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saber
El Efecto Dunning-Kruger, nos muestra que las personas con pocas capacidades
o conocimientos, creen que tienen más capacidades y conocimientos de los que
efectivamente poseen, y viceversa: quienes son más competentes, tienden a
subvalorarse. ¿A qué se debe?
En 1995, McArthur Wheeler, robusto hombre de 1,70 metros y 130 kilos, robó dos
bancos a plena luz del día, sin máscara alguna que ocultara su rostro y fue
arrestado una hora después que su imagen fuera mostrada en las noticias de ese
mismo día. Wheeler, al parecer, confiaba en que aplicar jugo de limón sobre su
rostro, le haría invisible a las cámaras. “Pero si usé el jugo”, dijo Wheeler al
momento de ser arrestado.
La idea fue sugerida por dos amigos del ladrón, quien, precavido, primero probó
su eficacia: se aplicó jugo de limón en toda la cara y luego se tomó una fotografía.
Nada apareció, posiblemente porque la cámara terminó apuntando al techo. Por lo
tanto, Wheeler asumió que permanecería invisible mientras no se acercase al
calor, al igual que la “tinta invisible” hecha con jugo de limón.
El experimento
Las conclusiones básicas de dicho paper se resumen que, para cierta habilidad o
área de conocimiento, los individuos incompetentes:
Por lo tanto, esa persona que alardea de sus capacidades vocales, mientras nos
irrita los oídos, está obedeciendo a este fenómeno. O cuando los expertos
entregan opiniones mesuradas sobre los problemas, mientras la gente
desinformada cree tener soluciones absolutas y rápidas al mismo (¿alguien dijo
"Twitter"?). O cuando los clientes de especialistas en disciplinas como medicina,
diseño o programación, les hacen perder la paciencia al intentar guiar su trabajo
basados en incorrecta noción de que ellos también saben de lo que están
hablando. (¿Te has auto medicado últimamente?)
Como los investigadores señalan en el estudio, esta percepción se debe a que las
habilidades necesarias para hacer algo bien, son justamente las habilidades
necesarias para poder evaluar correctamente cómo lo estoy haciendo .
Además, debo poner atención a la forma en que tomo decisiones sobre cierto
tema. Si tomo mis decisiones u opiniones basándome en: lógica binaria (las cosas
son buenas o malas, sin términos medios), primeras impresiones, ausencia de
empatía, sin documentación o sin utilizar modelos rigurosos que fundamenten mis
conclusiones, probablemente estoy sobrevalorando mi conocimiento.
Esto también tiene que ver con un sesgo cognitivo muy interesante en las
personas que se especializan en una sola área: creen que por manejar bien un
aspecto de las cosas, manejan bien todos los aspectos de muchas cosas distintas.
Así que ojo, cuando estemos opinando fuera de nuestra área de especialidad, y
todo el mundo pareciera estar en nuestra contra, es posible que nos estemos
equivocando.
Además, es posible ver que quienes son abiertamente incompetentes y dicen ser
mucho mejores de lo que son, no lo hacen por completo debido a una suerte de
vanidad o egolatría, sino a que también son víctimas de este interesante
fenómeno psicológico. Estas personas, muchas veces, permanecen sin
evolucionar ni mejorar, pues ya consideran que están bien y que el resto se
equivoca. Esto hay que evitarlo, cosa que tampoco nos puede llevar al otro
extremo, que sería la falsa modestia. Debemos conocer nuestros méritos, pero
observarlos siempre con una mirada crítica, pues todo siempre es perfectible.