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Antología de cuentos policiales

¿Podrás
resolverlo?

Autores: Alumnos de 2º 3º de la E.E.S. Nº 26


“Capitán de Fragata Pedro E. Giachino”

Profesora: Alegre, Lorena


Año: 2018

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¿Podrás
resolverlo?

Antología de cuentos policiales

Autores: Alumnos de 2º 3º de la E.E.S. Nº 26


“Capitán de Fragata Pedro E. Giachino”

Profesora: Alegre, Lorena

Año: 2018

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Agradecimientos

A los alumnos de 2do año 3era división por encarar este proyecto
de una manera tan responsable y comprometida, los insto a que sigan
desplegando las alas de la creatividad y la imaginación. Si lo pueden soñar
pueden lograrlo, todo depende de ustedes.

Al personal de la Biblioteca Escolar “Matías Gutiérrez”,


especialmente a su directora Karina Nadal, por su predisposición y ayuda
desde el momento en que le comenté el proyecto. Gracias por la
impresión y encuadernación de los libros, además por la ambientación
adecuada de la biblioteca para la presentación del mismo. Es un honor
contar diariamente con el acompañamiento de esta institución que trabaja
incansablemente en pos de una mejor enseñanza.

A la vicedirectora de la EES N° 26, Analía Claudia Gincoff, por no


dudar cuando le solicité, a pedido de los alumnos, que escribiera el
prólogo. En su representación agradezco a todo el personal directivo de la
Institución por brindarnos siempre el acompañamiento en todo lo
requerido.

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Prólogo

En septiembre del año 2017, luego de revisar las libretas de


calificaciones del ciclo básico, me dijeron que felicitara, a lo que en ese año
era primero cuarta división, por sus calificaciones y por ser el mejor curso
en rendimiento académico. Esa mañana, confundida entre los alumnos
alcancé a oír que una alumna expresa:
-La Señora nos dice a todos lo mismo. Pude aclarar en ese
momento que mi observación era objetiva y que no se trataba de ninguna
estrategia de estimulación.
Este año, como profesora del mismo grupo de alumnos, pude
corroborar aquel resultado, ya que en cada clase me sorprenden con sus
comentarios, su buena disposición, el conocimiento de muchos temas que
surgen como complemento de lo desarrollado en el día, que revelan sus
inquietudes personales.
La lectura de cuentos policiales fue una prueba más del cuantioso
potencial que tienen. Me hizo deslizar por un tobogán de intrigas que
pasaba por diferentes ciudades manteniéndome en constante interés por
ver el resultado de crímenes y hechos extraños. Demuestran su capacidad
en la descripción de personajes, situaciones, lugares; que harán
experimentar placer en el ser interior de cada lector.
Cuentos atrapantes de estos jóvenes, puede observarse la semilla
de escritores, queda seguir escribiendo y hacer de esta tarea un arte.
Entonces no me sorprendería en unos años ver el nombre de
algunos de ellos como autor de un betseller, sólo queda mantenerse en el
ejercicio de escribir y arriesgarse en los retos que les proponga esta
fascinante actividad.
Un honor haber sido elegida para escribir el Prólogo de la
antología.

Profesora Analía Gincoff

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Briana

Córdova Villalba, Tatiana Abigail

En medio de un parque, una noche fría de julio, bajo la luz de la


luna y las pocas lámparas del lugar, se encontraba caminando sola, Briana
Pons. Hasta ese momento eran el parque, ella y la poca luz que había, pero
en un abrir y cerrar de ojos se escucharon pasos acelerados, una tos seca
y respiraciones nerviosas. La desesperación se apoderó de la joven, su
frecuencia cardíaca y gesticulaciones comenzaron a ser diferentes. A pesar
del temor, logró darse vuelta para saber qué era lo que la ponía tan
nerviosa, cuando vio que un hombre, de aproximadamente un metro
setenta de altura, de tez trigueña, se aproximaba cada vez más hacia ella;
de un momento a otro, por el miedo, comenzó a correr y el hombre
también lo hizo, ella para huir de sus manos y él para atraparla.
En medio de esta corrida, Briana tropieza y cae, choca su cabeza
contra uno de los juegos del parque, quedando totalmente inconsciente y
vulnerable frente a este incógnito, momento que el malhechor aprovecha
para cumplir lo que tenía en mente.
Al amanecer, Miriam Suárez, la madre de la víctima, nota la
ausencia de su hija en la casa, comienza a llamar a las amigas de Briana y
ninguna sabe dónde puede estar. Entonces decide ir a la comisaría y hacer
una denuncia, pero ésta no es tomada porque aún no se cumplían las
cuarenta y ocho horas reglamentarias para comenzar la búsqueda de
personas, tal situación desata una discusión entre el oficial a cargo y la
madre desesperada que exclama que no puede esperar tanto tiempo,
sabiendo que su hija puede encontrarse en peligro.
Los días pasan sin noticias del paradero de Briana, hasta que en un
momento, al encender el televisor, la madre advierte que el noticiero da
el peor comunicado “JOVEN ENCONTRADA MUERTA EN DESCAMPADO DE
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LA CIUDAD”. La señora comienza a desesperarse, se dirige a la comisaría, le
dice al oficial que esa chica podría ser su hija y que quiere reconocer el
cuerpo.
Reconocido el cadáver y realizada la autopsia, informan a los
medios de comunicación que se comenzará la investigación de los hechos
ocurridos. En principio comienzan a circular testimonios falsos de lo que le
había ocurrido a Briana, de lo que ella hacía y demás. Se la cuestionaba
por la ropa que tenía puesta el día de su violación y muerte y por andar
sola de noche. El proceso de investigación estaba a cargo del detective
Zaballa, quién ordenó la búsqueda del arma de fuego, productor de la
muerte de Briana en el lugar del crimen; tras horas de búsqueda se logró
encontrar un revólver calibre treinta y ocho con nueve balas dentro.
La autopsia decía que fueron encontradas dos balas en el cuerpo,
una en la cabeza y otra debajo del abdomen, pero al revólver le faltaban
tres balas, intentaron reconstruir la escena del crimen, las hipótesis eran
que el primer tiro pudo haber fallado o simplemente el asesino efectuó un
tiro al aire para asustarla.
El tercer día de investigación, se presenta en la comisaríaun señor
de tez trigueña, alto y delante de todos le pregunta a Mirian si es la madre
de Briana, la joven violada y asesinada.Con la esperanza de que esa
persona supiera algo, la madre contesta que sí y automáticamente el joven
comienza a confesarse delante de ella. En un tono perturbador le dice:
Discúlpeme señora, soy yo, el violador y asesino de su hija, la maté por mi
amor.
Miriam no sabía qué hacer, quedó paralizada, no salía del
asombro, sólo derramaba lágrimas de dolor.Mientras, el hombre,antes de
que los oficiales lo arresten, saca de su saco un arma del mismo calibre con
el que había matado a la joven y se dispara en la sien.
No se pudo hacer absolutamente nada, no pudo ser juzgado ni
procesado por su delito. Pudieron saber quién era, Axel Assmin, quien no
tenía ningún antecedente, su único delito fue matar a Briana y según sus
propias palabras lo había hecho por“amor”.

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De comerciante a
detective

Bravo, Mauricio y Duarte, Fabricio

Me llamo Federico Lemos, les voy a contar lo que me pasó:


trabajaba en un local de comida rápida, en una avenida en la que estaba
llena de tiendas y bares, el asunto era que nadie se llevaba bien. Un día, en
la esquina del trabajo, había sucedido un crimen, mataron al viejo, el más
insoportable de la cuadra, llamado Pedro Iñiguez, quien tenía una tienda
de relojes. El hecho fue un verdadero escándalo, vino la policía a interrogar
a todos, de esquina a esquina, empleado por empleado. Pero no se
encontraba ningún dato sospechoso.
La policía de la ciudad llamó a un detective experimentado, de
nombre Carl Johnson, conocido por resolver grandes casos y atrapar
delincuentes peligrosos.
Al llegar lo primero que hizo el detective fue vigilar la zona,
haciendo que policías recorran el lugar, vestidos de civiles. Yo lo sabía
porque reconocía rostros de los clientes que venían a menudo a mi
negocio. Conocía muy bien el lugar en el que trabajaba, como así también
el camino de regreso a casa, recordaba de memoria cada local, cada
callejón, cada pozo que había en la vereda… ¡todo!
Un día el detective pasó por mi trabajo en busca de comida y fui
yo quien lo atendí, al terminar de comer, estuvo sentado un tiempo
jugando con una servilleta, me acerqué y le pregunté cómo iba el caso, a lo
que él respondió que mal, ya que el delincuente no había dejado ninguna
huella, ni rastro y eso lo tenía preocupado. Después de escucharlo le
comenté que yo conocía bien el lugar y que podía brindarle ayuda, me dijo
que sí con mucho gusto y seguimos hablando por un largo rato.

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Mientras estábamos dialogando, aproximadamente a las siete y
media de la tarde escuchamos un fuerte grito de mujer, el detective,
todos los clientes y comerciantes de la zona salimos afuera, a ver qué
pasaba, la mujer gritaba “¡Socorro…Socorro!” Alarmados nos dirigimos al
lugar y cuando llegamos vimos que se trataba de doña Cata, la dueña de
una tienda de ropa, la señora más ruda de la cuadra. Al entrar al local nos
encontramos con una terrible escena, su empleada había sido fatalmente
asesinada con un cuchillo, lo raro era que el arma estaba incrustada en el
cuerpo y ningún policía de civil había visto nada.
Carl me pidió que lo ayude a investigar, mandó a analizar el
cuchillo manchado de sangre. Mientras tanto me acerqué al mostrador y
observé que la víctima antes de morir estaba escribiendo algo que no
había terminado, la nota incompleta decía “debe demasiado, no vender a
Carlos Sa…” me puse a revisar las cuentas y vi una que estaba a nombre de
Carlos Salomón, llamé a Carl, se la mostré y expliqué lo que pensaba, mi
hipótesis del caso. Por curiosidad fui al local del viejo a revisar sus cuentas
y no lo podía creer, también había una extensa cuenta con el nombre de
Carlos Salomón, pero ésta tenía más información, como la dirección del
cliente.
Corriendo me fui contarle a Carl, quien quedó sorprendido por mi
astucia e información. Inmediatamente tomamos un auto y fuimos lo más
rápido posible a la dirección indicada, sinceramente tenía miedo ya que
cuando llegamos, Carl me dio una pistola e instrucciones rápidas de cómo
usarla, lo único que entendí fue apuntar y disparar.
Al entrar a la casa, ésta tenía un aspecto abandonado, mucho
humo y olor a droga. Era verdaderamente la casa de un vagabundo. Nos
dirigimos hacia un cuarto donde avanzamos despacio y de repente
apareció un hombre viejo, barbudo, con ropa en mal estado. Nos dio un
susto tremendo por lo que yo sin querer di un disparo al suelo. Carl le
pegó con la culata y lo tiró al piso, el viejo no sabía qué estaba pasando,
estaba tan drogado que balbuceaba cosas sin sentido, el detective me dio
su teléfono y me pidió que llamara la policía, pasaron unos minutos y los
uniformados ya habían llegado y se llevaron al delincuente.
Luego de tanto escándalos y crímenes el vagabundo fue
interrogado, le preguntaron por qué había matado al viejo y a la empleada
de doña Cata a lo que él respondió: ellos eran unos idiotas, no me dejaban
comprar más cosas porque decían que les debía demasiado.

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La respuesta nos dejó atónitos, pero más aún lo que sucedió
después, ya que el viejo hizo un movimiento rápido, tomó el arma del
policía y se dio un tiro en la cabeza.

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Del amor al odio

Mocca, Brisa

Mi nombre es Margot, mi única familia es mamá María, es lo más


preciado que tengo, la persona que siempre está a mi lado cuando lo
necesito.
Voy a contarles mi historia, hasta el momento nadie se ha
enterado, se trata de mi padre, Bernardo, el hombre al cuál amaba con
todo mi corazón, al que le contaba mis secretos y le daba besos antes de ir
al colegio, el hombre que hacía feliz a mamá y a mí. Él era la persona más
buena del mundo, hasta que con el tiempo estos pensamientos fueron
cambiando.
Papá ya no era el mismo, con mamá ya no recibíamos el mismo
amor e interés de su parte, como solía ser antes, algo tuvo que haber
causado eso.
Y así el día que cumplía años oí a mis padres discutir, se trataba de
un engaño o algo similar, no pude oír bien, al instante vi a mi padre salir de
casa y mi madre llorando desconsoladamente en su habitación, corrí a
preguntarle qué había pasado y en ese momento escuché las palabras más
dolorosas: “tu padre tiene otra mujer”, la abracé muy fuerte y derramé
algunas lágrimas:
-Descansemos, es tarde, no quiero verte llorar- dije
Al despertar en los brazos de mamá: - ¡Feliz cumpleaños, mi amor!
-me dijo
- ¡Gracias mamá, eres lo mejor que tengo! Respondí mirando sus
ojos con grandes ojeras.
El sol salía y allí volvía Bernardo, ya no podía llamarlo papá; no lo
merecía, no había recibido un saludo de cumpleaños de su parte, y me dio
el peor regalo que una niña puede recibir de parte de su padre. La
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discusión entre ellos dos siguió hasta que decidí llevarla a mamá a casa de
los abuelos, no toleraba verla llorar, era inmenso el dolor que sentía
cuando eso sucedía, pero antes de irnos, Bernardo, me había pedido que
caliente agua para hacerse un té, yo vengándome del dolor volqué allí un
frasco de veneno.
Cuando volví lo encontré tirado en la cocina, lo primero que se me
ocurrió fue enterrarlo, entonces fue en el patio trasero donde hice un pozo
y lo tiré dentro.
Traté de no hacer ruido para que ningún vecino sospechara nada,
pero en un momento antes de terminar, en la casa de los Anderson, una
luz se prendió y escuché una voz.
-¿Quién anda ahí?- Preguntó la señora.
-Soy yo, Margot, señora, vine a buscar unas cosas que papá me
pidió.
Le dije mientras el corazón me latía cada vez más fuerte, por
miedo a que me descubrieran.
Me apresuré a terminar lo que estaba haciendo para no tener que
dar explicaciones a nadie más. Al terminar, caminé hasta la casa de mis
abuelos, mientras que por mi cabeza pasaban millones de cosas, hasta
llegué a sentir culpa. Cuando llegué, le conté a mamá, pero no todo, sólo
le dije que al llegar a casa ya estaba muerto y que fui yo quien lo había
enterrado.
A dos años del hecho, policías y detectives siguen investigando el
caso y buscando el cuerpo de aquel hombre que alguna vez amé, aún más
que a cualquier persona, ahora mi vida entera es mamá, la persona más
fuerte y valiente que conozco, por ella cometería cualquier otro crimen.

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Las gemelas silenciosas

Martínez, Ludmila y Juárez, Carla

Un 11 de abril de 1963, en la ciudad de Barbados, nacían unas


gemelas. La mayor era June por 10 minutos de diferencia, y la menor
llamada Jeniffer. En cuanto a sus padres Gloria y Abdri Gibbons,
inmigrantes caribeños. La madre se encargaba de la casa y su padre
trabajaba como técnico para la fuerza militar.
Por cuestiones de trabajo, al tiempo, la familia tuvo que mudarse a
Inglaterra, lugar donde las niñas vivieron parte de su niñez, hasta que el
padre nuevamente fue trasladado a la pequeña ciudad de Gales.
Las niñas fueron enviadas a una escuela en la que sufrían bullying,
debido a su color de piel oscura. Eran excluidas de los grupos de
amistades. Dada esta situación sólo hablaban entre ellas, eran
inseparables, totalmente cerradas al mundo exterior, hasta el punto de
que crearon su propio lenguaje, que sólo ellas entendían. Las escenas de
bullying eran tan graves y reiterativas que las gemelas se vieron obligadas
a abandonar las clases antes de tiempo.
A ellas se le hicieron varios exámenes psicológicos para ver su
conducta introvertida, se volvieron una especie de experimento fascinante
para todos los psicólogos y los resultados afirmaron que, en cuanto a la
personalidad, eran exactamente iguales, tal para cual, lo que hacía una
hacía la otra, mantenían una relación estrecha, extraña y en momentos
demencial.
Los padres desesperados pensaron que una forma de solucionar el
problema sería mantenerlas alejadas, entonces la mandaron a diferentes
escuelas. Sin embargo, esta decisión no resultó, ya que separadas entraban
en una especie de estado catatónico, se les alteraba la conciencia y
comenzaban a hacerse daño en contra de su propia vida. Durante esta
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separación, June trató una vez de suicidarse por no estar al lado de su
hermana, en su diario íntimo escribió la frase: “Debo ahogarme en la
bañera”. Esto fue sólo el comienzo de una vida perturbada.
El 23 de octubre de 1978, los padres llevaron a las gemelas a una
cita íntima con Elisa Moe, una periodista de un diario muy conocido para
esa época, en la cual tuvieron una charla las tres. Elisa se ganó la
confianza de las niñas y logró que ambas confesaran su mayor secreto: un
pacto donde una debía morir para liberar a la otra.
Pasaron los días y las gemelas comenzaron a enloquecer, a tal
punto que June trató de estrangular a Jeniffer, y así eran sus actitudes al
pasar el tiempo. Hasta que un día, Jeniffer, se encontraba en su cuarto
escribiendo en su diario, mientras que June estaba en el sótano ensayando
música. A las doce del mediodía, June se trasladó al cuarto de su hermana
y la encontró acostada, trató de despertarla, pero su hermana no
reaccionaba. A las dos de la tarde llegaron los policías y los detectives para
investigar lo que había sucedido, Jeniffer había muerto sobre su cama,
nadie sabía qué había ocurrido, porque no había manchas de sangre, ni
golpes en su cuerpo.
Los policías interrogaron a sus padres y no encontraron nada
sospechoso, pero al hallar el diario de la joven, se encontraron frases que
expresaban envidia y odio hacia su hermana; los policías interrogaron a
June, pero ella contó todo el trayecto de su día, los padres estuvieron de
acuerdo en que era inocente.
Pasaron los días y Elisa, la periodista, al enterarse de lo sucedido,
llamó a los policías y les confesó el secreto del pacto que conocía. Los
médicos hicieron las pericias para saber la causa de la muerte y
descubrieron que murió de forma natural, por un paro cardíaco.
Cuando los detectives encontraron la carta que había escrito
Jeniffer, ésta decía: “June Gibbons te dejo en libertad, sacrifico mi vida por
ti” 20-03-1979.
Pasaron los años y un día, Elisa, visitó a June y la vio tan feliz que
parecía otra persona, ahora sí era libre.

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El Verdadero ser

Ibañez Sasovsky, Juan Cruz

El detective Rossou se encontraba en su oficina sentado en su silla


de cuero. Un rayo tenue de luz golpeaba el iris de su ojo izquierdo,
dejando ver el vacío color celeste que se apoderaba de él, era así ya que,
unos años atrás,había sufrido un derrame que lo hizo perderla capacidad
de visión de ese ojo.
Eran casi las dos y el detective estaba escribiendo reportes, pero
debido al problema ya mencionado solía tener errores ortográficos, los
cuales eran corregidos siempre por su secretario. Había estado ahí desde
las seis de la mañana y aún no tenía ningún caso que necesitase de sus
servicios y esto ya venía de una larga semana de inactividad. Se estaba
durmiendo, porque además del problema en la vista, poseía una leve
complicación de ciclos de sueño que nunca logró tratar,padecía los
llamados micro-sueños o “sueño despierto”, al margen de esto, todo
apuntaba a que sería un día aburrido. Hasta que…
-¿?- ¡¡DETECTIVE ROSSOU!!
La puerta se abrió bruscamente dando un golpe en la pared, que
hizo que todas las persianas subieran al instante. Era el secretario Sosa,
quien había entrado demasiado alterado:
Rossou:-Tranquilo Sosa, dime ¿qué sucede?
Sosa:- Es sobre Sofía. Alguien la secuestró y dejó una nota en su
casa.
Sofía era la hija del detective Rossou, la luz de su vida y su única
familia, tenía nueve años.
Rossou:- ¿Qué dices Sosa? Apártate…
El detective empujó al secretario y salió lo más rápido posible.
Una vez fuera, tomó las llaves de su auto, lo arrancó y aceleró. Sintió la

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vibración subir por el cuerpo, debido a la gran velocidad, en menos de tres
minutos llegó a su casa.
Al llegar vio que ya había oficiales analizando la escena del crimen,
bajó del auto y pidió la carta. Tomó la misma y comenzó a leer:

“Hola querido detectibe, mi nombre es… bueno, no creo que sea muy
lógico que se lo diga, así que, sólo dígame Sourso, sé que suena estúpido,
pero así será de ahora en más.
Bayamos al grano, tengo a su hija, y no la dejaré libre hasta que me dé
lo que quiero, verá… estamos a una semana de la fiesta del 25 de mayo,
justo ese día yo estaré en el centro de la multitud esperando su llegada y
sus concluciones. Con esto me refiero a que lo que quiero no es dinero,
sino que resuelba este caso con las pistas que le dejaré, de lo contario…
Adiós Sofía.
La primera pista estará en el diario íntimo de la pequeña. Vuena suerte
detectibe”

El detective estaba confundido, esa carta tenía varios errores


ortográficos, no sabía si a propósito, sea como sea, un sudor frío recorría
su frente. Sin pensarlo, corrió hacia la habitación de la pequeña. Mientras
se dirigía a ésta pensaba: ¿cómo el secuestrador sabía del diario de su
hija?, eso era imposible saber sin antes haber examinado su casa, los
posibles sospechosos debían ser cercanos a su familia, o más
precisamente, cercano a Sofía.
El detective tomó el diario y comenzó a leer las páginas buscando
algo, descubrió que dentro de éste, se ocultaba una cinta VHS que tenía
escrito “mírame”. Sin dudarlo Rossoutomó la cinta y la metió en su
videocasetera, reprodujo el video y observó atentamente sin alejar la
mirada de la pantalla. El video comenzaba con un texto:
Hola Rossou, bienbenido a tu primera pista, a partir de ahora deberás
estar atento a cada mínimo detalle que notes en el día a día, hasta el
próximo lunes 25 de mayo, he aquí tu primera pista.
En el video se veía a Sofía durmiendo en su cama, al instante una
sombra alta se acercóy se sentó en ella, tenía un pantalón gris de tirantes,
muy parecido al que se usaba de uniforme en el departamento del
detective, la sombra posó la mano sobre la niña y la acarició, como si
estuviera burlándose de Rossou.La pequeña despertó pero no sentía
miedo, lo miró como si lo reconociera, como si no fuera un extraño, el
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secuestrador tomó un pañuelo y una botella de cloroformo y procedió a
dormirla, pero Sofía ni siquiera intentó defenderse, una vez dormida, el
secuestrador miró a la cámara, pero su cara no era visible. Se acercó al
lente de grabación y justo antes de captar su rostro… el video acabó.
Rossou estaba confundido, se percató de que Sourso seguía usando los
característicos errores ortográficos, aún no sabía si era apropósito o tal vez
era una pista más del rompecabezas. Pero ahí estaba la otra pista, Sofía no
tenía miedo, ella conocía a su secuestrador. El detective se llenó de ira e
impotencia, cómo era posible que alguien cercano a él le hiciera esto.
Toda la noche se había quedado formulando hipótesis de los
posibles sospechosos, estaba hundido en la desesperación. Luego de un
rato de lamento escucha el ruido de la puerta, era Sosa
Sosa:- Detective ¿Está bien?
Rossou:-¡NO QUIERO VER A NADIE, SOSA! ¡Se meten en mi camino
y no ayudan a resolver nada!
Rossou estaba ebrio, había estado tomando Vodkatoda la noche,
con rabia arrojó la botella contra la pared, los vidrios y el vodka volaron
por el aire, frente a Sosa, la reacción de éste fue irse, por el bien de ambos.
Otro de sus ataques de sueño se apoderó del detective, cayó
tendido en el suelo profundamente dormido. Se despertó a la mañana
siguiente por los gritos de una mujer que entró a su oficina llorando y
gritando:
- ¡¡ESTÁ MUERTOO!! ¡¡ESTÁ MUERTO!! POR FAVOR AYÚDEME, ¡¡ÉL
ESTÁ MUERTO!!
Rossou apenas se levantaba de su resaca y no sabía qué pasaba,
atinó a calmarla y preguntarle, al verla mejor se dio cuenta que era
Mahya, la mujer de Sosa.
-Rossou:- cálmate Mahya, dime ¿qué sucedió, quién está muerto?
-Mahya:- MI ESPOSO, LAUTARO, ¡ESTÁ MUERTO!
-Rossou:- ¿Qué?, ¿Cómo? Explícame todo, por favor…
-Mahya:- Esta mañana, estaba muerto en su auto, al parecer fue
ahorcado con una cuerda, lo primero que hice fue venir acá, con usted,
había una nota en el asiento del acompañante, tenga, quiero que la
analice…
Rossou tomó la carta y al comenzar a leerla no lo podía creer, era
Sorsou otra vez, se podía dar cuenta leyendo esa pequeña nota que dejó:
¡No bevas al inbestigar, si te duermes, mueren!

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La única reacción del detective fue dar un duro golpe a la mesa,
haciendo que la mayoría de las cosas vuelen por los aires y que sus
nudillos sangrasen.
Ese día Rossou lo pasó mal, dejó la investigación un rato para
arreglar cosas del funeral de su amigo Sosa, no podía creer que él
estuviese muerto, y que podía ser por su culpa, por dormir y descuidar la
situación.
Al día siguiente, se levantó, se vistió y se dirigió al funeral. Era una
mañana gris, en el funeral todos lloraban y él se apartó de la multitud, se
dirigió al baño para lavar su cara, pero al verse en el espejo se asustó,
estaba demasiadodeteriorado, sólo pensaba en todo lo sucedido, así que
era entendible el susto. Al salir del baño, se despidió de Mahya con un
abrazo y se dirigió a su casa.
Al llegar, Rossou,se recostó, quiso acomodar su cabeza en la
almohada cuando sintió un sonido que provenía de la misma, miró debajo
y había otra nota arrugada, así que probablemente había sido colocada
mientras él dormía. Cuando la leyóconfirmó sus sospechas, ya que ésta
decía:
“Nos bemos en el funeral, si me ves no te asustes”
Obviamente la nota era de Sorsou, esta vez no tenía muchos
errores, pero era razonable teniendo en cuenta la brevedad del texto,
pero… ¿a qué se refería con asustarse?…esa pregunta no lo dejaría dormir
esa noche.
Ya habían pasado días sin recibir ninguna pista de Sorsou, eso le
preocupaba, ya que estaban a sólo un día de la celebración del 25 de
mayo, por lo que el detective estaba intranquilo, ya que ese día se
decidiría su futuro. Esa fecha solo la dedicaría a estudiar cada punto, desde
cada ángulo posible para resolver el caso que lo atormentaba. Eran las
siete de la mañana, el festejo por la fecha patria se daría a las 17:30 de la
tarde. El detective ya empezaba a tener problemas para mantenerse
despierto, sus párpados pesaban y su vista se nublaba, luego de unos
minutos cayó rendido sobre el escritorio, pero sólo por45 minutos, por lo
que eran casi las ocho, no podía perder más tiempo. Tomó su botella de
Jack Daniels e ingirió un trago, esperando así poder levantarse animado,
pero luego de cinco minutos se dio cuenta del error que cometió. Ya que
ese trago le dio aún más sueño. Rossou cayó rendido en un sueño muy
pesado.

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Pasadas varias horas el detective despertó de un salto, estaba
muy exaltado, tenía el corazón en la boca, al ver su reloj se percató de que
eran las 17:08 de la tarde.
Tomó sus cosas y antes de salir vio que en su escritorio había algo
extraño, un frasco de algún medicamento, sin pensarlo corrió a
inspeccionar, eran somníferos, no podía creerlo, alguien había puesto
somníferos en la bebida que tomó, eso era lo que le había provocado el
sueño, incluso se sintió afortunado de haber despertado, la cantidad de
somníferos usada parecía haber sido bastante, al abrir el frasco, dentro de
él había unanota muy pequeña:
“Espero duerma bien, no llegues tarde”
Era otra nota de Sorsou, no había errores en ella, pero era por la
misma razón que la anterior, su escaso contenido. Rossou apretó esa nota
con fuerza y salió del departamento, notó que las entradas no fueron
forzadas, por lo que Sorsou había entrado sin problemas o quizás todavía
estaba dentro. Corrió hasta su auto y salió hacia el lugar donde se
realizaría el festival por el 25 de mayo.
Una vez allí, comenzó a buscar en la multitud, gritando el nombre
de Sorsou, pidiéndole que deje de esconderse y pueda dar la cara.
Ya eran las 17:30, hora límite, el detective desesperado comenzó a
mirar para todos lados, hasta que a lo lejos divisó una nota. Fue a verla con
la esperanza de que sea una nueva pista y así fue. La nota era muy simple,
sólo decía: ¡Hola! Pero lo que demostraba y develaba a Sorsou fue lo que
venía con la misma, un pequeño espejo de maquillaje. Todo estaba claro
para Rossou: el diario, el uniforme, el hecho de conocer tanto sobre él, que
nunca se forzaran las entradas, los errores ortográficos, la nota sobre
asustarse en el funeral. Todo apuntaba a una sola persona… Él mismo, el
detective Rossou, Sorsou era él, cuando comprendió esto, se dio cuenta
de que la primera pista, siempre fue su nombre: Sorsou- Rossou, una
alteración en el orden de las letras.
El detective en ese momento se volvió loco, su mente quedó en
blanco. Todo a su alrededor comenzaba a arder en una intensa locura. La
única reacción fue lanzar una carcajada, que dejaba ver la locura que se
apoderó de él en ese momento, el desquicio lo consumía.
No podía tolerar su desgracia, tomó su R8, se lo metió en la boca
apoyando el cañón del arma bajo su paladar, su dedo temblaba, lo posó en
el gatillo y jaló de él, la bandera Argentina que se encontraba detrás,pasó

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de ser celeste y blanca a ser celeste, blanca y roja, manchada de la sangre
de un detective que había resuelto su caso, a costa de su vida.
En cuanto a Sofía, seguía existiendo sólo en la cabeza de un
demente de apellido Rossou en la sala 8 de un manicomio, encerrada en
paredes blancas acolchonadas y desbordadas de los gritos de un paciente
que una vez soñó con ser un detective, sin saber siquiera de su “Verdadero
ser”.

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Pueblo chico, infierno
grande

Nalda, Yamila.

El hecho se dio en la pequeña ciudad de La Dorila. En la comisaria


de la misma, cuando a la detective Nalda le llegó la noticia de una muerte
que había alterado a gran parte de la ciudad. El sacerdote de la Parroquia
había muerto de una forma muy extraña, que no terminaba de convencer
a la detective.
El padre Juan era muy querido por la comunidad. Los miembros de
ésta destacaban la constante ayuda que brindaba a las personas, además
de siempre encontrarse cuando se lo necesitaba y de ser muy sano.
La detective Nalda recibió el informe de la autopsia, la cual
indicaba que el padre se había suicidado ahorcándose, y que no había
indicios de asesinato. Este informe lo firmó la forense Quintana,
reconocida en La Dorila.
Sin embargo, Nalda desconfiaba.
― ¿Qué crees tú, Díaz? ―preguntaba la detective a su compañero
de trabajo
―Estoy casi seguro de que hay algo raro.
Nalda y Díaz acordaron entonces ir hasta la casa parroquial, donde
vivía el sacerdote. Aunque no tenían una orden judicial para entrar,
ingresaron de igual manera.
― ¿Qué son todas estas cosas, Díaz? ―preguntó Nalda,
sorprendida por lo que veía.
―No tengo dudas, son imágenes de la virgen María y de santos
tachados. Están en todas partes ― contestó.
― ¿Pero el padre Juan no era católico? ―preguntó Nalda
―Eso tenía entendido. ―respondió Díaz.

24
A la detective Nalda le pareció sumamente sospechosa la
presencia de un pequeño folleto en el que sobresalía, en una letra
imprenta mayúscula, el título “IGLESIA DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS,
PASTORA GONZÁLES”, al lado de la cama en la que dormía el sacerdote,
además de unas botellas de alcohol, guates de látex y unas pastillas.
Nalda se llevó los guantes y las pastillas para analizarlos en la
comisaría. Los resultados fueron impresionantes: las pastillas eran
antidepresivos, ¿pero qué le pasó en realidad al padre Juan? Todos los
indicios llevaban a la nueva propuesta religiosa de la zona.
Nalda y Díaz se acercaron a la iglesia que se mostraba en el folleto.
Cuando entraron, se encontraron con la señora Gonzáles quien los
atendió y se metió en la parte trasera, supuestamente a buscar algo, pero
no regresó. Nalda se dio cuenta que la misma tramaba algo, así que la
siguió, la vio correr por la calle, lo que la obligó a comenzar una
persecución.
― ¡Detente! ¡Policía! ―gritó. En un par de calles logró capturarla.
Luego de averiguaciones pudo saber que el verdadero nombre de
la señora Gonzales era Melani Ester Fernández, quien rápidamente,
después de su detención, confesó su crimen.
Resulta que la “señora Gonzáles”, mantenía una relación
sentimental con el padre Juan. Éste, le había dicho, aquella noche en su
casa, que ya no quería seguir con ella, por lo cual la señora se enojó
mucho, pero no lo demostró en el momento, así que para vengarse, le
preparó unas copas con antidepresivos en polvo, se los dio al padre para
celebrar su última noche juntos, éste lo tomó e inmediatamente sufrió un
paro cardíaco. La señora Gonzáles para no generar sospechas, ató del
cuello al padre y lo colgó del techo, haciendo creer que éste se había
suicidado.

25
DEEP WEB

Sosa, Tomás

Noticiero Chele: 12 de octubre 2018 . 20:00


hs.

LAS MUERTES VAN EN AUMENTO, SE DESCONOCE QUÉ LAS


OCASIONA, LA MAYORÍA DE LAS VÍCTIMAS ESTABAN
RELACIONADAS CON EL GOBIERNO
CUIDAN AL PRESIDENTE
DINERO DEL GOBIERNO ROBADO
MUNDO HACKEADO
Esa noche sentado en el sillón, supe que era tiempo de volver…

UN AÑO ANTES… EXACTAMENTE A LAS 14 HORAS. EN EL


LUGAR DONDE COMENZÓ MI PERDICIÓN.

Hace un año estaba en mi casa nueva, nos habíamos mudado con


mi hija, cosa que hacíamos cada mes, ya que en ese entonces era el mejor
detective de la ciudad, por innumerables logros como meter en la cárcel a
incontables delincuentes algo que también me convirtió en el más
buscado por las bandas criminales. Me conocían como el detective
“Sosita” debido a mi apellido Sosa.
Ese día, estaba tranquilo viendo una película con mi hija, cuando
de repente escuchamos un ruido extraño, como el grito de un cerdo, se
abrió la puerta y entraron cuatro personajes con cabezas de cerdos
puestas como máscara, sosteniendo en sus manos una cabeza real del
mismo animal, la sangre era fresca, presumo que ése había sido el grito
que escuché anteriormente, es lo último que recuerdo. Dos semanas

26
después, desperté del coma en el que estaba, los médicos me dijeron que
me habían disparado, sin embargo yo solo preguntaba por mi hija.
La noticia que me dieron al respecto me dejó sin palabras, dijeron
que fue encontrada en un galpón abandonado, en una tina con hielo seco
y sin órganos. Desde ahí mi mundo cambió, porque lo más importante de
mi vida se había ido.
HOY, LUEGO DE LEER LAS NOTICIAS…
Llamé a mi ex jefe para que me designara el caso, pero se negó
argumentando que el asunto era realmente peligroso, ante su negación no
me dio otra alternativa que hacerlo por mi cuenta.
Estuve toda la noche investigando, hasta que encontré un posible
indicio, toda la información apuntaba hacia sitios extraños denominados
“Deep Web”,no tenía idea de qué era eso, pero indagando pude saber que
se trata de lo siguiente:
Deep web: el internet que conocemos es solo un pequeño porcentaje de lo
que es el verdadero internet, la “Deep Web” o internet invisible es todo lo
que está oculto para el común de la gente, solo algunos tienen acceso, ya
que para entrar a esta web hay que hacer varios procedimientos
complicados e ilegales, alguien sin conocimiento no podría hacerlo, se
necesita una falsa identidad, dirección y origen, porque aquí se
encuentran hackers profesionales y sicarios muy peligrosos.
La Deep web cuenta con 7 niveles que van aumentando el estado de
ilegalidad, en el nivel 4se encuentra por ejemplo venta de drogas,armas,
archivos importantes del gobierno, videos de pornografía infantil,
instructivos de cómo hacer armas caseras, entre otros.Una vez llegado al
nivel 7 se encuentran usuarios que venden sus servicios para matar gente,
en especial personas muy importantes, como presidentes y famosos, a
este nivel, muy pocos llegan, ya que el FBI interviene.Entre las cosas que
puede haber allí aparecen documentos del gobierno, la cura para el cáncer,
para el ébola y otras enfermedades que no quieren que se tenga
conocimiento público, además archivos que aseguran que hay vida
alienígena y especies en nuestros planeta que el mundo no sabe que
existían,toda esta información está muy reservada y tiene alto costo,aquí
dentro se maneja la moneda llamada bitcoin.

Cuando vi esto quedé sorprendido, todo encajaba a la perfección,


llamé otra vez a mi ex jefe y le conté, quedó igual de anonadado que yo y
me declaró detective del caso.
27
Pasaron los días, y no salía de la computadora, no encontraba
nada, hasta que vi un archivo que costaba 10.000 bitcoin, me pareció muy
curioso, nunca antes lo había visto, entonces decidí comprarlo. Entré y me
encontré con tres carpetas, abrí la primera y apareció la imagen de un
cerdo, abrí la segunda y encontré la letra de una canción, pensé que me
habían estafado hasta que en el último archivo encontré lo que buscaba,
tenía dirección y nombres de los responsables, rápidamente llamé a mi
jefe y fuimos junto a todo el personal policial de la ciudad, la dirección
indicada nos llevó al mismo galpón donde encontraron a mi hija. En ese
instante la rabia se apoderó de mí y me llevó a entrar con un arma y matar
a todos los que se encontraban allí, había varias personas con la misma
cabeza de cerdo de aquel maldito día, sin pensarlo disparé a quemarropa y
me aseguré de que no quedara nadie con vida.
Para mis adentros pensé que todo había terminado, hasta que les
saqué las máscaras y descubrí algo insospechado, no podía creer lo que
había hecho, ya que había matado a todos mis familiares y seres más
cercanos. La Deep web me había transformado en uno de esos malditos,
sin saber qué hacer, corrí y me escondí de la policía, ahora era un criminal.
Recordé que en mi mochila tenía una laptop, entre rápidamente a
la macabra web y analicé bien el archivo, pero esta vez no encontré nada,
ingresé al usuario que me había vendido ese documento y su localización
era a tres cuadras de donde me encontraba, decidí ir, pero ya no tenía
tiempo, la policía me tenía rodeado, no tenía nada que hacer, mi destino
estaba resuelto, sólo me faltaba escribir el final de mi historia, quería que
quedara documento de todo lo que había vivido, deseaba que la policía, al
menos encontrara mi escrito para combatir todo lo que pasa en la Deep
Web, tomé el arma y gatillé sobre mi sien.

28
La pasión de matar

Landriel, Leila

¡No sé qué me pasa, no sé qué sentía, lo escuchaba todo el


tiempo, me hablaba, no me dejaba vivir! ¿Me estaba volviendo loca? ¿O
yo ya era así?
Todo comenzó en algún verano, no recuerdo bien, cuando para mi
cumpleaños me regalaron una hermosa gatita, era muy tierna y cariñosa,
pero la voz que vivía en mí, decía que la mate, que era un demonio que en
cualquier momento me atacaría.Y bueno, lo hice, la descuarticé, le saqué
cada una de las entrañas, dejando solamente su corazón, mis padres
preguntaron por el pobre felino, pero para esto no había explicación, lo
único que les dije es que tomó un viaje a la luz.
Desde ese día se volvió un hábito, me gustaba hacerlo. Mataba
perros, gatos, aves, ratas y a todos les hacía lo mismo, le sacaba todas las
entrañas dejándole sólo el corazón, me divertía mucho hacerlo, ver el
sufrimiento de esos animalitos, además estaba tranquila, esa voz en mi
cabeza ya no me molestaba tanto.
Habían pasado varios años de esto y nunca nadie me había visto,
ya que lo hacía en el sótano de mi casa, los mataba y después los tiraba a
la basura.
Hasta que un maldito día, llegó mi pequeña vecina, Bonnie
Bennett, de tan solo tres años, me vio hacerlo, yo estaba en pleno show
de sacarle sus pulmones a un perro, cuando de pronto la maldita niña
bajaba las escaleras, la voz de mi cabeza decía que lo haga, que la mate y
así lo hice.Le golpeé la cabeza con una piedra, la dejé allí inconsciente y
decidí huir dejándola tirada, agonizante en mi sótano. De este modo, ella
se convirtió en el primer ser humano que asesiné. A partir de allí se volvió
un hábito, mataba y luego escapaba. Así conocí lugares hermosos del

29
mundo, que si no tuviera que escapar de la justicia me quedaría a vivir en
alguno de esos paraísos.
Un día me encontraba en la gran ciudad de París, en una bella
casa, descuartizando a un chico demasiado lindo, ojos azules. Si la voz en
mi interior no me hubiera dicho que era una amenaza, hasta me hubiese
gustado conocerlo. De pronto golpean la puerta, estaba empapada de
sangre, me limpié lo mejor que pude.
Salí a ver quién era, encontré dos agentes policiales:
-Buenas tardes señorita, ¿podríamos pasar a revisar si todo se
encuentra tranquilo?
- ¿Para qué necesitan pasar? -Contesté, estaba en sorprendida,
tenía demasiado miedo.
– Los vecinos han llamado, porque dicen que hay olores extraños
en su domicilio.
No sabía qué hacer, nunca me había sucedido esto.
–Está bien pasen- dije, traté de demostrar que estaba tranquila.
Revisaron todo, mi cuarto, la cocina, el comedor, el living, al llegar
al baño, en el lavamanos había una gota de sangre, me preguntaron qué
había pasado con eso, les respondí que me había lastimado el brazo, lo dije
tan segura que lo creyeron. Me pidieron entrar al sótano, empecé a sudar,
no sabía qué hacer, estaba colorada, el cuerpo del chico se encontraba
tirado ahí en el medio de todo, bañándose en su propia sangre.
- ¿Para qué necesitan entrar? -Está lleno de basura y cosas íntimas-
dije.
-Entraremos igual, necesitamos revisar todo para cerciorarnos de
que todo se encuentra en orden. Respondió uno de ellos.
Abrí la puerta, muy lentamente, y ahí se encontraba tirado el
cuerpo de mi víctima, bañado en sangre.
Los policías abrieron grande los ojos y preguntaron qué significaba
eso. Comencé a llorar desconsoladamente.
- ¿Qué hace eso ahí? Juro que yo no lo hice, no estaba enterada de
que había un muerto en mi propia casa. Trataba de hacerme la que no
sabía nada, mientras lloraba.
- La sangre aún está húmeda- dijo el oficial… Por lo visto murió
aproximadamente hace unas dos horas.
- Señorita, Elena Gilbert, está acusada de matar al señor Stefan
Salvatore y de muchos casos más, la venimos investigando desde el
asesinato de la pequeña Bonnie Bennett, pasará muchos años en prisión.
30
Escuché todo esto y no pude concebir esa idea, todos mis años de
libertad y asesinatos llegarían a su fin, no aguantaría todo eso, así que
tomé el cuchillo que estaba en la mesa y me lo clavé en el corazón.

31
Los crímenes

Acosta, Lautaro

En una ciudad llamada Transilvania siempre ocurrían hechos


delictivos: robos, secuestros, asaltos. Los oficiales nunca lograban atrapar
a los criminales, por lo que los ciudadanos comenzaban a desesperarse,
algunas familias se mudaban a ciudades vecinas. Pasaban los días y seguía
ocurriendo lo mismo.
El intendente de la ciudad no podía seguir permitiendo eso,
entonces decidió citar a toda la población y a los oficiales policías para
explicarles lo que él pensaba hacer. Comenzó diciéndoles que a la
delincuencia había que combatirla entre todos y que no se podía seguir
soportando lo que ocurría. Necesitamos encontrar a los criminales y
mandarlos a prisión por mucho tiempo, expresó el mandatario. Aseguró
que los policías solos no podían y solicitó a los ciudadanos que quienes se
animaran podían unirse para trabajar en forma conjunta con la ley. Nadie
estuvo de acuerdo, ni se animaba, excepto un adolescente llamado Erick,
que levantó la mano y dijo que se sumaría a los oficiales para ayudar.
El intendente lo hizo pasar al frente y lo felicitó por su valentía, en
cambio toda la gente se burlaba y decía que ése joven no podría con los
delincuentes. Pasado un mes, los crímenes seguían empeorando, ese día
era jueves y como todos los jueves a Erick le tocaba guardia, cuidando a los
presos. Estaba aburrido, entonces comenzó a hablar con los delincuentes y
a ganarse su confianza. Hasta que uno de los presos le dijo dónde podía
localizar a los causantes de todos los delitos que venían ocurriendo. Le dijo
que podía encontrarlos en un bar conocido de la ciudad.
Erick sin decir a nadie fue hacia ese bar, se escondió detrás de un
auto, esperó un tiempo y no pasaba nada, hasta que en un momento, dos
hombres vestidos de negro se bajaron de un vehículo con mochilas,

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cuchillos y palos. Con estos elementos empezaron a romper los vidrios y a
llevarse cosas.
El adolescente al ver eso actuó de inmediato, se paró en la puerta
y les apuntó con el arma, logró arrestarlos y llevarlos a prisión.
Luego de encarcelarlos comunicó al intendente, quién no podía
creer, estaba tan feliz que en su honor reunió nuevamente a los
ciudadanos para contarles lo que Erick había logrado. Desde ese día la
ciudad volvió a la tranquilidad.

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El delito de Edgar

Mansilla, Mailén.

Sofía, una estudiante de secundaria, salía del colegio todas las


tardes aproximadamente a las 19 horas. Sin embargo ese día salió a las
19.40. Iba caminando sola, tranquila, cuando de repente un auto negro se
detuvo en frente de ella. Asustada exclamó “¡Ay no!”. Unos hombres
bajaron del auto, junto con Edgar el dueño del kiosco que quedaba a una
cuadra de la casa de Sofía. Éste sacó un arma y la obligó a entrar al auto,
ella no quería, entonces dos de los hombres la sujetaron fuerte, le hicieron
ingerir una droga que la durmió en el acto. La metieron en el auto y se la
llevaron a la casa de Edgar, bastante alejada del lugar.
Cuando Sofía despertó se preguntó: “¿Dónde estoy?” Se
encontraba atada en una cama, totalmente desnuda. Ella lloraba y pedía
por favor que la dejasen salir, los hombres sólo reían. En ese momento
apareció Edgar y les pidió que lo dejaran solo con ella. Ellos obedecieron.
Cuando quedaron solos, Edgar abusó de ella y luego la mató, de un tiro en
la cabeza. Seguidamente ordenó que tiraran el cuerpo de la joven en la
laguna, que se encontraba a una cuadra de la casa de la víctima.
Pasaron los días y la madre alarmada comenzó la búsqueda de su
hija, pero nadie la había visto, nadie sabía nada ni podía aportar ningún
dato al respecto. Hasta que unos días después, Sol, la hermana de Sofía
llegó a su casa llorando y sin poder hablar, con la voz quebrada le dijo a su
madre: “Mamá, encontraron el cuerpo de Sofía, en la laguna…” En ese
instante de dolor, la madre se desmayó. Luego los policías confirmaron que
se trató de un asesinato y la madre juró vengar la muerte de su hija, no le
importaba ir presa, sólo quería justicia.
A pesar del sufrimiento salió a buscar a Benjamín, un detective
conocido y hermano de Edgar. Le pidió que investigara quién podía haber
cometido ese delito tan grave. Luego de esto Benjamín se dirigió a la casa
34
que compartía con Edgar y notó que su hermano andaba raro hace un
tiempo atrás. Unos días más tarde, la madre de Sofía, desesperada se
acercó a la casa del detective para comprobar si éste tenía algún dato,
pero Benjamín todavía no tenía nada certero.
Ella desilusionada regresó a su casa, pero mientras tanto al
domicilio de los hermanos habían llegado los hombres cómplices del
asesinato y junto a Edgar se pusieron a hablar de la violación y el crimen
que habían cometido, ignorando que Benjamín se encontraba en la
habitación de al lado, escuchando y grabando todo. El detective no podía
creer que su propio hermano había realizado semejante hecho. Entonces
decidió citar a la madre de la joven y hacerla escuchar la grabación.
Nunca pensó que en ese momento la madre tendría la reacción
que tuvo, ya que la mujer tomó un arma que se encontraba en el despacho
del detective, se dirigió a la habitación de Edgar y le disparó dos veces,
éste murió inmediatamente.

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Clase asesina

Chowojewki, Alexander; Benitez, Alejandro y


Luna, Lautaro

Dylan King y Frank Harris fueron dos compañeros y amigos de


secundaria. Desde que trabajo como detective nunca me tocó pasar por
una situación similar. Recuerdo que era un viernes normal cuando recibí
tres llamadas de emergencia, dos por robos a mano armada y el último
sobre un asesinato a sangre fría, a pesar de esto era un día tranquilo, al
menos para mí.
A las ocho de la mañana recibí nuevamente una llamada, recuerdo
estar desayunando con mi mujer, mis dos hijos pequeños dormían aún.
Esa llamada se escuchaba mal, entrecortada, por lo que alcancé a oír dos
estudiantes habían ingresado armados al colegio y habían matado a un
profesor en el estacionamiento. Luego de escuchar este informe, terminé
el café y me fui rápidamente, llevando una pistola 9mm. Cuando llegué al
lugar del hecho se encontraba el cuerpo del profesor al lado de su auto,
ambulancias yendo y viniendo y un terrible zumbido en mis oídos que no
me dejaba concentrar. Además, muchos alumnos salían despedidos por el
balcón, alarmados saltaban al vacío, pero afortunadamente sólo sufrían
heridas o leves lesiones.
Cuando entré a la Institución me encontré con una escena
macabra, tres cuerpos más yacían en uno de los cursos. El oficial me llamó
y me pidió que dejara entrar a las fuerzas especiales, sacaron a los demás
alumnos que se encontraban ahí. Cuando nos dirigimos a la biblioteca, a
arrestar a los jóvenes asesinos, Dylan y Frank acabaron con sus vidas.
Recoger los cuerpos fue lo peor, observar padres llorando desconsolados,
más ambulancias y de nuevo ese zumbido.
Hoy, martes 4 de abril, se cumple un año de esa tragedia, seis
muertos y 42 heridos. A veces tengo pesadillas que me transportan a ese
día. Cuando comencé a investigar descubrí que Dylan poseía un cuaderno
donde escribía todas sus ideas. Él era un poco desordenado, misterioso,

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extraño. Cuando quedé sólo en su habitación, me di cuenta que faltaban
indicios ¿Qué podría haber motivado a estos chicos a cometer semejante
atrocidad? La respuesta fue fácil: eran jóvenes que sufrían, eso era todo.
Padres separados, en una pelea constante, igual que los padres de Frank y
ambos sufrían el acoso por parte de sus compañeros, padecían bullying
todos los días en el colegio, recibían burlas pesadas y en casos extremos
también recibían golpes.
En el cuaderno encontrado había dibujos y la descripción detallada
de cómo cometerían la masacre de ese día, estaba todo escrito desde el
inicio, el proceso atroz y el final. Nuestra investigación pudo cerrar con
estas pruebas fehacientes, sin embargo era demasiado tarde, el hecho ya
estaba cometido, las vidas no se recobrarían nunca.

37
El caso Wallace

Nat, Lía

En inicios del año 1920, en la ciudad de Edimburgo, la vieja capital


de Escocia, un castillo se alzaba en lo alto de una colina. Era el castillo de la
familia Wallace construido en el siglo XVII y pasado de generación en
generación. El alcázar contaba con un muy amplio jardín, adornado en
unos excelentes tonos rosas y violetas, varias habitaciones, grandes
estudios, comedores y cocinas.
Una tarde, en uno de los estudios, se encontraba sentado leyendo
el sir Federic Wallace, dueño de unos 55 años, cabellera blanca y surcos en
su frente que le daban un aspecto de seriedad y calma. Cuando
abriéndose la puerta ingresó el té que había pedido, lo traían en una
bandeja de plata labrada con el blasón familiar. Al dejarlo sobre el
escritorio, el mayordomo John Falks, hombre delgado y de gran altura,
dijo: -Le puse dos terrones de azúcar señor. Al escuchar eso el señor
Wallace procedió a beber su infusión y el mayordomo se fue sin mirar
atrás.
Luego de unas horas, la esposa de sir Wallace entró a la habitación
llevándose una ingrata sorpresa, sir Federic se hallaba tendido en el suelo,
inmóvil, en una atmósfera sombría. La taza hecha añicos, el periódico
desparramado y sus ojos fijos en la nada.
Su esposa, Rachel Galler, gritó y corrió por los pasillos en busca de
ayuda. Se topó con su hijo, Gregor Wallace, joven de 23 años, pelo color
castaño y ojos celestes. Entre el llanto y desesperación, éste logró
entender lo que sucedía, posteriormente se hizo cargo de que su padre
tuviera un entierro digno de la familia Wallace.
Gregor, luego de este episodio, parecía tranquilo, pasó las dos
semanas siguientes haciendo sus actividades como de costumbre. Sin
embargo, quien no podía aceptar lo sucedido era Rachel. Cada día que

38
pasaba se sentía más insegura, no concebía la idea de que su esposo haya
muerto de un ataque al corazón.
Al día siguiente nada detuvo a Rachel, quien con su largo tapado
salió en búsqueda de Matt Bellamy, un investigador privado. Éste se
encontraba sirviéndose un licor, cuando tocaron la puerta de su agencia.
Abrió y ahí estaba ella, con cara de nerviosismo y angustia. Bellamy la hizo
pasar, tomar asiento y comenzaron a dialogar. El detective, luego de una
serie de preguntas, le indagó sobre la herencia de su difunto esposo. La
mujer relató que renunció a todas las posesiones, quedando como único
heredero su hijo, Gregor Wallace.
Esto captó la atención del detective. Juntos acordaron que ella
tomaría unas vacaciones lejos de los problemas y él investigaría. Dos días
después, Matt se ubicó fuera del castillo Wallace y con discreción observó
y anotó todos los movimientos del personal que trabajaba allí. Tuvo en
cuenta lo que Rachel le dijo sobre el mayordomo John Falks, quien pidió
renuncia luego de la muerte, porque no podía estar tranquilo en ese lugar.
Según ella, el mayordomo era un buen hombre de confianza para
la familia, pero Bellamy sospechaba lo contrario. Esperó afuera del castillo
a que saliera una mucama y le preguntó cosas, él sabía cómo preguntar.
Allí descubrió que el ex mayordomo vivía a unos kilómetros más lejos y
según otras fuentes supo que éste fue el último en ver a Wallace cuando le
alcanzó su té. Decidió unir todos los puntos, antes de la entrega de la
abultada herencia.
Viajó a la vivienda donde fue atendido por el ex mayordomo,
quién estaba más delgado, con la cara pálida y desmejorada. Ese día,
Bellamy, no pudo conseguir nada, pero no se dio por vencido. Esperó dos
días más afuera, cuando vio salir a Falks, no dudó ni un segundo en
seguirlo. La sorpresa fue verlo dirigirse al castillo para hablar con Gregor
Wallace.
El detective escuchó la conversación de ambos y supo que su
misterio estaba resuelto de inmediato. A la tarde habló con Rachel y
organizó un encuentro en la biblioteca, donde tenían que estar Gregor,
ella, el ex mayordomo y él.
El reloj tocó a las ocho de la mañana, en la sala estaban todos.
Bellamy entró y el aire se puso tenso. Gregor preguntó quién era ese
hombre que lucía muy profesional. El silencio reinó en el lugar hasta que el
detective habló:

39
-Me llamo Matt Bellamy, soy un investigador privado y la señora
Rachel Galler me contrató por la misteriosa muerte de sir Federic Wallace.
Falks comenzó a ponerse pálido y a transpirar, en cambio Gregor
tomó un tono rojo y miró con antipatía a su madre. El investigador siguió:
- Yo conozco la verdad, pueden hablar ustedes mismos o la
condena será peor. Gregor alterado tomó un cristal y lo arrojó con fuerzas
al suelo, rompiéndolo y tratando de huir, pero no pudo ya que todo estaba
cerrado.
Bellamy dijo nuevamente: - Veo que no contarán nada… en ese
caso tendré que hacerlo yo… Miró a Rachel quien estaba en un rincón,
observando atónita la situación.
Comenzó: -Hace un año, sir Wallace decidió escribir su
testamento. Él era un hombre bueno, tanto que le dijo a su esposa la idea
que tenía de dejarle todas las posesiones a su hijo. Tu madre, Gregor, no lo
pensó dos veces, ella jamás imaginó lo que harías.
Gregor, quien estaba junto a la puerta gritó: -¡YO NO HICE NADA!,
jamás hubiera dañado a mi padre.
La madre lloraba, no podía creer lo que pasaba, el mayordomo se
sentó y Bellamy levantando la voz dijo:- ¡Oh no Gregor, tú no hiciste el
trabajo, mandaste a John Falks a hacerlo!
Rachell casi se desmaya, Gregor no tenía nada que decir, todo se
desmoronaba, era el día en que recibía la herencia, pero esto parecía estar
muy lejos.
Para sorpresa de todos, Falks habló: -¡Sí, yo fui, yo envenené a sir
Federic Wallace! Y entre lágrimas siguió: -Gregor Wallace me ofreció una
parte de la herencia para hacerlo y lo hice, ya no soporto más presión de
haber cometido un crimen tan atroz.
Gregor estaba atónito, no decía nada, la sala quedó en perpetuo
silencio, hasta que éste se movió, se sentó en el piso, al lado de la puerta,
comenzó a llorar y admitió su crimen.
Bellamy tomó las esposas y lo mantuvo en el castillo hasta que la
policía los arrestó.
Rachel, a pesar del dolor, sintió que un peso se le fue de encima,
agradeció muchísimo la ayuda del detective y volvió a la normalidad,
aunque con algunos cambios.

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El asesino del
bisturí

Contrera, Pablo y Krizovek, Lautaro

Caso 1

El día 18 de octubre de 1989, en la ciudad de Buenos Aires, alguien


informa a las autoridades sobre un supuesto homicidio. Luego de que los
oficiales llegaron a la escena del crimen, no dudaron en llamar a un
detective para que lo resolviera. Al llegar el detective, cuyo nombre era
Juan Ignacio González, de 29 años, determinó que el asesinato se habría
producido entre las 9:33 y 9:48, ya que los vecinos dijeron que escucharon
gritos en esos momentos. En la escena se encontrarían sin vida Emir
García y Rodrigo López, ambos de 21 años, quienes estaban estudiando en
la ciudad.
Al terminar la autopsia se dio a conocer que ambos jóvenes
fueron desangrados por el agresor.El oficial González, debido a las pocas
pruebas que había en la escena, no pudo determinar el acto del crimen. El
caso quedó inconcluso.
Caso 2

El 21 de octubre el sereno de un local muy importante encuentra


sobre la calle a una mujer de 36 años sin vida, el guardia no dudó en
informar a la policía y al señor Juan Ignacio González, quien investigando,
determinó una conexión con las dos muertes anteriores, ya que sus
víctimas tenían las mismas agresiones, cortes en la muñeca. Se propuso la
idea de que si había un asesino éste estaba en los dos casos, los cortes
eran tan perfectos que seguramente eran realizados por un profesional y
con un bisturí, otra vez, por la falta de pruebas el caso quedó sin
resolverse.

41
Caso 3

Las autoridades fueron avisadas el día 24 de octubre sobre un


nuevo homicidio relacionado con los otros casos. Esta vez se trataba de
una estudiante de 18 años, la similitud de las heridas demostraba que el
asesino era el mismo, pero esta chica tenía novio. Los vecinos informaron
que ambos habían tenido fuertes discusiones, lo cual dejaba al joven
como el principal sospechoso de este asesinato y de los anteriores. El
joven fue encarcelado y al pasar unas horas su cuerpo fue hallado sin vida
en la comisaría, con los mismos cortes que las demás víctimas. Por esto,
las autoridades denominaron a los casos: el asesino del bisturí.

Caso 4

El 27 de octubre fue la última víctima de este particular asesino en


serie, su último homicidio fue un maestro de 38 años, quien apareció
totalmente desangrado y quemado. Fue encontrado en la parte trasera de
una fábrica. En los restos de su piel se encontraron huellas, las pericias
revelaron que se trataba de Ernesto Martínez, un herrero de 42 años, las
pruebas apuntaban que él era el asesino. Fue sentenciado a pena de
muerte, el oficial Juan Ignacio sentía que el caso estaba resuelto, se enteró
que el herrero tenía una hermana, el detective la citó a declarar en
muchas ocasiones.
La mujer era tan bella y amable con el detective, que éste se
enamoró perdidamente de ella, pasados seis meses el caso se cerró. La
hermana del criminal y el detective se pusieron de novios.
Al pasar un año el oficial estaba revisando unas cajas cuando
descubrió que una estaba cerrada por completo, decidió traer unas tijeras
y abrirla. En la caja encontró más de seis bisturíes e imágenes de cada una
de las víctimas que habían muerto por el asesino en serie, además
descubrió que el verdadero asesino del bisturí no era el hombre que
estaba en prisión, sino la persona de la que se había enamorado
perdidamente.

42
Pescando un cadáver

Sinchesem, Kevin

Un cuerpo apareció flotando en la orilla del río muy temprano en


la mañana, lo encontró su amigo y compañero de pesca después de
haberlo buscado toda la noche, luego de pedir auxilio a unas personas que
pasaban por el lugar y dar aviso a la policía.
A la hora, la orilla era un sinfín de agentes de policía, periodistas
que se habían enterado prontamente y curiosos vecinos del lugar.
Andaban por todos lados yendo y viniendo, pisoteando todo alrededor del
muerto, borrando todas las huellas que pudiera haber.
Luego llegó el comisario Juan Alcachofa, vio aquella multitud en el
lugar del hecho, se fastidió y ordenó a su personal retirar a todos y poner
las cintas amarillas que indicaban que nadie podía pasar. Se puso a dar una
ojeada buscando entre los camalotes y yuyos de la costa cualquier cosa
fuera de lugar, que le diera una pista de lo que podría haber sucedido.
Caminaba en círculos, miraba hacia abajo y levantaba objetos que solo él
podía individualizar y los guardaba en su bolsillo.
Más tarde vinieron los expertos, levantaron el cuerpo en una
camilla y lo sacaron del agua, lo llevaron a una zona limpia donde pudieron
hacer las primeras observaciones minuciosas. Pasado un tiempo, llamaron
al comisario y le dijeron que la causa de la muerte era un fuerte golpe en
la cabeza, provocado posiblemente por una piedra al resbalar por la
barranca del camino, ya que además del golpe encontraron restos de
piedra en la herida.
El comisario llamó al compañero de pesca y le pidió que le
declarara lo sucedido, éste contó su versión, confirmando lo sospechado.
Cuando se dirigían a pescar su amigo cayó por la barranca golpeando con
las piedras y terminó su caída en el río, al estar golpeado no pudo
reaccionar y fue arrastrado por las aguas. Él, en su desesperación, no quiso
dejar el lugar y decidió esperar que aparezca su compañero.
43
El comisario pidió ver sus equipos de pesca que se encontraban en
la canoa: cañas, redes, carnadas y cajas. El comisario comenzó a indagar al
hombre y revisar todas las pertenencias. Levantó una caja y luego la otra.
Preguntó por qué una estaba tan pesada y la otra tan liviana. El hombre no
supo qué responder, el comisario inspeccionó la primera caja, ésta se
encontraba completa, llena de todo lo necesario para una variada pesca.
Luego tomó la segunda caja, estaba muy liviana, al abrirla la encontró
prácticamente vacía, revisó sus lados y vio una deformación en su parte
inferior, una abolladura.
Inmediatamente ordenó poner las esposas al compañero de pesca
quien preguntó la razón del arresto. El comisario muy seguro respondió
que la causa del arresto se debía a que él había dado muerto a su
compañero, golpeándolo en la cabeza con la caja de pesca, luego para
encubrir su crimen había puesto sobre la herida restos de piedra y al
cadáver lo depositó en la orilla del río, por ese motivo había pasado toda la
noche ocupado preparando la escena del hecho.
Abatido, el culpable quiso saber de qué manera lo descubrió, el
comisario introdujo sus manos en los bolsillos y sacó unos anzuelos y
algunas plomadas que había levantado en el lugar y dijo que en el
momento de dar el golpe mortal con la caja de pesca, la misma se abrió y
desparramó el contenido en todo el lugar, cosa que el homicida no tuvo en
cuenta para borrar todas las huellas de su crimen.
Al momento el comisario quiso saber los motivos por los que había
tomado la determinación de matar a su amigo de pesca de tantos años.
Éste le confió que momentos antes de salir a la excursión de pesca, su
mujer le había confesado que lo engañaba con él. Por eso tomó la
decisión de asesinar a ambos, pero la forma en que la mató a ella es otra
historia.

44
La manzana asesina

Villarreal, Luis y Calviño, Tomás

En el pequeño pueblo San Pedro, precisamente en la comisaría


del lugar, la policía se encontraba de luto, ya que recientemente había
fallecido el honorable comisario Ernesto Perales.
A pesar de ser un hombre mayor, su muerte sorprendió a muchos.
La oficial de policía, Alicia Contreras, no se creía el cuento de que éste
había muerto mientras dormía tranquilamente en su casa. Les decía a sus
compañeros que por la memoria del comisario debían averiguar qué había
sucedido realmente. Nadie le daba importancia a sus sospechas, salvo otra
oficial femenina, Carmen Rangel, ésta la escuchaba con interés y se ofreció
a ayudarla en la investigación.
Ambas se reunieron a hablar con los médicos forenses, quienes no
tuvieron inconvenientes en realizar un nuevo examen al cuerpo. Cuando
analizaron los resultados se dieron una desagradable sorpresa, ya que
descubrieron que en su estómago el comisario tenía manzanas
envenenadas con cianuro.
Las oficiales se preguntaban quién podría haber sido el que había
actuado como en el cuento Blancanieves, averiguando descubrieron que el
comisario había tenido un hijo recientemente con Daniela, una compañera
de trabajo. Daniela nunca había dicho quién era el padre del bebé que
esperaba.Cuando la criatura nació, muchos de los compañeros de trabajo
habían notado que el recién nacido era muy parecido al comisario Perales.
La joven madre esperaba que el comisario dejara a su esposa y se fuera a
vivir con ella, creía que cuando naciera el bebé, Perales haría eso, pero el
hombre nunca cumplió con su promesa.
Alicia y Carmen reconstruyeron el hecho y cuando estuvieron bien
seguras acusaron a Daniela, diciéndole que ella había matado al comisario,
45
la reacción de la mujer fue inmediata, sacó un arma y les disparó a las
oficiales, afortunadamente sólo las hirió.
Luego, los demás oficiales detuvieron a la agresora, quien
finalmente confesó su crimen pasional.

46
El asesino enmascarado

Alzogaray, Antonio

Era el año 1995, en una localidad se celebraba la primera


expedición a un bosque, en las afueras de la ciudad, los participantes eran
alumnos de séptimo grado. Entre ellos se encontraba uno muy estudioso,
de nombre Fredy Rows de once años, un estudiante lleno de sueños y
metas a alcanzar.
Esa mañana todos habían subido al autobús que los llevaría al
lugar, llegaron muy entusiasmados, su aventura duraría diez días. Luego de
haber transcurrido la primera noche, los compañeros de Fredy, de
nombres Mateo, Adrián y Lautaro, decidieron hacerle una broma a éste. Lo
que nunca imaginaron es que esa broma cambiaría sus vidas para siempre.
Era de noche y Fredy decidió salir a tomar aire fresco, cuando salió
se sentó enfrente de un riachuelo. La noche estaba maravillosa. Sus
compañeros al verlo tan tranquilo y pensativo decidieron llevar a cabo lo
que habían planeado.
Lo ataron de pies y manos, lo amordazaron y lo dejaron allí hasta
el otro día, querían darle un buen susto. Al día siguiente fueron a buscarlo,
pero se arrepintieron de su travesura, ya que Fredy se encontraba sin
pulso, había muerto de un infarto por el pánico y la desesperación.
Los chicos corrieron a contar a los maestros encargados del
campamento, éstos procedieron a calmarlos y preguntarles qué había
sucedido. Llamaron a las autoridades policiales quienes determinaron la
causa de la muerte. El detective Robles se encargó del caso y descubrió
que los culpables eran sus compañeros, todos menores de edad.
Veinte años después de aquel triste episodio, Mateo, Adrián y
Lautaro formaron sus familias, tuvieron hijos. Una noche de invierno,
Mateo se encontraba en su casa cuando de repente alguien llama a la
puerta, cuando abre no ve a nadie, entonces sale y escucha un sonido
47
fuerte detrás de él. Se da vuelta y observa a un individuo enmascarado con
una motosierra en sus manos. Del miedo intenta correr, pero al hacerlo
cae y el individuo se acerca a él y le corta una pierna, luego la cabeza y se
aleja del lugar.
Al día siguiente los medios de comunicación se hicieron eco de la
terrible noticia. Dos semanas después, Lautaro, también fue encontrado
muerto, lo llamativo del caso es que al igual que a Mateo, también lo
habían descuartizado.
Se hace cargo de la investigación el detective Robles, quien al
principio no puede hallar ninguna pista que pudiera dar con el culpable. Al
paso de tres meses, una mañana, el detective se levanta con la terrible
noticia de que habían asesinado a Adrián, estaba totalmente confundido.
Luego de analizar minuciosamente cada caso pudo llegar a una hipótesis
un poco confusa, pero no la podía descartar.
Decidió ir al cementerio de la ciudad y al llegar obtuvo una nueva
pista, algo le indicaba que se dirigiera al panteón 155, al llegar allí el
detective no podía creer lo que veía, ya que se encontró enfrente de la
tumba de Fredy Rows, el niño que había muerto veinte años atrás. La
tumba se encontraba abierta, detrás suyo escuchó el ruido de una
motosierra.
Al darse vuelta vio a un sujeto con máscara, sujetando una
motosierra en sus manos. El extraño sujeto alcanzó a cortarle uno de sus
brazos, pero el detective sacó un arma y le disparó. Luego llegó la policía y
logró rodearlo, lo balearon y el sujeto cayó muerto. La sorpresa fue mayor
cuando le sacaron la máscara y descubrieron que el asesino enmascarado
era el mismo Fredy Rows, nadie podía explicarse cómo esto era posible, ya
que éste había muerto hacía veinte años.

48
Misterio en el bosque

Herrera, Facundo y Cabrera, Erick

Una pareja de recién casados, muy enamorados, luego de la boda


se fueron de luna de miel. El destino era New York. El día del vuelo muy
contentos subieron al avión, sin embargo luego de varias horas de viaje
ocurre una tragedia. Unos días antes, uno de los pilotos, había discutido
con su esposa, tan peleado estaba con ella que todos creían que éste había
tomado la determinación de suicidarse en el avión. Todos le reprochaban
esa actitud egoísta ya que no había pensado en las consecuencias para los
pasajeros.El avión estrelló contra un bosque desierto.
Sólo algunos sobrevivieron, entre los que se salvaron se
encontraba la pareja de recién casados, que solamente había sufrido
heridas. Lo primero que el matrimonio quería hacer era investigar qué
había pasado y pedir ayuda. Afortunadamente encontraron un celular y
luego de intentar varias veces pudieron localizar a la policía. Mientras
esperaban que la policía los encuentre, vieron aparecer a un niño, llorando
porque sus padres habían muerto.
Al llegar, la policía llevó a los pocos sobrevivientes a la ciudad,
mientras en la comisaría hacían los peritajes correspondientes. El niño
huérfano había quedado a cargo de la pareja, todo transcurría normal,
hasta que un día, lo encuentran al niño muerto. Éste había dejado una
carta en la que contaba porqué había tomado la decisión de matarse, en la
carta decía que la causa de que el avión se haya estrellado contra el piso
no se debía al piloto, sino a él mismo, ya que durante el viaje se había
hecho amigo de los pilotos y les había convidado un jugo con una dosis de
veneno. Además confesó en su escrito que decidió hacer eso porque
odiaba a sus padres.

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El abogado y el ladrón

Vallejos, Daniela

Un día un abogado muy conocido en Las Breñas, de nombre Edgar


López, estaba con su esposa y sus hijos mirando una película. Después se
fueron a dormir tranquilos, cuando despertaron no estaban en su casa,
sino en el hospital con golpes en el cuerpo y en la cabeza, tanto él como su
mujer.
Allí estuvieron varias horas, hasta que le dieron el alta. Cuando
volvieron a su casa encontraron todo revuelto, les faltaba dinero y joyas.
Cuando fueron a la habitación a revisar si les faltaba algo más, encontraron
guantes que aparentemente había usado y se había olvidado el ladrón.
Los investigadores tomaron ese guante como pista, cuando lo
analizaron encontraron además un cabello rubio. Nadie que conocían tenía
el cabello de ese color.
Empezaron a analizar ese cabello y descubrieron que se trataba
de un amigo de Edgar.
Al buscar los antecedentes de éste, cayeron en la cuenta que hacía
años había tenido una denuncia y había estado un tiempo preso por robar
joyas. Nuevamente lo detuvieron y le dieron diez años de prisión.

50
La sorpresa inesperada

Pons, Brisa Belén

En la mañana del domingo 19 de febrero, del año 2006, en un


pueblo pequeño, desapareció una señora que tenía tres hijos. El principal
sospechoso era su vecino, ya que muchas veces sus hijos habían visto la
manera en que la miraba, además descubrieron mensajes suyos en el
celular de su madre.
Su familia hizo la denuncia e inmediatamente les dijeron a los
policías lo que pensaban.
El esposo parecía muy calmado. Sus hijos, en cambio, estaban muy tristes
y preocupados.
La policía comenzó a inspeccionar la casa del vecino, pero no
encontraron absolutamente nada sospechoso. Entonces, para asegurarse,
decidieron revisar también la casa de la víctima. Mientras revisaban,
sintieron un olor repugnante, que provenía del sótano. Cuando el padre se
dio cuenta de que los policías presentían algo raro se puso muy nervioso y
empezó a transpirar sin disimulo. Sus hijos también se percataron de que
su padre estaba extraño.
Decidieron preguntarle por qué actuaba de ese modo y él sólo
enmudeció. Hubo silencio por unos minutos.
El padre no aguantaba más la presión y decidió confesar que él
había asesinado a su esposa por celos incontrolables.
Al final, arrestaron al esposo y sacaron el cadáver del sótano. Para
sus hijos fue la sorpresa más desagradable de sus vidas.

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Matar por envidia

Ledesma, Melanie

Jonbenét Ramsey era una niña norteamericana, cuando tenía solo


un año de edad, se mudó junto a su familia al estado de Colorado junto
con su padre John, su madre Patricia y su hermano Burke Ramsey.
Jonbenét participaba de todos los concursos de belleza que había para
niñas de su edad, era muy conocida por esto,una de las más famosas para
la época.
Una mañana de diciembre, la línea 911 de Estados Unidos, recibió
una preocupante llamada de una madre a la que le habían secuestrado su
hija, los secuestradores le habían dejado una nota pidiendo una
recompensa por su devolución. La llamada fue realizada por la madre de
Jonbenét Ramsey, que se había levantado alrededor de las cinco de la
mañana para beber un vaso de agua y cuando bajó las escaleras encontró
una nota, en la que decía que su hija había sido secuestrada, corrió
rápidamente al cuarto de la pequeña y efectivamente no la encontró.
La nota decía que para rescatarla debían entregar una suma
importante de dólares y que no llamara a la policía, porque su hija correría
peligro de muerte.
Un tiempo después la policía llegó a la casa, pasó mucho tiempo
en el que ésta fue y vino, durante ese lapso el comisario le pidió a su
compañero que revise de nuevo la casa, por si ella estaba en algún lugar, el
oficial dijo que ya habían revisado todo, pero de todos modos obedeció,
cuando se dirigieron al sótano, encontraron el cuerpo sin vida de
Jonbenét, tapada con una manta blanca, la causa de la muerte había sido
asfixia y traumatismo de cráneo.
Las sospechasrecaían en la misma familia Ramsey. La primera
hipótesis era que el padre de la pequeña era el culpable, porque la niña

52
había sido encontrada con signos de violencia y con restos de A.D.N de una
persona que pertenecía a la familia.
La nota que había encontrado la madre estaba escrita con una
birome de trazo fino y en un pedazo de papel de un anotador que ella
misma tenía en su oficina, cuando se hicieron las pruebasgráficas
descubrieron que la letra era muy parecida a la de la madre.
Su hermano Burke, era muy tímido, no hablaba con mucha gente,
probablemente tenía envidia a su hermana, ya que toda la atención la
recibía siempre ella, tanto de sus padres como del público en general. En la
autopsia los peritos habían encontrado que unas horas antes de su muerte
la niña había comido ananá,precisamente la fruta preferida de Burke.
Después de analizar los investigadores reconstruyeron cómo había
ocurrido el hecho: Esa noche Jonbenét se había ido a dormir a su cuarto y
su hermano bajó a la cocina porque le había dado hambre, un rato
después su hermana también bajó y vio a su hermano comiendo, Jonbenét
inocentemente tomó ananá del plato de su hermano, éste aprovechó la
ocasión en la que estaban solos para llevar a cabo un plan que tenía desde
hace tiempo. La golpeó violentamente contra la pared, ahí fue a cuando le
fracturó el cráneo y la mató al instante.
Luego simuló el secuestro por miedo a que lo descubrieran, él
mismo con una letra muy parecida a la de su madre, escribió la nota de
rescate. Al cerrar el caso el joven ya era mayor de edad por lo que
pudieron arrestarlo y darle veinte años de prisión.

53
Una buena y una
mala

Pérez, Martina y Lezcano, Ivana

Con mi familia nos mudamos a otra ciudad, jamás pensé que


quedaría sola y menos aparecer en un periódico. Tengo una hermana
gemela, mi madre falleció y vivimos con nuestro padre. Entramos con mi
hermana al Liberty high school nos iba muy bien, al principio a las dos nos
atrajo un chico, Justin, quien se sentaba en el fondo del salón. Sin
embargo, al pasar el tiempo, me enamoré de Zack Milev, el mejor amigo
de Justin y el chico más lindo para mí. En ese momento no pensé que él
sentiría lo mismo.
Nos pusimos de novios y se lo conté a mi hermana, Halsey, quien
estaba feliz, pensé que era por mi relación, pero después me di cuenta que
era por ella, ya que le quedaba vía libre con Justin.
Pero a Justin no le cayó bien la noticia de nuestra relación, él
sentía atracción por mí.
Una noche normal, nos vimos con Zack, estuvimos un par de horas
juntos y luego nos despedimos con un beso, él tomó el camino de regreso
a su casa.
Al día siguiente, los padres de Zack, alarmados preguntaron dónde
había pasado la noche, ya que a la casa no había llegado, nadie sabía qué
había pasado con él, ni dónde podía estar.
Me dirigí hasta donde vivía Justin para preguntar si él sabía algo y
lo vi con mi hermana en una situación incómoda, al verlos sentí celos y
bronca.
Me alejé de ambos, pero Justin se acercó a mi para confesarme lo
del asesinato, que según su versión lo había cometido mi gemela. Quien se
había convertido en un ser monstruoso, no solo lo había matado a Zack
sino a otros compañeros de la clase.
54
Justin me confesó todo, su amor por mi, además me mostró
pruebas que la comprometían a Halsey. Realmente se había convertido en
una asesina en serie. Yo no tuve otra opción que escribir todo lo ocurrido,
para que quedara testimonio.
Pensé que todo había terminado ahí pero hubo muchos asesinatos
más y todo apuntaba a que la culpable era mi gemela. Decidí que tenía
que hacer algo, eso no podía seguir así, entonces la enfrenté después de
tantos meses, en el fondo yo sabía por qué ella cometía esas atrocidades.
Cuando la vi le dije que no valía la pena que ella se convirtiera en
el mismo monstruo que era nuestro padre, ya que desde niñas había
abusado de nosotras y de nuestra madre. Ese dolor la llevó a ser lo que
era. Yo no tuve otra opción, a pesar del sufrimiento tuve que entregarla a
la policía, mi padre también fue preso. Justin y yo seguimos en tratamiento
psicológico y ayudamos a mi hermana a que también pueda borrar su
pasado.

55
Índice

Agradecimientos ……………………………………………………………………………….…… 4
Prólogo …………………………………………………………………………………………….……. 6

Brianna - Córdova Villalba, Tatiana Abigail ……………………………….………….. 8


De comerciante a detective - Bravo, Mauricio y Duarte, Fabricio……….... 10
Del amor al odio - Mocca, Brisa…………………………………………………………..… 12
Las gemelas silenciosas - Martínez, Ludmila y Juárez, Carla…………..…… 14
El verdadero ser – Ibañez Sasovsky, Juan Cruz………………………………….…... 16
Pueblo chico, infierno grande - Nalda, Yamila.…………………………………..…. 22
Deep web - Sosa, Tomás…………………………………………………………………….…. 24
La pasión de matar - Landriel, Leila………………………………………………….….. 27
Los crímenes - Acosta, Lautaro…………………………………………………………..…. 30
El delito de Edgar - Mansilla, Mailén………………………………………………….... 32
Clase asesina - Chowojewki, Alexander; Benitez, Alejandro y Luna, Lautaro ……34
El caso Wallace - Nat, Lía……………………………………………………………………... 36
El asesino del bisturí - Contrera, Pablo y Krizovek, Lautaro…………………… 39
Pescando un cadáver - Sinchesem, Kevin ……………………………………………… 41
La manzana asesina - Villarreal, Luis y Calviño, Tomás …………………….….. 43
El asesino enmascarado - Alzogaray, Antonio …………………………………….… 45
Misterio en el bosque - Herrera, Facundo y Cabrera, Erick ……………….…. 47
El abogado y el ladrón - Vallejos, Daniela ……………………………………………. 48
La sorpresa inesperada - Pons, Brisa Belén ………………………………………….. 49
Matar por envidia - Ledesma, Melanie ………………………………………….……… 50
Una buena y una mala - Pérez, Martina y Lezcano, Ivana ……………….……. 52

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Impreso en las Breñas – Chaco
Octubre 2018
BP 304 “Matías Gutiérrez”

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