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Introducción.

Este trabajo pretende hacer un análisis de la obra “El príncipe” escrita por Nicolás
Maquiavelo en el cual se presentarán diferentes posturas o vistas de la obra. Se
inicia con una pequeña reseña en la cual se da una visión panorámica y se hace
una crítica de la obra. El autor y la obra es una de ellas en el que se describe el
impacto de la vida del autor en la obra, es decir, la influencia o a inspiración a
escribir la obra. Otra de estas es la naturaleza del texto, donde se contempla la
obra desde el punto de vista estructural, es decir, su género literario y la forma
en que está escrito
El libro El príncipe es un claro ejemplo de cómo debe gobernar la persona que
está a cargo de un país o un estado. Es un libro de consejos políticos que
muchos de los representantes a nivel mundial deberían de tomar en cuenta.
Algunos de los puntos negativos que se tiene es que no es libro que sea
actualizado constantemente, por este motivo se podría llegar a una conclusión
de que los puntos vistos en la obra no se aplican a la política actual; en mi
opinión, las épocas cambian pero no la metodología.
El príncipe es un libro clásico de la ciencia política y es reconocido como uno de
los pilares del pensamiento político, también narra las costumbres políticas de la
época y de la naturaleza del hombre.
Aquí surge la frase "El fin justifica los medios", que es una clara definición de que
si buscas llegar a una meta no hace falta detenerse para pensar en los
demás. Maquiavelo se considera hoy en día como un consejero sabio,
inteligente, capaz de analizar cualquier circunstancia y modificar el transcurso de
las decisiones por medio de sus consejos.

En este libro se da el caso muy particular de saber que para conocer la


naturaleza de los pueblos hay que ser príncipe, y para conocer bien a la de los
príncipes hay que pertenecer al pueblo. Es como en un trabajo, para que el
dueño o gerente conozca todas las áreas es necesario haber pertenecido a cada
una de ellas, para que cuando llegue al puesto donde tenga que dar órdenes, lo
haga firme, y sepa lo que hace falta para tener un buen funcionamiento.
El príncipe de Maquiavelo, un libro controversial escrito por Nicolás Maquiavelo
en el año 1513 y publicado durante su reclusión. Comparaciones, idealismos,
moralidad y gobernantes de la época llenos de poder, son algunos de los
escenarios políticos mencionados en el príncipe de Maquiavelo.

La obra está dirigida a Lorenzo de Médici, conocido como ‘el Magnífico’, a quien
Maquiavelo explica cómo actuar y qué hacer para unificar a Italia y sacarla de la
crisis en que se encuentra.

El príncipe de Maquiavelo es un libro antiguo que pone bajo los reflectores, el


verdadero rostro político de Italia mediante comparaciones de lo que se hace y
debería hacer. ¿Esto qué quiere decir? Maquiavelo narra, de forma humilde, un
mundo ideal donde hay una retro-alimentación entre gobernantes y gobernados
donde se toman decisiones basadas en un bien común.

Entre una escritura sencilla y un lenguaje claro, el príncipe expone mediante


comparaciones, los manejos diplomáticos de antiguos gobernantes.

¿Cómo llegas al poder y como mantenerte?; ¿Existen diferentes gobernantes o


príncipes?; ¿Qué debo hacer para ser un ideal? y ¿De qué manera puede existir
una Italia unida? Son algunos de los puntos que toca en sus párrafos el príncipe
de Maquiavelo.

Maquiavelo al inicio del libro expone la variedad de gobernantes, que él


denomina príncipes, en el escenario político y cuál es la manera de adquirir el
poder. En este capítulo además menciona que la manera de tener durabilidad es
el ser aceptado por el pueblo mediante la conservación de las costumbres.

En el caso de que el príncipe sea extranjero y no familiarizado con las creencias


de sus gobernados, este debe realizar un esfuerzo en adquirirlas y tomar acción
en el caso de no existir mutua cordialidad o entendimiento entre ambas partes.

Sin embargo, el príncipe de Maquiavelo expone que es contraproducente tomar


el poder a través de la fuerza, ya que el gobernante debe tener los recursos como
el dinero, la milicia y conexiones que le ayuden a mantenerse en el poder. Como
ejemplo expone a Alejandro Magno, un conquistador que luego de su exitosa
batalla se aseguró de extraer los antiguos simpatizantes del reino de Darío.

Alejandro Magno

En los siguientes capítulos del príncipe de Maquiavelo, pone en evidencia las


tres mejores maneras de conservar un estado a gobernar, que reinaban
mediante antiguas leyes. Esto último según el tipo de gobernante que se
postulaba en el poder, entre ellos se encuentra los que tenían los recursos
suficientes para una batalla exitosa y la habilidad para su conservación,
mencionando como ejemplo a Moisés y el reinado de Hierón de Siracusa.

En el otro caso están los principados asesorados y con capital ajeno, príncipes
que tomaron el poder a través de poco esfuerzo y que su tiempo en el mandato
es incierto. Por ejemplo, está César Borgia, que llegó a regir por la fortuna de su
progenitor.

César Borgia

Los príncipes que dominaron mediante perjurio o en el caso contrario a través


de la simpatía del pueblo. Entre ellos se destacan el siciliano Agátocles, tirano
que llegó a comandar Siracusa a través de la masacre en el año 316 a.c y Nabis,
príncipe que llegó al poder en el año 2017 a.c mediante la popularidad de los
ideales que profesaba.

siciliano Agátocles

Pero idealmente cada príncipe debe regirse por su propia habilidad de gobernar,
en tal caso, es un modelo que Maquiavelo puso en evidencia en el príncipe de
Maquiavelo. Durante la historia existieron principados que surgieron de una
manera, ya mencionados con anterioridad, ya sea mediante una fortuna, voto
popular, crímenes o linajes, sin embargo, existieron casos donde existieron
mandatos a través de la ilusión religiosa.

Este prototipo son los que realizan un trabajo sin realmente hacerlo ya que se
afincan en un ideal. Y a pesar de las pocas probabilidades de mantenerse, o
hasta llegar a prevalecer de acuerdo al príncipe, es destacable que es el caso
de principado más fuerte y duradero en la historia. Como ejemplo se menciona
el papa n°214 Alejandro VI, gobernante que a través de estrategia y fortuna logró
incrementar el poder de la iglesia

Análisis de El príncipe

El príncipe, de Nicolás Maquiavelo, constituye un importante aporte a la


concepción moderna de la política. En este sentido, es una obra contradice la
tradición filosófica del pensamiento político antiguo en la cual la práctica política
se encuentra ensombrecida por la idealización de gobiernos y ciudades utópicas.

Al contrario, en El príncipe, Maquiavelo establece que el ejercicio real de la


política implica situaciones reales con hombres y pueblos reales, cuyas
conductas, decisiones y acciones, generalmente no responden necesariamente
a la moral sino a las leyes del poder.

Así, pues, la importancia de este tratado radica en que deja al descubierto las
verdades prácticas del poder y muestra la forma en que frecuentemente el
ejercicio del poder contradice u obvia los preceptos morales. De allí que, en lugar
de dedicarse a hacer juicios sobre la moral o la religión, se enfoque más en
cuestiones de estrategia política.

De esta manera, Maquiavelo expone detalladamente la forma en que el


gobernante debe hacer frente a las diferentes situaciones o circunstancias que
se le presenten, y establece que el principal fin de la práctica política es
conservar exitosamente el poder.

Para demostrar sus teorías, Maquiavelo echa mano de situaciones históricas


reales, que abarcan desde el mundo antiguo hasta su presente.

Conviene acotar que El príncipe es la obra que da origen al término


maquiavélico, utilizado con cierta carga despectiva para condenar prácticas
inmorales o malévolas, cuando en realidad esta es una obra de gran valor por
su conocimiento de la psique humana, el sentido común y el pensamiento
pragmático.

Hoy en día, es un libro ampliamente leído y consultado en temas de estrategia


política y negocios.

Resumen de El príncipe

Clases de principados, formas de adquirirlos y gobernarlos (capítulos 1-11)

Los primeros capítulos de la obra están dedicados a explicar las distintas clases
de principados que hay y las maneras en que estos pueden adquirirse. Comenta
que los Estados pueden ser repúblicas o principados, y que pueden ser
hereditarios, cuando se trasmiten a través del linaje, o nuevos, cuando se
obtienen por herencia o conquista, mediante las armas propias o las ajenas, por
fortuna o por virtud.

Expone que los principados hereditarios, así como los nuevos, precisan políticas
de continuidad en lugar de cambios radicales que puedan trastornar la vida y
costumbres de la población.

En cambio, aquellos que denomina mixtos (que son nuevos, pero que se anexan
a un principado antiguo), implican tratos diferentes, acordes con las
circunstancias políticas que intervinieron en su adquisición.

Advierte sobre las dificultades de asumir el gobierno de un principado nuevo, y


avisa especialmente sobre la importancia de imponerse al grupo de poder
anterior, de sofocar rebeliones y de manejar la política interna con cautela y
eficacia.

Maquiavelo considera que existen dos formas esenciales de gobernar un


principado según las circunstancias políticas: detentando el poder absoluto o
administrándolo conjuntamente con un grupo de barones de nobleza propia (no
adquirida por gracia del príncipe).

Aconseja optar, de ser posible, por la primera de las opciones: detentar el poder
absoluto, pues con la segunda, el príncipe ostentará una menor autoridad y
deberá sofocar frecuentemente rebeliones internas.

También analiza Maquiavelo la forma en que se debe proceder en un Estado


que, antes de su conquista, se gobernaba por leyes propias, y, enumera las tres
opciones que tiene el gobernante: 1) destruirlo, 2) radicarse en él, o 3) mantener
las leyes y costumbres anteriores, pero obligándolo a pagar tributos y ser
gobernado por un grupo leal al príncipe.

Advierte que, sin embargo, este tipo de Estados o ciudades tienen un gran
orgullo por su libertad, razón por la cual siempre estarán dispuestos a levantarse
para reconquistarla. Así, pues, la única opción segura que tiene el príncipe para
mantener el poder es arrasarlo y dispersar a la población.

Según Maquiavelo existen dos formas de adquirir los principados: con las armas
propias y con virtud, o con las armas y la fortuna de otros.

En el primer caso, señala que, si bien estos principados son más difíciles de
adquirir, son, a la larga, más fáciles de mantener, siempre y cuando se disponga
de las suficientes fuerzas.

En el segundo, explica que los principados adquiridos con las armas y la fortuna
de otros, aunque resultan muy fáciles de obtener, son, al contrario, difíciles de
mantener, pues se depende de un conjunto de factores que lo condicionan.
Maquiavelo también advierte sobre el uso de la crueldad y la forma en que esta
debe ser aplicada. Sostiene que es bien usada si se cometen todos los crímenes
al principio, lo que permite que luego, poco a poco, se pueda empezar a otorgar
beneficios a los súbditos, para hacerlos olvidar las ofensas recibidas
previamente.

La crueldad es mal usada cuando no son cometidas todas en un inicio, lo que


fuerza a que deban seguir cometiéndose en lo sucesivo, lo que le atrae la
enemistad del pueblo y conduce al príncipe al fracaso.

Son también referidos otros tipos de principados, como lo son el civil y el


eclesiástico. El primero, el civil, se obtiene con el favor de los ciudadanos (de los
poderosos o del pueblo); para él se requiere sobre todo de astucia política,
principalmente para mantener al pueblo del lado del príncipe.

El segundo, el eclesiástico, por su parte, es bastante difícil de adquirir en un


principio, pero luego es muy fácil de mantener, puesto que se apoya en las leyes
de la religión.

SUB-TEMA.
Que debe hacer un príncipe para ser estimado
El príncipe debe considerarse con una gran estimación a un príncipe que las
grandes empresas y las acciones raras y maravillosas. De ello nos presenta
nuestra edad un admirable ejemplo en Fernando V, rey de Aragón y actualmente
monarca de España. Podemos mirarle casi como a un príncipe nuevo, porque,
de rey débil que era, llegó a ser el primer monarca de la cristiandad, por su fama
y por su gloria. Pues bien: si consideramos sus empresas las hallaremos todas
sumamente grandes, y aún algunas nos parecerán extraordinarias. Al comenzar
a reinar, asaltó el reino de Granada, y esta empresa sirvió de punto de partida a
su grandeza. Por de contado, la había iniciado sin temor a hallar estorbos que
se la obstruyesen, por cuanto su primer cuidado había sido tener ocupado en
aquella guerra el ánimo de los nobles de Castilla. Haciéndoles pensar
incesantemente en ella, les distraía de cavilar y maquinar innovaciones durante
ese tiempo, y por tal arte adquiría sobre ellos, sin que lo echasen de ver, mucho
dominio, y se proporcionaba suma estimación. Pudo en seguida, con el dinero
de la Iglesia y de los pueblos, sostener ejércitos, y formarse, por medio de guerra
tan larga, buenas tropas, lo que redundó en pro de su celebridad como capitán.
Además, alegando siempre el pretexto de la religión, para poder llevar a efecto
mayores hazañas, recurrió al expediente de una crueldad devota, y expulsó a los
moros de su reino, que quedó así libre de su presencia. No cabe imaginar nada
más cruel y a la vez más extraordinario que lo que ejecutó en ocasión semejante.
Después, bajo la misma capa de religión, se dirigió contra África, emprendió la
conquista de Italia, y acaba de atacar recientemente a Francia. Concertó de
continuo grandes cosas, que llenaron de admiración a sus pueblos, y que
conservaron su espíritu preocupado por las consecuencias que podían traer.
Hasta hizo seguir unas empresas de otras de gran tamaño, que no dejaron
tiempo a sus gobernados ni siquiera para respirar, cuanto menos para urdir trama
alguna contra él.
Los consejeros del príncipe
Para los príncipes la buena elección de sus ministros, los cuales buenos o malos,
según la prudencia usada en dicha elección. El primer juicio que formamos sobre
un príncipe y sobre sus dotes espirituales, no es más que una conjetura, pero
lleva siempre por base la reputación de los hombres de que se rodea. Si
manifiestan suficiente capacidad y se muestran fieles al príncipe tendremos a
éste por prudente puesto que supo conocerlos bien, y mantenerlos adictos a su
persona. Si, por el contrario, reúnen condiciones opuestas, formaremos sobre él
un juicio poco favorable, por haber comenzado su reinado con una grave falta,
escogiéndolos así.
Cómo evitar a los aduladores
Si un príncipe debe pedir consejos sobre todos los asuntos, no debe recibirlos
cuando a sus consejeros les agrade, y hasta debe quitarles la gana de
aconsejarle sobre negocio ninguno, a no ser que él lo solicite. Pero debe con
frecuencia, y sobre todos los negocios, oír pacientemente y sin desazonarse la
verdad acerca de las preguntas que haya hecho, sin que motivo alguno de
respeto sirva de estorbo para que se la digan. Los que piensan que un príncipe,
si se hace estimar por su prudencia, no la debe a sí mismo, sino a la sabiduría
de los consejeros que le circundan, se engañan en la mitad del justo precio. Para
juzgar de esto hay una regla general, que nunca induce al error, y es que un
príncipe que no es prudente de suyo no puede aconsejarse bien, a menos que
por casualidad dispusiera de un hombre excepcional y habilísimo que le
gobernara en todo. Pero en tal caso la buena gobernación del príncipe no duraría
mucho, porque su conductor se encargaría de quitarle en breve tiempo su
Estado. En cuanto al príncipe que consulta con muchos y que carece él mismo
de la prudencia necesaria no recibirá jamás pareceres que concuerden, no sabrá
corregirlos por sí mismo ni aun echará de ver que cada uno de sus consejeros
piensa en sus personales intereses nada más. No existe posibilidad de hallar
dispuestos de otra manera a los ministros, porque los hombres son siempre
malos, a no ser que se les obligue por la fuerza a ser buenos. De donde concluyo
que conviene que los buenos consejos, de cualquier parte que vengan, dimanen,
en definitiva, de la prudencia del propio príncipe y que no se funden en sí mismos
como tales.

Cuál es el poder de la fortuna en las cosas humanas y cómo hacerle frente.


Refiriéndome ahora a casos más concretos, digo que cierto príncipe que
prosperaba ayer se encuentra caído hoy, sin que por ello haya cambiado de
carácter ni de cualidades. Esto dimana, a mi entender, de las causas que antes
explané con extensión al insinuar que el príncipe que no se apoya más que en
la fortuna cae según que ella varia. Creo también que es dichoso aquel cuyo
modo de proceder se halla en armonía con la índole de las circunstancias, y que
no puede menos de ser desgraciado aquel cuya conducta está en discordancia
con los tiempos. Se ve, en efecto, que los hombres, en las acciones que los
conducen al fin que cada uno se propone, proceden diversamente; uno con
circunspección, otro con impetuosidad; uno con maña, otro con violencia; uno
con paciente astucia, otro con contraria disposición; y cada uno, sin embargo,
puede conseguir el mismo fin por medios tan diferentes. Se ve también que, de
dos hombres moderados, uno logra su fin, otro no; y que dos hombres, uno
ecuánime, otro aturdido, logran igual acierto con dos expedientes distintos, pero
análogos a la diversidad de sus respectivos genios. Lo cual no proviene de otra
cosa más que de la calidad de las circunstancias y de los tiempos, que
concuerdan o no con su modo de obrar.
Exhortación a tomar Italia y liberarla de los bárbaros
Fuera de estos socorros, sucesos extraordinarios y sin ejemplo parecen dirigidos
patentemente por Dios mismo. El mar se abrió, la nube os mostró el camino, la
peña abasteció de agua, el maná cayó del cielo. Todo concurre al
acrecentamiento de vuestra grandeza, y lo demás debe ser obra propia vuestra.
Dios no quiere hacerlo todo, para no privarnos de nuestro libre albedrío ni
quitarnos una parte de la obra que en nuestro bien redundará. No es
sorprendente que hasta la hora de ahora ninguno de cuantos italianos he citado
haya sido capaz de llevar a cumplido término lo que cabe esperar de vuestra
esclarecida estirpe. Si en las numerosas revoluciones de nuestro país y en tantas
maniobras guerreras pareció siempre que se había extinguido la antigua virtud
militar de los italianos, provenía esto de que no eran buenas sus instituciones y
de no haber nadie que supiera inventar otras nuevas. Nada honra tanto a un
hombre recién elevado al dominio político como las nuevas instituciones por él
ideadas, las cuales, si se basan en buenos fundamentos y llevan algo grande en
sí mismas, le hacen digno de respeto y de admiración.
Conclusión sub-tema

Exhortación para librar a Italia de los bárbaros


Lo bueno y lo malo de ser principado, es que no es de extrañar que se haga lo
que la gente espera que se haga como poseedor de dicho puesto. No se extraña
que después de tantas revueltas y tantas guerras se pierda el amor por el arte
de lo militar. El honor más grande de un hombre es elevarse como la nueva ley.
Esto lo hace digno de admiración y de un gran respeto. Hasta ahora nadie hubo
que imponerse por su valor y por su fortuna y que hiciese ceder a los demás. Me
pareció muy importante en mi opinión cuando dijo que para ser el príncipe
debería ser un hombre hábil o bien protegido por la fortuna, por lo tanto, siendo
ese hombre hábil se debe elegir con extremo cuidado sus concejeros y evitar el
cederles la menor parte de la autoridad.
Cuando se es líder organizacional, los empleados esperan que se haga lo que
ellos tienen pensado, pero el deber de un líder no dejar que lo empleados elijan
el camino de la organizacional y no dejar que ellos elijan por el líder, por algo se
es líder, porque nadie espera que se haga lo que los empleados quieren. Los
lieder son los principados de las empresas y tiene como obligación comprender
la evolución social dentro de la organización o equipo de trabajo y la política
regida y establecidas por la organización. Como líder las nuevas leyes pueden
surgir.

Como apartarse de los aduladores.


Las herramientas que tengan los trabajadores en una empresa, que sean
efectuadas por el jefe serán, estas también herramientas suyas; para tenerlas y
efectuarlas en los momentos que más lo necesiten. Los trabajadores al ver buen
liderazgo por parte de su jefe; los que eran de poca fidelidad se vuelven fieles, y
los que eran fieles se mantendrán más en dicha posición estos sabrán que vale
la pena hacerlo.
Todos los trabajadores no recibirán herramientas o ayudas por así decirlo, y
estos verán como un grande favor del jefe tenerlas, y así ellos podrán tener
ventajas; y los demás trabajadores verán seguridad al ver que pueden poseer
ayuda al ellos tenerlas. Cuando jefe quita las herramientas a los trabajadores, es
porque le dieron los motivos para desconfiar y/o sospechar de ellos; y es obvio
que un jefe cuando siente esto por un trabajador debe actuar. Cuando una
organización tiene un jefe nuevo, y el anterior había dejado buenas estrategias
o ayudas de trabajo, es mejor dejarlas para la buena función de la empresa, y
este jefe implementar unas ayudas nuevas.
Que debe hacer un príncipe para ser estimado.
A veces los empleados de una organización se acostumbran a que siempre este
al mando o de director la misma persona ya sean sus cualidades buenas o
malas. Cuando un Gerente de una empresa como tal sabe hacer bien su labor,
y se sabe desempeñar, guiar y liderar de buena manera, resulta siendo agradado
tanto por sus superiores como por sus empleados. Cuando un líder de una
empresa no sabe hablarles a sus empleados y siempre quiere estar
mandándolos resulta siendo aborrecido de cierta manera. Independientemente
del lugar o de la empresa en que se esté laborando, o del cargo como tal su
comportamiento deberá ser el mejor y el más adecuado. Si en la empresa se
obtienen pérdidas y todos, desde el jefe hasta el empleado de menor importancia
ponen de su parte, pueden recuperar la perdida que se ocasiono en la
organización
Los consejeros del príncipe.
Cuando un jefe inmediato de una organización no logra satisfacer sus
necesidades y/o propósitos, se siente frustrado por no conseguirlo y busca
reprimir y ofender a sus empleados. Por mucho poder que tenga o adquiera un
Gerente o un jefe de talento humano, siempre va a necesitar ayuda tanto de sus
empleados como de sus superiores. Aunque las personas que convivan dentro
de la misma organización hablen diferente idioma a lo que están acostumbrados
a escuchar, siempre debe ser gentiles y mantenerse armoniosamente con los
demás.
Cuando se cambia de director en una empresa, siempre deben respetar las
normas que ya están establecidas, no se deben alterar o cambiar o a menos de
que sea por una buena causa o para una mejora continua de esta organización.
Si un Gerente adquiere o asciende de poder o llega alguien diferente de otro país
a ocupar un puesto de mayor relevancia, y sus costumbres o idiomas son
totalmente diferentes a los de la empresa y el país como tal, este debe hacerse
cargo de los demás para que lo entiendan y obtengan una mejor comunicación.
Cuál es el poder de la fortuna en las cosas humanas y cómo hacerle frente

Si un líder quiere obrar con bien cualquier acto, pero está rodeado de personas
que solo piensan en el beneficio propio y sus obras son de mal, lo único que
puede esperar es su propia ruina. Un líder debe ser prudente, ante todo, esto le
permitirá evitar cualquier tentación para obrar equivocadamente y perder su
cargo, además debe preservarse de elegir un equipo de trabajo avaro, que se
enriquecen con la rapiña. Hay diferencia entre cómo se vive y como se debería
vivir, que aquel que deja lo que se hace por lo que debería hacerse se dirige a
su ruina en vez de beneficiarse; todo príncipe que quiera mantenerse debe
aprender a no ser bueno y a practicarlo o no según con la necesidad.
Todos los lideres, por ocupar posiciones más elevadas, son juzgados por
dadivosos, clementes, leales, decididos, humanos, sinceros y religioso; o por
otro lado son juzgados por rapaces, crueles, traidores, soberbios, débiles, e
incrédulos. Un príncipe posee las cualidades que son consideradas buenas, pero
como no es posible consérvalas todas, es preciso ser tan cuerdo que pueda
evitar la vergüenza de aquellas que le significarán las pérdidas del Estado .
Conclusión especifica.

Maquiavelo no propone la violencia como fin único de resolver los conflictos


puesto que convertiría al gobernante en un tirano y esto a su vez en un ser
despreciable y odiado, el equilibrio es parte esencial para llevar la sociedad en
el mejor camino, Maquiavelo tuvo como fin el escribir este libro como regalo a un
príncipe que pasaba por apuros, viendo una Italia que se dividía y que corría el
riesgo de que un principado mayor se apropiara de sus tierras, razón por la cual
expreso clara mente un punto de vista que pocos podían comentar, una serie de
recomendaciones y concejos que si se llevaban a cabo lograría el mejor reinado.

Volviendo a la cuestión de ¿Qué si es mejor ser temido que amado?, concluyo


al igual que Maquiavelo “El amar depende de la voluntad de los hombres y el
temer de la voluntad del príncipe”13, esto hace que el Príncipe, mandatario o
gobernante tenga como prioridad al pueblo y si es necesario tiene a disposición
decisión propia que se pueden considerar inmorales, pero estas siempre
buscando lo mejor para la mayoría, por eso el gobernante debe enfocarse en lo
suyo y no en lo ajeno, pero siempre tratando de evitar ser odiado.

Conclusión general
El libro escrito por Maquiavelo, era un completo manual de gobierno, en esa
época, el sistema de gobierno más común, era el de los señores feudales,
llamados también príncipes (primero entre sus iguales), en este libro Maquiavelo
habla sobre, cada uno de las situaciones a las que se puede enfrentar un
gobierno como este. Al principio, Maquiavelo habla sobre todos los tipos de
principados que puedan existir, como los nuevos, los hereditarios, los
eclesiásticos, entre otros, se habla también sobre los tipos de ejércitos que
puede haber, Maquiavelo habla también sobre las personas, por las cuales hay
que cuidarse, y sobre las personas en las cuales hay que confiar, por supuesto
todo lo que dice, lo apoya ejemplificando con hechos históricos los que respaldan
sus tesis. La mayoría de estos hechos, que son usados como ejemplos, son
situaciones ocurridas, la mayor parte, en Italia, España y Francia, Maquiavelo
ocupa muchos ejemplos de situaciones actuales, habla sobre los papados y
sobre el reinado de Fernando de Aragón, los cuales eran contemporáneos a él.
muestra la manera en que el gobierno se ha corrompido y la corrupción que en
este existe, aunque muestra señores feudales y monarcas es una crítica
aplicable a la actualidad, habla de la confianza y basa sus aportaciones en
situaciones vividas si bien no por el directamente son hechos que sucedieron y
demuestra cómo lo escrito por Maquiavelo es más allá de solo un escrito si no
todo un compilado histórico contrastado con la situación de su actualidad y
perfectamente aplicable a tiempos presentes.
Este es un libro muy interesante pues nos muestra aparte de referencias
históricas muy importantes, nos enseña cómo se relacionan con la época en que
el libro fue escrito y además de que es aplicable a la actualidad. El libro es como
una guía de gobierno pues muestra y explica diferentes tipos de gobierno y la
manera en que estos funcionan y como trabajan para lograr sus fines.
Es un libro en el cual se refleja la realidad de una sociedad, la conducta humana,
su condición y motivaciones, el realismo con el cual Maquiavelo maneja la lectura
lo hace un libro un tanto incomprendido, ya que suele pensarse que es un
"manual de maldad" (un libro dirigido a políticos), pero visto desde otra
perspectiva es un libro sincero que maneja el tema desde un punto neutral y
hablando con claridad acerca de la pollita sin maquillarla.

Bibliografía.
 https://es.wikipedia.org/wiki/El_pr%C3%ADncipe
 https://ocw.uca.es/pluginfile.php/1491/mod_resource/content/1/El_princip
e_Maquiavelo.pdf
 http://xavier.balearweb.net/get/El%20principe%20MAQUIAVELO.pdf

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