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Psicoterapia Breve y Terapia Gestalt

CLOTILDE SARRIÓ ANNE Y SERGE GINGER, FRITZ PERLS, GUSTAV


MAHLER, JOEN FAGAN E IRMA L. SHEPHERD, PAUL GOODMAN,
PSICOTERAPIA BREVE, PSICOTERAPIA BREVE EN GESTALT, SIGMUND
FREUD

Las Psicoterapia Breve surge de la necesidad que el individuo le plantea al


terapeuta al pretender resolver cuanto antes sus problemas en base a fijar unas
metas en las que los tiempos se abrevien a expensas de tratamientos cortos que
no siempre serán compatibles con todas las modalidades de terapias ni con todas
las patologías o problemas que se pretenden resolver.

Por lo general, mediante la psicoterapia breve el deseo del paciente es mitigar las
consecuencias del vertiginoso ritmo que le impone la vida actual, así como la
concatenación de una serie de exigencias a superar, muchas veces a expensas
de dolorosos cambios y duras exigencias que serán patologizadas en forma de
ansiedad y muchas de sus somatizaciones (como migraña crónica, trastornos
digestivos…) neurosis obsesivas, repercusiones en las relaciones de pareja,
ciclotimias, trastornos en la autoestima y otros muchos síntomas que incitarán al
individuo a buscar remedios rápidos, las más de las veces recurriendo a libros de
autoayuda (sobre todo en busca de técnicas de relajación para mitigar su
ansiedad) antes de buscar la ayuda de un verdadero profesional.

Psicoterapia Breve y Terapia Gestalt

Breve recorrido histórico de la psicoterapia breve

La psicoterapia breve es un nuevo modelo de terapia surgida en los últimos


cincuenta años como respuesta a la demanda asistencial planteada por una tasa
cada vez mayor de población consultante en los centros hospitalarios y de salud
mental, tanto públicos como privados, que buscan solucionar sus problemas
psicológicos del modo más rápido y eficiente. En la necesidad de disponer de este
tipo de terapias tambien influyen otros factores como las limitaciones económicas
o la edad avanzada de las personas que solicitaban ayuda.

Si bien la Terapia Breve implica la aplicación de tratamientos mucho más cortos


respecto a otros como, por ejemplo, las técnicas psicoanalíticas, destaquemos que
ya al propio Sigmund Freud (considerado como padre del psicoanálisis) le llegó a
preocupar el problema de acortar el proceso terapéutico y buscó diversas técnicas
de psicoterapia analítica breve, rechazando cualquier focalización del análisis en
un síntoma aislado, para interesarse en la organización global de la personalidad y
en las resistencias. Inicialmente, en su época preanalítica y comienzos de la
analítica, los tratamientos aplicados por Sigmund Freud se caracterizaban por ser
breves –sólo duraban algunos meses–. Es oportuno reseñar aquí, como anécdota
ilustrativa, la breve y atípica sesión de terapia mantenida por el compositor Gustav
Mahler y Freud la tarde del 26 de agosto de 1910, «una de las más singulares y
atípicas por lo heterodoxo del procedimiento ya que consistió en una walking –
talking – cure, de cuatro horas de duración mantenida mientras paseaban por las
calles de la ciudad universitaria de Leiden» (Leer artículo: Gustav Mahler &
Sigmund Freud: relato de un encuentro singular)

Sandor Ferenczi, adelantándose a la Terapia Gestalt, introdujo en el Congreso


Internacional de Psicoanálisis celebrado en la Haya en 1920 su “Técnica Activa”,
basada en intervenciones provocadoras por parte del analista, consistentes en
órdenes o prohibiciones con la finalidad de movilizar al paciente y privarlo de
algunos beneficios secundarios de la transferencia.

Más tarde, Franz Alexander enfatizó en que no es la rememoración de los eventos


antiguos lo que cura, sino su recuerdo en el aquí y ahora del tratamiento, incitando
de este modo al psicoanalista a tener conversaciones directas, utilizando las
situaciones de la vida real del cliente y favoreciendo el revivir las experiencias
emocionales en el marco de una relación diferente, cuyas modalidades son
analizadas, postulados que se aproximan claramente a un enfoque gestáltico.

Psicoterapia breve en Terapia Gestalt

En su libro “La Gestalt. Una terapia de contacto”, Anne y Serge Ginger hablan de
la psicoterapia breve en la Terapia Gestalt en un capítulo del mismo al que
pusieron por título: “Terapias breves en Gestalt: ¿Realidad o mito?”. En él, los
autores afirman no pretender que la Terapia Gestalt sea una terapia breve, ni
intentar simplificar la terapia a una mera reducción de un síntoma; no obstante,
sostienen que los casos de mejoría sensible, rápida y persistente del
comportamiento y la disminución neta del sufrimiento o del malestar, no son
excepcionales en Terapia Gestalt.

Serge y Anne Ginger iniciaron un estudio, realizado con cuatro grupos de


pacientes en las ciudades de París y Toulouse. Estos grupos estaban compuestos
por personas que padecían desde dificultades existenciales hasta reacciones de
ajuste, algunos con psicosis y otros con neurosis. Una parte de los individuos
estudiados recibían Terapia Gestalt mientras que otros eran tratados con
Psicoanálisis, tanto a nivel individual como en grupo.

De su estudio, Serge y Anne Ginger concluyeron que la Terapia Gestalt se


manifestaba como una psicoterapia eficaz, a la vez que rápida, profunda y
durable. También llegaron a la conclusión de que la Terapia Gestalt, más que una
psicoterapia breve, es una herramienta metodológica que permite obtener una
visión diferente del hombre y el entorno en el que se relaciona y permite al mismo
tiempo modificar nuestra propia visión ofreciendo de este modo una nueva
“gestalt” (forma) a todo lo que observamos desde esa nueva perspectiva.

Los autores también afirman en sus conclusiones que al referirse a las terapias
breves ya no es la duración lo que los terapeutas se cuestionan hoy en día sino la
metodología del tratamiento, las indicaciones específicas durante la intervención y
las explicaciones de los hechos observados.

Acción terapéutica en situaciones de emergencia o crisis

La intervención de la Terapia Gestalt como psicoterapia breve en situaciones de


emergencia o crisis, está indicada para abordar situaciones de dolor emocional
agudo y desgarrado, en circunstancias seriamente destructivas y en los casos de
situaciones que activamente ponen en peligro tanto la vida del paciente como la
de otras personas.

Otra indicación sería en personas cuyos problemas no son tratables mediante la


intervención de otras terapias.

La intervención de la Terapia Gestalt en situaciones de crisis también puede estar


indicada cuando sea esto lo que necesite o demande el paciente, bien porque sólo
le interesa resolver una situación puntual o bien porque, por problemas
económicos, no puede asumir una terapia larga.

La intervención gestalt en situaciones de emergencia, por su brevedad, y al


centrarse sólo en la resolución de un conflicto, ofrece la ayuda necesaria más que
en un proceso prolongado de terapia verbal, no obstante, la brevedad de este tipo
de intervención no debe confundirse con superficialidad.

Consideremos, por otro lado, que un elevado porcentaje de pacientes acuden a


terapia sólo en los momentos de crisis y que es frecuente que, superada ésta
mediante psicoterapia breve, la motivación para seguir explorando sus problemas
y seguir su crecimiento desaparezca.

En el libro “Teoría y Técnica de la Psicoterapia Guestáltica” de Joen Fagan e Irma


L. Shepherd, en su capítulo 19: “Psicoterapia de crisis. La persona, el diálogo y el
suceso organísmico” escrito por Vincent F. O’Connell, se compara a la vida con la
música, describiéndola como un proceso de ritmo y cambio que se despliega en el
espacio y el tiempo de acuerdo con su propia naturaleza. Este ritmo y cambio no
es metafísico, pues tiene que ver con los ritmos de nuestro cuerpo y con los
sentimientos, que también están vinculados al mismo. Esto resulta más evidente
en situaciones de crisis o períodos de la vida en los que una persona se ve
obligada a dar un paso adelante en su desarrollo.

En las crisis, el individuo se encuentra en una encrucijada: por un lado, lo que es,
y por otro, lo que podría ser si cambiara. Esto se produce, por ejemplo, cuando la
persona se enfrenta a las demandas que le hace la comunidad y se ve forzada a
reconocer sus propias limitaciones. Anhela crecer y se esfuerza por lograrlo, pero
a la vez, retrocede frente al dolor que todo crecimiento trae consigo. Una persona
entra en situación de crisis cuando su modo de vida acostumbrado en la
comunidad se vuelve menos viable. Es entonces cuando surge la conciencia de
que no todo anda bien en su interior. Si escucha la señal y realiza los cambios
indispensables en sí misma, adaptándose a las exigencias presentes, avanzará en
su desarrollo casi sin pausas ni vacilaciones.

Pero como hay en la personalidad rigideces intrínsecas, a veces se pasa por alto
la señal organísmica y se elige, en cambio, el camino de la pasividad, la
comodidad y la evitación.

El enjuiciamiento continúa, sin embargo, con sus exigencias constantes o


intermitentes, hasta que el conflicto vuelve a agudizarse, y hasta que la conciencia
que toma la persona de sí misma, como un organismo en conflicto, se convierte en
el factor que orienta su vida.

Es en tales circunstancias, según cuales sean las características de la persona y


la gravedad de su padecimiento, es cuando se suele solicitar ayuda terapéutica
profesional. Si es tu caso, puedes contactar conmigo y te ayudaré a enfocarlo de
la mejor manera posible.

Bibliografía sobre psicoterapia breve:

– Joen Fagan e Irma L. Shepherd (1980). “Teoría y Técnica de la Psicoterapia


Guestáltica”. Amorrortu Editores

– Serge Ginger, Anne Ginger (1993). “La Gestalt. Una terapia de contacto”. Ed.
Manual Moderno

Clotilde Sarrió – Terapia Gestalt Valencia

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