I

INTRODUCCIÓN

El agua es indispensable y no se la puede reemplazar con nada. Sólo el 2,5% del

agua disponible en la Tierra es agua dulce, la cual, a su vez, está distribuida de

manera desigual. La escasez de agua es ya hoy en día uno de los mayores

problemas globales. En el futuro aumentará la cantidad de países en los que el agua

dulce sea un bien escaso. Con ello aumenta también el peligro de que se desaten

crisis alimentarías. La hipótesis de reservas de agua escasas hace prever conflictos

por su usufructo. Unos 260 sistemas de cursos de agua traspasan límites

nacionales, y 100 países comparten entre sí 13 grandes ríos y lagos.

En la actualidad viven aproximadamente 600 millones de personas en 25 países en

los que falta o escasea el agua. Incluso en los lugares donde se dispone de este

bien preciado, la mala calidad del agua ocasiona con frecuencia enfermedades que

hacen peligrar la vida. Según estimaciones del la Organización Mundial para la

Salud (OMS), hoy ya son 1.200 millones de personas las que no tienen acceso a

agua potable limpia. En los países en vías de desarrollo, aproximadamente el 80%

de las enfermedades y defunciones están relacionadas con el agua contaminada.

La escasez de agua afecta fundamentalmente al Cercano Oriente y al Oriente Medio

como así también a amplias zonas de África. En el futuro podría agudizarse la

situación, dado que se prevé que la población de estas regiones se duplique o

incluso triplique en los próximos 50 años.

 II

La mayor parte del agua dulce, aproximadamente un 70%, se emplea en la

agricultura. De esta cantidad, más de la mitad se pierde a causa del riego ineficiente.

Mientras que en los últimos 70 años la población mundial se triplicó, en ese mismo

lapso el consumo de agua se sextuplicó. Para 2025, el consumo mundial de agua

aumentará cerca de un 40%.

Uno de los mayores problemas en el mundo es el agua potable contaminada. La

ingesta de agua contaminada puede provocar infecciones e intoxicaciones.

 III

Por tratamiento de agua potable se entienden todas las medidas que producen el

mejoramiento de la calidad del agua potable. Es por ello que el objetivo del

tratamiento del agua potable es la eliminación de impurezas. Otro objetivo del

tratamiento de agua potable es la higienización a través de la cual se eliminan del

agua gérmenes indeseados. Según las características del agua y el tipo de

contaminación se aplican diversos procedimientos físicos y químicos, incluso

biológicos. Entre ellos están el cribado, la sedimentación, el filtrado, la oxidación, la

desacidificación, el ablandamiento y la desinfección. Estas técnicas de purificación

del agua se han desarrollado extensamente durante el pasado siglo. La desinfección

del agua destinada a consumo humano ha significado una reducción en el número

de enfermedades transmitidas por el agua.

Las plantas para tratamiento de agua potable transforman las aguas superficiales

en agua potable perfecta, que responde a las estrictas normas de la Organización

Mundial de la Salud (OMS).

Existen diferentes desinfectantes, que pueden matar o desactivar los

microorganismos patógenos. Por ejemplo la aplicación de cloro o sustancias que

contienen cloro, peróxido, bromo, plata-cobre, ozono y UV. Todos estos sistemas de

tratamiento tienen ventajas y desventajas y se aplican para la desinfección del agua

dependiendo de las circunstancias particulares.

A principios de los setenta se descubrió que los métodos de desinfección pueden

producir subproductos indeseados. A partir de entonces se comenzó a investigar

acerca de los efectos de estos subproductos para la salud. En la actualidad existen

límites y estándares legales sobre la concentración máxima de estos subproductos

 IV

en el agua potable. Los métodos necesarios para disminuir la concentración de

estos subproductos indeseados también se han investigado.

Contaminación con R.S. de las aguas del río La Quínua tributario del Huallaga

Contaminación pecuaria de las aguas del río Tingo tributario del Huallaga
 V

RESUMEN

El presente estudio se sustenta en la imperiosa necesidad de la población pasqueña

de contar con un agua potable de calidad sanitaria que garantice la salud de los 80

mil pobladores de esta ciudad.

El recurso hídrico elegido es el agua de la laguna de Punrun ya que las aguas de

lagunas cercanas y el río San Juan están altamente contaminadas por su cercanía

a la gran capital minera y por los efluentes mineros establecidos en las cercanías.

El estudio consta de 4 capítulos:

CAPITULO I.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA, Se describe y se formula el

problema. Además se platea los objetivos del estudio.

CAPITULO II.- MARCO DE REFERENCIA, Se hace un recuento de estudios realizados

similares al presente estudio (antecedentes), luego se profundiza los fundamentos teóricos

en los cuales se afianza el estudio de investigación. Se formulan las hipótesis y se

identifican las variables de estudio.

CAPITULO III.- METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN, Se plantea el método de

investigación empleado y el tipo de investigación.

CAPITULO IV.- RESULTADOS, DISCUSIÓN Y PROPUESTA, Se reporta todos los

resultados obtenidos en los muestreos y se analiza los resultados proporcionados por DESA

- Pasco entre los años 2007 y 2008. Se discuten los resultados y se plantea una propuesta

técnica.
 VI

Las conclusiones finales se dan a continuación:

1.- De cuerdo a los análisis físico-químicos y microbiológicos desarrollados por DESA

Pasco, en los años 2007, 2008 y los realizados en los laboratorios de química de la

UNDAC el año 2009; el agua de la laguna de Punrun definitivamente no es apta para el

consumo humano.

2.- Los análisis determinan que el agua debe ser previamente tratada para ser conducida a

la ciudad de Cerro de Pasco.

3.- La calidad del agua de la Laguna de Punrun está restringida por la presencia de

coliformes y plomo, por lo que se hace imprescindible el empleo de cloro y

polielectrolitos aniónicos en su tratamiento.

4.- Se plantea una alternativa casera en el caso de no contemplar el tratamiento a través de

una planta.

5.- De acuerdo a la ubicación y al uso, la Ley General de Aguas, clasifica a las aguas de la

Laguna de Punrun como de Clase VI: “Aguas de zonas de preservación de fauna y pesca

comercial y recreativa”; sin embargo si se le destina al consumo humano y como

requiere un tratamiento convencional, la misma Ley General de Aguas lo clasifica como

Clase A2.