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7 Malos Frutos de la Teología de Prosperidad

Publicado el octubre 16, 2015por salid de en medio de ellos

Por Erik Raymond

¿Qué piensas cuando lees las palabras “Evangelio de la Prosperidad”? Lo más probable es que se le
revuelva su estómago un poco cuando piensa acerca de los predicadores de la televisión que
hablan a grandes multitudes y atraen aún más en sus libros. Es más que probable que usted lo
perciba como “allá afuera” en lugar de “aquí”. En cierto sentido, esto es bueno. Las travesuras que
algunos de esos charlatanes religiosos realizan nunca deben ser replicadas en nuestras iglesias. En
otro sentido, sin embargo, es ingenuo. Uno no tiene que pasear por las calles en un jet privado o
vestirse ostentosamente para calificar como un promotor del evangelio de la prosperidad. Es más
sutil. Y es más penetrante.

En su desnudez descarada, el evangelio de la prosperidad es una herejía condenable y


absolutamente no es el evangelio. Se trata de un esquema de Ponzi tramado por los que están en
la parte superior para acosar a los débiles y vulnerables. Los predicadores de este falso evangelio
usan a Dios como un genio que se distribuye para darnos cosas, como resultado, el evangelio se
reduce a obtener más cosas. Este mensaje es principalmente físico más que espiritual y se trata de
esta (mejor) vida ahora en lugar de la venidera. Y lo más peor de todo, se trata de nosotros en
lugar de Dios. La cruz de Cristo se reduce a una utilería para apoyar a las grandes reuniones de
tiendas de campaña que poseen. Es como si utilizaran la banda de Jesús para hackear y lanzar virus
espirituales en el mundo.

Lamentablemente, el evangelio de la prosperidad ha ido viral. Está más matizada y sutil de lo que
usted piensa, está muy activo en la iglesia. Al igual que un virus informático está drenando la
vitalidad y la productividad en la comunidad del pacto. ¿Y sabe cual es lo peor? Puede que ni
siquiera usted sepa si ha sido afectado por ello.

Aquí hay algunas maneras que usted puede decir que usted está mordisqueando el gancho del
evangelio de la prosperidad, sin tal vez, siquiera saberlo.

(1) usted no está satisfecho por los medios ordinarios de gracia.

Las reuniones dominicales de pueblo del Señor son muy poco espectaculares. Cantamos, leemos, y
respondemos a la Palabra de Dios juntos. Probablemente no salimos de la iglesia como si
saliéramos de una película diciendo: “¡Wow! ¡Eso fue espectacular! ¡No puedo creer cómo
terminó! Nunca lo vi venir.” No, nosotros hacemos lo mismo cada semana con alguna variación de
las canciones o las Escrituras. Hacemos esto porque Dios nos dice que lo hagamos; él dice que es
bueno para nosotros (. Hebreos 10:25). Confiamos en él. Pero a veces queremos un poco más.
Insatisfecho con la predicación, la oración y el canto queremos que sea un poco más “nuestro
estilo”, y se ajuste a “nuestros a los “gustos.” Pronto nos encontramos en la búsqueda de ese lugar
perfecto para nosotros más que un lugar fiel a Dios. De alguna manera se convierte en nuestro
show. Este sutil cambio demuestra que somos al menos susceptibles si no es que estamos
plenamente con el pensamiento prosperidad.

(2) Piensas más acerca de las bendiciones de Dios que en Dios mismo.

No me malinterpreten, estoy agradecido por las innumerables bendiciones que son nuestras en
Cristo (Ef. 1: 3). Pero debemos recordar que las bendiciones no son el fin, sino un medio para un
fin; ellas nos señalan a Dios. Es Dios mismo la bendición final. Usted puede ver cómo funciona este
sistema cuando pierde algo que Dios le ha dado (tal vez un trabajo, una relación, la salud, la
oportunidad, etc.). ¿Cómo reaccionas? Muchas veces las personas van de lado a lado con Dios
como si él cambiara. Esta preocupación por las cosas creadas en vez de al Creador tiene huellas de
idolatría (Romanos 1:. 20-25). También está en el corazón del evangelio de la prosperidad. Los
cristianos deben estar en guardia para este tipo de pensamiento no bíblico en su iglesia y en sus
vidas.

(3) Usted evita la comunión con Dios en la Palabra y en la oración.

Vamos a detenernos justo aquí: el cristianismo es espiritual antes de que sea físico. Si usted está
inquieto sobre lo que ve entonces, usted nunca tendrá contentamiento en Aquel en quien no
puede ver. Hay una epidemia de negligencia de la Biblia y falta de oración en la iglesia hoy. No es
porque estamos demasiado ocupados, demasiado apresurados, o demasiado lo que sea, es
porque no queremos tener comunión con Dios. Creo que esto es una demostración del
pensamiento prosperidad. Es un trabajo duro y una demostración real de fe y disciplina leer su
Biblia y aquietar su corazón ante el Señor en humilde adoración, confesión y súplica. Estamos muy
distraídos por nuestras cosas y nuestra ansia de cosas (cosas creadas) y no tan atraídos a Dios
(nuestro Creador y Salvador). Este es el pensamiento de prosperidad y se hecho viral en la iglesia.

(4) Usted está Agotado.


Entiendo que algunas personas se han agotado por razones médicas o por el simple hecho de
trabajar duro. Lo entiendo. Pero, de lo que estoy hablando es el cansancio del alma y el cuerpo de
la búsqueda sin fin de cosas. La vida es una carrera de velocidad de una cosa a otra. Todo el día se
llena con la búsqueda y el placer de las cosas. Nosotros trabajamos y jugamos, luego repetimos.
Esto es lo que se nos dice que hagamos. Pero, ¿qué pasa con lo que no se puede ver? ¿Qué pasa
con el mundo venidero? ¿Qué pasa con el corazón? ¿No creemos como cristianos que existe una
relación entre nuestros cuerpos y nuestras almas? ¿Existe una conexión entre la inquietud y la
falta de satisfacción en el alma que hasta nos impulsa a demoler nuestras vidas día a día?

(5) Piensa que si trabaja duro para Dios, entonces él trabajará duro para usted.

Muchos han comprado esta mentira. Vamos a la iglesia, mantenemos nuestras narices limpias, y
hacemos lo extra que podamos. Entonces esperamos que Dios hará su parte y nos bendecirá con
buenos hijos, una buena casa, un trabajo estable, y un montón de dinero. ¿Pero qué sucede
cuando la empresa reduce de tamaño? ¿Cuando el niño comienza a tomar drogas? ¿Cuando el
401k disminuye? Entramos en litigios privados en nuestras mentes porque Dios no ha cumplido su
parte del trato. Queremos demandar a Dios por sus promesas de prosperidad para las que hemos
firmado.

(6) Piensas que el sufrimiento es un intruso en lugar de un instrumento.

El cristiano, de todas las personas, debe saber que el sufrimiento es parte de la vida cristiana (Juan
15:20; Filip 1:29). ¡Seguimos un Salvador que después de todo fue crucificado! El pensamiento
prosperidad ha dado forma a nuestro pensamiento para ver que el sufrimiento es un intruso en
nuestras vidas. “¿Por qué está pasando esto? ¿Cómo puede Dios permitir que esto suceda? “Son
preguntas que operan desde una posición de privilegio y, francamente, ignorancia bíblica. Está
sucediendo porque vivimos en un mundo roto y caído. Pero, también está sucediendo porque Dios
usa el sufrimiento para fortalecer y santificar a Su pueblo. Él nos hace más semejantes a Jesús a
través de nuestro sufrimiento (Sant. 1:2-4; Rom. 5:3-5; 1 Pedro 1:6-9; Heb 5,7; etc…). Lejos de ser
un intruso, el sufrimiento es un instrumento de Dios para nuestro bien y Su gloria. ¿Cómo ve usted
el sufrimiento?

(7) Usted puede vivir aquí para siempre.

Cuando tanto énfasis se pone sobre el aquí y ahora y muy poco se coloca sobre la Nueva Ciudad
que nos espera tenemos que hacer la pregunta, “¿De verdad quiere ir al cielo?” Digamos que
tengo la capacidad de hacer un acuerdo en el que podría estar aquí en este mundo para siempre.
Nunca moriría y la capacidad de disfrutar de este mundo no terminaría. Usted podría jugar a todos
los juegos de video, ver todas las puestas de sol, beber y comer toda la que sea, habría fútbol,
caza, compras, y cualquier otra cosa que quieras. Usted podría viajar en el carrusel de este mundo
para siempre sin tener que poner en otro cuarto. El único problema es este: no hay Dios. Así es,
usted no puede orar, leer la Biblia, ir a la iglesia, ni nada. Está en el estante. ¿Le tomaría?
La misma cosa que hace que el cielo tan celestial es Dios. Aquello que hace que los cristianos
anhelen el cielo es la falta de dirección de Dios aquí (comenzando con nuestras propias almas,
pero moviéndose hacia el mundo que nos rodea). En última instancia, no queremos más paseos en
el carrusel, queremos tener comunión con Dios sin el obstáculo de nuestra carne de pecado!

El pensamiento de Prosperidad sutilmente nos ha arrullado para soñar únicamente con las puestas
de sol, el éxito y la realización personal. Amigos, a final de cuentas no se trata de nada de esto. El
Evangelio nos lleva a Dios. Me temo que hemos torcido esto. El evangelio de la prosperidad se ha
hecho viral y lo peor es que muchos de nosotros ni siquiera no hemos dado cuenta de ello.

(este post es un extracto de un sermón predicado en Emmaus Bible Church en 09/27/15 de


Habacuc. Aquí está el enlace)

Tomado de aquí bajo el título “El Evangelio de Prosperidad Se Ha Hecho viral” de Erik Raymond.

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