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“Entonces siguiendo a Roberto Berizonce podemos concluir que los vicios que
acarrean nulidad, no serán sólo de forma, por lo que los podemos clasificar en:
Serán vicios extrínsecos los que se derivan del incumplimiento de la formalidad
establecida por los ordenamientos procesales, y serán intrínsecos aquéllos que se
encuentren en el contenido mismo del acto procesal, es decir, en la capacidad, la
finalidad o el objeto. ... Un caso de nulidad extrínseca, es decir, por un vicio en la
forma, será, por ejemplo, aquélla que se origina en la ausencia del juez en una
audiencia o en la actuación de un medio probatorio. Como vemos, se trata de
defectos en el elemento forma de los actos procesales que configuran la relación
jurídica”. (Ana María Arrarte Arisnabarreta)
“Las nulidades extrínsecas atañen a lo formal; las nulidades intrínsecas a los vicios
del consentimiento y al fraude procesal. … En nuestro ordenamiento jurídico, las
nulidades intrínsecas provenientes del fraude procesal, se incoan como una
pretensión nulificante, tal como lo prevé el artículo 178 del Código adjetivo”.
(Héctor Martínez Flores)
“Ya nadie discute que los vicios que generan la nulidad procesal son los vicios
extrínsecos y los vicios intrínsecos. Los primeros son los vicios que se generan
por la inobservancia de una norma de carácter procesal, vale decir de un vicio in
procedendo … Los segundos se refieren a vicios que se encuentran en el
contenido mismo del acto jurídico procesal, esto es, en la ausencia de un
presupuesto para la validez del acto, como es la capacidad, la finalidad y el objeto
(vgr, en un proceso simulado de cobro de dólares, para burlar la verdadero
acreedor, éste será nulo porque existe un vicio intrínseco, su finalidad es ilícita,
conforme al artículo 140 del Código Civil)”. (Pedro Zumaeta Muñoz)
“El nuevo Código General del Proceso mantiene el esquema existente entre
nulidades saneables y nulidades insaneables, esquema en virtud del cual no toda
irregularidad procesal constitutiva de motivo de invalidación necesariamente
conlleva una declaratoria de nulidad, habida cuenta que el vicio puede
considerarse corregido o subsanado cuando se presenta alguna de las
circunstancias contempladas en la ley como forma de saneamiento. Expresado en
otras palabras, las nulidades insaneables siempre van a desembocar en
invalidación, mientras que las saneables solamente lo harán cuando no opere
alguno de los mecanismos de saneamiento previstos en la ley”. (Henry Sanabria
Santos)
“En este orden de ideas, cabe aclarar que en la nulidad declarable de oficio se
tiene en cuenta el interés social de la legalidad del proceso y en la declarable a
petición de parte, su objeto se ciñe al interés particular de la defensa en juicio en
cuento quede a disposición del particular interesado. De allí que resulta
particularmente lo señalado por autorizada doctrina y jurisprudencia, respecto a si
las nulidades procesales son todas relativas y convalidables; toda vez que en el
primer sentido (relativas) esa conclusión es válida mientras se refiere a las
irregularidades puramente formales del acto y cuya fuente es sólo la falta distorsión
de los requisitos rituales relacionados con el modo de actuación del juez y de las
partes en el aspecto meramente procedimental, pero no lo es cuando los actos
son irregulares por inobservancia del preceptos de carácter imperativo, no sólo
porque se refieren al ejercicio de la jurisdicción sino porque su falta de
cumplimiento desnaturaliza el sistema procesal establecido para dirimir las
contiendas”. (Ángela Ester Ledesma)
“En consecuencia, pueden los tribunales declarar de oficio la ineficacia de los actos
que constituyan la estructura misma del proceso y que le dan el carácter de
instrumento idóneo para cumplir la función constitucional de administrar justicia,
porque en su ejecución está comprometido el interés público. Asimismo, igual
sanción recaerá sobre las actuaciones que miran a la defensa particular de los
litigantes, siempre que las irregularidades de que adolezcan les infieran agravios
y aleguen con oportunidad la nulidad pertinente”. (Julio E. Salas Vivaldi)
“Se trata de una distinción propia del Derecho privado, y permite diferenciarlas en
nulidades absolutas y nulidades relativas. El criterio de separación entre ambas
especies estriba, por un lado, en el régimen de declaración de la nulidad y, por otro,
en la eventual posibilidad de subsanación de la misma. Las nulidades absolutas
deben ser declaradas de oficio, en cualquier estado y grado del proceso (art. 186,
segundo párrafo, CPPCba.), y no son subsanables (art. 189 ibídem). Las relativas,
por el contrario, sólo podrán ser declaradas durante el proceso previa instancia
oportuna del Ministerio Público o las partes que no hayan concurrido a causarlas y
que tengan interés en la observancia de las disposiciones legales respectivas (arts.
187 y 188 CPPCba.), y pueden ser subsanadas del modo establecido en el código
(art. 189 ibídem). El carácter absoluto o relativo de las nulidades, sin embargo, es
irrelevante en cuanto a la necesidad de su expresa declaración por órgano
competente. Ambas especies pueden declararse jurisdiccionalmente para que la
invalidación asuma estado en el proceso.” (Gustavo A. Arocena)
“Las nulidades implícitas, que un sector de la doctrina las conoce como nulidades
virtuales, reconocen la procedencia de las nulidades aún cuando no estén
expresamente sancionadas en la ley, siempre que se verifique la omisión de
formalidades esenciales y que violen las garantías fundamentales del proceso”.
(Héctor Martínez Flores)
“Debe admitirse, pues, que la nulidad total o parcial puede referirse a los
elementos que constituyen un acto individual del proceso, a un conjunto de actos
procesales y aun a todo el proceso. Según el caso se mantendrán válidas las
partes no viciadas de un procedimiento o el proceso mismo, si es posible suplir la
deficiencia. Para establecer estas consecuencias, deberá tenerse en cuenta la
relación en que se encuentran los elementos de un acto o los actos entre sí: si so
antecedentes, consecuentes o independientes. Los primeros y los últimos no
quedarán afectados, los consecuentes sí, entendiéndose que son tales en cuento
viene con posterioridad y se fundan en el elemento o en el acto viciado”. (Juan
Carlos Mendonca)
“Totales son las nulidades que despojan de eficacia jurídica a la integridad del acto
(nulidad de indagatoria); y parciales las que sólo enervan en parte la validez de
una actuación –de suyo divisible- obstando a que un rigorismo formal
inconducente concluya anulando la totalidad de lo obrado”. (José Licinio Scelzi)