DERECHO DE RECESO

Es la posibilidad otorgada al accionista de retirarse de la sociedad –con

reembolso del valor de sus acciones-si está disconforme con ciertas decisiones
asamblearias (taxativamente enumeradas en el primer párrafo art. 245 LSC)
que implican modificación de bases esenciales tenidas en cuenta al ingresar o
al constituír la sociedad, por la alteración de las condiciones de riesgo y
responsabilidad que el socio asumió al ingreso en la sociedad.
También ha sido considerado como un freno elemental al poder ilimitado de las
mayorías de alterar sustancialmente el estatuto social-sería injusto que no se
dejara a los opositores retirarse frente a cambios sustanciales en las
condiciones establecidas inicialmente-.

En definitiva, se satisface así un imperativo de justicia al suministrar equilibrio

entre dos intereses igualmente legítimos pero contradictorios: el individual del
socio a exigir que las bases a las cuales se adhirió al ingresar a la sociedad
sean mantenidas en sus aspectos esenciales, y el de la sociedad de efectuar
modificaciones sustanciales a su estatuto a fin de adecuarlo a las nuevas
exigencias de índole económica, tecnológica y comercial.

Este derecho sólo puede ser ejercido por los accionistas presentes en la
asamblea que hayan votado en contra de la decisión y los ausentes, si
demuestran su calidad de accionistas al tiempo de la celebración de la
asamblea. La ley prevé en el párrafo 4, la posibilidad de que este derecho
caduque, si la sociedad revoca la decisión final.
El reembolso se hará por el valor resultante del último balance realizado o que
deba realizarse en cumplimiento de normas legales o reglamentarias.