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Cristopher Morales
Situationist International
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All content following this page was uploaded by Cristopher Morales on 25 March 2019.
Este libro es una pieza fundamental para titulado Le pouvoir psychiatrique). En esta
conocer el impacto que tuvo la primera inda- segunda estela se analizaba el momento
gación arqueológica de Michel Foucault: bascular representado por Charcot y el
Historia de la locura en la época clásica tratamiento de las histéricas, condición de
(1961). La presentación redactada por el posibilidad, según Foucault, del discurso
coordinador del volumen contextualiza la antipsiquiátrico.
elaboración de la Histoire de la folie y su Siguen a continuación una serie de capí-
recepción inicial, emplazándola en el marco tulos que recogen, vertidas al castellano,
general de la edición de Foucault en lengua las distintas contribuciones del monográfico
española. El volumen aparece escindido en que la revista italiana Aut Aut dedicó en
dos grandes partes. En la primera se expo- 2011 a Histoire de la Folie (en adelante HF),
nen algunos de los motivos, conexiones y al cumplirse los cincuenta años de su publi-
efectos producidos por la que fue la tesis de cación. El trabajo de Mario Colucci («La
Estado del filósofo de Poitiers. La segunda historia negada») explora las condiciones
parte se centra más bien en discernir la aco- que permitieron tachar de «psiquiatricida»
gida de esta obra de juventud en distintos a la mencionada obra. La historización radi-
ámbitos disciplinares y geográficos. Cada cal emprendida en el libro enseñaba que la
uno de estos dos grandes apartados se abre enfermedad mental era un producto cultural
con un texto de Foucault, ambos inéditos en y no un objeto dado en la naturaleza. Esto
castellano. no conducía, como sucedía en las coetá-
El escrito que da paso a la primera neas experiencias antipsiquiátricas, a una
parte recoge una conferencia («Historia de desautorización de la psiquiatría pero obli-
la locura y psiquiatría») pronunciada en gaba a practicar un ejercicio de lucidez por
1973 por el filósofo francés en un Colo- parte del profesional, haciéndose cargo de
quio sobre historia de la antipsiquiatría las relaciones de poder que estaban en las
celebrado en Montreal. Por su temática, raíces su disciplina.
concentrada en hilvanar una historia de la Fréderic Gros («Notas sobre la Historia
antipsiquiatría a partir de la historia de la de la locura») abunda en el mismo argu-
verdad, esta intervención está emparentada mento. Foucault no pretende desacreditar
con dos líneas de trabajo desarrolladas por el discurso científico, sino mostrar que ese
Foucault en esa época: la historia de las tipo de racionalidad no agota el ser mismo
prácticas de veridicción (curso de 1970-71 de la locura. La conceptualización psiquiá-
titulado Leçons sur la volonté de savoir, trica no es su verdad radical, sino el efecto
impartido en el Collège de France y confe- de una experiencia más fundamental, cons-
rencias de mayo de 1973, pronunciadas en tituida históricamente. Frente a las críticas
Río de Janeiro y editadas con el título de La dirigidas a Foucault desde la historia social,
verdad y las formas jurídicas) y la genea- Gros insiste en que, para una historia de la
logía de la psiquiatría (curso de 1973-74 experiencia y no de los hechos, las enso-
158 Reseñas
PÉREZ TAPIAS, José Antonio: Invitación al federalismo. España y las razones para un
Estado plurinacional, Trotta, Madrid, 2013, 172 pp.
http://dx.doi.org/10.6018/daimon/190051
José Antonio Pérez Tapias, Decano de la La apuesta, que sólo puede tener sen-
Facultad de Filosofía y Letras de la Univer- tido como una opción libremente elegida
sidad de Granada, ha sido diputado socialista por los ciudadanos –es decir, que presu-
por Granada en las VIII y IX Legistaturas de pone el derecho a decidir–, será la de un
las Cortes Generales. Además de números «Estado federal plurinacional». Andalucía,
artículos en prensa y revistas especializadas, dado que se trata de una comunidad que
ha publicado más de una decena de libros ha sido capaz de reconocer su realidad
en los que ha profundizado en asunto como nacional sin menoscabo de su pertenencia
la «educación democrática», la «ciudadanía a la nación española, está en una situa-
intercultural», la socialdemocracia y multi- ción privilegiada para pensar el problema
tud de temas relacionados con la política. con cierta distancia. Además, esta tierra,
Esta experiencia, tanto teórica como prác- como muestra la formulación de su nuevo
tica, le sitúa en unas condiciones óptimas Estatuto, es especialmente sensible a un
para reflexionar sobre la posibilidad o, mejor, supuesto fundamental de la posición de
la necesidad de replantear el ordenamiento Pérez Tapias: el tratamiento de los hechos
del Estado español. El sistema autonómico, diferenciales territoriales no podrá hacerse
aún sus aspectos positivos, ha llegado a su en detrimento de la igualdad entre los ciu-
límite de desarrollo, mostrándose insufi- dadanos de los distintos territorios.
ciente para satisfacer algunas demandas de El libro se divide en cuatro capítulos.
reconocimiento, bloqueando desarrollos ins- En el primero se aborda el problema de
titucionales que los ciudadanos consideran las naciones en España y, a raíz de ello, la
fundamentales y habiendo acumulado, con exigencia de transitar hacia una idea plural
los años, importantes disfunciones. Para el de Estado. Aunque la Constitución, en su
autor, se trata de problemas que sólo pueden Artículo 2, reconoce los derechos de las
ser solucionados, si dejamos al margen las nacionalidades, tal reconocimiento queda
propuestas neocentralistas e independistas, a oscurecido por la referencia a la «indiso-
través del Estado federal. Éste tiene que partir luble unidad de la Nación española, patria
de una relativización de la noción de «sobera- común e indivisible de todos los españo-
nía», del reconocimiento de la diferencia y de les». A partir de aquí, la paradoja está ser-
la aceptación de la pluralidad. Viniendo de un vida: la Constitución supone un modelo
profesor de filosofía, la fórmula no debe ser estatal muy poco definido en lo que a la
leía en clave exclusivamente jurídico-polí- articulación territorial se refiere, pero, al
tica, sino que estará fundada en referencias mismo tiempo, establece topes insupera-
históricas y, por supuesto, en una profunda bles para las reivindicaciones legítimas
reflexión en torno a los conceptos fundamen- de las distintas naciones que componen el
tales de lo político; para lo que se apoyará en Estado. Para el autor, el Estado autonómico
una antropología de la cordialidad, con claros está cargado de disfuncionalidades: no ha
guiños a los pensadores que han marcado sus conseguido evitar las tendencias centralis-
reflexiones filosóficas, como Levinas, Apel tas; tiene un poder judicial propio de Esta-
o Taylor. dos unitarios; ha difuminado la diferencia
entre nacionalidades históricas y regiones; que en ningún caso debía afectar al carácter
tiene problemas graves en el sistema de unitario del Estado español, debían partici-
financiación, como el desequilibrio entre par todas las regiones; ya que si quedara
la capacidad de gasto de las autonomías reducido a las regiones históricas, se corre-
e incapacidad en cuanto a gestión fiscal; ría el peligro de caer en una España dual.
y ha dificultado la comunicación tanto La propuesta autonomista de Ortega está
horizontal –entre las diversas autonomías– pensada para evitar la deriva federalista,
como vertical –entre las autonomías y el que para él hubiera supuesto la división de
poder central. Todos estos problemas, que la soberanía y, por lo tanto, la dispersión
pudieron quedar disimulados en época de del Estado. El propio Azaña acabó apos-
bonanza económica, hacen que el sistema tando por el autonomismo a costa del fede-
salte por los aires con la crisis económica ralismo. Por ello, concluye Pérez Tapias,
actual. Pero es que incluso en sus aspectos la II República no fue capaz de definir un
más exitosos, el Estado de las autonomías Estado federal.
ha incentivado el auge de los nacionalis- Tras pasar por la Constitución de 1978
mos, tanto los de oposición –los periféri- y el «plan Ibarretxe», se culmina este inte-
cos– como el de legitimación –el central–, resante repaso histórico con el análisis del
que se potencian mutuamente. conflicto de las interpretaciones respecto a
En el capítulo segundo, y apoyándose la noción de nación que se produjo a propó-
en el análisis de diversas razones políti- sito de la renovación del Estatuto de Cata-
cas y de la trayectoria histórica de nuestro luña. A juicio del autor, una cultura federal
país, se presenta el federalismo como un ha de ser capaz de conjugar el ejercicio
proyecto adecuado de convivencia para una de la soberanía popular y el respecto a la
España efectivamente diversa. Además de norma constitucional. La resolución del Tri-
claros elementos identitarios que no pueden bunal Constitucional rompió este equilibrio
ser ignorados, han llegado hasta nosotros al aferrarse a un concepto rígido de nación.
conflictos históricos que nunca tuvieron La apuesta de Pérez Tapias no se deja espe-
una solución satisfactoria. El autor sitúa rar: es preciso ir más allá de un concepto
los orígenes de este conflicto en el siglo jurídico de Nación y un concepto cultural
XVIII, cuando la monarquía absoluta de de nacionalidad.
los Borbones aplastó las diferencias propias El capítulo tercero aborda los aspectos
del Estado español. Al respecto, ni la Cons- esenciales del modelo federal plurinacional.
titución Liberal de 1821, ni, obviamente, la En primer lugar, es fundamental potenciar el
Restauración monárquica, modificaron un círculo virtuoso entre ejercicio de la sobera-
ápice la situación. A causa de ello, el debate nía y respecto de la norma constitucional.
sobre el modelo de Estado llegó con gran Por otro lado, hay que ser conscientes de que
fuerza a la II República. Pérez Tapias se la apuesta federalista fracasará si pretende
demora en el debate entre Ortega y Azaña apoyarse en razones meramente pragmáti-
a propósito de Cataluña y el proyecto de cas. Las razones ético-normativas, capaces
Constitución. Ortega había desarrollado, de generar adhesiones, resultan, por ello,
ya en tiempos de la dictadura de Primo de esenciales. Pero estas sólo podrán surgir si
Rivera, la idea de un modelo autonómico se fomenta una «cultural federal», una cul-
bajo el rótulo de la «redención de las pro- tura del pacto, la lealtad, el pluralismo, el
vincias». En el proceso descentralizador, diálogo y la cooperación. Se precisa con-
asesinato podía considerarse, efectivamente, de los clérigos perseguidos por los jacobinos,
como una de las bellas artes. éstos empiezan a ser descritos como «bebe-
El asesinato, la concreción del terror, dores de sangre» o «caníbales» (p. 111).
queda convertido en una acción estética, jus- Especialmente en Inglaterra, surge la idea
tamente por la combinación de dos elemen- de la «facción caníbal»: semejante delirio
tos: la distancia del espectador con respecto destructor no podía ser llevado a cabo por
a la «obra» en marcha; y la consideración, hombres ilustrados amantes de la libertad,
que nace en la estética kantiana, de cualquier sino por animales, por monstruos (p. 113).
acto que excite los sentidos, es decir, cual- Una de las organizaciones pre-revolu-
quier acto estético, como un acto autónomo cionarias que instigaron esta elevación del
al resto de actos del pensamiento o de la asesinato a la categoría de arte fueron los
acción. Su autonomía es la razón de que no diferentes clubes en los que se reunían los
pueda ser juzgado dentro de los límites de futuros revolucionarios. Desde el «Club
la moral. 30 años después, y como por una de los Cordeleros» de Danton y Marat (p.
especie de conjuro histórico, la Revolución 150) hasta los «Hell-Fire Clubs» (p. 159),
Francesa entró en el período que se conoce estas organizaciones secretas empezaron a
como el Terror (1793-1794). Durante este difundir un odio contra la Iglesia católica,
tiempo, no dejaron de proliferar todo tipo de la cual tenía que ser sustituida por la ado-
prácticas que parecían ser la confirmación ración dogmática de la razón, la ciencia y
de las ideas de Burke. Lo sublime resultó ser el conocimiento (p. 151). Lejos del relato
una categoría evocadora del Terror. autosatisfactorio de la Ilustración, la Revo-
Después de los conocidos como «Dis- lución Francesa conectó la instauración de
turbios de Gordon», en los que se puede la racionalidad y el conocimiento con la
ver el antecedente directo de la Revolución masacre y el asesinato. La razón que se
Francesa (p. 103), ésta comenzó con la toma desplegaba en la historia no podía perder el
de la Bastilla, en la cual nos adentramos tiempo en intentar convencer a su enemigo.
ya en una auténtica galería de los horro- La historia era la razón desplegándose, y por
res. El gobernador de la cárcel, Launay, es eso avanzaba bajo cualquier circunstancia y
decapitado, y su cabeza es clavada en la superando cualquier obstáculo.
punta de una lanza. Comienza así el auge El enemigo, hay que repetirlo, tenía que
de la decapitación como método de muerte. ser eliminado. Es aquí donde se introduce
El enemigo no puede ser convencido: es uno de los conceptos más terribles de toda
necesario que desaparezca físicamente (una la historia de los últimos siglos, y que es
lógica que se reproducirá a lo largo de las especialmente importante en este relato: la
décadas siguientes, terminando del modo higienización (p. 171). El terrorismo que-
más perfecto posible en los campos de con- daba igualado a un método de salud pública.
centración y en la bomba atómica). Como si de una antelación bizarra y oscura
Muy pronto, las noticias de esta fiebre del concepto contemporáneo de «tanatopo-
decapitadora se extienden por toda Europa. lítica» (Agamben) se tratase, los jacobinos
Los jacobinos, líderes de la inauguración comenzaron una gestión de la vida del ene-
de la carnicería, empiezan a asociarse a lo migo a través de un control férreo de la
demoníaco. Se les atribuyen propiedades muerte, entendiendo que había sectores de la
como las del canibalismo o la antropofagia población que, simplemente, sobraban. Para
(p. 107). A partir de los escritos de denuncia ello, la medicina se convirtió en instrumento
cárceles de Abu Grahib y Guantánamo. ¿No lógica de la industria y del beneficio. Esas
recuerdan éstas, a su vez, una performance, grandiosas fuerzas productivas desplegadas
una representación? por la burguesía de las que habla Marx en el
De una forma más general, podríamos Manifest ocupaban la producción de la vida
preguntarnos: ¿qué es lo que permite esta social del momento.
identificación entre el terror elevado a cate- El problema principal de la fascinación
goría estética y las imágenes reales del del terror como hilo conductor de toda una
terror? La misma operación de distancia- serie de apariciones históricas, culturales,
miento que se despliega en la aparición de etc., es que la realidad del crimen parece
la imagen como medio de representación superar a su juicio estético. La pregunta que
de lo real. Ya Burke advertía que, a una se da aquí por el origen de la fascinación
cierta distancia, tanto el protagonista de lo por el terror se expresa en la presentación de
sublime como el espectador, convertido en todo un catálogo de diversos acercamientos
voyeur, se igualan. El observador se sitúa, en al crimen y a la violencia dentro del mundo
ambos casos, a salvo de la materialidad del del arte. Sin embargo, este enfoque ado-
crimen, disfrutando de una proximidad sin lece de la misma deficiencia del discurso de
riesgos. Goza de la distancia con respecto al De Quincey: trata con demasiada ligereza
horror real y esa distancia la adquiere, pre- la cuestión del asesinato, juega con ella,
cisamente, al mediar la producción moderna la banaliza, la convierte en un objeto de
de imágenes. En cuanto que todo se con- contemplación y, al final, disfruta de esa
vierte en imagen, en cuanto que los sujetos contemplación. Esta relación con el terror
ven el horror en directo a través de una sólo puede aparecer si hacemos caso omiso
pantalla, como sucedió en los atentados del del papel efectivo que el terror ha tenido
11-S, como vivencia última y también más en las relaciones políticas del último siglo.
íntima, se crea así la ilusión radical de estar Obviamente, podemos tratar estéticamente
viviendo realmente ese acontecimiento. el nacional-socialismo como uno de los ejer-
Toda la historia aquí presentada es el cicios de estetización del terror más acaba-
conjunto de los diversos modos de tratar dos del siglo XX, pero, ¿no hay algo que
con la fascinación que produce el terror, se pierde ahí? ¿No quedaría igualado ese
desvelando una experiencia del mismo que gesto estético con el gesto material de los
no encaja con cierto desprecio moral. Sin asesinatos en masa? El peligro está en una
embargo, es posible confundir la tematiza- cierta banalización del mal, en pensar que
ción del terror con su fascinación. Como el terror puede reducirse, sin ningún tipo de
vemos en De Quincey, el terror puede ser problema, a su estetización sin que, con ello,
considerado como un fenómeno que, lle- estemos perdiendo algo fundamental de esta
vado al absurdo, produce abominaciones. El experiencia.
asesinato es llevado al límite de poder ser En definitiva: lo que nos fascina, ¿no
considerado como un simple acto estético. es la imagen de lo cruel, de lo terrible,
Lo que, en su caso, puede parecer una verda- de la violencia, mientras que la experien-
dera fascinación por el crimen es justamente cia directa, descarnada, poco romántica,
lo contrario, la idea de Kant llevada a su maloliente, putrefacta, nauseabunda, es lo
reducción al absurdo. La burguesía inglesa que nos atemoriza? Si esto es así, cuando
no estaba fascinada por el terror y la sangre. aceptamos que es la imagen la que sirve de
Más bien, su fascinación estaba dirigida a la soporte a una experiencia determinada de
la belleza, ¿no estamos insertos ya en un más fiel como hasta entonces. La realidad
paradigma posmoderno en el que toda expe- de las dos guerras mundiales, Vietnam, la
riencia «auténtica», «real», se ha convertido represión en los países comunistas o la gue-
en simulacro? Exaltar lo terrible, esa belleza rra de Yugoslavia han producido más repre-
de lo siniestro, se convierte así en un gesto sentaciones de la destrucción y del terror
naif, en un gesto tan poco amenazante como de lo que Burke probablemente se hubiera
la idea surrealista del asesinato por azar o podido imaginar. Ciertamente, estos hechos
como una campaña de publicidad de una históricos sólo son accesibles a través de la
marca de moda. imagen, en cuanto representaciones de algo
Especialmente, el siglo XX ha sido la real que ha ocurrido. El problema radica
primera época de la humanidad en la que en que, justo cuando se convierte en ima-
la contemplación de lo terrible ha sido más gen, ya en ese momento puede convertirse
fácil que en cualquier otro momento. La en un contenido de la estética y, con ello,
proliferación de los medios de comunica- puede separarse su forma de su contenido
ción ha propiciado una exaltación de cada político.
elemento ínfimo de lo terrible. El asesinato
nunca había sido representado de manera Cristopher Morales Bonilla
que no llega (aunque ahora tenemos ese aire ñola también hay espacio en el libro que
nuevo del Papa Francisco), conlleva la indi- reseñamos. Por su afán de constantinismo
ferencia por parte de muchos sectores de la político, de interferir en el Estado de Dere-
sociedad, especialmente los jóvenes (véanse cho, de no conectar nada más que con los
los datos del CIS)3. sectores más integristas de la política espa-
En todo este proceso, el desencanta- ñola, el diagnóstico de la Conferencia Epis-
miento no ha sido sólo el que apuntaba Max copal sobre la sociedad española es terrible:
Weber sobre la extinción de las religiones relativismo, materialismo, egoísmo, crisis de
debido al proceso de racionalización-moder- valores, laicismo, esperanzas terrenas, nue-
nización, institucionalización de la ciencia, vos y falsos dioses modernos, una sociedad
desencantamiento del mundo que desterraría atea y laica. No es novedoso, ya nos lo ha
definitivamente para siempre lo supersti- mostrado Carlos Nieto, el enemigo a batir es
cioso, lo mágico, lo misterioso. Así lo des- el proceso de secularización, heredero de la
cribe Weber: «Los valores últimos y más modernidad ilustrada, así lo ha manifestado
sublimes han desaparecido de la vida pública el Papa Benedicto XVI en su segunda encí-
y se han retirado, o bien al reino ultraterreno clica: Spe salvi (Salvados en la esperanza),
de la vida mística, o bien a la fraternidad de que apareció el último día de noviembre
las relaciones inmediatas de los individuos de 2007 y hace referencia a la Epístola a
entre sí»4. Es una sociedad que se repliega y los Romanos, 8, 24. El documento papal se
para la cual la religión ya no es el centro de desarrolla desde tres tesis: La historia de la
la vida personal/social, quedando mayorita- humanidad se torció a partir de la Ilustración
riamente para celebraciones y siempre desde y Revolución Francesa, la razón humana
una postura meramente social. es insuficiente y, por último, sin Dios no
En tiempos de crisis, de incertidumbre, existe justicia. De paso se reafirma la exis-
de riesgo, la religión ha sido una seña de tencia del purgatorio y del infierno, así como
identidad desde siempre, y ahora vemos recuerda que habrá un juicio final.
actuando en el Islam una lectura y práctica Queda añadir que también «se puede
fundamentalista (como la hubo y la hay en vivir sin religión», siendo una muestra
el judaísmo y el cristianismo). Son posturas más de esa tesis de la religión contingente;
integristas que avanzan con los movimien- abundan otras manifestaciones de religio-
tos neocom y teocom, los cuales pugnan sidad dentro de la Iglesia Católica que
por tener presencia/influencia en la esfera llevan la deriva fundamentalista. Lo que
pública, a la vez que se hacen visibles los es menester es lograr que en ese espacio
movimientos de corte laico, cuestión que que todos compartimos –que es el que le
podemos analizar en Polonia, Irlanda, Ita- interesa y preocupa a Carlos Nieto– las
lia y España. Sobre las particularidades del virtudes cívicas de respeto, tolerancia y
catolicismo de la jerarquía episcopal espa- educación común (sin tutela de ninguna
religión), sean el lugar común de la ciuda-
3 http://www.cis.es/cis/opencm/ES/1_encuestas/ danía, independiente de las creencias que
estudios/ver.jsp?estudio=14036, Barómetro Enero cada uno tenga, como corresponde a un
2014. Estado de Derecho.
4 Weber, M., «La ciencia como vocación», en El
político y el científico, trad. F. Rubio Llorente,
introducción de R. Aron, Alianza Editorial, Madrid, Jorge Novella Suárez
1979, p. 229. (Universidad de Murcia)
MEDINA DOMÉNECH, Rosa María: Ciencia y sabiduría del amor. Una historia cultural
del franquismo (1940-1960), Madrid/ Frankfurt am Main, Iberoamericana-Vervuert,
2013, 276 págs.
http://dx.doi.org/10.6018/daimon/185611
renta y cincuenta: Carmen de Icaza, Car- truyen las tácticas de lo que Rosa Medina
men Laforet, Elena Soriano. Se configura denomina «la orquestación del amor». Es
así, desde un humanismo cristiano teñido decir, se constata de qué modo las mujeres
de progresismo y evolucionismo (Teilhard podían hacerse cargo, en sus vidas cotidia-
de Chardin), un prototipo de «mujer nueva» nas, de crear una experiencia amorosa muy
que, sin coincidir con la «mujer moderna» alejada de los patrones fijados por la ciencia
promovida por la creciente industria cultu- o por el mito romántico, disidente asimismo
ral de la época, promocionaba unas rela- respecto al discurso oficial de la Iglesia y
ciones de género situadas más allá del de Sección Femenina. Se trata de una emo-
esquema de la complementariedad y de ción amorosa racionalmente gestionable,
la rígida división entre lo masculino y lo que permitía la subjetivación de las mujeres
femenino. mediante la reciprocidad y un cierto pathos
Este énfasis en la creación de figuras de la distancia.
alternativas de feminidad y de experien- El trabajo de Rosa Medina combina
cia amorosa durante la fase más recia del con maestría el descubrimiento de nuevas
franquismo, se prosigue en la tercera parte fuentes, el dominio de la ya vasta literatura
del libro. Aquí la fuente principal no es la secundaria sobre mujer y franquismo, y
obra intelectual de una gran ensayista ni el un sólido pertrecho teórico. Está por ello
género novelesco. Se trata de recomponer destinado a convertirse, para el futuro, en
la voz propia de las mujeres jóvenes de lo que durante muchos años representó la
clase media, examinando la correspondencia espléndida investigación de Carmen Mar-
recogida en el consultorio sentimental de la tín Gaite (Usos amorosos en la posguerra
revista Meridiano Femenino, en el periodo española), esto es, en un clásico insoslaya-
1945-1960. Se recurre asimismo a las ble que muestra la capacidad de «agencia»
memorias publicadas por algunas mujeres de las mujeres, en el peor de los escenarios
singulares, como Carmen de Lirio y Esther imaginables.
Tusquets, y finalmente, al cancionero popu-
lar de la época, incluyendo baladas y copla Francisco Vázquez García
española. Con estos mimbres se recons- (Universidad de Cádiz)
PÉREZ CHICO, David (coord.): Perspectivas en la Filosofía del Lenguaje, PUZ Universi-
dad de Zaragoza, Zaragoza, 2013, 620 pp.
http://dx.doi.org/10.6018/daimon/193941
área que se ocupa de los problemas del sido trivializada y naturalizada, pasando así
significado y la representación lingüística del dominio de la filosofía al de la ciencia.
con el objeto de esclarecer la relación entre A partir de este punto y hasta el ecua-
lenguaje, mente y mundo) en nuestro país dor de la presente obra, los capítulos no
como una contribución crítica a los princi- harán sino atestiguar la enorme influencia
pales tópicos de la misma a nivel nacional e de Frege ya no solo en la filosofía analítica
internacional. En concreto, Perspectivas en clásica (por utilizar la etiqueta de Carpin-
la Filosofía del Lenguaje gira en torno a los tero), sino en la filosofía del lenguaje tout
desarrollos contemporáneos a propósito del court. Así lo confirman tanto los artículos
paradigma representacional del significado IV-VIII a propósito del problema de la refe-
(centrado en relación entre las palabras y los rencia como el excelente artículo IX acerca
objetos de los que hablamos al utilizarlas), de Dummett, brillante exégeta del trabajo
en detrimento de derroteros como el forma- producido por...Frege. De este modo, el
lista (como se advierte en el prólogo) o el cuarto capítulo (La revisión wittgensteiniana
materialista (no mencionado). En este sen- del análisis fregeano de los enunciados de
tido, entre los principales autores abordados igualdad, por M. Cerezo) gira en torno a la
destacan las figuras de Frege, Wittgenstein, tesis de que la proximidad exhibida por el
Kripke y Grice. Wittgenstein tractariano con respecto de las
Los tres primeros capítulos de la obra son tesis de Frege y Russell, lejos de hacer del
marcadamente ambiciosos en su propuesta. filósofo austríaco un mero re-elaborador de
Así, en el capítulo primero, La historia de la las concepciones de aquellos, entraña una
Filosofía del lenguaje. Ya Platón, en el Crá- transformación decisiva, la cual se erige
tilo, A.M. Liz aspira a disculpar a la Filoso- sobre tesis como la de la multiplicidad de
fía del Lenguaje de su usual ahistoricismo, lenguajes traducibles entre sí o la postula-
retrotrayendo sus orígenes a la obra de un ción de que los nombres solo tienen refe-
Platón en tanto que filósofo del lenguaje rencia y las proposiciones carecen de ella,
avant la lettre. A continuación, C. Corredor, y a veces éstas ni siquiera tienen sentido.
a través de su artículo Las tradiciones con- El quinto capítulo lo firma L. Fernández
tinental y analítica en Filosofía: algunos Moreno y se titula Tres referencias de la teo-
puntos de encuentro y desencuentro, trata ría lingüística: Locke, Kripke y Putnam. El
de flexibilizar la férrea unión entre filosofía mismo gira en torno a las cuestiones semán-
del lenguaje y tradición analítica, ensayando ticas suscitadas por la referencia de los tér-
en su lugar un meritorio diálogo entre esta minos de género natural tal y como esta es
última y la tradición continental apropósito analizada en las teorías de Locke, Kripke
de los pares Frege-Husserl, sobre sentido y Putnam. El sexto ensayo, a cargo de I.
referencia y Gadamer-Davidson acerca del Vicario, lleva por título Millianismo Híbrido
lenguaje y el método de interpretación. En y rescata la teoría ingenua de Stuart Mill a
el capítulo tercero, Grice y la crisis de la propósito de la referencia de los términos
filosofía analítica clásica, J.J. Acero aborda singulares, al tiempo que evalúa el modo
una posible mutación de la filosofía analí- en que un millianismo híbrido resultante de
tica luego de las propuestas más clásicas de la combinación entre el enfoque milliano
Frege, Russell y Wittgenstein, y ello sobre del contenido semántico y los modos de
la hipótesis de que, tras este período, la pre- presentación propios de las concepciones
gunta acerca de qué sea el significado habría descriptivistas de corte fregeano puede lidiar
con aspectos cognitivos del lenguaje tales el enfoque teórico tradicional frente a lo
que el problema del valor cognitivo y el de semántico-lingüístico. H.P. Grice es todo
las oraciones de atribución de creencia. En un experto en estas lides y sobre su obra
el capítulo séptimo, M. García Carpintero versa el capítulo duodécimo, firmado por
cierra el bloque de artículos dedicados al J.J. Colomina y titulado Convencionalidad,
problema de la referencia, y lo hace sirvién- Intencionalidad y Significado: las teorías
dose del modo en que los nombres propios del significado de Grice y Searle, en el que
y deícticos operan en el ámbito de la ficción se afirma, atendiendo a las teorías de ambos
para así preconizar una teoría fregeana de la autores, que la diferencia entre los usos
refencia a salvo de las críticas kripkeanas al lógico y ordinario del lenguaje no estriba
descriptivismo fregeano. El capítulo noveno, tanto en el significado (lo que se dice)
escrito por M.P. Azcárate, continua la senda cuanto en la implicatura (intencionalidad del
fregeana de los anteriores a propósito del hablante), al tiempo que se subraya el matiz
recientemente fallecido M. Dummett. Así, convencionalista de la teoría de Searle con
en Michael Dummett: realismo, significado respecto a la de Grice. Es precisamente en
y verdad la autora analiza la naturaleza de un el marco del análisis de una de las deriva-
antirrealismo semántico dummettiano que ciones contextualistas de este último autor
aboga por la revisión del concepto realista que debemos interpretar el aporte de M.J.
de verdad como base sobre la cual erigir una Frápoli y N. Villanueva F. Recanati: contex-
nueva teoría del significado al margen de la tualismo y Pragmática de las Condiciones
metafísica que prescinda de la idealización de Verdad, en el que se reitera la distinción
de las capacidades cognitivas de los sujetos. griceana entre lo que se dice y lo que se
El capítulo décimo, cuya autoría la implicatura para, a continuación, exponer
debemos a L. Valdés, inaugura una blo- las principales aristas del pensamiento del
que de contribuciones de marcado espíritu filósofo francés. Posteriormente, El signifi-
post-Fregeano que se alejan de la concep- cado metafórico: un reto para las teorías del
ción representacionalista del lenguaje, y significado, redactado por E. Romero y B.
lo hace afrontando de manera solvente el Soria en tanto que capítulo número catorce
apasionante tratamiento que la noción de del presente volumen, tiene de nuevo como
gramática recibe por parte de Wittgenstein trasfondo la mentada distinción, la cual es
(mientras que el primer Wittgenstein, más aprovechada por las autoras para abordar
próximo a Frege, se ocuparía de la gramá- de manera solvente el controvertido tema
tica del lenguaje en tanto que disfraz de la de lo metafórico, ligándolo al significado
forma lógica del mismo, para el segundo, de del hablante y afirmando que a través de
vocación más pragmática, la gramática del la metáfora los contenidos metafóricos son
lenguaje comprende el conjunto de reglas representados, si bien no literalmente, sí
que lo constituyen). Así, la estrecha relación directamente (siendo precisamente este el
entre semántica y pragmática encontrará su sentido genuino de su carácter metafórico).
defensor más acérrimo en la figura de J. En este punto la temática de Perspecti-
Austin, la cual es abordada por A. Blanco vas en la Filosofía del Lenguaje regresa de
en su artículo John Austin. El Estudio del manera un tanto desconcertante al análisis
Acto de Habla en la Situación de Habla del segundo Wittgenstein a propósito de sus
Total, mostrando el modo en que un enfo- implicaciones metafilosóficas. Así, en ¿A qué
que holista puede (y debe) complementar juegan estos?, J. Vilanova aborda las obje-
COMINS MINGOL, Irene & MUÑOZ, Francisco A. (eds.): Filosofías y praxis de la paz,
Barcelona, Icaria, 2013, 317 pp.
http://dx.doi.org/10.6018/daimon/193031
Compuesto por once capítulos, este libro El primer capítulo está escrito por la
da cuenta de la pluralidad de perspectivas profesora Irene Comins, co-directora del
e intereses que componen la agenda de la Máster en Estudios de Paz, Conflictos y
Investigación para la Paz en España, con- Desarrollo de la Cátedra UNESCO de Filo-
tando con la colaboración de investigadores sofía para la Paz de la Universitat Jaume
que trabajan en diferentes Centros coordi- I, y por el profesor Francisco A. Muñoz,
nados por AIPAZ (Asociación Española de Catedrático de Historia Antigua e investi-
Investigación para la Paz). gador del Instituto de la Paz y Conflictos
dedicado a explicar el modo en que desde como un modelo político dialógico que per-
1987 este Centro ha coordinado la labor sigue la armonización de las diferencias.
académica con la acción comunitaria, espe- En este sentido, el autor critica los modelos
cialmente explorando las posibilidades que ontológicos basados en dicotomías antagó-
ofrece el lenguaje artístico en los procesos nicas maniqueas, en las que el bien y el mal
de construcción de una Cultura de Paz rela- se excluyen sin posibilidad de conciliación
tivos a la reparación del daño colectivo. o convivencia; lo cual provoca una pola-
El capítulo ocho está escrito por Eva rización del pensamiento político en base
Espinar Ruiz y Maribel Hernández Sán- al cual se generan ideologías políticas que
chez, investigadoras del Instituto Univer- luchan entre sí con la finalidad de elimi-
sitario de Desarrollo Social y Paz de la narse la una a la otra, antes de buscar vías
Universidad de Alicante. Titulado «Género, de razonamiento compartido. Frente a este
liderazgo y construcción de paz en Colom- modelo, Pedro San Ginés hace una apolo-
bia: una aproximación desde el método gía de la teoría del «ying yang» aplicada
biográfico», el capítulo analiza el valor de a la política, de acuerdo a esta teoría el
la biografía como material para la recons- ying hace posible la existencia del yang y
trucción de la memoria de la paz, en tanto viceversa; en este esquema la diferencia no
recoge una historia personal que hace parte constituye una amenaza para la identidad,
de un movimiento social situado en un con- sino que la diferencia hace parte de la pro-
texto político atravesado por el conflicto pia identidad, en tanto que los contrarios no
armado. El artículo sigue la línea marcada se excluyen entre sí, sino que se comple-
por el giro epistemológico definido en el mentan en una relación armónica.
segundo capítulo de este mismo libro, en En resumen, el libro Filosofías y pra-
tanto que las autoras ponen el foco en la xis de la paz da cuenta de la agenda de la
biografía de Leonora Castaño, una líder del Investigación para la Paz en España, en la
movimiento de mujeres campesinas colom- primera década del siglo XXI, a partir de
bianas, explicando desde una metodología una muestra de once trabajos de algunos
micro-sociológica cómo se origina un pro- de los principales Centros coordinados por
ceso de empoderamiento pacifista colectivo la AIPAZ. Podemos decir que situándose
a partir de una trayectoria vital personal. en lugares distintos (literalmente, distintos
Finalmente, el capítulo once se titula Centros de Investigación, con diferentes
«La Cultura del Dao y la Paz», escrito por intereses y con enfoques analíticos distin-
Pedro San Ginés, sinólogo e investigador tos), los once trabajos presentados procuran
del Instituto de la Paz y los Conflictos de responder a una misma pregunta: ¿cómo
la Universidad de Granada. Este capítulo elaborar una teoría científica de la socie-
puede leerse como una interpretación del dad que contribuya a su transformación
concepto de «paz imperfecta», desde el pacífica? Lo cual implica coordinar en un
horizonte cultural de una civilización que mismo sistema epistemológico: teoría y
tiene más de 5000 años de antigüedad y praxis, ontología y ética.
comprende a países como China, Japón,
Corea o Vietnam. En este capítulo el autor Ismael Cortés Gómez
pone en relación el pensamiento del Dao (Instituto Interuniversitario de Desarrollo
con la democracia occidental entendida Social y Paz, Universitat Jaume I)
Coordinado por estas dos profesoras del autor hace notar cómo Heidegger amplia
Departamento de Filosofía de la UNED, este y profundiza su significado para referirse
libro ofrece un conjunto de estudios sobre también a ese campo de la manifestabilidad
doce filósofos que han sido determinantes del ente, es decir, a esos modos de manifes-
para el desarrollo de la filosofía actual. De tación del ente que remiten a un Claro o a
forma significativa, el décimotercero, como lo Abierto, en definitiva, a ese Mundo que,
sugiere el último de los textos «Desempol- a partir de los años cincuenta, el filósofo
var a Nietzsche», firmado por de Peretti, no alemán describirá como Cuadratura o Cua-
es otro que Nietzsche. Y es que, en cierto ternidad, pero que no es otra cosa que la ela-
modo, Nietzsche viene a ser una especie boración de una ontología del mundo. Con
de denominador común o punto de conver- la imagen poética de los cuatro elementos de
gencia de cada uno de los pensadores pre- la Cuadratura del Mundo (el Cielo, la Tierra,
sentados aquí, aunque cada uno reciba esa lo divino y los mortales), Escudero logra
influencia de manera distinta: Heidegger, conectar acertadamente la pregunta por la
Foucault, Deleuze, Derrida, Nancy, Lyotard, verdad del ser con otro de los hilos conduc-
Rorty, Vattimo, Badiou, Agamben, Sloter- tores del proyecto heideggeriano, a saber,
dijk y Zizek. En cualquier caso, todos ellos el acontecer del ser (Ereignis), llegando a
son, de un modo u otro, herederos del pensar una interesante conclusión intermedia: «el
nietzscheano, de su quehacer filosófico y Geviert es a la vez una estructura transhis-
de su escritura, y evidentemente también tórica cuya peculiar historicidad consiste en
de una serie de cuestiones filosóficas que que requiere ser periódicamente investida,
conforman el panorama cultural, histórico instanciada, implementada, siempre a partir
y político del siglo XX y de nuestro siglo de la impronta o de la acuñación inherente
XXI. Veamos, por tanto, alguna de estas al acontecer del ser» (p. 18).
aportaciones con algo más de detalle. En cualquier caso, la conexión entre el
Alejandro Escudero Pérez inaugura esta camino del pensar y el advenir del ser como
obra colectiva con un trabajo sobre Heide- «movimiento que une y separa al mundo
gger y la «pregunta por el ser», partiendo actual de los mundos también posibles»
de tres orientaciones de esta pregunta que el (p. 21) le sirve al autor para ensayar, en la
«segundo Heidegger» indicara tardíamente segunda parte de su texto, algunas preguntas
en un seminario de 1969: la pregunta por clave acerca de la condición de la moderni-
el sentido del ser, la pregunta por la verdad dad (en crisis) y sus diversas dinámicas o
del ser y la pregunta por el lugar del ser. procesos. Nos movemos ahora no ya en una
De hecho, Escudero señala expresamente la ontología del mundo, sino en una ontología
segunda de las preguntas como el hilo con- de la actualidad y el problema, por ejemplo,
ductor fundamental: en primer lugar, explica del sujeto o de la razón. Baste señalar aquí
el vínculo de la noción heideggeriana de una de las palabras clave en este horizonte
«verdad» con el de alétheia, entendida esta temático, a saber: el nihilismo. El aconte-
última como un «desocultarse simultáneo cimiento fundamental de la modernidad,
a un ocultarse». Pero, en segundo lugar, el señalado por Nietzsche, vuelve entonces a
ampliar esta necesaria reflexión a otros filó- a su vez, una transformación. De ahí que,
sofos que se han visto sometidos a similares para Nancy, también la política tenga un
intentos de división interna, empezando por rol decisivo para interpretar el mundo,
el mismo Nietzsche y su supuesta «época aunque, como señala Rodríguez Marciel,
ilustrada» que creyó descubrir Eugen Fink. separada de una nueva ontología igual de
El texto de Jean-Luc Nancy lo firma importante a refundar. En cuarto lugar, la
Cristina Rodríguez Marciel, una de las autora desarrolla ambos temas, ontología
mejores especialistas sobre su pensamiento y política, primero desde la evolución nan-
que tenemos actualmente en España. En su cyana de la esencia de lo político –vin-
aproximación, la autora aborda, en primer culada, institucionalmente, a la corta vida
lugar, algunas de las claves formativas del del «Centro de Investigaciones filosóficas
filósofo francés, situadas todas ellas en el sobre lo político» de la ENS– pasando por
contexto intelectual francés de la década de el abandono del concepto de «comunidad»
los sesenta, y entre las cuales cabría desta- como comunidad-política, hasta llegar al
car la importancia de Hegel o la influencia importante espacio abierto por Heidegger y
temprana de Derrida. En segundo lugar, ampliado por Nancy del «ser-con» o «ser-
pasa a describir su particular deconstruc- en-común», entendidos como una condi-
ción del sujeto de la metafísica clásica y ción ontológica primordial. Y segundo, a
de la «metafísica de la presencia», temas través de la profundización de dicha onto-
centrales a partir de su libro Ego Sum, de logía como «ontología materialista», o tam-
1979. Para Nancy, el pensamiento deja de bién «ontología de los cuerpos», que la
tomarse como la actividad representativa autora desarrolla en el subcapítulo titulado
y significativa del sujeto, y no existe sino «Cuerpos ‘ecotécnicos’: mi cuerpo otro
en la dimensión de la «salida de sí». Por cuerpo, un cuerpo no mío» (pp. 140-145),
consiguiente, la realidad «tampoco puede ofreciendo así al lector una buena panorá-
constituirse ya como la cosa significada mica de los trabajos nancyanos sobre este
y presentada por ese sujeto que [...] se tema en los últimos quince años.
representa dicha realidad a sí mismo» y, Con las contribuciones de Delmiro
más importante todavía, «en nuestra tra- Rocha sobre Lyotard (pp. 153-168) y Jordi
dición metafísica, el sentido se ha confi- Riba sobre Badiou (pp. 233-249) se com-
gurado como ‘presencia’ » (p. 125). Por pleta la parte de filosofía francesa a la que
tanto, en tercer lugar, el paso decisivo de sigue una serie de trabajos de autores de
una «metafísica de la presencia» –de claro otros países y tradiciones intelectuales. Tal
signo heideggeriano– a un «presente de es el caso de Richard Rorty, cuya aproxima-
la presencia» viene a ser, para Nancy, el ción es abordada conjuntamente por Ramón
vehículo adecuado para fundamentar una del Castillo y Daniel López (pp. 169-197).
noción de presente distinta de la tempo- El artículo empieza con una interesante y
ralidad de la sucesión homogénea que se saludable reflexión sobre la condición y el
sustraiga al curso del tiempo y a dicha estatus del filósofo profesional en uno y otro
sucesión. El presente, por tanto, se entiende lado del Atlántico. Históricamente siempe
como presente diferido y diferente, desvin- ha habido dos tradiciones bien delimitadas
culado de la cuestión del tiempo y unido con sus propias características e idiosincra-
a una idea de la historia como mutación o sias. Rorty sin embargo, como señalan los
metamorfosis. Toda metamorfosis implica, autores, no encuentra ciertamente un lugar
estable ni en la filosofía europea continen- Agambem están firmados por Brais González
tal del siglo XX ni –en menor medida– en Arribas y Alfonso Galindo Hervás. Mientras
su propia casa, la filosofía analítica y el que el primer texto ofrece un recorrido por
pragmatismo de fuerte arraigo anglosajón. las principales claves que articulan el pensa-
Rorty habría sido, en sus propias palabras, miento «débil» vattimiano –posmodernidad,
«un erizo que ha tenido una sola idea» (p. Verwindung, pensamiento y hermenéutica
174 y nota), conocida metáfora populari- ontológica débiles, comunismo hermenéu-
zada por Isaiah Berlin que sirve, no obs- tico, etc.–, el segundo texto aporta, no sólo
tante, como hilo conductor para desarrollar una buena panorámica sobre la compleja
el resto del artículo en cuatro ejes temáti- labor «arqueológica» de Agamben de repen-
cos, a saber: el problema de la verdad, la sar por completo los conceptos fundamentales
política (y la ética), el individualismo y la de nuestra tradición política, sino también, en
lectura. Mención especial merece, por un sus compases iniciales, aporta algunas claves
lado, el excelente desarrollo de la concep- intepretativas para contextualizar y entender
ción filosófico-político de la solidaridad en su obra, desde un punto de vista teórico, en
la obra de Rorty (pp. 182 ss.), entendida una determinada línea del pensamiento con-
por el filósofo como medio de integración temporáneo. El autor señala a cuatro nombres
y no de reconocimiento, y por el otro, la clave y su aportación al corpus agambeniano,
interesante tipología de libros que deben a saber, Heidegger (diferencia ontológica,
leerse y, de modo más importante, la fun- historicidad del ser y, de forma significativa,
ción que deben ejercer en la sociedad (pp. su interpretación de Pablo), Schmitt (estado
193-196). Recordemos a este respecto que, de excepción, teorema de la secularización,
en Contingencia, ironía y solidaridad, Rorty teorema de la esencia de lo político y de la
distinguía aquellos libros que nos ayudan a soberanía), Benjamin (estado de excepción,
mantener una conversación o un diálogo con concepción de violencia) y Foucault (biopo-
los demás y aquellos que satisfacen «nuestra lítica, genealogía), a los que añade, significa-
fantasía de autonomía, de suficiencia, de tivamente, el nombre de Reinhart Koselleck,
autocreación». Pero dentro del segundo tipo máximo representante de la historia concep-
de libros el filósofo también distinguía, a tual o Begriffsgeschichte en Alemania. La
su vez, «aquellos libros que nos ayudan a comparación entre Agambem y Koselleck
advertir los efectos de las prácticas sociales (pp. 255 ss.) abre nuevas e interesantes vías
sobre los demás» y aquellos que «nos ayu- de investigación a las que debemos dar, sin
dan a advertir los efectos de nuestras indi- duda, la bienvenida.
vidualidades privadas sobre los demás» (p. El último bloque de pensadores que cie-
194). Este último punto, pues, sería, en opi- rra esta obra colectiva pertenecen ambos
nión de los autores, de especial relevancia, a la misma generación, Peter Sloterdijk y
ya que a través de la lectura de este tipo de Slavoj Žižek. Mientras que el texto intro-
libros se delimita y define de forma estable ductorio sobre el segundo –escrito por
el concepto clave de «ironista», como aquel Oscar Rodríguez de Dios– se construye en
que es consciente de y sensible al dolor todo momento y se asienta en base a la
que nosotros en cuanto individuos podemos reinterpretación del concepto žižekiano de
infligir en otros individuos. «ideología», la aportación sobre Sloterdijk
Los textos sobre los influyentes pensa- que firma Isidoro Reguera (pp. 273-311),
dores italianos Gianni Vattimo y Giorgio presenta en un estilo libre, pero directo,