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Liderazgo orientado a las tareas:

Estos perfiles de líder se centran, única y exclusivamente, en las tareas a desarrollar para que se consigan los
objetivos y las metas definidas.

Se centran en que el trabajo esté bien hecho. Y descuidan las relaciones personales, el bienestar y la
satisfacción de los integrantes del equipo.

Este tipo de liderazgo facilita en cierta medida las interacciones entre los integrantes del grupo con el propósito
de que se obtenga la meta propuesta; determina las tareas a realizar con detalle; marca los roles de cada uno de
los integrantes del grupo; y finalmente, establece los plazos en que deben cumplirse.

Dentro de este grupo encontrados los siguientes tipos de liderazgo.

1.- Liderazgo Autocrático o Dictador:


Su principal característica es que es un tipo de liderazgo cerrado y nada democrático. Se basa en la
unidireccionalidad y ofrece a sus mandos intermedios tomar decisiones sin consultar al equipo y, por supuesto,
siguiendo sus directrices.

Se distingue por ser un líder con mucho poder y sus decisiones no deben ser cuestionadas. Habitualmente, se
centran en la dinámica de trabajo a seguir, la estrategia y, básicamente, todo.

El liderazgo autocrático gestiona correctamente el ofrecimiento de recompensas y castigos, ya que es donde se


basa su control.

Suele tener problemas para delegar. Es muy perfeccionista. Y puede llegar a ser agresivo cuando su equipo no
llega a sus niveles de exigencia.

Es el liderazgo ideal en situaciones de crisis, donde se deben tomar decisiones difíciles en beneficio de la
empresa.

Este tipo de liderazgo, a largo plazo, no es recomendable, ya que puede provocar negativismo en el equipo y el
efecto “quemado”. Por ello, acaba generando un nivel alto de rotaciones en el equipo y conlleva problemas, si
el equipo está formado por profesionales cualificados.

2.- Liderazgo Paternalista o Transaccional:

Básicamente, este tipo de liderazgo se caracteriza por una falta total de confianza en su equipo. Aunque actúa
con él como si le proporcionase confianza.

Impone una fuerte supervisión (precisamente por esa falta de confianza real). Realmente, tiene muchos puntos
en común con el liderazgo autocrático, puesto que toma la mayor parte de las decisiones. Y su forma de
gestionar equipos se basa también en castigos y recompensas.

Su único objetivo es que los empleados trabajen más y mejor, a base de incentivos y motivándoles con los
posibles premios a conseguir, si se logra el objetivo. En este aspecto es mucho más cercano que el autocrático,
cosa que es su principal diferencia.

Además de una fuerte supervisión, su otra característica es la de cumplir con los objetivos y hacer reparto de las
recompensas por los resultados conseguidos.

Tiende a crear estructuras de trabajo claras, donde queda muy bien definido lo que se requiere de cada uno de
los integrantes del equipo y los incentivos que se van a percibir.

Este tipo de liderazgo forma equipos que se sienten seguros y protegidos, porque saben y les gusta tener una
figura, por encima de ellos, que les da consejos y les supervisa.

Es un buen tipo de liderazgo en épocas estables donde el objetivo es que la empresa funcione sin problemas y
con eficiencia. Pero es un estilo falto de flexibilidad para adaptarse a los cambios constantes del mundo
empresarial actual.

3.- Liderazgo Burocrático:

Este líder rechaza profundizar en la personalidad de los integrantes del grupo de trabajo. Se siente muy cómodo
con las relaciones personales del día a día, mucho más frías. Y no crea un entorno laboral cercano.
Son líderes de manual. No hacen nada fuera de lo preestablecido y siempre aplican las mismas formulas en la
resolución de los problemas, es decir, para cualquier problema que pueda surgir, recorren de forma automática
a las soluciones que se aportan en el plan general de la empresa.

No aprovechan en absoluto el potencial que pueda tener su equipo. Y, con el tiempo, crean un entorno distante
entre todos los integrantes del equipo.

Es un buen líder en entornos donde la mayor parte de los procesos son mecánicos.

Se trata de un buen tipo de liderazgo para comandos intermedios industriales. Y nulo totalmente, para
capitanear equipos que busquen innovar o conseguir nuevos retos.

4.- Liderazgo Lateral:

Este liderazgo aparece de forma más o menos natural entre los integrantes del grupo. Se caracteriza por el
hecho de que, sin ser jefe, actúa de líder. Es un líder dentro del mismo rango.

Tiene la capacidad innata de influir en las personas del su mismo nivel, para conseguir las metas comunes. Se
podría definir como “el cabecilla” del grupo.

Es resolutivo. Y esta aptitud le permite, sobre todo en grupos grandes de trabajo donde habitualmente se les da
muchas vueltas a las cosas por querer agradar al máximo, tomar decisiones y provocar avances que, en el fondo,
el grupo agradece, ya que es un líder sin imposiciones.

El riesgo de este tipo de liderazgo es que puede acabar asumiendo muchas más tareas de las óptimas. Y puede
llegar a estar sobrepasado con la carga de trabajo.

Liderazgo orientado a las personas:

Son líderes que se centran en organizar. Apoyar. Y, sobre todo, desarrollar personalmente a los miembros que
integran el grupo de trabajo.

Son personas que facilitan y fomentan la participación de su entorno para tener en cuenta sus opiniones,
inquietudes y necesidades.

En este tipo de liderazgo se tiene en cuenta las emociones de los empleados. Y se les ayuda en sus problemas
personales con una actitud amistosa y cercana. Cosa que le permite generar la confianza y el respeto necesario
para conseguir los resultados previstos.

Los equipos de un líder orientado a las personas suelen ser empleados más satisfechos. Con un ratio de
absentismo mucho menor. Y un volumen de conflictos o quejas inferior a los liderazgos enfocados en las tareas.

Los tipos de liderazgo que forman este grupo son:

1.- Liderazgo Democrático o Participativo:

Su función es la de promover la participación, el entusiasmo y la implicación de los equipos de trabajo.

Prácticamente es la antítesis del anterior, ya que basa su toma de decisiones a través de consultas con su
equipo. De esta forma le es más fácil que las decisiones tomadas en grupo se adquieran como propias por el
equipo y, por tanto, los niveles de implicación aumentan.
Con esta participación dirigida consigue altos niveles de responsabilidad y motivación en su equipo, ya que
aporta soluciones y dirige la decisión desde una segunda línea.

Este tipo de liderazgo tiene su punto débil en la lentitud de la toma de decisiones. En el mundo empresarial,
muchas veces, se debe actuar rápido para no perder oportunidades y, si se quiere consultar todo lo relevante,
puede ser un problema para avanzar rápidamente.

La motivación principal de este tipo de liderazgo es la de crear el espíritu de equipo. En donde cada uno de los
integrantes se sienta importante y valorado dentro de la empresa.

2.- Liderazgo Carismático o Transformacional:

Este tipo de liderazgo tiene su base en las características sociales del líder. Simpático. Cautivador. Es
fácilmente capaz de inspirar el ánimo de su equipo sólo estando unos minutos con ellos. Con grandes
habilidades comunicativas y una comunicación no verbal muy potente.

Tiene una gran facilidad de palabra. De ver el lado positivo de las cosas. Y de motivar al equipo hasta niveles
muy altos. Gracias a que genera sentimientos y sensaciones positivas en los integrantes de su equipo.

Consigue estos efectos en el equipo por su actitud de disconformidad con lo establecido, su gran visión a largo
plazo y proponiendo nuevas alternativas y deseos para conseguir el cambio, hasta el punto de ser capaz de
asumir riesgos personales.

Este tipo de liderazgo puede dar unos resultados extraordinarios en cambios y resultados. Puesto que es capaz
de conseguir que su equipo dé lo máximo, cambiando incluso las necesidades, valores y aspiraciones de los
integrantes de su equipo.

El problema de este tipo de liderazgo es que el éxito está marcado por su presencia. En el caso de que
abandonase los proyectos y la propia empresa, éstos se podrían ver afectados, ya que se convierte en el centro
del equipo y éste acaba creyendo que sin él las cosas no saldrán adelante.

3.- Liderazgo Delegativo o Laisser Faire:

Dentro de los tipos de liderazgo, éste es el más curioso, porque se basa en “hacer y dejar hacer”. Tiene un papel
totalmente pasivo y traspasa el poder y las decisiones al grupo.

Se basa en la teoría de que un empleado con experiencia, entrenado y motivado no necesita supervisión para ser
productivo.

El liderazgo delegativo puede llegar hasta el punto de que los integrantes del equipo determinen los plazos de
entrega; gestionen sus propias tareas; y resuelvan, bajo su propio criterio, problemas que puedan surgir.

Supongo que estarás de acuerdo conmigo, en que no todo el mundo está preparado para estas responsabilidades.
Y si el equipo no posee estas aptitudes y habilidades puede llegar a ser un verdadero drama, ¿verdad?

Desde el punto de vista del empleado, este tipo de liderazgo es identificado como liberador, potenciador de la
creatividad y facilita una mejor productividad personal.

La realidad es que este tipo de liderazgo, a medio y largo plazo, es perjudicial para cualquier compañía, porque
se acaba traduciendo en baja productividad del equipo, falta de control y un aumento de los costes de la
empresa.
Existen algunas situaciones donde este tipo de liderazgo puede ser efectivo o al menos interesante:

Si las tareas que hay que desarrollar exigen un alto nivel de creatividad, eliminar ataduras puede ser una
ventaja.

También puede ser efectivo en un contexto de alto nivel de especialización, que se da cuando el equipo tiene
unos conocimientos más amplios que su líder jerárquico.

Podríamos describir, dentro de los tipos de liderazgo, el delegativo o laissez faire como el liderazgo que sólo
interviene cuando es estrictamente necesario. Y que confía plenamente en la experiencia y la motivación del
empleado para llevar a cabo las tareas y proyectos con éxito.

4.- Liderazgo Natural o Situacional:

Este tipo de liderazgo se basa en los liderazgos democrático y carismático y también tiene influencias del
autocrático y paternalista. Pero se diferencia de forma notable de todos ellos porque su forma de dirigir al grupo
se basa en las aptitudes y la madurez de cada uno de los integrantes del grupo.

Se preocupa por conocer cuáles son las características de cada empleado. Comprende perfectamente al grupo
y conoce las fortalezas y debilidades de cada uno de ellos. Cosa que le permite desarrollar la habilidad
interpersonal necesaria para tener una comunicación muy eficiente con cada uno de ellos.

Aplica su gestión individual en el momento adecuado para hacer crecer el rendimiento y la eficiencia del grupo
hacia los objetivos de la empresa.

Tiene un enfoque muy dinámico en cuanto a la dirección de empresas y personas. Es flexible. Y sabe aplicar en
cada momento el estilo necesario para satisfacer al trabajador y a la empresa, al mismo tiempo

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