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TEMA:” INFORME SOBRE USO DE ENERGIA SOLAR PARA


INVERNADEROS “
FACULTAD DE CIENCIAS
ESCUELA DE FÍSICA APLICADA

PROFESOR: DR. CARLOS POLO BRAVO


ALUMNA: MARIA ROSA TURPO CABANA
CÓDIGO:2016-121018
CURSO: ENERGIA RENOVABLE I

2019
INTRODUCCION

Los Invernaderos, es una de las aplicaciones de energía solar más comúnmente pasivos.
Invernaderos proporcionan oportunidades en climas fríos para cultivar alimentos y
productos hortícolas cerca del mercado, la reducción del uso de combustible fósil y el
costo asociado con el envío. Un invernadero podría ser tan simple como películas de
plástico soportados por cables, y, sin embargo, podría ayudar a elevar la temperatura
interior. También en aplicaciones comerciales, la tecnología de efecto invernadero se ha
demostrado ser económico eficiente en la construcción y operación [10]. En todo el
mundo, los invernaderos se utilizan para crear un entorno protegido y controlado para
producir una amplia gama de cultivos tanto en la producción en masa y en pequeña escala
local de agricultura [7]. Hay cerca de tres millones de acres bajo la cubierta de efecto
invernadero en todo el mundo, con aproximadamente 2,3 millones de los de Asia;
490.000 en Europa; y sólo 30.640 en América del Norte [8]. La mayoría de los acres
globales son menores de plástico, en lugar de vidrio. invernaderos solares están diseñados
no sólo para recoger la energía solar durante los días soleados, sino también para
almacenar calor para su uso por la noche o durante los períodos cuando está nublado.
Pueden ser independientes o estar unido a casas o graneros. Un invernadero solar puede
ser un pozo subterráneo, una estructura de tipo cobertizo, o un cobertizo. los productores
a gran escala utilizan de libre de pie invernaderos solares, mientras que las estructuras
adjuntas son utilizadas principalmente por los cultivadores caseros escala. invernaderos
solares pasivos son a menudo buenas opciones para los pequeños productores, porque
son una manera rentable para los agricultores para extender la temporada de
crecimiento. En climas más fríos o en áreas con largos períodos de tiempo nublado, puede
ser necesario complementar con un sistema de calefacción de gas o eléctrico para
proteger las plantas contra el frío extremo de calefacción solar.
La historia del hombre es la historia de la búsqueda permanente de fuentes de energía y
de sus formas de aprovechamiento, con el propósito humano de servirse del ambiente.
Actualmente la demanda energética ha crecido a un ritmo acelerado e imparable al
tiempo que baja la eficiencia y aumentan descontroladas las emisiones de gases de efecto
invernadero, pues se vive en una sociedad que está regida por el consumo de
combustibles fósiles para satisfacer sus necesidades energéticas. El desarrollo de la
humanidad a través de la historia está ligado de manera muy significativa al tipo de
energía utilizada y sus formas de aprovechamiento. Existen incluso teorías que
posicionan a la energía como eje principal del desarrollo humano, como la expuesta por
Leslie White: “La historia de la civilización es la del dominio de las fuerzas de la naturaleza
por medios culturales, de tal forma que la cultura evoluciona conforme aumenta la
energía aprovechada per cápita en un período dado y la eficiencia de los medios
instrumentales para servirse de ella” (Cunningham, 2003). El modelo energético actual a
base de combustibles fósiles como principal fuente, genera un gran impacto ambiental y
no es sustentable debido a que, para satisfacer las demandas de energía actuales,
compromete la integridad de las futuras generaciones. Por lo que se hace necesario
establecer un nuevo modelo energético que sea sustentable en el que las energías
renovables sean el eje de desarrollo. Las fuentes de energía renovables tienen un ciclo de
regeneración mayor al de consumo, por lo que son inagotables. El Sol es el origen de
todas las energías renovables presentes en la Tierra (Merino, 2007.) Actualmente la
tecnología de las energías renovables aún se encuentra en una etapa de desarrollo con
el objetivo final de lograr que la energía producida compita económicamente con la
generada por las fuentes de energía no renovables 4 (Hollander, 2003). En particular
para la energía solar fotovoltaica el desarrollo se centra principalmente en mejorar su
eficiencia y garantizar un almacenamiento adecuado de la energía producida (Luque
Antonio, 2003). Por otra parte, a diferencia de los países nórdicos, el territorio
peruano, por estar mucho más próximo al Ecuador, cuenta con sol durante la mayor parte
del año. Según el Atlas Solar del Perú elaborado por el Ministerio de Energía y Minas, el
Perú tiene una elevada radiación solar anual siendo en la sierra de aproximadamente 5.5
a 6.5 kWh/m2; 5.0 a 6.0 kWh/m2 en la Costa y en la Selva de aproximadamente 4.5 a
5.0 kWh/m2. Asu vez, convertir los tejados de los invernaderos en plantas para la
generación de energía solar no es una idea nueva, pero sí una apuesta que va ganando
terreno por sus ventajas para la producción de energía limpia y para las propias
explotaciones, que reducirían sus costes de producción, serían más sostenibles y podrían
incluso contribuir a la optimización del terreno. En este Informe de investigación daré a
conocer el uso de energía solar para invernaderos, como se va desarrollando en los
últimos 5 años.
CAPITULO 1
MARCO TEORICO

1.1. Antecedentes
• Sector energético a nivel mundial
Los mercados energéticos tienen características específicas que dependen de la
naturaleza de los combustibles, de la organización industrial y de las políticas energéticas
de cada país. A nivel mundial los europeos adolecen de la falta de competitividad del
carbón comunitario en relación al carbón importado, la electricidad y el sector de gas no
están suficientemente abiertos a la competencia, mientras que la nuclear es objeto de
polémica por los residuos de la materia prima que se utiliza, bajo este contexto cobra
mayor fuerza la utilización de energías renovables en la unión europea (Femández 2009).
• En América Latina y Norte América
El sector energético posee importantes reservas de hidrocarburos, sufriendo la
explotación de las empresas transnacionales, lo cual ha agudizado la desigualdad
existente en el acceso a la energía, así como en los niveles de desarrollo tecnológico y de
infraestructura para el desarrollo del sector energético. La presencia de las empresas
transnacionales como ENDESA en América Latina ha sido indudablemente la empresa
Privatizada de Enersis (Chile), tras cuya adquisición Endesa se convirtió en la mayor
suministradora de electricidad en Chile, Argentina, Perú y Colombia, y la tercera en Brasil
(Cecchinl & Zicolillo, 2005). En 2005 tuvo un beneficio neto de 3'182 millones de €, de
los cuales 8.2% provinieron de Latinoamérica citaremos tan solo algunos ejemplos: con
ETEVESA (Empresa de generación termoeléctrica ventanilla S. A.) controla una central
térmica que utiliza el gas de Camisea (Perú); CIEN (La Compañía de Interconexión
Energética) controlada por ENDESA España, posee la línea de interconexión eléctrica de
alta tensión entre Brasil y Argentina, dispone de 48% de EMGESA (la mayor generadora
de Colombia) y de la distribuidora 12 CODENSA. Por otra parte, participa directamente
en EPR (Empresa Propietaria de Red), que se encarga del Proyecto de interconexión
eléctrica de América Central (SIEPAC), enmarcado en el Polémico Plan Puebla Panamá
(PPP). Unión FENOSA está presente en América Latina para la generación y distribución
de energía eléctrica. El beneficio neto de Unión FENOSA en 2005 fue de 815 millones
de €. Está presente en México, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Costa Rica, República
Dominicana y Colombia. En el primero, cubre 2.8% de la demanda eléctrica y dispone de
tres centrales de ciclo combinado, donde el gas es suministrado por PEMEX y El Paso
Energy, entra en Colombia en 2002 adquiriendo casi completamente las eléctricas EPSA
(62.44%), Electrocosta (70.45%) y Electrocaribe (71.52%). La empresa IBERDROLA
con una liquidez del grupo ronda tos 9.700 millones de €, suficiente para cubrir las
necesidades financieras de los próximos 24 meses, se encuentra presente en América
Latina desde 1992, en donde 92% de la energía generada proviene de México y Brasil.
En el primero se ocupa de generación eléctrica mediante centrales de ciclo combinado,
proyectando además un parque eólico con el consorcio Gamesa Eólica 1 IBERINCO, con
la adjudicación de un contrato de construcción de un parque eólico en la zona del Istmo,
Oaxaca (México). Para dar un contexto a la situación energética del mundo, se puede
partir de los siguientes datos: en el siglo XX la población del mundo creció por un factor
de cuatro (actualmente, somos más de 6,000 millones de seres humanos), mientras que
el sector industrial creció 40 veces y el consumo de energía se incrementó en 16 veces.
2.2 Energías renovables
Sin lugar a dudas ante el previsible final de los recursos energéticos fósiles, y la posibilidad
de disminuir tos graves efectos ambientales que producen, la sociedad fija sus esperanzas
en las fuentes renovables de energía, ver Figura 1. Se mencionan, sin matizar, sus
principales ventajas como la limpieza en el uso y su carácter de inagotables; no obstante,
la realidad es que este discurso ya tiene muchos años y las fuentes renovables de energía
aún no alcanzan la preponderancia largamente anunciada.

En relación con lo que la gente entiende por energías alternativas existe controversia,
pues para unos son sinónimos de energías renovables, y para otros incluyen energías
parcialmente renovables como la geotermia; o definitivamente, no renovables, pero si
alternativas como la nuclear por fisión. En algunos documentos no se considera como
energía renovable a las grandes instalaciones hidráulicas y en otros la biomasa se puede
solo referir al uso de energético de la leña (Calva, 2007). Otra grave dificultad en torno
a las energías renovables y alternativas se da al manejar un discurso en el que se
incorporan todas ellas en un solo paquete; como si todas tuvieran las mismas
características, ventajas o 14 dificultades, o como si todas las tecnologías disponibles
para su conversión tuviesen el mismo grado de desarrollo, incluyendo su grado de
penetración comercial. Por ejemplo, hablar de promover el uso de la energía solar
adquiere distintas dimensiones si se habla de colectores solares planos para
calentamiento de agua con fines domésticos y recreativos, o energía térmica para
procesos industriales, o bien energía eléctrica para sistemas aislados o conectados a la
red. Dada la importancia de la clasificación de las fuentes de energía en renovables y no
renovables se propone una clasificación en la que establece que las energías no
renovables son el petróleo, el gas natural, el carbón y se les llama no renovables porque
cuando se extraen estos combustibles de la tierra, no los vuelve a reponer y su
disponibilidad es cada vez menor. Las fuentes de energía renovables, en cambio,
provienen de fuentes inagotables, principalmente el Sol y la Tierra y su disponibilidad no
disminuye con el tiempo. El Sol y la Tierra nos seguirán proporcionando la energía
durante algunos millones de años más, y con él los vientos, la fotosíntesis de las plantas,
el ciclo de agua, las fuerzas del mar y el calor al interior de la Tierra, además las energías
renovables se producen de manera continua y son inagotables a escala humana, son
respetuosas con el medio ambiente. La Figura 2, resume las diversas fuentes de energía,
a las fuentes de energía renovable se las conoce también como alternativas, pues ofrecen
una solución diferente o alternativa a las tecnologías tradicionales. Con las energías
renovables se pueden obtener las dos formas de energía más utilizadas: calor y
electricidad.
Como indica el primer principio de la termodinámica "La energía no se crea ni se destruye
solo se transforma", por ello la utilización de la energía del sol para producir electricidad
o calor no produce cambios en el equilibrio de la tierra. Para ilustrar las ventajas de utilizar
la radiación solar citemos algunos ejemplos: Si nos encontramos dentro de un vehículo
en un día soleado, y más aún en el ecuador donde los rayos del Sol caen
perpendicularmente, apreciamos en poco tiempo el incremento de la temperatura y
podemos de alguna forma medir la energía recibida, lo mismo ocurre en un invernadero,
asimismo los vientos que se originan por la diferencia de presión debido al calentamiento
solar de las masas de aire en las zonas cálidas que ascienden y chocan con el aire frío de
las zonas más altas, otro efecto de la radiación solar ocurre en las plantas, estas reciben
la radiación solar y en la fotosíntesis producen los. azúcares para su 16 subsistencia; la
energía de los fotones es parte vital en esta transformación química que se revierte al
alimentamos, devolviéndonos esa energía. El descubrimiento del efecto fotovoltaico, que
veremos más adelante, transforma la energía del fotón al impactar en un material
semiconductor en una corriente eléctrica y para finalizar los combustibles fósiles deben
su energía a la que recibieron del Sol en sus años de vida como plantas y animales, por
lo tanto, concluimos que el Sol es la fuente de energía secundaria de nuestro planeta, y
lo seguirá siendo por millones de años más. Conviene, por tanto, darle al Solla importancia
que se merece.

En la Tabla 1 se hace un resumen de estas transformaciones de energía, los cuales las


transformaciones de energía convencionales y las renovables.

La idea es conseguir una energía a través de un desarrollo sustentable analizado desde


una visión energética, es decir, aprovechar la radiación solar que llega al planeta tienen
sus ventajas, ya que son respetuosas con el medio ambiente, no emiten gases
contaminantes, no generan residuos peligrosos, se pueden instalar en zonas rurales y
aisladas, y además disminuyen la dependencia de suministros externos.
2.3 Fuentes de energía renovables
Como ya indicamos, son fuentes que producen constantemente energía, de forma que la
energía consumida se renueva continuamente y en 17 consecuencia su utilización es
ilimitada. Únicamente me referiré dentro de las energías renovables a aquella que
considero de mayor interés para el tema que será la de más fácil uso por necesitar menor
bagaje tecnológico y menor inversión para su aplicación.
• Energía Solar Transformación en calor: es la llamada energía solar térmica que consiste
en el aprovechamiento de la radiación que proviene del sol para calentar fluidos que
circulan por el interior de captadores solares térmicos. Este fluido se puede destinar para
el agua caliente sanitaria, dar apoyo a la calefacción para moderar la temperatura de las
piscinas. En la utilización directa mediante la incorporación de cristales y otros elementos
arquitectónicos con elevada masa y capacidad de absorción de energía térmica, es la
llamada energía solar térmica pasiva. La energía solar directa es la energía del sol sin
transformar, que calienta e ilumina, es necesario tener sistemas de captación y de
almacenamiento para aprovechar la radiación del sol de diferentes maneras. El sol
produce constantemente energía electromagnética que llega directamente a la tierra. Así
lo viene haciendo desde hace unos 4.5 Millones de años y parece que seguirá su
producción por varios millones de años más. Toda la energía disponible procede de forma
directa o indirecta del sol, excepto la nuclear, mareomotriz y la geotérmica. Sin embargo,
su utilización ofrece serias dificultades por su estacionalidad, su alternancia día-noche,
su dependencia de otras condiciones atmosféricas, su baja densidad y en muchas
aplicaciones su costo, que dista de ser competitivo con los combustibles fósiles. El sol es
la fuente secundaria de energía, que puede ser usada directamente, en sistemas pasivos,
así llamados porque no utilizan otra fuente de energía, o en sistemas activos, que usan
otra fuente de energía, generalmente eléctrica, empleada para mover el fluido calefactor.
La energía solar es la energía obtenida mediante la captación de la luz y el calor emitidos
por el Sol. La radiación solar que alcanza la Tierra puede aprovecharse por medio del calor
que produce a través de la absorción de la radiación, por ejemplo, en dispositivos ópticos
o de otro tipo. La energía solar 18 es una energía renovable que no contamina conocida
como energía limpia o energía verde. La energía solar se puede transformar de dos
maneras: La primera utiliza una parte del espectro electromagnético de la energía del sol
para producir calor. A la energía obtenida se le llama energía solar térmica. La
transformación se realiza mediante el empleo de colectores térmicos. La segunda, utiliza
la otra parte del espectro electromagnético de la energía del sol para producir electricidad.
A la energía obtenida se le llama energía solar fotovoltaica. La transformación se realiza
por medio de módulos o paneles solares fotovoltaicos.
CAPITULO 2
I. INVERNADEROS

La palabra invernadero, aunque literalmente puede significar "lugar para pasar el


invierno", ha adquirido un carácter universal para nombrar un "local de protección de
plantas", no solo para las bajas temperaturas, sin no para otros múltiples objetivos. De
hecho, se construyen instalaciones en los países tropicales, que, por extensión, también
se les llama invernaderos. Desafortunadamente no se ha popularizado en castellano una
palabra adecuada para estos tipos de instalaciones. Sin embargo, en inglés usan el
término más adecuado de "greenhouse" que pudiera traducirse como casa verde
1. Objetivos de los conservatorios.
El objetivo que se persiga con el invernadero define en gran medida las características de
su construcción. Algunos de los principales propósitos de los conservatorios son:

a) Protección contra el frío: Son típicos de los países donde en ciertos períodos del año o
durante el año completo se producen temperaturas ambientales perjudiciales a las
plantas que quieren conservarse. En general están recubiertos de materiales
impermeables y transparentes o semi transparentes que producen un clima parcialmente
aislado del exterior, por lo que pueden mantenerse a temperaturas seguras con el uso de
elementos de calefacción. En este tipo de invernadero es común que tengan que usarse
sistemas de ventilación, para cambiar el aire interior cada cierto período de tiempo y
mantener el nivel adecuado de CO2 en el ambiente. También pueden ser necesarias las
máquinas de viento que son sopladores que mantienen corrientes de aire algo intensas
dentro del invernadero, ya que sin la acción del viento los troncos y las ramas de las
plantas arbustivas se tornan débiles y frágiles.
b) Protección contra insectos: En muchos cultivos es decisivo mantenerlos fuera del alcance
de las plagas, lo mismo porque transmiten enfermedades letales, o porque reducen la
calidad del producto al alimentarse de hojas o frutos y otras razones. Estos invernaderos
pueden estar localizados en zonas donde el frío no es un problema y en general están
recubiertos de materiales transparente o semi transparentes en el techo para permitir la
entrada de luz solar, y de telas más o menos tupidas en las paredes de acuerdo a las
dimensiones de los insectos cuya entrada se quiere impedir. Un caso típico del uso de
estos invernaderos es en el cultivo del tabaco, donde la picadura de los insectos puede
agujerear las hojas, las que luego no son aptas para su uso en la capa externa de los
habanos. En muchos casos y en lugares de clima caluroso resulta necesario el uso de
sopladores o ventiladores dentro del conservatorio para evitar que las temperaturas en
el interior se eleven demasiado.
Otra aplicación común de estas instalaciones se tiene cuando se quiere aislar el
germoplasma de ciertas especies o variedades de la posible contaminación con
enfermedades, que luego serían trasmitidas durante la reproducción a la descendencia.
Las reglas sanitarias de algunos países establecen con rigor el uso de estas instalaciones
con plantas certificadas "libres de enfermedades" como centro de mantenimiento y
reproducción de los cultivares, por ejemplo, de cítricos.

c) Protección contra la irradiación solar: En ciertos casos algunos cultivos se desarrollan


mejor en condiciones controladas de luz solar o en sombra parcial. Para conseguir este
objetivo se construyen invernaderos que "filtran" la luz solar y proporcionan a las plantas
el ambiente óptimo para su desarrollo. En general estos invernaderos están recubiertos
de las llamadas "telas de sombra" que se comercializan en el mercado con diferentes
grados de permeabilidad a la luz.
d) Obtención de un microclima: En una buena parte de los casos cuando se utiliza la
propagación asexual de plantas, las estacas en proceso de enraizado, o los injertos recién
hechos se colocan dentro de un invernadero que mantiene una humedad relativa muy
alta y reduce la incidencia solar para evitar la deshidratación del material en proceso de
propagación. Es común que estos invernaderos sean herméticos y en algunos casos
tengan un techo completamente opaco para evitar la entrada de sol.
e) Protección contra la lluvia o el viento: Este tipo de invernadero se usa para el caso de
cultivos muy sensibles al viento o a las lluvias, especialmente en las zonas donde el
período lluvioso es extenso e intenso.
Resulta evidente que el invernadero puede tener el objetivo de cumplir de manera mixta
con algunos, o todos de los objetivos listados anteriormente de manera independiente.
2. Elección del lugar.
Una planificación cuidadosa antes de la construcción es un primer paso esencial en el
desarrollo de un sistema exitoso y rentable para la producción en conservatorios. Antes
que todo, debe elegirse el sitio para la construcción.
Idealmente, muchos diferentes sitios deberían ser objetivamente evaluados para su
adecuación al proyecto propuesto. Sin embargo, el terreno que se considere para el
invernadero debe ser propiedad del futuro inversionista ya que será una inversión costosa
que debe durar largo tiempo.
La primera consideración es si el sitio cumple con la normativa local y tiene acceso a los
servicios necesarios. El sitio propuesto debe cumplir con los requisitos locales de
zonificación y la operación del invernadero debe cumplir con los códigos de construcción
local, del uso del agua y los requisitos del medio ambiente, así como tener los
consecuentes permisos. Además, la disponibilidad y el costo de las instalaciones de los
servicios públicos deben ser considerados. Si el servicio eléctrico o de agua municipal ya
están disponibles, la necesidad de una mejora en estos servicios debe ser evaluada. El
acceso a buenas carreteras también debe ser considerado.
Los impuestos varían dependiendo de si un sitio está dentro de los límites de una zona
urbana. Los impuestos también pueden variar considerablemente de un distrito a otro.
Por último, las intenciones de los gobiernos locales y las agencias reguladoras en materia
de exenciones agrícolas, la anexión, y los planes de crecimiento deben ser considerados
en términos del plan de negocios.
El agua de alta calidad es una parte esencial de cualquier tipo de producción en
invernadero. El agua obtenida de una fuente poco profunda o superficial puede introducir
nemátodos, bacterias patógenas, hongos, algas o semillas de malas hierbas en el sistema
del invernadero. Esto es especialmente posible si el agua se obtiene de lagunas o arroyos
a donde vayan a parar los drenajes agrícolas. Los pozos poco profundos no deberían
plantear un problema, pero si la cubierta de un pozo está rota o mal instalada, será más
propenso a la contaminación con agua de superficie que un pozo profundo.
Aunque el agua se obtenga de pozos profundos, por lo general los sistemas municipales
también puede suministrar agua de calidad adecuada para en invernaderos hidropónicos.
Sin embargo, antes de convertirse en totalmente dependiente del agua pública, los costos
económicos deben ser considerados. Independientemente de la fuente de agua, deben
hacerse pruebas de idoneidad por un agente local adecuado. Un análisis completo del
agua es crítico y debe incluir como mínimo: pH, conductividad eléctrica, bicarbonatos,
hierro, azufre, calcio y magnesio.
Los sitios a nivel permiten la construcción de invernaderos de gran tamaño que son más
económicos para calentar considerando la misma superficie con invernaderos pequeños.
Los grandes invernaderos en lugares a nivel son también más fáciles de automatizar que
los pequeños invernaderos. Si se parte de un terreno nivelado se reduce la cantidad de
movimientos de tierra necesarios para proporcionar el nivelado de la obra. Un terreno
nivelado también elimina la necesidad de que los trabajadores tengan que subir cuestas
al llevar o empujar cargas pesadas.
De ser posible el terreno donde se construye el conservatorio debe tener cierta altura y
tener buen drenaje para evitar las inundaciones si llueve mucho. Después de la
preparación, las áreas adyacentes al sitio del invernadero deben tener al menos una
pendiente del 2% partiendo de él para promover el escurrimiento del agua de lluvia. Si el
sitio está localizado en una zona de mal drenaje deben construirse zanjas de desagüe o
canales con baldosas para proporcionarlo.
Los productores deben evitar las áreas que contienen mucha arcilla, especialmente
arcillas expansibles. Además de los problemas de drenaje que los suelos de arcilla pueden
crear, la contracción y expansión de las arcillas puede causar grietas en pisos de concreto
y cimientos. Las áreas que contienen suelo elevado por objetos grandes, tales como
troncos de árboles deben ser evitadas debido al asentamiento diferencial que se
producirá luego. Sitios cerca de aceites usados, almacenamiento de productos químicos,
o vertederos de basura se deben evitar; de la tierra adyacente es otra consideración en
la selección del sitio. La cercanía a las áreas comerciales, de producción activa comercial
de hortalizas aumentará los niveles de inóculo de patógenos locales (especialmente por
el aire) y las poblaciones locales de insectos dañinos. La construcción cerca de campos
comerciales abandonados, vertederos, y pilas de productos agrícolas en mal estado
representan el mismo riesgo de una mayor incidencia de enfermedades y de insectos en
la producción.
Como se sugirió antes, las intenciones futuras del gobierno local y la comunidad
empresarial deben tenerse en cuenta durante la selección del sitio. Por ejemplo, en el
futuro pueden ser más probables restricciones ambientales a la hora de descargar las
aguas residuales para evitar la contaminación de lagos, ríos o aguas subterráneas.
Especialmente cerca de zonas urbanas y carreteras, el desarrollo futuro de la tierra debe
ser considerado por su impacto en el plan de negocios de la operación. La construcción
residencial o comercial en la zona cercana al sitio puede tener un efecto significativo
sobre el costo de los servicios, la zonificación, los impuestos, y los valores de la tierra.
Dependiendo de las intenciones a largo plazo del inversionista, estas tendencias pueden
ser beneficiosas o perjudiciales.
Para inversores a largo plazo, el lugar físico debe ser lo suficientemente grande para
permitir la expansión futura posible.
3. Consideraciones estructurales
a. forma y dimensiones
Los invernaderos comerciales pueden construirse en una variedad de estilos que varían
en tamaño desde pequeñas casas independientes a grandes locales ínter-conectados con
más de una hectárea de superficie. Las casas pequeñas pueden tener el estilo de
construcción de techo de dos aguas o en forma de semi-túnel y ofrecer las ventajas de
la baja inversión total inicial y la flexibilidad
de operación. Sin embargo, en base a la
unidad de área son generalmente más
caras de construir y son más caras de
calentar y enfriar que las grandes casas.
Los grandes invernaderos se forman
mediante la conexión de unidades
individuales. El techo de cada unidad puede
ser una estructura a dos aguas o arqueado o estar en pendiente de forma que el
invernadero total quede con el techo en diente de sierra. En función de la superficie, estos
invernaderos tienen un costo inicial más bajo que los de pequeñas casas independientes.
Son también más fáciles de calentar y enfriar porque tienen menor área de pared
expuesta al sol y a las condiciones ambientales exteriores en proporción al volumen.
Las casas de dos aguas y las de arcos son los tipos más comunes en la construcción de
los conservadores. Los de dos aguas son más caros de construir que los tipos de arco,
pero ofrecen la ventaja de ser compatibles con la instalación de respiraderos en el borde
superior del techo. Los techos de diente de sierra son más caros de construir que los
tipos de arco y de dos aguas, pero ofrecen la ventaja de permitir el uso de las técnicas de
ventilación natural.
Los invernaderos individuales son normalmente de 6 a 12 metros de ancho y de 30 a 40
metros de largo. Estas son buenas dimensiones de trabajo y son fácilmente recubiertos
por los tamaños disponibles en el mercado de las láminas de polietileno y las telas de
sombra. Si los invernaderos deben ser ventilados mecánicamente, entonces deben estar
dispuestos para que el aire no tenga que viajar mucho desde la entrada a la salida a fin
de que los gradientes de temperatura dentro del invernadero se reduzcan al mínimo. La
altura de los invernaderos con ventilación mecánica debe ser tan baja como sea posible
para la comodidad de los trabajadores y para reducir la magnitud volumétrica que se
calienta o se enfría. La ventilación natural de los invernaderos requiere el uso de una
cresta de ventilación en el techo a dos aguas o de un techo en diente de sierra. Este tipo
de techo debe tener una inclinación entre 3:12-6:12 para una ventilación natural
adecuada. Normalmente, esto se traducirá en un techo más alto del que se requiere para
la ventilación mecánica.
b. Estructura del invernadero
La estructura del invernadero debe ser diseñada para soportar las cargas que se le
imponen durante el uso normal. Estas incluyen las cargas ambientales como el viento, la
lluvia, y las cargas impuestas por cestas colgantes o por un equipo montado en la
estructura. Para la producción de hortalizas, la mayoría de los marcos de las casas de
invernadero no son lo
suficientemente fuertes para
llevar a cabo la doble función:
como soporte de las telas y del
enrejado de las verduras. Por lo
tanto, lo mejor es construir un
sistema de soporte independiente
dentro de la casa para las
hortalizas.
Los marcos de los invernaderos
pueden construirse de diferentes materiales. Los marcos de aluminio son de larga
duración, resistentes a la corrosión, peso ligero, y puede ser prefabricados. Pueden ser de
tipo permanente con vidrios y tienen bajos requerimientos de mantenimiento. Los
marcos de aluminio tienen un alto costo inicial y requieren los servicios de personal
experimentado durante la construcción.
Los marcos de acero galvanizado, ofrecen alta resistencia y larga vida a menos costo
inicial que los marcos de aluminio, aunque los costos de mantenimiento de los marcos de
acero puede ser mayor. Los metales son buenos conductores del calor por lo que las
pérdidas o ganancias de calor a través de un marco de aluminio o de acero pueden ser
significativos. La alta resistencia del acero hace posible el uso de pequeños elementos
estructurales y minimizar el sombreado causado por el marco.
Los marcos de madera tienen un coste inicial bajo, pero tienen altos costos de
mantenimiento. Ellos también son inflamables. La pintura de los marcos de madera de
color blanco mejorará las condiciones de iluminación dentro del conservatorio. La madera
debe ser tratada con preservantes no tóxicos a las plantas para aumentar su durabilidad.
Para invernaderos pequeños y temporales de jardín es común que se usen los tubos de
PVC.
4. Materiales de recubrimiento
Según el propósito del conservatorio pueden utilizarse diferentes materiales de
recubrimiento, lo más común es que los invernaderos construidos para proteger del frío
en zonas templadas o frías, o para crear microclimas de alta humedad se recubran de
materiales impermeables y transparentes o semi transparentes tanto en la pared como
en el techo. Si el propósito es reducir la incidencia solar o proteger de las plagas sin que
el frío sea un factor a tener en cuenta, lo más común es que se recubran con las llamadas
telas de sombra o telas contra insectos. Cuando la lluvia es un factor negativo el techo
se construye siempre de materiales impermeables.
a. Materiales transparentes
Una variedad de materiales puede ser utilizados para cubrir los invernaderos.
Históricamente, el vidrio fue el primer material utilizado para aislar los invernaderos. El
vidrio es un material excelente cuando su elevado coste inicial puede ser tolerado. El
vidrio tiene una vida útil de 25 años o más, requiere poco mantenimiento, y transmite la
luz muy bien. Se requiere mano de obra calificada para la construcción y tiene una
resistencia baja al impacto. Vidrios de alta resistencia deben ser utilizados para el
recubrimiento. El vidrio es pesado y requiere el uso de marcos fuertes con grandes
elementos estructurales que pueden bloquear la luz.
En los últimos años, las hojas sintéticas y las películas han reemplazado el vidrio como el
material de recubrimiento utilizado en la mayoría de los invernaderos. El material más
utilizado es la lámina de polietileno. Este material es de bajo costo, peso ligero, está
disponible en formatos fáciles de aplicar usando secciones y tiene una transmitancia de
luz alta. Por desgracia, también tiene una vida muy corta, los tipos regulares tienen una
duración que puede ser de tan sólo nueve meses en los lugares cálidos con mucho sol.
Los hay de tipo estabilizados a los rayos ultravioleta, que duran de dieciocho meses a
cuatro años, pero todavía requieren un reemplazo relativamente más frecuente que otros
materiales de recubrimiento. Los tipos comunes de polietileno son transparentes a la
radiación infrarroja. Modernamente se están elaborando ciertos tipos que bloquean la
radiación infrarroja desde dentro del invernadero por lo que reducen las pérdidas de calor
y la condensación en la película.
Otros materiales plásticos han sido utilizados para recubrir los invernaderos con cierto
éxito, pero sus ventajas no son generalmente compensadas por su mayor costo inicial en
comparación con el polietileno. Algunos de los que se han utilizado son son el cloruro de
polivinilo (PVC) en láminas, películas de fluoruro de polivinilo (Tedlar), hojas de acrílico
(plexiglás), películas de poliéster (Mylar), y láminas de policarbonato (Lexan).
Las hojas de plástico reforzados con fibra de vidrio son ampliamente utilizadas como
material de recubrimiento. En general son laminas de poliéster con incrustaciones de fibra
de vidrio. Estas hojas de fibra de vidrio son menos costosas que las de vidrio, pero más
caras que el polietileno. Son resistentes al impacto y ligeras en comparación con el vidrio.
Tienen una transmisión de la luz muy alta que es ligeramente inferior a la del vidrio y el
polietileno, pero la cubierta de fibra de vidrio es faćil de construir, no obstante se degrada
por los rayos ultravioleta aunque su capacidad de resistencia se puede mejorar con el uso
de recubrimientos con otros materiales.
Los materiales para recubrimiento deben transmitir la máxima cantidad de luz solar para
el cultivo, mientras que también deben tener una ganancia o pérdida de calor mínima. El
uso de capas dobles de la lámina puede agregar valor aislador al sistema de recubrimiento
con sólo una pequeña reducción en la transmisión de la luz. Cuando se utiliza una lámina
de polietileno se le llama de doble polietileno. En este caso se utiliza un pequeño
ventilador para inflar el área entre las dos capas. Este espacio de aire muerto mejora
notablemente las propiedades aislantes del invernadero. Cuando se compara con una sola
capa de lámina de polietileno, el sistema doble poli reduce la pérdida o ganancia de calor
entre 35% - 40% con una reducción del 10% en la transmisión de la luz. Un doble poli
bien inflado es más resistente a los daños por el viento que una sola capa de polietileno,
sin embargo, un invernadero de polietileno doble requiere mayor mantenimiento para
mantener el sistema de doble poli correctamente inflado y un sistema bien hermético
resulta necesario para sellar las capas de polietileno en sus costuras.
b. Recubrimientos permeables
Los invernaderos recubiertos completamente de material transparente como los
descritos anteriormente, son aplicables a zonas templadas o frías donde la protección
contra el frío es el requerimiento más importante ya que son impermeables e impiden
la entrada de aire frío al invernadero, lo que facilita el control interior de la
temperatura. Si embargo en conservadores para zonas cálidas solo son aplicables a
las instalaciones que se construyan para mantener un ambiente controlado interior
a fin de conseguir una gran humedad relativa para la reproducción de plantas por
estacas o similares.
En zonas donde el frío no resulte un problema. Los invernaderos pueden ser
recubiertos básicamente de dos formas:
Con el techo de material transparente e impermeable, para evitar los daños por la
lluvia, pero con las paredes de telas permeables que favorecen la ventilación y con
ello evitan la temperatura interior extrema; o bien recubierto con telas permeables
en su totalidad para aprovechar la lluvia y reducir los gastos de riego.
Estas telas permeables pueden ser de dos tipos básicos: las llamadas telas sombra y
las telas contra insectos.
❖ Telas de sombra
de punto
Estos materiales de recubrimiento se usan para bloquear parte de la iluminación solar
que entra al invernadero, y su capacidad de interferencia a la luz puede variar desde
algo más de 20 hasta el 90%. Al mismo tiempo pueden proteger contra el viento y
en alguna medida contra los
insectos.
Hay dos tipos básicos de estas
telas, las de punto y las tejidas. Las
telas de punto están hechas de
forma tal que los hilos corren en
varias direcciones, mientras que las
tejidas los hilos están entramados
en direcciones mutuamente
perpendiculares como una malla.
Lo más común es que las telas de punto estén construidas de mono filamentos de
polietileno protegido contra los rayos ultravioletas, y pueden aparecer en el mercado
de diferentes colores, mientras que las tejidas son de polipropileno, que es por
naturaleza muy resistente a la radiación ultra violeta, por lo que estas telas tienen
una larga vida que puede llegar a los 12 años, pero en general son de color negro.
Las telas de sombra tejidas son más
ligeras que las de punto, pero tiene la
desventaja de que se pueden rasgar a lo
largo de un mono filamento mientras
que las de punto no lo hacen debido a la
propia naturaleza del entramado.
Recientemente ha salido al mercado
una tela de punto conocida como
Aluminet la que está hecha de mono
filamentos de polietileno de alta densidad recubiertos de una capa de aluminio
anodizado que proporciona a la tela una alta reflexión a la luz.
c. Telas contra insectos
Estas telas son en esencia una tela de punto construida de mono filamentos de
polietileno como las de sombra, pero se diferencian de estas, en que el entramado es
muy tupido y no permite la entrada de insectos de pequeño tamaño que son en
muchos casos portadores de virus, por tal motivo se conocen también como telas
antivirus.
Hay telas de este tipo que tienen un entramado particularmente tupido con agujeros
muy pequeños que se conocen como no-trips.
Comúnmente reducen la irradiación solar entre un 20% y un 33% y se fabrican con
diferentes tamaños de los agujeros de la tela para ser utilizadas en diferentes
proyectos de acuerdo a los insectos cuya entrada se quiere bloquear. En la tabla 1 se
muestran las características de algunos insectos enemigos de los cultivos y la tela
apropiada a usar. En la tabla 2 las características de las telas.
Tabla 1: Dimensiones de algunos insectos y recomendaciones de la tela a utilizar

Tabla 2: Características de las telas contra insectos del mercado de USA.

5. Recubrimientos del suelo


Para los sistemas de producción con suelo o con bolsas, debe haber una barrera permanente
entre los cultivos y el suelo natural de debajo de la casa. Los suelos nativos tienen una
población de nemátodos y patógenos que son fáciles de introducir por las operaciones del
invernadero y muy difíciles de controlar. Cualquiera de los múltiples nemátodos de raíz y
otros nemátodos de vegetales se encuentran comúnmente en la mayoría de los suelos
nativos. Pueden entrar en los cultivos del invernadero siempre que la barrera entre el cultivo
y el suelo debajo de la casa se rompa. Una raíz penetrando a través del plástico, hormigón o
cualquier otro material puede proporcionar una vía de entrada.
Pasillos de hormigón entre las filas en el invernadero y entre los edificios no sólo facilitarán
el movimiento de los materiales, sino que también pueden mejorar el saneamiento. Establecer
caminos "controlan" la circulación del tráfico dentro y alrededor del área de producción y
pueden reducir al mínimo la posibilidad de entrada de suelo o material de plantado
contaminado en el invernadero. Esta es una consideración importante, ya que la prevención
de la infestación con nemátodos es una estrategia de gestión mucho más segura que
cualquier tratamiento curativo posterior.
6. Instalaciones adyacentes
Deben existir instalaciones adyacentes para el correcto almacenamiento y manipulación de
los medios de cultivo. Cualquier componente que no haya sido esterilizado o haya estado
expuesto a la contaminación durante el almacenamiento y la manipulación puede introducir
los patógenos. Barreras de hormigón que estén quebradas, permiten a las raíces de las malas
hierbas entrar a través del suelo nativo, lo que puede llevar a la infestación. Las aguas que
escurren de las lluvias fuertes, contaminadas con tierra de campo, también pueden introducir
patógenos al invernadero o a los materiales de cultivo. La maquinaria o herramientas que se
ha utilizado para las operaciones de campo, para mezclar o mover los materiales de cultivo
se puede contaminar también.
7. Consideraciones ambientales
El propósito inicial de los invernaderos fue simplemente para mantener vivas a las plantas
que no podían sobrevivir en el exterior en las condiciones ambientales del invierno. Los
primeros cultivadores en las latitudes septentrionales advirtieron que las temperaturas
cálidas eran necesarias para la producción de frutas y hortalizas en ciertas épocas del año o
en aquellos lugares en los que determinados cultivos no se producían de manera normal. Así,
a principios los invernaderos fueron diseñados para proporcionar a las plantas los nutrientes
esenciales, la luz del sol y calor. Más tarde se comenzó a reconocer la importancia de la
refrigeración en la producción de algunos cultivos durante la época cálida del año y fueron
añadidos conductos de ventilación para que salga el aire caliente del invernadero y se renueve
con aire fresco del exterior.
Actualmente, los horticultores saben que cada variedad de planta (incluso dentro de la misma
especie) tiene sus propias características particulares de respuesta a la temperatura. Para el
productor, esto significa que no es suficiente con mantener las plantas vivas, simplemente
manejando el calor y el frío, un productor de éxito siempre debe proporcionar las
temperaturas en las que los cultivos puedan desarrollarse y producir óptimamente. Por lo
tanto, deben ser diseñados tanto la calefacción, así como la ventilación, no solo para evitar
que las temperaturas lleguen a niveles extremos que puedan dañar, sino para obtener la gama
de temperaturas óptimas para el desarrollo de crecimiento normal y producción alta de las
plantas de acuerdo a lo que se coseche.
8. Intercambio térmico
En un momento dado, la temperatura del aire del invernadero depende del balance de calor
o el flujo neto de energía entre el sistema del invernadero y el medio ambiente exterior. Hay
tres procesos básicos de intercambio de energía, conducción, convección y radiación.
La conducción del calor es la transferencia de energía a través de un material sólido o
materiales que estén en contacto físico directo. La velocidad de conducción de calor a través
de un material depende de las propiedades físicas del material (densidad y conductividad), el
espesor del material, y la diferencia de temperatura a través del material. La transferencia de
calor por conducción puede ser minimizada mediante el uso de materiales que son malos
conductores. Por ejemplo; la espuma de poliestireno es un mal conductor térmico mientras
que el cobre tiene una conductividad térmica muy alta. Los sistemas de recubrimiento de
doble capa aprovechan la baja conductividad térmica del aire para reducir la pérdida de calor
mediante la formación de una capa aislante de aire.
La transferencia de calor por convección es el movimiento físico de los gases o líquidos entre
las zonas, a diferentes temperaturas. Por ejemplo, dentro de un invernadero en el invierno, el
intercambio de calor por convección se produce cuando el aire caliente sube y transfiere su
calor a las superficies frías del material del recubrimiento (que transfiere la energía para el
aire exterior por conducción). Después de que el aire del invernadero se enfría por contacto
con las superficies de recubrimiento en la parte superior del invernadero fluye de nuevo al
suelo. Otra forma de intercambio de calor por convección es la infiltración, que es el
intercambio de aire de fuera con el interior. La tasa de infiltración depende del tamaño y el
número de grietas y otras aberturas en la cubierta del invernadero. También depende de la
velocidad del viento exterior. El tipo de intercambio térmico debido a la infiltración está
simplemente en función del volumen y de la diferencia de temperatura del aire que se
intercambia entre el interior y el exterior del invernadero. Por último, el viento aumenta
directamente la tasa de transferencia de calor perdido desde la superficie exterior del
invernadero al reducir el espesor de la película de aire estática en la superficie del
recubrimiento.
La transferencia radiactiva de calor se produce entre los objetos sin contacto físico o sin
medio de transporte de calor entre ellos. Todos los objetos irradian energía en todas
direcciones, sin embargo, varían en su capacidad de absorber y emitir radiación. Toda la
energía entregada por el sol a la tierra es el resultado del transporte de energía radiante. Por
supuesto, los humanos sentimos la luz solar directa, ya que nuestros ojos la pueden ver, pero
hay también la energía radiante del sol que no se puede ver. Cuando la energía de radiación
choca contra un objeto puede ser transmitida, reflejada o absorbida en función de la longitud
de onda de la radiación y las características espectrales del objeto en particular. Por ejemplo,
los materiales transparentes del invernadero transmiten la mayor parte de la luz visible (y
que utilizan las plantas para la fotosíntesis), reflejan un 10%, y absorben muy poco. Sin
embargo, los materiales de recubrimiento pueden tener características muy diferentes en
otras bandas de la longitud de onda como la infrarroja. Cuando la radiación se absorbe, se
convierte en energía térmica y calienta el material que lo absorbe, los materiales altamente
reflectantes reducen el paso de las radiaciones a través de ellos al reflejarlas al ambiente,
mientras que los materiales oscuros y opacos absorben mucha radiación, se calientan y son
eficaces irradiando de nuevo.
a. Cálculo de la pérdida de calor
Para dimensionar correctamente un sistema de calefacción de invernadero, es necesario
estimar las pérdidas de calor para las condiciones más frías que se puede esperar durante el
invierno. En el cálculo de las pérdidas de calor, hay dos factores principales, las pérdidas a
través del recubrimiento, y las pérdidas por infiltración.
La fórmula 1 se puede utilizar para estimar las pérdidas de energía a través del material del
recubrimiento desde las más altas temperaturas dentro de la casa a las temperaturas más
frías del exterior.
Qc = U A (Ti - Te) (1)

donde:

Qc = pérdida "por conducción" total de calor en Btu / hr,


U = coeficiente global de transferencia de calor en Btu / (pie2 hr º F),
A = el área total expuesta del techo y paredes en pie2,
Ti = temperatura del invernadero en el interior en oF,
Te = la temperatura del aire exterior en oF.
Aunque la energía se transfiere a través del material de recubrimiento por conducción, la
transferencia de calor real de la superficie exterior del invernadero con el exterior consiste
en una mezcla compleja de conducción, convección, radiación y los procesos de
intercambio. La ecuación (1), simplifica el procedimiento de estimación mediante la
utilización del coeficiente global de transferencia de calor (U), desarrollado para los
diferentes sistemas de recubrimiento que se usan. La tabla 1 muestra los valores de
algunos de los montajes más comunes de recubrimiento.
La ecuación (2) se puede utilizar para estimar el calor que se pierden debido a las
infiltraciones de aire.

Qi = 0,02 V C (Ti - Te) (2)

donde:
Qi = pérdida total de calor en Btu / hr,
V = el volumen en pie3 del invernadero,
C = número de cambios de aire por hora,
Ti = temperatura del invernadero en el interior en oF
Te = temperatura del aire exterior en oF.

La clave de esta ecuación es el valor de C, el número de cambios de aire por hora debido
a fugas en el invernadero. La Tabla 3 muestra algunos valores aproximados de varias
cubiertas comunes de invernadero.
Las ecuaciones (1) y (2) se refieren a términos que dependen del tamaño físico del
invernadero. Ya que las pérdidas de conducción de calor son a través de las paredes y el
techo, se deduce que la pérdida de calor total aumenta con el aumento de la superficie
expuesta. Del mismo modo, las fugas normales están asociadas con los estilos
particulares de la construcción y con el volumen de la instalación.
En ambas situaciones, es evidente que hay ventajas cuando se reduce al mínimo la
superficie del invernadero con respecto a la superficie del suelo donde se cultiva el
producto. Esta es la razón por la que los invernaderos de instalaciones conectadas suelen
ser más eficiente energéticamente que los invernaderos independientes.
Las pérdidas de calor calculado en ambas ecuaciones también dependen directamente de
la diferencia de temperatura entre el interior del invernadero y la temperatura del aire
exterior. Los valores de Ti y Te deben ser elegidos, a fin de utilizar las ecuaciones para
estimar las necesidades potenciales de energía. La temperatura del invernadero en el
interior (Ti) es la temperatura más baja que la cosecha puede tolerar con seguridad. El
valor de la temperatura exterior (Te) debe ser la temperatura más baja que se espera
durante el invierno para el área donde se encuentra el invernadero.

9. Sistemas de calentamiento
Una vez que las necesidades de calefacción se han calculado, de debe elegir un sistema
de calefacción que tenga la capacidad necesaria. Hay muchas maneras para lograrlo desde
el punto de vista de los equipos, tipo de combustible a utilizar y prácticas de gestión. El
sistema debe ser compatible con el tipo de construcción del invernadero y el cultivo
específico (o cultivos) que se van a cosechar.
Estos sistemas pueden tener gran complejidad para el control de la temperatura en los
grandes invernaderos comerciales y muchos fabricantes ofrecen sistemas completos así
como los servicios de instalación.
a. Unidades calentadoras.
El equipamiento necesario para el calentamiento de un invernadero dependerá en cierta
medida del tamaño y volumen de este, generalmente para los pequeños de patio resulta
suficiente con una o dos unidades calentadoras eléctricas domésticas temostatadas. El
uso de dos unidades da cierta seguridad en el caso de que una de las unidades falle
durante el trabajo sin vigilancia.

Para los invernaderos mas grandes, las unidades calentadoras se alimentan normalmente
con gas natural, propano o Diesel y usan ventiladores para la distribución del calor. A
menudo los ventiladores está suspendidos de la estructura del invernadero, pero a veces
se montan en el piso. Este tipo de sistema es relativamente fácil de instalar y requiere
una inversión relativamente moderada. Además los calentadores que queman gas
natural, propano o Diesel producen C02 que puede ser beneficioso para las plantas, pero
también pueden producir subproductos de la combustión (como monóxido de carbono y
etileno) que pueden ser perjudiciales tanto para las personas como para las plantas. Para
evitar este problema potencial, las instalaciones que usan unidades calentadoras a
combustible deben ser ventiladas. Para ello de construyen chimeneas de ventilación de
tamaño adecuado (seguir la recomendación del fabricante) y estas deben extenderse por
lo menos metro y medio por encima del punto más alto del invernadero. Por último,
resulta necesario una entrada de aire fresco a la hornilla de cada unidad para que trabaje
adecuadamente.
b. Sistemas de agua caliente
En este sistema se colocan tuberías por las que circula agua caliente por todo el perímetro
y entre las filas de la instalación y utiliza la convección natural para distribuir el aire
caliente. Este sistema también se puede utilizar en combinación con ventiladores en el
techo. Los sistemas de agua caliente requieren de una caldera para calentar el agua, las
válvulas de control así como el sistema de control de la temperatura. También se puede
hacer circular por los tubos vapor de agua como veremos mas adelante, pero el uso de
agua caliente hace la instalación menos compleja y con menos mantenimiento que los
sistemas de vapor, sin embargo, son mas lentos en calentar y enfriar que los sistemas de
vapor.
c. Sistemas a vapor
Los sistemas de calefacción a vapor requieren una caldera, válvulas, trampas, y el sistema
de control que varía en complejidad dependiendo del tipo y el tamaño de la caldera
utilizada. El vapor ofrece un rápido calentamiento y enfriamiento de las líneas de
circulación y requiere menos tubería que u sistema d agua caliente. Las líneas pueden ser
lisas o con aletas y se puede combinar con ventiladores para proporcionar una
distribución más uniforme si se requiere. A menudo en los sistemas de vapor, cerca de
1/3 de la tubería está arriba y 2/3 está a lo largo de las filas o en el perímetro en las
paredes laterales. El vapor puede ser útil en los sistemas de producción en el suelo para
la esterilización del mismo. Los sistemas de vapor requieren una inversión inicial alta,
pero tienen una esperanza de vida larga.
d. Sistemas poli-tubo
En estos sistemas que pueden ser de diverso diseño se utilizan con frecuencia con
cualquiera de las unidades de calefacción que ya se han mencionado para lograr una
distribución de calor más uniforme, el movimiento del aire y la ventilación. Cuando se
utilizan poli-tubos en un sistema de calefacción, estos están equipados con una caja de
calentamiento de donde se alimenta un ventilador que infla el poli-tubo. Por lo general,
se colocan dos unidades de calefacción de descarga horizontal situados a cierta distancia
a ambos lados de la caja. Cuando los controles (termostato), encienden la calefacción, los
calentadores de las unidades se encienden y soplan aire caliente dentro de la caja. Una
vez que la temperatura del aire se eleva al nivel de ajuste de los calentadores estos se
detienen, pero por el poli-tubo sigue circulando el aire empujado por el ventilador de
inflado. Estos sistemas también son útiles para la deshumidificación e intercambio con
aire exterior.
En la mayoría de los grandes invernaderos, este es el mejor sistema para proporcionar
calor a través de un tubo de polietileno que se extiende a lo largo de la casa, y de donde
parten otros tubos más pequeños o aberturas por donde el aire caliente se distribuye a
todo el invernadero, produciendo fuertes corriente de convección. La colocación de la
tubería de distribución de calor debe ser cuidadosamente considerada. Tradicionalmente,
la tubería se compone de una grande, de 30 pulgadas a todo lo largo del invernadero con
un ventilador de chorro en el extremo de la casa. Este tubo está generalmente colocado
a una altura de 8 pies sobre la tierra. Como resultado, el calor se descarga por encima de
la copa de las plantas por lo que el calor necesario para elevar la temperatura del aire en
el invernadero es alto, ya que el aire caliente tiende a subir y por lo tanto calienta las
partes altas de la instalación donde no hay follaje. Un mejor enfoque es la descarga del
aire caliente en pequeños tubos de polietileno de 8 pulgadas colocados en, o cerca del
piso debajo de las plantas. El calor sube a la copa de las plantas. Este sistema también ha
demostrado ser eficaz en la reducción de las enfermedades foliares en el tomate y la
mejora de la calidad del fruto. La adición de una cortina térmica por encima de la
espaldera en el sistema puede ayudar a reducir los costos de energía.
El calentamiento puede ser por propano líquido, gas natural, vapor, etc con un calentador
en una casa independiente, pero es una buena idea usar dos calentadores pequeños, uno
a cada lado del ventilador de chorro en lugar de un calentador grande. En este sistema,
la congelación de las plantas es menos probable en caso de que un calentador falle. En el
sistema de calefacción doble, un calentador está controlado para que se encienda dos o
tres grados por encima del otro, de forma que solo en los casos de frío extremo tendrán
que funcionar los dos, y además si uno falla el otro tome el control total de la instalación.
Un buen diseño tendrá en cuenta que el sistema con un solo calentador por lo menos
proporcione a las plantas una temperatura segura de supervivencia.
10. Ventilación.
En la práctica, el único método económico para la refrigeración de los invernaderos
involucra la ventilación por el intercambio del aire interior con el aire exterior. La
ventilación puede ser natural por el viento y/o gradientes de temperatura (el aire caliente
se eleva), o mecánica, creada por el uso de ventiladores. Aunque hay varias razones para
la ventilación en los climas cálidos, el propósito más evidente es para el control de las
altas temperaturas. Un sistema de ventilación de tamaño adecuado puede evitar que la
temperatura del aire dentro del invernadero se eleve demasiado por encima de la
temperatura del aire exterior. El incremento de las temperaturas en el interior se debe a
la radiación solar a través del material de recubrimiento del invernadero. Un sistema de
ventilación eficaz debe mover el aire directamente a través del cultivo y sobre el suelo
para evitar la acumulación excesiva de la temperatura alrededor de las plantas. Una regla
de oro generalmente aceptada para los invernaderos de los climas cálidos es que, como
mínimo, un sistema de ventilación debe ser capaz de intercambiar el aire interior por el
exterior una vez por minuto.
La figura 5 muestra la relación en un día claro de verano entre la tasa de ventilación y el
aumento de la temperatura en una instalación de 120 pies de largo recubierto con doble
poli. El gráfico muestra que a medida que aumenta la tasa de intercambio de aire, la
diferencia de la temperatura interior se reduce con respecto a la temperatura del aire
exterior. Esto lleva a la conclusión de que mientras mas ventilación mejor, pero la
desventaja de proporcionar una mayor capacidad de ventilación es el mayor costo de los
aparatos, así como el aumento de los gastos de operación. También hay que señalar que,
independientemente de cuan alto sea el índice de ventilación, la temperatura del aire en
el interior será siempre superior a la temperatura del aire exterior. Para obtener
temperaturas inferiores a los valores del aire exterior en el invernadero, se requiere el uso
de la refrigeración por evaporación o por otros medios complementarios de
acondicionamiento del aire.

En los climas cálidos por lo general la ventilación natural no es suficiente ni confiable en


la mayoría de las situaciones, por lo que el uso de ventiladores resulta necesario. Para
seleccionar el tamaño correcto y el número de ventiladores, debe ser calculada la tasa de
flujo volumétrico total de aire que se mueve. El volumen de aire que se mueve se calcula
a partir de los cambios de aire por minuto (o por hora). Un cambio de aire es equivalente
al volumen del invernadero. Por ejemplo, una estructura típica tiene un volumen de cerca
de 51,100 pies3, por lo tanto, un intercambio de aire por minuto, corresponde a 51,100
pies3 por minuto.
En la selección de los ventiladores, utilice sólo equipos de alta calidad y seguridad que
puedan producir una presión estática mínima de 0.125 pulgadas de H2O. Un ventilador
es una bomba de aire, una máquina que crea una diferencia de presión y hace que el aire
fluya. Hay dos tipos comunes de ventiladores que difieren en la dirección del flujo de aire:
de flujo axial y de flujo centrífugo o radial. Los ventiladores de flujo axial de hélice son los
tipos más comúnmente utilizados para las aplicaciones de ventilación general y otras
situaciones de baja presión estática.
Al elegir un ventilador resulta necesario calcular o estimarla siguiente información. En
primer lugar, como ya se indicó, el volumen de aire que se mueve por unidad de tiempo.
En segundo lugar, la presión estática (la resistencia del sistema al flujo de aire). En la
mayoría de los casos la resistencia de los invernaderos produce una presión estática de
entre 0,07 y 0,10 pulgadas de H2O. Para las casas con placas de enfriamiento por
evaporación, como se verá más adelante, a la presión estática normal del invernadero hay
que añadir la que producen las placas. Las estimaciones deben obtenerse del fabricante
de las placas. En tercer lugar, la eficiencia, seleccione el ventilador que ofrece la tasa
requerida de flujo volumétrico (pies cúbicos por minuto), la presión estática calculada
con el menor consumo de energía. Por último, hay consideraciones económicas. Si los
costos de los ventiladores más eficientes son mucho mayores que su competidor más
cercano, debe hacerse un balance entre los costos de inversión fija y los costos variables
de operación para determinar la mejor opción.
Algunas otras consideraciones importantes en el tamaño y la instalación de los
ventiladores son los siguientes:
1.- Es necesario dirigir el flujo de los ventiladores en verano en contra de los vientos
predominantes, y aumentar la capacidad de pies cúbicos por minuto en un 10% con el
correspondiente aumento de la potencia del motor del ventilador.
2.- Todos los ventiladores deben estar equipados con persianas automáticas para evitar
los contra-tiros cuando los ventiladores no están en uso.
3.- Cuando los ventiladores de dos casas adyacentes están cerca uno del otro y el escape
esté en la misma zona entre las casas, deben tomarse las medidas para evitar que sople
directamente uno contra el otro.
4.- Los ventiladores deben ser debidamente protegidos y ser vigilados para asegurarse
de que el personal no pueda entrar en contacto con las partes móviles (las aspas del
ventilador, poleas y correas).
Los ventiladores o extractores no deben tener una separación de más de 30 pies de
distancia.
a. Enfriamiento por evaporación
Solo con ventilación, las temperaturas del invernadero nada más se puede bajar a niveles
muy cercanos al aire exterior, pero con la adición de un sistema de enfriamiento por
evaporación, el aire del invernadero se puede llevar a temperaturas menores que las del
ambiente. El sistema funciona aprovechando el enfriamiento del aire que produce la
evaporación de agua al entra en contacto con este a una humedad relativa menor del
100%. La humedad relativa es el porcentaje de vapor de agua total que el aire contiene
en relación con la que puede contener a esa temperatura. Cuando el aire contiene todo
el vapor de agua que puede tener se dice que tiene un 100% de humedad relativa. Si el
aire con una humedad relativa inferior al 100% entra en contacto con el agua, parte del
agua se evaporará en el aire. El cambio de fase del agua a vapor (evaporación) requiere
de energía (calor latente de vaporización), esta energía es extraída del aire causando que
el aire se enfríe. Un sistema de refrigeración por evaporación se compone de ventiladores
para mover el aire a través del invernadero y otros dispositivos para facilitar la
evaporación del agua en la corriente de aire. Dos sistemas se utilizan comercialmente, el
de placas porosas, donde el aire fluye en contacto con una superficie húmeda y el de
niebla a alta presión inyectada en la corriente de aire.
a. Enfriamiento con placas porosas
En estos sistemas se colocan placas de material poroso de entre 2 y 6 pulgadas de
espesor instaladas a lo largo de la pared del invernadero frente a la entrada de aire de los
ventiladores. El aire que entra en el invernadero se tira horizontalmente a través de las
placas de material poroso. Una canaleta superior distribuye agua a la parte superior de
las placas para mantenerlas mojadas. Cuando el aire exterior es forzado a través del
material poroso, pasa a través de los poros de las placas que tienen una considerable
superficie lo que facilita la evaporación. Si hubiera un "contacto perfecto" entre el aire y
las superficies de los poros, entonces el sistema sería del 100% de eficiencia y el aire que
sale de las placas tendría 100% de humedad. En la práctica, los sistemas más eficientes
proporcionan alrededor del 85% del potencial de enfriamiento.
La cantidad exacta de refrigeración depende principalmente de la temperatura y la
humedad relativa del aire exterior. La relación no es del todo sencilla, puesto que la
temperatura y humedad relativa del aire ambiente puede cambiar, por lo que con ello
cambia la capacidad refrigerante del sistema. La tabla 4 muestra algunas comparaciones
de la temperatura, humedad relativa, y el potencial de enfriamiento. Los valores de la
tabla muestran que, en términos de refrigeración, mientras mayor es la humedad relativa,
menor será el potencial, y que, para una humedad relativa dada, a mayor temperatura,
mayor es el potencial. La tabla también muestra los valores para el enfriamiento que se
puede esperar de un sistema de placas de contacto con un medio eficiente. Por ejemplo,
a 95 °F y 70% humedad relativa, la caída de la temperatura potencial es de 8.9 °F (a
86.1 °F), para un 100% de eficiencia. En un sistema de enfriamiento evaporativo la caída
real es de 7,6 °F para un 85%. Por lo tanto, la temperatura del aire que sale de las placas
y entra en el invernadero sería de alrededor de 87.4 °F.
Hay muchos tipos de placas de evaporación que van desde entramados al azar de bajo
costo de viruta de álamo con mas baja eficiencia, hasta las mas caras y de alta eficiencia
(85%) de celulosa. Dado que la longitud de la pared con placas se limita al largo del
invernadero, el problema de diseño actual se reduce a decidir la altura de las placas que
se instalen. Para calcular la altura, se necesitan las características de rendimiento de cada
material. En concreto, cada tipo de placa tiene una velocidad de diseño asociada para el
aire que la atraviesa, los valores se dan en la Tabla 5 para tres diferentes tipos de
materiales, un producto de celulosa de 4 pulgadas, un producto de celulosa de 6 pulgadas,
y los cojines de virutas de álamo. La altura requerida de la pared de placas se calcula de
la siguiente manera:

Altura de la pared = Flujo de aire / (Longitud de la pared x Velocidad de diseño)

donde:
La altura y la longitud de las paredes resultan en pies.
El flujo de aire se encuentra en pies3/min (pies cúbicos por minuto).
La velocidad de diseño es en pies/min (pies por minuto).
Los grados de enfriamiento se pueden calcular multiplicando los grados de enfriamiento
potenciales por las eficiencias de las placas. Por ejemplo, si consideramos que el aire
exterior entra en las placas a 90 °F y 50% de humedad relativa, el potencial de
enfriamiento en la tabla 4 es de 15 °F. Por lo tanto, utilizando las eficiencias de la tabla
5, un enfriamiento de 10.3 °F puede ser proporcionado por la celulosa de 4 pulgadas,
11.0 °F por la celulosa de 6 pulgadas, y 11.6 °F por Aspen. Al elegir entre estos
materiales, el costo inicial, el espacio requerido en la pared, y la esperanza de vida deben
tenerse en cuenta en el plan de negocios para cada invernadero.
Otras consideraciones en el diseño y la instalación de un sistema de placas son los
siguientes:
1.- Cuando sea posible, coloque las placas en la pared exterior del lado del viento
dominante y los ventiladores en el lado de menor viento del invernadero.
2.- El escape de los ventiladores no deben descargar hacia las placas de otra casa a menos
que estén separados por lo menos 50 pies de distancia.
3.- La distancia máxima en la práctica de la almohadilla al ventilador no debe exceder de
200 pies, una distancia inferior a 150 pies es más eficaz.
4.- Las placas deben estar dispuestas en una sección continua a lo largo de toda la pared
frente a la de los extractores de aire, un vacío, como una puerta de entrada puede causar
un "punto caliente" hasta de ocho veces el ancho de la brecha.
5.- Proporcionar persianas para el cierre de la sección de placas en momentos en que es
necesaria la calefacción en lugar del enfriamiento.
6.- Construir casas selladas y mantenerlas cerradas, no dejar puertas o rejillas de
ventilación abiertas cuando el sistema está funcionando porque el flujo de aire se produce
a lo largo de la ruta de más fácil de acceso.
7.- Colocar mallas en las placas para evitar la entrada de insectos.

b. Refrigeración con niebla


Los sistemas a niebla operan a alta presión para generar en las boquillas de descarga un
gran porcentaje de pequeñas gotas de agua que quedan suspendidas en el aire en lugar
de caer como hacen las gotas de rocío. Para obtener la niebla se requiere de boquillas
especialmente diseñadas y presiones entre 500 y 1000 psi (libras/pulgada2). Idealmente,
las gotas de niebla deben permanecer suspendidas en el aire hasta que se evaporen. Por
esta razón, un sistema de niebla tiene el potencial de proporcionar un medio muy eficaz
para la refrigeración por evaporación de un invernadero. Las líneas de inyectores se deben
distribuir a lo largo del invernadero para lograr una buena distribución de la humedad. Al
igual que con las placas de evaporación, los sistemas de alta presión de niebla se operan
en conjunto con ventiladores.
Estos sistemas son mucho más sofisticados que los sistemas de placas de evaporación y
requieren un mayor mantenimiento. La fiabilidad de los componentes puede variar a
menudo como una función del precio. El factor que explica la mayoría de las fallas es la
calidad del agua. La pureza del agua varía considerablemente entre los diferentes lugares
y cada fuente de agua debe ser probado y manejado de acuerdo a los resultados de las
pruebas recomendadas. Con muy pocas excepciones, el agua debe ser tratada. Una
combinación de tratamiento de filtración y química suele ser necesaria para mantener los
sistemas de niebla operativos.
Son relativamente nuevos. Adecuadamente diseñado, instalado y operado, los sistemas
de niebla puede ser el método más eficiente para la refrigeración por evaporación de los
invernaderos. La inversión inicial y de mantenimiento son altas y esenciales.
Sombreado del invernadero
Durante los períodos calientes de año en las zonas cálidas la entrada de calor al
invernadero puede ser tal que el sistema de enfriamiento no sea suficiente para mantener
la temperatura óptima para el cultivo en cuestión; por ejemplo, tomates.
En estos períodos, cuando la carga de radiación en el invernadero es mayor de lo que el
sistema de enfriamiento por evaporación puede manejar, resulta necesario el sombreado
de las plantas. Existen para ello básicamente dos enfoques: la pintura de sombra y las
telas de sombra. Las pinturas de sombra son compuestos blancos que se aplican a la
parte exterior de la cubierta de invernadero. Las telas de sombra se pueden poner
cubriendo la casa o dentro de la casa en un sistema de enrejado sobre las plantas.
En los lugares muy cálidos se requiere una combinación de ambos en el invernadero,
tanto cubriendo el techo, así como dentro de la casa cubriendo las plantas. Ninguno por
si solo parece controlar de forma efectiva la acumulación de calor. El problema es que,
con el uso exclusivo de un paño dentro de la casa a nivel de la planta, el exceso de calor
por encima de la tela se proyecta hacia abajo, hacia el área de cultivo por los ventiladores
El problema del uso de la pintura de sombra sobre la cubierta, es que, para mantener la
acumulación de calor en el rango necesario, se reduce notablemente la entrada de luz a
las plantas, de manera que el nivel de luz puede caer por debajo del óptimo. Otro
problema con la pintura de sombra es que se trata de un enfoque de "todo o nada" y no
puede ser "de vez en cuando" como resultaría necesario cuando la intensidad del sol baja
o sube de acuerdo a las épocas del año o la cantidad de nubes en cielo.
Una forma viable para dar la sombra necesaria incluiría telas de sombra colgadas en
cables, las que podrían ser fácilmente desplegadas o recogidas según el nivel de luz
(según el clima y la temporada). Una idea sería la de desplegar una cortina de sombra
que sigue el contorno del techo de la casa que podría ser extendida en los días soleados
o recogida en los días nublados. Esta cubierta evitaría la necesidad de pintar el exterior
de la casa. Esta cortina en el interior también podría ser mejor que colocarla sobre la
parte exterior de la casa que estaría sujeta a los daños por viento.
La cortina de techo interior se complementa con una cortina por encima de las plantas
colocada en un sistema de enrejado. La cortina de techo tendría la función de reducir la
acumulación de calor por encima de la cortina de la planta. La cortina de la planta
proporciona sombra adicional y ayuda a proveer una mayor eficiencia del sistema de
enfriamiento a lo largo de la casa. La cortina de techo podría complementarse además
con un "ático" con ventiladores y tal vez un sistema de niebla para eliminar el aire caliente
del área del techo de la casa.
La producción de hortalizas sensibles al calor en invernaderos en zonas muy cálidas en el
final de la primavera, el verano y el comienzo del otoño es un desafío extremo. Tratar con
la acumulación de calor requiere de medidas bastante drásticas para eliminarlo. Si el calor
no puede ser efectivamente controlado, los productores deben considerar el abandono
de la producción durante el período desde el verano hasta el comienzo del otoño.
11. Ventiladores horizontales de flujo
o ventilador horizontal
Hay dos sistemas principales que se suelen utilizar para la circulación de aire de forma
horizontal en los invernaderos. Estos son: sistema de tubos de ventilación y el uso de
ventiladores con alto volumen y baja velocidad.
El sistema de tubos de ventilación toma el aire desde un extremo del invernadero y
lo distribuye a través de la cosecha por un tubo de polietileno perforado. Algo de aire
fresco exterior se puede agregar
al tubo para hacer pequeños
ajustes en la temperatura y
humedad del invernadero. Este
sistema como se ha descrito se
puede utilizar en combinación
con
calentadores para la Figura 5: Ventiladores horizontales de alto
distribución uniforme del aire caliente. Los tubos
volumen pueden
y baja constituir un cuerpo opaco
presión.
sobre las plantas y pueden reducir la transmisión de la luz En general, los tubos deben
ser reemplazados cada año.
Los sistemas con ventilador de alto volumen y baja velocidad distribuyen el aire
mediante la creación de un patrón general de circulación del aire en el invernadero.
El sistema consta de uno o más ventiladores que ponen el aire en movimiento dentro
del invernadero. Cuando más de una casa adyacentes están unidas como una sola
unidad, los ventiladores se orientan en direcciones alternas para promover el flujo de
aire en toda la instalación. Los ventiladores producen muy poca sombra y requieren
de poco mantenimiento.
Inyección de CO2
Los beneficios de la adición de CO2 al ambiente del invernadero son bien conocidos.
En particular, varios cultivos de hortalizas como pepino, lechuga y tomates responden
de forma adecuada al enriquecimiento con dióxido de carbono. El CO2 es necesario
para la fotosíntesis (también llamada asimilación de carbono) durante la cual las
plantas verdes utilizan la energía de la luz solar para convertir el CO2 y el agua en
azúcares. Estos azúcares son utilizados por la planta para el crecimiento y
mantenimiento.
A través de un proceso de difusión, el CO2 entra en las plantas a través de pequeños
agujeros en las hojas (llamados estomas). La velocidad a la que el dióxido de carbono
es fijado foto sintéticamente en las hojas depende de la concentración de CO2 dentro
de las hojas, que a su vez depende de la concentración de CO2 en el aire. Por lo tanto,
aumentar los niveles de CO2 en el aire alrededor de la parte exterior de las hojas
incrementará la tasa de absorción de CO2 y el crecimiento.
El aire exterior contiene normalmente alrededor de 340 partes por millón (ppm) de
CO2 en volumen (0,034%). En general, las plantas crecen bien en este nivel de CO2,
pero responden produciendo más azúcares, si los niveles son más altos. En un
invernadero cerrado durante el día en el que las plantas utilizan el dióxido de carbono,
se produce el efecto de que los niveles caen por debajo de 340 ppm y con ello la
reducción de la fotosíntesis. En la nueva construcción compacta de los invernaderos
con doble recubrimiento que tienen tasas de fugas muy bajos, la caída en la
concentración de CO2 puede ser especialmente importante y tener un efecto muy
negativo en la producción. Aunque la ventilación sola puede traer niveles cercanos a
340 ppm, la inyección adicional de CO2 en realidad puede elevar los niveles dentro
del invernadero a niveles más altos que en el aire exterior. Por regla general las
concentraciones de CO2 llevadas por encima de 1300 ppm producen una
disminución del rendimiento en la mayoría de los cultivos. Un nivel más bajo
(800ppm) está recomienda para el cultivo de verduras (tomates, pepinos y
pimientos), así como para la producción de lechuga.
Los gases de la combustión para producir calor generan dióxido de carbono como un
subproducto, lo que puede ser una ventaja en los invernaderos de zonas frías, pero
puede llegar a ser un problema en las zonas cálidas. Para la inyección de CO2 en los
climas cálidos, se utiliza CO2 líquido sin la generación de calor no deseada. El dióxido
de carbono también tiene otras ventajas sobre los sistemas de producción con
combustible. Es relativamente puro, no contiene azufre y evita el problema de la
posible generación de CO, que es tóxico, cuando la combustión es incompleta.
Además, su uso no produce vapor de agua ni causa "puntos calientes", cerca de los
quemadores. Por otra parte, el mantenimiento de un sistema de inyección de CO2 es
bajo en comparación con el sistema de quemador. La desventaja es que el precio del
CO2 es normalmente más alto que el del propano o el gas natural.
Si se quieren mantener niveles elevados de CO2 en un invernadero, hay dos factores
a considerar en el cálculo de la cantidad de CO2 necesaria para mantener los niveles
deseados:
El intercambio natural de aire (pérdidas) y la cantidad de fotosíntesis en el
invernadero que reduce los niveles de CO2. Por supuesto, con el uso de ventilación
las pérdidas por cambio de aire pueden ser muy grandes. Las tasas foto sintéticas
dependen principalmente del tipo de cultivo y el nivel de luz. Por regla general, un
cultivo bien desarrollado bajo abundante luz tiene un consumo máximo estimado de
CO2 de 0.5 libras por hora por cada 1000 pies2 de área del suelo del invernadero.
Dado que el CO2 entra en la planta por las hojas, es importante colocar sensores de
CO2 en la cobertura vegetal (la mejor ubicación sería de alrededor de las plantas). El
CO2 se debe inyectar en el área del follaje, alrededor de la planta, no en el espacio
aéreo sobre la planta. Por lo tanto, es importante que no se coloque el sensor cerca
de un emisor en la línea de CO2. Un sensor por casa es en general suficiente para el
control.
El CO2 se debe agregar sólo durante el día ya que las plantas deben tener luz para
poder hacer uso de él. También debe quedar claro que la inyección de CO2 es más
eficiente cuando el invernadero está cerrado. No tiene sentido tratar de mantener
altos niveles de CO2 cuando los ventiladores hacen el "lavado" de la casa demasiado
rápido. El momento ideal para el uso del CO2 es cuando hace frío y está claro. En las
zonas cálidas, las temperaturas invernales son tan leves que los invernaderos de
producción de hortalizas hay que ventilarlos durante el día. Por esta razón, la
inyección de CO2 no es generalmente crítica en estas zonas. Por lo tanto, estos
cultivadores, deben considerar cuidadosamente si la inyección de CO2 será
beneficiosa

II. TIPOS DE INVERNADEROS


Los invernaderos se pueden clasificar de distintas formas, según se atienda a

determinadas características de sus elementos constructivos (por su perfil externo,

según su fijación o movilidad, por el material de cubierta, según el material de la

estructura…). Con la finalidad de escoger una buena estructura se basa la

clasificación según la conformación estructural o perfil externo:


• Invernaderos planos o tipo parral: Este tipo de invernadero se utiliza en zonas poco

lluviosas, aunque no es aconsejable su

construcción. La estructura de estos

invernaderos se encuentra

constituida por dos partes claramente

diferenciadas, una estructura vertical

y otra horizontal.

• Invernadero en raspa y amagado:

Su estructura es muy similar al tipo

parral, pero varía la forma de la cubierta.

Se aumenta la altura máxima del

invernadero en la cumbrera, que oscila

entre 3 y 4,2 m, formando lo que se

conoce como raspa. En la parte más baja,

conocida como amagado, se unen las mallas de la cubierta al suelo mediante vientos

y horquillas de hierro que permite colocar los canalones para el desagüe de las aguas

pluviales. La altura del amagado oscila de 2 a 2,8 m, la de las bandas entre 2 y 2,5 m.

• Invernadero asimétrico: Difiere del tipo raspa y amagado en el aumento de la

superficie en la cara expuesta al sur,

con objeto de aumentar su

capacidad de captación de la

radiación solar. Para ello el

invernadero se orienta en sentido

este-oeste, paralelo al recorrido


aparente del sol. La inclinación de la cubierta debe ser aquella que permita que la

radiación solar incida perpendicularmente sobre la cubierta al mediodía solar durante

el solsticio de invierno, época en la que el sol alcanza su punto más bajo. Este ángulo

deberá ser próximo a 60º pero ocasiona grandes inconvenientes por la inestabilidad

de la estructura a los fuertes vientos. Por ello se han tomado ángulo comprendidos

entre los 7 y 9º en la cara sur y entre los 15 y 23º en la cara norte.

• Invernaderos de capilla: Los invernaderos de capilla simple tienen la techumbre

formando uno o dos planos inclinados, según sea a un agua o a dos aguas. Si la

inclinación de los planos de la techumbre es mayor a 25º no ofrecen inconvenientes

en la evacuación del agua de lluvia. La ventilación es por ventanas frontales y

laterales. Cuando se trata de estructuras formadas por varias naves unidas la

ausencia de ventanas cenitales dificulta la ventilación.

• Invernaderos de doble capilla: Los

invernaderos de doble capilla están formados

por dos naves yuxtapuestas. Su ventilación es

mejor que en otros tipos de invernadero,

debido a la ventilación cenital que tienen en

cumbrera de los dos escalones que forma la

yuxtaposición de las dos naves; estas aberturas de ventilación suelen permanecer

abiertas constantemente y suele ponerse en ellas malla mosquitera. Además,

también poseen ventilación vertical en las paredes frontales y laterales. Este tipo de

invernadero no está muy extendido debido a que su construcción es más dificultosa

y cara que el tipo de invernadero capilla simple a dos aguas.


• Invernadero túnel o semicilíndrico Se caracteriza por la forma de su cubierta y por

su estructura totalmente metálica. El empleo de este tipo de invernadero se está

extendiendo por su mayor capacidad para el control de los factores climáticos, su

gran resistencia a fuertes vientos y su rapidez de instalación al ser estructuras

prefabricadas

A. Las ventajas del empleo de invernaderos son:

• Producción fuera de época.


• Posibilidad de obtener más de un ciclo de cultivo al año.
• Aumento de la calidad y del rendimiento.
• Precocidad en los frutos.
• Ahorro de agua y fertilizantes.
• Mejora del control de insectos y enfermedades.
a. La elección de un tipo de invernadero se concreta en función de una serie de factores:

• Tipo de suelo: Se eligen suelos con buen drenaje y alta calidad –aunque, con los
sistemas modernos de fertirriego, es posible utilizar suelos pobres con buen drenaje
o con sustratos artificiales–.

• Topografía: Son preferibles aquellos lugares con poca pendiente.

• Vientos: Es importante la dirección, la intensidad y la velocidad de los vientos


dominantes.

• Exigencias bioclimáticas de la especie en cultivo.

• Características climáticas de la zona o del área geográfica donde va a construirse.

• Disponibilidad de mano de obra (factor humano).

• Imperativos económicos locales (merca- do y comercialización).

❖ Ventajas y desventajas de la energía solar Fotovoltaica


La energía solar fotovoltaica es una de las fuentes más prometedoras de las energías
renovables en el mundo. Comparada con las fuentes no renovables, las ventajas son
claras: es no contaminante, no tiene partes móviles que analizar y no requiere mucho
mantenimiento. No requiere de una extensa instalación para operar. Los generadores
de energía pueden ser instalados de una forma distribuida en la cual los edificios ya
construidos, pueden generar su propia energía de forma segura y silenciosa. No
consume combustibles fósiles. No genera residuos. No produce ruidos es totalmente
silenciosa. Es una fuente inagotable. Ofrece una elevada fiabilidad y disponibilidad
operativa excelente. Además de las ventajas ambientales también debemos tener en
cuenta las socio-económicas, una instalación tiene una vida larga (los paneles solares
duran aproximadamente 30 años). Además, resisten condiciones climáticas extremas:
granizo, viento, temperatura, humedad. No existe una dependencia de los países
productores de combustibles. Puede instalarse en zonas rurales desarrollo de
tecnologías 19 propias. Se puede utilizar en lugares de bajo consumo y en casas
ubicadas en parajes rurales donde no llega la red eléctrica general. Puede aumentarse
la potencia mediante la incorporación de nuevos módulos fotovoltaicos. No es
económicamente competitiva con otras energías actuales. Producción variable según
climatología del lugar y época del año.

C DISEÑO DE INVERNADERO SOLAR

Los invernaderos solares difieren de invernaderos convencionales en las cuatro formas


siguientes [4]:
➢ Acristalamientos han orientado para recibir el calor solar máxima durante el invierno;
➢ Use calor almacenar materiales para retener el calor solar;
➢ Tener grandes cantidades de aislamiento donde hay poca o ninguna luz directa del sol;
➢ Utilice material de acristalamiento y acristalamiento métodos de instalación que
reduzcan al mínimo la pérdida de calor;
➢ Basarse principalmente en la ventilación natural para la refrigeración en verano.
invernaderos solares adjuntos son cobertizo estructuras que forman una habitación
que sobresale de una casa o granero. Estas estructuras proporcionan espacio para
trasplantes, hierbas o cantidades limitadas de plantas alimenticias. Estas estructuras
suelen tener un diseño solar pasivo. invernaderos solares independientes son lo

suficientemente grandes como para la producción comercial de plantas ornamentales,


vegetales o hierbas. Hay dos diseños principales para invernaderos solares
independientes: la De tipo arrojar y el cobertizo. Un invernadero solar de tipo cobertizo
está orientado a tener su largo eje que se extiende de este a oeste. La pared orientada
hacia el sur es de cristal para recoger la cantidad óptima de energía solar, mientras que
la pared orientada al norte está bien aislado para evitar la pérdida de calor (Figura 1).
Esta orientación es en contraste con la de un invernadero convencional, que tiene su
techo de norte a sur para permitir la distribución uniforme de la luz en todos los lados
de las plantas. Para reducir los efectos de la mala distribución de la luz en un
invernadero orientado de este a oeste, la pared norte está cubierto o pintado con
material reflectante [22]. Este tipo es barato, pero sólo es práctico en climas cálidos.
También es susceptible al daño por el viento.

A diferencia de los invernaderos solares de tipo cobertizo, chozas Quonset no tienen


un lado norte aislamiento. Solarización de estas estructuras implica prácticas que
mejoran la absorción y distribución del calor solar que entra ellos. Esto implica
típicamente la recogida de calor solar en el suelo debajo del piso, en un almacenamiento
térmico proceso llamado tierra (ETS), así como en otros materiales de almacenamiento,
tales como agua o rocas. Aislamiento de la pared invernadero es importante para
minimizar la pérdida de calor. Independientes invernaderos Quonset son redondeadas,
estructuras simétricas (Figura 2).
A. ABSORCIÓN DE CALOR SOLAR

Los dos factores más críticos que afectan a la cantidad de calor solar absorbida por un
invernadero son:
˗ La posición o ubicación del efecto invernadero en relación con el sol; ˗ El tipo de material
de acristalamiento utilizado. 3.1 Orientación solar Puesto que la energía del sol es más
fuerte en el lado sur de un edificio, acristalamiento para invernaderos solares debe
enfrentar idealmente sur verdadero. Sin embargo, si árboles, montañas, u otros edificios
bloquean la trayectoria del sol cuando el efecto invernadero se encuentra en una
verdadera orientación al sur, una orientación dentro de los 15 ° a 20 ° al sur
proporcionará alrededor del 90% de la captación solar de una verdadera sur orientación.
La latitud de su ubicación y la ubicación de posibles obstrucciones también pueden
requerir que ajuste la orientación de su invernadero ligeramente del sur verdadero para
obtener ganancia de energía solar óptima [22]. Algunos productores recomiendan
orientar el invernadero un poco hacia el sureste para obtener la mejor ganancia solar en
la primavera, sobre todo si el efecto invernadero se utiliza sobre todo para crecer
trasplantes [25].
➢ Acristalamiento
Además de orientación norte-sur, acristalamiento de efecto invernadero deberá tener
una pendiente adecuada para absorber la mayor cantidad de calor del sol [24]. materiales
de acristalamiento determinarían el rendimiento del invernadero significativamente.
Además, el crecimiento bueno planta requiere materiales de acristalamiento para permitir
un espectro natural de foto radiación sintéticamente activa (PAR) entra en el
invernadero. Muchos de los nuevos materiales de acristalamiento de efecto invernadero
han surgido en las últimas décadas. El vidrio es un material excelente cuando su alto
costo inicial puede ser tolerada. Tiene una vida de veinticinco años o más, tiene bajos
requerimientos de mantenimiento y transmite así la luz. Es pesado y requiere de una
fuerte estructura con grandes apoyos que bloquean la luz. hojas sintéticas y las películas
han reemplazado vidrio como el material de acristalamiento utilizado en la mayoría de los
invernaderos. El más ampliamente material utilizado es una película de polietileno. Este
material es de bajo costo, peso ligero, fácil de aplicar en hojas de ancho, y tiene una alta
permeabilidad a la luz, pero tiene una vida muy corta. grados regulares tienen una vida
útil de sólo nueve meses. Fibra de vidrio de plástico reforzado (FRP) las hojas se utilizan
ampliamente para material de acristalamiento. Ellos son de coste relativamente bajo, pero
más caro que el polietileno. Son ligeros y resistentes al impacto en comparación con el
vidrio. hojas de FRP se degradan cuando se exponen a la luz ultravioleta. Plásticos ahora
son el tipo dominante de un acristalamiento utilizado en invernaderos, con la capacidad
de tiempo de estos materiales que se ve reforzada por los inhibidores de la degradación
de la radiación ultravioleta, radiación infrarroja (IR) de absorbencia y propiedades de
transmisión de la radiación únicos [14]. Mientras que la mayoría de los invernaderos
están diseñados utilizando las condiciones ambientales de invierno o de primavera, el
problema de sobrecalentamiento puede estar ocurriendo durante las temporadas de
verano. Con el acristalamiento más altamente avanzada, el sobrecalentamiento puede
ocurrir incluso en el invierno durante los períodos de tiempo soleado. Se necesitan formas
de minimizar la ganancia de calor a través del acristalamiento en periodos de un posible
sobrecalentamiento, y de hecho éstas han sido y están en desarrollo. ' Inteligente'
acristalamiento puede ajustar sus propiedades ópticas y térmicas de acuerdo a la
necesidad.
B. Almacenamiento de calor solar
Para invernaderos solares que se mantienen calientes durante las noches frías o en días
nublados, el calor solar que entra en los días soleados se debe almacenar dentro del
invernadero para su uso posterior. El método más común para el almacenamiento de la
energía solar es colocar piedras, hormigón, o agua en línea directa con la luz del sol para
absorber su calor [4]. Paredes de ladrillo o bloques de cemento rellenas de hormigón en
la parte posterior (lado norte) del invernadero también pueden proporcionar
almacenamiento de calor. Sin embargo, sólo las exteriores cuatro pulgadas de espesor de
este material de almacenamiento absorben eficazmente el calor. Medio para pisos de
cerámica de color oscuro también puede proporcionar algunos de almacenamiento de
calor. Las paredes no utilizadas para la absorción de calor deben ser de color claro o
reflectante para dirigir calor y la luz de nuevo en el invernadero y para proporcionar una
distribución más uniforme de la luz para las plantas [23]

C. . APLICACIONES AGRÍCOLAS DE LA ENERGÍA SOLAR.


La Historia de la agricultura está irremediablemente unida al uso de la energía solar, ya
que la misma no apareció hasta que el hombre no aprendió a aprovechar la energía
procedente del Sol imitando el proceso natural de producción vegetal. Esto ocurrió hace
unos 10.000 años. Pasado ese dilatado tiempo, en el siglo XX y con el objetivo de reducir
el consumo de combustibles fósiles, limitar la contaminación atmosférica y disminuir los
costes de producción, se ha desarrollado la investigación sobre los posibles
aprovechamientos de la energía solar en agricultura. Así, en 1965, la Solar Energy Society
hizo una recopilación de los países que investigaban sobre energía solar aplicada a la
agricultura, e indicaba los primeros resultados de dichas investigaciones. Países como
Reino Unido, Etiopía, Francia, India, Pakistán, Portugal y, especialmente, Estados Unidos
realizaban entonces experiencias sobre algún aspecto de la energía solar aplicada a la
agricultura. Las aplicaciones más estudiadas eran las relacionadas con el desarrollo de
instrumentos de medida de la radiación solar, el riego accionado con energía solar,
refrigeración y acondicionamiento de alojamientos ganaderos y, principalmente, el secado
de cultivos con aire caliente. Después de la crisis energética de 1973 se intensificaron
las investigaciones que pretendían mejorar el rendimiento de los dispositivos solares
(Casanova, 1993). En octubre de 1978 la Comunidad Económica Europea comienza un
proyecto sobre los posibles usos de la energía solar en la agricultura europea (Di Vecchia
et al., 1981). Se consideraban como aplicaciones más viables el uso de energía solar para
agua caliente sanitaria en viviendas rurales, en el calentamiento de alojamientos
ganaderos (en concreto los de cerdos y pollos), en la generación de agua caliente para
granjas de animales, en invernaderos y en el secado de cultivos. Después de un exhaustivo
estudio se concluía que, para todas las aplicaciones, excepto en invernaderos, los
colectores solares planos comerciales se podían usar de forma factible e incluso
competitiva. En el caso de invernaderos, en aquel momento sólo se podía considerar el
uso de la energía solar como un sistema de ahorro de energía. Dejando a un lado la
producción de agua caliente sanitaria y la electrificación de viviendas rurales aisladas, en
la actualidad las aplicaciones más importantes de la energía solar activan en agricultura
se refieren, en el caso de energía solar térmica, al secado de cultivos y el calentamiento
de invernaderos y, en el caso de energía solar fotovoltaica, a sistemas de bombeo para
riego agrícola. El secado de productos agrícolas es una de las aplicaciones más
importantes de la energía solar en los países mediterráneos (Chemkhi et al., 2004).
Ibáñez et al. (2005) hicieron un amplio y exhaustivo estudio del secado de productos
agro forestales con energía solar, incidiendo en los factores que regían el proceso, la
clasificación de los secaderos y el funcionamiento de éstos. También desatacaban las
virtudes y limitaciones de los sistemas de secado solar, entre las que se destaca como
principal ventaja el ahorro de combustibles convencionales, además del incremento del
valor añadido de los productos, mejora de las condiciones de almacenamiento, reducción
de las pérdidas post-cosecha y mejora de las condiciones higiénicas. Entre las desventajas
se destacaban la variabilidad temporal en la radiación solar y la baja densidad energética
de la misma. Estos factores hacen que, en instalaciones industriales, se deba considerar
el almacenamiento de energía térmica, el uso de fuentes de energía auxiliar y de sistemas
de control y, finalmente, una gran superficie de captación, lo que, en conjunto, suponen
un aumento del coste de la instalación. La energía solar es especialmente aplicable a
secados que requieren de poca radiación y en zonas y épocas del año en las que la
irradiación es máxima. Aunque se han realizado experiencias satisfactorias en lugares con
escasa radiación como en Suecia (Henriksson y Gustafsson, 1986) y en Francia (Abene
et al., 2004), donde mejor se aprovecha la energía solar térmica para el secado de
alimentos a pequeña y mediana escala es en zonas rurales de países como Brasil (y otros
países latinoamericanos) donde los subproductos del petróleo quedaron prohibidos para
el secado de productos agrícolas a partir de 1981 y la radiación solar es elevada (Lindes,
2006). En estos casos, al utilizar energía solar, los tiempos de secado respecto al secado
tradicional se recortan, según el tipo de secador, entre un 50 y un 90%. Un “invernadero
solar” es una construcción agrícola diseñada para aprovechar la energía solar como
fuente de calor. Para ello, se debe captar la energía calorífica de la radiación procedente
del Sol durante los periodos de luz, y almacenarla de alguna manera para ser utilizada
durante la noche o en periodos de gran nubosidad. La ventaja más inmediata de los
invernaderos solares respecto a los “convencionales” es la de poder prolongar en su
interior la estación de crecimiento de los cultivos a un coste menor, siempre que la
superficie del invernadero no sea muy grande (De Francisco y Castillo, 1985). Un sistema
de calefacción solar para un invernadero suele estar formado por varios colectores
solares planos, un depósito de almacenamiento de agua caliente, un intercambiador de
calor - convector y un sistema de calefacción de apoyo. Cuando el calor se transmite por
radiación se utilizan intercambiadores de calor consistentes en tubos de distintos
materiales y diámetros enterrados en el suelo. Algunos de estos dispositivos ya se han
descrito al discutir sobre los intercambiadores de calor de las instalaciones solares
(García et al. 1986; Kurata et al., 1991; Reiss et al., 2004). Los colectores solares se
pueden instalar según tres variantes: - en el interior del invernadero, - en la cubierta,
formando parte de la misma o - en el exterior, sobre el terreno. Un análisis de la
experiencia europea sobre estos tres sistemas aparece detallado en Zabeltitz (1983) y,
más ampliamente, en Casanova (1993), donde también se recuerda que en cualquiera de
los tres casos se precisa además de
la aportación de energía solar, una fuente suplementaria de energía convencional. El uso
de energía solar para instalaciones de riego con bombeo fotovoltaico surge del
aprovechamiento generalizado de la energía solar para bombeo de agua potable. Tiene la
ventaja de que se adapta perfectamente a una demanda energética escasa y realizada en
lugares aislados, aunque se considera que se debe aplicar a una modalidad de riego que
precise de escasa potencia, como el riego por goteo (Torres et al., 1990). Un sistema de
riego de estas características consta de los siguientes componentes básicos: el generador
fotovoltaico (conjunto de módulos o paneles fotovoltaicos) con su estructura de apoyo,
los cables y conexiones eléctricas, el inversor, el conjunto motor-bomba y el sistema de
distribución del agua, que incluye las tuberías y un depósito de almacenamiento. La
configuración del conjunto motor-bomba sumergido es la más habitual por su facilidad
de instalación y la protección que ofrece al conjunto frente a potenciales daños. En Ibáñez
et al. (2005) se realiza una minuciosa descripción de las ventajas e inconvenientes de
estas instalaciones, sus componentes, su dimensionado y los aspectos socioeconómicos
que se deben considerar al aplicarlos en países en vías de desarrollo. Existe un gran
número de instalaciones fotovoltaicas para bombeo, aunque aún se considera una
tecnología emergente que se caracteriza por la disminución de sus costes y el aumento
en la fiabilidad y eficiencia de los sistemas. Las eficiencias globales de estos sistemas han
mejorado considerablemente desde el 1% (en 1981), pasando por el 3,5% (en 1990)
hasta el 5% actual (Ibáñez et al., 2005). Además de las instalaciones desarrolladas en
este apartado, existe una gran cantidad de aplicaciones experimentales de la energía solar
en el ámbito agrícola, que se han destacado al inicio de los puntos sobre energía solar
térmica activa de baja y media temperatura, y energía solar fotovoltaica. Por otro lado,
también se describirán más detalladamente otras aplicaciones agrícolas de la energía
solar en el capítulo de “Control de patógenos”, en ese caso, en referencia a los métodos
físicos de tratamiento del suelo.
D. INVERNADERO SOLAR

Los Invernaderos Solares son estructuras cerradas por el lado norte (en latitud norte), y
a veces por los lados este y oeste, mediante cerramientos opacos, generalmente de
hormigón o ladrillo y por el lado sur mediante cerramientos transparentes como láminas
de polietileno, policarbonato o cristal, que se cierran mediante cortinas aislantes por la
noche.
El origen de estos invernaderos proviene del norte de China y su uso no está muy
extendido a nivel mundial, solamente se pueden encontrar en el sur de Sudamérica y en
el norte de Asia.

• Funcionamiento:

Su funcionamiento es el mismo que en los demás tipos de invernadero, salvo que, a su


vez, este tipo de invernadero trata de acumular energía térmica en sus superficies opacas
y en el suelo, la cual se libera lentamente durante la noche, manteniendo temperaturas
favorables para el cultivo.

❖ Ventajas:

• Presenta una gran adaptabilidad a la geometría del terreno.


• Puede evitar el costo de calefacción necesario para adelantar cosechas en primavera
o atrasar durante el otoño.
• Puede adosarse a la pared de una nave agrícola, granja o cualquier otro tipo de
construcción agroindustrial.
• Permite la instalación de ventanas laterales.

❖ Inconvenientes:

• El área disponible para el cultivo es menor que en otros tipos de invernaderos.


• Supone un mayor coste debido a la necesidad de realizar la construcción de
cerramientos opacos de hormigón o ladrillo, que los invernaderos tipo parral o túnel.
❖ INVERNADEROS SOSTENIBLES PARA LA PRODUCCIÓN DE HORTALIZAS EN
ZONAS ALTO ANDINAS DEL CUSCO

Del cuadro anterior, se deduce que los efectos del muro de adobe en los invernaderos
tipo I (techo curvo) y Tipo II (techo tipo capilla), así como la colocación de la pantalla
antirradiativa de arpillera y tela, reducen las pérdidas en un 57 % en el tipo I y en un 39
% en el tipo II, comparadas a las pérdidas totales del tipo A sin ninguna modificación. El
factor más importante es Qcc, depende fundamentalmente del área de confinamiento
del invernadero, velocidad del viento, la estanqueidad y hermeticidad de puertas,
ventanas, que se mejoran con las innovaciones introducidas en los tipos I y II
respectivamente.

❖ Medida de la irradiancia en el interior y exterior de tres tipos de invernaderos

La Figura 58, presenta la irradiancia medida para el 20 de junio (solsticio de invierno) en


el exterior (línea azul) e interior de tres tipos de invernaderos, forma curva tipo I (línea
roja), tipo II capilla a dos aguas (línea verde), comparados a un tercer invernadero de
estructura de palos rollizo, techo tipo capilla a dos aguas, orientación N-S (línea morada)
y cubierta de PE amarillo del mismo tipo (contigua a los otros dos). La transmisividad
promedio para el tipo I es 60 %, para el tipo II 53 % y para el tercer prototipo 34 %,
estas diferencias 86 significativas se deben a la forma del techo y orientación de los
invernaderos.

❖ Invernadero para la producción sostenible en áreas de clima de invierno suaves


Las características térmicas y ópticas de los materiales de cubierta, plástico y vidrio están
experimentando cambios importantes, aunque todavía la mayoría de innovaciones no
penetran en el mercado. Waaijenberg (2006) revisó las posibilidades de mejora de las
cubiertas plásticas de los invernaderos. A continuación, se enumeran las principales: - Bloqueo
de la radiación infrarroja cercana (NIR, del inglés Near-infrared) para reducir el efecto natural
del calentamiento. - Bloqueo de la radiación ultravioleta (UV, del ingles Ultraviolet) para
limitar la actividad de insectos dañinos. - Mejora del efecto invernadero (mejor bloqueo de la
transmisión la radiación térmica de onda larga). - Mejora de las características antiniebla y
antipolvo. Las cubiertas de plástico más prometedoras son aquellas que incorporan aditivos
para bloquear la radiación NIR. Aproximadamente la mitad de la energía que entra en un
invernadero como radiación del sol está en el rango de longitud de onda útil para la
fotosíntesis, es decir la Radiación Fotosintéticamente Activa (PAR, del inglés
Photosynthetically Active Radiation). Casi toda la fracción restante se encuentra en la gama
NIR (Near Infrared Radiation), que calienta el invernadero y el cultivo y contribuye a la
transpiración, aspectos que no siempre son deseables. Hemming y cols (2006) investigaron
prototipos de cubiertas plásticas con pigmentos reflectores de radiación NIR en varias
concentraciones, Figura 5. La figura muestra que es posible lograr una
reducción significativa en el contenido de energía de la radiación del sol en la gama NIR, sin
reducción importante de la radiación PAR. La efectividad de estas cubiertas en la reducción
de la temperatura del aire y del cultivo en
invernaderos y su efecto sobre la
producción y calidad depende de varios
factores, tales como la cantidad de
radiación NIR filtrada por la cubierta, la
capacidad de la ventilación del
invernadero, la densidad y transpiración
del cultivo, etc. El estudio de Hemming y
cols (2006) demostró que, bajo las
condiciones existentes en Holanda, la
temperatura del aire en un invernadero tipo Venlo se puede reducir en aproximadamente 1ºC
durante los meses del verano, pero a cambio hace aumentar el consumo de energía para
calefacción en los meses de invierno. Las pruebas realizadas en el sur de España produjeron
resultados más optimistas. Se han documentado reducciones de temperatura de hasta 4ºC
durante los meses de verano. La cubierta que filtra el NIR favoreció el aumento del
rendimiento y calidad en un cultivo de pimiento (García-Alonso y cols 2006). El estudio en
campo se llevó a cabo
probablemente en un
invernadero con baja tasa de
ventilación, donde cualquier
tipo de reducción de radiación
tiene un efecto más fuerte que
en invernaderos bien
ventilados como el del estudio
holandés (Hemming y cols
2006).
❖ INVERNADERO ACONDICIONADO CON ENERGIA SOLAR PARA RUSTICAR PLANTAS
Los resultados experimentales y la evaluación térmica del invernadero y sus componentes
han demostrado la factibilidad de su integración para lograr un sistema sustentable que
permita disponer de una base energética de origen solar obtenida del calor excedente de un
invernadero. Se ha desarrollado un invernadero que cumple las funciones de rusticadero
especial satisfaciendo las condiciones agronómicas, disminuyendo los costos energéticos
convencionales de
calentamiento y evitando que
las plantas sufran las
consecuencias de las heladas.
La utilización de la energía
solar colectada entre las dos
cubiertas del invernadero y
acumularla en el lecho de
piedra, si bien resulta
insuficiente para paliar el
déficit energético nocturno,
ha demostrado que puede
suministrar la energía
suficiente para asegurar un nivel de temperatura adecuado para días con condiciones
climáticas próximas al día típico.
El modelo desarrollado usando la analogía térmica - eléctrica, modelo circuital, permitió en
forma sencilla ajustar cada una de las componentes del invernadero y simular el sistema
completo con controles
de funcionamiento
incorporados al
programa que produce
efectos similares a los
planteados para el
sistema en condiciones
reales.
La predicción del
modelo completo para
los dos períodos en
cuestión ha seguido las
tendencias de los datos
experimentales. Las
desviaciones absolutas y
relativas de la variable
principal de ajuste, dieron valores comparables con los errores de medición. Este grado de
correlación con los datos experimentales muestran que los valores de los coeficientes de
transferencia térmica utilizados son razonables.
Desde el punto de vista agronómico los resultados han sido muy satisfactorios en razón de
haber logrado un 100% de sobrevivencia y una alta tasa de crecimiento.

❖ Los invernaderos tendrán sistemas de frío y luz a bajo coste, con nuevos
paneles fotovoltaicos

Paneles transparentes
Un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan ha creado un tipo de panel solar
basado en células fotovoltaicas de energía solar cien por cien transparentes (transparent
luminescent solar concentrator-TLSC), con una eficiencia en torno al 5 por ciento, pero que
puede aumentarse en el futuro. Esta eficiencia es menor que la que el Laboratorio Nacional
de Energía Renovable da a los paneles convencionales tipo, en una cifra media de alrededor
del 15 por ciento, con un mínimo del 8 y máximo del 40 por ciento. Pero sus propiedades de
transparencia aumentan su
interés al permitir la captación de
energía solar en superficies hasta
ahora impensables.
Una “central eléctrica” con
beneficios
A los 1.700 millones de euros que
los invernaderos almerienses
obtienen por la producción de hortalizas (2.300 millones una vez comercializadas), con la
consiguiente adaptación de sus estructuras, estas explotaciones hortofrutícolas podrían
sumar otros más de 1.800 millones de euros, pues el precio del Mwh que las empresas
eléctricas prevén para 2015 es de 60 €/Mwh.
❖ Radiación solar en Almería
“Almería, donde el sol pasa el invierno”. Éste era un slogan turístico que se utilizaba en los
años 60 en Almería. Efectivamente, la provincia almeriense cuenta con una gran cantidad de
horas de sol al año y con una fuerte radiación solar.
Según las mediciones realizadas por la Agencia Andaluza de la Energía, dependiente de la
Consejería de Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía, la radiación media en
su estación de La Mojonera (Almería), sobre una superficie con una inclinación de 35 grados,
que es la que suelen tener las techumbres de los invernaderos más comunes en Almería, es
de 180’8 kWh/m2. Teniendo en cuenta las horas de radiación en Almería, y aprovechando
solamente el 5 por ciento de esa radiación, eficiencia aplicada por el momento a los paneles
solares transparentes, durante un año se obtendría una energía eléctrica de 31’36 millones
de megavatios-hora.
Según el Informe sobre la Energía en España, del Ministerio de Industria, Energía y Turismo,
el consumo de energía eléctrica en España fue en 2013 de 232.008 Gwh. En ese año, la
población española era de 46’51 millones de habitantes, datos del Instituto Nacional de
Estadística, lo que nos da un consumo por habitante de 4’988 mWh por habitante. En ese
mismo año de 2013 el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía daba una población
a la Comunidad Autónoma de 8.421.274 habitantes que, con un consumo medio de 4’988
mWh, se obtiene un consumo total para ese año de 41’99 millones de mWh. Es decir que,
con los 31’36 millones de mWh que generarían los invernaderos almerienses con los nuevos
paneles solares transparentes se cubrirían las tres cuartas partes de las necesidades en
energía eléctrica de toda Andalucía.

Radiación Global (kWh/m2)

Superficie con 35º de inclinación


Estación de La Mojonera (Almería)
Mes Media Mediana
Enero 155,0 174.3
Febrero 155,0 174.1
Marzo 188,4 207,3
Abril 201,7 217,6
Mayo 206,9 222,2
Junio 207,4 213,2
Julio 216,5 221,0
Agosto 213,6 221,3
Septiembre 195,8 206,9
Octubre 168,7 190,8
Noviembre 135,7 156,2
Diciembre 125,2 148,7
Media año 180,8 200,5
Fuente: Agencia Andaluza de la Energía. Elaboración:
HortoinfO
III. CONCLUSION

• El uso de la energía solar para invernaderos, es una de las aplicaciones de la energía solar
de mayor éxito no sólo en términos de sus aspectos técnicos, sino también su periodo de
recuperación económica. Además de Intensificar la producción: establecen buenas
condiciones para el desarrollo de nuestras plantas, por el aislamiento del exterior. Aumenta
el rendimiento: se aumenta de 2 a 3 veces en comparación con el campo abierto,
en cultivos hidropónicos pueden llegar a ser 10 veces. Menos problemas: al proteger los
cultivos se minimiza el daño climático. Ahorro de agua: en los invernaderos normalmente
se usa el riego por goteo, lo que constituye un gran ahorro en el riego. Mejor control de
plagas y enfermedades: su hermeticidad es clave para un buen control de plagas y
enfermedades. Podemos cultivar todo el año: El control climático dentro del invernadero
nos permite poder cultivar todo el año sin problemas. Este informe ha ilustrado y discutido
algunos de los componentes y el diseño clave, recopilando datos de artículos, paginas
científicas, etc.

IV. BIBLIOGRAFIA Y REFERENCIAS

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