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XV etapa
“PLANEACIÓN DE LA ENSEÑANZA Y
EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE DE
CIENCIAS NATURALES EN LA
EDUCACIÓN PRIMARIA”
Enero de 2006.-
1
INDICE
Presentación........................................................................................... 3
Propósitos............................................................................................... 4
Contenido temático................................................................................ 6
Modalidad de trabajo............................................................................. 7
Conceptos.............................................................................................. 9
.
Cómo se aprende y se puede enseñar ciencias naturales...................... 11
Planeación. ........................................................................................... 19
Programación de aula ¿ para qué?....................................................... 21
La enseñanza en la escuela primaria y la planeación didáctica........... 30
El propósito fundamental de la escuela primaria. Punto de partida
para realizar el diagnóstico...................................................................
33
El contenido también debe tener un significado y la Organización del
contenido................................................................................................
39
Programación de aula ¿ para qué?....................................................... 45
Proyecto: Asalto a las tierras................................................................ 54
“El plan de trabajo: el qué, el cómo y el por qué”............................... 61
Ley General de Educación ( Fragmento), Acuerdo número 200
sobre evaluación del aprendizaje, Artículo 6 de la Constitución
68
Política y la Ley de Educación del Estado de Aguascalientes
( Fragmento).......
2
profunda de las concepciones y formas más usuales de planear la enseñanza y
de la evaluación que se realiza en el aula.
La evaluación es una tarea estrechamente ligada a la planeación y una
adecuada planificación de ambas tiene repercusiones en la calidad del trabajo
docente.
En el presente material se ofrece una selección de textos relacionados con el
tema que se ocupa: “Planeación de la enseñanza y evaluación del
aprendizaje de Ciencias Naturales en la educación primaria”.
Se busca con este material aportar fundamentos teóricos, metodología y
propuestas de aplicación práctica que le permita a los participantes ampliar y
profundizar respecto al tema e inicie la construcción de un modelo de
planeación y evaluación que mejore el proceso de enseñanza y aprendizaje de
las Ciencias Naturales.
PROPÓSITOS
Propósitos Generales:
3
• Consoliden su competencia para organizar la enseñanza de las Ciencias Naturales,
a través de contrastar sus prácticas cotidianas con los aportes teóricos, para que
generen estrategias didácticas y situaciones de aprendizaje adecuadas al enfoque de
la asignatura.
4
• Analicen las distintas modalidades de planeación, a
través de distinguir sus características y sus
propósitos, para que diseñen propuestas de
planeación de Ciencias Naturales.
CONTENIDOS
BLOQUE TEMÁTICO I
“La planeación de la enseñanza y la evaluación del aprendizaje, tareas
fundamentales del trabajo docente”.
• La enseñanza y su relación con los procesos de aprendizaje
• Importancia de la planeación y la evaluación
5
• La evaluación en el marco de la planeación de la enseñanza
BLOQUE TEMATICO II
“La Planificación de las experiencias de enseñanza y aprendizaje”
• Referentes fundamentales para planear
• Cómo realizar la planeación
• Tipos de planeación didáctica
• El plan de clase de Ciencias Naturales
BLOQUE TEMÁTICO III
“La evaluación del aprendizaje”
• Principios normativos de la evaluación:
- Ley General de Educación
- Acuerdo número 200 sobre Evaluación del Aprendizaje
- Ley de Educación del Estado de Aguascalientes
• Elementos básicos de la evaluación:
- Funciones
- Tipos
- Objetivos
• La evaluación en Ciencias Naturales:
- Criterios para planificar la evaluación
- Aspectos a evaluar
- Recursos e instrumentos para evaluar
- Momentos de la evaluación
- Usos de la información que se obtiene de la evaluación
MODALIDAD DE TRABAJO
La modalidad de trabajo que se privilegia en cada una de las sesiones es la de Taller. Es
necesario mencionar que esta modalidad no sólo exige del trabajo cooperativo; es, también,
por su propia naturaleza, un entrenamiento para el trabajo cooperativo, por lo que se
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requiere que los involucrados desempeñen en su realización un rol de pedagogía
participativa.
El Taller es un modo diferente de abordar la ciencia, el conocimiento y la realidad. Sus
resultados más importantes son que :
• Desarrolla la capacidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos.
• Fomenta la iniciativa, originalidad y creatividad frente a los problemas.
• Integra teoría y práctica, conocimiento y acción.
• Registra y sistematiza.
• Capacita para la reflexión en grupo y el trabajo interdisciplinario.
• Fomenta la participación activa y responsable.
En el Taller se ponen en juego los conocimientos sobre el tema o contenido a tratar y
habilidades como la lectura crítica, la sistematización de la información y la exposición
consistente de ideas, también las actitudes hacia el trabajo, como la disposición para
escuchar y para cambiar de opinión. La formación de un grupo deberá tener los propósitos
comunes.
El éxito del Taller depende también de la distribución de responsabilidades, quien funja
como coordinador del grupo deberá conocer el tema que se aborda, sin necesidad de ser un
experto en él, tener claridad sobre los propósitos que se persiguen, que haya revisado o
elaborado las actividades didácticas y estar permanentemente atento al proceso de trabajo
del grupo.
El coordinador del grupo deberá ser, sobre todo, un facilitador – animador que logre:
• Sensibilizar y motivar a los participantes de hacerse responsables de su propio
aprendizaje.
• Animar para que los participantes formulen sus propios objetivos de formación,
estimulándolos para que cumplan con su responsabilidad.
• Enriquecer los procesos de aprendizaje.
• Proporcionar información e indicar fuentes de conocimientos y ser fuente de referencia.
• Crear un ambiente con un tono emocional / intelectual positivo que contribuya a la
realización de un trabajo positivo y gratificante.
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• Presentar de una manera dinámica e interesante los contenidos y explicaciones teóricas
que tenga que realizar.
• Ser auténtico en sus manifestaciones; que exprese lo que siente en relación con el tema
que trata y su implicación con el mismo.
• Saber relacionar lo que enseña con las situaciones reales que se viven y de manera
especial, con las actividades que se realizan en el Taller.
Por otra parte, los demás participantes deberán asumir el compromiso de :
• Que su participación individual y colectiva en el desarrollo de las actividades son
parte indispensable de la dinámica de trabajo.
• Contribuir a enriquecer el trabajo colectivo aportando su experiencia docente, sus
comentarios, sugerencia y materiales para el análisis de los temas.
• Construir los productos colectivos con sus opiniones y reflexiones.
• Realizar las actividades y la obtención de productos del taller a partir de su práctica
cotidiana.
En resumen, cada integrante del grupo deberá estar comprometido en la creación de un
ambiente de trabajo que favorezca el intercambio de conocimientos, la expresión de
opiniones y dudas y la generación de productos colectivos.
COMO PARTICIPANTE ME COMPROMETO A:
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
COMO GRUPO NOS COMPROMETEMOS A:
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
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Tiempo: 20 ´
Forma de trabajo: Individual
Al leer:
Realicen una lectura independiente y contrasten sus respuestas con la
información.
Después de leer:
Contesten lo siguiente:
• ¿Siempre que el maestro enseña a sus alumnos, éstos aprenden?
ENSEÑAR:
En sentido coloquial, equivale a transmitir conocimientos o a instruir, acciones que
requieren intencionalidad y relación de comunicación. Enseñar por tanto es un acto por el
9
cual el docente pone de manifiesto los objetos de conocimiento a través de la aportación de
nuevas significaciones.
(Enciclopedia General de la Educación. 1999)
ENSEÑANZA:
Adquisición de aprendizajes, lo que implica la participación del alumno(.....)Para que la
enseñanza adquiera plena significación, tiene que darse el aprendizaje.
(Enciclopedia General de la Educación. 1999)
APRENDER:
Comprender y recordar algo.// Instruirse, educarse.
(Diccionario Enciclopédico.1995)
APRENDIZAJE:
Se entiende el aprendizaje como cambio formativo. Se trata de un proceso mediante el cual
un sujeto adquiere destrezas o habilidades prácticas, incorpora contenidos informativos y
adopta nuevas estrategias para aprender y actuar. El cambio formativo también incluye la
dimensión afectiva de la persona, pues el proceso didáctico siempre contiene matrices
afectivos y emotivos. Desde el punto de vista didáctico, por tanto, el aprendizaje afecta a
dimensiones globales del sujeto.
(Enciclopedia General de la Educación. 1999)
Proceso que lleva a cabo el sujeto que aprende cuando éste interactúa con el objeto, lo
relaciona con sus experiencias previas, aprovechando su facultad de conocer para
reestructurar sus esquemas mentales, enriqueciéndolos con la incorporación de un nuevo
material que pasa a formar parte del sujeto que conoce.
( Guía didáctica. Libro para el Maestro p. 6)
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Tiempo: 20 ´
Forma de trabajo: Equipo
Antes de leer:
Contesten lo siguiente:
• ¿Pueden los niños aprender Ciencias Naturales?
Al leer:
Realicen una lectura guiada del contenido del texto con los siguientes ejes de
análisis:
• ¿ Cuáles son los propósitos de la enseñanza de las Ciencias Naturales?
• ¿ Cuándo se dice que el niño aprende?
• ¿ Qué necesita el niño para aprender?
• ¿ Qué actitudes se desarrollan con el estudio de las Ciencias Naturales?
Después de leer:
Obtengan las ideas sobre:
• Sugerencias sobre la enseñanza de las Ciencias Naturales
11
María Antonia Candela M.
La actividad de los hombres para sobrevivir depende de las condiciones del ambiente
natural y, a la vez, como parte del ambiente, los hombres influyen en él con su actividad.
El propósito de la enseñanza de las ciencias naturales es desarrollar la capacidad del niño
para entender el medio natural en el que vive. Al razonar sobre los fenómenos naturales que
lo rodean y tratar de explicarse las causas que los provocan, se pretende que evolucionen
las concepciones del niño sobre el medio, pero sobre todo que se desarrolle su actitud
científica (1) y su pensamiento lógico.
Con la enseñanza de las ciencias se intenta también que los alumnos ubiquen la situación
del medio ambiente en que viven dentro del contexto económico y político nacional. Al
relacionar sus prácticas cotidianas y sus problemas con la situación nacional, pueden
entender mejor cómo actuar en su propio medio para conservar los recursos y optimizar su
uso en beneficio colectivo y a largo plazo. Estudiando los problemas de su medio local,
relacionados con la ciencia y la tecnología como parte de la cultura de nuestro país y la
aplicación de la ciencia y la tecnología en la producción, los niños pueden entender mejor
su situación y las posibilidades de su aprovechamiento o la necesidad de su modificación.
La formación que los alumnos reciben pretende contribuir a mejorar sus condiciones de
vida, a prepararlos para entender la causa de algunos de los problemas de su medio natural
y social y así poder contribuir a su superación.
(1)
Por actitud científica se entiende la formulación de hipótesis y su verificación posterior a través de las
experiencias adecuadas, apoyándose y desarrollando la actividad espontánea de investigación de los niños
( Coll, 1978).
Ese conocimiento no empieza en la escuela, ya que desde pequeños tiene relación con la
naturaleza. La familia y el medio cultural en que viven proporcionan a los niños ideas de
(2)
lo que ocurre a su alrededor . En relación con el entorno natural van formando su propia
12
representación del mundo físico y elaborando hipótesis y teorías sobre los fenómenos que
observan. En estas representaciones o concepciones estructuran de manera especial lo que
ellos pueden percibir con lo que se les dice. Estas ideas y explicaciones generalmente son
distintas a las de los adultos y a las de la ciencia, pero tienen una lógica que tiene relación
con las experiencias y el desarrollo intelectual del niño.
Las ideas de los niños se modifican al confrontarlas con nuevas experiencias, y al razonar
(3)
sobre las opiniones que les dan otras personas . El niño aprende cuando modifica sus
ideas y añade a ellas nuevos elementos para explicarse mejor lo que ocurre a su alrededor .
Los cambios que tienen estas ideas siguen un proceso que no puede dar brincos muy
grandes. Para que un niño comprenda un nuevo concepto lo tiene que relacionar con
algunas de sus experiencias o con las ideas que él ya ha construido. Los alumnos no pueden
entender algunas de las explicaciones que dan las ciencias, por mucho que las presenten
con actividades y de manera interesante, porque son muy distintas de lo que ellos piensan.
Por la misma razón, los niños se entienden mejor y aceptan más fácilmente las nuevas
explicaciones que da otro niño o una gente que piensa de manera parecida a ellos.
(2)
El trabajo de Piaget explica los mecanismos mediante los cuales los niños desarrollan sus estructuras
cognitivas y sus concepciones sobre un fenómeno a partir de su relación con el medio natural. Para Piaget la
interacción social sólo juega un papel en el aprendizaje cuando ya existen las estructuras intelectuales
formadas en la interacción con el mundo físico. Mientras que para Vygotsky (1984) la interacción social es la
que permite desarrollar las estructuras cognitivas que después permiten al niño actuar sobre e interpretar
individualmente los fenómenos naturales. Por eso para Vygotsky la comprensión del mundo físico está
fuertemente influida por categorías sociales que se interiorizan de un cierto contexto social y cultural. Para él
como para Bruner (1984) el conocimiento y el pensamiento humano son básicamente culturales y así la
mayor parte del aprendizaje es una actividad comunitaria, en compartir la cultura.
(3)
Se ha encontrado que estas ideas, en algunas ocasiones, son muy difíciles de modificar, por eso uno de los
temas de investigación en enseñanza de la ciencia más importante en la actualidad es el que trata de responder
la pregunta: ¿en qué condiciones se cambia una concepción o un conjunto de concepciones por otras? ( Posner
et al , 1982).
Para que las ideas de los niños se vayan acercando a las de las ciencia, es necesario seguir
un proceso en el que las concepciones de los niños pueden parecer errores pero que en
realidad son pasos indispensables en el camino que los acerca a las concepciones
científicas. Muchos de estos aparentes errores en las ideas de los niños también han sido
13
concepciones que en otros tiempos ha mantenido la ciencia. La ciencia también sigue un
proceso en su construcción y lo que hoy parece correcto mañana se encuentra que es
insuficiente o parcial y debe ser cambiado por una explicación mejor para algún fenómeno
natural.
En ese proceso es necesario que los niños se den cuenta de cuáles son sus ideas y las
comenten con otras personas. Por eso la enseñanza de las ciencias pretende que los alumnos
piensen sobre lo que saben acerca de su realidad, que lo sepan exponer y confronten sus
explicaciones con las de sus compañeros, con la información que les da el maestro u otros
adultos y con lo que leen en los libros o reciben a través de otros medios de comunicación
como la televisión. De esta manera los niños pueden modificar las ideas que les resulten
inadecuadas (4).
En esta interacción con el medio social y natural se va desarrollando el hábito de
reflexionar sobre la realidad y con ello los alumnos construyen poco a poco su
conocimiento sobre ella.
Con actividades sobre temas científicos y tecnológicos los alumnos elaboran nuevos
conocimientos sobre su medio natural, pero sobre todo pueden desarrollar las actitudes de:
• Expresar sus ideas para que otros las entiendan.
• Predecir lo que puede ocurrir en ciertas situaciones.
• Aprender a comprobar sus ideas.
• Argumentar lo que piensan para tratar de convencer a los demás.
• Buscar explicaciones a nuevos problemas para tratar de entender por qué ocurren.
• Comparar situaciones para encontrar diferencias y semejanzas.
(4)
Dentro de las concepciones Vygotskianas ( Bruner, 1984) el lenguaje constituye un medio fundamental
para desarrollar el razonamiento del niño. El aprendizaje consiste en la interiorización de procesos que
ocurren en la interacción entre las personas. Por eso las tareas de cooperación y ayuda de los adultos hacia los
niños son importantes. Los niños aprenden en la expresión de sus ideas, en la discusión y confrontación de sus
opiniones, pero también, la imitación de un adulto; la guía y la demostración permiten estimular los procesos
internos de desarrollo para que después el niño pueda realizar las tareas individualmente.
14
• Colaborar con sus compañeros para resolver juntos los problemas planteados.
• Interesarse por entender por qué ocurren las cosas de una cierta manera y analizar si
no pueden ocurrir de otra (5).
15
qué piensan distinto. Con esta discusión también aprenden a argumentar, a darle coherencia
lógica y a ampliar sus ideas.
El maestro puede ayudar, por medio de preguntas y de actividades, a que todos niños
expresen sus ideas y comenten sobre lo que piensan ellos y sus compañeros. El docente
puede propiciar la confrontación de puntos de vista distintos entre los niños y tratar de que
lleguen a sus propias conclusiones, así como que analicen y expliquen aquellos sucesos y
fenómenos que llaman su atención. Es importante incorporar a la dinámica de la clase, todo
lo que los niños saben, ya sea que lo hayan aprendido en la escuela o fuera de ella. Sus
dudas y sus intereses también forman parte de la clase, así como el proceso que siguen para
construir nuevas explicaciones.
Lo que un alumno es capaz de aprender, en un momento dado, depende de características
individuales (como su nivel de desarrollo, sus conocimientos previos, sus aptitudes
intelectuales, su interés), pero también del contexto de las relaciones que se establecen en
(8)
esa situación en torno al conocimiento, y sobre todo, del tipo de ayuda que se le
proporcione.
Al seguir el proceso de reflexión de los niños en su aprendizaje, el maestro puede darse
cuenta de cuándo es necesario hacer una pregunta, introducir una duda, confrontar dos
explicaciones distintas de los niños sobre un mismo problema, hacer un comentario o dar
una información para que los niños avancen en sus explicaciones y reflexionen sobre que
piensan. En esas situaciones puede aportar la información que se requiera o ayudar a que
los niños la busquen.
Es conveniente que el maestro se prepare buscando los lugares donde se puede obtener
información sobre los temas que a los niños les interese investigar, para poder guiar y
apoyar su propio proceso, así como para transmitirles aquella información cuya necesidad
haya surgido previamente en sus alumnos.
(8)
El conocimiento tanto de la ciencia como en el aula se construye en las relaciones sociales que participan en
el proceso. En el proceso de elaboración del conocimiento juega un papel importante el lenguaje y
comprensión comunes ( Edwards y Mercer, 1988).
El maestro no necesita conocer la respuesta a todas las preguntas de los niños. Su papel
consiste principalmente en hacerlos reflexionar y enseñarlos a buscar información cuando
la necesiten. Por eso a veces puede devolver la pregunta de un niño al grupo para que entre
16
todos encuentren sus propias respuestas. También puede investigar en los libros junto con
los niños o consultar a otras personas para resolver sus inquietudes.
Para que esto ocurra es importante que el maestro trate de entender el razonamiento que
siguen los niños, que retome las preguntas que se hacen y las respuestas que dan, y que
apoye las discusiones entre ellos para que lleguen a sus propias conclusiones. Los alumnos
aprenden cuando siguen su razonamiento, porque sólo pueden incorporar la información
que está dentro de su lógica.
No se debe olvidar que no todos los niños son iguales y que cada uno expresa lo que sabe y
lo que le preocupa de diferente manera. Unos tienen más facilidad para dar sus opiniones o
para argumentar lo que creen, otros tienden a hacer las cosas más que a explicarlas con
palabras y a desarrollar una habilidad práctica que es importante. Otros más pueden
expresarse mejor por escrito o con dibujos. Tomar en cuenta estas diferencias es importante
para valorar el trabajo de los niños de acuerdo a sus aptitudes naturales y a las dificultades
que pueden tener para ciertas formas de manifestación.
Los temas de ciencia y tecnología que se traten dependen de los intereses de los niños, de
las sugerencias de libros y programas y de los propios intereses y conocimientos del
maestro, siempre que estos se aborden al nivel de elaboración y de interés que los alumnos
pueden tener.
El maestro no debe olvidar que él es el único que conoce a su grupo, que él es el que sabe
interpretar los intereses y las inquietudes de sus niños y que en sus manos está tomar las
decisiones que considere convenientes para meterse con sus niños en la aventura del
conocimiento y para enseñarlos a disfrutar el placer de conocer nueva información y de
entender lo que antes resultaba inexplicable.
17
Conocimiento del Medio en la escuela primaria. Secretaría de Educación
Pública, México, 1997 (Cómo se enseña hoy).
18
ANUIES. “Planeación” en Manual de didáctica general, curso introductorio.
UNAM, 2ª ed., México, 1979.
Durante la lectura:
Realicen una Audición de Lectura.
Después de la lectura:
Formulen opiniones sobre lo leído con base a las preguntas :
Planeación
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...DE LOS ALUMNOS: “Eso ya lo dijo la clase pasada, no aprendimos nada...¡Y ya
terminó el curso!; tendremos que venir durante las vacaciones porque no se cubrió el
programa; el profesor asegura que más vale saber mucho acerca de casi nada, que casi
nada acerca de mucho; no pudimos recorrer la fábrica, porque no se avisó que habría
una visita”.
...DE LOS PROFESORES: “No tuve tiempo de preparar la clase, pero el tema es fácil;
investiguen la última parte del programa porque se terminó el tiempo; les dictaré el
tema siguiente para que lo estudien el día del examen; ya no necesito prepara la clase:
éste es el séptimo año que imparto el mismo curso”.
QUE NO SE HAYAN....
Fijado los objetivos a lograr; seleccionado ni ordenado los contenidos de aprendizaje;
previsto las circunstancias y situaciones derivadas del nivel de preparación y madurez de
los alumnos; organizado las actividades a realizar; distribuido adecuadamente las
actividades de aprendizaje en atención al tiempo disponible; realizado la evaluación.
...considerado, en síntesis, los aspectos necesarios para una planeación adecuada del
proceso de enseñanza-aprendizaje que, desde luego, entorpece su realización y su
evaluación eficientes.
20
Carvajal, F. et al., “Programación de aula ¿Para qué? Orientaciones
didácticas para la planificación de la intervención docente en el aula” en Aula
de innovación educativa. Barcelona, 1977, núm. 57, pp. 65-72.
Al leer:
Realicen una lectura guiada, tratando de dar respuesta a las siguientes
preguntas.
• ¿De qué manera repercute la planeación en el trabajo docente y en el
aprendizaje de los alumnos?
Después de leer:
Elaboren argumentos sobre:
• ¿Qué consecuencias pueden generarse en las siguientes situaciones
extremas: a) la no planeación y b) la planeación cerrada.
21
En cierta ocasión, una compañera, preocupada, reclamó nuestra ayuda
porque su centro tenía visita de inspección a la semana siguiente.
Lo hacía con la esperanza de un rápido y urgente asesoramiento
que la salvara del atolladero en que se creía por “no tener escrita” la
programación de aula.
22
Gómez, 1983), hacer una previsión contextualizada de la secuencia de tareas según la
explicación intencional de pretensiones (objetivos), concretando los contenidos que se
utilizarán, decidiendo la metodología a la que recurriremos y estableciendo las estrategias y
técnicas con que evaluaremos tanto el proceso como los resultados. Pero ahí no queda la
tarea; tras el diseño, es obligado el desarrollo y la puesta en práctica de lo programado
(enseñanza interactiva) y la valoración procesual y final de lo acontecido (enseñanza
postactiva).
Y todo ello, buscando como objetivo prioritario que: “las decisiones que se han de tomar en
la intervención didáctica sean reflexivas y explícitas, subjetivas y objetivas”
(Imberbón,1992); contextualizadas y flexibles, con capacidad de atender a la diversidad e
integrar aspectos no previstos. Por todo esto, y por lo que sigue, está plenamente justificado
el esfuerzo de los equipos docentes de planificar reflexivamente la práctica cotidiana:
• Para eliminar la improvisación y el azar, el espontaneísmo irreflexivo y la actividad
por la actividad (en sentido negativo), lo que no está reñido con la creatividad ni la
capacidad de integrar nuevos aspectos (carácter flexible).
• Para evitar lagunas y saltos injustificados, programas incompletos e inconexos.
• Para reducir la dependencia del trabajo en el aula de diseños externos y materiales
estándares descontextualizados.
La programación supone, pues, reflexionar y hacer las previsiones pertinentes en torno al
qué, cómo, cuándo y por qué se ponen en juego determinadas secuencias y tareas y no
otras, respondiendo a una intencionalidad.
Habrá que subrayar que esa intencionalidad se concibe y ejecuta de modo distinto en
función de la concepción y modelo técnico del que se parta, de la experiencia y
competencia profesional, de las condiciones en las que se lleva a cabo.... Lo que cada uno
entendemos por cómo enseñar está en estrecha relación con la concepción de cómo
creemos que se produce el aprendizaje: enseñamos de una manera determinada porque
consideramos que el alumnado aprende de una determinada forma; porque participamos –
23
consciente o inconscientemente- de una concepción ideológica que define el modelo ideal
de la sociedad al que aspiramos y el de persona que pretendemos formar.
En principio, y siguiendo las consideraciones de Myriam Nemirovsky (1955), interesaría
reflejar que hay distintas concepciones sobre el objeto de conocimiento, el usuario o sujeto
de aprendizaje y el dominio del objeto de conocimiento, que determinan el vínculo que se
establece entre el usuario y objeto, lo que supone implicaciones teóricas y consecuencias
prácticas (cuadro I).
Cuadro I. Concepción de objeto, usuario, vínculo y dominio.
Implicaciones teórico-prácticas.
Objeto • Suma de partes • Una totalidad integrada, dinámica y
segmentadas compleja
• Algo absoluto, • Algo que se construye y se reconstruye
cerrado y acabado
Usuario • Ser que reconoce, • Sujeto que establece, descubre, construye,
recuerda, reproduce, transforma relaciones, significados y
repite. funciones inherentes al objeto.
• Hasta que no se le • Sujeto de aprendizaje y de conocimiento:
enseña, no sabe nada conoce y sabe antes de que se le enseñe
sistemáticamente
• El aprendizaje es un proceso infinito
Vínculo • Aburrido, • Funcional, interesante, divertido,
monótono, sin apasionante
sentido: suma de
“pedacitos”, vínculo
deplorable
24
Históricamente, hemos visto que los objetos de conocimiento se han transformado,
reformulado, modificado, incluso con cambios diametralmente opuestos. No olvidemos la
revolución que para su época supuso el heliocentrismo de Copérnico o la condena que
padeció Galileo de parte del Santo Oficio, que le obligó a abjurar públicamente de sus
“ideas erróneas” ( el Sol es el centro del Universo y la Tierra gira alrededor de él).
Al sujeto de aprendizaje se le puede concebir como “un ser que reconoce, reproduce,
repite”, y hasta que no es enseñado no sabe. Por el contrario, al que aprende (niño,
adolescente, adulto) se le puede ver como un sujeto que “establece, descubre, construye,
transforma relaciones, significados y funciones inherentes al objeto”. Se le puede
considerar, a la par, no sólo como sujeto de aprendizaje, sino también de conocimiento:
conoce y sabe antes de que se le enseñe sistemáticamente. Además, el aprendizaje se puede
ver como proceso no finito, no acabado; todos podemos y debemos seguir aprendiendo.
Estas concepciones -que reconocemos extremas-,además de las implicaciones y
consecuencias derivadas en la práctica, pueden determinar el vínculo con el objeto de
conocimiento: aburrido, monótono y sin sentido; o “funcional, interesante, divertido,
apasionante”.
Desde la autosuficiencia, los docentes nos podemos considerar los únicos que dominamos
todo lo que hay que enseñar y, por tanto, cerrados a nuevos aprendizajes. De otra forma,
¿no se propicia, desde aquí, una relación de tipo colonial y la consiguiente dependencia
intelectual del que aprende respecto al que enseña?.
En el otro extremo, puedo reconocer mi posición en un momento dado del proceso infinito
de aprendizaje, porque, al aceptarlo así, hay muchas cosas sobre las que puedo seguir
aprendiendo y sobre “las que juntos, niños y yo, averiguaremos”.
En la misma línea, numerosas investigaciones han puesto de manifiesto que cuando los
métodos de enseñanza no consideran las génesis de la construcción del conocimiento, los
contenidos enseñados tienen varios destinos que rara vez coinciden con los objetivos del
educador:
• Son modificados por el sujeto, que los reinterpretan en función de sus propios
esquemas de asimilación.
• O bien son rechazados por resultar inasimilables.
25
• O permanecer rígidamente ligados a la situación en que fueron adquiridos, sin
integrarse en las posibilidades de actuación del individuo, quien no puede utilizarlos
en contextos diferentes a aquel en el que fueron aprendidos.
• Y finalmente –y esto es lo más grave-, la forma como se aborda la enseñanza está
tan alejada de las estrategias espontáneas que el sujeto pone en acción para
aprender, que “la enseñanza puede obstaculizar y bloquear el aprendizaje en lugar
de facilitarlo” (Delia Lerner, 1985).
¿Aceptaríamos, entonces, que entre enseñanza y aprendizaje no necesariamente se establece
una relación lineal; la una no asegura ser la causa del otro? ¿Qué la enseñanza no se puede
constituir en el transvase de información desde el maestro hacia el niño, porque ése es
imposible? Asimismo parece evidente la inutilidad de orientar el aprendizaje hacia la
reproducción mecánica de modelos externos y la ineficacia de la información provista
exclusivamente desde el exterior para modificar los esquemas conceptuales del que
aprende. Por todo, con la anterior autora, podríamos concluir que la enseñanza es relativa
porque está sometida a las características del proceso de aprendizaje; porque éste está
subordinado, a su vez, a las leyes del desarrollo así como a la procedencia y vivencia
sociocultural del que aprende; porque el aprendizaje está vinculado tanto a procesos
conscientes como a procesos inconscientes.
Coincidimos, ahora, con Foucambert (1976, en Palacios, 1987), en la distinción entre
enseñanza y aprendizaje como “dos realidades bien diferenciadas: el aprendizaje es la
actividad misma del individuo, la enseñanza es una intervención exterior” y concluiremos
que el trabajo de los docentes no es tanto enseñar como crear las condiciones para que
niños y niñas aprenden. Porque cuando las situaciones de aprendizaje siguen el modelo de
desarrollo; cuando toman como punto de partida los esquemas de asimilación construidos
por el sujeto; cuando plantean problemas que conducen al niño a enfrentarse con conflictos
resultantes de la aplicación de esquemas diferentes; cuando propician la confrontación de
las hipótesis del sujeto con los hechos de la realidad y con los puntos de vista de otros
interlocutores (no sólo el maestro)..., esas situaciones de aprendizaje operan como un
amplificador de las actividades del sujeto, suscitando y facilitando elaboraciones
correspondientes a niveles superiores ( Bovet y Sinclair,1975, en Lerner, 1985).
26
Notas caracterizadoras de una programación flexible
Si aceptamos que “el aprendizaje en el aula es situacional, contextualizado por la estructura
de tareas académicas y por el clima ecológico fruto de la negociación del grupo” (Pérez
Gómez, 1983), la programación de aula, como cualquier otra planificación docente, ha de
caracterizarse por su flexibilidad, dado el carácter situacional, multidimensional y
cambiante del hecho educativo. Deberíamos huir, pues, de los dos extremos – no
planificación /planificación cerrada- y, considerándola una hipótesis, convertirla en un
marco para la acción que se reconstruye y modifica en su propio desarrollo.
Las consideraciones anteriores nos llevan a concebir este nivel de programación como un
proyecto didáctico caracterizado, además de la flexibilidad, por las siguientes notas:
• Coherencia. La programación de aula supone la puesta en práctica de los criterios
reflexionados, debatidos, consensuados y asumidos en otros niveles de
planificación; la consonancia con ellos es ineludible.
• Contextualización. Este diseño didáctico tendrá que adaptarse a las características
socioculturales y ambientales del contexto, teniendo en consideración particular,
ahora, la singularidad del aula.
• Intencionalidad. Como todo acto docente, la intervención en aula es una actividad
intencionada que responde a unas pretensiones, a un para qué. Reflexionar sobre
ellas y explicitarlas será previo a otras tareas.
• Utilidad. La satisfacción de exigencias planificadoras de corte administrativo
(programación que, una vez hecha , guardamos en el cajón en previsión de ...), la
consideramos cultura profesional que hay que modificar. Estimamos que la
programación de aula, cuando la hagamos, es porque buscamos su utilidad real y su
aplicación.
• Realismo. No podemos perder de vista que, a la fase de diseño didáctico, sigue su
puesta en práctica y la evaluación de lo que ocurre en el aula –enseñanza y
aprendizaje- ,por lo que quizá no interese derrochar energías en el proceso de
diseño, evitando el excesivo formalismo.
• Cooperación. Creemos que es imprescindible el trabajo cooperativo. La
complejidad de variables que entra a formar parte de cualquier opción metodológica
necesita una labor colectiva. Esto trae consigo salir de la cultura profesional del
27
individualismo para instalarnos en la de cooperación, colaboración y trabajo
compartido en el seno del equipo docente.
• Variedad. La programación de aula puede articularse desde distintas formas y
situaciones de aprendizaje que no necesariamente han de tener la estructura y
características de la unidad didáctica. Las tareas del aula se pueden articular en
torno a talleres, rincones, centros de interés, proyectos de trabajo e investigación,
por temas, por áreas...; distintas estrategias que contemplamos y prevemos en la
unidad de programación, desde el convencimiento de la validez de todas ellas. Las
diferencias cualitativas se deberán a los modos de encara el trabajo educativo.
28
Tiempo: 20 ´
Forma de trabajo: Equipo
Al leer:
Después de leer:
29
Propósito: Identifiquen el propósito de la planeación y los aspectos que se
deben tomar en cuenta para realizarla.
Tiempo: 40 ´
Forma de trabajo: Equipo
Al leer:
Realicen una lectura guiada para encontrar la diferencia entre cumplir “con
todas las lecciones” y cumplir “con todos los propósitos”.
Después de leer:
Comenten sobre las ideas centrales del texto para relacionarlas con su práctica
cotidiana.
30
La enseñanza en la escuela primaria y la planeación didáctica
Para que el profesor logre que al cabo del año escolar sus alumnos hayan aprendido los
contenidos indicados en los programas de estudio y desarrollado las habilidades
intelectuales esperadas, es preciso que planee, organice y evalúe periódicamente las
actividades que realizarán en el aula.
Para planear el curso, el maestro debe conocer la meta que sus alumnos tienen que alcanzar,
tanto al concluir la educación primaria, como en cada uno de los grados. Esta meta se
describe en la presentación del plan de estudios, en los propósitos de cada una de las
asignaturas y en los contenidos de los programas.
Además de tener muy claros los propósitos educativos que se persiguen, los maestros deben
conocer bien a los niños a los que van a enseñar. Ese conocimiento debe darse en dos
sentidos: por un lado, deben saber cuáles son sus antecedentes escolares, cómo es el medio
social, cultural y económico donde se desenvuelven, qué oportunidades les brinda dicho
contexto y cuáles son sus limitaciones; por otro lado, deben conocer el desarrollo del
pensamiento infantil, qué es posible para los niños de cierta edad y qué no, y cuáles son las
hipótesis que han elaborado por sí mismos del mundo que los rodea.
Este conjunto de conocimientos permitirá a los maestros tomar las decisiones necesarias
para seleccionar, organizar y adecuar los contenidos de los programas a las características
de los alumnos. Esta toma informada de decisiones constituye la planeación didáctica.
Por diversas razones, se ha confundido la planeación y organización de un curso con un
requisito administrativo: la presentación del avance programático. Se ha confundido
también alcanzar a ver todos los temas de los programas con lograr los propósitos del
aprendizaje.
En realidad, la importancia de la verdadera planeación radica en al posibilidad de dar a los
niños, en cada grado escolar, la oportunidad de desarrollar con suficiencia sus habilidades
para la lectura, la comunicación oral y escrita, para la búsqueda y selección de información,
para aplicar a la realidad la resolución de problemas matemáticos, para comprender los
fenómenos naturales y sociales y para formarse éticamente. Por esto mismo no puede verse
31
al aprendizaje como una cuestión de cantidad de información vertida en el aula.
Para que el maestro se cerciore de que cada uno de sus alumnos va logrando los propósitos
educativos, es preciso que cuente con una referencia clara de lo que se tiene que lograr en
cada tramo del ciclo escolar ( mes, bimestre, trimestre). Para ello es necesario haber
establecido una articulación, dosificación y ordenamiento de los contenidos de los
programas de estudio; esto constituye la primera parte de la planeación didáctica, sin
embargo, la planeación va más allá, incluye la generación de estrategias didácticas y
situaciones de aprendizaje. Además está estrechamente ligada con la evaluación.
El conocimiento exhaustivo de los materiales educativos facilita al maestro el diseño de las
estrategias didácticas que empleará para que sus alumnos aprendan y desarrollen sus
actitudes, valores y habilidades conforme lo previsto. En particular, la comprensión de los
propósitos implicados en cada una de las lecciones de los libros de texto gratuitos, de su
estructura y elementos, lo auxilian en la planeación de su trabajo diario.
Sin embargo, generar una estrategia didáctica significa más que observar la progresión del
libro de texto de cada asignatura, es también propiciar una serie de situaciones de
aprendizaje para los niños, en las cuales caben actividades propuestas en los ficheros
didácticos, en los libros para el maestro y, sobre todo, las que el profesor cree
especialmente para ese grupo de alumnos.
Una buena planificación del trabajo escolar tiene como característica la flexibilidad. El
maestro debe impulsar a los niños a conseguir metas mayores y para ello debe saber
cambiar o modificar las actividades cuando la realidad del grupo así lo demande. Un buen
conocimiento de los propósitos educativos permite variar la estrategia e, incluso, ciertos
contenidos, sin alterar el fin que se busca.
32
Tiempo: 30 ´
Forma de trabajo: Equipo
Durante la lectura:
Realicen una lectura guiada de acuerdo a los siguientes aspectos:
Después de leer:
33
Para valorar el funcionamiento de cada una de nuestras escuelas es necesario tener un punto
de referencia, una situación óptima o, dicho de otra manera, una imagen ideal que, por
comparación, nos indique cuál es el estado actual, qué logran con respecto a lo que se
espera de ellas y, por tanto, qué acciones se requieren para su mejoramiento. Esta situación
o imagen puede definirse a partir de varios elementos ( el grado de satisfacción de los
integrantes de la institución, el aspecto de la escuela, etcétera), pero, el principal elemento
que nos indica si una institución funciona adecuadamente es el grado en que logra los
propósitos que tiene encomendados.
En nuestro país, la función de la escuela primaria, y de la educación básica en su conjunto,
se establece en el artículo tercero de la Constitución, en la Ley General de Educación y, de
manera más precisa, en los planes y programas de estudio. La revisión cuidadosa de estos
documentos permite identificar con precisión la misión de la escuela , es decir, los
propósitos que justifican su existencia. De acuerdo con la estructura del sistema, los
propósitos básicos de la escuela deben alcanzarlos en seis ciclos escolares, todos los
alumnos, niños y niñas, independientemente de la condición social o de la región donde
vivan, Hay, pues, aquí dos elementos generales que contribuyen a valorar si la escuela
funciona bien:
a) Si todos los alumnos alcanzan los propósitos, es decir, si aprenden lo que se
pretende enseñarles y desarrollan las habilidades y actitudes esperadas.
b) Si esos propósitos se logran en el transcurso de seis ciclos escolares.
Ambos elementos expresan los resultados óptimos que se esperan de cada escuela y
constituyen, por ello, parámetros o puntos de partida para saber si la escuela funciona bien:
qué objetivos cumple y en cuáles hay deficiencias.
Por eso, el conocimiento preciso de los propósitos de la escuela es una condición necesaria
para poder establecer el diagnóstico. Desde luego, otra condición es que le personal docente
y directivo está dispuesto a revisar la situación del plantel y a iniciar las acciones que
conduzcan al cambio al cambio.
El hecho de recurrir a los propósitos de la escuela como punto de partida para el
diagnóstico permite distinguir los medios de los fines y, posteriormente, encontrar las
34
causas de los problemas que existen. De otra manera podría considerarse que una escuela
funciona bien si su aspecto físico es lo más agradable, si tiene banda de música, si gana
algún concurso, o si los niños se mantienen en orden o están bien uniformados; en este
caso, el juicio podría ser erróneo, puesto que en ninguno de estos rasgos se observa lo que
todos los niños han aprendido.
Desarrollar habilidades intelectuales y enseñar conocimientos básicos
El propósito fundamental de la escuela primaria es lograr que los niños desarrollen
habilidades intelectuales para la comprensión de la lectura, la selección y uso de la
información, la expresión oral y escrita, y la adquisición del razonamiento matemático para
aplicarlo en la solución de problemas cotidianos.
Es fundamental que la escuela dé la importancia debida al desarrollo de estas habilidades
porque de ellas depende, en gran parte, que los alumnos aprendan permanentemente en
forma autónoma a lo largo de su vida. Además, estas habilidades permiten que los alumnos
adquieran en forma más sólida otros contenidos de la educación primaria.
También es responsabilidad de la escuela inculcar conocimientos científicos básicos y
valores fundamentales para comprender el medio social y natural, preservar la salud y el
medio ambiente, mejorar la convivencia social y disfrutar las artes y el ejercicio físico.
Ambos tipos de propósitos están estrechamente relacionados: las habilidades intelectuales
no se desarrollan al margen del trabajo con los contenidos referentes a las ciencias
naturales, a la historia o a la geografía; además, para la adquisición de este tipo de
conocimientos es necesario dominar la lectura y las formas elementales del razonamiento
matemático.
Una tarea de todos
A primera vista este conjunto de propósitos parece demasiado ambicioso, sin embargo, hay
que tomar en cuenta que son propósitos para toda la escuela, es decir, implican la acción de
todos los maestros y la meta es que todos los niños los alcancen al finalizar la educación
primaria. El hecho de que los alumnos logren el aprendizaje esperado depende de logros
parciales y acumulativos, de las experiencias que vivan a lo largo de los seis grados en los
diversos espacios de la escuela, principalmente en el salón de clases, pero también en otros
momentos de la vida escolar, por ejemplo, en el recreo o en las ceremonias escolares. En
este sentido, el trabajo de cada maestro, en cada grado y grupo, aporta conocimientos
35
básicos y contribuye al desarrollo de destrezas y habilidades intelectuales. Por eso los
objetivos principales sólo se pueden lograr si la escuela funciona como unidad, es decir, si
el personal docente y directivo trabajan en una misma dirección, con metas compartidas y
con ciertas formas de trabajo comunes; de este modo lo que los alumnos reciban, el tipo de
actividades en las que participen, tendrá continuidad. Por el contrario, si predomina el
trabajo aislado, el logro de los propósitos principales de la escuela es muy incierto, dado
que los alumnos recibirán orientaciones diferentes, estudiarán contenidos que no volverán a
tratar en otros grados o estarán sometidos a exigencias contradictorias cada vez que
cambien de maestro.
Propósitos educativos y programas de estudio
Los propósitos principales de la educación primaria se expresan a su vez en conocimientos
y competencias más específicas que, de acuerdo con la organización de los contenidos,
deben alcanzarse gradualmente y mediante diversas actividades: algunos contenidos
corresponden a asignaturas o grados específicos; otros, como el desarrollo de actividades y
habilidades, corresponden al conjunto de acciones que se realizan en el aula y en toda la
escuela. Por ejemplo: sería un error considerar que el desarrollo de habilidades de expresión
oral y escrita sólo se consigue trabajando en el tiempo dedicado a la asignatura de Español;
en realidad, es un propósito al que contribuye el trabajo de los contenidos de cualquier
asignatura, es un propósito que debe buscarse en cada grado escolar y cada vez con mayor
profundidad.
Como guía para la organización de las actividades de enseñanza y aprendizaje, los
programas de estudio establecen la secuencia de contenidos y ciertas orientaciones y formas
de trabajo que se consideran adecuadas y congruentes para alcanzar estos propósitos. Es
decir, establecen metas específicas y proponen el enfoque para abordar los contenidos. Una
vez reconocidos los propósitos generales es necesario traducirlos en conocimientos,
habilidades y actitudes más específicos, con lo cuál se sabrá con mayor precisión qué es lo
que aprenden y lo que no aprenden los alumnos y, por tanto, en qué medida la escuela logra
sus propósitos.
A título de ejemplo, en el cuadro A se enuncia una forma de especificar los propósitos
referidos a la lengua y a las matemáticas. Algo similar puede realizarse respecto de otros
propósitos educativos o de otras asignaturas de este nivel. Los enunciados se refieren a lo
36
que los alumnos deben alcanzar al término de su educación primaria, lo cual no significa
que sea este momento –el final de su proyecto escolar-, el más conveniente para evaluar si
se han logrado los propósitos. Pero cuando una escuela comienza a realizar su diagnóstico
es importante analizar el aprendizaje de los alumnos del grado superior, pues en ellos se
refleja con más claridad el trabajo de la escuela en su conjunto. Desde luego, lo
recomendable es evaluar el logro en cada uno de los grupos, de acuerdo con las metas
específicas establecidas para cada grado escolar.
Cuadro A. Competencias básicas para la escuela primaria
Matemáticas Español
Los niños que egresan de primaria Los niños que egresan de la primaria
a) Utilizan y comprenden el significado de los a) Comprenden los textos que leen.
números naturales, las fracciones y los
números decimales y sus operaciones. b) Valoran y critican el contenido de las
b) Comprenden y manejan fracciones comunes lecturas que realizan.
en distintos contextos y con diversos
significados ( medición, reparto, razón y c) Disfrutan la lectura.
cociente).
c) Resuelven problemas sencillos de suma y d) Conocen y distinguen diferentes tipos de
resta de fracciones. textos ( informativos, narrativos, científicos,
d) Utilizan diversas estrategias, incluidas las poéticos, biográficos, instructivos, etcétera).
convencionales, para resolver problemas
matemáticos e) Escriben y leen diferentes tipos de textos.
e) Reconocen y utilizan los números naturales, f) Poseen habilidades para revisar y corregir
decimales, fraccionarios en diversos sus propios textos.
contextos y en la resolución de problemas
relacionados con ellos. g) Resumen las ideas principales de un texto.
f) Utilizan estrategias para estimar y hacer
cálculos mentales al resolver problemas con h) Conocen diferentes estrategias de lectura.
números naturales, fraccionarios y
decimales. i) Utilizan la escritura como herramienta
g) Utilizan estrategias para medir, calcular, funcional y útil para resolver problemas y
comparar y estimar longitudes, áreas, comunicar sus ideas.
volúmenes, pesos, ángulos, tiempo y dinero.
h) Clasifican, comparan y relacionan figuran j) Seleccionan el vocabulario adecuado según
geométricas de acuerdo con la simetría, el el contenido del texto que escriben.
paralelismo, la perpendicularidad y los
ángulos. k) Toman notas, seleccionan y sintetizan
i) Utilizan diversos instrumentos como la información.
escuadra, la regla, el transportador y el
compás en diversos contextos geométricos. l) Escriben textos organizándolos en párrafos.
j) Interpretan, construyen y analizan tablas y
gráficas relacionadas con problemas de
variación proporcional. m) Se expresan oralmente con claridad,
k) Recolectan, organizan, representan, coherencia y sencillez.
interpretan y comunican información sobre
diversos fenómenos matemáticos. n) Utilizan el lenguaje oral para expresar ideas
l) Interpretan y relacionan fenómenos de propias y argumentar.
predicción y azar.
m) Utilizan los conocimientos matemáticos para o) Saben buscar información, valorarla,
resolver problemas y comunicar sus ideas. procesarla y emplearla dentro y fuera de la
37
n) Pueden argumentar sobre sus ideas, analizar escuela, como instrumento de aprendizaje
las de otros y tomar decisiones en autónomo.
consecuencia.
Fuente: SEP, Plan y programas de estudio 1993. Educación básica. Primaria, México, 1994.
SEP, Libro para el maestros. Matemáticas, sexto grado, México, 1994.
38
Propósito: Identifiquen los aspectos a tomar en cuenta en la selección de los
contenidos.
Tiempo: 30 ´
Forma de trabajo: Equipos
Durante la lectura:
Realicen una lectura compartida sobre el contenido de los textos para
contrastar con sus comentarios anteriores.
Después de leer:
Contesten lo siguiente:
39
Los problemas que preocupan a los niños cubren una gama tan vasta que ningún profesor
puede suponer que podrá ayudarlos a aprender todo lo que desean y necesitan saber en un
solo año escolar. Por ejemplo, en la pared de un aula de segundo año pudieron verse las
siguientes preguntas planteadas por los niños:
¿Qué hace que se abran y se cierren los ojos?
¿Cómo empezó el mundo?
¿De qué está hecho el mundo?
¿Cómo crecemos?
¿Qué es la contaminación del aire?
¿Qué es una multiplicación?
¿Cómo se sostienen los planetas en el espacio?
¿De qué está hecho el cerebro?
¿Cómo es la vida bajo tierra?
¿De qué están hechos los gusanos?
¿Cómo fue hecha la primera persona?
Y en una clase de cuarto año, donde se estudiaba a los esquimales, los niños preguntaron:
¿Cómo llegaron los esquimales a ser esquimales?
¿Cómo pueden comer pescado helado?
¿Se casan los esquimales?
¿Cuándo mueren los esquimales, celebran algo?
¿Están relacionados los esquimales con los negros del Africa?
¿Conocen la felicidad los esquimales?
Si un esquimal se encuentra con un neoyorquino, ¿pensará el esquimal que los
neoyorquinos son extraños?
40
que ya sabían o sobre lo que desean saber. Mezclan la ciencia, las matemáticas, la poesía,
los movimientos corporales y los sentimientos con gran facilidad al examinar los problemas
que les interesan.
Los niños están integrados y son de una sola pieza; su aprendizaje procede de manera
integrada. Asimilan y adaptan a su propio ritmo y tiempo las experiencias que buscan
independientemente o las que eligen entre las instrucciones que les dan uno de sus padres o
un maestro. Mientras van avanzando en conocimiento, también pueden aprender el arte y la
habilidad del razonamiento, de la solución de problemas, de adquirir y ordenar la
información que tiene sentido para ellos. El adulto debe alentarlos concienzudamente a
registrar su experiencia, a predecir en toda experimentación, a sacar interferencias, y a
formular hipótesis y establecer definiciones operativas.
El reconocer cómo funcionan los niños y la necesidad de guiarlos hacia una creciente
madurez en varios niveles al mismo tiempo significa que los maestros deben estar
preparados para enfrentar simultáneamente toda una variedad de posibilidades de
aprendizaje. Esa función es marcadamente distinta en apariencia y habilidad de la de la
maestra tradicional para quien un contenido y un método restringidos y predeterminados
establecían un modo de trabajar limitado y formal, de relación entre subordinado y superior
a lo largo de un eje de preguntas y respuestas. La maestra moderna escucha y observa a los
niños para poder adaptar sus recursos a lo que ve y oye. Reconoce que niños y niñas pueden
tener intereses tanto distintos como coincidentes. Siempre está en busca de claves y más
claves, y dispuesta a reaccionar y a responder en la medida de sus posibilidades. Tiene en
cuenta factores de la etapa de desarrollo de los niños, como el grado en que dependen de
ejemplos más que de palabras, su capacidad de enfrentarse a símbolos más que a las cosas
reales, el vuelo de su fantasía, y la profundidad y los límites de su objetividad al pensar.
Está más interesada en el proceso de aprendizaje que el producto. Desea qué sus niños
sepan aprender, no que sean almacenes enciclopédicos.
41
Las actuales clasificaciones del conocimiento en ciencias naturales y física, ciencias
sociales, matemáticas, literatura, arte y música son tan buenas como cualquier otra para
adoptarlas con el propósito de determinar el contenido de la educación. Pero esto no
significa que las clasificaciones como tales sean el referente más adecuado para programar
los temas durante los periodos de clase. Los niños tienen la facultad de ir de un tema a otro
sin ninguna dificultad. Integran la información que asimilan en todos, y a menudo no
corresponden en absoluto con los temas individuales. EL problema que han de resolver los
adultos es cómo definir para los niños los puntos de ingreso en la gran cantidad de
conocimientos accesibles, de tal manera que se satisfagan sus necesidades y deseos
personales de saberse instruidos acerca del mundo, mientras, al mismo tiempo, se les
estimula a indagar más sobre él. Entonces se descubre el criterio válido para la selección en
cualquier área de contenido no es en absoluto la progresión lógica del tema, sino esa parte
suya que podría ser, o es en realidad, motivante desde el punto de vista psicológico y cuyos
conceptos son comprensibles para los niños en una etapa particular de crecimiento. Los
programas de estudio de primaria pueden poseer un contenido en torno al ser humano y una
motivación centrada en el niño.
Dos ejemplos aclararán la diferencia entre los enfoques lógicos y psicológico del
contenido. En la educación tradicional, los niños son llevados al estudio de la historia en
orden cronológico: esto sucedió, luego aquello, después esto otro, en el orden de año del
suceso. Primero viene la Revolución estadounidense, luego la Guerra de 1812, después la
Guerra de Secesión. En realidad, los niños se pueden sentir profundamente motivados a
estudiar la historia por su necesidad de descubrir las raíces de los actuales conflictos de la
sociedad. Por ejemplo, a medida que se dan cuenta de los evidentes desafíos a los que se
han enfrentado los negros para remediar los agravios cometidos en su contra, que ningún
niño de ocho a once años ignora, es posible que se interesen en la Guerra de Secesión y en
la reorganización gubernamental de los estados secesionistas después de esa guerra, como
los datos importantes más inmediatos de entre los antecedentes, antes de regresar en el
tiempo a la Revolución estadounidense. O bien, en el mismo contexto, la Declaración de
los Derechos puede ser más pertinente que la separación de las colonias de la metrópoli.
42
Entonces, las relaciones entre los acontecimientos se vuelven más apropiadas que el
estricto orden cronológico, aunque sin duda surgirá la cronología cuando se busque un
significado.
En otra rama no intelectual del aprendizaje, se confirmaría el mismo modo de iniciación.
Cuando se enseñe a niños de 11 y 12 años un baile típico, es posible que se resistan a
bailarlo si se les enseña en el orden “apropiado” , es decir, 14 pasitos corriendo, un
enérgico salto y giro y de nuevo 14 pasitos corriendo. Pero cuando se les pide que
desarrollen primero su capacidad para el salto, los pasitos corriendo “nada masculinos” se
vuelven requisitos accesorios antes y después del salto, y el baile se hace mejor.
Entonces, el primer requisito para romper con el programa de estudios tradicional es que
el contenido que se ponga a disposición de los niños sea examinado en función de las
facetas que tienen un significado en términos infantiles. Sin lugar a dudas, se harán
preguntas llenas de ansiedad. “Pero, ¿no se pasará por alto algo, por ejemplo fechas, lugares
y acontecimientos importantes?” La respuesta es sí. Pero ese “sí” significará algo muy
diferente de su valor nominal cuando los adultos recuerden su propio programa de estudios
de primaria, que se elaboraba en torno a la noción de que se podía abarcar todo, y se
pregunten qué recuerdan de todo aquello. ¿Qué adulto sería hoy aprobado en un examen de
geografía o de historia de quinto grado?
43
Propósito: Recuperar los conocimientos que tienen acerca del curso de
Ciencias Naturales.
Tiempo: 30 ´
Forma de trabajo: Equipos
Al leer:
Realicen una lectura guiada , para contrastar sus respuestas con el contenido
de los materiales de apoyo.
44
Propósito: Conocer posibles estrategias para planificar una unidad de
programación.
Tiempo: 30 ´
Forma de trabajo: Equipo
Al leer:
Realicen una lectura compartida. Contrasten su forma de programar la
enseñanza con las estrategias propuestas en la lectura.
Después de leer:
45
Posibles estrategias para planificar una unidad de programación
Independientemente de la forma o situaciones que se utilicen para articular el trabajo en el
aula, sugerimos, a modo de ejemplificación, las estrategias que recogemos en el cuadro 2
(F. Carvajal y otros,1995). Estas no pueden permitir situarnos y movernos en distintos
contextos de la realidad escolar: utilización o no de libros de texto; preferencias inductivas
o deductivas a la hora de programar.
1. Partimos de la elección del eje que vertebrará la unidad de programación. Es posible que
los tengamos casi previstos en el proyecto curricular o que estén seleccionados si
utilizamos libros de texto; de todos modos, interesará revisarlos con detalle porque, de
cualquier forma, deberán estar próximos a los intereses y necesidades de aprendizaje (del
alumnado y del contexto). Interesaría tomar en consideración el proceso de negociación, la
ampliación del campo de intereses y la satisfacción de necesidades; resta adoptar las
estrategias, más o menos sistemáticas, para articular la mayor o menor participación del
alumnado en la elección del eje vertebrador.
46
En relación con la naturaleza de este alumnado, reconocemos con otros autores
( Nemorovsky, 1995), que las variantes pueden ser muchas: estar vinculadas a la vida
cotidiana o alejados de ella; integrar la totalidad de las tareas de un periodo o sólo parte de
ellas; con una temporalización variable...; todas ellas son formas válidas.
2. Especial importancia puede revestir hacer una amplia clarificación conceptual de los
temas o ejes elegidos por parte del equipo docente, dada la tradicional dependencia respecto
a los libros de texto que ya ofrecen un saber seleccionado y secuenciado. Con esta tarea, a
la vez que participamos profesionalmente en la selección /secuenciación del conocimiento,
se explicitan los conceptos y relaciones implicados en el objeto de trabajo , así como
aquellos aspectos que se dominan o desconocen. Los docentes consensuan la visión
conceptual que sobre el tema en cuestión tienen, clarificando los distintos significados o
visiones (no olvidemos que puede haber conceptos aprendidos y mantenidos
erróneamente). Es posible que en el debate surjan algunos de los condicionantes y
presupuestos necesarios para facilitar nuevos aprendizajes.
De todo ello se puede hacer una representación conceptual en mapas o esquemas que
indican la extensión máxima del tema: guía para acotar la posible extensión que adoptaría el
objeto en ese momento y en previsión de futuros tratamientos en espiral.
3. La determinación de las pretensiones responden básicamente al qué y al por qué.
Es previsible que las tengamos reflejadas de modo general en el proyecto curricular, pero,
además, cada unidad tendrá unas pretensiones específicas, adaptadas al objeto de
conocimiento.
Lo que pretendemos en cada unidad de programación, unido a las características y
posibilidades del contexto y del alumnado, determinará la acotación, la extensión posible
que consideramos que debe alcanzar ese objeto de trabajo en nuestra clase y en ese
momento en particular.
Los conocimientos, concepciones y experiencias previas del alumnado han de entrar a
formar parte de todo el proceso, y estar presentes en él con una doble intencionalidad: que
el profesorado conozca de dónde parte el alumnado y que niños y niñas hagan visibles y
tengan presentes sus propias ideas (R. Cubero, 1989) en pos de propiciar un aprendizaje
significativo, asegurando la interacción del nuevo conocimiento con los esquemas
conceptuales existentes porque buscamos su modificación y enriquecimiento.
47
Llegamos ahora a una fase de planificación en la que se pueden adoptar estrategias
inductivas o deductivas. La que denominamos deductiva ordena los elementos que
participan en el proceso de enseñanza de arriba hacia abajo, de mayor a menor índice de
generalidad: determinación de los objetivos didácticos; extracción de los contenidos que
hay que trabajar procurando hacer un tratamiento equilibrado de los distintos tipos
(contenidos conceptuales, procedimentales, actitudinales );diseño de las actividades
previstas; previsión de los aspectos metodológicos (agrupamiento, relaciones de
comunicación, distribución de tiempos y espacios, recursos y materiales);planteamiento de
la evaluación.
4. Otra estrategia viable, y quizás más próxima a las características del conocimiento
práctico de los docentes, es la de proseguir la planificación a partir de la tipología,
estructura y secuencia de tareas. Cuando nos dirigimos a clase, no vamos pensando en los
objetivos didácticos que nos proponemos; quizás tampoco en los contenidos: hacemos una
previsión de las tareas que hay que plantear. Esta estrategia podríamos definirla como
inductiva.
La estructura y secuencia de tareas propuesta en el aula están especialmente condicionadas
–todo el proceso lo está- por la concepción y modelo didáctico que tenga el profesorado y/o
por los materiales curriculares que utilicemos. A la hora de establecer las tareas tendremos
presente la concepción constructivista del aprendizaje y las implicaciones didácticas que
conlleva, las pretensiones específicas de la unidad de programación y las ideas y
experiencias previas del alumnado, integrándolas, como antes decíamos, en todo el proceso.
Dispongamos o no de libros de texto, consideramos de especial importancia tener clara la
estructura y secuencia de tareas para disponer los recursos y materiales necesarios; en el
caso de tener libros, lo que prosigue será establecer qué utilizar y cómo hacerlo, qué
desechar y qué y cómo completar, para que la secuencia de tareas se desarrolle y los textos
no supongan un obstáculo.
5. A partir de las tareas diseñadas, y mediante un proceso de “vaciado”, no será difícil hacer
una parrilla en la que distribuyamos los objetivos didácticos, los contenidos y los aspectos
metodológicos albergados en las tareas.
48
6. La evaluación, como proceso sistemático de reflexión sobre la práctica, integra la
valoración del aprendizaje y de la enseñanza; contempla el enjuiciamiento tanto del diseño
como del desarrollo de la unidad de programación en sus múltiples aspectos:
* Si hay adecuación y coherencia en la elección de las formas de articular el trabajo en el
aula; si fue oportuna o no la elección del eje vertebrador de la unidad.
* Si las pretensiones específicas marcadas son o no idóneas teniendo en cuentan los
intereses y necesidades de aprendizaje del alumnado y del contexto, a la vez que su
pertinencia con la extensión acotada del objeto de trabajo.
* Si la estructura y secuencia de tareas está siendo la adecuada.
* Si los materiales y recursos puestos al servicio de la unidad han sido los idóneos; si la
organización metodológica nos permite introducir modificaciones.
* Si las metas explícitas de aprendizaje –objetivos didácticos- están siendo alcanzadas y su
grado de coherencia y pertinencia; si los contenidos trabajados se corresponden con tales
metas.
Para evitar la artificiosidad evaluadora, es necesario integrarla en el desarrollo de la unidad
como elemento más que guarda estrecha relación con los demás.
Nos apartamos de la visión positivista, que considera la evaluación como medición de
hechos observables y cuantificables, preocupándose exclusivamente por los resultados y
desatendiendo el proceso . Por el contrario, entendemos la evaluación como una actividad
valorativa e investigadora, facilitadora del cambio educativo y del desarrollo profesional,
por lo que el objeto de la evaluación no es sólo el progreso de los alumnos, sino todo el
proceso educativo; valoraremos, pues, tanto los componentes del aprendizaje como los de
la enseñanza, buscando que las informaciones den luz a todo el proceso para enriquecerlo y
mejorarlo.
En otro extremo, el “examen” deja de tener sentido como única estrategia evaluadora del
aprendizaje; la observación, la valoración de los productos y trabajos, la asamblea, los
diálogos y entrevistas, las pruebas escritas –por qué no-, los cuestionamientos, etcétera,
permiten obtener datos e informaciones, no con la intencionalidad de sancionar y clasificar,
sino como indicadores del proceso de aprendizaje e indirectamente para valorar el de
enseñanza y proporcionar retroalimentación sobre el funcionamiento y los resultados.
49
Junto con otros (Imberbón, 1992), consideramos imprescindible que la evaluación ofrezca
informaciones al alumno sobre su propio aprendizaje; sobre sus progresos y dificultades,
porque es desde tal conocimiento como progresará del heteroaprendizaje al
autoaprendizaje. Conocimiento, además, que se verá acrecentado si se ponen en juego no
sólo procedimientos de heteroevaluación; la autoevaluación y la valoración del trabajo de
los demás tienen importantes componentes de aprendizaje.
Intervención en el aula
Antes referíamos la existencia de variadas estrategias para organizar el trabajo en el aula,
todas ellas válidas por su potencial, complementarias si se quiere. La diferencia cualitativa
quizá no esté en su elección, sino en el ambiente que se crea; en las “relaciones que se
establecen entre el profesor y sus discípulos, de los niños entre sí, entre todos y el
conocimiento, entre la escuela y la familia, qué ambiente físico se organiza, qué tipos de
materiales se propicia utilizar, qué prioridades se establecen” ( nemirovsky,1995).
* Argumentando sobre la organización de los contenidos acordamos con Zabala (1989) que
ha de estar caracterizada por un enfoque globalizador, lo que supone no fragmentar ni
compartimentar las situaciones de aprendizaje; establecer relaciones significativas –y no
artificiosas- entre los diferentes ámbitos y áreas, pero sin forzar la situación para que
aparezcan todos los elementos posibles en torno al objeto de trabajo elegido. Será su
desarrollo el que vaya planteando las cuestiones necesarias: la búsqueda de información a
través de diferentes estrategias; la utilización de conocimientos; la puesta en juego de
procedimientos, valores, actitudes, normas... que den respuesta a los problemas planteados.
No olvidemos que “el constructivismo caracteriza al aprendizaje como un proceso en el que
el individuo parte del cuestionamiento de lo que sabe, para pasar a apropiarse de
informaciones significativas respecto a lo que se cuestiona y a lo que se interroga” (F.J.
Merchán, 1993).
Entendida así la globalización, se conceptúa como una actitud docente más que como una
técnica didáctica.
* Desde el punto de vista del diseño, las actividades son propósitos de acción con objeto de
generar situaciones de aprendizaje, en los que se describen lo que han de hacer los
protagonistas del proceso –profesorado y alumnado- y los medios y recursos que hay que
utilizar; por otra parte, deberían poner en funcionamiento las capacidades de acción y de
50
reflexión de los que aprenden, la generalización y aplicación de lo aprendido y la expresión
de lo explorado, observado, experimentado, indagado, aprendido, mediante distintos
lenguajes. El plan de actividades no se puede convertir en una “imposición”, sino en una
guía de acción que requiere un desarrollo abierto, ya que el hecho de que sean
significativas para el profesorado no garantiza su significatividad para el alumnado.
De otra parte, habrá ocasiones en las que no todos los niños y niñas estén ocupados en una
misma actividad al mismo tiempo: la simultaneidad y la opcionalidad son ricos recursos
estratégicos para lograr la responsabilización y la autonomía del que aprende. Por lógica, la
planificación de las actividades deberá contemplar, asimismo, distintos niveles de dificultad
para hacer efectiva la atención a la diversidad y el trato diferencial individualizado, pero sin
olvidar la dimensión social del aprendizaje.
* Organización social del aula: relaciones de comunicación y agrupamientos. Son muy
numerosas las investigaciones que demuestran que no sólo se aprenden por transmisión
directa del docente al grupo (relación unívoca y asimétrica) ni por manejo individual de los
materiales de enseñanza; incluso se cuestiona. También se producen aprendizajes por la
interacción entre iguales (relaciones simétricas) porque todos pueden hacer aportaciones
valiosas; “no siempre el poseedor de un ´mayor´ conocimiento es quien puede ayudar a los
demás: Cada uno, desde su saber, puede brindar algo a sus compañeros” (A. Ma. Kaufman,
1986).
Asimismo, hay quienes aconsejan la participación del alumnado en la planificación de las
actividades para evitar condicionamientos inútiles que dificulten el aprendizaje por la poca
claridad y explicitación de los objetivos y la ausencia de colaboración ( Tyler y Wheeler; en
Imbernón, 1992), y para lograr la implicación activa en el proyecto vital de su propio
aprendizaje.
Respecto a la interacción maestro-niño, abogamos por unas relaciones biunívocas y la
adopción de papeles –por parte del que se dispone a enseñar- tales como “coordinar,
ayudar, organizar, sugerir, apoyar, matizar, observar, indicar, orientar, escuchar, recoger y
sistematizar las intervenciones de los niños, abrir nuevas opciones, nuevas interrogantes,
nuevas dudas, ofrecer soluciones y respuestas, opinar y proponer, y dejar que opinen y
propongan los niños , en la dinámica de la clase” ( Nemirovsky, 1995).
51
Este tipo de consideraciones comportan una implicaciones prácticas que van más allá del
gran grupo y del trabajo individual como únicos agrupamientos; las actividades que
requieren grupos reducidos (2 a 4) tienen la potencialidad de atender la diversidad del
alumnado, po la diversificación de tareas, y facilitar el aprendizaje de contenidos de distinta
naturaleza, porque las interacciones entre sus componentes son más ricas y fluidas,
posibilitándonos a los docentes, también, una mayor interacción con cada grupo.
* En relación con la distribución del espacio y del tiempo, acordaremos que debe responder
a criterios de flexibilidad, coherencia con los demás elementos y funcionalidad respecto a
ellos. El espacio no es un elemento aséptico ni neutral. Si buscamos relaciones
bidireccionales e interacción grupal, llegaremos a la conclusión de que determinada
distribución del espacio y del mobiliario las facilitará o las coartará. Si la estructura de
tareas ha de contar con distintos agrupamientos, tiene difícil justificación al que la
distribución del espacio y del mobiliario permanezcan inamovibles a lo largo de un curso, e
incluso de una jornada. Por otra parte, habría que preguntarse quién decide la distribución
del espacio y la ubicación del mobiliario y de los materiales, porque “ni qué decir tiene un
aspecto fundamental de la convivencia es la apropiación de un determinado espacio: cuanto
más suyo se lo hagan los alumnos más fácil será la convivencia y la participación
educativa” (Imberbón, 1992).
Asimismo, la distribución del tiempo tampoco es imparcial. Si acordamos que la estructura
de tareas cuenta con diversidad de actividades que no sólo comportan la transmisión
unívoca de información y el uso individual del material de enseñanza, concluiremos que la
distribución del tiempo habrá de mantener coherencia y estar en función de tales
actividades: tiempos para las actividades del grupo-clase, de grupos reducidos, de trabajo
individual; tiempos para la planificación del trabajo de los grupos, para el diseño de
estrategias de recogida de información, para la indagación, para la exploración..., para la
comunicación de los resultados del trabajo; para la heteroevaluación y para la
autoevaluación. Y si planteamos el trabajo desde un enfoque globalizador, difícilmente se
comprenderá la rigidez de horarios por disciplinas ni la exigencia administrativa de que
cuadren milimétricamente; sería “la cuadratura del círculo”.
* Respecto a los materiales curriculares, desde los planteamientos que venimos
desarrollando, debemos concluir que la selección y el uso de los materiales se han de
52
adecuar y estar en consonancia con la programación; han de estar al servicio del trabajo en
el aula y no al contrario. Han de ser, a la par, diversos y variados (no sólo estandarizados),
con distintos soportes y formatos (no sólo escritos), y contar con el medio como un
importante recurso de acceso a la información de primera mano. Además, han de posibilitar
el establecimiento de un vínculo ameno y activo, y ofrecer la posibilidad de construir y
reconstruir el conocimiento porque es posible hacerlo a partir de una realidad global,
dinámica y compleja, habitual y cotidiana, de modo directo, y no sólo a través de los libros.
Un hecho puede ilustrar lo que argumentamos: una niña de tercero “se rasgó las vestiduras”
al comprobar que el libro de las tortugas de tierra que estaba consultando “se había
equivocado o engañaba” porque decía que este tipo de tortugas se alimentaban
exclusivamente de vegetales y las que tenían en clase “se merendaron” a los renacuajos y a
las ranitas que había en el anfibiario. Ese grupo se propuso la necesidad de investigar con
más detalle sobre los animales del zoo de clase. Desde esta óptica, aceptamos la concepción
de James A. Banks sobre los libros de texto en relación con la construcción del
conocimiento. Este autor concibe que los libros de texto “presentan una visión muy
selectiva de la realidad social, dan a los estudiantes la idea de que el saber es estático más
que dinámico y estimulan a los alumnos para que dominen hechos aislados en vez de
animarlos a que elaboren un conocimiento complejo de la realidad social” ( Banks, 1996).
Por otra parte, habremos de tener en cuenta que los materiales estandarizados difícilmente
se podrán adaptar al contexto específico de cada aula, lo que obliga a los docentes a
elaborar parte del material y a crear una documentación apropiada a los alumnos y al
contexto. No son pocos los docentes que incluyen en su tarea tales experiencias, adoptando
un rol que se aleja del de mero ejecutor de materiales diseñados por otros porque “si se
admite el carácter singular de cada contexto escolar y del aula, el profesor no puede ser un
mero técnico que aplique una secuencia de rutinas preespecificadas y experimentadas por
los expertos y técnicos” (Pérez Gómez, 1986).
Lo cual no implica que estemos abogando por la eliminación de materiales editoriales;
optamos por un uso reflexivo de ellos. La profesionalidad y la previsión nos indicarán que
no todo el trabajo del aula debe girar en torno a ellos; serán la programación didáctica y su
desarrollo los que determinen qué, cómo y cuándo utilizar y qué desechar, modificar,
ampliar... La adecuación de estos materiales a la realidad del aula es una tarea ineludible,
competencia del profesorado.
53
Tema: El plan de clase
Propósito: Identificar las dificultades y posibilidades en la aplicación de
proyectos para la integración de los contenidos.
Tiempo: 30 ´
Forma de trabajo: Equipos
Antes de leer:
• ¿ Qué es un proyecto?
Durante la lectura:
Después de leer:
Relacionen su experiencia con la lectura y discutan en plenaria:
• La integración de contenidos y los intereses de los niños.
• Criterios y alternativas para la integración de contenidos
Posibilidades y dificultades de la integración de contenidos
54
Proyecto “Asalto a las Tierras”
Presentación
55
En este sentido, la carta descriptiva puede convertirse en un apoyo fundamental en la
consecución de los proyectos. No obstante, es necesario recordar que existen de igual forma
otros instrumentos que pueden auxiliar nuestra labor, como son:
Entrevistas, ensayos creativos, historiales, informes, sondeos, observación directa, grupo
autoevaluador y relatorías. Todos ellos nos facilitará la labor en la elaboración de
proyectos.
Sin embargo, lo más importante en cualquier proyecto es su contenido, lograr la motivación
y entusiasmo de los niños para llevarlo a cabo y partir del contexto cultural y social de la
comunidad en donde laboramos. De esta forma, estaremos en posibilidades de generar junto
con los niños proyectos alternativos que nos conduzcan a aprendizajes de nuevo tipo, en
donde la información memorística sea remplazada por la observación, el razonamiento, la
creatividad y una acción personal más propia y comprometida que logre adquirir
relevancia en la actividad colectiva que genera.
El primer proyecto que se presenta en esta unidad fue desarrollado por la MAC Martina de
Jesús Jiménez Méndez en Mexicali, Baja California. En este proyecto es importante resaltar
cómo la profesora supo aprovechar los comentarios que los niños realizaban en el
desarrollo de sus actividades para estructurar un nuevo proyecto llamado “ Asalto a las
tierras”, relacionado con la historia reciente de la comunidad. Así, con un tema de interés
regional, logró no sólo involucrar a los alumnos sino también a sus padres y a la comunidad
en general .
Otro proyecto interesante es el desarrollado por el MAC Roberto Rivera Sosa de Colotlán,
Jalisco. Es un proyecto que ejemplifica claramente el buen uso que podemos dar a la carta
descriptiva utilizándola simplemente como un instrumento a nuestro servicio y no como
una pesada tarea administrativa a realizar. El tema del proyecto se refiere a un viejo edificio
que existe en la comunidad y del que no se menciona nada en monografías de la región.
Posteriormente, los comentarios realizados por la MAC María de la Luz Ballesteros Silva
nos adentran en la práctica docente del MAC, en las dificultades que de manera cotidiana
enfrenta con un grupo acostumbrado a trabajar de una manera tradicional. El proyecto tiene
relación con el día de muertos, aunque la manera de desarrollarlos no es a través de
ofrendas de muertos sino con el conocimiento del esqueleto humano.
56
Finalmente, dos proyectos realizados por la MAC Leyla Hernández Pitalua, de Xalapa,
Veracruz, muestran la importancia de retomar los comentarios cotidianos de los niños para
configurar los proyectos. Uno de ellos, “La contaminación”, tuvo como punto de partida un
recorrido realizado con los niños por la comunidad y en donde observaron una gran
cantidad de basura y humo. Lo interesante de este proyecto es el aprovechamiento que la
MAC realiza de los elementos y/o servicios con que cuenta la comunidad; así, para este
proyecto visitaron un taller mecánico donde se les explica a los niños el origen del humo
que emiten los autos, la necesidad de que éstos sean afinados, etcétera.
El otro proyecto, “Las computadoras”, surgió por la motivación que mostraron los niños al
oír hablar a un joven que realizaría su servicio social en la escuela como técnico en
electrónica.
Como vemos, para la realización de los proyectos son múltiples los motivos. En un país
como el nuestro en donde existe una gran riqueza y diversidad cultural es de esperarse que
los proyectos generados por los MAC en sus escuelas sean igualmente diversos y creativos.
Proyecto “Asalto a las Tierras” (1)
El proyecto que ha juicio personal fue de mayor relevancia en cuanto al interés de los niños
y a la realización de las actividades se denominó “Asalto a las Tierras” o “Día del Ejido”,
en el cual, desde su inicio hasta su término, los niños mostraron mucho interés en cada una
de sus actividades, como fueron: dibujos, canciones, maquetas, bailes regionales y la visita
al museo de sitio “Asalto a las Tierras”, del Ejido Michoacán de Ocampo.
Relato de los acontecimientos o experiencias sensibilizadoras que provocaron el
interés de este proyecto.
El interés por este proyecto surgió cuando aún se estaba trabajando en el proyecto de la “La
Navidad”, entonces un niño preguntó si en todas partes del mundo se festejaba la Navidad
en la misma fecha y con las mismas cosas y comidas; se le explicó que cada comunidad por
muy grande o pequeña que sea, tiene sus propias costumbres y tradiciones; entonces nos
enfocamos hacia las fechas importantes que celebra la comunidad donde viven y de ahí
surgieron comentarios acerca de que en el Ejido se festejaban en grande la Navidad, el día
de las madres, cuando cumplía aniversario de su fundación el Ejido y el 27 de enero, que
hacían una fiesta en grande todos los agricultores y campesinos.
(1) Martina de Jesús Jiménez (maestra de Actividades Culturales), Mexicali, Baja California. Narración
testimonial del desarrollo del proyecto considerado de mayor relevancia.
57
Esto sirvió para seguir con un proyecto denominado así: “Asalto a las Tierras”.
La relación MAC –alumnos establecida en la realización de este proyecto
En la realización de este proyecto, la relación MAC-alumnos fue muy bonita, ya que los
niños de estas comunidades son muy nobles y cariñosos; además, hubo una gran libertad
para los niños, quienes siempre marcaron las pautas a seguir. En este tipo de actividades,
creo que la función de la MAC fue básicamente coordinar el trabajo, porque para los niños
de esta comunidad tocar un tema como éste era igual que meter un pez al agua, ya que
forma parte de la historia de la comunidad.
Mecanismos utilizados para identificar los conocimientos previos que tenían los
alumnos sobre el tema.
Para identificar los conocimientos que tenían sobre el tema, los interrogué, propiciando
discusiones en pequeños grupos; utilicé juegos, canciones y relatos que tuvieron especial
relación con el tema.
Los propósitos que se perseguían con este proyecto:
* Que el alumno comprendiera la importancia que tiene su comunidad, dentro de la historia
del estado.
* Conocieran la importancia de la herencia cultural de su estado.
* Identificaran las causas y consecuencias de este movimiento.
* Comprendieran las repercusiones que tuvo este movimiento en lo que ahora es su
comunidad.
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* Identificaran las diferentes actividades realizadas por los campesinos de su comunidad y
el tipo de productos que se obtienen de estas tierras.
Actividades de acceso y participación realizadas en este proyecto y análisis de sus
alcances y limitaciones.
Las actividades realizadas fueron varias, entre ellas: la elaboración de maquetas que
mostraban el movimiento agrario, que fueron objeto de exposición a los demás grupos de la
escuela a quienes se invitó junto con algunos padres de familia; la elaboración del periódico
mural que incluía varias fotografías facilitadas por personas de la comunidad ( las fotos
mostraban la forma en que se vivía en ésa época en el Valle de Mexicali).
Otra actividad muy importante que motivó mucho a los niños, fue la preparación de un
huerto escolar. Aquí los niños se encargaron de emparejar, hacer surcos y sembrar las
semillas.
También elaboraron flores con los casquillos de algodón, con lo que pudieron darse cuenta
de que esta planta es aprovechable al máximo. El punto culminante del proyecto fue la
visita que se realizó al museo “Asalto a las Tierras”, donde los niños tuvieron la
oportunidad de observar herramientas y utensilios, así como las fotografías y documentos
de la época y pudieron ampliar la información que obtuvieron en la comunidad, ya que la
persona que los guió les explicó detalladamente todo lo relacionado a cada sala del museo
(museo que, gracias al entusiasmo y trabajo de la profesora Yolanda Sánchez, ha ido
creciendo en materiales y en información).
Gracias a esta visita, lo niños se identificaron más aún con la MAC, porque ellos antes no
habían salido en grupo con sus compañeros y en plan de trabajo.
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Utilizamos:
• Técnica de estarcido, tercer dimensión, vitral
• Maquetas
• Trabajos manuales con material de desecho
• Elaboración de piñatas
• Trabajo de migajón
• Papel picado
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Tema: El plan de clase
Propósito: Identificar las características de una planificación flexible
Tiempo: 30 ´
Forma de trabajo: Equipos
Durante la lectura:
Realicen una lectura guiada con las siguientes preguntas:
Después de leer:
Relacionen el contenido de la lectura con las posibilidades y dificultades de
desarrollar una planeación como la sugerida en el texto en su práctica
cotidiana.
61
El plan de trabajo: el qué, el cómo y el porqué
Ana María Salgueiro
La organización y el uso del tiempo en las aulas de quinto están regulados a través de un
instrumento: el plan de trabajo. Pero no se trata de un plan concebido como un instrumento
en el que se cristalizan las decisiones tomadas por especialistas en curriculum, de forma
previa y separada del proceso de enseñanza. Al contrario, el plan de trabajo utilizado por
Marina es construido durante el proceso de enseñanza y aprendizaje, y es el resultado de un
trabajo colectivo entre la maestra y sus alumnos y alumnas, revistiéndose de gran
flexibilidad.
Marina dedica una parte del tiempo, en general las primeras horas de los lunes, a la
celebración de una asamblea del aula, destinada a la programación de las actividades de
cada semana. En esta asamblea, colectivamente, estudiantes y profesora hacen la
(1)
programación del trabajo semanal . Desde las primeras clases, Marina se preocupa por
implicar a los niños y niñas en esta actividad. De esta manera, el alumnado participa de la
definición de cada una de las actividades que serán desarrolladas durante la semana: “el
qué, el cómo y el porqué”. Para Marina el tema no es tanto el “qué” se programa sino “por
qué” tengo que hacer el trabajo.
El planteamiento colectivo se recoge en una hoja semanal de plan de trabajo, que ha sido
propuesta por los estudiantes como resultado de la reflexión del grupo en aquel momento.
El alumnado debe utilizar el plan durante toda la semana para orientarse respecto a los
trabajos que se van a realizar. Era frecuente, en las primeras semanas de clase, oír a Marina
preguntar a los alumnos y alumnas: “¿qué vamos a trabajar hoy?. Tienen la programación
semanal para mirar. Es necesario acostumbrarse a mirarla”. Poco a poco los estudiantes
toman conciencia del “sentido” del “plan” en el trabajo escolar y lo van incorporando. En
entrevistas realizadas con grupos de estudiantes, al final del curso, prácticamente todos los
grupos hicieron referencia a la importancia que ha tenido para ellos el plan de trabajo. Es lo
que expresan, por ejemplo:
Isabel:- A mi también me gustó mucho la manera de organizar con la programación
semanal.
(1) El plan de trabajo contempla todas las actividades que serán realizadas en las diferentes asignaturas,
proyectos de trabajo, talleres, tutorías y otras actividades.
62
Arturo:- Es un programa muy completo y que explica claramente lo que se ha de hacer día
a día durante la semana.
El primer día de cada semana, en general los lunes, la maestra y los estudiantes, como
primera actividad del día, analizan el plan de la semana anterior, el trabajo realizado,
haciendo un balance de los que han hecho y, si hay cosas que no se han hecho, por qué no
se han cumplido: problemas de tiempo, estaba mal planificado o desorganizado, hay cosas
por incorporar, etcétera. Apuntan todos los cambios ocurridos durante la semana, incluso
actividades realizadas y que no habían sido previstas. También toman nota de las
actividades realizadas en las asignaturas de otros maestros y maestras de quinto (inglés,
catalán, música y educación física). Compete a la alumna o al alumno encargado de la clase
(2)
, durante aquellas semana, coordinar este trabajo. Terminada esta tarea, la maestra y los
estudiantes empiezan a hacer la programación de la semana presente.
Es importante resaltar el cambio que ha representado para el alumnado el hecho de
participar en la toma de decisiones relativas al trabajo escolar por realizar; como se puede
constatar en el relato de algunos estudiantes:
Luis:- Antes todo nos lo daban ya casi hecho, como por ejemplo (nombra a un docente)
decía: hoy trabajaremos esto. Sin embargo, este año teníamos que decir lo que
trabajaríamos.
Montse:- Pues para mí, 5° es un curso también diferente porque de 4° a 5° hay un cambio
muy grande. En 4°, en 3° y en otros cursos nos lo dan todo hecho, o sea, no planificábamos;
por ejemplo, matemáticas, nos daban lo que teníamos que hacer en una hoja y aquí, con
Marina, pues debemos de pensar en nosotros.
Pedro:- Me ha sorprendido mucho que Marina nos hiciera participar en el plan...
A continuación presento el resumen de una de las asambleas de clase, donde se realiza el
plan semanal núm. 18, del 27 al 31/01/1992. Corresponde al alumno Paco, encargado de
clase de la semana, coordinar la asamblea. Todos los estudiantes tienen sobre la mesa dos
formularios: uno del plan de la semana anterior y uno en blanco para llenar con las
actividades previstas para la semana vigente.
(2) En el inicio de cada semana, Marina indica a una alumna o a un alumno que sea “la encargada o
el encargado de la clase”, durante, aquella semana, para lo cual sigue el orden de la lista de
estudiantes.
63
Marina pregunta si están todos preparados y Paco empieza a leer el plan de la semana
anterior (núm. 17, del 20 al 24/01/1992). Los estudiantes van completando sus apuntes a
medida que Paco lee, de forma pausada:
Proyecto de trabajo: “La radio: índice colectivo sobre el punto de partida. Emisor: distintos
componentes”. Varios estudiantes se refieren a los nombre de estos componentes: “estudio,
programación, locutor y micrófono”. Un alumno se acuerda de una actividad que ha sido
realizada y no registrada: “Planificación de los experimentos sobre las ondas sonoras”.
Paco continúa leyendo; “Castellano:: normas ortográficas”: Pide que apunten:”Uso de y e
i”.
(3)
Matemáticas: cálculo núm. 17. Tema 3: Números decimales: operaciones
( multiplicación y división)”.
Tutoría: (4) decidir el campamento en función de los presupuestos.
Cine: película, Danny, campeón del mundo. Un alumno pide incluir:”encuadre” (tema de
cine que habían estudiado aquella semana).
Taller: en este momento cada alumno representante de mesa refiere la actividad que ha sido
realizada por su grupo.
Informática: Marina interrumpe y habla sobre el ordenador que quedará en el aula. Habla
también del programa nuevo (logo) que aprenderán a utilizar y de los nuevos ordenadores
que funcionan con ratón y no con teclas.
Paco retoma la coordinación y lee las actividades realizadas en: catalán, inglés, música y
educación física. A continuación, menciona algunas dificultades respecto a un trabajo de
cine realizado durante aquella semana. Marina propone que, en la próxima sesión de cine,
se hable primero de la película y después de la ficha, una vez que la experiencia de esa
semana ha sido un poco confusa. En seguida, pregunta si los estudiantes están de acuerdo.
(3) En la programación semanal, Marina incluye, todas las semanas, cuatro operaciones (divisiones
o multiplicaciones) que deben ser entregadas los viernes.
(4) En la organización del tiempo escolar, el centro prevé un periodo de reflexión sobre el
aprendizaje colectivo e individual a través de la tutoría colectiva es, además, un espacio para
discutir todo lo que pasa en el aula y la tutoría individual facilita un seguimiento de cada alumno y
alumna tanto respecto a su proceso de aprendizaje como a su relación con los demás. Todas estas
actividades están recogidas en el PEC. Trataré el tema de la tutoría individual en el capítulo 6 ( de la
obra original).
64
A continuación, Marina indica quién será el nuevo encargado de la clase (Miguel) y
propone al grupo iniciar la programación de la semana.
Respecto al proyecto de trabajo, Marina pide a Miguel que mire en el índice colectivo cuál
es el próximo tema. Miguel lee: “ La radio: distintos componentes del receptor”.
Marina pregunta quién se encargará de preparar el mural. Tres alumnos se
presentan. Pide también que cuatro grupos preparen el material de
experimentación para el jueves y tres para el viernes. Recuerda que para la semana
que viene habrá una prueba final del proyecto: “Lo digo para ir preparándola.
Tienen algunos puntos de la evaluación inicial para aclararlos”. Pide que apunten:
“comprobación de la evaluación inicial”. Dice que en la prueba habrá preguntas
sobre la evaluación inicial como siempre y que la semana que viene dejará un
tiempo para preparársela. “Si tienen tiempo, piensen el nuevo proyecto y la
presentación del dossier”.
Respecto a la lengua castellana, Marina menciona la continuación de las normas
ortográficas; y e i. Se refiere también a la lectura del capítulo I del libro Asesinato en el
Canadian Express.
En relación con las matemáticas, marina pide que apunten el cálculo núm. 18 y el ítem del
tema 3: “Multiplicación y división de decimales”.
En cuanto a la tutoría, prosiguen la discusión del cambio de lugar y la tercera parte del
campamento.
Para el taller proponen: procedimiento libre.
En los dos primeros meses de clase, a partir de situaciones en que muchos alumnos y
alumnas se olvidaban de realizar actividades previstas, la propuesta de la maestra y de los
estudiantes, a partir de discusiones conjuntas, fue utilizar una agenda. Era un recurso más
para ayudarlos a organizarse. En sus clases, muchísimas veces, marina enfatiza la
importancia de organizar el tiempo.
En entrevistas que realicé con grupos de alumnos y alumnas, al final del curso,
prácticamente todos los grupos mencionaron el aspecto organizativo:
Montse:- Me ha impresionado la organización que hemos aprendido.
Isabel:- Nosotros hemos aprendido a organizarnos mejor con la agenda.
65
Concha hace referencia a la organización de la propia maestra:- Cómo se organiza ella
misma, ¿no? Cómo, por ejemplo, todos los lunes, cuando hacemos la tutoría o
planificación, la organización de toda la semana, pues, no sé, ella tiene ya grabadas en la
cabeza todas las cosas, todo lo que tenemos que hacer.
Aunque Marina valore el plan como un instrumento de trabajo, manifiesta gran flexibilidad
en su utilización, buscando adecuar las actividades al ritmo de trabajo y a las necesidades e
intereses del alumnado. Marina atiende, por lo tanto, mucho más a la dinámica de grupo –
clase que a la necesidad de cumplir las tareas predeterminadas en el plan. Así, puede ocurrir
que un día interrumpa la clase para mandar al alumnado durante algunos minutos al patio,
como presencié en ciertas ocasiones. Creo que este tipo de intervención se vuelve posible a
la estructura espacial del centro que, reuniendo sólo 5° y 6° en un mismo edificio, permite
un manejo más flexible del tiempo y del espacio. Otras veces, pude observar que Marina
cambia de actividad cuando percibe en los estudiantes poco interés o cuando están
cansados, como ocurrió en una clase que resumo a continuación:
Se trata de una clase de proyecto de trabajo en que están decidiendo una ruta del “Viaje a
Galicia”. Marina lleva con dificultad la clase. Los estudiantes se muestran distraídos y sin
interés. Marina se sienta en una de las mesas junto a ellos y pregunta a Montse: “¿qué
lectura haces de esta situación?”: La niña contesta: “ estamos cansados”. Marina pregunta:
“¿qué podemos hacer?”, y propone: “descansar, cambiar de tema, dejar esta decisión para
otro día, buscar una actividad que no requiera tanto esfuerzo. En seguida pregunta a la
alumna encargada lo que propone: Ella contesta: “cambiar de tema”. Marina pregunta si
están interesados en el tema que está en el pizarrón: “Criterios para los bungalós en el
campamento” y pide a Montse que consulte a los compañeros. Todos se manifiestan
favorables a la propuesta.
En general, lo que observé en sus clases fue el predominio de un ritmo más relajado e
irregular, que contrasta fuertemente con el tiempo uniforme y disciplinado que los horarios
escolares, generalmente, imponen, y que Jackson (1991, p. 56) describe en el siguiente
párrafo.
El sometimiento a un horario exige, a menudo, que las actividades comiencen antes
de haberse suscitado un interés y terminen antes de que ese interés desaparezca. Así,
se impone a los alumnos y alumnas que cierren su libro de aritmética y saquen el
66
cuaderno de ortografía. Aunque deseen proseguir con la aritmética y olvidarse de la
ortografía. En las clases se suele interrumpir el trabajo antes de que haya concluido.
Y quedan sin respuesta las preguntas cuando suena el timbre.
La maestra dedica mucho más tiempo a hablar colectivamente, para decidir lo que
se va a trabajar, que para desarrollar contenidos conceptuales. Destina, a veces,
sesiones largas a trabajar actitudes y justifica: “no me importa dedicar este tiempo.
Después lo recupero”.
(5)
Operando en un marco policrónico (Hargreaves,1992), a veces me sorprendió
verla coordinar varias acciones a la vez o manejar diversas actividades en un corto
lapso, sin romper su significado, y dar siempre a los estudiantes el tiempo que
necesitan, sin preocuparse por los programas, como relata un alumno en una
entrevista:
Miguel:- Nos hace aprender bien; o sea, no sólo nos dice lo que tenemos que
aprender y ya está, sino que lo dice, nos hace razonar, nos hace pensar y no nos dice
nada hasta que nos va dando pistas, hasta que lo encontramos.
En general, en sus clases, en lugar de una organización rígida del tiempo y
preocupación por el estricto cumplimiento del horario escolar, predomina una
planificación flexible que privilegia el ritmo de la actividad, que toma en cuenta la
diversidad de los estudiantes y que busca una participación activa de ellos en el
proceso de planificación.
(5) Las personas que operan en un marco policrónico realizan varias acciones a la vez, se
preocupan por completar las transacciones, tienen alta sensibilidad hacia el contexto,
ejercen un control sobre la definición y evaluación de las tareas, se preocupan más con las
personas y sus relaciones ( Hargreaves, 1992,pp. 39-40).
67
Tema: Principios normativos
Propósito: Analizar las disposiciones legales sobre evaluación
Tiempo: 60 ´
Forma de trabajo: Equipos
Durante la lectura:
Realicen una lectura guiada para encontrar: Propósitos; repercusiones en el
proceso educativo; Aspectos a evaluar; Tipos de evaluaciones ; Momentos
para realizar las evaluaciones.
Después de leer:
Organicen la información de acuerdo a los aspectos analizados y presenten en
plenaria el análisis realizado.
68
Ley General de Educación
CAPÍTULO IV
DEL PROCESO EDUCATIVO
Sección 2
De los planes y programas de estudio
ARTÍCULO 47. Los contenidos de la educación serán definidos en planes y programas de
estudio.
En los planes de estudio deberán establecerse:
IV. Los criterios y procedimientos de evaluación y acreditación para verificar que el
educando cumple los propósitos de cada nivel educativo.
En los programas de estudio deberán establecerse los propósitos específicos del aprendizaje
de las asignaturas u otras unidades de aprendizaje dentro de un plan de estudios, así como
los criterios y procedimientos para evaluar y acreditar su cumplimiento. Podrán incluir
sugerencias sobre métodos y actividades para alcanzar dichos propósitos.
ARTÍCULO 50. La evaluación de los educandos comprenderá la medición en lo individual
de los conocimientos, las habilidades, las destrezas y, en general, del logro de los
propósitos establecidos en los planes y programas de estudio.
Las instituciones deberán informar periódicamente a los educandos y, en su caso, a los
padres de familia o tutores, los resultados y calificaciones de los exámenes parciales y
finales, así como, de haberlas, aquellas observaciones sobre el desempeño académico de los
propios educandos que permitan lograr mejores aprovechamientos.
Acuerdo No. 200 sobre Evaluación del Aprendizaje
CONSIDERANDO.
Que de conformidad con la Ley General de Educación , la evaluación de los educandos
comprenderá la medición en lo individual de los conocimientos, las habilidades, las
destrezas y, en general, del logro de los propósitos establecidos en los planes y programas
de estudio.
Que en este contexto, una evaluación permanente y sistemática posibilita la adecuación de
los procedimientos educativos, aporta más y mejores elementos para decidir la promoción
69
de los educandos coadyuva al diseño y actualización de planes y programas y, en general,
conduce a una mejor planeación en el sistema educativo nacional, y;
Que la evaluación permitirá al docente orientar a los alumnos durante su proceso de
aprendizaje y además, asignar calificaciones parciales y finales conforme a su
aprovechamiento, en relación con los propósitos de los programas de estudio, he tenido a
bien dictar el siguiente:
ACUERDO NUMERO 200 POR EL QUE SE ESTABLECEN NORMAS DE
EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE EN EDUCACIÓN PRIMARIA, SECUNDARIA Y
NORMAL.
Artículo 1°.- Es obligación de los establecimientos públicos federal, estatales y
municipales así como de los particulares con autorización, que imparten educación
primaria, secundaria y normal, en todas sus modalidades, evaluar el aprendizaje de los
educandos, entendiendo este como la adquisición de conocimientos y el desarrollo de
habilidades, así como la formación de actitudes, hábitos y valores señalados en los
programas vigentes.
Artículo 2°.- La evaluación del aprendizaje se realizará a lo largo del proceso educativo
con procedimientos pedagógicos adecuados.
Artículo 6°.- El educando aprobará una asignatura cuando obtenga un promedio mínimo de
6.
Artículo 7°.- Las calificaciones parciales se asignarán en cinco momentos del año lectivo;
al final de los meses de octubre, diciembre, febrero, abril y en la última quincena del año
escolar.
El conocimiento de las calificaciones parciales por parte de los padres de familia, no limita
el derecho de estos a inconformarse sobre el aprovechamiento escolar de sus hijos en el
momento que lo deseen.
Artículo 8°.- La calificación final de cada asignatura, será el promedio de las calificaciones
parciales.
Artículo 9°.- Las actividades de desarrollo; Educación Física, Educación Artística y
Educación Tecnológica se calificarán numéricamente, considerando la regularidad en la
asistencia, el interés y la disposición para el trabajo individual, de grupo y de relación con
la comunidad mostradas por el alumno.
70
Artículo 10°.- Los directivos de las instituciones comunicarán las calificaciones parciales a
los educandos y a los padres de familia o tutores y promoverán la comunicación
permanente entre estos y los docentes, para atender las necesidades que la evaluación del
proceso educativo determine.
Artículo 11°.- La promoción de grado, acreditación de estudios y regularización de los
educandos se realizará conforme a las disposiciones que en ejercicio de sus facultades
emita la Secretaría de Educación Pública.
TRANSITORIOS.
PRIMERO.- El presente acuerdo entrará en vigor al día siguiente de su publicación y será
aplicable a partir del ciclo escolar 1994 – 1995.
SEGUNDO.- Se deroga el Acuerdo 165 y las demás disposiciones administrativas
emanadas de la Secretaría de Educación Pública que se oponga a lo dispuesto en este
instrumento.
Ley de Educación del Estado de Aguascalientes
TÍTULO TERCERO
DE LA DIRECCIÓN Y OPERACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO
CAPÍTULO II
DEL PROCESO EDUCATIVO
Artículo 67. El maestro es el responsable inmediato de la operación y conducción del
proceso educativo para lograr los fines de la educación, por lo que deberá:
I. Planear el desarrollo de sus clases acorde con los objetivos de los planes y
programas de estudio vigentes;
IV. Realizar la evaluación formativa y sumativa del aprovechamiento escolar de
sus alumnos;
Artículo 76. La evaluación de los educandos tendrá por objeto conocer en forma
individual o de grupo el logro de los propósitos establecidos en los planes y programas de
estudio, por lo que los docentes para efectos de acreditación y certificación incluirán
evaluaciones formativas y sumativas en las que aplicarán procedimientos e instrumentos
para una valoración objetiva, continua y sistemática que permita la retroalimentación del
proceso educativo.
71
Deberá informarse oportunamente a los educandos y, en su caso, a sus padres o tutores, los
resultados de las evaluaciones parciales y finales, con las observaciones que procedan para
que los educandos puedan lograr un mejor aprovechamiento.
Durante la lectura:
Realicen una Audición de lectura y comparen sus respuestas con la
información.
Después de leer:
72
Principios de la evaluación que se desprenden de la normativa
Coexistencia de los diferentes tipos de evaluación
La toma de contacto con las directrices que regulan el proceso evaluador en la educación
primaria debe ir seguida de un trabajo de análisis y síntesis que nos permita asimilar los
principios que en dichas normas subyacen. Así, podemos destacar que en las disposiciones
legales recogidas en el punto anterior se contempla, de manera explícita, que la evaluación
debe poseer un carácter global, continuo y formativo. De manera implícita, las referencias
a estos principios incluyen otros no menos característicos, como su carácter sistemático y
flexible. Pasamos a abordar, más a fondo, cada uno de estos aspectos.
73
Evaluación global
Se refiere a la necesidad de contemplar el conjunto de capacidades establecidas en la etapa
y los criterios de evaluación de las diferentes áreas. El carácter global de la evaluación se
extiende, asimismo, a la necesidad de abarcar la totalidad de los aspectos vinculados al
fenómeno educativo: los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
Evaluación criterial
Se relaciona con el hecho de que las prácticas evaluadoras deben llevarse a cabo teniendo
en cuenta los objetivos educativos y los criterios de evaluación establecidos en el
currículum. Estos objetivos y criterios, adecuados a las características propias del alumnado
y al contexto sociocultural del centro, serán el punto de referencia permanente de la
evaluación.
Tal y como hemos apuntado, la normativa sobre evaluación contiene unos principios
implícitos que se relacionan con el hecho de que la evaluación ha de poseer, también, un
carácter sistemático y flexible.
Evaluación sistemática
La complejidad de un proceso marcado por un carácter global, continuo y formativo
conduce, de manera ineludible, a la toma de conciencia de que este proceso debe
configurarse de acuerdo con un plan previamente trazado que deberá ser llevado a cabo de
manera organizada. Esta sistematicidad debe incluir, asimismo, la apertura y receptividad
a los cambios que las circunstancias propias del desarrollo de la acción educadora puedan
plantear.
Evaluación flexible
Este principio, de gran trascendencia y valor, nos conduce –dentro del respeto a los
principios anteriores y al marco normativo que establece unos niveles de homogeneidad
imprescindibles en todo sistema educativo, y siempre en función de los objetivos trazados,
de las características de la situación escolar, de los alumnos y del criterio del equipo
74
docente y de cada profesor- a la posibilidad de utilizar en el procesos evaluador diversidad
de técnicas y diferentes instrumentos para registrar los datos obtenidos.
Durante la lectura:
Realicen una lectura compartida para obtener las ideas centrales del apartado
que les correspondió al equipo.
Después de leer:
Realicen una comprensión específica del fragmento analizado. Para que
puedan exponer las ideas principales ante el grupo y aporten en plenaria los
aspectos de la evaluación que limitan o favorecen el avance se los alumnos.
75
La Evaluación. Funciones pedagógicas
76
cultura que los que vayan a ser evaluados. La confusión llega a un punto en el que los
profesores no sabemos bien si evaluamos porque queremos comprobar lo enseñado o
enseñamos porque tendremos que evaluar. Para los alumnos la situación es evidente: tiene
claro que la evaluación no es diagnóstico de lo aprendido sino razón para estudiar. La
cultura o el conocimiento proporcionado por los profesores, o el que se adquiere por otros
medios, queda contaminado al ser valorado en la institución escolar. Algo que no ocurre
generalmente fuera de este medio. Leer, ampliar conocimientos, observar una ilustración o
una película, etc. Tiene distinto valor según se realicen o no en la institución escolar.
2) Diagnóstico
La evaluación justifica su utilidad pedagógica cuando se utiliza como recurso para conocer
el progreso de los alumnos y el funcionamiento de los procesos de aprendizaje con el fin de
intervenir en su mejora. Este poder diagnóstico se puede utilizar en varios sentidos:
a) Conocimiento del estudiante para detectar el punto del que parte y establecer necesidades
de aprendizaje previas. Es la evaluación inicial al comienzo de una unidad de enseñanza o
de un curso. Esta práctica es muy importante en unidades didácticas o materias con alto
grado de estructuración de sus contenidos, donde es necesario el dominio de aprendizajes
previos para pasar a los siguientes, como las matemáticas o los idiomas, por ejemplo.
Ha aparecido la distinción entre evaluación sumativa y formativa, que son dos acepciones
clave para entender el sentido pedagógico de la evaluación. Estos conceptos se deben a
Scriven ( 1967). Aunque surgen en la discusión metodológica sobre la evaluación de
77
curricula, se han trasladado a la evaluación de alumnos porque tienen, como decía este
autor, poder explicativo por sí mismos.
78
proceso” de aprendizaje y su eficacia, aprovechando estos datos con fines formativos en
otros momentos. Son las llamadas pruebas formativas que pueden localizar los errores y las
dificultades de los alumnos en unidades de aprendizaje. Pruebas que puede elaborar cada
profesor o el equipo que desarrolla una unidad concreta del curriculum. El carácter
formativo de la evaluación está más en la intención con la que se realiza y en uso de la
información que se obtiene, que en las técnicas concretas.
En coherencia con esto, la evaluación realizada con carácter sumativo adopta una
periodicidad intermitente o dilatada en periodos largos de tiempo y suele realizarse por
medio de pruebas de muy diverso tipo. Si se quisiera realizarla de forma continua
entraríamos en una dinámica de aplicación constante de pruebas y calificación de alumnos.
79
La función diagnóstica de la evaluación permite la adaptación de la enseñanza a las
condiciones del alumno y a su ritmo de progreso, así como el tratamiento de dificultades
particulares. Es decir, es un recurso de individualización de los métodos pedagógicos cuyas
posibilidades dependen del tipo de evaluación. Cuanta más información utilizable por el
profesor ofrezca un procedimiento, tanto mayor utilidad tendrá para adaptar la enseñanza.
La atención particularizada al alumno sólo es posible si la evaluación es formativa, si bien
disponer de evaluaciones sumativas que diagnostiquen la posesión o no de determinados
conocimientos permite también la adaptación de los curricula, o partes de los mismos
grupos de alumnos, con distinto nivel.
La evaluación del aprendizaje tiene efectos sobre el proceso de seguir aprendiendo. Aunque
buena parte de la investigación realizada sobre estos efectos de la evaluación se ha centrado
en la aplicación de test, con cierta probabilidad esos resultados pueden extrapolarse a otras
prácticas de evaluación en las aulas ( Crooks, 1988, pág. 439 ). Este autor, en una revisión
panorámica de la investigación, destaca que la evaluación afecta al alumno a corto, medio y
largo plazo de diferente forma. Generalmente, se tratan más los pretendidos efectos
considerados como positivos, que los negativos.
Cuando la evaluación abarca una lección o tópico concreto ( corto plazo ), se dice que tiene
sobre el estudiante el efecto de reactivar o consolidar su recuerdo; centrar su atención sobre
aspectos importantes del contenido; estimular estrategias de aprendizaje ; proporcionarles
oportunidades de consolidarlo, ofrecerle información sobre el mismo, ayudarle a conocer su
progreso a efectos de mejorar su autoconcepto y guiar la elección de actividades de
aprendizaje para incrementar el dominio de lo aprendido.
A más largo plazo, cuando los alumnos están sometidos a pautas constantes de evaluación,
se pueden resaltar los efectos de: estimular la habilidad de retener y aplicar, en contextos y
formas diversas, el material aprendido, incidir en la motivación de continuar estudiando la
materia a que se refiera, y en la autopercepción como estudiantes. Cuando se practica la
evaluación reiteradamente y de forma generalizada crea estilos de aprender y hasta modela
la mentalidad de los pueblos: la exhibición del conocimiento asimilado como equivalente a
posesión de cultura ( Bourdieu, 1983 ). “Es la cultura exhibición del concurso”.
5) Función orientadora
80
que, tanto él, como los profesores o los padres, tomen decisiones apropiadas a la elección
de tipos de estudios, de materias optativas, etc. Esta guía orientadora puede realizarse a
partir de evaluaciones que abarquen periodos largos y al pasar de unos estudios a otros,
pero es importante también comprenderla como la ayuda tutorial continuada para la
resolución de dificultades, creación de hábitos de trabajo adecuados, elección de tareas de
desarrollo para los más adelantados, etc. Recordemos que una de las posibilidades de los
perfiles era permitir una información más exhaustiva que las calificaciones escolares, para
servir de apoyo a la orientación.
6) Base de pronósticos
Los datos que conocemos sobre las personas, o sobre alguno de sus rasgos son una guia
para las percepciones que elaboramos sobre ellas, de la conducta que desarrollaremos y de
los que esperamos de ellas. El conocimiento interpersonal nos sirve como apoyo para
esperar de nuestros semejantes un cierto comportamiento, previsible, de algún modo. En
ese sentido, dicho conocimiento sirve para predecir. Una vez elaborada una imagen sobre
alguien, cualquier nueva información tiene distinto valor, según confirme o enmiende la
idea previa.
Los resultados de las evaluaciones, lo que cada docente obtiene o lo que él conoce por otros
profesores, son referentes para crear imágenes de los alumnos en el medio escolar y en el
exterior; sobre su valía académica o su “excelencia”. Esas informaciones generan
expectativas en profesores, padres y alumnos, que condicionan la valoración de datos
posteriores que nos den u obtengamos sobre los estudiantes.
Una buena calificación en un alumno ayuda a seguir esperando de él otras del mismo tono.
Si ya tenemos una imagen positiva, esperemos otras buenas calificaciones y las
admitiremos como coherentes con el conocimiento previo sobre su competencia. En cambio
un buen resultado en un alumno que haya venido mostrando un bajo rendimiento nos puede
hacer dudar debido a su carácter fortuito, pensar que que alguien le ha ayudado, que ha
copiado en la realización de la prueba, o cosas por el estilo. En el primer caso la nueva
información se acepta rápidamente porque es coherente con la expectativa que nos
proporciona el conocimiento anterior y por ello es más creíble; en el segundo caso es
contradictoria con la expectativa y nos puede hacer dudar.
81
La fe en esta profecía va más allá del tiempo de la escolaridad. Si se utiliza el expediente
académico como criterio de selección para otros estudios superiores o para puestos
laborales es porque de alguna forma se confía en su capacidad predictora de la actuación
futura del ciudadano. A partir del nivel detectado, se prevé si tendrá capacidad para
desarrollar una determinada materia o tipo de estudios, si conseguirá éxito social o no.
La evaluación es el cedazo que define los posibles significados que los contenidos
pudieran tener para los alumnos; por eso los consideramos como una práctica mediadora en
el desarrollo curricular en las aulas, a través de ella expresándose los valores e intereses
intelectuales dominantes de quienes determinan el contenido exigido y corrigen los trabajos
del alumno ( Gimeno, 1988, p. 373 y ss. ).
El contenido más probable de ser evaluado es el que puede serlo más fácilmente. Se acaba
así considerando, de forma tácita, más importante lo que se evalúa con más facilidad. Si el
alumno no es indiferente a los resultados de la evaluación, lujo que puede permitirse, salvo
82
que se automargine de los capitales culturales que legitima la escuela, aprenderá a dedicar
preferencia a unos determinados contenidos y a unas formas de aprender sobre otros, y a
dar cuenta de lo asimilado de acuerdo con la exigencia de la evaluación. La información
aislada se olvidará, seguramente, pero quedarán las estrategias, los hábitos y las actitudes
que se han generado.
Los mismos docentes son afectados profesionalmente por las prácticas de evaluación
dominantes y el tipo de conocimiento y de aprendizaje que potencian. Al ser una práctica
institucionalizada que desborda la voluntad de hacerla o no, actúa de elemento conformador
de la profesionalidad docente.
83
Tema: Tipos de evaluaciones
Propósito: Sistematizar, diferenciar y relacionar los distintos tipos y
alternativas de la evaluación.
Tiempo: 60 ´
Forma de trabajo: Plenaria
Al leer:
Realicen una audición de lectura para encontrar las diferencias de cada tipo de
evaluación.
Después de leer:
Realicen una relación de los tipos de evaluación con su forma individual de
aplicarlos en su trabajo docente.
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Coexistencia de los diferentes tipos de evaluación
El hecho de que la normativa oficial sobre evaluación haya destacado algunos principios
orientadores del proceso , ha generado un estado de confusión y polémica en torno a la
posible contradicción o exclusión de otros tipos de evaluación. Así, para algunos, el
establecimiento de un principio de evaluación continua excluye un tipo de evaluación
sumativa. También se puede pensar que la evaluación criterial supone dejar a un lado la
evaluación normativa. Nuestra perspectiva es diferente. Consideramos que el subrayar
como principio rector de la evaluación su carácter continuo, global, formativo y criterial no
se contrapone, en modo alguno, al hecho de que puedan considerarse otras funciones
alternativas de evaluación que contribuya formalmente a la consecución del propósito que
anima las tareas: obtener la información más objetiva posible que permita contribuir a la
mejora de la acción educadora.
Para fundamentar esta posición consideramos necesario sistematizar, diferenciar y
relacionar los distintos tipos y alternativas de la evaluación. Ello facilitará una visión más
clara de todos los problemas a los que hemos hecho alusión. Comenzamos haciendo uso del
marco que establece María Antonia Casanova (1993,p.41) y después continuaremos las
tareas de diferenciación y relación a las que hemos hecho referencia.
Tipos de evaluación
Por la finalidad Formativa
Sumativa
Por la extensión Global
Parcial
Por los agentes evaluadores Autoevaluación
Interna Heteroevaluación
Coevaluación
Externa
85
Los tipos de evaluación según su finalidad
86
La evaluación global se orienta a abarcar las distintas dimensiones del desarrollo personal
del alumno, el conjunto de capacidades establecidas en el programa, los criterios de
evaluación de las diferentes áreas y el seguimiento tanto de los procesos de aprendizaje del
alumno como de los de enseñanza.
La evaluación parcial pretende el estudio de determinados componentes o dimensiones de
la totalidad ( rendimiento en un aspecto concreto de la personalidad, de un elemento del
currículo en particular, etcétera).
Naturalmente, el hecho de que, en un momento determinado, la atención se centre en un
factor específico de la evaluación del alumno o del programa, no quiere decir que deba
perderse la atención sobre el conjunto. Muy al contrario, un bien orientado análisis de los
factores contribuye a una síntesis significativa.
La evaluación interna es llevada a cabo por los propios integrantes del proceso de
enseñanza – aprendizaje, de un programa, de un centro, etcétera. En su realización presenta
diversas alternativas:
a) Autoevaluación. Coinciden los papeles del evaluador y del evaluado en la misma
persona ( el profesor evalúa su propio programa, el alumno su evolución, su interés,
etcétera).
b) Heteroevaluación. Un persona o un grupo enjuicia el trabajo de otro u otros (el
profesor evalúa al alumno, el alumno al profesor, los padres al profesor, un profesor
a otro, etcétera).
c) Coevaluación. Es aquella en la que unos sujetos o grupos se evalúan mutuamente e
intercambian su papel alternativamente ( alumnos y profesores, grupos de alumnos
entre sí, padres y profesores, profesores miembros del mismo equipo, etcétera).
Asimismo, se produce una coevaluación cuando, por ejemplo, el alumno y el
profesor, conjuntamente, evalúa el aprendizaje del alumno.
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En la evaluación externa, agentes no participantes de forma directa en el proceso,
programa o centro evalúan su funcionamiento ( inspección, medios de comunicación,
agentes sociales, etcétera).
Como ocurriera en los casos anteriores, las dos formas pueden complementar su
aportación en algunos momentos. Naturalmente, los implicados de forma directa en el
programa poseen la información más directa y continua. No obstante, una perspectiva
desde otro ángulo puede aportar riqueza y objetividad a las valoraciones.
88
Los tipos de evaluación según el criterio de comparación
89
Tema: Objetivos de la evaluación
Propósito: Identificar los objetivos que pretende la evaluación
Tiempo: 20 ´
Forma de trabajo: Plenaria
Al leer:
Realicen una lectura guiada y contrasten la información con la respuesta a la
pregunta anterior.
Después de leer:
Relacionen el contenido del texto con los principios normativos, las funciones
de la evaluación y los tipos de evaluación con la información analizada
anteriormente.
90
OBJETIVOS DE LA EVALUACION
De acuerdo con lo expuesto hasta ahora, los objetivos que permite perseguir la aplicación
de un modelo evaluador cualitativo, formativo y continuo, adaptado convenientemente a los
procesos de enseñanza y aprendizaje, no se limitan ya a comprobar lo aprendido por el
alumnado cada ciento tiempo, sino que amplían sus expectativas y posibilidades y cubren
un campo más extenso, más completo, pues la evaluación se incorpora, desde el principio,
al camino del aprender y enseñar, y ofrece, en consecuencia, mayores aportaciones y
apoyos al conjunto del proceso que transcurre.
En concreto, los objetivos que pretende la evaluación , considerando el concepto adoptado
para la misma y las diferentes perspectivas comentadas en su tipología, serán:
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9. Seleccionar los recursos didácticos y programas específicos para el centro.
Antes de leer:
Al leer:
Después de leer:
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Tema: La evaluación en Ciencias Naturales
Propósito: Reconozcan los recursos e instrumentos de evaluación de Ciencias
Naturales.
Tiempo: 30 ´
Forma de trabajo: Equipos
Antes de leer:
Al leer :
Después de leer:
Revisen su planeación y contesten:
93
BIBLIOGRAFÍA
ANUIES. “ Planeación” en Manual de didáctica general, curso introductorio. UNAM, 2ª
ed., México, 1979.
Candela M., María Antonia. “Como se aprende y se puede enseñar ciencias naturales” en
Cero en Conducta, México, D.F., 1997, núm. 20, pp.13-17.
Gimeno Sacristán, José y Angel J., Pérez Gómez. “ La evaluación funciones pedagógicas”
en Comprender y Transformar la Enseñanza. Morata, Madrid, 1993.
Jiménez Méndez, Martina de Jesús. “Proyecto: Asalto a las tierras” en Módulo. El maestro
de actividades culturales y la práctica docente. CONACULTA / SEP, 2ª ed., México,
1992.
94
Salgueiro, Ana María. “ El plan de trabajo: el qué, el cómo y el por qué “ en Saber docente
y práctica cotidiana. Un estudio etnográfico. Octaedro, Barcelona, 1998.
S.E.P. Acuerdo Número 200 sobre Evaluación del Aprendizaje. México, 1994.
95
ANEXOS
FORMAS DE PLANEACIÓN DEL TRABAJO DOCENTE
Identifique su forma de planear para argumentar sus acuerdos y desacuerdos con las
situaciones descritas y comenten sobre los siguiente:
¿Cuáles son las ventajas y limitantes de cada una de estas formas de planeación en el
logro de los propósitos educativos?
¿De qué manera estas opciones de trabajo responden a las necesidades o características
de los alumnos?
¿ Cuál es el papel del maestro respecto a la planeación, en cada una de las situaciones
descritas?
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TIPOS DE PLANEACIÓN DIDÁCTICA
De mes, bloque o
unidad
Semanal
97
Lección
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INSTRUMENTO PARA AUTOEVALUAR PARTICIPACIÓN ( Individual)
Instrucciones: Indique el valor en puntos en la sesión que corresponda por cada uno de los
aspectos a evaluar.
99
Bueno: 0.5 puntos Regular: 0.25 puntos Malo: 0 puntos
Rasgos Primera Segunda Tercera Cuarta Quinta
sesión Sesión Sesión Sesión sesión
Mi desempeño durante el
desarrollo de la sesión de hoy
fue..
El cumplimiento del trabajo
individual solicitado fue de un
nivel ...
Mis participaciones en el trabajo
en equipo fueron de un nivel...
Mis participaciones en el trabajo
en el grupo fueron de un nivel...
Instrucciones: Indique el valor en puntos en la sesión que corresponda por cada uno de los
aspectos a evaluar.
Bueno: 0.5 puntos Regular: 0.25 puntos Malo: 0 puntos
100
Rasgos Primera Segunda Tercera Cuarta Quinta
sesión Sesión Sesión sesión Sesión
Sus aportaciones al trabajo en
equipo
En las discusiones de equipo
prestó atención a los demás
Dialogó en función de los
objetivos a lograr en el equipo
Su responsabilidad en el trabajo
de equipo
INSTRUMENTO DE AUTOEVALUACIÓN
(Individual)
101
Mi responsabilidad
en el trabajo del
curso
Apliqué lo aprendido
Relacioné mis
conocimientos
anteriores con los
conocimientos a
aprender.
Mi participación en
las actividades del
curso
102