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HERMANN HELLER
Tanto así, que HELLER sostiene que "la burguesía está sobresaturada, el
pensamiento dominante se hace positivista y la ideología del Estado jurídico toma
un matiz formalista. El Estado jurídico significa ahora un Estado en el que la esfera
de acción de los gobernantes está limitada por las leyes.
HELLER defiende la idea de una función para el Estado, pues como función social
que nace y se manifiesta por medio de actos de voluntad humana eficaces, la
función del Estado es algo que se plantea a la persona; la función del Estado es
dada al hombre por una situación cultural y natural -no meramente natural, como
podrían sostener los contractualistas, en tiempo reciente, el fenómeno de la división
del trabajo. Por ello, sostiene que la función del Estado consiste en "la organización
y activación autónomas de la cooperación social-territorial, fundada en la necesidad
histórica de un status vivendicomún que armonice todas las oposiciones de
intereses dentro de una zona geográfica, la cual, en tanto no exista un Estado
mundial, aparece delimitada por otros grupos territoriales de dominación de
naturaleza semejante.
Dado que al Estado le asiste una función teleológica y que sin ella, los conceptos
de una Teoría del Estado y teoría política aparecen vacíos de significado, HELLER
postula un modelo de Estado "social" de Derecho, ya que no es la dictadura la
solución a la crisis del Estado liberal burgués. El poder de mando de las dictaduras
está exento de toda fiscalización, en tanto que en un Estado de Derecho hay
controles recíprocos entre las diferentes fuerzas políticas, por lo que la corrupción,
fácil de denunciar y controlar en un sistema democrático, es tierra fértil en dictadura,
sea por la ausencia de control o la impunidad de los logreros.
A pesar de su contexto, HELLER cree que para renovar la cultura y civilización, no
solo hay que evitar la dictadura, sino que además se debe relativizar la importancia
de la economía, que debe sumisión a las leyes de un Estado de Derecho, puesto
que es el sometimiento de los medios a los fines de la vida.
El frágil desarrollo social del siglo XIX y los efectos en la vida de las personas,
favorecen la emergencia del Estado social, se inicia una progresiva conciliación
entre intereses de trabajadores, sectores productivos y autoridad estatal, lo que
deriva en la consagración de iniciales regulaciones legislativas en derecho del
trabajo desde comienzos del siglo XX. Al mismo tiempo, desde la perspectiva
política, el Estado social se vislumbró como una fórmula que busca el logro de la
paz social y la estabilidad política, la que únicamente se podía fundar en la justicia
social.
El concepto de Estado social de Derecho, incluye no sólo los aspectos del bienestar,
aunque éstos sean uno de sus componentes capitales, sino también los problemas
generales del sistema estatal de nuestro tiempo, que en parte pueden ser medidos
y en parte simplemente entendidos.