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Geología de la Región
Central .de México
(Hoja Centro y Sur de la hoja Occidente)

GUADALAJARA

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CHILPAf\!.CINGO

INEGI. Geología de la República Mexicana : 1984. 1985


3. Geología de la Región Central de México

3.1 General ¡dades 3.2. Eje Neovolcánico cas con el consecuente desarrollo de lagos,
lo que le da al paisaje geomorfol6gico unQ
Para la descripción geológica de la reg ión El Eje Neovolcánico Transmex icano co ns- apariencia muy caracter(stica.
central de Méx ieo se han tomado como I ím i- tituye una franja volcánica del Cenozoico
tes natural es los siguientes al norte, el bo rde Superior que cruza transversalmente la Re- Los principales aparatos volcánicos que
septentriona l del Eje Neovolcánico ; al po- pública Mexicana a la altura del paralelo 20 se localizan en esta provincia son estratovol-
niente y sur, las co stas del Pacífico; y al este, (ver F i9. 3.1), Está for mado por u na gran canes de dimensiones muy variables, como
el l itoral del Golfo de Méx ico y la zona del variedad de rocas volcánicas que fueron emi- el Pico de Orizaba , el Popocatépetl, el Iztac-
Istmo de Tehuantepec. tidas a través de un importante número de dhuatl. el Nevado de Toluca, y el Nevado
aparatos volcánicos, algunos de los cuales de Colima (ver F ig. 33); todos ellos fueron
Dentro de esta región quedan compren- eonstituyen las principales alturas der pa{s. ed if icaoos por emisiones alternantes de pro-
didas las provincias fisiográficas del Eje Neo- La actividad volcánica en esta franja ha dado ductos piroclásticos y derrames lávicos.
volcánico, de la Sierra Madre del Sur y la lugar a un gran número de cuencas endorrei- Existen, además, aparatos del tipo de conos
porción norte de la Llanura Costera del
Golfo Sur (ver Fig. 1.1!. De acuerdo con la
división de provincias geológicas de López F ¡gura 3.1
Ramos (1979), dentro de esta región queda-
rían incluidas las provincias de la Cuenca de
Veracruz (con la Subprovincia de la Sierra
de Juárez), de San Andrés Tuxtla, de la
Cuenca de Tlaxiaco, de la Sierra Madre del
Sur y Altiplano de Oaxaca, de la Cuenca
de Guerrero, Morelos y d~1 Eje Neovolcá-
nieo.

El clima de la región es muy variable,


debido a lo complejo de los rasgos fisiográ -
ficos. En la vertiente del Golfo de Méx ico
el clima cambia de templado húmedo en
las partes altas de la Sierra Madre Oriental a
semicálido húmedo en la parte media, y
cálido húmedo en la parte baja. En la ver-
tiente del Pacífico los climas varían de cáli-
doS subhúmedos, en el flanco sureste de la
Sierra Madre del Sur y IQs márgenes del do
Balsas, a semiseco cálido y muy cálido en el
Valle de Oaxaca y en la mayor parte de la
Cuenca del Balsas. En la región de las cuen-
cas endorreicas del Eje Neovolcánico el cli-
ma es, en general, subhúmedo y van'a de
tEmplado a semifr(o y fdo.

En la región central de Méx ico afloran


INEGI. Geología de la República Mexicana : 1984. 1985

secuencias que atestiguan diversos dominios


de varios niveles estratrigráficos que en algu-
nas regiones se observan sobrepuestos; esto
hace que los intentos de descripción, a nivel
general. resulten infructuosos. Por esta ra -
zón se ha subdividido este capitulo en siete
incisos que tratan sobre cada uno de los
dominios de esta región; de esta forma se
facilita la descripción y la síntesis, ya que
dentro de cada uno de estos dominios exis-
ten condiciones estratigráficas y tectónicas
más o menos homogéneas con I imites bien
definidos. Estos dominios coinciden en
~an parte con las provincias geológicas pro-
puestas por López Ramos (1979) para esta
región.
Distribución de las rocas que forman el Eje Neovolcánico Transmexlcano.
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rridas a partir del Oligoceno; la más impor-
tante de ellas es la quinta. ocurrida a fi nes
del M io ceno, y que d io or igen a las sier ras de
Las Cruces, de R io Fr io y Nevada. Du rante
la sexta fase se desarrollaron los conos y
domos del Iztacc íhuatl y el cono activo del
Popoca t épetl. La última fase, al igua l que la
ant eri or, se desarrolló en el Cuaternario y
es responsabl e de la actividad vol cá nica que
interrumpi ó el drenaje de la Cuenca de Mé-
xico hacia la Cuenca del Río Balsas. lo que
originó el carácter endorreico de aquéll a
(Mooser ét. al. op c it.).

Hacia su porción occidental. el eje está


limitado por la s fosas tectó nicas de Tepic-
Chapal a y de Colima. La primera tiene una
orienta c ión noroeste-sureste y a ella están
asociados los vol canes de San Juan. Sangan-
güey, Ceboruco y T equ ila; la segunda posee
una orientación no rt e-su r y a ella están aso-
ciados el Nevado de Colima y el Volcán de
Fuego (Volcán de Colima); este último apa-
rato constituye, a juicio de D eman t (1978),
el volcán más peligroso del Eje N eovo lcáni-
ca. ya que es un aparato de t ipo pel eano co n
u n tapón de lava dacítica . p or lo que es pro-
bab le el desarrollo de nubes ardientes.
Vista general del estratovolcán Iztaccíhuatl.
Foto Ferna ndo Hernández, SPP Hacia el oriente. el eje está limitado por
las rocas volcánicas de la región de San An -
drés Tuxtla. aunque Demanty Robin (19 75)
consideran las rocas de esta reg ión como
cineríticos que son generalmente pequeños, Las primeras manifestaciones volcánicas pertenecientes a la Provincia Oriental alca li -
tales como el Paricutín y los aparatos dómi- en el área del Valle d e Méx ico, en el Oligo- na. ya que f ijan el límite oriental del eje a la
cos riol íticos que se encuentran ubicados al ceno Superior, se encontraban pr in cipa lmen- altura del Pico de Orizaba y del Cofre de Pe-
suroeste de Guadalajara. Además de estos te asociadas a fracturas de orientación oeste- rote.
tipos de emisiones centrales hay evidencias noroeste y est e-sureste, con influ enc ia de
d e num erosa s emisiones fisurales y de conos la s fracturas de orientación noreste-suroeste; La com posición petrográfica de las rocas
adventicios desarrollados en las lad eras de por el contrario, los últimos episodios vol- que conforman el Eje N eovolcánico Trans-
los grandes estratovolcanes. Ex isten, por cánicos del Pleistoceno y el Cuaternario , en mex icano es muy variable . Son abundantes
otra parte, algunas calderas, tanto de colap- esta porción de l eje, parecen estar relaciona- lo s der rames y productos piroclásticos de
so como de exp losi ó n . ejemplos de las más dos con sistemas de fractu ras de orientación composición andesítica. aunque exist en
grandes son la s de La Primavera en el estado este-oeste, como en el caso de la Sierra de numer osas unidad es dacíticas y aun riodací-
de Jalisco y Los Húmeros en el estad o de Chichinautz in (Mooser et al.. 1974). En la ticas. Algunas unidades conocidas t rad ic io-
Puebla. porción cent ral del eje se han reconocido nalmente como basálticas. como el Gr upo
siete fases de volcanismo (tabla 3.1) . ocu - Chichinautzi n, han sido recientemente con-
Según F. Mooser (1972), el Eje Neovolcá-
nico tien e un arreglo z igzaguea n te provocado
por la presencia de un sistema fundamental
de fragmentación ortogonal, con dirección
SECUENC IAS DE GRUPOS VOLCAN ICOS y EVENTOS Tabla 3.1
noroeste y noreste en las fracturas. La s de
esta última orientación parecen estar rela- TECTONICOS DE L A CUENCA DE MEXICO
cionadas con movimientos transcurrentes,
principalmente en la porción oriental y ce n- T ECTON ISMO EDAD ES
t ral, lo que le imprime al ej e este aspecto
z igzagueante. Los grandes estratovolcanes, <C (/)
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como el Tancítaro, Nevado de Toluca, Po- <C
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pocatépetl y Nevado de Colima, esta rían G RUPO I
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situados en los vértices meridionales de est e z DE L NORTE I «r 1-
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sistema, mientras que los grandes centros w I- ~ I-- ~-
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m ineros de la región , como Guanajuato y a: INEGI. Geología de la República Mexicana : 1984. 1985
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Pachuca, quedarían situados en los vértices < u. ce o
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GRUPO DE LAS SIERRAS MAYORES z 1- (/)
Demant (1978) considera que el Ej e Neo- W
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vo lcánico más que formar una banda cont,- 2
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nua de rocas vo lcán icas, constituye un grupo G RUPO SIER RAS MENO R ES a: éi: O
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de c inco focos princ ipales de actividad con 1-
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o r ientación y caracte r íst icas dist intas. Den- < UJ
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tro de estos cinco focos principa les se pue- GRUPO DEL TERCIARIO MEDIO l.L
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den reconocer dos tipos de est ructuras vol- I

cán icas : aquéll as r epresentadas por grandes I '2 ce


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estratovolcanes en al ineaciones de orienta- U LJ.J
ción no rte-sur, y las que están representadas GRUPO BALSAS ce U.
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por numerosos vo lcanes pequeños alineados
en sent ido noreste-suroeste, desarrollados
sobre f rac t u ras de tens ión. (Mooser . 1975 )
DISTRIBUCION DE LOS PRINCIPALES APARATOS Figura 3 .2
DEL EJE NEOVOLCANICO MEXICANO

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1 VOLCAN SAN JUAN 9 VO LC AN APAXTEPEC 17 I\1AR[S UE VALLE UE SAN r IA(,(~ 25 SIERRA CHICHINAUTZIN
2 VOL CAN SANGANGU EY 10 CERRO PALAMBAN 18 CERRO CULiACAN 2b IlTACC IHUATL
3 CERRO TEPET IL TIC 1 1 VOLCAN PARICUT IN 19 CfllRO Df LA C,AVIA 21 POPOCATEPET L
4 VOLCAN CEBORUCO 12 CERROTA\JCITARO 20 LOS A7UFRES SI ERRA DE SAN ANDR f- S 28 VULCA N LA MALINCHE
5 VOLCAN DE TEOUI LA 13 CERRO BUE NA V ISTA 2 1 CAl DfR/\ DE AMEALCO 29 CER RO DERRUMBADAS
6 CALDERA DE L A PRIMAVERA 1 4 JORULL O 22 CALDfHA DE HUICHAPAN JO PICO DE OR IZABA
15 VOLCA DE CAPAXTIRO 23 "JEVAIIO DE T O L UC A 31 C FRE DE PEROTE
7 N EVADO DE CO'_ I MA
16 CERRO GRAND E 24 X I T L E 32 CALDF A DE T EZIU TLAN
8 VOLCAN DE COliMA
I L OS HUMER O SI

sideradas como andesiticas a la luz de análi- t iclino rio T z itz io- Hu etamo, po r otro lado, ción hacia el ex tremo surest e de la trinchera,
sis qu imicos de muestras de roca (Mooser et. hace notar que en el segmento or ien tal del y se origine un ángulo horizonta l de 20 0
al., 1974). Existen, además , manifestaciones ej e so n más escasos los af loramientos de es- en tr e la trinchera de Acapulco y el Eje N eo-
locales aisladas de v o lcanismo riolltico r e- tas andes itas_ Lo que no plantea claram ent e volcánico . Para Demant (1978) la subduc-
c iente, como las que se locali zan en los este autor , es la r elac ió n de estas roca s ínter - ción d e la Placa d e Cocos, a lo largo de la
domos de la Ca ldera de la Pr imavera, en Ja- medias con las ignimbritas o li gocénicas d e la trinch era de Acapulco, comenzó a desarro-
li sco; en el ár ea de los A zufr es, en M ichoa - Sierr a Madre Occidental en donde la activi - ll arse progresivamente en el 01 igoceno , en
cán; así como en T equila, Puebla, y La guna dad prop iamente andesitica hab ía cesado a la t r aza de una z ona de desplazamiento late-
d el Carm en (Demant, 1978 ). Desd e un pun- final es del Eoceno, hace 40 m illones de años ral izquierdo entre la Placa Americana y la
to de vista qu ímico, el Eje Neovolcán ico (Me Dowell and Clabaugh, 1979). Placa del Caribe, que aún actúa a lo largCl del
Transm ex icano es considerado por nu mero- sistema de fa~las Poli chic-Motagua-Fosa Ca y-
sos autores como una provinc ia ca ico-a lca- El or igen del Eje N eovolcánico ha sido mán . E l movimiento lateral en este sistema
li na, carac t eri zada por su abundancia de re lac ionado pr incipalmente a la subducc ión r efleja la rota c ión de Norteamérica hacia el,
andesitas y dacitas y po r la relación qu e de la Placa de Cocos, debajo de la corteza oeste con resp ecto a la Placa del Caribe que
gua rdan sus con t enidos de Si0 2 y Na20 + continen-ta l de Méx ico, que al niv el de la incluy e la porción continental d e Centroamé-
K2 0 . astenósfera sufre fusión pa r c ial y or igina los rica.
magmas del eje (Mooser, 197 5; Ur rut ia y
INEGI. Geología de la República Mexicana : 1984. 1985

La mayor parte de los autores co inci den del Castillo, 1977; D ema nt, 1978). E l ca rác- Negendank (1972), basado en las carac-
en que la activ idad del Eje Neovolcán ico se t er ca lcoalca lin o d e esta p r ovincia apuntala terísticas qu ímicas de la s r ocas del Eje N eo-
ini ció en e l O li goceno y ha con tin uado hasta dic ha hipótesis aunque la posición oblicua v o lcánico, supone que esta prov in cia calcoal-
el Recie nte (Mooser et . al. , 1974 ; Negen- del eje con respecto a la trinchera de Aca- calina se ha o r ig inado como resultado de la
dank, 1972 ; Bloomf ield, 1975). En esta ac ti- pulco no r esu lta un ra sgo tipico de esta cia- fusión pa rcia l de los materiales de la co rt eza
vid ad se han r eco noc id o dos ciclos p r incipa- se de fenómenos. Urrutia y Del Castillo inferior, más que por la fusión parcial de la
les : uno , O li goceno-Mioceno ; y otro, Pli o- (1977) expl ica n esta falta de paralelismo por Placa de Cocos al nivel de la astenósfera .
Cuaternario ; Demant (1978) cons idera que medio de un modelo donde se muestra que
el volcan ismo de l eje es ún icamente Plio-Cua- la dirección del movimiento de las placas de A lgu nos au tores han señalado que el Eje
ternario, ya que el cic lo inferi or de l Oligoce- Cocos y Americana no es perp end icu lar a la Neovolcánico co incide co n una zona de co-
no-M ioceno constituye la p r o longac ión tr inchera de Acapu lco, y qu e de los ex tre- rr imi en t o lateral que estuvo activa en el pa sa-
merid ional del sistema vo lcá nico Sierra Ma - mos noroeste al sureste de la trincher a la do. Según un mode lo de Gastil y Jensky
dre Occide ntal. Este au tor señala que las Pla ca de Cocos se vu~ lv e más densa, menos {19731. en el Cr etácico Tardío y en el Ter-
and esi ta s del 0 1igoceno pueden enco ntrarse ca liente y menos jov en, así como de m ayor cia rio Temprano ocu rri er on en el eje impor-
p legadas como en la Sierra de Mil Cumb r es, espesor y rigidez; todo esto hace que dismi- tantes desplazamientos de t ipo later<31 dere-
en la r eg ión del La go de Chapa la y en el An- nuya pau latinamente el ángulo de subduc- cho, en co ncordanc ia con los movimientos
57
TECTONICA DEL CARIBE Y DEL PACIFICO CENTRO F ¡gura 3.3

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A Sistema de Fracturas de San Andrés-Golfo de California K Cresta de Cocos


INEGI. Geología de la República Mexicana : 1984. 1985
B Fractura de Rivera L Cresta de Carnegie
C Rivera Triple Junction M Cresta de Nazca
O Fractura de Clarión N Fosa meso-americana
E Fractu ra de Orozco O Fosa Perú-Ch ile
F Fractura de Siqueiros P Fallas Polochic-Motagua
G Fractura de Clipperton Q Falla Caymán o Bartlett
H Cresta de los Galápagos R Zona de subducció n de las Pequeñas Antillas
I Fractura de Panamá S Fo sa de Puerto Rico
J Cresta de Tehuantepec T Fallas Oca - El Pilar

(Demant, 1978)
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cia sed imentaria mesozo ica de la Platafo rma
Sedimentaria Morelos-Guerrero. Hacia los
Hmites de Guerrero y Oaxaca la secuencia
sedim enta ri a ma r ina de la Platafo rma Mo re-
los-Guerrer o descansa sobre el basam ento me-
tamórfi co pal eozoico representad o por el
Complejo Acat lán.

Las unidades sedimentarias marinas de


esta región se encuentran cubiertas discor-
dantement e por depósitos continentales ce-
nozo icos y rocas volcánicas del Eje Neovol-
cánico así como por algunos remanent es de
volcanismo riol ítico oligocénico.

La base del paquete mesozoico marino


está representada por la Formación A cahui-
zotla del Jurásico Superior (Fries. 1956) que
está formada por sroimentos calcáreo-arc illo-
9JS Que afloran en local idades aisladas. Esta
formación subyace en discordancia erosional
en las luti tas ca lcáreas de la FormaC ión
Acuitlapan del Neocomiano; ambas forma-
ciones muestr an el efecto de un metamorfis-
mo diná m ico débil. La For mac ión X ochi cal co
del Aptiano. también con escasos afloramien-
tos, está formada por una secuencia de capas
delgadas de caliza que descansan sobre la
Formación Acuitlapan. Posteriormente al
depósito de la Formación Xoch icalco ocurrió
en la región un levantamiento que dio origen
a la paleopenínsula de Taxco (Fries. op . cit.)
y a un periodo de erosión marcado por la
presencia de una discordancia que pone en
contacto a la Formación Xochica1co con di-
ferentes hor izo ntes de la Fo rmación Morafos.

Esta última formación constituye la unj-


pad calcárea que cuenta con los más extensos
afloramientos en la región . Su norrbre ha sido
aplicado a secuencias de calizas que se ex -
tienden hasta Michoacán. Jalisco y Colima,
aunque las características no son las mismas.
Está formada por capas gruesas de caliza y
dolomita en una secuencia que llega a alcan-
zar hasta 900 metros de espesor y que cuenta
en la base con un miembro anhidrítico de
algu nos metros de espesor. Las caracter ¡sticas
litológicas y la fauna revelan que esta unidad
se formó por el depósito de sedimentos cal-
cáreos en un mar de aguas someras durante
Ba!XIltos columnares del Cenozoico Superior en la localidad de San M igu el Regla.
el intervalo Albiano-Cenomaniano.
Foto : Jesú s Olvera, Spp
En la postr imería del Cenomaniano ocu-
observados en el oeste de los Estados U nidos; sitos marinos mesozo icos, se encuentra loea- rrió una emersión del área con el emplaza-
sin embargo , Urrutia (co municación perso- l izada en la mayor parte d el estado de More- miento de varios troncos graníticos y con la
nal) considera que el movimiento ha sido los y en pequeña s porciones del noreste del erosión diferencial de la cima d e la Forma-
lateral izquierdo, en atenc ión a los datos estado de Guerrero y su reste d el estado de ción Morelos (Fries, op. cit.l.
paleomagnéticos disponibles. Este autor opi- Méx ico. La secuencia sed imentar ia marina
na que la zona de corrimiento lateral antes expuesta en esta región cubre un rango cro- Durante el Turoniano se repite una inva-
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señalada pudo haber actuado como control noestratigráf ico que varía desde el Jurásico sión de los mares y se restablece la sed imen-
estructural a la salida de los magmas que Superior hasta el Cretáci co Superior. Esta tación calcárea con el desarrollo de un banco
fueron producto de la subducción de la Placa secuencia descansa sobre u n ba samento me- calcáreo desarrollado hacia el poniente de
de Cocos debajo de la Placa Americana. tamórfico precámbr ico . rep resentado aparen- una línea que corre de Cuernavaca a Huitzuco.
Mooser (1975) considera Que el Eje Neovol- t ement e po r el Esquist o raxco (Fr ies, 1960;
cánico pudiera coincid ir con una cicatriz De Cser nCJ . et 1.,1 975), qU8 en el área ho- El final del Turoniano marca un cambio
(geosutura) que marca la unión entre dos món ima sub yace a una u ni dad de andesitas li - drástico en la sedimentación de la Plataforma
maSéiS crat6nicas antiguas y que el arreglo geram ente metam orf izadas qu e Fries (1960) Morelos-Guerrero como resultado del levan-
z igzagueante reflejar ía que la Placa de Co- llamó Roca Verde-Taxco V iejo . Campa (1978 ) tamiento de gran parte de las zonas volcá-
cos, después de hund irse en la trinchera de encuentra mucha semejanza entre las rocas nico-sedimentarias ubícadas en la región
Acapulco, se dividiría en fragmentos ligera- del Esquisto Taxco descr itas por Fries y las occidental de esta porción de México. Los
mente traslapados y también zigzagu ea ntes. r ocas vo lcá nico.sed imentar ias del Cretác ico depósitos de lutitas. limolita , arenisca y con-
Inferi or que af loran al occ idente de Te loloa- glomerado llegaron a formar una secuencia
3.3. Plataforma Morelos-Guerrero pa n, po r lo que la edad d el Esquisto Taxco de más de 1 200 metros de espesor , desarro-
pudi era no ser pr ecámbr ica, y en ese caso esta llado en el intervalo Turoniano-Campaniano.
E I área de la Plata f or ma M or e l os~u err ero, u nidad no f o rmar ía pa rt e del basame nto me- Al término del Cretácico e inicio del Tercia-
en la que se desarrollaron importantes dep6- tamó rfi co sob r e el que evolu cionó la secuen - rio ocurrieron las deformaciones compresio-
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