Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Si es así, puede que tengas un tipo de trastorno de ansiedad llamado fobia social
o trastorno de ansiedad social.
fobia-social-enfréntate-a-tus-fobias
Los estímulos temidos: estar en algún tipo de situación social que nos produce
miedo.
Ansiedad anticipatoria: imaginar las situaciones que podrían suceder y sentir el
miedo antes de que ocurra.
Rumiar lo sucedido: creer que no se ha sabido actuar con soltura y pensar en las
cosas que deberíamos haber dicho o hecho puede generar desasosiego.
Las personas que tienen fobia social, por lo general, reconocen que sus miedos no
son completamente racionales, pero aun así, les tienen temor a las situaciones
sociales. Es posible que hagan lo imposible para evitar ir a algunos eventos.
Podemos diferenciar dos tipos de fobia social: la fobia social específica y la fobia
social generalizada:
Miedo a hablar en público: dar una charla ante una audiencia, hacer una pregunta
en clase o intervenir en un debate o conversación. Hasta cierto punto, hablar en
público en cualquiera de sus variantes implica un cierto grado de incomodidad. Sin
embargo, podemos hablar de fobia social cuando el malestar es muy intenso y la
persona no puede hablar correctamente por su elevado nivel de ansiedad.
Ir en tren o autobús.
Diagnóstico DSM
Síntomas físicos
Aceleración del ritmo cardíaco (esto puede producir desmayo, mareos, o algún
tipo de colapso).
Temblores de manos, pies o voz que pueden ser rápidamente observados y
delatar el nerviosismo que se siente.
Síntomas mentales
Falta de concentración (que nos haga olvidar datos que queríamos decir o
desorganice el curso del pensamiento de modo que no sepamos de dónde
veníamos o a dónde queríamos llegar).
Malestar emocional.
enfrentate-a-tus-fobias-fobia-social
Entonces: ¿cómo es posible que una persona desarrolle una fobia social ante
situaciones sociales aparentemente inofensivas? La respuesta está en nuestras
experiencias. Cuando una persona sufre ese miedo intenso e inmovilizante es
porque ha tenido una serie de experiencias que le han hecho aprender a vivir
ciertas situaciones como peligrosas. En algunos casos, el proceso de aprendizaje,
más que estar unido a una situación en particular, ha sido el resultado de un gran
número de experiencias negativas, frecuentemente espaciadas en el tiempo.
Los estudios demuestran que la fobia social tiene una base genética. Los
familiares de primer grado de una persona con fobia social tienen más
probabilidades de sufrir este trastorno si lo comparamos con la población general.
Sin embargo los mecanismos biológicos implicados en sus causas y los
mecanismos de producción de sus síntomas son aún objeto de investigación.
Normalmente, estos son los pasos a seguir en el tratamiento de una fobia social:
Una de las técnicas más eficaces contra la fobia social consiste en analizar el peor
de los casos posible que nos podría ocurrir.
Ese análisis demuestra que las oportunidades de que algo realmente negativo
suceda son remotas. Además, sirve para comprender que las consecuencias de
un resultado negativo no son catastróficas y pueden soportarse.
Para efectuar este análisis hay que responderse a estas preguntas:
Las respuestas a estas preguntas ponen de manifiesto que uno es capaz de hacer
frente a las consecuencias del más nefasto de los resultados.