Sei sulla pagina 1di 4

UNÁNIMES ENTRE VOSOTROS.

Introducción.
No sé si usted sabía por qué los gansos vuelan en forma de V. Bueno cuando veamos que se
acerca el otoño verá ese espectáculo en el aire. ¿Por qué ocurre esto? Observa lo que la ciencia
ha descubierto al respecto. Se ha comprobado que cuando cada ganso bate sus alas, produce
un movimiento en el aire que ayuda al otro que va detrás de él. Volando en V toda la bandada
aumenta por lo menos un 70 % su poder de vuelo que si cada ave volara solo.

Cada vez que un ganso se sale de la formación siente inmediatamente la resistencia del aire, se
da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente regresa a la formación para beneficiarse
de la ayuda del compañero que va adelante…. Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a
otro de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar.

Los gansos que van detrás graznan para alentar a los que van adelante, y esto les ayuda a
mantener la velocidad. Finalmente, cuando un ganso se enferma, o es herido por un disparo,
otros dos gansos se salen de la formación y lo siguen para ayudarlo o protegerlo. Se quedan
acompañándolo hasta que está nuevamente en condiciones de volar o muere, y sólo entonces
los dos acompañantes vuelven a su bandada o se unen a otro grupo.

I.- EN LA ORACIÓN.

Comenzaremos observando que los discípulos de Jesús tras recibir instrucciones de él mismo
cuando él se regresaba al cielo, se fueron a Jerusalén al aposento alto donde seis semanas antes
habían celebrado la última cena de la pascua con Jesús, y San Lucas nos dice que: “Todos estos
perseveraban unánimes en oración y ruego…” (Hechos 1:14). Y esta actitud unánime en la
oración se repite en las siguientes reuniones de oración, por ejemplo cuando los apóstoles Pedro
y Juan fueron encarcelados, amenazados, y aunque fueron puestos en libertad, San Lucas
escribió lo siguiente: “Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron:
Soberano Señor… (haciendo una oración)” (Hechos 4:24).

Amados hermanos, no olviden que la oración es el motor que mueve el crecimiento de la iglesia.
La iglesia que ora es la que vence sus problemas y los obstáculos por más difíciles que sean. Con
la oración se abre paso al crecimiento espiritual y numérico de la iglesia. Pero donde solamente
unos cuantos oran, no dudo que hay crecimiento, pero los que no oran frenan en sus propias
vidas la sublime comunión de estar con Dios hablando personalmente y recibiendo
directamente de él poder para la vida personal, familiar, y del ministerio de la iglesia. Le invito
a que usted se una a ese pequeño grupo de oración de esta congregación al que usted no ha
acompañado últimamente para elevar juntos sus oraciones a Dios.
II.- EN LA ADORACIÓN.

Después de la venida del Espíritu Santo en el día de la fiesta del Pentecostés, el apóstol Pedro,
después de haber predicado a Jesucristo, tuvo el privilegio de ver arrepentidas en una primera
ocasión a tres mil personas al mismo tiempo. De estas primeras tres mil personas convertidas
al evangelio de Jesucristo, San Lucas nos dice acerca de ellos, lo siguiente: “Y perseverando
unánimes cada día en el templo…” (Hechos 2:46). Otra vez la palabra clave es “unánimes”, pero
¿para qué función?. La razón fundamental por la que un israelita o judío iba a la casa de Dios,
o sea “en el templo”, era para adorar. Desde el principio de la iglesia, esta fue una función
esencial. La iglesia existe primeramente para adorar, y luego para ir y hacer más discípulos.

Amados hermanos, las puertas del templo están abiertas en horarios ampliamente conocidos
por cada uno de nosotros Hebreos 10:25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen
por costumbre, sino exhortándonos {unos a otros}, y mucho más al ver que el día se acerca”.
Les invito en el amor del Señor a que sean unánimes en la adoración. Eso servirá para animar
a otros a que crean en Jesucristo, y así esta congregación podrá seguir progresando en número
y calidad de fe.

III.- EN EL COMPAÑERISMO.

Para estas alturas, no tan distante de la conversión masiva de aquellas tres mil personas, se nos
dice que el número de creyentes ya estaba aumentando. Se nos dice que solo “el número de
los varones era como cinco mil” (Hechos 4:4). Y de de estos cinco mil varones más sus familias
se nos dice lo siguiente: “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en
las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón” (Hechos 2:46), “Y la multitud de los
que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que
poseía, sino que tenían todas las cosas en común” (Hechos 4:32). Lo que aquí notamos es que
no solamente se trataban como hermanos en el templo sino aún convivían en sus propias casas
mutuamente. Se nos dice que “…en las casa, comían juntos con alegría y sencillez de corazón”.
No se trataba de una convivencia forzada, pues se daba con alegría. No se trataba de una
convivencia pretenciosa, pues se daba con sencillez de corazón. Contaba más la hermandad, el
amor cristiano, la amistad, el compañerismo que la cantidad y especialidad de los alimentos.

Amados hermanos, en las iglesias y congregaciones donde sus miembros practican el


compañerismo no selectivo sino abierto, donde el enfoque es compartir la fe y la consagración
a esa fe, los hermanos se vuelven más serviciales entre ellos mismos, más dispuestos a servir en
unidad y unanimidad a Dios, a su iglesia, y al perdido. Les invito a que practiquemos no
solamente una vez sino constantemente el invitarse a comer en sus casas, y ofrezcan ayudarse
mutuamente, y platiquen como alcanzar a los que todavía no han aceptado el evangelio de
Jesucristo para su salvación. Una congregación o iglesia que practica unánimemente el
compañerismo, es una iglesia que da buen testimonio a sus propios miembros, a los
simpatizantes, y a los que está evangelizando. Es una iglesia con muchas posibilidades de
crecimiento.
IV.- EN LA PROCLAMACIÓN.

De las ya más de cinco mil personas creyentes en Jerusalén (yo calculo como un poco más de
ocho mil personas en total junto con sus familias) se nos dice lo siguiente: “Y estaban todos
unánimes en el pórtico de Salomón, […] Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran
número de hombres como de mujeres…” (Hechos 5:12b, 14). La principal observación que
haremos es que el verso catorce nos informa que el resultado de la unanimidad es que “los que
creían en el Señor aumentaban más”, y luego observaremos que el lugar de su unanimidad era
“en el pórtico de Salomón”. Pero ¿qué hacían unánimes en el pórtico de Salomón para que los
que creían fuesen aumentando?. No hay duda de que allí se reunían para escuchar la
predicación de los apóstoles. Fue el lugar estratégico donde se proclamaba el evangelio de
Jesucristo. En Hechos 3:11-26 se nos dice que fue el lugar en el que el apóstol Pedro predicaba
a los habitantes de la ciudad de Jerusalén.

Amados hermanos, la manera de lograr el crecimiento de toda iglesia local de nuestro Salvador
y Señor Jesucristo, es proclamando el glorioso y poderoso evangelio. No puede haber
crecimiento si no hay proclamación o evangelización. Las iglesias o congregaciones podrán
pasar hasta treinta o cincuenta años en el mismo estancamiento o decrecimiento cuando no se
evangeliza, pero cuando la iglesia proclama comienza a verse los frutos mediante personas
creyendo en Jesús y uniéndose a la iglesia. No habrá suficiente proclamación y crecimiento de
la iglesia si solamente unos cuántos están dedicados a proclamar el santo evangelio de
Jesucristo, pero si lo habrá si todos participan unánimes en la evangelización o proclamación
que esta congregación establezca. Les invito amados hermanos, que demuestren unanimidad
en esta función de la iglesia apoyando los proyectos y programas de evangelización de esta
congregación.

V.- EN EL APRENDIZAJE.

Por fin, llegó el momento que aquella primera comunidad de discípulos de Jesús se comenzó a
dispersar por otras provincias y poco a poco a otros países. Felipe uno de los que antes fueron
diáconos de aquella iglesia tuvo que abandonar la ciudad por causa de la persecución y se fue
rumbo a la provincia Palestina de Samaria, donde “les predicaba a Cristo” (Hechos 8:5) “Y la
gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales
que hacía” (Hechos 8:6). Algo interesante a observar aquí, es que la gente que unánime
escuchaba, aunque todavía no era creyente, demostró un gran interés por aprender las verdades
de Dios que Felipe les enseñaba. Eran los elegidos de Dios para salvación. Los elegidos de Dios
para salvación pueden demostrar ese vivo y real interés por escuchar atentamente las cosas de
Dios. Esto nos enseña que los creyentes, desde el primer momento de su fe, deben demostrar
unanimidad por el aprendizaje del evangelio para poderlo creer y compartir a los demás.

Amados hermanos, es triste ver que muchas iglesias tienen casi vacías sus reuniones de
estudio bíblico. Nuestros maestros de la Escuela de Formación Cristiana se prepararan durante
el transcurso de la semana para presentarse el domingo por la mañana y por la tarde para
enseñar tanto a niños, jóvenes, como adultos, pero pocos son los hermanos que demuestran
interés por el aprendizaje, aunque la enseñanza está disponible para crecer en el conocimiento
de la gracia de Dios. Les invito a demostrar unanimidad en el aprendizaje, pues siempre hay
algo que aprender para mejorar nuestro servicio a Dios. ¡Qué bonito sería que toda la iglesia se
reuna para aprovechar los estudios que la congregación ofrece a cada uno de ustedes. Si se
prepararan más, ustedes estarán desempeñando de manera más eficaz y efectiva el ministerio
que Dios ha puesto en sus manos para edificar a su iglesia y para extender el evangelio de Dios.

CONCLUSIÓN: Amados hermanos, como les dije al principio: el objetivo de este mensaje es
“para visionar el futuro de esta congregación. […] para que cada uno de los presentes
reflexionemos en cómo vamos a aportar nuestro granito de arena para el avance de esta obra
de Dios que ha sido confiada en nuestras manos”. Entonces el futuro de esta congregación
tiene que ver en cómo cada uno de nosotros vamos a aportar nuestro granito de arena para el
avance de la obra de Dios. Y en este mensaje basado en el ejemplo de la iglesia primitiva, hemos
aprendido que si TODOS demostramos unanimidad en la oración, en la adoración, en el
compañerismo, en la proclamación, y en el aprendizaje, entonces estaremos cooperando para
que progrese esta congregación, y muy pronto serán visibles los resultados. Ojalá que todos
nosotros como hijos de Dios apoyemos la unanimidad en esta congregación. Que Dios bendiga
el ministerio de esta congregación “Dios está aquí”. Miremos hacia el futuro de la congregación.

Potrebbero piacerti anche