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CAPITULO 3

EL SINUOSO CAMINO AL DESASTRE (1860-1883)

Lima, gozaba de una prosperidad muy peculiar en medio de una corrupción a simple vista.
Los ricos de esa época (1860) consumían los lujos importados, con joyas preciosas
acicalando la ciudad, el auge guanero bajo una mala administración transformaba la
capital.

Francisco García Calderón un jurista arequipeño llegó a Lima provisto de cartas de


recomendación y su manuscrito Diccionario de la legislación peruana pasó a ser lectura
obligatoria para los expertos legistas peruanos, su esfuerzo intelectual basado más en el
derecho positivo que en el derecho natural contribuía a la sistematización nacional de la
nueva y vieja legislación sobre asuntos civiles, comerciales, penales y administración.

García Calderón ocupó grandes cargos en Lima, como funcionario del Ministerio de
Hacienda, como abogado prominente de las más importantes firmas nacionales y
extranjeras. Contribuyó a modernizar las normas administrativas y contractuales.

Según el jurista arequipeño, corrupción se definía como un delito cometido por personas
con algún grado de autoridad que sucumben la seducción y como aquellos que se
esfuerzan por corromper a aquellas autoridades. El término corruptela se definía como
una mala costumbre o abuso establecido en contra de la ley y la justicia.

En 1852 se crearon los nuevos códigos comercial y civil para sentar los principios básicos
y modernos en el comercio, derechos civiles y de propiedad.

Entre 1856 y 1860 se realizó un importante debate constitucional respecto a la necesidad


de crear un marco legal más eficiente, además en estos años se vivió una inestabilidad
política debido a varios levantamientos militares contra el presidente Castilla.

Heinrich Witt fue un testigo y participante en las transformaciones económicas entre 1860
y 1870. Witt construyó su fortuna ligada al crédito comercial y a la exportación del guano
consignada a compañías monopólicas. A finales de 1860 ya poseía acciones en el nuevo
sector de banca y seguros, compañías de ferrocarriles, agua y gas.

Según el diario de Witt le permitió observar la moral y comportamiento ético de sus


colegas negociantes, políticos y funcionarios locales; el cual le fue muy útil para detectar
y rastrear los rasgos personales y familias de sus clientes y socios. Lo cual le resultó
posible para rastrear como fue que los funcionarios estatales y militares formaron redes
para evadir y violar las medidas legales para su propio beneficio, siendo así, que estos
actos minaron la eficiencia de los tres poderes del Estado involucrando en las redes de
corrupción a ministros, parlamentarios, jueces y hombres de negocio y abogados que
actuaban como intermediarios claves.

NEGOCIOS GUANEROS MONOPOLICES

Una modificación legal en 1860 ordenó que todo contrato publico importantes debía ser
obligatoriamente aprobado por el Congreso, siendo en un principio bien acogida pero
luego fue distorsionada como lo ejemplifica la manipulación de los contratos guaneros.

El contrato cuasi monopólico del guano a cargo de Antony Gibbs & Sons fue cuestionado
por su oscura extensión aprobada por el gobierno de Echenique. Las acusaciones contra
Gibbs implicaron a agentes diplomáticos peruanos en Londres y París.

Cuando el contrato de Gibbs llegó a su fin se firmó un nuevo contrato para el suministro
de guano a Gran Bretaña y sus colonias con un grupo de capitalistas nativos que formó la
Compañía Nacional, a pesar de la ley de 1860 el contrato de no se remitió al Congreso
sino que fue aprobado por José Fabio Melgar ministro de Hacienda de Castilla. Guillermo
Bogardus protestó al afirmar que el contrato era ilegal y que el Congreso debía anularlo
y enjuiciar a los nuevos contratistas por abusos cometidos contra los intereses del Estado.

Según lo dicho por Bogardus, la Compañía Nacional no contaba con el capital suficiente
y se había unido con la casa británica Thomson, Bonar & Co en corruptelas financieras
dafinas para el Estado, acusando a los capitalistas guaneros peruanos por más de una
década culminando con un arreglo luego de un juicio iniciado por agentes fiscales
peruanos en Londres por cobros irregulares. La suma fue pequeña y Bogardus recibió una
parte de ella como recompensa de haber revelado el asunto.

El general Miguel de San Román fue elegido presidente, el general Antonio Pezet primer
vicepresidente. San Román falleció a los cinco meses de iniciado su gobierno y Pezet
asumió el mando.

Los gobiernos de España y Perù habían intentado regularizar sus relaciones diplomáticas
desde 1850, entre ellos se encontraban los reclamos españoles por las deudas privadas no
pagadas en la época colonial, la confiscación de una nave comercial de bandera española
y los abusos cometidos en el Perú contra los antiguos súbditos españoles.
La mala prensa en Paris y Madrid en torno a los asuntos administrativos peruano y los
supuestos abusos contra extranjeros contribuyó a que se formara una opinión pública
internacional adversa. José Barrenechea y José Gálvez intentaron contrarrestar este
problema, solicitaron fondos del gobierno destinados a pagar a periodistas y editores de
publicaciones en francés y español en Paris para que escribieran a favor sobre el Perú.

En 1863 una flota española arribó al Callao para presionar las demandas peninsulares ante
el gobierno peruano. En abril de 1864 la flota española tomó las islas Chincha que era la
fuente más importante de la renta guanera usada como garantía de la deuda pública.

Los generales Castilla y Echenique que eran jefes de las Cámaras de senadores y
diputados en el Congreso dirigieron una indignada oposición política a la apacigua
seguida por Pezet, este movimiento logró deponer a Pezet y estableció una dictadura
patriótica bajo el liderazgo del coronel Prado. En alianza con Chile el Perù le declaró la
guerra a España, Pezet fue acusado de tiranía, traición y robo de fondos públicos. Años
más tarde Pezet alardearía de una fortuna considerable que le había permitido construir
un “palacio” en el balneario de Chorrillos.

Durante el gobierno de Prado, diversas reformas tributarias y administrativas fueron


introducidas por su ministro de Hacienda Manuel Pardo las cuales incluyeron la abolición
de las gravosas pensiones hereditarias y la reorganización de funcionarios de la hacienda
pública para así mejorar su profesionalismo. Ante la gestión de Pardo quedaron expuestos
graves casos de corrupción entre los que destaca el de José García Urrutia, ministro de
Hacienda de Pezet ya que García Urrutia se había apropiado ilegalmente de 200.000 pesos
de las rentas fiscales en complicidad con el tesorero y cajero del ministerio.

Los críticos de Manuel Pardo usaron en su contra rumores y escándalos referidos a sus
negocios y familia, por lo que Pardo y sus partidarios respondieron públicamente que los
préstamos y compras estaban justificados.

Prado intentó legitimarse auspiciando una asamblea constitucional que redactara otra
Constitución que reemplace a la de 1860, siendo así que se elaboró una Constitución
liberal de 1867 que tenía que enfrentar la oposición del clero católico y conservadores
exaltados. García Calderón argumentó que la nueva carta había sido violada
flagrantemente por Prado, proclamó la vacancia presidencial del mismo y solicitó su
renuncia en aras del bien común.
Diez Canseco restableció la Constitución de 1860 y estuvo en el poder provisionalmente
en 1868, durante su mandato inauguro una nueva fase en la contratación de obras públicas
con las construcción de un ferrocarril que unió Arequipa con el puerto de Mollendo.

El coronel Balta fue elegido presidente y asumió el mando en agosto de 1868, su gobierno
se caracterizó por gastos militares descontrolados, nombró a García Calderón como
ministro de Hacienda quien intento contener la corrupción con reformas administrativas
que recompensaban la experiencia y el mérito, planeaba reorganizar el servicio de las
aduanas, controlar el gasto público. Balta y García Calderón entraron en discordancias en
torno a la deuda externa por lo que se llevó a cabo la renuncia de García Calderón el 22
de diciembre de 1868.

EL INFAME CONTRATO DREYFUS

José Rufino Echenique recomendó a Nicolás de Piérola la el puesto dejado por García
Calderón. Piérola era un pariente distante y aliado de Echenique, hijo de un controvertido
ministro de Hacienda durante el corrupto gobierno de Echenique, el inexperto Piérola
logró convertirse en el nuevo ministro de Hacienda teniendo un enfoque distinto al de
García Calderón.

En diciembre de 1868 el gobierno ya tenía contacto con la casa parisina Dreyfus Frères
et Ciè mientras que se dio una propuesta de licitación en 1869, Piérola ya había aprobado
la propuesta de Dreyfus de adelantarle al gobierno fondos contra dos millones de
toneladas de guano que el Estado vendería a un precio fijo durante un periodo de
determinado. Juan Martin Echenique fue enviado a Paris como comisionado junto con
Toribio Sanz para que firmara el contrato con Dreyfus.

Existieron partidarios que se opusieron al contrato Dreyfus y sostenían que era ilegal,
puesto que su firma había incumplido con la autorización legislativa específica y con los
procedimientos de una licitación abierta. La lucha política y legal en torno al Contrato
Dreyfus dominó la política peruana por meses. Piérola mantuvo su influencia en defender
dicho contrato, se implementaron dos devastadores proyectos financieros.

Durante el gobierno de Balta la red Echenique-Piérola avanzó rápidamente en alcanzar


posiciones estratégicas de poder y riqueza. Las relaciones entre Balta y Echenique se
enfriaron hasta tal punto que Balta comenzó a apoyar como candidato presidencial a
Antonio Arenas quien se enfrentó a Manuel Pardo del Partico Civil.
AVALANCHA DE OBRAS PÚBLICAS

Los acuerdos financieros con Dreyfus cobijaron los gastos exagerados e ilegales de
proyectos de obras públicas e incrementaron la deuda externa.

El Congreso autorizó al ejecutivo para que otorgara contratos de obras de construcción


de ferrocarriles financiadas con bonos que rendían un interés del 6%. Algunos peruanos
creían en los beneficios que tendrían la construcción de ferrocarriles y otros proyectos
creados por el Estado. El empresario y capitalista Manuel Argumaniz Muñoz participó en
la licitación oficial para la construcción de un ferrocarril trasandino que uniría Jauja con
Lima, la cual contaba con el respaldo de instituciones financieras locales y extranjeras
pero se enfrentó contra Meiggs quien al final obtuvo la licitación y salió favorecido lo
cual lo obtenía con sobornos de acreedores británicos.

Siguiendo el ejemplo de Meiggs otros negociantes locales compitieron entre sí para


construir ferrocarriles a muy alto costo y así obtener elevadísimas ganancias. Meiggs era
conocido como “el hombre más generoso del Perù”, siguió asumiendo contratos para la
construcción de siete líneas que sumaban un total de 700 millas y 120 millones de soles.

El futuro financiero del Perù era muy preocupante debido a sus grandes y descontrolados
déficit fiscal y deuda externa. La construcción de ferrocarriles sobresalió como el mayor
negocio especulativo del momento, pero también otro tipo de ganancias.

HACIA LA BANCARROTA

Las elecciones presidenciales las ganó Manuel Pardo en 1872, siendo así que su gobierno
se caracterizó en buscar una estabilidad política e institucional y se abocó en realizar una
reorganización exhaustiva del ejército.

Algunos militares se opusieron a la nueva reforma que dejaba a algunos militares fuera
del servicio activo e intentaron asesinar al presidente pero obtuvieron un intento fallido.
Pardo tuvo enemigos declarados como Nicolás de Piérola quien estuvo implicado en
conspiraciones armadas en contra del gobierno.

Pardo se enfrentó a Dreyfus y Meiggs, en 1876 Mariano Ignacio Prado fue enviado a
Londres para firmar con el banco Raphael & Sons y los integrantes de la Peruvian Guano
Company, por lo que Dreyfus se opuso y le declaró la guerra.

IGNOMINIA EN LA GUERRA
Manuel Pardo fue asesinado mientras era recibido por un destacamento militar a la
entrada del Congreso por Melchor Montoya quien utilizo su rifle para dispararle a
quemarropa.

Asumió la presidencia Marian Ignacio Prado, tenía como principal opositor a Piérola
quien estuvo detrás de la insurrección a bordo del monitor Huáscar.

Desde un inicio de la guerra con Chile, la derrota de las fuerzas navales y militares
peruanas estaba asegurada a la superioridad de la armada chilena. En medio de la guerra
Prado decidió abandonar el país con el pretexto de comprar armamento en el extranjero,
asumiendo el mando Nicolás de Piérola por un golpe de Estado y criticó duramente a
Prado e hizo y deshizo lo que quiso con el país.

PERDIDAS EXARCEBADAS

Francisco García Calderón asumió la presidencia como presidente provisional,


caracterizándose su gobierno como simbólico ya que defendió a los propietarios peruanos
de las expoliaciones chilenas, restableció la Constitución de 1860. Contribuyó a la
reconstrucción de las bases empresariales y legales que lanzaron al Perú a una nueva etapa
de modernización.

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