Después, aunque te estés muriendo de sed la mujer que había abierto la puerta.
no tomes agua en ninguna parte. Sobre todo, no vayas a —¿Qué se le ofrece? —preguntó.
llorar. —Las llaves del cementerio —dijo la mujer.
La niña aprobó con la cabeza. Por la ventanilla La niña estaba sentada con las flores en el regazo y
entraba un viento ardiente y seco, mezclado con el pito los pies cruzados bajo el escaño. El sacerdote la miró,
de la locomotora y el estrépito de los viejos vagones. La después miró a la mujer y después, a través de la red
mujer enrolló la bolsa con el resto de los alimentos y la metálica de la ventana, el cielo brillante y sin nubes.
—Con este calor —dijo—. Han podido esperar a que niña.
bajara el sol. —Así es —confirmó la mujer—. Cada bocado que
La mujer movió la cabeza en silencio. El sacerdote me comía en ese tiempo me sabía a los porrazos que le
pasó del otro lado de la baranda, extrajo del armario un daban a mi hijo los sábados a la noche.
cuaderno forrado de hule, un plumero de palo y un —La voluntad de Dios es inescrutable —dijo el
tintero, y se sentó a la mesa. El pelo que le faltaba en la padre.
cabeza le sobraba en las manos. Pero lo dijo sin mucha convicción, en parte porque la
—¿Qué tumba van a visitar? —preguntó. experiencia lo había vuelto un poco escéptico, y en parte
—La de Carlos Centeno —dijo la mujer. por el calor. Les recomendó que se protegieran la
—¿Quién? cabeza para evitar la insolación. Les indicó bostezando y
—Carlos Centeno —repitió la mujer. El padre siguió ya casi completamente dormido, cómo debían hacer para
sin entender. encontrar la tumba de Carlos Centeno. Al regreso no
—Es el ladrón que mataron aquí la semana pasada tenían que tocar. Debían meter la llave por debajo de la
—dijo la mujer en el mismo tono—. Yo soy su madre. puerta, y poner allí mismo, si tenían, una limosna para la
El sacerdote la escrutó. Ella lo miró fijamente, con un Iglesia. La mujer escuchó las explicaciones con atención,
dominio reposado, y el padre se ruborizó. Bajó la cabeza pero dio las gracias sin sonreír.
para escribir. A medida que llenaba la hoja pedía a la Desde antes de abrir la puerta de la calle el padre se
mujer los datos de su identidad, y ella respondía sin dio cuenta de que había alguien mirando hacia adentro,
vacilación, con detalles precisos, como si estuviera las narices aplastadas contra la red metálica. Era un
leyendo. El padre empezó a sudar. La niña se grupo de niños. Cuando la puerta se abrió por completo
desabotonó la trabilla del zapato izquierdo, se descalzó los niños se dispersaron. A esa hora, de ordinario, no
el talón y lo apoyó en el contrafuerte. Hizo lo mismo con había nadie en la calle. Ahora no sólo estaban los niños.
el derecho. Había grupos bajo los almendros. El padre examinó la
Todo había empezado el lunes de la semana calle distorsionada por la reverberación, y entonces
anterior, a las tres de la madrugada y a pocas cuadras comprendió. Suavemente volvió a cerrar la puerta.
de allí. La señora Rebeca, una viuda solitaria que vivía —Esperen un minuto —dijo, sin mirar a la mujer.
en una casa llena de cachivaches, sintió a través del Su hermana apareció en la puerta del fondo, con
rumor de la llovizna que alguien trataba de forzar desde una chaqueta negra sobre la camisa de dormir y el
afuera la puerta de la calle. Se levantó, buscó a tientas cabello suelto en los hombros. Miró al padre en silencio.
en el ropero un revólver arcaico que nadie había —¿Qué fue? —preguntó él.
disparado desde los tiempos del coronel Aureliano —La gente se ha dado cuenta.
Buendía, y fue a la sala sin encender las luces. —Es mejor que salgan por la puerta del patio —dijo
Orientándose no tanto por el ruido de la cerradura como el padre.
por un terror desarrollado en ella por 28 años de soledad, —Da lo mismo —dijo su hermana—. Todo el mundo
localizó en la imaginación no sólo el sitio donde estaba la está en las ventanas.
puerta sino la altura exacta de la cerradura. Agarró el La mujer parecía no haber comprendido hasta
arma con las dos manos, cerró los ojos y apretó el gatillo. entonces. Trató de ver la calle a través de la red
Era la primera vez en su vida que disparaba un revólver. metálica. Luego le quitó el ramo de flores a la niña y
Inmediatamente después de la detonación no sintió nada empezó a moverse hacia la puerta. La niña la siguió.
más que el murmullo de la llovizna en el techo de cinc. —Esperen a que baje el sol —dijo el padre.
Después percibió un golpecito metálico en el andén de —Se van a derretir —dijo su hermana, inmóvil en el
cemento y una voz muy baja, apacible, pero fondo de la sala—. Espérense y les presto una sombrilla.
terriblemente fatigada: «Ay, mi madre». El hombre que —Gracias —replicó la mujer—. Así vamos bien.
amaneció muerto frente a la casa, con la nariz Tomó a la niña de la mano y salió a la calle.
despedazada, vestía una franela a rayas de colores, un
pantalón ordinario con una soga en lugar de cinturón, y ACTIVIDADES
estaba descalzo. Nadie lo conocía en el pueblo.
—De manera que se llamaba Carlos Centeno — 1. CONSULTE EL SIGNIFICADO DE LAS PALABRAS
murmuró el padre cuando acabó de escribir. SUBRAYADAS
—Centeno Ayala —dijo la mujer—. Era el único 2. ESCRIBA UN SINONIMO PARA CADA PALABRA.
varón. SOFOCANTE, ESTRECHO, BLOQUEADA,
El sacerdote volvió al armario. Colgadas de un clavo OPUESTO, SERENIDAD, ARIDEZ, ESTREPITO,
en el, interior de la puerta había dos llaves grandes y APASIBLE.
oxidadas, como la niña imaginaba y como imaginaba la 3. SELECCIONA DE LA ECTURA 5 PALABRAS
madre cuando era niña y como debió imaginar el propio AGUDAS,5 GRAVES Y 5ESDRUJULAS,SEPARELAS
sacerdote alguna vez que eran las llaves de San Pedro. EN SILABAS Y COLOREA LA QUE LLEVA EL
Las descolgó, las puso en el cuaderno abierto sobre la ACENTO.
baranda y mostró con el índice un lugar en la página 4. ESCOJE DE LA LECTURA 10 PALABRAS Y
escrita, mirando a la mujer. ESCRIBELAS EN TU CUADERNO, LUEGO SEÑALE
—Firme aquí. EL LEXEMA Y LOS SUFIJOS.
La mujer garabateó su nombre, sosteniendo la 5. IDENTIFIQUE EL TIPO DE NARRADOR QUE
cartera bajo la axila. La niña recogió las flores, se dirigió PRESENTA LA HISTORIA.ARGUMENTE SU
a la baranda arrastrando los zapatos y observó RESPUESTA.
atentamente a su madre. 6. MENCIONA Y DESCRIBE A CADA UNO DE LOS
El párroco suspiró. PERSONAJES
—¿Nunca trató de hacerlo entrar por el buen 7. ¿COMO ERA EL TIEMPO QUE PRESENTA LA
camino? NARRACION?
La mujer contestó cuando acabó de firmar. 8. NOMBRE Y DESCRIBA COMO ERAN LOS
—Era un hombre muy bueno. LUGARES DONDE SE DESARROLLAN LOS
El sacerdote miró alternativamente a la mujer y a la HECHOS.
niña y comprobó con una especie de piadoso estupor 9. ENCUENTRA EN LA LECTURA 10 PALABRAS QUE
que no estaban a punto de llorar. La mujer continuó TENGAN PREFIJOS, ESCRIBELAS EN TU
inalterable: CUADERNO Y SEÑALELO CON COLOR.
—Yo le decía que nunca robara nada que le hiciera 10. ELABORA UN FINAL PARA LA HISTORIA EN UN
falta a alguien para comer, y él me hacía caso. En MINIMO DE 8 RENGLONES, NO OLVIDES LA
cambio, antes, cuando boxeaba, pasaba hasta tres días BUENA ORTOGRAFIA Y LOS SIGNOS DE
en la cama postrado por los golpes. PUNTUACION.
—Se tuvo que sacar todos los dientes —intervino la
11. Resume brevemente el argumento de este otros al calor, en qué trabajan, etc.). Copia
cuento. distintas secuencias del cuento en que se
12. Podríamos afirmar que la madre tiene un pongan de manifiesto las diferencias que había
objetivo claro y que sobre su deseo de cumplirlo entre las distintas clases sociales.
se construye la historia. Indica cuál es ese 26. ¿Qué te ha parecido el desenlace del cuento?
objetivo, qué cosas o personas se oponen en su ¿Dirías que es un final abierto? Imagina cómo
camino para conseguirlo y cuál es el desenlace puede continuar esta historia: ¿qué pasará
de la historia. cuando las dos mujeres se dirijan por fin al
13. ¿De qué tipo es el narrador que cuenta la cementerio?
historia y qué persona verbal emplea? Justifica
tus afirmaciones con ejemplos del texto.
14. Algunos de los motivos de la historia (recuerda
que llamamos motivo a cada uno de los sucesos
importantes en que se puede dividir un
relato) son estáticos. Copia uno de ellos y
localiza en él los rasgos propios de las
secuencias descriptivas: verbos en pretérito
imperfecto, verbos estativos, abundancia de
adjetivos calificativos, etc.
15. Otros motivos de la historia
son dinámicos. Estos son los que hacen
avanzar la acción. Copia uno de ellos y localiza
en él los rasgos propios de las secuencias
narrativas: verbos en pretérito perfecto simple,
verbos de acción, etc.
16. En el cuento también hay secuencias
dialogadas. Elige un ejemplo de diálogo en
estilo directo y transfórmalo a estilo indirecto.
17. El título de este cuento nos indica el día de la
semana y el momento del día en que se
desarrollan los hechos. Señálalo. Más
adelante se concreta además el mes. ¿En qué
mes se desarrolla la acción?
18. Pero además, a lo largo del relato, se precisan
las horas como si se tratara de una crónica
periodística (García Márquez, aparte de escritor,
también era periodista). Localiza todas
las referencias temporales concretas que
aparecen e indica cuánto tiempo transcurre
aproximadamente.
19. En la historia hay un flash-back (salto hacia
atrás en la historia). Localízalo y explica qué se
cuenta en él.
20. Aunque no se precisa el nombre de
ningún lugar, podemos deducir por algunos
datos que se trata de un pueblo del Caribe.
Copia las frases relacionadas con el clima, el
mar, la vegetación, los cultivos, etc. que puedan
avalar esta afirmación.
21. Podríamos afirmar que el relato podría dividirse
en dos partes atendiendo a los dos
espacios fundamentales donde se desarrolla
cada una. Indícalo.
22. Aunque no se dice el nombre del pueblo en el
que se bajan la madre y la hija, los lectores
de García Márquez podrían saber que se trata
de Macondo, un lugar imaginario en el que se
desarrollan muchas historias de este escritor.
Lee algo sobre él y también sobre el
personaje Aureliano Buendía, mencionado en
este cuento. ¿En qué famosa novela de García
Márquez, cuya acción se desarrolla en
Macondo, aparece este personaje?
23. ¿Qué personajes aparecen en el cuento?
Clasifícalos según su importancia en la historia.
Fíjate en que algunos tienen nombre y otros,
aunque son importantes en la trama, no lo
tienen. ¿Podríamos hablar de protagonista y de
antagonista? Razona tu respuesta.
24. Centrémonos ahora en la caracterización que
se hace de la madre. Copia algún ejemplo de
caracterización directa (indica si hay
prosopografía o más bien etopeya) y algún otro
de caracterización indirecta (por ejemplo, algún
caso en que sus palabras, su manera de hablar
o sus acciones nos puedan indicar cómo es esa
mujer). Trata de definirla con tus propias
palabras.
25. Aunque el relato tiene pocas páginas y no
parece que cuente una gran historia, aborda
indirectamente distintos temas de interés.
Explica cómo se denuncia el contraste entre los
ricos y los pobres en el relato (por ejemplo, qué
diferencias se dan entre sus casas, cómo van
vestidos, cómo viajan, cómo se enfrentan unos y
Después de leer concluir? ¿Crees que la conclusión de un cuento
debe resolver todas las dudas del lector, o dejarlo en
Comprensión Contesta estas preguntas con oraciones suspenso?
completas. 11. 11. ¿Qué función crees que tiene en el relato el
1. ¿Adónde viajan la señora y la niña? ¿Por qué motivo? personaje de la niña? ¿Por qué crees que García
Márquez decidió incluirla? ¿Cómo cambiaría el
2. ¿Por qué van a ver al cura del pueblo? cuento si la madre fuera al pueblo sola?
12. 12 Orden cronológico y orden del relato A. Estos
3. ¿Quién es Carlos Centeno? ¿Cómo murió? 4. ¿Quién es
son algunos de los incidentes de La siesta del martes,
la señora Rebeca?
en orden cronológico. Ordénalos según se
5. ¿Por qué le pide el cura a la señora que firme el mencionan o describen en el cuento. Pon entre
cuaderno? paréntesis los eventos que no se mencionan
explícitamente.
6. ¿Por qué les dice el cura a la señora y a la niña que a. Carlos Centeno boxea para ganar u n poco de
salgan por la puerta del patio? dinero.
b. Carlos Centeno intenta robar la casa de la señora
Análisis
Rebeca.
En parejas, contesten estas preguntas. c. La muerte de Carlos Centeno.
d. El entierro de Carlos Centeno.
1. ¿La transgresión del hijo justifica el precio que paga? e. La señora y la niña llegan a l pueblo
¿Qué consecuencias sufren otros personajes? e n tren.
2. 2 . ¿Qué imagen presenta La siesta del martes sobre f. La señora y la niña visitan a l cura.
las clases sociales? ¿Cómo es la jerarquía social que g. La señora y la niña van al cementerio. h. La señora
describe o sugiere el autor? y la niña regresan a s u pueblo e n e l tren de las
3. 3 . ¿Cómo se relacionan entre sí los personajes de 3:30.
distintas clases sociales? ¿Cómo sabemos a qué clase B. En grupos pequeños, contesten estas preguntas.
pertenece cada personaje? Da ejemplos del texto. • ¿Por qué crees que el orden del relato no es
4. 4 . El narrador de La siesta del martes nunca dice lo estrictamente cronológico?
que piensan o sienten los personajes. ¿Cómo logra • ¿Por qué el autor no incluye eventos que podrían
comunicar el carácter y la personalidad de cada uno? parecer importantes? Discusión En grupos de tres,
Escribe tres adjetivos que describan a cada uno de contesten estas preguntas.
los personajes centrales, y explica cómo lo concluyes 1. “Si tienes ganas de hacer algo, hazlo ahora [...]
a partir del relato. Por ejemplo: “Creo que el cura es Después, aunque te estés muriendo de sed no
insensible, porque bosteza cuando le dice a la señora tomes agua en ninguna parte. Sobre todo, no
cómo encontrar la tumba de su hijo”. vayas a llorar”. ¿Por qué le dice esto la señora a
5. 5 . ¿Qué relación crees que tenía la madre con su la niña? ¿Qué nos dicen estas palabras sobre su
hijo? ¿Piensas que la madre defiende los actos de su carácter?
hijo? ¿Por qué? 2. 2 . García Márquez declaró en una entrevista
6. 6 . ¿Por qué crees que García Márquez decidió que “toda buena novela es totalmente
titular su cuento La siesta del martes? ¿Por qué no inconformista y tiene [...] una función
Carlos Centeno o La muerte de un ladrón? Explica subversiva, así sea involuntaria”. ¿Crees que
por qué La siesta del martes es o no es un buen este cuento también es subversivo? ¿Por qué?
título. 3. 3 . ¿Qué sentimientos despierta en ti el relato?
7. 7. ¿Por qué el autor describe tan detalladamente el ¿Crees que la intención de García Márquez es
paisaje y el clima? ¿Están relacionados de alguna despertar ciertos sentimientos en el lector o
manera con lo que les sucede a los personajes? simplemente describir un incidente lo más
8. 8 . Además del paisaje y el clima, ¿qué otros detalladamente posible?
elementos elige destacar el autor? ¿Por qué crees 4. 4 . Ernest Hemingway, un escritor muy
que son importantes? admirado por García Márquez, dijo que un
9. 9 . Hay muchas formas de narrar una historia: en cuento debe ser como un iceberg: “La dignidad
primera persona o en tercera persona, desde el de movimientos de un iceberg se debe a que
punto de vista de alguien involucrado en los sucesos solamente un octavo de su masa aparece sobre
o de un observador imparcial. ¿Cómo describirías la el agua”. Esta teoría sugiere que en un cuento
“voz” del narrador en La siesta del martes? ¿Por qué las cosas más importantes no deben ser
crees que García Márquez optó por esa voz en mencionadas abiertamente. ¿Crees que este
particular? cuento sigue este modelo? ¿Qué ha sumergido
10. 10. La siesta del martes termina de manera súbita: García Márquez bajo la superficie del relato?
“Tomó a la niña de la mano y salió a la calle”. ¿Por 5. Composición Elige uno de estos temas y escribe
qué decide García Márquez interrumpir la narración un párrafo imitando el estilo de La siesta del
en ese momento? ¿Te parece una buena manera de martes. Utiliza las preguntas sugeridas y otras
que se te ocurran para imaginar la escena como
si estuvieras presente.
6. 1. El entierro de Carlos Centeno. ¿A qué hora
del día ocurre? ¿Quién está presente? ¿Cómo
son el ataúd y la tumba?
7. 2 . La visita de la señora y la niña al cementerio.
¿Cómo es el cementerio? ¿Qué dicen o hacen la
señora y la niña cuando encuentran la tumba?
8. 3 . La niña es ahora una señora mayor. Mientras
intenta dormir la siesta un martes, recuerda esa
tarde en que fue a visitar la tumba de su
hermano. ¿Qué detalles le vienen a la memoria?
¿Cómo entiende la experiencia que tuvo de
niña?

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