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ELABORACIÓN DE VINO DE MANZANA

Introducción

El vino es definido, legal y tradicionalmente, como el producto de la fermentación del jugo


de las uvas. Pero más allá de esta definición, en muchas legislaciones se contempla la
figura del vino de frutas como aquel proveniente de la fermentación del jugo de una
determinada fruta, como la única exigencia de indicar claramente dicho origen.
Es posible elaborar vino a partir de diversas frutas principalmente de aquella con aromas,
sabores intensos y agradables en general, de la mayoría de frutas tropicales. Sin embargo
para hacer vino de frutas, a diferencia de hacer vino de uva, deberán considerarse ciertos
atributos para elegir la materia prima más adecuada. El fruto debe ser jugoso, para
obtener así un buen rendimiento; debe ser lo suficientemente dulce para producir
abundante alcohol debe tener la acidez justa para asegurar el desarrollo de la levadura; y
finalmente debe ser muy aromático para conservar su atractivo aún en la dilución.
Estos cuatro elementos conforman los vértices del llamado rombo de los vinos de frutas,
el cual resume las características que deben ser consideradas en el momento de elegir
una fruta para su vinificación.
El vino de frutas, así como el vino tradicional de uvas, tiene su origen en el proceso
bioquímico de la fermentación alcohólica, el cual consiste en la transformación del azúcar
al alcohol.

Qué diferencia hay entre un vino de uvas y hacer un vino de cualquier fruta; simplemente
ninguna o casi ninguna. La uva es un órgano vegetal que, al igual que otros similares,
tiene ciertas características biológicas que le permite ser convertida en vino. La uva no es
un cuerpo extraño con características mágicas ni sobrenaturales para conferirse la
exclusividad del vino. Los vinos de frutas, por el contrario, requieren en mayor o menor
medida un cierto ajuste químico para rendir una correcta fermentación.
Componentes para la elaboración de frutas en almíbar

Fruta
Deben emplearse frutas sanas para evitar alteraciones dentro del envase. Debe
seleccionarse fruta uniforme en tamaño y en grado de madurez para que el tratamiento
térmico no origine grados desiguales de conservación.

Azúcar
Se usa azúcar blanca refinada para dar los grados brix adecuados al jarabe o almíbar.

Ácido cítrico
Sirve para dar al jarabe la acidez (pH) adecuada.

Estabilizador
Se emplea para dar cuerpo al jarabe. El estabilizador más empleado es el carboxilmetil
celulosa (CMC].

Sorbato de potasio o benzoato de sodio


Se usan para evitar el crecimiento de microorganismos (hongos y levaduras) en el
producto.
Á veces se añade al jarabe.

Objetivos
Materiales
Metodología
Resultados
Conclusiones

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