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“La terrible visión del mundo exterior que aquí mostramos es la que todo virya perdido debe de

algún modo vislumbrar. Si así no ocurre, si el virya cree que el Universo material no es
intrínsecamente malo, o tiene fe en que algún día se erradicará el mal del mundo, que acabará la
pobreza y el hombre será feliz, ello es señal de que el velo que cubre sus ojos es demasiado opaco:
velo poético, velo del Engaño, velo de Maya, lo denomina la Sabiduría Hiperbórea. Con semejante
velo, lo afirmamos enfáticamente, no será posible que el virya se oriente hacia el selbst: antes se
perderá irremediablemente en el Terrible Secreto de Maya. Pero si el virya comprende lo que aquí
decimos, y lo intuye cierto, entonces podrá continuar profundizando en la esencia del Engaño,
procurando liberarse de su integración a la cultura exterior y preparándose para plantear el desafío
del Retorno al Origen, el cual será efectuado en el kairos justo, cuando lo indique el honor de su
voluntad graciosa.

Finalmente, y esto debe verse claramente, el estado actual del virya perdido es el siguiente:

En lo interno: posee un “Yo perdido” sumido en el sujeto consciente, es decir, casi


permanentemente temporalizado. Sin embargo es capaz de intuir fugazmente al Espíritu, a su
eternidad, a su infinitud…. y desea alcanzarlo, más, sin saber hacia dónde hay que buscar. Ignora,
por supuesto, que la búsqueda del Espíritu, que debe comenzar por el selbst o foco de reflexión
gnóstica, solo puede emprenderse con éxito si se parte de una hostilidad esencial; y lo ignora porque
la Estrategia sinárquica y la cultura judaica le han convencido que nada hay más opuesto al Espíritu
que la hostilidad o cualquier otra forma de enemistad o contrariedad hacia la Obra de Dios, vale
decir, hacia el demencial y nefasto Universo del Demiurgo. Por eso, por tal esencial engaño, el virya
no encuentra habitualmente al Espíritu, ya que en lugar de buscar a un Dios, que eso es su Espíritu
Hiperbóreo, se entrega a perseguir una caricatura con muletas, la vil ilusión de un espiritucillo dulce
y asexuado que declama cánticos sagrados en torno del Trono de Jehová. Esta repugnante criatura
espiritual es la que algunos viryas perdidos, y otros mentecatos, creen ser o quisieran ser algún día,
después de la muerte, o el Día del Juicio Final‖, etc., Habrá que convencer a los viryas, pues, que el
Espíritu Hiperbóreo pertenece a una raza guerrera y que la hostilidad hacia el mundo material es la
principal cualidad de su esencia.

En lo externo: el virya perdido se halla habitualmente integrado en la superestructura del hecho


familiar y participando activamente en hechos culturales de distinta clase. Su estado actual externo
depende, pues, de acuerdo a un riguroso balance kármico del proceso de los Arquetipos psicoideos
que animan las superestructuras. Pero de tales Arquetipos psicoideos, que lo mantienen sujeto a
las superestructuras que ellos sostienen como contexto del mundo exterior, el virya perdido es
ignorante, está como en un sueño, es decir, está dormido para esas realidades metafísicas. Y para
colmo de males, el sentido que él expresa en el mundo, sentido puesto en los entes con la fuerza
del dolor, es la luz que ilumina la Conciencia del Demiurgo: luz, energía, fuerza externa, que es
también amor, odio, sufrimiento, dolor interno, imprescindibles para que El experimente el placer
del Creador, el goce que proporciona el descubrimiento posterior de la Obra. El virya perdido, aquí
en nada distinto del pasú es quien valora y valoriza la obra del Demiurgo, quien pone nuevo sentido
en los entes del mundo al proyectar objetos culturales y construir culturas exteriores; tal actitud
representa el Bien y constituye una dirección, un rumbo moral, hacia el que apunta la evolución:
con el derrotero señalado por el dolor humano, que es una intención subyacente en el sentido, la
Historia progresa hacia la entelequia del Plan cósmico, hacia el Pralaya, hacia la perfección final de
los Arquetipos que fue propuesta por el Demiurgo al comienzo del manvantara.

El estado actual del virya perdido, su situación real, nos muestra que “el despertar”, es decir, el
paso previo al desencadenamiento espiritual, es una tarea externa e interna, un movimiento
estratégico de gran precisión, un salto dado con absoluta seguridad en el kairos justo. El despertar,
así descripto, es idéntico al acto de guerra individual del virya; un golpe de valor supremo que podrá
descargar sobre el Enemigo todo aquél que comprenda, y siga, la vía de la oposición estratégica
explicada en este libro de Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea.”

"Vamos a responder ahora la pregunta sobre el incipiente linaje hiperbóreo que posee un virya
despierto empleando conceptos de la Sabiduría Hiperbóreo. El linaje hiperbóreo no reconoce
TYPOS. Sin embargo, análogamente al caso del linaje familiar, existe una TENDENCIA en el virya que
lo impulsa hacia una REALIZACIÓN. Esta TENDENCIA emerge de la sangre pura, de la Minne, y la
REALIZACIÓN hacia la que apunta se obtiene por un camino inverso, marchando para atrás,
buscando el origen hiperbóreo del Espíritu. No hay aquí, como en el caso de Pedro Pérez, un llegar
a ser algo determinado, la conformación de un TYPO; por el contrario, en el camino inverso, ocurre
la DISOLUCIÓN DE TODO TYPO culminando el proceso en una súbita INDETERMINACIÓN
ONTOLÓGICA. Marchando por el sendero inverso del retorno se accede FINALMENTE a un estado
INCREADO que sólo puede calificarse como de POSIBILIDAD PURA. Es la REALIZACIÓN DE LA
TENDENCIA hiperbórea (Minne) de la sangre pura que se llama Espíritu o Vril. Esta REALIZACIÓN
implica la MUTACIÓN definitiva del virya despierto en Siddha inmortal y su LIBERACIÓN del orden
material que rige la creación. El espíritu o Vril es INDESCRIPTIBLE y es prudente referirse a él como
POSIBILIDAD PURA. Sin embargo el único concepto de EXISTENCIA que posee la Sabiduría
Hiperbórea corresponde al Vril. Es decir que nada espiritual tiene existencia fuera del Vril y que
todos los estados psíquicos intermedios deben ser reputados como ilusorios. Nada existe fuera
del Vril porque obtener el Vril es ESTAR FUERA DE TODO. Y "TODO" es el Universo del Uno, del
Demiurgo ordenador de la materia cuya existencia TODO lo impregna y cuya voluntad SOPORTA las
cosas del mundo concreto.”

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