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EL AMOR

INFINITO

CÓMO EL AMOR VERDADERO PUEDE


TRANSFORMAR NUESTRAS VIDAS

S. M. MORENO
Título original: El amor infinito. Cómo el amor verdadero puede
transformar nuestras vidas

© 2016, S.M. MORENO

ISBN-13: 978-1539564508

Queda prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright,


bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total,
distribución o modificación de esta obra. La infracción de los derechos
mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad
intelectual por medio del artículo 270 y siguientes del Código Penal.
Índice

Introducción........................................................................................6
Capítulo I Vida y propósito de la existencia humana ................9
Capítulo II ¿Qué es el amor?......................................................23
Capítulo III ¿Quiénes somos y cuál es nuestro origen?..............29
Capítulo IV Desarrollo de la existencia humana.........................51
Capítulo V Conocimiento de sí mismo y creación de nuestra
propia realidad........................................................75
Capítulo VI La muerte...............................................................103
Capítulo VII El padre: la fuente del amor y el universo.............130
Capítulo VIII Una visión diferente de Jesús de Nazaret..............147
Capítulo IX Los guías espirituales.............................................177
Introducción

Desde principios de la humanidad, los seres humanos siempre


nos hemos preguntado quiénes somos, cuál es nuestro origen,
hacia dónde vamos y cuál es nuestro propósito en la vida.
Tales cuestiones recobran gran importancia cuando aun en
medio de nuestras circunstancias, los afanes y los atractivos
del mundo, no logramos llenar nuestro vacío y ansiedad
existencial, y nos sentimos sin un rumbo fijo en nuestro
interior. Es en este momento cuando nos preguntamos para
qué vivir todo esto, por qué la vida y el mundo son como son y
si hay un camino hacia la verdadera felicidad, el éxito y el
amor.

En el presente libro usted encontrará una visión y una


respuesta acerca de estos grandes interrogantes, llevándole a
comprender la verdadera naturaleza y potencial que usted
lleva adentro. Este conocimiento le proporcionará una base,
que le permita descubrir las causas que le han llevado a vivir
las circunstancias alrededor de su vida, a descubrir cuál es el
propósito en todo ello y cómo puede tomar un rumbo más
acertado de acuerdo con su verdadera naturaleza y la verdad
de su corazón, con el fin de lograr el verdadero propósito de su
vida.

Mucho se ha hablado de teorías y métodos para alcanzar el


camino a la felicidad y la realización personal. Pero lo cierto,
es que no bastan si no se pone como enfoque la práctica del
verdadero amor, pues de lo contrario, solo será un
conocimiento vacío y mecánico, resultando ser un camino
temporal y escasamente fructífero. Cuando partimos desde el

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conocimiento de nosotros mismos y ponemos al servicio de la
humanidad nuestro gran potencial que es el amor, el camino
de la felicidad y el éxito personal ha de transformarse en un
hecho real y con maravillosos frutos.

Este libro le llevará a conocer cuál es el verdadero significado


del amor, del cual muchos hablan, pero pocos profundizan,
dejándole ver su origen, su poder y lo que puede hacer por
usted y por la humanidad. Podrá descubrir por qué los sabios
han hablado de el, por qué el amor es el trasfondo de todo y es
la fuerza más poderosa que existe desde el principio de los
tiempos.

El lector podrá encontrar respuestas a preguntas como por qué


nacimos en este mundo, en medio de la familia que tenemos,
cómo influimos nuestro destino, qué significa el tiempo en
nuestra vida, cómo podemos aprovecharlo eficazmente y cómo
modificar positivamente nuestra realidad.

Encontrará algunos ejercicios prácticos, que le permitirán


enfocarse en el conocimiento de sí mismo, cómo enfrentar las
situaciones de conflicto interno y las que surgen en su vida
diaria, cómo transformar sus características negativas en
positivas y cómo sacar el mejor provecho de su potencial y
habilidades. Estos ejercicios le ayudarán a tomar poder de la
fuente del amor, para transformar su realidad presente e
influir también en los acontecimientos alrededor del mundo.

Como parte del ciclo de la vida, también se adentrará en un


conocimiento más profundo acerca de la muerte. Descubrirá
cuál es el verdadero significado de la muerte, cómo se
relaciona con los hechos de su vida actual, qué sucede en el
momento de la muerte y si hay una existencia en el más allá.

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Podrá indagar qué hay detrás de la dimensión que no podemos
ver, si existe un Dios y quién es Él, cuál es su verdadera
naturaleza, cómo puede ayudarle a evolucionar y cuál es para
Dios la verdadera religión.

Finalmente, descubrirá quién es aquel personaje enigmático


llamado Jesús de Nazaret y por qué Él marcó la historia de la
humanidad como jamás otro lo ha logrado. Podrá conocer una
cara muy diferente de la que siempre le han mostrado, cuál fue
su auténtico propósito y mensaje original, por qué Jesús no
fundó ninguna religión y por qué Jesús hace parte de lo más
profundo de usted.

Querido lector: le sugiero lea el libro siguiendo el orden de los


capítulos pues su contenido está escrito en forma de hilo, que
lo llevará a comprender con más claridad su esencia, pasando
desde lo más facil de entender hasta lo más complejo. Un libro
muy ameno, en lenguaje sencillo y que le hará caer en la
cuenta de cosas vitales que pocos se percatan, pero que le
ayudarán a enfocar mejor su perspectiva de la vida.
Adicionalmente, debo advertir que este libro posee un
contenido totalmente neutro respecto a aspectos políticos o
religiosos. Más bien está basado en hechos reales, mi
experiencia personal y muchos años de estudio.

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Capítulo I

Vida y propósito de la existencia humana

¿Quién soy? ¿A qué he sido enviado a este mundo? ¿Qué


propósito tiene mi existencia?, se preguntará lo profundo de
nuestro corazón. A pesar de las ocupaciones, las distracciones
y los afanes de la vida, estas preguntas surgen en
determinados momentos, cuando nos encontramos vacíos,
cuando tenemos casi todo lo que queremos pero sin embargo,
nos sigue faltando algo primordial en el fondo del alma.
Tenemos nuestras familias, nuestros trabajos, nuestros
quehaceres, nuestros disfrutes o preocupaciones, pero aquellas
preguntas siguen estando allí, dibujándose en nuestro interior
cuando menos se les espera.

Tenemos muchos deseos de ser felices, de sentirnos


completos, de sentirnos amados y de vivir en paz, pero pocas
veces nos damos la oportunidad de hacerlo una realidad
duradera. Tal vez es porque no sabemos cómo hacerlo, o nos
sentimos vulnerables por alguna situación, o poco es el tiempo
que nos damos, que dejamos a un lado lo más importante de la
vida, que es conocernos a nosotros mismos y vivir en amor.

Como parte del conocimiento de sí mismo, está la gran


cuestión de por qué hemos venido a este mundo, cuál es el
propósito real de esta vida, para qué tener que pasar por todo
esto. ¿Acaso tiene algún sentido nuestra vida, nuestra rutina,
nuestras dificultades o sufrimientos, nuestros momentos
felices o las circunstancias que trae cada día?

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Propósito de la existencia humana

La búsqueda del propósito de la existencia humana, se


convierte en uno de los aspectos más importantes a resolver en
la vida de un ser humano. Por esta razón, muchas veces nos
preguntamos cuál es el verdadero significado de nuestra
existencia, por qué estamos aquí y para qué vivimos.

Es interesante ver cómo siendo seres de la misma raza,


diferimos en solamente unos cuantos rasgos, para
convertirnos cada uno en un individuo irrepetible e
irreemplazable. Ciertamente, si estamos aquí en estos
momentos es porque todos tenemos un propósito, una misión
o una tarea que llevar a cabo.

Cada individuo independientemente de quién sea o dónde


viva, se encuentra en la época, en la familia, en las
circunstancias y en el cuerpo designado, no solo para
encontrar y cumplir el propósito de su vida, sino también para
formar parte de un complejo engranaje donde todos los
componentes son imprescindibles.

Por esta razón es muy importante que cada uno entienda cuál
es su rol y las circunstancias que le rodean en su vida. Cuando
lo entendemos nos damos cuenta que todo esto hace parte de
un desarrollo tanto a nivel individual como social, siendo el
mismo, la columna que marca el objetivo de nuestra vida
humana. Pero vamos a ver detalladamente cuál es el verdadero
propósito de nuestra vida y por qué todos y cada uno de
nosotros es igualmente importante.

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Desarrollo a nivel individual

Uno de los factores más importantes en el propósito de


nuestra vida, es el desarrollo del ser como individuo, el cual se
basa en el crecimiento interno a través del aprendizaje y la
experiencia.

El aprendizaje y la experiencia

El aprendizaje es la adquisición de nuevas conductas a partir


de experiencias previas, con el fin de lograr una mejor
adaptación al medio ambiente.

El aprendizaje nos permite adquirir nuevos conocimientos y


desarrollar nuestras habilidades y dones personales. Nos
facilita enfrentarnos a los obstáculos y resolver los problemas
que se presentan en nuestro diario vivir. Este conocimiento
adquirido nos hace más hábiles, más flexibles y más sabios,
sobre todo cuando es un conocimiento global, un
conocimiento de todo un poco, a diferencia del conocimiento
de una sola cosa, que solo nos llevaría a autolimitarnos.

La experiencia por su parte, es el tipo de conocimiento del


hecho de haber sentido, conocido o presenciado a algo o a
alguien. Requiere la observación o participación del individuo
y se conoce como conocimiento empírico. La experiencia está
directamente correlacionada con el aprendizaje y uno de estos
elementos no puede existir sin el otro.

Los seres humanos estamos aquí para experimentar cada día


nuevas cosas, pese a que para muchas personas la vida se
torne una rutina. Es parte de esta experiencia vivir cada
segundo, cada minuto de los días que pasan y sentir las

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diferentes sensaciones y estímulos que tenemos todo el
tiempo. Es importante percibirnos y observarnos a nosotros
mismos cómo nos comportamos día tras día, observar
nuestros sentimientos y pensamientos y ver cómo vamos
cambiando a pesar de llevar siempre la misma esencia. Así
mismo, experimentar el relacionarnos con las personas cada
día, conocer nuevas personas y aprender de ellas y con ellas.

Por otra parte, debemos comprender que el vernos inmersos


en ciertas circunstancias difíciles u hostiles, nos obliga a
aprender a superarlas y a sobreponernos a ellas, siendo estos
los momentos en los que más aprendemos en la vida.

A través de la experiencia podemos examinar, probar, analizar


y corregir las acciones que realizamos en nuestra vida, y solo
de esta manera se nos facilita mejorar y cambiar las
circunstancias que nos rodean. En muchos casos, no basta con
que nos digan o cuenten las cosas, sino que es necesario tomar
la iniciativa y experimentar por sí mismo.

Es importante que seamos conscientes que es ahora en el


presente, cuando tenemos la oportunidad de experimentar lo
que siempre hemos querido, pues cuando aplazamos las cosas,
nos negamos a nosotros mismos la oportunidad de crecer, de
sentir y de vivir generosamente. Estamos aquí para luchar por
nuestros sueños, no para vivir en la frustración, pero
recordemos que aquellos solo se logran cuando damos un
granito de nuestro esfuerzo, hoy y cada día que nos es
prestado.

Por lo tanto si usted quiere viajar, aprender algo específico,


realizar un proyecto, ser exitoso en su carrera profesional o
simplemente labrar la tierra, busque las oportunidades y

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hágalo. Si quiere tener una familia, estar solo, en pareja o
compartir con determinadas personas, no se lo niegue. Si
quiere vivir en el campo o en la ciudad, ser un nómada o un
vagabundo, que sea un hecho, pues más vale ahora que está
vivo, que nunca.

El vivir las experiencias nos lleva a alcanzar la madurez y la


sabiduría; nos conduce a no cometer los mismos errores que
nos llevaron a vivir momentos desagradables en el pasado. La
experiencia nos sensibiliza, nos consciencia, nos permite ser
más humildes y más abiertos, y además, nos permite
liberarnos de nuestros miedos.

Respecto a las experiencias adversas y los errores, hay que


decir que aquello no significa algo negativo para nuestro
desarrollo personal y para el cumplimiento de nuestro
propósito de la vida, sino que son una herramienta y una
oportunidad para aprender y corregir nuestro
comportamiento hacia la vida, las circunstancias y las
personas.

Bien es cierto que podemos corregir nuestras deficiencias


personales en base a las experiencias previas, pero para ello
primero será necesario la toma de una firme decisión personal
con el fin de lograr un verdadero cambio, pues no vale
únicamente una buena intención.

Con certeza también podemos sacar provecho de las


experiencias negativas, al tomarlas como ejemplo para
enseñar a otros, ya sea con la intención de prevenirlos o de
ayudarlos a encontrar el camino más adecuado hacia la
solución de sus problemas.

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Por lo tanto si podemos aprender las lecciones que nos dejan
las experiencias vividas, podremos darle un verdadero sentido
y propósito a nuestras vidas.

Desarrollo a nivel social

Otro de los factores claves en el propósito de la vida, es el


desarrollo que alcanzamos en la forma como nos relacionamos
con otras personas, ya sea familiares o con otras personas.

Vida familiar

El propósito de la vida a nivel familiar, es la formación de


núcleos que construyan la base de la sociedad y que sirvan
como punto de apoyo para cada uno de sus miembros. Es en el
cimiento de una familia, donde podemos encontrar un refugio
y un soporte a la hora de enfrentar las dificultades y los
problemas de la vida cotidiana.

Sin la familia como factor de apoyo, sencillamente la vida sería


muchísimo más dura. Suele suceder que una persona sin
familia tiende más a la tristeza, a la depresión, a sentirse solo o
abandonado, a incurrir en comportamientos destructivos y a
tener baja autoestima, entre otros.

La familia es un aprendizaje continuo para aprender a vivir en


unión y en solidaridad, para aprender a compartir nuestro
tiempo, nuestros planes y nuestros sueños juntos, teniendo la
posibilidad de contribuir todos a un bien común. Es
importante compartir de esta manera, pues ayuda a
considerarse unos a otros, a tener en cuenta la expresión de
cada individuo de acuerdo a su personalidad y a sentirse parte
importante dentro de dicho núcleo. Esto contribuye al
fortalecimiento de la autoestima en una persona, pues sus

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opiniones son tomadas en consideración y atendidas. También
contribuye al desarrollo y fortalecimiento de la familia,
dándoles a sus integrantes mayor sentido de pertenencia.

La familia es una oportunidad para ayudar a formar personas


con unos valores y unos principios como el respeto, el amor, el
perdón, el reconocimiento, la unión, la escucha, la ayuda, etc.,
que hagan una sociedad más funcional y sostenible. Sin estos
valores y principios, la sociedad en la que vivimos tiende a
degradarse y a generar crisis, afectando de manera importante
el conjunto de la sociedad. Y es precisamente eso lo que vemos
hoy en día, familias disfuncionales y desunidas que presentan
una serie de conflictos internos, afectando a cada uno de sus
miembros y que además, los mismos individuos trasladan
fuera de su círculo familiar, perjudicando también los distintos
ámbitos sociales.

Propósito a nivel familiar

Familia materno-paterna: muchas personas piensan que


nacieron en sus familias por una imposición del destino, de la
vida o de Dios, o simplemente por azar. Sin embargo, debemos
tomar consciencia de que tenemos un propósito específico en
nuestra familia y un papel único que no puede ser
desempeñado por absolutamente nadie más. Usted es
solamente usted; solo usted puede hacer la tarea que le
corresponde y esta depende mucho de su carácter, de su
personalidad, de sus habilidades y de su esencia única. Cada
uno tiene unas fortalezas que le permiten hacer determinadas
cosas; lo que le falta a uno, lo tiene el otro y así mismo se
complementan. Todos con diferentes matices, pero todos
igualmente fundamentales para completar una pieza.

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Con nuestra familia hemos de aprender a integrarnos en este
mundo, a compartir, a dar afecto, a esforzarnos, a sacar caras
ocultas que no sabíamos que teníamos. Hemos de aprender a
luchar contra las adversidades, a sacar la valentía que llevamos
dentro y a sensibilizarnos. Sin embargo, cuando hablamos de
sensibilizarnos, muchas personas por el contrario pensarán,
que han aprendido a ser más duros por causa de las
dificultades vividas con su familia. Pero ellos no saben que
detrás de esa dureza, existe en realidad un mundo muy
sensible y esto, es una señal que indica la necesidad de
solucionar conflictos internos aun no resueltos.

Por otro lado, es por medio de nuestra familia y cada uno de


sus miembros, que hemos de experimentar lecciones difíciles,
circunstancias específicas que nos induzcan a sacar la
naturaleza tosca que aún debemos mejorar. Todos los rasgos
que no vayan acorde con un lineamiento de amor y armonía en
nuestra vida interior, se manifestarán y nos llevarán a un
punto de resistencia y de querer cambiar algo profundamente.
Si hacemos referencia a los hijos, una gran mayoría de ellos
querrá dejar de lado aquellas experiencias negativas con su
familia y salir al mundo para aprender y experimentar algo
diferente, algo que les permita explotar su potencial, es decir,
ese material crudo que llevan dentro, y darse a la búsqueda de
un mejor camino en su vida.

La relación con nuestra familia materno-paterna sea positiva,


negativa o tenga ambos matices, nos empujará a tomar
caminos que a la larga, habrán sido la clave para seguir
nuestro propósito o plan ya trazado en nuestras vidas.

Relación en pareja: si en la edad adulta hemos elegido crear


unión con una pareja, también aquello conlleva un sentido,

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una responsabilidad y una misión. Una relación sentimental
nos llevará a probarnos hasta donde somos capaces de dar de
nosotros por afecto a alguien. Este tipo de relación pasará de
ser mera pasión, a ser un reto de dar y recibir, de preocuparse,
de esforzarse, de mejorarse y sacrificarse por esa persona, o
por el contrario, nos mostrará hasta donde nos dejamos
absorber por las dificultades y el egoísmo.

En una relación de pareja aprenderemos a conocer muchas


características que parecían dormidas en nosotros. Rasgos
positivos y negativos se dejarán ver, y de cada uno de ellos
aprenderemos tarde o temprano. Si hay afecto y amor de
verdad, nos veremos en la tarea de modificar nuestros defectos
y debilidades, de adoptar una gran tolerancia y equilibrio, de
aprender a respetar la otra persona como individuo y sus
decisiones. Deberemos aprender a pedir perdón y a perdonar,
a fin de tener una relación más armónica y estable.

A través de la relación de pareja, siempre intentaremos buscar


el camino de la plenitud y de la felicidad, pero esto solo se
logrará a través de superar los retos que surjan en esta gran
escuela como pareja, pues al fin y al cabo esto es lo que es, una
escuela. Es un gran ensayo de complementación y de unión
entre partes distintas pero con la misma naturaleza.

Relación con los hijos: la relación con los hijos nos permite
sacar ese lado más noble y auténtico que hay en nosotros. Nos
muestra que somos capaces de hacer sacrificios y cosas que
antes ni siquiera sabíamos que éramos capaces de hacer. Nos
lleva a dejar de lado nuestro orgullo, nuestros miedos,
nuestros límites y muchos prejuicios por amor a ellos. El amor
a un hijo nos impulsa, nos motiva, nos mueve en lo más
profundo, nos hace ver la alegría y los colores de la vida, y nos

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hace valorar nuestra vida, dándole un sentido a nuestra
existencia.

Nuestro propósito respecto a los hijos también es ayudarles a


desarrollarse física, psicológica y moralmente para que puedan
experimentar de manera independiente la vida, para ayudarles
a cumplir con su propósito en la vida e impulsarlos a aportar a
la sociedad su valor como seres humanos. Así también,
mostrarnos nuestras carencias, nuestras faltas y una de las
cosas más importantes, nuestros vacíos, pues aquellos nos
inhiben de entregar lo que un ser humano más necesita, amor.
A través de los hijos conoceremos el alcance de las
características que nos llevan a comportarnos de manera
negativa, pues es en los hijos en donde muchas veces se
descarga toda la frustración, el desamor, el dolor y los traumas
recibidos a lo largo de la vida. Los hijos nos mostrarán un
espejo de lo que somos y de lo que nos hace falta por alcanzar
como seres humanos.

Por último, si hacemos referencia a nivel biológico, el


propósito en tener hijos es el de prolongar nuestra herencia y
darle continuidad a la especie humana.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, reflexionemos sobre cuál


es nuestro rol en nuestra familia, cómo lo hemos cumplido,
cómo podríamos desempeñarlo mejor y si hay asuntos que
tenemos pendientes y debemos resolver.

La amistad

La amistad es un vínculo entre dos o más personas, que nos da


la posibilidad de compartir experiencias y conocimientos, y se
basa en la confianza, la solidaridad y la lealtad.

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La amistad es uno de los regalos más bonitos y preciados que
la vida nos puede dar. El propósito de la amistad, es tener un
refugio y un apoyo donde podamos ayudarnos y brindarnos
consuelo mutuamente. La amistad nos permite compartir con
nuestros amigos lo que sentimos y lo que opinamos de una
manera incluso más abierta, que con muchos de nuestros
familiares.

Por medio de la verdadera amistad podemos mostrarnos como


somos, desinhibirnos, ser más espontáneos, compartir
momentos inolvidables y hacer cosas divertidas y que nos
alegran mucho la vida. En los amigos encontramos una
compañía, una persona que nos escucha, que nos aconseja,
que nos anima y que nos ayuda cuando tenemos problemas.

Un amigo es una persona que sabe mucho sobre nosotros y


nos quiere tal cual como somos. Siempre estará pendiente de
nosotros y estará en los momentos que sabe, son difíciles para
nosotros. Pero además los amigos estarán allí para decirnos la
verdad y motivarnos para cambiar nuestros errores y mejorar
como personas, y así mismo estamos nosotros para ayudarlos
también a mejorar.

En la amistad podemos descubrir el amor desinteresado, sin


obligaciones; es un elemento fundamental y un regalo para
disfrutar con más alegría la vida.

El disfrute de la vida

Venimos a vivir esta vida humana no solo para aprender,


experimentar y desarrollarnos a nosotros mismos individual y
socialmente, sino también para disfrutar de lo bello que hay en
la vida. Toda la creación está pensada para que nosotros que

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hacemos parte de ella, la disfrutemos y seamos felices en
medio de ella.

Observemos el planeta Tierra, la forma cómo ha evolucionado,


todo lo que hay en el, su naturaleza fascinante y misteriosa, los
animales camuflados en ella y cómo encaja todo en su debido
orden, menos la avaricia del hombre. No nos alcanzaría toda
una vida para conocer todo lo que hay en el planeta Tierra y
ahora imagine el universo, ¿acaso no es el más grandioso
espectáculo?

Si miramos a nuestro alrededor no nos hace falta nada, todos


sus elementos están puestos allí en orden, hay abundancia de
recursos naturales para todos; nadie tendría porque pasar
hambre o sufrimiento. Solo nosotros lo hemos causado por
nuestra ambición, ignorancia, odio y egoísmo. Si siguiéramos
el ejemplo de los animales, que aunque luchan por su mera
sobrevivencia, se les puede ver como disfrutan de su tiempo en
la Tierra.

Con un poco más de amor en el corazón, aprenderemos a


disfrutar de cada cosa de la vida, de aquellos pequeños detalles
que aunque a veces parecen insignificantes, son igualmente
importantes, pues en la vida absolutamente todo y todos
somos importantes. No pensemos que el disfrute de la vida
está en tener dinero, en tener más bienes materiales y en
complacer nuestros deseos solamente, sino en disfrutar la
oportunidad de estar vivos un día más, de estar en libertad
pues por ejemplo, hay muchas personas ahora mismo
recluidas en una cárcel o que están padeciendo bajo una
enfermedad. Y aun así, debemos aprender a ser conscientes de
que la libertad en realidad, se encuentra más en nuestro
mundo interior que afuera.

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Aprendamos a agradecer por lo que somos, por lo que
tenemos, pues aunque la vida trae obstáculos a ricos y pobres,
es una oportunidad y un regalo. El saber disfrutar la vida, ya
depende de la decisión que cada uno tome.

Amar

Todos buscamos el bienestar y la felicidad al fin y al cabo, y


estas dos palabras se pueden resumir en la palabra amor. Así
como fuimos creados del amor, también queremos
mantenernos en amor y ser amados. Esta es la finalidad y el
propósito principal de la vida. Todos anhelamos que nos amen
y deseamos obtener lo mejor de la vida, pues sin amor la vida
es vacía, insatisfactoria, incompleta e infeliz. Solo el amor le da
a la vida armonía, felicidad, tranquilidad, quietud interna y
llena el gran vacío de nuestro interior.

El amor nos lleva a compartir, a dar de nosotros y a recibir de


nuestra familia, de nuestros amigos y de las personas que
cruzan nuestro diario vivir. Es el amor el que nos permite
sentir lo que otros sienten, el que nos hace ser más humanos y
más compasivos ante el sufrimiento de nuestro prójimo.

Cuando aprendemos a amar verdaderamente, nuestra vida


recobra de nuevo su sentido y ya no vivimos solo para
complacer nuestros deseos egoístas e insaciables, sino vivimos
para amarnos y dar amor a otros desinteresadamente. El amor
es la llave maestra que nos vuelve a conectar con nosotros
mismos y nos pone en un estado de paz y reposo con los
demás, con el mundo y con el Creador.

Para muchos está claro qué significa el amor, pero para otros
se convierte en una palabra vacía, confusa y compleja. En el

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siguiente capítulo encontrará con más detalle el verdadero
significado del amor.

Como conclusión podemos decir que nuestro crecimiento


personal, el aprendizaje, la experiencia, el amor hacia nosotros
mismos, nuestra familia y los demás, y el disfrute de las
grandes y pequeñas cosas de la vida son las razones del porqué
vivimos y para qué vivimos como seres humanos. Fuimos
puestos en esta tierra para encontrar nuestro propio camino
en nuestra propia vida, así que no hay tal cosa como una vida
sin sentido o un ser sin valor.

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Capítulo II

¿Qué es el amor?

El presente capítulo está dedicado a explicar cuál es el


verdadero significado del amor, cuál es su origen y cuáles son
sus características. En los capítulos posteriores veremos cómo
perdemos la sensibilidad de amar a lo largo de nuestra vida,
cómo podemos recuperar y utilizar el poder del amor para
transformar nuestra vida y de qué forma trasciende el amor en
nuestra vida espiritual y después de la muerte.

Cuando miramos el amor desde un contexto social y cultural,


vemos que el amor es percibido como un sentimiento y
normalmente se le clasifica en distintos tipos (amor a la
familia, a los hijos, a los amigos, etc.). Pero también vemos que
se le ha dado un enfoque meramente romántico, es decir, se
piensa que el amor es el sentimiento intenso y pasional de una
persona hacia otra con el deseo de unirse, completarse y lograr
la felicidad entre ambos. Sin embargo, no olvidemos que este
amor pasional surge a partir de un sentimiento y una conducta
biológica, basada en la atracción química y sexual entre dos
personas. Algo muy distinto es cuando esas dos personas
empiezan a sentir el impulso de dar, de ayudarse, de
acompañarse y darse afecto sin esperar una recompensa. Ese
es uno de los matices del verdadero amor, la generosidad sin
precio alguno. Pero veamos entonces con claridad, en qué
consiste el verdadero amor.

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¿Qué es y de dónde surge el amor verdadero?

El amor verdadero es un fluido de energía denso y poderoso


que está expandido a través de todo el universo y que no tiene
límites. No es un sentimiento como tal, sino una energía
potente que nos da la posibilidad de sentir profundamente.

El amor es el origen, el estado inicial desde el cual partimos


todos los seres. Es un estado de lo absoluto, de la totalidad, de
lo perfecto y de la integración; un estado donde el sentimiento
de plenitud y felicidad infinita penetra hasta el último rincón
de nuestro ser.

El amor está fluyendo a través del espacio vacío, a través de


toda la materia, de todos los seres existentes y de la raza
humana. El es uno con la luz hermosa que inunda el largo y
ancho del universo, y cuando estamos abiertos en nuestro
espíritu e intelecto humano, es cuando tenemos la posibilidad
de sentir cómo fluye esta energía profunda a través de
nosotros.

La energía del amor proviene del punto desde el cual todo ha


sido creado, es decir, proviene del propio Creador del
universo. Es de allí de donde nace y por tanto, el amor es el
Creador mismo. Esta energía es descomunal, poderosa y
misteriosa, y aunque nosotros no la veamos, está ahora mismo
rodeándonos y atravesándonos de manera tal como si nos
encontráramos dentro de un fluido suave, tibio e infinito.

Cuando entramos en meditación profunda, podemos sentir la


energía del amor de varias formas. Por experiencia propia, he
podido sentir esta energía en forma similar a burbujas de
varios tamaños, no más grandes que la palma de la mano que

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atraviesan el cuerpo de una manera ligera y armoniosa. Cada
burbuja trae consigo diferentes sensaciones agradables, que se
multiplican y crean cada vez nuevas sensaciones de bienestar.
Es similar a la multiplicación de los cristales o de las células
con la diferencia de que cada una es diferente, pero sin perder
la armonía y con una increíble capacidad de creatividad en sí
mismas. Todo lo imaginable e inimaginable se puede crear a
través del amor.

Pero lo más magnífico, es que cada burbuja de amor nos


penetra llenando cada célula corporal y cada partícula del
espíritu con una sensación de éxtasis inagotable y de un
embeleso exorbitante. Se siente exactamente como un
orgasmo, pero multiplicado por cien veces, con la diferencia de
que este orgasmo se siente por absolutamente todo el cuerpo y
en todo nuestro alrededor. Y es que precisamente nuestro
Padre celestial creó el orgasmo, para que recordáramos en la
carne cómo se siente realmente esta energía de amor infinito.
No obstante, el ser humano ha denigrado el sexo, la conexión
pura entre las almas, la conexión más sagrada, en un acto de
mera satisfacción sexual y en un mórbido exhibicionismo. Lo
han prostituido o por otro lado, lo han hecho ver como un acto
bochornoso y pecaminoso.

Otra de las características del amor, es que es la energía más


pura, santa y limpia que puede haber. El amor es tan puro y
santo como aquel feto flotando dentro del vientre materno,
que no tiene aún falta ni contaminación alguna. Flota en
medio del líquido cálido, suave, tranquilo y placentero. Es tan
limpio como las fuentes del agua, que no tienen contaminación
alguna. No hay preocupación ni angustia alguna, todo es
perfecto, todo está puesto en su debido orden. El amor es la
energía espiritual que sostiene el todo y la nada, lo lleno y lo

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vacío, la energía espiritual perfecta y sagrada. Este es el
verdadero espíritu insondable, el Espíritu del amor.

El Espíritu del amor es el que llena las esferas del cosmos


dando vida, felicidad inagotable y plenitud en todo su
esplendor. El tiene el mayor poder sobre todo lo existente,
incluso sobre la más profunda oscuridad. Con su poder se
puede crear, sanar y cambiar cualquier circunstancia o ser en
el universo. Esto significa que cuando dejamos que esta
energía santa y hermosa penetre en nosotros sin obstáculo
alguno, es cuando poseemos el poder sagrado sobre el
universo, la naturaleza, los animales, los hombres y los demás
seres que habitan en el cosmos. Tenemos el poder para hacer
el bien, para sanar física y espiritualmente, y para alejar los
seres y la energía negativa de nuestra vida.

Hay muchas personas que se preguntarán por qué no pueden


sentir ese amor. Pues bien, cuando tenemos bloqueos internos,
es decir, cuando hay energías, pensamientos y sentimientos
negativos que nos invaden, estamos ocupando espacios en
nuestro cuerpo y en nuestro espíritu, que no dejan que esta
energía de amor fluya libremente a través de nosotros. La falta
de este fluido en nosotros es lo que nos hace sentir consciente
e inconscientemente incómodos, incompletos, insatisfechos,
malhumorados, autodestructivos, llenos de rabia y odio, sin
amor y con un gran vacío existencial.

¿Quién puede sentirse verdaderamente feliz, si no tiene lo más


importante que es el amor? ¿Acaso reemplazarán para siempre
los placeres materiales, al gran amor? ¿Por cuánto tiempo,
treinta, cincuenta, ochenta años? Sin el amor, no hay vida de
verdad; sin el amor, se es como un ente vacío y vulnerable.
Para poder comprender el amor en su totalidad, habría que ser

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tan grande como la fuente que lo creó, quien es inescrutable.
Pero el amor más que poderse explicar, se tiene que sentir y
para esto hay que disponer el corazón, no importa quienes
seamos ni que creamos, pues el amor por más que se
intentase, no se podría encasillar ni restringir bajo ningún
concepto humano.

La magia del amor

El amor se puede manifestar de muchas formas. Una de ellas


es la explosión de las emociones en los seres humanos; el
ejemplo más nítido es cuando vemos la sonrisa en un niño.
Cuando vemos su sonrisa dibujada o escuchamos sus
espontáneas carcajadas, podemos ver esa magia de amor
fluyendo libremente como si fueran chispas que nos contagian
y nos llenan de alegría. Y cuando lo hace, lo hace sin temor ni
vergüenza alguna; fluye libre como el agua, con los
sentimientos más puros, más auténticos y en plenitud total.
No hay restricciones ni nada que ocultar, todo es como es, sin
disfraces ni mentiras.

El amor representa la libertad, el disfrute, la satisfacción, la


felicidad, el juego, la creatividad inagotable, el no tiempo. El
amor es sinceridad, inocencia, paz, sencillez y equilibrio.
Representa los no límites en lo bello de la creación y el
bienestar del alma. El amor es tanto la sonrisa como el llanto,
ese llanto que sale del alma, del sentimiento puro y profundo.
Es el desahogo, el dejar a un lado la represión, la amargura y la
corrupción. Es la liberación de las tristezas y el dolor, es no
resistir, sino soltar todo lo que se lleva adentro que nos apresa.
El amor no conoce orgullo, ego ni rivalidad. Es el himno

27
liberador, el llanto que nos sana, el agua que nos limpia y nos
refresca.

Cuando entramos en un proceso de sanación interior, ese


amor se siente más fuerte, más íntimo y más unido a nosotros;
los bloqueos van desapareciendo y vamos alcanzando de
nuevo la libertad que solo puede venir a través del amor.

El amor es edificante, enriquecedor, generoso y compasivo. El


perdona, reconcilia y deja fluir el pasado sin dolor. No tiene
miedo a dar, dar sin nada a cambio, es incondicional. El
escucha y atiende, no reprocha, no condena, no enjuicia ni
critica mordazmente. El amor deja de pensar en sí, para dar al
otro; el sabe compartir sin pena y sin llevar las cuentas. El es
gratitud por lo mucho o lo poco que se tiene y por lo que se ha
aprendido, a pesar del sufrimiento.

El amor es verse a la cara y aceptarse, aceptar su vida y aceptar


la vida misma, pues ella tiene un propósito. Nada es en vano,
nada es accidente ni siquiera lo más difícil o atroz, pues el
amor admite el error para poder aprender y amar aun mucho
más. El amor es aprender a morir al ego, para volver a renacer
de las cenizas. Es darse la oportunidad de cambio, renovación
y creación. El amor es la caricia y el arrullo del Padre Creador
a su creación, con toda su ternura y generosidad.

***
¡El amor, es el espíritu representado en la inocencia de un
niño. El amor, es el regalo más grande e incalculable de la
creación, a la creación!

28
Capítulo III

¿Quiénes somos y cuál es nuestro origen?

¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos?


Estos son los grandes interrogantes que nos hemos planteado
los seres humanos desde principios de la humanidad. Forman
parte de un conocimiento profundo y milenario que muchas
civilizaciones han querido resolver, y que han llevado a
muchos al conocimiento definitivo de sus orígenes y de su
verdadera naturaleza.

Este conocimiento es un elemento primordial que nos lleva a


comprender tanto el sentido de la vida humana, el papel que
jugamos en medio del universo y nuestra relación directa con
el amor, pues existe un propósito más alto que simplemente
vivir como hombres.

Si somos una pieza en el planeta, en el universo mismo y


tenemos un propósito como individuos y como cosmos,
entonces también hay un trasfondo en todo esto, un origen del
cual hemos provenido y al cual hemos de volver por naturaleza
propia.

¿Quiénes somos?

Como una forma de inspiración divina, hemos sido los seres


humanos diseñados en base y en semejanza a los seres
espirituales que somos realmente. Somos entidades
espirituales, entidades de consciencia pura en medio del
universo. Provenimos de aquella Gran Explosión primaria que
29
hubo en el principio de los tiempos (de allí la conocida teoría
del Big Bang), en la que el Creador, en forma de núcleo, quiso
expandirse y crear a partir de sí mismo nuevas criaturas para
compartir y experimentar en su propia existencia. Somos una
partícula de esa Gran Expansión, somos parte de la
consciencia divina.

La Real Academia Española (RAE, 2014) define consciencia


como el conocimiento inmediato o espontáneo que el sujeto
tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones. Reconoce la
realidad circundante, teniendo la capacidad de relacionarse
con ella. En psicología, es el acto psíquico por el que un sujeto
se percibe a sí mismo en el mundo.

Siempre hemos pensado que somos el cuerpo que ahora


tenemos y que nuestro origen proviene del mismo cuerpo
humano. Pero lo cierto es que somos un ente espiritual, un
punto de consciencia en el espacio infinito que decide
consciente y consecuentemente, tomar un cuerpo en el cual
habitará por algún tiempo. Aunque muchos ya lo saben, otros
se aferran a la idea de que somos solo materia y que con ella
misma, morimos para siempre. Sin embargo, el cosmos y la
creación son la sabiduría perfecta, y como perfección, no
habrían podido crear un ser que viviera todo lo que debe vivir,
tan solo para ser arrojado a la tierra y borrar en absoluto todo
lo que existió detrás de él. Pensar de este modo, es pensar de
manera inconsciente, sencilla y pobre.

Las entidades espirituales de consciencia que somos, están


conformadas por energía de amor y luz pura, que se funden
en un solo elemento. Aquella energía amorosa de luz, tiene la
propiedad de penetrar todo lo que existe y proviene del origen
desde el cual todo ha sido creado. En el presente poseemos un

30
cuerpo humano en el cual nos hemos integrado en el periodo
de la gestación y con el cual nos es posible el contacto físico
con otros seres humanos, siendo nuestro cuerpo la parte
visible de nuestro ser en el plano material.

Ante los ojos físicos que poseemos ahora, normalmente, no


vemos otros seres que se encuentran es su forma natural o
estado espiritual. Sin embargo, esto es posible para aquellos
que poseen una mayor sensibilidad como por ejemplo los
niños. Esto se debe a la sencilla razón de que ellos, estando ya
encarnados, mantienen su natural estado espiritual, pues aún
no tienen la contaminación mental ni los prejuicios que son
tan habituales y que condicionan al ser humano a partir de
cierta edad. Así también lo pueden algunas personas adultas
que no han bloqueado su sensibilidad, y determinadas
especies de animales como los caballos, los perros y los gatos
por ejemplo, quienes pueden ver y percibir la dimensión y los
seres en forma espiritual, pues ellos no están condicionados
mentalmente como lo estamos nosotros.

Cada molécula de luz que conforma nuestro espíritu es una


con la creación, por ende ¿qué creación puede ser más perfecta
sino nosotros mismos? Somos la perfección, pues estamos
compuestos de aquella energía de luz y amor perfecta del
propio Creador. No somos una partícula separada como
siempre lo hemos creído, sino que somos una expansión y un
reflejo del mismo Creador. Estamos hechos desde el amor
puro, desde la sabiduría absoluta y desde el conocimiento
perfecto. Por eso Jesús1 dice:

1 A lo largo del libro encontrará algunas frases dichas por Jesús de


Nazaret, mensajes que complementan de manera íntegra, en contexto y
en contenido. He de aclarar, que este libro no está basado en ningún
fundamentalismo o religión conocida.

31
«Cuando contempláis lo que se os parece, os alegráis;
pero cuando veáis vuestras propias imágenes hechas
antes que vosotros —imperecederas y a la vez invisibles—,
¿cuánto podréis aguantar?» (Tomás 84, Evangelios
Apócrifos2).

Somos seres espirituales con una naturaleza hecha para amar,


para entregar con generosidad, para vivir en armonía infinita,
para ser libres y para crear. El espíritu no sabe de ningún
esfuerzo para intentar ser, porque ya lo es. El amor y la
libertad nos permiten ser completos y vivir sin límites y en
legítima felicidad; nos hacen reír y disfrutar lo que somos y de
todo lo creado; nos hacen vivir en plena comunión y paz con
las demás entidades espirituales que existen.

Somos un espíritu de luz, fuerte y poderoso. Cada uno


representamos una célula del Creador, que por ser nuestro
Creador pasa a ser automáticamente nuestro Padre y Madre.
En este libro, me referiré en adelante al Creador o Dios, como
al Padre. Cada célula de Él, es pura, perfecta y santa, y junto
con otras formamos un infinito tapiz universal. Todos estamos
unidos el uno con el otro, unidos a una misma fuente y
formamos una sola composición; y aunque una célula forme
parte de un espacio específico y la otra de uno distante, no

2 Evangelios Apócrifos: el término Apócrifo, significa originalmente


escondido o secreto. Constituye una colección de textos auténticos,
datados de los primeros siglos d. C., que hacen referencia a los inicios
del cristianismo y la vida oculta de Jesús. Dentro de estos escritos se
hallan los Rollos del Mar Muerto (Rollos de Qumrán) y los textos de
Nag Hammadi, entre otros, encontrados en 1945 y 1946
respectivamente, los cuales no han sufrido modificación alguna. Los
referidos textos, fueron originalmente rechazados y excluidos por las
autoridades de la iglesia siendo omitidos del canon de la biblia; así
también, fueron ocultos y enterrados por los primeros cristianos para
evitar su posterior destrucción.

32
dejamos de interconectarnos como una red. Si parte de esta
red de la creación es alterada o dañada, toda la red se ve
alterada. El cuerpo humano sirve como perfecto ejemplo: si
algo duele o falla, instantáneamente el conjunto de la persona
se ve afectado.

Es por esta razón la afirmación que dice que “todos somos uno
solo”, y en verdad todos hacemos parte de un solo propósito en
el escenario del universo. Pero al mismo tiempo, somos célula
y como es a consideración, tenemos una función específica y
definida. A cada uno nos son dadas unas características y
cualidades naturales para llevar a cabo esa función particular.
Como espíritus tenemos una esencia y unos rasgos únicos,
tenemos dones selectos y nuestro propio arte para movernos
en el universo y desarrollar nuestra misión única e irrepetible.
Así como nuestros espíritus, así mismo son los cuerpos
humanos, todos hechos de la misma naturaleza y con las
mismas necesidades primordiales, pero cada uno con rasgos
distintivos como lo podemos ver claramente en los rostros
humanos.

En este respecto no caben las comparaciones de evaluar o


calificar quien es mejor o peor. En el reino espiritual de la luz
y el amor esto no es posible, pues cada uno es plenamente
consciente de lo que es y de dónde proviene. No hay
competencias ni guerras, no hay quien se sobre exalte o
subestime a sí mismo, o a los demás. En contraste, el amor, la
fascinación y el respeto por cada ser, son sinceros, sin medida
ni condición alguna.

33
El regalo de la libertad

El Padre Creador en cada respiración, inhala y exhala la


energía de amor en toda su pureza y majestad. Este amor
involucra también la libertad, y nosotros quienes somos sus
propias células al igual que el amor, tenemos como virtud
adicional, la libertad. ¡Sin libertad no hay amor y sin amor no
hay libertad!

Como espíritus creados por Dios hacemos lo que nos place con
plena consciencia y conocimiento profundo. Tenemos toda la
libertad para hacer con la propia existencia lo que decidamos.
Podemos estar en los diferentes planos dimensionales y
explorar las infinitas posibilidades, pero también si sentimos
la necesidad de estar lapsos de la eternidad en planos más
limitados, nada nos lo impedirá. Esto es lo que hemos
escogido todos los seres que hemos encarnado como seres
humanos en este plano tridimensional, el plano del espacio, el
tiempo y la materia. Hemos escogido estar en uno de los
planos donde el contraste entre el bien y el mal, el amor y el
odio, son posibles.

Estemos donde estemos, siempre llevaremos con nosotros ese


gran regalo de la libertad o libre albedrío. Escogemos vivir lo
que queramos y como lo deseemos. Nadie nos obliga a nada, ni
siquiera nuestro propio Padre. Sin embrago, si no nos
sentimos libres en este mundo de la materia, es porque hemos
decidido ponernos límites mentales y físicos a nosotros
mismos y a la sociedad que conformamos.

34
Somos seres creativos

El ente espiritual que somos, no conoce límites en forma o


dimensión. Podemos transformar nuestra silueta, similar al
cuerpo humano, en la forma que nos apetezca; podemos tomar
formas geométricas increíbles, de aspectos jamás imaginados
por el ser humano.

Nuestro espíritu no se encuentra en una sola dimensión como


lo estamos ahora en el estado físico o tercera dimensión. El
espíritu es multidimensional, es decir, tiene la habilidad de
estar en varias dimensiones al mismo tiempo. En esta forma
inmaterial no hay límite alguno. Tenemos una gran capacidad
de teletransportación y creatividad como muchos ni tan
siquiera han llegado a imaginar. Solamente los niños pequeños
guardan aún esa naturalidad de crear cuanto se les ocurra, sin
miedos ni prejuicios.

Lo que creemos que podemos crear con el cerebro humano, es


tan solo una millonésima parte de lo que realmente podemos
hacer en el espíritu. Cuando estamos en este cuerpo creamos
tanto objetos como situaciones estando sujetos al tiempo, al
espacio y a la materia. Todos somos conscientes de que para
crear una situación en el plano físico, se necesita encontrar el
espacio físico, el tiempo adecuado y las personas para hacerlo
un hecho real. Solo de esta manera nos es posible crear en la
tercera dimensión. La razón por la que es así, es porque
estamos sujetos a la materia, la cual es lenta, densa y pesada.
Por consiguiente, la materia limita temporalmente nuestra
capacidad creadora; sin embargo, hay que tener en cuenta que
si se es persistente en su objetivo, se puede lograr tener en
físico lo creado con el deseo y la imaginación.

35
En comparación, en el plano espiritual la capacidad creadora
no se ve limitada por el tiempo, por el espacio ni la materia. La
creación es simultánea al deseo y el pensamiento. Lo que
imaginemos, instantáneamente será un hecho. Si deseamos
estar en un sitio, allí estaremos en “milésimas de segundo” sin
siquiera tener que esperar. Para familiarizarnos basta con
recordar nuestros sueños donde podemos ver cosas extrañas y
hacer cosas espectaculares, y sobre todo si se trata de sueños
lúcidos. Descartemos que los sueños sean fantasía o irrealidad,
pues en verdad, los sueños son un reflejo real de nuestro
propio mundo espiritual, el mundo que hemos creado con
nuestros pensamientos, sentimientos, deseos, miedos y actos.

En el terreno espiritual la velocidad de la luz y la energía lo


puede crear todo sin límite alguno conocido. Con tan solo
pensar que usted flotará en el universo y explorará los
rincones que siempre soñó, allí estará sin mucha dificultad o
tiempo. Le será posible moverse rápidamente hacia la
dirección que desee.

En la dimensión del espíritu tampoco hay ni fecha ni hora. ¡El


tiempo, simplemente no existe! El tiempo no es más que un
concepto meramente humano y al no haber límites para la
creación, tampoco lo hay para el tiempo, es la multidimensión
del no tiempo.

¿Qué es el no tiempo?

El no tiempo es la suspensión en medio de infinitos


acontecimientos que suceden en el mismo instante y de
manera espontánea. Aquellos acontecimientos son como
estelas vivientes de energía suspendidas en medio del todo y
del vacío de lo existente.
36
Hechos de lo que conocemos como el tiempo pasado, se
suceden simultáneamente con el presente y con el futuro. Es
como si los tres tiempos estuvieran ocurriendo en el mismo
instante, pero en diferentes espacios del universo. Es posible
explorar con el pensamiento a través de estos acontecimientos
al mismo tiempo como si se estuviera observando un
fotograma, que proyecta todas las imágenes en el mismo
momento pero con precisa nitidez y realismo.

A continuación, les ejemplificaré el no tiempo con una


experiencia personal, en la que me fue posible tener una
vivencia en el no tiempo. Esta experiencia tuvo lugar a las
orillas de un lago.

Estando yo en un estado de profunda meditación, me levante y


con los ojos entrecerrados, me acerqué a unos restos de fibras
secas que se acumulaban justo en la orilla del lago. Al intentar
acariciarlas, en mi mente apareció una escena en la que se
recreaba la vida hace 2000 años en el oriente medio.
Escuchaba campanas atadas al cuello de animales y había
tiendas fabricadas con materiales naturales. Veía utensilios
hechos con fibras vegetales de color pardo y amarillo. Podía
oír las voces de los comerciantes y de la gente alrededor;
rostros aparecían en medio de mi pensamiento. El clima era
cálido, seco y el terreno era árido con vegetación típica de la
zona. Veía sandalias y túnicas hechas de piel, lana y lino,
ceñidas con cintos.

En el mismo instante, me vi yo misma en el presente,


contemplando aquella escena, pero mirando la paja gruesa en
la orilla del lago que me transportaba hacia aquel lugar. Al
mismo tiempo, podía observar árboles gigantescos que habían
existido en algún tiempo. Veía un hombre vestido con ropas de

37
color marrón, llevando sus ovejas; pero también, veía y sentía
acontecimientos que sucederían en el futuro como si estos ya
hubieran pasado. Todo se fundía como pinturas de varias
imágenes que se juntan en un collage, y al final, conforman
una sola imagen. Así es la mejor forma como puedo
ejemplificar el no tiempo. Todo fundido en el todo, pero en
total orden y armonía.

¿De dónde vienen nuestros espíritus?

Venimos de un mundo que nosotros percibimos como otra


dimensión o reino espiritual, donde la realidad es más viva y
más nítida en comparación a lo que experimentamos aquí en
esta vida y realidad humana. Venimos de un mundo que
hemos olvidado de manera temporal.

Para muchas personas un reino fuera del que capta su limitada


visión es casi que imposible, tan imposible para ellos como
creer que exista vida inteligente en al menos 100 a 200
billones de galaxias observables. Sin embargo, este reino es
innegable y ahora mismo flota en el espacio, en el aire que no
vemos e inunda todos los elementos naturales e inanimados,
entre ellos los objetos, los animales, las plantas, el agua, las
formaciones rocosas, los astros, el hombre mismo y otras
razas.

El reino espiritual está compuesto por diferentes planos. Cada


uno de estos planos posee diferente nivel de energía y luz. El
más luminoso es el plano donde reina el amor puro y la belleza
que sale del mismo. Es el plano donde el Padre tiene su
habitáculo y con Él, conviven los hijos que se han sobrepuesto
al sufrimiento, el odio y el dolor, aceptando vivir en el amor.

38
Hay otros planos donde su nivel de energía y luz dependen del
tipo e intensidad de sentimientos, pensamientos, actos e
intereses comunes (estados de la consciencia) que posean los
seres que allí habitan. Sin embargo, sea cual sea el plano, el
Padre está siempre presente, hasta en la más espesa oscuridad.
Cada ser o entidad se encuentra en el "sitio" o plano que es
más acorde con lo que abunda en su corazón espiritual. Así
como en esta vida terrenal nos encontramos con personas
similares a nosotros, ya sea en los aspectos positivos como en
los negativos, también allí convivimos con seres similares a
nosotros. Por eso es importante preguntarnos: ¿Qué hay en
nuestro corazón?, ¿qué tipo de pensamientos y sentimientos
nos rodean?, ¿tenemos amor u odio dentro nuestro?, ¿cuáles
son nuestras pasiones o adicciones?, ¿son constructivas o
destructivas?

Esto aparentemente parece contradecirse con la afirmación de


que somos una célula perfecta del Creador. Pero en verdad
recordemos que aunque somos su creación perfecta, también
Él nos da la libertad de tomar el camino que nos apetezca, el
de la benevolencia o el de la maldad. Si tomamos el camino del
amor o por el contrario el camino de la autodestrucción, será
nuestra decisión.

Cada entidad espiritual se encuentra en el plano que le


permite existir de acuerdo a su capacidad de vivir en el amor
o lo que es lo mismo, evolución espiritual. Acorde con estas
ideas, nuestro origen es el Padre pero venimos del plano en el
que mejor encajábamos según nuestro estado de evolución
espiritual antes de tomar este cuerpo. Por otro lado, vamos al
plano donde nos ajustemos de acuerdo con el grado de
evolución espiritual en el que hayamos avanzado o por el
contrario, en el que aún nos encontremos.

39
Posteriormente en el capítulo seis y de acuerdo al contexto,
haré alusión con más detalle a estos planos de existencia. Por
ahora, me centraré en ilustrar el primer plano, el plano de
existencia superior o reino de la luz.

El reino de la luz y el amor

En este reino inunda una luz que tiene vida en sí misma, es


clara, nítida y pura. Es reflejada por cada ser vivo que allí
habita, por el espacio mismo, y se extiende hacia el horizonte y
la eternidad. Esta luz no hace daño a los ojos espirituales;
tiene la función de dar vida y mantenerla. Es la luz que todo lo
sostiene y todo lo pone al descubierto, nada deja en oscuridad
ni en secreto. Todo en este reino es realmente claro y
cristalino.

El centro de este reino y quienes le dan vida son el Padre, el


Hijo y el Espíritu del amor. Ellos son la fuente de la que nace
la vida misma, la luz y todo lo que es posible allí. Por ellos, es
posible que exista este reino y todas sus maravillas. Son ellos
lo más sublime que existe allí y los demás seres les dan su
amor, gratitud, adoración y glorificación absoluta. Todos ellos
y el reino entero son servidos por seres con poderes y tareas
distintas (guías espirituales o ángeles), de los cuales
hablaremos en el capítulo nueve.

Dentro de los seres que conviven en este lugar están los seres
espirituales de luz, criaturas en apariencia semejantes a los
seres humanos. Hay seres de todas las “edades” con diferentes
matices y rasgos físicos, cada uno con sus particularidades
pero todos reflejando la belleza y la alegría que solo allí se
puede apreciar. La mayoría de ellos visten una reluciente
túnica de color claro, que emite la misma luz que permanece

40
en esa dimensión o reino. Aquellos seres ya han tenido sus
experiencias previas en la tierra como especie humana, en
otras razas en distintos lugares del universo o simplemente se
mantienen constantemente en su ser espiritual.

La indescriptible felicidad y plenitud, se exhalan por doquier.


Es una felicidad tan difícil de imaginar, pues aquí ni siquiera
con el tesoro más grande se podría comparar. Solamente
experimentándola se puede comprender; por ahora lo que
percibimos como felicidad es solamente una pequeñísima
chispa, un frágil esbozo.

De igual forma, aquí hay sensación de abundancia (no hace


falta nada interiormente ni alrededor) y confianza (ausencia
total de miedo o sentir que se hace algo erróneo), plena
seguridad y empoderamiento de sí mismo (amor propio y
aceptación total, sin sentirse superior ni inferior a nadie ni a
nada), protección (sensación de estar en el verdadero hogar),
unidad (estar unido a todo y continuidad con la vida), paz,
tranquilidad, eternidad (sentir como si se hubiera estado toda
la vida allí, sin recordar que se ha tenido una identidad o vida
en la Tierra), amor y éxtasis profundo sin fin.

En este reino encontramos múltiples seres vivos, todos de


infinita belleza que solo la luz les puede dar. Estos seres
cohabitan allí, en absoluta paz y hermandad. Es un reino
poblado por animales, todos los que en esta tierra conocemos
y aun más especies para nosotros desconocidas. Hay
diferentes especies en su hábitat y en libertad, sin embargo,
comparten el uno con el otro en armonía, equilibrio y amistad.
Allí no se encontrará un pájaro en una jaula, un pez en un
acuario o un animal atado a una cuerda. Convive el león con la
hiena, el pájaro con el insecto, el lobo con el oso y la serpiente

41
con el ratón. Aunque todos son diferentes, su unión en el amor
absoluto los convierte en hermanos compasivos, con ternura y
respeto por ellos mismos y por el hogar al que pertenecen.
Todos están donde les apetece estar, a ninguno se le obliga
hacer algo que no quiere. En el reino del espíritu del amor, las
prisiones y las obligaciones no existen. Así tampoco, hay que
luchar por el alimento o por su territorio porque todos tienen
absolutamente todo lo que necesitan.

En este lugar las cosas parecen tan limpias, tan brillantes, tan
nítidas y tan definidas, que todo parece como nuevo, sin uso o
contaminación alguna. El agua es cristalina y de una pureza
incalculable, da la apariencia como si se renovara a su paso.
Posee unos destellos y un brillo deslumbrante, y emana
directamente de la luz que da la vida. Su temperatura es
cálida, perfecta, y no hay formas ni movimientos en ella que
puedan hacer daño alguno. El que sea explorada para ella es
un mero placer y se alegra cuando se le acaricia. Al igual que el
agua, la temperatura en el ambiente es perfecta. No hay ni un
frío que hace destemplar los dedos ni un calor que sofoque, su
medida se encuentra en el punto perfecto.

Dentro de este mundo hay diferentes ecosistemas: mar,


montañas, praderas, desierto y un lugar donde el invierno y la
nieve son constantes. La diversidad de la flora también es
increíblemente fantástica; hay tanto especies terrestres como
especies desconocidas y su variedad y belleza lo llena todo. Se
encuentran flores y árboles de diferentes tipos, y un
entramado de especies vegetales que se entretejen las unas con
las otras, formando un espectáculo natural apenas visto en el
planeta tierra.

42
Sus colores abarcan todo el espectro visible como lo vemos en
el arcoíris y además, colores indescriptibles jamás conocidos
por la especie humana. Las flores tienen la capacidad de
transformar sus colores espléndidos y brillantes. Ellas, con su
deliciosa y delicada fragancia, se mueven al son de una
melodía en perfecta armonía. Parecen tener verdadera vida y
propia personalidad, siéndoles posible comunicar sus
sentimientos. En comparación a lo que hemos visto en nuestra
vida terrena, ellas allí pueden cantar e imitar un baile suave y
armónico. Parecen admirar su propia belleza, la creación y la
mano que las sustenta, formando campos extensos de
inexorable belleza.

Los bosques dan la impresión de extenderse en el infinito y los


árboles que los conforman, son gigantes y poderosos. Sus
copas forman cúpulas hermosas, que son atravesadas por la
hermosura de la luz divina, llenando todo el espacio sin dejar
un solo rincón en oscuridad. Allí no hay sol que se desvanezca
o deje sin calor los bosques ni las selvas. Cada hoja se mueve al
unísono de la brisa, emitiendo destellos de magia y brillo.

Todo lo que necesitan estas especies vegetales es suplido de


manera generosa y amorosa. No hace falta nada ni se extraña
nada. Si por curiosidad se llegase a arrancar una flor o alguna
hierba, ésta no morirá ni se marchitará jamás. Bastará con
volverla a poner en contacto con la planta o en la tierra, y allí
seguirá viva y despampanante como siempre.

También existen construcciones similares a lo que conocemos


como ciudades; hay castillos impresionantes, casas de
diferentes formas y tamaños, y creaciones arquitectónicas que
no existen en la tierra. Los materiales con las que son hechas
las edificaciones son de cristal sólido, del mármol más fino y

43
pulido, de madera, de metales y piedras preciosas, entre otros.
Parecen siempre nuevas y de una pureza impecable,
adornadas de flores y grandes jardines a su alrededor. El
cristal parece transmitir energía pura y partículas brillantes y
cristalinas que se mueven continuamente. Aquello es tan solo
un reflejo de lo profundamente bello que se puede crear con el
amor.

Todos viven en libertad, amor, entendimiento y cada quien


hace lo que le gusta. Hay multitud y variadas actividades que
realizar en el plano de la luz, aquí no es posible el
aburrimiento nunca, pues todo es renovado y la creatividad no
tiene límites. Se tiene la sensación de mucha actividad, de
estar viviendo miles de experiencias o aventuras y de visualizar
muchas imágenes muy coloridas y detalladas al mismo tiempo.
De igual forma, hacen parte de este plano el aprendizaje, la
creación de nuevas cosas (seres, formas de materia y energía,
estados del ser, ciencias del universo, etc.), la música, la
pintura, el canto, el baile, el juego, etc., siendo tan solo una
millonésima parte de las innumerables actividades que se
pueden realizar allí.

La comida también existe en este reino; hay frutos grandes y


exóticos que se pueden comer con cáscara, que en la tierra no
son conocidos. Sus sabores son concentrados y sus
ingredientes y creaciones gastronómicas son únicas y de gran
excelencia.

Puede que algo de lo que se ha descrito suene a fantasía, pero


es tan posible poder experimentar, sentir y deleitarse con
diferentes cosas y sensaciones en el reino espiritual, así como
lo hacemos en el plano físico, pues este último no podría
coexistir sin el plano espiritual, pues en el, tiene su origen.

44
Nota: los detalles anteriormente expuestos son producto de
experiencias personales a través de la meditación profunda,
contacto con entidades espirituales y a partir de detalles que
he recogido a lo largo de años de estudio sobre personas que
han tenido Experiencias Cercanas a la Muerte3 (ECM).

Propósito de la existencia espiritual

El propósito por el cual fuimos creados los seres espirituales es


con el fin de vivir, amar, conocer y experimentar lo que existe
tanto en el plano físico como en el plano espiritual. Cuando
existimos tenemos la gran oportunidad de explorar todo a
nuestro alrededor, podemos descubrir nuevas cosas y
aprender sobre cada una de ellas. El conocimiento es una de
las cosas más importantes en el propósito de la existencia,
puesto que nos permite el crecimiento y la evolución
espiritual.

El espíritu a lo largo de su existencia, ha trazado un plan con el


objetivo de lograr ese crecimiento y evolución que le beneficie
a él mismo, pero también al universo. Este plan del espíritu
podríamos asimilarlo al proceso de crecimiento y desarrollo de
un ser humano, el cual consiste en nacer, aprender poco a
poco, conocer por medio de la experimentación e integrarse en
el nuevo mundo al cual pertenece.

En el plan del espíritu el conocimiento y la experiencia se


ganan a través de la existencia en distintos planos
dimensionales, pero también en la vivencia de diferentes vidas

3 Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM): son percepciones del


entorno narradas por personas que han estado a punto de morir o que
han pasado por una muerte clínica y han sobrevivido.

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humanas o reencarnaciones. A través de este camino que
recorre la entidad espiritual, se encontrará con muchos otros
seres, que de igual manera, se encuentran haciendo su
recorrido a través de la existencia.

Con anterioridad, hemos planeado nuestros retos y objetivos, y


vinimos aquí para experimentarlos. Cada quien elige
encontrar espíritus conforme a su plan espiritual que sean
compatibles a su nivel espiritual, a su desarrollo y a su
aprendizaje. Esto quiere decir que unos vendrán para
aprender lecciones en grupo, pero también habrá en medio de
ese grupo, entidades espirituales que tengan una experiencia y
un conocimiento más complejo con el propósito de enseñar y
ayudar a las otras entidades. En común acuerdo, algunas
entidades del grupo se encontrarán no solo en una, sino en
varias vidas, pues entre ellas deberán solucionar determinadas
situaciones o conflictos (lo que se conoce como deuda
kármica) hasta que encuentren finalmente el camino del amor
y el perdón. Es decir, si en alguna vida se ha generado una
situación de conflicto, por acuerdo mutuo se encontrarán de
nuevo en otra(s) vida(s) con el fin de solucionar aquello que
les ha desviado de seguir un camino juntos, en amor y
comunión.

Nada de lo que ocurra es impuesto por otros seres, todo se


hace a plena consciencia en predeterminación con nuestros
compañeros de vida y con la guía por parte de espíritus
ancestrales, los cuales ya han atesorado su propia experiencia
y son altamente evolucionados.

La experiencia que construimos a lo largo de nuestra


existencia espiritual, nos es permitida vivirla en libre albedrío,

46
pues solo en libertad podemos saber realmente quiénes somos
y qué somos capaces de hacer y de dar a la demás creación.

Pero el más importante propósito y por el cual fuimos hechos,


es el amor. El amor es nuestra más grande virtud, es decir, el
mayor potencial que tenemos desde el principio de la creación.
El amor es la piedra angular que contiene todo lo que fue
creado desde el principio y hasta la eternidad, y nos permite
sentir la alegría y la felicidad absoluta de existir. El amor es la
energía que nos permite compartir y ver lo bello de la vida y de
la existencia en cualquiera de los planos dimensionales,
llenándonos de gozo y satisfacción.

Historia del pequeño Matt y Akai

A continuación les contaré una breve historia sobre la vida de


los pequeños Matt y Akai, quienes al final de su travesía
descubren quiénes eran y para qué existían.

Érase una vez, dos pequeños niños que se llamaban Matt y


Akai. Los pequeños vivían en la casa de su padre; allí lo tenían
todo y eran infinitamente amados y felices. Hasta que un día,
Matt y Akai decidieron salir de su casa para explorar el grande
y maravilloso mundo que había construido su padre, pero con
el convencimiento de que algún día deberían volver a casa.

Su padre quien les amaba mucho, les entregó una bolsa llena
de tesoros para que pudieran valerse de ellos durante su viaje
y les dio su bendición. Entonces, Matt y Akai salieron a
recorrer el mundo con todo lo que tenían. De en medio del
camino, salían otros caminos; cada uno tenía señales que los
conducían a distintos lugares, así que los pequeños tenían que
tomar la decisión de que camino coger dependiendo de qué era

47
lo que buscaban aprender o conocer. Matt y Akai elegían
ayudándose de su intuición, de su voz interior y de las cosas
que habían aprendido con su padre.

A lo largo del camino siempre había seres y formaciones de


todas las especies. Matt y Akai estaban sorprendidos y
fascinados con todos los seres y las cosas nuevas que conocían.
Dentro de aquellos seres había unos hermosos y amorosos que
les ayudaban y guiaban, pero también, había seres odiosos que
los obstaculizaban, los confundían y les hacían perder su
camino. Así que los hermanos tuvieron que aprender a
conocerlos y escucharlos con atención, para saber cómo
debían comportarse ante cada uno de ellos y sortear las
circunstancias que se presentaban a su paso.

En medio del camino había casas con formas y características


especiales, las cuales estaban destinadas para que Matt y Akai
pudieran vivir y disfrutar de ellas por un tiempo. En ellas
podrían aprender y experimentar la vida por sí mismos. Estas
casas tenían cada una su propio nombre tallado en la puerta
principal y cada casa representaba un nuevo cuerpo humano;
allí podrían quedarse cada uno en su propia casa y habitar
cuantas casas consideraran, según su propósito y el tiempo
que ellos mismos habían escogido. En sus respectivas casas
Matt y Akai podrían conocer, aprender y compartir con los
demás seres a su alrededor, y además aprender grandes
lecciones de vida. Pero cuando pasara el tiempo que los
pequeños habían predestinado para estar en cada una de las
casas, aquellas serían destruidas, pues nadie más podría volver
a habitarlas, y mucho menos, volver a reconstruir sobre ellas.

Así lo hicieron. Siguieron sus caminos y a lo largo de sus vidas


habitaron en diferentes casas. Hubo muchas de ellas que les

48
gustaban y otras que no; a veces se sentían felices en ellas y
otras veces no. Akai por un lado, comprendió que sus
experiencias vividas fuera de su hogar original, eran muy
enriquecedoras, pero con el tiempo se dio cuenta que su lugar
y destino era volver a casa de su padre para estar unido con él.
Así que experimentaba el mundo, pero cada vez que habitaba y
dejaba una casa, decidía volver al hogar de su padre, pues
había aprendido que lo más valioso en su existencia, era el
amor de su padre y no el apego a las cosas del mundo. Cada
vez que regresaba, su padre le envolvía en sus brazos y lo
llenaba de júbilo y un amor infinito.

Por otro lado, a Matt algunas de estas casas y las cosas que
había construido en ellas con ayuda del tesoro que su padre le
había dado, lograban atraparlo. Y aunque podría tener la
posibilidad de retornar de nuevo a casa, para el pequeño Matt
algunas veces era difícil desapegarse de lo que él creía, eran
sus posesiones. Él había olvidado que estas eran viviendas
temporales, que debía dejar algún día por completo. Así que el
pequeño Matt por libre elección decidió quedarse vagabundo
alrededor de las casas ya destruidas que lo habían ahogado de
ambición, lo habían esclavizado emocionalmente por diversas
circunstancias, incapaz de desprenderse de todo lo que para él
significó alguna vez.

Su atención la había puesto en ilusiones temporales y se había


olvidado de seguir su camino, y retornar a su verdadero y
permanente hogar que era la casa de su padre. Así se quedaría
deambulando por el camino, siendo presa de sus propios
pensamientos, apegos y obsesiones hasta que llegara el día en
que reflexionara y recordara quién era, de dónde venía y a
dónde debería volver.

49
Su padre mientras tanto lo esperaba, pero sabía en su corazón
de los tropiezos por los que pasaba su hijo. Así que decidió
enviar un mensajero para buscarlo y recordarle que era hora
de volver a casa con su padre, quien lo esperaba con gran amor
y felicidad de verlo.

El pequeño Matt después de haber recorrido las grandes


dimensiones del mundo y después de haber construido y
destruido sobre la tierra, se percató de la presencia del
mensajero y se dio cuenta de que ya había estado mucho
tiempo fuera y lejos de su padre. En este mismo instante, fue
cuando decidió retomar su camino de vuelta a casa.

Cuando llegó, Matt se había dado cuenta que ya no era el


pequeño Matt, sino que se había convertido en un ser más
grande, más experimentado y más evolucionado. Su padre al
verle, corrió junto a él y abrazándole con gran júbilo y
felicidad, lo sentó en su regazo llenándolo de nuevo amor y
energía de vida.

Matt, cansado, se quedó allí hasta recuperar todas las fuerzas


que había perdido. Cuando estuvo lleno de vitalidad se levantó
y se entregó al disfrute del hogar que tanto había querido
desde su niñez y que en lo más profundo de su alma, siempre
había anhelado tener a lo largo de su travesía. Solo estando en
su verdadero hogar, pudo darse cuenta de lo completo e
infinitamente amado que había sido por siempre.

50
Capítulo IV

Desarrollo de la existencia humana

¿Por qué nacimos en medio de nuestra familia y no en otra?


¿Por qué vivimos en medio de las circunstancias presentes en
nuestra vida? ¿Cómo se ve alterada la influencia del amor en
nuestra vida? En el presente capítulo abordaremos las razones
del porqué de cada uno de estos interrogantes, con el fin de
que usted pueda entender las circunstancias de su vida actual.

Escogiendo nuestra vida

Aparentemente para la mayoría de la gente era una casualidad


que hubiéramos nacido en nuestra familia materna – paterna
¿verdad? Pero aunque parezca increíble e incomprensible,
somos nosotros mismos los que hemos escogido nuestra
familia. Hemos escogido nuestros padres y nuestros
hermanos. También hemos escogido nuestro destino, es decir,
las circunstancias que vamos a vivir en nuestra vida. Pero,
¿por qué y para qué?

Como entidades espirituales, recordemos que es nuestro


principal propósito el crecimiento y la evolución espiritual a
través de la práctica del amor. Con el fin de cumplir este
propósito, todos nosotros hemos optado por tomar parte de la
experiencia humana, y para ello, primero hemos de escoger
nuestra familia.

Ahora bien, antes de tomar nuestra nueva vida humana, hay


un momento en el plano espiritual, el cual dedicamos
51
cuidadosamente a escoger entre varias madres y familias. Para
llevar a cabo esta tarea se nos facilita la ayuda de algunos seres
de luz, quienes nos guían y nos muestran el mapa de las
personas y los acontecimientos detrás de cada elección
familiar. Estos seres de luz poseen una experiencia y un
conocimiento divino, que les permite saber todos los rasgos
acerca de nuestras posibles vidas futuras.

De esta manera escogemos entonces la familia, que nos va a


facilitar el aprendizaje y el desarrollo a nivel psicológico,
espiritual y moral. Escogemos la familia que nos facilitará vivir
ciertas experiencias y con la que atravesaremos determinadas
circunstancias, de las cuales aprenderemos lo que
consideramos nos hace falta experimentar y al mismo tiempo,
fortalecernos en áreas en las que no tenemos la suficiente
madurez espiritual. Estas experiencias serán positivas, pero
también negativas, pues del error es de donde más se aprende,
a partir del sufrimiento y del dolor, tendemos a buscar de
nuevo la paz y el equilibrio. Aquellas experiencias también nos
enseñarán y nos impulsarán a enseñar a otros las lecciones
aprendidas; y si aún no se hubieren aprendido algunas de
ellas, ya vendrá otro tiempo, otra oportunidad y otras personas
para hacerlo.

Estas experiencias nos van a permitir moldear poco a poco


nuestro carácter; mediremos y probaremos nuestras fortalezas
y debilidades. No obstante, también nos mostrarán quiénes
somos, qué somos capaces de hacer, cuánto estamos
dispuestos a amar y hasta dónde nos permitirá llegar nuestra
valentía, o por el contrario, nuestra cobardía y orgullo.

De la misma manera, los guías de luz nos mostrarán el


carácter, la personalidad, el temperamento y las tendencias

52
que tendrán los miembros de nuestra futura familia, y
asimismo, nuestras propias características. De esta forma,
sabremos a ciencia cierta a qué nos vamos a enfrentar, pero
todo con el objetivo de aprender y madurar nuestro espíritu en
esa determinada vida.

También sabremos los posibles acontecimientos que


ocurrirán, siendo conscientes de que no serán accidentes, sino
que serán hechos premeditados por nuestra libre elección.
Sabremos el país y la cultura por la que seremos influenciados;
toda nuestra infancia, la escuela, nuestra adolescencia, nuestra
etapa adulta y los amigos que tendremos nos será conocido.
Asimismo nuestras aficiones y tendencias a nivel psicológico,
físico, material y ocupacional. Igualmente sabremos de
antemano cuáles serán nuestras posibles parejas y
dependiendo de ello, así también serán los hijos que nos
escojan.

Respecto a las enfermedades y los accidentes, tampoco esto


será al azar. Todo ello dependerá de nuestra evolución
espiritual o capacidad para amar, de nuestros pensamientos,
de nuestros miedos, de nuestro carácter y tendencias
emocionales. Aunque nos cueste creer ni los accidentes son
accidentes ni las enfermedades vienen de la nada o como
“castigo de Dios”. Todo ello está directamente relacionado con
lo que somos y lo que hacemos.

¿Y qué decir del cuerpo que habitamos? Así como escogemos


nuestros padres, también sabemos de antemano cómo serán
sus rasgos genéticos (incluidas enfermedades, material
genético defectuoso, temperamento, etc.) y sus características
físicas, y por ende las nuestras y la de nuestros hermanos ya
nacidos o posibles hermanos futuros.

53
Hay que señalar y bien es cierto, que hay cosas que nos gustan
de nuestro cuerpo y agradecemos por ello, pero también hay
cosas que nos disgustan, que nos hacen sufrir y precisamente
eso hace parte del “juego de la vida”, bien sea para aprender a
valorarnos más por quienes somos o para mejorar lo que no
nos gusta, o bien, para sacar el mejor provecho de lo que nos
parece atractivo.

Respecto al día y la forma de morir, ya también ha sido


predestinado por nosotros mismos. Sin embargo, es
importante tener en cuenta que la edad no es una regla como
muchos así lo creen, pues es evidente que ninguno ha
comprado un boleto hasta los ochenta o noventa años. Ahora
estamos aquí en nuestro cuerpo y hemos olvidado todo el
preconocimiento que tenemos acerca de toda nuestra vida.
Pero recordemos que en medio de nuestra amnesia temporal,
la muerte llegará a cualquier edad, en cualquier momento y
cuando menos la esperamos, justo cuando ya hayamos
cumplido nuestro tiempo, nuestras lecciones y nuestras
misiones.

Por último, debemos saber cómo manejar el libre albedrío que


se nos ha dado. Aunque hay un camino ya trazado semejante a
un mapa, también tenemos la libertad y la responsabilidad de
actuar en cada momento como lo escojamos, dándole el matiz
que deseemos a nuestro camino, pues de nuestras decisiones y
actos del momento, dependerá el desarrollo de nuestra vida de
una manera constructiva o destructiva, y esta es la mayor de
las pruebas.

54
El comienzo de nuestra vida como ser humano

La vida del ser humano empieza a partir del momento en que


cada uno de nosotros hemos decidido elegir una familia y
tomar un cuerpo. Justo en el momento de la gestación, se nos
es permitido entrar en aquel cálido cuerpo suspendido en el
vientre materno.

Es en este instante cuando comienza la aventura de la vida


humana. Junto con esta madre y en medio de sus
circunstancias, daremos inicio a toda nuestra proyección de
vida. Todo nuestro conocimiento está fresco pero con el paso
del tiempo, en los primeros años de infancia, iremos olvidando
todo lo que en el fondo ya sabemos.

La razón del porqué olvidamos, es porque si supiéramos


conscientemente con antelación todo lo que podría ocurrir,
sería para nosotros una gran carga psicológica y por ende
afectaría nuestra vida, sobre todo tratándose de
acontecimientos negativos. Evidentemente, necesitamos de
ciertos filtros para protegernos y llevar una vida más
espontánea. Si no fuera así viviríamos siempre condicionados
y predispuestos, sin poder disfrutar al máximo el encanto del
momento, además de tornarse en una existencia monótona y
aburrida. La magia, la ilusión y la expectativa de vivir se
desvanecerían, puesto que ya sabríamos todo lo que podría
acontecer.

Aunque bien es cierto que todos tenemos la capacidad innata


de intuir el futuro, solo algunas personas con cierta
sensibilidad logran desarrollar esta habilidad, pero siempre
dentro de ciertos límites.

55
El espíritu en su nuevo cuerpo

Es indiscutible que, pasar de un estado espiritual donde se está


completamente libre, sin obstáculo ni limitación alguna, a
“enfrascarse” en un pequeño y angosto cuerpo humano, es una
experiencia traumática. Es como pasar de la libertad total, a
una “prisión” temporal de manera repentina.

De bebés todavía conservamos fresca nuestra vida en el


espíritu y tenemos la capacidad de ver y sentir en el plano
espiritual. Poseemos la habilidad de imaginar y crear, así como
lo hacemos en espíritu; para los niños aún no hay nada en el
mundo espiritual que pueda ser absurdo o imposible.

Es por esta razón que de muy pequeños, todos podemos ver y


sentir a menudo seres espirituales, cosa que para los adultos es
ya extraño o simple “fantasía de niños”. Los seres que
podemos ver no son como en las películas, sino son seres de
luz que nos acompañan a lo largo de nuestra vida. No
obstante, también podemos ver seres que deciden quedarse en
la esfera terrestre temporalmente, o seres de la oscuridad y
espíritus que vienen desde planos de existencia más bajos.
Esta es una realidad y no deberíamos evadirla ni negarla, por
miedo o por la natural ignorancia de nuestra condición
humana.

Cuando somos bebés no sabemos aún nada de lo que significa


existir en un cuerpo y tampoco de la vida humana. Todo en el
plano carnal y material es completamente desconocido para
nosotros, pero a medida que vamos creciendo, vamos
adaptándonos gracias a la enseñanza y el ejemplo que vemos
en nuestra familia o en las personas a nuestro cargo.

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Se nos enseña a comer, a ir al baño, a caminar, a bañarnos, a
jugar y a entretenernos, todo en el marco del tiempo.
Aprendemos a hacernos nuestro espacio en medio del mundo
material, dejándonos llevar de nuestros instintos,
pensamientos, emociones y sentimientos. Nos vemos sujetos a
los deberes y normas familiares, escolares y sociales, y de este
modo vamos perdiendo gradualmente la libertad con la que
veníamos. Ahora estamos sujetos al cuerpo, a la vida humana y
al mundo de la materia.

Espíritu vs. Cuerpo - Cerebro

¿Qué relación hay entre el cuerpo, el cerebro y el espíritu?

Pues bien, la educación y la ciencia nos han enseñado por


mucho tiempo, que el cerebro es el motor de todo nuestro
cuerpo y que el cuerpo por sí solo, es el que nos da la
posibilidad de existir, vivir y de relacionarnos con el mundo
externo.

Sin embargo, debemos considerar lo siguiente: el cuerpo en su


conjunto es un medio o un vehículo, el cual hemos tomado con
el fin de experimentar el mundo físico, de podernos comunicar
y de relacionarnos con los demás seres físicos. El cuerpo que
ahora poseemos, es la parte visible de nuestro ser. Está
diseñado de la manera más perfecta para que podamos
adaptarnos y vivir en la dimensión física.

Si echamos una mirada más profunda, veremos que nuestro


cerebro por su parte, es el órgano que dirige el cuerpo. Aquel
posee la central inteligente, formada por una red de
conexiones neuronales que transmiten señales eléctricas a
todo el cuerpo para su correcto funcionamiento. Estas señales

57
envían mensajes a cada órgano y tejido para que continúen
cumpliendo con su función, y si algún nervio como tal se viera
afectado, ya no podrían seguir trabajando correctamente los
respectivos órganos de nuestros sistemas. Pero aun así, el
cuerpo cuenta con los mecanismos perfectos para seguir
funcionando de la mejor manera posible y es una gran
maquina inteligente, con un gran diseño y una gran capacidad
de adaptación al medio ambiente.

Sin embargo, surgen aquí algunas preguntas importantes: ¿es


nuestro cuerpo el que nos da la posibilidad de existir como los
seres que somos? Para la ciencia occidental, es casi una
aseveración, mas yo diría que no. La razón es porque el cuerpo
es solamente un medio que nos permite hacer parte y
comunicarnos con el mundo de la materia.

Ahora, ¿es en nuestro cerebro dónde se generan nuestras


facultades mentales, es decir, nuestros pensamientos,
sentimientos, emociones y deseos? Me atrevería a afirmar que
tampoco es así. Nuestro cerebro es un hábil receptor de
nuestros pensamientos, sentimientos, emociones y deseos, y es
aquel el que se encarga de transferirlos y exteriorizarlos a
través de nuestros sentidos, del habla, de la gesticulación, del
lenguaje corporal y de nuestros actos en general.

Si es así entonces, ¿quién o en dónde se generan nuestras


facultades mentales? Las facultades mentales del ser humano
se generan en nuestra consciencia, es decir, en la esencia de
nuestro propio espíritu. Ha de saberse que la consciencia es el
espíritu mismo y lo que somos en su máxima expresión. Es
allí, en la consciencia, donde creamos todos nuestros
pensamientos y deseos, y a partir de estos, se generan nuestras

58
emociones y sentimientos, así como también nuestros actos,
tanto en el plano espiritual como en el material.

Vida y desarrollo del ser humano, una realidad


bipolar

Niñez

En el momento en el que ya estamos integrados en la familia,


empezamos a vivir, aprender y desarrollarnos de acuerdo a sus
principios, hábitos y formas de pensar. Aunque todavía somos
muy pequeños, desde nuestros primeros días en la familia e
incluso desde el vientre materno, nos vemos ya influenciados a
nivel físico y espiritual. Pareciera que a los ojos de los adultos,
los bebés no saben ni entienden mucho de lo que pasa a su
alrededor, pero una parte del ser que conforma ahora, el
espíritu, lo siente y lo absorbe todo, dejando en su consciencia
impresiones profundas. No es de extrañarse cuando los niños
a causa de las tensiones en el ambiente familiar enferman,
sobre todo cuando son seres muy sensibles.

A medida que vamos creciendo, no tenemos otra opción más


que aprender e imitar los comportamientos y los hábitos según
el ejemplo que observamos. A quienes tomamos como modelo
principal, son a los padres y demás seres con quienes
convivimos.

Observamos y repetimos todo lo que vemos, pues nuestro


instinto humano y de sobrevivencia nos empuja a hacerlo con
el fin de vernos incluidos y aceptados dentro de la familia. Sin
embargo, todos llevamos impreso en nuestro espíritu quienes
somos y cada uno de los rasgos que nos caracterizan como

59
individuos. Llevamos nuestra propia historia, nuestras
virtudes y dones, y la misión que hemos de cumplir en la
presente vida humana. Es por ello que podemos ya observar
en los niños sus actitudes y sus comportamientos particulares;
su carácter, su temperamento, sus tendencias, sus habilidades
y sus debilidades, y con las cuales hemos de saber trabajar y
aprovechar al máximo y con sabiduría.

¿Qué es, cómo se forma y cómo se ve influenciado el


carácter?

La palabra carácter viene del griego kharakter. Está formada


de Kharassein (grabar) y el sufijo ter (agente), es decir, el que
hace marcas. Se origina también de la palabra impresión que
quiere decir, lo que la naturaleza ha grabado en nosotros.

Según el diccionario de la RAE, el carácter es el conjunto de


cualidades o circunstancias propias de una cosa, de una
persona o de una colectividad, que las distingue por su modo
de ser y obrar, de los demás.

El carácter es manifestado con la naturaleza humana, pero


también se ve influenciado por la familia, el entorno social, la
cultura y la educación hasta llegar el individuo a la edad de la
adolescencia.

Por consiguiente, cuando un niño ha recibido estímulos


positivos y ha sido tratado con afecto y respeto, los rasgos
positivos en su carácter han de volverse más fuertes y
definidos. El niño ha de sacar provecho de aquellos rasgos que
él sabe, le favorecen en su vida misma y en la relación con los
demás individuos; de esta forma se ve impulsado a mejorarse
en aquellos aspectos que le obstaculizan. Por ejemplo, un

60
sujeto con un carácter perseverante luchará por conseguir a
toda costa lo que se propone. No dudará en perseguir sus
ideales y hará el esfuerzo por levantarse más fácilmente si cae,
o rectificarse si comete un error. Tanto el niño como los padres
se sentirán felices y satisfechos, y el niño aprenderá una
disciplina y a ser emprendedor en pro de lo que él ama hacer.

Por el contrario, si el niño ha recibido maltratos físicos y


psicológicos, es constantemente dejado en soledad, carece de
la guía de sus padres, recibe poca o ninguna motivación o se le
mira como una carga y un problema, es muy probable que el
niño termine desarrollando las inclinaciones negativas de su
carácter. Aquellas se convertirán en un arma potencialmente
peligrosa en contra del desarrollo de la persona y su relación
con los demás. Si un individuo, por ejemplo, posee un carácter
tímido, normalmente, tenderá al aislamiento, a la
introversión, a reprimirse a sí mismo, a desarrollar miedos, a
ser inseguro, a ser agresivo y estar a la defensiva.

Así también, muchos de los rasgos positivos de la persona


dejarán de aprovecharse, tornándose en rasgos adversos. Es
decir, una persona con un carácter tenaz y valiente, se tornará
en alguien atrevido, agresivo y defensivo.

Desde este punto de vista, podemos ver la importancia que


tenemos como educadores a la hora de participar en la crianza
de un individuo, puesto que lo que reciba en su infancia, se
reflejará en su carácter y en su paso por la vida.

61
El temperamento

Se refiere a la manera particular de reaccionar psíquicamente


ante los hechos, siendo influido por el estado de ánimo y la
motivación de la persona. El temperamento es hereditario; así
que cuando un individuo por ejemplo, nace de padres con un
temperamento colérico e impulsivo, él mostrará similares
características y tendencias en su modo de reaccionar ante las
situaciones de la vida.

El temperamento se relaciona con las características del


sistema nervioso y endocrino, manifestándose en
determinados rasgos psicológicos y físicos de la persona. Se
expresa a través de las emociones, la sensibilidad, los impulsos
y los sentimientos.

Entre los rasgos del temperamento que podemos encontrar, se


encuentran la actividad o pasividad, la impulsividad o
reflexión, la agresividad o tranquilidad y la afectividad o
frialdad, entre otros.

La influencia del temperamento en nuestras vidas, se ve


reflejado en los siguientes aspectos:

 La elección de determinados ambientes y entornos. Por


ejemplo, personas extrovertidas y sociables, buscarán
estar en compañía de otras personas y desarrollar
actividades que involucren estar con gente.
 La conducta temprana en un niño, influirá en las
reacciones que los demás tendrán hacia él.
 Las mismas experiencias y entornos, ejercerán un
efecto muy diferente, en niños con temperamentos
distintos.

62
 El temperamento se va afinando a través del entorno,
desde la infancia temprana.
 Conduce a que se intensifiquen los rasgos positivos y
negativos del carácter.

La personalidad

Se refiere al conjunto de rasgos cognitivos, afectivos y


conductas de un individuo que lo distinguen de las otras
personas. La personalidad está formada por el carácter y el
temperamento. La formación de la personalidad se ve
influenciada por la afectividad, es decir, la forma en que
percibimos nuestros propios sentimientos y los de los demás.

Desde el nacimiento establecemos diversas relaciones sociales


que pueden ser por un corto periodo de tiempo y otras de
mayor duración como la relación padres - hijos, las cuales
influyen de forma importante en nuestra personalidad. La
interacción y el lazo afectivo que desarrollamos con nuestros
padres, nos proporciona la seguridad emocional necesaria
para el progreso de nuestras habilidades psicológicas y
sociales. Pero si hay carencia de afecto en la familia, aquello se
manifestará en conductas negativas en la infancia y
posteriormente en la edad adulta.

Otro de los aspectos que influyen en la personalidad, es el


proceso de socialización, donde los niños adoptan los modelos
culturales de la sociedad en la que crecen, convirtiéndolos en
sus propios parámetros y normas personales de vida. De este
modo, la persona será en el futuro la confluencia entre el
carácter, el temperamento, la cultura y las relaciones
establecidas en su entorno.

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Adolescencia

En la adolescencia es donde formamos nuestra propia


identidad y nos preparamos para la edad adulta. Al llegar a la
adolescencia se generan cambios hormonales y físicos, a la vez
que crece un gran interés por la apariencia personal y cómo
nos ven las personas a nuestro alrededor. El interés por el
desarrollo y experimentación de la propia sexualidad aumenta
y la atracción hacia el sexo opuesto se hace más evidente.

Queremos tener nuestro grupo de amigos con quienes


compartir nuestras experiencias personales y al mismo
tiempo, experimentar con ellos cosas nuevas en la vida. La
emoción, los impulsos, la curiosidad por lo desconocido, la
euforia, la aventura y el atreverse a hacer cosas que jamás
hemos hecho, mueven nuestro motor interior. En este instante
de la vida, no queremos que nadie nos obstaculice y queremos
lograr nuestra independencia a toda costa. Por esta razón, la
relación con quienes convivimos, generalmente se altera y
surgen las disputas, pues ya no queremos ser los niños que
quieren complacer y agradar todo el tiempo a los otros como
cuando éramos niños, sino que nos centramos en nuestro
mundo interno y en nuestros deseos. Nos enfocamos en el
momento presente, olvidando las consecuencias de nuestros
hechos.

Es en esta época donde pasamos por una etapa de notable


egocentrismo, donde lo más importante somos nosotros
mismos y la relación con quienes nos podemos entender mejor
y compartir lo que vivimos en el interior.

Este tránsito de la vida nos lleva a un conflicto interno, puesto


que nos vemos en el límite de abandonar la protección y

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seguridad de nuestro hogar, para aventurarnos a buscar
nuestra propia independencia y elegir un futuro.

En esta etapa tendemos a vivir en un mundo idealista, donde


nuestros sueños e imaginación vuelan sin restricción alguna.
No tenemos miedo de crear nuestro mundo perfecto hasta
cuando nos encontramos con los obstáculos de la realidad.
Cuando estamos en la escuela, nuestra principal
responsabilidad es cumplir con los deberes académicos, pero
justo cuando terminamos, nos vemos enfrentados a labrar un
camino con el cual podamos sustentarnos económicamente.

La búsqueda por el “que hacer”, la obligación de prestar el


servicio militar o civil generalmente para los hombres, la
preocupación por elegir unos estudios superiores (cuando se
tienen los recursos) que nos guste y que nos paguen la vida, o
simplemente buscar alguna ocupación o trabajo, nos pone en
conflicto y contradicciones. Toda esta situación choca muchas
veces con los sueños que tenemos, pues por presión
económica, familiar o social, nos vemos obligados a tomar una
responsabilidad que la gran mayoría aún no tiene clara a esa
edad ni está preparada para enfrentar. Así que después de
sobrepasar ciertos obstáculos, elegimos algo a que dedicarnos
o muchos sin embargo, se quedan en la indecisión sin saber
que hacer y sin ocupación alguna.

Juventud y adultez

Con la juventud llegan los años de fijar más nuestra atención


en la realidad del adulto. Nos damos cuenta que sin dinero, es
difícil hacer cualquier cosa. La mayoría de nuestros sueños
dependen del dinero y de un gran esfuerzo. Nos chocamos con
que el único camino a seguir es encontrar un trabajo (si se

65
encuentra, por supuesto), y ya estando en un puesto de
trabajo, un gran porcentaje de las personas se da cuenta de
que no solo no le gusta, no le hace feliz, sino que además, se le
convierte en una rutina tediosa. El gran problema es que la
posibilidad de cambiar de trabajo no es tan fácil, pues en
muchos países la crisis económica, o no permite darse este
lujo, o se tienen demasiadas obligaciones.

Por otro lado, muchos jóvenes tienen la gran fortuna de seguir


sus estudios (técnicos o universitarios) gracias a su trabajo o
con la ayuda de sus padres o familiares. Sin embargo, muchos
otros, o se dedican a formar una familia jóvenes o tienen que
asumir la responsabilidad con hijos no planeados. Así que nos
encontramos en la rueda laboral y ella es la que ocupa
nuestros pensamientos para poder sobrevivir.

Muchos de los sueños de juventud se van quedando guardados


en un rincón, pues las preocupaciones y responsabilidades
económicas de la vida diaria, se han convertido en el punto de
mira. La mayoría creen que no hay otro camino y que tienen
que seguir haciendo su trabajo como máquinas hasta casi el
final de sus vidas.

¿Y esta, la realidad del adulto, se supone que es la realidad a la


que tenemos que resignarnos? La verdad del asunto es que la
gran mayoría aprende a someterse a esta aparente realidad. Se
conforman con la rutina, se dedican a hacer trabajos
indeseados o por pura obligación, y solo unos cuantos luchan
por los sueños que aman y por cumplir su verdadero propósito
en la vida. Los Evangelios Gnósticos (Apócrifos) nos dan una
enseñanza sobre esto:

66
Jesús dijo: «No mintáis ni hagáis lo que aborrecéis,
pues ante el cielo todo está patente, ya que nada hay
oculto que no termine por quedar manifiesto y nada
escondido que pueda mantenerse sin ser revelado»
(Tomás 6).

Todos estos factores nos llevan a sentir en ciertos momentos


de la vida, que tenemos la impresión de haber llegado a un
punto donde flotamos y nos preguntamos, ¿y ahora qué, esto
es lo que quiero?, ese punto donde sentimos un vacío en la
vida, un vacío existencial.

El vacío existencial

El vacío existencial es una sensación de tener por fuera y no


sentirse saciado por dentro, esa sensación que nos hace sentir
que nuestra vida interior es banal, incompleta y pobre. Este
vacío nos hace ver lo trivial que es la forma como llevamos
nuestra vida, a pesar de tener muchos de nuestros deseos
cumplidos.

El vacío existencial nos hace sentirnos infelices muy en el


fondo, sin emociones, solos y aunque parece que todo anda
bien en el mundo exterior, en el interior nuestra vida se debate
en preguntas, en una búsqueda de algo que no sabemos que es,
pero que queremos que nos llene, que nos quite la frustración
y que nos de un valor más allá de lo que creemos significa la
vida. Este vacío nos confunde, nos hace perder el horizonte,
nos hace perdernos de nosotros mismos, de nuestra esencia,
de nuestros verdaderos sentimientos, de lo que somos y de lo
mucho que valemos y significamos.

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Este vacío es justo una señal del espíritu, que nos advierte de
que estamos perdiendo el rumbo, que estamos derramando
nuestro tiempo en cosas vacías. Normalmente lo vemos como
un sentimiento negativo, pero en realidad es un semáforo en
rojo que nos dice que nos detengamos, que reflexionemos
hacia dónde vamos y que es hora de hacer un cambio en
nuestra vida. El vacío existencial y la falta de sentido, en
realidad es justo un toque del poder divino.

Prejuicios en la edad adulta

Hay determinadas razones por las cuales mucha gente termina


haciendo todo lo contrario a lo que deseaba y de repente se
encuentra inmerso en aquel vacío existencial: es porque se ha
dejado llenar de múltiples prejuicios e ideas preconcebidas del
mundo y sobre la forma como debe llevarse la vida, dejándose
arrastrar en una dirección que muchos en el fondo no querían
o que les desvía de su auténtica esencia. Muchos de estos
prejuicios e ideas preconcebidas, se nos enseñan desde la
niñez. He aquí algunos ejemplos:

• Se nos enseña que debemos llevar una vida


preestructurada: ir a la escuela, ir a la universidad,
conseguir un trabajo, casarse, tener hijos, trabajar hasta
recibir por fin una pensión y así “asegurar” su vida,
envejecer y morir.
• Socialmente somos empujados a imitar las conductas
de los otros, solo por el miedo a ser criticados, aislados
o parecer diferentes a los demás.
• Hay un miedo general a salirse de las normas y límites
sociales, por temor a fracasar.

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• Aprendemos a aparentar cosas que no somos, a
enmascarar nuestros pensamientos y sentimientos y no
nos atrevemos a ser como realmente somos.
• Creemos ser lo que otras personas nos han dicho que
somos, dejándonos etiquetar con palabras como
incapaz, idiota, enfermo, débil, etc.
• Llegamos a creer en la idea de que sobrevive el que sea
más fuerte, más competitivo o el que más egoísta e
individualista sea.
• La gran mayoría adopta el pensamiento de que es
alguien con más valor, si tiene posesiones materiales y
los suficientes recursos económicos para llevar una vida
más cómoda. Piensan que los respetarán más si tienen
casa, auto, moto, buena ropa, lo último en tecnología,
un buen trabajo, una prestigiosa carrera universitaria y
una buena cantidad de dinero en la cuenta bancaria
para gastarlo en caprichos y en lujos (si se lo pueden
permitir).
• Otras personas se dejan manipular con el concepto de
belleza física. Piensan que serán aceptados y queridos,
si son bonitos y delgados. Luchan por querer aparentar
ante los demás y evitar las críticas, mas no por sentirse
bien consigo mismo y mantener su salud
fundamentalmente.
• Normalmente, se concibe la idea de que la felicidad y el
amor vendrán el día que nos casemos, tengamos hijos y
mucho dinero.
• Se nos enseña tradicionalmente, que el amor consiste
en tener una pareja.
• Se cree que la realidad en la que vivimos, es la única
realidad que existe y que tenemos que limitarnos y
someternos a ella para poder sobrevivir.

69
A pesar de todos estos prejuicios e ideas preconcebidas que
han intentado imponerse a lo largo de nuestra vida, todavía
existe una forma para volver a tomar el camino correcto, no
importa hasta donde nos haya traído el río ni bajo qué
circunstancias estemos. Lo importante es volver a coger las
riendas de nuestra vida con el fin de tener una vida más
satisfactoria el resto de tiempo que aquí nos quede. Este
camino consiste en el conocimiento de sí mismo y en tomar el
control sobre la creación de nuestra propia realidad, las dos
cosas más importantes que podemos hacer en nuestra vida, y
que trataré en el capítulo a seguir.

¿Cómo perdemos la sensibilidad de amar a lo largo


de nuestra vida?

Como seres humanos nos vemos inmersos en el mundo que ha


creado el hombre y configuramos nuestra forma de pensar, de
acuerdo a la concepción que tienen las personas acerca del
mundo. El amor entra dentro de dicha concepción; creemos
que el amor es un sentimiento que nos une a otras personas y
lo encasillamos en diferentes tipos de amor como el amor a la
familia, a los amigos o a la pareja. Tenemos creencias como
que el amor de una madre es el amor más puro que puede
existir, o que el amor de una pareja nos llevará a la felicidad
completa o que el amor mal correspondido, nos puede llevar al
sufrimiento profundo.

Relacionamos la palabra amor con una mezcla de sentimientos


y emociones ambiguas; además, lo hemos confundido con una
necesidad biológica como es el sexo. Sin embargo, el amor
verdadero es la energía más perfecta, que no concibe ninguna
división ni ningún sentimiento negativo en absoluto. El no
tener una consciencia real acerca de lo que significa el amor

70
verdadero, nos lleva a una confusión total, es más la gran
mayoría ni siquiera sabe a ciencia cierta, qué es el amor.

Ya sea que hablemos de amor de familia, de amigos o de


pareja, normalmente, lo vemos desde una perspectiva
totalmente humana y limitada. Hemos aprendido a “amar” si
nos aman y “amamos” bajo condiciones (consciente o
inconscientemente), es decir, nuestro amor humano es un
amor condicional. La concepción de este amor humano lo
aprendemos desde casa bajo estos conceptos humanos, y en el
paso por nuestra vida, ese es el amor que damos. Damos un
amor que esconde detrás una recompensa emocional, física o
material.

Este amor condicional que aprendemos a dar cuando somos


humanos, sumado a la falta de control de las emociones
negativas y a la ignorancia de nuestra naturaleza divina y
poderosa, es lo que nos lleva a bloquear nuestra capacidad de
amar con ese amor, que el creador nos ha dado como herencia.

Es muy difícil pensar bajo el concepto del amor humano en


amar a un familiar, a una pareja o a la persona que pasa por
nuestro lado en la calle de igual manera. Es difícil pensar que
somos uno solo con todos por igual y que lo que sentimos y
necesitamos como seres emocionales que somos, también lo
necesitan aquellas personas. Es difícil pensar que ese familiar
o aquel extraño anhelan con todo su corazón sentir ese amor
poderoso del universo al igual que nosotros. Todos estamos
buscando ese amor universal, fraternal y paternal de
naturaleza divina, sin saberlo. Ese amor lo intentamos sentir
desesperadamente en todo lo que hacemos y en lo que
sentimos. Como humanos buscamos satisfacerlo en los padres,
en la familia, en los hijos, en los amigos, en la pareja, en la

71
comida, en el sexo, en nuestra profesión, en el dinero, en
nuestros pasatiempos, en el alcohol, en las drogas, en
cualquier cosa que nos acerque a el o siquiera que nos de algún
tipo de satisfacción. Queremos volver a ese amor primario, a
ese amor que nos hace sentir libres, felices y poderosos
permanentemente.

Sin embargo, todos aquellos que buscan y dan amor desde un


entendimiento y unas necesidades humanas, les es muy difícil
sentir ese amor real, hagan lo que hagan. Ese amor universal
solo es posible sentirlo desde el corazón de nuestro espíritu.
No hay que buscar afuera, lo que ya se lleva por dentro. Es
necesario volver a encontrar nuestro espíritu, que no es más,
que lo que sentimos en lo profundo de nuestro corazón. Es
necesario dejar el raciocinio cargado de orgullo y mirar
adentro, en soledad. No es necesario ser un monje budista o
un asceta para sentir este amor; no es necesario hacer cursos
de espiritualidad o buscar maestros o gurús, pues
encontraremos el amor divino donde habita lo más sensible de
nuestro ser.

Para ayudarnos en la búsqueda de ese verdadero amor, he


propuesto unos ejercicios de meditación y búsqueda interior
en el capítulo que prosigue.

¿Cuáles son las causas de nuestros problemas


emocionales?

Durante el periodo de nuestra infancia y en la edad adulta,


existen diferentes factores que influyen en los problemas
emocionales, el sufrimiento y las conductas negativas que nos
agobian. Aunque hay diferentes causas que iré exponiendo a lo

72
largo del libro, en esta sección me centraré en explicar una de
las causas, que son las emociones negativas.

Las causas del sufrimiento emocional se deben básicamente a


las emociones negativas que tenemos como la ansiedad, el
miedo, la depresión y la rabia, y todo lo que deriva de las
mismas. En el sufrimiento emocional estas emociones son más
frecuentes y pueden trascender a lo largo del tiempo, estando
presentes por días, semanas o meses. Estas emociones
negativas son las que nos llevan a tener comportamientos
inadecuados, que nos perjudican y nos llevan a hacer cosas
que poco nos benefician.

Normalmente, creemos que las emociones son provocadas por


los acontecimientos que vivimos o por cosas que nos hacen
otras personas. Sin embargo, las emociones vienen provocadas
por la interpretación que hacemos o el significado personal
que damos a los eventos que nos suceden. Esta interpretación
personal de las cosas, la hacemos a partir de nuestros
pensamientos inconscientes o automáticos. Este tipo de
pensamientos en muchas ocasiones parecen tener una
apariencia de ser reales, pero en verdad son ideas falsas;
también pueden ser pensamientos basados en la realidad, pero
que no nos aportan ninguna utilidad.

Los pensamientos y emociones negativas proceden de


nuestros esquemas mentales, es decir, un conjunto de normas,
creencias y valores que hemos ido aprendiendo a lo largo de
nuestra vida, las cuales configuran la visión que tenemos de sí
mismos, de las demás personas y de la vida. Estos esquemas se
van adquiriendo a partir del aprendizaje y las experiencias que
tenemos en nuestra niñez, a través de la relación con nuestros
padres y con nuestro entorno.

73
Sin embargo, esa visión que hemos integrado en nuestra vida,
está llena de ideas distorsionadas, poco adaptativas y algunas
veces poco razonables, que van a conducir al sufrimiento
emocional, a las conductas negativas y por ende, al
sentimiento de fracaso.

Cuando queremos tratar las causas del sufrimiento emocional,


debemos identificar aquellos esquemas mentales
disfuncionales, evaluando sus orígenes y su validez, con el fin
de reemplazarlos por una forma de ver el mundo y a nosotros
mismos, de una manera más razonable, más positiva y más
beneficiosa. En el siguiente capítulo, he propuesto unos
ejercicios que servirán como base para lograr identificar estos
esquemas mentales, las emociones y conductas negativas, y
tratarlas de forma auto terapéutica.

74
Capítulo V

Conocimiento de sí mismo y creación de


nuestra propia realidad

En el presente capítulo hablaremos sobre la importancia del


conocimiento de sí mismo y cómo abordarlo de manera
práctica a través de ejercicios de meditación, los que le
ayudarán a recuperar y utilizar el poder del amor para
transformar su vida. Por último, veremos de qué forma
podemos modificar y tomar control de nuestra vida para
alcanzar la verdadera felicidad y paz interior.

Conocimiento de sí mismo

El conocimiento de sí mismo consiste en volver a reconocerse


o reencontrarse consigo mismo, puesto que el conocimiento
sobre quiénes somos ya lo llevamos dentro pero lo hemos
olvidado. La realidad es que todo lo que somos y toda la
información sobre nuestra existencia física y espiritual está
grabada tanto en la memoria de nuestro propio espíritu como
en la memoria universal.

El conocimiento de sí mismo nos lleva a explorar nuestra


forma de ser, pensar y actuar de manera profunda con el fin de
ser más conscientes de lo que somos, tener más consciencia de
lo que hacemos y entender las verdades profundas de la vida.
Normalmente, se piensa que cuando se cuestiona a alguien por
quién es, inmediatamente se piensa en su nombre,
nacionalidad, profesión, religión, logros, etc. Sin embargo,
esto no es más que la parte externa y superficial de la persona.

75
Detrás de ello existe todo un trasfondo que se mueve en el
mundo interior, el cual guarda la memoria y la conexión de
todas las cosas que se ha experimentado y aprendido desde
ahora, hasta el principio de la propia existencia. Es desde este
tesoro donde nos podemos conocer mejor y conocer las raíces
de todo lo que sentimos y todo lo que nos pasa. Es desde allí
donde podemos modificar nuestra forma de percibir y
experimentar nuestra realidad con el fin de entendernos,
aceptarnos y amarnos con plena consciencia.

Cuando comprendemos lo que somos, comprendemos


también el universo del cual hacemos parte, adquiriendo la
sabiduría de los principios que lo rigen y que nos facilita el
dominio sobre la naturaleza y la vida misma. Nos permite
tomar consciencia de los recursos que el mismo universo nos
da, pudiendo utilizar su fuerza y su energía para transformar
positivamente nuestras vidas.

Tenemos un gran potencial para transformar todo lo que hay


dentro de nosotros y también alrededor de nosotros. Por el
solo hecho de estar formados de energía, todo lo que
pensamos, sentimos y hacemos, se transmite como ondas
magnéticas al restante campo de energía. Afectamos
directamente las personas que tenemos a nuestro alrededor y
ellas nos afectan igualmente.

Por ello es muy importante saber conscientemente quiénes


somos y qué potencial poseemos, y para lograrlo, es necesario
adentrarnos en un trabajo espiritual a través de la meditación
de nuestro interior. El trabajo espiritual nos va a permitir que
el portal de conocimiento que parecía cerrado o confuso ante
nosotros, se abra y nos lleve a ver las cosas más claras, pero
también, a encontrar respuestas sobre nosotros mismos y

76
sobre la vida. Solo de esta forma podemos entender que
nuestra vida no se limita a un cuerpo físico lleno de
necesidades, sino que somos seres con una profunda
inteligencia superior y con una capacidad de creación o por el
contrario de destrucción, tanto en el plano físico como en el
espiritual. De la misma forma comprenderemos, que tenemos
los componentes perfectos para existir en plena satisfacción y
armonía.

El conocimiento de sí mismo es un trabajo que se puede lograr


con la práctica de algunos métodos, de manera consciente y
con el paso del tiempo. Realmente puede que para ello se
necesite meses y años, pues no es un trabajo que se logre de la
noche a la mañana. Pero al mismo tiempo, si lo pensamos
bien, eso es lo que hacemos la mayoría del tiempo en nuestra
mente, cuando estamos solos y tranquilos, pero lo hacemos de
manera inconsciente. A continuación, daré una guía para
llevar a cabo este trabajo espiritual a través de la meditación
consciente.

Trabajo espiritual

El trabajo espiritual consiste en centrarnos en nuestra esencia


como seres espirituales con el fin de reencontrarnos a nosotros
mismos, aumentar nuestro potencial y modificar o corregir
aquellos hábitos mentales y físicos que nos destruyen. El
trabajo espiritual se debe hacer desde una perspectiva muy
personal y con una entrega sincera, dejando de lado aquellas
enseñanzas culturales y religiosas que nos llevan a hacer cosas
de forma premeditada y automática. Este trabajo interior, se
debe hacer desde la desnudez de nuestro corazón.

77
Meditación: la meditación es una forma de pensamiento
reflexivo que nos permite reconocer, modificar y equilibrar
nuestros pensamientos y emociones con el fin de alcanzar el
orden, la armonía, la paz y el amor interior. En el campo de la
meditación se incluyen varias técnicas de las cuales se puede
hacer uso acorde a las preferencias personales. Entre las
técnicas que podemos utilizar está la técnica de concentración,
donde ponemos todo nuestro enfoque en un objetivo
determinado.

La meditación se puede hacer de una manera muy sencilla. Se


trata de buscar un sitio donde se pueda estar a solas y
concentrarse. Lo siguiente es relajarse y enfocarse en la
situación o en el aspecto específico que deseamos trabajar. Es
muy importante no retener las emociones ni los sentimientos,
pues esto no nos permite fluir ni avanzar libremente. Si
tenemos que reír, llorar, gritar o sacar nuestras emociones de
alguna forma, no dudemos en hacerlo. Procesaremos la
situación de tal forma que nos liberemos de los malos
sentimientos y pensamientos, y modificaremos nuestra forma
de percibir aquella situación con el objetivo de que ya no
seamos afectados, sino que podamos encontrar el descanso y
la armonía interior.

Visualización: la visualización es una técnica que se usa para


alcanzar el estado de la mente deseado y la materialización de
determinados objetivos, a través de la construcción de
imágenes mentales. A través de ella, le otorgamos
características visibles a aquello que no podemos ver, pero que
esperamos se materialice en el futuro.

78
Ejercicios

A continuación, encontrará tres ejercicios que podrá aplicar


para trabajar las distintas áreas de su vida y en los cuales
explicaré su respectiva importancia. El primer ejercicio está
enfocado en cómo retroalimentar nuestras capacidades y
cualidades positivas. El segundo busca transformar nuestras
tendencias negativas en positivas. El último nos muestra como
liberarnos a través del perdón.

La idea de estos ejercicios es ayudarnos a observar y entender


las causas de nuestro sufrimiento emocional y vacío
existencial, y al mismo tiempo, ayudarnos a modificar los
esquemas mentales y emocionales que nos impiden
aprovechar al máximo nuestro potencial, ser felices y vivir en
verdadero amor. Tómese el tiempo que usted considere, sea
necesario en cada ejercicio. Tenga en cuenta que estos
ejercicios tan sólo son una guía!

Ejercicio 1. Capacidades y cualidades positivas

Todos poseemos ciertas cualidades y destrezas que nos hacen


una persona única. Desde pequeños dejamos ver esos rasgos
positivos en las cosas que hacemos y en la forma como
interactuamos con los demás. Nos damos cuenta de que
aquellos rasgos nos sacan de problemas, nos ayudan a
conseguir un objetivo o que con ellos podemos ayudar a los
demás. Por ello es muy importante que desde muy jóvenes
seamos conscientes de que poseemos estos dones, habilidades
y cualidades, y que como padres, se participe en este proceso
guiando a los hijos a que hagan un uso favorable de los
mismos.

79
Cuando usamos y explotamos al máximo nuestras cualidades
positivas, ellas se fortalecen y se multiplican. Aquellas pueden
ser una gran estrategia para lograr nuestro propósito de vida,
alcanzar paz interior y lograr tener una vida realmente
satisfactoria. Éstas podemos aprovecharlas además en las
relaciones con las personas, en el área profesional y laboral, y
en todo lo que emprendamos a nuestro favor y el de los demás.

Pero también debemos ser conscientes que aquellas fortalezas


muchas veces nos traen dificultades y retos que superar.
Estamos en un mundo de personas muy diferentes y algunas
se muestran incómodas al ver aquellas habilidades en nosotros
o en otras personas. Sin embargo, no hay que dejarnos abatir
por estas razones, sino por el contrario aprovecharlas de
manera adecuada, no dejando de lado la humildad y la
sencillez personal, pues de lo contrario, también nos podría
cobrar factura.

Incluiremos todos los aspectos positivos que tenemos, con el


objetivo de reforzarlos, pero también para volver a
concienciarnos de ellos, pues debido al tiempo y a las
circunstancias negativas, tendemos a olvidar algunos de ellos o
dejarlos escondidos, negándonos la oportunidad de sacar al
máximo nuestro potencial.

1. Primero buscaremos un sitio tranquilo donde nos


podamos concentrar. Anotaremos todas nuestras
capacidades y virtudes en un papel.
2. Cerraremos los ojos y entraremos en un estado de
relajación, respirando tranquila y profundamente.
3. Imaginaremos que el poder que hay en el universo nos
rodea. Poco a poco éste va entrando en nuestro cuerpo

80
hasta hacernos sentir que en realidad poseemos ese
poder y que nos fundimos con el universo. Ese poder
nos invade de seguridad y de un bienestar que hace
mucho tiempo no sentíamos.
4. Con ayuda de este poder vamos a concentrarnos en
todas nuestras capacidades y virtudes. Este poder nos
llenará de profundo conocimiento y alimentará cada
una de aquellas capacidades y virtudes, renovándolas
con energía. Este poder quitará todo obstáculo, que nos
impide aprovechar al máximo nuestro potencial y ser
felices. Tómese su tiempo.
5. Enseguida pediremos al poder sagrado, que sane
nuestras heridas emocionales, que nos llene y nos haga
sentir completos.
6. Ahora guardaremos esta experiencia en nuestro
corazón y en nuestra memoria. Volvamos a sentir
nuestra respiración renovada por el poder del universo,
sintamos como se funde con cada elemento a nuestro
alrededor. Abramos los ojos lentamente e
incorporémonos a esta realidad en plena comunión con
ella.

Ejercicio 2. Fallos y carencias

Los fallos y carencias son aquellos aspectos que nos llevan a


pensar y obrar de manera destructiva; es ese lado negativo que
todo ser humano tiene. Estos aspectos pueden verse
fácilmente en el carácter y temperamento de la persona. Todos
debemos tomar consciencia de cuáles son los aspectos que nos
son desfavorables, y este paso es el más duro y difícil de
reconocer. Es difícil porque muchos de estos aspectos
negativos tienen su raíz en la niñez, precisamente porque

81
vienen de aquellas situaciones que nos hirieron, y
reencontrarnos con esta raíz es doloroso y puede herir nuestro
ego y orgullo. Pero si en verdad queremos avanzar con nuestro
progreso espiritual, debemos enfrentarnos a ello.

Para trabajar en nuestros fallos, debemos reflexionar


detenidamente en lo siguiente: nuestro tipo de pensamientos,
emociones y conductas negativas; el dolor y el daño que otros
nos infligieron con sus actos y sus palabras; los miedos y las
fobias; la culpa por cosas que cometimos consciente e
inconscientemente y la influencia de pensamientos y
comportamientos destructivos de otras personas sobre nuestra
vida. Todo aquello se ha ido sumando a medida que pasa el
tiempo y ha formado un mar interior con elementos nocivos
flotando por doquier, y entrar en el para limpiarlos, puede
tornarse una tarea difícil y dolorosa; pero si lo hacemos, nos
traerá gran claridad y paz interior.

Por consiguiente, es ahora donde tenemos el tiempo y la


oportunidad de limpiar en nuestro interior todo aquello que
nos destruye, que no nos deja vivir felices y que además afecta
las personas y el entorno a nuestro alrededor. Si no lo
hacemos, estos rasgos negativos nos seguirán atormentando
por el resto de la vida y nos llevarán a comportamientos
autodestructivos, a tener conflictos con los demás, a la
depresión y en los casos más extremos, al suicidio. Por eso es
tan importante dar este paso de limpieza, de sanación interior
y posteriormente hacer una reprogramación mental positiva.

Aquí incluiremos las debilidades, las emociones negativas, los


miedos y todos aquellos aspectos negativos, que queremos
transformar en positivo. De igual manera, lo podemos utilizar
para sanar nuestro cuerpo y deshacer cualquier recuerdo

82
negativo o pacto destructivo que hayamos hecho con nosotros
mismos.

1. Busquemos un momento y un lugar donde relajarnos y


estar sin interrupciones.
2. Situemos en nuestra mente aquel aspecto negativo que
nos produce sufrimiento emocional, puede ser un
pensamiento automático o emoción negativa, una
creencia errónea o conducta negativa, por ejemplo: baja
autoestima, inseguridad, miedo, resentimiento,
agresión, falta de aceptación, adicciones, malos hábitos
alimenticios, etc.
3. Procederemos a escribir en un hoja, donde
especificaremos los detalles respecto al aspecto que
queremos trabajar y sanar, con lo siguiente:
• Aspecto a mejorar
• Cómo me hace sentir
• Qué lo causa: es necesario entender de dónde viene!
• Ventajas si lo transformamos positivamente
Medite en ello!
4. Ahora cerremos los ojos e imaginemos que aquel
aspecto negativo, los sentimientos que nos provoca y
sus causas, se encuentran esparcidos por todo nuestro
cuerpo en forma de un fluido oscuro y que vamos a
disponernos a sacar.
5. Comencemos a inhalar aire lleno de amor. Ese amor
empieza a circular a través de todo nuestro cuerpo y a
medida que avanza, va recogiendo todo ese fluido
oscuro y negativo. Cuando exhalemos, este fluido va ir
saliendo de nuestro cuerpo hasta que veamos cómo sale

83
el último hilo a través de nuestra boca. Este fluido
automáticamente desaparecerá por la fuerza del amor.
6. Continuemos respirando hasta que finalmente veamos
que nuestro cuerpo está totalmente liviano e iluminado.
Por medio de esta luz, nos llenaremos de un
entendimiento profundo.
7. Ahora invoquemos paz, bienestar y sabiduría.
8. Cuando sintamos el momento, volvamos poco a poco al
mundo externo y abramos los ojos sintiéndonos
totalmente renovados.

Cuando tenga usted la necesidad, puede aplicar también este


ejercicio desde el punto cuarto en diferentes situaciones que le
provoquen cansancio, rabia, ansiedad o miedo. Por ejemplo,
basta con 3-5 minutos en el trabajo, antes de un examen o
presentación, o cuando ha tenido un disgusto con alguien.

Ejercicio 3. Situación de conflicto y perdón

Antes de proceder con el ejercicio, es fundamental entender en


qué consiste el perdón y por qué es necesario perdonar si
queremos en verdad sanarnos y tener una vida plena.

El perdón es renunciar a aquellos sentimientos negativos


producidos por determinados hechos y personas, que nos
roban la paz interior, permitiendo liberarnos y liberar a
aquella persona de la culpa que le atribuimos.

El perdón es esencial en el trabajo espiritual, pues mientras no


exista perdón, no seremos libres. Aunque nos cueste, es
necesario liberarnos de estos sentimientos devoradores. Como

84
sé que muchas veces es dificil perdonar, podría tener en
cuenta lo siguiente, para ayudarle en el proceso del perdón.

• El perdón y la comprensión: si nos centramos en


aquella persona que deseamos perdonar, es evidente
que aquella persona que hizo el daño en determinado
momento no tenía amor o estaba vacía y viviendo su
propio desorden interior. Su propia miseria, ignorancia
y confusión le impedía saber a consciencia lo que hacía.
Ella vivía en su propia oscuridad y nosotros tenemos
que liberarnos y liberarla. Así que la mejor forma de
hacerlo, es tener compasión hacia ella y perdonarla.
Cuando tenemos compasión, tenemos más
comprensión hacia la persona; este es el momento
donde la luz entra en nuestro interior y aquellos
sentimientos corrosivos se van desvaneciendo poco a
poco, hasta llegar el momento en que cuando pensamos
en ello, lo hacemos ya no desde el dolor que nos
produce estando dentro de la escena, sino desde el
punto de vista de un observador neutro, pero también
comprensivo. Al llegar a este punto, es cuando sabemos
que hemos perdonado y nos hemos liberado de la
oscuridad que nos produjo esa dolorosa situación.

• Ayuda espiritual: cuando sentimos que el daño hacia


nosotros es tan grave y que nos es muy difícil perdonar,
lo mejor es pedir amor y compasión divina en nosotros
como medio para poder perdonar y liberarnos. Seamos
creyentes o no en una fuerza superior, esta ayuda
llegará y con el pasar del tiempo lograremos
comprender muchas cosas que antes nos era difícil, y
nuestra propia experiencia nos irá mostrando muchas
verdades detrás de aquella situación.

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• La ley espiritual: hay una ley espiritual que consiste en
que por cada acto dañino que se hace, se debe pagar un
precio de sufrimiento. Es una ley que ni siquiera el
Creador puede quebrantar y es una ley tan justa, que
todos hemos de asumir las consecuencias de nuestros
actos a través de ella. Cuando sentimos que el daño que
nos hicieron es imperdonable, lo mejor para liberarnos
interiormente es entregar ese peso al Creador y dejar
que las leyes cósmicas sigan su camino. Nunca
olvidemos que ni el Padre ni la creación son injustos.
Aunque no veamos la verdadera justicia ahora, llegará
el momento en que aquel quien propició ese gran dolor,
habrá de sufrir de acuerdo con lo que hizo. Pero no
tomemos esta ley como símbolo de venganza, pues esta
no es la idea, sino tomémosla como un designio de la
naturaleza que tiene que seguir su curso; de igual
manera, es una ley para todos!

Hay algo que debemos tener en cuenta en todo este proceso


del perdón y es que somos nosotros los que debemos dar el
paso del perdón; no es la otra persona la que debería pedirnos
perdón, aunque pareciera fuera lo lógico. El perdón es un
trabajo meramente personal y solo el que perdona, libera y es
liberado. Así que a nosotros nos corresponde esta tarea si
queremos avanzar en nuestro progreso espiritual, pero sin
cargarnos de rabia por no haber dado venganza o recibido una
petición de perdón. Como vemos, esta es una manera de
liberarnos poco a poco de todo odio, resentimiento y
contaminación que habita en nosotros y que no nos deja vivir
en paz.

1. Tomaremos una situación o conflicto que aún tenemos


pendiente por solucionar, por ejemplo, una mala

86
relación con alguien o un suceso que nos cause
molestia, resentimiento, rabia, dolor o tristeza.
Preguntemos si los sentimientos que nos evoca esta
situación están carcomiéndonos consciente o
inconscientemente y si nos están impidiendo ser libres
y felices. Si es así, es necesario liberarnos de ellos, pues
son como gusanos que nos devoran lentamente.
2. Ahora vamos a imaginarnos aquella luz de amor que
habita en el universo. Pidámosle a esa luz que remueva
ese lugar donde están guardados esos sentimientos y
emociones destructivas. Concentrémonos en los
detalles y dejemos fluir todos los pensamientos y
sentimientos que nos evoca esta situación.
3. Pensemos en la(s) persona(s) involucrada(s) en este
conflicto. Respondámonos si es o era esa persona libre
cuando causó ese conflicto, por qué lo hizo o lo hace,
será que ella también necesitaba o necesita liberarse.
Expresémosle a esa persona todo lo que sentimos y
digámosle que deseamos liberarnos de esa situación y
del lazo negativo que nos ata a ella.
4. Ahora vamos a proceder a perdonar. Perdonémosla. Si
es necesario, pidamos a ella también perdón. Pedir
perdón, también es muy importante en el proceso de
liberación.
5. Pidamos a la luz amorosa que nos llene de amor,
sanación, plenitud, alegría y libertad. Que donde antes
había un muro de hierro para resguardarnos, ahora
haya mayor sensibilidad y fluidez emocional. Pidamos a
esa luz, total liberación de todo lo que haya quedado
escondido, de la vergüenza, del dolor y de la amargura.
6. Por último, vamos a pedir que sea llenado todo nuestro
cuerpo de luz. Respiremos profundamente sintiéndonos

87
más libres como si hubiéramos vuelto a nacer. Ahora
retengamos esta sensación de paz y descanso, y
volvamos a integrarnos en esta realidad poco a poco.

Si usted practica la meditación, la reflexión consciente y la


comunicación constante con la fuente creadora, con el tiempo
se dará cuenta de que el abrirse a este amor, poder, luz
sanadora y perdón, le facilitará un nuevo entendimiento sobre
usted mismo y la forma como ve el mundo. Podrá descubrir y
entender por sí mismo, lo que ha sido revelado en los capítulos
que hablan sobre el amor (2) y sobre quiénes somos y cuál es
nuestro origen (3).

Dijo Jesús: «El que busca no debe dejar de buscar


hasta tanto que encuentre. Y cuando encuentre se
estremecerá, y tras su estremecimiento se llenará de
admiración y reinará sobre el universo» (Tomás 2).

Dijo Jesús: «Cuando lleguéis a conoceros a vosotros


mismos, entonces seréis conocidos y caeréis en la cuenta
de que sois hijos del Padre Viviente. Pero si no os conocéis
a vosotros mismos, estáis sumidos en la pobreza y sois la
pobreza misma» (Tomás 3).

Creación de nuestra propia realidad

Siendo seres espirituales poseemos un gran poder creador


como parte que somos del Creador Superior. Nada en nuestra
vida se hace por imposición de otros seres, sino todo es hecho
con nuestro consentimiento, trátese de algo positivo o
negativo.

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Así como somos libres en el reino espiritual, también lo somos
en el cuerpo humano tanto para crear como para lograr lo que
deseemos. En la vida humana podemos crear nuestra propia
realidad día tras día a través de la imaginación, el deseo y los
actos. Lo que hoy se anhela con convicción, en el futuro
llegará. Si persistimos en el tiempo, el universo se confabulará
para entregarnos lo que nuestro corazón guarda. No es un
secreto que lo deseado con gran fuerza y con la fe de que algún
día llegará, se haga realidad. Pero al mismo tiempo, debemos
tener cuidado con lo que queremos pues aunque a nuestros
ojos parece bien, todo viene con sus respectivas consecuencias
y todo trae tras de sí, sus pros y sus contras.

Incluso nuestros pensamientos recurrentes, aquellos de los


que creemos son solo una imaginación, se convierten
finalmente en una realidad. Esto quiere decir que creamos
escenas en nuestra mente, ligadas a las vivencias diarias y a las
personas cercanas, y todo aquello queda archivado en el
inconsciente, detrás de nuestros pensamientos activos.
Muchos de ellos serán expresados en la realidad y otros no,
todo dependiendo de la fuerza y la persistencia que le demos a
estas escenas.

Debo hacer énfasis en este punto, pues aquellos pensamientos


que están basados en nuestros miedos, en realidad son parte
de esos pensamientos que recreamos acerca de situaciones
negativas y traumáticas, que se dibujan de manera constante,
pero muchas veces de manera soslayada o escondida.
Desafortunadamente, no tenemos la suficiente consciencia del
peligro que trae repetirlos una y otra vez en nuestra mente,
pues con el paso del tiempo pueden hacerse realidad.

89
Al hacer una reflexión sobre lo que usted ha vivido en su vida,
sea positivo o negativo, le pregunto ¿cree usted que ha sido
casualidad o accidente? Tómese su tiempo para pensar en
aquellas cosas que marcaron su vida y las que aparentemente
no tuvieron mucha importancia en el momento, pero que
finalmente fueron un hecho.

Cada segundo estamos construyendo nuestra realidad a través


de nuestros pensamientos y deseos, los que posteriormente se
traducen en nuestras acciones. Lo que pensemos hoy, tendrá
sus efectos mañana, y lo que pensábamos en el ayer, habrá
tenido sus efectos el día de hoy.

¿Cómo influye el tiempo en la creación de nuestra


realidad?

En el mundo del espíritu todo lo que imaginamos, al instante


es creado. Lo podemos ver, palpar y sentir. En el reino de la
materia todo lo que creamos en nuestra imaginación, tomará
su tiempo para expresarse en forma material, pues la materia
es densa y pesada, y necesita su tiempo para transformarse.
Sin embargo, todos tenemos la capacidad de programar el
periodo de tiempo o ponernos un plazo en el cual queremos
que se materialicen estos deseos.

Igualmente podemos parar nuestros pensamientos si no nos


gustan o si sabemos, nos traerán consecuencias destructivas
en nuestra vida y la de los demás. Cuando usted se encuentre
pensando en ellos, deténgase y háblese a sí mismo con el fin de
anularlos o borrarlos para que no tengan ningún poder sobre
su vida. Cámbielos por pensamientos opuestos, que le traigan
paz y sean positivos, e insista en ellos.

90
A continuación, encontrará un ejercicio que podrá poner en
práctica cuando desee que un pensamiento suyo se haga
realidad.

Ejercicio

1. Siéntese o acuéstese en una posición cómoda y cierre


los ojos.
2. Relájese con cada respiración. Sienta que su cuerpo se
suelta y las tensiones desaparecen.
3. Piense en una situación que le molesta y quiera que se
resuelva, o en una situación que quiera suceda. Recree y
moldee la situación en la forma como quisiera se hiciera
realidad. Piense en los detalles más importantes y haga
enfoque en ellos. Transmita toda su fuerza y energía en
ellos.
4. Ahora medite en todas las posibles consecuencias si
este deseo se hace realidad y tome consciencia de ellas;
piense si realmente le conviene.
5. Reténgalo en su memoria y desee que si es lo mejor
para usted, se convierta en una realidad. Concentre
toda su energía y deseo en esas imágenes, y
contémplelas.
6. Si aparecen pensamientos negativos o dudas, bórrelos y
reprográmese; no permita que inunden su mente.
7. Invoque paz en su interior y ahora deje que sus
pensamientos vuelvan al presente. Abra los ojos y
siéntase tranquilo y con plena confianza de que su
deseo se hará realidad.

Puede hacer esta práctica cada vez que lo desee o se sienta


ansioso, pues la ansiedad tiende a traernos pensamientos
91
angustiantes y negativos, que nos afectan en nuestro estado de
ánimo y afectan nuestro entorno. Cada vez que lo sienta,
rememore ese deseo que tanto quiere y ponga los sentimientos
de su corazón sobre el.

«Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se


os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca,
halla; y al que llama, se le abrirá.» (Mt. 7: 7-8).

El tiempo en el plano humano

El tiempo es definido como la magnitud física que permite


ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado,
un presente y un futuro. Su unidad en el Sistema Internacional
es el segundo (RAE, 2014).

El pasado: nuestro pasado se puede comparar con un sueño


oscuro, en el cual están reunidos todos los momentos de
nuestra vida. Parece como si hubiera sido una imaginación y
en verdad, eso es lo que fue, una imaginación real que ha
desaparecido. Nuestro pasado es un hecho que ya no podemos
cambiar; lo único que si podemos hacer, es aprender de el y
decidir cambiar el modo como imaginamos y obramos en el
presente para compensar los errores del pasado.

El presente: el presente es el ahora; el tiempo viene y muere en


cada instante presente, y solo aquí es donde tenemos la
oportunidad de actuar en el escenario de la vida. El presente es
donde podemos crear y modelar nuestra existencia como
mejor lo deseemos, pero también, hacerla complicada y difícil.
En la vida solo lo que hacemos en el presente es lo más
importante porque solamente ahí, es donde tenemos el

92
verdadero control. El presente está siendo hecho y el pasado
ya es el hecho.

El futuro: el futuro es el siguiente instante del presente; es la


conversión del presente en el próximo segundo que a cada
instante va desapareciendo, de tal manera que el pasado, el
presente y el futuro se funden finalmente en el presente como
si fuera una ilusión. Albert Einstein decía:

«La gente como nosotros, que creen en la física, saben


que la distinción entre pasado, presente y futuro es solo
una ilusión obstinadamente persistente».

El tiempo representa la medida que nos sirve como guía para


llevar a cabo todos los hechos que acontecen en la vida
humana. Es un recordatorio de que nuestra estancia en la vida
terrenal es limitada y temporal. Por ello aunque pareciera que
el tiempo que se nos ha dado es largo, en realidad es solo un
abrir y cerrar de ojos, es decir, solo el presente, y el cual
tendríamos que aprovechar al máximo, para hacer todo lo que
soñamos y cumplir con la misión de nuestra vida.

El presente es la única oportunidad que tenemos en las manos


para actuar, pues ignoramos que puede pasar esta noche, en
un mes o en un año, aunque aparentemente todo parezca
normal y en calma. Es ahora donde debemos reflexionar,
tomar decisiones y actuar para lograr algo, pues aunque
puedan pasar sucesos inesperados, también puede que llegue
el momento de la muerte cuando menos lo esperamos, que es
lo que suele ocurrir.

93
Dependiendo de la manera de cómo utilicemos el tiempo
presente y lo que hagamos ahora, también de esa forma
quedará escrito y sellado en el libro de nuestra vida.

El ser humano y la realidad

La realidad se refiere a la existencia real y efectiva, en


contraposición con lo fantástico e ilusorio. Aparentemente
desde niños hemos aprendido que el mundo físico en el que
vivimos es la verdadera y única realidad. Creemos que la
realidad de la existencia está basada solamente en lo que
podemos observar, tocar y sentir ahora; pensar siquiera que
pueda existir otra realidad, a muchos les llena de asombro y
escepticismo.

Estamos acostumbrados a esta realidad humana e intentamos


sumirnos en ella, pues es lo único que vemos, y
evidentemente, este comportamiento es muy natural y
comprensible. Sin embargo, debemos tomar consciencia de
que en medio de este cuerpo físico que tenemos ahora,
estamos sumergidos dentro de un mundo espiritual, un
mundo tan real y tan vivo como este. En comparación, somos
como una clase de seres pequeñitos, similares a los muñecos
de plástico pequeños que teníamos cuando éramos niños,
formando por sí solos su propio mundo en miniatura. Pero
ellos nunca se percataban de que estábamos nosotros ahí,
mirándolos e influyéndolos de una u otra manera.

Así somos nosotros, pequeños seres humanos moviéndonos en


un plano de tres dimensiones, ignorando a ciencia cierta que
hay otros seres y energías inmateriales a nuestro lado y ahora
mismo, que normalmente no podemos ver con nuestros ojos

94
limitados. Es una realidad paralela a la nuestra que aunque
por más que intentemos negar o evadir, aquí está.

Por otro lado debemos saber que la realidad humana si es una


realidad, pero que desaparece constantemente y es perecedera.
Así como ayer parecía todo tan real y sólido, hoy no es más que
imágenes oscuras y recuerdos tenues que van desapareciendo,
es decir, lo sólido se ha desvanecido y hoy apenas lo
recordamos. Y así van pasando los días, las semanas, los meses
y los años; y así mismo, en la realidad del presente, nos
sorprende la muerte, casi sin darnos cuenta. Un día como hoy
cuando la muerte ha pasado ya por nosotros, casi
instantáneamente todo parece diferente. Desaparece la
capacidad de contacto con los humanos y con aquella realidad
que parecía la única. Todo parece tan ligero y repentinamente
aparecemos como en otra atmósfera, donde el mundo de los
humanos se ha convertido en un mundo paralelo. Es allí donde
nos encontramos con la realidad espiritual y nos damos
cuenta, que es un mundo aún más vivo y real pero con la gran
diferencia de que este mundo no desaparece, pues es constante
en la eternidad.

***
Ahora estás sumergido en un espejismo,
un momento en el presente que el viento borra a
cada instante y que en cualquier momento desaparecerá
por completo. Obsérvalo con atención y vívelo, pero no
olvides en tu corazón, la realidad de la que vienes y
que te espera, la realidad que permanece.

95
¿Qué es el destino y cómo influye en nuestra
vida?

El destino se define como hado o fuerza desconocida de la que


se cree que actúa de forma inevitable sobre las personas y los
acontecimientos. Desde esta perspectiva podríamos pensar
que el destino es una fuerza externa que nos obliga a vivir
ciertas situaciones en la vida. Sin embargo, rememoremos lo
que describí respecto a cómo escogemos el bosquejo de
nuestras vidas antes de nacer. Hay muchas cosas que ya han
sido predestinadas en nuestra vida, pero no por imposición de
fuerzas extrañas y ocultas, sino por nuestros mismos espíritus.
No obstante, este destino del cual nosotros somos los
principales protagonistas, se puede modular de la forma como
queramos. Es decir, aunque hay cosas que ya hemos escogido y
que no se pueden modificar como por ejemplo, haber escogido
nuestra familia paterna o materna, hay muchas cosas que
podemos modificar, cambiar, mejorar o empeorar, en medio
de las circunstancias del día a día.

No creamos que nuestras vidas están en manos de otros o que


el control sobre nosotros lo tienen determinadas personas, la
sociedad, los educadores, la autoridad, la religión, el gobierno,
etc. Ellos no tienen el poder sobre nosotros y sobre lo que
debemos y no debemos hacer. Aunque debamos cumplir con
ciertas normas de convivencia y requisitos sociales, en lo
profundo de nuestro corazón sabemos que podemos hacer con
nuestra vida lo que queramos, desde que respetemos los
límites de esta sociedad humana.

Cuando tomamos el destino en nuestras manos, hemos sido


capaces de tomar consciencia de nuestras capacidades y de
tomar decisiones firmes. Cuando nos miramos como el autor

96
de nuestro destino, podemos ahora determinar cada cosa que
queramos vivir en nuestra vida. No importan las
circunstancias, los obstáculos ni los muros grandes que
parezcan levantarse. Si cogemos las riendas de nuestra vida,
automáticamente cambiamos nuestra mentalidad, nos
esforzamos y actuamos siguiendo nuestro corazón; así que la
fuerza natural del destino que nos hemos trazado, nos llevará
hasta donde lo deseemos. Los límites están en nuestra cabeza
y en nuestras creencias, no afuera.

Los juegos del destino son solo juegos que nosotros mismos
inventamos o creamos a cada instante, y en ellos, están las
fichas que nosotros mismo movemos. Aprendamos a moverlas
a nuestro favor, pero sin hacer daño a nadie, sino intentando
actuar con justicia y amor.

En qué consiste la verdadera felicidad y paz


interior

Es el gran cuestionamiento que todo ser humano se hace. La


razón es sencillamente porque para eso fuimos creados. Todo
está hecho para que seamos felices y nos sintamos satisfechos.
Si lo pensamos conscientemente, en la naturaleza
encontramos todo lo necesario para vivir, es ella la que nos da
de comer. Nuestro cuerpo es parte de esa naturaleza
maravillosa que en sí es perfecta. Estamos hechos de amor,
nacimos para darlo y recibirlo. Esta es la verdadera felicidad y
éxito en la vida. Poseemos dos cualidades que son la libertad y
la voluntad, y solo con ellas decidimos amarnos y ser felices, o
por el contrario destruirnos.

97
La felicidad y el éxito no consisten en tener cosas materiales,
aunque mucho de ello se nos haya enseñado. Este enfoque
material es el que más se aleja de hallar la verdadera felicidad,
pues suele suceder, que entre más cosas materiales poseamos,
y cuanto más luchemos por complacer nuestros caprichos y
nuestro ego, más insaciables e insatisfechos nos volvemos.
Podremos tener todo lo que queramos en la vida, pero aun así
sentirnos vacíos, pero ¿por qué? Porque la emoción y la
felicidad que sentimos cuando conseguimos las tan anheladas
cosas materiales, vienen, duran un instante en la vida y luego
pasan; esta felicidad es momentánea y no perdura.

La felicidad que no es perecedera y la que nos trae profunda


satisfacción, es la que sentimos cuando decidimos entregar y
recibir amor en cada momento del presente, con cada persona
que cruza nuestro camino y en cada circunstancia de la vida,
aun cuando nos parezca que debamos actuar de otra manera.

No siempre es fácil y aunque pasemos por momentos de ira y


enojo, también podemos optar por no dejarnos arrastrar de los
sentimientos negativos que nos producen las personas o
situaciones. Con un poco de reflexión, entendimiento hacia el
otro y control de sí mismos, podremos lograr mantener la
armonía y estabilidad interior.

Por otro lado, la intención del corazón en cada acto que


hacemos es primordial, pues es ella la que muestra quiénes
somos como seres espirituales y como seres humanos. En
consecuencia, dependiendo de nuestras intenciones, así
también serán nuestros actos.

Así pues, la felicidad verdadera nace de nuestro interior. Todo


lo que tengamos en nuestra alma, determinará si somos felices

98
o no; nuestros pensamientos nos llevarán a sentirnos o felices
o los más infelices. De esta manera todo lo que pensemos
determinará nuestra energía y conducta, y de ello dependerá
como otros nos vean y el trato que nos den, pues nuestra
energía se sentirá donde quiera que vayamos, sin decirse una
sola palabra, así nos parezca que es imperceptible.

Así mismo, atraeremos a nuestra vida a las personas con


nuestro mismo nivel de energía. Por eso es necesario que nos
observemos y reconozcamos que tipo de pensamientos
tenemos y cómo actuamos, pues dependiendo de ello no solo
afectaremos nuestra vida, sino también las personas que nos
rodean.

Tenemos la decisión de ser felices. Esto no es una cuestión de


dejárselo al azar ni al destino impuesto por una fuerza
desconocida. Es momento de tomar consciencia de que somos
los protagonistas encargados de buscar nuestro propio camino
y construir nuestra propia vida. Así las circunstancias sean
adversas, si guardamos un equilibrio interno y dejamos fluir el
amor sagrado a través de nosotros, no nos dejaremos
derrumbar fácilmente. Siempre habrá esa fuerza que nos
anima y nos muestra el mejor camino a seguir.

Consejos prácticos para lograr la felicidad y el éxito

Los siguientes consejos le ayudarán a sacar un mejor provecho


de la vida y de sí mismo. Léalos con atención y medite sobre
cada uno de ellos.

• Tenga siempre presente, que así como somos hijos del


cosmos, tenemos también la sabiduría interior para

99
saber actuar en cada momento de nuestra vida. Solo
aprenda a escuchar su voz interior.
• Recuerde que la llave para experimentar la felicidad, es
la comprensión de usted mismo, la comprensión hacia
los demás, la serenidad, el amor y el trabajo espiritual
constante.
• Aprenda a vivir y compartir sin prejuicios.
• Ayude a otros sin esperar retribución alguna. Sea
consciente de que lo que haga a otros, automáticamente
la vida se lo devolverá tarde o temprano.
• Sea abierto y flexible a las posibilidades que le presenta
la vida y no se ciña a determinadas circunstancias que
solo lo limitan.
• Luche por los sueños de su corazón porque ellos ya
están en el plan que usted mismo ha trazado y en el
plan del infinito Creador. Recuerde que su tiempo aquí
está limitado y se está extinguiendo sin que usted se dé
cuenta.
• Acérquese a sus objetivos, intentando no hacer daño a
los demás y siempre en pos de la verdad que emana de
su interior.
• No se engañe a sí mismo, llenándose de excusas por las
cosas que no ha hecho o por las que debería hacer. Si no
las hizo antes, busque nuevas posibilidades para
llevarlas a cabo para después no tener de qué
arrepentirse.
• Tome la responsabilidad de los actos negativos que hizo
en el pasado y acepte que el seguir haciéndolos, le
seguirá trayendo los mismos o peores resultados.
• Aprenda a tomar decisiones. Tómelas basándose en
prioridades y no se quede en vacilaciones, pues perderá
tiempo y oportunidades.

100
• Cuando su corazón le reclame hacer algo específico o le
dicte que debe decirle algo a una persona de acuerdo
con la verdad y para edificación, hágalo sin dudar,
intentando buscar la mejor manera y el momento
correcto.
• No se hunda en un pozo de resentimientos y
pensamientos destructivos, pues esto le llevará a una
prisión interna y a la infelicidad. Aprenda a perdonar,
así se liberará a usted mismo y liberará a los demás.
• No juzgue a los demás, sea quien sea, pues no tenemos
ningún derecho a ello. Sepa que el único juez con todo
el poder para juzgar su vida, es usted mismo, pues es
usted el que conoce la raíz de sus actos. Ya bien lo dijo
Jesús:

«No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con


el juicio con que juzguéis, seréis juzgados; y con la medida
con que midáis, se os medirá. ¿Y por qué miras la mota
que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la
viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu
hermano: “Déjame sacarte la mota del ojo”, cuando la
viga está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu
ojo, y entonces verás con claridad para sacar la mota del
ojo de tu hermano» (Mt. 7: 1-5).

Para concluir este capítulo, me resta decir que nuestra vida


como ser humano es el reflejo de lo que somos y llevamos en
nuestro interior. Las cosas que nos suceden no son una
casualidad, sino que son el resultado de nuestros
pensamientos, sentimientos y acciones en el día a día. Todo lo
que hagamos hoy, tendrá sus frutos y sus consecuencias en el
mañana; no solamente nosotros los recibiremos, sino también
nuestras próximas generaciones. ¡La vida es como un

101
parpadeo, actúe ahora y aprenda a disfrutar el día de hoy
porque mañana no se sabe si vendrá!

102
Capítulo VI
La muerte

¿Qué es la muerte? ¿Cómo y qué sucede durante la muerte?


¿Cómo experimenta nuestra familia y conocidos nuestra
muerte? ¿A dónde vamos cuando morimos? En el presente
capítulo, nos sumergiremos en el tema de la muerte dando
respuesta a parte de su misterio.

El significado de la muerte

Definición de la muerte

Para poder entender la muerte, debemos primero entender su


concepto a nivel médico. Actualmente, la definición de muerte
está basada en la noción de muerte cerebral, concepto
aceptado en la legislación de diferentes países.

La muerte encefálica se define como el cese irreversible en las


funciones de todas las estructuras neurológicas intracraneales,
tanto de los hemisferios cerebrales como del troncoencéfalo 4.
La muerte puede producirse por causa natural, es decir, por
enfermedad o por procesos degenerativos inherentes al
envejecimiento; por muerte violenta, entre ellos homicidios,
accidentes y suicidios, y por causas indeterminadas o muerte
súbita.

4 ESCUDERO, Dolores. Diagnóstico de muerte encefálica. Med.


Intensiva [online]. 2009, vol.33, n.4, pp. 185-195. Disponible en:
www.scielo.isciii.es

103
La muerte en amplio contexto

La muerte es una palabra a la que tanto le ha temido el ser


humano. Sin embargo, tiene un significado que va más allá de
lo que el hombre siempre ha creído. Ante los ojos humanos la
muerte parece ser el cese total de la persona, la caída en un
hoyo del que nunca más se volverá a salir. Parece ser la
extinción del hombre y el destino más miserable para quien la
padece. La gran mayoría relaciona la muerte con el
sufrimiento, la injusticia, el horror, el castigo y el olvido.

Nos preguntamos el porqué, pero nunca el para qué, ante


nuestros ojos es poco admisible y de difícil comprensión. Sin
embargo, para la cultura oriental la muerte tiene un
significado muy diferente a la cultura occidental, pues ellos la
ven como la trascendencia a otro mundo y en verdad, no se
equivocan.

La muerte es el abandono total del cuerpo y la ruptura con el


vínculo material. Es el traspaso de la existencia física
temporal, a la existencia espiritual eterna. Tenemos un hogar
al que pertenecemos por naturaleza, del cual venimos y al cual
regresamos. Este hogar es el reino espiritual y lo que ahora
mismo hacemos es un viaje temporal, corto o largo, en un
cuerpo y en un espacio del universo físico. No debemos
sorprendernos de ello pues aún, hay cosas más extraordinarias
que ver, comprender y aceptar para la raza humana.

La ciencia lucha como criatura pequeña intentando


comprender los misterios de la vida y si acaso de la muerte,
pero poco se percata de que se encuentra condicionada bajo el
plano físico y sus límites. Aunque lo intentasen, los científicos
nunca llegarán a comprender el misterio de la muerte.

104
Únicamente lo harán hasta cuando ellos mismos la
experimenten, pero para ese entonces, ya no podrán estar aquí
para comprobarlo en sus estudios científicos.

Solo algunos que han vivido Experiencias Cercanas a la


Muerte (ECM), pueden aproximarse mínimamente a lo que
significa realmente la muerte. A través de estas experiencias
vividas por miles de personas se ha podido revelar, que se
siente al momento de morir. Aquellas experiencias pueden
tomar solo unos minutos o hasta varias horas, tiempo
suficiente para acercarse al umbral de la muerte y volver para
contar lo vivido.

Si es usted de los que no se conforman con poco y quiere


profundizar en el estudio de las ECM, puede consultar los
estudios médicos realizados por el Dr. Raymond Moody y Pim
van Lommel entre otros. También puede leer la experiencia
del neurocirujano Eben Alexander en su libro "La prueba del
cielo".

Pero vamos a adentrarnos en el mundo de la muerte para


intentar comprenderla mejor y aceptarla como lo que es.

¿Cómo sucede la muerte?

El ser humano ha sido diseñado de tal manera, que justo antes


de que acontezca la muerte corporal, el espíritu se desprenda
prontamente del cuerpo con el fin de evitar el fuerte impacto
que causaría gran dolor y sufrimiento al cuerpo.

Es por esta razón que en el caso de muerte violenta, en muchos


de las ocasiones no se siente el momento del impacto de la

105
muerte, pues sería una cosa brutal e irresistible para el ser
humano. Sin embargo, existen excepciones, por ejemplo
cuando la muerte se produce de manera lenta o por causa de
tortura. Si la persona afectada llegara a quedar viva,
normalmente, entra en un estado de inconsciencia para evitar
sentir el traumatismo prolongado.

En el caso de enfermedad repentina o crónica, la persona


puede entrar en un estado donde ya no percibe el mundo físico
en su totalidad, sino que se sumerge profundamente en los
pensamientos de su consciencia, siendo el momento en el que
la muerte llega generalmente como un estado de paz y
bienestar absoluto.

Antes de que suceda la muerte como tal, el espíritu es


separado de su cuerpo, pudiendo el individuo observar que ya
no está dentro de su cuerpo, sino que es un espectador de sí
mismo. Percibe que el cuerpo allí tendido es el suyo, sin
embargo, se siente ajeno a el; se da cuenta de que sigue siendo
él mismo, pero sin aquel cuerpo del cual creyó toda su vida,
era él mismo.

Intenta comunicarse con las personas que están cerca, pero sin
fruto alguno, pues parece que nadie le ve ni le escucha, lo que
le hace sentir totalmente ignorado y aislado. Al moverse nota
que no tropieza con los objetos ni tiene contacto físico alguno
con nadie ni con nada. Puede traspasar paredes, puertas y
flotar libremente por el espacio. Puede viajar a una velocidad
jamás antes conocida por un ser humano, recorriendo largas
distancias a la velocidad del pensamiento. Puede tener acceso
a cualquier lugar en la tierra e incluso al espacio mismo. Ahora
se da cuenta de que el tiempo ya no le preocupa y que en este

106
plano ni siquiera existe el tiempo. Podrían pasar minutos,
meses o años y no percatarse de ello.

Llega un momento en que de repente aparece una luz


brillante, que se expande y llena todo el espacio. En otras
ocasiones puede ocurrir que sienta como si hubiera llegado a
un sitio de completa y espesa oscuridad en medio del vacío
total, y donde siente la paz más indescriptible. No obstante,
siente una gran confusión, pues aparentemente nunca ha
vivido tal situación e ignora completamente dónde se
encuentra y qué hace ahí. Es en este momento donde aparece
un destello de luz y la persona siente un fuerte deseo de
alcanzarlo.

De aquella luz surge uno, dos o más seres que establecen una
comunicación con la persona o cuando sea el caso, con
nosotros mismos. Esta comunicación se produce a través de
pensamientos o vía telepática, sin necesidad de utilizar
lenguaje verbal alguno. Aquel o aquellos seres de luz tienen la
misión de comunicarnos que es el momento de la muerte, de
nuestra muerte. Vienen a acompañarnos en el tránsito que
hemos de hacer hasta nuestro lugar de destino, donde
continuaremos nuestra vida espiritual con nuestra identidad,
esencia y desarrollo espiritual que tengamos.

Estos seres de luz que nos guían, pueden ser seres que tienen
un rol como guías espirituales y son los que nos acompañan
durante toda nuestra vida humana. Estos son los que
conocemos en el lenguaje humano como “ángeles”, de los
cuales haré referencia más adelante. En algunos casos son
amigos o familiares ya fallecidos, quienes vienen a asistirnos.
Sin embargo, el ser con más connotación que viene al
recibimiento es el propio Jesús de Nazaret, el ser de luz del

107
que frecuentemente se han tenido reportes en las Experiencias
Cercanas a la Muerte. Tenga presente que aquí no estamos
haciendo referencia a religión alguna, sino a historias reales
que han sucedido a personas de todas las culturas y religiones
del mundo.

Revisión de la vida

Durante el transcurso de la experiencia de muerte, hay un


evento que sucede en todos los casos. Se trata de la revisión de
la vida, la cual hacemos normalmente en compañía de estos
seres de luz o de forma instantánea, inmediatamente después
a la muerte.

La revisión de la vida se trata de la visualización de todos los


acontecimientos de nuestra vida, desde el momento de nuestro
fallecimiento hasta nuestro nacimiento. Esta revisión se da en
forma de proyección, similar a un holograma desde dos
perspectivas. La primera, desde el punto de vista del
observador y la segunda, desde la experiencia en sí misma, es
decir, como si lo estuviéramos volviendo a vivir.

Revivimos normalmente cada instante de nuestra vida con el


más mínimo detalle. Cosas que ya habíamos olvidado, vuelven
a presentarse tan vivas como el presente. Allí somos parte de
la acción, lo vivimos y lo sentimos. Es ahí donde vemos cada
acto, cada pensamiento, cada sentimiento, cada palabra, todo
al mismo tiempo.

Podemos ver cómo afectamos cada persona con quien


interactuamos. Podemos sentirnos y literalmente convertirnos
en esas personas, percibiendo todo lo que ellas sintieron;

108
sentimos su alegría, su sufrimiento, su impotencia,
absolutamente todo. Vemos las verdades y las mentiras que se
ocultaban detrás de nuestros pensamientos y también de las
personas que estuvieron presentes en nuestra vida. Sentimos
todas las reacciones y consecuencias que cada acción nuestra
provocó en nuestra propia vida y en la de aquellas personas.
¡No hay nada oculto en la vida!

En la revisión de la vida no se le da importancia a los eventos


que esperamos sean enaltecidos. No son a los grandes logros
ni a lo que conseguimos o lo que pensamos que tiene valor, tal
como una profesión, haber amasado una riqueza o haber
superado a otros. Más bien son a los actos de bondad, las cosas
que hicimos de corazón (socorrer a un anciano, levantar un
chico, ayudar a alguien, etc.), las cosas que hicimos sin
calcular, sin pensar, solo desde la bondad de nuestro corazón.
Y lo que pensábamos que era importante, cosas buenas que
hemos hecho ni siquiera contaran para nada. Son las pequeñas
cosas que cada uno hizo sin saber, desde el amor.

Como vemos, justo en la revisión de la vida podemos ver todo


tal cual como es. El velo que antes teníamos ante nuestros
ojos, ha caído y los grandes interrogantes que teníamos nos
son desvelados.

Cuando repasamos nuestra vida, lo hacemos para que seamos


críticos de nosotros mismos, no para ser juzgados o
condenados. No hay condena en aquello; es justo para mirar
quienes realmente somos, mirar lo que hemos hecho y luego
darle un valor ante los ojos del Creador. Asimismo, le damos
un valor de lo que el amor del Padre significa en nuestras
vidas, de que somos profundamente amados y que deberíamos
profundamente amarnos. Por esta razón no es el Padre el que

109
nos condena, sino que somos nosotros mismos los que nos
juzgamos de acuerdo a lo que es Él. Y aun así, podemos ser los
jueces más duros y crueles que puede haber.

Con la revisión de la vida comenzamos a sentir una parte de


nosotros más grande y mucho más magnífica de lo que alguna
vez nos dimos crédito. Cuando estamos en el cuerpo
intentamos comprender cómo funciona todo y tenemos interés
en el conocimiento que requerimos en esta vida. Incluso
después de la muerte, el proceso de aprendizaje continúa y lo
que aprendemos aquí, lo llevamos con nosotros al próximo
mundo.

Preguntas de reflexión en la revisión de la vida

Cuando revisamos nuestra vida en compañía de los seres de


luz, aquellos seres nos hacen preguntas para ayudarnos a ver
con más claridad lo que hicimos en nuestra vida. Tales
preguntas son:

• ¿Qué hiciste con tu vida?


• ¿Qué has logrado con el precioso tiempo que te ha sido
concedido?
• ¿Cuánto has amado durante tu vida?
• ¿Has amado a las demás personas como yo te he amado
a ti (dice Jesús)?

La primera pregunta está relacionada con valores, mas no con


hechos, pero cada hecho implica los valores que tenemos. La
segunda pregunta tiene relación con la forma como hemos
usado nuestro tiempo aquí en vida. Muchas veces nos
encontramos en situaciones donde no sabemos cómo usar
nuestro tiempo; esos momentos en los que el aburrimiento

110
abruma nuestras vidas o cuando se tiene tanto tiempo libre, y
eso pasa cuando no tenemos tareas y objetivos claros en que
invertir el tiempo. Muchos prefieren gastarlo en cosas como
ver la televisión, vacilar haciendo cosas inútiles que no llevan a
ningún objetivo concreto, el consumo de psicoactivos con fin
meramente recreativo o por adicción, conversaciones vacías,
video juegos, exceso de vanidad, shopping innecesario y/o
desmedido, actividades obsesivo-compulsivas, etc. Por otro
lado y lo más importante, derrochamos tiempo en cosas vanas
sin saber que tenemos una misión que cumplir, la cual tiene
como principal enfoque amar y ayudar!

La tercera y cuarta pregunta implican aspectos como si hemos


sido capaces de ir más allá de nuestros gustos inmediatos; a
quién enaltecemos con lo que hacemos, a nosotros mismos o le
cedemos el campo a los demás. Pensemos si lo que tiene peso
resultara ser en realidad un interés por sí mismo, por todo lo
personal y por nuestras propias conveniencias (estudios,
trabajo, dinero, intereses personales, etc.). No será que
nuestro egocentrismo nos lleva a pensar en el yo, yo y siempre
yo en primer lugar. ¿Qué hemos sido capaces de hacer por los
demás?, ¿hemos emprendido algo en favor de los demás?,
¿hemos conseguido algo importante en este nivel?

Asimismo es importante cuestionarnos si hemos tenido


tiempo para los demás. A veces parece que dedicáramos
tiempo por ejemplo a nuestra familia o pareja, haciendo los
oficios de la casa o viendo televisión, pero pensemos si
realmente les dedicamos tiempo a las personas como tal,
escuchándolas, intentando comprenderlas, ayudándolas en sus
problemas y compartiendo un verdadero tiempo con ellas. Y
esto mismo pasa con los amigos o gente cercana, muchas veces
parece que se estuviera ahí, pero en realidad no se está.

111
¿Cómo experimenta la familia, la muerte de un
ser querido?

El ser humano solo puede ver hasta donde sus ojos físicos se lo
permiten. Así son también los pensamientos respecto a la
muerte. Para muchas de las personas que experimentan la
muerte de un ser querido o conocido, la persona ha muerto, ha
desaparecido. Algunos lo aceptan con resignación y otros
parecen hundirse en el desespero y en la profunda depresión.
Es el duelo de la muerte, ese estado en el que se siente como si
cavaran un hueco en el corazón. La pregunta constante del
porqué, la desolación, la soledad, el vacío, los recuerdos y el
dolor, es lo que atormenta a los que quedan aquí en la tierra.

Les queda la gran incertidumbre si aquella alma sobrevivirá a


la tragedia de la muerte. Pero lo que ignoran las personas es
que su ser querido ha pasado por una gran transformación; no
saben que aquella flor es arrancada del plano físico, solo para
volver a ser plantada en el plano espiritual donde jamás
morirá.

Así que a los que se quedan aquí, no sufran, sino aprendan y


acepten que así como la futura mariposa pasa por un momento
de transformación para finalmente dar forma a la mariposa
hermosa y colorida, así también somos nosotros dentro de
estos cuerpos, transformándonos con la experiencia y la
sabiduría obtenida, para finalmente salir de nuestro capullo y
disfrutar de la libertad y la belleza del mundo espiritual. No es
el fin, solo es la vuelta al hogar permanente.

112
¿A dónde llegamos después de dejar el cuerpo?

Nuestro destino final está muy relacionado con la forma como


hemos vivido aquí en la vida terrenal. La vida después de la
muerte es una continuación de lo que actualmente somos
internamente e iremos a un plano acorde a nuestro estado de
consciencia. Nuestras experiencias, conocimientos y esencia lo
llevaremos a este lugar. Nada de lo que hayamos
experimentado en vida será en vano o echado a perder.

En el reino espiritual existen diferentes planos de existencia.


Cada uno de aquellos planos se encuentra habitado por
diferentes tipos de personas o seres, dominados por similares
estados de consciencia y con el mismo nivel de energía. El
estado de la consciencia se refiere a nuestro ser emocional, con
el tipo de pensamientos y sentimientos que llevamos cada uno
en lo más íntimo de nuestro ser. Es ese ser que somos, el que
nos hace actuar de la manera como lo hacemos. El ser
emocional que somos en la vida física, no puede ser diferente
del ser que somos en el plano espiritual; tal incoherencia no
podría haber en el plano espiritual donde nada está oculto.
Nos llevamos tanto el amor que sentimos como el odio, el
dolor y el resentimiento que sembramos en vida. Somos lo que
somos en el interior y eso no lo podemos negar, con la
diferencia de que aquí lo podemos enmascarar ante los
hombres, pero allí, sin más trajes que lo que somos, no lo
podemos ocultar. Dice el libro de Lucas:

«Pues no hay nada oculto que no haya de ser


manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga
a la luz» (Lc. 8: 17).

113
En la dimensión espiritual cada persona vive en el plano de
existencia para el cual se ha preparado previamente en la
tierra. Ni el Padre ni nadie nos envía a ningún lugar específico,
somos nosotros mismos quienes nos autodeterminamos de
acuerdo con nuestro estado de consciencia, pues cada uno
lleva consigo su propia recompensa o castigo, y va a donde
mejor se pueda acoplar.

Plano del estado de la consciencia superior

El plano del estado de la consciencia superior, se refiere al


mismo reino de la luz ya descrito con anterioridad. Este plano
superior se encuentra en algún punto del universo, reinado
por el propio Creador y por su Hijo mayor. Ellos son el centro
de este reino, ellos son los que le dan vida y orden, ellos lo
llenan todo con su amor, alegría, sabiduría, poder y majestad
divina.

Este plano está cohabitado por individuos que en la vida


corporal tuvieron como principio el amor en su corazón de uno
u otro modo, el amor que un buen día aquel profeta e Hijo del
Padre nos instruyó. Son también aquellos quienes tuvieron fe,
quienes creyeron en un mundo mejor, quienes no perdieron la
esperanza en un Dios o Fuerza Superior (sea de la raza, etnia o
religión que sea) y/o en el Hijo. No hago referencia a personas
escogidas ni especiales, sino a quienes aprendieron a dar de lo
poco que tenían sin reserva alguna y sin esperar la devolución
por aquello. Son también quienes se preocuparon por ayudar a
otros, y aprendieron a superar el dolor y las grandes
aflicciones de la vida, liberando su corazón del odio y los
sentimientos destructivos hacia sí mismos y hacia los demás.
Son quienes sin saberlo, escucharon su voz interior, es decir la
voz del Padre, que les aconsejaba, que les guiaba, que les

114
prevenía. Quienes tuvieron la voluntad y la valentía de ver sus
propios errores, grandes o pequeños, y aprendieron de ellos
intentando ser cada vez mejores y tener más armonía
alrededor de su vida.

Pero también y aunque suene paradógico, son todas las


personas comunes y corrientes como todos nosotros, no
importa las creencias o si se es ateo, si se es rico o pobre, etc.
que volveremos a casa, y nos daremos cuenta que toda esta
vida tan sólo ha sido una prueba a nosotros mismos, un
autoexamen. Y aunque duele decirlo, todos nos
arrepentiremos por no haber hecho lo que fuimos llamados a
hacer, por haber sembrado sufrimiento y egoismo y por haber
desperdiciado la oportunidad de AMAR Y AYUDAR! El
arrepentimiento será, por haber llegado a casa a descansar,
una casa llena de amor y plenitud, y sentir, que no hemos
cumplido del todo con nuestra misión.

Con el poder y el amor del Creador, todo es purificado y


perfeccionado en este plano. Todo lo que entra allí, es
limpiado y santificado con su amor; los pensamientos
negativos son controlados y aniquilados por la energía divina,
dejando lugar solo a los buenos pensamientos. De esta manera
cuando retornamos al plano de luz, somos limpiados a través
del amor, a través de la fuente dadora de vida, de todo lo
oscuro o la contaminación que llevamos en nosotros. Todas
nuestras preocupaciones, angustias, miedos y dolor son
borrados. Todo lo que pueda trastornar el espíritu
negativamente, es apartado y somos renovados hasta lo más
profundo de nuestro ser, y con esa renovación espiritual,
comenzamos una nueva vida en plena libertad y amor.

115
Para muchos será como haber retornado a casa de nuevo, pues
sentirán que de alguna forma, en algún otro tiempo, ya habían
estado en este lugar. Han de encontrarse a gente que habían
olvidado por completo y a familiares ya fallecidos de
generaciones muy antiguas.

Este es el hogar final al que todos hemos de llegar tarde o


temprano, el hogar que todos en el fondo hemos anhelado, tan
cercano a lo que conocemos en lenguaje humano como
“paraíso”. ¿Será una casualidad más, que este deseo
subconsciente lo tengamos de una u otra forma casi todos los
seres humanos?

Planos de estados de la consciencia inferiores

A continuación, haré una descripción de los planos donde van


las personas con un tipo de consciencia negativa o destructiva.
Pero tengamos en cuenta antes que aunque se trata de planos
inferiores, allí también está la presencia del Padre eterno. Las
personas que se encuentran en estos planos, son aquellas
personas que en vida acumularon sentimientos y
pensamientos tan negativos, y que están tan arraigados a ellos
mismos, que fueron capaces de destruir su vida y la de otros,
sin la menor compasión.

Estas personas están cargadas de veneno emocional, debido a


las circunstancias difíciles o traumáticas de su vida. Sin
embargo, ellas se han dejado consumir de este fuego
destructivo, impidiéndoles ver el camino de la luz espiritual.
Han persistido en llevar su carga dolorosa y llena de odio,
incapaces de perdonarse ellas mismas y perdonar a otros,
cerrando toda posibilidad a la sanación espiritual y al amor.
Junto a ellas están las personas entregadas a la avaricia y al

116
egoísmo irracional, a la violencia, la lujuria perversa y a la
tiranía.

Existe un plano en la esfera terrestre donde muchas de estas


personas ya desencarnadas, se quedan atadas a las
circunstancias que han vivido en su vida física, incapaces de
desprenderse de ellas. Pueden quedarse encadenadas junto a
personas, familiares, circunstancias o sitios permanentemente
sin ser vistos ni percibidos por nadie, y sin embargo estar
continuamente atormentados por los problemas de los “vivos”.

Puede ser que una madre obsesiva se quede atada junto a sus
hijos intentando controlar sus vidas, un toxicómano quedarse
esclavizado a sus deseos adictivos, una persona atada a sus
asuntos y posesiones materiales o una persona sedienta de
justicia por su propia muerte. Por eso mientras estemos en
vida, es mejor no hacernos tesoros terrenales; más bien
seamos conscientes de que nada de lo que hay aquí es nuestra
posesión (así como muchos están convencidos), sino que
debemos tener desapego de lo material y respetar la libertad
con la que fue hecha nuestra alma, y esto solamente se puede
lograr con el autoconocimiento y el amor incondicional. Por
ello Jesús dijo:

«No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla


y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y
roban; sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la
polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no
penetran ni roban; porque donde esté vuestro tesoro, allí
estará también vuestro corazón» (Mt. 6: 19-21).

Por otro lado, existe otro plano donde permanecen las almas
en sitios desolados y donde no hay ningún tipo de actividad

117
humana. Estos seres padecen en su propia miseria mental,
encadenados a los propios hábitos de su mente tendentes al
odio y todo pensamiento encaminado a la destrucción. Todos
sus odios y pasiones se hacen visibles ante ellos, intentando
luchar ferozmente los unos con los otros por saciar sus
desesperados deseos sin una manera de satisfacerlos.

En este plano los pensamientos privados no existen. El único


consuelo que parecen tener, es ver a los demás tan
desgraciados como ellos mismos, no pudiendo hacer más que
verter su veneno los unos contra los otros. Sus sentimientos de
odio y miedo se intensifican en el estado espiritual y la única
esperanza que tienen, es tomar un cuerpo humano de nuevo
con la esperanza de salir de sus prisiones internas.

De igual forma, es posible existir en estos planos en un estado


de consciencia donde solo existe la persona y una soledad
absoluta. Puede ser que muchos de nosotros ya hemos estado
existiendo de esta manera pero no porque alguien nos haya
condenado, sino porque nosotros mismos nos hemos
condenado a una prisión oscura y solitaria a causa de
determinados actos que cometimos en vidas pasadas. Nuestra
condena es cargar con esa culpa profunda y no ser capaces de
perdonarnos a nosotros mismos por aquellos actos que
dañaron a otras almas (seamos conscientes o no de ellos). La
mejor forma de aproximarnos al conocimiento de lo que
hemos hecho en el pasado (ya sea en esta vida o en otras), es
observar con detenimiento, los daños y los traumas que
hemos sufrido en esta vida presente y aquellos pensamientos
íntimos tormentosos que guardamos solamente para
nosotros. Tal vez lo que hemos sufrido en esta vida, es la
consecuencia de lo que nosotros mismos causamos en esta o
en otras vidas; esto nos sirve como medio para comprender a

118
cabalidad, el sufrimiento por el que pasamos en la vida actual.
Tal vez aquellos pensamientos negativos, obstáculos y
ataduras emocionales que cada uno lleva adentro, son el efecto
de esas situaciones aún no resueltas.

No importa la situación que haya sido, no importa si se es


hombre o mujer, solo recordemos que en otras vidas, tuvimos
sexos diferentes y estuvimos en escenarios distintos, pero bajo
circunstancias similares. Démonos cuenta que la única forma
de romper esas cadenas, es con el perdón sincero y el olvido.
El perdón es una condición supremamente importante en la
carne y en el espíritu. Muchos han de pensar que deben pedir
perdón al Padre celestial, pero no hay que olvidar que antes de
pedírselo con el corazón, Él ya nos lo ha concedido. Sin
embargo, si nosotros no nos perdonamos a nosotros mismos
realmente, seguiremos en aquella cárcel de inaguantable
sufrimiento emocional.

Todas estas personas que existen en los planos inferiores


aparentemente parecen haber rechazado la luz que un día fue
anunciada, la luz del Hijo que nos ilumina, privandosen de
alcanzarla y sumiéndose en su propia oscuridad. Pero aunque
parece ser que en aquellos planos se estuviera condenado
eternamente y la soledad del corazón cavara hondo, existen
seres de luz que están acompañando a cada espíritu
desencarnado, brindándole atención y sirviéndole. Pero ellos
en medio de su ceguera no los pueden ver ni percibir. Ellos no
pueden ver ni escuchar estos seres porque no han superado el
odio ni la arrogancia en sus corazones; su atención está
centrada en hacer y devolver el mal. El día que ellos decidan
extender su mano hacia la luz del amor, se podrán liberar de la
cárcel que ellos mismos han construido en su corazón.

119
En estos planos pueden pasar años o incluso siglos, hasta que
la persona decida reencarnar* para aprender las lecciones que
debe. Desafortunadamente cuando muchos lo hacen, olvidan
todo su tormento y comienzan de nuevo una vida de tiranía y
codicia. Este ciclo miserable puede continuar repetitivamente,
a menos que, encuentren la salvación en una de sus vidas,
pues son incapaces de ayudarse ellas mismas.

*Si usted quiere saber más sobre la reencarnación, remítase a


los estudios científicos del Dr. Michael Newton y Dr. Brian
Weiss, donde a través de la hipnoterapia estudian cientos de
casos en los que se demuestra con hechos y evidencias reales,
que efectivamente existe la reencarnación.

Los suicidas

Hay un plano donde se encuentran los suicidas. Aquellos que


alguna vez estando vivos, cortaron su propia vida para escapar
de su tormento en el plano físico, sin saber que quedarían
encadenados a las propias consecuencias de su acción. Estas
personas siguen atadas a las circunstancias que le llevaron al
suicidio, dando vueltas alrededor de ellas de manera
permanente y tormentosa.

Muchos de aquellos suicidas se quedan vagando aún en los


sitios donde alguna vez habitaron en la tierra intentando tener
comunicación con la gente a quien hicieron daño a causa de su
arrepentimiento, pero sin siquiera lograr el mínimo contacto.
Así pues, pueden pasar años en donde el alma está sumergida
en su propio tormento.

120
Para ellos y para todas las almas que se encuentran en los
planos de consciencia inferiores, hay un común denominador:
el no poder descubrir la presencia del Padre, de Jesús ni de los
demás seres de amor a causa de sus apetitos inmediatos, de su
esclavitud emocional y de su odio, creando un muro que
interfiere entre la persona y la luz divina, siendo esta última la
que abre el entendimiento profundo a la comprensión de la
verdad y les da la posibilidad de vivir de nuevo en libertad.

Infierno: mito o realidad

Mucho se ha hablado acerca de la existencia de un infierno.


Las religiones lo señalan como el destino que deben sufrir los
pecadores que no se han arrepentido. Sin embargo, vamos a
desvelar algunos misterios que nos darán algunas luces acerca
de lo que es el verdadero infierno.

El infierno se puede ver desde dos perspectivas: la primera


desde el punto de vista de estar en el infierno en la misma vida
terrenal y la otra, desde la existencia de un sitio físico –
espiritual de tormento.

Perspectiva de un infierno humano

Partiendo desde esta perspectiva, podríamos preguntarnos si


acaso la vida y la realidad humana son nuestro propio infierno.
Muchos lo han afirmado a raíz de todo el sufrimiento y el dolor
por el que han tenido que pasar a lo largo de sus vidas. El
sufrimiento psicológico y físico es tan agudo que afecta
profundamente las diferentes áreas de su vida, llevando la
persona a la desesperación y a la depresión hasta el punto de
sentir que su vida es un infierno. El resentimiento, el odio, la
121
amargura, la rabia, la impotencia de creer que algo puede
cambiarse, así como el sentirse humillado, herido, solo y
abandonado, hace de la propia existencia un sufrimiento lento,
un infierno en carne viva.

También podríamos pensar que la humanidad por sí sola, ha


transformado la hermosa tierra en un verdadero infierno. El
ver cómo se venden o se matan los unos con los otros por una
suma de dinero o tan solo por un par de centavos; ver como
unos luchan por tener el poder sobre los recursos naturales,
territorios y grandes riquezas monetarias, destruyendo
poblaciones enteras, la dignidad humana, la vida misma y la
naturaleza. El ver la desigualdad en la humanidad, donde unos
teniendo que comer de sobra y tirando toneladas de alimentos
a la basura, se lamentan por su vida pobre y miserable,
mientras otros se alegran por tener siquiera un puñado de
insectos para llevarse a la boca. Ver como son destruidas vidas
enteras, por causa de los apetitos perversos e insaciables de
personas esclavizadas por su lujuria, tiranía, soberbia,
sadismo, insensibilidad y frialdad. El ver cómo las familias se
desmoronan, volviéndose enemigos unos con otros. Ver la
traición, las artimañas, la hipocresía, la mentira, la avaricia, el
individualismo y el egoísmo bestial. Fijémonos que el infierno
no está hecho por asesinos ni abusadores sexuales solamente;
el infierno está hecho por todos, todos los que no actúan bajo
la perspectiva del amor sagrado del Padre.

Este es el infierno y es aquí donde comienza, en la tierra, y en


medio de el nos hacemos nuestros propios infiernos
individuales que llevamos al otro lado por nuestra propia
decisión. Nadie nos obliga a nada, nadie nos somete a nada,
somos nosotros los que nos sometemos a nuestros
pensamientos, sentimientos y deseos oscuros.

122
Por otro lado, si miramos en retrospectiva el sufrimiento que
cada uno hemos vivido aquí de una u otra forma, no es porque
otras personas nos han herido, sino porque hemos decidido no
sobreponernos a los problemas y situaciones que tenemos que
superar para poder crecer espiritualmente. Es exclusivamente
nuestra decisión si seguimos en ese infierno interior, a pesar
de que el mundo siga siendo un caos, o por el contrario, nos
sobreponemos a esta oscuridad y nos llenamos de la luz
purificadora y dadora de nueva vida.

Perspectiva del infierno como un lugar

Si miramos el infierno desde la perspectiva de ser un lugar


físico – espiritual, podríamos decir que si exista, siendo un
lugar lleno de oscuridad, maldad y destrucción. Un lugar o
centro donde residan los seres más viles y oscuros que jamás
han existido. Estos seres son los seres demoníacos que habitan
en la oscuridad y desde allí, es de donde tienen origen los
planes más terroríficos y maquiavélicos con el fin de ayudar a
la destrucción de lo más preciado, la creación divina.

Ahora, no he de asegurar que algunas personas vayan a este


sitio, pero si puedo señalar que más que ir a un sitio específico,
se puede llegar a alguno de los planos anteriormente descritos
o similares, donde habitan seres con un estado de consciencia
suprainferior.

El infierno realmente es una fuente de insoportable aflicción


emocional. Los que van allí, son los que han escogido el
camino de la autodestrucción. Ellos reviven allí, una y otra vez
la agonía y las circunstancias que los han llevado a vivir su
propio infierno.

123
Puede ser aquel tipo de personas, que llevan en su interior un
veneno letal que destruye a su paso. Aquellas personas que
están gobernadas por la maldad, la perversidad y la
depravación; esos seres que se satisfacen al destruir y hacer
sufrir al máximo a las demás criaturas de la creación.
Características como la soberbia, el derramamiento de sangre
inocente, la blasfemia contra el espíritu de Dios, la
maquinación y práctica de pensamientos infames, los conjuros
malévolos, la difamación y la formación de discordia y odio
entre las personas, son las características que acompañan a las
personas que alimentan su camino hasta este plano, sin tener
ningún reparo ni remordimiento alguno.

Este plano es experimentado como una manifestación de lo


que en vida ya se estaba experimentando. Todo el sufrimiento
causado en vida, se lleva al otro lado, multiplicándose e
intensificándose, convirtiéndose en un tormento dentro de su
espíritu y en un veneno que se vierte ahora contra sí mismo.

En algunos casos de ECM las personas que han experimentado


estar en este plano, afirman haber estado en un lugar
suprémamente oscuro donde el sufrimiento se siente en cada
rincón. Dicen haber visto personas que se someten la una a la
otra bajo inimaginables torturas físicas y emocionales, y haber
sentido la presencia de seres oscuros y perversos,
probablemente demonios.

El demonio y sus servidores

Una de las grandes incógnitas que muchos nos hemos


planteado, es si existe el llamado demonio y los seguidores que
le sirven. Es muy bien conocida la historia del ángel que se

124
reveló contra el Creador y cómo fue expulsado él y sus
seguidores a los profundos abismos por toda la eternidad.

Ahora bien, a continuación me limitaré a relatar una


experiencia que tuve hacia el año 2006, con el ánimo de que la
gente se haga una idea de que significa y cómo son los
verdaderos demonios en la vida real. Lo recuerdo como si
hubiera sucedido ayer y de lo cual puedo dar fe, fue tan vivo y
real, que queda descartado por completo la posibilidad de un
sueño o producto de mi imaginación.

Era un fin de semana común y corriente. En ese entonces yo


vivía en la casa de mi madre y por estos días nos visitaba mi
hermana mayor. Aquel día llegó la hora de acostarse y todos
nos fuimos a la cama. Cuando todos estábamos ya durmiendo,
calculo yo que alrededor de las 2 o 3 de la madrugada, me
desperté. Me senté sobre la cama estando muy consciente de
lo que hacía. De repente y con gran normalidad pude
visualizar a través del pasillo, el cual llegaba hasta la entrada
principal del apartamento; pero en ese momento no podía
entender porque podía ver este segmento de la vivienda sin
siquiera haber abierto la puerta de mi habitación. Lo único que
sabía era que esto no era un sueño, pues cualquiera que esté
en sus cabales puede distinguir entre un simple sueño y la
realidad cuando se encuentra despierto. Solo algún tiempo
después, pude comprender que había tenido una experiencia
extracorpórea.

En aquel momento había una luz tenue, similar a la luz de la


luna. Con gran sorpresa vi que desde la puerta principal, entró
un hombre atravesando la puerta sin ningún esfuerzo. Yo me
pregunté quién era este hombre y qué hacía ahí. El hombre
caminó muy tranquilo por el pasillo hasta llegar a la primera

125
habitación, que era la de mi madre. Se detuvo por un par de
segundos y entró atravesando igualmente la puerta de madera.
Yo no sentí deseo de pararme e ir a mirar que ocurría, sino
más bien algo dentro de mí me dijo que esperara y observara
atentamente.

Aquel hombre era alto, aproximadamente un metro noventa


de estatura y delgado. Su tez era pálida grisácea, sus ojos
oscuros, de nariz perfilada y aguda y su cabello muy corto,
tendente a ondulado. La expresión de su rostro era totalmente
fría, parca y sin emoción alguna. Vestía un traje de sastre de
color gris oscuro, con pantalón y un abrigo que le llegaba hasta
la mitad de la pantorrilla.

Cuando el hombre estaba adentro de la habitación, mi madre


que dormía en compañía de mi hermana, sufrió de una crisis
nerviosa, crisis que padecía desde su infancia. Pude darme
cuenta de esto porque ella siempre gritaba y así mismo ocurrió
esta vez. Unos segundos después, oí que cayó al piso una
figura de una virgen María en cerámica que le había regalado
mi abuela, quien ha sido católica toda su vida. Era como si la
hubieran arrojado con mucha rabia. Yo aunque no lo pude ver,
supe instintivamente que era dicha estatua la que se había
roto.

Pasaron alrededor de tres minutos y aquel hombre oscuro y


severo, atravesó la puerta saliendo de la habitación y se dirigió
despacio hacia la entrada del apartamento, pero sin ninguna
vacilación. En esos momentos yo pude ver que el hombre no
me miraba en ningún momento, percatándome de que algo le
impedía darse cuenta que yo estaba observando todo el
tiempo. En todo ese instante no sentí miedo, tan solo sentí
como si hubiera sido una espectadora de la escena.

126
Traspasando la puerta de nuevo, abandonó el lugar dejando un
gran vació detrás. La luz tenue que rodeaba el lugar se
difuminó, volviendo a quedar todo en completa oscuridad.
Recuerdo que cuando abrí los ojos de nuevo, ya era de día y lo
primero que pensé fue si lo que había visto había sido un
sueño o un hecho real. Sin vacilación alguna, me levanté de un
salto y me dirigí a la habitación de mi madre. Cuando abrí la
puerta lo primero que vi fue los restos de la estatua en mil
pedazos, ¡en ese momento quedé petrificada! Desperté a mi
madre y me preguntó si había estado enferma durante la
noche. Ahí supe que todo había sido real y confieso que tuve
mucho miedo.

Desde esa noche todo aquello quedó grabado en mi memoria


tan sólido y con el más mínimo detalle. Un tiempo después, la
hermana que se encontraba esa noche, me confirmó que
aquella noche despertó al oír los ruidos y efectivamente, vio la
sombra de un hombre que rondaba la habitación en medio de
la oscuridad.

Esta experiencia me lleva a convencerme sobre la existencia de


seres oscuros y no sería equívoco pensar, que si existe este
“hombre”, existe un ser de mayor rango y poder. Este último
parece estar organizado y tener a su mando seres de la
oscuridad de menor jerarquía que le sirven para lograr sus
objetivos. Su propósito mayor es frustrar el plan del Creador y
llevarnos a cometer actos dañinos y destructivos, tanto en
nuestra propia vida como en la de los demás. Su recompensa
es ver como los seres creados por el Padre, se pierden y se
aniquilan ellos mismos, llevándolos a la depresión y al
sufrimiento profundo.

127
Por otro lado, esta experiencia me lleva a pensar acerca de la
influencia que tienen los demonios respecto a las
enfermedades. Muchos demonios pueden ser causantes de
algunas enfermedades o aprovechar alguna condición genética
de una persona, que la conduzca a padecer alguna
enfermedad. Ellos pueden tener gran influencia destructiva en
las emociones y en los pensamientos, llevando a la depresión,
al debilitamiento del sistema inmunológico y por consiguiente
a la enfermedad. Sin embargo, no estoy asegurando que sean
causantes de todas las enfermedades. He aquí una reseña
bíblica al respecto:

«Cuando Jesús vio que se agolpaba una multitud,


reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: espíritu mudo
y sordo, yo te ordeno: sal de él y no vuelvas a entrar en él.
Y después de gritar y de sacudirlo con terribles
convulsiones, salió: y el muchacho quedó como muerto,
tanto, que la mayoría de ellos decían: ¡Está muerto! Pero
Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en
pie. Cuando entró Jesús en la casa, sus discípulos le
preguntaban en privado: ¿Por qué nosotros no pudimos
echarlo fuera? Y Él les dijo: esta clase con nada puede
salir, sino con oración» (Mc. 9: 25-29).

Por último debo señalar que los demonios tienen la capacidad


de comunicarse con los seres humanos a través de la telepatía
mental, captando nuestras ondas de pensamiento de baja
frecuencia, es decir, pensamientos de carácter dañino y hostil,
así como nuestros miedos y deseos destructivos, y de igual
forma influirnos negativamente. Solamente hay una forma de
alejarlos de nosotros, y es con amor dentro de nosotros y con
oración a través del poder del Padre y el Hijo, quienes son los
Espíritus más fuertes y tienen el control sobre ellos.

128
«Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi
nombre echarán fuera demonios» (Mc. 16: 17).

129
Capítulo VII

El padre: la fuente del amor y el universo

En el presente capítulo pretendo esbozar aspectos


fundamentales acerca de lo que Dios Padre significa. Daremos
respuestas a preguntas tales como: ¿Quién es Dios?, ¿cuál es
su naturaleza?, ¿qué relación tiene con el ser humano?,
¿permite Dios la maldad y el sufrimiento en el mundo?

¿Quién es Dios?

Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que


es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso (Ap. 1: 8,
Reina-Valera 1960).

Yo soy la vida y la luz, que de mí han surgido. Yo soy el Padre


del cosmos y el Espíritu Santo, creador de todo cuanto existe.
Soy el amor puro, sólido y permanente. Soy lo absoluto, la
perfección y la libertad. Soy el multiplicador, el dador, el
benévolo, el compasivo, el paciente y el generoso. Soy lo
incalculable, lo profundo y lo eterno. Soy el noble, el cuidador,
el transformador, el restaurador, la paz y la guía.

Tus ojos y todo lo que eres han salido de mí; eres una parte de
mí, eres yo mismo. Yo soy la fuente viviente que sostiene el
orden del universo. Yo no conozco divisiones, preferencias,
diferencias, competencias o monopolios. No conozco clases,
razas, religiones ni fronteras. Yo soy el todo, la unidad, lo
completo y lo indivisible. Todos son tocados por los rayos de
nuestros soles y nadie es negado de ver el blancor de las lunas.
130
Yo soy la ciencia misma, la matemática, la física, la metafísica,
la química, la biología, la astronomía, la luz y la oscuridad
espesa que llena el universo. Soy el agua, el fuego, la tierra y el
aire. Soy la serpiente, la flor, el león y el colibrí; soy la raíz y la
hoja, el ojo y la escama, la piedra y el volcán. Yo soy la lluvia, el
trueno, el Sol, el desierto, el mar y quien mantiene sus límites.

Soy yo, el que hace que tus días sean posibles y que puedas
respirar una vez más. Yo soy el que hablo y el que retumba en
tu corazón; quién te da profunda e indescriptible alegría
cuando amas, cuando das sin preguntar; quien te sostiene
cuando contaminas tu propio corazón, a causa del daño que
infliges a tu paso. Soy la luz que nunca se apaga.

Yo soy el visible y el invisible, soy el ojo que lo observa y lo


siente todo. Mi luz trasciende desde mi trono hasta el más
pequeño rincón del universo y de la nada. Yo ilumino todo con
mi luz y lo cubro todo con mi amor. Yo soy la libertad absoluta
y no las cadenas. Yo soy el amor, el respeto y no la obligación.
Soy el que da consejo y el que previene, más no el tirano.

Hablo, observo y espero pacientemente; estoy atento a tu


venida y aunque pasasen siglos, soy el Padre que espera por ti.
Aunque pasasen siglos, sé que algún día escucharás y pondrás
atención a mi voz. Y si aún no escuchas, es porque aún estás
absorto en tu mundo, pero cuando escuches sabrás que soy tu
Padre viviente; sabrás que eres mi hijo, el hijo del cosmos con
la fuerza y el poder de dar vida y amor. Sabrás que no hay más
camino que vivir en la unidad, en el amor y en la libertad del
alma. Sabrás que soy la respuesta y la verdad absoluta. Yo soy
la verdad, la raíz y origen de la existencia, esa verdad, que
tanto has buscado. Yo soy esa esencia de vida que tanto has

131
añorado y quien puede llenar ese vacío en tu espíritu, que no
te deja vivir en plenitud. YO SOY EL QUE SOY (Éxodo 3: 14).

Y dijo Jesús: «Cuando veáis al que no nació de mujer,


postraos sobre vuestro rostro y adoradle: Él es vuestro
Padre» (Tomás 15).

¿Quién podrá negarlo?

¿Acaso puede el pez negar y maldecir en contra del mar, el


medio que le da la posibilidad de existir? Negar al Padre, es
como negarse a sí mismo, es como intentar dejar de respirar
por sí mismo, es negar la vida misma. Intentar negar el todo,
es solo un juego mental, una ilusión.

Juzgamos las cosas desde nuestros límites mentales, desde


nuestro filtro cerebral. Apenas si podemos entender
mínimamente quienes somos, cómo podremos entender la
grandeza del Altísimo, pues si para poder entenderlo
tendríamos que ser tan grandes como Él. Ahora miramos todo
detrás de un velo, pero cuando este cuerpo perezca, lo veremos
todo tal cual como es, y los misterios del Padre nos serán
revelados.

Preguntas frecuentes acerca de Dios

- ¿Quién es Dios?

Dios es el Padre. Se le llama así porque Él ha sido el Creador y


dador de vida de absolutamente todo lo que existe. Él es el
Padre de la sabiduría; quien bebiere todo el vaso de la
sabiduría, allí en el fondo, encontrará a Dios. El Padre es el Ser
Creador, y su obra es una extensión que ha salido de Él mismo

132
y de su corazón; por lo tanto el Padre es el creador pero
también, Él es su propia creación. ¡Él lo es todo!

- ¿Por qué aparentemente no se puede ver a Dios?

Es esencial saber que el Padre posee una cara física y otra


espiritual. Su cara física o material, se puede ver
perfectamente en todo lo que existe en forma material. Es
decir, desde nuestro propio cuerpo, pasando por la naturaleza
hasta el planeta más recóndito no visible.

Su cara espiritual no es tan evidente al 100 % desde la


perspectiva humana. Recordemos que ahora habitamos un
cuerpo humano con filtros, los cuales no nos permiten ver el
mundo espiritual como es, pero en cambio nos facilitan la
convivencia en el plano material. Aunque a veces sea difícil de
comprender, el Padre está aquí, dentro de nosotros, y desde
nosotros, se expande hacia afuera en el universo.

Aunque ahora mismo no lo vemos con el ojo humano, Él si


está observándonos en silencio, mientras estamos presentando
la prueba de la vida. Pero aunque esta prueba parece larga, en
realidad solo dura el momento presente, pero cuando termine
y hayamos cumplido hasta el último propósito de nuestra vida,
entonces podremos ver y sentir la cara espiritual del Padre tal
cual como es.

Y si aun pudiéramos verlo con nuestros propios ojos, lo más


probable es que nuestros ojos no podrían resistir la fuerza de
su luz y serían destruidos, pues en comparación sería una luz
similar a la de 1000 lámparas delante de nuestros ojos. Sin
embargo, cuando practicamos la meditación y la oración

133
concentrándonos en Él, es posible percibirlo a Él directamente
y a los demás seres de luz.

Dijo Jesús: «Las imágenes se manifiestan al hombre, y


la luz que hay en ellas permanece latente en la imagen de
la luz del Padre. Él se manifestará, quedando eclipsada su
imagen por su luz» (Tomás 83).

- ¿Dios es hombre o mujer?

Dios es mujer y hombre a la vez, pues es autor de las dos


creaciones. Pero más que ser un hombre o mujer, Él es un ser
espiritual que trasciende a cualquier límite, así es que se puede
permitir ser tanto lo femenino como lo masculino, tanto padre
como madre.

Asimismo, para Él somos energía pura y neutra igual que Él,


no teniendo preferencia ni por lo femenino ni lo masculino,
aunque tengamos apariencia de lo uno o lo otro tanto en la
tierra como en el reino del espíritu.

- ¿Por qué Dios permite el sufrimiento y la injusticia


en la tierra?

Para poder comprender las razones, primero debemos tener


en cuenta que somos hijos de Dios, creados con la gran
facultad de la libertad; no somos títeres ni esclavos del Padre.
Por lo tanto, tenemos nuestra propia elección o libertad a la
hora de tomar decisiones y hacer lo que hacemos como seres
humanos. Segundo, como hijos humanos también escogemos
nuestro camino. La raza de la que hemos decidido tomar parte
en esta vida, se encuentra en proceso de evolución y con un

134
grado evolutivo todavía muy precario y primitivo, en
comparación con otras razas no humanas.

Es evidente que nuestro proceso evolutivo aún es muy pobre,


puesto que todavía no hemos desarrollado íntegramente una
convivencia que nos permita vivir en paz y generosidad entre
nosotros mismos y con la tierra. Por donde pasamos los
hombres, quedan los estragos de nuestra forma de vivir; queda
sangre derramada, enfermedad, pobreza, hambre, devastación
de la naturaleza, contaminación, etc., y todo por causa de
nuestra avaricia insaciable y nuestra forma odiosa de pensar y
actuar. Siempre preguntamos por qué Dios permite las
desgracias, pero no preguntamos por qué nosotros
empuñamos un arma contra otro; por qué permitimos la
injusticia, cuando no nos afecta directamente a nosotros; por
qué primero yo y mis deseos y después el resto; por qué nos
compadecemos, pero no hacemos nada al respecto; por qué
criticamos y juzgamos al que está al lado, pero no lo hacemos
con nosotros mismos cuando hemos cometido un error, sino
más bien nos justificamos; por qué nos llenamos hasta
saciarnos, pero cuando vemos un hambriento en la calle, le
ignoramos como a un fantasma; por qué puede más el amor al
dinero, que el amor hacia el prójimo y los inocentes. Será que
la pregunta correcta sería: ¿por qué los seres humanos
permitimos y causamos el sufrimiento y la injusticia en la
tierra?

Pero además deberíamos preguntarnos, ¿dónde está Dios,


mientras nosotros cometemos estas atrocidades? Es fácil
responder a esto: Él está en nuestra consciencia como aquella
gota que cae constantemente en una cueva haciendo eco,
hablando hasta que algún día abramos nuestro corazón y
nuestro entendimiento, y nos demos cuenta el daño que

135
realmente estamos haciendo. Y yo me pregunto, ¿Qué diremos
nuestro último día?, ¿tendremos las mismas excusas y
mentiras cuando nos encontremos desnudos ante el rostro del
Padre, quien es Santo y sin mancha?

- ¿Por qué Dios permite la enfermedad?

Dios no permite ninguna enfermedad. Somos nosotros los que


por medio de nuestros patrones de pensamientos y aflicción
emocional, facilitamos que la enfermedad se apodere de
nosotros. Desafortunadamente, cuando ignoramos esto
pensamos que es un mal del cuerpo, cuestión de mala suerte,
del azar o un castigo de Dios, pero no es así.

La mayoría de las enfermedades tienen una causa emocional:


se trata de situaciones internas emocionales que aún no hemos
solucionado, que están obstaculizando nuestro
funcionamiento y flujo normal de energía en el cuerpo.
Aquellas situaciones pueden venir de muchos años atrás,
generando enfermedades crónicas e incluso estar vinculadas a
nuestra existencia en el espíritu o posibles vidas pasadas, o
tratarse de determinadas situaciones recientes, que generan
un proceso de enfermedad agudo. Por otro lado, cuando se
trata de accidentes, pueden ser a causa de pensamientos llenos
de miedos, ansiedad, inseguridad, impulsividad, baja
autoestima y negatividad.

Ahora muchos se preguntarán qué pasa con los niños. Los


niños pueden también traer situaciones sin resolver,
anteriores a la vida humana. Situaciones que pueden reflejarse
en determinadas enfermedades como el cáncer y otras de
origen no hereditario, siendo a nuestro parecer enfermedades
con una causa totalmente inexplicable e inadmisible. Algunos

136
de estos padecimientos, aunque suene absurdo, pueden estar
ligados a nuestro camino de aprendizaje espiritual y de los
cuales ya éramos conscientes que padeceríamos antes de
iniciar la vida humana. También pueden relacionarse con el
hecho de no aceptar en su totalidad, procesos que debemos
superar para desarrollarnos espiritualmente. Estos trastornos
incluso, también pueden desarrollarse solo hasta la edad
adulta.

Por otro lado, como ya bien sabemos, por el hecho de ser una
red espiritual conectados los unos con los otros, afectamos con
la energía negativa que irradiamos a las personas, pero ante
todo a los niños, quienes tienen una mayor sensibilidad. Si
vivimos dentro de una familia, ya sea que se trate de dos o más
personas, somos afectados recíprocamente por los
pensamientos, sentimientos y actos negativos del otro. La
influencia negativa puede ser hasta tal punto, que el niño
termina padeciendo bajo alguna enfermedad. Como vemos la
enfermedad es una cuestión más ligada a nuestro estado de la
consciencia, que a un castigo o permisión divina. Todo efecto
tiene su causa y toda enfermedad también.

Hay algo que es fundamental entender en todo este proceso de


la enfermedad y es que así como nosotros mismos la
generamos, también nosotros tenemos el poder de controlar y
sanar nuestras enfermedades, cuando conocemos el poder
interior que tenemos. Un ejemplo excelente nos lo da Anita
Moorjani en su libro "Muero por ser yo", una mujer indu que
padeció de cáncer y que le condujo hasta la degradación total
de su cuerpo, quedando en cama, inválida, en los huesos y con
muchas áreas de su cuerpo y su piel carcomidas por el cáncer.
Después de haber pasado por la muerte, ella cuenta haber
sentido la energía sanadora del amor espiritual y haber

137
tomado de este amor la fuerza y la decisión para sanarse
totalmente y volver a la vida de nuevo. Uno de los casos más
impresionantes de sanación y superación física y que sin duda
alguna, todo el mundo debería conocer.

- ¿Nos castiga el Padre por nuestros errores?

Por experiencia y relación personal con Él, no creo que Dios


sea un Padre castigador. Nunca he sentido furia o venganza
que provenga de Él. Lo que muchas religiones proclaman
sobre los castigos de Dios, está basado solamente en los
preceptos y creencias humanas. El Padre es Santo y el amor
perfecto, y si es Santo, cómo podría salir de Él odio alguno. Él
es ternura y amabilidad, pero también es rectitud. Sin
embargo, su pureza y su santidad hacen estremecer, y sin más,
nos hacen sentir avergonzados de nuestros propios actos
destructivos. De Él solo podemos esperar amor incondicional
verdadero, comprensión total, compasión, perdón,
generosidad y perfección.

No obstante, hay una ley espiritual que no podemos pasarnos


por alto, que ya la conocemos: por cada acto dañino que
hacemos, se debe pagar un precio de sufrimiento. Esta ley es la
que nos enfrenta a nuestros propios actos y por medio de esa
ley, debemos responder por el daño que hemos hecho. No es
de Dios de donde proviene algún castigo; somos nosotros
nuestro propio espejo y recibimos lo que proyectamos, sea en
esta o en otra vida.

138
- ¿Dios es diferente o el mismo en todas las
religiones?

Dios es el mismo en todas las religiones. Todas hacen alusión


al Creador con la diferencia de que el nombre cambia según la
lengua hablada. Respecto a los atributos que se le da, hay
muchas diferencias de acuerdo con cada cultura y sus
respectivas costumbres. El hombre intenta entender a Dios
desde su perspectiva cultural, pero no desde la realidad
espiritual. Los hombres piensan que Dios es como ellos
mismos y le adjudican sus propias características y valores,
incluso los más atroces y sangrientos (según algunas religiones
humanas), pero la verdad, es que el Padre Santo está sobre
todas estas ideas y juicios humano-religiosos.

Por otro lado, aparentemente Dios se contradice en los textos


sagrados de las religiones, pero no olvidemos que lo que fue
escrito originalmente por inspiración divina, ha sido
manipulado o alterado según los propios intereses humanos.

- ¿Cuál es la verdadera religión?

Primero veamos cómo se define la religión. Según la Real


Academia Española, es el conjunto de creencias o dogmas
acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor
hacia ella, de normas morales para la conducta individual y
social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el
sacrificio para darle culto (RAE, 2014). Partiendo de esta
definición, podríamos decir que la verdadera religión, es la que
nos lleva a esa búsqueda y creencia en Dios Padre, desde una
práctica consciente y sincera.

139
La verdadera religión no depende si se acude a un
determinado culto, denominación o templo. La asistencia a un
templo o lugar de culto, es una práctica que nos lleva a buscar
una experiencia de búsqueda en comunidad con nuestros
semejantes, mas no significa que por el solo hecho de asistir a
ellos, practiquemos la religión verdadera. Pues hay quienes
van a un lugar de culto y al salir continúan en la oscuridad y
sembrando discordia; y hay otros, que sin asistir a templo
alguno, en sus ojos se les puede ver la luz de Dios.

La verdadera religión no puede ser monopolizada ni ser


etiquetada bajo ningún nombre. Ella tiene su origen y nombre
en el corazón mismo. La verdadera religión para el Creador, es
el amor, en el cual está contenido la verdad y la vida.

En el reino donde habita el Padre, solo hay una religión y es la


del amor absoluto. Ella es practicada por todos sin excepción
desde lo profundo de su corazón. No puede caber siquiera un
deseo de división o violencia hacia otro, pues su religión es
adorar al Padre y amarse abundantemente entre ellos mismos.
No hay nada más, simplemente porque el amor lo es todo y de
el sale la abundancia de la vida y la felicidad. Padre, hijos y
creación son uno, son el amor, la religión verdadera.

Todo lo que provenga de la obligación, el deber, la costumbre,


la repetición o la imitación, se aleja de lo que supone la
verdadera religión. Asimismo toda lo que sea proclamado
doctrina o religión, pero que ponga su enfoque en intereses
materiales, económicos y políticos, se aparta de lo que es la
verdadera religión.

He aquí algunos fragmentos acerca de la religión, según las


enseñanzas de Jesús:

140
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los
hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no
tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los
cielos. Por eso, cuando des limosna, no toques trompeta
delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y
en las calles, para ser alabados por los hombres. En
verdad os digo que ya han recibido su recompensa […] Y
cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos
les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las
esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. En
verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Pero
tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas
cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu
Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Y al orar, no
uséis repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque
ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería. Por
tanto, no os hagáis semejantes a ellos; porque vuestro
Padre sabe lo que necesitáis antes que vosotros le pidáis»
(Mt. 6: 1-2; 5-8).

- ¿Cuál es el plan de Dios?

Su plan es dejar que aprendamos por nuestra propia


experiencia existencial, que el amor es el único camino a
tomar y que es con el mismo, con quien nos vamos a fundir
después de todo para lograr la felicidad absoluta. Algunos
tomarán más “tiempo”, otros menos, pero al final será el bien
del amor quién triunfará sobre la maldad y el odio.

141
- ¿Cuál es el objetivo final del hombre?

El objetivo final de todo ser humano, es alcanzar el nirvana. El


nirvana se refiere a lograr el conocimiento de todo y la
felicidad absoluta por medio del amor y la pérdida de la
individualidad, a través de la unión con el todo y la esencia
divina.

El nirvana es la iluminación del ser, el éxtasis y la sumersión


en el amor divino para siempre. Esta es nuestra principal meta
y por la cual todos fuimos creados. Todos debemos seguir
nuestro propio camino, errando y aprendiendo. Solo así,
llegaremos a caer en la cuenta de que somos hijos del Padre
perfecto y que como hijos, tenemos su herencia divina, es
decir, la iluminación en el amor.

- ¿Qué relación tienen Dios y el tiempo?

Aunque fue el Padre el creador del tiempo, Él no está regido


bajo la medida del tiempo. El Padre está sobre todos los
acontecimientos en el mismo instante, teniendo acceso
inmediato a cada uno de ellos. Los hechos del pasado, presente
y futuro flotan en el espacio todos a la vez como si fueran un
archivo de escenas guardadas en la memoria del universo, y a
los cuales Él accede al instante. Para el Creador, un día puede
equivaler a mil años y mil años equivaler a un día, a nuestro
entender.

- ¿Qué es la verdad?

La verdad es el Padre mismo y todo lo que Él significa. La


verdad está basada en el amor y en ella está contenida todos
los misterios de la creación desde el principio hasta el sinfín.

142
La verdad es el conocimiento mismo de todo y cada uno de los
elementos que han sido creados, visibles e invisibles. Ella es la
causa y el efecto de todo lo que existe, es la luz que todo lo
pone al descubierto en el universo. La verdad se encuentra
tallada dentro del ADN físico y espiritual. Ella nos será
revelada con toda claridad, cuando volvamos a nuestro estado
natural, la dimensión espiritual.

- ¿Cuándo nos reencontramos con Dios?

Antes de responder esta pregunta, cuestiónese lo siguiente:


¿En los años que usted lleva estando vivo, ha sentido alguna
vez al Dios Creador en lo más profundo de su intimidad y lo ha
reconocido como su verdadero Padre?

Hay dos tipos de personas en el mundo. La primera es la


creyente por fe, es decir, la que aun sin haber visto señal ni
milagro, decide creer en el Padre. La segunda es la escéptica,
es decir, quien duda si hay o no hay un Dios, o simplemente,
no cree en absoluto como los declarados ateos.

Los creyentes por fe son esas personas que creen que sí hay un
Todopoderoso y que guardan sus esperanzas en Él. Ellas son
las que persisten en el tiempo, así no vean nada espectacular
en algunos momentos de sus vidas. El Padre las admira, pues
ellas creen sin ver; pero Él no tarda mucho en darles
respuestas y en revelarse íntimamente en su corazón. Estas
personas son las que con su búsqueda ven los milagros y las
señales, las cuales fortalecen aún más su creencia,
convirtiéndola en una fe férrea. A medida que van estrechando
su relación con el Padre, su amor va creciendo en intensidad y
su fidelidad se deja ver en obras.

143
Los escépticos son por una parte, aquellos que presienten que
hay una fuerza superior a la cual ven lejana e
indiferentemente, pero que sin embargo es a la que recurren
solo cuando necesitan un favor importante o se ven en peligro.
Por otra parte, están los escépticos ateos, quienes proclaman a
gran voz y con gran orgullo que Dios no existe.

Los escépticos normalmente han creado una resistencia hacia


Dios, por causa del sufrimiento emocional en sí mismos y en la
gente que les rodea, así como por el sufrimiento en el mundo.
Algunos de ellos cargan la culpa a Dios de todas las desgracias
en la Tierra o simplemente no creen que haya un Dios, pues
esperan que haya en ellos o en la Tierra, una forma de
intervención divina espectacular o apocalíptica. Ellos no saben
que el Padre es paciente y que no destruye su propia creación.
Ellos aún no son conscientes de que somos nosotros mismos
los hacedores y protagonistas de nuestro propio sufrimiento
tanto individual como colectivo, y que con cada mínimo acto
violento, hemos hecho de la vida humana un infierno.

Estos escépticos han creado un muro entre ellos mismos y el


Padre, que no les deja oír con claridad su voz y que les niega
recibir un entendimiento profundo de cómo realmente es la
vida y la verdad de las cosas. Con el correr de los años,
algunos de ellos llegarán a un estado de profundo vacío; será
tan grande que se cuestionarán sobre cómo liberarse de el y
sobre el sentido de su vida. Muchos llegarán hasta el fin de sus
vidas sin haber derrumbado su muro, pero tengamos en
cuenta que este muro se derrumbará con la muerte física,
dejándolos ver con claridad.

Otros se entregarán a la búsqueda de un algo que les dé un


sentido de vivir, la búsqueda de ese algo que les saque de su

144
vacío existencial y les dé un rumbo; pero incluso en esa
búsqueda, no sabrán que lo que su alma realmente está
buscando, es a su propio Creador. Sin embargo, muchos de
ellos buscarán sin saberlo y algún día encontrarán;
encontrarán por su propia experiencia, por alguna
circunstancia que jamás se habían esperado, por aquellos
momentos en la vida que causalmente llegan y nos tocan en lo
más profundo, y que de repente nos iluminan, nos dan
revelación y nos cambian la forma de ver la vida.

El tiempo que tarde el reencuentro con Dios, quien en realidad


habita dentro de nosotros, dependerá de nuestra voluntad,
pues el Padre es un caballero y no obliga absolutamente a
nadie. Este reencuentro será en vida, tarde o temprano, o será
para muchos, cuando la muerte derrumbe el velo que cubría
sus ojos en carne.

- ¿Cuál es la clave para estar en verdadera armonía


con Dios?

Si algunos piensan que para poder estar con el Padre en


armonía tienen que tomar parte en doctrinas humanas, hacer
obras “buenas” o hacer cosas bajo un disfraz para agradarlo,
están muy lejos de la verdad.

El Padre es santo y su habitáculo es santo, y por lo tanto todo


el que a Él se acerque a voluntad, será santificado y purificado
sin algún esfuerzo sobrehumano. Tan solo basta con
acercarnos a Él en intimidad, sin necesidad de intermediarios
y con un corazón dispuesto a hacer morir el orgullo, la
corrupción y la mentira, esta es la clave.

145
Cuando tenemos la intención sincera de acercarnos al Padre,
generalmente nos sentimos avergonzados y culpables por
cosas que solo en lo recóndito de nuestro corazón se guardan.
Sentimos miedo y pensamos que es difícil la aceptación por su
parte, sin embargo, Él nos conoce más que nosotros, a
nosotros mismos, sabe las causas y las raíces de todo. Él puede
comprender, aceptar y es compasivo. El Padre entiende y
purifica a cualquier ser, simplemente porque su amor es tan
grande e incomprensible como los confines del universo. Para
Él no es posible mirar al bebé más puro e inocente y al
homicida más terrible de manera diferente. Puede que algunos
se asombren, pero el amor del Padre va mucho más allá del
entendimiento humano.

Él nos ama a todos por igual, a inocentes, hipócritas y


asesinos, pero siente todavía más compasión por aquellos que
viven aún en la oscuridad, pues sabe que están vacíos,
perdidos en su interior, y que les hace falta la fuente de la
verdadera vida, el amor y la alegría.

El Padre solo espera un corazón honesto y dispuesto a


aprender a amar. El que abra el corazón hacia su luz paternal,
alcanzará la iluminación y la verdad, y su corazón rebosará de
éxtasis y genuino amor.

146
Capítulo VIII

Una visión diferente de Jesús de Nazaret

El presente capítulo tiene como finalidad presentar una visión


más real y cercana acerca de quién es Jesús de Nazaret
(JESHUA, nombre original en arameo, su lengua natal), cuál
fue y sigue siendo hoy su propósito y mensaje original, y por
qué Jesús no vino a fundar ninguna religión.

Siempre hemos hablado de un Jesús que vino hace muchos


siglos atrás. Actualmente a ese Jesús se le ve tan lejano, tan
antiguo, tan poco inmerso en el planeta y en la era actual, que
muchos hasta llegan a dudar de su existencia. Sin embargo,
ese Jesús es tan actual y tan moderno como cualquiera ni
siquiera lo podría imaginar. Sé que muchos preguntarán, pero
¿a dónde está ese Jesús?

Recordemos muy bien que cada uno de nosotros somos un


espíritu con una historia y que como espíritu, nunca
moriremos ni perderemos nuestra identidad. Asimismo, ese
Jesús que ya ha pasado el umbral de la muerte física, justo
ahora se encuentra en el plano espiritual, y es el mismo de
ayer y lo seguirá siendo para siempre.

Jeshua al igual que nuestro Padre, es el espíritu que tiene


acceso a cada rincón de nuestra casa, a cada calle que está ahí
fuera, a nuestro lugar de trabajo. Tiene acceso a las
profundidades del mar, al vacío del desierto y a los más
inmensurables escondites del universo. Así también, se pasea

147
por los rincones de cada pensamiento y sentimiento ocultos en
nuestro corazón.

Pero ¿quién es Jeshua y que tiene que ver conmigo?,


preguntará usted. Como sabemos, el Creador ha dado a los
hombres algo tan preciado como la vida, la abundancia y la
libertad para que vivamos felices y en plenitud. Pero el
conflicto en la humanidad ha comenzado cuando el hombre
por medio de su libertad abusa de otros, sin más ni menos
derechos que él, alterando el curso natural de la vida; cuando
su corazón se llena de ambición, egoísmo y tiranía, ya sea rico
o pobre o de la cultura o la religión que sea.

La tierra ha sido azotada a lo largo de su evolución a causa del


hombre, a causa de su mezquindad de amor y por ese uso
absurdo y abusivo de la libertad. Los hombres han olvidado
ese don para amar y es precisamente ese desamor, lo que ha
destrozado pueblos enteros y ha hecho del planeta tierra un
mar de dolor y sufrimiento, no solo para el hombre mismo,
sino también para los animales y la naturaleza. Enseguida
veremos qué relación tiene el comportamiento del hombre con
la venida de Jesús. Partiendo de esta reflexión, ahora veremos
qué relación tiene el comportamiento del hombre con la
venida de Jesús.

¿Quién es el verdadero Jeshua?

Jeshua es la primera criatura creada y el primer hijo que


proviene del Creador. Jeshua, nació cuando el Creador decidió
expandirse a sí mismo por primera vez, dando como resultado
la creación. Él representa el inicio de la expansión de la
energía, de la vida, formando una imagen y espejo del mismo
Padre, y convirtiéndose finalmente en la primera criatura fiel a
148
su imagen y semejanza. Jeshua ha existido desde los inicios de
la misma existencia y ha sido testigo de la creación y su
evolución. Él y su Padre en verdad son uno solo y es a partir de
esa unidad, donde comienza la diversidad de la vida. Él
cohabita junto al Padre en el reino de los cielos espirituales, el
plano de la consciencia superior donde nace la luz, el amor y la
vida.

En un momento de la evolución del ser humano, Jeshua fue


escogido por el Padre para ser enviado a la tierra y tomar
forma de hombre, llamado el Hijo del hombre. El objetivo era
prevenir a la humanidad, a lo largo de las épocas, sobre la
destrucción que ha provocado el hombre a causa de su odio y
violencia e instruir una vez más, que el único camino justo y
verdadero para vivir es el amor. Él nos ha mostrado cómo
vivir, cómo amar y cómo estar en comunión con el Padre.

Es curioso que el ser humano siempre se ha preguntado por


qué Dios no muestra su cara y su verdadero poder para acabar
con la maldad del mundo, ¿no es verdad? Sin embargo,
muchos todavía no caen en la cuenta que fue el propio Dios
Padre en forma de Hijo, quien se presentó a los hombres y
quien mostró su naturaleza de una manera más accesible a
través de la vida humana, compartiendo la vida ordinaria de
los hombres, enseñando una sabiduría única y haciendo
milagros que jamás otro ha hecho. Todo esto, para que
viésemos y creyésemos que en verdad si hay una fuerza
creadora, un Padre Todopoderoso que reina sobre los siglos y
que es en Él donde encontramos la vida, la paz, la plenitud y la
iluminación.

Jeshua ha sido escogido para anunciar al mundo el camino


hacia el conocimiento profundo de todo cuanto existe; para

149
revelar a las mentes, los grandes misterios del Todopoderoso,
de la creación absoluta y el propósito de la existencia del
todo, revelaciones que la carne por si sola, jamás podrá
resolver. Esta es la verdad de la que Jeshua hablaba, y esta
verdad será revelada a las criaturas por medio de su luz, que
pone todo al descubierto. Sin su luz hay oscuridad, confusión,
incertidumbre, vulnerabilidad y engaño, pues solo Jeshua
posee las llaves del conocimiento desde el principio de los
tiempos.

El Hijo del hombre ha venido a ser el Mesías, el gran liberador


de la esclavitud de los deseos temporales, de la injusticia, de la
ignorancia y del odio entre los hombres. Él ha predicado y ha
mostrado con su forma de vivir el perdón, la unión, la
igualdad, la justicia, la rectitud y el amor entre los hombres, y
su nombre Jeshua (Jesús de Nazaret), marcará por siempre
la historia de la humanidad.

Pero Jeshua además, forma parte de usted y usted forma parte


de Él. Él es nuestro hermano mayor en el espíritu y nos conoce
a cada uno de manera perfecta. Él es el testigo y compañero
fiel de todo nuestro camino carnal y espiritual, y es junto con
Él con quien soñamos nuestras vidas, sin saberlo. No importa
que creencia tenga usted, lo que sí debe saber, es que Jeshua
está con usted desde el principio hasta el infinito.

Enseguida encontrará en las siguientes citas, la esencia del


mensaje acerca de quién es y qué representa verdaderamente
Jeshua. Son citas textuales halladas en los Manuscritos de Nag
Hammadi, pueblo egipcio, en 1945. Estos Manuscritos datan
del siglo I y II, y hoy son conocidos como los Textos Apócrifos
o Gnósticos.

150
Díjole Jesús: «Yo soy el que procede de quien (me) es
idéntico; he sido hecho partícipe de los atributos de mi
Padre» (Tomás 61).

El Señor es espíritu; y donde el espíritu del Señor, allí


está la libertad... Y sucedió que, cuando hubo subido el
Señor del agua, descendió toda la fuente del Espíritu
Santo, descansó sobre Él, y le dijo: Hijo mío, a través de
todos los profetas te estaba esperando para que vinieras y
pudiera descansar en ti. Pues tú eres mi descanso, mi Hijo
primogénito, que reinas por siempre (Hebreos 28).

Dijo Jesús: «Yo soy la luz que está sobre todos ellos. Yo
soy el universo: el universo ha surgido de mí y ha llegado
hasta mí. Partid un leño y allí estoy yo; levantad una
piedra y allí me encontraréis» (Tomás 77). (Es vital que
usted entienda esto en su corazón).

Dijo Jesús: «Yo estuve en medio del mundo y me


manifesté a ellos en carne. Los hallé a todos ebrios (y) no
encontré entre ellos uno siquiera con sed. Y mi alma sintió
dolor por los hijos de los hombres, porque son ciegos en su
corazón y no se percatan de que han venido vacíos al
mundo y vacíos intentan otra vez salir de el. Ahora bien:
por el momento están ebrios, pero cuando hayan
expulsado su vino, entonces se arrepentirán» (Tomás 28).
(Aquí Él se refiere a que estamos hebrios de nuestra propia
naturaleza humana corrupta y nos hemos olvidado de amar
y dar paz, pues éste es nuestro proposito final).

151
Dijo Jesús: «Mostradme la piedra que los albañiles
han rechazado; esta es la piedra angular5» (Tomás 66).

Dijo Jesús: «Fijad vuestra mirada en el Viviente


mientras estáis vivos, no sea que luego muráis e intentéis
contemplarlo y no podáis» (Tomás 59).

Sobre la personalidad y carácter de Jeshua

Lo que describiré más adelante, está basado en la relación


personal que nos une a Jeshua y a mí, y por medio de la cual
he tenido la oportunidad de conocerle de una manera más
íntima y más profunda. Solamente a partir de esta propia
experiencia, me es posible desvelar algunos de los misterios y
la verdad que guarda el admirable y enigmático Jeshua.

Muchos se preguntarán de dónde proviene esa comunicación


con Jeshua. Pues bien, esta comunicación se desarrolla a
partir de la búsqueda de paz en ciertos momentos difíciles de
mi vida, en los que yo no la pude encontrar por ningún otro
medio, pero si la vine a encontrar con Él.

También se ha desarrollado a través de mi búsqueda incesante


por el propósito de la vida, por encontrar respuestas más allá
de suplir simplemente unas necesidades básicas de
sobrevivencia o simple diversión.

Esta comunicación comenzó con un acto de fe, siempre con la


duda de si realmente yo podría acceder a eso que la iglesia y
mi abuela llamaban un Dios. Con el tiempo comencé a recibir
5 Piedra angular: hace referencia a Jeshua mismo. (N. del A.) Definición:
la que en los edificios hace esquina, juntando y sosteniendo dos
paredes. Base o fundamento principal de algo, (RAE, 2014).

152
respuesta a peticiones que había hecho a Jeshua y mi intuición
sobre acontecimientos futuros fue aumentando. También
creció mi sensibilidad hacia ciertos fenómenos paranormales y
a sentir lo que otras personas sentían sin hablar con ellas.
Desde entonces, mi conexión con Jeshua ya no era cuestión de
fe, sino que empecé a oír su voz claramente en mi cabeza. Él
me avisaba de cosas que ocurrirían en el futuro, personas que
conocería, me avisaba de peligros inminentes, personas que
estaban prontas a morir, etc. Toda esta información puedo
afirmar, nunca ha fallado. En la actualidad, esta comunicación
sigue fuerte y latente.

Mi experiencia

Físicamente al ver a Jeshua, la primera impresión que da es de


ser un hombre alto y de sólida y fuerte complexión. A pesar de
su figura imponente, su mirada parece amable y muy serena.
Cuando se le mira directamente a los ojos, se puede percibir
como observa todos los pensamientos y sentimientos más
íntimos. Su mirada es profunda, hipnótica y cala hasta lo más
recóndito del alma. Es la mirada más bella y pura que jamás
podamos ver; el brillo de sus ojos parece revelar las más
profundas verdades y da la sensación de poder fundirse junto
con Él y el universo mismo.

Sonríe, se muestra alegre, de buen humor, demasiado


agradable, simpático y cordial, e inspira mucha confianza.
Jeshua observa cada una de las cosas de una manera
totalmente comprensiva, partiendo siempre desde la raíz de
todo, sin juzgar ni condenar nada ni a nadie. Los miedos,
angustias y juicios de quien le contempla, parecen
desvanecerse. Transmite un sentimiento de ternura y de amor
de una pureza casi indescriptible. Diera la impresión que

153
donde Él está hay plenitud, es decir, la sensación de que todo
se completa, de que todo se ve claro, que no hace falta nada
más y que todo encuentra su punto perfecto de equilibrio.

Donde quiera que se le invoque, ahí está. Parece ir y venir


libremente por donde quiera, asistiendo el llamado de
cualquier ser o persona, sin importar el tiempo ni las
circunstancias. Cuando llega se acerca, observa y escucha
atentamente todo lo que se tenga que expresar, desde lo más
simple hasta lo más complejo. Escucha sin afanes, sin
reproches, pareciendo entender verdaderamente el trasfondo
del alma y de los sentimientos. Se muestra como un verdadero
amigo, como ese amigo que todos hemos deseado tener,
amable, sincero, paciente, dispuesto siempre a ayudar y a dar
precisas soluciones y respuestas a las dudas. No se percibe en
Él enojo alguno o rabia; más bien se muestra desde una
posición de completa objetividad, entendimiento, respeto y
compasión.

Jeshua tiene la capacidad de abrazar de la manera más tierna y


acogedora que jamás se pueda sentir; parece una madre
enternecida con su hijo, transmitiéndole el amor más puro,
profundo y sereno. Con su abrazo la resistencia y el miedo
desaparecen, su abrazo llena de una manera incomprensible
hasta lo más profundo del alma.

Jeshua sana las dolencias del espíritu, a través de los hilos del
conocimiento. Él va juntando hilo tras hilo de tal manera que
se pueda entender las razones profundas y los efectos de todo
lo que acontece en el interior del ser humano. Solo a través de
ese entendimiento se desenmaraña la raíz del caos interno y se
logra comprender el porqué y el para qué de las cosas,
llevando todo a su perfecto orden.

154
Jeshua es el verdadero maestro que enseña lección tras lección
a lo largo de la vida, sin prisas y en tranquilidad, asegurándose
que sea entendido por su aprendiz. Él da las enseñanzas justo
cuando su aprendiz está dispuesto y listo para recibirlas.

Él quita las tristezas del alma y llena el vacío existencial con


profunda paz y bienestar. Él acompaña en la soledad y guía
desde el interior; Él previene, alerta y muestra el futuro; Él
protege y muestra el camino correcto a tomar. Jeshua oye las
oraciones y peticiones de sus hermanos, y da en abundancia a
cada uno lo que le favorece.

El perdón, no le cuesta darlo a cualquiera que se lo pida; antes


que siquiera escuche las palabras, Él ya ha escuchado primero
el corazón y ha perdonado. Jeshua es fiel y nunca abandona;
siempre se complace en estar con nosotros y está dispuesto a
darnos todo el afecto que necesitamos.

Además de que Él ha dado la vida por amor a la creación,


siempre ha estado, está y estará para siempre como la piedra
angular, sustentando nuestro ser con amor.

El rostro de Jeshua

Una mañana cuando estaba despertando, pregunté a Jeshua


sobre su verdadero rostro. Él me respondió: "Imagíname como
quieras". Yo empecé a imaginar un hombre sentado en una
roca en el desierto. Estaba muy sonriente, con una camisa gris,
unos vaqueros y descalzo. Su cabello era castaño oscuro,
rizado, llegándole casi hasta los hombros. Tenía cejas
pobladas, barba y bigote. Parecía un hombre de 35 años, muy
sencillo en su aspecto, muy sereno y siempre con una sonrisa
sincera, eso fue lo que más me gustó. Con el paso del tiempo,
me grabé bien el rostro.
155
Un tiempo después, yo calculo medio año después, alguien me
recomendó ver una película llamada "El cielo es real". Cuenta
la historia de Colton Burpo, un niño de 4 años que afirma fue
al cielo cuando estuvo recluido en urgencias, y conoció a
Jeshua. En una escena muestran como el padre de Colton, le
muestra varias imágenes de Jeshua y Colton señala una en
específico. Cuando la observé bien, me sorprendí, porque ese
es el rostro que vi en Jeshua, en el desierto. Busqué quién era
el autor de esa pintura y encontré que era una chica pintora
(Akiane Kramarik - www.akiane.com), quien tan solo con
nueve años hizo la pintura. Es interesante porque ella en la
biografía de su página web, afirma tener contacto desde
pequeña con Jeshua y otros seres espirituales, y haber estado
también en el cielo.

Jeshua no estableció ninguna religión

Aparentemente para muchos hombres, fue Jeshua el


predecesor del cristianismo. Pero en verdad, Jeshua no vino a
establecer ninguna religión humana. Para Él simplemente no
podía ser posible, pues las religiones humanas causan división,
disensión y límites entre los hombres. Las religiones están
llenas de leyes o preceptos fabricados solamente por los
hombres, y finalmente desvían la atención hacia un conjunto
de normas y creencias dejando de lado la esencia de su
propósito, que es el amor a Dios Padre y a su creación.

El concepto de religión era opuesto al mensaje de Jeshua, pues


para Él todos somos iguales y no hay menosprecio para nadie;
no hay raza, sexo, religión determinada, cultura ni frontera.
Para Jeshua las leyes divinas debían ser atendidas, pero sin
olvidar la comprensión y respeto hacia nuestro prójimo, la
ayuda, la generosidad y la no violencia.

156
Sin embargo, la mayoría de religiones que hoy conocemos han
olvidado su esencia, rigiéndose por sus preceptos humanos,
sus intereses, el poder, la manipulación y algunas, por el
sometimiento. Si lo observamos detenidamente y desde su
definición, veremos que la religión en sí, no es una invención
del Padre Creador, sino una invención humana; un invento
para intentar comprender a Dios, pero desde una perspectiva y
visión meramente humana. Sin embargo, es imposible intentar
entenderlo desde un conjunto de conceptos y códigos
humanos, y desde una percepción limitada de la consciencia,
pues el Padre es inconmensurable, tanto como intentar
atrapar en una mano, el agua de todos los mares.

Breve reseña sobre cómo surgió el cristianismo

Para poder entender porque Jeshua no fue el fundador del


cristianismo como religión e institución, veremos a gran
contexto los hechos históricos que ponen en evidencia de
dónde y cómo surge el cristianismo.

Tras la muerte de Jesucristo, fueron sus discípulos quienes se


encargaron de difundir el mensaje de su Maestro. A finales del
siglo I, se habían formado cuatro corrientes del cristianismo,
entre ellas el cristianismo paulino basadas en las cartas de
Pablo de Tarso; el judeocristianismo representado por los
evangelios de Santiago y Simón Pedro; el cristianismo
sinóptico, el cual incluía el evangelio de Mateo y Lucas, y por
último, los hechos de los apóstoles.

Estas cuatro corrientes constituyeron el cristianismo


primitivo, dando formación a colectivos cristianos en diversos
lugares del Imperio romano. Sin embargo, hasta el año 300,
todo aquel que instruyera las enseñanzas de Jeshua e intentara

157
constituir algún tipo de asociación, era perseguido a manos de
los jefes judíos y del Imperio. Las iglesias fueron destruidas,
los bienes eran confiscados, los libros sagrados retenidos o
quemados y los creyentes torturados o asesinados cruelmente.

Hacia el año 306, Constantino el grande fue nombrado como


emperador romano y gobernó hasta el año de su muerte.
Corría el año 312 y durante su reinado, Constantino habría de
liderar la batalla del puente Milvio. Antes de partir, tuvo una
visión en la que vio una cruz que se alzaba frente al Sol con
una inscripción que rezaba “en este signo, vencerás”. Tuvo
luego un sueño, en el que se le decía poner esta cruz como
símbolo de su estandarte; así lo hizo y venció la batalla.
Después de este suceso, Constantino se convirtió al
cristianismo.

Solo fue hasta el año 313 cuando Constantino el grande y


Licinio, líderes del Imperio romano, promulgaron el Edicto de
Milán, el cual puso fin a la persecución de los cristianos y
donde se estableció la libertad de fe en el Imperio romano.

Constantino quien tenía creencias paganas 6, promovió la


práctica de ciertas costumbres romanas dentro de la fe
cristiana, las cuales fueron aceptadas a lo largo del tiempo. Por
esta razón vemos hoy muchas de las costumbres en las
distintas corrientes del cristianismo, he aquí algunos pocos
ejemplos:

6 Paganismo: la palabra paganismo hace referencia a un conjunto de


creencias y prácticas, ejercidas por personas de clase campesina que
vivía fuera de la ciudad, las cuales eran llamadas “paganus”, sinónimo
de rústico o no urbanizado. Estas prácticas estaban basadas en la
adoración de diferentes dioses, entre ellos el dios Sol, Júpiter,
Mercurio, etc., y diferentes ritos de sacrificio.

158
 Culto a Isis, diosa de la mitología egipcia, a quien se le
asignaba como la “Gran diosa madre o Reina del cielo”,
fue el término adjudicado a María, la madre de Jesús.
El papel de María fue exaltado de manera
desproporcionada, con el fin de atraer a los adoradores
de Isis hacia la fe cristiana.
 Cena del señor: en el mitraismo, religión del Imperio
romano, era muy popular el sacrificio de un toro del
cual se comía y se bebía su carne. Se creía que Mitras,
su dios, estaba presente en la carne y sangre del toro,
otorgados a la salvación. De esta manera, esta comida
sacrificial fue sustituida por la cena del señor en el
catolicismo.
 Supremacía del obispo romano (papado): Constantino y
los que le siguieron, otorgaron al obispado de Roma
como el supremo gobernante de la iglesia, aun en
contra de los demás obispos y cristianos. Cuando se
vino abajo el Imperio romano, los papas tomaron el
título de los emperadores romanos como “Pontificus
Maximus”.

Los cristianos adoptaron del paganismo el término


“sacramentum”, convirtiéndolo en una serie de ritos de
iniciación a su fe, entre ellos, el bautismo, la eucaristía, la
ordenación, etc.; aquel que no cumplía con tales sacramentos,
se le denominó como Paganus o no cristiano. En el año 325,
Constantino convocó el Primer Concilio de Nicea, el cual tuvo
como fin minimizar los dilemas en cuanto a doctrina se refería,
que habían afectado la fe cristiana en sus primeros siglos.
Durante el Concilio, Constantino el grande vistió indumentaria
con tejidos accesorios de oro, transfiriendo ornamentos
propios de las tradiciones paganas a la fe cristiana.

159
Hacia el año 380 Constantino legalizó el cristianismo como
religión oficial del Imperio, hecho concedido bajo el Edicto de
Tesalónica. A este hecho le sucedió la expansión del
cristianismo a través del sur y norte de Europa, exceptuando
las zonas dominadas por musulmanes; posteriormente le
siguió su expansión hacia el resto de Europa. Con la expansión
europea, fue posible la cristianización en América y algunas
zonas de África, Asia y Oceanía, convirtiéndose en la principal
religión desde el siglo VIII hasta la actualidad.

En el año 1054 se sucede el Cisma de Oriente y Occidente


(Gran Cisma), que consistió en la separación y excomunión
entre el máximo representante de la Iglesia católica 7 en Roma,
el Papa (quien representaba la cristiandad de occidente) de los
jerarcas eclesiásticos de la Iglesia Ortodoxa (representantes de
la cristiandad de oriente); entiéndase que las iglesias en ese
entonces, eran una sola.

A lo largo de su historia, la fe cristiana fue dando paso al


surgimiento de diversas denominaciones según el lugar
geográfico y la cultura. De esta manera, a partir del
cristianismo primitivo surgen tales denominaciones como el
Monofisismo, Nestorianismo, Ortodoxia Oriental y Occidental,
y Catolicismo. Sucesivamente al catolicismo le sucede en el
siglo XVI la Reforma y es a partir de este notable
acontecimiento cuando aparecen diferentes denominaciones,
entre ellas, el anglicanismo, protestantismo y
restauracionismo (Mormones, Adventistas y Testigos de
Jehová).

7 Católico: viene del griego kata (sobre) y holos (todo o universal). El


término católico, se ha utilizado para designar a la Iglesia occidental
tras el Gran Cisma.

160
De manera muy concreta, vemos cómo nace y cómo se
transforma el rumbo de lo que en un principio fueron las
enseñanzas y el legado que nos dejó Jesús de Nazaret. Si
miramos la historia detenidamente, nos daremos cuenta de
que la intención de Jeshua era enseñarnos con su propio
ejemplo a llevar una vida en fe, amor y rectitud. Nunca fue su
propósito llegar al poder y formar su imperio y su propia
religión sobre los hombres, pues su verdadero reino, poder y
religión está en los cielos.

Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo. Si mi


reino fuera de este mundo, entonces mis servidores
pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos;
mas ahora mi reino no es de aquí. Pilato entonces le dijo:
¿Así que tú eres rey? Jesús respondió: Tú dices que soy
rey. Para esto yo he nacido y para esto he venido al
mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo el que es
de la verdad escucha mi voz. Pilato le preguntó: ¿Qué es
la verdad? (Jn. 18: 36-38).

Crímenes de la religión cristiana y profanación


del mensaje de Jeshua

Cuando revisamos la historia del cristianismo nos


encontramos con una serie de crímenes, que han ido
deformando el verdadero mensaje de amor y unidad que dejó
Jeshua. La evidencia de la corrupción que ha sufrido el
mensaje sagrado con el paso del tiempo y en manos de
millones de hombres, ha dejado de manifiesto la
deshonestidad y falta de fidelidad del ser humano hacia la
verdadera fe.

161
Muchos hombres han repetido el acto que cometió Simón
Pedro cuando cortó la oreja del guardia romano. Han
intentado defender la fe en Jesucristo dejándose arrastrar por
sus bajas pasiones humanas y su violencia, y dejando de lado
la enseñanza mesiánica de la paz y de la no guerra. Por otro
lado, hay otros hombres que han utilizado tanto la doctrina
como la fe de la gente como medio para llevar a cumplimiento
sus intereses y objetivos personales, sociales, económicos y
políticos. Esto lo podemos ver en la formación de diferentes
denominaciones y numerosas iglesias con distintos enfoques
en su doctrina, causando gran división y conflicto; lo podemos
ver en el engaño, la manipulación y el ultrajo, para lograr el
poder sobre las masas; lo vemos en el enriquecimiento
económico a base de donaciones y diezmos, los que en gran
parte son derrochados en lujos y comodidades, dejando de
lado las verdaderas necesidades y carencias de las personas
necesitadas. Asimismo, en la influencia mutua que ha tenido la
religión y la política con el fin de intervenir y dominar el
pueblo y/o lograr sus intereses políticos, no solo en el pasado,
sino también en muchos ámbitos de la actualidad.

Vemos como se imponen los preceptos y leyes sobre la


voluntad del ser humano, el dominio del hombre sobre el
hombre, la necesidad de sublevarse sobre otros y sobre las
instrucciones de Dios Padre. Pero aun en lo más perverso que
puede incurrir el hombre, es utilizar el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu sagrado para perseguir sus intereses
infames; el que en el nombre de la fe, hace caer a sus
semejantes y destruye a su paso, destruyéndose también a sí
mismo.

Aquellos son los que cometen sacrilegio, es decir, profanación


e irreverencia con lo sagrado. Ellos han abandonado la

162
enseñanza original de Jeshua y han utilizado el nombre Santo
para transformarse en imperios de corrupción.

Crímenes en el nombre de la fe cristiana no pueden provenir


del amor de Jeshua, sino de un humano vil y despiadado.
Crímenes como la persecución de aquellos que no creían,
destrucción de templos y textos de sabiduría milenaria,
prohibición de cultos de diferentes doctrinas, exclusión a los
derechos ciudadanos y escarnio público, confiscación de
bienes, pago de impuestos abusivos, saqueos y robos como
sucedió en las cruzadas de los siglos XI a XIII. Torturas y
ejecuciones crueles como la crucifixión, la muerte por bestias
salvajes, muerte en la hoguera, decapitación o por
estrangulamiento, etc., como se sucedió a manos de la
institución católica y el establecimiento de la inquisición por
más de cinco siglos.

No podemos dejar de lado además, las conductas inmorales y


los crímenes de abuso sexual que se han disparado en los
últimos tiempos dentro de las comunidades religiosas. Así
como tampoco aquellos que dicen hablar en el nombre de
Jesucristo, haciéndose llamar santos y que proclaman ser
profetas, pastores de Dios o incluso el mismo Cristo, pero que
en el fondo están llenos de engaño y perversidad. Aquellos
personajes representarían en toda la historia de la cristiandad,
quienes antiguamente eran los escribas y fariseos. Sin
embargo, debo anotar que así como existe el lado oscuro del
ser humano, también hay hombres de fe con un corazón
sincero, que han intentado compartir su creencia de una
manera honesta. Es decir, no es justo generalizar ni juzgar
como corrupto a todos los guías espirituales o creyentes en su
fe; no caigamos en ese error.

163
Además, desafortunadamente siempre han existido esas
personas que cargan la culpa y reprochan la nefasta conducta
del hombre, sobre las cabezas de Jeshua y el “Dios cristiano”,
ignorando la veracidad de los hechos históricos. No es honesto
juzgar de acuerdo a la conveniencia o desde un conocimiento
incompleto y parcial, sino hacerlo con el suficiente
conocimiento previo, desde un punto de vista imparcial,
objetivo y ante todo, partiendo desde la verdad. Pero veamos a
continuación, qué dice Jeshua y que profetizó al respecto.

En el Evangelio de Judas8, los discípulos debaten con Jeshua


acerca de una visión del templo. El texto es citado tal cual
como aparece en el evangelio con sus respectivas notas finales;
los segmentos entre corchetes, indican lagunas en el texto
debidas a la pérdida de tinta o papiro.

Los discípulos ven el templo y debaten acerca de


él

Ellos9 [dijeron: “Hemos visto] una gran [casa con un


gran] altar [en ella, y] doce hombres —son los sacerdotes,
creemos— y un nombre;10 y una muchedumbre espera
8 Kasser, R., Meyer, M., & Wurst, G. (Eds.). (2006). El evangelio de
Judas [Edición especial]. National Geographic Society.
9 El texto sugiere aquí que los discípulos tienen una visión del templo
judío de Jerusalén — o, con menor probabilidad, que han ido a visitar
el templo— y cuentan lo que han visto (el pasaje está en primera
persona del plural). En la parte que sigue, Jesús se refiere
explícitamente a lo que los discípulos “han visto”; eso justifica en parte
la reconstrucción de las lagunas propuesta para esta parte. En los
Evangelios del Nuevo Testamento, v. los relatos de las visitas de Jesús
y los discípulos al templo en Mateo 21:12–17, 24:125:46, Marcos 11:15–
19, 13:1–37, Lucas 19:45– 48, 21:5–38, y Juan 2:13–22.
10 Aparentemente el nombre de Jesús; v. Evangelio de Judas 38 infra (“tu
[nombre]”) y 39 (“mi nombre”). En el contexto del templo de Jerusalén
la mención de “un nombre” también se puede entender como una

164
frente a ese altar,11 [hasta] los sacerdotes [... y recibir] las
ofrendas. [Pero] nosotros seguimos esperando”. [Jesús
dijo], “¿Cómo son [los sacerdotes]?”.12

Ellos [dijeron: “Algunos13 ...] dos semanas; [algunos]


sacrifican a sus propios niños, otros a sus esposas, entre
alabanzas [y] reverencias mutuas; algunos yacen con
hombres; otros toman parte en [matanzas]; 14 algunos
cometen innúmeros pecados y actos contra las leyes. Y los
hombres que hay en pie [delante del] altar invocan tu
[nombre], y en todos sus actos de su imperfección 15 los
sacrificios son consumados [...]”.

Después de decir esto guardaron silencio, porque


estaban preocupados.

referencia al inefable nombre de Dios (Yahvé) en el judaísmo.


11 Aquí parece repetirse inadvertidamente en el texto “al altar” (un error
del copista).
12 La interpolación no es segura, pero es razonable en este contexto.
13 Sobre esta parte, v. la polémica descripción de los guías de la Iglesia
paleocristiana en la interpretación alegórica de la visión del templo
dada por Jesús en el Evangelio de Judas 39–40.
14 La interpolación no es segura.
15 “Imperfección” (copto š ôôt) tiene un sentido especial en los textos
séticos y en algunos otros: designa la falta de luz y conocimiento
divinos que se remonta a la caída de la Madre (usualmente Sofía, la
Sabiduría de Dios) y la consiguiente pérdida de iluminación. V., por
ejemplo, Carta de Pedro a Felipe 3-3 (Códice Tchacos), 135 (Códice
Nag Hammadi VIII). Sobre la corruptibilidad de Sofía v. Evangelio de
Judas 44.

165
Jesús da una Interpretación alegórica de la visión
del templo

Jesús les dijo: “¿Por qué os atribuláis? En verdad 16 os


digo que todos los sacerdotes que están frente al altar
invocan mi nombre. Os lo vuelvo a decir: mi nombre ha
sido escrito en este [...] de las generaciones de estrellas a
través de las generaciones de hombres. [Y ellos] han
plantado árboles sin fruto en mi nombre, de manera
vergonzosa”.17 Jesús les dijo: “Aquellos a quienes habéis
visto recibiendo las ofrendas en el altar, ésos sois
vosotros.18 Ése es el dios a quien servís, y vosotros sois
esos doce hombres que habéis visto. El ganado que habéis
visto que llevaban al sacrificio son todas las personas a
las que vosotros descarriasteis frente a aquel altar. [...] 19
resistirá y se servirá de mi nombre de esta manera, y
generaciones de gentes piadosas se mantendrán leales a
él. Después de él20 habrá allí otro hombre que será de [los

16 Amén.
17 La referencia a plantar árboles sin fruto en nombre de Jesús parece ser
una acusación contra los que predican en nombre de Jesús pero
anuncian un evangelio sin contenido fructífero. La misma imagen de
los árboles con o sin fruto se encuentra en la Revelación de Adán 76,
85; v. Evangelio de Judas 43. V. también, quizá, la higuera estéril en
Mateo 21:18–19 y Marcos 11:12–14.
18 A lo largo de esta parte Jesús interpreta lo que los discípulos han visto
en el templo como una metáfora de la instrucción religiosa errónea,
aparentemente en la Iglesia paleocristiana. Los sacerdotes son los
discípulos, y tal vez sus sucesores en la Iglesia, y los animales
conducidos a la muerte son las víctimas de las prácticas incorrectas.
19 Quizá “[El señor (o arconte) de este mundo]”; v. 1 Corintios 2:8.
20 O “Después de ello”, aunque es menos probable.

166
fornicadores],21 y otro ha [brá] de los infanticidas, 22 y de
los que yacen23 con otros hombres, y de los que se
abstienen,24 y el resto de las gentes entregadas a la
corrupción, la ilegalidad y el error, y aquellos que dicen:
‘Somos como ángeles’; ellos son las estrellas que provocan
la extinción de todas las cosas. Porque durante
generaciones los hombres han dicho: ‘Mira, Dios ha
recibido vuestro sacrificio de las manos de un sacerdote’;
es decir, de un ministro del error. Pero es el Señor, el
Señor del universo,25 quien gobierna”.26

Jesús [les] dijo: “Dejad de sac[rificar ...] que habéis


[...] sobre el altar, porque ellos están por encima de
vuestras estrellas y vuestros ángeles y allí ya ha llegado
su fin27 (Judas 38-40).

21 Copto, del griego, parista (dos líneas más abajo parhista). Las personas
que hay allí pueden ser guías de la Iglesia cristiana primitiva
considerados en esta polémica parte como asistentes del señor de este
mundo. El verbo también se puede traducir como “representar”, aquí y
en los pasajes siguientes, en lugar de “ser uno de”.
22 Aquí el texto parece sugerir que los guías de la naciente Iglesia
cristiana llevan vidas inmorales y ponen en peligro la vida de los niños
de Dios y los llevan a la muerte espiritual. Esta imagen puede evocar la
comparación con el ganado conducido a la muerte en sacrificio en el
templo.
23 Aquí hemos interpretado como nrefnkotk el nrefnkokt que aparece en
el manuscrito. La acusación de falta de decoro sexual es un uso
habitual en las polémicas, donde se suele tachar de inmorales a los
oponentes.
24 0 “ayunan”. Para otra visión negativa del ayuno v. Evangelio de Tomás
6.
25 0 “todo”, es decir, la plenitud del divino reino celestial (copto ptêref).
26 En el final de los tiempos los guías de la Iglesia primitiva serán
castigados por sus actos impíos.
27 Aquí Jesús parece indicar que los guías de la Iglesia primitiva son
fuertes, pero su tiempo se está acabando.

167
El sacrificio de Jeshua y su legado

La crucifixión, siempre ha sido el tema central alrededor de


Jeshua. Cuando se piensa en Jeshua, se piensa en aquel
hombre clavado en una cruz; unos le veneran, otros le
desprecian y otros le ignoran. Lo cierto es que el hecho de la
crucifixión, no era el principal propósito de la venida ni el
mensaje más importante que Jeshua nos dejó. Tanto su vida
como hombre como cada una de sus enseñanzas y su
crucifixión, tuvieron igualmente una trascendencia enorme. El
hecho de que la crucifixión se hubiera convertido en el centro
de lo que representa realmente Él, fue por causa de los
primeros cristianos, partiendo desde sus discípulos, quienes
entregaron un mensaje incompleto, absteniéndose de poner en
manifiesto la integridad de su mensaje y ocultando
determinadas enseñanzas por miedo a transgredir los
preceptos culturales y religiosos que había en aquella época.

Lea con atención!

Ciertamente la crucifixión tuvo un significado crucial. Ésta nos


ha mostrado hasta dónde puede llegar la crueldad, la
oscuridad de nosotros los hombres por ignorancia e intentar
huir de la verdad, porque debemos tener bien claro que a
Jesucristo lo crucificaron por decir la verdad, no por un
sacrificio como tal.

Cierto es que Dios Padre lo permitió, con el fin de mostrarnos


en un espejo lo que somos capaces de hacer a nuestros
hermanos y a nosotros mismos. Así también para caer en la
cuenta de que escogemos pasar y hacer pasar a otros por ciclos
de sufrimiento, para al final darnos cuenta que nuestro

168
aprendizaje final es la compasión, la hermandad y el
amor, pues después de todo, nos cansamos de sufrir.

Hablo en presente y de nosotros, y no exclusivamente del


pasado porque esa crucifixión simboliza nuestras pasiones y
pensamientos oscuros que nos llevan a cometer actos que
dejan dolor en el camino. Son actos que nos afectan a todos
nosotros, pues ya es claro que somos hermanos en el espíritu y
estamos conectados unos con otros, sin distinción alguna.

Jeshua ha dicho que Él es la luz y la luz deja ver bien claro la


verdad de las cosas. Él es el espejo de la rectitud y la bondad, y
en su luz podemos observar en nuestro propio espejo qué y
quién realmente somos. Es decir, pareciera ser que en este
plano, somos seres que traen consigo sufrimiento, pero
también en esa luz, podemos ver que somos hijos de la luz con
una gran capacidad de dar amor y encontrar por fin, la libertad
interior!

Por otro lado, la vida y el mensaje de Jeshua mostraron la


evidencia de su origen divino, dejando de manifiesto una
forma de relacionarse y amar a Dios y a los hombres, muy
distinta a como acontecía desde épocas remotas.

El verdadero mensaje de Jeshua, que era la libertad del


espíritu a través del amor, la verdad y la igualdad,
contradecía todo un constructo humano a nivel político,
social y económico. Por supuesto esto no podía ser tolerado
por los hombres, pues la enseñanza de Jeshua podría poner fin

169
al poder que tenían los sumos sacerdotes, fariseos y
escribas28, y al orden culturalmente preestablecido.

La razón fue porque los sumos sacerdotes eran miembros de


los saduceos, grupos pertenecientes a la clase alta y poderosa
de la sociedad judía; tenían gran influencia política y
administrativa, y en el control del Templo. Creían en la ley de
Moisés de forma estricta y rechazaban toda doctrina ajena a
ella. No creían en el espíritu, en ángeles, en la inmortalidad del
alma, en el infierno ni en la resurrección como lo hacía Jeshua.
Los sacerdotes no vieron con buenos ojos, que Jeshua hubiera
profetizado la destrucción del Templo. Para ellos, las
enseñanzas de Jeshua, sus prodigios y críticas contra la doble
moral, eran además de blasfemia y brujería, una amenaza y
peligro inminentes.

Entonces los principales sacerdotes y los fariseos


convocaron un concilio, y decían: ¿Qué hacemos? Porque
este hombre hace muchas señales. Si le dejamos seguir
así, todos van a creer en Él, y los romanos vendrán y nos
quitarán nuestro lugar y nuestra nación. Pero uno de
ellos, Caifás, que era sumo sacerdote ese año, les dijo:
Vosotros no sabéis nada, ni tenéis en cuenta que os es
más conveniente que un hombre muera por el pueblo, y
no que toda la nación perezca. Ahora bien, no dijo esto de
su propia iniciativa, sino que siendo el sumo sacerdote
ese año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación; y
no solo por la nación, sino también para reunir en uno a
los hijos de Dios que están esparcidos. Así que, desde ese
día planearon entre sí para matarle (Jn. 11: 47-53).

28 Sobre los sumos sacerdotes, fariseos y escribas, ver: Vidal, C., (1993),
El Primer Evangelio: el Documento Q, Barcelona, España: Planeta.

170
Los escribas conocidos como los doctores de la ley,
estudiaban, explicaban e interpretaban la ley de Moisés, lo
cual era su ocupación u oficio; además, estaban autorizados
para intervenir en los procesos judiciales. Unos eran saduceos
y otros pertenecían a los fariseos. Como eran los encargados
de preservar y transmitir la ley, tenían gran influencia en la
gente. Añadieron numerosas leyes con el fin de hacer cumplir
la ley mosaica; las leyes añadidas comprendían aspectos de
tradición judía como la agricultura, el sábado y las
festividades, la vida matrimonial, daños y perjuicios, el
sacrificio y culto, y rituales de purificación. La ley se enseñaba
en forma oral, pero posteriormente fue recopilada en forma
escrita a finales del siglo II por Yehudah HaNasi, conformando
el código de ley oral judía, conocida como la Mishná.

Los fariseos por su parte, fueron una comunidad judía


religiosa considerados como los maestros e intérpretes más
cuidadosos de la ley; aparentemente se esmeraban en cumplir
y hacer cumplir la ley y las tradiciones religiosas de forma
estricta. Creían en la inmortalidad del alma, en la resurrección
y en el castigo o recompensa eternos según los actos en vida.
Normalmente, eran ciudadanos de clase trabajadora y
grandemente influyentes entre el popular de la gente. Sin
embargo, había una distinción entre los maestros de la ley y la
gente del pueblo, viendo como impuros aquellos que no la
cumplían.

Los estrictos rituales de limpieza y purificación, el


cumplimiento del sábado, los mandatos sobre los alimentos, el
ayuno, el pago de diezmos y el desprecio a ciertas personas,
que por su oficio o enfermedad no podían cumplir con las
leyes establecidas, ciertamente parecían superponerse a la
esencia de la ley divina y al mensaje de Jeshua. A la ley

171
mosaica los escribas fariseos habían añadido numerosas leyes,
que en vez de llevar a la comunión del hombre con Dios,
parecían levantar un obstáculo mayor. Por eso Jeshua dijo:

«Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen


sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con un
dedo quieren moverlas. Sino que hacen todas sus obras
para ser vistos por los hombres; pues ensanchan sus
filacterias y alargan los flecos de sus mantos; aman el
lugar de honor en los banquetes y los primeros asientos
en las sinagogas, y los saludos respetuosos en las plazas y
ser llamados por los hombres Rabí […] ¡ay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de
los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis,
ni dejáis entrar a los que están entrando […] ¡Ay de
vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el
diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis
descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia,
la misericordia y la fidelidad; y estas son las cosas que
debíais haber hecho, sin descuidar aquéllas. ¡Guías ciegos,
que coláis el mosquito y os tragáis el camello!» (Mt. 23: 4-
7, 13, 23-24).

De esta manera fue como el hombre esclavo de sus propios


intereses, de las leyes humanas y sus ideas sobre cómo debería
llevarse la vida y la espiritualidad, manipuló y ocultó la vida y
el mensaje íntegro del Mesías, y arremetió contra lo
verdaderamente sagrado, entregando a Jeshua a la muerte.

172
Mensaje de Jeshua a los hombres

Misión de Jeshua

En el transcurso de su predicación, Jeshua llamó al


arrepentimiento de corazón, a amar sin condición alguna y a
perdonar al prójimo. La fe, la compasión, el servicio a los otros
y la búsqueda del reino espiritual, eran los pilares más
importantes de su enseñanza. A continuación, encontrará
parte de las enseñanzas que sobre esto Él instruyó.

Dijo Jesús: «Quien bebe de mi boca, vendrá a ser como


yo; y yo mismo me convertiré en él, y lo que está oculto le
será revelado» (Tomás 108).

Dijo Jesús: «Yo os daré lo que ningún ojo ha visto y


ningún oído ha escuchado y ninguna mano ha tocado y en
ningún corazón humano ha penetrado» (Tomás 17).

Dijo Jesús: «Venid a mí, pues mi yugo es adecuado y


mi dominio suave, y encontraréis reposo para vosotros
mismos» (Tomás 90).

«Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los


unos a los otros; que como yo os he amado, así también os
améis los unos a los otros. En esto conocerán todos que
sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros»
(Juan 13: 34-35).

Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó su


manto, y sentándose a la mesa otra vez, les dijo: ¿Sabéis
lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro y Señor;
y tenéis razón, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el

173
Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros
los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que
como yo os he hecho, vosotros también hagáis. En verdad,
en verdad os digo: un siervo no es mayor que su señor, ni
un enviado es mayor que el que lo envió. Si sabéis esto,
seréis felices si lo practicáis (Jn. 13: 12-17).

El reino del espíritu en el mensaje de Jeshua

Jeshua también proclamó la existencia de un reino espiritual y


de los seres que habitan en este, refiriéndose a el como el reino
de los cielos. Su descripción de este reino es acompañada de
parábolas donde ha revelado diversas características del reino
y su relación con el hombre. Tal reino no es distinto del que se
ha nombrado con anterioridad en este libro. A continuación, lo
que dice Jeshua acerca de este reino:

«No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed


también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas
moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy
a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo
un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré
conmigo29; para que donde yo estoy, allí estéis también
vosotros» (Jn. 14: 1-3).

Y vino uno de los siete ángeles que tenían las siete


copas llenas de las últimas siete plagas, y habló conmigo,
diciendo: Ven, te mostraré la novia, la esposa del
Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y
alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que

29 Al momento de la muerte física. (N. del A.)

174
descendía del cielo, de Dios, y tenía la gloria de Dios. Su
fulgor era semejante al de una piedra muy preciosa, como
una piedra de jaspe cristalino. Tenía un muro grande y
alto con doce puertas, y en las puertas doce ángeles; y en
ellas había nombres escritos, que son los de las doce tribus
de los hijos de Israel. Había tres puertas al este, tres
puertas al norte, tres puertas al sur y tres puertas al
oeste. El muro de la ciudad tenía doce cimientos, y en ellos
estaban los doce nombres de los doce apóstoles del
Cordero. Y el que hablaba conmigo tenía una vara de
medir de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su
muro. Y la ciudad está asentada en forma de cuadro, y su
longitud es igual que su anchura. Y midió la ciudad con la
vara, doce mil estadios;30 y su longitud, anchura y altura
son iguales. Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro
codos31, según medida humana, que es también de ángel.

El material del muro era jaspe, y la ciudad era de oro


puro semejante al cristal puro. Los cimientos del muro de
la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras
preciosas: el primer cimiento, jaspe; el segundo, zafiro; el
tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; el quinto, sardónice;
el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el
noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo,
jacinto; y el duodécimo, amatista. Las doce puertas eran
doce perlas; cada una de las puertas era de una sola
perla; y la calle de la ciudad era de oro puro, como cristal
transparente. Y no vi en ella templo alguno, porque su
templo es el Señor, el Dios Todopoderoso, y el Cordero. La
ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la
iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero

30 Un estadio equivale a 174,125 metros. (N. del A.)


31 Un codo equivale aprox. a 45 cm. (N. del A.)

175
es su lumbrera. Y las naciones andarán a su luz, y los
reyes de la tierra traerán a ella su gloria. Sus puertas
nunca se cerrarán de día (pues allí no habrá noche); y
traerán a ella la gloria y el honor de las naciones; y jamás
entrará en ella nada inmundo, ni el que practica
abominación y mentira, sino solo aquellos cuyos nombres
están escritos en el libro de la vida del Cordero (Ap. 21: 9-
27).32

***
Donde quiera que estuvieres, yo te protegeré y te guiaré en
tus caminos, dice Jeshua.

Si está interesado en profundizar en detalles de la vida de


Jeshua que jamás han sido contados, no deje de leer la saga de
J.J. Benítez, El caballo de Troya y los Evangelios
Apócrifos.

32 La descripción de este fragmento, coincide con algunas de las visiones


que han tenido personas que vivieron una Experiencia cercana a la
muerte (ECM). (N. del A.)

176
Capítulo IX
Los guías espirituales

¿Quiénes son los guías espirituales?

Los guías espirituales se refieren a lo que nosotros conocemos


como ángeles. La palabra ángel viene del hebreo “malag” que
significa enviado o mensajero. Los ángeles son seres
espirituales de luz que están al servicio de Dios Padre,
destinados a guiar a otros seres a tomar el camino de la luz.
Ellos protegen los espíritus, ya sea que habiten en un cuerpo
físico o se hallen en estado espiritual, y luchan contra huestes
(ejércitos) de seres de la oscuridad, con el fin de llevar a cabo
su misión.

A los ángeles se les ha asignado acompañar a una persona en


la vida terrenal para guiarla, prevenirla y protegerla de
peligros. Hablan a la voz interior de las personas, guiándolas
de cuál sería el mejor camino a coger y de las posibles
consecuencias de sus actos, tanto positivos como negativos.
Llaman al corazón cuando se ha obrado de una manera
equívoca o dañina, llevándonos a la reflexión, y aunque no les
escuchemos, sus voces retumban a la consciencia como un eco
que perdura a lo largo del tiempo. Ellos advierten y avisan de
situaciones de peligro, traen presentimientos al corazón y se
sumergen en muchos de nuestros sueños para avisarnos de
algún hecho que ha pasado o un hecho que ha de venir. Ellos
son nuestro sexto sentido y nuestra intuición, pero siempre
dejan que seamos nosotros los que tomemos las decisiones
finales y obremos según ellas.

177
Ellos son testigos fieles de todo lo que representa nuestra vida
en absoluto. Aunque sea de difícil comprensión o aceptación,
los ángeles están minuto a minuto observándonos tanto en
nuestro exterior como en nuestro interior. Aunque les
olvidemos, ellos son nuestros guardianes y testigos de noche y
de día.

La luz que les envuelve es la luz que el Padre les ha concedido


generosamente, y bajo esta luz, todo lo que es a voluntad de
Dios les es revelado en los cielos, en la tierra y en las
profundidades de la oscuridad. Es natural como seres
humanos sentir que algo se nos remueve, al saber que ellos
conocen toda nuestra intimidad y nuestro lado negativo, pues
lo que aún pensábamos podíamos mantener en el más
profundo secreto, también ellos lo pueden ver como alguien
que mira a través del cristal.

Por medio de estos ángeles de luz, nuestras vidas parecen ser


grabadas y guardadas en una memoria o archivo universal.
Según testimonios de Experiencias Cercanas a la Muerte,
nuestras vidas son registradas en libros espirituales. Estos
libros son la constancia de nuestras experiencias de vida, de
nuestro aprendizaje y de las cosas aún no aprendidas. Sin estas
memorias nuestra identidad y todas nuestras vidas pasarían
como el viento que viene y desaparece, sin dejar rastro alguno;
de no ser así, sería lamentable que todo lo que somos se
esfumara en la nada. Lo cierto es que ellos son y serán los
testigos fieles que escribirán en el libro de nuestra vida, y todo
aquello, nos será revelado en aquel último día donde veremos
toda la verdad de nuestras vidas.

Por otra parte, los ángeles de luz aparte de guiarnos y


protegernos de los peligros de esta vida física, también han

178
sido enviados para protegernos de los seres oscuros y luchar
contra ellos, pues estos seres tienen la voluntad férrea de
desviarnos del camino de la luz y del amor, hacia un sendero
de oscuridad y destrucción.

Cuando hacemos caso omiso de su sabiduría y advertencias, o


simplemente no escuchamos cuando hablan a nuestra voz
interior, es cuando damos espacio para que aquellos seres viles
y demoníacos hagan su aparición y nos influyan
negativamente con sus energías y pensamientos perversos y
destructivos. Ellos toman el control sobre nuestra consciencia
y nos empujan a cometer actos dañinos, y es en este momento
cuando somos más propensos a la baja autoestima, a la
depresión, a tener problemas y peleas, y a dañar a otros. Su
influencia es tan negativa y nos contamina tanto hasta tal
punto, que nos volvemos propensos a sufrir situaciones
inesperadas como robos, agresiones y accidentes, entre otros.

Por el contrario, cuando aprendemos a escuchar a los guías de


la luz, nuestra vida parece ir de una manera más clara, fluida y
con un rumbo más acertado. Aprendemos a tener más
paciencia, a leer las señales que nos va mostrando la vida y a
evitar actuar de un modo imprudente e impulsivo.

¿Cómo es la apariencia de los guías espirituales?

Los ángeles poseen un cuerpo hecho de luz, algunos con


apariencia animal y otros con apariencia humana. Estos
últimos tienen una altura muy superior a la humana; pueden
llegar a medir más de un metro con noventa hasta alcanzar
proporciones de tres a nueve metros de altura, o más.

179
La mayoría de personas que han tenido visiones
extracorpóreas, dicen no haber visto ángeles con alas, sin
embargo, hay casos reveladores que señalan haber visto
algunos con ellas. Normalmente, visten túnicas de un color
blanco inmaculado. De su cuerpo sale una luz que resplandece,
la cual le daría un aspecto impresionante ante los ojos
humanos. Poseen una apariencia física hermosa, con rostros
joviales, bellos y perfectos. En medio de su esplendor irradian
gran paz, armonía y amor.

Son espíritus llenos de sabiduría profunda y poder. Ellos se


reúnen en grupo para obrar algún milagro o sanar
enfermedades, y cada uno tiene tareas concretas según la
voluntad del Padre. Aunque todos tienen su habitáculo en la
dimensión de la consciencia superior, hay unos ángeles que se
transportan por el espacio para cumplir sus misiones de
protección, defensa y lucha contra el enemigo de la oscuridad.

¿Cómo comunicarse con los guías espirituales?

Para comunicarse con los guías espirituales es fundamental


tener fe de que ellos están acompañándonos, lo cual nos
facilitará el contacto mutuo. Si bien es cierto que ellos están
ahí, cuando no tenemos la suficiente fe simplemente
olvidamos su existencia y su presencia, imposibilitando la
comunicación con ellos.

Para reconocerlos debemos abrir nuestra mente y escuchar


con más atención nuestra voz interior, que es a la que hablan
nuestros guías. Pero para saber diferenciar cuál es aquella voz
y cuáles provienen de nuestro ego u otras fuentes, es necesario

180
tener en cuenta que la voz interior siempre trae certeza en los
resultados que ellos han anunciado respecto a alguna cuestión.

Hay determinados momentos en el día en los cuales podemos


sentir los guías espirituales con más facilidad; son cuando nos
encontramos solos, cuando nos encontramos muy cansados,
puede ser a la hora de la siesta o al momento de dormir en la
noche, y en la madrugada. Es en estos momentos donde
nuestra concentración en el mundo físico, se debilita y nos
sumergimos en nuestros pensamientos más íntimos y
profundos, alcanzando el estado del espíritu. Justo aquí es
donde podemos visualizarlos y escuchar su voz.

El hecho de visualizarlos requiere al inicio un poco de


imaginación, pero con el paso del tiempo, estas imágenes se
van haciendo más nítidas y comenzamos a tener percepciones
fuera de lo común, que desde nuestra niñez tardía habíamos
dejado de percibir. En este momento la presencia de los
ángeles empieza a sentirse más fuerte y evidente; pero no
debemos tener miedo ni ansiedad, pues ellos están aquí para
ayudarnos. Cuando este contacto y comunicación se va
fortaleciendo, comenzamos a sentir más claras sus voces
dentro de nosotros; las sentimos no como aquellas vocecitas
confusas y difusas, sino como voces claras y directas que en el
fondo sabemos, no han venido de nuestra cabeza sino de
fuente ajena. Para familiarizarnos con ellos podemos además
pedirles respuestas a ciertas situaciones, soluciones a algún
problema o señales como preaviso.

A continuación, propongo un ejercicio para aprender a


escuchar y establecer una relación mutua y real con los guías
espirituales.

181
Ejercicio

1. Busque un lugar donde pueda estar en soledad y


tranquilidad; también puede ser al momento de
acostarse.
2. Cierre los ojos y tome su tiempo para relajarse al
máximo y poner su atención en la comunicación.
3. Invoque uno de estos seres luminosos, puede ser su
ángel que siempre le acompaña u otros seres. No ponga
obstáculos ni sea escéptico, por el contrario, sea
receptivo.
4. Intente imaginarlo y pídale que se manifieste en su
imaginación como él es realmente tanto en apariencia
como en su personalidad.
5. Hable con él lo que a usted le nazca; haga preguntas si
quiere. Si no siente respuesta inmediata, tenga
paciencia pues ellos siempre se manifiestan, pero
somos nosotros los que abrimos o estrechamos los
canales de recepción.
6. Familiarícese con él, intentando crear una relación
desde el primer momento (cada vez que usted abra la
comunicación en diferentes momentos, podrá sentirlos
y estrechar con ellos una relación más fuerte).
7. Pida y dispóngase a recibir su energía, su poder, su
armonía y su sabiduría. Así mismo, mándele su energía
y sentimientos positivos.
8. Cuando reciba un sentimiento de paz, es cuando habrá
logrado el contacto con él. Siéntase agradecido y si le
nace, hágale saber su intención de posibilitar futuras
comunicaciones y formar una nueva relación
totalmente consciente con él.

182
9. Termine la comunicación de una manera muy tranquila
e intégrese de nuevo a la realidad física si es el caso, o
por el contrario, intente descansar.

Cuando usted sienta la confianza o la necesidad, puede pedir


consejo o hacer peticiones de acuerdo con sus circunstancias.
Aunque ellos ya le conocen, usted necesita desahogarse y
liberarse de sus cargas internas.

Experiencia con un ser de luz

Para terminar les contaré una experiencia real con un ser de


luz que tuve alrededor de 1999, con la intención de que el
lector tenga una idea realista de cómo son estos seres y para
qué vienen a nosotros. En aquella época yo era tan solo una
joven con una vida normal como cualquier otro joven. Tenía
además un novio con el cual llevábamos algún tiempo y la
relación parecía marchar de maravilla. Una mañana
estábamos durmiendo juntos en la misma habitación y calculo
yo, que alrededor de las cinco de la mañana me desperté de un
sobresalto. Al enfocar mi mirada, vi una mujer en la habitación
que por supuesto, no era nadie que yo conociera. Lo que me
impactó, es que esta mujer estaba flotando en el aire muy
lentamente. En este momento pensé que esto no era normal y
me pregunté quién era esta mujer.

La observe con atención y vi que tenía un atuendo deportivo


que me recordó a la moda de los ochentas. Vestía un body y
pantimedias de color rosado, un cinturón, calentadores
tobilleros y una banda en la cabeza, ropa típica para hacer
aeróbicos de la época. Su pelo era rubio, levemente ondulado y
un poco más abajo de los hombros; su expresión era seria y
tenía una mirada penetrante.

183
De repente se me acercó aún estando en el aire y note que sus
ojos de color verdoso estaban clavados en los míos. A través de
su mirada y hablándome, yo diría que telepáticamente, me dijo
que debía alejarme de mi novio. Yo estaba sorprendida y el
pánico se estaba apoderando de mí. En ese momento intenté
moverme y decir algo, pero me fue imposible, estaba
totalmente paralizada y sin poder emitir ningún sonido
posible; me sentía como atrapada.

La mujer se alejó hasta la puerta, que estaba en dirección


contraria a mí y de nuevo, volvió y se acercó. Sin quitarme la
mirada de encima ni un instante, me transmitió el mensaje de
nuevo. Sin embargo, yo no podía entender por qué esta mujer
me decía esto, acaso que tenía ella que ver con mi novio, me
preguntaba yo, de qué quería protegerme a mí o a él; mi mente
estaba en una confusión total.

A continuación, flotó un rato más y volvió a acercarse por


tercera vez. Me repitió el mensaje asegurándose con ello, que
yo le había entendido muy bien. Flotó hacia la puerta sin
girarse, sino siempre mirándome e instantáneamente traspasó
la puerta y desapareció.

Yo intenté luchar para moverme, pero era imposible; luche por


unos cuantos minutos y repentinamente, todo mi cuerpo se
soltó como si se hubiera descongelado. Yo me giré y desperté
afanosamente a mi novio y le pregunté si había visto lo mismo
que yo. Su respuesta fue negativa y yo le conté todo lo que
había sucedido; él medio dormido se dio la vuelta y me dijo
que solo era un sueño, que intentara dormir. Sus palabras me
hicieron sentir impotente; sabía que él no me había creído.
Pero ¿cómo equivocarse o pensar que fue un sueño, cuando
estamos totalmente despiertos y conscientes?

184
Los siguientes días que pasaron no dejaba de pensar en ello,
pero como todo fenómeno extraño o paranormal que no se le
puede dar explicación, lo dejé a un lado. A partir de esta
experiencia, la relación entre mi novio y yo perduró por tres
años, pero aunque fueron relativamente pocos, se convirtieron
en los años más dolorosos de mi vida. Fueron muchos los
motivos y conflictos que nos causaron un gran sufrimiento
tanto a la familia de él como a mí, y que por motivos de
privacidad no expondré aquí. Sin embargo, puedo decir que
finalmente esta relación llegó a su término, cuando él fue
hallado muerto por homicidio.

Solo con el paso del tiempo he podido entender con total


comprensión, cuál era el trasfondo del mensaje que aquella
mujer me quiso transmitir. Pero también aprendí que
debemos abrir nuestro corazón a las señales que nos dan la
vida y aquellos seres, que aunque no vemos están aquí.

FIN

185

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