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EFECTOS DE LA

PRIVACION DE LA
LIBERTAD

EN EL ADOLESCENTE.

Caracas Julio 2019


INTRODUCCIÓN

La adolescencia ha sido considerada como un período crítico de desarrollo,


especialmente en las sociedades más avanzadas tecnológicamente. Siendo
innumerables los trabajos de investigaciones científicas desarrollados acerca de
dicha temática. Los que han estudiado científicamente la conducta han propendido
también señalar que la adolescencia representa un período de tensiones
particulares en nuestra sociedad.
Desde una perspectiva evolutiva, la adolescencia se caracteriza por grandes
transformaciones biológicas, psicológicas y sociales, es un periodo donde se
inician la experimentación de rutinas sociales nuevas, ajenas al entorno familiar
que permiten la consolidación de una identidad. Algunas de estas nuevas
conductas ensayadas por los adolescentes se ponen en marcha como modo de
autoafirmación o adquisición de elementos de identidad compartidos con sus
pares. En esta búsqueda algunas de ella pueden suponer riesgos psicosociales
graves, como lo es la transgresión penal y la privación de libertad, pero la
conducta transgresora no surge en el adolescente “perse”; sino que es el resultado
de múltiples factores, entre ellos situaciones de marginalidad y vulnerabilidad
social, que perturban el desarrollo evolutivo, resultando de ello que el proceso de
socialización se vea perturbado, generando desadaptación social.
Es por todo esto que, Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente
referido en el Capìtulo V de la LOPNNA se avoca en todos sus artículos a dar un
tratamiento garante de todas las medidas de protección a la integridad del
adolescentes que haya sido imputado en algún hecho delictivo, siempre
encaminado en la búsqueda de la verdad de manera expedida y eficiente.
En el marco de las observaciones anteriores, en este trabajo se presentan
aspectos referentes a la privación de libertad de menores y los efectos negativos y

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positivos que afectan a los adolescentes privados de libertad y sus implicaciones a
nivel general.

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LA LOPNNA

Últimamente tras los incidentes relativos a menores entre catorce y dieciocho


años que incurren hechos delictivos, se ha generado un tema controvertido muy
delicado que ocasiona diversas opiniones y que es necesario su estudio para
poder ir perfeccionando el sistema, ya no sólo durante el proceso desde una
perspectiva jurídica, sino desde otra perspectiva no jurídica con la ayuda de los
programas de reinserción, cuya creación se debe al apoyo de los Servicios
Sociales y asociaciones de voluntariado cuyo ánimo es garantizar tratar
adecuadamente el problema y darle una solución acaba e integral.
La delincuencia juvenil hoy en día comprende uno de los temas más
alarmante a nivel nacional e internacional, y también como es lógico, para los
gobiernos. Su comprensión, control y prevención es muy delicado e importante,
puesto que la persona a exteriorizar es un menor de edad, y por consiguiente,
debe de prevalecer antes que cualquier circunstancia su interés superior, es por
ello que la LOPNNA surge ante la necesidad de ajustar la legislación nacional a
las exigencias que exigía la sociedad y a las de la comunidad internacional quien
el 20 de noviembre de 1989 en Asamblea General de las Naciones Unidad aprobó
la convención sobre los Derechos del Niño, la cual reconoce el derecho de los
niños de recibir la protección y asistencia necesaria para poder asumir plenamente
sus responsabilidades dentro de la comunidad basándose en el convencimiento
de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los
miembros de la familia humana.
Se impone, entonces, la necesidad del reconocimiento legal de los derechos
humanos de los niños, niñas y adolescentes, así como la forma de conseguir su
efectividad tanto en el orden civil como en el penal. Es por esto que la privativa de
libertad en adolescentes se desarrolla a lo largo de ley manteniendo siempre las
garantías fundamentales del adolescente, sea cual fuere el delito que esté
tipificado en Ley, ajustándose al principios de proporcionalidad, en la cual las

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sanciones deben ser racionales, en proporción al hecho punible atribuido y a sus
consecuencias, Presunción de Inocencia, Información, Derecho a ser oído, el
debido proceso, la excepcionalidad de la privación de libertad, entre otros.
La privación de libertad de un adolescente tiene implicaciones de gran
magnitud, tanto para la familia del menor imputado, como para la sociedad en
general. Es necesario tomar en consideración los atenuantes que están presentes
en cada caso. A este respecto la LOPNNA cuenta con un equipo multidisciplinario
que integra el Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente, que son un
conjunto de órganos y entidades que se encargan del establecimiento de la
responsabilidad del adolescente por los hechos punibles en los cuales incurran,
así como de la aplicación y control de las sanciones correspondientes. Los cuales
son:
a) La sección de adolescentes del tribunal penal,
b) Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia;
c) Ministerio Público,
d) Defensores públicos;
e) Policía de investigación;
f) Programas y entidades de atención.

Así también la LOPNNA establece en su artículo 622, que determina las


pautas para la Determinación y Aplicación de la Ley, una serie de factores a tomar
en cuenta como son:
a) La comprobación del acto delictivo y la existencia del daño causado;
b) La comprobación de que el adolescente ha participado en el hecho
delictivo;
c) La naturaleza y gravedad de los hechos;
d) El grado de responsabilidad del o de la adolescente.
e) La proporcionalidad e idoneidad de la medida;
f) La edad del o de la adolescente y su capacidad para cumplir la medida.

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g) Los esfuerzos del o la adolescente por reparar los daños;
h) Los resultados de los informes clínicos y psico-social.

Una vez que se analizan estas variables, el juez tomar en consideración, el


periodo de prisión preventiva al que fue sometido el adolescente, cuando va a
computar la medida privativa de libertad; a fin de tomar las medidas que más se
ajusten al caso, como pueden ser las descritas en la

SECCIÓN SEGUNDA
Definición de las Medidas
Artículo 623 Amonestación.
Artículo 624 Imposición de Reglas de Conducta.
Artículo 625 Servicios a la Comunidad.
Artículo 626 Libertad Asistida.
Artículo 627 Semilibertad.
Artículo 628 Privación de Libertad

La Privación de Libertad
Artículo 628 Privación de Libertad. Consiste en la internación del o de la
adolescente en establecimiento público cual sólo podrá salir por orden judicial.
Parágrafo Primero: La privación de libertad es una medida sujeta a los
principios de excepcionalidad y de respeto a la condición peculiar de persona en
desarrollo. En caso de adolescente que tengan catorce años o más, su duración
no podrá ser menor de un año ni mayor de cinco años. En caso de adolescentes
de menos de catorce años, su duración no podrá ser menor de seis meses ni
mayor de dos años. En ningún caso podrá imponerse al adolescente un lapso de
privación de libertad mayor al límite mínimo de pena establecido en la Ley penal
para el hecho punible correspondiente.

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Parágrafo Segundo: La privación de libertad sólo podrá ser aplicada cuando el
adolescente:
a) Cometiere alguno de los siguientes delitos: homicidio, salvo el culposo;
lesiones gravísimas, salvo las culposas; violación; robo agravado; secuestro;
tráfico d drogas, en cualesquiera de sus modalidades; robo o hurto sobre
vehículos automotores.
b) Fuere reincidente y el hecho punible objeto de la nueva sanción prevea
pana privativa de libertad que, en su límite máximo, sea igual o mayor a cinco
años. c) Incumpliere, injustificadamente, otras sanciones que le hayan sido
impuestas. En este caso, la privación de libertad tendrá una duración máxima de
seis mes
Es por esto que el estudio y posterior análisis de los hechos que puedan
conllevar a la privación de libertad de un menor, es un trabajo exhaustivo y
concienzudo, a fin de proceder a la ejecución de estas medidas que tienen como
objetivo, lograr el pleno desarrollo de las capacidades del adolescente y la
adecuada convivencia con su familia y con su entorno social, tal como lo expresa
el Artículo 629 de la LOPNA.
Siguiendo en este orden de ideas, una vez que se estipula el tipo de medida
que se va aplicar, el Artículo 630, referente a los Derechos de la Ejecución de las
Medidas, tiene una serie de elementos que deben ser aplicados al momento de la
ejecución de la medida, como son:
a) Ser mantenido, preferentemente, en su medio familiar si éste reúne las
condiciones requeridas para su desarrollo;
b) A un trato digno y humanitario;
c) A recibir información sobre el programa en el cual esté inserto, sobre las
etapas previstas para el cumplimiento de la medida; así como sobre sus derechos
en relación a las personas o funcionarios que lo tuviere bajo su responsabilidad;

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d) A recibir los servicios de salud, sociales y educativos adecuados a su edad
y necesidades, y a que aquéllos sean proporcionados por personas con la
formación profesional idónea;
e) A comunicarse reservadamente con su defensor, con el Fiscal del Ministerio
Público y con el Juez de Ejecución;
f) A presentar peticiones ante cualquier autoridad y a que se le garantice la
respuesta y, especialmente, a promover incidencias ante el Juez de Ejecución;
g) A comunicarse libremente con sus padres, representantes o responsables,
salvo prohibición expresa del juez;
h) A que su familia sea informada sobre los derechos que a ella le
corresponden, y respecto de la situación y los derechos del adolescente.

Artículo 631: Derechos del o de la adolescente sometido a la medida de


privación de libertad. Además de los consagrados en el artículo anterior, el
adolescente privado de libertad tiene los siguientes derechos:
a) Permanecer internado en la localidad o en la más próxima al domicilio de
sus padres, representantes o responsables;
b) Que el lugar de internamiento satisfaga las exigencias de higiene, seguridad
y salubridad, cuente con acceso a los servicios públicos esenciales y sea
adecuado para lograr su formación integral.

Efectos que inciden en el Adolescente (Negativos - Positivos)

Tras varios estudios, podría concluirse que los adolescentes infractores


presentan diferentes tipos de carencias y niveles de intensidad según sean los
casos y, por tanto, con consecuencias distintas en la esfera socio-personal de
cada uno, existen adolescentes que sus conductas se corresponden a la falta de
oportunidad de poder haber recibido la formación y educación escolar necesaria
en el tiempo pertinente (por cuestiones culturales, políticas o sociales), o en los

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supuestos en los que los mismos aun teniendo la oportunidad de formarse,
deciden no acudir al centro escolar. Otros, que por distintas razones (falta de
atención, déficit de atención, problemas para la concentración, entre otros no son
constantes en el compromiso a formalizar. También existen casos de
adolescentes que han tenido una infancia sellada por las desatenciones, han
podido sufrir maltrato físico o psicológico, abandono por alguno o ambos padres,
también porque han podido ser sobreprotegidos, anulando sus potencialidades o
no les han marcado límites y normas claras para un desenvolvimiento social
adecuado. Igualmente, hay supuestos de adolescentes que no disponen de un
autocontrol adecuado de impulsos, y su nivel de tolerancia a la frustración es muy
bajo, en relación directa con los estilos parentales mantenidos. De igual forma, hay
adolescentes que debido a una personalidad poco empática en el ámbito social o
a un gran cambio cultural, les es complicado adaptarse, y por consiguiente,
relacionarse con el resto de las personas pudiendo integrarse en subculturas
marginales relacionadas con delincuencia, drogas y violencia (adolescentes
extranjeros). Otro caso, es el problema de la poca actividad laboral, y que por
consiguiente, en muchos casos recurren a trabajos de carácter accesorio e incluso
ilegal, para poder conseguir retribuciones económicas. Asimismo, existen
adolescentes que prefieren recurrir en su tiempo libre al uso del móvil, televisión,
videoconsolas, ordenador entre otras. antes que optar por pasatiempos más
sociables enriquecedores y en conclusión con más aporte para el desarrollo
personal e intelectual. Finalmente, existen adolescentes que por su personalidad
tienen una baja autoestima, mucha inseguridad en sí mismos, dificultades para
relacionarse con otras personas, poca empatía con el medio que le rodea e
inestabilidad emocional. En ocasiones también tienen dificultades para ejercer el
control en sus impulsos.

El concepto de privación de libertad fue entendido como la medida o pena con


la que se despoja a un individuo de su derecho a la libertad ambulatoria, por un

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delito que ha cometido, o la presunción de la comisión de un hecho punible,
coexistiendo este con su respectiva consecuencia obligado a pagar su condena
privado de libertad en una institución penitenciaria.

Efectos negativos de la privación de libertad

La pérdida de libertad se asocia a la idea de ser dominado, pues ya no es el


individuo quien gobierna su vida, sino que son otros quienes lo hacen por él. Esta
dominación, por un lado, va de la mano de la corrección, el castigo y el aislamiento
del individuo, y por otro, tiene la intención de transmitir seguridad a la sociedad,
donde el mensaje principal forma parte de los mecanismos de control social, pues
todo aquel que cometa un acto indebido deberá pagar con la privación de su
libertad (Gudín, 2007).

En lo que respecta a la privación de libertad, en el Capítulo II que trata sobre


los Derechos, Garantías y Deberes, en el Parágrafo Primero de la LOPNNA,
expresa: “La retención o privación de libertad personal de los niños niñas y
adolescentes se debe realizar de conformidad con la Ley y se aplicará como
medida de último recurso y durante el período más breve posible”.

Uno de los sectores más vulnerables de la población penal está conformado


por jóvenes privados de libertad de ambos sexos. La privación de libertad
prolongada, y desde corta edad, implica un tipo de socialización diferente, ya que
al ingresar al sistema, el individuo sufre una pérdida importante del entorno
habitual, la familia y el grupo de pares, por eso los efectos de la privación de la
libertad en la vida de una persona se proyectan más allá del período de encierro,
contribuyendo a incrementar y agravar su desarraigo social y la desvinculación
familiar.

Ha sido ampliamente estudiado que la institución carcelaria tiene un problema


principal que es su enorme capacidad de reproducir violencia, (Valdés y Florez,

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1985) y que las víctimas de dicho proceso son especialmente los jóvenes que
ingresan por primera vez, quienes además de soportar sus consecuencias, son
obligados a vivir bajo las reglas de la subcultura carcelaria (Leganes, S.1999,
Valverde, J, 1991). Estas consecuencias se consolidan a medida que es mayor el
tiempo que el sujeto pasa en el interior del recinto penal.

Los efectos de la privación de libertad en la vida de una persona se proyectan


más allá del período de encierro, contribuyendo a incrementar y agravar su
desarraigo social y la desvinculación familiar. Producto de ello, quienes son
encarcelados pueden adquirir una autopercepción de carente, abandonado y
rechazado, afectando profundamente la identidad de los sujetos (Niños y
adolescentes en prisión, 2004).

Efectos Positivos de la privación de libertad

Los efectos de la privación de libertad son generalizables a todos los


individuos sometidos a penas o medidas, pero adquieren especial importancia en
la adolescencia, ya que es un período crítico del desarrollo en las esferas
cognitiva, emocional y social. Teniendo en cuenta esto, resulta necesario e
indispensable analizar y luego diseñar herramientas que contribuyan a reducir
sistemáticamente los efectos de la privación de libertad en los jóvenes que se
encuentran privados de ella.
A este respecto y en atención a las políticas de reinserción de los
adolescentes en la sociedad, mediante programas de atención, la LOPNNA dedica
el apartado de Entidades de Atención, en su sección primera, que habla sobre el
funcionamiento. El Artículo 183 sobre los Principios, de las entidades de
atención, en la búsqueda de tener en cuenta el principio del interés superior del
niño y de acuerdo al contenido del programa que desarrollen, deben ajustar su
funcionamiento a lo siguiente:
a) Preservación de los vínculos familiares;

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b) No separación de grupos de hermanos;

c) Preservación de la identidad del niño, niña y adolescente y oferta de


entorno de respeto y dignidad, lo cual incluye, entre otros, el derecho a que la
entidad de atención no ostente en sus fachadas o paredes internas escritos
alusivos a su condición de tal que puedan entorpecer el sano desarrollo síquico de
los niños y adolescentes atendidos;

d) Estudio personal y social de cada caso;

e) Atención individual izada y en pequeños grupos

f) Garantía de alimentación y vestido, así como de los objetos necesarios para


su higiene y, aseo personal,

g) Garantía de atención médica, psicológica, psiquiátrica, odontológica y


farmacéutica,

h) Garantía de actividades culturales, recreativas y deportivas;

i) Garantía de acceso a actividades educativas y a las que propicien la


escolarización y la profesionalización, estimulando la participación de personas de
la comunidad en el proceso educativo,

j) Mantenimiento de los niños y adolescentes en posesión de sus objetos


personales y disposición de local seguro para guardarlos, otorgándosele
comprobante de aquéllos que hayan sido depositados en poder de la entidad;

k) Garantía al niño y al adolescente del pleno ejercicio del derecho a estar


informado de los acontecimientos que ocurren en su comunidad, su país y el
mundo y de participar en la vida de la comunidad local;

l) Preparación gradual del niño y del adolescente para su separación de la


entidad de atención;

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m) Mantenimiento de archivos donde consten la fecha y circunstancias de la
atención prestada; el nombre del niño o adolescente atendido; sus padres,
representantes o responsables, parientes, direcciones, sexo, edad, seguimiento de
su formación, relación de sus bienes personales y demás datos que posibiliten su
identificación y la individualización de la atención;

n) Seguimiento a los niños y adolescentes que salgan de la entidad.

En la ley actual se busca la aplicación de una auténtica sanción entendida


como medio para lograr la concientización y reinserción en la sociedad del
adolescente infractor de la ley penal y por otra parte, busca dar respuesta a la
sociedad que exige seguridad y contención del fenómeno criminal; para ello la
Sección 2º da cabida a programas socio-educativos incluso de iniciativa no
gubernamental, con lo que se integra a la sociedad civil a la tarea de rescate del
joven infractor; la Sección 3º regula lo concerniente a la ejecución de las
sanciones, aspecto que explica cuestiones como la exigencia de entidades y
programas (públicos o privados) registrados para garantizar su adecuado
cumplimiento y el logro de su finalidad educativa.

Asimismo, se dispone también la obligatoriedad de la escolarización,


formación para el trabajo y recreación en los institutos de internamiento. Se resalta
la necesidad de seleccionar cuidadosamente el personal según su capacitación, lo
que pretende hacer efectiva una auténtica especialidad.

En el plan individual de ejecución de la sanción de privación de libertad


participa el adolescente, este plan atiende al estudio de los factores y carencias
que incidieron en su conducta y al establecimiento de metas concretas para
fortalecer sus potencialidades y suplir o manejar sus deficiencias. Aquí la
personalidad del autor cobra un papel importante.

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El Capítulo culmina con la Sección 4 que prevé el control judicial de la
ejecución de las sanciones impuestas al adolescente para garantizar el
cumplimiento de sus objetivos. Se ha dispuesto la intervención judicial
especializada que debe revisar las sanciones impuesta para verificar si se están
cumpliendo los objetivos que la fundamentaron, lo cual garantiza un régimen
progresivo en los programas socio-educativos.

En la realidad, las situaciones que llevan a los jóvenes a delinquir son tan
complejas que lo ideal es sugerir diversas líneas de ataque más específicas, pero
se debe tener en cuenta que éstas no deben trabajar independientemente de las
demás. Un cierto grado de integración en las propuestas para la acción podría
arrojar mejores resultados y sería menos complicado evaluarlos. Por ejemplo, se
debe atribuir absoluta prioridad a la inversión en proyectos socio-económicos y
culturales consistentes, los cuales, con el apoyo de las familias e instituciones,
permitan garantizar educación, profesionalización y valorización afectiva de los
jóvenes de las periferias de forma tal que se logre bloquear el proceso de su
reclutamiento para la criminalidad.

Para que las propuestas de ataque den importantes resultados, es necesario


que previamente se solucionen una serie de problemas que traban las acciones de
dichas propuestas. En Venezuela, las mayores dificultades para la prevención y el
tratamiento de la delincuencia juvenil vienen dadas por un grado importante de
ineficiencia institucional que, aunada a los recursos financieros limitados
característicos de todo gobierno local, regional y central, engrandecen una especie
de agujero negro que traga las intenciones de actuar para resolver o mejorar este
problema social. Son muchos los organismos y las necesidades que entran a la
gran competencia por la asignación de recursos, en el país, durante los últimos
cinco años, se ha priorizado la asignación de recursos al proyecto político lo que
ha restado importancia a la asignación a otros proyectos importantes, entre ellos el
del tratamiento y prevención de la delincuencia juvenil.

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CONCLUSIÓN

La privativa de libertad debe preservar, la dignidad humana para ello el


sistema penitenciario debe ser flexible, progresista y humano, encaminado a
conseguir la reinserción social, y el centro penitenciario reunir con las condiciones
esenciales para garantizar la protección de los derechos fundamentales: la vida,
salud e integridad de los internos. “La prisión “ideal” no existe y nunca existirá,
incluso suponiendo que se consigan las mejores condiciones materiales, siempre
quedaría la privación de libertad (…). Pero esta limitación nos puede frenar en el
camino de mejorar constantemente las instituciones penitenciarias porque una
cosa es bien cierta, y es que una sociedad se juzga por el destino que reserva a
sus marginados y a sus excluidos” (Oliart Pons, 1994:40).
En otras palabras, es necesario crear las condiciones que permitan el
aseguramiento de todos sus derechos así como generar situaciones favorables a
su reinserción social, se considera que la privación de libertad es un recurso que
tendría que ser excepcional en materia de derecho penal juvenil.
La ONU acertadamente produjo documentos internacionales donde
recomienda reducir su aplicación y que de usarse debe hacerse bajo severas
restricciones, promoviendo una regulación estricta para su ejecución, que deja de
manifiesto la excepcionalidad de este tipo de pena para los adolescentes. Se
deben ofrecer los mejores programas alternativos y minimizar el recurso de la
privación de la libertad, no obstante no ha dejado de utilizarse y se considera
actualmente que esta “mala solución” existirá por un tiempo prolongado. Por ello
es necesario velar porque todo joven en esas condiciones tenga salvaguardados
sus derechos y garantías constitucionales.

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BIBLIOGRAFIA

Aproximación Teórica: Efectos de la Privación de Libertad en jóvenes


infractores a la ley penal facultad de psicología - uba / secretaría de
investigaciones / anuario de investigaciones / volumen xxiii.

Morant, Jesús (2003). "La delincuencia juvenil". Noticias jurídicas, URL


(http://noticias.juridicas.com/areas/55-Derecho%20Penal/10-Art%EDculos/200307-
58551523610332031.html). España, 1 p., fecha de la consulta 20/11/04.

Sarmiento, A. (2007) “Inhibición Psicológica y su Relación con la Transgresión


en Adolescentes en Conflicto con la Ley”. Equipo de Investigación UBACyT
(P811). En Memorias de las XIV Jornadas de Investigación. Tercer Encuentro de
Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología – UBA 9,
10 y 11 agosto de 2007 N° ISSN 1667 – 6750

Tinedo, Gladys. La Política Criminal en la ley Orgánica de Protección del Niño


Niña y del Adolescente.
Ley Orgánica para la Protección del Niño Niñas y del Adolescentes.

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