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Estética de lo

cotidiano
Katya Mandoki
HISTOGRAMA (1985),
escultura de Katya
Mandoki en la
Universidad Auónoma
Metropolitana, campus
Xochimilco
Hacia una estética prosaica
Prosaica = La estética de lo cotidiano (lo opuesto a la estética sólo de lo bello y lo
sublime).

¿Es posible una estética de lo prosaico, banal, vulgar, común?

Es necesario abrir los estudios estéticos hacia la riqueza y complejidad de la vida


social.

El papel de la estética actualmente es la construcción y presentación de las


identidades sociales.
¿Sensibilidad?
La ‘sensibilidad’ no es un patrimonio o privilegio de genios, críticos, connaisseurs,
etc.

La sensibilidad es un fenómeno generalizado.

El arte es solamente la punta del iceberg de una estesis (sensibilidad) vasta y


extendida.
Relación de la semiosis y la estética
De la semiosis (semiótica) obtenemos significación y sentido, de la estesis
(estética) abertura y arraigo.

De la semiosis coherencia, de la estesis adherencia.


Los laberintos de la
estética
Juicios estéticos de la vida cotidiana
“Chido, de poca madre, flipé, bacán, hizo un oso, súper, padrísimo, guau,
macanudo, armó un pancho, vales mil, chingón, guácala, buena onda, a todo
mecate, chévere… ”

Todos enunciamos apreciaciones de índole estética respecto a las más diversas


situaciones, personas e incidentes.
Los problemas de la estética: definir, ubicar,
distinguir
El concepto de ‘estética’, como el de ‘juego’ (según Wittgenstein), tiene un
significado con orillas borrosas las cuales no son identificables.
Problemas de ubicación
¿La estética es una disciplina?

Diffey señala que es un campo


multidisciplinario o interdisciplinario; por lo
que hay disciplinas que pueden enfocarse en
estudiar la estética, como la filosofía, la
sociología, la antropología, la psicología, etc.
+ Problemas de ubicación
Es difícil ubicar a la estética como una disciplina cuyo objeto sea el arte o lo bello,
o a la estética como un objeto de varias disciplinas.

No hay un corpus teórico de la estética desde la psicología, la sociología, la


semiótica o la historia.

Mandoki también pone en duda que el ‘arte’ sea el objeto de la estética,


¿Dónde se suele estudiar la estética en las universidades?
Estética como interdisciplina
Es necesario estudiar a la estética desde la
interdisciplina (la colaboración de diversas
disciplinas), pues no es un fenómeno
exclusivo de la filosofía, sino que es un
problema cultural, social, comunicativo,
político, económico, histórico,
antropológico, cognitivo, biológico,
semiótico e, incluso, neurológico.
Problemas de distinción
Christopher S. Nwodo y otros autores han intentado distinguir a
la ‘estética’ de la ‘filosofía del arte’.

Nwodo dice que la ‘estética’ es la teoría que estudia a la belleza,


y la ‘filosofía’ del arte se concentra en las obras de arte y los
artistas. (Nota: Mandoki no está de acuerdo con esto).

Pero si lo bello tiene su propia disciplina, ¿por qué no le


llamamos ‘bellología?, ¿o por qué no existe una ‘feología’, la
‘sublimología’, la ‘tragicología’, la ‘grotescología’, la ‘tristología’?
No es posible, dice Mandoki, crear disciplinas alrededor de
categorías ‘estéticas’.
Lo bello es sólo una de tantas categorías en la producción de efectos sensibles, y
el arte sólo es una de sus manifestaciones.

La estética se refiere a cierto tipo de fenómenos particularmente resbaladizos y


difíciles de definir, de ubicar y distinguir.
Los fetiches del
arte
El fetiche de lo bello
Lo bello, así como lo bueno, la verdad o lo justo, sólo existen como “juegos del
lenguaje”, y están determinados por convencionalismos sociales.

Los juicios emitidos por los sujetos dependen de su cultura.


¿Lo bello está en el objeto?
Lo bello no es una cualidad de los objetos en sí mismos, sino un efecto de la
relación que el sujeto establece con el objeto.

Recordar a Moles con los ‘objetos estéticos’ y las teorías de la percepción de


objetos fenoménicos.

Es la sensibilidad la que descubre sus objetos y ve en ellos lo que ella ha puesto.


El fetiche del ‘arte’
El arte se ha vuelto en un fetiche, pues ha desplazado a los objetos ‘cultuales’ (las
imágenes religiosas y los ídolos), y ahora el ‘objeto artístico’ es venerado como
sagrado o sobrehumano.

La burguesía del s. XVIII y XIX proyectó metafóricamente sus valores en la obra de


arte.

Aparecen términos como “el arte expresa”, “la obra de arte transmite emociones”
¿Esto es arte?

Objeto
artístico
El lenguaje fetichiza
Cuando decimos que “lo bello es objetivo”, “la expresión de la obra de arte”, “los
placeres de un objeto estético”, “los objetos sensuales”, estamos dándole
atributos que no poseen, pues no son capaces de percibir.

Es parte del pensamiento mágico que después se convierte en nuestro lenguaje:


los juguetes se rompen, la ropa se ensucia.

El lenguaje “produce” conceptos y “disfraza” efectos del lenguaje como efectos de


realidad.
El fetiche del objeto estético
Lo ‘estético’ designa al sujeto que percibe, y no al objeto.

La percepción estética crea objetos, no físicos sino “experienciales” (objetos


fenoménicos). Un objeto puede ser percibido de muchas formas, pero cuando se
lo hace de manera ‘estética’, se valora en otra dimensión cualitativa.

El objeto percibido estéticamente sí es cualitativamente diferente de la cosa


detectada objetualmente.
Ocurre una metamorfosis (no en el
objeto) sino en las categorizaciones
valorativas, semióticas y contextuales.
Esto afecta la percepción… ¿Cuál de
estos objetos es más valioso?, ¿cuál es
Objeto-arte más bello?

Objeto-económico

Objeto-funcional
El fetiche de los “expertos”
La estética académica va a especificar el status privilegiado de ciertos objetos,
las obras de arte y, por contagio, el de ciertos sujetos, los “estetólogos” e
‘historiadores de arte’, aunque existan muchos otros objetos, sujetos y sucesos
pertinentes a la estética. Y es que el estetólogo insiste en seguir trabajando en
museos, bibliotecas y salas de arte con sus libros, partituras y cuadros, para no
ser turbado por los olores, sudores y ardores de la vida cotidiana.
La crítica, de Julio
Ruelas
Los mitos de la estética
● El mito de la oposición arte/realidad y estética/vida cotidiana.
● El mito del desinterés estético
● El mito del distanciamiento estético
● El mito de la actitud estética
● El mito de la universalidad de lo bello
● El mito de la oposición entre lo estético y lo intelectual
● El mito de la sinonimia arte-estética
● El mito de la potencialidad estética de las obras de arte
● El mito de la experiencia estética
El mito de la oposición arte/realidad y estética/vida cotidiana.

Jeremy Deller, The battle of Orgreave


Aislado de la realidad social, el arte no es nada.

Arte y realidad, como la estética y lo cotidiano, han estado y están totalmente


imbricadas, y no por la voluntad explícita o “compromiso social” del artista
políticamente correcto, ni por hacer patente una ideología, sino porque no hay un
más allá de la realidad ni una estética que no emerja en primera instancia de lo
cotidiano.
El mito del desinterés estético
El arte produce un “deleite desinteresado” por lo bello; decían Hume y Kant. Esto,
pues la experiencia estética no produce un interés práctico (propio de otras
actividades).

Sin embargo, distinguir un deleite desintersado de uno interesado, es más difícil


de lo que propone Kant.
Sin objetos, no puede haber apreciación
estética.
El mito del distanciamiento estético
Este mito sostiene que para que podamos apreciar una obra, tenemos que entrar
a la ficción o mundo diegético que nos propone. Esto es tener un ‘distanciamiento’
con ella.

Dickie habla de que la apreciación estética debe ser “agudamente enfocado”.

Benjamin dice que hay una dispersión en el público del cine.

Mandoki dice que hay una recepción estética ligera en las telenovelas.

Normalmente el público tiene que identificarse con lo que ve para sentir empatía.
Sin embargo, la obra también puede producir ‘alteridad’, es decir, mirar desde un
lugar y un tiempo distinto. Un distanciamiento o extrañamiento, que, sin embargo,
produce empatía.

En la percepción de una obra de arte, más bien, hay un ‘columpiamiento’; un


alejarse y acercarse a la trama para que se identifique y luego se distancie.
El mito de la actitud estética
Según algunos autores, hay dos tipos de ‘actitudes’ o ‘percepciones’ con respecto
a una obra: la ordinaria y la estética.

Según Mandoki y Dickie, esta distinción es arbitraria y no es posible diferenciarlas.

¿De qué depende esta actitud?, ¿de la educación?, ¿de la pose que se haga en una
exposición?, ¿se puede tener una actitud estética con objetos no estéticos?
¿El buen y mal gusto?
En 1780 aparece el Goettingen Pocket Calendar, un almanaque con máximas
para la vida diaria, en el que también había unos grabados que mostraban las
prácticas ‘naturales’ con las prácticas ‘afectadas’; un compendio del buen y el
mal gusto.

En los grabados aparecen dos parejas apreciando un paisaje, en la primera


con un sentimiento natural y la segunda con un sentimiento afectado. Lo
mismo ocurre con un grabado en el que dos hombres miran una escultura, en
una miran con respeto (sentimiento natural) y en la otra con un sentimiento
afectado. El texto aprobaba el comportamiento ‘natural’ y rechazaba los
comportamientos de estallido emocional.
El mito de la universalidad
de lo bello
El mito de la oposición entre lo estético y lo
intelectual
El mito de la sinonimia arte-estética
¿Qué nos dicen estos mitos sobre la estética?
● El mito de la oposición arte/realidad y estética/vida cotidiana: Que no hay tal
oposición, y para que haya una experiencia estética tiene que haber una
relación cotidiana con el objeto o situación que produce la experiencia
estética.
● El mito del desinterés estético: No se puede manifestar desinterés por
aquello que produce placer o un sentimiento estético particular.
● El mito del distanciamiento estético: Se puede producir una experiencia
estética aún cuando haya un distanciamiento estético, incluso en obras que
no son ficticias (como en los documentales).
¿Qué nos dicen estos mitos sobre la estética?
● El mito de la actitud estética: Hay múltiples actitudes estéticas, y nadie
responde de la misma forma al mismo estímulo.
● El mito de la universalidad de lo bello: La belleza es una clasificación cultural
que puede ser percibida de formas diversas e, incluso, contradictorias.
● El mito de la oposición entre lo estético y lo intelectual: Las experiencias
estéticas pueden producir curiosidad intelectual, y el conocimiento científico
puede producir placer estético.
● El mito de la sinonimia arte-estética: Hay muchos fenómenos estéticos fuera
del arte.
¿Cómo podemos aplicar la estética a los
‘objetos’ de nuestra cotidianidad?
Ya que la estética no tiene que ver con la belleza, sino con la capacidad que
tenemos de dotar de significado a los objetos, una forma de hacer esto es
tomando las herramientas de diversas disciplinas (psicología, sociología, arte,
diseño), y buscar aquellas características que le producen placer, sentido de
arraigo o identidad, identificación, etc. a un grupo de personas.

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