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La moderna teoría atómica tiene sus inicios con John Dalton quien, en 1800, estableció que si se suponía unidades

microscópicas para la materia era posible explicar la asombrosa regularidad con que se formaban los distintos
compuestos de la naturaleza, entre aquellos el agua a partir de oxígeno e hidrógeno. El concepto filosófico de
una unidad básica, sin embargo, data de los antiguos griegos. Pero, fue Niels Bohr quien estableció por primera
vez un modelo estructural para el átomo, a la manera de un sistema planetario, y que daba cuenta de los
fenómenos de emisión de luz por parte de ciertos gases. Desde ese momento hasta ahora, las ideas han
evolucionado, dejando atrás las órbitas de Bohr, e introduciendo las ideas de probabilidad que son parte de la
teoría fundamental del presente: la mecánica cuántica.

La idea griega del átomo se desarrolló en la escuela de Leucipo de


Mileto, siendo uno de sus discípulos, Demócrito de Abderea (460-370
AC), su principal exponente. Demócrito explicaba que la materia
estaba constituida por diminutas partículas en perpetuo movimiento y
de cualidades ideales:

· invisibles debido a su tamaño extremadamente pequeño


· indivisibles
· completamente sólidas (sin vacío en su interior)
· eternas
· rodeadas de espacio vacío
· con un infinito número de formas diferentes

John Dalton (1766-1844), basado en información experimental


recogida en su época, estableció la ley de proporciones múltiples:

En la formación de dos o más compuestos de los mismos elementos,


los pesos de un elemento que se combinan con un peso fijo de un
segundo elemento están en la razón de pequeños números enteros,
como 2:1, 3:1, 3:2, 4:3.

Sus antecedentes inmediatos fueron el trabajo de Joseph Louis Proust


(1754-1826), que pudo darse cuenta de que, en un compuesto, los
elementos químicos están siempre presentes en una proporción
definida por el peso, y de Antoine Lavoisier (1743-1794), quien
establece que no se gana ni se pierde materia en una reacción
química.

Esto le permitió a Dalton enarbolar la hipótesis que unidades


fundamentales atómicas estaban tras esta asombrosa regularidad. La
materia estaba formada por un número entero de átomos los cuales
constituyen las unidades de combinación más básica de los
compuestos.
Explorando la estructura del átomo: el modelo de Thomson

J. J. Thomson explicaba que en el átomo hay un gran número de


corpúsculos de carga negativa -los electrones- balanceados
eléctricamente por algo desconocido que producía el campo eléctrico de
una carga positiva de una cantidad igual a la suma de la carga negativa
de los electrones.

Experimento de Rutherford

Más tarde, Thomson se pronuncia por una carga positiva distribuida


uniformemente en un espacio esférico donde se ubicaban los electrones.
Este modelo fue puesto a prueba, en 1911, por Ernest Rutherford.
Siguiendo el modelo de átomo de Thomson, al bombardearlo con
partículas de carga positiva (partículas alfa), como fue en el experimento
de Rutherford, la distribución después de las colisiones sería con la mayor
parte de las partículas desviándose ligeramente de su trayectoria recta.

Así, el experimento de Rutherford condujo a la conclusión de que el átomo


contenía un núcleo muy pequeño de carga positiva, lo que explicaba la
fuerte repulsión de las partículas alfa en ciertas trayectorias. Los
electrones se encontraban distribuidos alrededor de este núcleo.

El átomo, ¿un sistema solar en miniatura?

Cuando Rutherford descubrió el núcleo del átomo, sus con temporáneos enarbolaron la atractiva hipótesis de que
el átomo era un diminuto sistema solar, con los electrones orbitando en torno al núcleo positivo, sostenidos por la
fuerzas de atracción eléctrica del núcleo.

Pero, este modelo tenía varias dificultades. La más importante proviene de que un electrón con aceleración
centrípeta en torno al núcleo debía radiar energía electromagnética, un fenómeno conocido desde la teoría de
Maxwell del siglo XIX. Se podía calcular que en fracciones de segundos el electrón caería al núcleo y el átomo no
podría existir establemente.

Otro problema que apareció es la inestabilidad de un núcleo formado sólo por carga positiva. Pero, este problema
persiste en otros modelos del átomo y sólo se resuelve con la introducción de la fuerza nuclear conocida
como interacción fuerte.

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