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Familia “Mater Dei“

Pedagogía de las “Pequeñas


Cosas”
“Un Pensamiento al Día” de la Sierva de Dios María Bordoni
Fundadora de la Obra “Mater Dei”
- Puedes escoger una sugerencia para hacer tus propósitos prácticos de cada día.
- Entrega en la Eucaristía, al momento del Ofertorio, por las manos de María, las pequeñas cosas hechas con amor y
estarás colaborando con la obra de salvación de su Hijo Jesús.

Del 25 de Junio al 01 Julio


El Pensamiento de hoy Propósitos
25 Debemos llevar el sello de Jesús Hoy me propongo hacer todas las cosas como las haría Jesús. Por ej.:
en las obras de caridad hacia el -seré misericordioso, como Jesús, y disculparé o perdonaré a
prójimo y en nuestro contacto con quien cae en el error, no lo juzgaré ni lo criticaré;
los demás. -seré paciente, como Jesús, con las personas inoportunas o que
pretenden, no las evitaré ni las rechazaré;
-seré sencillo-a, como Jesús, haré las cosas sin buscar llamar la
atención, que se me agradezca o elogie; etc.
26 Ayudarnos pero sin “prédicas”. Hoy, con la ayuda de Jesús y de María, me propongo confiar en
Una palabra de menos y una los esfuerzos que hacen mis seres queridos por cambiar, en
sonrisa de más. (1) especial mi cónyuge. Por ejemplo:
-relativizar los defectos de los demás, en especial de mi cónyuge,
con una hermosa sonrisa o una palabra gentil, o un gesto
cariñoso que exprese comprensión, aceptación o disculpa;
-ser paciente y dulce ante las actitudes de mi cónyuge, que no
me agradan y orar antes de dialogar con él-ella; etc.
27 ¿Por qué hace diez años yo era Pediré al Señor que renueve su amor en mi corazón, para vivir y
entusiasta y ahora no? Si ahora no entregarme a los míos con entusiasmo. Por ejemplo:
hay este entusiasmo, quiere decir -pondré toda mi buena voluntad para hacer las más pequeñas
que me he “oxidado”. Es cosas con amor, en especial con mi cónyuge;
-daré testimonio del amor de Dios a las personas con las que me
necesario utilizar el aceite, el
relacionaré el día de hoy, acogiéndolas, animándolas,
aceite del amor. comprendiéndolas, aceptándolas, etc.
28 El alma que se encamina en la vía -Hoy me propongo corresponder a la gracia que Dios me da,
de la perfección debe poner dando amor a mis seres queridos con actitudes, palabras y gestos
decididamente en la raíz de cada cariñosos y delicados;
acción el deseo fuerte y generoso -hoy pediré al Espíritu Santo que fortalezca mi voluntad para
decidirme a poner amor en todo lo que hago, en especial en lo
de santificarse. (2)
que más me cuesta, entregándoselo al Señor en la Eucaristía; etc.
29 El medio más grande y hermoso Pediré al Espíritu Santo que me ayude a valorizar el tesoro de la
que nos lleva a la santidad es la Eucaristía, a recibirla con amor y veneración, para asimilar a
Santa Comunión. Tenemos en las Jesús en mi vida y reflejarlo a los demás con mis pensamientos,
manos un tesoro infinito que palabras y acciones. Por ejemplo:
-con la fuerza de Jesús Eucaristía, imitaré su pobreza y humildad,
olvidamos a menudo. (3)
superando pequeños resentimientos, disculpando pequeños olvidos
o indiferencias de mis seres queridos y los ofreceré con Jesús;
-con el amor de Jesús Eucaristía, acogeré las pequeñas
ocasiones de sacrificarme por los míos, sin evitarlas y sin
rebelarme, ofreciendo todo con amor a Jesús; etc.
30 Estoy sujeto a caer y siempre en Con la ayuda de Jesús y de María, me examinaré para conocer y
las mismas cosas, pero debo aceptar los defectos en los que siempre caigo y, sin dejarme
volver a empezar. (4) vencer por el desaliento, confiando en el amor de Dios, pondré
todos los medios para corregirme. Por ejemplo:
-si tiendo a la pereza, no dejaré para mañana lo que puedo
hacer hoy;

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-si soy rencoroso, con la ayuda de Jesús, renunciaré a mis
pequeñas venganzas, como: quitarle la palabra, evadir su presencia…
1 Cuando tenemos el deseo de Hoy pediré al Señor que me ayude a reconocer que el camino que
hacernos santos, cualquier he elegido (matrimonio, familia) es un camino de santidad que
camino que se tome es bueno. debemos realizar juntos. Por ejemplo:
-veré las diferencias de caracteres como una ocasión que me da
el Señor para santificarnos mediante la aceptación, comprensión
y ayuda mutua para superarnos;
-pediré a Jesús un corazón humilde y misericordioso, para perdonar
inmediatamente pequeñas ofensas e incomprensiones y darnos
siempre la oportunidad de sanar nuestras heridas y volver a empezar.

Hacer nuestros los sentimientos de Jesús para perdonar como Él y con Él


«Observar el mandamiento del Señor es imposible si se trata de imitar desde fuera el modelo divino.
Se trata de una participación, vital y nacida "del fondo del corazón", en la santidad, en la misericordia,
y en el amor de nuestro Dios. Sólo el Espíritu que es "nuestra Vida" puede hacer nuestros los mismos
sentimientos que hubo en Cristo Jesús. Así, la unidad del perdón se hace posible, "perdonándonos
mutuamente como nos perdonó Dios en Cristo"(Efesios 4,32)».(Catecismo de la Iglesia Católica 2842)
(1) Actuemos con caridad frente a los defectos de los demás: «Es fácil la caridad fraterna con quien está fuera
de casa (el prójimo) y es difícil con quien nos está cerca y vive con nosotros... Con quién vive cerca de nosotros
es difícil ser amables, pacientes y dulces; cargamos con un equipaje de muchas imperfecciones, de
susceptibilidad, de aspereza... que salen fuera en cualquier convivencia y es natural que así sea; es ridículo
escandalizarse, porque esto se verifica en toda familia. Pero debemos tener la caridad que une siempre, cada
vez más estrechamente. Por ejemplo, pretendemos que Fulana cambie una actitud y no sabemos, sin embargo,
cuánto habrá tratado de moderarse. Es necesario que tengamos siempre caridad: ¿saben cómo? Con una
hermosa sonrisa, un hermoso acto gentil y, de este modo, tu virtud ayudará a los demás. Con quien vive fuera
de casa es más fácil un acto de caridad, aunque se trate de una persona antipática; a menudo esto no es fácil
con quien está cerca de nosotros.» MARÍA BORDONI, vol. 2, 18.10.1954.
(2) Cuando amamos, correspondemos a la gracia de Dios y nos santificamos: «Delante de Dios no hay alma
más grande o alma más pequeña, sino el alma que mejor ha correspondido... El Señor pide a todos la santidad;
y si, examinándome, encuentro mi pobreza y miseria, no me debe importar, ya que la santidad está basada en la
correspondencia y la correspondencia es amor. La gracia es amor y cuando damos amor correspondemos,
cumplimos la voluntad de Dios y llegamos a la santidad.» MARÍA BORDONI, vol. 2, 21.12.1955.
(3) La Santa Comunión nos impulsa a vivir la pureza, la pobreza y el sacrificio, como Jesús : «Un
pensamiento sobre la Eucaristía: en primer lugar consideremos la pureza que se presenta ante nuestra mirada;
en segundo lugar la pobreza y la inmolación continua. Amor a la pureza: Mirando la blanca hostia nos lleva a
reflexionar sobre la pureza: no pensemos solamente en la pureza del cuerpo, sino en abstenernos de toda
mancha también en la mente. La falsedad, la mentira, ¿no contrasta la pureza? El orgullo, ¿no altera la
pureza?... Pongamos mucha atención para que el alma, la mente, el cuerpo, sean puros; no admitamos
desarreglos que enturbien nuestra interioridad. Busquemos la pureza en sentido amplio, grande, evitando y
quitando todo género de pecados y manchas. Estudiemos el modo de volvernos puros; ingeniémonos para
sacar del corazón lo que lo vuelve menos hermoso y lo enturbia, para que se parezca al de Jesús.
Amor a la pobreza: Si Jesús ha querido esconder Su infinita grandeza en una pequeña forma, tanto que ha
dejado que los demás hagan de Él lo que quieren, dejándose tocar también por manos indignas; tenemos que
sentir el deseo de ser pobres y pequeños para parecernos a Él. Amor a la inmolación y al sacrificio: Es un
fruto más difícil y costoso, pero nace también de la Eucaristía: no lo esquivemos, más bien, amemos el sacrificio
imitando a Jesús y considerando Su infinito amor por nosotros. Seamos generosos también en las más
pequeñas cosas: ¿Se presenta una pequeña mortificación? Se trata de cumplirla, sin evitarla y sin rebelarse.
Estos son los frutos de la Comunión cotidiana; si no nacen, hay un obstáculo que debe ser localizado y eliminado.
El Señor en la Eucaristía no se contenta de expresiones bonitas y de bellos discursos: la mejor forma de
agradecimiento y de preparación está en la práctica; el sacrificio mismo toma impulso justamente de la Eucaristía;
si se hace la Comunión bien, con atención, si el alma busca vivirla, todo irá bien.» M. BORDONI, vol. 3, 20.06.1957.
(4) ¡Recomencemos!, despertemos en nosotros el amor de Dios y no abandonemos la lucha con nuestros
defectos: «Luchemos con nosotros mismos, con el demonio, con las malas tendencias; el demonio quisiera
hacernos dejar las armas y casi siempre se sirve de nuestro punto débil, de nuestras miserias; no nos toma por
asalto. El desaliento lleva el alma al abatimiento y no se tiene ganas de recomenzar... hace falta pues caminar
luchando. ¿Tendemos al resentimiento? ¡Es necesario conocernos bien, confesar sinceramente nuestros
defectos a nosotros mismos, al Señor, al confesor! Identificarlos y no perderlos de vista, como se hace con
algunos gatos ladrones. Del mismo modo, hace falta luchar con todos los demás defectos, previendo, estando
atentos, despertando en nosotros el amor de Dios. El amor nos empuja a modificarnos a nosotros mismos. Y,

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¿qué es el amor, si no el anonadamiento de sí mismos para testimoniar la fidelidad a la persona amada?» MARÍA
BORDONI, vol. 4, 2.12.1960.

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