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Socialismo

El socialismo es un sistema social y económico caracterizado por el control por parte de la sociedad,
organizada con todos sus integrantes, tanto de los medios de producción como de las diferentes fuerzas de
trabajo aplicadas en los mismos.12 La RAE define el término socialismo así: Sistema de organización social
y económica basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y
distribución de los bienes.3 El socialismo implica, por tanto, una planificación y una
organización colectiva consciente de la vida social y económica.4

Origen de la palabra socialismo


Al parecer la palabra socialismo fue empleada por primera vez por el monje Ferdinando Facchinei en 1766
para referirse a la doctrina de los que defendían el contrato social como el fundamento de la organización
de las sociedades humanas. Veinte años más tarde, otro autor italiano, Appiano Buonafede, volvió a
utilizarla. Sin embargo, la palabra socialismo, en el sentido moderno del término, no aparece hasta 1830 en
Gran Bretaña y en Francia, casi simultáneamente, para designar las ideas de los seguidores de Robert
Owen y de Henri de Saint-Simon. El primer uso preciso del neologismo se suele atribuir al sansimoniano
francés Pierre Leroux quien en el número de octubre-diciembre de 1833 de la Revue encyclopédique publicó
un artículo titulado Del individualismo y del socialismo, aunque en él criticaba ambas doctrinas por
considerarlas el resultado de la exageración de la idea de libertad, la primera, y de la idea de asociación, la
segunda. Sin embargo, en una nota añadida a la reimpresión del artículo años más tarde escribió:12
Desde hace algunos años, nos hemos acostumbrado a llamar socialistas a todos los pensadores que se ocupan
de reformas sociales, a todos los que critican y reprueban el individualismo… y en este aspecto yo mismo, que siempre
he combatido el socialismo absoluto, soy designado hoy como socialista. […] Soy socialista sin duda, si se quiere
entender por socialista la doctrina que no sacrifica ninguno de los términos de la fórmula Libertad, Fraternidad, Igualdad,
Unidad, sino que todos los aúna.
Entre agosto de 1836 y abril 1838 Louis Reybaud publicaba en la Revue des deux mondes tres estudios
bajo el título de Socialistas modernos dedicados a Saint-Simon, a Charles Fourier y a Robert Owen, y en los
que confirmaba que el término socialismo, en su sentido moderno, había surgido hacia 1830.12
Como ha destacado Jean-Paul Thomas, toda «palabra nueva, responde a realidades nuevas. Las doctrinas
sociales no surgen casualmente a principios del siglo XIX. Tienen como origen inmediato la revolución
industrial y la miseria que le acompaña… Contraponen a la búsqueda egoísta del provecho la visión de una
comunidad de productores ligados unos a otros por una solidaridad fraternal». Según este autor las raíces
del socialismo hay que buscarlas en las propuestas igualitarias de los grupos «radicales» de la Revolución
Francesa, como la del enragé Jacques Roux que escribió en 1793, denunciando los acaparamientos de los
bienes de subsistencia: «los productos de la tierra, como los elementos, pertenecen a todos los hombres. El
comercio y el derecho de propiedad no pueden consistir en hacer morir de miseria y de inacción a nuestros
semejantes».12

Socialismo y comunismo
Unos diez años después de la aparición de los términos «socialismo» y «socialista» surgieron en Francia
las palabras «comunismo» y «comunista» y su uso se difundió rápidamente. Étienne Cabet y
el neobabuvista Jean-Jacques Pillot las emplearon de inmediato y el adjetivo «comunista» fue usado para
referirse a un banquete organizado por Pillot celebrado el 1 de julio de 1840 en las afueras de París en el
que participaron más de mil comensales, en su mayoría obreros, y en el que se defendió la necesidad de
aplicar reformas que no fueran meramente políticas para alcanzar una «igualdad real». 13 En junio de 1843
el poeta alemán Heinrich Heine, quien desde hacía más de diez años vivía en París, advirtió de su
crecimiento: «Los comunistas son en Francia el único partido que merece atención».14
Desde Francia los términos «comunismo» y «comunista» se difundieron por los Estados alemanes y por
Suiza, gracias al libro de Lorenz von Stein publicado en 1842 en Leipzigcon el título El socialismo y el
comunismo en la Francia de hoy (Der Sozialismus und Communismus des heutigen Frankreichs) —Wilhelm
Weitling, August Becker y otros los utilizaron enseguida—, y también por Gran Bretaña a través de otros
canales. Así el término «comunismo» fue sustituyendo progresivamente al originario de «socialismo» o al
menos se confundió con él.15
Según Jean Bruhat, en la década de 1840 «comunista» y «socialista» no eran términos completamente
equivalentes ya que los comunistas se distinguían por unas ideas que en ellos estaban más claramente
afirmadas que en los socialistas, como la realidad de la lucha de clases de la que se derivaba la necesidad
de la revolución —la conquista del Estado— para alcanzar la nueva sociedad, pues para cambiar al hombre
había que cambiar el régimen económico y social en el que vivía, como lo advirtió el neobabuvista Théodore
Dézamy cuando criticaba a los que creían «que para modelar al hombre a su gusto bastaría proponérselo
de un modo testarudo y enérgico».16 Estas diferencias fueron las que motivaron que Karl Marx y Friedrich
Engels adoptaran el término «comunista» y no el de «socialista» para llamar a la Liga que fundaron en
1847 y al manifiesto de la misma hecho público al año siguiente. Engels explicó en 1890 que en aquellos
años «la parte de los obreros que, convencida de la insuficiencia de las revoluciones meramente políticas,
exigía una transformación radical de la sociedad, se llamaba entonces comunista» mientras que la mayoría
de los que se hacían llamar «socialistas» «se hallaban fuera del movimiento obrero y buscaban apoyo más
bien en las clases "instruidas"», «y como nosotros ya en aquel tiempo sosteníamos muy decididamente el
criterio de que "la emancipación de la clase obrera debe ser obra de la clase obrera misma", no pudimos
vacilar un instante sobre cuál de las dos denominaciones procedía elegir».17
Después de 1848, los términos «socialismo» y «comunismo» se afirmaron y se superpusieron,
identificándose en unos períodos y diferenciándose en otros, y también se utilizaron para caracterizar etapas
de desarrollo histórico distintas.18 El sociólogo francés Émile Durkheim afirmó que en el «comunismo», a
diferencia del «socialismo», la contribución a la producción común era libre y no planificada mientras que el
consumo se vivía en común.19 Poco después Lenin en El Estado y la revolución (1917) utilizó la palabra
«socialismo» para referirse a la primera etapa en la consecución de la sociedad sin clases o «comunismo»,
caracterizada por la organización colectiva de la producción y la distribución en tanto que el consumo
seguiría siendo particular.20
Según el marxismo, en un sistema socialista, al establecerse la propiedad social (colectiva) de los medios
de producción, desaparece cualquier forma de propiedad privada de los bienes de capital y con esta
el capitalismo como forma de apropiación del trabajo asalariado, una forma de explotación por vía
económica. Por lo tanto el socialismo constituye el primer paso para la extinción de las clases sociales (o
comunismo) dando así por superada la lucha de clases como motor del progreso histórico.21

Existen diferencias entre los grupos socialistas, aunque casi todos están de acuerdo en que están unidos
por una historia en común que tiene sus raíces en el siglo XIX, en las luchas de los trabajadores siguiendo
los principios de solidaridad y vocación a una sociedad igualitaria, con una economía que pueda, desde su
punto de vista, servir a la totalidad de la población en vez de a unos pocos.
Por otro lado el significado de facto del socialismo ha ido cambiando con el transcurso del tiempo. Así en
el marxismo-leninismo el socialismo es considerado como la fase previa al comunismo, mientras que en
la socialdemocracia con el término de socialismo se alude a la redistribución de la riqueza mediante la
aplicación de un sistema fiscal progresivo.
Historia

La influencia de la Ilustración y el socialismo utópico


Inglaterra fue una de las dos cunas del socialismo "utópico". Existieron dos causas importantes que dan al
socialismo utópico inglés su carácter peculiar: la revolución industrial, con su cortejo de miserias para el
naciente Proletariado, y el desarrollo de una nueva rama de la ciencia: la economía política, concepto
asociado a la búsqueda de dominio titular de las ciencias políticas.
En Francia tuvo un carácter más filosófico que en Inglaterra. Su primer representante fue el conde Henri de
Saint-Simon, considerado por Engels el creador de la idea en estado embrionario que sería utilizada por
todos los socialistas posteriores.22 Propuso la Federación de Estados Europeos, como instrumento político
para controlar el comienzo y desarrollo de guerras. Al mismo tiempo Charles Fourier, concibió
los falansterios (comunidades humanas regidas por normas de libre albedrío e ideologías económicas
socializadas).

Los debates entre los socialistas clásicos


Poco después aparece la teoría comunista marxista que desde una teoría crítica del comunismo, desarrolla
una propuesta política: el "socialismo científico". Karl Marx postula en una de sus obras la diferenciación
entre «valor de mercado» y «valor de cambio» de una mercancía y la definición de plusvalía, siendo éstas
sus mayores contribuciones a la economía política; no obstante, los economistas modernos no utilizan estos
conceptos del mismo modo que lo hacen los seguidores de la escuela marxista del pensamiento económico,
argumentando que la teoría expuesta por Marx no contempla la interacción total de la ciencia económica y
se ve parcializada por el comunismo. Entre los socialistas hubo una muy pronta división entre marxistas
y anarquistas los cuales eran la esencia más cercana a la ideología marxista. El marxismo como teoría
recibió muchas críticas, algunas de ellas constituirán durante muchas décadas la base ideológica de la
mayoría de partidos socialistas. Más tarde, a raíz de la Revolución rusa y de la interpretación que le dio
Lenin, el leninismo se convertiría en foco de admiración de los partidos comunistas, agrupados bajo la III
Internacional.
La teoría marxista se construye conjuntamente con el anarquismo. El anarquismo se podría inscribir dentro
de los conceptos tempranos del socialismo, que como ideal busca que las personas decidan sobre sus vidas
libre e independientemente; la abolición del Estado y de toda autoridad; exaltando al individuo.
La meta del socialismo es construir una sociedad basada en la igualdad, la equidad económica, la iniciativa
personal, la cooperación moral de un individuo, eliminando las compensaciones estratificadas por esfuerzo,
promoviendo estructuras políticas y económicas de distribución como por ejemplo el seguro social.

El socialismo en el siglo XX
El socialismo alcanzó su apogeo político a finales del siglo XX en el bloque comunista de Europa, la Unión
Soviética, estados comunistas de Asia y del Caribe.
Durante la segunda mitad del siglo XX fue de gran importancia para el llamado bloque socialista, conjunto
de los países controlados por Unión Soviética tras la contraofensiva en el frente oriental durante la Segunda
Guerra Mundial, donde la URSS impuso sistemas de gobierno socialistas dependientes.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la tensión militar-ideológica entre el bloque socialista, encabezado por la
Unión Soviética, y el capitalista, encabezado por Estados Unidos, desembocó en un enfrentamiento político
que se conocería como Guerra Fría. Se conoció de ella extraoficialmente y fue la competencia por la
superioridad en todos los aspectos y lograr así el dominio completo (pero no directo) de la mayor cantidad
de países. Culminó con la disolución política de la URSS, tras una crisis agravada por su situación económica
y política y fuertes presiones externas, acompañada de una pronunciada crisis en los demás estados
socialistas, principalmente los europeos.

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