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LA INSEGURIDAD SOCIAL ¿QUE ES ESTAR PROTEGIDO?

Castel Robert, (2008) “La inseguridad social ¿Qué es estar protegido?” Editorial Manantial.
Buenos Aires- Argentina
Las sociedades modernas equipadas con todo tipo de bienes materiales y protecciones
son aquellas en donde el sentimiento de inseguridad no sólo es moneda corriente, sino que
atraviesa todos los estratos sociales; la inseguridad moderna no sería la ausencia de
protecciones o medios sino todo lo contrario, una obsesiva manía vinculada a la búsqueda
incesante de seguridad en un mundo social interrelacionado. Esa propia búsqueda frenética
en sí es la que genera el constante sentimiento de inseguridad.
En este sentido, no toda sensación sobre la inseguridad es un peligro real, en otros
términos, estar protegido sugiere el autor implica estar amenazado; a medida que la
sociedad va alcanzando nuevas metas en materia, otras nuevas surgen dando origen a
riesgos que no habían sido tenidos en cuenta. La inseguridad social se puede ver también de
manera en que aquellos grupos que no están de acuerdo con los objetivos políticos generan
miedos a la sociedad filtrando información que no debe ser dada al público, podemos decir
y a lo largo de la historia lo conocemos como terrorismo que se le ha otorgado a las
famosas guerrillas, grupos armados en contra de la política que gobierna.
Pero el estado no se queda atrás también el genera miedo y obliga a seguir sus ideales
para su bienestar, el poder político tiene el control del país y a su vez así mismo se cuida
llegando a desaparecer personas, amenazando a quienes vayan en contra de los objetivos
políticos y es allí donde surge el terrorismo de estado, pero la inseguridad social no es solo
hablar del miedo que generan a la social, también se genera inseguridad social en la
propiedad privada, la pobreza, el trabajo, la vejes, los accidentes.
La propiedad es la base de recursos a partir de la cual un individuo puede existir por sí
mismo. Es la propiedad la que garantiza la seguridad frente a las contingencias de la
existencia, la enfermedad, el accidente, la miseria de quien no puede seguir trabajando.
Se convierte en un problema el hecho de poder obtener un trabajo, se mantiene un juicio
sobre las personas jóvenes y las adultas ,aquellas que tienen experiencia y más capacidades
para ello se ha convertido en mas uso el contratar personas mayores, despreciando a los
jóvenes por querer adquirir esa experiencia y conocimiento laboral, otro punto a ver se
juzga también la existencia de que una persona venga de aldeas o comunas donde se torna
loa delincuencia o actos delictivos esto también influye mucho a la hora de buscar un
trabajo
El ciudadano propietario puede y tiene a su disposición todos los recursos legales del
estado, el ciudadano recurre excesivamente a la protección del Estado y éste a su vez se
acomoda a sus procedimientos; hecho que resulta de una condición aún mayor. Como si,
advierte Hobbes, la seguridad total viene acompañada de la total falta de garantías y
libertades. La constante frustración que sienten los individuos en cuanto a este creciente
sentimiento de “estar protegidos” y las carencias de un Estado cada vez menos presente,
sugiere la idea de una economía del miedo o mejor dicho una economía de la protección
como acertadamente ha sugerido Castel.
El sentido de propiedad afecta, la condición social. No tener trabajo, caer en la
enfermedad no sólo representan para el sujeto una desgracia personal, sino además un
retroceso en su nivel de estrato por cuanto no puede valerse por sus propios medios. La
inseguridad social en aquellos que no tienen accesos a los materiales básicos es constante, y
hace sus existencias una lucha constante por la supervivencia.
La problemática del riesgo, mejor tratada en el capítulo cuarto, nos recuerda se ha
instalado a la sociedad un nuevo problema con respecto a la inseguridad; un aumento de
incertidumbre y una especie de malestar; en otras palabras, hablamos no de inseguridad en
sí misma sino de una “problemática del riesgo” o una percepción de que ninguna solución
es suficiente.
En efecto, escribe Castel (2008) la imprevisibilidad de la mayor parte de nuevos riesgos,
la gravedad y el carácter irreversible de sus consecuencias, hacen que la mejor prevención
consista a menudo en anticipar lo peor y en tomar medidas para evitar que eso advenga, aun
cuando sea muy aleatorio. Consiste en destruir, por ejemplo, todo un rebaño de ganado ante
la incertidumbre de que haya habido contaminación, al precio de consecuencias económicas
y sociales desproporcionadas en relación con el riesgo real (pág. 78). En palabras del propio
autor, las sociedades modernas se encuentran viviendo un aumento del riesgo en donde no
existe una solución que aniquile el factor de ansiedad y a la vez que aumenta la demanda de
protección, disminuye la posibilidad de estar protegido.
El aumento de los diferentes seguros que venden seguridad y otorgan una supuesta
protección. El sujeto queda así expuesto a asegurarse así mismo en un mercado
competitivo, mientras que el Estado se tornó su principal proveedor de protecciones.
Cuando estas protecciones se quiebran, este individuo se vuelve a la vez frágil y exigente,
porque está habituado a la seguridad y consumido por el miedo a perderla. La falta de un
Estado omnipresente y omnipotente en materia de seguridad obliga a los ciudadanos a
construirse sus propios mecanismos de protección. Es cierto, que la modernidad ha
despojado tanto al Estado como a Dios de su omnipotencia natural en el punto en que ya no
se escucha tanto como antes la frase “que Dios lo proteja”. A diferencia de sus ancestros
quienes luchaban día a día por su subsistencia, el hombre moderno se encuentra
consternado por una búsqueda de seguridad que nunca satisface plenamente.
En el ultimo capitulo se cierra en la idea de como combatir la inseguridad social dando
lugar a una protección social castel (2008) como establece el modelo de Francia a lo que
llaman seguridad social (seguro de enfermedad, invalidez, accidentes de trabajo, vejez,
desempleo, subsidios familiares y ayuda social). (pag.88). significaría que estar protegido
es estar provisto al mínimo de los recursos necesarios para sobrevivir en una sociedad, el
individuo necesita de protecciones precisamente porque como individuo no dispone de si
solo de recursos necesarios para asegurar su independencia, por consiguiente se tiene el
derecho para participar en la propiedad social, el derecho a llevar una vida decente, recibir
atención médica, tener vivienda, porque algo co0mo los derechos no se negocian, se
respetan son esfuerzos que se deben organizar a la protección social.
Otro punto en el que nos concentramos es en la seguridad al trabajo, si bien el trabajo no
ha perdido su importancia ha perdido muchas consistencia en su poder protector, habría que
explorar la búsqueda de nuevos derechos capaces de dar seguridad a situaciones aleatorias,
en la actualidad las garantías laborales son las que están sujetas a beneficiar al trabajador
pero que están vinculadas a la permanencia del empleo, se busca crear una formación para
instaurar un verdadero derecho a la formación de los trabajadores que los dotaría en su
recorrido laboral, de manera que si el trabajador se mantiene de forma más estable en el
trabajo se puedan extender los beneficios aunque también influye el estatus profesional para
una mejor condición.

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