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Desiderata

Arturo Benavides

Camina placido entre el ruido y la prisa; y piensa en la paz


Que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones
Con todas las personas.
Enuncia tu verdad en una manera serena y clara
Y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante
También ellos tienen su propia historia

Esquiva a las personas ruidosas y agresivas Pues son un fastidio para el espíritu
Si te comparas con los demás te volverás vano y amargado
Pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tu
Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes
Mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea
Ella es un verdadero tesoro en el cambiar de los tiempos

Se cauto en tus negocios, pues el mundo está lleno de engaños


Mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe
Hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales
La vida está llena de heroísmo

Se sinceró contigo mismo, en especial no finjas el afecto


Y no seas cínico en el amor, pues en medio de todas las arideces
Y desengaños es perenne como la hierba
Acata dócilmente el consejo de los años
Abandonando con donaire las cosas de la juventud
Cultiva la firmeza del espíritu para que te proteja
En las adversidades repentinas.

Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad


Sobre una sana disciplina, se benigno contigo mismo
Tu eres una criatura del universo
No menos que las plantas y las estrellas
Tienes derecho a existir, y sea que te resulte claro o no
Indudablemente el universo marcha como debiera

Por eso debes estar en paz con Dios, cualquier que sea tu idea de el
Y sean cualquiera tus trabajos y aspiraciones
Conserva la paz con tu alma; en la bulliciosa confusión de la vida
Aún con toda su farsa, penalidades y sueños fallidos
El mundo es todavía hermoso; se cauto, esfuérzate por ser feliz.
Eclesiastés 3Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Todo tiene su tiempo

3 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora:
2
Tiempo de nacer
y tiempo de morir,
tiempo de plantar
y tiempo de arrancar lo plantado,
3
tiempo de matar
y tiempo de curar,
tiempo de destruir
y tiempo de edificar,
4
tiempo de llorar
y tiempo de reír,
tiempo de hacer duelo
y tiempo de bailar,
5
tiempo de esparcir piedras
y tiempo de juntarlas,
tiempo de abrazar
y tiempo de abstenerse de abrazar,
6
tiempo de buscar
y tiempo de perder,
tiempo de guardar
y tiempo de tirar,
7
tiempo de rasgar
y tiempo de coser,
tiempo de callar
y tiempo de hablar,
8
tiempo de amar
y tiempo de aborrecer,
tiempo de guerra,
y tiempo de paz.

9
¿Qué provecho obtiene el que trabaja de aquello en que se afana? 10 He visto el trabajo que Dios
ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. 11 Todo lo hizo hermoso en su
tiempo, y ha puesto eternidad en el corazón del hombre, sin que este alcance a comprender la
obra hecha por Dios desde el principio hasta el fin.

12
Sé que no hay para el hombre cosa mejor que alegrarse y hacer bien en su vida, 13 y también que
es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce de los beneficios de toda su labor. 14 Sé que
todo lo que Dios hace es perpetuo:
Nada hay que añadir ni nada que quitar.
Dios lo hace para que los hombres teman delante de él.

15
Lo que antes fue, ya es,
y lo que ha de ser, fue ya;
y Dios restaura lo pasado.
Injusticias de la vida
16
Vi más cosas debajo del sol:
en lugar del juicio, la maldad;
y en lugar de la justicia, la iniquidad.

17
Y dije en mi corazón: «Al justo y al malvado juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo
que se quiere y para todo lo que se hace.»

18
Dije también en mi corazón: «Esto es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios
los pruebe, y vean que ellos mismos son semejantes a las bestias.»

19
Pues lo mismo les sucede a los hijos de los hombres que a las bestias: como mueren las unas, así
mueren los otros, y todos
tienen un mismo aliento de vida. No es más el hombre que la bestia, porque todo es vanidad.

20
Todo va a un mismo lugar;
todo fue hecho del polvo,
y todo al polvo volverá.

21
¿Quién sabe si el espíritu de los hijos de los hombres sube a lo alto, y el espíritu del animal baja a
lo hondo de la tierra?

22
Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque
ésa es su recompensa; porque, ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de venir después de él?
http://www.lanacion.com.ar/1636958-el-estres-y-la-vida-moderna

El estrés y la vida moderna


DOMINGO 10 DE NOVIEMBRE DE 2013

5
La sociedad contemporánea parece acostumbrada a vivir en un
clima de tensión y aceleración cuyos niveles no registran
antecedentes. Esta atmósfera enfermiza, muchas veces letal, se
agudiza en los grandes centros urbanos frente a estímulos
variados. Los acontecimientos político-económicos, una
congestión de tránsito, una protesta callejera, o los altísimos
niveles de inseguridad son sólo algunos de los ingredientes de un
cóctel que amenaza la salud.

A esto se suman también los efectos de la utilización de la


tecnología, que tanto han modificado el trabajo cotidiano como
la vida familiar y social de una creciente porción de la población,
pues, más allá de sus innegables ventajas, sirven también para
acelerar el pulso. La computadora, la notebook, la tableta o el
celular instrumentos cuya utilidad no se discute cautivan a
niños, jóvenes y adultos que han modificado notablemente sus
conductas, imprimiendo un ritmo de aceleración creciente y una
preocupante dependencia que ha dado origen también a nuevas
adicciones.

Estamos expuestos a una enorme sobrecarga de estímulos.


Muchas veces cuesta distinguir en qué medida nos agobian, pues
nos generan acostumbramiento cuando se suman cada vez con
mayor naturalidad a nuestras rutinas laborales y hábitos
sociales. Y, a la hora del descanso, se sufren trastornos del sueño,
cuya gravedad es conocida.
La vida moderna tiene consecuencias sobre nuestro psiquismo.
La expansión alcanzada por las nuevas y revolucionarias formas
de comunicación son fuentes de estrés o del síndrome general de
adaptación, alteraciones que afectan los comportamientos
habituales de un sujeto. Esos trastornos del funcionamiento
biopsicológico se han multiplicado, especialmente en las urbes, y
se traducen en cuadros de ansiedad y depresión, hipertensión o
úlceras, entre otros. Así lo señalan los doctores Jorge Luis
Coppola (Fundación del Instituto de Psicopatología), Daniel
Bogiazian (Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad),
Oscar Carrión (Fundación Fobia Club) y la licenciada Marion
Durao (Grupo Arcis).

Hoy se han incrementado las consultas por trastornos originados


por el estrés. Patologías tales como las fobias, las obsesiones o la
depresión ya no son algo desconocido y quien se acerca a un
servicio lo hace pues sabe que pueden tratarse, y es así como la
capacidad de atención se encuentra, en este plano también,
desbordada.

El aceleramiento y la prisa que parecen guiar el comportamiento


de la mayoría de los habitantes de una ciudad potencian las
preocupaciones, el estado de amenaza casi constante en la que
nos sumerge nos exige ejercer el control sobre aspectos, por
definición, incontrolables. Así, la ansiedad se presenta como un
estado emocional dominante. También han aumentado los
registros de depresión, no necesariamente grave, que invaden de
desánimo y potencian su incapacidad para afrontar dificultades
o asumir iniciativas. A estos estados se suman las fobias, los
trastornos de ansiedad y los obsesivos compulsivos, entre otros.
Insertos en un mundo laboral exigente, las obligaciones básicas
pueden tornarse también agobiantes al punto de dificultar el
afianzamiento de relaciones sociales, familiares y sentimentales
sólidas que contribuyan al crecimiento espiritual.

Otro ingrediente se revela como fundamental: la soledad. En esta


era de hiperconectividad, los vínculos se han tornado muchas
veces superficiales, descartables, volátiles.

Si el ambiente se ha tornado insalubre para la vida, deberíamos


considerar cómo modificarlo y no potenciar al sujeto para que lo
soporte al límite. Esto supone crear condiciones que propendan
a mejorar la calidad de la vida. La vuelta al barrio, al club, al
pequeño espacio son algunas de las alternativas que propone el
movimiento llamado slow (del inglés, despacio), ecoconsciente,
sustentable que, como contrapartida, también capta más
adeptos. Trabajar sobre la rehumanización de la enseñanza para
hacerla más sensible y personalizada contribuirá a la educación
de una juventud que sepa combatir mejor los nefastos efectos del
estrés.

El buen sentido aconseja equilibrar las prisas con las pausas.


Dedicar tiempo al sano esparcimiento, la lectura o la vida
familiar, a desarrollar actividad física, buscar alternativas
desintoxicantes de la psiquis, como el yoga y la meditación, para
volver al interior de cada uno, recuperando el eje sin el cual jamás
podremos disfrutar del buen vivir.
Videos
https://www.youtube.com/watch?v=lGZufSXkPWo niño obra de teatro
https://www.youtube.com/watch?v=tZz7fkW6aIo todos con el celular
https://www.youtube.com/watch?v=eBVJpiS7LFA japonés

https://www.youtube.com/watch?v=ykTAh3VVkxU Pepé Mujica


https://www.youtube.com/watch?v=9sENf5prevM

http://www.piensaprofuturo.com/articulo/los-riesgos-de-la-vida-moderna-13
http://hermandadblanca.org/acumulacion-sin-sentido-mal-la-vida-moderna/
http://sipse.com/opinion/un-dia-mas-un-dia-menos-reflexion-columna-sergio-felix-valdes-
188715.html

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