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1. Desarrolla un Glosario sobre los conceptos de esta semana.

Identidad sexual: es la percepción subjetiva y privada que un individuo tiene


sobre su patrón de atracción sexual y romántica.
Clasificación de los trastornos sexuales:
Zoofilia: es aquella desviación de la atracción sexual, en la que el individuo
obtiene la excitación de forma preferente o exclusiva con animales, que a la
vez pueden ser utilizados para el coito o entrenados para que tengan
participación activa.
Exhibicionismo: la persona siente excitación ante la exposición de los propios
genitales a un extraño que no lo espera. El exhibicionista no intenta mantener
contacto directo con la persona, se limita a exhibirse y an algunos casos a
masturbarse en ese acto.
Voyeurismo: El voyeurista obtiene excitación y placer sexual al observar
ocultamente a personas desnudas, desnudándose o que se encuentran en
plena actividad sexual. No hace intentos de relación con las personas
observadas.
Fetichismo: es un desorden sexual en el que el individuo consigue la
excitación sexual a través del estímulo con un objeto (fetiche). Los objetos
fetiche más frecuentes son la ropa interior, los zapatos o los adornos de mujer.
La mayoría de veces este trastorno se produce en hombres, como en el resto
de parafilias. El papel del fetiche se refuerza después al utilizarlo, en la realidad
o la fantasía en el acto masturbatorio.
Frotteurismo: son aquellos comportamientos ligados al hecho de tocar y rozar
una persona en contra de su voluntad. Normalmente se produce en hombres
que obtienen el placer sexual frotando sus órganos sexuales primarios contra el
cuerpo de una mujer.
Pedofilia: la persona tiene fantasías sexuales recurrentes y altamente
excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican actividad sexual
con niños prepúberes o niños algo mayores (generalmente de 13 años o
menos). Estas fantasías, los impulsos sexuales o los comportamientos pueden
ser hacia niños o hacia niñas, estos segundos son más frecuentes.
Masoquismo sexual: son impulsos sexuales o comportamientos que implican
el hecho (real, no simulado) de ser humillado, pegado, atado o cualquier otra
forma de sufrimiento. Pueden existir casos graves en que se llegue ha provocar
mutilaciones o incluso la muerte de la persona.
Sadismo sexual: el individuo consigue la excitación sexual con
comportamientos que implican actos (reales, no simulados) en los que el
sufrimiento psicológico o físico (incluyendo la humillación) de la pareja/víctima
es sexualmente excitante para el individuo.
El trastorno explosivo intermitente: se caracteriza por un comportamiento de
violencia descontrolada, que se incluye dentro de los trastornos del control de
impulsos, y que consiste en que la persona que lo sufre estalla ante cualquier
frustración por mínima que sea, sin necesidad de que haya un estado de ánimo
alterado previo, pudiendo ser el detonante de su conducta cualquier
contrariedad que le surja: una palabra inadecuada, un tono burlón, un objeto en
medio de su camino, una música un poco alta, situaciones que al resto de las
personas sólo les causarían leves molestias.

La cleptomanía: es la incapacidad recurrente para resistir el impulso de robar


objetos que, por lo general, no necesitas y que suelen tener poco valor. La
cleptomanía es un trastorno de salud mental poco frecuente pero grave.

Piromanía: según el DSM-V, es un trastorno del control de impulsos


relacionado con la provocación de incendios y la atracción por el fuego. Al
sujeto que padece piromanía se le denomina piromaníaco o pirómano.

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