Sei sulla pagina 1di 2

La Alegoría del Mito de la Caverna - Platón

Nuestra relación con lo otro de nosotros supone una reacción, las cosas se suceden adentro y fuera nuestro o
en ese límite impreciso entre la afuera y el adentro que es nuestro cuerpo.

No solo percibimos, sino que también podemos explicar lo que percibimos, entendemos que una cosa es
“esa cosa” a través de toda una serie de relaciones conceptuales; si hay noche es porque hay día y si hay día
es porque hay sol … y es por qué hay.

Pensamos, pero además pensamos que pensamos, y en este acto reflexivo es donde comienza el humano. La
filosofía nace en el intento de pensarnos pensando, busca entender por qué todo sucede como sucede, pero
consiente de que cada nuevo porque abre una nueva búsqueda.

En la vida cotidiana nada podemos admitir como infructuoso, no podemos hacer cosas que no sirvan para
nada, ya que el valor dominante en la cotidianeidad es la productividad; pero nada es más improductivo que
la filosofía, se pregunta siempre

La alegoría del mito de la caverna- Platón

AL interior de una montaña se encuentra una caverna muy profunda y amplia, en el interior hay personas
aprisionadas viendo al fondo, detrás de ellos hay un gran fuego, entre estos dos se encuentras hombres
caminando con diversos objetos, la luz del fuego al impactar con estos objetos reflejan sombras deformadas
en el fondo, ninguna de esas sombras representan el objeto real, al haber estado toda su vida aprisionados no
se dan cuenta de que lo que ven no es lo real y al ser lo único que han visto lo perciben como parte de su
realidad.

Jorge Luis Borges- "En verdad la realidad no existe, y en realidad la verdad tampoco"

Se vuelve imposible saltar al abismo que separa a las palabras de las cosas, ¿y si soñamos?¿y mientras
soñamos somos felices? ¿Y si lo real por fuera del sueño fuese una tortura?¿Qué significa que algo sea
mejor?

Platón diría que se trata de la verdadera realidad, en la afuera de la caverna es en realidad el mundo real y
este mundo de sombras es un mundo de apariencias, la pregunta es: ¿Cuál es el nuestro?, ¿Vivimos adentro
o afuera de la caverna?

La vida en la caverna es la vida normal, la normalidad asuma sus prácticas como naturales, necesarias, la
normalidad establece sus propios criterios de aceptación y por ende de exclusión.

Si hay normalidad es porque hay anormalidad, la normalidad determina de modo inauténtico nuestro existir,
en la confusión entre lo real y lo aparente terminamos siempre funcionales a lo que el poder necesita, lo que
Marx lo llamaba alienación.

Desde un punto de vista más común o lógico, ¿Cuáles son nuestras cadenas?, los prisioneros somos
nosotros, no podríamos mostrar lo contrario, podríamos vivir en medio de un mundo totalmente desconocido
en el que somos manejados por otros, pero no podríamos saberlo.

Cuando el prisionero es liberado, todo lo que hasta ese entonces había funcionado perfectamente ahora es
puesto en duda.

Hay una ruptura no buscada, ya que si fuera buscada se acomodaría rápidamente en razones o
justificaciones, cuando el liberado sale finalmente al exterior de la caverna comprende casi todo, observa por
las cosas son como son, pero se encuentra con un obstáculo insalvable, el sol, metáfora del límite que más
allá de todo limite aún subsiste, el sol es el fundamento ultimo de todo lo que hay, a todo le da vida, permite
que todo pueda ser visto.

Pero ahora el liberado se hace una pregunta ¿Ahora qué hago? Podría adentrarse a explorar el nuevo mundo
que ahora conoce, sin embargo primero va a liberar a sus compañeros, pero mientras más se esfuerza por
explicar cómo es la realidad más es incomprendido por sus antiguos compañeros que lo tachan de raro, se
produce una situación chocante, el liberado viene a explicarnos que aquí estamos todos encadenados pero
que no podemos ver las cadenas, pero el efecto es inverso, todo vemos en realidad al liberado encadenado,
lo creemos loco.

Platón nos dice que el liberado es el que hace filosofía, y hacer filosofía supone un lenguaje y un tipo de
pregunta que rompe con los valores utilitarios dominantes, hacer filosofía es poner todo bajo sospecha

El mundo real y verdadero es en realidad el interior de una caverna más grande, que era el interior de otra
caverna más grande, que a su vez es el interior de otra caverna más grande

Hacer filosofía es estar saliendo siempre de las cavernas, pero de todas, es no renunciar nunca a la pregunta
por el porqué, no tiene nunca una respuesta ultima, hacer la pregunta por el por qué la última palabra,
entender que si la última palabra es la pregunta por el por qué entonces nadie puede tener la última pregunta.

Podemos pasar la vida entera pensando que estamos en el lugar correcto, que sabeos todo, que todo está
bien, pero puede que no sea así, pero si no nos interesamos a descubrir que hay más allá de lo que sabemos
viviremos toda la vida así como si tuviéramos parches en los ojos que no nos dejan ver la verdad.

En la administración y los negocios es lo mismo, siempre hay que buscar una mejor manera, hallar nuevas
formas, tratar de mejorar siempre, saber más nos hace capaces de poder salir de diversas situaciones, y por
lo obvio, nos traerá mejores resultados.

Potrebbero piacerti anche