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ACCION DE AMPARO
Definicion
El amparo constitucional es la garantía o medio a través del cual se protegen los derechos
fundamentales que la Constitución reconoce a las personas. Esta acción está destinada a
restablecer a través de un procedimiento breve los derechos lesionados o amenazados de
violación, siendo un instrumento para garantizar el pacífico disfrute de los derechos y
garantías inherentes a la persona, operando la misma según su carácter de extraordinario,
sólo cuando se dan las condiciones previamente expuestas y aceptadas como necesarias
de la institución de amparo de conformidad con la ley que rige la materia.
Reseña Historica
Sin embargo podemos señalar que los antecedentes del amparo constitucional en
Venezuela datan en principio de 1947. En la Constitución Nacional aprobada por la
Asamblea Nacional Constituyente el cinco de Julio de ese año solo se desglosan de
manera, diríamos efímera, los llamados deberes y derechos individuales y sociales , tal y
como lo disponían los artículos 20 al 28 del mencionado texto.
Naturaleza jurídica
Es un derecho constitucional, lo que implica que toda persona puede ser amparada ante
la violación de cualquier derecho que este consagrado en la Carta Magna incluso cuando
no lo esté, siempre y cuando sea un derecho que se considere inherente a la persona. Lo
característico de este derecho es que comprende un procedimiento breve, público, oral,
gratuito y sencillo lo que garantiza una verdadera y urgente atención. Es por ello una
garantía de restablecimiento de la lesión actual o inminente.
Entonces, la situación que busca restituir el Amparo, es aquella cuya garantía estaba
resguardada por la Norma Fundamental, y fue lesionada con ocasión de efectuada una
situación o de dictado un acto, bien sea, porque los agentes públicos o los particulares,
debiendo conducirse de acuerdo con un precepto de este rango, lo desconocieron o
aplicaron mal. Aunque, también puede deducirse que, el Amparo puede ser utilizado
como mecanismo de prevención ante una inminente violación de derechos
fundamentales, ya que a través de éste se pueden suspender los efectos del acto
considerado lesivo y así evitar daños irreparables. Por lo tanto, su procedencia no solo se
da cuando hay una violación sino que también cuando hay amenaza de violación,
permitiendo así evitar la materialización o permanencia del hecho lesivo y de sus efectos.
Artículo 27. Toda persona tiene derecho a ser amparada por los tribunales en el goce y
ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, aun de aquellos inherentes a la
persona que no figuren expresamente en esta Constitución o en los instrumentos
internacionales sobre derechos humanos.
El ejercicio de este derecho no puede ser afectado, en modo alguno, por la declaración
del estado de excepción o de la restricción de garantías constitucionales.
Si bien el artículo establece que la acción procede cuando la violación derive de una
norma que colida con la constitución, el máximo tribunal de la república ha establecido
en sala constitucional que “realmente procede contra el acto de aplicación de la norma y
no contra esta directamente, puesto que las normas por si solas no son capaces de incidir
en la esfera jurídica de los sujetos de derecho por su carácter abstracto, sino que requieren
un acto de aplicación que produzca el vinculo entre la norma y la situación jurídica
lesionada de un particular” (Sala constitucional, 4/marzo/2004 sentencia nro. 282)
Asimismo la sentencia de esa sala constitucional asienta que la incapacidad del acto
normativo de lesionar directamente al sujeto de derechos deviene que no sería, en
principio una amenaza inminente y no sería realizable por el imputado (el legislador)
puesto que este no tiene a su cargo la ejecución de las normas que dicta. Por ello, se ha
concluido que en los casos de amparo contra actos normativos, la norma no es objeto del
amparo, sino la causa del acto de aplicación que resulta lesivo de derechos o garantías
constitucionales.
Excepción: existen situaciones en las que se puede prescindir del acto de aplicación o
ejecución de la norma cuestionada, e igualmente es procedente el amparo in comento, tal
es el caso de la norma autoaplicativa. Está definida como aquella que con su sola
promulgación adquiere operatividad inmediata sin que haya necesidad de un acto
posterior de reglamentación o siquiera de aplicación 1. Verbigracia: la ley que establece
el impuesto al valor agregado (I.V.A), toda vez que su sola promulgación implica una
obligatoriedad efectiva y actual para las personas allí previstas.
Amparo judicial
En estos casos, la acción de amparo debe interponerse por ante un tribunal superior al que
emitió el pronunciamiento, quien decidirá en forma breve, sumaria y efectiva.
Vale la pena acotar lo que la jurisprudencia de la sala constitucional del TSJ, configura
dentro del supuesto de la norma:
En sentencia nro. 80 fechada el 9 de marzo del 2000 y con ponencia del doctor José
Delgado Ocando se estableció que si bien se menciona en la norma el amparo contra una
resolución, sentencia o acto del tribunal, debe entenderse comprendida además en la
misma disposición, la posibilidad de accionar en amparo contra un tribunal por su falta
de pronunciamiento; situaciones que constituyen una omisión que podría también ser
susceptible de conformar un caso de violación de derechos de rango constitucional.
Amparo cautelar
Es el resultado de la interposición conjunta de amparo constitucional con los recursos
contenciosos administrativos, en cuyo caso el amparo funge como una medida cautelar
de suspensión de efectos.
Articulo 5.
La sala constitucional con respecto a esta forma de amparo ha dicho que es una
pretensión accesoria del recurso contencioso administrativo de anulación y por ello sigue
el destino de aquella, en relación con el tribunal competente para conocer del amparo
cautelar se determina a través de la competencia de la pretensión principal. (Sala
constitucional, sentencia nro. 887, del 31 mayo de 2001)
Está previsto en el último titulo de la ley orgánica de amparo sobre derechos y garantías
constitucionales, en los artículos 38 y 39.
Con respecto a la legitimidad activa: por razones obvias no será el agraviado quien
interponga la acción, por ello el art. 41 de la ley especial de amparo establece que
cualquier persona puede gestionar la acción a favor del agraviado, de forma escrita, verbal
o vía telegráfica, e incluso sin necesidad de abogado que lo asista.
Conforme al artículo 42, una vez admitida la solicitud el juez competente decidirá en un
máximo de 96 horas sobre la privación de libertad, si encontrare que fue hecha de forma
ilegal ordenara la inmediata libertad del agraviado. Dice el mismo artículo que si el juez
lo considera necesario ordenara caución personal o prohibirá la salida del país de la
persona agraviada por un término no mayor de 30 días.
La Ley Orgánica de Amparo en el ordinal 5to del articulo 6, se refiere a las causales de
inadmisibilidad de la acción de amparo constitucional, si embargo, de manera muy
particular, además de señalar uno de los principios básicos de esta institución (su carácter
extraordinario), establece la figura del amparo sobrevenido, destinada a proteger algún
derecho o garantía constitucionales, vulnerado con posterioridad a la interposición de una
vía ordinaria distinta a la del amparo.
5) Cuando el agraviado haya optado por recurrir a las vías judiciales ordinarias o hecho
uso de los medios judiciales preexistentes. En tal caso, al alegarse la violación o amenaza
de violación de un derecho o garantía constitucionales, el Juez deberá acogerse al
procedimiento y a los lapsos, establecidos en los artículos 23, 24 y 26 de la presente Ley,
a fin de ordenar la suspensión provisional de los efectos del acto cuestionado.”
El Juez que conoce del amparo sobrevenido, debe tener amplias facultades para suspender
la lesión constitucional de que se trate, si ello puede hacerse mediante una simple
suspensión d efectos, muy bien, pero si se requiere de pronunciamientos distintos o
adicionales, el Juez podrá ordenar todo lo que considere prudente para evitar que se le
cause un daño durante el proceso a la parte que parece que va a tener la razón.
Lógicamente, el Juez debe respetar aquí, los principios de toda cautela, principalmente
los de proporcionalidad y provisionalidad, de modo de evitar que la sentencia no pueda
ser ejecutada por cualquiera de las partes.
El carácter cautelar del Amparo fue confirmado, por la Sala de Casación Civil (en
sentencia del 09-10-97, caso: Joao Avelio Gómez) la cual, señalo:
“así, dicha figura posee carácter cautelar por cuanto está dirigida a evitar la
materialización o continuidad de los efectos lesivos de un derecho o garantía
constitucional en la situación concreta de la parte, mientras se decide sobre el fondo del
asunto que le dio lugar, a diferencia de los efectos restitutorios plenos que ha de producir
el amparo autónomo. Es, además, provisional o temporal, pues como
pretensión accesoria de la principal, es obvio que ella deja de existir en el momento de
la emisión del fallo que decida acerca de la procedencia del medio procesal ordinario; y
por último, la urgencia con que dicha providencia debe ser dictada, ha de ser siempre el
resultado de un sumario proceso Cognición, bajo riesgo de no ser eficaz en la práctica, la
protección del derecho constitucional que se alega vulnerado”.
Sin embargo, luego de haberse mantenido la tesis del carácter cautelar del amparo
sobrevenido por largo tiempo, la Sala constitucional ( en sentencia de 28-7-2000, caso:
Luís Alberto Baca) acoge una extraña concepción del amparo sobrevenido, sugiriendo
que contra una sentencia cuya apelación deba ser oída en un solo efecto, el perjudicado
tiene la opción de intentar la apelación correspondiente o el amparo constitucional, en
caso de violación de derechos fundamentales, e incluso, pudiera ejercer ambos recursos
paralelamente. Pero en ambos supuestos pareciera que ya no estaríamos hablando de una
medida cautelar, sino de una acción distinta y ante un tribunal diferente.
Por ello, la sala en la mencionada sentencia hace unas precisiones, en cuanto a quien
puede perjudicar esa actividad procesal (las partes o los terceros), distinguiendo los
siguientes casos:
En cuanto a las partes, los fallos cuya apelación se oye en ambos efectos, no
generan (en principio) acción de amparo alguno, si ellos contienen transgresiones
constitucionales que hagan necesario acudir a dicha acción, ya que al oírse la
apelación en ambos efectos, dichas sentencias no se ejecutan y los efectos de la
lesión no se concretan; no pudiéndose considerar ni siquiera que hay amenaza de
infracción, ya que el Juez de Alzada o de Casación, si la infracción Constitucional
la contiene el fallo de la ultima instancia recurrible en casación, puede impedir la
concreción de los efectos lesivos a la situación jurídica.
Cuando se trata de fallos cuya apelación se oye en un solo defecto o a los que se
negó la apelación o el recurso de hecho, si lo acordado en dichas sentencias si se
ejecuta; pero solo cuando esa ejecución va a causar agravio constitucional a la
situación jurídica de una parte, es que ella podrá acudir a la vía del amparo para
proteger su situación jurídica, ya que concretado el agravio, las cosas no podrán
volver a la situación anterior, ni a una semejante, o la parte lesionada puede optar
por la vía de apelación. por una parte si el agraviado hace uso de la apelación, es
porque considera que este recurso es el optimo para lograr el restablecimiento de
la situación jurídica infringida, ante tal escogencia, el amparo que se incoare seria
inadmisible a tenor de lo dispuesto en el numeral 5 del artículo 6 de la Ley
Orgánica de Amparo.
Sin embargo, señala, además la sala que si la apelación no fuera resuelta en el
tiempo pautado por la ley, el apelante podrá incorporar amparo autónomo, para
que el Juez competente conozca de la infracción que genero la dilación indebida,
y además, resuelva la apelaron no decidida. Por lo tanto considera la sala que la
apelación y el amparo pueden coexistir, cuando el recurso de apelación tiene por
objeto, la decisión de infracciones distintas a las constitucionales, por lo tanto el
objeto de cada proceso es diferente.
Con relación a las sentencias de última instancia, dictadas por juzgados
superiores, que no admiten legalmente ningún otro recurso y que infrinjan
derechos y garantías constitucionales de las partes, estas podrán acudir ante la sala
constitucional, cuando dicha sala fuera competente, dentro de las condiciones
establecidas en el numeral 4 del artículo 6, dentro de los seis meses de
conocimiento de la parte lesionada .Si así no lo hicieren, habrán convenido
expresamente en las infracciones constitucionales, si como lo habrían hecho
tácitamente si existieren signos inequívocos de la aceptación del dispositivo.
Cuando los fallos contentivos de las transgresiones constitucionales son los
emanados de las Salas del Tribunal Supremo de Justicia, distintos a la Sala
Constitucional, esta sala puede corregir las infracciones, por la vía de la revisión
prescrita en el numeral 10 del articulo336 de la vigente Constitución.
En materia de amparo constitucional las sentencias que dicten en primera
instancia los tribunales distintos a la sala constitucional, solo podrán ser objeto de
amparo si ellas contienen infracciones a derechos y garantías constitucionales de
las partes, que versen sobre un agravio no juzgado en dichas causas.
Con relación a los autos de mera sustanciación, la sala considera que no pueden
ser motivo de amparo, porque ellos no causan gravamen y si los causaran, ya no
tratan de meros autos de sustanciación y por ello el régimen aplicable seria el
dispuesto en el artículo 2.
Los actos procesales como tales, lesivos de bienes jurídicos constitucionales, son
objeto de peticiones de nulidad por las partes afectadas por ellos, y el amparo
realmente procederá contra la sentencia que resuelva la nulidad, o contra la
omisión del Juez o del funcionario judicial de dictarla en el lapso legal. Pero a
pesar de ello, los actos judiciales que violen derechos o garantías constitucionales
de las partes, que de no corregirse de inmediato sus efectos se harían irreparables,
serán objeto de amparo.
Las omisiones judiciales lesivas de derechos y garantías constitucionales que
vienen a actuar como una vía de hecho y que vienen a actuar dentro del artículo 4
de la Ley orgánica de Amparo, son objeto inmediato de acción de amparo, ya que
la situación jurídica se convierte en sujeto de una lesión indefinida, mientras no
se cumple la actuación.
Las partes en caso de que las violaciones infrinjan el orden público, siempre
tendrán expedita la vía del amparo, sin las limitaciones del numeral 4 del artículo
6 de la Ley especial.
En cuanto a los terceros, el proceso puede afectarlos directa o indirectamente. Dentro del
derecho común, los terceros tienen en las tercerías para oponerse a los terceros la
posibilidad para oponerse a los efectos lesivos a su situación jurídica que le causen los
fallos, actos u omisiones procesales, que contengan infracciones a sus derechos y
garantías constitucionales. En este sentido cuando sobre el mismo tema del amparo exista
un juicio en curso diverso al del amparo, ya que ello significa que el accionante no
consideraba de carácter inmediato la lesión de su situación jurídica o que haya usado otros
medios judiciales para reparar su situación, como pedir al juez de la causa la aplicación
del control difuso de la constitucionalidad. Cuando esto ocurra el lesionado, no tiene
derecho al amparo ya que el ha considerado que la vía utilizada es de igual entidad que la
del amparo para obtener la reparación de su situación jurídica.
La Sala Constitucional en sentencia del 12-03-2003, nro. 515, preciso que “El amparo
sobrevenido no procederá en todo supuesto de irregularidades o alteraciones del orden
procesal que impliquen lesiones o menoscabo de los derechos constitucionales de las
partes en el proceso, sino solamente en aquellos casos en los que concurran los siguientes
supuestos:
1. Que dichas situaciones ex novo, esto es, en forma sobrevenida, con posterioridad
a la interposición del recurso ordinario, por ejemplo, a la apelación ante el juzgado
superior a quien compete conocer en primera instancia.
2. Que tales situaciones (actos u omisiones), una vez constatada su fragancia,
justifiquen la adopción inmediata de una tutela constitucional cautelar que impida
la irreparabilidad de la situación infringida.
3. Que la vía ordinaria activada por la parte presuntamente agraviada (verbigracia,
la apelación) no sea idónea para restablecer oportunamente la injuria
constitucional invocada.”
Legitimación activa
En cuanto a la cualidad activa para intentar un amparo la sala constitucional señalo:
“la legitimación activa en una acción de amparo la tienen, en principio, quienes hayan
sido directamente afectados en sus derechos constitucionales, y no los que tengan un
simple interés en que la misma sea procedente, salvo, cuando se trate de un hábeas corpus,
en donde la legitimación activa deja de ser determinada por la afectación directa para ser
extendida a cualquier persona, que actúe en nombre del afectado, o cuando se trate de
personas colectivas e intereses difusos conforme lo dispone el artículo 27 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y el artículo 41 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales” (sentencia numero
2177 S.C, de 12 de septiembre de 2002)
Legitimación pasiva
Requisitos de admisibilidad
a) Hecho ilícito.
Aclarando en lo que consiste la Universalidad del Amparo debemos decir que existen
características que dicho control debe poseer para que su admisibilidad proceda, dejando
claro que no por ello dejan de existir causales que impiden dicha admisión. (Artículo 6
de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías).
Pues bien, dichos requisitos de admisibilidad son:
Quiere decir este requisito que las violaciones que se presenten puedan restablecerse a
través de la decisión del Juez competente, bien sea evitando que se consuma, si no se ha
iniciado; suspenderla, si ya comenzó; o suspenderla si ya se ha cumplido.
Ahora bien, esta causal no es aplicable cuando se trate de situaciones que infringen el
Orden Publico o las Buenas Costumbres, es decir, que existen casos en que es necesario
la intervención del Juez Constitucional por tratarse de prerrogativas del Poder Público en
la cual no correrá el lapso de caducidad contemplado en el ordinal 4 articulo 6 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
Anteriormente había quedado claro que debían tratarse de hechos presentes o pasados
pero que estos repercutieran en la actualidad. Pues bien el ordinal 2 del artículo 6 de la
ley bajo estudio se refiere al hecho lesivo que interesa al futuro, quiere decir que este
control se ocupara de hechos que no sean remotos, o sea, inciertos o eventuales, sino que
va a prevenir toda clase de lesión que resulte de indudable cometido, cuyo requisito es
pues más que una mera probabilidad, una verdadera certeza fundada en un agravio, es
decir, que la amenaza sea inmediata, posible y realizable por el imputado.
Versa en la inexistencia de otro medio procesal ordinario y adecuado que pueda resolver
la situación infringida o por infringir, sino que el control bajo estudio debe ser utilizado
en situaciones extremas. Es precisamente a esto a que se refiere el carácter subsidiario o
extraordinario de la Acción de Amparo Constitucional, incluso vías que no sean las de
Amparo, constituye una causal de inadmisibilidad para esta acción (ordinal 5 del artículo
6 de la ya mencionada ley) pero esto hoy día ha sido superado, diciendo pues que el
carácter extraordinario de esta acción suele hacerse con el resto de las causales de
inadmisibilidad, es decir, que el Juez puede desechar in limine litis dicha acción cuando
considere que no hay dudas de que se cuenta con otros medios para resolver la situación
que ha sido o que puede ser infringida.
“Al respecto, esta Sala observa que, el numeral 6 del artículo 6 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales establece lo siguiente: Artículo 6.-
´No se admitirá la acción de amparo: ...omissis... 6) Cuando se trate de decisiones
emanadas de la Corte Suprema de Justicia.´ De conformidad con la norma antes transcrita
y de la jurisprudencia aceptada pacíficamente por la extinta Corte Suprema de Justicia y
por este Tribunal Supremo de Justicia (caso: Isabel Valdivia Rivera, del 23 de marzo de
2001), no es posible el ejercicio de la acción de amparo constitucional en contra de las
decisiones u omisiones de la extinta Corte Suprema de Justicia, hoy Tribunal Supremo de
Justicia. Como se observa, existe una prohibición expresa de la ley que rige la materia del
amparo constitucional, del ejercicio de tal acción en contra de las sentencias, actuaciones
u omisiones de alguna de las Salas de este máximo organismo jurisdiccional, la cual la
hace inadmisible, y así se declara”
Con respecto al numeral 7 del art. 6 de la ley especial de amparo, cuando exista un estado
de excepción no puede interponerse una acción de amparo. Este numeral es abiertamente
antagónico al último aparte del art. 27 de la actual constitución nacional, el cual reza:
“El ejercicio de este derecho no puede ser afectado, en modo alguno, por la declaración
del estado de excepción o de la restricción de garantías constitucionales”
Asimismo la ley de estados de excepción en su artículo 7, numeral 12 establece que no se
puede restringir el amparo constitucional.
Por tanto a nuestro criterio este numeral no debería ser considerado una causal de
inadmisión del amparo.
Artículo 7.- Son competentes para conocer de la acción de amparo, los Tribunales de
Primera Instancia que lo sean en la materia afín con la naturaleza del derecho o de la
garantía constitucionales violados o amenazados de violación, en la jurisdicción
correspondiente al lugar donde ocurrieren el hecho, acto u omisión que motivaren la
solicitud de amparo.
En caso de duda, se observarán, en lo pertinente, las normas sobre competencia en razón
de la materia.
“En lo que concierne a la competencia por razón del grado, las disposiciones previstas en
los artículos 7 y 35 de la citada Ley Orgánica establecen que, en primera instancia, el
órgano competente es el Tribunal de Primera Instancia, y, en segunda instancia, lo es el
Tribunal Superior respectivo. Ahora bien, los tribunales pueden conocer, según el caso,
en primera instancia, en segunda instancia o en instancia única. En el caso de los
Tribunales Superiores en lo Civil y Contencioso Administrativo, los mismos conocen, en
segunda instancia, en la materia civil, de las decisiones que pronuncian los Tribunales de
Primera Instancia en lo Civil; en cambio, conocen en primera instancia, en materia
administrativa, de las causas que tienen atribuidas por ley, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 181 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia”
Recordemos que la ley orgánica de amparo fue promulgada en el año 1988, es decir que
es anterior a la constitución actual del año 99, razón por la cual muchos aspectos de la ley
vigente de amparo no se corresponden con la actual constitución, así el art. 8 establece:
“Por ser función de esta Sala, según el artículo 335 de la Constitución, la interpretación
de dicha Carta Magna, es claro que la materia de su conocimiento abarca las infracciones
constitucionales, como lo demuestran las atribuciones que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela otorga a la Sala Constitucional en su artículo 336. Esta
circunstancia la convierte en la Sala que por la materia tiene la competencia para conocer,
según el caso, de las acciones de amparo constitucional propuestas conforme a la Ley
Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales. Por otra parte, debido
a su condición de juez natural en la jurisdicción constitucional, la competencia que
contempla el artículo 8 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales ha desaparecido, ya que la materia constitucional corresponde a esta
Sala (téngase presente que la creación de una Sala con competencia constitucional,
origina un criterio orgánico para delimitar la competencia en el cual se encuentran
comprendidos, necesariamente, todos los asuntos relacionados con la Constitución).
Por las razones expuestas, esta Sala declara que, la competencia expresada en los artículos
7 y 8 de la ley antes citada, se distribuirá así:
La misma sentencia configura otros aspectos como el establecido en el numeral 4to, que
cambia el ultimo aparte del art. 7, al especificar mas claramente los tribunales
competentes en materia de habeas corpus, el amparo que tengan por objeto la seguridad
y libertad personal será el Juez de control, y los demás amparos relativos a materia penal
pero que se refieran a otros derechos corresponden a los tribunales de juicio. Las cortes
de apelaciones conocerán en apelación de las causas que se lleven en los tribunales
mencionados anteriormente (de control y juicio)
Para garantizar el acceso a la justicia y la interposición del amparo, la ley especial trae un
mecanismo para tramitar un amparo en aquellos lugares donde no haya tribunales de
primera instancia, así el artículo 9 establece cuando los hechos, actos, u omisiones
constitutivos de la violación del derecho o de la garantía constitucional se produzcan en
lugar donde no funcionen tribunales de primera instancia, se interpondrá la acción de
amparo ante cualquier juez de la localidad (o municipio) quien lo decidirá
Con ponencia del magistrado Jesús Eduardo Cabrera la sentencia del 1 de febrero del año
2000, la sala constitucional estableció el procedimiento de amparo, e hizo una distinción
entre el procedimiento general de amparo y el procedimiento de amparo contra sentencia.
a) Fase de admisión
La tramitación de amparo no está sujeta a formalidad razón por la cual puede interponerse
como dice el art. por vía telegráfica, hoy día no hablamos de telégrafos pero si de Internet,
La sala constitucional en sentencia del 9 de abril del 2001, en decisión nro. 523 estableció
la idoneidad del correo electrónico para la interposición de acciones de amparo. Pero
como reza en el art. 16 de la ley orgánica de amparo esta solicitud electrónica deberá ser
ratificada personalmente o por medio de apoderado dentro de los 3 días siguientes. En
virtud de lo anterior en el portal electrónico del Tribunal Supremo de Justicia
www.tsj.gov.ve existe una herramienta para interponer amparos a través de un formulario
electrónico.
Dice el mismo artículo que en caso de que la solicitud se hiciere en forma oral se exigirán
en lo posible los mismos requisitos.
A este artículo la jurisprudencia de la sala constitucional del 1 de febrero del año 2000:
“…pero el accionante además de los elementos prescritos en el citado artículo 18 deberá
también señalar en su solicitud, oral o escrita, las pruebas que desea promover, siendo
esta una carga cuya omisión produce la preclusión de la oportunidad, no solo la de la
oferta de las pruebas omitidas, sino la de la producción de todos los instrumentos escritos,
audiovisuales o gráficos, con que cuenta para el momento de incoar la acción y que no
promoviere y presentare con su escrito o interposición oral; prefiriéndose entre los
instrumentos a producir los auténticos. El principio de libertad de medios regirá estos
procedimientos, valorándose las pruebas por la sana crítica, excepto la prueba
instrumental que tendrá los valores establecidos en los artículos 1359 y 1360 del Código
Civil para los documentos públicos y en el artículo 1363 del mismo Código para los
documentos privados auténticos y otros que merezcan autenticidad, entre ellos los
documentos públicos administrativos”
En el caso que la solicitud de amparo no cumpla con los extremos del art. 18, el tribunal
notificara al solicitante para que corrija los defectos u omisiones dentro del lapso de 48
horas siguientes a la notificación.
Artículo 19.- Si la solicitud fuere oscura o no llenare los requisitos exigidos anteriormente
especificados, se notificará al solicitante del amparo para que corrija el defecto u omisión
dentro del lapso de cuarenta y ocho horas siguientes a la correspondiente notificación. Si
no lo hiciere, la acción de amparo será declarada inadmisible.
Como se desprende del art. 19 citado el solicitante deberá corregir el defecto dentro del
lapso de 48 horas siguientes a la notificación que se le haga de estas, y si no lo hace se le
declarara inadmisible la solicitud. Por el contrario si subsana las omisiones o defectos el
tribunal admitirá el amparo.
b) Fase de Notificación
c) Fase oral
d) fase de decisión
Si decide inmediatamente, deberá exponer en forma oral el dispositivo del fallo. El fallo
lo comunicara el juez o el presidente del tribunal colegiado si es el caso, pero la sentencia
escrita deberá ser redactada por el ponente o quien decida el presidente del tribunal.
Si el juez decide diferir la audiencia, podrá hacerlo, pero por un lapso no mayor a 48 horas
por estimar que es necesaria la presentación o evacuación de alguna prueba que sea
fundamental para decidir el caso, o a petición de alguna de las partes o del Ministerio
Público.
Estos amparos se intentaran con la copia certificada del fallo que se pretende impugnar a
menos que por la urgencia no pueda obtenerse a tiempo la copia certificada, caso en el
cual se admitirán las copias previstas en el artículo 429 del Código Procedimiento Civil,
no obstante en la audiencia oral deberá presentarse copia auténtica de la sentencia.
Unas vez notificadas, la oportunidad de la audiencia será igual que en el procedimiento
anterior es decir dentro de las 96 horas siguientes la ultima notificación.
Como se dijo anteriormente la naturaleza de esta especial acción es accesoria, toda vez
que sigue el destino de la acción principal. En este sentido como el amparo cautelar se
ejerce conjuntamente con un recurso contencioso administrativo de nulidad, quienes son
competentes para conocer de los amparos cautelares en consecuencia son los juzgados
contenciosos de la república. Dejando claro quiénes son competentes para conocer de esta
modalidad de amparo procedemos a explanar el tratamiento que conforme a la sala
político administrativa se da al amparo conjunto.
“…que el carácter accesorio e instrumental del amparo cautelar hace posible asumirlo en
los mismo términos que una medida cautelar, con la diferencia de que el primero alude
exclusivamente a la violación de derechos y garantías de rango constitucional,
circunstancia ésta que por su trascendencia, hace aún más apremiante el pronunciamiento
sobre la procedencia de la medida solicitada” (sentencia nro. 3303 SPA, 24 octubre 2006)
“…en tanto se sancione la nueva ley que regule lo relacionado con la interposición y
tramitación de esta especial acción, es necesaria la inaplicación del trámite previsto en los
artículos 23, 24 y 26 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, por considerarlo contrario a los principios que informan la institución
del amparo, lo cual no es óbice para que continúen aplicándose las reglas de
procedimiento contenidas en dicha Ley, en todo aquello que no resulte incongruente a la
inmediatez y celeridad requerida en todo decreto de amparo
En su lugar, acordó una tramitación similar a la seguida en los casos de otras medidas
cautelares, por lo que, una vez admitida la causa principal por la Sala, debe emitirse al
mismo tiempo un pronunciamiento sobre la providencia cautelar de amparo solicitada,
con prescindencia de cualquier otro aspecto, cumpliéndose así con el propósito previsto
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”
Afirmó la Sala en dicho fallo y así lo ratifica en esta oportunidad, que la tramitación así
seguida no reviste en modo alguno, violación del derecho a la defensa de la parte contra
quien obra la medida, pues ésta podrá hacer la correspondiente oposición, una vez
ejecutada la misma, siguiendo a tal efecto el procedimiento pautado en los artículos 602
y siguientes del Código de Procedimiento Civil; ello ante la ausencia de un iter indicado
expresamente por la Ley, conforme a la previsión contenida en el artículo 102 de la
entonces vigente Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, ahora previsto en el
artículo 19 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la República
Bolivariana de Venezuela…”
“… Contra la decisión dictada en primera instancia, podrá apelarse dentro de los tres (3)
días siguientes a la publicación del fallo, la cual se oirá en un sólo efecto a menos que se
trate del fallo dictado en un proceso que, por excepción, tenga una sola instancia” (Como
el caso del amparo contra altos funcionarios del gobierno art. 8)
BIBLIOGRAFÍA
RECURSO DE HECHO
El recurso de hecho, llamado en otras legislaciones recurso de queja por denegación, es la garantía procesal
En sistemas como el nuestro, que confiere al tribunal a quo la facultad de admitir o negar la apelación
interpuesta (Artículo 293 C.P.C. ) , el recurso de apelación podría quedar nugatorio si la negativa de la
apelación o la admisión de la misma en un solo efecto, cuando debía ser oída libremente, no tuviere en el
de lograr en la alzada la revocación del fallo que le produce gravamen, el cual quedaría con autoridad de cosa
juzgada; y, en el caso de admisión de la apelación en el solo efecto devolutivo, podría ejecutarse en perjuicio
del apelante la sentencia que lo grava, por no producirse el efecto suspensivo de la apelación.
A evitar estos perjuicios al apelante ya asegurar la vigencia de las reglas que determinan el modo de admitir
la apelación, tiende este recurso de hecho, que es en esencia, como se dijo antes, la garantía procesal del
derecho de apelación.
Puede interponerse como recurso ante el tribunal superior contra la decisión del juez a quo que niega la
apelación o la admite en un solo efecto, solicitando se ordene oír la apelación o admitirla en ambos efectos,
conforme a la ley .
Se dice que el recurso de hecho es propiamente un recurso, puesto que impugna una resolución judicial cuya
eficacia trata de eliminar, y debe ser decidido por un tribunal distinto de aquel que dictó la providencia
recurrida.
Se entiende como el medio para reparar el agravio que pretende el interesado, con motivo de haber ejercido
los recursos de apelación obteniendo como resultado una negativa. Puede igualmente definirse como el
recurso que puede interponer el apelante ante el tribunal contra la decisión del Juez a quo que niega la
apelación o la admite en un solo efecto, solicitando se ordene oír la apelación o admitirla en ambos efectos
conforme a la ley
“El Recurso de Hecho es una impugnación de la negativa de la apelación, es decir, un recurso que se dirige
contra el auto que se pronunció sobre la apelación interpuesta, cuando dicho auto la declara inadmisible o
la admite solo en el efecto devolutivo. Por tanto el recurso de hecho constituye una garantía al derecho a la
maneras:
“Podemos definir el recurso de hecho contra apelación como el recurso directo que le confiere al justiciable
de llegar al tribunal superior, ante la negativa del tribunal de primera instancia de admitir la apelación o de
Por su parte el tratadista Duque Corredor citado por Rodrigo Rivera Morales ha señalado:
“Es un recurso de procedimiento breve y objeto limitado pues se agota en el conocimiento del Juez de Alzada
para declarar si la inadmisión de la apelación es correcta o no. Si se declara que es incorrecta debe ordenar
Ley Orgánica del Tribunal supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, apartes 23, 24, 25
y 26 en su artículo 19:
“El Tribunal Supremo de Justicia será competente para conocer de los recursos de hecho en los casos
contemplados en los códigos o leyes procesales, o cuando el tribunal de instancia haya omitido o se haya
abstenido de hacer una consulta, o de oír un recurso cuyo conocimiento corresponda a éste, o cuando se
abstenga de remitir el expediente o las copias requeridas para decidir la apelación u otro recurso.
El recurso de hecho se deberá interponer en forma oral ante el tribunal que negó la admisión del recurso, en
el lapso previsto en el Código de Procedimiento Civil; para ello el Secretario o Secretaria del tribunal deberá
recoger por escrito y mediante medios audiovisuales grabados, el contenido exacto e idéntico de la
exposición, sin perjuicio que la parte consigne por escrito los términos en que efectuó la exposición oral,
dentro de los tres (3) días siguientes a la exposición; asimismo, dentro de este lapso, la parte deberá
consignar los alegatos necesarios para decidir, en caso que no se hayan presentado al momento de interponer
el recurso; expirado este plazo, el tribunal deberá remitir las actuaciones al Tribunal Supremo de Justicia,
El Tribunal Supremo de Justicia, con vista del mismo, sin otra actuación y sin citación, ni audiencia de parte,
declarará, dentro de los cinco (5) días siguientes, si hay o no lugar al mismo.
Declarado con lugar el recurso de hecho, y el alegato fuere suficiente para conocer del asunto principal, el
Tribunal Supremo de Justicia entrará a conocer del mismo, para ello solicitará del tribunal respectivo, el
expediente original del juicio o copia de las actuaciones requeridas para decidir la consulta; el procedimiento
La jurisprudencia venezolana nos señala que “en cuanto a la naturaleza del Recurso de Hecho advierte este
Tribunal que se trata de un recurso especial de procedimiento breve y de objeto limitado que se agota en el
conocimiento del Juez de Alzada para declarar si la inadmisión de la apelación es correcta o no, es decir, se
trata de un recurso que opera ante la negativa del Tribunal de Primera Instancia de admitir la apelación o de
El legislador ha circunscrito en el Art. 305 C.P.C. el objeto del recurso a solicitar que se ordene oír la
apelación denegada o que se le admita en ambos efectos cuando ha sido oída en el solo efecto devolutivo. El
juez de alzada no puede conocer de cuestiones diferentes al objeto propio del recurso.
De modo que los vicios en que haya podido incurrir el tribunal al resolver sobre los recursos interpuestos,
son extraños al recurso de hecho y no pueden hacerse valer por medio de éste. Así, la errónea indicación del
tribunal que debe conocer de la apelación, hecha en el auto de admisión de la misma, no puede ser resuelta
por la vía del recurso de hecho; tanto porque esa errónea indicación de un juez incompetente no equivale a
la negativa de la apelación, que es la materia propia del recurso de hecho, como porque existen los medios
establecidos por la ley para resolver esas situaciones, como son entre otros la solicitud de regulación de la
competencia para que sea dirimida conforme a la ley. Tampoco puede hacerse valer por medio del recurso
de hecho la infracción de normas que darían lugar a la reposición de la causa, solicitada en la instancia
“Es pues, el medio establecido por el legislador para que no se haga nugatorio el recurso de apelación, pues
de no existir el primero, la admisibilidad del segundo dependería exclusivamente de la decisión del juez que
Los presupuestos para la procedencia del Recurso de Hecho están contenidos en el Artículo 305 del Código
de Procedimiento Civil, el cual resulta aplicable por remisión del Artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, siendo los siguientes: a) La negativa del Recurso Apelación; b) Para la revisión del efecto que se
haya concedido.
Tenemos así, que el Recurso de Hecho se puede interponer siempre que la sentencia cuya apelación negó la
Que sea aquella que la ley permite apelar en ambos efectos, y sólo se oyó la apelación en un solo
efecto
Que sea una sentencia que por su naturaleza procesal tiene apelación, y sin embargo el Juez de
“…procederá el recurso de hecho contra aquellas decisiones que sean definitivas en primera instancia y,
además, de todas aquellas interlocutorias que causen un gravamen contra algunas de las partes involucradas
en un proceso judicial.”
La legitimación para ejercer el recurso se encuentra únicamente en la persona del apelante a quien se le niega
su derecho, ya que es la parte gravada por la providencia que niega la apelación o la admite en un solo efecto.
La parte contraria sólo tiene la facultad de indicar actuaciones o documentos cuyas copias debe remitir el
tribunal a quo al superior, a costa de esta parte, pero no interviene de otro modo en el recurso.
Nada dispone la ley venezolana, como sí lo hace la española para el caso de que se oiga una apelación
inadmisible o se admita libremente una que debe serlo en el solo efecto devolutivo.
En palabras de Marcano Rodríguez se enuncia que “es evidente el interés que tiene el litigante vencedor en
sostener que la apelación no debe admitirse o únicamente admitirse en un solo efecto: en ambos casos la
sentencia se ejecutoriará en su favor, y en el primero producirá la terminación del juicio; pero es de opinión
que el vencedor carece de la vía del recurso de hecho contrario y que el único medio de que puede hacer uso
contra el auto que en su concepto haya admitido indebidamente la apelación es el de apelar de él para ante
el superior a fin de deferir a éste el poder de juzgar sobre la legalidad o ilegalidad de dicho auto.”
Esta doctrina es exacta, ante el silencio de la ley en la hipótesis considerada; pero rigorista. Pensamos que
no se ofendería ningún principio jurídico esencial, ni la aplicación de alguna disposición de orden público,
Si el recurso de hecho es la garantía procesal de la apelación, ella debe asegurar el cumplimiento de las reglas
de admisión de la apelación en todos sus aspectos, positivos y negativos; y no cabe duda que la hipótesis que
configura el recurso de hecho contrario, lleva consigo la infracción de las reglas pertinentes a la apelación.
Además, siendo al mismo resultado práctico al que conducen, tanto la apelación sugerida por Marcano como
el recurso de hecho contrario y habiendo la misma razón jurídica en uno y otro medio de impugnación, no
vemos por qué deba excluirse una interpretación extensiva en favor del perjudicado.
Para conocer de un recurso de hecho interpuesto la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la
Artículo 19. “El Tribunal Supremo de Justicia será competente para conocer de los recursos de hecho en los
casos contemplados en los códigos o leyes procesales, o cuando el tribunal de instancia haya omitido o se
haya abstenido de hacer consulta, o de oír un recurso cuyo conocimiento corresponda a este, o cuando se
abstenga de remitir el expediente o las copias requeridas para decidir la apelación u otro recurso”.
Según el artículo 305 del código de Procedimiento civil la parte a quien se le niega la apelación, puede
recurrir ante el tribunal de alzada, esto es, ante el tribunal superior a aquel que negó la apelación o la admitió
en un solo efecto
La Jurisprudencia dispone:
“En consecuencia, el Tribunal competente para conocer un recurso de hecho es aquel a quien corresponde
ser alzada del Juzgado que negó la apelación o la oyó en un solo efecto.”
Así mismo, se incluye una novedad jurisprudencial que refiere a la Ley del Estatuto de la función Pública
para aquellos casos en los cuales se trata la negación de la apelación contra sentencias que determinen el
“Ahora bien, dada la especialidad de la materia funcionarial, es preciso aplicar las normas atributivas de
competencia establecidas en la Ley del Estatuto de la Función Pública, en cuyo artículo 110 se establece que
contra las decisiones dictadas por los jueces o juezas superiores con competencia para conocer del recurso
despacho contados a partir de cuando se consigne por escrito la decisión definitiva, para ante la Corte
De conformidad con la norma transcrita, aquellas pretensiones procesales o reclamos judiciales derivados
de una relación de empleo público -sea ésta incoada contra la Administración Pública nacional, estadal o
municipal-, y que se diriman a través del recurso contencioso administrativo funcionarial regulado en dicha
Ley -querella funcionarial- corresponde, en primera instancia, a los Juzgados Superiores en lo Contencioso
Con la entrada en vigencia de la nueva Ley del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de
“A diferencia de la regla general contenida en el Código de Procedimiento Civil, el Legislador previó, ahora
de manera obligatoria, la interposición del recurso de hecho ante el mismo tribunal que dictó el fallo o auto
recurrido, para lo cual la parte que interponga el referido recurso deberá efectuar su exposición de forma
oral que deberá ser recogida por el Secretario del tribunal a través de “medios audiovisuales grabados”.”
a) El recurso se interpone directamente ante el tribunal superior respectivo a quien compete decidir si es o
no admisible la apelación. Es lógico que sea a esa misma superioridad a la que deba ocurrirse cuando el
Por lo tanto, aquí la expresión "tribunal superior" no está empleada en el sentido que tienen las expresiones
tribunales superiores y juzgados superiores en el título IV de la Ley Orgánica del Poder Judicial que organiza
las atribuciones de los diversos tribunales de la República; sino en el sentido de superior jerárquico, por el
Así, el tribunal superior respecto de un juzgado de departamento de la circunscripción judicial del Distrito
Federal y Estado Miranda, lo será un juzgado de primera instancia en lo civil y mercantil; y el superior de
éste lo será un juzgado o corte superior en lo civil y mercantil de la misma circunscripción. En otras palabras,
tribunal superior quiere decir en este caso, tribunal de alzada o tribunal que conocería de la apelación si ésta
fuere admisible.
b) El recurso se propone contra el auto del juez a quo que niega la apelación o la admite en un solo efecto
que es la providencia que causa gravamen al apelante; de modo que no es admisible contra los autos que
nieguen la apelación interpuesta contra actos que no constituyen decisiones judiciales, como ocurriría, si se
apelase de un acto de remate que no tiene tal carácter y se negase el recurso de hecho contra la negativa de
dicha apelación .
c) Debe proponerse dentro del plazo de cinco días más el termino de la distancia, computado conforme a la
regla del Artículo 197 C.P.C. y el término de la distancia, según la regla del Artículo 205 ejusdem, a partir del
día siguiente al de la fecha del auto en que fue negada la apelación u oída en un solo efecto.
“El recurso de hecho debe interponerse dentro de los cinco (5) días de despacho siguientes a la negativa del
Este lapso es perentorio y preclusivo, de modo que el recurso interpuesto una vez vencido el mismo, es
Asimismo, debe decidirse en el término de cinco días contados desde la fecha en que haya sido introducido,
o desde la fecha en que se acompañen las copias de las actas conducentes, si el recurso hubiese sido
d) Con el recurso debe acompañarse copia de las actas del expediente que el recurrente crea conducentes y
de aquellas que indique el juez de quien se apele (Art. 305 C.P.C. ) ; pero el tribunal superior debe darlo por
introducido aunque no se acompañen con el escrito las indicadas copias de las actas conducentes (Artículo
306 C.P.C.).
La expedición de las copias solicitadas, es un deber imperativo del juez de la causa y la negativa de las
mismas, o él retardo injustificado en su expedición, son causa de una multa que debe imponer el tribunal de
alzada al juez negligente, la cual no será menor de quinientos bolívares ni mayor de dos mil; todo sin perjuicio
del derecho de queja de la parte perjudicada por la negativa o por el retardo (Art. 308 C.P.C.).
Es difícil precisar, en general, cuáles son las actas conducentes cuyas copias deben ser anexadas al recurso,
pero es evidente que no deben faltar: la copia de la sentencia apelada; de la diligencia de apelación y la copia
del auto que niega la apelación o la oye en un solo efecto, y cualquiera otra parte recurrente, la contraparte
o el tribunal indiquen como conducente para el recurso, de todas las cuales aparecerá la naturaleza del fallo
apelado; las razones del tribunal para negar la apelación o admitirla en un solo efecto; la fecha del auto
respectivo u otros elementos que permitan al superior decidir no solamente sobre el fundamento del recurso,
Las expresadas copias excluyen, en nuestro sistema, el pedido de informes del superior al inferior, previsto
en otras legislaciones. que puede asumir la forma del "pedido de informes con autos", que obliga al inferior
a remitir el expediente, con la consiguiente paralización del asunto y suspensión de la ejecución del auto
recurrido .
Es evidente que sin la presentación de las copias, no puede el superior dictar decisión sobre el recurso; y se
ha planteado en la práctica del foro la cuestión del tiempo necesario para la caducidad o perención del
mismo. y mientras una jurisprudencia de la antigua Corte Federal y de Casación sostenía que no podía darse
por perecido el recurso sino hasta después de transcurrido el término ordinario de la perención 10, en
cambio, decisiones más recientes han establecido para el recurso de hecho ante casación, previsto en el Art.
427 C.P.C. de 1916 (ahora Art. 316 del nuevo código) que él debe ser decidido dentro de los cinco días
siguientes a la fecha de recibo de las copias, pero que este término no puede ser indefinido, por lo cual,
introducido el recurso sin las copias, si éstas no son producidas dentro de los cinco días fijados en el primer
aparte del Art. 316 C.P.C., más el término de distancia previsto en el Art. 305 C.P.C., no le queda otra cosa al
alto tribunal, sino decidir" el recurso, para cumplir así con lo ordenado en el citado aparte segundo del Art.
316.
Aceptar que las copias puedan presentarse en un tiempo mayor, dice la Corte, por lo menos durante los años
fijados para la perención y no en el término arriba señalado y que, por tanto, hasta que eso ocurra debe la
Corte demorar su decisión, sería contrariar los principios que se dejan sustentad y que encontraron con
consagración en los artículos citados. Decisión que será, necesariamente, la de declarar que no hay materia
sobre qué decidir, toda vez que no se acompañaron las copias que constituían los elementos de juicio para
ese pronunciamiento.
La falta de presentación de las copias al tribunal superior, impide pues a éste conocer del recurso y provoca
Tal ocurre, cuando la falta de presentación de las copias se prolonga a tal punto que el recurso se encuentre
en suspenso al momento de dictarse la sentencia definitiva sobre el fondo de la controversia que ha pasado
al conocimiento del superior, pues en este caso, no es permitido al tribunal conocer del recurso de hecho en
la sentencia definitiva.
Lo mismo ocurriría, cuando siendo la sentencia apelada interlocutoria, se hubiere dictado después la
definitiva y ésta se hubiere ejecutoriado por no haber sido apelada. En este caso, el juicio ha terminado en lo
Pero en la misma hipótesis, si la definitiva fuere apelada, el superior conocerá de ella sin atender al recurso
Como se ve, dice Marcano Rodríguez, en ambas hipótesis caduca el recurso por la naturaleza de las
Estando circunscrita en el Art. 305 C.P.C. la materia del recurso de hecho a estas dos cuestiones: negativa de
la apelación, o su admisión en un solo efecto, la resolución del mismo por el juez de alzada tiene estos efectos
naturales: ordenar que se oiga la apelación denegada por el juez a quo, o disponer que oiga en ambos efectos,
Esto supone, naturalmente, que el superior ha examinado el asunto y considerado el mérito del recurso a la
luz de las pruebas que resultan de las copias presentadas con el recurso, y que lo ha encontrado fundado.
Pero si lo encuentra infundado y lo declara sin lugar, el efecto consiste, simplemente, en que el auto del juez
El juez de alzada infringiría el Art. 305 C.P.C. cuando habiendo negado la apelación el juez inferior, resulta
comprobado con las copias certificadas aportadas al expediente del recurso de hecho, que la apelación debe
ser oída porque la decisión apelada lo merece y, sin embargo, declara sin lugar el recurso de hecho; o cuando
a la inversa, aparece demostrado en unas que la apelación no debe ser oída por impedirlo la naturaleza de la
Es necesario distinguir bien los efectos propios del recurso de hecho, de otros efectos consecuenciales que se
producen una vez decidido el recurso, pero que no son efectos propios de éste. Así, la ejecutoria de la
sentencia apelada, que se produce cuando se declara sin lugar el recurso contra el auto denegatorio de la
apelación, es un efecto de la sentencia que ha quedado sin apelación, pero no un efecto del recurso de hecho;
La revisión en alzada de la sentencia apelada y su ejecución por el juez a quo, que se produce cuando el
recurso de hecho por haberse admitido la apelación en un solo efecto, es declarado sin lugar, es un efecto de
la apelación oída en el solo efecto devolutivo, pero no u efecto del recurso de hecho; y, finalmente, la rescisión
en alzada de la sentencia apelada y la suspensión de su ejecución, cuando el recurso de hecho por apelación
oída en el solo efecto devolutivo, es declarado con lugar, es un efecto de la apelación oída libremente, pero
Para concluir, debemos observar que, como el recurso de hecho no suspende el curso del procedimiento. y
el juez a quo puede dictar providencias, pues sólo pierde la jurisdicción sobre el asunto en el momento en
que oye la apelación (Art. 293 C.P.C.), la ley establece que si por no haberse admitido la apelación, o por
haberla admitido en un solo efecto, el juez de la causa hubiere dictado providencias, éstas quedarán sin efecto
si el juez de alzada ordenare que se oiga la apelación libremente (Art. 309 C.P.C.). Como se observa de esta
disposición, la ineficacia o nulidad de las providencias sólo alcanza a las dictadas después de negada u oída
la apelación en un solo efecto; nada dice el legislador acerca de las providencias dictadas antes de esa
que no está facultado el juez para extender los efectos del recurso más allá del texto expreso de la ley, y que
las posibles o providencias comprendidas en el lapso que va desde la sentencia hasta la admisión del recurso
del recurso, sería materia apelable y su validez o ineficacia dependerán de los que resuelva el superior, no
como efectos propios o consecuencias del simple hecho de haberse estampado diligencias de apelación.
BIBLIOGRAFÍA
MOYA MILLAN, Edgar José. Derecho Contencioso Administrativo. Editorial Mobilibros. 2004.
INTRODUCCION
Aunque no contamos con una sistematización en relación a esta facultad, la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia se ha encargado de dar una interpretación amplia tanto para
el numeral 10 del articulo 336 de la carta magna, como diferentes artículos de la Ley Orgánica
del Tribunal Supremo de Justicia.
Este sistema ha sido cambiante por lo cual se ha hecho necesario regularlo desde el punto de
vista procesal con el fin de dar seguridad y confianza a los recurrentes.
Para poder cubrir estos objetivos es necesario hacer un análisis a fondo de esta situación para
observar la importancia de especificar la revisión de estas decisiones judiciales como
mecanismos extraordinarios.
ANTECEDENTES HISTORICOS
Ahora bien, bajo la vigencia de la constitución de 1961, fueron numerosos los esfuerzos y
estudios por lograr una reforma constitucional, entre los que se encontraba la propuesta de
reformar el poder judicial.
Para el año de 1989 se creo una comisión del Congreso que planteo la opción de reforma
general ante la idea de establecer una Asamblea Nacional Constituyente.
En 1992, ante los acontecimientos del alzamiento militar del 4 de febrero fracaso la reforma
constitucional intentada por el congreso, esto dio una idea de que se presentaran diversas
propuestas de conducción política, como la reforma de la Ley Orgánica del Corte Suprema de
justicia con el fin de crear un órgano jurisdiccional especializado en la materia constitucional;
también se propuso la creación de una sala constitucional en la corte suprema de justicia que
ejercería las atribuciones correspondientes al control concentrado de la constitucionalidad de
los actos de efectos generales, así como el control previo de las leyes orgánicas y de las leyes
en general, y a dirimir las controversias en que sea parte de la republica. Propuesta que no se
concreto, por falta de voluntad política
Para el año de 1996 la Corte Suprema de justicia propuso la creación de la sala constitucional
en el seno de la propia Corte a través de una reforma puntual a la Ley orgánica de la Corte
pero dicho proyecto no fue discutido ni aprobado en Sala Plena
Artículo 336. Son atribuciones de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia:
La competencia de esta sala, no puede ni debe entenderse como parte de los derechos a la
defensa, tutela judicial efectiva y amparo consagrados en la Constitución, sino, según lo
expuesto, como un mecanismo extraordinario de revisión cuya finalidad constituye
únicamente darle uniformidad a la interpretación de la norma y principios constitucionales.
Funciones: son tres funciones dadas por el poder constituyentes la cual especifica el
mecanismo extraordinario de revisión:
Fines: conforme a las funciones mencionadas, lo que se busca es el fin público, que tiende a la
defensa del derecho objetivo y a la uniformidad de la interpretación de las normas y principios
constitucionales.
Ante la ausencia de regulación legal expresa del procedimiento a seguir para tramitar y decidir
la revisión de sentencias, la sala constitucional ha interpretado con amplitud la norma
Constitucional y las disposiciones de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia
referentes a las sentencias revisables, agregando por vía jurisprudencial otras sentencias que
pueden ser objeto de revisión.
La revisión puede proceder sobre sentencias, que por su condición, sean definitivamente
firmes, y que por su contenido se refieran a amparos constitucionales o que para su
determinación se haya ejercido control de constitucionalidad, independientemente de la
materia jurídica de que se trate, esto implica aplicar el control difuso que se menciona el
artículo 334 de la Constitución.
Por su contenido:
Se trata así de aquellas sentencias dictadas por los juzgados superiores o de alzada,
competencia que le es propia en relación a los criterios establecidos en la constitución, en la
ley y en la jurisprudencia
B. Deben además obedecer al análisis realizado por el juez sobre la constatación de la lesión
alegada y la efectiva violación de los derechos constitucionales.
Esto incluye no solo los fallos dictados de amparos autónomos sino también los
pronunciamientos en sede cautelar siempre que sea definitivamente firme.
Pudiera ser que una sentencia dictada en juicio de amparo sea objeto de revisión, aun cuando
la misma no contenga una interpretación o valoración por parte del juez sobre los derechos
constitucionales anunciados.
La competencia para conocer en revisión de una sentencia dictada por otro tribunal de la
republica quedaría en principio delimitada a los siguientes supuestos:
Las sentencias definitivamente firme de amparo constitucional
Debemos aclarar que en ninguna momento ka supremacía que tiene el texto constitucional
El control de constitucional viene a ser el mecanismo jurídico por el cual para asegurar el
cumplimiento de las normas constitucionales se invalidan las normas de rango inferior que no
hayan sido dictadas de conformidad con aquellas
El control difuso o modelo americano Judicial Review, que existe desde la sentencia del Juez
Marshall de la Corte Suprema de los Estados Unidos de América de 1806 en la que resolvió que
no habrá norma legal que pueda abrogar o modificar una norma de carácter constitucional.
Dentro de este modelo todo juez al resolver un caso concreto tiene la facultad de pronunciarse
sobre la inconstitucionalidad de una ley o una resolución del Poder Ejecutivo. Si bien su
decisión solamente tiene alcance para dicho litigio, ella puede ser utilizada como referencia
para futuros casos similares, siguiendo el típico modelo del Common Law.
Es por ello que un accionante de un juicio principal que se considere que la norma
efectivamente se aplico a su caso resultaba inconstitucional, y por lo tanto, así lo alega ante el
juez para que la desaplique, no pudiera pretender obtener por revisión de la sentencia
declaratoria que no tuvo en su momento, solo podrá ser exigible un pronunciamiento de la
referida sala con ocasión de la interposición efectiva de una acción de nulidad por
inconstitucionalidad de la norma cuestionada, con el fin d verificar si ha habido el
desconocimiento de una interpretación previa de orden constitucional emitida por la sala
constitucional, si se ha omitido realizar una interpretación de la norma constitucional a la cual
el juez esta llamado a realizar o simplemente si se ha incurrido en un error a realizar la
interpretación.
Cuando cualquiera de las salas del Tribunal Supremo de Justicia, haga uso del control difuso de
la constitucionalidad únicamente para un caso concreto deberá informar a la Sala
Constitucional los fundamentos y alcances de la desaplicación adoptada para que esta proceda
a efectuar un examen abstracto sobre la constitucionalidad en cuestión.
La Sala Constitucional también puede revisar las sentencias definitivamente firmes diferentes a
las establecidas en el numeral 10 del artículo 336 de la Constitución, siempre y cuando:
Posee potestad para realizar las sentencias definitivamente firmes establecidas en el 336 como
aquellas distintas a estas que se aparten del criterio Interpretativo de la norma constitucional.
Las Salas del Tribunal Supremo de Justicia no pueden corregir decisiones que se aparten del
criterio establecido por la Sala Constitucional.
La revisión para que proceda debe ser interpuesta contra sentencias definidamente firmes,
que serán aquellas dictadas finalmente por los juzgados superiores o tribunales de primera
instancia, pero que no sean objeto de ser atacadas por recurso alguno.
Las sentencias definitivamente firmes pueden ser objeto de emisión por los tribunales de la
República, lo establece el texto constitucional de manera general.
¿Estarán incluidas en esta concepción todas las Salas del Tribunal Supremo de Justicia?
En efecto, desde un primer momento se reconoció la posibilidad normativa de revisar los
actos o sentencias de las demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia que contrariasen la
Constitución o las interpretaciones que sobre sus normas o principios haya fijado previamente,
pero conforme a lo dispuesto a la ley orgánica, sin embargo en una posterior decisión, se
estableció que para poder ser ejercida dicha facultad se requiere que sea aprobada por la
Asamblea Nacional la correspondiente ley orgánica.
Tal revisión solo debe ocurrir cuando se observe graves inconsistencias en aspectos modulares
del orden público.
Desde esta perspectiva, tiene firme asidero la posibilidad de que este máximo intérprete revise
decisiones, autos o sentencias de las demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia que
contraríen la Constitución o las interpretaciones que sobre sus normas o principios haya fijado
la Sala. Dichos operadores judiciales están en la obligación de asegurar la integridad de esta
Constitución; de igual modo están obligadas las demás salas a garantizar la supremacía y
efectividad de las normas y principios constitucionales.
Hoy en día la Sala Constitucional esta legitimada para ejercer la Revisión sobre sentencias de
otras salas por los siguientes supuestos:
a) Por violación de principios fundamentales.
1.2.1.2 Por la Sala Plena: La sala constitucional puede revisar las sentencias de la sal plena, en
el entendido exacto de que la revisión es una potestad meramente objetiva, pues el examen
de este tipo de control supone un ámbito distinto al que rodea la competencia de la sala plena.
Lo cual da garantía a loas ciudadanos, para evitar que un fallo proferido en un antejuicio de
merito que sea lesivo a sus derechos e intereses constitucionales, bien por vicios o por
incompetencia en los grados de la jurisdicción pueda tener como efecto, que estos derechos
constitucionales sean vulnerados, sin tener la posibilidad el MINISTERIO PUBLICO, o aquel que
tenga un interés directo, de poder remediar la situación jurídica infringida, al considerarse que
la decisión dictada no tenga el carácter o la condición de ser definitivamente firme.
La posibilidad de que la Sala Constitucional revise sus propias sentencias, supondría un cambio
de criterio que iría en deterioro de la certeza y seguridad jurídica, pues el ejercicio de tal
potestad se convertiría entonces en un mecanismo para lograr la emisión de un nuevo fallo
que deje sin efecto el criterio anterior que resulto “lesivo” a los intereses del solicitante, y de
esta manera la sala no podría alcanzar los fines que se le ha encomendado como máximo
interprete.
Las decisiones que dicta la Sala Constitucional adquieren desde su publicación con carácter de
cosa juzgada formal, lo que se traduce en que la relación jurídica, generativa de la sentencia en
cuestión, no es atacable y al mismo tiempo se perfecciona el carácter de cosa juzgada material
por lo cual se impone que se tenga en cuenta el contenido de la decisión en todo proceso
futuro, entre las misma partes y sobre el mismo objeto, aunado al carácter vinculado de la
misma.
“La Sala considera que no ha lugar en derecho a la revisión a la sentencia que dicto esta Sala
Constitucional”.
3. Las sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por las demás Salas del
Tribunal Supremo de Justicia o demás tribunales o juzgados del país apartándose u
obviando alguna interpretación de la Constitución contenida en alguna sentencia
dictada por esta sala realizando un errado control de constitucionalidad al aplicar
indebidamente la norma constitucional.
4. Las sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por las demás Salas del
Tribunal Supremo de Justicia o demás tribunales o juzgados del país que de manera
evidente hayan incurrido, según el criterio de la sala, en un error en cuanto a la
interpretación de la constitución o que sencillamente hayan obviado por completo la
interpretación de la norma constitucional.
Es necesario advertir que al examinar la jurisprudencia de la sala encontramos fallos que han
ido estableciendo los supuestos de inadmisibilidad de la solicitud por otra parte, asignándole al
procedimiento de apelación, particularidades que como tal le resultan ajenas y que generan
inseguridad jurídica, en este sentido señalaremos los aspectos mas importantes.
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia desde sus primeras sentencias ha
sostenido que la revisión de sentencia depende de la iniciativa de un particular, quien debe
presentar su solicitud directamente ante la sala constitucional, ademas a sostenido que el
solicitante debe manifestar un interés personal y directo en su condición de parte de juicio, a
cumplir lo dispuesto en el fallo que seria objeto de la revisión. En virtud del carácter
excepcional y limitado de la revisión constitucional a establecido que en los procedimientos de
revisión no es posible invocar un derecho o internes difuso o colectivo.
La solicitud de revisión puede ser presentada por el interesado en cualquier momento, pues
no esta sometida a lapso de caducidad, dado su carácter objetivo, y debe ser realizada de
manera inequívoca, es decir los alegatos deben ser expuestos de forma clara, para que la Sala
aprecie que lo que se pretende es precisamente la revisión de la sentencia.
En principio, solo es necesaria la sentencia para examinar la conformidad del proceso de
juzgamiento a la Constitución, pero la Sala ha estimado en ocasiones solicitar información
adicional acerca de la causa principal.
La Sala constitucional, en sus primeras decisiones reiteraba que la revisión no procedía ipso
iure, ya que dependía de la iniciativa de un particular, y no del juez que la dictó.
En sentencias mas recientes La sala constitucional estableció una distinción, a los efectos de
ejercer la revisión que ha llamado de oficio que se sustenta en la precisión que el fallo del que
se pretende una tener una revisión, haya sido dictado en materia de ampara constitucional o
en ejercicio del control de la constitucionalidad de las leyes
Ahora bien ante tal exigencia resulta necesario precisar el órgano jurisdiccional encargado de
hacer la remisión.
La sala constitucional se ha pronunciado en señalar que debe ser juzgado de primera instancia,
encargado de ejecutar la decisión, el que informe a la sala, al ser este el que puede dar certeza
de la firmeza de la sentencia en materia de amparo constitucional. La nueva ley orgánica del
tribunal supremo de justicia, aun cuando reconoce que al sala constitucional puede revisar de
oficio las sentencias definitivamente firmes de amparo y de control difuso de la
constitucionalidad, no obstante solo en este ultimo caso dispone la obligación para las salas
del tribunal supremo de justicia de informar sobre los fundamentos de la desaplicación de la
norma realizada, mas no para los demás tribunales de la republica, lo cual solo tendría como
supuesta justificación que en el primero de los casos, el legislador quiso distinguir que no
puede la sala constitucional entrar a conocer del merito de la causa y en el caso de los demás
tribunales si le esta permitido.
2. Supuestos de inadmisibilidad:
b) Que no se trate de un fallo a los que se refiere la sentencia Nº 93/2001. aunque este
supuesto es empleado indistintamente para declarar la inadmisibilidad y la improcedencia de
la revisión.
c) Que se configure en una de las causales previstas en el artículo 19 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia.
3. Audiencia:
4. Supuestos de procedencia:
Otro supuesto para la Sala, es que se trate de una sentencia definitivamente firme que
desconozca la interpretación que de manera previa y vinculante haya fijado la misma.
En materia de amparo constitucional, la sala ha estimado la procedencia de la revisión cuando
considera que el fallo, en el cual se ha realizado una interpretación a los derechos
constitucionales denunciados como violados, se ha incurrido en una lesión constitución o en
un desconocimiento de las normas y principios constitucionales, al efectuar tal
interpretación. La revisión no puede proceder contra una omisión judicial pues precisamente
el texto constitucional exige la existencia de una sentencia definitivamente firme.
Es forzoso concluir que conforme a la forma comentada, las sentencias de las Salas del
Tribunal Supremo de Justicia, independientemente de la materia de que se trate, puede ser
revisadas, pero únicamente cuando se trate de violaciones a principios jurídicos
fundamentales previstos en los textos referidos por la misma, y cuando la decisión, objeto de
revisión sea producto de un error inexcusable, dolo, cohecho o prevaricación.
5. Sentencia, Efectos:
Hay casos en los que la Sala Constitucional estima que está una de las causales de
inadmisibilidad, a las que aludimos anteriormente, y se declara, en consecuencia, inadmisible
la solicitud de revisión.
En la practica, al examinar el gran cúmulo de casos de revisión que han sido desestimados,
apreciamos que efectivamente que en la sentencia de la Sala se hace ver, que se constatan los
fundamentos de la solicitud, y seguidamente en la parte motiva, una vez declarada la
competencia, se procede a afirmar que el caso de autos en nada contribuye a tal uniformidad
ni constituye una deliberada violación de preceptos constitucionales, de manera que
simplemente se niega, aun cuando no se haya verificado ningún supuesto de inadmisibilidad.
Por el contrario, en los fallos que la Sala Constitucional ha estimado procedente, con lugar, la
solicitud de revisión planteada ha resultado abundantemente motivadas las sentencias, bien
justificando porque si resulta importante el caso para lograr la uniformidad en la
interpretación constitucional.
Ahora bien, tratándose la revisada de una decisión de fondo sobre el amparo constitucional
solicitado, la sala anula la decisión y ordena emitir nuevo pronunciamiento acogiendo
las normas y principios constitucionales interpretados en su sentencia incluso ha sido mas alla
al estimar que si verifica que el juez de amparo, con su interpretación erronea de las normas y
principios constitucionales ha ocasionado una lesion por no cumplir con su misión de garante
de la Constitución, para salvar la supremacia de la misma
CONCLUSIONES
En cuanto a las sentencias, estas deben cumplir con las siguientes características:
Respecto al procedimiento adoptado para tramitar la revisión constitucional, son dos los
procedimientos:
Tenemos entonces, desde la perspectiva de los derechos humanos, el Hábeas Data, para
proteger la seguridad, exactitud, conservación o en casos permitidos, la destrucción de los
registros de datos de las personas que se almacenan y manejan en formatos impresos o
digitales.
Podría definirse al Hábeas Data como el derecho humano por el cual la persona puede tener
acceso y conocer los datos que, sobre su persona, manejan terceros, estar al tanto de los
usos o finalidades para los cuales se destinan, ya sea en el ámbito de los organismos públicos o
en el sector privado y, en casos de falsedad, inexactitud o discriminación, obtener una orden
judicial para su supresión, rectificación, confidencialidad o actualización.
"Toda persona tiene el derecho de acceder a la información y a los datos que sobre sí misma o
sobre sus bienes consten en registros oficiales o privados, con las excepciones que establezca la
ley, así como de conocer el uso que se haga de los mismos y su finalidad, y de solicitar ante el
tribunal competente la actualización, la rectificación o la destrucción de aquellos, si fuesen
erróneos o afectasen ilegítimamente sus derechos. Igualmente, podrá acceder a documentos
de cualquier naturaleza que contengan información cuyo conocimiento sea de interés para
comunidades o grupos de personas. Queda a salvo el secreto de las fuentes de información
periodística y de otras profesiones que determine la ley."
El Habeas Data en Venezuela esta contemplado en el artículo 28 que reza: “toda persona tiene
derecho de acceder a la información y a los datos que sobre sí misma o sobre sus bienes que
consten en registros oficiales o privados, con las excepciones que establezca la ley, así como de
conocer el uso que se haga de los mismos y su finalidad, y a solicitar ante el tribunal
competente la actualización, la rectificación o la destrucción de aquellos, si fuesen erróneos o
afectasen ilegítimamente sus derechos. Igualmente, podrá acceder a documentos de cualquier
naturaleza que contengan información cuyo conocimiento sea de interés para comunidades o
grupos de personas. Queda a salvo el secreto a las fuentes de información periodística y de
otras profesiones que determine la Ley”.
El artículo 281 inciso 3, establece como atribución del Defensor del Pueblo la facultad de
“interponer las acciones de inconstitucionalidad, amparo, habeas corpus, habeas data (...)”.
La acción de Hábeas Data está prevista en la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia,
específicamente en el Capítulo IV, denominado “Del habeas data”, que forma parte del Título
X denominado Disposiciones Transitorias de dicha Ley publicada en Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela N° 39.552 del 1 de octubre de 2010, así el artículo 169
establece que:
el hábeas data se presentará por escrito ante el tribunal de municipio con competencia en lo
Contencioso Administrativo y con competencia territorial en el domicilio del o de la solicitante
(…)”.
De acuerdo al citado texto legal, el competente por la materia para conocer de la acción de
hábeas data es el Tribunal de Municipio con competencia en lo Contencioso Administrativo del
domicilio del accionante; pese a ello es el caso que en Venezuela hasta la fecha no han sido
creados dichos tribunales, por lo que debemos remitirnos a la Ley Orgánica de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa publicada el 16 de junio de 2010, cuya disposición Transitoria
Sexta dispone:
En tal sentido, visto que la presente solicitud de hábeas data fue interpuesta con posterioridad
a la entrada en vigencia del texto normativo transcrito, esta Sala se declara incompetente para
decidir el caso declinado por el Juzgado Duodécimo de Control del Circuito Judicial Penal del
Estado Zulia. Así se decide.
Así las cosas, conforme al dispositivo legal que precede resulta necesario determinar el Tribunal
de Municipio con competencia en lo Contencioso Administrativo del domicilio del accionante,
competente para conocer de la acción de autos; sin embargo, dado que para la fecha en que se
dicta el presente fallo no han sido creados dichos tribunales, resulta menester atender a lo
previsto en la Disposición Transitoria Sexta de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa (publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°
39.447 del 16 de junio de 2010, reimpresa por error material y publicada en la Gaceta Oficial N°
39.451 del 22 de junio de 2010), que señala que “[h]asta tanto entren en funcionamiento los
Juzgados de Municipios de la jurisdicción contencioso administrativa, conocerán de las
competencias atribuidas por esta Ley a dichos tribunales, los Juzgados de Municipio (…)”.
Finalmente, esta Sala advierte que, de conformidad con el artículo 173 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal competente para conocer en alzada del recurso de
apelación que se ejerza en un procedimiento de hábeas data son los Juzgados Superiores
Contencioso Administrativo de la Circunscripción Judicial correspondiente al Tribunal que
conoció en primera Instancia del mismo.
“… para la satisfacción del derecho constitucional que se acciona en habeas data se requiera
de un procedimiento judicial especial preferente y sumario que, en ausencia de texto
legislativo, corresponde a la Sala Constitucional instaurarlo en aplicación inmediata del artículo
27 Constitucional y en ejercicio de la atribución conferida en el artículo 335 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela.”
(…)
“Al ser así, la Sala reexamina su criterio y resuelve aplicar en las demandas de habeas data un
procedimiento más breve que permita pronta decisión judicial, y por tanto, más idóneo con la
necesidad de tutela expedita de los derechos constitucionales aludidos en el artículo 28
Constitucional. Razón por la cual, se aparta del precedente asentado en el fallo N° 2551/2003,
del 24 de septiembre de 2003, caso: Jaime Ojeda Ortiz; y de cara a llenar el vacío legislativo
que existe en torno a esta novísima acción constitucional de habeas data, la Sala resuelve
implementar a partir de esta fecha, hasta tanto la Asamblea Nacional legisle al efecto, el
siguiente procedimiento:
1.- El proceso se iniciará por escrito y el demandante deberá señalar en su solicitud las pruebas
que desea promover. El incumplimiento de esta carga producirá la preclusión de la
oportunidad, no sólo la de la oferta de las pruebas omitidas, sino también de la producción de
todos los instrumentos escritos, audiovisuales o gráficos con que cuenta el demandante para
incoar la acción.
Asimismo, se destaca que la parte accionante deberá consignar, conjuntamente con el libelo
de la demanda, el documento fundamental de su pretensión, con el objeto de cumplir con lo
señalado en la sentencia N° 1281/2006, caso: Pedro Reinaldo Carbone Martínez.
Las pruebas se valorarán por la sana crítica, excepto la prueba instrumental que tendrá los
valores establecidos en los artículos 1359 y 1360 del Código Civil para los documentos
públicos, y en el artículo 1363 eiusdem para los documentos privados auténticos y otros que
merezcan autenticidad, entre ellos los documentos públicos administrativos.
2. Admitida la acción se ordenará la notificación del presunto agraviante para que concurra
ante la Secretaría de esta Sala a conocer el día y la hora en que se celebrará la audiencia oral,
la cual tendrá lugar, tanto en su fijación como para su práctica dentro de las noventa y seis (96)
horas siguientes a partir de la última de las notificaciones ordenadas. Para dar cumplimiento a
la brevedad y para no incurrir en excesivos formalismos, la notificación podrá ser practicada
mediante boleta, o comunicación telefónica, fax, telegrama, correo electrónico o cualquier
medio de comunicación interpersonal, dejando el Secretario de la Sala constancia detallada en
autos de haberse efectuado la notificación y de sus consecuencias.
5. En la misma audiencia, la Sala Constitucional decretará cuáles son las pruebas admisibles y
necesarias; y de ser admisibles ordenará su evacuación en la misma audiencia, o podrá diferir
la oportunidad para su evacuación.
6.- La audiencia oral debe realizarse con presencia de las partes, pero la falta de
comparecencia del presunto agraviado dará por terminado el procedimiento, a menos de que
el Tribunal considere que los hechos alegados afectan el orden público, caso en el cual podrá
inquirir sobre los hechos alegados en un lapso breve. La falta de comparecencia del presunto
agraviante no acarreará la admisión de los hechos, pero la Sala podrá diferir la celebración de
la audiencia o solicitar al presunto agraviante que presente un informe que contenga una
relación sucinta de los hechos. La omisión de la presentación del referido informe se
entenderá como un desacato.
7. En caso de litis consorcios necesarios activos o pasivos, cualquiera de los litis consortes que
concurran a los actos representará al consorcio.
a) decidir inmediatamente; en cuyo caso expondrán de forma oral los términos del dispositivo
del fallo; el cual deberá ser publicado íntegramente dentro de los cinco (5) días siguientes a la
audiencia en la cual se dictó la decisión correspondiente. El dispositivo del fallo lo comunicará
el Magistrado o la Magistrada presidente de la Sala Constitucional, pero el extenso de la
sentencia lo redactará el Magistrado Ponente.