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Naturaleza del currículo y su importancia en el proceso educativo

La teoría y su práctica pedagógica aparecen fundamentadas por disciplinas


humanísticas como la epistemología de la educación, la filosofía, la antropología,
la psicología y la sociología en la medida en que en cada período histórico de la
humanidad se ha reflexionado sobre la concepción del ser humano, su razón de
ser, la construcción de humanidad y la forma cómo lograrlo. En esta perspectiva el
currículo surge como la guía para que la educación logre construir sus objetivos
de perfección del ser humano y de sus relaciones sociales, económicas,
productivas, culturales y académicas.

El significado del currículo ha evolucionado a través de la historia de acuerdo con


el concepto de educación y de enseñanza- aprendizaje que se maneje.
Comúnmente se ha entendido por currículo la asignatura con sus temas, la
intensidad horaria, los objetivos, la metodología etc. Pero esta definición es muy
limitada, por lo cual es necesario revisar lo que diferentes autores han aportado al
respecto.

De acuerdo con la investigación de Alice Miel (1976), según Caswell, por currículo
se entiende “no el programa de estudio sino las experiencias que los niños logran
bajo las orientaciones de la escuela”; para Caswell, significa “todas las
oportunidades de aprendizaje proporcionadas por la escuela”.

Según Scriven, citado por Ahmann (1975), el currículo responde a “los


instrumentos educacionales o sea los procesos, el personal, los procedimientos y
otros semejantes que operan cuando la educación formal tiene lugar”. Kerr (1968)
manifiesta que el currículo es el aprendizaje planeado y guiado por la escuela,
tanto grupal como individualmente, dentro o fuera de ella. Stenhouse (1984)
define el currículo como un proceso educativo, un curso de acción que desarrolla
el docente con sus estudiantes, una pauta viva de ordenamiento de la práctica de
la enseñanza, un objeto simbólico y significativo de acción para maestros y
alumnos que se encarnan en palabras, imágenes, sonido, juegos, una propuesta
educativa en sus principios y características esenciales, pero siempre abierta al
examen crítico y capaz de ser inscrita en la práctica; por último, encontramos a
Eisner (1987) quien estima que el currículo debe centrarse en el análisis de la
práctica y orientarse hacia la solución de problemas.

De otra parte, Alberto Martínez Bloom y otros en el libro Currículo y


Modernización: cuatro décadas de educación en Colombia (1994), señalan que el
campo del currículo es “un espacio de saber en donde se inscriben discursos
(teorías, modelos) procedimientos y técnicas para la organización, diseño,
programación, planificación y administración de la instrucción, bajo el principio de
la determinación previa de objetivos específicos planteados en términos de
comportamientos, habilidades y destrezas y con el propósito central de obtener un
aprendizaje efectivo”.

También conviene destacar la definición que propone el Ministerio de Educación


Nacional de Colombia sobre currículo “un conjunto estructurado de principios y
normas que orienta el proceso educativo mediante la formulación de objetivos;
determina las áreas de formación y los criterios para la organización de
actividades complementarias; establece la metodología y los criterios de
evaluación y fija las pautas para su aplicación y administración” .

A partir de las diversas definiciones, podemos destacar algunas características


que acentúan el hecho de que el currículo no es una normatividad externa
impuesta al centro educativo o un sistema organizado de lineamientos construidos
por expertos sin la participación de la comunidad educativa sin tener en cuenta los
hechos sociales en los contextos en los cuales las instituciones educativas se
encuentran inmersas; por el contrario debe ser un proceso de construcción
colectiva, en los que participen académicos, docentes, madres y padres de familia,
estudiantes, directivos docentes y no docentes que aporten desde sus miradas y
sentires a la formación de sujetos sociales autónomos, participativos y
comprometidos con su desarrollo humano y social.
Las características que integran los conceptos antes expuestos se pueden resumir
de la siguiente manera:

1.El currículo obedece al contexto de la enseñanza y del aprendizaje, es creado


en ambientes de aprendizaje que son correspondientes a los factores sociales,
económicos, políticos y culturales que deben ser incorporados en el itinerario de la
formación.

1.El currículo es una apuesta interdisciplinar en la que convergen las distintas


dimensiones del ser humano: cognoscitiva, artística, psicomotriz, actitudinal, ética
entre otras.

De los diseños curriculares

Michael Schiro citado por Magendzo , en 1978 realizó un estudio sobre las
ideologías dominantes que han tenido incidencia en el quehacer curricular:
Ideología académica, Ideología de la Eficiencia Social, Ideología Centrada en el
Niño-a e Ideología reconstructivista.

Desde la Ideología académica, el currículo tiene como centro el estudio, las


disciplinas como forma de educación para la vida, el desarrollo del intelecto y los
procesos cognitivos. Los contenidos curriculares giran en torno a los saberes
académicos expresados en asignaturas que integran los planes de estudio.

La corriente de Eficiencia Social sostiene que el eje central del proceso educativo
es que el sujeto niño-a y joven se convierta en un ser preparado para interactuar
adecuadamente en su entorno y aporte a la sociedad. Por tanto, los avances
culturales son posibles si se prepara a las personas para actuar de manera más
efectiva y eficiente; la formación paulatina “shapin” del estudiante en esta
concepción supone la capacitación de los comportamientos. Esta corriente de
pensamiento tiene relación con los diseños curriculares por competencias.

La Ideología centrada en el niño-a, coloca al estudiante como eje central del


currículo, de acuerdo con su crecimiento integral; los adultos que acompañan la
formación no pueden moldear sus sentires o significados de acuerdos con sus
experiencias. Esta línea de pensamiento hace parte de los diseños curriculares de
las necesidades e intereses individuales.

Uno de los principales exponentes de esta corriente, John Dewey parte de


considerar al ser humano como un ser social integrado por los impulsos, la acción;
no sólo racional o teórico sino práctico, como ser social que aporta a las
soluciones no desde la competencia, sino desde la ayuda mutua. En este sentido,
el propósito educativo conlleva a la formación de sujetos democráticos a partir de
la experiencia en escuelas democráticas.

Por último, la concepción Reconstruccionista Social, hace referencia a un currículo


capaz de incidir en la solución de los problemas que afectan a las sociedades. Las
y los educadores han de impulsar actos educativos, para que los estudiantes
colectivamente participen en la solución de problemáticas complejas como la
pobreza, la corrupción, el abuso sexual, entre otros. Esta ideología integra los
diseños curriculares basados en las funciones sociales.

A manera de recorrido Histórico Social del Currículo

Magendzo describe algunos ejemplos significativos de la historia de la


humanidad, períodos en los cuales las repúblicas, los estados nacionales y las
distintas líneas de pensamientos tienen influencia en los procesos educativos.

Con relación a la República de Platón y posteriormente Aristóteles, la educación


estaba estratificada de acuerdo con los “apetitos, el temple, el valor del espíritu, y
en unos pocos, el intelecto y la razón”. Esta concepción de la educación como
pilar del liderazgo de la sociedad jerarquizaba el currículo diferenciado para formar
a unos en humanidades y arte, a otros para el trabajo y a otros para las ciencias.

De otra parte, en los siglos XVI y XVII, con las revoluciones científicas, sociales y
políticas, la educación se separa de sus funciones escolásticas y avanza hacia la
construcción de pensadores y pedagogos.
Con Rousseau surge la educación como parte integral de las reformas sociales, la
educación como fundamento de la transformación social; su postura educativa
recogida en sus obras como Emilio, Contrato Social y Consideraciones sobre el
gobierno de Polonia han sido textos de lecturas de las y los estudiantes de
América Latina y el fundamento de movimientos sociales preocupados por el rol
del Estado.

Para Dewey, la educación es un medio y un fin para la construcción de la


democracia. Sostiene que el objetivo central es “la formación de hábitos, modos
de ser, pensamientos y sentimientos claves en las sociedades democráticas”. Con
él la educación y la democracia tienen una relación directa, y han de ser
reflexionadas desde las prácticas pedagógicas.

En América Latina, en la década del cuarenta se plantea que la educación es un


vehículo para el cambio social, lo cual exige que los estados cumplan el derecho a
la educación, prevalente en las constituciones de todos los países
latinoamericanos.

En este sentido, es el Estado quien lidera el diseño curricular, controla y supervisa


los valores ciudadanos desde las ideologías dominantes, en las cuales los y las
docentes se convierten en reproductores del sistema; muchas veces los mensajes
ocultos son enseñados de manera mecánica sin ninguna crítica a las y los
estudiantes, lo cual algunos denominan “currículo oculto”.

El rol de Estado benefactor y responsable de la educación de las y los ciudadanos


ha cambiado a unas nuevas lógicas desde las ideologías neoliberales para
descentralizar la educación a fin de que sea la sociedad civil u otros organismos
los que asuman el liderazgo de la educación y del currículo, teniendo en cuenta
los desafíos de fenómenos como la globalización y la moderna ciudadanía.

Ahora bien, en el caso colombiano a mediados del siglo XX, se dio inicio a
reformas educativas con el fin de dar respuestas a las problemáticas de atraso
económico y social de la población. Para hacer referencia a estos momentos
históricos, se señalan cuatro períodos que permitan la comprensión de la historia
de la educación en el país.

Desde finales de la década del 50 se inicia un proceso de generalización de la


educación primaria gratuita y obligatoria en todos los países del tercer mundo, los
recién creados estados republicanos vieron en la enseñanza elemental el
instrumento mas adecuado para la formación de los nuevos ciudadanos con la
intención de lograr la deseada consolidación nacional. La educación fundamental
tendrá como instrumento privilegiado para su despliegue social e implementación
los planes de estudio elaborados de manera sistemática siguiendo un conjunto de
técnicas de programación y de planificación.

Entre 1950- 1960, de acuerdo con Martínez Boom (1994), la educación


colombiana (y muy seguramente la educación latinoamericana) encuentran en la
estructuración de planes y programas de estudio el núcleo de sus preocupaciones.
Aunque en la primera mitad del siglo se hablaba de los planes y programas, éstos
no eran el eje de la reflexión y organización de la educación y la enseñanza.

Desde un modelo sustentado en saberes como la psicología infantil, la


sicopatología, la higiene, la medicina escolar, entre otros, un conjunto de
instituciones como las granjas, restaurantes escolares, la Cruz Roja infantil, las
colonias de vacaciones, pasarían progresivamente a un modelo diferente, cuyo
propósito más general se centró en la escolarización y curricularización masiva de
la población en la perspectiva de lograr las metas planteadas por la nueva
estrategia de desarrollo, modelo basado a su vez en saberes como la
planificación, la administración, economía, tecnología instruccional y educativa.

El currículoes un hecho reciente en la historia educativa del país y aparece ligada


a los discursos y prácticas sobre el “desarrollo” y la “planificación” provenientes de
los llamados países industrializados (principalmente de EE.UU.) a través del
taylorismo (organización científica del trabajo), el “managment” y los procesos de
“training” de origen anglosajón.
Entre los años 1960-1970, el Planeamiento Integral y Tecnología Instruccional
cobran vigencia. “El Planeamiento Integral de la educación fue el mecanismo
seleccionado por la Carta de Punta del Este (1961) para lograr las metas del
desarrollo en América Latina. Aquel se encontraba inscrito dentro de las
concepcionesprácticas de planeamiento social encaminadas a “disciplinar en
mayor o menor grado las fuerzas económicas”” , de allí la importancia concedida
a la evaluación constante.

“El Planteamiento Integral de la educación es un proceso continuo y sistemático


en el cual se aplican y coordinan los métodos de investigación social, los principios
y las técnicas de educación, de la administración, de la economía y de las
finanzas, con la participación y el apoyo de la opinión pública a fin de garantizar
una educación adecuada a la población, con metas y en etapas bien
determinadas, facilitando a cada individuo la realización de sus potencialidades y
su contribución más eficaz al desarrollo social, cultural y económico del país” .

En los años 70, se realizan seminarios y proyectos en torno al tema de Tecnología


Educativa. A pesar del uso indiscriminado de los términos tecnología educativa y
tecnología instruccional durante el período 1968- 1975, podría afirmarse que, en
tanto la preocupación del momento estuvo centrada en los procesos de
enseñanza- aprendizaje, y por ello, en el diseño de instrucción y evaluación del
aprendizaje, la tecnología instruccional fue el distintivo por estos años.

La tecnología instruccional estuvo caracterizada por: a) Introducción del enfoque


sistémico para llevar a cabo el diseño, implantación, conducción y evaluación del
proceso de instrucción; b) Establecimiento de una estrecha relación entre objetivos
en términos de conducta y análisis de tareas, como etapa básica en el diseño de
instrucción; c) El objeto de la tecnología instruccional es el aprendizaje y la
instrucción, denominado también proceso de enseñanza- aprendizaje, cuyo punto
de referencia constante se basó en el denominado conductismo cognitivo de
Gagné; d) Su objetivo es transformar la conducta de los alumnos por medio del
aprendizaje, para ello la programación de la instrucción involucra la evaluación
como un elemento esencial, a manera de revisión, medición y control permanente
del proceso y los resultados esperados.

En la Década 1970-1980, la Tecnología Educativa y Renovación Curricular (1975-


1984) son impulsadas en el país. “La implantación, a gran escala, de la tecnología
educativa propiamente dicha se inicia en 1975 cuando se elabora el Programa de
Mejoramiento Cualitativo de la Educación, que sirvió de base para la
reorganización del M.E.N en 1976, la organización del Sistema Educativo Nacional
(Decreto 088) y la Reforma Curricular de 1978 (Decreto 1419). Este proceso,
según Martínez (1994) se extiende hasta 1984 (fecha de expedición de los
llamados “programas curriculares”)” .

Los elementos distintivos de la tecnología educativa, en sus consideraciones


generales, es definida como un proceso sistemático y razonado de análisis y
solución de problemas educativos. Cabe anotar que en esta concepción amplia de
tecnología educativa, el papel nucleador se encuentra en la transferencia al campo
educativo de un “producto tecnológico”: el enfoque de sistemas y sus instrumentos
de acción.

La tecnología educativa opera en todos los niveles del sistema educativo, pero
especialmente en aquellos problemas educativos de orden macro, es decir,
aquellos en donde la tecnología educativa se convierte en “una herramienta eficaz
para ayudar a establecer los objetivos que debe cumplir una reforma de la
educación” .

Los problemas educativos son complejos, pueden estar referidos al maestro-a, al


proceso de enseñanza- aprendizaje o a otros relacionados con la necesidad de
configurar y fortalecer el sistema educativo. La clave para la solución de estos
problemas, como lo anota Velilla, se veía en el análisis de sistemas, enfoque
“utilizado para planificar y diseñar soluciones para cualquier tipo de tarea
completa” . Como puede afirmarse, el componente tecnológico de la tecnología
educativa se encuentra en la adopción de un determinado modo de pensar ante
los eventos que tocan a la educación, traducidos en formas específicas de
metodologías, estrategias, técnicas y procedimientos.

Entre los años 1980- 1990, a pesar de la oposición de importantes sectores


intelectuales del Movimiento Pedagógico, el Modelo Curricular sigue vigente en
esta década. Con el gobierno de César Gaviria (1990-1994) se da inicio, a la luz
del nuevo orden mundial a la Apertura Económica, la cual introdujo una serie de
medidas económicas impositivas que afectó a gran parte de la población
especialmente a los medianos y pequeños productores. En la educación, también
se creó el Programa de Apertura Educativa (PAE).

El PAE (elaborado según el modelo neoliberal de desarrollo, y de acuerdo con el


Banco Mundial), buscaba abarcar las cuatro dimensiones: aspectos
administrativos, financieros, de cobertura y de calidad. En materia administrativa
tiende a la desconcentración de funciones mediante la municipalización que
significa descargar al Estado de la responsabilidad de los costos de la educación
para que sean asumidos por los municipios, proceso en marcha desde 1989 con
las leyes 24 y 29. En el campo de la financiación, se ha acentuado el desmonte de
la participación estatal, mediante el proceso de desconcentración de funciones y
con la creciente privatización del sector. En cuanto a la cobertura, se han
fortalecido acciones de expansión en función del logro de una cobertura total
(zonas de agudización de conflictos) y con respecto a la calidad, se ha trabajado
en torno del aumento de la eficacia interna del sistema y la disminución de tasas
de deserción y repitencia escolar.

Desde 1990 con la Apertura Económica, en Colombia empieza un proceso de


“Globalización” en todos los campos, y la educación no se queda por fuera. Por
ello, se inicia en las instituciones técnicas especialmente en el SENA, un nuevo
proceso de desarrollo curricular basado en competencias que poco a poco ha ido
llegando a las demás instituciones educativas de orden superior o de educación
básica.
El Ministerio de Educación Nacional también introdujo en su currículo académico,
el modelo basado en competencias. Se habla de competencias básicas o
generales (capacidades para el desempeño en el mundo de la vida y del trabajo,
las cuales les permiten comprender, argumentar y resolver problemas
tecnológicos, sociales y ambientales). Estas competencias se asocian con el nivel
de exigencia en el ámbito social o laboral; competencias transversales o genéricas
(comportamientos asociados con desempeños laborales comunes a diversas
ocupaciones y ramas de la actividad productiva como: planear, programar, generar
información etc. Puede darse por la similitud en procesos o por el uso de un
lenguaje tecnológico común) y competencias específicas (posibilita desempeños y
comportamientos asociados a conocimientos de índole técnico, vinculados a una
determinada función productiva).

Este modelo basado en competencias tiene como propósito central formar


personas con conocimientos, habilidades, destrezas y valores relevantes y
pertinentes al desempeño laboral y se centra en desarrollar aquellos elementos
que le hacen falta para ser una persona competente . Se sustenta en
procedimientos de enseñanza- aprendizaje y evaluación, orientados a la obtención
de resultados observables del desempeño; su estructura curricular se construye a
partir de las Unidades de Competencia Laboral las cuales son concertadas en la
Mesa Sectorial por empresarios, trabajadores y especialistas en el sector
ocupacional.

De otra parte, Keimis citado por Magendzo relaciona los intereses presentes en
las distintas concepciones curriculares para entender lo social y lo cultural en la
educación y la escolarización. Este autor platea la teoría técnica del currículo y la
teoría crítica del currículo.

Al referirse a la Teoría Técnica, el currículo se orienta a la identificación de las


necesidades educativas y curriculares por parte de la comunidad, las cuales
integrarían el contexto del currículo. En contravía con esta línea, la Teoría Crítica
de currículo considera que las estructuras sociales son creadas por estructuras
inequitativas e irracionales que coaccionan las interpretaciones que se hacen del
mundo, de ahí que, el currículo desde este espectro teórico, asuma el análisis de
los procesos sociales desde la comprensión de las múltiples realidades y desde el
punto de vista de cada sujeto.

Tendencias contemporáneas del currículo y su importancia en la educación

Algunas de las tendencias actuales del currículo se sitúan en la calidad de la


educación para todas y todos, la descentralización curricular, la formación de
sujetos democráticos, la definición del núcleo curricular, las revoluciones científico-
técnicas y la gestión del currículo. Con ello, la calidad de la educación con equidad
está en concordancia con los cambios de la cultura escolar, junto con la formación
de sujetos reconocidos en su participación dentro del proceso educativo que se
vincula de manera activa, crítica y constructiva n la sociedad.

La descentralización curricular parte de las decisiones que se toman desde


distintos niveles para la elaboración de los currículos; el nivel de decisión del
sistema educativo recae sobre los ministerios, comisiones de especialistas y
expertos del orden nacional; otro nivel corresponde al institucional con los
directivos docentes, concejos de profesores y equipos técnicos pedagógicos del
orden regional; y en las instituciones educativas, las decisiones internas de la
comunidad educativa para los proyectos, identidad institucional, iniciativas
pedagógicas y gestión educativa.

La formación de un sujeto democrático parte del reconocimiento del o la alumna


de cómo aprende, así como de sus referentes de vida y cómo la escuela crea una
cultura democrática desde la apertura de la participación, los contenidos y las
prácticas pedagógicas.

La definición del núcleo curricular hace referencia a las áreas especificas para la
formación de estudiantes, es decir, aquellas experiencias que son vitales para la
formación “necesidades de aprendizaje”, algunas de las cuales son determinadas
como básicas -las que requiere aprender una persona aunque no continúe
educándose- y otras que se relacionan con los temas relevantes de la sociedad.
La revolución científica y tecnológica obedece a los cambios en las tecnologías,
las telecomunicaciones, la internacionalización de los mercados y otros
fenómenos económicos que demarcan retos para la educación. La gestión del
currículo desde la reflexión política, pedagógica y de organización, coloca a la
escuela ante la flexibilidad curricular para la puesta en marcha de innovaciones y
de integración de los distintos estamentos que integran la comunidad educativa.
¿Por qué es importante el curriculum?

A lo largo del tiempo, la educacion se ha tenido que enfrentar a varios retos,


siendo el principal reto, cumplir y llevar a cabo un buen proceso de enseñanza
aprendizaje, con el fin de mejorar las necesidades de la sociedad, es por ello que
el currículum, ha sido una herramienta esencial en varios contextos, pero ha sido
de mucha ayuda principalmente en el contexto educativo. Es de suma importancia
ya que permite planear adecuadamente todos los aspectos que implican o
intervienen en el proceso de enseñanza aprendizaje, con el fin de mejorar dicho
proceso pues cada acción es elegida y realizada en razón de que venga o pueda
ser justificada, por su coherencia con los principios de procedimiento.

La importancia del currículum no solo se basa en mostrar una posible respuesta


de lo que uno quiere lograr en el ámbito educativo, sino que también ayuda a crear
un ambiente libre, sencillo y sobre todo de apoyo para quienes lo llevan a cabo, es
decir, es aplicable tanto para los maestros como para los alumnos, debido a que
es una guía que apoya a tener una visión de las perspectivas a lograr (objetivos).

Asi mismo hay que destacar que es importante que para que este proceso se dé
de manera satisfactoria es necesario tomar en cuenta que el curriculum cuenta
con cuatro aspectos muy importantes, que serviran para ayudar a fortalecer el
proceso de enseñanza aprendizaje; estos aspectos son:

* Elabroar

* Instrumentar

* Aplicar

*Evaluar
Cada uno de estos aspectos son importantes, puesto que si alguno falta, el
curriculum ya no llevará su esencial importancia, que es verificar, guiar, preveer,
organizar, procurar que el proceso de enseñanza aprendizaje se este dando de la
manera mas satisfactoria tanto para los docentes como para los alumnos, y asi
mismo ir moldeando paso a paso todos aquellos aspectos que no encajan de
manera adecuada, o asu vez tendra que ir armando un rompecabezas hasta saber
cual es la pieza que encaja de la mejor manera.

Por tal motivo el Currículum es importante para la practica docente, porque ayuda
al docente a manejar de manera mas fortuita su papel como guia de la enseñanza
dentro o fuera de un salón de clases, para que asi se pueda manejar un proceso
bidireccional que permita al educando crecer de una manera integral, es decir que
cubra todos los aspectos importantes de su desarrollo.
TEORÍA CURRICULAR

A continuación se presentan las definiciones de mayor relevancia para la


comprensión del currículo, los cuáles abarcan su definición, tipos de currículo; así
como las distintas fuentes de las cuales emanan cada uno de sus elementos que
permiten la integración de un currículo formal.

CONCEPCIONES

El término currículo es entendido como un medio para hacer aplicable


escribiendo1el que hacer de una institución educativa y para transmitir el
conocimiento, con el fin de formar personas que respondan a demandas de la
sociedad, que contribuyan al mejoramiento y al cambio de la misma. Cabe
mencionar que el impacto del currículo no solo se hace evidente en los educandos
sino también en los docentes, en general en toda la comunidad educativa.

Ahora bien, para que fuera definido el término currículo surgieron algunas
interrogantes como: ¿Qué papel juega el currículo en las actividades educativas?,
¿Qué elementos incluye?, ¿Qué es el currículum?. Las cuales son difíciles de
contestar, debido a las variadas concepciones que existen, aunque se puede
reconocer que en la mayoría de los autores recaen en la idea de que es una
planificación en cuanto a previsión anticipada. Pero su polisemia abarca desde un
diseño global de metas educativas, hasta la totalidad de acontecimientos
escolares y extraescolares a los que se ven sometidos los alumnos dentro del
proceso educativo. Dependiendo de la institución o el especialista se definirá este
concepto.

De currículo se está hablando más precisamente desde comienzos del siglo XX y


se puede notar que su concepción ha ido cambiando y evolucionando a medida
que han surgido nuevas propuestas educativas, es así como en épocas pasadas
se escuchaba hablar de un currículo creado por personas ajenas a la institución
educativa, currículos que eran diseñados por agentes externos que podrían no ser
conscientes de las reales necesidades educativas de la comunidad en general.
Desde la década de los 50 se comienza a definir lo que es el currículum, y surgen
así algunos especialistas que empiezan a escribir a cerca del currículum, como
Ralph Tyler y su libro “Principios básicos del currículum”(1949), a partir de los
años 60s hubo mayor debate y teorización a cerca del campo curricular, entonces
surgieron algunas disyuntivas del currículum, como: ¿El currículum debe proponer
lo que se debe de enseñar, o lo que los alumnos deben de aprender?, ¿El
currículum es lo que se debe de enseñar o aprender o incluye el cómo, las
estrategias, métodos y procesos de enseñanza?, ¿El currículum es algo
especificado, delimitado y acabado que luego se aplica, o algo abierto que se
delimita en el proceso de aplicación?

Fue a partir de aquí cuando diferentes autores hicieron su clasificación del


concepto de currículum, como W. Pinar (1983), la cual divide el concepto en
tradicionalistas, empiristas y reconceptualistas; Margarita Panzsa (1990) , la cual
dividía el currículum como contenido de la enseñanza, como plan de instrucción,
como experiencia, como sistema, como disciplina; Cascante (1995), como
contenido este a su ves se divide en diferentes concepciones, tales como:
perenealista, esencialista, la estructura de las disciplinas y la vuelta a lo básico, el
currículo como plan de instrucción, como sistema tecnológico, como conjunto de
experiencias y como reconstrucción del conocimiento.

Como puede observarse el concepto de currículo no se puede clasificar dentro de


alguna de estas concepciones, puesto que su concepto es más amplio y, aunque
estos autores aportaron bastante para la definición del currículum, quedaría muy
limitado en alguna de éstas. Más bien es un conjunto de todas estas
clasificaciones.
El concepto de currículo supera la estructura y va mas allá de una simple guía o
programación, reúne unas características que lo hacen eficiente para las
necesidades de la comunidad educativa, una de ellas es la flexibilidad, ya que, el
currículo debe estar atento a todos los cambios que se dan en el sistema
educativo y en la sociedad, por lo tanto no debe ser algo rígido y eterno sino que
debe estar en permanente desarrollo y mejora; otra característica del currículo es
la interdisciplinariedad, la cual permitirá un pensamiento cooperativo y una
construcción colectiva del mismo, buscando integrar las diferentes disciplinas y
alcanzar la unidad en la diversidad; además, el currículo debe estar acorde y
responder al objetivo y a los principios de la institución educativa. J. Londoño
(2001)

Entonces, para que el concepto de currículum quede comprendido es necesario


mencionar a cerca de las diferentes funciones del currículum: la primera función es
explicitar el proyecto, esto es las intenciones y el plan de acción que presiden las
actividades escolares; debe de contener una guía para los encargados de
desarrollarlo, es decir, un instrumento útil para orientar la práctica pedagógica, y
para esto debe de tener en cuenta las condiciones reales en las que va a tener
que llevarse a cabo el proyecto, situándose en las intenciones, los principios, las
orientaciones generales y la práctica docente.

TIPOS DE CURRÍCULO

Ahora bien, siendo conscientes de lo amplio y diverso que es el currículo se hace


necesario curricula2abordarlo desde sus tipos, es decir, desde la diversidad
teórica sobre el currículo se pueden dar diferentes clasificaciones. Algunas de
ellas son: el currículo formal / oficial, operacional, oculto, nulo, extracurrículo,
modular y por asignaturas.

Según Arrieta y Meza (2000) se presentan los significados de cada uno del
currículum más utilizados por las instituciones educativas que son:
Currículum Oficial: Descrito en forma documental, a través de planes y
programas, materiales didácticos sugeridos, guías curriculares y los objetivos que
el sistema educativo vigente aspire alcanzar mediante la aplicación de esos
planes. La experiencia nos ha demostrado que el currículum oficial no es inflexible,
ya que en la puesta en práctica de lo planificado intervienen diversos elementos
humanos, materiales y circunstanciales que lo hacen dinámico, y por lo tanto,
sujeto a modificaciones valederas.

Currículum Operacional: Currículum incorporado en las prácticas y pruebas de


enseñanza reales; también denominado currículum pertinente (Arrieta y Meza:
2000), concebido como el resultado de la aplicabilidad y utilidad del currículum,
cuando se pasa de la teoría (como estudiantes universitarios) a la práctica (en el
desenvolvimiento como profesionales).

Currículum Oculto: Representado por las normas institucionales y valores no


reconocidos abiertamente por profesores y funcionarios escolares; su profundidad
e impacto a veces llegan a resultar mayores que los del currículum oficial.

Currículum Nulo: Tema de estudio no enseñado (Eisner, 1994), o que siendo parte
del currículum no tienen aplicabilidad ni utilidad aparente, llegando a considerarse
como materias y contenidos excesivos.

Extra Currículum: Son las experiencias planeadas, externas al currículum oficial,


es de carácter voluntario y está vinculado con los intereses estudiantiles.

Definitivamente todo currículo debe de incluir un plan de estudios, debe de


realizarse en función con los objetivos, pero en esencia, debe tener presente el
desarrollo integral y el desarrollo social, fomentando un espíritu cooperativo,
independiente, autónomo y crítico, para que pueda aplicarse de la mejor manera.
Por todo lo anterior se puede notar la importancia del currículum dentro de las
instituciones educativas, ya que es la razón de ser, la base, puesto que en el se
plasman todas las actividades, planes, programas, lo que se ha de enseñar, como
se ha de enseñar, cuando se ha de enseñar y qué, cómo y cuándo se ha de
evaluar.

Por otra parte es importante destacar que el currículo debe de estar en


permanente revisión y de hacerle sus respectivas mejoras de acuerdo a los
resultados de la evaluación, puesto que, debe de responder a las demandas de la
sociedad por la creciente competitividad y apertura de fronteras, y así ofrecer una
mejor educación es por esto que el currículum debe hacerse pensado no solo en
las demandas locales, sino en exigencias a nivel mundial, es decir debe hacerse
pensando en la formación de profesionales preparados para enfrentarse a las
dinámicas que genera la nueva sociedad

FUENTES DEL CURRÍCULO

Suelen destacarse cuatro tipos de fuentes del currículo, cada una de las cuales,
realiza una aportación y proporciona una información específica para apoyar el
tipo de currículo que ha de implementarse. A continuación se hace una
descripción a cerca de las mismas.

FUENTE EPISTEMOLÓGICA

La fuente epistemológica engloba el problema del conocimiento humano y los


criterios para clasificar los contenidos que los hombres elaboran en las diversas
áreas del conocimiento o conocimientodisciplinas.

Tiene tres vertientes que son: el conocimiento humano, la clasificación de


contenidos y el aspecto profesional.

CONOCIMIENTO HUMANO

• Fue jerarquizado en cuatro niveles: el primero, se encuentran los hechos y


habilidades específicas; en el segundo, principios e ideas básicas para otorgarle
un contexto explicativo a los hechos; en el tercero, conceptos que son los
sistemas complejos de ideas altamente abstractas y el cuarto, los sistemas de
pensamiento que abarcan y explican desde una perspectiva holística, los
anteriores niveles.

• El currículo es el traductor de los cuerpos de conocimiento que producen las


sociedades humanas, en un conocimiento académico susceptible de ser adquirido
por el alumno.

CLASIFICACIÓN DE CONTENIDOS

Son clasificados en tres tipos:

• Conceptuales.- en ellos se encuentran los hechos y conceptos para conocer una


realidad y moverse en ella. Se caracterizan por ser más específicos.

• Procedimental.- procedimientos que consisten en una serie de pasos, reglas y


acciones encaminadas a obtener un resultado o producto. Aquí interesa el saber
hacer algo, que abarca una gran gama de habilidades cognitivas y destrezas
básicas.proceso

• Actitudinal: son tendencias o disposiciones adquiridas y relativamente duraderas,


a evaluar de un modo determinado un objeto, suceso o situación y actuar acorde a
dicha evaluación.

ASPECTO PROFESIONAL

• El propósito principal es abordar la selección y organización de los contenidos


curriculares desde la perspectiva de una profesión.

• Se espera que el profesional posea una formación científica, humanista y


tecnológica, pero además establezca una comunicación entre esa formación y las
necesidades laborales y sociales.
• La práctica profesional, es un conjunto de actividades y quehaceres propios de
un tipo en particular de ocupación, que se ejerce con un alto grado de complejidad
en determinado campo de actividad humana.

• Perfil del egresado, es una presentación del sujeto que las instituciones buscan
formar y sus modos de integración en el ámbito social.

FUENTE SOCIOCULTURAL

En ella se analizan los requerimientos sociales y culturales que el medio formula a


la escuela, los cuáles son un conjunto de conocimientos, valores, actitudes,
procedimientos y destrezas que contribuyen a la socialización del alumno dentro
de las pautas culturales de una comunidad.

manosPor lo tanto el currículo se convierte en la instancia mediadora entre la


institución y la sociedad el cual adquiere un Carácter crítico en el cual se llegue a
analizar y entender ciertos valores establecidos; así como un Carácter
conservador: el cual consta de comunicación de conocimientos, habilidades y
técnicas, valores e ideologías.

La perspectiva del currículo debe de tomar en cuenta varios factores:

VALORES Y ACTITUDES

• Sentimiento de solidaridad y justicia.valores

• Respeto a los demás.

• Sentido de responsabilidad.

• Estima del trabajo humano y sus frutos.

• Defensa de la paz.

• La conservación del entorno.

• La identidad y la dignidad cultural de los pueblos.


RESPECTO AL MAESTRO

• Ponerse al corriente con la renovación de las disciplinas básicas.

• Iniciarse en disciplinas nuevas.

• Asimilar una nueva pedagogía basada en la interdisciplinariedad.

• Preparar a los alumnos para la selección y utilización crítica de la información.

• Colaboración con los padres y la comunidad, etc.

FUENTE EPISTEMOLÓGICA

Enfrenta a la toma de decisiones sobre los contenidos relacionados con un saber y


un saber hacer específico. El saber corresponde a la estructura interna de las
disciplinas, de conocimientos que sustentan el plan curricular y una formación
específica. El saber hacer se refiere a la dimensión profesional del currículo.

El aspecto epistemológico trata el problema del conocimiento y los criterios para


clasificar los contenidos para que puedan ser adquiridos por el alumno, es por eso
que se deduce que el currículo es el traductor de dichos conocimientos, que los
transforma a susceptibles para su adquisición por parte del educando.

Es necesario que los contenidos sean transformados de acuerdo al contexto de un


programa y currículum de una carrera determinada para darle sentido a los
aprendizajes y enseñanzas. Los contenidos son clasificados en:

Saber teórico-conceptual: Es decir los que proviene de las ciencias y sus ramas
auxiliares que buscan explicar determinado sector de la realidad. Comprende dos
dimensiones; conocimientos y estructuras, el primero con diferentes niveles de
abstracción, por ejemplo, leyes, conceptos, información específica, en cambio el
segundo integra, relaciona y da coherencia a los conocimientos, por ejemplo,
teorías, modelos, taxonomías, listas, etc.
Saber técnico práctico: Son contenidos acerca de tecnologías, técnicas, métodos
procedimientos, lenguajes y artes que tiene como finalidad dominar su aplicación
para resolver determinados procesos.

Además de los saberes antes citados existen contenidos de suma importancia


para el currículo como el saber aprender y el campo valorativo. El saber aprender
implica habilidades intelectuales y estrategias cognoscitivas indispensables para la
adquisición de contenidos o la resolución de problemas. El campo valorativo
abarca la interpretación ética y la adquisición de valores.

En cuanto a la formación profesional es necesario que esta abarque el aspecto


científico, humanístico y tecnológico, pero al mismo tiempo que este vinculado
con las necesidades laborales y sociales. Es por eso que es necesario que se
lleven a acabo prácticas profesionales, que son actividades y quehaceres propios
de una ocupación que se realizan en un campo de actividades determinado.

Otro punto importante es el perfil de egreso que se conforma por una serie de
saberes teóricos conceptuales, técnico prácticos y actitudinales que integran la
formación especializada.

Elementos

Se consideran elementos del currículo al conjunto de componentes mínimos que


integran cualquier currículum educativo: los objetivos, los contenidos, la
metodología y la evaluación.

Objetivos.

Aunque existen muchas formas diferentes de definirlos y describirlos, en función


de cuál sea el modelo o “paradigma” de enseñanza y aprendizaje del que se parta,
se puede entender los objetivos del currículum como las intenciones que presiden
un proyecto educativo determinado y el conjunto de metas y finalidades en que
dichas intenciones se concretan. Los objetivos definen lo que queremos conseguir,
el “para qué” de la acción educativa.
Dado que buena parte de los desarrollos teóricos y aplicados en este terreno se
produjeron en los años sesenta y setenta, bajo el influjo del paradigma conductista
sobre el aprendizaje y la enseñanza, para muchos hablar de objetivos es
exactamente igual que hablar de conductas que un alumno debe mostrar al
finalizar una unidad de aprendizaje. Esto es, equivale a hablar de objetivos
operativos, que definen las metas de la enseñanza en términos de conductas
observables y medibles que debe mostrar el alumno.

Desde los años ochenta, sin embargo, tanto la evolución de la psicología del
aprendizaje, como la sociedad, han hecho que la manera de entender los objetivos
se vaya modificando de forma sustancial. Así, hoy se tiende a hablar de los
objetivos del currículum no en términos de conductas, sino en términos de
competencias y capacidades.

Desde luego, el desarrollo de competencias y capacidades supone la adquisición


por el aprendiz de nuevas conductas, pero no puede reducirse a ellas: es
perfectamente posible mostrarse capaz de, por ejemplo, resolver un problema, a
través de medios diferentes, usando conocimientos diferentes y estrategias
diferentes, por lo que, si lo que interesa es que el alumno aprenda a resolver
problemas, no tienen sentido definir los objetivos en forma de una determinada
conducta, exactamente la misma para todos.

Este ha sido un cambio que se ha venido produciendo en todos los niveles y tipos
de enseñanza, pero muy especialmente en las enseñanzas con un carácter
principalmente profesionalizador, en la medida en que la evolución económica y
tecnológica ha convertido en obsoletos los viejos modelos orientados a la
formación de especialistas que debían desarrollar una determinada actividad muy
concreta a lo largo de toda su vida.

Según Contreras( 1991) La formulación de los objetivos curriculares en términos


de competencias más o menos amplias no es, por tanto, una moda ni un capricho
de los expertos en pedagogía, sino una auténtica necesidad impuesta por las
demandas de la sociedad actual a los procesos de formación, e implica un cambio
de enfoque desde una enseñanza centrada en los contenidos (en la materia) a
otra centrada en el desarrollo de determinadas capacidades cognitivas, motrices,
interpersonales…(es decir, centrada en el alumno) que se consideran relevantes
por uno u otro motivo.

CONTENIDOS

Este modo de entender los objetivos ha afectado de forma singular al segundo de


los elementos básicos del currículo, los contenidos, que en los modelos de
enseñanza anteriores eran considerados el aspecto central de la enseñanza y el
aprendizaje Frente a esa situación central en el currículo, cuando se piensa en la
formación, en términos de un proceso orientado al desarrollo de capacidades o
competencias, los contenidos se convierten básicamente en herramientas o
instrumentos para ese fin. Así, pues, los contenidos o materia de enseñanza se
conciben en la actualidad como componentes de una determinada capacidad que
deben ser aprendidos para el desarrollo de ésta. Según Contreras (1997)

Como puede verse, los contenidos de la enseñanza no se entienden en la


actualidad exclusivamente como conocimientos teóricos, sino como saber y saber
hacer, es decir, como contenidos conceptuales y contenidos procedimentales.

Los contenidos conceptuales, en primer lugar, son el conjunto de conocimientos


teóricos que se pretende que sean adquiridos por el alumnado de un determinado
proceso formativo, e incluyen tanto los conceptos propiamente dichos como los
principios y teorías en que se organizan esos conceptos. Del mismo modo, la
expresión contenidos conceptuales engloba aquellos conocimientos que no son
otra cosa que datos que el alumno debe memorizar, aunque hay quien prefiere
denominar a éstos últimos contenidos factuales (es decir, “hechos”), con el fin de
dejar clara su diferencia con los anteriores.

En cuanto a los contenidos procedimentales, o procedimientos, constituyen el


conjunto de saberes prácticos que forman la materia de un determinado proyecto
de formación, es decir, no son otra cosa que las técnicas, métodos, estrategias,
habilidades o destrezas que pretendemos que alguien adquiera a través de un
programa de enseñanza.

Hay que decir, sin embargo, que los contenidos conceptuales y procedimentales
no bastan por sí solos para desarrollar una capacidad, ya que la actividad humana
requiere también ciertos hábitos, ciertos valores, ciertas actitudes… que son lo
que conforma los llamados contenidos actitudinales.

Este último tipo de contenidos son necesarios en cualquier currículo formativo no


sólo por ese carácter instrumental al que acabamos de aludir (uno no puede
orientarse correctamente si no procura ser preciso en sus observaciones, por
ejemplo), sino también porque muchos de ellos se precisan durante el proceso de
aprendizaje. Es por ello por lo que, a veces, algunos se refieren a este tipo de
contenidos como los que conforman un saber estar y saber ser, que sería
complementario del saber y del saber hacer que representan los conceptos y los
procedimientos.

METODOLOGÍA.

Si los objetivos definen el para qué enseñar y los contenidos el qué enseñar, la
metodología podríamos describirla como lo que define el cómo enseñar, es decir,
constituye aquel elemento del currículum que especifica las actividades y
experiencias más adecuadas para que los diferentes tipos de contenidos se
aprendan adecuadamente y sirvan, realmente, al desarrollo de las competencias y
capacidades que se pretende desarrollar en el alumnado.

Según Antunez (1997)el elemento metodológico Incluye, por tanto, los siguientes
elementos al menos:

1) Principios metodológicos: Llamamos de este modo a una serie de ideas clave


que, siendo aparentemente muy teóricas y abstractas, determinan en realidad
todas las actividades que se llevan a cabo en cualquier programa de enseñanza.
Incluso si no somos conscientes de ello, ya que enseñar supone siempre elegir y
toda elección de un material o de un modo de enseñar algo se hace siempre
desde un determinado principio que uno asume como adecuado.

Por ejemplo, si vemos que un alumno no aprende adecuadamente un contenido,


podemos limitarnos a hacer que haga más actividades o que estudie más,
podemos graduarle los contenidos más minuciosamente que al principio y dedicar
más tiempo a ellos o podemos buscar otra manera de enseñar los mismos
contenidos en el mismo tiempo… pero ninguna de estas decisiones se hace al
azar, sino que responde a una manera de entender cómo se enseña y cómo se
aprende algo, que es lo que definen los principios metodológicos.

2) Métodos, estrategias y técnicas didácticas: Los principios anteriores no son


suficientes, ya que no expresan sino ideas fuerza, ideas generales acerca de
cómo proceder en la enseñanza, de modo que deben concretarse y un mismo
principio puede dar lugar a diversos métodos docentes, que usarán de
determinadas estrategias y técnicas didácticas, es decir, procedimientos concretos
de enseñanza.

Por ejemplo, la idea de que a leer se aprende aprendiendo primero las letras y los
sonidos que representan y aprendiendo luego a unir esos sonidos es un principio
general, que puede dar lugar a diferentes métodos (los que empiezan por las
letras, los que empiezan por los sonidos, los que empiezan por las sílabas…),
cada uno de los cuales utilizará determinadas estrategias y técnicas (a veces las
mismas en un orden diferente), como exagerar los sonidos al principio, jugar a
buscar las palabras que empiezan por el mismo sonido, hacer que el maestro sirva
de modelo al niño, etc.

3) Actividades y experiencias de aprendizaje: Todo lo anterior, en la práctica


diaria, supondrá además que el docente seleccione o invente actividades y
experiencias concretas que propondrá a sus alumnas y alumnos para conseguir lo
que desea… que es a lo que uno se dedica directamente cuando desconoce los
entresijos el proceso de enseñanza y aprendizaje, aunque debería ser el paso final
en un proceso de enseñanza bien organizado.
4) Recursos y materiales didácticos que se emplearán: Aunque a veces se deja de
lado este elemento al considerar la cuestión metodológica en la enseñanza, lo
cierto es que la selección y elaboración de materiales y recursos para la
enseñanza es un aspecto esencial del cómo enseñar, ya que no hay materiales
neutros. Esto es, los materiales didácticos no siempre sirven o no lo hacen, al
menos, del mismo modo para cualquier método, sino que lo facilitan, lo dificultan
o, en casos extremos, lo hacen imposible. Por eso es fundamental incluir su
selección como un aspecto esencial en el proceso de planificación de la
enseñanza.

Junto a estos cuatro componentes de la metodología, podríamos incluir también


aquí las decisiones relativas a la organización didáctica de los espacios, tiempos
recursos y agrupamientos de alumnos, aunque éste es un componente
relacionado con el currículo, pero diferente.

2.4.4 Evaluación

Como último elemento básico del currículum, aunque no por ello menos
importante, se tiene la evaluación, que hace referencia a los procesos de control y
reformulación del proceso de enseñanza y aprendizaje. Y se dice proceso de
enseñanza y aprendizaje porque, a diferencia de lo que ocurría en los modelos
curriculares tradicionales, hoy se considera que:

a) Una evaluación auténtica no puede reducirse a examinar y calificar los


resultados obtenidos, el “rendimiento” del alumnado, aunque éste sea un aspecto
de gran importancia, sino que debe incorporar un análisis y valoración del proceso
que ha llevado a esos resultados.

b) Del mismo modo, al examinar el proceso la evaluación no puede limitarse a lo


que el alumno ha hecho o dejado de hacer, sino que debe incluir también, y en el
mismo nivel de importancia, la propia enseñanza, tanto en lo que se refiere a su
planificación como en lo relativo a su desarrollo práctico a lo largo del curso de
formación seguido.
Se deben evaluar, pues, tanto los resultados como los procesos y tanto el
aprendizaje como la enseñanza, y unos y otros deben evaluarse con una doble
perspectiva: formativa y sumativa.

Cuando hablamos de evaluación sumativa nos estamos refiriendo a lo que todos


conocemos, es decir, a la evaluación que se hace con carácter final y para
comprobar si se han alcanzado los objetivos previstos (lo que supone una
evaluación, sobre todo, de los resultados del alumnado o evaluación del
rendimiento final del mismo), mientras que cuando hablamos de evaluación
formativa nos referimos a una evaluación en su sentido más “educativo”, esto es,
como medio para detectar aciertos y fallos y, en consecuencia, para poder poner
remedio a lo que va mal y optimizar lo que va bien (lo que equivale a hablar de
una evaluación que incluye de forma central los procesos, además de los
resultados, y la enseñanza, además del aprendizaje).

Aunque tiende a hacerse un paralelismo entre evaluación formativa y evaluación


continua o de seguimiento, por un lado, y evaluación sumativa y evaluación final,
por otro, lo cierto es que son dos cosas diferentes: un proceso de enseñanza bien
llevado a cabo requiere hacer evaluaciones al principio (evaluación inicial), durante
el proceso (evaluación continua o de seguimiento) y al final del mismo (evaluación
final), pero las tres tienen al mismo tiempo una dimensión formativa y una
dimensión sumativa, como podremos ver más adelante. Arrieta Meza, (2000).

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