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La psiquiatría social surge de la aplicación, en general, de los métodos de las ciencias sociales al estudio de los trastornos mentales. La salud mental, como disciplina científica nace de la aplicación del método epidemiológico, propio de la salud pública, como ciencia social, con idéntico propósito. El presente análisis se restringe sólo a este segundo tema.
La psiquiatría social surge de la aplicación, en general, de los métodos de las ciencias sociales al estudio de los trastornos mentales. La salud mental, como disciplina científica nace de la aplicación del método epidemiológico, propio de la salud pública, como ciencia social, con idéntico propósito. El presente análisis se restringe sólo a este segundo tema.
La psiquiatría social surge de la aplicación, en general, de los métodos de las ciencias sociales al estudio de los trastornos mentales. La salud mental, como disciplina científica nace de la aplicación del método epidemiológico, propio de la salud pública, como ciencia social, con idéntico propósito. El presente análisis se restringe sólo a este segundo tema.
La psiquiatría en el cambio de siglo: psiquiatría social
Revista chilena de neuro-psiquiatría
versión On-line ISSN 0717-9227 Rev. chil. neuro-psiquiatr. v.39 n.1 Santiago ene. 2001 http://dx.doi.org/10.4067/S0717-92272001000100004
Rev Chil Neuro-Psiquiat 2001; 39(1): 10-11
ARTÍCULO ESPECIAL La psiquiatría en el cambio de siglo: psiquiatría social Psychiatry in the Turn of the Century: Social Psychiatry Juan Marconi Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, Campus Sur, Universidad de Chile.
Dos precisiones y algunos hitos históricos
La psiquiatría social surge de la aplicación, en general, de los métodos de las ciencias sociales al estudio de los trastornos mentales. La salud mental, como disciplina científica nace de la aplicación del método epidemiológico, propio de la salud pública, como ciencia social, con idéntico propósito. El presente análisis se restringe sólo a este segundo tema. Así como en la segunda mitad del siglo diecinueve se consolida, a nivel mundial, el modelo asilar de los hospitales psiquiátricos, en los últimos 50 años del siglo veinte hemos vivido la incorporación de la salud mental a la salud pública propiciando una red de servicios en todos los hospitales generales y en la comunidad asignada. La reforma psiquiátrica es el acontecimiento capital de la psiquiatría social en el cambio de siglo. Su grado de implementación, en diversos países y culturas, permite medir la calidad de los programas de salud mental dentro de regiones de un país, o a nivel internacional. Cinco raíces nutren la reforma, desde la década de 1950: psicofarmacología, epidemiología, atención primaria, terapia conductual y derechos humanos. La psicofarmacología desde la clorpromazina (1952) a la olanzapina (2000), ha transformado a la psiquiatría en la especialidad de mejor rendimiento terapéutico: 60% a 80% de los casos tratados. El creciente desarrollo de la epidemiología demostró altas tasas de prevalencia de trastornos mentales (20% a 30% en estudios en comunidad y 50% en la atención primaria de salud), que requieren un sistema de atención masiva orientado al análisis de factores de riesgo y factores protectores. La creciente expansión a nivel mundial de la atención primaria en salud refrendada en Alma Ata (1979), reunión donde un psiquiatra de Panamá, Jaime Arroyo, logró la incorporación de la salud mental dentro de la "salud para todos el año 2000"; un paso histórico, apoyando lo que en Cali, Colombia y Santiago de Chile se practicaba desde 1967 y 1968. A mediados de la década de 1950, con Wolpe en Sudáfrica y Shapiro en Londres, nace la terapia conductual, psicoterapia de base científica y aplicación masiva para controlar conductas anormales. Por último, al plantearse la defensa de los derechos humanos de los pacientes mentales, la Reforma agregó la dimensión ética y política de la acción. Proyecciones Futuras El incremento de la patología social, de la drogadicción y el alcoholismo hace imperativa la integración plena de la comunidad organizada en los programas de salud mental, aumentando la eficiencia y bajando el costo. El factor más importante será desarrollar la docencia de pregrado de todos los profesionales de la salud en consultorios periféricos, en torno a la atención primaria y la práctica en terreno. Asimismo, junto a la psiquiatría biológica y la psicoterapia, la salud mental se consolidará como el tercer pilar básico de la formación de postgrado en psiquiatría, lo que ya sucede en Europa. Las terapias génicas, inyectadas en virus portadores resolverán crecientemente a nivel patogénico los trastornos mentales de base genética predominante. El año 2015 los problemas de salud mental serán el tema principal de salud públicas, según estimación de la O.M.S. La situación en Chile La reforma psiquiátrica en nuestro país se inicia en la Universidad de Chile, en 1950, al crearse el Instituto de Investigaciones sobre alcoholismo, destacándose estudios genéticos del apetito por alcohol en ratas, estudios clínicos y epidemiológicos (5% de alcoholismo y 15% de bebedores excesivos). En 1952 Ignacio Matte crea el primer servicio de psiquiatría en el hospital general José Joaquín Aguirre, de la Universidad de Chile, abriendo la nueva era de nuestra psiquiatría. El Servicio Nacional de Salud enuncia, en 1957, el programa nacional de control y prevención del alcoholismo, en hospitales generales, junto a educación escolar y participación comunitaria. Sólo en 1966 se amplía el programa al resto de los trastornos mentales, sin financiamiento adecuado hasta hoy: 1,2% del presupuesto de salud; en Inglaterra, el 15%. En 1990, en democracia, Chile suscribe la reforma (declara ción de Caracas) y en 1998 se enuncia el Plan de atención psiquiátrica para Chile, obra de la unidad de salud mental del Ministerio de Salud, que propone, en 8 años, incrementar de 1,2% a 5% la proporción de recursos para salud mental. En el último decenio los estudios epidemiológicos de alta tecnología de la Universidad de Concepción han enriquecido los programas con datos de diversas regiones y culturas del país. Los estudios genéticos de apetito por alcohol han evolucionado a la aplicación, a futuro, de la terapia génica del alcoholismo, siendo hoy la Universidad de Chile un centro de nivel mundial en el tema. Los problemas del alcohol en Chile tienen un costo económico de 3.000 millones de dólares por año, cifra que puede reducirse a la mitad, bajando en 50% la carga de los problemas, lo que es factible, como lo ha demostrado la nueva política del alcohol de la O.M.S. Europa.