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Taller de Detección y Prevención del Abuso Sexual

Infantil
“Ahora que lo ves, di.. no más”
Abuso sexual infantil: es una de las formas más graves de violencia contra las
niñas, niños y adolescentes. Implica la transgresión de los límites íntimos y
personales de la niña/o.

El abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes es una de las peores formas
de violencia contra la niñez y adolescencia. A pesar de que constituye un
problema creciente en el mundo, la mayoría de los casos no son detectados ni
denunciados. A diferencia del maltrato físico –cuyo diagnóstico depende de la
posibilidad de ver las lesiones- y de la negligencia adulta hacia el bienestar infantil
-que se diagnostica al ver niños privados de los cuidados parentales básicos
(desnutridos, no escolarizados, sin cuidados médicos básicos, entre otras formas
de vulneración de sus derechos)-, la detección del niño que fue o está siendo
víctima de abuso sexual depende de escucharlo para saber qué pasó.

El abuso sexual puede incluir contacto sexual, aunque también actividades sin
contacto directo con el exhibicionismo, la exposición de niñas y niños a material
pornográfico, el grooming (acoso por diferentes redes sociales y celular) o la
utilización o manipulación de niños o niñas para la producción de material visual
de contenido sexual.

I. factores de riesgo en el abuso sexual contra las niñas, niños y


adolescentes.

Factores sociales:

Falta de concienciación del niño o la niña como sujetos de derechos. Los niños
son particularmente dependientes de los adultos encargados de su protección.

Validación social de la violencia y el abuso del poder de las relaciones cercanas.


Cuando la comunidad es pasiva ante situaciones de abuso.

Costumbres culturales que promueven el matrimonio temprano.

El consumo de alcohol y de sustancias psicoactivas ha demostrado ser un factor


asociado al abuso sexual infantil.
El desconocimiento de la trascendencia que tienen las vivencias en la infancia
para el desarrollo y a la vida de las personas.

Factores familiares:

Relaciones familiares en donde se ejerce el poder de manera abusiva y no


equitativa.

Dificultades en la comunicación. Distanciamiento emocional entre los miembros.

Falta de información sobre el desarrollo infantil y el desarrollo de la sexualidad.

Cuando se da más importancia a la unidad familiar y esta se coloca por encima de


los derechos de cada uno de los miembros de la familia es muy probable que,
aunque un niño o niña rompa el silencio del abuso vivido, no se le crea.

Factores personales, de las niños o las niños:

Los niños y las niñas que presentan capacidades diferentes son más vulnerables a
ser víctimas de todas las formas de violencia.

Niños y niñas más pequeños.

Antecedentes de Abandono.

Niños y niñas que no tiene vínculos de apego seguro con sus cuidadores o con
carencias afectivas. Malos tratos.

Niños y niñas que no tienen información sobre situaciones de riesgo o que no


tienen información clara sobre sexualidad.

¿Por qué los NNA (Niños, niñas y adolescentes) callan los abusos
sexuales?

Son muchos los motivos que confluyen y hacen que los NNyA no revelen que han
sido o están siendo sexualmente abusados:

 . El niño y su familia reciben amenazas de daño físico o de muerte.


 Tienen miedo de las consecuencias que sus dichos puedan ocasionar en el
agresor y su familia.
 Callan por temor a ser acusados de complicidad y complacencia con el
abuso sexual que padecieron.
 Evitan ser rechazados.
 Sienten culpa, vergüenza y desvalimiento.
Muchas veces, al padecimiento sufrido se suma otro: carecen de interlocutores
válidos dispuesto a creer en sus palabras. Los NNA víctimas de abuso sexual
requieren de un entorno conformado por adultos que sean comprensivos y
contenedores, que les brinden acceso a los servicios asistenciales y los protejan
tanto de posibles represalias como del proceso de revictimización. Dependen de
los docentes, psicólogos, médicos, policías y operadores del sistema de
protección integral y judicial, que deben estar capacitados para ofrecer un
abordaje apropiado al trauma que atraviesan.

¿Cómo actuar ante la toma de conocimiento de un caso de abuso sexual?

Ante el conocimiento de una agresión sexual cometida contra un niño es crucial


adoptar una serie de medidas. Las siguientes preguntas orientan las decisiones a
tomar.

 ¿Cómo reaccionó el niño?


 ¿Qué dice? ¿Qué calla?
 ¿Qué dicen sus silencios?

¿Hay una urgencia médica? ¿Existe riesgo para la salud o la vida del niño? ¿Se
requiere asistencia psicológica inmediata? ¿Es necesario implementar medidas de
protección? En todos los casos, se deben tomar recaudos para proteger al niño o
la niña. Esa protección implica, entre otras medidas, procurar que reciba
contención y atención inmediatas, y dar intervención a la Justicia. Los NNyA no
deben ser interrogados bajo ninguna circunstancia. Sólo se debe procurar la
información mínima sobre el hecho que permita determinar qué paso, cuándo,
dónde y quién lo hizo. Es importante asegurarle que no es su culpa y reforzar en él
la idea de que fue muy valiente al atreverse a develar lo sucedido, ya que
representa el inicio de su recuperación.

Después de agradecerle por haberlo contado, garantizarle que se le


proporcionará asistencia y protección. Inmediatamente, buscar ayuda. Cuando
sugerimos adoptar una actitud de escucha adecuada nos referimos a dejar que el
chico se exprese espontáneamente sin interrumpirlo ni callarlo.

II. Conductas comunes encontradas en los ofensores sexuales: ( son


personas normales)

No existe una manera de saber, a partir del tipo de personalidad o la conducta


social, si una persona es o no un agresor sexual de NNyA. Pueden ser personas
exitosas, médicos, psicólogos, abogados, docentes, líderes religiosos y juveniles
como los guías estudiantiles que realizan viajes de egresados o los entrenadores
deportivos. Los agresores sexuales circulan disimulados en el entorno familiar y
social. Las estadísticas indican que la mayoría de los abusadores son varones
heterosexuales adaptados socialmente. Suelen presentarse a sí mismos como
personas afectuosas y humanitarias hacia el mundo exterior, mientras que la
relación que establecen con el niño abusado sexualmente está basada en
amenazas, control e intimidación. A pesar de que se tiende a relacionar el abuso
sexual con el alcoholismo, la mención del consumo excesivo de alcohol parece ser
más una manera de excusar o racionalizar las acciones del agresor que un factor
causativo. Habitualmente, el agresor establece a lo largo del tiempo una relación
con el niño destinada a evitar su resistencia y pactar el secreto con el que
intentará no ser descubierto. Este proceso de preparación de alguien para es una
característica de los abusos sexuales contra NNyA. Además de buscar que el
abuso ocurra y ocultarlo, crea el ambiente propicio para dar al agresor sexual
protección frente al entorno social y la Justicia, incluso cuando el NNyA ya ha
revelado el abuso.

Están motivados a abusar, sea por experiencias propias traumáticas en la infancia,


por incapacidad de relacionarse con otras personas adultas u otras variables. Esta
persona está en una situación de poder favorable en relación con una niña, niño o
adolescente que le induce a cometer el delito.

Se da permiso de abusar porque se convence a si mismo que puede hacerlo y que


tiene derecho de hacerlo. Las personas poseemos una serie de inhibidores
internos (conciencia, moral, autocontrol) que nos impide pasar del deseo a la
acción. El abusador sexual busca desinhibirse a veces con drogas, alcohol,
estados de emoción violenta, o simple autoconvencimiento de que no hace ningún
mal, esto lo lleva a realizar la acción abusiva una y otra vez.

Sienten que no hay obstáculos o controles externos para ejercer abuso. Esta
permisividad se refleja en la indiferencia y pasividad de la comunidad ante
situaciones de abuso, cuando la familia esconde o calla ante el abuso o cuando no
hay una acción penal coherente y decidida. Cuando un niño o niña no cuenta con
la supervisión de un adulto responsable y está por alguna razón aislado/a, es más
probable que el abusador tenga acceso a éste y le imponga o amenace para
mantener el secreto.

Posesivo y celoso de la víctima.

Niega al niño/a contactos sociales normales.

Acusa al niño/a de promiscuo o provocador.

Excesivamente atento con el niño/a.

Bajo control de los impulsos


Cree que el niño/ a disfruta del contacto sexual.

Interpreta de manera sexual cualquier manifestación de amor y afecto.

¿Inventan las Niñas, Niños y Adolescentes las situaciones de abuso sexual


vivido?

En los juicios de situaciones de abuso sexual en el afán de demostrar la inocencia


de su defendido, los abogados o defensores de acusados de violación colocan a
los niños/as en el banquillo de los acusados alegando que los niños/as inventan
las situaciones de abuso. A veces, pueden decir que alguien quiere hacerles daño
y le ha utilizado al niño o niña para que mienta.

Ninguna niña/o podría inventar detalles concretos de una situación sexual, a


menos que lo hayan sometido a ver o experimentar con anterioridad una situación
semejante. Cuando un niño/a empieza a utilizar un lenguaje sexualizado, es decir,
usa palabras referentes al sexo que generalmente no se hablan en la casa de
forma abierta, es posible que esté sucediendo un abuso sexual o que esté
tratando de involucrarlos en una situación como ésta. Ante todo hay que preguntar
a la niña/o de donde conoce esas palabras y a quienes se las escuchó.

Es triste y doloroso para una niña/o que sufre de abuso sexual, recurrir a los
adultos en busca de ayuda y toparse con sus prejuicios, sin que la escuchen y
sufrir su rechazo por tocar el tema. Más doloroso aun, que le digan ¿porque no lo
hablaste antes? ¿Porque no te defendiste?

III. Consecuencias del Abuso Sexual Infantil

En la mayoría de los casos el abuso sexual provoca en las víctimas numerosas


secuelas negativas a nivel físico, psicológico o comportamental.

Las consecuencias son diferentes si el abusador es un familiar, un extraño u otro


niño; también es diferente si la relación sexual ha sido violenta o no. Los abusos
en familia suelen ser más traumáticos, ya que para el niño suponen además
sentimientos contradictorios en cuanto a la confianza, la protección, y el apego
que esperamos y sentimos con relación a nuestros propios familiares.

Personalmente opino que no todos los niños manifiestan el mismo grado de


afectación, para algunos, el abuso, puede significar un trauma y para otros las
consecuencias pueden ser diferentes. En algunas ocasiones, puede suceder que
el grado de sufrimiento no esté relacionado o en proporción con el suceso en el
que el niño ha estado involucrado.
El secreto: Ninguna niña o niño está preparada para la posibilidad de ser víctima
de abuso por parte de un adulto en quien confía. Y todo lo que el adulto le dice
acerca de lo que pasa, es la única forma que tiene la niña para entender esa
experiencia.

El secreto, es la fuente del miedo y la promesa de seguridad: “todo estará bien


mientras no se lo digas a nadie”. Aunque la niña o el niño no tengan conocimiento
del sexo, y aun cuando no haya vergüenza o dolor por la experiencia sexual, se
sentirá marcada por el terrible secreto.

Impotencia: La niña, niño, adolescente siente que no puede hacer algo por ella
misma para salir del abuso.

Ante las figuras autoritarias las y los niños están subordinados e impotentes. Por
esta razón, difícilmente una niña, niño, adolescente que está siendo víctima de
abuso puede protegerse y contarlo inmediatamente. Hay gente adulta que pueda
pensar que si las niñas/os, adolescentes no se ha quejado, es porque está
consintiendo el abuso. Esto es absolutamente falso, porque cuando el abusador
tiene poder sobre una niña/ o no hay opción, no hay salida, al menos así lo siente
la víctima y de eso se aprovecha el abusador. Solo le queda esperar a que alguien
se dé cuenta de su sufrimiento y le rescate.

Sentirse atrapada y tener que adaptarse a esa sensación:

Puede ser que el abusador sienta culpa, remordimientos, miedo a ser descubierto,
puede que tenga la resolución de no hacerlo más; pero la naturaleza prohibida de
la experiencia y la facilidad inesperada con que lo pudo hacer sin ser descubierto,
lo llevan a repetir esa conducta. Lo hacen una y otra vez, y así el abuso continúa
hasta que la niña/o no aguanta más la imposición y revela lo que está pasando.

Si la niña/o no buscó o no recibió protección inmediata de una persona que haya


descubierto su sufrimiento, lo más probable es que siga soportando la situación
silenciosamente. Sólo esto le da la seguridad de conservar su vida o la de alguien
querido que puede estar en riesgo. La niña/o saludable, normal y emocionalmente
fuerte, se ve obligada/o a adaptarse a la realidad continua del abuso sexual.

Uno de los efectos del abuso en niñas y niñas es el sentimiento de auto-odio. El


abusador le hace sentirse cómplice de la situación de abuso, y como para todo
niño es difícil aceptar que un padre sea malo o egoísta; intentan convencerse a sí
mismos que son ellas/ellos quien han provocado los dolorosos encuentros.
Sienten culpa y vergüenza.
Intentan ser niñas/os buenos para ver si logran ganarse el amor de su progenitor,
y así detener el abuso, pero al ver que no funciona, que su sufrimiento no termina,
puede empezar a sentir odio de sí mismos.

Romper el silencio tarde, dentro de un conflicto y de manera poco convincente: La


mayoría de los abusos sexuales no son revelados nunca, por lo menos no dentro
de la familia. A veces, un conflicto familiar puede traer revelación después de
muchos años de abuso sexual continuo, pues los mecanismos que hasta ahora
tenían el secreto guardado se rompen.

La niña habla como consecuencia de un conflicto familiar, por el deseo de


protección a un hermano o hermana menor. También puede ser que otra persona
lo descubra o sea detectado por parte de alguien, que ha trabajado en atención y
prevención.

IV. ¿Cómo detectar si hay abuso sexual?

Para detectar situaciones de abuso sexual debemos estar pendientes de los


signos que la niña o el niño está presentando en su comportamiento, en sus
hábitos de alimentación y de eliminación, en sus hábitos escolares y relaciones
familiares así como con sus amistades. La presencia de un solo signo de estos, no
significa necesariamente que se esté dando abuso sexual, pero una combinación
de estos sí.

Los signos físicos:

 Ropa interior manchada o con sangre.


 Picazón, hinchazón o dolor, lesiones o sangrados en los genitales o ano.
 Infección urinaria frecuentes, dolor al orinar.
 Secreción en el pene o vagina.
 Olor extraño en el área genital
 Orina o defeca la ropa o la cama
 Infecciones de transmisión sexual
 Embarazo
 Enfermedades sin causa física aparente.

Signos de comportamiento:
 Cambios repentinos y bruscos de conducta
 De repente baja sus notas escolares.
 Problemas en sus relaciones con sus compañeros/as
 No le gusta cambiarse la ropa en actividades grupales (gimnasia por
ejemplo)
 Conducta y comportamientos sexuales inadecuados para su edad
 Retroceso en su comportamiento a una etapa de desarrollo que ya se había
pasado (por ejemplo, vuelve a chuparse el dedo cuando ya no lo hacía
desde hace tiempo)
 Desaparecer de la casa sin avisar
 Relatos directos o indirectos de ser o haber sido víctima de abuso sexual
 Excesivo interés en temas sexuales
 Masturbación excesiva
 Tendencia a abusar sexualmente de personas menores
 Temor a una persona en especial
 Se despiertan en medio de la noche asustados con un fuerte temor el cual
está asociado con el estrés vivido (temores nocturnos) pesadillas.
 No quiere regresar a la casa después de la escuela.

V. ¡El abuso sexual infantil se puede prevenir¡

Algunas cosas que podemos hacer para evitarlo, tanto en la casa como en la
escuela:

1. Lograr que las niñas/os adquieran seguridad y amor por sí mismos,


autoestima. Si una niña/o tiene la experiencia de no ser maltratado/a y
cuyos padres no permiten ningún tipo de abusos, posiblemente cuando le
ocurra algo así va a gritar, patalear y se quejara con el profesor y otro
adulto.
2. Evitar cualquier tipo de agresión física: cuando castigamos fuertemente
a una niña/o le enseñamos que los adultos pueden hacer uso de su cuerpo
sin su permiso. Si los adultos de la familia, que lo queremos y se supone los
protegemos, los golpeamos fuertemente para corregir sus conductas, es
probable que creemos la idea de que otros adultos también pueden hacerlo.
3. Tratar de enseñarles que también ella o él tiene derechos y lo que esto
significa. Desde muy pequeños, de acuerdo a su edad pueden aprender
que no tienen por qué permitir que nadie abuse de ellos. La familia tiene el
deber de respetar a todos sus miembros, independientemente de su edad.
4. Darles confianza de expresar sus sentimientos y que sepan que esto
no les hace más débiles. Enseñarles que llorar, enojarse y tener miedo
son emociones válidas y que pueden hablar de ellos con nosotros.
Motivemos la capacidad de abrir su corazón para ser consolados por
personas confiables que los respetan.
5. Enseñarles respeto por su propio cuerpo y aprendan a identificar sus
partes íntimas y que ninguna persona debe de tocarlas, salvo la mamá
o el médico cuando es necesario. Las recomendaciones de no hablar con
desconocidos ni alejarse de la casa son válidas, pero insuficientes. Es
importante que ellos conozcan que nadie puede tocar su cuerpo sin su
permiso.
Los nombres de los genitales deben enseñárseles, decirles cuales son las
partes íntimas y crear confianza para decirnos cuando alguien les toca. Sin
son niños pequeños se puede realizar a través de juegos o cuentos.
6. Reconocer los diferentes tipos de caricias: Las que hacen sentir bien y
las que hacen sentir mal, incomoda o incómodo.
Enseñarles a desconfiar cuando alguien le hace una caricia y les dice
que no se lo cuenten a nadie. Hacer ejercicios para que identifiquen las
diferentes caricias y lo que pueden hacer cuando esas caricias van hacia
sus partes íntimas. Conversar sobre a quién le pueden preguntar cuando
tengan dudas sobre el tipo de caricias que reciben.
7. Enseñarles a decir No. En muchas familias se piensa que los niños deben
obedecer a todo lo que los adultos mandan, en especial si son personas
conocidas o de la familia. ¡no sea malcriado! ¡hágale caso a sus mayores!
Le decimos. La idea de respeto o atención a los mayores no debe
confundirse con incondicionalidad hacia ellos, porque puede crear la idea
de que los niños y las niñas esta al “servicio” de los adultos y adultas. Si la
niña o el niño aprende a decir No a los adultos, también podrá decir No
cuando alguien quiera tocar sus partes íntimas.
8. Hay que hablarles sobre el abuso sexual. Explicarle que el abuso sexual
por lo general se trata de un adulto que quiere tocar o jugar con sus partes
íntimas y luego pedirle que no se lo cuente a nadie.
9. Saber que hay secretos que no pueden quedar como secretos. Es
importante que los niños y niñas aprendan a distinguir entre el tipo de
secretos que se deban contar o comunicar a un adulto y el tipo de secretos
que no se deben contar o deben guardarse. Se trata de que ellos mismos
deduzcan o decidan qué criterios han de seguir distinguir y tomar una
decisión al respecto.
Enseñarles que pueden recurrir a hablar con alguien de confianza si sienten
que otra persona le hace o dice algo que no comprenden bien y que les
piden que lo callen porque es un secreto o los amenazan para que no
hablen.
10. Asegúrele que lo que el adulto ha hecho es incorrecto. Trate de
explicarle que hay personas que causan daño y que deben ser castigadas.
Explíquele que es abusivo y que debería de ser castigado. Al mismo tiempo
trate de darle seguridad.
El rol de la iglesia

Es importante que no perdamos de vista el rol que jugamos como iglesia y familia
cristiana para la prevención del abuso sexual en todas nuestras áreas de
influencia. Cuidar los niños, jóvenes de abusos es también ser luz en este mundo
oscuro. Ser intencionales en todo lo que consumen nuestros hijos, ofrecerles
educación sexual adecuada a su edad, facilitarles un espacio de confianza para
hablar de estos temas, acompañar a los padres que inician la crianza en cómo
manejar estos temas, ser modelos congruentes del trato respetuoso entre el
hombre y la mujer tanto en la iglesia como en casa, y ofrecer un espacio seguro
de apoyo a víctimas de abuso y asistencia a victimarios son labores del ministerio
de la iglesia. También, como ya mencioné, es importante que la iglesia colabore
con las autoridades a la hora del reporte de abuso sexual, mientras protegemos y
aconsejamos a las ovejas a nuestro cargo.

En medio de un mundo deforme, donde los valores están invertidos y se pretende


minimizar las consecuencias del pecado, la iglesia está llamada a ser sal y luz. La
iglesia de Cristo es portadora de la única esperanza para la humanidad: Cristo
Jesús, el verbo encarnado. Que Dios nos ayude a ser fieles a nuestro llamado de
ser entes de reconciliación y estar prestos a consolar y restaurar a nuestros
hermanos.

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias


y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones,
para que también nosotros podamos consolar a los que están en cualquier
aflicción, dándoles el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por
Dios”, 2 Corintios 3-4.

UNA PERSONA QUE HA SIDO ABUSADA NO DEBE CAER EN UNA


NEGACION SINO ENFRENTAR LA SITUACION Y LEVANTARSE (FILIPENSES
4:13)

 Lo que ocurrio no lo busco, No lo provocó, no lo merecia, PERO TIENES DOS


OPCIONES: QUEDARTE TIRADO O LEVANTARTE, LO MEJOR ES DECIDIR
LEVANTARSE CON LA AYUDA DE NUESTRO DIOS.

UNA PERSONA QUE HA SIDO ABUSADA NECESITA RECONOCER QUE SU


VALOR COMO PERSONA E HIJO DE DIOS HA QUEDADO INTACTO
(ROMANOS 8:31-39

 su valor como persona y como hijos de Dios están intactos, NADIE LO PUEDE
QUITAR DE LA MANO DE DIOS.

 EL O ELLA ES LO QUE DIOS DICE QUE ES (1 PEDRO 2:9)


Secretos SI secretos NO

Ejercicio

SECRETOS SI/NO GUARDAR ¿POR QUÉ?


Tu mamá te pide que no le digas a
tu papá que tiene un regalo para él.
Una amiga te dice que un niño
Mayor le obliga a tocarle los
genitales.
Un familiar te engaña para que te
dejes
acariciar y que le acaricies a é/ella.
Tu amigo te cuenta que le gusta una
chica.
Tú Decides
Ejercicio

Termina tú la situación, utilizando la frase que creas


conveniente.

Situación 1: Un desconocido te ofrece un caramelo.

- Desconocido: Te doy este caramelo si vienes a


mi casa.
- TÚ:

Situación 2: Tu vecino, con el que raras veces


hablas, te dice que te lleva a casa en su coche.

- Vecino: ¡Sube! Que te acerco a casa.


- TÚ:

Situación 3: Un familiar, con el que tienes que


quedarte a dormir porque tus padres se van de cena,
te pide que le acaricies.

- Familiar: ¿Te importaría acariciarme


suavemente?
- TÚ:

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