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través de un aparato conectado a Internet, y que de un modo similar a las cartas y postales de
antaño, permite el envío diferido de un texto entre dos o más interlocutores.
Qué es la Pachamama
La Pachamama, o Madre Tierra, es una deidad venerada por
ser generadora de la vida, símbolo de fecundidad por su capacidad para
producir, bendecir y engendrar plantas, animales, alimentos y otros medios de
subsistencia del ser humano. Es adorada por los descendientes de los pueblos
originarios que habitan territorios desde mucho antes que existieran las
fronteras actuales. De hecho, los orígenes de este culto se remontan a la época
preincaica, es decir, antes de que la región fuera anexada al Tawantinsuyu o
Imperio Inca.
LEYENDA DE LA COCA
Cuenta la leyenda que durante el reinado del lnca Atahuallpa, el sumo sacerdote y el depositario del
tesoro del templo del Sol, en la isla de Titicaca, era un viejo sabio y adivino llamado Khana Chuyma.
Por aquel tiempo llegaron a estas tierras los conquistadores españoles, ávidos de oro, quienes sometieron
indios, profanaron dioses y saquearon templos. Resuelto a impedir que el oro sagrado del Sol caiga en manos
del invasor, Khana Chuyma lo escondió en un lugar secreto a orillas del Lago, y diariamente subía a una altura
para escudriñar si se aproximaban las huestes de Pizarro. Un día las vio venir a lo lejos. Sin perder un instante,
arrojó todo el tesoro a lo más profundo de las aguas.
Enterados de lo ocurrido, los españoles prendieron al viejo sacerdote para arrancarle a viva fuerza el secreto de
las riquezas perdidas. Khana Chuyma soportó estoicamente los más crueles tormentos, sin que una sola
palabra saliera de sus labios. Cansados sus verdugos de torturarlo inútilmente, lo dejaron moribundo en un
campo.
En medio de su dolorosa agonía, esa noche Khana Chuyma tuvo una visión: el Dios Sol se le apareció
resplandeciente tras una montaña y le habló así:
-Hijo mío, tu heroico sacrificio para salvar los objetos sagrados merece recompensa. Pídeme lo que quieras,
que te será otorgado.
-Oh dios amado, qué otra cosa puedo pedirte en esta hora de duelo y derrota sino la redención de mi raza y la
expulsión de los invasores”, contestó Khana Chuyma.
-Lo que tú me pides, respondió el Sol, es ya imposible. De nada vale mi poder contra estos intrusos. Su dios me
ha vencido y yo también debo huir a esconderme en el misterio del tiempo, pero antes de partir quiero
concederte algo que está dentro de mis facultades, dijo el Inti.
- Ya que es imposible devolver la libertad a mi pueblo padre mío, al irnos te pido algo que lo ayude a soportar la
esclavitud y las penurias que le esperan; algo que no sea oro, riqueza, para que la codicia del invasor no se lo
debata. Te pido un consuelo secreto que dé a los míos la fuerza para sobrellevar los trabajos, los vejámenes y
las humillaciones que sus opresores les impondrán.
-Concedido, dijo el Inti. Mira a tu alrededor ¿ves esas plantas de hojas verdes y ovaladas que hice brotar?
Di a los tuyos que las cultiven con todo cuidado y que sin lastimar sus tallos arranquen las hojas, y
después de secarlas, las mastiquen.
El Jugo de esas plantas será un bálsamo para sus sufrimientos. Al mascar las hojas, juntos compartirán todos
ustedes momentos de confraternidad y alegría solidaria. En los duros trabajos que deberán acometer, esas
hojas les quitarán la fatiga y les darán nuevos bríos.
En los largos viajes por las punas inclementes, la coca aliviará del hambre y del frío y les hará más llevadero el
camino. En las minas, que sus nuevos amos les obligarán a laborar, no podrán soportar la fetidez, la oscuridad
y el terror de los profundos socavones sino con la ayuda de la coca. Cuando deseen indagar en el futuro
incierto, un puñado de esas hojas lanzado al azar les revelará los misterios del destino.
Pero estas hojas que para ustedes significan la salud, la fuerza y la vida, están malditas para los
opresores. Cuando el hombre blanco se atreva a utilizarlas les sucederá todo lo contrario.
Su jugo, que será para el aborigen alimento divino, será para el hombre blanco el más repugnante y
pervertido de todos los vicios. Esta planta sagrada es el legado que les dejo, cuiden que no se extinga y
hagan buen uso de ella.
Además, como la sociedad andina era básicamente agraria, muchas veces la actuación de
las divinidades estaba relacionada con fuerzas de la naturaleza y los factores climáticos, que condicionaban
la vida de los pobladores andinos.
Así, los incas tuvieron como dioses a cuerpos celestes, accidentes geográficos, fenómenos atmosféricos e,
incluso, a sus propios ancestros.
Todas las deidades estaban asociadas con el término huaca, palabra quechua que indica todo lo sagrado.
El Inca era reconocido por la gente andina como huaca viviente, que tenía el poder de comunicarse con el
universo sagrado y era el encargado de, a través de los rituales, mantener el equilibrio entre los hombres y
los dioses.
De la misma manera que otras sociedades andinas, los incas tuvieron una peculiar visión del tiempo y del
espacio. El tiempo fue concebido de manera sagrada y cíclica. Así, se pensaba que existían ciclos de
destrucción y renovación del mundo, al igual que en el calendario maya.
Aparentemente, en el ucu pacha se encontraban los muertos que habían retornado a su pacarina, o lugar de
origen. Entre el hanan pacha y el ucu pacha había lazos de complementariedad, siendo el kai pacha el
punto de encuentro en el que se unían ambos planos del universo.
Dentro de las deidades, el más popular fue el dios Inti, el Sol, también conocido como Punchao. Era
considerado el padre de los incas y la divinidad tutelar del Tahuantinsuyo. Las crónicas indican que el Inti o
el Sol fue representado mediante una estatuilla pequeña esculpida en oro que se guardaba en el Coricancha,
o templo del Sol, en la ciudad de Cuzco, la capital del imperio.
o Huiracocha: su culto estuvo repartido por el sur andino, y tenía antecedentes religiosos de las
culturas Huari y Tuahuanaco.
o Illapa: dios de los rayos llamado también Chuquilla, Catuilla o Libiac. Era capaz de hacer llover,
granizar y tronar con el simple acto de hacer batir su honda.
o Pachacámac: divinidad principal de la costa central, cuando los numerosos preincaicos que la
adoraban fueron dominados por los incas, su culto se mantuvo y fortaleció bajo el imperio.
o Quilla: la Luna, y la pareja del Sol, su culto estaba relacionado con los muertos y la fertilidad. La Luna
se vinculó a la plata, y en sus templos había objetos de ese metal.
EDUCACION INCAS MAYAS AZTECAS