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amables

..,.

Henri Meschonnic

No lo abra más de 120•, las hojas se des-


peg;m si la encuadernación no es buena

ÉTICA Y POLÍTICA
Sea cuidadoso, no lo manche con
DEL TRADUCIR
comidas o bebidas, ni lo deje cerca
de animales doméstico~
o niños pequeños

Traducción
Hugo Savino

Respet<>la fecha de devolucoón. los libros


d('ben estar disponibles para todos.
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·1 término, y para aquellas personas
·¡que deterioren los libros de la Biblioteca

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el libro en perfecto estad o

leviatán
418.2 Meschonn ic, Henri
CDO Erica y polírica del rraducir. - la ed. -
Buenos Aires : Leviatán, 2009.
200 p. ; 20xl4 cm.
I
Traduc ido por: Hugo Savino
ISBN 978-987-514- 169-8
l. Lingüísrica. 2. Traducción. l. Savino,
Hugo, erad. 11. Título
UNA ÉTICA DEL TRADUCIR
Cer ouvrage, publi~ dans le cadre du Esra obra, publ icada en el marco del
Programme d'Aid.e ~ la Publication Victoria Programa de Ayuda a la Edición Vicroria
Ocampo, bén~licie du sourien du Minisrére Ocampo, recibe el apoyo del Minisrerio
fran~is des Affaires Euan~res e1 du Service francés de Asunros Exrranjeros y del Servicio
de coop~rarion er d'acrion cuhurdle de de cooperación y de acción cultural de la
l'Ambassade de France en Argentine. Embajada de Francia en Argentina.
Una ética del traducir supone en primer lugar una ética del len-
O uvrage publié avec le conrows du Mlnisrere Obra publicada con el apoyo del Minisrerio
f~is cha~ de la culrure - Cencre narional francés a cargo de la culrura - Cenero guaje. Y una ética del lenguaje supone una teoría de conjunto
du livre Nacional del Libro del lenguaje, una teoría crítica en el sentido de Horkheimer, por
oposición a las teorías regionales que conforman la heterogenei-
FAHCE Biblioteca Cen dad actual de las categorías de la razón, y de las disciplinas uni-
Diseño de tapa: Hernán Morfese N~ lnv.. ~J:J.-:7:~ ........ .. .. ........ , versitarias: el lenguaje para los lingüistas (con todas sus diferen-
ISBN: 978-987-514-169-8
Stg. Top....82...-. P.~ "T..N ~.? . .. ....... ciaciones técnicas, que son todas necesarias, técnicamente), la li-

Libro de edición argentina


Feoha da Alta. , '2;~ · .9.~-.lL ...... .-J teratura para la gente de letras, la filosofía para los filósofos, y
según compartimentos escolares la ética para especialistas de la
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723 ética, así como la filosofía política para sus especialistas y así sin
copyrigth © by Editorial Leviatán
interrupción, de especialidad en especialidad.
copyrigth © Ethique et poUtique du traduire. Verdier 2007
Y el pensamiento del lenguaje sin poética, en lugar de pen-
Editorial LEVIATÁN, Alsina 1170. Piso 5'•. of511 sa r la ética con y por la poética, en lugar de pensar lo político
(Cl088AAF) Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Argentina con y por la poética, para una poética de la sociedad, no es más
Teléfono: 4381-7947 1 0453
que un academicismo escolar. Es el mantenimiento académico
Mail: edileviatan@yahoo.com.ar del dualismo del signo, con toda su declinación, de la letra y del
ed itorial@e-leviatan.com.ar espíritu, de la identidad y d e la alteridad, reforzada por lo teoló-
Web: hup://www.e-leviatan.com.ar
gico-político.
Impreso en Argentina- Prinred in Argenrine Con esas engañifas de pensamiento que son, para traducir-
lo, las nociones de fidelidad y de exactitud. ¿Fiel a qué? ¿A la
Se terminó de imprimir en noviembre de 2009 en Gráfica "Vales"
Thorne 950 Masé Mármol Pcia. de Buenos Aires. Tirada: 1000 ejemplares.
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F
aparte, sino que incluso se opone comúnmente el lenguaje poé-
tico al lenguaje ordinario. Como una desviación.
Ahora bien hay que mostrar que esas maneras de hablar en
III primer lugar no son más que maneras de hablar. Luego, que es-
tán viciadas y son falsas y que otro punto de vista puede mostrar
que no existe eso que se llama lenguaje ordinario. Sobre todo si
ÉTICA DEL LENGUAJE, ÉTICA es para desvalorizarlo en relación a un lenguaje poético que se
DEL TRADUCIR, URGENTE pretende celebrar. En los dos casos no se sabe lo que se dice. Y
no se sabe que no se sabe lo que se dice.
Pero inmediata meme van a preguntarse de dónde hablo para
hablar así, el por qué y el cómo de semejante arrogancia o de se-
mejante locura. ¡Y bien! es a partir de una experiencia, que es tri-
ple, una experiencia del poema, una experiencia de la teoría del
¿Por qué urgente1? Se podría continuar así. Pero es justamente lenguaje, una experiencia del traducir. Y es capital que el poe-
porque no se ve el mal que se hace, que se le hace a los otros, y a ma esté allí, es el pivote desde el cual hacer que bascule un saber
sí mismo, por nuestras maneras de hacer, con el lenguaje. que, él sí, es arrogante, porque sólo se conoce a sí mismo, y es un
Y en primer lugar que lo que comamos por lenguaje no es más maestro de la sordera.
que una representación del lenguaje. Cuando uno opone, como se Así, en cuanto a codo lo que se repite acerca del lenguaje or-
hace corrientememe, como hace Bergson, por ejemplo, pero no es di nario, y sobre to~o un cierro número de fi lósofos, más que los
el único, roda una tradición filosófica lo hace, cuando se opone el lingüistas. Malinowski estaba más cerca de entender lo que se
lenguaje a la vida se cree oponer el lenguaje a la vida, pero no se dice cua ndo se habla por hablar, para h ablarse, e incluso en apa-
hace más que oponer una representación del lenguaje a una repre- riencia para no decirse nada, no decirse nada que uno ya no sepa,
sentación de la vida. Y no se lo sabe. Y no se sabe que no se sabe. sino por el contacto, y es él quien descubre, o inventa, como se
Esta representación del lenguaje, es lo que los lingüistas lla- dice de aquellos que encuentran un tesoro, eso que llamaba la
man el signo. Del significante y el significado, o de la forma y el función fática. Mientras que un seudo-pensamiento, pero recibi-
contenido, o del sonido y el sentido. Y el estilo, lo que se llama do como sublime en el pensamiento, ustedes ya entendieron que
así, no es más que lo que el signo permite pensar acerca de eso hablo de H eidegger y de todos sus seguidores, difundía y conti-
que hace lo que se llama un poema, o la literatura. Que se pone núa difundiendo a la vez un desconocimiento despreciativo ha-
aparte de lo que se llama el lenguaje ordinario. No solamente cia el lenguaje ordinario, al que suponen inauténtico, en el con-
traste y la correlación con un desconocimiento de la poesía esen-
1 Aparecido en Revue d ' éthique et de thiologie mora/e, "Le suppliment" n•
cializada, sacralizada. Es el tono noble en filosofía, que tiene vi-
230, septiembre del 2004. TeX[o corregido y aumenrado. gencia en mucha gente.

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Por los daños producidos por esta representación, a los cuales píriru y la letra, y algunos dicen incluso "la came de las palabras",
se agrega el daúo correlativo que consiste en impedir la especi- que desde luego se opone al alma. Y al respecto, naturalmente, o
ficidad del traducir reducida nuevamente al comprender en ge- sea culruralmente, aparece su más bella, quiero decir su cara más
neral, y puesro que todos esos efectos de teoría son tomados en repulsiva, el paradigma teológico, que no es un universal, como los
una esencialización de la lengua y un impensado del sujeto, se- otros, sino un particular que se globalizó, y es el paradigma que
gún una reacción en cadena, y que se globalizó, planteo que se mejor permite ver cómo funciona el signo: no simplemente una for-
puede observar ahí una forma del signo. ma y un contenido, yuxtapuestos, sino un significado tal que basta
Con sus efectos particulares, que los heideggerianos incómo- para representar un significante a la vez escamoteado y mamenido,
dos dejan en el pasado, sobre la esencialización de la lengua ale- y por consiguiente como también no es más que una parte del sig-
mana directamente enlazada a la de la Grecia antigua como len- no, pasa por el todo, y es loco cómo el paradigma teológico se pa-
gua de la filosofía, y esta esencialización era también una esen- rece a lo que ocurre en la traducción corriente, y se ha reconocido,
cialización política. De ahí que los heideggerianos dividen a su estoy seguro, la teología que opone el Antiguo Testamento, en el
Heidegger en dos, el gra n pensador y el nazi insignificante, y papel del significante, al Nuevo Testamento, en el papel del signifi-
hablan del silencio de Heidegger. Pero nunca hubo silencio por cado, algo que no deja de tener consecuencias éticas y políticas. Ahí
parte de Heidegger, como se compadecen estas buenas almas, se agrega un paradigma social, que opone el individuo a la socie-
porque el maestro decía justamente que "callarse es un haber di- dad. En fin, un paradigma político, que opone, en una bella aporía,
cho, schweigen ist ein gesagt haben". El silencio es el silencio de los una minoría a una mayoría según el esquema simbólico que descri-
heideggerianos, que les da un pensamiento débil. Él pensaba el bió Jean-Jacques Rousseau, el de la identificación al Soberano.
lenguaje, la poesía y lo político con un solo pensamiento. Es todo eso, eL signo. Ya lo dije pero uno no lo dice lo sufi-
Tenemos ahí una variedad particular, especialmente pernicio- ciente. Puesto que él reina. Si uno trata de observar sus efectos,
sa, por eso insisto, de las maneras de pensar el lenguaje, y se ins- el primero es que no parece que esté pensado como una repre-
cribe totalmente en la binarización del signo. Una pseudo-ética sentación. Su pluralidad interna, o más bien la multiplicidad de
de lo auténtico y de lo inauténtico. Doblemente pseudo. sus dualidades, no es reconocida en su coherencia. El segundo
El problema, con el signo, es que como pasa por ser la naturale- efecto es por cierto la heterogeneidad de las categorías de la ra-
za misma del lenguaje, impide pensar el lenguaje. Confundido con zón, que compone todo lo que el siglo XIX llamó las ciencias hu-
el funcionamiento del lenguaje y con su descripción, el signo im- manas, y que constituye nuestras disciplinas universitarias.
pide reconocer que él consiste, por lo que puedo ver, en seis para- Pensamos como un salame cortado en fetas, en caso de que el
digmas. Ahora bien, hasta donde sé, los especialistas del lenguaje lo salame pensara. De hecho, casi no valemos mucho más.
consideran como un modelo lingüístico. Pero también implica un Lo que muestra nuestro comportamiento con el lenguaje.
paradigma filosófico, que opone las palabras y las cosas. Luego un Tamo con su teoría como con sus prácticas. Y lo que reúne rodo
paradigma antropológico, que opone la voz viva a lo escrito, la le- el pensamiento del problema, tanto para reconocerlo como para
tra muerta o la letra que mata, y es también la oposición entre el es- intentar pensar de otra manera, para hacer de otra manera, para

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traducir de oua manera, no es un asunto de saber, es un asun- consiguiente no hay ética si no hay una ética del lenguaje, si la
to de ética. ética no es una ética del lenguaje, por el incesante pasaje del yo al
La ética, cuestión de comportamiento. Con uno mismo y con tlt, inclusive el ausente, el él. Lo que lleva a encontrar la famosa
los otros. La ética, es lo que se hace con uno, y con los ocros. Es frase de Rimbaud: en todos los sentidos "yo es otro".
un actuar, es hacer valor. Y el valor no puede ser más que el su- Así la ética es inevitablememe una cuestión de lenguaje. No
jeto, lo que inmediatamente no puede tener más que un sentido se erara de apreciaciones subjetivas, de cuestiones de gusm o de
doble, hacer de uno mismo un sujeto, hacer que los otros sean emoción. Se rrata de saber cómo uno se comporta con el lengua-
sujetos, reconocer a los arras como sujems. Y sólo hay sujeto si el je, cómo comportarse con el lenguaje. Y es algo que se ve en el
sujem es el valor de la vida. Haciendo que aparezcan en el indivi- resultado. Pero en primer lugar eso supone pensar el lenguaje, y
duo todos los sujetos que lleva en él. Una docena y más2 • Es algo cómo pensarlo.
distinto a la moral, teologizada o no, como codificación social de Pensar el lenguaje, es algo distinto a un saber, a los saberes. Es
los mandamientos y prohibiciones, del bien y del mal. algo que recae sobre lo que no se sabe que se dice cuando se habla
Si la ética es lo que hace sujeto, la ética es necesariamente no- de saber vivir. Y Benveniste escribió que "el lenguaje sirve para vi-
minalista: cada individuo es esta colección de sujetos. Es lo que vir". De ahí hay que sacar un cierto número de consecuencias, para
decía Montaigne: "Todo hombre lleva en sí mismo la forma en- el lenguaje, y para lo que se puede llamar vivir. Lo que necesaria-
tera, de la humana condición." Y el individuo-sujeto es intermi- mente implica que pensar, es en primer lugar inventar pensamien-
tente, como lo muestra Groethuysen en Anthropologie philosophi- to, y al mismo riempo pensar la relación entre el lenguaje y el vi-
que. Ningún progreso aquí. La defensa de un capitán insignifi- vir. Y si damos este sentido fuerte a lo que se llama pensar, también
cante en el famoso Proceso era nominalista, como la defensa del se puede comprobar que es inimaginable hasta qué punto vivimos
honor del Ejército (aún a riesgo de hacer una falsificación) era en una cultura que nos.habitúa a no pensar. Y no sabemos nada de
realismo político-lógico. Un realismo hacía de las masas el sujem eso. No hacemos más que despachar los asuntos corrientes.
de la historia. Otro tatuaba números sobre los brazos. Un realis- Vivimos en una heterogeneidad de las categorías de la razón.
mo de la lengua hace de la lengua el sujem, que no habla, según Ella produjo saberes, pero saberes que a la vez yuxtaponen regio-
Heidegger, sino cuando le responde a la lengua. nalismos del saber y no dan los medios de saber lo que esos sabe-
Es roda la potencialidad ética y política de esa vieja pareja no- res impiden saber, y que en primer lugar cada saber produce una
cional, generalmente dejada a la lógica, a la metalingüística, a la ignorancia específica, que él no conoce, y que no sabe lo que no
querella de los universales. sabe. De esa manera impide saber que borra que borra lo que bo-
La relación con uno mismo, con el pensamiento, con los rra. Por su programa mismo. Y es muy curioso, él se parece, tam-
otros, pasa, vuelve a pasar incesantemente por el lenguaje. Por bién él, y él en primer lugar, punto por punto, a lo que la traduc-
ción corriente hace. Lo muestro un poco más adelante.
Inmediatamente, y a contra-Platón , este problema de los sa-
2 Me permiro remirir, para el deralle de esro, a Politiqu~ du rythm~. politi-
que du sujet, Verdier, 1995.
beres, este problema del conocimiento, es un asunto de teoría del

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lenguaje. En el sentido múltiple en que la teoría es una reflexión pero que justamente están sometidos al cerco relativo de su tec-
acerca de lo desconocido, justamente sobre lo que nuestros sabe- nicidad. Lo que produce esta paradoja de que las ciencias del len-
res nos impiden saber, por razones cada vez distintas, donde pen- guaje no son, no producen la teoría del lenguaje. No es el objeto
sar, es pensar a la vez, y el uno por el otro, vivir y el lenguaje. de ellas. Lo mismo para la literatura, esta o aquella literatura, pero
Inmediatamente, este pensar-para, pensar para vivir, es un según una relación a menudo mezclada, cuando no confusa, entre
pensar-contra. Contra los saberes. No contra la necesidad de sa- una historia de la literatura, indiscutiblemente necesaria, y lo que
ber, sino contra la organización cultural de los saberes. Pensar se llama la crítica literaria, este eclecticismo que mezcla de diver-
es un combate, no una gestión de los asuntos corrientes. Lo que sas maneras crítica del gusto, psicología del autor, estética, retóri-
toma a contra-saber codo lo que nuestras disciplinas, como se ca y estilística. Es lo que predomina en la enseñanza de la litera-
dice, han ordenado cuidadosamente: el lenguaje de los negocios cura. Y aparte de algunos que practican pasarelas, la lingüística es
de los especialistas del lenguaje a los que se llama lingüistas, la li- un asunto de los lingüistas, y ellos no se ocupan de la literatura.
teratura de los negocios de los especialistas de la literatura, la éti- La gramática generativa era categórica al respecto. Y los profesores
ca tal como se ocupan de ella los especialistas de la ética, la filo- de letras dejan la lingüística a los lingüistas. Es normal.
sofía como dominio que tiene sus especialistas, igual que la ob- En cuanto al inventor de la pragmática, Ausrin, declaraba
servación de la sociedad es el oficio de los sociólogos, y el hom- por su parte que la poesía como "empleo del lenguaje" formaba
bre en general es el objeto de los antropólogos, así como los sal- paree de los "empleos parasitarios del lenguaje3" . Algo que bas-
vajes son observados por los etnólogos. Apenas si exagero los ras- ta, desde el punto de vista con el que miro el lenguaje, para po-
gos, para resaltar Je qué manera estas compartimentaciones per- nerlo en lo que Horkheimer llamaba una teoría tradicional, en
petúan justamente una enormidad, y tan grande que no se la ve. el museo de los regionalismos del pensamiento. Me quedo en es-
Además distribuida como está en subdominios: el lenguaje en es- ros ejemplos. ·
pecialistas de las lenguas, la literatura en especialistas de las lite- No me hago ninguna ilusión: el problema sería apuntar un
raturas, y hay también comparatistas que comparan, como tra- día a transformar en rruismos una serie de paradojas. Una serie
ductores de una lengua a la otra que traducen, de ahí se extrajo no en el sentido de un cierto número, sino en el sentido de un
una disciplina pretendidamente autónoma que se llama traduc- pensamienro serial, de un pensamiento de la sisremaricidad in-
rología. Todo eso parece perfectamente razonable. terno a lo que significa pensar, en el sentido donde pensar es ne-
Es justamente lo que llamo no pensar: confundir el saber, los cesariamenre pensar el lenguaje, y pensar la interacción entre lo
saberes, con el pensamiento. Cada uno en su regionalismo. Es el que significa pensar el lenguaje y pensar lo que se llama vivir.
mantenimiento del orden. Donde tomo dos puntos de apoyo. El primero, en cuanto a
Porque no le opongo a esto un absurdo. Todo eso es legítimo y lo que entiendo por vivir, es la definición que da Spinoza en el
necesario. Así, en lingüística, uno se especializa en fonología, o en
fonética, o en lexicología, o en sintaxis. Generalmente para una
J J.L. Ausrin, Quand dire, c'est foire, éd. Du Scuil, 1970 , p. 116 (rraduc-
lengua en particular. Estudios cuya tecnicidad es indispensable,
ción de How to do 7hings with Words, 1962).

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Tratado politico (v, v): "Por consiguiente, como hemos dicho, que Sin embargo es simple. Se trata de tener presente que la ética
el mejor Estado, es aquel en el cual los hombres pasan su vida es el lugar mismo de la relación entre el lenguaje y el vivir, entre
en la concordia, una vida humana quiero decir, que no se define la teoría del lenguaje, las prácticas del lenguaje, y el pensamien-
por la sola definición de la sangre, y otras cosas, que son comu- to de lo que puede o debe ser una vida humana.
nes a todos los animales, sino por la razón, la verdadera virtud, y Dicho de otra manera, la ética y la teoría del lenguaje son in-
la vida del Espíritu4 ." El segundo apoyo, en cuanto a lo que hay disociables. Incluso ellas no hacen más que una sola actividad de
que entender por "teoría del lenguaje", lo tomo del pensamiento pensamiento. Algo que no deja de tener consecuencias.
de Saussure, tal como algunos escritos recientes5 confirman que La primera es que la ética es interminable, a la vez una siste-
es necesario aprender a entender que todo lo que el estrucmralis- maticidad interna y algo interminable. Lo que muestra inmedia-
mo del siglo XX enseñó, y que los lingüistas, no lingüistas sino tamente que esta sistematicidad no tiene nada que ver con eso
los lingüistas, que yo sepa, continúan masivamente enseñando, que en el siglo XIX llamaban sistemas, conjuntos doctrinarios,
es un inmenso contrasentido acerca de Saussure, no una conti- dogmáticos y cerrados sobre ellos mismos. Se trata al contrario
nuidad de Saussure en el estructuralismo. Porque sistemática- de explorar todo lo que no se conoce de las relaciones entre un
mente el esrructuralismo separa lo que Saussure pensaba como cuerpo y un lenguaje, de las relaciones entre una obra de pensa-
interacción, empezando por la lengua y el habla. En una conti- miento y una lengua, de las relaciones de una manera tal en que
nuidad de Humboldt a Saussure. no son las lenguas las que son maternas sino las obras las que son
En este sentido, hablar de "teoría de lenguaje" supone a la vez maternas, relaciones de interacción entre el lenguaje, la ética y lo
una primacía del punto de vista y una sistematicidad interna de político de tal manera que la ética ya no sea la misma cuando se
las cosas del lenguaje. la piensa sola en ella misma o cuando se la piensa como actividad
Entonces se puede empezat a pensar lo que las ciencias del de lenguaje, igual para lo político, igual para la política.
lenguaje no piensan, lo que los especialistas de la literatura no Pensar su necesidad reG.Íproca sitúa enseguida al eclecticismo
piensan, lo que los especialistas de la estética no piensan, lo que como un compuesto socialmente encantador de oportunismo, de
los especialistas de la ética no piensan, como tampoco los espe- cobardía y de ausencia de pensamiento. Como cuando se afana-
cialistas de la filosofía política. Siento ser desagradable, y parecer ban en casar a la fenomenología con el estructuralismo. No olvi-
arrogante, es una cuestión de urgencia. Justamente desde hace dar que el casamentero es un personaje cómico.
mucho riempo. Pero van a decir que deliro, que desafiar de esta manera el es-
tado razonable de los saberes no es más que una fogata artificial
4 Cum ergo dicimus, illud imperium optimum esse, ubi homines concordit- de absurdidades. No, es en cualquier utopía una fogata con el
er vitam transigunt, vitam humanam intelligo, quae non solA sanguinis circula- lenguaje estereotipado que es el del signo. Una cuestión de punto
tione, 6 aliis, quae omnibus animalibus sunt communia, sed quae maxime ra-
de vista, por consiguiente, si se presta un poco de atención.
tione, ver!t Memis virtttte, 6 vita definittlr: (Tradujc del francés la [raducción
Desde el punto de vista desde el que hablo, es el signo, esa
de Meschonnic de es(e pasaje, N.d.T)
~ Ferdinand de Saussure, fcrits de Linguistique générrtle, Gallimard, 2002. acumulación familiar de saberes, que aparece al contrario como

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una esquizofrenia completa, una locura total, cuando el que vive del lenguaje, una historia del lenguaje es una historia de la ética,
nos muestra a cada instante que la supuesta separación entre la con sus efectos poéticos y políticos.
forma y el contenido o el cuerpo y el alma no es y no fabrica más Para hablar con emblemas, como algunos nombres están car-
que cadáveres. gados de toda una hisroria, cumplida o incumplida, y por con-
Es aquí donde traducir tiene todo su lugar, y su papel em- siguience de un poder de dirección, se continúa pensando Hegel
blemático. Porque según lo que se va traducir, lo que equivale y no se piensa, o todavía no, Humboldt, se continúa pensando
a cómo, según lo que se hace con la palabra o la lengua, tradu- · Descartes, incluso De!euze, y no se piensa Spinoza. Aclaro que
cir muestra la diferencia entre San Jerónimo, parrón de los tra- uso estos nombres como adverbios, no como complementos de
ductores, y Caronre, que transporta a las almas por la laguna objeto del verbo pensar. Porque se trata de modos de invención
Estigia. La diferencia está en lo que llega a la otra orilla. Donde del pensamiento, no del estudio histórico o del comencario de lo
resulta que es insuficiente ver a los traductores como pasadores que esos artistas del pensamiento han pensado.
{la metáfora de predilección de los traductores) ya que Caronte Esto es el combare del signo y del poema.
también es un pasador. Una vez más hay que ser exigente acer- Llamo poema a la transformación de una forma de vida por
ca del estado en el cual llega lo que se ha pasado, lo que pasó una forma de lenguaje y a la transformación de una forma de
de lo que había que pasar. Es algo muy distinto a hacer pasar lenguaje por una forma de vida, ambas inseparablemence, o in-
un mensaje. cluso diría una im·ención de vida en y por una invención de len-
Si el problema es una cuestión de puntos de vista, si acerca guaje, o incluso un máximo de intensidad de lenguaje. Vida en
del lenguaje no hay más que puntos de vista, estamos totalmente el sentido de una vida humana.
en el caso de lo que Kuhn decía de las teorías científicas: hay que Esta definición misma, en parte, ya es una transformación de
preferir la que es la más fuerte, la que da cuenca mejor que otra la noción habitual, cultural, formal, de poema. Pero, yo diría,
de lo que se debe comprender. Y el signo es una teoría débil. La más en apariencia que en pa-rte. Porque yo planteo que un poema
prueba es su compartimentación del pensamiento, sus regiona- siempre fue eso, que es un universal poético, al cual Mallarmé se
lismos, la incapacidad en la que se encuentra de pensar el conti- aproxima, o que implica alusivamente y, ahí, parcialmente, cuan-
nuo cuerpo-lenguaje, el continuo lenguaje-poema-ética-política. do opone nombrar a sugerir, en su respuesta de 1891 a la encues-
Hay que pensar lo que el signo no permite pensar. ta literaria de Jules Huret.
Porque ¿de qué hay que dar cuenca? De lo que se hace con el De esta definición salen, a mi juicio, cuatro secuencias.
lenguaje como facultad de conjunto. Mauss decía que el ritmo es La primera es que un poema es un acto ético. Porque hace su-
una facultad de conjunto. Y uno hace en y por el lenguaje que se jeto, nos hace sujeto. De quien lo escribe, en primer lugar, fun-
invente el pensamiento y la práctica de las relaciones a sí mismo damentalmente, pero también, y mucho más, de quien lo lee y
y a los otros. Por consiguiente es un problema de ética. Un pro- eventualmente es transformado por él. Si es un acto ético, un
blema que transforma la ética así como ella transforma el pen- poema no es un poema más que si en primer lugar es este acto
samiento del lenguaje. Una hisroria de la ética sería una historia ético, que transforma a la vez una vida y un lenguaje y de esa

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forma también la ética: es una ética en acto de lenguaje. Su poé- un Dios, cualquiera que sea. La paradoja es aquí la desteologiza-
tica no es otra cosa . Toda la diferencia con la estética. ción de lo divino.
La segunda consecuencia es que, ya que es la definición mis- De ahí la noción aparentemente extraña de un ateísmo de
ma del poema6 , lo que se llama la poesía o más bien la historia lo divino, o de u na ateológica de lo divino de la vida, que no es
de la poesía, está llena de ellos, ya que ella está hecha de poemas, orra cosa que un humanismo radical, desteologizado, que h ace
y lo verifica constamememe. Lo que ya debería consriruir un cri- de una ética del sujeto un universa l antropológico y poético, que
terio para reconocer un poema de aquello que hace todo para pa- hace de la antropología una poética, de la poética una a ntropo-
recerse a la poesía. Pero no, porque la historia de la poesía está logía. Y de la poética de lo divino el infinito de la historia, el in-
también llena de eso que h ace todo por parecerse a la poesía. Así finito del sentido.
la cuestión de los criterios cabe emerameme en la noción misma El signo hace una antropología de la totalidad, o de rotali-
de valor. Toda la diferencia con los productos del mercado o de zacíones tales como que cada vez uno más uno es igual a rodo,
la moda. La poética es la ética del poema. como la forma y el contenido son el todo del signo. Pero el poe-
Tercer efecto, esta definición del poema desborda la defini- ma es el infinito del sujeto, y el infinito del sentido.
ción tradicional, que es esencialmente una definición formal: los D e ahí otra consecuencia de la ética del lenguaje y de la ética
poemas de forma fija. Ella engloba todo lo que se puede llamar del poema, es la necesidad de una ética del traducir.
artes del lenguaje. En este sentido una novela no es una novela Traducir -anrropológicamente una de las más viejas activida-
más que si tiene poema en ella. En cada frase. Y eso no es más des del lenguaje, desde las listas bilingües de los Sumerios. Técnica
que un ejemplo porque todo eso que llamamos géneros literarios de pasaje de una lengua a la otra. A pesar de las gramáticas con-
está incluido allí. Y otro tanto para aquello que corresponde al trastivas, masivamente, traducir casi no ha cambiado. Lo sagrado
arte del pensamiento, que hace un poema del pensamiento. sacralizaba el calco. Luego se pasó de la palabra a la frase. Vino "la
Lo que hace aparecer una cuarta consecuencia. Por su defi- bella infieF". florián le sataba fragmentos a Cervantes y cargaba
nición misma, el poema encuentra y recomienza la invención de las rimas con otros de su cosecha. Después el romanticismo de las
vida como pasaje del principio de vida de roda criatura viva, tal especificidades nacionales trajo el gusto por la alteridad.
como el comienzo del Génesis (1, 24-25; 2,7; 6,7) hace su rela- Pero, desde siempre, lo que se traduce es el signo. D e dos ma-
to fabuloso. Y en eso la invención de vida del poema participa, neras que se dan la espalda, pero ambas mantienen el signo: o
como toda vida, de lo divino. El poema que es poema partici- apuman a la forma, o apuntan al contenido. El semiótico en jefe
pa de esta forma de una poética de lo divmo en lo humano, cui- 7
Traducción de una obra lireraria de manera eleganre pero inexacra.
dando de no identificar este divino que es el pasaje de vida con
Las be/les infide!es "~on rraducciones que se conforman a l gusro del pú-
blico y a las reglas de urbanidad de la época. Son traducciones de aurores
'' Sobremiendo la diferencia que Porr-Royal hace enrre definición de cosa griegos y larinos revisadas y corregid as para obrener una bella traducción.
y definición de palabra. Tengo el derecho de hacer esra definición, que será Aparecen en el siglo XV II, momenro en que la lengua francesa se impo-
juzgada por sus consecuencias. ne en Europa" (N.d.T).

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de este pensamiento del traducir, Eugene Nida, teoriza esta dua- ca de lo intrad~cible,. ac~r~a de lo indecible. Es que entre lo que
lidad como equivalencia formal y equivalencia dinámica. Otros hay que traductr y elmdmduo que traduce está la representación
hablan de lengua-fueme y de lengua-meta, de fuentistas y metis- del lenguaje y de la poesía de quien traduce. Es su representación
tas. Cua lquiera sea la terminología, el comportamiento es el mis- del le~guaje lo que un traductor proyecta sobre lo que hay que
mo, prestarle atención a la lengua de partida es prestarle atención rraduetr, es su representación del lenguaje lo que en primer lugar
a la forma , prestarle atención a la lengua de llegada, es prestarle muestra roda traducción.
atención al contenido. Traducir la poesía, dada la definición for- Planteo que lo imraducible es el efecto de teoría del signo
mal de la poesía, es prestarle atención a la forma, traducir todo el confundido con el poema, que un poema es cada vez lo que des-
resto con libertad para pretender a lo narural, para que la traduc- plaza y desborda lo indecible, otra inrerferencia del signo.
ción no renga la apariencia de una traducción, de ser el calco de Si para traducir un poema se traduce una forma, no se tra-
una lengua exrranjera. duce un poema, sino una representación de la poesía, lingüística
El desafío es doble. Por una parte, la mira en el contenido ve- y poéticamente falsa: lingüísticamente, porque las unidades tra-
rifica que se transmite un mensaje: traducir muestra que la noción ducidas son las de la lengua; poéticamente, porque un poema es
de comunicación pasa por el lenguaje. Lo que refuerza el semiotis- algo distinto a una forma y a un contenido. La unidad poética es
mo del signo, e ilustra que la noción de comunicación es un obstá- el poema, no las unidades lingüísticas que él contiene.
culo mayor para pensar el lenguaje, para dejar que pase el lengua- Lo que muestra la historia de la traducción, la historia de los
je, un obstáculo epistemológico, un obstáculo poético, un obstá- poemas, la historia de los grandes poemas, es que la identidad no se
culo ético, un obstáculo político. Pero el signo no lo ve. opone a la alteridad, sino que la identidad sólo adviene por la alteri-
Por otra parte, la mira en el contenido muestra y enmasca- dad. Así el pasaje de la anexión al descentramiento, poéticamente,
ra a la vez que el desafío es la identidad contra la alteridad. La no puede seguir siendo pensado en términos de lengua, sino en los
anexión. Y todo eso se hace con la única idea de que es la lengua términos de lo que una obra le hace a su lengua, de lo que traducir
lo que se traduce. La lengua, el signo, dos razones para no saber en esta relación con la alteridad le h ace a la lengua de llegada. Lo
lo que se hace. Y doble error. que pone en el pasado, teóricamente, el borra miento del traductor y
1nvertir la anexión como descentramiento pero permanecien- el borramiento de la alteridad. A menos que nos limitemos a la len-
do en la unidad lengua, de lengua a lengua, sería otro error, y gua y al signo. Entonces más valdría abstenerse del poema.
equivale a permanecer en el signo, proyectándose en una mitolo- El signo en lugar del poema, es sin embargo la calamidad que
gía de las lenguas y del lenguaje que continúa ignorando el dis- producen dos situaciones del traducir. Una es el semiotismo es-
curso, el poema. tablecido que auronomiza el traducir para hacer del pensamien-
Porque de la lengua sólo se tienen discursos. Cada vez un ha- to del traducir una rraductología. Ya que esta autonomía es falaz.
bla. Y si es poema, incluso poema del pensamiento, lo que hay En realidad, traducir es entonces visto enteramente y practicado
que traducir, y no se traduce más que el signo, se perdió el poe- como una hermenéutica, referido a los conceptos de la hermenéu-
ma. Donde se sitúan algunas ideas preconcebidas famosas, acer- tica, traducir es por consiguiente una forma de la hermenéutica.

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En este semido, no hay uaductología. Y la hermenéutica es una y de "normas éticas", inscribía en su artículo I: "Cualquiera que
práctica del semido que sólo conoce el signo. Por más legítima que ejerza la profesión de ·I'raductor afirma de esa manera poseer un
sea la hermenéutica en ella misma, compruebo, desde el pumo de conocimiento muy seguro de la lengua a partir de la cual él na-
vista del poema, que ella se equivoca doblemente cuando reduce duce [... ]" y, en su artículo 2, "se abstiene de traducir un texto
un poema a una verdad o a un sentido, o a varios semidos. Porque del cual no podría dominar la escritura o el campo de conoci-
el sentido es solamente del signo. A esro se suma mro error canó- mientos que él implica".
nico, el que consiste en atribuir la polisemia a la poesía, mientras Sin embargo es una práctica difundida, en los poetas, y en-
que la polisemia es la banalidad misma, en lengua. tre poetas, y pa;ticularmeme para un texto llamado "sagrado",
O una vez más, la hermenéutica aplicada a las cosas de la tra- como la Biblia. La práccica es muy común en inglés, en espa-
ducción termina en una psicología del traducror, la de sus estados ñol. También se lo vió en francés. Lo que inmediatamente sus-
anímicos, y no repite más que las banalidades acerca de la fideli- cica un problema ético. Hay dos clases de traducción: traduccio-
dad o la naición, sobre el hecho de que hay connotaciones, y con- nes en lengua corriente, e incluso básica, para público poco cul-
funde el traducir con la posibilidad de hablar del lenguaje- el me- to, y aquellas donde imervienen poetas, escritOres, para un pú-
talenguaje- para terminar de constatar, a pesar del motivo de lo blico ilustrado.
intraducible, que la traducción existe. Pero es una constatación, no Pero este horror ético no parece perturbar a los religiosos,
es una ética. Y según la oposición emre la letra y el espíriru. porque la traducción que busca la lengua corrieme en primer lu-
La hermenéutica, por esta razón misma, descuida el poema y gar busca la clientela. Ya que se trata de convertir. Nida cita la
la ética. Confunde la ética del poema, la ética del continuo cuer- palabra de un indígena de Amazonia: "No sabía que Dios habla-
po-lenguaje, forma-sujeto, con el literalismo. Porque no conoce ba mi lengua." Un típico cristiano. Y ahí se acumulan dos modos
más que el signo. opuesros de desescritura, y de ausencia de ética. El de la lengua
La otra situación calamitosa, pero al mismo tiempo sutilmen- básica desescribe el poema, el recitativo de esros textos, deprecia-
te cómica, desde el pumo de vista de una ética del traducir, es dos al rango de instrumemos al servicio de lo religioso. El otro,
la empresa que consiste en yuxtaponer un entendido en la len- reescrito por escritores, reemplaza al poema por la poetización ,
gua, por consiguieme un entendido en contenidos, y un artista una poetización que deja intactos los ideologismos de lo religio-
de la lengua, poeta, escritor, que va a aportar el estilo, porque la so, que pertenecen a lo teológico-político. Dos formas opuestas
encarnación misma del signo se da en dos personas. Sin olvidar de instrumemalismo, llenas de buenas intenciones.
el efecto taimado que el supuesto palabra a palabra que da aquel La cuestión que tan a menudo se agita acerca de las razones
que conoce la lengua al que no la conoce no es más que un que- para retraducir, y justameme eso que se llaman los grandes tex-
rer decir. Es justamente por eso que el "Código de deontología tos (a los otros, no se los retraduce) podría verse, desde el pun-
del traductor literario8 ", cuando habla de "obligaciones morales" to de vista de una ética del lenguaje, de una ética del poema,
como un desplazamiento de la ética hacia un desafío estético, o
• Di la referencia en el capírulo "Una ética del traducir", l. político-religioso, y los dos juntos para un texro como la Biblia,

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co-f~n?a~or del Occidente cultural, sobre todo si se compara el dar por ahí, llego hasta el sentido 10 " . Y en un carnet de 1940: "mi
dommw francés con el domino inglés, que riene ese logro de la dificultad (para escribir versos y tal vez, para otros, la compren-
King James Version, y con el alemán, que hizo Lutero. La ven- sión) está en la imposibilidad de mi problema, por ejemplo, con
taja de volver a ver esto como una cuestión de ética del poema, palabras (es decir pensamientos) decir un gemido: a-a-a. 1 Con pa-
de ética del lenguaje, es que la ética mantiene todo junto, contra labras, pensamiemos, decir un sonido. Para que en los oídos quede
el desconocimiento del continuo lenguaje-poema-ética-política. solamente a-tt-a. ¿Por qué semejantes problemas?11 "
Lo que la hermenéutica no puede ver, ya que está en lo discon-· Donde lo notable es que Marina Tsvietáieva invierte lo que
rinuo del signo. yo llamaría el pr0blema de Wittgenstein, cuando Wittgenstein,
A diferencia de la hermenéutica traduciente, que no pue- ya no sé dónde, observa que con palabras, con el lenguaje, si
de producir más que el borramiento del continuo, la ética del digo que me duele una muela, no puedo comunicar mi dolor, no
traducir es una escucha del cuntinuo en el poema, la escucha hago más que hablar de él, y es roda la heterogeneidad tradicio-
no de eso que dice sino de eso que un poema hace, y que lle- nal emre el lenguaje y la vida, lo abstracto y lo concreto. Y desde
va en su contenido lo que dice. Porque si no se ve más que lo el punto de vista del poema, la famosa observación de Adorno
que dice, sólo se tiene lo que dicen las palabras, se hace her- en 1949, que es bárbaro e imposible escribir poemas después de
men~u.tica sin saberlo. Así como no hay poema más que si hay Auschwitz no hace m ás que llevar al extremo la misma incapaci-
una et1ca del poema, no hay ética del traducir más que en esta dad de entender lo que hace un poema. A lo cual, idea preconce-
escucha. bida contra idea preconcebida, se opone la poesía de Paul Celan.
Lo que se puede ver más de cerca si se reconoce que un poe- Además, Adorno mostraba tal vez, sin saberlo, que la incapaci-
ma es lo que un cuerpo le hace al lenguaje: una semántica serial. dad de sostener la ética del poema estaba acompañada de una
Es el ritmo como organización del movimiento de una palabra, incapacidad de lo político, situado en un "eclipse de la razón".
(y ya no su definición clásica, que es la del signo, como alternan- Pensar la ética del poema muestra que las dos incapacidades son
cia binaria de lo mismo y de lo diferente) en el continuo ritmo- una sola y la misma. Entonces diría, paradójicamente, que si uno
sintaxis-prosodia, en el encadenamiento de todos los ritmos, rit- no piensa el poema tampoco piensa lo político. Sino como una
mo de ataque, ritmo de las finales, ritmo de posición, ritmo de categoría autónoma, un paradigma del signo.
repetición, ritmo prosódico, ritmo sintáctico. Es la fuerza de esta meditación de Marina Tsvietáieva, que
Esta atención no es habitual, no se la enseña, hasta donde sé9. también riene esta notable propiedad de invertir otra represen-
H ablar de lo que un cuerpo le hace al lenguaje puede parecer ex-
traño e incomprensible. Sin embargo hay un ejemplo concreto, en 10
Rilke, Pasrerna k, Tsvera"ieva, Correspondance a trois, lté 1926,
lo que dice Marina Tsvietáieva: "a fuerza de gritar, de saltar, de an-
G allimard, 1983, p.208.
11
En Tsvetaiva, A Pictorial Biography, ed irada por Ellendea Proffer, Ann
~ . enrrc orros, a Gcra
p'emno, ' rd Dessons-Henri Meschonnic, Traité du Arbor, Ardis, 1980, p.35. Para más deralles remiro a La rime et la vie, Verdier,
rythme, Des vers et des proses, Dunod, 1998. 1990, p.208-231.

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ración común, que pondría el gemido del cuerpo antes de su ex- Lo que permite reconocer eso de lo cual algunos regímenes
presión por el pensamienro, mientras que ella plantea que es el políticos ofrecen por ellos mismos la ilustració~ y la _c,onfirm~­
efecto mismo del poema, es su retroactividad lo que deja oír el ción, que la ética del lenguaje, que hace una mvenc10n conn-
cuerpo. La queja. nuada de vida, se opone a todo lo que es un atentado a una vida
Y si el poema, como habla de él Marina Tsvieráieva, es único humana. Donde conviene particularmente reconocer lo teológi-
en hacerle al lenguaje lo que le hace, sería un error- es el mismo co-político como una cu ltura del odio. Lo que pone a Hegel en
error canónico - ver allí un desvío, una desviación, en relación . el museo: ya basta de la configuración que en él oponía una re-
al lenguaje ordinario. Para no volver a caer ahí tontamenre, bas- ligión del amor a una religión del odio. Nos acordamos que así
ta con atenerse a la sisremaricidad específica de lo continuo, que designaba al cristianismo y al judaísmo.
no se opone al "lenguaje ordinario", por la razón de que eso que Fuera del dualismo del signo, entonces podemos desplazar el
se llama así es una multiplicidad de otras sisrematicidades, y que paradigma teológico. Desde el punto de vista de la ética del len-
no tienen para nada la misma ética. guaje, de la ética del poema, el paradigma teológico es el paradig-
La ética del traducir, es traducir la subjetivación máxima de ma que opone lo teológico-político a una desceologización radi-
un sistema de discurso que un poema hace. Dicho de otra ma- cal de la ética, es decir paradójicamente a la vez de lo divino y de
nera, es el signo lo que se traduce. Dejar el poema activo, si no, lo humano. La ética del lenguaje, a contra-cultura, contra todo lo
traducir es destruir. que conduce este mundo, más o menos a su pérdida, trabaja en-
Y por oposición a la antropología de la totalidad que el signo ronces en desteologicopolitizar el lenguaje, el poema, la ética y la
hace, traducir un poema a poema participa del infinito. Traducir política. Eso de lo cual, naturalmente, nuestra cultura del signo ya
un poema a un enunciado, en los términos y los medios del sig- no tiene ni idea puesto que ella no tiene teoría del lenguaje.
no, es llevar el infinito a la totalidad. El poema desapareció por- Lo cómico que no s.e percibe de la situación, lo veo en la tra-
que la ética del poema desapareció. Después, vienen las lágrimas ducción, por ejemplo, de los textos religiosos por los religiosos.
de cocodrilo acerca de lo intraducible. Basca con que ellos vean allí su verdad para dividir en dos la éti-
Por eso yo diría que el único medio, no de salir del signo, ese ca del lenguaje a traducir: la verdad, y necesariamente su residuo,
juego de sociedad de los años sesenra y los que siguen, cuando se la forma. De esa manera debilitan y destruyen el objeto mismo
agicaban los señuelos de Bataille y de Arraud (ellos son todo sal- de su devoción. No traducen el poema, se persignan.
vo señuelos, se hacía de ellos señuelos), el único medio de pensar Pensar no es pensar sin la teoría del lenguaje, y pensar, es tra-
los límites del signo, es pensar el poema como la ética más fuerte bajar en transformar el pensamiento. De lo contrario, es el man-
del lenguaje, precisamente porque el poema es el eslabón débil de tenimiento del orden. Pensar, entonces es actuar sobre la socie-
la racionalidad del signo: el signo se rompe en el poema. dad, o no es nada. Es decir que pensar y la ética, es todo uno, y
La sistematicidad interna de la teoría del lenguaje, llevada a la ética del lenguaje, contra los cultos de la muerte en nombre de
su intensidad máxima por el poema, según su encadenamiento un Dios o no, es el sentido de una vida humana.
lenguaje-poema-ética-política, hace del poema un acto de vida.

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Toda la diferencia entre rtctividad y producto. Que saco de
Humboldt. Y que hace que la modern idad J e una obra no sea su
carácter nuevo o reciente sino su capacidad de ser activa indefini-
damente, y de ese modo estar indefinidamente presente en el pre- VII
sente. De eso hago inmediatamente la definición de la escritura.
Nada que .ver con el estado de lengua, que puede ser antiguo.
Las lvftl y Una Noches de Galland, o la King James Version FIEL, INFIEL, CASI LO MISMO,
de 161 1, o el Edgar Poe de Baudelaire, por ejemplo, duran como
obras. Son escri[Uras.
GRACIAS MI SIGNO
_ Es de~ir, inmediatamente, lo contrario de eso que se ense-
~a. Ensenar la tran~parencia, el único efecro de signo, es ense-
nar a hacer desescn[Ura, cuando hay una escritura. Por consi-
guiente enseñ~r a hacer malas traducciones. La paradoja es que
son las excepciOnes, es decir los logros, las que deberían marcar Digo "gracias mi signo" como se dice "gracias Dios mío". Una
la pauta.
manera de decir: fiel, infiel, todo eso son antiguallas. ¿A qué su-
¿Qué ley? La ley de la subjetivación máxima de un sistema de jeto se dirigen esas palabras? Todo este asumo es una cuestión
disc~rso, por el cual, cualquiera que sea el género literario, e in- de punto de vista.
clus~ve los textos filosóficos, si hay lo que llamo un poema, in- H ago esta reflexión únicamente sobre y a partir de eso que
clusive un poema del pensamiento, está la transformación de una se llama corrientemente traducir, aparentemente de una lengua
forma de lenguaje por una forma de vida y la transformación de a otra.
una for~a de vida por una forma de lenguaje. Es lo que hace Es decir que la primera cosa que hay que encontrar, la con-
una escmura: la invención de una oralidad. dición previa teórica, es hacer entender que el obstáculo mayor
. Y que escapa de los formalismos de la estilística y de la retó- es la asimilación imprecisa, metafórica, entre entender y traducir,
nca que s~ refieren todos a una representación del lenguaje como heredada de la esencialización del lenguaje en Heidegger. Según
lengua y signo.
la cual, como en los dos casos hay interpretación, entender es ya
Traducir el signo en lugar de traducir el poema, es desescribir. traducir, y traducir, desde luego, supone entender. Pienso en al-
Es claro pues que escribir supone repensar toda la teoría del gunos fi lósofos, e incluso en cierra elaboración filosófica, q~e
lenguaje. Y que traducir es la práctica que, más que cualquier Paul Ricreur representa a la perfección, por ejemplo en su lt-
orra, la pone en juego.
bro Sobre la traducción que ya cité, y donde retomaba a George
La conclusión es q1,1e el desafio del rraducir es transformar toda Steiner. Misma especialidad para decir banalidades con un tono
la teoría del lenguaje. Sí, una verdadera revolución cultural. profundo: remover las ideas preconcebidas de fidelidad y trai-
ción. Lo que explica tal vez el efecto mediático, la respuesta para

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d __ ho_rizontt: d~: ~xpectativa. Ricccur ;tdelama pues como dcscu- inlonnaciótL No es casual que los traductores tengan una debi-
br, _lllllcmos ljlte es nor<lUC los hombres j 1-1'- la 11 1
. , r . .. 'u,
d ·¡-·
en guas t eren- lidad por la medfor:t del pasador, y les guste verse como pasa-
~~~ que l_a tr,tduccton cxtsle (p. 22) ,Y que "es siempre posible tle- dores.
"' la muma ,
cosa de ww mrmera diferente"
':J'
(¡> • 45) • r~-,t 1so. V ue1vo Todo eso en esta feria comcmpor<Ínea del pensamiento clondc
a esto mas adclame. Donde Rica::ur pone en el mismo plano " lo se opone la ident idad a la alteridad, la anexión-lengua al dcscen-
qt~e ltacc~ll-os cuando definimos una palabra con otro nombre del tram iemo-lengua, los fucnrisras a los mctistas, el calco a lo natu-
mtsmo •
lextco, • como hacen todos los diccionarios" (p • tí5) T -esta ral, sin ver que eso se toma por el efecto de lo natura l es el colmo
gran tgnor:mcta de la noción de discurso, que no retiene, o no de lo c ultural. De lengua a lengua.
cono_c,e, mas que la noción de lengua, y esta confusión entre tra- De esta manera tal vez se pueda empeza r a ver que la henne-
duccton y metalenguaje. "lodo eso para llegar al desc ubrimiento néutica ambiente es una borrante, que la traducción en los térmi-
co~tr: el motivo famoso de lo intraducible: "Porque la traducció~ nos del signo es una borra nte, por la misma razón, que hay que
e~·tste (p. 56). Lo qu.c llama "hospitalidad lenguajera" (p. l9, 4 3). hacer una crítica radical de los concepros y de las prácticas que se
Ste mpre la casa del .Ser y el hombre del Ser. enseñan como una natura leza de las cosas y un mal necesario. Y
Todo eso, estos fósiles de pensamiento, en los términos de "la sólo vamos a poder salir de a llí desde otro punto de vista.
carne de las palabras, esta carne que se llama ' la letra' " (p. 67), Ante el carácter omnipresente de lo que considero como una
de a_n~~mano pone el n·aducir en la hermenéutica, es decir en la ausencia de pensamiento que no se reconoce como tal, y muy al
tradJCton c ultural del signo.
conrrario es el pensamicnro dominante, no pude, para desbaratar
, Por ~s?. digo: "fiel, infle! - casi lo mismo". Porque a pesar de la falsa seriedad de los Sentados, más que entregarme a un juego,
su oposJCton aparente estas dos nociones hacen la misma cosa: que es el de numerar la factura a pagar. Para traducir. Para retra-
p_ermanecer en la oposición entre la forma y el contenido, es de- ducir. Para saber lo que hablar quiere decir, y puede hacer.
~tr en los dos casos, en el signo. Si traducimos fiel, o traducimos Por eso, lo hago en nueve golpes, y c uento.
~~fiel, no hacemos más que una sola y misma cosa, traducimos Primer golpe, una buena noticia: no hay problemas de tra-
stgn?, en lug~r de traducir, cuando es posible, el poema del pen- ducción, no exisre lo intraducible, sólo hay un problema de teo-
s~mtento. Mtentras la poética muestra el discurso, el sistem a de ría del lenguaje, de representació n del lenguaje. El signo impide
dtsc urso, el traducror hcrmeneutizado y el filo'so co · 1 · p ensar el lenguaje, paradoja número uno, mientras que él pasa
n mtran e stg-
no. El- dedo, en lugar de mirar la luna.
por la naturaleza del lenguaje. Como impide pensar el lenguaje,
]~?o lo que ellos ~ueden traducir, es lo que dice o lo que un impide pensar el poema, si no es a través de él mismo. Así cradu-
enunuad~ parece dectr, no lo que hace, lo que nos hace, un sis- ci r un poema a través de las caLegorías del signo, no es traducir
tema de dt_sct~rso. Ahora bien él nos hace sujetos.
el poema, es traducir el signo. Por consiguiente el signo impide
Poner stn Interrupción encender y traducir, es no darse c uen- ta mbién pensar lo que es traducir. Vuelvo a decir que llamo poe-
ta de que ~e reemplaza un pensamiento del lenguaje, una teoría ma a la invención de una forma de vida por una forma de len-
del lenguaJe por el motivo de moda de la comunicación y de la guaje y la invención de una forma de lenguaje por una fo rma de

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.
vida, ambas insepar.tblcmentc. Lo que hace eventualmente del del contenido, de la letra y del espíritu, donde se inscribe la di-
pensa miento un poema, y que se pueda hablar de un poema del ferencia de las lenguas, a traducir eventualmente. Están las gra-
pensamiento. Si hay un poema del pensa miento, hay que tradu- máticas y está n los diccionarios. Esta dualidad también caracte-
cir este poema, no el signo. C uando se traduce en los térm inos riza a la representación lingüística. Así pues, cuando se traduce,
del signo, no es lo que hay que traducir lo que se traduce, es su se traduce de una lengua a otra lengua, es la evidencia.
propia representación del lenguaje, en los términos del signo. A Aquí hay dos efectos de teoría. Uno es que las ~osas dell.en-
partir de allí, ya no sé si lo que anunciaba como una buena noti- guaje - es decir del signo tomado como el ~enguaJe - co~su~u­
cia es una buena noticia, porque el problema es mucho más difí- yen un modelo lingüístico. Es el asunto m1sr:'o ~~ l.as c1enc1as
cil de lo que uno cree ame un texro a traducir. Y el traducir uo es del lenguaje, de la lingüística genera l y de las lmgu1st1cas le~gua
lo único que puede resolverlo. Puesto que es el problema de roda por lengua. El otro efecto es que este ~od.~~o, tal co~o ~sta re-
nuestra representación del lenguaje, y ella está hecha de tal ma- presentado, según los términos de los hnglllstas, en s1gmfican~e
nera que no nos da ni razones ni medios para resolverlo. y significado, no hace más que yuxtaponer, como dos heteroge-
Segundo golpe: precisamente, mostrar que lo que tomamos por neos uno con el otro, el sonido y el sentido.
la natura leza del lenguaje, según los medios del signo, no es más Y lo que muestra la crítica del signo, desde el pu~t~ de vista
que una representación. Por una parte, es posible a partir de la en el que me sitúo, es que el signo no es en ab.sol.uro un1c~menre
antropología, la que nos permite salir del tarro en el que nos agi- un modelo lingüístico, sino un modelo consmllldo de se1s para-
tábamos, y a partir de la experiencia del poema; y por otra par- digmas, todos binarios, de manera que el signo•. es seis veces ~os
te es necesario para tomar nota de los efectos del signo, y de sus igual a dos; y por otra parte, de estos dos consmuyentes del. sig-
límites. Se trata pues de hacer la crítica del signo, donde nada no, uno roma empíricamente el lugar del otro, .que e~ cuno~a­
más que la asociación de los dos términos muestra lo que hay mente a la vez escamoteado y mantenido. Los se1s segun la mis-
que entender por crítica. Es el estudio del funcionamiento y de ma homología 1•
los efectos de teoría. En lo cual la crítica es constructiva (lo digo Pero el signo, por él mismo, no lo deja ver. , .
ya que algunos creen que ella es destructiva, cuando no la con- Los efectos de teoría del paradigma lingüístico son la reronca
funden con la polémica e incluso los hay que dicen que es ju- de lo propio y de lo figurado, el etimologism~ en aquellos q~e to-
día), y es también, por eso mismo, el trabajo de reconocimiento man el origen por el sentido (como C houraqm en su traducc1on de
de los efectos en las prácticas, por los cuales se desprende la di- la Biblia) y es la oposición entre prosa y poesía, de la cual Shelley
ferencia entre las teorías débiles y las teorías fuertes. C uestión de A
decía en Defense of Poetry que era un er~~r vulg:C. Es ta~~ién
rendimiento. lo que Saussure llamaba las divisiones tradiciOnales y que cnuca-
El signo es un conjunto cultural omnipresente, desde hace ba: léxico, morfología, sintaxis. Es la primacía de la leng~a, lo que
casi dos mil quinientos años. Tiene la fuerza de lo familiar refor- impide pensar el discurso. Es el lenguaje poético conceb1do como
zado por las ciencias del lenguaje, en su estado general. Está re-
presentado de manera corriente según el dualismo de la forma y ' Reenvío a "Érica del lenguaje, édca del traducir, urgenre", JI.

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una desviación en relación al lenguaje ordinario - lo que agrava la oposición ese11Lialisra 1 realista de lo masculino y de lo femenino,
vieja pareja, a la Heidegger, de lo auréntico y de lo inauténtico, ahí y la confusión entre el sexo biológico y el género gramatical.
d?nde Malinowski descubría la función Hrica. Desde el punto de Llego al paradigma teológico, paradigma cultural - pero son
VIsta en el que me sitúo, lenguaje poético y lenguaje ordinario son codos culturales. Es la puesta en escena del significante escamo-
dos entidades reales- fantasmas de pensamiento. Raro efecto de teado y mantenido. E~ el Antiguo Testamcmo, y el significado
lenguaje, que el realismo produzca fantasmas. que le d a senrido, es el Nuevo Testamento, según la teología cris-
Luego está el paradigma filosófico, que, al oponer las cosas y tiana de la prefigurac.ión. Ahí una vez más, gracias Hegel, la re-
las palabras, crea el viejo problema, que hay que retomar en sus ligión del odio y la religión del amor, y las teologías políticas del
implicaciones éticas y políticas, del realismo y del nominalis- Verus lmtel. Diecisiete siglos de lo mismo, ya ni siquiera se ve: la
mo. Veamos a Hegel: la palabra es la muerte e incluso el asesina- prueba, el cominuo del antijudaísmo al antisemitismo, y el uso
to de ~a ~osa. Co.n ese viejo Guióol que es la cuestión del origen. de los Protocolos de los Sabios de Sión y de Mein Kampfen la isla-
Pero el Siempre Juega: por ejemplo Merritt Ruhlen: 1he Origin mización del conflicto israelí-palestino, que la bienpensancia (de
ofLanguage (1994) traducido en 1997 con el rítulo de EL Origen izquierda) no quiere ver.
de las Lenguas. Subtítulo: En las huellas de la lengua madre. Y se En cuanto a los efectos de ideologismos, el más bello es por
confunde origen y funcionamiento, arbirrario y convención . Es cierto el "Dios de los ejércitos", adonaí' tsevaot, que traduzco
uno de l~s lados cómicos. El otro es que no se retienen más que "Dios de las multitudes de estrellas". l:s el sentido, atestiguado
l~s pareCidos. :e~·o lo que más cuenta son las diferencias: hay que por el diccionario de Koehler-Baumganner.
fiprse en los stnonimos. La traducción "Dios o Seóor de los ejércitos" se remonta a la
Y el paradigma antropológico opone el lenguaje a la vida, lo Vulgata, Dominus exercituum, Deus exercituum. En francés está
general a lo panicular, pero también, en Lévy-Bruhl, lo civiliza- en Le Maistre de Sacy como, "el Señor de los ejércitos", que a
do Y lo primitivo. Allí también hay razones para reconocer que se veces traduce como "el Seóor de los poderes", traducción de la
opone no el lenguaje a la vida -como hace Wittgenstein, como Septuagima, Kurios ton dunameon; está en O stervald como, "el
hace ~~orno- sin.o una representación del lenguaje a una repre- Eterno de los ejércitos", y en Segond, lo mismo; en Crampon
sentacwn de la v1da. Hay allí necesariamente repercusiones so- como, "Yahweh de los ejércitos" y en Osty, "Yahvé de los ejér-
bre el pensamiento y la práctica del traducir. Y sobre la confu- citos" y Dhorme, lo mismo. Está en la King James Version
sión entre palabra y concepto. como, "The lo rds of hosrs"; en la traducción "del mundo nue-
Pero es algo qne no terminó. El academicismo se renueva. vo": "Jehová de los ejércitos"; en la espaóola Biblia deL pereg1'ino
Lévy-llruhl oponía el adulto normal masculino civilizado blanco como, "El seóor de los Ejércitos", y en la española de América la-
no solamente al primitivo, sino al conjunto de la mujer, del loco, tina, "Jehová de los Ejércitos".
del nióo, del salvaje y del poeta. En esta lógica est<Í el rechazo del En la Biblia Bayard, la traducción varía según los textos y,
extra~!ero, ~amo lo muestran algunos nombres de pueblos, pero por ejemplo, es "YHWH de las Tropas" en Isaías y "Yhwh de los
ramb1en esta la mermelada deliciosa que son los Gender Studies, la Ejércitos" en Amós.

90 91
Sí, wdo eso es para aborrecer. (la descolon iLación, el primit ivismo) y la transFormación en el
Pero el signo, es tambi~n su paradigma social, la oposición del pensam ienco d el lenguaje, por la noción de discurso, han trans-
individuo a la sociedad. El también tiene sus ideologismos, sus formado, o rrahajan para tra nsformar el traducir.
teologismos: como el individualismo destrucror de la sociedad Pero hay que reconocer que lo que reina, en el pensamiento
occidental, para socio-teólogos como GiBes Lipovetski o Luis del traduci r, es la ling üística de la traducción, con la expansión
Dumonr. Para quien el modelo de la jerarquía es la sociedad de las nociones de equivalencia formal y de equivalencia diná-
de las castas en India y el segundo relaco de la Creación, en el mica, según Eugene Nida. Lo que equivale a la sobrcimposición
Génesis, la historia de la costilla. de la ~orma sobre la lengua de partida y del contenido sobre la
En la m edid a en que este paradigma tuvo efecros literarios, lengua de llegada. Lo binario del signo donde la pragmática no
es también a la vez un paradigma del lenguaje y un marcador hace más que agregar el acoplamienro estímulo-respuesta sobre
del traducir. el acoplamienro forma y sentido. El empirismo tanto como la
El último paradigma del dogma es una aporía de lo político, hermenéutica refuerzan este esquema. Y sin embargo este esque-
e~ la oposición propia del Contrato social entre minoría y mayo- ma, que reina, es malo para la traducción.
na que cumple perfectamente la maniobra del escamoteo-mante- Quiero hacer que se o iga que lo fami liar, lo aparentemen-
nimiento de la minoría. Es un convencionalismo político. Donde te razonable, lo que se ensena como la verdad y la naturaleza,
se inscribe el mico literario del horizonte de expectativa. Que el signo, es una locura, una esquizofrenia del lenguaje. Tal vez
plantea también el problema de la inteligibilidad del presente, de se olvidaron, pero es el tacer golpe. La paradoja , si se piensa en
la imprevisibilidad del pasado, efectos de poder del número más 'Izara, en Anton in Artaud, es que la relación con el cuerpo y
~rande sobre las ideas preconcebidas, donde se inscriben eso que con el grito pasa por estar cerca de la locura. Mientras que lo
tienen de revelador las demoras de la traducción: LTJ (Lingua que es una loc ura es la separación del lenguaje en dos elcmen-
Tertii lmperii) de Víctor Klemperer, traducido con el título de ros radicalmente heterogéneos uno con el otro. Lo que hace
La lengua del!!! Reich en 1996, tardó cuarenta y nueve años en que luego se confeccionen pasajes: el simbolismo de las sonori-
ser traducido en Francia, mientras que era un éxito de librería en dades que conForma un originismo, o una motivación por ex-
Alemania desde 1947. Ejemplo-tipo de la política del traducir, las presividad, o la duda prolongada enrre el sonido y el senrido
demoras o las celeridades de la traducción. como dice Valéry. Mientras que desde el punto de vista de la
El signo, es rodo eso, y que se sostiene. Es una fuerza, una experiencia de pensamiento que es el poema, y que desborda
o~nipresenc ia, que determina una descomposición del pensa- rodo experimenralismo y toda mística, en el lenguaje hay tan-
mtenro: d el pensamiento del lenguaje, del pensamiento del poe- to disconrinuo, como también hay cominuo. Pero el signo no
ma, del pensamiento de la ética y del pensamiento político. lo sabe, e impide saberlo.
Ahora bien traducir trabaja en la crítica del signo, por su his- El signo es el ejemplo mayor de que cada saber produce una
toricidad propia. T raducir no está aislado en una autonomía de ignorancia específica, no lo sabe y esconde por consiguiente que
procedimientos. La transformación de las lógicas imerculturales esconde lo que esconde.

92 93
En eso el signo se parece perfect:l me me a lo que hace la tra-
ducción corriente, a la que llamo una borrante. por entero en el signo. De ahí la debilidad de la auLOnomización
Enronce\ hay que provocar, partiendo de la experiencia del Jel traducir en traducLOiogía.
poema y de la experiencia de traducir un poem:1, una crisis de Al respecto hay que intentar un nuevo golpe, el cuttr'IO, de-
signo. Crisis de signo: alusión, desde luego, a Crisis de verso de nunciando una impostura que duró demasiado, y que por lo que
Mallarmé. Pero el desafío es forzar m:ís, y más allá de una dife- sé todavía reina, es la idemi flcación del estrucwralismo lingiiísti-
rencia de {·poca, un malestar. Se trata de reconocer un universal co con Saussure. Se da a Saussure como el inventor del estructll-
ocultado por el desconocimiento, y una coherencia hasta aquí ralismo, y sería su cominuidad. Pero el esrrucruralismo es, como
desapercibida. ya se puede estar seguro desde la publicación en el 2002 de los
Se trara de perturbar al signo, esta locura del lenguaje. Y, so- .tscritos inéditos, un conjunto, los he contado, de nueve contra-
2
cialmente, esta locura de perrurbarlo. Y mostrar la fat~edad en la sentidos sobre Saussure. Un macizo de contrasentidos •
ilusión Jc lo ilimitado, es decir su límites, es la utopía y la profe- Todo eso es lo que hace la sistemaricidad de las cosas del len-
cía de la teoría del lenguaje: utopía, porque ella no tiene lugar y guaje, vista desde el punto de vista de Saussurc, que yo hago mío.
porque se la desvía; profecía, porque rechaza las ideas preconce- Es por eso que planteo que hay que pensar Humboldt hoy. Porque
bidas. Estas dos cond iciones le dan su libertad. la difusión del esrructuralismo, al reforzar el signo de su aparente
Desestabilizar al signo. Sin repetir la seudolocura de los años cientificidad, no puede no tener efectos de teoría y de práctica so-
sesenta que proponía una salida fuera del signo. Ese nietzsch is- bre el acto de traducir, y el resultado que surge de allí.
mo literario que, Je una manera bastardeada, es prolongado por Entonces hay que dar el quinto golpe: construir, contra la co-
el descontruccionismo. O, mostrar la fuerza, y las debilidades, herencia del signo, la contra-coherencia de lo continuo. Donde
del signo. Dar un golpe de Biblia en el signo. Un golpe de ritmo. sólo puedo indicar las cosas rápidamente.
Un golpe del ritmo, del poema. El signo se rompe en el poema. Porque planteo un primer continuo que es el cuerpo-leuguaje.
Su eslabón más débil. Un golpe de historicidad radical contra su No se trata de carne -esa charcutería- ni de neuronas en un poe-
esencialización, su dualización en cadena. Para desencadenar una ma. Pensar el cuerpo-lenguaje, es pensar de nuevo la relación en-
precipitación de sus paradigmas que poco a poco perderían sus rre el lenguaje y la vida, a partir de la definición de la "vida hu-
elementos como, en los dibujos del humorista Ronald Searle, los mana" según Spinoz.a, en el Tt-atado político (V,V), no por la "cir-
libros perderían sus letras. Para dar lugar a O(fOS paradigmas. culación de la sangre" pero "sobre todo por la razón, la verdade-
Un nuevo elogio de la locura, tal vez. Y el colmo de la uro- ra virrud y la vida del Espíriw- sed maxime ratione, verá !vlentis
pía: no quedarse fuera de lugar, descalificar la incompetencia virtute, 6 vitt2". Como eso supone necesariamente el lenguaje,
insta lada. eso se opone a la oposición común entre el lenguaje y la vida.
También es mostrar los límites de la hermenéutica, no porque
no haya necesidad de ella, sino para mostrar que cuando ella se 2 Aquí cambién reenvío a "El senciJo del lenguaje, no el sencido de las pa-

roma por todo lo que se puede decir y hacer, con el sentido, está labras", V. Y para Spi nota, en el capí1 ulo lll, "Écica del lenguaje, écica del
n·aducir, urgcnce".
94
')'j
En el discurso, lo que yo propongo reconocer como un sis- mero "los fi lósofos". Indicio sutil de que el filósofo no conoce del
tema de discurso es una semámica serial que tome como conti- cuerpo más que el cuerpo de profesores de filosofía. Y además
nuo ritmo, simaxis y prosodia: el ritmo como organiLación del n·aduce ajfectus a veces por "afecto", a veces por "pasión". Lo que
movimienro de la palabra, y por consiguieme los ritmos: ritmo rompe a la vez la coherencia del pensamiento de Spinoza e impi-
de posición, ritmo de ataque, ritmo de las finales, ritmo de re- de pensar el lenguaje de Spinoza.
petición, ritmo sintáctico, ritmo prosódico. Se ve que ya no son Si se piensa el discurso, se piensa el ritmo, en el sentido de la
las palabras, y que ya no es el signo la unidad. La consecuencia organización del movimienro de la palabra. Es un primer sentido
es que no son las lenguas las maternales, las obras son materna- de lo continuo. Pero este sentido tiene tres consecuencias.
les. Es por eso que yo digo y vuelvo a decir que es la Biblia la La primera es que hay que pensar otra paradigmática diferen-
que hace el hebreo, no el hebreo el que hace la Biblia. No es más te a la del signo. Seis por seis. En lugar del dualismo interno del
que un ejemplo. signo, de la forma y el sentido, pensar el conrinuo es pensar la
Se enriende que las consecuencias son ineluctables para la tra- fuerza en el lenguaje.
ducción. Pero también sobre lo que es leer. Apenas dos ejemplos. En "lugar de la oposición entre las palabras y las cosas, entre
En Poética deL traducir-\ tomé el ejemplo de dos versos de convención y naturaleza, pensar la historicidad radical del len-
Homero (!Líada VII I, 64-65) que muestra lo que las palabras no guaje, su sistematicidad, y el punto de vista.
dicen, la igualdad entre la palabra que dice el grito de desgracia En lugar de una amropología binaria y micologizante, pensar
de aquellos a los que se mata (oimogue), tres largas, y el grito de la pluralidad y la diversidad, no la oposición entre identidad y al-
triunfo de los asesinos (eukhó/e). Y esta igualdad rítmica, escon- teridad, sino que la identidad no adviene más por la alteridad.
dida en la métrica del hexámetro, encuentra lo que la antropolo- En lugar del paradigma teológico del Antiguo y Nuevo
gía homérica descubre. Testamento, un paradigma que oponga lo teológico-político a
Pero en Spinoza, hay un ejemplo que me parece panicular- una desteologización generalizada. Vuelvo a esto más adelante.
mente cómico, desde mi punto de vista, desde luego. Spinoza En lugar del paradigma social que opone individuo y socie-
empieza el Ti·atado poLítico por Ajfectus, quibus conjlictamur con- dad, un pensamiento del sujero. De los sujeros.
cipiunt PhiLosophi ... yo traduzco: "Los Afectos, por los cuales Y en lugar del paradigma político binario, minoría contra
estamos en conflicto, los Filósofos los conciben como vicios ... " mayoría, o la fuerza contra la libertad, un pensamiento y una
Ajfectus es la primera palabra de la frase, la primera palabra del práctica de la pluralidad.
libro. Es un concepro mayor en Spinoza. Ahora bien Pierre- Una consecuencia también, es ver la sistematicidad que sos-
Fran<;:ois Moreau traduce. "Los filósofos conciben las pasiones tiene roda este pensamiento de lo continuo, de tal manera que el
de las que somos presa ... " Ahí donde el pensador puso en pri- continuo cuerpo-lenguaje abra necesariamente hacia el continuo
mer lugar "los afectos", ritmo de posición, el filósofo pone pri- lenguaje-poema-ética-política. De tal manera que un poema no
sea un poema más que si es un acto ético, y si es un acro ético es
3
Henri Meschonnic, Poétiquedu traduire, Verdier, 1999, p. 107- 111. un acto político. En tamo que en el signo el lenguaje es un cier-

96 97
co número de tccnicidades para lingüistas, la poética un forma- ~cguidorl:s no conoce m~ís que la dominación y la cuestión-de-la-
lismo, la ética es un pensamiento abstracto de los valores, la po- técnica, pero de rodas formas no piensa el sujeto, puesto que e~
lítica es el cinismo de la fuerza.
hombre, para él, sólo habla cuando le responde a la l~ngua; 'j ~sta
En este caso, traducir es también un acro érico, es traducir la el sujeto de la historia, pasivo o activo, y para _los _r~ailsmos umc~­
ética poética del poema.
meme las masas o las naciones son sujetos, el mdtvtduo no es mas
Esra sistemaricidad impone rever la cuestión-del-sujero. Para que un número, al que a veces se tatt'ta en el brazo; ~espués e~tá
dar un sexto golpe. Ahí rambién se trata de una situación interesa n- el sujeto locucor de la lengua, que se transforma en SUJeto del _d ts-
re, porque en lugar de un sujero, ese genérico indistinto, esta siste- cu rso desde que abre la boca, no sabe. nada de _eso pero ,n~ tiene
maticidad da a luz trece sujetos por el precio de una docena. importancia, es tanto sujeto a como SUJeto de; v1~ne por u_ltuno el
Hasta aquí no había hecho más que enumerarlos4• Detallo un sujero freudiano, pero somos codos sujetos freudtanos, y SI lo bus-
poco: el sujeto filosófico, consciente unitario volunrario, mejor camos en un texto literario, lo encontraremos, por dos razones, la
que no escriba poemas, porque si sabe lo que hace, hace lo que primera es que él está ahí como las letras están en 1~ palabra Y l~s
sabe; el sujeto psicológico, que riene emociones, si escribe un poe- palabras en una fi·ase, la segunda razón es qu~ bus~~~olo se aplt-
ma, no puede más que enunciar, nombrar, describir lo que siente, can allí necesariamente los conceptos del pstcoanaltsts, por con-
mejor que se abstenga, pero es verdad que las librerías están lle- siguiente se encuentra allí lo que se puso, ninguna diferencia con
nas de sus producciones; después, el sujeto del conocimiento de el gramático que va a encontrar verbos, adjetivo~ y complementos
las cosas, sujeto de la ciencia, y el sujeto de la dominación de las y que por otra parte no riene el derecho de dectr otra cosa,_ y _so-
cosas, sujeto de la técnica- ellos hacen lo que tienen que hacer, bre todo no tiene el derecho de decir si es un poema o una tmtta-
nada que ver con un poema; y el sujeto del conocimiento de los ción no riene los medios para hacerlo, o entonces es que por ser
otros, que invenró la etnología, poco que ver con el sujeto de la grat~ático no es menos hombre, o mujer, y como conclusión si el
dominación de los otros, inventó la esclavitud y la coloniza- sujeto freudiano se encuentra en un poema, él no es el que hace
ción; después el sujeto del derecho, sujeto capital, por el artículo
que sea un poema o una imitación. .,
I de la declaración de los derechos de l789: "Todos los hombres De tal manera que después de esta enumerac10n, de la que de
nacen y permanecen libres e iguales en derechos... ", no era ver- ninguna manera afirmo que sea complera, estoy obligado a co~­
dad, no siempre es verdad, pero es un verdadero imperativo cate- cluir que ni uno de estos sujetos escribió un poema. Por const-
górico, un universal, que muestra inmediatamente lo que ocurre gu ieme debo postular un sujeto número trece, al que llamo su-
cuando se confunde lo universal con la universalización del mo- jera del poema. Y no es el autor, esa noción psicológica-jurídica,
delo occidental, para rechazarla, "asunto de Blancos", y rechazar ni el individuo al que se le da una palmada en el hombro, lo que
a la ve:L lo universal: después Diderot inventó el sujeto de la fClici- entiendo por sujeto del poema es la subjetivación máxima de un
dad, en d prefacio de la L::nciclopedia - Heidegger seguido de sus sisrema de discurso, que hace que la oralidad ya no sea sono_ra.
Lo que se oye es sujeto. Sujeto trabajad~, tr~~sformado. La 111-
En el capírulo V, "El ~emido del lenguaje, no el scmido de las palabras".
4
vención de una especificidad y de una lusronw.lad.

98
99
·. ise) y la rraduc<.:ión de Le Maistre de
A partir de ahí, lo que hay que uaducir es este sujeto, hay que LtLrowse de la langue ftanra ·. l· más bella de las
'1· Uleren ver como a
hacer que se escuche. Sacy, que algunos cato teos q . , "B · s" en 1990,
,, y que fue reeditada en la colece~on
..rances,\s, , ouqum
Dicho de otra manera, es el séptimo golpe dado, lo que hay f
J , h la versión erronea.
que traducir es la escucha, que consiste en escuchar lo que no mantiene rouavta oy e l efectos de teoría de la rela-
se sabe que se escucha (como la expansión del nombre Ofe/ia en Si nos detenemos un poco en os l efecto es a la vez doble
las palabras que lo rodean, lo mostré en Poética del traducir), y ción con el texto bíblico, brevemente\' ed B'bl'
. olfle Un go pe e 1 ta. .
eso desborda roda hermenéutica: es una significancia desemioti- y uno solo. Es e1 octavo~ r . í mica del texto, la organt-
Primer efect~, a .pam~ de ~:::::¡ que significa "gusto", el
1
1
zada. De donde, vastO programa, habría que retraducir todo lo
que sólo fue traducido según el signo. Lo que implica una crítica zación de los te amzr:z. p ural b término que por sí solo es
1 se uene en a oca, l .
de la transparencia tanto como del calco, y no seguir oponiendo gusto de o que . d del cuerpo-lenguaje, tomo e m-
una alteridad a una identidad sino hacer que se escuche una al- una parábola de la orahd,a. Y d desplazar toda la teo-
mo como el incentivo reonco que pue e
teridad que transforme a una identidad.
Y allí el ritmo, los ritmos desempeñan un papel mayor. Que no ría del lenguaje. b' , n que una objeción teológica-
tiene nada que ver con una forma, ni con esta metáfora bronquial y lo que es revelador, es tam te . , a rehusándo-
h ' rácticamente conunu
de la respiración. Hay muchos ejemplos. Había evocado el caso mente programada re uso, y P . d ct'tble a nuestras categorías
' ica que es trre u
de lsaías (40,3), la voz en el desierro5, donde el lugar del acento se a escuchar esta n~m ' , l bate or el ritmo es un coro-
disyuntivo mayor durante mucho tiempo fue puesto tal como en griegas de pensamtemo. Ast e com, p
ua la teologta.
Le Maistre de Sacy: "Se oyó la voz de aquel que grita en desierto: bate contra una, o con , l . o del Génesis y desde
· r de texto mtsm '
Preparen la vía del Señor", para qo/ qore 11 bamidbar panu dérekh Segundo ef,ecto, a paru h econocer una distinción
adonnai: Y la King James Version tradujo: "The voice of him that el punto de vista del poema, ay q~e r can acerca de un texto
. . h en cualesqutera s •
crieth in che wilderness, Prepare ye the way of the Lord", después que los rehg10sos no ac ' to religioso fundador de
d d lturalmente un rex ' .
la Septuaginta, y después Mateo (3,3) y Juan (1,23). Desde hace que es, es ver a • c~t . , l do lo divino y lo religlO-
l' ión y es la disnncton entre o sagra , 6
dos siglos prácticamente todas las traducciones restablecieron el re tg ' . b muestra claramente .
ritmo que hace el sentido, y por ejemplo la Biblia de Jerusalén tra- so. Que el te.xto sm em argodefino lo sagrado como la fusión de
duce: "Una voz grita: «En el desierto abran el camino de Yavé ... »" Es a parur del texto ~ue E l f . nal el tiempo en el que
l ' ffilCO S O USlO '
Yo traduciría: "Una voz grita //en el desierto 1 abran el camino de lo humano con o cos . . la ser iente a Eva. Lo que permi-
Adona'i. .."Pero la traducción viciosa duró bastante tiempo como los animales hablaban, com? 1 p d de la nostalgia de losa-
te inmediatamente distingUir o sagra o
para dar un refrán: precher dans le désert (predicar en el desierto),
"discourir sans erre écouré" (discurrir sin ser escuchado) (Grand
. el len ua·e no el sentido de las palabras",
r,Lo anuncié en "El sentido d 'b' ~. ~~ Pero cada vez desde un ángu-
V, y en "Traducir: escribir o dcsescn tr • .
~ Más arriba, en "El desafío del traducir es rransformar roda la teoría del
lenguaje", 1V. lo diferente.

JOI
lOO
grado. Cuando Heidegger. intefl)reta a l folderlin "'' ¡.r ·¡· · Segundo efecto, para este texto, a la vez borrado e in:;trumen-
· Wí . " r , .u s :~et tKe set
mem ort, 1~ sa~rado sea mi palabra", como un indicativo y no talizado por lo religioso, por toda una hisroria, plameo que para
como un sub¡unnvo-optativo, confunde los dos, lo que no deja hacerlo oír hay que descristianizado, para rchebraizarlo y oírlo
de tener consecuencias para la ética . como poema.
1.o ~i:ino es ~l pasaje de la vida del principio creador de vida En tercer luga r, hay que reconocer que lo religioso hace lo
a las mtnJmas cnaturas vivientes. ~t odavía no está lo ¡· . L contrario de lo que le hacía decir Lactancio7• Ya que nada divide
. .
J Jvtno , 'l . re •g10so. o
e~L~ e mtsmo fundido con lo sagrado. más a los hombres que lo teológico-político. Basta con pensar en
Lo d tvtno se separa de lo sagrado en t"xodo 3 14 cua d la historia de las religiones. Son asesinas. De ahí que estoy obli-
1 d1 b ·' , n o, en
L~gar e nom re que pide Moisés, Dios responde con un verbo gado a extraer la consecuenc ia de que lo teológico-político es el
1 raduzco: "Seré 1 que seré", reanudación de la promesa del versí~ enemigo mayor de una vida huma na.
culo 12. La supresión del nombre provoca inmediatamente una Lo que conduce, en cu arto lugar, a reconocer que el traba-
ruptura e~~ lo fusiona! de lo sagrado, una trascendencia absolu- jo del poema, de donde deriva el traducir-poema, es desteologi-
ta de lo dtvmo en relación a lo humano. De una sola vez la t zar lo divino.
1 ' • y¡ , eo-
ogta negan~a. . a paradoja es que es lo divino, así entendido, el Por eso el paradigma teológico se convierte en el combare de
que hace .el. mfinuo de la historia y el infinito del sentido. la desteologización en cadena del lenguaje, del poema, de la éti-
Lo reltgJOso aparece más adelante, en el libro d el Éx .J ca y de lo político contra lo teológico político. Por un humanis-
1L · · l oao, y en
e evztzco, como a socialización y la ritualización, la apropiación mo radica lmente histórico.
de 1~ sagrado y de lo divino, los tres fu ndidos en uno. Así, traducir muestra a l mismo tiempo, inseparablemente, la
E!l por eso que los religiosos no hacen la distinción que yo interacción entre el lenguaje, el poema, la ética y lo político.
h ago. Evidentemente, traducir a Shakespeare o a Dante, o a Kafka
~)e~d~ el punto de vista del poema, considero, siguiendo a no tiene los mismos efectos . Es lo propio de un texto que se vol-
Ma tmo~tdes por otra parte, como una idolatría hablar de "texto vió cultura l, el "Gran Código", exacerbar estos efectos. Su interés
sagrado y de "lengua santa"- el hebreo dice solameme " len es mucho mayor, de hacer este revelador. Es posible que cuanto
de la santidad", lechon httqódech. gua más grandes sea n los textos, más desempeñen este papel, puesto
Estamos entonces ante un efecto cuádruple El . que no se deja de traducirlos.
d · , · pnmero es
una .para ,o¡a, m_a~ ve el religioso una verdad en el texto que reve- Es por ellos que traducir no aparece solamente como una
rencta, mas debdtra este texto cuando lo traduce, porque la ver- poética cxperimencal, sin o también como una ética experi-
dad, como el sentido, produce un residuo la fcorma El . mental d el sujeto del poema, y una política experimental del
1 ~ ' '· . connnuo
a uerza d~l texto deviene d isconti nuo, del signo. Las traduccio~ le nguaje.
nes confes•_onales muestran esta consecuencia paradójica y a la
vez no 1~ v~n y no pueden hacer nada con eso. Lo religioso sólo 7 Ver la úlrima parrc de "El scnrido del lenguaje, no el scnrido de las pa-
se ve a st mtsmo, corno el signo. labr,¡s", Y.

102 10]
-
J E:~tot,lces, queda ~or manillar el último golpe, el noveno, <¡ue
os rcun~ ~- todo~, _se tmpone: es pensar esra interacción lenguaje-
poem.t-ctlca-polmca como una sola sisremaricidad Al , d
¡ J · • . 11 es on-
( e rra uctr se revela en su imporranch m·tyor N d
. , ' ' • · a a que ver con
t~n Interprete, con p~sar de lengua a lengua, que recuerda irresis-
VIII
nblemenre lo que dJCe Monresquieu del n·aductor en las Cartas
per~as: qu~ n~ ~iensa. Ya no se trata tampoco de una traducto- FUENTISTA, METISTA, ES LO
logta. El eJerciCIO de una teoría de conJ·unro del len . b .
para una "v1.d a h umana". guaJe tra aJa MISMO

¿Fuentista, metista. ¿Fuenmetista? Mefuentista?


No hago más que imita r el estilo de una breve historia de
Lewis Carroll, en el prefacio a The Hunting of Snark. C uenta
que en las guerras inglesas del siglo XVI, enrre partidarios de
William y de Richard, un hombre es apresado, por uno de los
campos, y le preguntan quién es, es asunto de vida o muerte, y
en su angustia dice Rilchiam .
¿Se puede hacer lo mismo con fuentista y metista? Salir de
esta oposición dramática. O tal vez cómica. C uestión de pun-
to de vista.
Al respecto, sé que paso por un fuentista, pero en la noción
de centro de la meta que evoca el tiro al arco, se trata de apun-
tar justo, y ya no estoy para nada seguro de aquello que aparecía
com o opuestos irreductibles.
Mi único punto de discusión sigue siendo la cuestión de la
especificidad del traducir, de la cual algunos hacen una discipli-
~a específica, la traductología. Es sobre semejante autonomía que
rengo reservas, desde el punto de vista de la teoría del lenguaje,
de la especificidad interna de las cosas del lenguaje.
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