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Cortometraje
Grado
9-6
SEÑORA
Compren, mijas, helados para el calor.
(Sonríe)
TATIANA
Dos, por favor. A mí uno de fresa…
ANDREA
A mí me da uno de… maracuyá (indecisa)
TATIANA
Muchas gracias, señora… (Sonriendo)
ANDREA
Muchas gracias... (Mirando la casa
abandonada)
SEÑORA
Con mucho gusto, ojalá les quite la sed… y
de lo ricos, hasta la vida… (Sonríe ahora con
curiosa exaltación)
TATIANA
No la abras más. (Temor, desconfianza)
ANDREA
No seas miedosa. Vamos, miremos qué hay
adentro.
Andrea abre la puerta el espacio suficiente para que las dos puedan
entrar. Tatiana y Andrea dejan caer al suelo los palos de los helados
y siguen adentro.
2. INT. EN LA CASA. ATARDECER
TATIANA
¿Es sangre?
TATIANA
¿Estás segura que quieres seguir?
ANDREA
Claro que sí, ¿Que nos podría pasar?
MUÑECA
¿Mamá? ¿Mamá?
TATIANA
¡Corre! ¡Corre!
ANDREA
¡Ten cuidado!
Cruzan apresuradas el corredor y la sala. Ven la salida y justo
cuando están a punto de llegar, el ala de la puerta que está
entreabierta se cierra de un golpe seco y deja en el ambiente la
total oscuridad. Tatiana intenta abrirla, empuja con fuerza desde la
cerradura, pero no lo logra. Andrea empieza a llorar. Tatiana, en
cambio, mantiene un poco la calma y mira a su alrededor. Piensa
en la manera de salir de allí.
ANDREA
¡Vamos a morir!
TATIANA
¡Debemos buscar otra salida!
ANDREA
¡Auxilio! ¡Ayuda! ¡Por Dios, auxilio!
TATIANA
¡Que alguien nos ayude! ¡Alguien que nos
ayude!
TATIANA
Dejémosla ahí, no nos importa quién sea (En
susurro)
ANDREA
Cómo se te ocurre, debemos ayudarla, mira
que parece ser una anciana. (Con la voz
firme)
Andrea toma una vez más la iniciativa y se acerca lentamente hasta
la esquina de la habitación donde se encuentra la señora, que no
para de llorar. Tatiana mantiene la distancia y observa cómo
Andrea extiende su brazo y con los dedos roza, levemente, el
hombro de la anciana.
ANDREA
Señora, ¿se encuentra bien?
ANCIANA
¿Les gustaron los helados? (Luego silencio)
Ojalá sí porque será lo último que probarán
en sus vidas.
TATIANA
¡Prende la maldita linterna!
ANDREA
¡Perdí el celular! ¡Ayúdame a buscarlo!
ANDREA
¡Ya! ¡Lo encontré!
TATIANA
¡Prende la linterna! ¡Rápido!
ANCIANA
¿Por qué corren? ¿Por qué están asustadas?
¿Quieren otro heladito?
ANDREA
¡Nos salvamos!
TATIANA
¡Gracias a Dios!
Las dos amigas no se percatan que un cuchillo se alza detrás de
ellas. La anciana empuña el arma con la fuerza de una fiera y
propina la primera herida en la espalda de Andrea, con tal precisión
y potencia que Andrea deja salir un grito desgarrador y cae de
rodillas al suelo. El cuchillo, manchado con la sangre de Andrea se
alza de nuevo y vuelve a hundirse, en esta oportunidad, en el cuello
de Tatiana, quien ya ha abierto una buena parte de la puerta.
Luego vienen dos, tres cortes más en distintos lugares de los
cuerpos y las dos amigas caen, tendidas por completo.
De los dos cuerpos empiezan a salir varios hilos de sangre que poco
a poco van encharcando el suelo. La anciana mira a las dos
jovencitas, arroja el cuchillo y mira sus manos ensangrentadas.
Ahora sonríe calladamente, termina de abrir la puerta y camina
hasta traspasarla.
FIN