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Dimensión Ético Política de la Praxis Docente

Alumnas: Olivares Mariana – Gonzalez Melina

Profesor. Demian

Trabajo Practico

Luego de lo trabajado en la clase del sábado 06/07, abordaran el texto de los autores Bárcena
Fernando y Mélich Joan-Carles "La educación como acontecimiento ético", y realizaran:
1- Una reflexión ético política respecto a la posición que el docente debe tomar respecto
a los acontecimientos que "marcan" a la sociedad en su conjunto y al mundo teniendo
como elemento constitutivo la violencia, como por ejemplo el holocausto, los campos
de concentración, el terrorismo de estado, las guerras, etc.
2- ¿Qué lugar puede ocupar el docente a partir de estos quiebres en la historia humana?
3- ¿Es lo mismo ser docente en Argentina a partir de la dictadura militar?
4- ¿Qué valores se ponen en juego?
5- Para cada uno de ustedes, que se entiende de la expresión: "educación como
acontecimiento ético".
1.- La educación como acontecimiento ético y vital, es una relación de posibilidad e
innovación para tener en cuenta la singularidad de cada uno de los estudiantes desde su
cotidianidad y su propia interrelación con el medio social y cultural. Esta propuesta conduce
a la valoración y el reconocimiento de cualquier sujeto y su colectivo, en tiempos y espacios
específicos.
Pedagogía necesita: hoy más que nunca llevar a cabo una profunda reflexión sobre la cultura
en la que se inserta su concepto de educación y sus discursos y de la convicción de que no es
posible seguir pensando la educación y la formación como si nada de lo que nos ha pasado
en este siglo tuviese la menor importancia.
Explican, Bárcena y Melich, que entender la educación desde esta perspectiva implica una
concepción de la tarea pedagógica como de radical novedad. Es hablar de educación como
acontecimiento ético frente a todos los intentos de pensarla desde estrechos marcos
conceptuales que pretenden dejarla bajo el dominio de los discursos tecnológicos y los logros
de los alumnos en función de objetivos alcanzados y previamente determinados.
2.- ¿Qué lugar puede ocupar el docente a partir de estos quiebres en la historia humana?

Además, en un contexto real, el docente omite reconocer al estudiante y su colectivo, puesto


que representa la diferencia en sus cuatro componentes: el juicio moral (normas, valores,
leyes), el contexto sociocultural (aula, familia, localidad, barrio, ciudad, región), el ego
modelo (métodos, esquemas de evaluación) y los conceptos valorativos (logros,
comportamientos). Como consecuencia de ello, la singularidad del estudiante se ha visto
opacada, invisible y ausente de miradas por parte del docente, porque no se tienen en cuenta
las condiciones personales, familiares y sociales con las que viven y conviven por los efectos
de sus representaciones sociales.

3.- ¿Es lo mismo ser docente en Argentina a partir de la dictadura militar?

Durante la dictadura militar se lo denomino periodo de «Proceso de Reorganización


Nacional», el objetivo era la reestructuración del Estado y la sociedad. Ejes más importantes
de la política pública fueron: desarticular el Estado intervencionista, liberalizar la economía
y lograr el disciplinamiento social.
El gobierno militar realizó una radical redefinición de la política educativa. Ser docente,
durante este período, significó sujetarse a sus imposiciones o ser considerado subversivo y,
como tal, pasar a engrosar la lista negra de desaparecidos. Ser alumno significó perder la
entidad de “estudiantes” para convertirse en un recipiente receptor de los conocimientos
emanados del docente al servicio de los objetivos del poder.
El niño que la escuela había formado, - sumiso, respetuoso de las leyes, dispuesto a cumplir
con su deber de ciudadano que honraba sus impuestos y aceptaba su destino-, corrió el velo
de la mentira y, fue entonces, que la mirada del hombre comprendió que había sido
embaucado. La escuela no había cumplido con sus promesas de progreso y movilidad social,
y, lo que es peor, lo dejaba desamparado ante la falta de trabajo. A partir de entonces, el
sistema educativo comenzó a perder significado. El mismo docente, un trabajador entre otros,
comienza a cuestionarse su amor por la docencia cuando su sueldo no le alcanza para llegar
a fin de mes. Se degrada el rol del docente. Se degradan los títulos universitarios.
Claramente no es lo mismo ser docente a partir de la dictadura militar ya que nosotros como
docentes debemos hacer que los estudiantes no tomen este acontecimiento puramente
histórico, debemos tener memoria.
Como escribió Walter Benjamín “nuestras historias siempre han sido el arte de seguir
contándolas, y este arte se pierde si ya no hay capacidad de retenerla”1
Y como sostiene Klaus Mollenhauer “que la pedagogía debe ser cómplice del recuerdo”2.
La pedagogía debe trabajar sobre recuerdos y buscar en ellos sus principios fundamentales”

1.- Walter Benjamín


2.- Klaus Mollenhauer – La pedagogía Critica
4.- ¿Qué valores se ponen en juego?

En la sociedad comienzan a cambiar los valores. Porque los valores no se perdieron como
todos dicen. Lo que ocurrió es que se empezaron a priorizar otros valores. Y, esto, también
fue funcional a un sistema porque fue precisamente la globalización la que aniquilo el
sentimiento de patria, arrasando no sólo con los símbolos que nos identificaban sino también
con la industria nacional. Y, así, se empezaron a enaltecer los valores del consumo, del éxito,
del sálvese quien pueda y a cualquier costo
En este sentido, los medios de comunicación, también funcionales al poder de turno, fueron
y siguen siendo creadores de subjetividades porque nos venden modelos identificatorios a los
que muy pocos pueden acceder. Y, lo peor del caso, es que apuntan directamente a nuestros
jóvenes, acribillándolos con valores consumistas, instaurando la idea de que el estar flaco,
vestir a la moda y la degradación de la mujer, entre otras cosas, son las premisas que albergan
el sentido de pertenencia.
Los dos principios fundamentales que creemos se ponen en juego son la heteronomía
(Ausencia de autonomía de la voluntad, que se rige por un poder o una ley externos) y la
razón anamnetica (recuerdo subversivo del sufrimiento en la historia) Su único propósito es
completarlos e indicar, con toda la seriedad y el rigor que el asunto merece.
Deberíamos situarnos en la entraña misma de nuestras prácticas de formación la
responsabilidad incondicional hacia el otro y el recuerdo de las victimas
5.- Para cada uno de ustedes, que se entiende de la expresión: "educación como
acontecimiento ético".

En este artículo, Según expresan los autores Bárcena y Mélich, defiende que la
educación se define mejor como acogida y responsabilidad, y que esta relación ética
entre educador y educando constituye la raíz originaria o elemento esencial de la
educación. El autor propone un nuevo paradigma, la pedagogía de la alteridad, de
inspiración levinasiana, como modelo distinto a los actualmente vigentes para una praxis
e investigación educativas. La educación como acogida y responsabilidad facilita el
aprendizaje de los valores y el clima moral del aula, y constituye un apoyo importante
para los educandos en el momento actual de la crisis de transmisiones. Desde este
modelo, la educación es también denuncia y compromiso político. Ser responsable del
otro, hacerse cargo de él es asumir las condiciones socio-históricas en las que el
educando se encuentra. De otro modo, no estaríamos hablando de educar a personas de
carne y hueso, sino a entidades espirituales.
Descriptores: educación, valores, ética, alteridad, responsabilidad

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