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ESCENARIOS DE VIOLENCIA EN EL BARRIO MOJICA


1997-2007

CAMILO ORLANDO BARRERA MARÍN

UNIVERSIDAD DEL VALLE


FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y ECONÓMICAS
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES
PREGRADO EN SOCIOLOGÍA
SANTIAGO DE CALI
2009
2

ESCENARIOS DE VIOLENCIA EN EL BARRIO MOJICA


1997-2007

CAMILO ORLANDO BARRERA MARÍN

Trabajo de grado presentado como


requisito parcial para optar al título de
Sociólogo

Asesor: Álvaro Guzmán

UNIVERSIDAD DEL VALLE


FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y ECONÓMICAS
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES
PREGRADO EN SOCIOLOGÍA
SANTIAGO DE CALI
2009
3

TABLA DE CONTENIDO
Pág.

1. Introducción ………………………………………………………. 7

1.1. Algunos estudios sobre violencia urbana en Colombia…………. 11

1.2. Orientaciones conceptuales………………………………………. 15

1.3. Metodología………………………………………………………... 22
 Fuentes de información
 Descripción de las variables o indicadores
 Descripción de datos cualitativos
 Consideraciones sobre las fuentes

2. La violencia en Santiago de Cali y en la comuna 15:
contexto general del barrio Mojica …………………………………. 26

2.1 Violencia homicida 1997-2007…………………………………….. 26


 Cronología
 Geografía
 Características de las víctimas

2.2. Caracterización de los hurtos. 2002-2007………………………... 33


 Cronología
 Geografía
 Tipos de hurtos

2.3. Caracterización de violencia familiar. 2004-2007………………. 38


 Cronología y geografía
 Características de las víctimas de violencia familiar

3. Diagnostico de violencia en el barrio Mojica………………………. 43

3.1 Mojica: aspectos generales de las condiciones del barrio……….. 43


 Reseña histórica
 Caracterización de las condiciones socioeconómicas del barrio
Mojica.

3.2. Violencia homicida en Mojica. 1997-2007………………………… 47


 Cronología de la violencia en Mojica
 Análisis de los datos de las victimas en Mojica
 Homicidios en Mojica según medio utilizado 1997-2007.
 Posibles móviles de violencia en Mojica

3.3. Caracterización de los hurtos en Mojica. 2002- 2007……………. 53


 Cronología
 Tipos y modalidades de hurtos
4

3.4. Violencia familiar en Mojica. 2004-2007………………………… 56


 Cronología
 Características de las víctimas por violencia familiar en Mojica

3.5. Conclusiones preliminares………………………………………... 58

4. Aproximación a tres escenarios de violencia en Mojica……… 62

4.1. Violencia familiar en Mojica........................................................... 62


 Perfil de agresores y modalidades
 Violencia conyugal
 Violencia contra los niños

4.2. Violencia asociada a agrupaciones juveniles en Mojica………… 72


 Pandillas organizadas
 Delincuencia juvenil no organizada

4.3. Violencia asociada a hurtos……………………………………….. 83


 El raponazo
 Atraco

5. Conclusión …………………………………………………………… 91

6. Bibliografía…………………………………………………………... 96
5

LISTA DE TABLAS E ILUSTRACIONES

Tabla No. Pág.

1. Tasa de homicidios Cali - comuna 15. 1997-2007 (X 100 mil hab.) 27


2. Homicidios por mes de ocurrencia. Cali - comuna 15. 1997-2007 28
3. Homicidios por día de ocurrencia. Cali - comuna 15. 1997-2007 29
4. Tasa de homicidios por comuna. 2005-2007 (x 100 mil hab.) 30
5. Cinco barrios con más homicidios en Cali. 1997-2007 (Frecuencia) 30
6. Tasa barrios con mayor frecuencia de homicidios en Cali entre 1997-2007. 31
calculada para el año 2005 (X 100 mil hab.)
7. Tasa de homicidios por barrios comuna 15. 2005 (X 100 mil hab.) 31
8. Barrio con más homicidios comuna 15. 1997-2007 (Frecuencia acumulada) 32
9. Homicidios según sexo. Cali- comuna 15. 1997-2007 32
10. Homicidios por edad de la victima: Cali - comuna 15 1997-2007 33
11. Tasa de hurtos. Cali- comuna 15. (X 100 mil hab.). 2002- 2007 34
12. Hurtos denunciados por mes. Cali- comuna 15. 2002-2007 35
13. Hurtos denunciados por comunas 2002-2007 (frecuencia acumulada) 36
14. Cinco barrios con más hurtos denunciados en Cali. 2002-2007 37
15. Tasa de los cinco barrios con más hurtos denunciados en Cali. 2005 37
16. Hurtos de barrios comuna 15. 2002-2007 (frecuencia acumulada) 37
17. Tasa de hurtos por barrios de la comuna 15. 2005 (x 100 mil hab.) 37
18. Frecuencia de tipos de hurtos. Cali 2002-2007 (frecuencia acumulada) 38
19. Tasa de violencia familiar. Cali - comuna 15. 2004-2007 (X 100 mil hab.) 39
20. Tasa por comunas de violencia familiar. (X 100 mil hab.) 40
21. Barrios con mayor número de denuncias por violencia familiar. 2004- 2007 41
22. Tasa de barrios con más denuncias por violencia familiar. 2005 41
23. Denuncias por violencia familiar según sexo. Cali- comuna 15. 2004-2007 42
24. Denuncias por violencia familiar según edad. Cali. 2004-2007 42
25. Evolución de los homicidios en Mojica. 1997-2007 48
26. Tasa de homicidios comparada Cali, comuna 15, Mojica. 2005-2007 48
27. Homicidios según mes del hecho Mojica 1997-2007 (frecuencia acumulada) 49
28. Homicidios según sexo en Mojica 1997-2007 (frecuencia acumulada) 51
6

Pág.

29. Homicidios según edad en Mojica 1997-2007 (frecuencia acumulada) 51


30. Mecanismo utilizado en el homicidio 1997-2007 (frecuencia acumulada) 52
31. Homicidios según móvil del hecho 1997-2007 (frecuencia acumulada) 53
32. Hurtos denunciados en Mojica. 2002-2007 54
33. Tasa de hurtos Cali, comuna 15, Mojica. 2005-2007 (X 100 mil hab.) 54
34. Hurtos denunciados en Mojica por meses. 2002-2007 (frecuencia acumulada) 55
35. Tipos de hurtos denunciados en Mojica 2004-2007 (frecuencia acumulada) 55
36. Modalidades de hurtos denunciados en Mojica 2004-2007 56
(frecuencia acumulada)
37. Denuncias por violencia familiar en Mojica. 2004-2007 56
38. Tasa de denuncias por violencia familiar. Cali, comuna 15, Mojica. 2005-2007 57
39. Denuncias por violencia familiar según sexo en Mojica. 2004-2007 57
40. Denuncias por violencia familiar según edad en Mojica. 2004-2007 58

Gráfico No.

1. Tasa de homicidios En Cali y comuna 15 (X cada 100 mil). 1997 – 2007 27


2. Tasa de hurtos en Cali y comuna 15 (por cada 100 mil). 2002- 2007 34
3. Tasa de denuncias de casos de violencia familiar en Cali x comuna. 2004-2007 39
4. Tasa de homicidios Cali, comuna 15, Mojica. 2005-2007 48
5. Tasa de hurtos Cali, Comuna 15, Mojica. 2005-2007 54
6. Tasa de denuncias por violencia familiar. Cali, comuna 15, Mojica. 2005-2007 57

Mapa No.

1. Barrió Mojica 45
2. Ubicación de las pandillas en el barrio Mojica 73
3. Ubicación de los hurtos en Mojica. 2007 84
7

1. Introducción

La violencia se ha transformado en un aspecto de la cotidianidad en Colombia, que se


caracteriza por ser una problemática compleja, dada la frecuencia y los procesos
sociales que se encuentran inmersos. En Santiago de Cali, esta realidad se refleja a
través de la intensidad de hechos como los hurtos, la violencia familiar y los
homicidios, que por su alta frecuencia inciden de una u otra forma en la seguridad de los
aproximadamente 2’169.801 habitantes que residen en la ciudad.

Con una tasa de 66 homicidios por cada cien mil habitantes en el año 2008, Cali supera
las tasas de otras ciudades capitales importantes en el mismo año como Bogotá y
Medellín que registran 19 y 43 homicidios por cada cien mil habitantes- en adelante
hpcch- respectivamente; traspasando aun la tasa de homicidios del país que presenta 33
hpcch1. Solo en el año 2008 se registraron 12.015 denuncias por hurtos de diferente
tipo en Cali, con un promedio de 1001 denuncias por hurtos al mes2. En este mismo año
se reportaron 8017 casos de violencia familiar3; situación que evidencia la necesidad de
profundizar sobre el conocimiento de la problemática en este contexto.

En este estudio, aportar al conocimiento de la violencia en la ciudad implico profundizar


en la investigación de los hechos de mayor impacto, pero en este caso no a nivel de
ciudad o comuna como los referentes espaciales en los que se han dirigido la mayoría de
trabajos sobre violencia; sino en el espacio geográfico denominado “barrio”4;
respondiendo a la necesidad de medir y observar en unidades mas especificas los hechos
violentos. En el barrio las acciones que implican violencia también están diferenciadas,
entendiendo por esto las mismas prácticas y los factores que propician su uso;
vivenciándose muchos tipos de violencias que no se alcanzan a percibir, por solo tener
una mirada macro y no micro de estas practicas. De esta manera, a partir del análisis de

1
Policía Nacional (2008). Boletín sistema de información para la seguridad y la convivencia ciudadana
(SISC). Pp. 2
2
Policía Metropolitana de Santiago de Cali (2008). BID Boletín institucional.
3
Observatorio de Violencia Familiar de Santiago de Cali (2008). Boletín VIF. Secretaria de Salud
Municipal.
4
Según el Departamento Administrativo de Planeación Municipal de Cali, se entiende por barrio “la
unidad o célula básica de la ciudad con asentamientos humanos que debe contener además del área de
vivienda, las complementarias para salud, educación, seguridad y recreación y que además se ha creado
por acuerdo del Concejo Municipal (con base en los acuerdos 24 de 1983 y 86 de 1987)”.
8

la violencia en un barrio, se intento aportar al conocimiento de la violencia en la ciudad


de Cali.

Por su particularidad, el barrio Mojica perteneciente a la comuna 15 del Distrito de


Aguablanca se convirtió en nuestro laboratorio de estudio, ubicándonos en un espacio
que nos permitió ahondar en la comprensión de los hechos de violencia hay
presentados. Mojica en los últimos años (1997-2007) ha ocupado uno de los cinco
primeros lugares de barrios con más homicidios en Cali, con una tasa que no ha sido
menor a los 100 hpcch en estos años. También se denuncia un gran número de hurtos es
sus limites, presentándose mas de 100 denuncias por estos hechos en el año 2008. En
Mojica se ubican más de nueve pandillas organizadas que se dedican principalmente a
actos delictivos, es lugar de organizaciones sicariales, expendios de drogas y armas;
además de variadas problemáticas que justifican la necesidad de estudiar detenidamente
las características de los hechos violentos en este contexto.

En primera instancia, a través de indicadores que consideramos los mas apropiados, se


estimó la situación de violencia en el barrio. Los homicidios, las denuncias por hurtos y
las denuncias por violencia familiar, fueron las cifras que más nos acercaba a la
caracterización de las condiciones de violencia en Mojica. La descripción se hizo a
partir de variables relacionadas con los actores, la intensidad, los espacios, los recursos
y las modalidades de los tres indicadores antes mencionados. Esto con la intención de
realizar una lectura distinta con los datos que se utilizan para caracterizar espacios de
mayor extensión como lo son las comunas o la ciudad, entendiendo que se requería
avanzar en la delimitación del análisis cuantitativo, tratando de observar las
características que difieren o son semejantes a los contextos geográficos mas amplios
que el barrio.

Aunque analizar a través de indicadores algunas de las características de violencia en


Mojica nos dio argumentos para establecer en un primer momento cuales eran las
circunstancias más importantes que se presentaban en los hechos, quedaba un vacío en
la interpretación de este problema en nuestro ámbito de estudio. Esto implico investigar
las acciones y los actores que se presentaban, de manera que trascendiéramos los datos
y comprendiéramos las motivaciones de los hechos caracterizados con los indicadores.
La intención no era exclusivamente recoger información cualitativa, como entrevistas y
9

observaciones localizadas para ampliar la descripción; pues era evidente la necesidad de


apoyarnos conceptualmente buscando un mayor conocimiento de las acciones que sólo
se habían delineado.

En este caso el “escenario de violencia” fue la construcción teórica que nos ayudó
conceptualmente en la interpretación de los hechos presentados en Mojica. Definidos
como los espacios de relación entre la acción violenta y los espacios estructurales de la
sociedad, los escenarios nos permitieron considerar los hechos violentos en sus
contextos con categorías que en cierta medida tipifican un “conjunto de acciones,
actores y condiciones de desarrollo de la violencia, dándoles cierta lógica y autonomía
de explicación propia”5. Esto posibilito la construcción de los escenarios de violencia
familiar, de violencia asociada ha agrupaciones juveniles y de violencia asociada a los
hurtos, considerados los de mayor importancia en el análisis de la violencia en el barrio.

La frecuencia de hechos violentos entre familiares, tal y como se evidencia en los altos
niveles de denuncia por estos casos en Mojica; determinó que en el escenario de
violencia familiar se profundizara en las motivaciones que desencadenan el desarrollo
de acciones violentas principalmente contra la mujer y contra los niños, como las
principales victimas de violencia al interior del hogar.

Al constatar con los indicadores que los jóvenes son los actores que mas repercuten en
la intensidad de hechos como los homicidios y hurtos, actuando principalmente a
disposición de pandillas del barrio; en el escenario de violencia asociada a agrupaciones
juveniles, la intención radicó en estudiar tales pandillas que detentan distintos niveles de
organización, observando las acciones violentas que desencadenan, las modalidades de
sus actos, las normas que los caracteriza y la organización a la que apelan. Esto nos
llevo a establecer que las pandillas dirigen sus acciones especialmente a los atracos,
sumándose la violencia producida por el control del territorio y el monopolio de
negocios como el de las drogas y armas, situación que genera la mayor cantidad de
hechos violentos en el barrio.

5
Camacho, Álvaro y Guzmán Álvaro (1991). Colombia ciudad y violencia. Ediciones Foro Nacional.
Bogotá. pp. 27
10

En la construcción del escenario de violencia asociada a hurtos, se indagaron las


modalidades que con mayor continuidad utilizan los victimarios para obtener bienes
ajenos: el atraco y el raponazo. En este caso la investigación radicó en el análisis de los
espacios donde se perpetra el hurto, la peligrosidad del hecho, el actor que lo ejecuta,
los mecanismos que se utilizan, las características de los bienes hurtados y las
estrategias desarrolladas para llevar a cabo el hecho.

Con lo anterior, se logra avanzar en la comprensión de los hechos de violencia en el


barrio, contribuyendo a la facilitación de herramientas que permitan tomar decisiones
para la generación de impactos positivos en los niveles de violencia en el barrio. El
evidenciar los actores, las circunstancias, las modalidades y las posibles motivaciones
que pueden ser detonantes de hechos violentos, encamina la construcción de acciones
que paulatinamente logren disminuir la frecuencia de estos hechos.

El documento presentado ha continuación, expone los resultados de la investigación;


comprendiendo en el primer capítulo referencias sobre algunos estudios de violencia
urbana recientes en nuestro país y en la ciudad, así como la precisión de elementos
teóricos que ubican conceptualmente el análisis. En este mismo capítulo se detalla la
metodología cuantitativa y cualitativa del estudio, las fuentes de información y sus
limitaciones, el tratamiento dado a los datos, la descripción de las variables utilizadas,
las categorías de análisis, el contenido de las entrevistas y algunas consideraciones
metodológicas elementales.

En el segundo capítulo se transita hacia la descripción de los hechos a través de los


indicadores de homicidios, hurtos y denuncias por violencia familiar en Santiago de
Cali y la comuna 15, teniendo en cuenta el significado espacial de la información que
en este caso contextualiza y dimensiona las similitudes o diferencias del ámbito central
nuestro estudio. Aquí se exploran las características geográficas, cronológicas, las
modalidades, los recursos y algunas características de las víctimas.

El tercer capítulo se presenta una reseña histórica del barrio Mojica, construida a través
de entrevistas y de otros estudios históricos en este contexto. Además se caracterizan
las condiciones sociales básicas del barrio, a partir de indicadores demográficos,
económicos, educativos, sociales y de infraestructura general. De la misma manera, se
11

analizan los casos de violencia homicida, hurtos y violencia familiar en Mojica, que
corresponde a la descripción de las categorías cuantitativas antes mencionadas. En la
ultima parte de este capítulo se presentan algunas conclusiones donde de resaltan los
aspectos mas importantes en el análisis de los datos y se contrasta la situación de
violencia en la ciudad, la comuna 15 y el barrio Mojica.

En el capítulo cuarto se realiza la aproximación a los tres escenarios de violencia más


importantes construidos en el barrio Mojica. En el escenario de violencia familiar se
presentan las principales características de las víctimas y los victimarios, ahondando a
continuación en el análisis de situaciones que preceden los hechos violentos conyugales
y en contra de los niños. En el escenario de violencia asociada a agrupaciones juveniles
se analizan las pandillas organizadas y los grupos de delincuencia juvenil no
organizada, profundizando fundamentalmente en las modalidades de los hechos, las
circunstancias en que se realizan, las características de los actores, la estructura de las
agrupaciones, las normas que detentan y las motivaciones que impulsan al grupo a
generar prácticas que suscitan violencia. En el escenario de violencia asociada a hurtos
se examinan los hechos a partir de dos modalidades: el atraco y el raponazo. Tal y como
se especifico anteriormente, el análisis en este escenario se dirigió a la ampliación de las
condiciones en las que se presentaban los hurtos.

En el quinto capítulo, se presentan las conclusiones más importantes del trabajo de


investigación, resaltando las características que suscitan mayor atención en la
culminación del estudio, tal y como lo es el alto impacto de la violencia juvenil en el
barrio. Así mismo, se presentan algunas recomendaciones que consideramos aportan a
la discusión de las condiciones que se deben tener en cuenta para intervenir una
problemática como lo es la violencia.
12

1.1. Algunos estudios sobre violencia urbana en Colombia.

Gran parte de los estudios sobre violencia urbana realizados en Colombia


recientemente, priorizan el enfoque epidemiológico caracterizando situaciones de
violencia a partir de los principales indicadores de criminalidad. Así mismo, son
frecuentes los estudios con una perspectiva política, asociando los esfuerzos de la
administración pública con respecto a la seguridad y los índices de violencia en las
ciudades, al igual que los estudios económicos de la violencia que evalúan
principalmente los costos de está y el impacto que tienen a nivel económico en las
ciudades. En este caso se mencionan algunos estudios que suscitan conclusiones
importantes en la interpretación sociológica de la violencia en la ciudad, encontrando
que los trabajos recientes más importantes se han realizado sobre las principales
ciudades de Colombia, propiciando la comparación teórica y metodológica en el
tratamiento de esta problemática en la ciudad de Cali.

El estudio titulado “Violencia Homicida En Bogotá: Mas Que Intolerancia6” de María


Victoria Llorente, Rodolfo Escobedo, Camilo Echandía y Mauricio Rubio, estudia la
violencia en esta ciudad desde mediados de la década de los noventa evidenciando que
la tasa de homicidios en Bogotá ha descendido continuamente y ha llegado a niveles
relativamente bajos dentro del contexto urbano nacional. En este estudio se hace una
aproximación al patrón espacial y de difusión de los homicidios en Bogotá, con la
intención de evidenciar aquellos factores que explican la alta concentración de
homicidios en unos pocos focos intensamente violentos. Tres conclusiones se
desprenden para el período 1997-1999: 1) las muertes violentas están altamente
concentradas en unos pocos focos y este patrón geográfico es persistente en el tiempo,
2) la violencia de tipo instrumental (los homicidios producto de ajustes de cuentas y de
atracos) aporta un mayor número de muertes que la impulsiva (los homicidios resultado
de agresiones en el hogar y de riñas callejeras que al calor de los tragos culminan
fatalmente), y 3) existe una importante convergencia geográfica entre focos de intensa
violencia y presencia de estructuras criminales asociadas a mercados ilegales y a
actividades ilícitas y del “bajo mundo”.

6
Llorente María Victoria, Rubio Mauricio y otros (2000). Violencia homicida en Bogotá: más que
intolerancia. Paz Publica- Cede, Uniandes.
13

Con una intención similar al anterior estudio, María Victoria Llorente y Ángela Rivas
en la investigación “La Caída Del Crimen En Bogotá: Una década de políticas de
seguridad ciudadana”7, se centran en el decrecimiento de los índices de criminalidad en
Bogotá, producto fundamentalmente de las estrategias de la política de seguridad
ciudadana, adelantando acciones de control al consumo de alcohol y al porte de armas.
El trabajo contiene la descripción de los principales indicadores de seguridad durante el
periodo de 1994 a 2002. Además, el estudio aborda el impacto de las políticas públicas
para la prevención del crimen y la violencia en cada administración, concluyendo que la
institucionalización en el manejo de la seguridad ciudadana, las transformaciones
institucionales, los mecanismos alternativos adoptados para la resolución de conflictos,
la prevención de la violencia intrafamiliar y el maltrato infantil, los mayores recursos a
la policía y el seguimiento a la actividad policial, fueron los elementos que propiciaron
el cambio de la actividad criminal en la capital Colombiana.

Katherine Aguirre y Jorge Restrepo en su investigación titulada “aproximación a la


situación de violencia e inseguridad en Bogota”8, adoptan un enfoque que privilegia la
protección de las personas frente a riesgos que afectan su integridad física. El estudio
establece la frecuencia de victimización letal y no letal, teniendo en cuenta su evolución
en el tiempo con el objeto de cuantificar los niveles de inseguridad para las personas.
De manera complementaria se estudia el impacto que el conflicto armado interno tiene
sobre la seguridad de las personas. Asi mismo, se hace referencia a la victimización e
inseguridad revelada por medio de encuestas y sondeos. La principal limitación, como
es ya común en esta área de estudio, la impone la accesibilidad a fuentes de datos y
registros de datos, así como la diversidad en los datos que las fuentes generan.

Mauricio Rubio en el estudio “Caracterización de la Violencia Homicida en Bogotá”9 se


propone estudiar las distintas manifestaciones de la violencia homicida, clasificando
las circunstancias que llevaron al hecho en dos categorías: violencia impulsiva (las riñas
y la violencia familiar) y violencia instrumental (el crimen organizado, la violencia

7
Llorente, María Victoria y Rivas Ángela (2004). La caída del crimen en Bogotá: una década de políticas
de seguridad ciudadana. Documento CEDE, Universidad de los Andes.
8
Aguirre, Katherine y Restrepo Jorge (2005). Aproximación a la situación de violencia e inseguridad en
Bogotá. CERAC, Bogotá.
9
Rubio, Mauricio (2000). “Estudio interpretativo de la violencia homicida en Bogotá”. En
Caracterización de la violencia homicida en Bogotá. Documento de Trabajo Nº 4. Bogotá. Paz Pública-
CEDE- UNIANDES y alcaldía de Bogotá.
14

estatal o paramilitar). A partir de su análisis concluye tres elementos determinantes para


Bogotá: El primero es la importancia en términos de su contribución al número de
muertes violentas de la violencia impulsiva. El segundo es el supuesto de una
causalidad de la violencia que se inicia en las manifestaciones menos graves, como la
agresión en el hogar, y conduce progresivamente hacia situaciones más serias, incluso
las mafias o el paramilitarismo. El tercer elemento que parece común a las explicaciones
predominantes sobre la violencia urbana en Colombia, hace referencia a los
determinantes sociales y económicos de la violencia instrumental; la ejercida tanto por
los criminales comunes como por los rebeldes. Rubio expone que la violencia
colombiana es ejercida por grupos organizados, armados y poderosos, y de ninguna
forma es característica propia del modo de ser de los colombianos10. Es asi como la
violencia en Colombia ha sido propiciada no por causas objetivas, sino por la
ineficiencia de la justicia penal y la proliferación de los grupos armados, que a su vez
han contribuido a la parálisis del sistema judicial y a las altas tasas de criminalidad
presentes en las ciudades más desarrolladas.

Luís Fernando Duque11 en el estudio para diez municipios del Valle de Aburra, se
centra en la distribución de los diferentes tipos de violencia a través del trabajo con
variables de persona, edad, sexo, estrato socioeconómico y educación. Poniendo
especial atención en el análisis de los lugares y grupos humanos donde se concentran
los problemas de victimización y agresión; el objetivo es definir políticas en materia de
prevención de la violencia. Entre las conclusiones más importantes del estudio,
encontramos que en los diez municipios del valle de aburra hay un mismo patrón en
cuanto a la distribución de la victimización, la agresión y el haber sido testigo de la
violencia. Medellín es el municipio con las mayores proporciones de prevalencia de
violencia en el área metropolitana. Los hombres más que las mujeres son quienes tienen
las mayores probabilidades de ser testigos, victimas y agresores de todos los tipos de
violencia estudiados. En el Valle de Aburra los menores son el grupo con más altas
proporciones de victimización. Es también importante el altísimo nivel de no reporte de
las formas de violencia estudiadas.

10
Sánchez Torres Fabio y Núñez Méndez Jairo (2003). Determinante del crimen violento en un país
altamente violento: El caso de Colombia. Ministerio de defensa. pp. 18
11
Duque, Luís Fernando (2003-2004). La violencia en el valle de Aburra: su magnitud y programa para
reducirla”. Universidad de Antioquia. Medellín
15

En la investigación titulada “Escenarios de homicidios en Medellín entre 1990- 2002”12,


los autores clasifican los homicidios en esta ciudad a partir de ocho escenarios de
violencia: la territorial, por intolerancia social, política e ideológica, asociada al
narcotráfico y a otras actividades ilícitas organizadas, por apropiación de bienes,
relacionada con conflictos personales, por reivindicación económica o del honor e
indiscriminada. Entre los hallazgos mas importantes de esta investigación se concluye
que hay mayor riesgo en que los hechos homicidas ocurran en estratos socioeconómicos
bajos y que los muertos pertenezcan a estos estratos; existiendo además mayor
posibilidad de que ocurran en las noches, en fines de semana y en la calle. El estudio de
los escenarios en esta ciudad permitió resaltar algunos periodos con predominios de
escenarios, encontrando que en Medellín entre 1990 a 1993 hay un predominio de la
violencia asociada al narcotráfico y a otras actividades ilícitas organizadas, y entre
1994 a 1998 se acentuó el escenario de violencia por reivindicación económica o del
honor. En general el análisis de los escenarios de homicidio y la movilidad de los
actores individuales y colectivos, “acentúo la necesidad de propender por una
comprensión dinámica de los mismos”.

En Cali, son varias las investigaciones que se han realizado sobre violencia,
destacándose los trabajos realizados por Álvaro Guzmán y Gildardo Vanegas. Entre los
estudios más importantes, encontramos los diagnósticos de violencia homicida en
199313 y 199614, donde Guzmán, Bayona, Vanegas y Domínguez estudian la violencia a
partir de variables geográficas y cronológicas; agregando al análisis cuantitativo los
medios involucrados y las características de las víctimas como edad sexo y estado civil.
El fundamento de las investigaciones son los escenarios de violencia tipificados en
escenarios privados y públicos. Los hallazgos reflejan la importancia de trabajar en
ciertos sectores donde la violencia homicida es más intensa, implementando políticas de
desarme y acciones de prevención en ciertas horas y días. Además se puede especificar
que la criminalidad en Cali es altamente organizada y socialmente aceptada, quedando
una alta proporción de homicidios impunes.

12
Cardona Marleny, García Héctor Iván y Otros (2005). Escenarios de homicidios en Medellín
(Colombia) entre 1990-2002. Estudios políticos # 26. Medellín.
13
Guzmán, Álvaro, J.J Bayona, G, Vanegas (1994). Diagnóstico de la violencia homicida en Cali - 1993,
Universidad Del Valle, Facultad de ciencias económicas. Centro de investigaciones y documentación
socioeconómica.
14
Guzmán, Álvaro y Domínguez Martha (1997). Diagnóstico de los homicidios en la ciudad de Cali
durante 1996. CIDSE. Cali.
16

En el estudio titulado “Cali Tras el Rostro Oculto de las Violencias” de Gildardo


Vanegas15, se prioriza el trabajo etnográfico por encima de la cuantificación del
problema de violencia en dos vastos y complejos conjuntos de barrios de la ciudad de
Cali: la Comuna 13 y la Comuna 20. La importancia de la investigación radica en la
utilización de historias de vida y entrevistas para dar cuenta de las continuidades y
discontinuidades históricas de la violencia, de los contextos, las circunstancias, los
azares, y de manera más exacta de todas las relaciones de la diversidad de actores que
están inscritos en las acciones violentas. En este caso, la realización del trabajo
cualitativo pretendió interrogar situaciones y circunstancias desde las cuales se genera
las violencias y los más diversos conflictos sociales, interactuando con mujeres y
hombre que ejercen, padecen o contemplan las violencias. La investigación señala
inexorablemente la necesidad de las biografías individuales y familiares para el análisis
de la violencia en Cali.

Investigaciones más recientes como la titulada “Delincuencia y violencia: nación,


región y ciudad” de Álvaro Guzmán16, presenta en primer lugar un estudio cuantitativo
a partir de la observación de series de tiempo de los delitos y los homicidios en tres
contextos diferentes: El nacional, el departamental (Valle y Cauca) y por ultimo en la
ciudad de Cali. En la ciudad, se analizan los hechos desde 1980 a 2001 observando las
tendencias de los hechos en el tiempo y las condiciones disimiles de la violencia en las
comunas de la ciudad. Se evidencia a partir del análisis temporal dos situaciones
coyunturales de la violencia entre 1985 a 1986 y de 1993 a 1996. En el estudio se
profundiza en tres contextos de la ciudad con características que difieren en todo
sentido: Siloe (Zona ladera), la Olla (Centro) y el barrio Manuela Beltrán (Distrito de
Aguablanca). Los hallazgos concluyen la importancia de la violencia organizada en la
situación agobiante de la ciudad, que acompañado con una precaria presencia estatal, se
convierten en factores determinantes de la violencia en Cali.

15
Vanegas Gildardo (1998). Cali tras el rostro oculto de las violencias. Instituto Cisalva, Universidad del
Valle. Cali.
16
Guzmán Álvaro (2003). “Delincuencia y violencia: Nación, región y ciudad” en Álvaro Guzmán y
Otros. Cuatro ensayos de coyuntura: Valle y Cauca a fines del siglo XX. Bogotá, CIDSE, CEREC.
Pp.173-237
17

Entre las mas recientes, también encontramos la investigación titulada “Cali: Entre
violencia organizada y desregulación” de Álvaro Guzmán17. En el estudio se pretende
en primer lugar, caracterizar la situación de violencia entre los años 2000 a 2004, a
partir de los principales indicadores asociados a violencia, como lo son los homicidios,
las lesiones personales, los hurtos, los delitos relacionados con estupefacientes y el
porte de armas; que hicieron parte de la construcción del indicador mas global de delitos
asociados a la violencia, con el que se evaluaron las comunas donde más se concentra la
actividad delincuencial. Además del estudio con los datos de delitos denunciados, se
analizaron los resultados de una encuesta de victimización, complementando el análisis
de acuerdo a las limitaciones encontradas en las fuentes que recolectan la información
delincuencial. Con esto, se quiso abordar el problema del “delito oculto” o no
denunciado y de fondo conocer los niveles de impunidad en la ciudad. Entre las
conclusiones más importantes del estudio, se evidencia que el uso de la violencia en la
ciudad se debe en gran parte a la acumulación económica de tipo ilegal, a la precariedad
de las elites que impiden acuerdos básicos de dominación local, terminando por afectar
a la ciudadanía que no encuentra como canalizar sus diferencias cotidianas; a la
fragmentación del territorio urbano y a la crisis para controlar la criminalidad del estado
local.

1.2. Orientaciones conceptuales

La exploración de los trabajos de investigación antes referenciados nos permitió deducir


que la expresión de violencia carece de univocidad y por el contrario en variadas
ocasiones se determina el concepto a partir de las manifestaciones que se estudian.
Justamente la necesidad de alejarnos de expresiones asumidas del concepto en relación
a la violación de los derechos humanos, o como un proceso de desvalorización de la
vida, perdida de sentido de dignidad humana, entre otros enfoques; desde la perspectiva
sociológica adoptada en este trabajo, la violencia es producto de una “relación social de
conflicto” en la que esta presente el uso de fuerza para la generación de daño, en donde
la eliminación física es la máxima expresión de violencia, característica que aclara el
concepto de violencia como una practica social, es decir como “acción”. Es claro que

17
Guzmán Álvaro (2007). “Cali: entre violencia organizada y desregulación” en Álvaro Guzmán y Otros.
Sociedad y economía: el Valle del Cauca y Colombia: Cidse 1976-2006 30 años. Universidad del Valle,
centro editorial. Colombia. Pp. 371-396
18

la violencia aquí referida aparece ligada al daño físico, separándonos de conceptos


como violencia psicológica o simbólica.

En este caso el concepto de violencia aunque relacionado, se diferencia de nociones


como “conflicto” o “criminalidad”, donde en el primero se excluye la opción del
aniquilamiento del oponente, aunque subyace el enfrentamiento intencionado o “la
acción orientada con el propósito de imponer la propia voluntad contra la resistencia de
la otra”18; y en el segundo se relaciona con “el volumen de acciones cometidas por
individuos o una colectividad sobre la ley penal”19, entendiendo también que la ley
penal castiga algunos hechos violentos, pero no todo acto criminal es violento.

Aunque este estudio aparece ligado al término de “violencia urbana”, que hace
referencia a la violencia que se desarrolla en la ciudad, la exploración de los trabajos
académicos en Colombia nos permite concluir que hay una ausencia en reducir el
contexto de estudio de la violencia, frente a la necesidad de generar políticas de
seguridad “ciudadana”. La mayoría de los estudios se remiten a estudiar contextos
como la ciudad, que si bien resulta de vital importancia, son deficientes para la
comprensión de actos que en este gran campo resultan todavía confusos en sus formas y
motivaciones. Gran parte de los estudios actuales de violencia en el país hacen énfasis
en la evaluación cuantitativa de los hechos, reduciendo la importancia de conocer
cualitativamente los hechos violentos. Ante esta cuestión, este trabajo reduce el análisis
de la violencia a un contexto mucho menor como lo es “el barrio”.

La investigación tampoco se vale del monitoreo epidemiológico para determinar las


posibles causas de la violencia en un contexto, aunque indicadores como los
homicidios, hurtos y violencia familiar son utilizados para realizar un acercamiento a la
situación de violencia. Muchos son los estudios que presentan al homicidio como el
indicador que determina los niveles de violencia, dejando de lado otros indicadores que
posiblemente amplíen la comprensión de este hecho en las ciudades, como los hurtos,
las lesiones personales, la violencia familiar y especialmente la investigación cualitativa

18
Weber, Max (1979) Economía y sociedad, México, FCE, 4ª ed. pp. 31
19
Lamnek Siegfried (1986). Teorías de la Criminalidad. Siglo XXI editores. México.
19

que nos permite tener un acercamiento mas certero a las motivaciones que subyacen en
los actos violentos.

El hacer referencia a la violencia como “relación social” y al contexto en la cual esta


debe leerse, se presenta una evidente dificultad para vincular estos dos aspectos en el
análisis de los hechos violentos. Por ello es fundamental en nuestro estudio el concepto
de “escenarios de violencia”, pues liga la práctica violenta de los actores “sociales” con
los espacios donde se activan tales practicas. La construcción de escenarios “significa
dilucidar las diferentes formas en que se cristalizan las relaciones de los actores
involucrados, sus identidades sociales, intereses, recursos y relaciones entre ellos y el
campo normativo dentro del cual se desarrollan”.20

En este caso los actores pueden ser “individuales o colectivos, pasivos o activos en la
relación”21, además que deben de ser especificados de acuerdo con su distribución por
edad y sexo. En cuanto a la intensidad, nos referiremos al número de estos casos en el
lugar y a la sostenibilidad de ellos en el tiempo. Los recursos son los instrumentos
utilizados por los actores que ejecutan el hecho violento. En cuanto a los intereses van a
hacer referencia “a los sentidos con que los actores dotan a su acción”; observando a
nombre de quien hacen la acción o si el hecho es para defender sus propios intereses,
evidenciando las actuaciones en la dimensión agresiva o defensiva. Por ultimo, los
campos normativos son concebidos como “los conjuntos de relaciones e instituciones
económicas, políticas, sociales, de principios éticos y simbólicos, a partir de los cuales
adquieren identidad las acciones violentas, y los escenarios. En cada uno de los campos
se concretan situaciones de conflicto permanente en torno de los principios rectores del
funcionamiento de una sociedad”22. Este último aspecto permite clasificar los hechos
violentos a través de los campos económicos, políticos y sociales como posibles formas
de organizar la interpretación de las motivaciones de hechos violentos que se presentan
en determinado contexto. De esta manera, pertenecen al campo económico aquellos
hechos como los atracos, robos, defensa de la propiedad, entre otros. Al campo político la
violencia relacionada con los enfrentamientos militares contra grupos insurgentes, las
acciones paramilitares y los actos violentos entre opositores políticos “que tienen como

20
Camacho, Álvaro y Guzmán Álvaro (1991). “Colombia Ciudad y Violencia”. Ediciones Foro
Nacional. Bogotá. pp. 27
21
Ibíd. Pp. 170
22
Ibíd. Pp. 27
20

objetivo mantener, modificar, sustituir o destruir un modelo establecido de estado o reprimir


a un grupo con identidad dentro de una sociedad por razones de afinidad política, gremial,
étnica, racial, religiosa, cultural o ideológica”. En el campo del orden social encontramos
preferentemente los hechos violentos que se desarrolla en escenarios como la familia o el
barrio con motivaciones o intereses particulares en los campos económico, étnico, cultural o
de territorio. En este campo los escenarios se relacionan con las riñas, las limpiezas
sociales, y los conflictos pasionales.

En conclusión, al estudiar la relación entre hechos, escenarios y campos sociales, se


posibilita examinar el sentido más profundo que adquieren las prácticas violentas en el
barrio Mojica. Pero especialmente retomar el método analítico de escenario agota las
dimensiones de la acción violenta y las dimensiones estructurales de la sociedad,
relacionándolas y superando cualquier tipo de análisis con un único enfoque. El
acercamiento al estudio de la violencia en Mojica a través del constructo de escenarios
“busca la superación de la descripción empírica de una variable o de un factor hacia un
análisis relacional, que trascienda desde la inmediatez de los hechos hacia las
condiciones que subyacen al acto violento”23.

 Violencia familiar

Uno de los escenarios construidos en la interpretación de los hechos de violencia en


Mojica es el escenario de “violencia familiar” haciendo referencia a la que se presenta
entre individuos con algún grado de consanguinidad. Es común identificar este tipo de
violencia con acciones impulsivas, aunque algunos elementos como las relaciones de
poder, la desigualdad de recursos o el control que se quiere ejercer sobre la victima de
violencia; referencia un tipo de violencia intencional y conciente. Es también
característico de las conceptualizaciones de violencia familiar describir un buen número
de daños que se enmarcan dentro de este comportamiento, entendiendo por ello
perjuicios a nivel psíquico, jurídico, económico, social, moral, sexual, etc. En este caso
hacemos referencia a los hechos de violencia familiar que implican daño físico,
teniendo claro su estudio mediante el “escenario”.

23
Suárez, Clara; Giraldo Carlos y otros (2005) . Medellín entre la muerte y la vida. Escenarios de
homicidios 1990-2002. Estudios Políticos # 26. Medellín
21

En este caso, es de vital importancia exponer algunos de los estudios sobre violencia
familiar que nos permitieron tener elementos de análisis en nuestra investigación. La
mayoría de trabajos en Colombia, se han enfocado especialmente desde las ciencias
sociales como un tema de observación y acción, en coherencia con las políticas y las
decisiones del Estado en materia de violencia intrafamiliar, formalizadas en la
Constitución de 1991. Frente a la interpretación de la violencia familiar se considera que
en los últimos años se ha incrementado producto de los cambios en el papel de la mujer
dentro del hogar. Como lo indica Sonia Pachon “La violencia que ha acompañado a la
familia asume diferentes expresiones según los estratos sociales y según las regiones del
país. Se caracteriza por la variedad de modalidades de agresión física, sexual,
psicológica, que llegan a producir lesiones permanentes y en casos agravados la muerte.
La violencia de este tipo puede ser esporádica, pero en muchos hogares se constituye en
algo normal, un régimen de terror cotidiano ante el cual mujeres, niños, enfermos,
ancianos y discapacitados; es decir, los sectores más débiles y vulnerables de la
sociedad, no logran romper la dependencia con su agresor, ni el proceso de dominación
ejercido mediante la violencia. Este tipo de violencia tiende a darse a puerta cerrada,
dentro de la intimidad del hogar, bajo la mirada tolerante de la sociedad”24.

Por su parte Maldonado25, atribuye los cambios que esta sufriendo actualmente el
núcleo familiar a otras causas adicionales, como el machismo, la discriminación, el
alcoholismo, el maltrato infantil, la desintegración del núcleo familiar por violencia
(viudas y huérfanos), la falta de educación sexual, la infidelidad y la llamada crisis de
valores que hacen que no se logre una estabilidad en la familia y que estos problemas se
repitan con especial persistencia.

Pese a estas importantes consideraciones, el ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar


Familiar) asume que las acciones violentas son el resultado de aprendizajes culturales y
por tanto existe la posibilidad de modificarlas “ a través de estrategias pedagógicas
culturales y de la aprobación de contenidos y habilidades como se buscara fortalecer
factores protectores de la pareja, la familia y la comunidad como medio de prevención
de la violencia intrafamiliar y lograr un cambio cultural necesario para formación de

24
Pachon, Sonia (2002). Documento de intervención “ruta pacifica de las mujeres colombianas”.
Editorial Universidad del Valle. Cali
25
Maldonado, Maria Cristina (2003). Conflicto poder y violencia en la familia, editorial Universidad del
Valle. Cali-Colombia.
22

familias democráticas, tolerantes de las diferencias, respetuosas de la dignidad y de los


derechos de sus miembros sin distingo de edad, genero, cultura o capacidad física o
intelectual”26

Los estudios de Funes y los de Martí Tusquets en Barcelona nos muestran que las
concentraciones más importantes de problemas familiares y sociales se encuentran en
determinadas zonas de la ciudad, fundamentalmente en barrios asóciales, en zonas de
degradación ciudadana y urbanística. El entorno social, las condiciones del barrio, la
vecindad, influyen de una manera directa e indirecta en funcionamiento familiar27.

Es necesario entonces resaltar de acuerdo a los autores, que las principales víctimas de
violencia familiar son las mujeres y los niños, las situaciones se presentan en sectores
vulnerables en la ciudad y están intensificados por otros factores como el machismo,
alcoholismo, la falta de afecto, etc., siendo estos elementos importantes en la
interpretación del escenario de violencia familiar en Mojica.

 Violencia asociada a hurtos

Aunque el delito del hurto aparece ligado a actos de violencia, no siempre implica
hechos violentos. Es fundamental separar aquella definición jurídica del hurto “como el
apoderamiento ilegítimo de una cosa mueble ajena, con el propósito de obtener
provecho para si o para otro28, para obtener un acercamiento al hecho de violencia
relacionado con el hurto y no a todos los elementos que hacen referencia a un acto
criminal. En este caso, estudios como el de Escobar y Guzmán29 explican la necesidad
de separar los actos de delincuencia a los hechos de violencia tal y como lo plantean en
este fragmento: “En algunos trabajos, nos ha parecido importante indicar la diferencia
entre violencia y delincuencia, fenómenos que tienden a ser confundidos por los
analistas. Ciertamente éstos pueden tener vinculaciones estrechas, pero su naturaleza y
sus dinámicas explicativas son diferentes. El delito hace referencia a una conducta

26
Presidencia de la Republica (2003) Haz Paz 1999. (Documento informativo sin especificar editorial)
27
Tusquest Martín (1988). Enfermedad mental y entorno urbano, Editorial Anthropos, Barcelona.
28
Código Penal y de Procedimiento penal. Ley 599 de Julio 24 de 2000.
29
Escobar, Jaime y Guzmán, Álvaro (1997). ““El Delito Contra El Patrimonio Económico En Colombia:
Hacia Su Análisis Social Y Económico”. Centro de investigaciones y documentación socioeconómica
Cidse, Cali. pp. 19
23

reprimida por el Estado, la violencia a una modalidad del conflicto social que incluye la
acción del Estado”30

En este caso, al describir los hurtos en la ciudad, tenemos dificultades al identificar los
que implican violencia, pues las estadísticas son de carácter criminal, tal como lo
plantea Guzmán y Escobar: “parte del problema de la diferenciación entre delincuencia
y violencia tiene que ver con la indispensable desagregación de la estadística criminal y
su adecuación a los estudios sobre violencia. Así, los delitos contra la vida y la
integridad personal, los delitos propiamente violentos, son sólo una parte de la
estadística criminológica”31. En este caso, aunque utilizamos las estadísticas criminales,
la conceptualizaciòn de “escenario de hurtos” implica acercarnos al hecho violento y no
a un acto criminal.

Es también necesario distinguir entre el robo con fuerza, que es aquel que se emplea
para acceder al lugar donde se encuentra el bien a hurtar, aunque sin ningún perjuicio
físico contra la victima; del hurto con violencia o intimidación a las personas donde se
ejerce una fuerza física o una intimidación para vencer la resistencia del dueño o
poseedor de los bienes a su entrega. Con estos argumentos, aclaramos que el hurto con
violencia es el que nos interesa analizar.

1.3. Metodología

El trabajo, mediante la construcción y análisis de información cuantitativa, sirvió para


analizar cómo es y cómo se manifiesta la violencia a partir de tres indicadores:
homicidios, hurtos y denuncias por violencia familiar. Esto permitió detallar el hecho
estudiado básicamente a través de la medición de varias variables que suscitan la
caracterización sobre las víctimas, los contextos y las temporalidades en que ocurren los
hechos violentos.

Dada la necesidad de realizar descripciones cualitativas para contextualizar


particularidades que no son perceptibles mediante el análisis de datos agregados, se hizo
un acercamiento a habitantes del barrio que mediante relatos y entrevistas no

30
Ibíd. pp. 20
31
Ibíd. pp. 20
24

estructuradas, nos ayudaron a ampliar el conocimiento de las circunstancias que


motivan hechos de violencia familiar, de las agrupaciones juveniles dedicadas a actos
delictivos y de las circunstancias que exponen algunas víctimas de hurtos en Mojica.

 Fuentes de información

La información que caracteriza los homicidios desde 1997 a 2007, fue adquirida de la
base de datos del Observatorio Social, construida por del Comité interinstitucional de
Muertes Violentas compuesto además por la Policía Metropolitana de Cali, Fiscalía,
Medicina Legal, Sijin y CTI.

Los datos de hurtos contienen las denuncias y las capturas en fragancia por este hecho.
Estas cifras fueron obtenidas en el Observatorio Social, aunque la fuente primaria es la
Policía Metropolitana. En cuanto a los datos de denuncias por violencia familiar, se
acudió al observatorio de violencia familiar (VIF), de la Secretaria de Salud de Cali,
que obtiene los datos de las denuncias presentadas por la comunidad en las comisarías
de familia, ICBF y la fiscalía.

Los datos sobre el número de pandillas en el año 2008 en la ciudad fueron


proporcionados por la policía Metropolitana, producto de sus investigaciones de campo.
En cuanto a los datos que corresponden a la descripción de la infraestructura general
del barrio Mojica y los aspectos relacionados con las características básicas de sus
pobladores (situación laboral, estructura familiar, aspecto educativo, entre otras.), se
acudió a los datos proporcionados por el SISBEN.

Una vez revisadas las cifras, se procesó y analizó la información utilizando los
programas de SPSS y Microsoft Excel. El análisis de los datos de los años 1997 a 2007
comprendió análisis univariado y bivariado, sobre las variables de persona, tiempo,
lugar y circunstancia del hecho, utilizando frecuencias absolutas y relativas.

Los relatos presentados en el análisis de los escenarios de violencia en Mojica, se


obtuvieron a partir del acercamiento a algunos habitantes del barrio. Mediante
entrevistas no estructuradas a algunas mujeres del sector y niños en las escuelas, se
obtuvieron los relatos presentados en el escenario de violencia familiar. En el escenario
25

de violencia asociada a agrupaciones juveniles, se obtuvieron los relatos de jóvenes


pertenecientes a algún tipo de pandilla y de personas que han sido afectadas por los
hechos de estas agrupaciones. Los relatos presentados en el escenario de violencia por
hurtos, fueron obtenidos al azar, teniendo como único criterio el retomar la información
de personas que nos narraban como habían sido despojados de sus bienes.

• Descripción de las variables cuantitativas

El agrupamiento de algunas de las características que se repiten en determinados tipos


de homicidios, hurtos y casos de violencia familiar permitió circunscribir distintos
escenarios de violencia en el barrio Mojica. Las variables epidemiológicas que fueron
de mayor utilidad y que se pudieron establecer según las fuentes son:
• Persona: edad, género, ocupación.
• Tiempo: mes del homicidio, día y hora.
• Lugar: Ciudad, Comuna, barrio y sitio específico (cañadulzal, vía Pública, etc.)
donde ocurrió el hecho.
• Mecanismo: comprendido como el instrumento utilizado para causar la lesión o
la muerte (por ej.: proyectil de arma e fuego, arma cortopunzante, veneno).
• Presunto Móvil: definido como la situación inicial que motivó o impulsó
presuntamente al agresor a cometer el delito, en este caso se construye a partir
de hallazgos o información del acta de levantamiento. Acorde al Sistema de
Información del Instituto Nacional de Medicina Legal, se ha categorizado los
presuntos móviles en riñas, ajuste de cuentas y/o venganzas, atracos (por hurtar
y por hurtarle), violencia intrafamiliar y otros. Además ha definido internamente
los de: ajustes entre pandillas, pasionales y bala perdida.

Los datos sobre los hurtos, contienen también las variables referentes a persona,
tiempo, lugar y mecanismo antes señaladas. Además, contienen otro tipo de variables
como:

• Tipo de Hurto: Personas, residencias, comercio, entidades financieras,


automotores y motocicletas.
• Modalidades: atraco, descuido, raponazo, engaño, abuso de confianza,
vandalismo, halado.
26

Los datos sobre denuncias de por violencia familiar, contienen las mismas variables
antes expuestas referentes a persona, tiempo y lugar.

• Descripción de datos cualitativos


Los relatos presentados en los tres escenarios de violencia en Mojica contienen
información con distintas características, que a continuación especificaremos:

Escenario de Violencia Familiar: Aquí se presentan los relatos de tres mujeres que han
sido víctimas de hechos violentos, con información acerca de las motivaciones de los
victimarios para maltratar, las modalidades de violencia y los objetos utilizados para
ejercerla. Dos niños entrevistados, nos describen elementos que ellos consideran
pueden motivar el desarrollo de hechos violentos.

Escenario de Violencia asociada a agrupaciones juveniles: En este escenario, los


relatos de tres jóvenes que hacían parte de pandillas, nos revela información acerca de
como se conforman las pandillas, las normas y organización de las agrupaciones
delincuenciales, las trayectorias de algunos actores, las acciones que ejecutan, las
modalidades y los hechos de violencia.

Escenario Violencia asociada a hurtos: En este caso, la información de cinco personas


afectadas por este delito, nos permite conocer los sitios donde se realizan la mayor
cantidad de hurtos, los bienes que con mas frecuencia son hurtados, las circunstancias
en que se presenta el hecho, las modalidades y los objetos utilizados para perpetrar el
hecho.

 Consideraciones sobre las fuentes

Refiriéndonos a la información sobre homicidios hay que señalar que los datos en todos
los contextos estudiados evidencian que más de la mitad de los móviles de los
homicidios quedan por establecer, indicando que esta fuente tiene amplias limitaciones
para dar cuenta sobre las posibles motivaciones de estos hechos. De los 20.280
homicidios ocurridos en Cali entre 1997-2007, 11.367 quedaron por establecer, ósea un
poco mas de la mitad. En el caso de los datos en Mojica pasa algo similar, de los 416
homicidios para estos años, 208 homicidios no se pudieron establecer. Esto corrobora
27

la idea de que falla el aparato judicial en la investigación de los delitos y nos limita
nuestra investigación, pero también evidencia la audacia en muchos casos de los
victimarios al no dejar evidencias de los hechos.

De la misma manera, los datos sobre hurtos desde el año 2003 presentan limitaciones
considerables dado que no hay una conexión entre las entidades que recepcionan las
denuncias sobre los hurtos. Por lo tanto, en este caso se decidió acudir a la fuente más
amplia que es la policía metropolitana, aunque es posible que no contengan algunos
datos sobre denuncias registradas en la fiscalía. Por ultimo, parece ser que con la
creación del Observatorio de violencia familiar, las denuncias sobre este tipo de casos
parecen ser las mas consistentes, aunque también contiene errores explícitos dada la
activación y reactivación de esta entidad que no hace constante el ejercicio de
recolección de datos constantes, presentándose aun problemáticas para acceder a todos
los datos que se quisieran registrar en este Observatorio.

Por otro lado, si bien las entrevistas no estructuradas resultan elementos importantes en
la comprensión de los hechos presentados en los tres escenarios de violencia, esto es
solo un aspecto que las personas entrevistadas perciben de su realidad. El generalizar
las circunstancias en que se presenta determinado hecho, o en las características de los
distintos actores que realizan hechos violentos, no es la intención. Reconocemos que
los relatos no nos da los suficientes elementos para hacer conjeturas globales, pero si
para conocer algunas situaciones que pueden estar pesando en la configuración de los
hechos violentos.
28

2. La violencia en Cali y en la comuna 15:


Contexto general del barrio Mojica

2.1. Violencia homicida 1997-2007

 Cronología
Entre los años de 1997 a 2007 en Cali ocurrieron 20.280 muertes violentas, con un
promedio anual de 1843 casos, y una tasa promedio de 83 hpcch al año. Cali desde
1993 tenía una tasa que sobrepasaba los 100 hpcch, encontrando su punto más alto en el
año 1994 donde se registraron 120 hpcch. A partir del año 1997, punto del que parte
este estudio, el decrecimiento de los homicidios en la ciudad es evidente registrándose
81 hpcch; pero la tendencia a la baja registrada en este año no fue consistente,
aumentando progresivamente la frecuencia de los homicidios desde el año 1998 hasta
el 2004. Justamente en este último año se registro el número de homicidios más alto
con un total de 2165 casos; sin embargo la tasa más alta se presento en 1999 con 94
hpcch. Desde el 2005 el homicidio en la ciudad muestra una tendencia descendente,
pues no solo se registran los números de casos más bajos en los últimos años, si no que
las tasas disminuyen 13 puntos pasando a 78 hpcch32. Después de este año la tasa de
homicidios decrece hasta llegar a 70 hpcch en el 2007, consolidando la tendencia a la
baja durante los últimos tres años.

La comuna 15 ubicada en la zona oriental de la ciudad y parte de lo denominado


“Distrito de Aguablanca”, es la segunda comuna donde se registraron mas hechos
mortales en Cali entre 1997 a 2007, concentrando el 7.44% de los homicidios del total
de la ciudad. Comparada con Cali, las tasas de homicidio en la comuna 15 son
superiores, asemejándose solo en el año 1997. El mayor número de hechos y las tasas
más altas se presentaron entre los años 2001 a 2004, siendo el 2001 como el año donde
se registró la tasa más alta con 137 hpcch; seguida de la tasa de 122 hpcch presentada en
el 2004. A partir del año 2005, al igual que en la ciudad hay una disminución sustancial
en la tasa de homicidios, registrándose 88 hpcch; no obstante los hechos no continuaron
decreciendo como sucedió en la ciudad, si no que nuevamente aumento la tasa en el
2006 a 97 hpcch, hasta quedarse en 93 hpcch en el año 2007.

32
A partir del año 2005 el indicador de población de Santiago de Cali y de la Comuna 15 es corregido
por el censo del Dane 2005. Para los años anteriores la población corresponde a las proyecciones del
Dane realizadas a partir del Censo de 1993.
29

La información nos permite concluir que en la ciudad se han observado avances


importantes en la prevención de este tipo de violencia; pero los indicadores de
homicidios de la comuna 15 evidencian que en contextos mas específicos de la ciudad,
en se viven otro tipo de dinámicas que ha significado una mayor dificultad en la
disminución de los hechos en el tiempo.

Tabla 1: Tasa de homicidios Cali y Comuna 15. 1997-2007. (X 100 mil Hab.)
Cali Comuna 15
Año Frecuencia Población Tasa Frecuencia Población Tasa
1997 1633 2'010.537 81 93 113.991 81
1998 1701 2'060.363 83 121 116.957 103
1999 1990 2'110.571 94 144 121.023 119
2000 1964 2'161.130 91 134 125.183 107
2001 2055 2'212.430 93 178 129.457 137
2002 2014 2'264.256 89 152 133.836 114
2003 2111 2'316.655 91 161 138.323 116
2004 2165 2'369.696 91 174 142.926 122
2005 1590 2'039.626 78 110 125.078 88
2006 1541 2'119.908 73 122 126 496 97
2007 1516 2'169.801 70 120 128.837 93
Fuente: Población: Proyecciones censo Dane 1993 y 2005. Homicidios: Base de datos del observatorio
social. Datos proporcionados por el comité Interinstitucional de muertes violentas: Fiscalía, Policía
Metropolitana, CTI y Medicina Legal

Grafico 1: Tasa de homicidios en Cali y Comuna 15 (X cada 100 mil). 1997 – 2007
160

140

120

100

80 Cali
Comuna 15
60

40

20
Población. Proyección censo DANE1993 Censo DANE2005
0
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

Fuente: Población: Proyecciones Censo Dane 1993 y 2005. Homicidios: Base de datos del observatorio
social. Datos proporcionados por el comité interinstitucional de muertes violentas: Fiscalía, Policía
Metropolitana, CTI y Medicina Legal

Tanto en Cali cómo en la Comuna 15, el mes en el que ocurrieron más hechos mortales
fue Diciembre. Entre Noviembre y Enero ocurrieron el mayor número de homicidios en
estos contextos, acumulando el 27.4% y el 28.6% del total de hechos en el año
respectivamente. Febrero es el mes con el menor número de homicidios en Cali con un
30

7,5% del total de hechos, y Julio es el mes con el menor numero de homicidios en la
comuna 15 con 6.9%. El promedio mensual de homicidios en la ciudad es de 153
hechos, y 11 es el promedio mensual de la comuna 15.

Tabla 2: Homicidios por mes de ocurrencia. Cali- Comuna 15 1997-2007


Cali Comuna 15
Mes Frecuencia % Frecuencia %
Enero 1821 9,0 137 9,1
Febrero 1517 7,5 114 7,6
Marzo 1673 8,2 124 8,2
Abril 1535 7,6 117 7,8
Mayo 1792 8,8 129 8,5
Junio 1633 8,1 116 7,7
Julio 1687 8,3 104 6,9
Agosto 1685 8,3 152 10,1
Septiembre 1553 7,7 107 7,1
Octubre 1647 8,1 112 7,4
Noviembre 1713 8,4 133 8,8
Diciembre 2024 10,0 164 10,9
Total 20280 100 1509 100
Fuente: Base de datos del observatorio social. Datos proporcionados por el comité Interinstitucional de
muertes violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.

El análisis de los homicidios por días nos muestra que en el domingo se perpetran la
mayor cantidad de hechos violentos que terminan en muerte tanto en la ciudad como en
la comuna 15, con el 22% y 29% del total de hechos cometidos en otros días de la
semana. Como es evidente, en los fines de semana (Viernes, Sábado y Domingo)
ocurrieron el mayor numero de hechos en los dos contextos, en Cali con 51.1% de los
homicidios del total de hechos en la semana y en la comuna 15 con el 56%. Resulta
interesante que en la comuna 15, los lunes y los miércoles son días con más violencia
homicida que los viernes, dejando claro que de lunes a viernes se encuentran
relativamente dispersos los hechos, concentrándose mayormente los fines de semana
(sábado y domingo).

Aunque en los días ordinarios también se cometen homicidios, al parecer una mayor
interacción y la realización de actividades sociales de diversa índole en los fines de
semana y casi siempre en horario nocturno y con un carácter festivo, representan
factores considerados de riesgo para el desarrollo de violencia homicida. La evidencia
de los mayores casos de homicidios en días festivos deja claro que es posible que la
intensificación de la vida social en este tiempo sea crucial tanto para la integración
como para el aumento de los conflictos.
31

Tabla 3: Homicidios por día de ocurrencia. Cali- Comuna 15. 1997-2007


Cali Comuna 15
DIA Frecuencia % Frecuencia %
LUN 2522 12,4 187 12,4
MAR 2383 11,8 139 9,2
MIE 2490 12,3 179 11,9
JUE 2475 12,2 161 10,7
VIE 2631 13,0 163 10,8
SAB 3324 16,4 241 16,0
DOM 4455 22,0 439 29,1
Total 20280 100 1509 100
Fuente: Base de datos del observatorio social. Datos proporcionados por el comité interinstitucional de
muertes violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.

 Geografía

Entre los años 1997 a 2007 el promedio de homicidios por comuna fue de 883. El
número de casos de violencia homicida en Cali tiene una clara concentración geográfica
en las comunas 13, 14 y 15; denominadas en su conjunto “Distrito de Aguablanca” que
aportan el 23.5% del total de hechos, ósea 433 homicidios promedio anual en sus
límites. Igualmente, en la comuna 20 ubicada en la zona de ladera suceden el 6% de los
homicidios de la ciudad, evidenciándose un porcentaje alto de homicidios; ya que
comparado con la comuna 13, donde sucedieron el 8.6% de los casos totales de la
ciudad, con un promedio de 160 homicidios por año, la diferencia no es radical. Si
cambiamos el indicador de los homicidios por “tasa”, las cifras evidencian que en los
últimos años las tasas mas altas de homicidio se presentaron en las comunas 3 y 9; que
en el 2007 registraron 131 y 127 hpcch respectivamente. Si bien, en estas comunas
ubicadas en el centro de la ciudad hay poca población habitacional, por ellas circulan
muchos habitantes de otros lugares, entendiendo que estas es una zona de gran afluencia
comercial diurna y nocturna; además de asentarse el mayor número de habitantes de la
calle de la ciudad y concentrarse un alto número de actividades delictivas. Es de notar el
decrecimiento en la tasa, de comunas que antes alcanzaban altos indicadores como lo
es la 20, que paso de 136 en el año 2005, a 93 hpcch en el 2007. Por el contrario, la
comuna 13 no solo sobresale por registrar el mayor número de homicidios en la ciudad,
también es la comuna con el mayor aumento en la tasa pasando en el año 2005 de 74 a
106 hpcch en el año 2007.
32

Tabla 4: Tasa de homicidios por comuna


Cali 2005-2007 (x 100 mil Hab.)
2005 2006 2007
Comuna Frecuencia Población Tasa Frecuencia Población Tasa Frecuencia Población Tasa
1 25 61828 40 27 65,333 41 26 66,616 39
2 50 97722 51 51 103,022 49 39 105,879 37
3 75 44186 170 54 44,088 122 58 45,012 131
4 61 55956 107 74 56,933 128 46 57,812 79
5 25 99844 25 27 100,358 26 25 102,943 24
6 76 167678 45 63 166,906 37 74 169,331 43
7 111 74169 149 86 78,097 108 55 79,862 69
8 92 97967 93 83 96,991 84 70 98,164 71
9 86 48382 177 67 47,831 138 62 48,457 127
10 82 103671 79 59 103,087 56 58 105,154 55
11 74 98492 75 57 98,172 57 87 99,437 87
12 59 66676 88 59 67,638 86 67 68,414 98
13 127 169510 75 173 169,659 101 183 171,646 106
14 102 153420 67 138 151,544 89 137 154,076 89
15 110 125078 87 122 126,496 96 121 128,837 93
16 58 94485 61 61 94,383 64 89 95,655 93
17 37 104504 35 30 103,975 28 36 109,865 33
18 50 95766 52 72 100,276 71 51 102,886 49
19 60 100063 60 42 98,257 42 46 102,631 46
20 89 64491 138 64 65,441 97 63 66,441 93
21 63 86483 72 71 92,171 77 64 95001 68
22 8 8103 98 14 8971 156 11 9053 121
Fuente: Población: Dane 2005. Homicidios: Datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el
comité interinstitucional de Muertes Violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.

En los últimos 11 años de los 337 barrios que están reconocidos por el Departamento de
Planeación Municipal de Cali, en el 97% de ellos ha ocurrido por lo menos 1 homicidio.
Los cinco barrios con mas homicidios en la ciudad registran el 10.7% del total de
hechos en la ciudad. El barrio donde mas hechos se reportaron fue Siloe ubicado en la
zona de ladera, que concentró el 2.6% de los homicidios de Cali, con un promedio de 47
homicidios por año, seguido del barrio Mojica con un promedio de 37 homicidios por
año, aportando el 2% de los homicidios en la ciudad.

Tabla 5: Cinco barrios con más homicidios en Cali. 1997-2007 (Frecuencia)


Comuna Barrio 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 Total
20 Siloe 37 47 48 73 56 53 58 49 54 24 17 516
15 Mojica 25 31 43 45 42 35 48 50 28 31 38 416
9 Sucre 36 32 48 38 42 48 45 26 36 30 23 404
10 Santa Elena 25 34 50 44 34 48 48 39 26 18 19 385
14 Manuela Beltran 20 19 30 22 38 33 51 50 29 45 36 373
Fuente: Base de Datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el Comité Interinstitucional de
Muertes Violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.

Sin embargo, la tasa más alta de homicidios en el año 2005 la encontramos en el barrio
Sucre con 712 hpcch, zona donde habitan pocos residentes pero es centro de varios
negocios ilícitos. Igualmente, el barrio Santa Elena, con la segunda tasa más alta de
barrios en la ciudad; es identificado como foco de criminalidad, pues además de estar la
33

galería más grande de la ciudad, se destaca por el desorden físico que facilita el
desenvolvimiento de hechos violentos.

Tabla 6: Tasa barrios con mayor frecuencia de homicidios en Cali entre 1997-2007.
Calculada para el año 2005 (X 100 mil Hab.)

Barrio Frecuencia Población Tasa


Siloe 54 21137 255
Mojica 28 24372 114
Sucre 36 5058 712
Santa Elena 26 8521 305
Manuela Beltrán 29 28362 102
Fuente: Población: Dane 2005. Homicidios: Datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el
comité interinstitucional de muertes violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.

Por otra parte, en la comuna 15 existen nueve barrios y seis invasiones, tres de ellas
colindantes al barrio Mojica, pero su carácter de ilegalidad impide que se las haga parte
de este barrio. Mucha de la violencia sucedida en estas invasiones tiene fuertes
relaciones con los límites del barrio legalmente constituido, pues las fronteras legales y
construidas por distintos actores del sector son bastante confusas. Evidentemente,
Mojica es el barrio con más homicidios en la comuna con el 27,6% del total de hechos
seguido de El Retiro con el 22%. Entre estos dos barrios se concentra el 50% de los
homicidios en toda la comuna. El barrio con menos hechos es el Morichal de Comfandi
que posee características distintas a los demás barrios de la comuna, con condiciones
socio-económicas mucho más favorables. La tasa de homicidios en el año 2005 en
estos barrios muestra que si bien Mojica posee el mayor número de casos, el barrio El
Retiro registra la tasa más alta, con 251 hpcch. Mojica es el segundo barrio con la tasa
mas alta de homicidios en la comuna, registrando 115 hpcch.

Tabla 7: Tasa de homicidios por barrios comuna 15. 2005 (X 100mil hab.)
Barrio Frecuencia Población Tasa
Mojica 28 24.372 115
El Retiro 27 10.750 251
Comuneros 1 13 20.139 64
El Vallado 12 18.592 64
Ciudad Cordoba 13 29.488 44
Laureano Gomez 7 8.571 81
El Morichal de Comfandi 1 13166 7
Fuente: Población: Dane 2005. Homicidios: Datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el
comité interinstitucional de muertes violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.
34

Tabla 8: Barrio con más homicidios comuna 15. 1997-2007 (Frecuencia acumulada)
Barrio Frecuencia %
Mojica 416 27,6
El Retiro 345 22,9
Comuneros 1 248 16,4
El Vallado 175 11,6
Ciudad Cordoba 169 11,1
Laureano Gomez 104 6,9
El Morichal de Comfandi 6 0,4
Inv. Brisas de las Palmas 1 0,1
Inv. Brisas Nuevo Amanecer 2 0,1
Inv. El Encanto 1 0,1
Inv. Brisas de Comuneros 11 0,7
Inv. Colonia Nariñense 14 0,9
Inv. Valladito 17 1,1
Total 1509 100

Fuente: Base de Datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el comité interinstitucional de
muertes Violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.

 Características de las víctimas

Las muertes por homicidio son marcadamente mayores en la población masculina tanto
en Cali como en la comuna 15. En la ciudad, de los 20280 homicidios el 93.5% eran
hombres y el 6.4% eran mujeres. En la comuna 15 los homicidios de sexo masculino
registran el 95% y solo el 5% de los casos son mujeres.

Tabla 9: Homicidios Según sexo. Cali- Comuna 15. 1997-2007


Cali Comuna 15
Sexo Frecuencia % Frecuencia %
F 1301 6,4 75 5,0
M 18978 93,6 1434 95,0
Total 20280 100 1509 100
Fuente: Base de Datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el Comité Interinstitucional de
Muertes Violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.

Con respecto a la edad, el homicidio en la población joven es más frecuente, tanto en la


ciudad como en la comuna 15, encontrándose en menor proporción las muertes de
personas con más de 45 años y los menores de 14 años. El 21% de los homicidios en
Cali están entre los 20 y 24 años, siendo este el grupo de edad donde se concentra el
mayor numero de hechos mortales. En la comuna 15, el mayor número de casos
suceden en jóvenes entre los 15 y 19 años, concentrando el 27% de los homicidios,
evidenciando que en esta comuna, las victimas jóvenes mueren a edades más tempranas
que en Cali; aunque haya un mayor porcentaje de victimas menores de edad que en la
ciudad.
35

Tabla 10: Homicidios por edad de la victima: Cali - Comuna 15 1997-2007


Cali Comuna 15
Edad Frecuencia % Frecuencia %
0-4 57 0,3 8 0,5
5-9 49 0,2 5 0,3
10 - 14 246 1,2 44 2,9
15 - 19 3373 16,6 404 26,8
20 - 24 4245 20,9 358 23,7
25 - 29 3553 17,5 211 14,0
30 - 34 2693 13,3 158 10,5
35 - 39 2149 10,6 111 7,4
40 - 44 1431 7,1 79 5,2
45 - 49 990 4,9 42 2,8
50 - 54 623 3,1 34 2,3
55 - 59 337 1,7 25 1,7
> 60 461 2,3 24 1,6
Sin Dato 73 0,4 6 0,4
Total 20280 100,0 159 100,0
Fuente: Base de Datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el comité interinstitucional de
muertes violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.

2.2. Caracterización de los Hurtos 2002-2007


 Cronología

Entre el año 2002 a 2007 se denunciaron 41.466 casos de hurtos de diversas


características en Cali, donde se muestra un aumento progresivo en los años pues las
denuncias pasaron de 2366 casos en el 2002 a 12379 en el 2007. Es evidente la
ineficiencia del registro de este tipo de delitos en Cali, pues los datos no solamente
simbolizan un porcentaje muy bajo de los hurtos cometidos realmente si no que también
el registro de los pocos carece de una organización y un consenso de las variables
estimadas. El aumento de las denuncias entre el 2006 y 2007 se debe principalmente al
cambio en el sistema penal que comenzó en el 2006, sin desestimar la posibilidad de
que haya un crecimiento en los niveles de denuncia y un mejoramiento progresivo en el
registro de estos delitos. Por lo tanto, el mayor número de hurtos denunciados se
registran en los años 2006 y 2007, acumulando entre estos el 59% de los casos
denunciados en Cali

En un contexto menor como lo es la comuna 15, los registros son mínimos, pues como
sabemos los datos obedecen a denuncias por este delito, desestimando los posibles
hechos que no pasan por el ente judicial. No obstante, con los pocos registros se pueden
establecer conclusiones importantes sobre las características del hurto en la comuna y
sobre los posibles comportamientos cronológicos y geográficos del delito en esta zona,
36

considerando que posiblemente los datos son una muestra de lo que sucede en la
realidad. El aumento progresivo en el número de denuncias desde el 2002 también es
evidente en la comuna 15, pues solo entre el 2002 y 2004 se registraron el 8% de los
casos. El 91% de los casos están registrados entre el 2005 y 2007; la mitad de los casos
se registraron en el año 2006, lo que demuestra la incongruencia de los registros.

En el 2006 se presentaron las mayores tasas de hurto tanto en la ciudad como en la


comuna 15, con 604 y 395 hpcch respectivamente. Aunque también son altas las tasas
en el año 2007, en los dos contextos tuvieron bajas considerables, especialmente en la
comuna 15 que bajo hasta 210 hpcch. Al contrario de los homicidios, las tasas de
hurtos en la comuna 15 son menores que en la ciudad, pero como especificamos
anteriormente esto se puede deber en gran parte a la ineficiencia en las denuncias que
pueden tener un mayor impacto en la comuna 15, pues los sitios de denuncia son
lejanos y los niveles de impunidad por este delito pueden sobrepasar lo que sucede en
otras comunas como la 19.
Tabla 11: Tasa de hurtos. Cali- Comuna 15. (X 100 mil hab.). 2002- 2007
Cali Comuna 15
Año Frecuencia Poblacion Tasa Frecuencia Poblacion Tasa
2002 2366 2'264.256 104 19 133.836 14
2003 5191 2'316.655 224 37 138.323 27
2004 4305 2'369.696 181 27 142.926 18
2005 4404 2'039.626 215 177 125.078 141
2006 12825 2'119.908 604 500 126 496 395
2007 12379 2'169.801 570 271 128.837 210
Fuente: Población Dane 1993 y 2005. Hurtos: Policía Metropolitana de Santiago de Cali

Grafico 2: Tasa de hurtos en Cali y Comuna 15 (por cada 100 mil). 2002- 2007
700

600

500

400
Cali
300
Comuna 15
200

100

0
2002 2003 2004 2005 2006 2007

Fuente: Poblacion Dane 1993 y 2005. Hurtos: Policía Metropolitana de Santiago de Cali
37

Los meses donde ocurren el mayor número de hurtos en Cali son febrero y marzo que
registraron el 9,5 y 9,3% del total de casos de hurtos respectivamente. Algo similar
ocurre en la comuna 15, pero en este caso el mes donde se denunciaron mayor cantidad
de hurtos fue Febrero con 13,8% de las denuncias en la comuna, seguido de Marzo con
el 12,9%. Es importante mencionar que el mes donde menos se registraron hurtos tanto
en Cali como en la comuna 15 fue Diciembre, con 7,5% y 5.3% de los casos
respectivamente. Esto es notable dado que en otro tipo de indicadores de violencia,
diciembre es el mes donde ocurren el mayor numero de casos, dejando un gran
interrogante a investigar.

Tabla 12: Hurtos denunciados por mes. Cali- Comuna 15 2002-2007


Cali Comuna 15
Mes Frecuencia % Frecuencia %
ENERO 3541 8,5 81 7,8
FEBRERO 3857 9,3 143 13,8
MARZO 3951 9,5 133 12,9
ABRIL 3588 8,6 109 10,5
MAYO 3655 8,8 126 12,2
JUNIO 3642 8,7 53 5,1
JULIO 3331 8 74 7,1
AGOSTO 3177 7,6 76 7,3
SEPTIEMBRE 3179 7,6 68 6,5
OCTUBRE 3220 7,7 55 5,3
NOVIEMBRE 3210 7,7 58 5,6
DICIEMBRE 3119 7,5 55 5,3
Total 41470 100 1031 100
Fuente: Policía Metropolitana de Santiago de Cali

 Geografía

Entre el 2002 y 2007 las comunas 19, 2, 3 y 17 acumulan el mayor número de casos de
hurtos que equivale al 29% del total de denuncias por este hecho en la ciudad. Estas
comunas se ubican en el corredor norte-sur de la ciudad siguiendo el eje de la avenida
primera y la calle quinta; siendo un área de predominio residencial con barrios de
estratos altos donde también se ubican las zonas bancarias, hospitalarias y escenarios
deportivos.

El sector más vulnerable con respecto a este delito es la comuna 19, zona donde más se
denuncian estos casos, registrando el 9% del total de hurtos en la ciudad. Le siguen en
su orden la comuna 2 con 8,3% del total de hurtos, la 3 con 6% y la comuna 17 con
38

5%. Son notables los casos denunciados en la comuna 1, 20 y 21 que resultan los más
bajos de toda la ciudad acumulando solo entre estas tres zonas el 3% del total de casos.
De la misma manera las comunas 13, 14 y 15 (distrito de Aguablanca) registran niveles
bajos de hurtos pues en sus límites se han denunciado el 7% de los casos.

Tabla 13: Hurtos denunciados por comunas 2002-2007 (Frecuencia Acumulada)


Comuna Frecuencia %
1 379 0,9
2 3462 8,3
3 2626 6,3
4 1565 3,7
5 1376 3,3
6 1042 2,5
7 1037 2,5
8 1658 4
9 1387 3,3
10 1638 3,9
11 1023 2,4
12 645 1,5
13 1034 2,4
14 881 2,1
15 1031 2,4
16 706 1,7
17 2400 5,7
18 517 1,2
19 3536 8,5
20 465 1,1
21 420 1
22 514 1,2
Rural 1487 3,5
Sin Dato 10601 25,5
Total 41430 100

Fuente: Policía Metropolitana de Santiago de Cali

Entre el 2002 a 2007, el barrio donde se presentaron mas denuncias por hurtos fue
Mojica que acumula el 1% de los hurtos ocurridos en la ciudad, y el 32% de los hurtos
denunciados en la comuna 15. El 86% de los hurtos en Mojica es cometido contra
bienes de personas, lo que demuestra la prevalencia de modalidades como el raponazo y
el atraco. Le sigue en su orden el barrio Alfonso López 1 de la comuna 7 que acumula
295 casos denunciados. Los Barrios Sucre y el Calvario de la zona centro y que
comparten limites registraron 481 casos, constituyendo un espacio de alta actividad
criminal de diversas características. Si cambiamos el indicador para análisis de hurtos
por la tasa del año 2005, el barrio “Calvario” donde se encuentra la mas grande zona
comercial de la ciudad, registra la mayor tasa con 2610 hurtos por cada cien mil
habitantes –en adelante hupcch-, siendo evidente el alto riesgo, aunque esto puede
39

corresponder a la cantidad de poblacion flotante en el barrio. Algo similar sucede con el


barrio Sucre, que una tasa de 889 hupcch, constatando que en la zona centro existe el
mayor riesgo para ser hurtado según estos indicadores.

Tabla 14. Cinco barrios con más Tabla 15: Tasa de los cinco barrios con
Hurtos denunciados en Cali 2002-2007 mas hurtos denunciados en Cali. 2005
(Frecuencia Acumulada) (X 100 mil hab.)
Barrio Frecuencia Barrio Frecuencia Población Tasa
Mojica 303 Mojica 57 24.372 233
Alfonso Lopez 1 295 Alfonso Lopez 1 32 11.666 274
Sucre 241 Sucre 45 5.058 889
El Calvario 240 El Calvario 58 2.222 2610
Manuela Beltran 34 28.362 119
Manuela Beltran 177
Fuente: Policía Metropolitana
Total 1256

Fuente: Dane 2005. Policía Metropolitana

Los hurtos denunciados evidencian que Mojica es el barrio donde se presentan la mayor
cantidad de hurtos en la comuna 15, seguidos de los casos ocurridos en el barrio Ciudad
Córdoba donde se registraron el 23% de los casos ocurridos en esta comuna. Al
observar la tasa de hurtos en el año 2005, al igual que en los homicidios, el barrio el
Retiro tiene la mayor tasa con 344 hupcch seguido justamente de Mojica.

Tabla 16: Hurtos por barrios comuna 15. 2002-2007 Tabla 17: Tasa de hurtos por barrios
(Frecuencia acumulada) la comuna 15. 2005 (x 100 mil hab.)
Barrio Frecuencia % Barrio Frecuencia Población Tasa
Mojica 303 29,3 Mojica 57 24.372 233
El Retiro 145 14 El Retiro 37 10.750 344
Comuneros 1 65 6,3 Comuneros 1 15 20.139 74
El Vallado 124 12 El Vallado 17 18.592 91
Ciudad Cordoba 242 23,4 Ciudad Cordoba 21 29.488 71
Laureano Gomez 36 3,4 Laureano Gomez 7 8.571 81
El Morichal de Comfandi 41 3,9 El Morichal de Comfandi 3 13166 22
Sin dato 75 7,2
Total 1031 100 Fuente: Dane 2005. Policía Metropolitana

Fuente: Policía Metropolitana

 Tipos de hurto

Los tipos de hurto se definen de acuerdo al bien económico hurtado, aportándose la


información sobre hurtos a personas, a residencias, entidades comerciales, automóviles
y motocicletas. De los 41470 hurtos cometidos en Cali entre 2002 a 2007, el 34% se
cometieron contra pertenencias de personas, seguido de los hurtos realizados a
automotores que registran el 24,3% del total y los realizados a motocicletas con 21,3%.
40

Se puede decir que los hurtos a vehículos de transporte son mayores que los de
pertenencias a personas pues el 45% son cometidos contra estos bienes. Es también
importante el número de hurtos a residencias que registran el 11%, por encima de los
hurtos a comercio que llega al 8%.

En la comuna 15, el 64% de los hurtos cometidos fueron contra propiedades de


personas, seguido de los hurtos a automotores que con 136 casos registran el 13% de los
hurtos sucedidos en la comuna. Los hurtos a comercio son los mas bajos con 54 casos
entre el 2002 y 2007, esto entendiendo también que la comuna no tiene muchos
establecimientos comerciales.
Tabla 18: Frecuencia de tipos de hurtos. Cali 2002-2007 (Frecuencia Acumulada)
Cali Comuna 15
Tipo Hurto Frecuencia % Frecuencia %
Personas 14257 34,4 664 64,4
Residencias 4665 11,2 88 8,5
Comercio 3499 8,4 54 5,2
Bancos 95 0,2 0 0
Automotores 10117 24,3 136 13,1
Motocicletas 8837 21,3 89 8,6
Total 41470 100 1031 100
Fuente: Policía Metropolitana de Santiago de Cali

2.3. Caracterización de la Violencia Familiar 2004- 2007


• Cronología y Geografía
Si bien los datos de denuncias por violencia familiar se recogen de manera organizada
desde el año 2004, la falta de consenso de entidades como el ICBF, las comisarías de
familia y el VIF (Observatorio de violencia familiar) para la unificación de variables
que permitan tener un registro de denuncias mejor consolidado impide tener
acercamientos mas certeros con respecto al conocimiento de este tipo de violencia en la
ciudad. No obstante, se puede establecer que entre el 2004 y 2007 las instituciones
reportaron un total de 29.735 casos de denuncia por violencia familiar en Santiago de
Cali. Al igual que los hurtos, las autoridades registraron un aumento paulatino en las
denuncias por violencia familiar pues de 6971 denuncias en el año 2004, pasaron a 8017
denuncias en el 2007.
41

En la comuna 15 se registraron 1581 denuncias por violencia familiar, de las cuales el


27% ocurrieron en el año 2005, como el año con más casos. El menor número de casos
se registro en el 2004 con 23,5% del total de denuncias de la comuna 15.

El año donde se registro la tasa más alta de violencia familiar, fue el 2007 presentando
369 casos de violencia familiar por cada cien mil habitantes -en adelante cvpcch-,
distinto a lo que pasa en la comuna 15 donde la tasa más alta se presento en el año 2005
con 347 cvpcch. En este caso, Cali tiene tasas más altas de violencia familiar que la
comuna 15 en todos los años, de modo que en la comuna se nota una disminución
progresiva de la tasa desde el 2005, al contrario de Cali que presento en el último año la
tasa más alta.
Tabla 19: Tasa de violencia familiar, Cali Comuna 15. 2004-2007 (X 100 mil hab.)

Cali Comuna 15
Año Frecuencia Poblacion Tasa Frecuencia Poblacion Tasa
2004 6971 2'369.696 294 373 142.926 260
2005 7347 2'039.626 360 435 125.078 347
2006 7400 2'119.908 349 391 126 496 309
2007 8017 2'169.801 369 382 128.837 296
Fuente: Dane 2005. Observatorio de Violencia Familiar VIF

Grafico 3. Tasa de Denuncias de casos de violencia familiar en Cali x Comuna. 2004-2007


400

350

300

250

200 Cali

150 Comuna 15

100

50

0
2004 2005 2006 2007

Fuente: Dane 2005. Observatorio de violencia familiar VIF

La comuna de la ciudad donde más casos de violencia familiar se registraron fue la 13,
con 3026 casos denunciados entre el 2004 y 2007. Le siguen en su orden la comuna 6
con un total de 2667 casos y la comuna 20 donde se denunciaron 2167 casos. Es bajo el
número de hechos registrados en las comunas 2, 3 19 y 17 donde predomina otro tipo de
delito como el hurto. Es relevante el número de casos presentados en comunas como la
42

18, 4, 10, 14 y 15 que traspasan los 1500 casos. Esta particularidad evidencia que la
violencia familiar se presenta mas dispersa en toda la ciudad, pero en zonas que son
socialmente de condiciones desfavorables para el funcionamiento familiar pues estas
son comunas donde confluyen de manera mas intensa diversos conflictos.

Al revisar las tasas de violencia familiar por comuna encontramos que en el año 2005 y
2007, la comuna 20 registra la tasa más alta, evidenciando también la tendencia al
aumento, pues pasa de 779 cvpcch en el año 2006 a 1116 cvpcch en el 2007. Son
también significativas las tasas registradas en la comuna 4, que en el 2006 registró 830
cvpcch, aunque tuvo decrecimiento significativo en el siguiente año pasando a 472
cvpcch. Si observamos las comunas que hacen parte del distrito de aguablanca, la 13 es
la que presenta las tasas más elevadas, encontrando que en el último año es la segunda
comuna con la mayor tasa registrando 605 cvpcch. A comparación de los registros
presentados en otras comunas, la 15 tiene tasas no muy elevadas y han disminuido,
pasando de 347 cvpcch en el 2005 a 296 cvpcch en el año 2007.
Tabla 20: Tasa por comunas de violencia familiar. (X 100 mil Hab.)
2005 2006 2007
Comuna Frecuencia Población Tasa Frecuencia Población Tasa Frecuencia Población Tasa
1 190 61828 307 195 65,333 298 206 66,616 309
2 246 97722 251 231 103,022 224 107 105,879 101
3 150 44186 339 145 44,088 328 172 45,012 382
4 409 55956 730 473 56,933 830 273 57,812 472
5 146 99844 146 214 100,358 213 105 102,943 101
6 726 167678 432 1015 166,906 608 481 169,331 284
7 303 74169 404 303 78,097 387 314 79,862 393
8 250 97967 255 215 96,991 221 377 98,164 384
9 223 48382 460 169 47,831 353 253 48,457 522
10 390 103671 376 426 103,087 413 449 105,154 426
11 223 98492 226 261 98,172 265 284 99,437 285
12 213 66676 319 221 67,638 326 292 68,414 426
13 695 169510 410 688 169,659 405 1040 171,646 605
14 392 153420 255 293 151,544 193 519 154,076 336
15 435 125078 347 391 126,496 309 382 128,837 296
16 266 94485 281 267 94,383 282 290 95,655 303
17 169 104504 161 189 103,975 181 243 109,865 221
18 456 95766 476 374 100,276 372 515 102,886 500
19 203 100063 202 207 98,257 210 291 102,631 283
20 540 64491 837 510 65,441 779 742 66,441 1116
21 191 86483 220 133 92,171 144 242 95001 254

Fuente: Dane 2005. Observatorio de violencia familiar VIF

Tres de los 7 barrios con más casos de violencia familiar denunciados en la ciudad
pertenecen a la comuna 6. En Floralia, Petecuy y San Luís se registró el 5% de los
casos acontecidos en toda la ciudad; además Floralia es el barrio de la ciudad con mayor
número de casos denunciados, seguido por el barrio Alfonso López de la comuna 7 con
43

el 2% de los casos sucedidos en toda la ciudad. El barrió San Luís de la comuna 6


registro la mayor tasa entre los barrios con más casos de la ciudad en el año 2005 con
113 cvpcch. Siloè es el barrio donde se registra más casos de violencia familiar en la
comuna 20 y el segundo barrio que registra la tasa más alta con 96 cvpcch. Es notable
que no haya entre los primeros 8 barrios con mas denuncias por este tipo de violencia
ningún barrio de la comuna 13, zona donde se registra mas hechos de violencia familiar
en la ciudad. En este caso el barrio Mojica aparece como el séptimo barrió en la ciudad
con más hechos denunciados, encontrándose nuevamente entre los primeros lugares en
el número de casos pero con la tasa más baja registrada en el 2005 de los diez primeros
barrios con más casos denunciados.

Tabla 21: Barrios con mayor numero de Tabla 22: Tasa de barrios con mas denuncias por
denuncias por violencia familiar. por violencia familiar 2005.
2004- 2007 (Frecuencia acumulada) (X 100 mil habitantes)
Barrio Frecuencia Población Tasa
% Total
BARRIO Frecuencia Cali
Floralia 191 45702 417
Floralia 972 3,2 Alfonso Lopez 142 32545 436
Alfonso Lopez 854 2,8 Siloe 203 21137 960
Siloe 770 2,5 Terron Colorado 151 26393 572
Terron Colorado 758 2,5 Petecuy 128 15167 843
Petecuy 571 1,9
San Luis 551 1,8
San Luis 148 13010 113
Mojica 450 1,5 Mojica 93 24.372 381
Total 4926 Fuente: Observatorio de Violencia Familiar VIF
Fuente: Dane 2005. Observatorio VIF

Siguiendo a Mojica con 450 denuncias, el barrio con el mayor número de casos
denunciados en la comuna 15 fue ciudad Córdoba con 330 casos y El Vallado con 209
casos. No obstante, al revisar la tasa de homicidios en el 2005, justamente El Vallado
tiene la tasa más alta con 46 cvpcch, seguido de El Retiro con 45 cvpcch. Mojica y
Comuneros tienen el tercer registro de la comuna con tasas similares de 38 cvpcch en el
año 2005.

 Características de las víctimas de violencia familiar en Cali


El 70% de los casos de Violencia Familiar tanto en Cali como en la comuna 15 fueron
cometidos contra mujeres principalmente menores de edad. De cada tres mujeres que
denuncian violencia familiar en Cali y en la Comuna 15 solo un hombre lo hace lo que
demuestra que este tipo de violencia principalmente lo sufren las mujeres. El 29% de
los casos son cometidos contra hombres.
44

Tabla 23: Denuncias por violencia familiar según sexo. Cali – Comuna 15 2004-2007
Cali Comuna 15
Sexo Frecuencia % Frecuencia %
Hombre 8724 29,3 466 29,4
Mujer 20993 70,6 1115 70,5
Sin dato 18 0,1 0 0
Total 29735 100 1581 100
Fuente: Observatorio de Violencia Familiar VIF

El 40% de los casos por violencia familiar se comenten contra menores de edad y
principalmente contra niños entre 0 y los 4 años, que registran el 12% de los hechos
cometidos en toda la ciudad. Casi 10.000 casos se denunciaron contra niños menores de
14 años lo que demuestra la magnitud del maltrato infantil en la ciudad. Los jóvenes
entre los 20 y 24 años también registran un número importante de casos pues entre estas
edades se denunciaron 2774 casos. Al parecer los mayores de 45 años son los que
menos sufren de violencia familiar pues los niveles de denuncia son bajos estas edades.

En la comuna 15 el 50% de los casos de Violencia familiar se cometen contra menores


de edad. Como en Cali, en la comuna 15 los mayormente afectados por este tipo de
violencia son los niños entre los 0 y 4 años que con 233 casos corresponden casi al 15%
del total de casos de la comuna. Es evidente que paulatinamente se disminuyen el
número de casos de denuncia con el aumento de los años, aclarando que las personas de
más edad son las que menos sufren de violencia en la familia.
Tabla 24: Denuncias por Violencia Familiar según edad. Cali 2004-2007
Cali Comuna 15
Edad Frecuencia % Frecuencia %
0-4 3693 12,4 233 14,7
5-9 3018 10,1 230 14,5
10 -14 3262 10,9 216 13,6
15 - 19 2507 8,4 171 10,8
20 - 24 2528 8,5 126 7,9
25 - 29 2774 9,3 127 8
30 - 34 2694 9 127 8
35 - 39 2313 7,7 106 6,7
40 - 44 1818 6,1 64 4
45 - 49 1231 4,1 73 4,6
50 - 54 756 2,5 30 1,8
55 - 59 617 2 23 1,4
> 60 1327 4,4 46 2,9
Sin Dato 1197 4 9 0,5
Total 29735 100 1581 100
Fuente: Observatorio de Violencia Familiar VIF
45

3. Diagnóstico de La Violencia en el Barrio Mojica

3.1 Mojica: Aspectos Generales de las Condiciones del Barrio

 Reseña Histórica33
La primera parte del barrio Mojica nace como una invasión aproximadamente en el año
de 1986, con el establecimiento de personas inmigrantes del Choco. Las condiciones
de infraestructura del terreno eran adversas para la construcción, sin embargo,
paulatinamente familias fueron invadiendo los terrenos.

“Era un llano, había muchas lagunas y pocas casas; no había agua, luz ni
alcantarillado. El agua se tenía que traer de otros barrios. La gente
estaba muy contenta porque Invicali iba a entregar lotes para la
construcción. Las incomodidades no importaban, lo que importaba era
tener una casa propia y por medio de la misma comunidad adquirir un
progreso rápido. A medida que íbamos llegando nos uníamos más y
fuimos construyendo el alcantarillado, también metimos la energía por
cable y el agua por mangueras”.

En 1991, INVICALI compra los terrenos a una persona particular y adelanta un


programa de vivienda de interés social por autoconstrucción asociada, que consistía en
el trabajo mancomunado de los habitantes en las invasiones; organizándose por
cuadrillas para adelantar trabajos se instalaciones para los servicios de agua,
alcantarillado e infraestructura física. Paulatinamente se realizaron reubicaciones
organizadas de familias de distintas invasiones, algunas de ellas como producto de
diferentes asentamientos urbanos no terminados en sectores como: el sector de los
Andes, parte alta del bosque municipal al oeste de la ciudad, Las laderas del control de
la Verde Plateada sobre la avenida Simón Bolívar, Pueblo Joven, El Valladito, Cinta
Larga, los asentamientos de La Paz, los barrios El Vergel, Alfonso Bonilla Aragón,
Siloé, El Retiro y El Poblado, y la Cinta de Navarro. Si bien las viviendas favorecieron
a gran cantidad de familias, muchas otras decidieron quedarse en terrenos no actos y
poco construidos pues cada vez eran mas las personas asentadas en el terreno de lo que
hoy se conoce como Mojica. Aquella zona con viviendas de interés social se le conoce
actualmente como Mojica Visaa.

33
Los Datos fueron obtenidos del “Plan de desarrollo Municipal 2004-2008” recolectados con la
comunidad del barrio.
46

Mojica I y II nacen en condiciones similares, pues eran zonas no viables para la


construcción, por lo tanto las condiciones de estructura material desde la constitución
del barrio eran agobiantes. Con la ampliación de la compra de terrenos de INVICALI,
los habitantes de las invasiones recibieron sus lotes sin ninguna clase de servicios
públicos y los rellenaron con escombros y tierra para construir sus casas. El
alcantarillado era suplido con letrinas y el agua se traía desde el barrio Poblado II o de
los sistemas de regadío de los sembrados cercanos, mientras que la energía era tomada
ilegalmente en el mismo barrió. Se trataba pues, de un asentamiento muy marginado,
distante del centro de la ciudad y sólo comunicado a través de la vía a Navarro. La
desorganización en la construcción es evidente en la infraestructura de las tres partes de
Mojica.

De esta manera se puede decir que en el primer momento Mojica fue una invasión,
después se construyo y se legalizo paulatinamente el barrio con la compra de los
terrenos entregados a habitantes de distintas invasiones de la ciudad. Las separaciones
de Mojica I, Mojica II y Mojica Visaa se deben a las etapas en las que se construyo el
barrio, pero este es reconocido por los habitantes como uno solo. Sin embargo, en la
actualidad existen otras tres invasiones colindantes con Mojica que por su cercanía, el
gobierno a través de planeación municipal las adjunta al barrio a pesar de su condición
de ilegales. Las invasiones conocidas como la Colonia Nariñense, Brisas de Caracol y
Brisas del Encanto, desencadenan un grave conflicto en el barrio Mojica, pues estos
como habitantes ya legalizados consideran a las invasiones actuales como los
principales focos de violencia; es decir, que se niegan a la legalización de estos terreros
y prefieren que se les reubique en otro lado de la ciudad.

 Caracterización de las condiciones socioeconómicas del barrio Mojica


Actualmente Mojica con una población34 de 24.372 habitantes, esta ubicado en la
comuna 15, oriente de Cali. El estrato socio-económico predominante es 1. Dentro de
las características poblacionales se encuentra que el 55% de sus habitantes son
afrocolombianos35.

30.Dane. Resultados Censo 2005


35
Los Datos fueron obtenidos del “Plan de desarrollo Municipal 2004-2008” recolectados con la
comunidad del barrio.
47

Mapa 1: Barrió Mojica

Fuente: Secretaria de planeación municipal. Alcaldía de Santiago de Cali.

De acuerdo con un estudio realizado por la Secretaria de Gobierno36, la mayoría de la


población se ubica en el rango de edad de los 15 a 19 años, con el 21% de mujeres y el
23% del género masculino con respecto a la poblacion total, seguido del rango de edad
de los 10 a 14 años, con 16% de mujeres y 13% de hombres.

El 12% de las mujeres se encuentran en el rango de edad de los 35 a los 39 años, y el


10% de los hombres se encuentra en el rango de 40 a 44 años, lo que confirma la edad
promedio de padres con hijos adolescentes o jóvenes.

De acuerdo al estudio realizado se determinó que existe un mayor número de personas


de sexo femenino, con 55% frente a 45% de sexo masculino. Esta cifra con las
estadísticas recolectadas en el CENSO 2005, donde se estima que hay un mayor número
de mujeres.

En los hogares, el 63% de los miembros son solteros, esto se explica porque la mayoría
que se encuentran en este porcentaje son menores de edad. En el caso de la unión libre,
el 22% de la población tiene este tipo de vinculación, el porcentaje de las personas
36
Estudio realizado por la Secretaria de Gobierno de Santiago de Cali, ejecutado por la fundación Sol y
Vida a 95 familias del barrio Mojica. “Características de las dinámicas familiares y su influencia en la
violencia del barrio Mojica”.
48

casadas corresponde a un 9%, que es bajo frente al de unión libre, seguidamente están
los separados con el 5% y los viudos con el 2%.

El 2% de la población adulta no ha tenido ningún tipo de estudios, el 14% tiene


primaria incompleta, el 15% ha cursado toda la primaria, el 26% alcanzó a cursar
secundaria incompleta, el 21% bachiller y tan sólo el 3% ha alcanzado a realizar o está
haciendo estudios técnicos o universitarios.

El 28% de los jefes del hogar han alcanzado la secundaria incompleta, 26% han cursado
la primaria, solo 16% alcanzó realizar la primaria incompleta, el 9% es bachiller, y el
1% no ha tenido ningún tipo de estudio, cifra similar al 1% que tienen estudios
universitario o técnicos.

A diferencia del nivel educativo de los mayores de edad, los menores de edad cuenta
con un mejor nivel educativo que se refleja en las siguientes cifras: 59% está cursando
la secundaria, 17% primaria, el 14% está en la etapa de transición o no han ingresado al
sistema educativo debido a su edad, el 5% han completado su primaria y el 2% son
bachiller. Los datos del SISBEN37 nos muestran con respecto a la inasistencia escolar
en el barrio, que solo en 4% de los niños entre 7 a 11 años no asisten a la escuela. Esta
inasistencia se va aumentando entre los menores de edad de 12 a 17 años, que registra
un 16% de inasistencia escolar.

El 40% de las personas con edad para trabajar en Mojica, devengan menos de un Salario
Mínimo Legal (SML), el 29% recibe un SML, el 17% recibe entre 1 y 2 SML y sólo el
2% recibe entre 2 y 3 SML. Los datos del SISBEN determinan que un 69% de las
familias se encuentra en situación de extrema pobreza. Los egresos mensuales
evidencian el nivel de gasto que tienen las familias, de las cuales el 46% tiene unos
egresos de menos de un SML, 23% gastan un SML, el 8% entre dos y tres SML y sólo
el 1% tiene unos egresos de más 3 SML.

37
Sisbén es el Sistema de Identificación de Potenciales beneficiarios de Programas Sociales. Esta es una
herramienta de identificación, que organiza a los individuos de acuerdo con su estándar de vida. Los
datos de este sistema son recolectados mediante encuestas. Las bases de datos construidas a partir de estas
encuestas se utilizaron en este caso de caracterización, pero no se retomaron de algún tipo de documento
si no directamente de la base de datos construida en la Secretaria de planeación municipal de la Alcaldía
de Cali.
49

En cuanto a la actividad económica de la vivienda muestra posible generación de


ingresos en ellas. El 82.1% de las vivienda son utilizadas sólo para uso residencial, se
destaca el alquiler de cuartos 7.4%, seguido de la utilización comercial con un 4.2% y el
uso industrial con un 3.2%. Por tanto, sigue la tendencia del barrio Mójica que se
caracteriza por ser un barrio de carácter residencial. El 61.1% de las familias poseen
casa propia, el 24.4% es alquilada, 8.4% tiene su vivienda en condición de invasión y el
4.2% tiene una vivienda como propiedad familiar. En cuanto a la estructura de la
vivienda como espacio en el que habitan las familias, las cuales en un 95.8% ocupan
una casa y sólo el 4.3% se ubican en una pieza, invasión u otra infraestructura. En los
hogares, el 88.4% de los menores no laboran en el mercado laboral, mientras el 11.6%
si lo hacen.

La cobertura de servicios públicos básico en el hogar es casi del 100% en todas las
viviendas, se destaca la inclusión de servicios adicionales no básicos como la parabólica
y el gas, este ultimo a penas viene siendo instalada la red domiciliaria.
El sector de Mojica cuenta con un puesto de salud y dos centros docentes oficiales:
Miguel de Pombo y Niño Jesús de Atocha.

3.2 Violencia homicida en Mojica. 1997-2007

 Cronología de la violencia en Mojica

El barrio Mojica es considerado como uno de los mas violentos de la ciudad, pues en
sus limites han ocurrido el 2% de los homicidios acontecidos en Cali (20.280); y el
27% de los homicidios de la comuna 15 (1.509 casos) entre los años 1997 a 2007. En el
año 1997 Mojica presenta el número mas bajo de homicidios en el historial de registros
de este hecho, sin embargo en los años siguientes la frecuencia fue cambiante. Entre el
año 2003 y el 2004 se presenta el mayor número de hechos aportando casi el 24% del
total para estos años. Seguidamente en los años 2005 y 2006 se presentan registros
sumamente bajos (14%) en comparación con los registros anteriores, evidenciando la
inestabilidad de estos hechos en los últimos años. La oscilación en los homicidios, crea
la necesidad de observar dentro de las posibilidades que factores inciden en las alzas y
las bajas de los casos tal como lo muestra la tabla y la grafica siguiente. Al observar los
homicidios por tasas se puede evidenciar que desde el 2005 estas han venido en
50

aumento pasando de 114 homicidios por cada 100.000 habitantes a 155 en el 2007.
Comparadamente Mojica posee tasas mas altas que Cali y la comuna 15 pues mientras
en estos contextos las tasas desde el 2005 no pasan de 80 hpcch, las tasas en Mojica
pasan los 100 hpcch.

Tabla 25: Evolución de los homicidios en Mojica 1997-2007


Años Frecuencia %
1997 25 6,0
1998 31 7,5
1999 43 10,3
2000 45 10,8
2001 42 10,1
2002 35 8,4
2003 48 11,5
2004 50 12,0
2005 28 6,7
2006 31 7,5
2007 38 9,1
TOTAL 416 100

Fuente: Base de datos del observatorio social. Datos proporcionados por el comité interinstitucional de
muertes Violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.

Tabla 26: Tasa de homicidios comparada Cali, Comuna 15, Mojica. 2005-2007
2005 2006 2007
Frecuencia Poblacion Tasa Frecuencia Poblacion Tasa Frecuencia Poblacion Tasa
Cali 1590 2'039.626 78 1541 2'119.908 73 1516 2'169.801 70
Comuna 15 110 125.078 74 122 126.496 80 120 128.837 76
Mojica 28 24.372 114 31 25.093 127 38 25.988 155
Fuente: Dane 2005. Policía Metropolitana de Santiago de Cali

Grafico 4: Tasa de Homicidios Cali, Comuna 15, Mojica. 2005-2007

180
160
140
120
100 Cali
80 Comuna 15
60 Mojica
40
20
0
2005 2006 2007

Fuente: Dane 2005. Policía Metropolitana de Santiago de Cali


51

El análisis según el día, el mes o incluso la hora de la muerte, busca desentrañar la


existencia de una cierta lógica y recurrencia del comportamiento del homicidio con
relación al tiempo, ayudando a priorizar horarios críticos donde ocurren las muertes
violentas en Mojica. “Hay algunas violencias que se desarrollan preferentemente en
ciertas horas, en algunos días y en determinados momentos del año; lo cual hace
referencia a los comportamientos culturales (la fiesta, lo lúdico), económicos (laboral,
comercio) o sociales (actores, género)”38.

De acuerdo al mes en que ocurrieron los hechos en Mojica entre 1997 a 2007, Febrero
y Marzo fueron los meses donde se presentaron más muertes violentas, con un
porcentaje del 20% del total de muertes, superando al mes de diciembre que es
considerado en la ciudad el más violento del año. Por el contrario, el mes en que se
registraron menor número de homicidios fue junio aportando solo el 5% del total.

Tabla 27: Homicidios según mes del hecho. Mojica 1997-2007 (Frecuencia acumulada)

Meses Frecuencia %
Enero 39 9.3
Febrero 43 10.3
Marzo 43 10.3
Abril 30 7.2
Mayo 34 8.1
Junio 34 8.1
Julio 21 5.0
Agosto 34 8.1
Septiembre 28 6.7
Octubre 27 6.4
Noviembre 41 9.8
Diciembre 42 10.0
Total 416 100

Fuente: Base de Datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el Comité Interinstitucional de
Muertes Violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.

El 53% de los homicidios en Mojica se ejecutaron los fines de semana. Es importante


observar la variación en la vida cotidiana, que como es evidente cambia de intensidad y
se presentan mayor número de actividades conjuntas entre los habitantes del barrio, pero
posiblemente también se presentan mayor numero de actividades delictivas, ya que en

38
Carrión, Fernando. (2007) Tiempo y Violencias: nuevo espacio para la seguridad. FLACSO Ecuador,
Revista Ciudad Segura. # 14.
52

los fines de semana (Viernes, Sábados y Domingos) los homicidios son mayores a los
cometidos entre semana (lunes, martes, miércoles y jueves).

El 39% de los homicidios en Mojica ocurrieron en horas de la noche. Entre esta jornada,
el 23% ocurre entre las seis y las ocho de la noche, siendo estas las horas donde
ocurren el mayor numero de hechos, seguido de las nueve a las once de la noche donde
se perpetran el 16% de los homicidios. De igual manera, en la jornada de la madrugada
se adelantaron un numero importante de muertes violentas, registrándose entre este
horario el 26% de los homicidios acontecidos en Mojica entre 1997-2007. Entre esta
jornada, las muertes se ejecutan en mayor proporción entre doce y las dos de la mañana
registrando el 14% del total de homicidios.

 Análisis de los datos de las víctimas en Mojica

La caracterización de las víctimas en este caso permite identificar aquellos factores de


riesgo que aumentan la probabilidad de morir por homicidio. Un factor de riesgo se
define como “situación o característica que disminuye la probabilidad de lograr un
desarrollo pleno”. También se conoce como” la característica o cualidad de un sujeto o
comunidad, que sabe va unida a una mayor probabilidad de daño a la salud”39. En este
caso la descripción de los factores demográficos como la edad, la densidad poblacional
y el género, nos sirve para predecir en forma muy general, las tendencias de violencia
en Mojica y la población con más probabilidad de morir a causa de una acción violenta.

La población masculina aporta el 95% de casos de muertes violentas en Mojica. Esto


evidencia la razón de masculinidad en los homicidios, pues por cada mujer que muere
como víctima del homicidio fallecen 14 hombres por la misma causa. En general, Cali
evidencia esta misma tendencia de muertes en hombres, lo que mantiene una
expectativa importante de este factor sobre la afectación que tiene en el índice de
masculinidad.

39
Pita Fernández S (2005). Epidemiología. “Conceptos básicos”. En: Tratado de epidemiología clínica.
Madrid: DuPont Pharma. pp. 15-24
53

Tabla 28: Homicidios según sexo en Mojica 1997-2007 (Frecuencia acumulada)


Sexo Frecuencia Porcentaje
F 22 5,29
M 394 94,71
Total 416 100
Fuente: Base de Datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el Comité Interinstitucional de
Muertes Violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.

La población joven aporta el mayor número de víctimas por muertes violentas,


registrando el 64% de los homicidios, siendo víctimas un total de 267 jóvenes entre 14 y
26 años. En menor proporción se encuentran las personas con más de 45 años (25
muertes) y los menores de 14 años, con un total de 88 muertes violentas. Es importante
evidenciar que entre esta población juvenil, el mayor número de casos ocurren en
jóvenes entre los 15 y 19 años, superando los homicidios que se cometen en una etapa
de la juventud más tardía de los 20 a 24 años.

Tabla 29: Homicidios según edad en Mojica 1997-2007 (Frecuencia acumulada)

Edad Frecuencia %
0–4 1 0,24
5–9 1 0,24
10 - 14 15 3,61
15 - 19 117 28,13
20 - 24 109 26,20
25 - 29 50 12,02
30 - 34 42 10,10
35 - 39 34 8,17
40 - 44 22 5,29
45 - 49 10 2,40
50 - 54 5 1,20
55 - 59 7 1,68
> 60 3 0,72
Total 416 100

Fuente: Base de datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el Comité Interinstitucional de
Muertes Violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.

 Homicidios en Mojica según medio utilizado. 1997-2007.

En Cali, los homicidios en los últimos siete años han evidenciado la utilización de
armas de fuego en el 86.7% (11.667) de los casos. Esto demuestra que posiblemente la
producción, la acumulación excesiva, la proliferación, el abuso y el tráfico ilícito de las
armas de fuego están afectando la seguridad de los ciudadanos. Se entiende que un
buen número de armas se encuentran fuera de control y están siendo utilizadas por el
54

crimen organizado o se las vincula al narcotráfico y a otras actividades ilegales que


generan un ambiente generalizado de inseguridad. No obstante, los estudios con
respecto a la violencia y su relación con la tenencia y el porte de armas presentan dos
explicaciones referentes a los riesgos que representan su posesión. Algunas
investigaciones plantean que ha mayor tenencia de armas de fuego se presentan mayores
índices de violencia. De la misma manera, otro tipo de investigaciones afirman que el
incremento en la tenencia de armas explica la reducción de la violencia homicida.
Partiendo del desconocimiento de la cantidad de armas halladas en la ciudad, es posible
argumentar la supuesta asociación de tenencia de armas con mayores índices de
violencia a partir del estudio de las armas incautadas en las comunas y el número de
homicidios ocurridos en estos contextos.

En la ciudad, las comunas donde se incautaron mayor número de armas, presentan


también mayor proporción en los índices de homicidio. En la comuna 15, se incautaron
1342 armas y es la tercera comuna mas violenta entre 1993-2007. La utilización de
armas de fuego en el 88% de los casos de homicidio en el barrio Mojica demuestra no
solo la proliferación de las armas si no también la contundencia con que las utilizan.

Tabla 30: Mecanismo utilizado en el homicidio 1997-2007 (Frecuencia acumulada)


MECANISMO Frecuencia Porcentaje % acumulado
ARMA DE FUEGO 365 87,74
CONTUNDENTE 4 0,96
CORTOPUNZANTE 43 10,34
OTRAS ARMAS 4 0,96
Total 416 100
Fuente: Base de datos del observatorio social. Datos proporcionados por el comité interinstitucional de
muertes violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.

• Posibles móviles de violencia en Mojica

El indicador que más nos acerca a los escenarios de violencia en Mojica, son los
móviles. No obstante, encontramos que el 49% quedan indeterminados, condicionando
en gran parte la posible explicación. Además, los límites para definir a que tipo de
móvil pertenece el hecho no están bien establecidos, pues no hay parámetros concisos
para especificar y la definición del móvil queda a cargo de las averiguaciones que en el
lugar de los hechos realizan los investigadores de la fiscalía, sin disponer de una
herramienta concreta.
55

Entre los hechos que se identificaron, el móvil por venganzas es el mas alto,
registrando 29% del total de homicidios. Es posible que este tipo de homicidios este
muy asociado al “ajuste de cuenta” que registra 7 casos. De los homicidios
identificados, el que le sigue en intensidad son los asociados con hurtos registrándose
50 casos, que representa el 24% del total de hechos. De la misma manera, el 22% de
los homicidios son atribuidos a acciones de grupos pandilleros, como el tercer móvil en
intensidad. Dentro del ámbito social, las riñas se encuentran como el móvil donde mas
se registran hechos fatales, representado el 14% del total de homicidios. En menos
frecuencia se presentan el tipo de muertes pasionales (1%), y las ocasionadas por
violencia intrafamiliar (1%).

Tabla 31: Homicidios según móvil del hecho 1997-2007 (Frecuencia acumulada)
MOVIL Frecuencia Porcentaje
AJUSTE DE CUENTA 7 1,68
BALA PERDIDA 6 1,44
ENFRENTAMIENTO ARMADO 2 0,48
PANDILLAS 46 11,06
PASIONAL 4 0,96
POR ESTABLECER 206 49,52
POR EVITAR HURTO 1 0,24
POR EVITAR VIOLACIÓN 1 0,24
POR HURTAR 14 3,37
POR HURTARLE 29 6,97
POR HURTARLE BICICLETA 6 1,44
PROCEDIMIENTO POLICIAL 2 0,48
RIÑAS 30 7,21
VENGANZA 60 14,42
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR 2 0,48
Total 416 100
Fuente: Base de Datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el Comité Interinstitucional de
Muertes Violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.

3.3. Caracterización de los hurtos en Mojica. 2002. 2007

 Cronología

De las 303 denuncias por hurtos registradas en Mojica, el 49,8% se denunciaron en el


año 2006. Como sabemos la deficiencia en los datos de hurtos impide hacer
acercamientos más importantes, pues los datos de hurtos en el barrio muestran las
mismas tendencias deficientes que en la ciudad y en la comuna 15, casi la mayoría de
los datos se encuentran acumulados en el año 2006.
56

Tabla 32: Hurtos denunciados en Mojica. 2002-2007


Año Frecuencia %
2002 11 3,6
2003 6 1,9
2004 9 2,9
2005 57 18,8
2006 151 49,8
2007 69 22,7
Total 303 100
Fuente: Policía Metropolitana de Santiago de Cali

Al revisar las tasas de hurto en Mojica, efectivamente la más alta la encontramos en el


año 2006, donde se registra 601 hpcch. No obstante, esta tasa es solo cuatro puntos
menor a la de la ciudad pero mayor a la de la comuna 15, tendencia que se repitió en el
año 2007, aunque con una diferencia mucho mayor de la ciudad con respecto al barrio
Mojica. Solo en el año 2005 la tasa de hurtos en Mojica fue mayor que la de Cali con
233 hpcch.
Tabla 33: Tasa de hurtos Cali, comuna 15, Mojica. 2005-2007
(X 100 mil hab.)
2005 2006 2007
Población Tasa Población Tasa Población Tasa
Cali 2'039.626 215 2'119.908 604 2'169.801 570
Comuna 15 125.078 141 126.496 395 128.837 210
Mojica 24.372 233 25.093 601 25.988 265
Fuente: Población Proyecciones Dane 2005. Policía Metropolitana de Cali

Grafico 5: Tasa de hurtos Cali, Comuna 15, Mojica. 2005-2007


700

600

500

400
Cali

300 Comuna 15
Mojica
200

100

0
2005 2006 2007

Fuente: Población Proyecciones Dane 2005. Policía Metropolitana de Cali


57

Los meses donde ocurrieron el mayor número de casos fue febrero con el 14% del total
de hechos de todos los años. Las tendencias de los hurtos en meses son similares a lo
acontecido en la comuna 15 y en Cali, donde el mayor número de hurtos denunciados se
encuentra entre los meses de febrero y en mayo, en este caso acumulando el 46% de los
casos del barrio en todo el año.

Tabla 34: Hurtos denunciados en Mojica x meses. 2002-2007 (Frecuencia acumulada)


Mes Frecuencia %
Enero 27 8,9
Febrero 44 14,5
Marzo 29 9,5
Abril 32 10,5
Mayo 33 10,8
Junio 9 2,9
Julio 20 6,6
Agosto 27 8,9
Septiembre 23 7,5
Octubre 21 6,9
Noviembre 19 6,2
Diciembre 19 6,2
Total 303 100
Fuente: Policía Metropolitana de Santiago de Cali

 Tipos de Hurtos
Los hurtos a personas son los mas frecuentes en Mojica pues el 86% de los casos son
de este tipo, superando la proporción de este tipo de hurtos encontrado en Cali que
registra el 24% del total de casos y en la comuna 15 con el 64%. Esto evidencia la
posibilidad que la organización de grupos pandilleros en la zona facilite el accionar de
este tipo de hurto con violencia. Como es evidente los demás tipos de hurtos son bajos
con respecto a la proporción presentada en el hurto a personas.

Tabla 35: Tipos de hurtos denunciados en Mojica 2004-2007 (Frecuencia acumulada)


Hurto Frecuencia %
Persona 261 86,1
Residencia 15 4,9
Comercio 5 1,6
Autos 8 2,6
Motos 14 4,6
Total 303 100
Fuente: Policía Metropolitana de Santiago de Cali
58

La modalidad como el indicador que mas nos acerca a la forma como ocurrió el hurto
muestra que en un 79% fueron atracos. Esto refleja que el acto de hurtar con violencia o
intimidación a las personas alcanza una alta proporción en Mojica, pues el atraco
implica un forcejeo con la victima. El hurto por descuido de las pertenencias aparece
también en una proporción importante, con el 12% del total de casos en Mojica.

Tabla 36: Modalidades de hurtos denunciados en Mojica 2004-2007 (Frecuencia acumulada)


Modalidad Frecuencia %
Atraco 240 79,2
Descuido 38 12,5
Halado 6 1,9
Engaño 4 1,3
Raponazo 10 3,3
Violacion Cerradura 5 1,6
Total 303 100
Fuente: Policía Metropolitana de Santiago de Cali

3.4. Violencia familiar en Mojica. 2004-2007

Entre el año 2004 y 2007 se denunciaron 452 casos de violencia familiar en Mojica, que
representa el 28% de los casos de la comuna 15 y el 1% de los casos de la ciudad. Las
proporciones de estos casos son similares a lo sucedido en Cali y la comuna 15, pues en
los tres contextos el mayor número de denuncias se registraron en el año 2004,
presentándose en el barrio Mojica el 35% del total de hechos. El total de casos en el
año 2005 fue el de menor frecuencia pues solo se registraron 92 casos, dato parecido a
los casos del año 2007 donde se denunciaron 94 casos por violencia familiar.

Tabla 37: Denuncias por Violencia Familiar en Mojica. 2004-2007


Año Frecuencia %
2004 161 35,6
2005 92 20,3
2006 105 23,2
2007 94 20,7
Total 452 100
Fuente: Observatorio de Violencia Familiar de Cali VIF

Al observar la tasa de violencia familiar encontramos que en el 2006 Mojica registra la


tasa mas alta con 418 cvpcch, superando las tasas registradas en este mismo año de Cali
59

y la Comuna 15. En los tres años analizados Mojica tiene tasas mas elevadas de
violencia familiar que la comuna 15 y solo en el año 2007 Cali supera su tasa.

Tabla 38: Tasa de denuncias por violencia familiar. Cali, Comuna 15, Mojica. 2005-2007
2005 2006 2007
Frecuencia Poblacion Tasa Frecuencia Poblacion Tasa Frecuencia Poblacion Tasa
Cali 7347 2'039.626 360 7400 2'119.908 349 8017 2'169.801 369
Comuna 15 435 125.078 347 391 126 496 309 382 128.837 296
Mojica 92 24.372 377 105 25.093 418 94 25.988 361
Fuente: Dane 2005. Observatorio de Violencia Familiar de Cali Vif.

Grafico 6: Tasa de denuncias por Violencia Familiar. Cali, Comuna 15, Mojica. 2005-2007

450
400
350
300
250 Cali
200 Comuna 15
150 Mojica
100
50
0
2005 2006 2007

Fuente: Dane 2005. Observatorio de Violencia Familiar de Cali Vif.

 Características de las Victimas por Violencia Familiar en Mojica

El 70% de los hechos en Mojica fueron cometidos contra mujeres y el 29% en los
hombres, evidenciándose una proporción similar a lo acontecido en Cali y en la comuna
15.
Tabla 39: Denuncias por violencia familiar según sexo en Mojica. 2004-2007
Sexo Frecuencia %
Hombre 133 29,4
Mujer 319 70,5
Total 452 100
Fuente: Observatorio de Violencia Familiar de Cali VIF
60

Igualmente, los datos de violencia familiar en Mojica muestran que los casos son
sufridos principalmente por menores de edad, siguiéndole los jóvenes. El 40% de los
hechos son ocurridos contra menores de 14 años. Aquí nuevamente se evidencia que
entre mayor edad es menor la posibilidad de que se sufra de un acto de violencia dentro
de la familia.
Tabla 40: Denuncias por Violencia Familiar según edad en Mojica. 2004-2007
Edad Frecuencia %
0-4 74 16,3
5-9 56 12,3
10 -14 62 13,7
15 - 19 59 13
20 - 24 47 10,3
25 - 29 25 5,5
30 - 34 29 6,4
35 - 39 24 5,3
40 - 44 21 4,6
45 - 49 27 5,9
50 - 54 7 1,5
55 - 59 2 0,4
> 60 15 3,3
Sin Dato 4 0,8
Total 452 100

Fuente: Observatorio de Violencia familiar de Cali. VIF

3.5. Conclusiones preliminares


La descripción de los indicadores de homicidios, hurtos y violencia familiar que nos
permite observar algunos aspectos de la violencia acontecida en tres contextos distintos
como Cali, la Comuna 15 y el barrio Mojica, arrojan hallazgos que resultan el primer
paso para entender las acciones de violencia en la ciudad.

Las tasas de homicidio en Mojica son mayores a las tasas presentadas en la comuna 15
y la ciudad. En la comparación podemos observar que mientras las tasas en la ciudad y
en la comuna 15 tienden a disminuir en los últimos años, las tasas de homicidios en
Mojica aumentan, específicamente entre el 2005 y 2007. Si bien en el año 2006 las
tasas de los tres contextos tienen unos leves crecimientos, en el año siguiente bajan
ostensiblemente, a excepción de la tasa del barrio Mojica que tiene un aumento
importante. Los 155 hpcch en el año 2007 en Mojica es la mayor tasa registrada en los
tres contextos, pues en sus puntos más álgidos que fueron en el año 2001 tanto Cali
como la comuna 15 registraron tasas de 93 y 137 hpcch respectivamente, lo que
evidencia el impacto y la persistencia de la violencia homicida en Mojica que traspasa
lo ocurrido en la ciudad y en la comuna 15. No obstante, al observar la frecuencia de
61

los homicidios, en los tres contextos podemos observar una disminución con respecto al
número de casos presentados en el año 2004.

Ambas clasificaciones de homicidios (frecuencias, tasas) en los tres contextos


presentados entre 1997 y 2007, permiten concluir que la mayoría de los casos no se
distribuyen de manera dispersa y aleatoria por toda la ciudad y por el contrario se
observa un patrón de alta concentración de los homicidios, que además es persistente en
el tiempo. De acuerdo con los datos, se presentan mayor número de homicidios en las
comunas 13, 14 y 15 del oriente de la ciudad, y mayores tasas en las comunas 3 y 9, lo
que permite pensar que las comunas con altos niveles de homicidios no solo comparten
condiciones socioeconómicas desfavorables si no también vecindad. Esto en algunas
ocasiones es posible explicarlo a nivel de barrio pues Mojica comparte vecindad con
barrios como el Retiro y con diversas invasiones que también registran altos niveles de
homicidio, permitiendo establecer una clara zona de concentración.

Aunque en los días ordinarios también se cometen homicidios en Cali, en la comuna 15


y en Mojica, al parecer una mayor interacción y la realización de actividades sociales
de diversa índole en los fines de semana y casi siempre en horario nocturno y con un
carácter festivo, representan factores para el desarrollo de este tipo de violencia, pues en
estos días y en especial los Domingos se presenta la mayor cantidad de homicidios.
Diciembre como el mes con mayor número de festividades es donde mas se presentan
homicidios en Cali y en la comuna 15 pero no en Mojica. Los casos de homicidios
distribuidos por mes en Mojica muestran menos concentración, y por el contrario hace
pensar que los casos son consistentes todo el año. Por lo tanto, si bien las practicas en
los días festivos tienen relación con el desarrollo de actos homicidas, no siempre es así
abriéndose el abanico de posibilidades para la explicación temporal de acuerdo al
contexto en que se desarrollan los hechos.

Los datos evidencian que los hombres son las principales victimas de homicidios en la
ciudad, principalmente los jóvenes en edades entre los 20 y 24 años. No obstante, la
concentración de homicidios de jóvenes en Mojica es mucho mayor a la presentada en
la comuna 15 y en la ciudad. Mientras que en Cali el 36% de los homicidios son jóvenes
entre los 16 y 24 años y en la comuna 15 el 49%, en Mojica los homicidios de jóvenes
entre estos años son más de la mitad, registrándose el 60% de los homicidios,
62

evidenciando que en el barrio los jóvenes tienen una mayor inferencia para el desarrollo
de actos homicidas que en los otros contextos. Llama la atención que en Mojica un mas
de la mitad de las victimas eran desempleadas o sin un empleo fijo.

La descripción de los móviles en Mojica nos permite deducir que en los hechos de
homicidio prima un alto grado de organización de los victimarios, pues los actos
cometidos por venganzas que predominan, implican una selección precisa de la victima
y una planeación de los medios a utilizar. Igualmente implica algún nivel de
organización los homicidios ocasionados en el desarrollo de un hurto, pues en este caso
la victima pudo ser la victima, alguien que quiso evitar un hurto o el delincuente que
estaba hurtando. Se encuentran en menor proporción los homicidios por violencia
familiar y sexual, que por lo general se desarrollan en ámbitos privados. Si es
importante el alto numero de homicidios ocasionados por riñas que es un indicador de la
forma como se están solucionando las personas los conflictos ocasionales en la
comunidad, pues estos homicidios se dan por lo general en escenarios públicos
especialmente de celebración. Los homicidios ocasionados por pandillas resultan
confusos de definir, pues la única condición para que estos hechos se categoricen de
esta manera es que el victimario o la victima sea un reconocido perteneciente a alguna
agrupación. Por lo tanto, es posible que estos casos se produzcan por riñas ocasionadas
por pandillas o por algún individuo perteneciente a esta, o sean planeados por o en
contra de estas organizaciones dándose un homicidio por venganza. Por la cantidad y la
gran influencia que tienen estas agrupaciones en Mojica, es posible que muchos de los
homicidios por venganzas y por hurtar tengan una estrecha relación con las pandillas.

Las deficiencias en los datos registrados de hurtos, aun en los más recientes, pues la
nueva ley de pequeñas causas ha posibilitado que muchos de los delitos considerados
anteriormente “hurtos” a partir del año 2007 sean denominados “contravenciones”,
incidiendo en la disminución de los casos con respecto al año 2006; no impiden
realizar aproximaciones al nivel de impacto de este delito en la ciudad, y su relación con
la violencia dependiendo de la acción de los agresores.

En las Comunas 19 y 2 se denunciaron el mayor número de hurtos en la ciudad


presentando características de ubicación de amplias zonas comerciales y
establecimientos nocturnos, que repercuten en la amplia movilidad de personas;
63

características distintas a las comunas con mayor numero de homicidios en Cali.


Igualmente, los meses con el mayor número de hurtos como lo es Febrero, Marzo y
Mayo difieren claramente con respecto a los meses donde se presenta la mayor cantidad
de homicidios en la ciudad, en la comuna 15 y en el barrio Mojica. Sin embargo, los
barrios con mayor proporción de hurtos en la ciudad no coinciden con las comunas
donde sucede mas cantidad de hurtos, y aun poseen características distintas a las
comunas con mas hechos. Tal es el caso de Mojica que es el barrio donde se registro
mayor cantidad de casos de hurtos en la ciudad.

Al comparar los tipos de hurtos presentados en los tres contextos, vemos que hay una
mayor cantidad de hurtos a personas en Mojica, pues mientras que en Cali el hurto a
personas equivale al 34% del total de hurtos y en la comuna 15 al 64%; en Mojica los
hurtos a personas registran el 86% del total de hurtos denunciados en el barrio. Cuando
analizamos las modalidades de hurtos en el barrio Mojica, los atracos con el 80% son la
modalidad más registrada y la de mayor riesgo que se produzcan lesionados,
aumentando la posibilidad de violencia en el acto.

Las denuncias por violencia familiar en Cali que desde el año 2004 presentan un
registro eficiente, nos muestran a nivel de ciudad que paulatinamente las denuncias han
venido aumentando a tal punto de presentar en el año 2007 los registros más altos por
este delito. No obstante, las denuncias en la comuna 15 y en el barrio Mojica han tenido
comportamientos distintos, pues en el caso de la comuna el mayor número de denuncias
las encontramos en el 2005 y en Mojica en el año 2006, y por el contrario en el año
2007 las denuncias en estos dos contextos disminuyen.

En Cali, Mojica es el séptimo barrio con más denuncias por violencia familiar en la
ciudad y el primer barrio con más denuncias en la comuna 15. Si bien, ni Mojica ni la
comuna 15 registran los casos más altos por violencia familiar en la ciudad, los hechos
encontrados evidencian que la presencia de estos actos es recurrente. En los tres
contextos los casos de violencia familiar donde la victima es la mujer predominan con
un el 70% del total de hechos. De la misma manera en Cali, en la comuna 15 y en
Mojica, la mitad de los hechos de violencia las victimas son menores de edad. Al
parecer con el aumento de los años las personas tienen menor riesgo a ser victimas de
violencia familiar.
64

4. Aproximación a tres escenarios de violencia En Mojica

Las evidencias que se presentan en la descripción de los indicadores de homicidios,


hurtos y violencia familiar, encaminaron nuestro estudio hacia la construcción de tres
escenarios de violencia en Mojica que consideramos elementales para profundizar en la
interpretación de los hechos violentos. Los tres escenarios son: violencia familiar,
violencia asociada a agrupaciones juveniles y violencia asociada a hurtos.

4.1 Violencia familiar en Mojica

Para avanzar hacia la comprensión de los hechos de violencia familiar en Mojica, se


indagaron algunas formas de cómo se comete el hecho, partiendo de la descripción de
situaciones generalizadas en el barrio, además de dar cuenta de los principales hechos,
actores, modalidades, normas; entre otros elementos que nos permitió acercarnos a las
posibles motivaciones para cometer un acto violento en el ámbito familiar.

• Perfil de agresores y modalidades

Las mujeres y los niños son las principales víctimas por violencia familiar en el barrio
tal y como lo muestra los datos de denuncias por este tipo de violencia; encontrando que
el 70% de los hechos son contra la mujer y el 40% contra menores de 14 años. Los
hechos lo dinamizan en una mayor frecuencia los hombres adultos, recurriendo a puños y
patadas para maltratar a las mujeres en el hogar, y a objetos como correas y zapatos
para maltratar a los menores de edad. Muchos de los hechos están precedidos de
ataques verbales, que motivan aun más que se presente un acto de violencia. Al recoger
distintos relatos, los hombres expresan la importancia de las formas de violencia “no
físicas”, y concuerdan en señalar que además de ser sumamente lesiva, es el primer
impulso para llegar a hechos físicos. La humillación, las criticas y el desprecio es
reconocido en si mismo como forma de violencia en los habitantes del barrio. Es aquí
elemental precisar que los hechos de violencia se dan no porque exista una
confrontación previa, si no que hay una reacción en el momento donde se reúnen una
serie de factores que propician el desarrollo del acto.
65

Gloria nos narra como su esposo la maltrata:

“El me da como perro, me patea y me ahorca casi hasta matarme. Por


lo menos, cuando la niña llora, le dice: “Cállate”. Un día me estaba
maltratando y la niña salió a la calle con el hermanito, esto propicio
que la cogiera del pelo, y la ingresara nuevamente a su casa”.

Camila una niña del barrio relata como su papa la golpea diciendo:
“Mi papá me pega mucho con los puños. A veces me dice palabras
vulgares y me pega con una correa. Cuando me quedan las cosas con
jabón me regaña y me pega. Yo me siento muy triste porque estaría mas
contenta si me puedo ir. Yo quiero dejar a mi papá no a mi mamá. Me
gustaría irme donde la abuela.”

• Violencia Conyugal

De acuerdo a los relatos, gran parte de los hechos violentos contra las mujeres son
motivados por factores económicos que se desarrollan generalmente en tres situaciones
específicas en el marco familiar. En la primera situación, la mujer es dependiente
económicamente de su pareja, y el hombre no alcanza a responder con las necesidades
básicas de su hogar; sea porque su ingreso no es suficiente para suplir tales necesidades
o porque su decisión es no suplirlas aunque su ingreso sea suficiente. Estas son
posiciones que generan discusiones y hechos violentos que se dinamizan
constantemente por el factor económico. En estos casos, la mujer no tiene una forma
propia de sostenerse ni a sí misma ni a sus hijos resignándose a quedar a merced de su
esposo, soportando toda serie de agresiones. Es posible que frente a esta situación el
esposo o conviviente comprenda las condiciones y las aproveche para abusar; con el fin
de que la mujer se mantenga sumisa, reiterándose constantemente “que él es quien la
mantiene”40.

40
En un estudio importante, Ardito y Rosa sustentan algo similar haciendo referencia a la dependencia
económica de la mujer donde “estas mujeres no pueden imaginarse cómo sería su vida sin su pareja y
frente a la incertidumbre, resisten situaciones de violencia. Algunas optan por aceptar las reglas del
agresor complaciéndolo en todo lo que esté a su alcance para no darle motivos de disgusto. En algunos
casos, la dependencia económica es generada por el esposo: la mujer puede estar preparada para trabajar
pero él, por celos o por orgullo, no se lo permite” (La Rosa, Javier y Ardito Wilfredo (2004). Análisis
comparado de la legislación sobre violencia familiar en la región andina. Perú. pp. 18)
66

Marina, una mujer víctima de la violencia de su esposo dice:

“Como mujer, yo no he buscado capacitarme para obtener ingresos


que ayuden en el hogar. Cuando la mujer depende del hombre, asi
este la maltrate; no lo puede dejar porque no sabe trabajar. Yo
apenas se cocinar, enjabonar, y realizar todos los oficios que se
tienen que hacer en la casa, pero el problema es que no puedo
contribuir con los ingresos en el hogar. Lo económico es fundamental
en el hogar y a veces la mujer no lo tiene en cuenta. Cuando ya tiene
tres o cuatro hijos es que la mujer se arrepiente”.

En el caso de María una joven mujer dedicada al hogar, expresa su inconformidad por
la manera como su esposo gasta el dinero que no alcanza para suplir las necesidades
básicas.
“Él tomaba alcohol y llegaba a la casa a las diez u once de la noche.
Después empezó a quedarse (en lugares donde expenden licor) y al
día siguiente no tenía dinero. Es por eso que le decía: ¡Usted tiene
dinero para tomar pero no tiene para la comida! Entonces le pedía
dinero prestado a una amiga o a un sobrino. Eso me daba rabia
porque se olvidaba de nosotros. Siempre que se quedaba bebiendo en
la calle, comenzaba la peleadera”

Patricia, una mujer del barrio, dice al respecto del comportamiento de su esposo después
de terminar su jornada laboral:

“Mi esposo llega tarde de trabajar. El viene cansado, malgeniado y


al final no se puede hablar con el porque se molesta. Yo tengo que
estar callada para que no se moleste, porque por cualquier cosa
puede pegarme”.

Esther relata la historia su maltrato por parte de su compañero:

“El me maltrató desde muy pronto. Se iba a tomar y llegaba a


maltratarme. Me pegaba en la boca cuando se emborrachaba, tiraba
las cosas al suelo, rompía las cosas, vendía los objetos de valor para
irse a tomar. No me forzaba a estar con él pero me trataba muy mal.
Yo no podía salir a ninguna parte porque no me daba dinero;
escasamente me daba para pagar el arrendó y la comida”.

En situaciones donde la mujer depende económicamente del hombre, los conflictos


además de generarse por la ausencia de dinero, se originan por la ausencia del hombre
en el hogar que desestabiliza las relaciones entre pareja. Además, factores como el
67

alcoholismo aumentan la posibilidad de que se desarrollen hechos violentos41; producto


de la inversión económica que supone el alcoholismo. Por lo general, el dominio
económico del hombre “que es la cabeza de la familia” implica garantizar, preservar y
reforzar esa autoridad que tiene sobre el hogar, pero cuando se cuestiona se convierte en
un factor detonante de hechos violentos.

Por otra parte, la situación de la vinculación femenina en el mercado laboral es un factor


importante para entender los hechos de violencia al interior de las familias en Mojica,
ya que esta condición puede implicar situaciones adversas. En este caso, es reiterada la
ruptura en la distribución tradicional de roles que agudizan diferentes conflictos con el
compañero.

Fanny, un ama de casa de Mojica, nos narra como después de unos años de convivencia
empezó a sufrir maltratos por parte de su esposo. La decisión de Fanny de emplearse y
de estudiar, cambia la relación entre ella y su pareja.

“Yo no estuve trabajando, pero siempre mantenía la ilusión de


trabajar aunque mi compañero no me dejaba. El decía que nunca le
gustaba que la mujer trabajara. Por esto empezaron a venir los
problemas, porque yo quería trabajar y quería. Entonces el empezó
a maltratarme; todos los días nos peleábamos. Uno se cansa de
algunos hombres que quieren decir vulgaridades. Uno se quiere
separar y no lo dejan. El no quería que yo trabajara ni que
estudiara sino que estuviera en la casa. Según el, la mujer que
trabaja hace otras cosas disimuladas en el trabajo. El pretexto era
el trabajo pero era para conseguir...el era muy celoso. El es
machista a morir; pensaba que me iba a enamorar del profesor o de
algún compañero”

Hay una serie de decisiones económicas en las que la mujer y los hijos terminan
haciendo frente a las responsabilidades de la familia, subsidiando los fracasos
económicos del hombre. En este ámbito, el hombre culpabiliza a la mujer por sus
fracasos económicos, siendo la inculpación del hombre hacia la mujer, una constante en
la relación conyugal del barrio. Cuando la mujer ingresa al mercado laboral, se le acusa

41
Con respecto al alcohol como dinamizante de hechos violentos, el importante estudió de Torres
especifica que, “El rol del alcohol en la violencia familiar es facilitar que ésta se desarrolle, eliminando
las inhibiciones del agresor y poniendo de manifiesto la actitud de subordinación y dominación hacia la
pareja. Además, el alcohol incrementa la frecuencia de los estallidos de violencia y la intensidad de éstos.
Por ello es bastante lógico que la gran mayoría de denuncias se presenten en los casos en los que el
agresor ha estado ebrio, porque suelen ser los más graves” (Torres Falcón, Martha (2006). Al cerrar la
Puerta: Análisis y vivencias del Maltrato en la Familia. Editorial Norma, Colombia. pp. 35)
68

del escaso tiempo que le queda para atender a la familia, quedando de lado la relación
con la pareja que paulatinamente se va resquebrajando, tal y como se percibe en nuestro
contexto.

Josefina nos narra como la falta de dinero en su casa la llevo a buscar empleo,
pero también género conflictos con su esposo:

“Mi esposo tiene un trabajo malo; el maneja el dinero pero no le


alcanza. Cuando le pedía dinero, me decía que no me iba a dar,
cuestión que suscito problemas. Mi esposo me dice: ¿qué va a hacer
con el dinero? ¿Qué necesita? Usted no trabaja, yo soy el que
trabajo. Entonces me toco conseguir un trabajo, pero la situación en
ves de mejorar, empeoro por que el no quería que yo dinero”

Otra situación que según los habitantes, generan conflictos entre pareja, son en
circunstancias donde ni el hombre ni la mujer pueden conseguir un empleo. La
incertidumbre económica de las familias en Mojica es una situación determinante en la
promoción de conductas violentas entre la pareja y en las relaciones con los hijos.

Una mujer detalla en este sentido, que la necesidad y la angustia por no tener dinero se
resuelve inculpando al otro y esto aumenta los conflictos:
“Se permanece sin dinero porque hay muchas necesidades en la casa.
Entonces se dice: ¡porqué no se va a buscar trabajo!, ¡vaya a ver que
encuentra para hacer! esto conlleva a la desesperación. Pero ellos
andan la calle sin tomar tinto y no lo comprendo. Se van a buscar y
llegan diciendo: “no hay trabajo en ninguna parte”. Y mientras tanto
la deuda de la luz, del arriendo, la remesa, las necesidades del niño;
lo ponen a uno furioso, es ahí cuando empiezan las peleas”

Otra mujer del barrio narra:


“Cuando el niño pide su agua de panela no hay, Uno se desespera y el
marido también, entonces empezamos a pelear. Siempre se piensa que
se va a hacer el día de mañana, razón por la que uno se pone tenso y
de mal genio. Yo alegaba con mi esposo constamentemente por esto,
pero ahora se va entrando en conciencia por esto”

Por otra parte, los celos son una de las causas que entre pareja propician actos de
violencia contra la mujer. Razones como las miradas con otros vecinos por parte de la
mujer y la ausencia de la mujer en la vivienda, son factores que en reiteradas ocasiones
desencadenan agresiones por parte de los hombres. Las prohibiciones por parte del
hombre son producto generalmente de los celos; aunque las sospechas de infidelidad se
69

basen en evidencias infundadas. Es evidente el constante temor de ser abandonados por


parte de su pareja.

Una Mujer del barrio señala al respecto:


Por lo menos, me pasa que llegó de la calle y mi esposo me dice:
¿Ya viene de allá, donde esta el otro (haciendo referencia a otro
hombre)? La mujer no sabe si estar en la casa o estar en la calle.

Otro hombre se refiere al mismo aspecto, en el supuesto también de que, si los celos
ocurren, es porque ella nunca esta en la casa.

“Uno de los casos que yo veo más graves, es cuando llega el esposo a
la casa y no la mujer no se encuentra, además de tener a los hijos
abandonados. La mujer tal vez por allá donde la vecina; o no sabe
donde esta. Por esto es que se empiezan a pensar muchas cosas”

Una mujer del barrio Mojica señala que su esposo niega a los hijos por sus celos,
diciendo:

“El me negó al gordito, a Víctor Alfonso. Me lo negó desde que estaba


embarazada. Decía que el niño no era su hijo, que iba a esperar que él
naciera para ver. Acosándolo logré que el registrara a los tres niños a
nombre de él, pero eso genero muchas peleas”

La no realización de actividades domesticas por parte de la mujer o el desconocimiento


del hombre de que estas se realizan, son en reiterados casos, situaciones que
desencadenan conflictos que pueden terminar en hechos violentos contra la mujer. En
este caso, no tener la comida preparada a tiempo o no atender adecuadamente al esposo
son circunstancias que influyen en el desarrollo de hechos violentos.

Piedad, una mujer del barrio, señala cómo causa del maltrato, la negligencia en atender
a su marido en la casa.

“Yo digo también que nosotras (haciendo referencia a todas las


mujeres) buscamos que nos maltraten. Si yo mantengo en la casa y mi
esposo se va a trabajar, se espera que cuando él llegue yo pueda estar
al tanto; con la comida hecha y servida en la mesa. Si mi esposo
llega y yo estoy viendo televisión y no lo atiendo, pues él también
siente maltrato, se aburre. Eso también es maltrato, y eso uno lo
busca”.
70

Una mujer identifica como forma de maltrato, el desconocimiento de las tareas


domésticas que realiza. Ella especifica que perdona los golpes pero no ese tipo de
maltrato.
“Algunos hombres no reconocen las labores del hogar. En la casa,
uno es ayuda mayoritaria; porque si el hombre se va a trabajar, la
mujer también esta trabajando y mas duro que el. Yo tengo que
lavar, cocinar y hacer todos los oficios; pero el hombre humilla este
trabajo. Esto es un maltrato mayoritario”

Es de especial atención que en muchas ocasiones, las mujeres entrevistadas en Mojica


especificaron que el maltrato conyugal es asociado al maltrato sexual, pues ellas son
forzadas a tener relaciones contra su voluntad, entendiendo que en el ámbito
matrimonial el hombre cree que este debe ser un deber de la mujer.

“La mayoría del maltrato ha sido porque no quiero tener relaciones


sexuales con el. Yo finjo querer, por que si no lo hago él me va a
golpear; pero se da cuenta de todos modos. Yo le digo que ya el
maltrato acabó con todo. Él me patea y me da puños por que no quiero
estar con el”

• Violencia contra los niños

Si bien, la violencia contra los niños es un problema que tiene múltiples causas, en el
caso del barrio Mojica, los indicios evidencian que situaciones como la dificultad de
conciliar el trabajo con el cuidado de los hijos, las difíciles condiciones económicas y la
imposibilidad de establecer relaciones afectivas; son situaciones generalizadas y
elementales para acercarnos a una posible explicación de la violencia contra los
menores.

Aurora, una mujer del barrio, narra que muchas veces ha maltratado a sus hijos por la
desesperación de no tener que ofrecerles:

“En Diciembre me puse muy triste, porque no pude comprar nada


para los muchachos en navidad. A los muchachos les gusta
estrenar, ellos quieren tener algo nuevo. Yo había conseguido una
plancha prestada para plancharles ese día la ropa. Varias veces les
pedí que se fueran a bañar y no me hacían caso; todos estaban muy
tristes. María Pastora, la hija mayor; me dijo que ella no quería
salir, porque no le había llegado el metro de pelo que había pedido
al niño Dios (se refiere al pelo sintético que venden por metros).
71

Esto me desesperó y terminé tratándolos mal. Después me


arrepiente y le llora el alma”.

Fabiola, en la dificultad de conciliar su trabajo con el cuidado y el estudio de los hijos,


se plantea como solución la búsqueda de un internado.

“Yo tengo la idea de conseguir un internado para mis hijos, estoy


pensando en internarlos. Hable con Maria Eugenia y me dijo que
estaba de acuerdo. Es que me preocupa trabajar y dejar a los niños
solos, yo no quiero que ellos pasen por lo que yo pase, además
porque yo llego de trabajar y los veo haciendo cosas que me
molestan y empiezo a pegarles”

Esta observación es importante para comprender mejor, contextos del maltrato infantil.
Una mirada inculpadora sobre la madre pierde de vista otras realidades, pues en muchos
hogares de Mojica, la ausencia de uno de los padres, además de los factores que antes
nombramos; son elementales para entender los hechos de violencia en el ámbito
familiar.

“Cuando mi esposo recién murió, yo trababa a mis hijos muy mal.


Cualquier cosa que ellos me decían, era una excusa para gritarlos y
regañarlos. Esto sucedía, hasta que un día mi hija me dijo:
-Mama nosotros no tenemos la culpa que mi papa se haya muerto. Desde
que mi papa murió, usted nos trata mal y usted antes no nos trataba asi.

Ella quedo de nueve años cuando murió el papa. Yo les pegaba hasta con
palo; pero llego el tiempo en que tuve que ir a un psicólogo. Mi hijo
mayor me dijo que me iba a enloquecer y fuimos al psicólogo”

La carencia en la comunicación de padres y madres a hijos, también es un motivo de


explicación reiterado para el desarrollo de prácticas violentas al interior del hogar. Las
entrevistas a los jóvenes evidencian las formas de maltrato a través de la palabra o por
acciones que se ejecutan cómo humillación, amenazas o privaciones.

“muchas veces los jóvenes buscan en su familia, y específicamente


en su madre una amiga. Lo que consiguen son regaños y conflictos
que incluso pueden resultar en niñas embrazadas. Muchas veces en
la casa no se dan cuenta que los hijos necesitan amor, apoyo y
alguien que los escuche”.

Es importante puntualizar que el apropiado funcionamiento familiar y la socialización


que se de en la familia bajo preceptos de respeto y de afianzamiento de valores;
72

posibilitan la creación de espacios de convivencia que se reflejan desde el contexto


domestico al contexto vecinal. Además se genera en cada uno de sus miembros la
interiorización de procesos formativos encaminados al respeto a la vida, a la
conciliación y la tolerancia; permitiendo el desarrollo de competencias para actuar como
ciudadanos y vivir en sociedad.

Los problemas familiares son motivos generadores de comportamientos violentos, como


lo expresa uno de los jóvenes entrevistados, señalando que los conflictos en su hogar
crean resentimiento y rencor; provocando que los hijos se vuelvan desobedientes y
vayan a la calle en busca de un escape; pero lo que encuentran son problemas.

“… no es tanto por el descuido de los padres que los jóvenes se


vuelven violentos, influyen mucho las malas amistades. Por ejemplo, si
hay un muchacho que fuma marihuana y me relaciono con el;
entonces voy a llegar con el olor a la casa. Los padres en lugar de
dialogar o preguntar donde se encontraba, maltratan y regañan”

Si bien, en los hechos de violencia familiar en Mojica las circunstancias narradas con
anterioridad establecen principios de interpretación sobre las posibles motivaciones de
tales hechos; la importancia de analizar este escenario radica no solo en los hechos
violentos que se dan en este contexto, si no también en las condiciones que en este
ámbito se pueden propiciar para que sus integrantes extiendan formas mas organizadas
de violencia si se legitima el uso desde la familia. Esto lo que evidencia es que todavía
las orientaciones y los controles en el hogar son fundamentales en la prevención de
manifestaciones de violencia en un contexto mas general.

4.2. Violencia asociada ha agrupaciones juveniles en Mojica

Los jóvenes pertenecientes a grupos delincuenciales en Mojica, son los causantes de los
hechos violentos de mayor impacto para el barrio. Entendiendo esto, nuestra intención
radica en profundizar sobre el conocimiento de estas agrupaciones y de los jóvenes
pertenecientes a ellas, vinculando también el estudio de las acciones violentas que
desencadenan, las modalidades de sus actos, las normas que los caracteriza y la
organización a la que apelan.
73

De las 97 pandillas conocidas por la Policía Metropolitana en Cali, 9 agrupaciones se


ubican en la comuna 15 y 6 de ellas se sitúan en el barrio Mojica42. En este sentido, el
termino “pandilla” es retomado por la policía para referirse a grupos con una estructura
delincuencial que dirigen sus acciones a nivel de ciudad; excluyendo el conocimiento
de grupos menos estructurados, que realizan actos delictivos de menor impacto en la
ciudad, pero de altísimas repercusiones en este caso para un barrio como Mojica. Es
total la presencia de grupos juveniles delincuenciales en todo el territorio del barrio, la
repartición de los espacios para delinquir o para defender el monopolio de negocios
ilícitos en lugares que no superan el área equivalente a tres o cuatro pequeñas
manzanas, son elementos característicos en tales grupos; aunque sea importante
especificar que las acciones de las agrupaciones salen de los territorios que defienden.

Mapa 2: Ubicación de las pandillas en el barrio Mojica

Fuente: Policía Metropolitana de Santiago de Cali

Se presume que además de los 46 homicidios que se conocen han sido cometidos por
integrantes de grupos pandilleros de Mojica en los últimos 10 años, un alto numero de

42
Dato obtenido de la Policía Metropolitana de Santiago de Cali.
74

muertes juveniles en el barrio esta relacionado con estas agrupaciones. De la misma


manera, los grupos juveniles son acusadas de ejercer otro tipo de actos delictivos como
atracos, riñas, expendio de armas y alucinógenos, etc. En este último aspecto se logra
identificar dos elementos importantes a alcanzar para tales grupos: el dominio territorial,
que puede desempeñar no solo papeles de defensa, si no también simbólicos, de
reafirmación colectiva, entre otras; y la apropiación de bienes, donde la meta principal
es conseguir dinero o recursos.

Existe una relación entre la organización delincuencial juvenil en el barrio y los actos
que realizan; es asi como las pandillas organizadas difieren en sus actos de los grupos
de jóvenes que se ubican en las esquinas de manera menos estructurada. Entendiendo
estos dos tipos de organizaciones de jóvenes en el barrio, la indagación de estas resulta
tangencial para encaminar nuestro estudio.

 Pandillas Organizadas

Estas son pandillas conocidas y estructuradas del sector como los Abuelos, los Chimbis,
los Almendros, los Anteneros, los Cochinos entre otras. De acuerdo con las entrevistas
a jóvenes integrantes, algunas de estas pandillas se organizan por un actor externo al
barrio que quiere extender negocios como el de la droga, o por jefes de oficinas de
cobro que quieren reclutar jóvenes en este barrió para extender su dominio. En este
caso las pandillas tienen una organización que radica en el reconocimiento de los
“duros” que son los integrantes con un mayor recorrido en la vida delincuencial,
diferenciándose de los jóvenes que están comenzando a realizar acciones, que en su
mayor parte tienen el aval de los integrantes con mayor reconocimiento.

En ese sentido, Sebastián integrante de los Anteneros dice:

“Las oficinas de cobro empiezan a organizar, son personas de otros


lados que vienen a formar las bandas. Primero empiezan a formar un
pequeño cartel en el barrio. De ellos son los negocios de la droga,
entonces todos los buscan. Los contactos de ellos no son del barrio,
vienen de afuera, pero su negocio esta acá en el barrio”
75

Otras pandillas han surgido por menores de edad que viven en el sector y que se
organizan para hacer más efectivas acciones delictivas cómo atracos y expendio de
alucinógenos. Si bien estas pandillas están conformadas por menores de edad, también
sobresalen los jóvenes de 23 y 24 años que tienen un gran recorrido delincuencial,
basando su reconocimiento en la carrera delictiva. En este sentido, los líderes de estas
bandas desde corta edad han escalado posiciones que se basan en el reconocimiento
fundamentado en la peligrosidad y la magnitud de las acciones cometidas.

Tal es el caso de David más conocido como “orejas”, líder de una banda en el barrio.
Un vecino de su sector dice:

“A él todo el mundo lo busca. Antes era un joven normal, jugaba


fútbol con nosotros. Pero cuando se murió su mama, el se volvió un
ladrón impresionante. Este joven tiene buena suerte, porque se metió a
robar con una banda como de veinte personas y a todos los han
matado. Incluso él no era jefe de la banda, era otro joven que lo
mataron y el quedo siendo el jefe.

En este último caso, la organización como pandilla no es clara si no hasta llevado un


tiempo en acciones delictivas, que conllevan a que algunos de sus componentes
sobresalgan más que otros. La necesidad de concertar acciones y factores como la
diferenciación de sus integrantes por relaciones de poder que califican para los roles
creados a través de procesos internos de lucha y selección, han establecido un tipo de
organización espontánea pero clara en cuanto a las jerarquías de sus integrantes. Se
puede afirmar que este tipo de agrupaciones tienen una estructura jerárquica informal
que se conforman por similitud de intereses, pero se carece de un líder máximo, aunque
su referente de liderazgo es el integrante más violento.

Con respecto a las características de los jóvenes que se vinculan a las pandillas en
Mojica, se pueden retomar algunos aspectos generales que son frecuentes en las
entrevistas y que consideramos son elementales para que se haga parte de una
agrupación de este tipo, sea planeada o no esta vinculación. En ese sentido, los
cambios en los lazos familiares, el fracaso del sistema educativo que desencadenan
ausencias en la regulación de los jóvenes, son factores que consideramos fundamentales
en este fin de esclarecer las características del actor que estamos estudiando.
76

La ausencia de lazos familiares o la ruptura de estos son características de algunas en


condiciones de integrantes en las agrupaciones pandilleras. Los vínculos en algún
momento de la juventud se rompen, y la relación con sus familias se convierte en
muchas conflictivas. En este sentido, es posible que al no quedar claras las relaciones
básicas familiares, las diversas regulaciones en esta instancia son confusas, cuestión que
es determinante para que el joven establezca nexos que impliquen otra normatividad.

Con frecuencia la ruptura de tales lazos familiares se debe a la necesidad económica que
en el contexto existe, que se vinculen todos los miembros de la familia en el mercado
laboral, aunque el no ingreso a este genera dinámicas posiblemente más complejas.
Justamente este aspecto lo consideramos central al entrevistar a algunos de los
integrantes de las pandillas, pues entre sus intereses al unirse a ella se encuentra la
posibilidad de obtener lucro de acciones delictivas conjuntas.

Por otro lado, muchos de los jóvenes integrantes de la pandilla, a temprana edad
salieron del sistema educativo. Los jóvenes abandonan rápidamente la escuela y se
inician precozmente en las lógicas adultas, entendiendo el papel que juega la educación
en la “regulación”. Lo evidente es que sin educación y con pocas formas de regulación
sus acciones no son reguladas. Con frecuencia, la salida del sistema educativo era
intensificada por los grupos del barrio, pues desde tempranas edades los jóvenes no solo
se vinculan a estas agrupaciones, si no que también se encaminan a desarrollar sus
primeros actos delictivos.

“Estudie hasta sexto grado porque me echaron. La directora


me pego una cachetada en la cara, entonces le pegue un puño
en la cara. El hijo de esa profesora estudiaba conmigo y todo
empezó porque por medio de una recocha el me pego. Yo le
puse la queja a la profesora y sucedió esto”.

“Yo estudiaba por la mañana y en la tarde salía a la calle.


Robábamos en ese tiempo a los pelados de más abajo del
barrio, le quitábamos todas las cosas”.

Al describir estos elementos es evidente que el joven que se vincula a una pandilla se
desprende de elementos de regulación básicos como las condiciones tradicionales, las
normas, los valores y estilos de vida. Al parecer, los jóvenes se vinculan a esta
77

agrupación en busca de seguridad y reconocimiento que la familia y la sociedad no les


brinda.

Estas pandillas dirigen sus acciones especialmente a los atracos de alta magnitud en la
ciudad, sin dejar de lado los que realizan constantemente en la avenida ciudad de Cali a
buses y a establecimientos comerciales. En la mayoría de sus acciones portan armas de
fuego cortas de fabricación artesanal o industrial. Además están vinculados a negocios
de venta y expendio de alucinógenos y armas de fuego; es posible que guarden relación
con oficinas de cobro y grupos al margen de la ley, pero en conjunto no se dedican a la
perpetración de homicidios como negocio, aunque sus integrantes si pueden oscilar en
oficios como el sicariato.

La violencia por el control del territorio además de ser frecuente en el barrio, tiene un
claro actor colectivo que la activa como lo es la pandilla con un nivel de organización.
El enfrentamiento es constante con otras pandillas del barrio, pues el espacio a defender
es muy restringido (callejones y esquinas del barrio), entendiendo que el número de
pandillas es significativo para defender este espacio. Por lo tanto, la acción violenta
producida por el territorio se limita a dos posibilidades; la primera es con la intención de
defender su territorio, y la segunda con la intención de obtener más control territorial.”43

Al referirnos a los enfrentamientos entre pandillas no mencionamos únicamente los


hechos violentos donde participan todos los integrantes, pues es mas frecuente tener una
victima del grupo opositor aislada que represente la identidad del grupo con quien se
disputa el dominio del territorio, ósea representando los intereses de grupos. En este
sentido la violencia se ejerce contra la identidad del grupo y no contra un integrante en
particular, razón por la que se moviliza los deseos de venganza. Justamente los datos
demuestran el gran numero de homicidios por venganza donde participan en variadas
ocasiones miembros conocidos de pandillas en el sector, sin desconocer las venganzas
que se pueden producir por otros casos, que terminan ser en menor frecuencia que los
hechos relacionados a la pandilla.

43
Como lo especifica Suárez, Giraldo y otros en relación a los hechos violentos “dada la marcada
vecindad del lugar de residencia de la víctima con el lugar de los hechos, lo cual da cuenta de una
localización del conflicto; es una disputa de barrio o de sector, en el que el enemigo es plenamente
identificado y circunscrito a un territorio físicamente determinable. De esta manera se trata de mostrar el
poder y de indicar quién es el más fuerte”. (Suárez Clara, Giraldo Carlos y otros (2005). Medellín entre
la muerte y la vida. Escenarios de homicidios 1990-2002. Estudios Políticos # 26. Medellín. pp. 10)
78

“Conozco a la pandilla de los abuelos. Esta se pelea con


otras pandillas, especialmente con la pandilla de la Colonia
Nariñense, por eso la invasión es peligrosa”

“Las pandillas se crean por tener poder sobre la mayor


cantidad de terreno que se pueda. Los integrantes solo quieren
que pase su gente.”

Entre los principales intereses para dominar un territorio, encontramos la


intencionalidad de apropiarse de bienes materiales de un sector mediante el hurto a
personas. Las pandillas mas organizadas de Mojica planean sus atracos, no solamente en
contra de los mismos habitantes del sector sino también a nivel de ciudad. Sus acciones
se dirigen a objetos de alta cuantía, contrario a lo que puede suceder con grupos
menores del barrio. En estas acciones se pueden generar varios hechos violentos, en
especial cuando existe actitud de resistencia de la victima. En general, la violencia es
un recurso que permite el logro de ciertos objetivos por parte de los integrantes de la
pandilla, pues además de consolidar un dominio territorial, “puede desempeñar un
papel simbólico, expresivo, de comunicación, de reafirmación colectiva interna y hacia
el exterior”44

“…en Mojica hay muchas pandillas o bandas como los


abuelos y los chimbis. En el barrio roban mucho, yo vi como
el sábado pasado dejaron una bicicleta afuera de una casa y
un joven se la robo. Ya es algo normal que en el parque
mantengan los marihuaneros. Los jóvenes que roban lo
hacen para el vicio y no vacilan para hacerlo”.

En ese sentido debe entenderse que este tipo de pandilla proporciona nuevas
oportunidades a los individuos que la componen, posibilitando el suplir intereses por un
medio violento que no han podido suplir en otras instancias. En los jóvenes puede darse
una mayor compenetración simbólica; por ejemplo, para instaurar o reafirmar relaciones
de poder. Además, pertenecer a una pandilla implica mayor facilidad para conseguir
insumos como armas, especialmente hechizas o de un calibre muy bajo, que reafirman
la posibilidad de suplir intereses económicos. En general, muchas pandillas también
están relacionadas con negocios de armas y drogas lo que intensifica aun mas la lucha

44
Ibíd., pp. 9
79

por el control de un territorio, aunque este tipo de violencia es mas característico de


organizaciones mas estructuradas como las asociadas al narcotráfico.

 Delincuencia Juvenil no Organizada

En este caso nos referimos a aquellos jóvenes, especialmente menores de edad que se
agrupan en las esquinas del barrio reuniéndose constantemente y de manera
espontánea45. Sus acciones delictivas se remiten al consumo alucinógenos, riñas
callejeras y hurtos frecuentes contra habitantes del sector. Generalmente, sus
integrantes desde corta edad se conocen, convocándose para realizar actividades de tipo
lúdico; en ese sentido ser una agrupación que se dedique a realizar actos criminales no
es algo planeado, por el contrario esto surge por otro tipo de factores.

Ferney un joven del barrio narra:

“…éramos 35 jóvenes que teníamos dos equipos de fútbol. En


torno al equipo nos reuníamos en la esquina a hablar de fútbol.
Yo no se en que momento todos estaban robando, fumando
marihuana, extorsionando En ningún instante nos dijeron si
queríamos hacerlo porque necesitaba comida, de hecho muchos
de los jóvenes tenían en la casa todo. Ninguno empezó por
necesidad si eso es lo que querías saber, eso fue por gusto”.

Tales jóvenes solo tienen algún nivel de organización cuando van a desarrollar un hecho
violento, como sucede cuando van a cometer un hurto. Este elemento indica que estas
agrupaciones no guardan una estructura como puede suceder con las pandillas, ni
tampoco una estrategia planificada de un jefe, pues al parecer la búsqueda desarticulada
de intereses prima sobre las acciones que se realizan.

45
Desde el inicio se nos presento el problema de cómo llamar este tipo de jóvenes considerando que las
palabras que usemos de alguna manera pueden marcar algunos aspectos que no pertenecen a este grupo.
Es posible que se asimile a otro sin numero de conceptos como “Galladas” “Parches” o la misma
“pandilla”; sin embargo ninguno de estos se incorpora directamente a este tipo de agrupación presentado
en el barrio. Esto radica en la diferencia de sus características, ya que son un conjunto de jóvenes que
andan juntos pero no se reconocen como parte del grupo, no tienen un nombre que los identifica, no se
enfrentan con otros grupos pero frecuentemente y de manera coordinada ejecuta acciones que transgreden
el orden, entendido como las normas y las costumbres, lo que a veces se enmarca en conductas delictivas
y a veces no. Por lo tanto, si bien no es un aspecto menor, no hacemos uso de una palabra apelando a la
responsabilidad que implica asignar un concepto.
80

En este sentido un joven del sector dice:

“…Una pandilla de esquina no tiene líder, es una idea que se


ha querido vender pero no es así. Una pandilla no responde
a ningún tipo de organización, si son 20 integrantes, todos
son lideres. Lo único que se reparten en partes iguales es lo
que roban. Es diferente en una oficina de cobro que sí tiene
una cabeza principal; el es que dirige la oficina y da las
ordenes”.

Son más comunes este tipo de grupos que las pandillas, su forma de operar es de manera
aislada y se juntan ocasionalmente por conveniencia. Las relaciones con integrantes de
aquellas pandillas organizadas si bien son frecuentes, se diferencian sustancialmente
pues al parecer se le impide estar en ella por la imposibilidad de llegar a alcanzar el
status que implica estar en una pandilla organizada.

“La obsesión de todo ladrón “chichi” es estar en una banda


grande. Hacen todo lo que puedan para estar en ellas. Hay
niños que apenas están robando y los duros los mandan a
matar (para que prueben que pueden entrar)”

Los integrantes de estos grupos no comparten los valores y ética del delincuente
antiguo, atracan y llegan a agredir a cualquier vecino, pues su sentido de pertenencia no
se limita a la banda, ni al barrio; su lealtad se remite a dos o tres jóvenes con los que
realizan hechos delictivos a pequeña escala. No tienen una demarcación de territorio
claro, pero la esquina donde se reúnen es un espacio que defienden y utilizan para
realizar actividades varias.

Al igual que los integrantes en las pandillas, estos jóvenes han desertado del sistema
educativo y difícilmente consiguen vínculos laborales legales. La mayoría de ellos son
consumidores de algún tipo de sustancia psicoactiva, principalmente marihuana, bazuco
o pegante. El quebrantamiento en las relaciones familiares y el inicio rápido en las
lógicas adultas, son características que influyen de manera sustancial para que los
jóvenes empiecen a realizar actividades ilícitas. Este es el caso de Pedro narra como
ante la ausencia de sus padres empieza a reunirse en la esquina con los jóvenes de su
barrio.
81

“Mis papas creían que en la cuadra no había peligro; pero


desde esa época nosotros reunidos manteníamos en la
esquina fumando marihuana. Teníamos desde pequeños un
parche que se llamaba “Santa Claus”.

En ocasiones para otros menores de estas agrupaciones sus padres o familiares cercanos
desde temprana edad los impulsan a cometer actos delictivos, brindándoles los
mecanismos y todo el aval necesario para que empiecen su carrera delincuencial, tal y
como nos narra Stiven:

“A algunos jóvenes del parche los papas le pasaban armas,


pero a los mas pequeños nos toco robar con navajas. El
padrastro de mis primos les daba marihuana y drogas
porque era un vicioso, les metía marihuana en las piezas. En
ese entonces teníamos 9 o 10 años. Mi tía no sabia nada,
todo el tiempo estaba trabajando y llegaba en la noche.”

Desde muy corta edad, el atraco y los raponazos se consideran los mecanismos mas
activados por estos jóvenes para la consecución de recursos, especialmente a transeúntes
del barrio. Para ellos la avenida Ciudad de Cali se constituye en el sitio de “trabajo”
donde sustraen principalmente celulares, dinero y bicicletas46.

“Desde los ocho años yo robaba. Uno ve el ejemplo de algún


lado, de pronto de un familiar que haya hecho muchas cosas.
Los niños saben que es lo bueno y que es lo malo. Desde los
ocho años empiezan a buscar problemas, a ubicarse en las
esquinas para hacerle daño a la gente, tienen una mente
dañada”

Para los menores de edad el raponazo es la forma más sencilla de obtener los bienes
pues aprovechan el descuido de la victima, que se encuentra ubicada en la calle, en su
casa o en un establecimiento comercial; pues los hurtos al interior de los hogares y en
las tiendas o negocios del barrio también son recurrentes. Con rapidez los menores
emprenden la huida sin utilizar violencia o amenaza alguna. Si bien, para los jóvenes de
más edad este es el mecanismo más activado, los atracos que generalmente vinculan el
uso de armas, la amenaza y el uso de violencia contra la victima que es despojada de
algún articulo de valor, son también opciones, ya que para ellos es mas segura la
consecución del objeto. Por lo general los atracos se cometen en la vía pública, y en

46
Entrevista con Policía Comunitaria Comuna 15.
82

este caso no se requiere de elementos como motos o armas muy sofisticadas, pues para
ellos emprender la huida por los callejones del barrio es la forma más sencilla de
culminar su hecho, aunque en muchas ocasiones las bicicletas son elementos muy
utilizados. Estas acciones pueden realizarse entre dos o tres jóvenes, que reparten sus
acciones dentro del hurto, no obstante la mala repartición de un botín es algo usual y
desencadenante de riñas y homicidios por venganza entre ellos.

Como sucede con el hurto a personas, la oposición de la victima implica una agresión
física segura, pero por lo general el tipo de hechos realizados por delincuencia juvenil
no organizada no terminan en un hecho fatal. No obstante, las lesiones con armas
blancas si son frecuentes en las victimas.

Son más reiteradas las lesiones y los homicidios cometidos contra los jóvenes que
pertenecen a esta categoría de delincuencia juvenil no organizada ya que están más
expuestos en las esquinas del barrio y su forma de actuar que no representa un acto de
grupo, implica que las venganzas sean puntuales y con menos posibilidad de que haya
una acción de un grupo delincuencial por su asesinato. Igualmente, son recurrentes los
hechos de personas del barrio que quieren apartar de determinadas zonas o esquinas a
estos jóvenes, sea porque han sido victimas de algún tipo de hurto o porque el consumo
de alucinógenos en zonas donde residen causa reacciones negativas que terminan en
riñas reiteradas, lesiones y en menor magnitud homicidios. Es asi como la sensación de
amenaza en estos menores es paralela a su conducta violenta, que se afronta con las
demostraciones de rudeza como símbolo de poder y virilidad.

Es evidente que estos menores se apegan a este ambiente generalizado de drogas


violencia y precariedad, donde la ausencia de lazos de regulación al parecer da vía
libre para la elección de un estilo. Además los actos delictivos no solo se tratan de la
movilidad para conseguir recursos, pues los intereses no solo nos remiten a una
ausencia económica, tal y como lo especifica un menor del sector:

“Los muchachos realizan hechos violentos en una esquina,


no porque no tengan que comer ni vestir, no es porque tenga
que llevarle dinero a nadie, es simplemente por vagancia…”
83

La problemática juvenil, y en especial la existente en el barrio Mojica, requiere de


profundizar “teniendo en cuenta el contexto de relaciones económicas, sociales y las
practicas de la vida cotidiana debido a que las formas culturales donde intervienen los
jóvenes están inscritas en procesos de globalización y responden a la constitución de
identidades, y la pertenencia e integración de los diversos tipos de conflicto en el ámbito
urbano”47.

4.3. Violencia Asociada a Hurtos

El hurto es la actividad delictiva que consiste en el apoderamiento ilegítimo de una cosa


mueble ajena, con el propósito de obtener provecho para si o para otro, considerándose
como el delito de mayor repercusión para la manifestación de hechos violentos en
Mojica, pues no solo se reduce a la escena del hecho si no que por la cercanía de
victimas y victimarios, los hurtos pueden desencadenar una red de venganzas y rencillas
constantes que extienden la violencia a otros campos, tal y como especifican algunos
habitantes del barrio:

“Cuando empezó la crisis económica y el desempleo trajo


desesperación a la juventud. Se volvieron más crueles, ya no
distinguían vecinos de no vecinos para robarlos. Antes
respetaban mucho a los conocidos, pero después ya se metían
con todos sin importarles nada. Como eran conocidos se formo
mas de un problema, a tal punto de que estos momentos a la
mayoría los han matado”

De los 303 hurtos que se denunciaron en Mojica entre el 2002 y 2007, la mayoría se
cometen mediante dos modalidades: el atraco y el raponazo. Estas son las formas más
utilizadas para despojar a las victimas de sus bienes. Las características de estas
modalidades son bien distintas, entendiendo por esto la organización del hecho, los
recursos que se utilizan, los lugares donde se cometen, la propiedad que afectan, las
víctimas del hecho y los agresores que perpetran el delito.

47
Tomado de “Los nómadas urbanos, la vida de las galladas, de niños de la calle y jóvenes en Bandas y
Pandillas En Santiago de Cali. Tesis, 2003. Facultad de Ciencias Sociales y Económicas. Cidse. pp. 56
84

 Raponazo

Generalmente el raponazo se presenta en las vías centrales del barrio, zonas donde
transitan gran numero de personas, tal como la avenida ciudad de Cali y la Carrera 28E
que traspasa todo el barrio. Son principalmente en las esquinas donde se sustraen los
objetos rápidamente y el delincuente emprende su huida por los callejones, siendo estos
los sitios donde se ubican las pandillas y los jóvenes del sector. El lugar donde se
comete este delito representa una de las características que más se planea, tanto en el
raponazo como en el atraco, ya que implica cometer el hecho sin ninguna clase de
perjuicio; agregando la indiferencia de las personas que se encuentran en el lugar, que
en la mayoría de ocasiones no intervienen por miedo al delincuente, tal y como lo
relatan algunos habitantes del barrio:

“Una ves nos atracaron porque me gustaba usar cadenas de Oro.


En ese tiempo íbamos cerca a la iglesia y alguien me rapo la
cadena. El ladrón salió corriendo por el callejón de los abuelos y
nadie dijo nada. ”

“La calle 28e hasta la 92 es muy peligrosa. En la noche es bastante


oscura y la mayoría de las calles están en mal estado. En ese lugar
siempre han habitado jóvenes malandrines. Hay que caminar por
ese sitio muy alarmado porque que es que me atraquen y nadie los
coge”
85

Mapa 3: Ubicación de los hurtos en Mojica. 2007

Fuente: Policía Metropolitana de Santiago de Cali.

La mayoría de las victimas son habitantes del sector que transitan en el barrio con
pertenencias visibles y que se pueden coger con mayor facilidad como joyas, bolsos,
celulares, entre otros. También es usual el raponazo de artículos que las victimas
descuidan, como bicicletas y elementos de comerciantes del sector que si bien conocen
las posibilidades de que sean hurtados, optando por poner toda clase de elementos de
seguridad en sus locales, siguen siendo afectados por la astucia y rapidez con que los
delincuentes toman sus objetos. En este sentido, los delincuentes seleccionan a las
victimas de acuerdo a su imposibilidad física para reaccionar frente a un raponazo y de
acuerdo a lo que ellos intuyen pueden tener de valor las victimas. Elementos como la
forma de vestir y el aspecto que da pistas de la no peligrosidad de la persona a hurtar
pueden ser aspectos que los delincuentes tengan en cuenta al momento de perpetrar el
hurto, pero su relevancia se disminuye cuando se calcula básicamente el elemento y la
posibilidad de salir ileso. Esto se entiende cuando los delincuentes aclaran que sus actos
no tienen una gran planificación, pero tienen en cuenta algunos patrones que intervienen en
la efectividad del acto y en su posterior huida. Justamente, la poca planificación del acto es
86

unos de los aspectos que influyen para que haya venganzas posteriores al hecho, ya que hay
muchas posibilidades de que la victima conozca al victimario o tenga una referencia cercana
con respecto a este. En este aspecto, una joven señala acerca del delincuente que hurta en
su sector:

“A mi papa lo han robado. Es un negro que viste mucho de


blanco, anda en una bicicleta los domingos. A mi papa lo
atraco cuando iba para el móvil y en ese mismo día le robo el
bolso a una vecina. Mi papa dice que cuando lo vea, coge un
machete y lo agarra, por que por aquí nos tiene azotados”

Si bien, en esta modalidad de hurto no se utilizan armas de fuego ni cortopunzantes para


despojar a la victima de su artículo, las bicicletas y las motos en muchas ocasiones son
instrumentos para emprender la huida, aunque la mayoría de hechos se realizan a pie.

En Mojica generalmente los que utilizan esta modalidad de hurto son los menores entre
los 12 a 18 años de edad pertenecientes a grupos delincuenciales no organizados. A
menudo se asocian para realizar un raponazo, pero solo uno perpetra el hecho, ya que
para ellos es de suma importancia que sus pares los observen realizar el acto. Por lo
general reinciden en el raponeo así hayan sido atrapados ya que la ley en este sentido es
muy laxa.

“Cuando camino por el barrio se ven constantemente grupitos de


jóvenes. Los grupos de delincuentes están pendientes de atracar,
de mirar la oportunidad. Usted sale a las doce del día y
encuentras a cuatro o cinco jóvenes pendientes de robar”

El intento de perseguir al victimario por parte del perjudicado representa en muchas


ocasiones un acto de alta peligrosidad, justamente por la zona a la que se dirige el
delincuente, encontrando por lo general respaldo de otros. Son varias las ocasiones en
las que esto sucede, desencadenando múltiples lesiones para la persona que intenta
recuperar su objeto, o para un tercero que intenta ayudar a recuperar el objeto hurtado.
87

En ocasiones el delincuente también es atrapado y golpeado por la victima y por


personas vecinas que toman justicia por sus manos, a tal punto de ocasionar muertes por
las lesiones que causan al victimario. Por lo general, las victimas no denuncian los
actos de raponazo, y mas aun si el delincuente es golpeado, considerándose que es de
más valía hacer justicia propia que acudir a las autoridades. Y es que también existe la
posibilidad de que las venganzas por un raponazo se extiendan en el tiempo, siendo
muchas las lesiones causadas a los delincuentes después de cometer un ilícito.

“Antes al ladrón que se pillaba, se llevaba y se amarraba en


un poste de la calle en pantaloncillos. Se dejaba hasta el
otro día en la mañana para que la policía se lo llevara, pero
primero le daban una golpiza que lo dejaba grave”.

 Atraco
El atraco es la modalidad donde existe mayor probabilidad de que se acuda a un hecho
violento, sea para la defensa o para el ataque, dada la cercanía de victima y victimario
al momento de perpetrar el delito. Por lo general, el asaltante acude a la amenaza o uso
de violencia para despojar a la victima de su artículo, con armas de fuego originales o
hechizas y cortopunzantes de fácil adquisición para los delincuentes, dado que el tráfico
de armas en el barrio es generalizado.

Las vías principales del barrio son los lugares predilectos para atracar, sumándose en
menor frecuencia los pequeños establecimientos comerciales, las residencias y el
interior de los buses. Por lo general, se aprovechan las esquinas y los callejones para
perpetrar el atraco, ya que obligatoriamente gran parte de las personas residentes del
barrio tienen que pasar por estos sitios para llegar a sus casas. Esto también puede
suceder cuando se va a atracar en una residencia o en un bus, ya que los delincuentes
buscan siempre un sitio en donde puedan sentirse seguros antes de emprender el escape,
tal y como lo especifica un habitante del barrio:

“En el barrio hay mucho robo de bicicleta, porque muchas personas


salen a trabajar en bicicleta y no solo los atracan si no que los
apuñalan. La mayoría de los jóvenes atracadores de hoy en día,
andan en grupos de cuatro y por lo menos dos de ellos tienen armas
88

de fuego y los demás chuzos. Inclusive cuando roban a la gente de


de la comunidad utilizan las calles del sector y atraviesan la 103,
hasta estar relajados en la zona de la invasión (Colonia
Nariñense)”.

En este caso la propiedad que se afecta no solo son objetos que poseen las victimas al
momento del hurto o elementos en su indumentaria. Por lo general, motocicletas,
automóviles, muebles residenciales, mercancías comerciales y cantidades de dinero son
artículos que se obtienen mediante la modalidad de atraco.

Al contrario del raponazo, los atracos implican una mayor planeación; esto dependiendo
del lugar al que hay que acceder y a las características del bien a hurtar. Los atracos a
personas que transitan en las vías principales del barrio son frecuentes, dado que la
mayoría se dirigen a objetos que la victima porta en el momento, amenazando y si es
posible arrebatando, utilizando generalmente cortopunzantes y armas de fuego hechizas
y de calibres menores.

Los atracos al interior de los buses se realizan con no menos de tres delincuentes, el
primero retiene al conductor, otro atracador vigila a las victimas al interior del bus y el
último consolida el atraco pasando por cada puesto tomando artículos y dineros. Se
utilizan armas de fuego para despojar a las victimas, amenazando constantemente ya
que por el poco espacio para maniobrar en el bus, existe el gran peligro de que se
presente un acto en contra del victimario o en contra de la victima ante las posibles
negativas de entregar los objetos. Respondiendo a la prevención de los conductores que
no detienen el bus en las zonas del barrio, se utilizan objetos y aun jóvenes se tiran en
medio de la carretera esperando a que el bus se detenga para poder subir y perpetrar el
delito. Ana, habitante del barrio narra como vivió un hurto al interior de un bus:

“Antes de bajarme del bus, en la esquina al frente de la colonia


nariñense; se subieron tres negros que empezaron a decirle al
conductor si los llevaba por $3.000 pesos. El los dejo, uno se ubicó
en la mitad y los otros dos adelante. De un momento a otro dijeron
“no se muevan, quédense quietos y entreguen billeteras y todo lo
que tengan”. Uno de los ladrones tomo al conductor y le dijo que
89

entregara el dinero, no se demoraron nada, escapándose


rápidamente por el callejón de la colonia”

Aunque se prefiera la modalidad de “halado”48 para obtener objetos al interior de


residencias y establecimientos comerciales, los atracos también son una modalidad
recurrente. Los atracos a estos lugares se realizan entre dos o más delincuentes
dependiendo de los bienes que se quieren hurtar y del número de victimas a las que hay
que someter para perpetrar el hecho. Cuando es un robo mayor, lo más usual es que la
víctima sea identificada previamente por el agresor; en este caso el ilícito tiene un
mayor grado de organización que cuando se trata de robo de bienes menores. En este
caso, se espera el momento más adecuado para acceder a los lugares, procurando
despojar lo más rápido posible a las victimas de sus bienes, amenazando principalmente
con armas de fuego, ya que en estos hechos de mayor magnitud las armas blancas no
suelen ser utilizadas. Con frecuencia, se acude a automotores y motocicletas para
emprender la huida del lugar con rapidez, dependiendo también del bien hurtado, pues
en el caso de que se presente hurtos a dinero, las motos de alto cilindraje suelen ser un
elemento indispensable.

Los hurtos a vehículos en el barrio se presentan en muchas ocasiones por descuido de


sus propietarios. No obstante, ocurre gran cantidad de estos hechos en las vías
principales, generando estrategias para que los vehículos se detengan y someter al
conductor a su entrega. La ubicación de objetos en las vías, o el perseguir a la victima
desde otro vehículo -especialmente motocicleta-, son formas cruciales para detener el
vehículo. En este caso, por lo menos dos delincuentes tienen que hacer parte del delito,
delegándose tareas claras para la efectividad del hecho. Por lo general, en estos casos
las victimas no suelen dar mucha resistencia ante la amenaza constante.

Los atracos a residencias, establecimientos comerciales, vehículos y en menor


frecuencia los de personas, dada la frecuencia con que un delincuente común realiza
estos actos, los ejecutan jóvenes pertenecientes a pandillas organizadas de Mojica.
Utilizando la modalidad de atraco no solo se quiere la consecución de recursos

48
Esta modalidad se presenta cuando son hurtados los objetos sin que el propietario conozca la acción
que se ha cometido en su contra.
90

económicos, también priman elementos simbólicos, que van generando un mayor status
en la vida delincuencial del joven que realiza “vueltas grandes”.

“Hay que cuidarse de todos los ladrones porque ya son hasta


matones. Los de pandillas grandes son los que están robando, ven
una moto y quieren atracar al dueño, lo roban por gusto”

Los casos de atracos en Mojica se caracterizan por haber un tipo de amenaza o agresión
ante la negación de entregar los objetos de parte de la victima., aunque el interés no esta
en hacer daño o asesinar a la persona si no de obtener beneficios económicos. No
obstante, también se presentan casos en los que el victimario al prevenir un acto de
resistencia y asegurar el objeto a hurtar arremete en primera instancia, lesionando a su
victima. Por lo general, los homicidios por hurtar suceden como resultado de una
actitud defensiva de la víctima, tal como oposición, resistencia, intento de huida y
respuesta o intento de respuesta con un arma. Aquí se presentan unos casos:

“Hace poco mataron a un señor que iba a trabajar, llevaba el reloj


y un celular pero no le quitaron nada. No alcanzaron a quitarle las
cosas y le pegaron un tiro por eso”

“También han matado al vigilante del polideportivo. Estaban


robando en la cuadra y el vigilante se fue detrás de ellos. Entonces
el vigilante alcanzo a coger el objeto que se estaba llevando, era un
poco de aluminio. A los días el vigilante estaba haciendo la ronda
cómo a las cinco de la mañana y uno de los ladrones le pego un tiro
en la cabeza”

Queda claro que este delito trasciende el momento del hecho y genera mayores
manifestaciones de violencia. La fácil adquisición de instrumentos y el manejo del
territorio por parte de los delincuentes son elementos fundamentales para que el delito
tome mayor fuerza en un barrio como Mojica. La comunidad no asume
responsabilidades producto de las amenazas constantes que los delincuentes realizan si
se hace efectiva una denuncia, en este sentido el miedo y la seguridad de la integridad
91

física prima sobre un posible acto de denuncia. En este sentido Pedro, habitante del
sector nos explica:

“Cuando uno ve que ellos atracan, pasan haciéndole advertencias a


uno. Dicen que no le avisemos a la policía, porque si los
denuncian ellos saben quien es. Eso le pasa a todos los que están
cerca al momento cuando atracan a alguien”

Por lo tanto, gran parte de los hurtos en Mojica quedan en la impunidad, pues ante la
inoperancia de los entes estatales, los medios para controlar este tipo de banda están
supeditados a otros actores; a tal punto de evidenciar por medio de un joven que en el
barrio existe organización armada contra los delincuentes:

“Aquí en Mojica hay dos clases de delincuentes: las personas que se


la pasan robando y por otro lado las personas que quieren poner
fin a esto por sus propias manos. Estas últimas son alimentadas
por gente que se ve amenazada por tantos ladrones. Entonces
pagan a personas distintas al poder publico, para que hagan
batidas (Limpieza social)”

Es de cuidar que cada vez mas se imponen nuevos actores y nuevas modalidades de
delitos y control a las victimas, perdiendo para ellos toda clase de respeto por los
vecinos y pobladores locales, principalmente de parte de las bandas organizadas en el
barrio. En este sentido, se requiere generar estrategias encaminadas a prevenir este tipo
de hechos y a controlar los que ocurren con gran frecuencia.
92

5. Conclusión

Desde la primera etapa de poblamiento en el territorio de lo que hoy se conoce como el


barrio Mojica, es de notar la falta de conocimiento sobre los procesos sociales que se
han desarrollado en este contexto. Los pocos diagnósticos que se han adelantado
fundamentalmente con indicadores de impacto, coinciden en afirmar que Mojica es un
barrio “violento” pero no hay una clara intención de irrumpir ese concepto y
profundizar en las características que permiten que se presenten con tanta frecuencia
prácticas violentas. Si bien, Mojica no es el barrio con los más altos índices de
violencia en la ciudad, las particularidades que presenta impiden que las medidas de
control que se tomen a nivel de ciudad sean efectivas en el barrio, siendo uno de los
factores que propician mayor continuidad en los hechos de violencia.

En ese sentido, el estudio surge de la necesidad de desarrollar alternativas distintas de


análisis de la ciudad, encontrando que es posible generar una descripción de orden
cuantitativo y cualitativo en un barrio donde hasta el momento no se había alcanzado a
describir con ese nivel de minuciosidad. Así mismo, el estudio se convierte en un
instrumento para generar políticas puntuales a determinado territorio, reconociendo la
particularidad de los barrios en la ciudad, y la necesidad de que se amplíen las
investigaciones a otros contextos barriales, entendiendo que en los últimos años los
indicadores de violencia han continuado altos. En el caso de Mojica, son muchas las
inversiones que se han realizado a nivel administrativo, encontrado que hay acciones
que en su primer momento pueden tener efectos; pero la falta de conocimientos de lo
social ha revelado que tales efectos no son sostenibles en el barrio.

El caracterizar algunas situaciones donde se presentan hechos de violencia en las


familias del barrio, nos permitió aclarar que este ámbito tiene mucho que ver en la
realidad que se vive, encontrando que el maltrato, el poco dialogo, la situación socio-
económica, la permisibilidad en algunas familias ante las acciones negativas de sus
miembros, las adicciones, entre otras circunstancias repercuten en la forma como se
reacciona frente a determinada situación adversa. Si bien, es equivocado señalar que
este tipo de problemáticas son generalizadas en las familias del barrio, los 452 casos
denunciados entre el 2004 y 2007 nos permiten sustentar que es frecuente que se
93

presenten dificultades que sean detonadores para que se desarrollen hechos violentos,
especialmente contra las mujeres y los menores de edad.

Es evidente que en algunas familias del barrio, la unidad se resquebraja producto de los
fracasos económicos, situaciones que en muchos casos genera tensión propiciando
hechos violentos. Las exigencias económicas afectan a todos los componentes de la
familia, el desempleo se concentra en varias familias que desde el principio son
desfavorecidas por la posición profesional de sus integrantes, lo que aumenta la ruptura
en los lazos familiares y genera problemas de violencia. Factores como los cambios en
el rol de la mujer y su ingreso al mercado laboral, evidencian que en muchas familias
las relaciones no son frecuentes, demostrando que el vínculo con los hijos y pareja es
distinto producto de los procesos familiares de individualización49. Al no ser efectivas
las relaciones básicas familiares, las diversas regulaciones en esta instancia no son
claras lo que puede conllevar a conflictos. Podríamos pensar también que es de gran
importancia para los menores en la familia poder ser escuchados y tenidos en cuenta sin
el uso de alguna recriminación o reproche, pues hay ejemplos que señalan al uso
inadecuado de las palabras y a la forma de corregir de manera verbal como elementos
que irrumpen en la convivencia entre padres e hijos.

Si bien, la descripción de las situaciones nos permitió observar como interactúan


algunos factores para que se desarrollen hechos violentos, es necesario retomar los
hallazgos encontrados en materia de manifestaciones violentas en el área domestica y
reevaluar la manera en como se vive esta tipología de maltrato en cada familia, es así
que puede que en las familia se preserve un orden a través de prácticas generalizadas
como violentas. Muchas de las familias no perciben de forma negativa el maltrato,
aunque las condiciones actuales indiquen que el maltrata físico ya no es aceptado
socialmente como forma de corrección, además se evidencian nuevas formas de
maltrato a través de la palabra o por acciones que se ejecutan como humillación,
amenazas o privaciones, que son muy frecuentes en las familias ubicadas en el barrio.

49
Beck Ulrico (1998) “Individualización de la desigualdad social, la destradicionalizacion de las formas
de vida de la sociedad Industrial” en la Sociedad del Riesgo. Paidos Barcelona, 1ra Edición,. pp. 101
94

Las estadísticas muestran que los jóvenes son las principales victimas de la violencia
homicida (70% del total de hechos en Mojica). Con el estudio cualitativo se evidencia
que son los actores que dinamizan la criminalidad en el barrio, sea que estén
organizados o de manera dispersa. Sin embargo, el desarrollo de tales hechos puede
estar precedido de una serie de factores que se desarrollan en el ámbito familiar, tal y
como lo describimos en las situaciones de violencia presentadas en el barrio. La
caracterización de los jóvenes en Mojica permitió establecer que efectivamente los
vinculados a agrupaciones delincuenciales se caracterizan por haber vivido
circunstancias como familias inestables, falta de padres, padres abusadores o
alcohólicos, falta de educación y alternativas de vida, exposición a la violencia,
consumo de alcohol o drogas, desempleo, etc.

La frecuencia de la violencia en Mojica depende en gran parte de la organización de los


jóvenes del barrio, encontrando que los pertenecientes a pandillas organizadas
encuentran en la agrupación una serie de elementos que le ayudan a suplir sus intereses,
sean económicos o simbólicos y les permite acceder a recursos. En la situación de
privación de los jóvenes del barrio, en la que los canales de movilidad se encuentran
cerrados, efectivamente la violencia puede ofrecer caminos alternativos de realización
de un estatus deseado. En este caso, debe entenderse que la pandilla proporciona
nuevas oportunidades a los individuos que la componen que posiblemente suplan los
intereses por un medio violento que no han podido suplir en otras instancias. No
obstante, instrumentos como las armas y vehículos que circulan frecuentemente en las
esquinas del barrio, son elementos que generan que las actividades delictivas no solo
sean propias de una organización, si no que facilita la ejecución de un hecho a cualquier
joven del barrio. Es claro que la producción, la acumulación excesiva, la proliferación,
el abuso y el tráfico ilícito de las armas de fuego están afectando la seguridad de los
habitantes en Mojica y también propicia que algunos de los hechos realizados con estos
instrumentos sean letales, como lo son los hurtos. Así mismo, el consumo de alcohol
y sustancias psicoactivas son factores que intervienen en hechos violentos en Mojica
asociándose con casi todas las formas de violencia, especialmente cuando es episódico y
se da en ciertos ámbitos culturales en los que los controles sociales no son fuertes.

Con estos elementos, encontramos que la violencia juvenil producida por la defensa de
un territorio determinado que significa la oportunidad para delinquir y obtener lo que se
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desea; la que resulta producto de venganzas entre pandillas, entre jóvenes delincuentes y
personas del barrio, además de la violencia ejercida contra la comunidad, como se
presenta en los hurtos; inciden en toda la población, tanto los que han sido afectados
por algún hecho, como los que se sienten amenazados al percibir que en algún momento
puede ser víctima de cualquier acto violento. En ese sentido las tensiones en las
relaciones de los habitantes del barrio, son frecuentes y son detonadores para que los
hechos violentos sigan siendo frecuentes ante determinadas circunstancias. No se desea
desconocer las redes existentes en el barrio que contribuyen a que se mantenga cierta
convivencia, a tal punto de decir que el único problema radica en las acciones de
algunos jóvenes que delinquen en el barrio, no obstante y como dijimos anteriormente,
tales acciones afectan aun las relaciones entre vecinos por cuestiones claramente
identificables como el apoyo a estos jóvenes o la falta de control que tienen algunas
familias hacia las acciones que realizan, recayendo toda la responsabilidad en los
integrantes de estas.

Los hurtos son uno de los delitos que mas afecta a los habitantes del barrio, y son
ejecutados principalmente por los jóvenes pertenecientes a pandillas o por delincuentes
sin ninguna clase de circunscripción. El estudio en este escenario indicó que los atracos
a las mismas personas del barrio, contra pertenencias ligeras y de fácil alcance son los
más frecuentes, evidenciando la falta de estrategias para el desarrollo del delito, siendo
delincuentes comunes que con sevicia toman las posesiones y amenazan ante la
posibilidad de haber algún tipo de resistencia. Producto de esto, se intensifican los
hechos de violencia habiendo altas probabilidades de que se recurra a venganzas,
generando continuidad en los hechos y propiciando que personas que antes no hacían
parte de conflictos en el barrio, contribuyan a la realización.

En general, Mojica es un barrio que posee una serie de problemas complejos que
propician que se den frecuentemente hechos de violencia. Además de las consecuencias
de los mismos actos de violencia, factores estructurales de orden social, político y
económico confluyen y contribuyen en facilitar la violencia en este contexto. La
debilidad o incompetencia de las instituciones públicas y privadas para abrir espacios
de dialogo, concertación e inversión, y así minimizar las problemáticas es notoria, pues
sólo se limitan a realizan acciones de solución coyuntural, pero evitan o no tienen la
capacidad para afrontar los problemas de manera estructural, lo cual ha llevado a que
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los recursos que se invierten en este sector no generen los resultados esperados, sino que
mantienen latente la situación que se vive en el sector.

No obstante, es de resaltar algunos programas que dan recursos y parámetros educativos


para las familias que les permiten desarrollar con mayor facilidad estrategias de
afrontamiento ante los riesgos tanto internos como externos en las que se desenvuelven.
Tales recursos les ha posibilitado a muchas de estas familias sobrellevar su estancia en
un sector con altos índices de violencia, por lo tanto han evitado o por lo menos
limitado a que sus hijos se involucren de manera directa con grupos o acciones
delincuenciales. También queda claro que los jóvenes carecen de espacios que les
permita resolver muchas de sus demandas, por lo cual ésta situación es una de las
grandes causas para que los jóvenes hagan parte de estas pandillas y realicen actos
violentos, pues buscan no solo recursos económicos, sino también reconocimiento
familiar, social y cultural. Por tanto, muchas acciones deben encaminarse a fortalecer
las capacidades y las aptitudes que poseen los jóvenes, sin desconocer el ámbito
familiar. Ante el preocupante número de homicidios con armas de fuego, también es
necesario realizar acciones para controlar la circulación de estas, como medidas que
pueden incidir en la disminución de los hechos de violencia en Mojica.
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