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La historia de nuestra familia marca nuestra propia historia. Solemos repetir (con conciencia o
no) lo que hicieron los que vinieron antes que nosotros, sea bueno o no tan bueno. Es parte de
la buena conciencia y de la necesidad de pertenecer al sistema. Es importante revisar en
nuestra historia personal, algunos de estos temas:
• Si la mujer de la pareja tiene algún tema pendiente con las mujeres de su familia. Sea porque
las rechaza o reniega de ellas de alguna manera. Lo mismo aplica con el hombre de la pareja
con los hombres de su historia.
• Si alguno de los dos tiene un tema vinculado con la vida o la muerte no resuelto. Por
ejemplo, si está implicado sistémicamente con el fallecimiento de alguna persona de su
historia.
Cada día más somos conscientes de lo que supone el proceso maternal para nosotros como
individuos, de lo que exige de nosotros y de lo que nos aporta. Y quizás por ello cada día son
más las personas que deciden hacer algún tipo de terapia personal antes de buscar un
embarazo, durante el mismo o cuando su pequeño no ha llegado.
Dentro de todas las terapias y trabajos personales que podemos realizar están las
Constelaciones Familiares. Esta herramienta, desarrollada por el terapeuta Bert Hellinger, nos
ofrece la oportunidad de revisar y quizás recomponer nuestro sistema familiar, al cual
pertenecerá y del cual heredará mucho más de lo que creemos nuestra descendencia.
Podríamos empezar por ver como las constelaciones cambian nuestro foco de atención.
Vivimos en un mundo en el que, cada vez más, se destaca el aspecto individual de las personas
y es cierto que cada persona somos única y diferente. Pero no es menos verdad que todos
somos hijos de nuestra historia, tanto personal como familiar. En realidad, somos un eslabón
más de una cadena que viene de muy lejos, a través de nuestro antepasados y, si tenemos
hijos, también puede continuar mucho más allá de nosotros. Esto que el hombre primitivo
tenía muy claro, que era miembro de un clan y eso le conectaba con una red relacional básica
para su supervivencia y le daba una serie de características y de normas de conducta, límites,
tabúes, etc., parece que lo estamos olvidando. De este modo, consideramos que somos los
responsables de lo que nos pasa, de nuestro problemas y dificultades. Lo que nos vienen a
decir las constelaciones es que muchos de esos conflictos, que vivimos como algo personal,
tienen su origen en desórdenes o desequilibrios que han ocurrido en nuestro sistema familiar,
a lo largo de su historia, y que nos están afectando actualmente. En ese sentido, si muchos
problemas tienen un origen sistémico, la intervención correctiva sobre ellos también tiene que
ser a nivel del sistema. Es decir: no basta con trabajar sólo sobre la persona que manifiesta ese
problema sino que hay que hacerlo con todo o parte del sistema en el que se manifiesta éste:
la familia, una empresa, una escuela, etc.
-Las Constelaciones Familiares se utilizan en cualquier momento vital pero ¿en qué pueden
ayudar particularmente durante la maternidad? ¿Qué puertas pueden abrirse en este proceso
maternal que podamos ayudar a traspasar con las Constelaciones?
En principio, las constelaciones no son recomendables para personas que están en un proceso
avanzado de embarazo. Es más, considero que, en general, sería más positivo que se hiciese
antes de quedar embarazada o bien una vez nacido el bebé.
Pero en el caso de estar en los primeros momentos del embarazo, lo que aportaría sería: por
una parte, libera a la madre de cargas que no le corresponden, porque, en realidad, son de su
sistema familiar y ayudarle en la resolución de problemas que le preocupan (de pareja, de
relación con su padre y/o su madre, de trabajo, etc. ) lo que le permitirá vivir su embarazo de
un modo más tranquilo, seguro y relajado; por la otra, evitar que el hijo/a que viene pueda
llegar a heredar esas “cargas” sistémicas que, si no han sido trabajadas, tienen muchas
posibilidades de pasar a él/ella. Esto es algo que actualmente ponen de manifiesto no sólo las
constelaciones sino toda la amplia bibliografía existente sobre Psicogenealogía.
Además, le puede dar una comprensión más profunda y empática de lo que ha sucedido en su
familia, de por qué su padre y su madre han actuado de la forma en lo que lo han hecho, dado
que también estaban condicionados por esas cargas sistémicas, del origen de sus dificultades
en el trabajo, en la pareja, con su familia, etc.
Es algo que se transmite de generación en generación. En general, todo aquello que no haya
sido resuelto o “limpiado” en las generaciones anteriores pasa a las siguientes. Esa es una de
las razones fundamentales por las que la gente que tiene o va a tener hijo debiera constelar,
para dejar, en la medida de lo posible, a nuestros hijos libres de esas cargas y problemáticas.
Lo que sucede es que esto, que, en realidad, tiene un claro origen sistémico, lo vivimos como
algo personal. Por eso, en muchas ocasiones, buscamos ayuda y lo trabajamos sólo a nivel
individual. Pero la terapia individual puede ser insuficiente, si nos olvidamos de buscar
también la clave de la solución de los problemas y conflictos en nuestros vínculos y relaciones
sistémicas.
-En maternidad nadie sabe todo, nadie está seguro de todo. En tu experiencia, ¿qué cosas han
podido descubrir madres o padres en una sesión de constelaciones sobre ellos mismos como
progenitores?
Por ejemplo, una de las cosas que se puede descubrir y suele sorprender es la facilidad con
que, pese a nuestras mejores intenciones, repetimos, con nuestros hijos, esquemas y patrones
de conducta que nuestros padres tuvieron con nosotros y nos hicieron daño. Ello es una
prueba de la importancia de lo sistémico y del modelaje. En realidad, nuestro principal
aprendizaje lo hacemos a través del modelo que nos trasmiten nuestros padres. Más allá de las
palabras y las buenas intenciones lo que cuentan son las acciones, las conductas y las normas y
patrones que existen en nuestro sistema familiar.
A veces un padre o una madre afirma: “yo no voy a ser como mi madre” o “yo voy a hacerlo
mejor que mi padre” Al hacer esta afirmación que, obviamente se hace con la mejor de las
intenciones y con un deseo real de superar cosas de tus padres que te dañaron, lo que se hace,
inconscientemente, es caer en un desorden y poner las bases para que el modelo se vuelva a
repetir. Por una parte, el inconsciente no capta la negación, con lo cual lo que le llega a éste
es: “yo voy a ser como mi madre”; por el otro, pretender situarse por encima de un padre o
una madre es un desorden sistémico, que sólo lleva a generar nuevos problemas o a repetir los
antiguos.
-Las Constelaciones, de algún modo, reflejan nuestro sistema familiar. ¿Qué importancia
tienen en él, por
Las pérdidas prenatales y neonatales son hechos que pueden afectar gravemente a todo el
sistema familiar. Son como agujeros negros cargados de dolor y sufrimiento, que absorben una
gran cantidad de energía.
Sus efectos dependen mucho de cómo se actúe ante ellos. Por ejemplo, una práctica habitual
en el caso de nuestros abuelos, donde la mortalidad infantil solía ser muy alta, era, para evitar
o mitigar el sufrimiento, tender a olvidarse completamente del niño/a muerto/a e incluso
ponerle su nombre a algún/a hijo/a nacido/a posteriormente. Así, se cometía un doble error:
por un lado se excluía al niño/a muerto/a “desposeyéndole” de su nombre, que era uno de los
pocos indicadores de existencia que le quedaban, y, por el otro, se cargaba al hijo/a que
heredaba el nombre con un destino difícil, relacionado con el programa de vida del anterior.
En cambio, cómo debe actuarse antes este hecho: pasando el duelo y buscando ayuda, si se
necesita, y, después, haciendo que el niño/a muerto/a tenga algún tipo de presencia en la
familia: hacerle un hueco en nuestro corazón, hablar alguna vez de él/ella, tener alguna
fotografía, etc. Las constelaciones pueden ayudar en este proceso porque, lo que se suele ver
en ellas al trabajar este tema, es que si el niño muerto se siente reconocido e integrado en la
familia, está completamente en paz. Y eso también da mucha tranquilidad a los padres.
-No nos resistimos a preguntarte, aunque sabemos que quizás la respuesta no sea sencilla.
¿Cuál es el funcionamiento de una sesión de Constelaciones Familiares?
Efectivamente, no es sencillo de explicar porque, como afirma un viejo proverbio árabe: “más
vale ver una vez con tus propios ojos que escuchar mil historias” y la mejor manera de saber
cómo funcionan las constelaciones es participar en ellas y vivenciarlas, porque hay una
diferencia muy grande entre que te cuenten lo que es una constelación y verla, vivirla y
sentirla, como sabe perfectamente cualquier persona que haya participado en ellas.
Aclarado esto, hay que indicar que se puede trabajar en una sesión individual o bien en
talleres, que se realizan en grupo
Los representantes interaccionan entre ellos hasta que se forma una nueva imagen de solución
encaminada a restaurar el orden del sistema y a la construcción de alternativas sanadoras.
Éstas tienen una gran fuerza, tienden a crear un bienestar y a vivirse como liberadoras y
facilitan una comprensión más profunda y clarificadora de la situación.
Se puede participar en el taller como cliente (para trabajar algún asunto personal), como
representante o como participante. El poder de los procesos que se desarrolla en el grupo es
tal que, en cualquiera de las posiciones, todas las personas aprenden algo útil para su vida y
pueden recibir un poderoso impulso sanador y, después, tienen la posibilidad de seguir su
propia evolución de un modo autónomo.
Bueno, yo vivo en Santiago e imparto sesiones individuales y talleres en esta ciudad y en otras
partes
de Galicia.
Actualmente hay muchos consteladores. Quizás porque es una técnica engañosamente sencilla
y que puede parecer relativamente fácil de aplicar. Mi recomendación es que se busquen en la
asociación que tenemos a nivel de toda España, la Asociación Española Bert Hellinger de
Constelaciones Familiares (AEBH) En su web (www.aebh.net) existe un apartado en el que
aparecen todos los miembros españoles y latinoamericanos. Ahí pueden buscar a los
miembros titulares, que son los que están reconocidos por la asociación para facilitar
constelaciones, tanto en sesiones individuales como en grupo, y a los didactas, que son
aquellos que, además de estar avalados para hacer constelaciones, también lo están para
ofrecer procesos de formación en ellas.
Esto me lleva a responder a la cuestión de qué se puede buscar en los consteladores: que
miren su profesionalidad y experiencia, su capacidad de empatía, su respeto por las personas y
sus procesos y, entiendo que también es importante, que éstos tengan el reconocimiento de la
AEBH. En este sentido, yo soy, actualmente, miembro de su Junta directiva y mi
recomendación de que se busquen aquí los consteladores es debido al control que éstos
tienen y los estrictos requisitos y las muchas horas de formación y de supervisión que los
profesionales deben de cumplir para ser reconocidos por la AEBH. Así, por ejemplo, para ser
miembro titular se necesita: una titulación universitaria; experiencia mínima de 5 años
trabajando con terapias, de las cuales 2, al menos, deben haber sido como constelador; tener
formación en otro tipo distinto de terapias; 600 horas de formación en constelaciones y 100 de
supervisión por un didacta. Y, para ser miembro didacta, a todo lo anterior se suma: tener un
título universitario de grado superior, 300 hs. más de formación, 100 más de supervisión, 10
años mínimos de experiencia profesional en el ámbito terapéutico y la realización de un
trabajo de investigación en este campo. En ambos casos, además, tu candidatura tiene que
estar avalada por dos socios veteranos. En el primer caso pueden ser titulares o didactas y, en
el segundo, tienen que ser necesariamente didactas.
Otra, cuando hace poco que acabamos de hacer una. La recomendación es que se deje pasar
algún tiempo entre la realización de una y otra. Si se van a trabajar temas distintos, no es
necesario que el período sea muy largo. Si se va a profundizar en el mismo tema que ya se
trabajó previamente, es mejor dejar pasar un tiempo para dar la ocasión a que la constelación
surta efecto. En todo caso, cada persona debe apoyarse, siempre, en sus propias intuiciones y
sentimientos para tomar la decisión de cuándo es, para ella, el momento oportuno para hacer
una constelación.
Y que mejor manera que suavizando todas las tensiones familiares de los futuros papás.
El ser padres representa el acto más hermoso y creador que puede experimentar un ser
humano, debido a que es el fruto de la consumación del amor entre un hombre y una mujer…
es el signo de que el vínculo se mantendrá a lo largo del tiempo y que dejará un legado. Es por
ello que cuando por diversas causas el embarazo no llega a su fin son muchos los sueños que
se vienen abajo y por ello se pone en peligro inclusive la unión de la pareja. Además de la
influencia que tienen sobre los otros hijos de la pareja.
Una de las consecuencias que puede tener es que el vínculo de la pareja se afloja, porque no
son capaces de llevar el dolor compartido. Puede que uno reprima su frustración y el otro se
suma en el dolor, sin que ninguno de los dos esté disponible para llevar su dolor en conjunto.
Inclusive puede que alguno de los dos se sienta culpable por sentir que un aspecto no quería al
hijo o bien que sienta que el otro es el culpable.
Otra de las consecuencias si se tiene hijos es que se sienta empujado a seguir a este niño no
nacido, ya sea negándose a comer o desconectándose de la vida porque se siente culpable de
que él viva y su hermano no. Esto puede conducir a ser propensos a los accidentes. También
puede generar rebeldía por no fiarse del todo de sus padres por sentir que no cuidaron lo
suficiente de su hermano lo cual generaría conflictos de agresividad con sus padres. También
puede que uno de los padres se aleje del otro y en consecuencia el hijo se vea en la necesidad
de ser “la pareja energética” del otro padre…empieza ocupar un lugar que no le corresponde
debido al “amor ciego” para que se mantenga la relación de pareja. Los padres también
pueden sentir un fuerte deseo de sobreproteger a este hijo que ha quedado para suplir su
dolor y ello puede conducir más adelante en sensación por parte del hijo de no dependencia e
inmadurez emocional.
Si el hijo empieza a ser propenso a los accidentes o rebeldía, es importante que ambos
padres como pareja hablen de sus sentimientos no expresados de la pérdida, que compartan
todo aquello que no se atrevieron a decir, sin hacer juicio uno de otro de lo que sienta.
Constelaciones Familiares es un tipo de Psico Terapia Sistémica Familiar desarrollado por Bert
Hellinger, se diferencia de otras terapias por su extrema rapidez, para descubrir el por qué de
una situación, en ella se aborda el tema causante del problema presentado por el cliente, y en
una única constelación es posible reconocer y sanar la situación, que se repite y perturba.
Razón por la cual cada vez más psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas se forman como
terapeutas de Constelaciones Familiares. Se sabe que el 70% de los problemas psicológicos
que nos afectan, vienen de nuestra historia y relaciones familiares. Los padres, abuelos y
bisabuelos se involucran en nuestro ser, mucho más que el color de piel, cabellos, ojos o
rasgos del rostro, de ellos provienen también otras influencias, aunque el hombre, por lo
general, toma (el legado) del padre y la mujer lo hará de su madre. Le serán leales y por
consiguiente, lo repetirán. De acuerdo a los aportes de la terapia sistémica hoy sabemos que
el hijo, por amor ciego, adopta reacciones y soporta cargas desde su primera infancia, que le
dificultarán la vida de adulto. Constelaciones saca rápidamente a la luz la dinámica que causa
el sufrimiento y si se dan las condiciones apropiadas, la corrige en el mismo momento.
Las sesiones de constelación se pueden hacer privadas o en grupo, enfamilia resort ambas
modalidades se utilizan representantes para los miembros del sistema familiar, y ellas
evidencian en donde esta la traba para una vida más feliz y exitosa. El alcance de la terapia no
se circunscribe sólo a la persona que viene a terapia, sino también a su sistema familiar, ya
que cuando un elemento del sistema se mueve, todos se recolocan a su vez, encontrando un
mejor equilibrio. Asimismo, el trabajo de una persona en su Constelación también afecta al
resto de participantes del Taller, ya que muchísimas problemáticas son comunes, en menor o
mayor grado, a las del resto de participantes.
Una terapia sistemática desarrollada por el psicoterapeuta alemán Bert Hellinger para sanar el
inconsciente colectivo de los grupos o sistemas familiares.
Antes de Freud, nadie hablaba del inconsciente y ahora se ha vuelto una palabra de uso
común. El estudio del inconsciente ha seguido avanzando y Carl Jung, uno de los más famosos
discípulos de Freud, descubrió que no sólo hay un incosnciente individual, sino un inconsciente
colectivo. Otras personas, como Bert Hellinger, han continuado estudiando el inconsciente
colectivo observando que éste se encuentra dividido en grupos. En primer lugar pertenecemos
a un sistema familiar de origen, junto con nuestros hermanos, padres, tíos y abuelos.
Posteriormente puede haber también un sistema familiar propio, conformado con la propia
pareja y los hijos, quizá además haya una ex pareja y otros hijos de una unión anterior.
Además nuestros sistemas familiares pertenecen a grupos mayores, por ejemplo, aquellos que
conforman una raza o nación, y también a grupos intermedios como organizaciones laborales y
sociales. Según se aprecia en el trabajo de Constelaciones, todo lo que ocurre en estos grupos
a los que pertenecemos, nos afecta de manera individual, ya sea que seamos conscientes de
ello o no.
Peter Bourquin, en el texto "Cuatro tipos de trabajos en las Constelaciones Familiares"
describe lo siguiente:
En las constelaciones se muestran implicaciones del cliente con familiares y hechos del pasado,
que le motivan a actuar de una determinada manera, causándole en consecuencia serias
dificultades en su vida, y sobre cuya influencia el cliente no tiene ninguna consciencia.
Habitualmente tienen su origen en la exclusión u olvido de otro miembro de su familia. Para
que esto haya ocurrido en el pasado familiar, normalmente entre las últimas tres o cuatro
generaciones, se requiere una situación dolorosa que las personas implicadas no pudieron
superar en su momento, reaccionando con la exclusión de determinadas personas de la familia
y con la negación de ciertos sentimientos propios. Se podría entender aquello también como
un trauma sistémico. En cualquier caso estos asuntos no resueltos llegan a los miembros
posteriores de la familia. El húngaro Ivan Boszormenyi-Nagy, pionero de la comprensión
sistémica familiar, lo llamaba “cuentas deudoras” que se pasan entre las generaciones de la
misma familia; Mas tarde Bert Hellinger habla de la conciencia familiar que pone al individuo al
servicio de su sistema familiar, en un intento de restablecer el equilibrio del sistema perdido
anteriormente. Poder hacer visibles estas dinámicas primero y en un segundo paso
apaciguarlas es sin duda el plato fuerte de las Constelaciones Familiares. Difícilmente se
pueden desvelar estas dinámicas por otros métodos terapéuticos, a diferencia de los
siguientes tipos [que también se pueden observar dentro de la dinámica de una Constelación:
relaciones fusionadas con los padres, relaciones conscientes disfuncionales con otros
miembros de la familia y traumas personales].
Son un método de terapia grupal sistémica que busca restablecer el orden en los sistemas y
grupos humanos. En primera instancia, una Constelación ofrece un diagnóstico acerca del
problema que existe en un sistema familiar o grupal y posteriormente, a partir del trabajo que
se realiza, se llega a encontrar una imagen de solución que contribuye a sanar la problemática
detectada.
Primero es necesario dejar reposar en el alma la imagen de solución que el cliente ha recibido
durante la Constelación, por lo cual se le pide que no intente analizar lo que ha visto ni
comente los pormenores con nadie durante al menos dos meses.
Pasado ese tiempo, el alma de la persona tiene la fuerza y los elementos para aplicar en su
vida la imagen de solución. Lo cual en ocasiones implica no hacer nada y simplemente aceptar
a las personas y a las situaciones tal como son, o puede requerir que el cliente tome
determinadas decisiones y acciones que le permitan, por ejemplo, ponerse en su lugar y tomar
sus propias responsabilidades dejando de lado los asuntos que no le corresponden. Todo
depende de lo que se haya observado en el transcurso de los movimientos que surgen durante
la Constelación.
Informacion últil:
¿Cómo prepararse para una Constelación Familiar?
I. Actitud:
Ya sea que usted haga su propia constelación o no, las personas siempre se benefician al ser un
representante o sentarse en el circulo de personas que sostienen la constelación. Tome todo el
tiempo que necesite para observar el estilo del terapeuta para asegurarse de que se siente
bastante cómodo de que él pueda facilitar su propia constelación. Para algunas personas esto
puede exigir uno o dos talleres para llegar a este punto.
II. Representación
Ser un representante no implica actuar ningún papel como actor o actriz. Al contrario, es
colocarse en el lugar de otra persona.
Resista la urgencia de inventar finales felices. Es el trabajo del facilitador trabajar hacia
una resolución. El proceso es mucho más efectivo si los representes mantienen su integridad.
Cualquier pregunta o preocupación que lleven a una constelación deberían ser sobre un
problema o una situación seria para usted. Una constelación fundada en un asunto trivial tiene
poca energía y es poco probable que le ayude.
En vez de decir “yo quiero sentirme mas feliz” es más útil decir “me agobia la situación con mi
pareja en casa, y quiero ver lo que puedo hacer.”
IV. Información
Es útil saber los hechos básicos de su familia. Es decir, quien tenía destinos especiales como
morir joven o tener enfermedades crónicas y serias, o inmigración. También es bueno pensar
quién pertenece a su sistema familiar. Los personas que pertenecen al sistema de la familia,
incluido aquellos a menudo olvidados:
Los hijos, incluyendo aquellos que nacieron muertos y los que murieron jóvenes.
Los hermanos, incluyendo aquellos que nacieron muertos y los que murieron jóvenes.
Las Constelaciones actúan, cuando uno las deja exactamente de la manera en que las vio. Es
una imagen espacial y atemporal, de las profundidades y tiene su fuerza cuando uno lo deja tal
cual. Cualquier discusión sobre su contenido destruye la imagen.
Lo mismo se aplica cuando uno acaba de trabajar, alguno del grupo se le acerca después a
preguntarle: ¿cómo te ha ido?, ¿qué harás ahora? Lo que están haciendo es picotear su alma.
Es fatal, invadir de esta manera el alma de otra persona como si tuviéramos el derecho de
hacerlo. Ninguna persona tiene el derecho de hacerlo. Tampoco sirve intentar consolarlo. La
persona es fuerte. Quien intenta consolar, es débil. Este es en realidad quien no soporta el
dolor del otro. Porque en el fondo no quiere consolar al otro, sino que utiliza al otro para
consolarse a si mismo.
La persona misma tampoco debe actuar inmediatamente. Así no funciona. La imagen tiene
que descansar en su alma. A veces durante mucho tiempo, quizás medio año o más. Y uno no
hace nada para cambiar. Las imágenes ya actúan, simplemente estando. Y al cabo de un
tiempo en el alma se reúne la fuerza necesaria para hacer lo correcto. Aquello que es correcto
y bueno será diferente de lo que uno ahora acaba de ver. El alma de la persona sabe mucho
más todavía y al final uno sigue a su propia alma y así tiene la plena fuerza.
Por tanto no sigue ni al terapeuta ni tampoco a esta imagen. Uno sigue a su alma. Pero esta
imagen ha impulsado algo en su alma que posteriormente hace posible el actuar.
SEPTIEMBRE, 2014
Hoy en día ya es común ver como muchas parejas se enfrentan con la dificultad de concebir un
hijo, y como esta situación acarrea un gran sufrimiento porque muchas veces las pruebas
médicas no detectan problema alguno en sus células reproductoras, y se plantean probar con
otros métodos que traen consigo un gran desgaste físico y emocional, sobre todo para la
mujer, aunque éste pueda aliviarse con el apoyo incondicional de su pareja.
Hay motivos inconscientes que hacen que aunque una pareja manifieste su deseo de ser
padres, a nivel inconsciente hay fidelidades a nuestros antepasados y/o miedos de la propia
infancia, que suponen que el embarazo no se produzca, incluso cuando en el plano biológico
todo está “bien” para ello, y no se encuentra una causa aparente que lo pueda explicar.
-Cuando una ancestra del sistema familiar murió en el parto: esto puede suponer que la mujer
que en la actualidad quiere quedarse embarazada esté vinculada con ese miedo inconsciente
de “embarazo igual a muerte”. El hombre, igualmente puede estar repitiendo el miedo
inconsciente de un ancestro de su sistema cuya mujer hubiera muerto en el parto, y puede
estar llevando a nivel inconsciente la creencia de “ser padre, igual a quedarme solo, igual a
perder la pareja”.
-En otras ocasiones he observado otros casos donde la dificultad de concebir un hijo provenía
de estar expiando una culpa de una ancestra del sistema que había practicado abortos a otras
mujeres. Y para compensar ese hecho, un descendiente de esa ancestra tiene un bloqueo a la
hora de llevar un embarazo a término.
-Sucede también cuando uno de los miembros de la pareja tiene fidelidad a muchos abortos de
su sistema, de manera que por fidelidad a esos abortos, no puede mirar a su propia vida ni
puede mirar a la posibilidad de generar vida.
Esto sucede, por ejemplo, cuando ha habido abortos que han sido olvidados o no considerados
como un hijo más, aunque sea para no conectar con el dolor de la pérdida, y se ha actuado
como si no hubiesen existido. Se ha visto la importancia de incluir a los abortos como un hijo
más, aunque no esté vivo, aunque no haya llegado a nacer. Cuando hay abortos excluidos u
olvidados, algún miembro del sistema va a vivir mirando inconscientemente a esos abortos (en
vez de vivir mirando a su vida), y una de las formas posibles de somatizar esto es ante la
imposibilidad del embarazo.
-Hay otro caso de fidelidad a un aborto, que se produce cuando es la misma mujer la que
desea quedarse embarazada quien en un momento anterior en su vida provocó un aborto a su
propio hijo. He visto como muchas mujeres que dicen tener esto superado, en un nivel
profundo no lo está tanto, y les puede afectar a la hora de tener una relación de pareja y en la
posibilidad de ser madres cuando luego desean serlo.
En este último caso, la constelación trabaja para que la persona asuma lo ocurrido, acoja a su
hijo abortado con amor, y se reconcilie con él. Es fundamental poder mirar lo ocurrido, para
luego poder dejar el pasado atrás; pero para liberar el pasado primero es necesario mirarlo de
frente. Este paso es fundamental.
En todos estos casos, el trabajo con Constelaciones saca a la luz la fidelidad inconsciente que
cada uno tenga, para honrar lo que necesite ser honrado, ver lo que necesite ser visto, y así la
persona poder mirar a su destino, y dejar atrás la fidelidad al destino de sus ancestros.
Hago una importante aclaración, y es que este tipo de sucesos que ocurren en el sistema
familiar, normalmente no se saben o son “secretos”, por tanto esa información no llega a
nosotros de forma consciente. Y algo importante es que los secretos hay que respetarlos, y no
conviene indagar en ello, más allá de lo que la constelación muestre. Por eso es importante
hacerlo con mucho RESPETO y amor a lo que sucediera en el pasado, para liberarlo y poder
mirar hacia delante.
Tomar a los padres significa aceptarles tal y como son, renunciando a que tengan que cambiar,
diciendo “sí” a su destino, sin tratar de modificarlo, porque al tratar de modificar su destino,
nos estamos poniendo por encima de ellos, aparentemente por amor, pero tras ese deseo
también hay soberbia ya que cuando quiero cambiar algo es porque no lo acepto.
-Algo muy importante que se está dando mucho en este tiempo, es que la mujer para poder
ser madre, tiene que honrar al hombre, no sólo a su pareja, sino a lo masculino en general. De
lo contrario, a nivel inconsciente, puede estar rechazando las células reproductoras
masculinas, al no estar receptora a que lo masculino entre en ella y se quede en ella, lo cuál
puede estar bloqueando el quedarse embarazada. Para que el óvulo pueda ser fecundado se
necesita de la célula masculina, y si hay rechazo hacia lo masculino, ésta no se va a fundir con
lo femenino.
- Por otro lado, la mujer también tiene que tener en cuenta cómo fue su llegada a este mundo.
En el momento del parto se activan las memorias del propio nacimiento, por lo que si éste fue
traumático conviene trabajarlo para no repetir ese mismo parto con el futuro hijo. Incluso si ya
se tuvo un hijo, se puede constelar ese parto para liberar la energía de dolor que se hubiera
podido dar en ese momento (si es que lo hubo), y así ayudar al hijo a liberar esa carga.
Para una mujer sanar el propio parto es fundamental para luego ella dar a luz y que no se
activen los traumas que experimentó. Y para que el hombre pueda acompañar a la mujer y
participar activamente del alumbramiento de su hijo, también es muy interesante constelar su
propio parto, para evitar que en ese momento salgan los miedos inconscientes y pueda
transmitirle la fuerza y la "presencia" a la mujer y al recién nacido en ese momento tan
trascendental y donde tan importante es el apoyo de la pareja.
Y algo fundamental siempre a la hora de abordar cualquier conflicto, es que todo pasa en
primer lugar por la aceptación del mismo. En Constelaciones hablamos de la “ACEPTACIÓN AL
DESTINO TAL Y COMO ES”, aunque no lo entendamos. Sólo desde ahí podemos abrirnos a algo
nuevo y sólo desde ahí podemos entrar en estado de paz.
Desde el embarazo se inicia la vinculación entre la madre y el hijo. Ella se relaciona con su
bebé de muchas maneras, acariciando su barriga, hablándole, sintiendo sus movimientos,…
también el padre, si está presente y cercano, participa de la experiencia.
A continuación viene el parto, y como dice Laura Rincón en su libro “Así fluye el amor” (2004):
“El parto, es una situación que supone, tanto para la madre como para el bebé, esfuerzo,
cansancio, tensión, dolor físico y en ocasiones peligro y miedo. Esa situación tensa debe llegar
a la polaridad contraria una vez que el niño está fuera del cuerpo de la madre; debemos
permitir a ambos sentir juntos la felicidad del primer encuentro, la relajación, el contacto
visual [...] conocerse y estar juntos para disfrutar del encuentro y el amor [...] genera un
vínculo profundo entre ambos”.
El niño nace con un impulso natural de acercamiento a la madre. Esta es la figura más
importante de su vida. El primer contacto lo realiza con ella, y él se abre para recibir todo su
amor y protección.
El amor que la madre le transmite, le aporta la seguridad, confianza y calor que necesita; y es
que el hijo necesita mucho de alimento interno, porque la comida no es suficiente. Cuando lo
abraza y lo alimenta, con su leche, está fluyendo una energía invisible que llamamos amor. No
hay otra relación que sea tan cercana. La necesidad de la presencia de la madre -su presencia
literal, real- es absoluta.
Sin embargo, si cuando somos demasiado pequeños e indefensos, este impulso o movimiento
natural hacia la madre, se detiene de forma brusca y repentina, por ejemplo, si el hijo ha vivido
una separación prematura, una fuerte sensación de rechazo, o se siente herido, estas vivencias
pueden originar que el movimiento natural de acercamiento se interrumpa.
Bert Hellinger llama movimiento interrumpido al dolor del hijo frente a una separación, a
temprana edad, de sus progenitores, básicamente cuando se trata de la madre. El hijo siente el
dolor de la separación con sentimientos de rabia, desesperación y tristeza.
un parto complicado, donde la vida del hijo y/o de la madre corren peligro de muerte,
la madre sufre una enfermedad que la incapacita para ejercer su labor de atención y
cuidado,
separaciones, por viajes de los padres, durante los primeros años en la vida del hijo,
sentimientos de rabia, tristeza o dolor en la madre, durante el embarazo, que pueden ser
debidos a, problemas con su pareja, muerte de alguna persona cercana a ella, o cualquier
situación que tenga un impacto emocional, que la deje sumida en un dolor tal que no quede
disponible, emocionalmente, para vivir con entrega el nacimiento de su hijo.
Como consecuencia, la relación entre la madre y el hijo va a resultar muy dañada. Además, el
hijo va a crecer con esta necesidad insatisfecha, pasando el resto de su vida buscando el
abrazo o la cercanía que le faltó.El periodo de separación es decisivo para definir la
personalidad del niño, que podrá ser muy vulnerable y desconfiada, pudiendo llegar a
convertirse en una persona que no confíe en nada ni en nadie, ni siquiera en su propia madre.
Le puede llevar, además, a una posición existencial de desvalorización y desamor que
interprete como: “mi madre / mi padre no me dieron el amor que me correspondía, mis
padres no me amaron”.
El niño que desea estar junto a su madre, y esta está continuamente ausente, puede descubrir
que el amor y la necesidad de tenerla cerca resulta muy doloroso.
“Quien de niño haya tenido esta experiencia no encuentra como adulto la valentía de
entregarse por completo al amor de su pareja. Está atrapado entre la nostalgia y sus
experiencias negativas…”
Para la persona es muy duro vivir esta situación, desea algo con todas sus fuerzas y, al mismo
tiempo, se impide la posibilidad de alcanzarlo. Desarrolla un miedo a la intimidad. En el fondo
lo que está evitando es ser rechazado.
Bert Hellinger concluyó que en el fondo de todas las neurosis se hallan los movimientos
amorosos interrumpidos hacia los padres y da una descripción en el libro Felicidad Dual (1999):
“La neurosis nace en el punto en el que se interrumpió un movimiento hacia uno de los
padres, y el comportamiento neurótico no es más que un movimiento circular que, una y otra
vez, vuelve al mismo punto en vez de avanzar. Con el recuerdo del movimiento interrumpido
surge un sentimiento, una decisión, y así se da la vuelta, siguiendo el círculo, en vez de seguir
adelante, y al volver al punto de partida, nuevamente se inicia lo mismo.”
Completar el movimiento
El terapeuta acompaña todo el proceso hasta llegar a una solución. El trabajo está orientado a
equilibrar el sistema familiar y a transformar el amor de cada miembro en fuerza vital.
Cuando la interrupción se trata a una edad temprana, el terapeuta indica a la madre que, a
consulta, vaya acompañada de su hijo para trabajar el movimiento interrumpido, ya que ella es
la persona más adecuada para ayudarle, no un representante. La madre, guiada por el
terapeuta, coge en brazos a su hijo, lo sujeta con cariño y firmeza hasta que el amor, que se
había transformado en rabia y dolor, a raíz de la interrupción, vuelva a fluir hacia la madre.
El terapeuta pide al cliente que cierre los ojos, incline la cabeza levemente, respire
profundamente con la boca abierta y después con más rapidez, porque, según explica
Hellinger: “…si la boca está cerrada, el cliente retiene el sentimiento. Y, si la respiración es
poco profunda, también retiene la emoción [...]”
Poco a poco, la persona conecta con el niño de su infancia y el terapeuta con la madre de
aquél momento. El cliente comienza a experimentar la misma situación y el mismo
sentimiento de dolor que le produjo la separación.
Llegados a este punto, donde tuvo lugar la interrupción temprana, el terapeuta abraza al
cliente, como si fuese una madre que sostiene a su bebé, ofreciéndole seguridad, para
contenerle y acompañarle a atravesar el dolor que provocó la separación. Está reviviendo su
abandono original. Un viejo dolor.
Durante todo el proceso, el terapeuta va a estar junto al cliente, hasta que complete el
movimiento interrumpido hacia la madre.
Una vez completado, la persona se siente aliviada, lo notamos en su respiración que se vuelve
lenta y profunda. Siente calma interior, como si dejara que por fin, descansara el pasado.
El cliente vive la experiencia de manera nueva, y eso le va a permitir realizar con más facilidad
el movimiento de acercarse a otras personas.
Tal vez el terapeuta pida al cliente que agradezca a su madre, conscientemente, el hecho de
haberle dado la vida y se disponga a recibir, de ella, sus dones. Es posible que completar el
movimiento interrumpido no se logre en una sola sesión, y sea necesario repetir el proceso
varias veces, hasta que llegue el momento en que el cliente no repita las viejas pautas y se
mantenga en el amor.
“La solución únicamente pasa por tomar a los padres”. Bert Hellinger
Sin duda es un tema esencial, para seguir avanzando en la vida, el haber "tomado" el amor de
la madre primero, luego del padre...
¿Qué quiere decir Tomar? Tomar a los padres es tomar, sin exigir ni reprochar, todo lo que nos
dan y lo primero que nos dan es la vida. Es importante que sean reconocidos por ello.
“Quien asiente a sus padres, tal como son toma la plenitud de la vida, tal como es" Bert
Hellinger
Cuando los hemos tomado, estamos listos para mirar con amor hacia adelante y formar
nuestra propia familia.
Bibliografía.
Felicidad Dual. Bert Hellinger y su psicoterapia sistémica. Gunthard Weber. Ed. Herder, 1999.
El libro del niño. Una visión revolucionaria de la educación infantil. Osho. Ed. Debate,
Madrid, 1999.
Los Órdenes del amor. Cursos seleccionados de Bert Hellinger. Bert Hellinger. Ed. Herder,
2001.
Así fluye el amor. Laura Rincón Gallardo. Ed. Pax México, 2004.
Sin raíces no hay alas. La terapia sistémica de Bert Hellinger. Bertold Ulsamer. Ed.
Luciérnaga, 2004.
Cuando cierro los ojos te puedo ver. Ursula Franke. Ed. Alma Lepik, 2005.
Imágenes que solucionan. Bert Hellinger y Tiiu Bolzmann. Ed. Alma Lepik, 2006.
El Abrazo con Sentido. Revista del Primer Congreso Internacional. Laura Rincón Gallardo.
2006.
Entrevista a Bert Hellinger en Barcelona. Diciembre 2001. por Mireia Darder, Ramón Resino
y Joan Garriga.