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PRIVACION DE LA
LIBERTAD
EN EL ADOLESCENTE.
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positivos que afectan a los adolescentes privados de libertad y sus implicaciones a
nivel general.
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LA LOPNNA
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sanciones deben ser racionales, en proporción al hecho punible atribuido y a sus
consecuencias, Presunción de Inocencia, Información, Derecho a ser oído, el
debido proceso, la excepcionalidad de la privación de libertad, entre otros.
La privación de libertad de un adolescente tiene implicaciones de gran
magnitud, tanto para la familia del menor imputado, como para la sociedad en
general. Es necesario tomar en consideración los atenuantes que están presentes
en cada caso. A este respecto la LOPNNA cuenta con un equipo multidisciplinario
que integra el Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente, que son un
conjunto de órganos y entidades que se encargan del establecimiento de la
responsabilidad del adolescente por los hechos punibles en los cuales incurran,
así como de la aplicación y control de las sanciones correspondientes. Los cuales
son:
a) La sección de adolescentes del tribunal penal,
b) Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia;
c) Ministerio Público,
d) Defensores públicos;
e) Policía de investigación;
f) Programas y entidades de atención.
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g) Los esfuerzos del o la adolescente por reparar los daños;
h) Los resultados de los informes clínicos y psico-social.
SECCIÓN SEGUNDA
Definición de las Medidas
Artículo 623 Amonestación.
Artículo 624 Imposición de Reglas de Conducta.
Artículo 625 Servicios a la Comunidad.
Artículo 626 Libertad Asistida.
Artículo 627 Semilibertad.
Artículo 628 Privación de Libertad
La Privación de Libertad
Artículo 628 Privación de Libertad. Consiste en la internación del o de la
adolescente en establecimiento público cual sólo podrá salir por orden judicial.
Parágrafo Primero: La privación de libertad es una medida sujeta a los
principios de excepcionalidad y de respeto a la condición peculiar de persona en
desarrollo. En caso de adolescente que tengan catorce años o más, su duración
no podrá ser menor de un año ni mayor de cinco años. En caso de adolescentes
de menos de catorce años, su duración no podrá ser menor de seis meses ni
mayor de dos años. En ningún caso podrá imponerse al adolescente un lapso de
privación de libertad mayor al límite mínimo de pena establecido en la Ley penal
para el hecho punible correspondiente.
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Parágrafo Segundo: La privación de libertad sólo podrá ser aplicada cuando el
adolescente:
a) Cometiere alguno de los siguientes delitos: homicidio, salvo el culposo;
lesiones gravísimas, salvo las culposas; violación; robo agravado; secuestro;
tráfico d drogas, en cualesquiera de sus modalidades; robo o hurto sobre
vehículos automotores.
b) Fuere reincidente y el hecho punible objeto de la nueva sanción prevea
pana privativa de libertad que, en su límite máximo, sea igual o mayor a cinco
años. c) Incumpliere, injustificadamente, otras sanciones que le hayan sido
impuestas. En este caso, la privación de libertad tendrá una duración máxima de
seis mes
Es por esto que el estudio y posterior análisis de los hechos que puedan
conllevar a la privación de libertad de un menor, es un trabajo exhaustivo y
concienzudo, a fin de proceder a la ejecución de estas medidas que tienen como
objetivo, lograr el pleno desarrollo de las capacidades del adolescente y la
adecuada convivencia con su familia y con su entorno social, tal como lo expresa
el Artículo 629 de la LOPNA.
Siguiendo en este orden de ideas, una vez que se estipula el tipo de medida
que se va aplicar, el Artículo 630, referente a los Derechos de la Ejecución de las
Medidas, tiene una serie de elementos que deben ser aplicados al momento de la
ejecución de la medida, como son:
a) Ser mantenido, preferentemente, en su medio familiar si éste reúne las
condiciones requeridas para su desarrollo;
b) A un trato digno y humanitario;
c) A recibir información sobre el programa en el cual esté inserto, sobre las
etapas previstas para el cumplimiento de la medida; así como sobre sus derechos
en relación a las personas o funcionarios que lo tuviere bajo su responsabilidad;
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d) A recibir los servicios de salud, sociales y educativos adecuados a su edad
y necesidades, y a que aquéllos sean proporcionados por personas con la
formación profesional idónea;
e) A comunicarse reservadamente con su defensor, con el Fiscal del Ministerio
Público y con el Juez de Ejecución;
f) A presentar peticiones ante cualquier autoridad y a que se le garantice la
respuesta y, especialmente, a promover incidencias ante el Juez de Ejecución;
g) A comunicarse libremente con sus padres, representantes o responsables,
salvo prohibición expresa del juez;
h) A que su familia sea informada sobre los derechos que a ella le
corresponden, y respecto de la situación y los derechos del adolescente.
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supuestos en los que los mismos aun teniendo la oportunidad de formarse,
deciden no acudir al centro escolar. Otros, que por distintas razones (falta de
atención, déficit de atención, problemas para la concentración, entre otros no son
constantes en el compromiso a formalizar. También existen casos de
adolescentes que han tenido una infancia sellada por las desatenciones, han
podido sufrir maltrato físico o psicológico, abandono por alguno o ambos padres,
también porque han podido ser sobreprotegidos, anulando sus potencialidades o
no les han marcado límites y normas claras para un desenvolvimiento social
adecuado. Igualmente, hay supuestos de adolescentes que no disponen de un
autocontrol adecuado de impulsos, y su nivel de tolerancia a la frustración es muy
bajo, en relación directa con los estilos parentales mantenidos. De igual forma, hay
adolescentes que debido a una personalidad poco empática en el ámbito social o
a un gran cambio cultural, les es complicado adaptarse, y por consiguiente,
relacionarse con el resto de las personas pudiendo integrarse en subculturas
marginales relacionadas con delincuencia, drogas y violencia (adolescentes
extranjeros). Otro caso, es el problema de la poca actividad laboral, y que por
consiguiente, en muchos casos recurren a trabajos de carácter accesorio e incluso
ilegal, para poder conseguir retribuciones económicas. Asimismo, existen
adolescentes que prefieren recurrir en su tiempo libre al uso del móvil, televisión,
videoconsolas, ordenador entre otras. antes que optar por pasatiempos más
sociables enriquecedores y en conclusión con más aporte para el desarrollo
personal e intelectual. Finalmente, existen adolescentes que por su personalidad
tienen una baja autoestima, mucha inseguridad en sí mismos, dificultades para
relacionarse con otras personas, poca empatía con el medio que le rodea e
inestabilidad emocional. En ocasiones también tienen dificultades para ejercer el
control en sus impulsos.
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delito que ha cometido, o la presunción de la comisión de un hecho punible,
coexistiendo este con su respectiva consecuencia obligado a pagar su condena
privado de libertad en una institución penitenciaria.
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1985) y que las víctimas de dicho proceso son especialmente los jóvenes que
ingresan por primera vez, quienes además de soportar sus consecuencias, son
obligados a vivir bajo las reglas de la subcultura carcelaria (Leganes, S.1999,
Valverde, J, 1991). Estas consecuencias se consolidan a medida que es mayor el
tiempo que el sujeto pasa en el interior del recinto penal.
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b) No separación de grupos de hermanos;
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m) Mantenimiento de archivos donde consten la fecha y circunstancias de la
atención prestada; el nombre del niño o adolescente atendido; sus padres,
representantes o responsables, parientes, direcciones, sexo, edad, seguimiento de
su formación, relación de sus bienes personales y demás datos que posibiliten su
identificación y la individualización de la atención;
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El Capítulo culmina con la Sección 4 que prevé el control judicial de la
ejecución de las sanciones impuestas al adolescente para garantizar el
cumplimiento de sus objetivos. Se ha dispuesto la intervención judicial
especializada que debe revisar las sanciones impuesta para verificar si se están
cumpliendo los objetivos que la fundamentaron, lo cual garantiza un régimen
progresivo en los programas socio-educativos.
En la realidad, las situaciones que llevan a los jóvenes a delinquir son tan
complejas que lo ideal es sugerir diversas líneas de ataque más específicas, pero
se debe tener en cuenta que éstas no deben trabajar independientemente de las
demás. Un cierto grado de integración en las propuestas para la acción podría
arrojar mejores resultados y sería menos complicado evaluarlos. Por ejemplo, se
debe atribuir absoluta prioridad a la inversión en proyectos socio-económicos y
culturales consistentes, los cuales, con el apoyo de las familias e instituciones,
permitan garantizar educación, profesionalización y valorización afectiva de los
jóvenes de las periferias de forma tal que se logre bloquear el proceso de su
reclutamiento para la criminalidad.
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CONCLUSIÓN
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BIBLIOGRAFIA
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