A PROPÓSITO DEL BICENTENARIO:
SOBRE LA LEY 1874 Y LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA EN COLOMBIA.
POR: NELSON ENRIQUE LARROTA MEDRANO
EQUIPO COESA
“Si Los Niños Tienen Que Estudiar Historia Y Extraer Algún Sentido De
Ello, Se Les Debe Ayudar A Ser Concientes De Lo Que Significa Ser Un
Historiador, A Analizar El Modo En Que Un Historiador Examina El
Material Y Lo Interpreta ”1
¿Tiene alguna utilidad para su vida o proyección profesional el
estudio de la historia? ¿Por qué?
“No, porque la “Historia” en un futuro no nos va a servir para nada.
Ejemplo.: si tu trabajas como obrero en una construcción la “Historia” para
que te serviría, tú con la “Historia” no pegas ladrillos.”
“Sí porque uno nunca sabe hasta dónde puede llegar nuestro destino. De
pronto hasta enseñar esta área y lo puedo utilizar en las pruebas de ife o
en otras cosas ..
¿Cuál es la idea que se tiene del profesor de Historia y de los
estudiantes que saben algo de Historia?
“Creo que para saber sobre historia se necesita mucha dedicación,
TIEMPO Y MEMORIA tiempo para saber todas esas cosas como son
guerras personajes historicos y pienso que es muy difícil aprender todo
esto y pienso que la profesora enseña muy bien.”
Etas son algunas respuestas a encuestas realizadas hace algunos años
en algunos colegios de Santander, al indagar con los estudiantes de
octavo y noveno sobre los contenidos, metodología, utilidad e imagen del
profesor de Ciencias Sociales,
Estas apreciaciones sirven como punto de partida para conminar a la
comisión asesora nacional para la enseñanza de la historia que
faculta la ley 1874, para que a la hora de redefinir el currículo de la
enseñanza de la historia de Colombia, y para que en torno a las
dificultades que subyacen al proceso de enseñanza aprendizaje de la
historia de Colombia en la Básica Secundaria, se tengan en cuenta los
aportes que a la misma pueden suministrar la estructura, lógica y
metodología del historiador, y así revitalizar y redefinir su naturaleza de
modo que sea un conocimiento más útil para los estudiantes, donde se
fomente la participación del docente y el estudiante en procesos
investigativos propios del método utilizado por el historiador.
PRINCIPALES PROBLEMAS EN LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA.
1. Los conocimientos de ciencias sociales a las aulas, se suelen
presentar como conocimientos acabados que el estudiante no
relaciona precisamente con lo que es propio de una ciencia. Con
frecuencia se consideran solo materias científicas las naturales o las
físico-matemáticas, mientras que las materias sociales son
percibidas como elementos de cultura, de curiosidad o de mera
repetición de efemérides. Del mismo modo, en ocasiones, poco se
borran estos prejuicios, en la medida que se ofrecen una idea de una
Historia con informaciones acabadas.
2. Joaquin Prast afirma puntualmente: Los problemas didácticos que
inciden en la enseñanza de la Historia fueron planteados en España
en el proyecto del grupo barcelonés: "Historia 13-16"a finales de los
años setenta. Posteriormente, utilizando como base sus trabajos
preparatorios, Carretero, Pozo y Asensio desarrollaron la
problemática que venía siendo tratada en el Reino Unido desde
finales de la década de los setenta. A través de estos estudios se
puso de manifiesto las dificultades de la asimilación de los conceptos
temporales, del cambio y la continuidad, del tiempo relativo, de
la causalidad, etc. Muchos de los conceptos que se pretendía
1PULCKROSE, Henry. Enseñanza y aprendizaje de la historia. Madrid:
Ediciones morata, 1993. p 17
2 (“EnseñarHistoria: notas para una Didáctica Renovadora”, 107-111; y
“Por un debate riguroso sobre la enseñanza de la historia”, Julio, 2000)
enseñar en la Enseñanza General Básica se podía afirmar que no
era posible su asimilación hasta la etapa del Bachillerato e, incluso,
en estadios más avanzados.2
3. En el mismo sentido, el desconocimiento y la indiferencia que buena
parte de Los estudiantes, profesores y otros sectores muestran hacia
las ciencias sociales, y en especial hacia la historia, se derivan de lo
que Joseph Fontana denominó “Elitismo historiográfico”, es
decir del carácter cerrado de la labor investigativa desarrollada por
los historiadores, más con miras a la interacción con sus iguales que
a la construcción de una imagen del pasado más coherente y
accesible a los ciudadanos. Al ponerse en práctica los procesos de
enseñanza se ha olvidado que la historia no descubre la verdad, sino
que por el contrario, es un proceso investigativo. La permanencia de
estas ideas ha derivado hacia la separación cada vez más amplia
entre la historia como proceso de investigación y la historia como
proceso de enseñanza.
4. Las Ciencias Sociales en nuestro país no se han enseñado siempre
como tales ciencias en la escuela. No es difícil hallar posiciones
que dudan de la necesidad de introducirlas en los currículos
escolares, respetando su entidad y su coherencia como área de
conocimiento científico. En consecuencia, desde un enfoque
estrictamente científico y desde la óptica de la propia disciplina
histórica, podríamos plantearnos si lo que se introduce es realmente
contenido histórico o geográfico o, por el contrario, es contenido
meramente ideológico, periodístico y, en el peor de los casos, mítico.
5. La legislación educativa en Colombia avanza de una manera rauda,
mientras que nuestros procesos culturales y de enseñanza van a
otro ritmo, por eso las siguientes líneas no se van a detener en el
debate de la justificación legal, lo obviamente necesario de su
enseñanza, ni en la pelea histórica recetaría del número de horas,
vamos a tocar un punto, lo metodológico y pedagógico desde la
perspectiva desde los que investigan, interpretan y escriben la
historia y que muchas veces sus análisis y versiones terminan
anquilosadas en los anaqueles de las bibliotecas, arrasados por las
versiones comerciales, convencionales y bien empastadas de las
editoriales.
6. La enseñanza de la Historia en Colombia para la Educación Básica
primaria y Secundaria, aunque promueva sólo de manera nominal en
la normatividad vigente desde el año 1996 sobre las Ciencias
Sociales el interés por que el estudiante se nutra de los elementos
propios del método de la disciplina histórica, carece de herramientas
conceptuales y metodológicas apropiadas para que el docente y el
estudiante accedan de manera estructurada desde la lógica del
historiador al conocimiento histórico.
2. UNA BREVE INSINUACIÓN
Marc Bloch afirma: “el problema epistemológico de la historia no sólo
radica en un problema intelectual y científico, sino también un problema
cívico y hasta moral, pues el historiador tiene ciertas responsabilidades,
es un artesano que debe dar prueba de su conciencia profesional, pues
de lo contrario advertidos por Bloch: Si los historiadores no se muestran
vigilantes, la historia corre el riesgo de hundirse en el descrédito y
desaparecer de nuestra civilización”.3
Siendo fieles a ese criterio moral de la historia, podemos afirmar que la
mayoría de propuestas que hoy podemos registrar en el ambiente de la
enseñanza aprendizaje se refieren a los problemas pedagógicos de la
3 BLOCH, Marc. Apología para la historia o el oficio del historiador.
México: FCE, 2001, p.23
enseñanza, considerando diversos aspectos de la relación docente- muchas, y algunas de ellas opuestas. De otro modo, en el ámbito de la
estudiante y otros más específicos de la historia como materia de formación integral, el estudiante que aprende a plantearse preguntas,
enseñanza aprendizaje, pero poco se ha profundizado en el análisis de métodos, técnicas sobre las pirámides egipcias, sobre el pasado de su
lo específico de la historia como conocimiento y la forma como este país, sobre la iglesia o la calle de su pueblo, aprende a plantear preguntas,
aspecto puede incidir en el proceso de su enseñanza, por eso un punto técnicas y métodos importantes que pueden significar mucho en el
de partida general de esta propuesta se apoya en la siguiente afirmación: pasado, presente y futuro de su vida.
Para enseñar nuestra propia historia debemos contar con las bases Finalmente, Según Prast, la visión que niega a los escolares conocer los
teóricas y metodológicas de la disciplina histórica, bases elementos y los métodos de historiar, responde, generalmente, a visión
suministradas por la investigación historiográfica, realizada por doctrinaria y dogmática de la materia. En esta posición no se esconde un
nuestros historiadores4 concepto determinado de la enseñanza de la Historia, sino de la Historia
misma.
Un estado del arte de este asunto, nos permite esbozar que ya se han
desarrollado propuestas para enseñar historia a partir de la disciplina Entonces, como historiadores con la responsabilidad moral y civil que nos
histórica, esto no quiere decir que se desconocieran los aportes de la demanda la sociedad, es importante advertir a la comisión asesora
sicología y la pedagogía, sino que se enfatiza sobre la importancia del nacional para la enseñanza de la historia que:
saber histórico en la renovación de propuestas para la enseñanza de la
historia. Por ejemplo en España se han presentado diversas posturas que Un tipo de Historia que esconda como se adquiere el conocimiento
enfatizan la importancia de la investigación en el proceso de enseñanza histórico, contribuye a la impunidad y a la falsa mitificación de los
sugiriendo la vinculación del estudiante con algunos procesos héroes y hechos históricos; y en efecto, esto no responde a las
metodológicos que emplean los historiadores ( el relativo a las fuentes demandas formativas de los jóvenes de nuestro siglo.
históricas y a los problemas de interpretación que de allí se derivan) para
comprender lo esencial del conocimiento histórico, caso representativo es BIBLIOGRAFIA:
el de Antonia del Baño quien en la presentación y prólogo de su trabajo
los autores afirman que “ese libro quiere ser una aproximación al trabajo
del historiador” y posteriormente invitan al estudiante a aprender a Antonia del Baño Caesar. Hacer Historia. Guía del profesor. Barcelona:
investigar el pasado.5 Esto lo complementa Julio Valdeón al considera Edit. CYMIS, 1985.
que al estudiante se le debe enseñar historia sin pretender que se
convierta en un historiador, aunque sea necesario utilizar ciertos BLOCH, Marc. Apología para la historia o el oficio del historiador.
instrumentos investigativos que usan los historiadores. Este autor afirma México: FCE, 2001.
que sin desconocer el aporte pedagógico, son más importante los
contenidos disciplinares,6 Prast Joaquin “Enseñar Historia: notas para una Didáctica Renovadora”,
107-111; y “Por un debate riguroso sobre la enseñanza de la historia”,
Un caso concreto de esta situación se refleja en los puntos de vista Julio, 2000)
presentados por Joaquín Prast Director del departamento de Didáctica de
las Ciencias Sociales de la Universidad de Barcelona, quien hace PULCKROSE, Henry. Enseñanza y aprendizaje de la historia. Madrid:
referencia a la debatida temática sobre la enseñanza de la historia en Ediciones morata, 1993.
España7
Valdeón, ¿Enseñar historia o enseñar a historiar?, En: Julio Rodriguez
Entonces, esta mirada sobre la enseñanza de la historia a partir de la (Editor), Enseñar historia: nuevas propuestas. Barcelona: ED. Laia, 1999.
metodología y lógica del historiador tiene como fundamento esta reflexión:
Para que las ciencias sociales sean disciplinas formativas e Vega Renan: Historia : Conocimiento y enseñanza. Colección
introduzcan a los estudiantes en un planteamiento de aprendizaje pedagógica Siglo XXI. Bogotá: Ediciones antropos, 1999.
que haga descubrir la racionalidad del análisis social, es
imprescindible que la educación ofrezca una didáctica de esas
disciplinas. Pero para que ese conocimiento reúna las características
señaladas, es indispensable que no se diluya en unas inexistentes
Ciencias Sociales, sino que ese conocimiento venga dado y configurado
de manera coherente con la ciencia social que lo ha producido. Siendo
Más claros, debemos saber que existe lo social como objeto de
conocimiento, pero cada ciencia ofrece una visión específica que es
coherente con un método, también específico, de alcanzar este
conocimiento. Por esta razón, no hablaremos de didáctica de las ciencias
sociales de manera genérica, sino de una visión racional del análisis y la
comprensión de lo social: La historia.

Es importante que la Historia no sea para los escolares una verdad

acabada, o una serie de datos y valoraciones que deben aprenderse de
memoria. Es más interesante que los estudiantes comprendan como
podemos conseguir saber lo que pasó, lo que está pasando e imaginar
con lo que puede suceder. Esto podría enmarcarse en el propósito de
enseñar a pensar históricamente que consistiría en considerar el
conocimiento histórico como un proceso en construcción y como un
conjunto de interpretaciones diversas en concordancia con variados y a
veces antagónicos intereses. Esto nos permite observar el análisis
histórico como un proceso parcial, en el que no es posible hablar de
verdades absolutas. El pensar históricamente lo estamos reivindicando
cuando afirmamos en esta propuesta que al estudiante se le debe mostrar
que el historiador trabaja con fuentes, que construye el pasado a través
de esas huellas del pasado, que no existe una sola interpretación, sino

4 Estas posteriores consideraciones se apoyan en las investigaciones 6 Julio Valdeón, ¿Enseñar historia o enseñar a historiar?, En: Julio
realizadas por Renan Vega en su obra: Historia : Conocimiento y Rodriguez (Editor), Enseñar historia: nuevas propuestas. Barcelona: ED.
enseñanza. Colección pedagógica Siglo XXI. Bogotá: Ediciones Laia, 1999.
antropos, 1999. 7 Podemos tomar como referentes algunos artículos suyos publicados en
5 Antonia del Baño Caesar et al. Hacer Historia. Guía del profesor. el diario Vanguardia de Barcelona, (“Enseñar Historia: notas para una
Barcelona: Edit. CYMIS, 1985. Didáctica Renovadora”, 107-111; y “Por un debate riguroso sobre la
enseñanza de la historia”, Julio, 2000)