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UNIVERSIDAD DEL ROSARIO

ANÁLISIS DE TEXTOS
RESEÑA CRÍTICA
MANUELA ACOSTA FAJARDO

TEXTO: ​Plomería filosófica

¿Qué tan importante es la filosofía en nuestra vida?

Mary Midgley, reconocida filósofa inglesa, además de especialista en ética, presenta


uno de sus numerosos artículos para ayudarnos a entender lo relevante e indispensable que es
filosofar para nuestras vidas. ​Plomería filosófica, p​ ublicado en el año 1992, introduce un
paralelo, como su nombre lo dice, entre la filosofía y la plomería. La mencionada analogía es
presentada en el texto con el fin de exponer a la filosofía como una necesidad constante en
nuestro diario vivir. De igual forma, busca mostrar que “los patrones que fundamentan
nuestro pensamiento son mucho más poderosos, intrincados y peligrosos de lo que
usualmente notamos, que necesitan atención constante y que ninguno de ellos es una guía
universal segura.” (Midgley, 1992). Así, Midgley afirma que “la filosofía es la clave del
asunto, porque es el saber cuyo oficio consiste en concentrarse en los vacíos que existen entre
los demás saberes."

Inicialmente, se expone la necesidad de la filosofía en nuestras vidas. Se explica que


ésta nace, al igual que la plomería, debido a que vivimos en un sistema bastante complejo que
en algunas ocasiones no funciona correctamente. Los errores en el funcionamiento de este
sistema se deben a que muchos de los conceptos en los que vivimos fallan, y se requiere
conocimiento especializado para replantearlos. Este conocimiento es la filosofía, que se crea
para llenar los vacíos conceptuales existentes en dichos sistemas.

La confusión conceptual es mortal, y debe ser atendida específicamente por filósofos


profesionales, porque si ellos no la atienden, no hay nadie más cuyo oficio sea hacerlo.
Desarrollar a cabalidad nuevas ideas es un trabajo puramente filosófico, que, a pesar de ser
largo y tedioso, es indispensable. Los practicantes de la filosofía opinan que no es oficio de
ciudadanos cuestionarse y vender visiones. Esta es una labor netamente de los profesionales.
Sin embargo, la autora opina que la cultura y el pensamiento no son un campo privado para
los sabios, sino que nos pertenece y nos afecta a todos. No obstante, no llegamos a conseguir
un filosofar privado. Esto se debe a que no somos conscientes de nuestras necesidades
conceptuales y se nos dificulta ver las faltas en nuestros propios pensamientos y sentimientos.
Es natural en nosotros que tengamos una falta de atención muy grande de nuestros esquemas.
Esta podría llegar a ser la razón por la cual no mucha gente pone en duda a la filosofía, sin
estar agradecidos con ella, como deberían.
Más adelante, Midgley propone que ​“si comprendemos la necesidad de seguir
corrigiendo filosóficamente un modelo de pensamiento en relación con otros, entonces un
tipo de vida realmente social empieza a ser posible de nuevo”. Para argumentar esta
afirmación, expone tres modelos de pensamiento como ejemplo, y explica porqué cada uno
de ellos falla como solución. El primero de ellos es el modelo de contrato social, que explica
la obligación de la política desde abajo, y no desde arriba. Como segundo modelo presenta el
pensamiento contractual y el individualismo, que proponen que no existe la sociedad como
tal, y que el estado es sólo una construcción lógica a partir de sus miembros. Por último,
expone el modelo orgánico, en el que todos somos miembros de cada uno, siendo
mutuamente dependientes.

El modelo de contrato social, que nació de un acuerdo táctico entre ciudadanos


racionales, no responde a muchas preguntas que debieron hacerse al momento de elegir quién
debería tener voz y voto en la democracia. Es por esto que el pensamiento que nace de este
modelo no es una guía adecuada para construir un sistema político y global, sino que es un
recurso vital de protección frente a la opresión y la tiranía. Esta es la razón por la cual debe
ser visto como algo parcial y provisional. De igual forma, el modelo de individualismo falla
debido a que, al momento de permitir la disposición de contratos libremente negociados, hace
que éstos sean libremente anulados. Por esta razón, se hace indispensable confiar en las
relaciones personales. Finalmente, el problema de la dependencia mutua, propia del modelo
orgánico, es que, siendo un acto de mala fe, viola el único valor inamovible, que es la
libertad.

Teniendo en cuenta los pasados ejemplos, la autora argumenta que los modelos de
pensamiento son sólo indicadores de estructuras mucho más amplias y profundas, siendo
parciales y provisionales. Es por ello que, si por fin comprendemos que un modelo es
solamente un modelo, entendiendo así la necesidad de continuar corrigiendolos
filosóficamente en relación con otros, lograremos que un tipo de vida realmente social
comience a ser posible de nuevo.

Vivimos, según Sócrates, en un ​desorden conceptual constante y creciente, y


necesitamos hacer algo al respecto: filosofar. A menos que reconozcamos las vergonzosas
confusiones resultantes y hagamos algo para solucionarlas, ninguno de nuestros proyectos
será posible de alcanzar. Es por ello que la filosofía es indispensable en nuestras vidas.
“V​aldría la pena estar menos interesados en lo que la filosofía puede hacer por nuestra
dignidad y ser, en cambio, más conscientes de las chocantes confusiones para las cuales es
un remedio esencial”. (Midgley, 1992)

El paralelo utilizado por la autora a lo largo del texto es claro y consigue su objetivo.
Gracias a éste, se entiende la filosofía como la herramienta para corregir y ajustar los errores
que el pensamiento presenta, como lo hace la plomería con el agua. Cabe resaltar que
Midgley reconoce, en su texto, que esta comparación no es perfecta. Admite que, como en la
mayoría de las analogías, en ella existen errores, y que es utilizada con un único fin. Esto la
hace aún más valiosa, ya que demuestra que no tiene intención de mostrar una verdad
absoluta, sino que intenta dar a entender su punto de vista.

Desde mi posición como lectora, considero que es un texto muy completo a nivel
argumentativo. Por medio de los ejemplos expuestos, y gracias a las explicaciones dadas a lo
largo del artículo, la autora logra sustentar de manera convincente su planteamiento central.
Opino que cada uno de los puntos a tratar en el cuerpo del texto es sustentado con suficiente
material, de manera que no se encuentran vacíos dentro del mismo. El desarrollo del texto
consiguió convencerme de la necesidad de la filosofía en nuestras vidas, y de la importancia
de la misma para conseguir una vida realmente social. Considero que opiniones y argumentos
como éstos deberían ser expuestos y tratados más a menudo, para que así, por medio de
cuestionamientos y de reflexiones, logremos llegar a la construcción de un ideal de sociedad,
más completo, y sobre todo, más cercano a nuestra realidad.

Como mencioné anteriormente, comparto los argumentos presentados por la autora, y


estoy de acuerdo con su planeamiento. No obstante, discrepo con la afirmación de que
únicamente los filósofos pueden llegar a plantear ideas y soluciones a nuestras confusiones
conceptuales. Considero que cada uno de nosotros, al momento de hacerse el más mínimo
cuestionamiento en materia de temas relacionados con la vida, la sociedad, la existencia,
entre otros, se encuentra, así sea de la forma más básica, filosofando. Como menciona Jutta
Burgraff en su trabajo para la Universidad de Navarra, titulado ​Cada hombre es filósofo, “​ ​el
simple plantearse estos interrogantes es ya una primera señal de que una persona se rebela
ante la perspectiva de vivir como un animal”. (Burgraff, 2019)

Por otro lado, recalcando el punto de vista de Midgley, vale la pena traer a colación
una entrevista realizada a Mariana Garcés, reconocida filósofa, donde afirma que la filosofía
es una parte fundamental para generar un cambio real en el mundo. Sin embargo, ella
considera que “todos podemos tener relación con la filosofía” (Garcés, 2018), y que la
filosofía debería ser enseñada de manera correcta en los sistemas educativos, de manera que
todos estemos en la capacidad de hacer cuestionamientos que realmente impacten y permitan
la construcción común de nuevos ideales y metas sociales.

Teniendo en cuenta los puntos de vista mostrados previamente, creo que cada uno de
nosotros está en capacidad, desde su postura como ciudadano y miembro de una sociedad
articulada, de llegar a la construcción de una solución para la mejora de dicha sociedad. Está
claro que cada individuo se encuentra limitado y sesgado según sus condiciones y
capacidades, haciendo más difícil el trabajo filosófico. Sin embargo, opino que son estas
limitaciones y condiciones las cuales permitirían que el acuerdo al que finalmente se llegaría
fuera más completo y abarcara más puntos de vista y más situaciones, y no únicamente las
propias de los filósofos profesionales.
Considerando lo anterior, propongo, para futuros análisis e investigaciones, construir
una propuesta a partir de lo expresado por la autora en su artículo, pero teniendo en cuenta las
vivencias y experiencias de la gente común, no solamente de expertos y profesionales. Está
claro que se necesitaría la guía y ayuda de los mencionados, pero es esencial que se tenga en
cuenta el trabajo de la mayoría de la sociedad, por no decir de toda, de tal forma que se llegue
a una construcción completa y desarrollada. Utilizando, de esta manera, la filosofía como la
solución a nuestros problemas.

(1514 palabras)

BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS:
1. Midgley, M. (1992). ​Plomería filosófica [Ebook]. Retrieved from
https://drive.google.com/file/d/1OXj58Xz-TNiR6yjOVPnE1eEAuAXVA3Hl/view
2. Navarra, U., Ciencia, R., & persona, N. (2019). Cada hombre es un filósofo. Grupo
Ciencia, Razón y Fe (CRYF). Universidad de Navarra. Retrieved from
https://www.unav.edu/web/ciencia-razon-y-fe/cada-hombre-es-un-filosofo
3. Garcés, M. (2018). "Filosofar siempre ha sido un acto subversivo." Retrieved from
https://www.bbc.com/mundo/noticias-42735951

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