1. No orar como los hipócritas Mt. 6:5 “Cuando ores, no hagas como los hipócritas a quienes les encanta orar en público, en las esquinas de las calles y en las sinagogas donde todos pueden verlos. Les digo la verdad, no recibirán otra recompensa más que ésa”.
El hipócrita en el griego no es el significado de hoy, refiere a un actor de
teatro, se ponían máscaras y actuaban y cuando bajaban del escenario lo reconocían cuando se quitaba la máscara. Lo que Jesús está diciendo es que oremos sin actuar. Muchos creyentes vienen a la iglesia cantan, declaran victoria y oran, pero cuando salen de la iglesia, se quitan la máscara de cristiano y viven derrotados toda la semana, porque solo actuaron en la iglesia. Lo que Jesús advierte es que oremos con actitud sincera para vivir con fe y recompensas durante los días. 2. No orar para ser alabado por los hombres El texto dice “para que la gente los vea”-tal actitud se llama “orgullo espiritual”, nuestra vida de oración no es para creernos mejor que otros, sino para alcanzar una respuesta de Dios. Lo mejor es lo que piensa Dios de nosotros. 3. No orar con vanas repeticiones Mt. 6:7. La repetición religiosa se dedica a pronunciar palabras sin pensar, ni tener el corazón concentrado por ejemplo “gloria Dios, aleluya, si Señor”. Aprender el lenguaje evangélico puede ser muy sencillo, pero solo son ritos aprendidos en la iglesia. Dios no atiende por rezos, ni ritos, sino por la sinceridad de palabras que fluye del corazón.
II. COMO DEBEMOS ORAR
1. COMPRENDIENDO LA PATERNIDAD DE DIOS LC. 11:2-4. Los dos términos dentro de la oración del Padre Nuestro es: Abba- ternura de un niño que aprende a pronunciar y el otro es “pater” que significa expresión de respeto, honor y reconocimiento hacia la cabeza de la familia. Entonces hay dos dimensiones cuando se dirige al Padre, el abba que denota ternura e intimidad y pater que implica disciplina. Las razones principales para una relación con el padre: a. La revelación de la paternidad de Dios es dado por el Espíritu Santo Jn. 16:7. Jesús no podía enseñar todas las cosas de mente a mente, pero el Espíritu lo haría al espíritu del hombre Juan 16:23-26. El Espíritu Santo revela al Padre para una relación con sus hijos. b. El Espíritu de adopción es dado por el Espíritu Santo Gálatas 4:4-5. Solo así tenemos la seguridad que somos hijos de Dios y él nos ama como a Jesús Rom. 8:15-17. c. La revelación de la paternidad de Dios nos lleva a una vida de oración poderosa Juan 16:24. Pedimos con mucha confianza d. Beneficios de ser hijos de Dios Los hijos tienen derechos a ser oídos por el Padre Las respuestas ya no son por compasión, sino por un deber de Padre Celestial. La salud, la justicia, el gozo, la liberación, la paz y todo lo que necesitas es un derecho como hijo de Dios.
Los hijos tienen herencia
Los hijos tienen una relación con el Padre La relación es de obediencia y amor. La mejor prueba que amamos a Dios es nuestra obediencia. No ores como mendigo, sino como hijo. Los hijos tienen privilegios: ser usados con unción y poder y ser participantes de la naturaleza divina. Los hijos tienen la responsabilidad de obedecer y honrar al Padre