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EL AMPARO CONSTITUCIONAL

ACCION DE AMPARO

Definicion

El amparo constitucional es la garantía o medio a través del cual se protegen los derechos
fundamentales que la Constitución reconoce a las personas. Esta acción está destinada a
restablecer a través de un procedimiento breve los derechos lesionados o amenazados de
violación, siendo un instrumento para garantizar el pacífico disfrute de los derechos y
garantías inherentes a la persona, operando la misma según su carácter de extraordinario,
sólo cuando se dan las condiciones previamente expuestas y aceptadas como necesarias
de la institución de amparo de conformidad con la ley que rige la materia.

Reseña Historica

El origen del amparo en Venezuela, concebido como instrumento de defensa de los


derechos y libertades, es de creación relativamente tardía, comparándolo con los
ordenamientos jurídicos de su ámbito cultural latinoamericano.

Las influencias más perceptibles de Amparo en nuestro país, son la anglosajona y la


tradición hispánica. Respecto a la primera, tiene su origen en Inglaterra mediante el
habeas Corpus, declaraciones de derechos y culmina su desarrollo con el Estado
Constitucional norteamericano, cuya influencia penetró con gran fuerza en las nuevas
repúblicas iberoamericanas durante los primeros años de la vida de éstas.

La influencia estadounidense se percibe claramente en su formulación no sólo de la rígida


división de poderes, sino en el sentido de la limitación de los mismos; así, en el proceso
constituyente norteamericano confluyen los factores necesarios para determinar la
supremacía de los jueces bajo la reforma de la "judicial law", continuidad de la tradición
inglesa que contempla a los jueces como órganos independientes creadores de derecho, y
el controvertido concepto de la soberanía parlamentaria que se complementa con la idea
de que la Constitución es una ley fundamental ante la que han de someterse el resto de las
leyes, y que es función propia de los jueces, no de la legislatura, interpretar y aplicar las
leyes.
Respecto a la influencia hispánica, ésta no es menor que la anglosajona, simplemente
diferente, así desde el propio término amparo, que tiene su origen en el derecho español
y que ha sido adoptado por los diversos ordenamientos latinoamericanos. Sin embargo,
la influencia más clara en cuanto a protección de derechos se refiere se contienen la Leyes
de Indias, en cuyo corpus se proclaman las formulaciones emanadas por el Rey de Castilla
referente al tratamiento de que debían ser objeto los indígenas de las tierras americanas
por parte de los conquistadores primero y de la Administración colonial posteriormente,
a las que limitaba en gran medida su actuación.

En Venezuela, la influencia más reciente es la mexicana donde primeramente se conformó


el amparo en un texto constitucional, haciéndose en la constitución del Yucatán de 16 de
mayo de 1841, en sus artículos 8, 9, y 62, aunque su ámbito de aplicación se refería sólo
al estado en referencia. El objeto de la introducción de esta institución era proteger a los
habitantes del Estado contra actos de la autoridad que violara la Constitución y los
derechos fundamentales.
El ejemplo mexicano produjo algunos intentos de establecer una figura similar en la
constitución de 1811, aunque su proclamación no se producirá hasta el texto de 1961, en
su artículo 49, reglamentándose por la Ley orgánica de Amparo sobre derechos y
Garantías Constitucionales del 22 de Enero de 1988.

Sin embargo podemos señalar que los antecedentes del amparo constitucional en
Venezuela datan en principio de 1947. En la Constitución Nacional aprobada por la
Asamblea Nacional Constituyente el cinco de Julio de ese año solo se desglosan de
manera, diríamos efímera, los llamados deberes y derechos individuales y sociales , tal y
como lo disponían los artículos 20 al 28 del mencionado texto.

Luego en la Constitución Nacional de 1953, la cual surgió en un sistema de fuerza no


existe ningún desarrollo en materia de amparo Constitucional, más bien queda reducido
el campo conceptual de la Constitución de 1947 por motivo del sistema imperante.
La Constitución del 23 de Enero de 1961 consagra el amparo constitucional en los
artículos 49 y 50, dentro de los llamados derechos o disposiciones generales que engloban
los artículos 43 al 50.

Naturaleza jurídica
Es un derecho constitucional, lo que implica que toda persona puede ser amparada ante
la violación de cualquier derecho que este consagrado en la Carta Magna incluso cuando
no lo esté, siempre y cuando sea un derecho que se considere inherente a la persona. Lo
característico de este derecho es que comprende un procedimiento breve, público, oral,
gratuito y sencillo lo que garantiza una verdadera y urgente atención. Es por ello una
garantía de restablecimiento de la lesión actual o inminente.

Entonces, la situación que busca restituir el Amparo, es aquella cuya garantía estaba
resguardada por la Norma Fundamental, y fue lesionada con ocasión de efectuada una
situación o de dictado un acto, bien sea, porque los agentes públicos o los particulares,
debiendo conducirse de acuerdo con un precepto de este rango, lo desconocieron o
aplicaron mal. Aunque, también puede deducirse que, el Amparo puede ser utilizado
como mecanismo de prevención ante una inminente violación de derechos
fundamentales, ya que a través de éste se pueden suspender los efectos del acto
considerado lesivo y así evitar daños irreparables. Por lo tanto, su procedencia no solo se
da cuando hay una violación sino que también cuando hay amenaza de violación,
permitiendo así evitar la materialización o permanencia del hecho lesivo y de sus efectos.

El Amparo es considerado como una garantía constitucional específica, para restablecer


situaciones que provengan de violaciones de derechos y garantías fundamentales
inherentes a la persona, pero de ninguna forma de las reguladas legalmente ya que, si así
fuere, el Amparo perdería todo sentido y alcance y se convertiría en un mecanismo
ordinario de control de la legalidad.

El Amparo Constitucional goza de una serie de principios que lo particularizan de otras


figuras, al respecto tenemos que dentro del proceso no se pueden relajar las normas de
procedimiento ni las constitucionales, a excepción del desistimiento de la acción de
amparo constitucional solo en casos en que el orden constitucional no sea tan trágico, esto
es, principio del orden publico del proceso.

Además es importante rescatar que en materia de amparo constitucional se encuentran


habilitados todos los días incluso los de vacaciones, por lo tanto, los jueces así sean
temporales, están en la obligación de tramitarlo y sentenciarlo. Esto es, principio de la
doble instancia y de la habilitación permanente, respectivamente.
En el Amparo Constitucional, se da el principio de Inquisitividad, donde el juez, dado el
tipo de derecho que se encuentra en discusión, tiene facultades amplias hasta el punto de
poder mejorar las peticiones del accionante, evacuar pruebas que considere necesarias
para hacerse un mejor criterio del asunto, y en fin puede realizar actos oficiosos revestidos
de carácter inquisitivo conforme a lo previsto en el articulo 11 del Código de
Procedimiento Civil.

Dado el tipo de derecho que se encuentra en juego, el juicio de Amparo se encuentra


revestido de los principios de celeridad y urgencia, lo que por consiguiente nos lleva al
principio de la informalidad, simplicidad procesal y gratuidad, es por ello que a propósito
el articulo 254 de la constitución elimino el pago de aranceles judiciales para todo proceso
jurisdiccional. Esto también se hace ver en lo dispuesto en los artículos 26, 27 y 257 de
nuestra Carta Magna, donde dice, que no se requieren largos procesos, lentos y llenos de
formalismos, por el contrario, se busca agilizar la justicia mediante procedimientos
rápidos, breves, orales, públicos, gratuitos, sin formalismos, imparciales, independientes,
responsables, equitativos y expeditos.
Cabe resaltar que la Constitución de 1961 consagro en su parte dogmática todo un
mosaico de derechos, los cuales resultan obligantes para un estado que se precie de ser
garante de los derechos humanos. Antes de la Constitución de 1961 existía el amparo
como recurso, pero no como una autentica acción, ya que siempre eran tanto su solicitud
como su trámite, aplicación y ejecución de carácter extraordinario.

La primera ley de Amparo y Garantías Constitucionales apareció publicada en la Gaceta


Oficial de la República de Venezuela nro. 33.891 de fecha 22 de Enero de 1988. La
misma sufrió una reforma circunscrita únicamente al texto del artículo 8 y se publico en
Gaceta Oficial nro. 34.060, del 27 de Septiembre de 1988. En esta reforma se incluyen
las acciones de amparo constitucional en contra del Consejo Supremo Electoral y demás
organismos electorales del país.
Al dictarse la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en 1999, esta
establece nuevos principios procesales destinados a garantizar la protección de los
derechos de las partes en proceso, pero tales disposiciones resultan incompatibles con la
dictada Ley de Amparo y Garantías Constitucionales, por ello, esta ley ha sido objeto de
innumerables interpretaciones y modificaciones por vía jurisprudencial, situación que se
mantendrá hasta tanto sea dictada una nueva ley especial de amparo.

Base constitucional del amparo


En el título III, capítulo I, art. 27 se encuentra ubicada la acción de amparo constitucional.
En efecto establece el artículo:

Artículo 27. Toda persona tiene derecho a ser amparada por los tribunales en el goce y
ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, aun de aquellos inherentes a la
persona que no figuren expresamente en esta Constitución o en los instrumentos
internacionales sobre derechos humanos.

El procedimiento de la acción de amparo constitucional será oral, público, breve, gratuito


y no sujeto a formalidad, y la autoridad judicial competente tendrá potestad para
restablecer inmediatamente la situación jurídica infringida o la situación que más se
asemeje a ella. Todo tiempo será hábil y el tribunal lo tramitará con preferencia a
cualquier otro asunto.
La acción de amparo a la libertad o seguridad podrá ser interpuesta por cualquier persona,
y el detenido o detenida será puesto o puesta bajo la custodia del tribunal de manera
inmediata, sin dilación alguna.

El ejercicio de este derecho no puede ser afectado, en modo alguno, por la declaración
del estado de excepción o de la restricción de garantías constitucionales.

Base legal de la acción de amparo

La encontramos en la ley orgánica de amparo sobre derechos y garantías


constitucionales publicada en el año 1988, y que sirvió para desarrollar el precepto
constitucional sobre amparo que traía la antigua constitución de 1961 en su art. 49. En
razón de que la vigente ley de amparo es de 1988 y la actual constitución es de 1999,
muchos de sus preceptos no se corresponden con la vigente carta magna razón por la cual
la sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia ha hecho algunas modificaciones
de la actual ley de amparo.

Modalidades del amparo

Existen en la Ley Orgánica del Amparo sobre derechos y garantías constitucionales 5


tipos o modalidades del amparo:
1. Amparo contra normas (art. 3)
2. Amparo contra decisiones judiciales o amparo judicial ( art.4)
3. Amparo cautelar ( primer aparte del art. 5)
4. Habeas corpus (art. 38)
5. Amparo sobrevenido (art. 6 ordinal 5)

Amparo contra normas

Está previsto en el artículo 3 de la mencionada ley orgánica de amparo sobre derechos y


garantías constitucionales en los términos siguientes:

“También es procedente la acción de amparo, cuando la violación o amenaza de violación


deriven de una norma que colida con la Constitución. En este caso, la providencia judicial
que resuelva la acción interpuesta deberá apreciar la inaplicación de la norma impugnada
y el Juez informará a la Corte Suprema de Justicia acerca de la respectiva decisión”

Si bien el artículo establece que la acción procede cuando la violación derive de una
norma que colida con la constitución, el máximo tribunal de la república ha establecido
en sala constitucional que “realmente procede contra el acto de aplicación de la norma y
no contra esta directamente, puesto que las normas por si solas no son capaces de incidir
en la esfera jurídica de los sujetos de derecho por su carácter abstracto, sino que requieren
un acto de aplicación que produzca el vinculo entre la norma y la situación jurídica
lesionada de un particular” (Sala constitucional, 4/marzo/2004 sentencia nro. 282)

Asimismo la sentencia de esa sala constitucional asienta que la incapacidad del acto
normativo de lesionar directamente al sujeto de derechos deviene que no sería, en
principio una amenaza inminente y no sería realizable por el imputado (el legislador)
puesto que este no tiene a su cargo la ejecución de las normas que dicta. Por ello, se ha
concluido que en los casos de amparo contra actos normativos, la norma no es objeto del
amparo, sino la causa del acto de aplicación que resulta lesivo de derechos o garantías
constitucionales.

Excepción: existen situaciones en las que se puede prescindir del acto de aplicación o
ejecución de la norma cuestionada, e igualmente es procedente el amparo in comento, tal
es el caso de la norma autoaplicativa. Está definida como aquella que con su sola
promulgación adquiere operatividad inmediata sin que haya necesidad de un acto
posterior de reglamentación o siquiera de aplicación 1. Verbigracia: la ley que establece
el impuesto al valor agregado (I.V.A), toda vez que su sola promulgación implica una
obligatoriedad efectiva y actual para las personas allí previstas.

Competencia para conocer del amparo contra norma

La sala constitucional estableció:

“… que en esta modalidad de acción de amparo constitucional lo que viene a determinar


la competencia del órgano jurisdiccional que ha de conocerla es el objeto de la acción, es
decir, la situación jurídica concreta cuya violación se alega, que debe ser subsumida
objetivamente dentro de los principios de competencia que establece la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales. De manera que, deberá
determinarse, en principio, cuál es el sujeto encargado de la aplicación de la norma
cuestionada por inconstitucionalidad, para verificar la regla de determinación de la
competencia, ratione materiae y ratione loci, a que se refiere el artículo 7 de la referida
Ley Orgánica, conforme a la cual la competencia para conocer del amparo contra actos
normativos le correspondería a los tribunales de primera instancia de acuerdo con la
afinidad con las materias que le han sido asignadas, en la jurisdicción correspondiente al
lugar donde ocurrió el hecho, acto u omisión que haya motivado la acción en cuestión;
será competente, en cambio, esta Sala Constitucional de acuerdo a la regla de
determinación de la competencia, ratione personae, prevista en el artículo 8 eiusdem, si
se verifica que el acto, hecho u omisión adoptado en ejecución de la norma procede de
una de las altas autoridades allí mencionadas, o de las que la jurisprudencia de esta Sala
ha venido incorporando” (Sentencia nro. 104 S.C 1 febrero 2006)

Amparo judicial

También conocido como amparo contra sentencias, es una acción de carácter


extraordinario, que permite fortalecer el control constitucional de las decisiones de los
tribunales de la república, para mitigar la angustia y desesperación causada por algún fallo
judicial lesivo de normas fundamentales. Está previsto en el artículo 4 de la ley Orgánica
de Amparo sobre derechos y garantías constitucionales que reza:
Articulo 4.Igualmente procede la acción de amparo cuando un Tribunal de la República,
actuando fuera de su competencia, dicte una resolución o sentencia u ordene un acto que
lesione un derecho constitucional.”

En estos casos, la acción de amparo debe interponerse por ante un tribunal superior al que
emitió el pronunciamiento, quien decidirá en forma breve, sumaria y efectiva.

Vale la pena acotar lo que la jurisprudencia de la sala constitucional del TSJ, configura
dentro del supuesto de la norma:

Amparo contra omisión o falta de pronunciamiento

En sentencia nro. 80 fechada el 9 de marzo del 2000 y con ponencia del doctor José
Delgado Ocando se estableció que si bien se menciona en la norma el amparo contra una
resolución, sentencia o acto del tribunal, debe entenderse comprendida además en la
misma disposición, la posibilidad de accionar en amparo contra un tribunal por su falta
de pronunciamiento; situaciones que constituyen una omisión que podría también ser
susceptible de conformar un caso de violación de derechos de rango constitucional.

Amparo contra un tribunal que actué fuera de su competencia

Se ha analizado la frase que contiene el articulo 4 cuando dice “actuando fuera de su


competencia” y establece la sala que cuando la norma habla de competencia no se refiere
exclusivamente al concepto técnico procesal, esto es a la materia, cuantía y territorio sino
que involucra también el supuesto de abuso de poder y extra limitación de las
atribuciones. (Sentencia nro. 1, 24 de enero de 2001)

Competencia para conocer del amparo judicial

Conforme al propio artículo 4 de la ley especial de amparo el tribunal competente es el


superior jerárquico del juez que dicto la sentencia.

Amparo cautelar
Es el resultado de la interposición conjunta de amparo constitucional con los recursos
contenciosos administrativos, en cuyo caso el amparo funge como una medida cautelar
de suspensión de efectos.

Esta modalidad se encuentra consagrada en el primer aparte del artículo 5 de la Ley


Orgánica de Amparo sobre derechos y garantías constitucionales cuando nos dice:

Articulo 5.

"…Cuando la acción de amparo se ejerza contra actos administrativos de efectos


particulares o contra abstenciones o negativas de la Administración, podrá formularse
ante el Juez Contencioso-Administrativo competente, si lo hubiere en la localidad
conjuntamente con el recurso contencioso administrativo de anulación de actos
administrativos o contra las conductas omisivas, respectivamente, que se ejerza. En estos
casos, el Juez, en forma breve, sumaria, efectiva y conforme a lo establecido en el artículo
22, si lo considera procedente para la protección constitucional, suspenderá los efectos
del acto recurrido como garantía de dicho derecho constitucional violado, mientras dure
el juicio”

La Jurisprudencia de la Sala Político Administrativa en sentencia nro. 00159 del 5 de


febrero de 2002 asentó:

"Cuando, (...) se ejerce el amparo constitucional conjuntamente con el recurso


contencioso administrativo de anulación de un acto administrativo de efectos particulares,
conforme al segundo párrafo del artículo 5 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos
y Garantías Constitucionales, esta acción tiene el carácter y la función de una medida
cautelar, mediante la cual el Juez con su pronunciamiento, debe evitar que al accionante
le sean violentados derechos o garantías de rango constitucional, mientras dure el juicio
principal."

Competencia para conocer del amparo cautelar

La sala constitucional con respecto a esta forma de amparo ha dicho que es una
pretensión accesoria del recurso contencioso administrativo de anulación y por ello sigue
el destino de aquella, en relación con el tribunal competente para conocer del amparo
cautelar se determina a través de la competencia de la pretensión principal. (Sala
constitucional, sentencia nro. 887, del 31 mayo de 2001)

Amparo de la libertad y seguridad personal o Habeas Corpus

Está previsto en el último titulo de la ley orgánica de amparo sobre derechos y garantías
constitucionales, en los artículos 38 y 39.

El penalista venezolano Fernando Fernández lo define como un procedimiento


constitucional breve, directo y efectivo mediante el cual el juez penal competente y del
lugar, revisa si una detención es ilegal o no. Se trata de un proceso especialísimo que
protege la libertad personal frente a los abusos de los funcionarios y del Estado mismo en
perjuicio de los ciudadanos.
En tal sentido el juez que conoce del habeas corpus no determina culpabilidad o no del
detenido. Solo verifica si fue hecho preso según lo permiten la Constitución y las leyes.
De constatar que la detención fuere ilegal, debe ordenar la inmediata libertad del detenido
mientras se instaura el juicio que conocerá del fondo de la causa, en caso de que
procediere. Mientras, podrá imponer medidas cautelares.

A partir de la vigencia del COPP y la Constitución de 1999 el habeas corpus previsto en


la legislación de amparo es modificado parcialmente: ya no tiene vigencia la detención
policial prevista en el artículo 44 de la ley especial de amparo, en la ley se prevé el período
de 8 días máximo bajo control de la policía. En todo caso, menos por flagrancia, ningún
policía puede detener a alguien sin orden judicial, de acuerdo con el artículo 44
constitucional.
Este tipo de amparo presenta particularidades en varios aspectos:

Con respecto a la legitimidad activa: por razones obvias no será el agraviado quien
interponga la acción, por ello el art. 41 de la ley especial de amparo establece que
cualquier persona puede gestionar la acción a favor del agraviado, de forma escrita, verbal
o vía telegráfica, e incluso sin necesidad de abogado que lo asista.

Conforme al artículo 42, una vez admitida la solicitud el juez competente decidirá en un
máximo de 96 horas sobre la privación de libertad, si encontrare que fue hecha de forma
ilegal ordenara la inmediata libertad del agraviado. Dice el mismo artículo que si el juez
lo considera necesario ordenara caución personal o prohibirá la salida del país de la
persona agraviada por un término no mayor de 30 días.

Competencia para conocer de un habeas corpus

Conforme a la jurisprudencia de la sala constitucional el juez competente para conocer de


una detención policial o administrativa de libertad es el juez de control. Aunque vale la
pena aclarar que en virtud del art. 44.1 constitucional las detenciones solo pueden ser
judiciales. Ahora en el supuesto que la detención emane de órgano judicial también es
posible atacar este pronunciamiento cuando sea violatorio de garantías y derechos
constitucionales, pero ya no a través de la modalidad del habeas corpus sino por el amparo
contra sentencia previsto en el art. 4 de la ley especial de amparo, y el juez competente
para conocer será el superior jerárquico de aquel que emitió el pronunciamiento. (S.C
sentencia nro. 165, 13 febrero 2001)
Amparo Sobrevenido

La Ley Orgánica de Amparo en el ordinal 5to del articulo 6, se refiere a las causales de
inadmisibilidad de la acción de amparo constitucional, si embargo, de manera muy
particular, además de señalar uno de los principios básicos de esta institución (su carácter
extraordinario), establece la figura del amparo sobrevenido, destinada a proteger algún
derecho o garantía constitucionales, vulnerado con posterioridad a la interposición de una
vía ordinaria distinta a la del amparo.

En efecto señala la referida disposición:

“Articulo 6. No se admitirá la acción de amparo: omissis…

5) Cuando el agraviado haya optado por recurrir a las vías judiciales ordinarias o hecho
uso de los medios judiciales preexistentes. En tal caso, al alegarse la violación o amenaza
de violación de un derecho o garantía constitucionales, el Juez deberá acogerse al
procedimiento y a los lapsos, establecidos en los artículos 23, 24 y 26 de la presente Ley,
a fin de ordenar la suspensión provisional de los efectos del acto cuestionado.”

Competencia para conocer de la acción de Amparo sobrevenido.


La Sala Constitucional, en sentencia de 20-01-2000, mencionada anteriormente, establece
claramente la competencia para conocer de este tipo de amparo señalando que esta
dependerá del tipo de acto denunciado como lesivo, si este es una decisión judicial, habrá
que aplicar el régimen de competencia previsto en el artículo 4 de la Ley Orgánica de
Amparo, en cambio si la lesión es causada por un tercero distinto al Juez, la competencia
le pertenecerá a ese mismo juez que viene conociendo el asunto.

Procedimiento para tramitar el amparo sobrevenido.

El procedimiento para tramitar el Amparo Sobrevenido, lo encontramos en el artículo 6


ordinal 5to, el cual establece:

“En tal caso, al alegarse la violación o amenaza de un derecho o garantía constitucionales,


el juez deberá acogerse al procedimiento y los lapsos establecidos en los artículos 23, 24
y 26 de la presente Ley, a fin de ordenar la suspensión provisional de los efectos del acto
cuestionado”.

De modo que debe seguirse el trámite procesal ordinario del amparo, y


consecuencialmente tomar en cuenta para ello las disposiciones emanadas de la
jurisprudencia en esta materia.

Esta tramitación deberá desarrollarse en un cuaderno separado a la vía judicial


preexistente, a los efectos de no entorpecer, el medio ordinario utilizado originalmente
por el agraviado. Cabe también la posibilidad, si la urgencia así lo requiere, de acordarse
medidas cautelares en estos procesos de amparo sobrevenido, en cuyo caso estas cautelas,
tendrán la misma naturaleza que las medidas provisionalísimas.

Efectos del Amparo Sobrevenido.

El Juez que conoce del amparo sobrevenido, debe tener amplias facultades para suspender
la lesión constitucional de que se trate, si ello puede hacerse mediante una simple
suspensión d efectos, muy bien, pero si se requiere de pronunciamientos distintos o
adicionales, el Juez podrá ordenar todo lo que considere prudente para evitar que se le
cause un daño durante el proceso a la parte que parece que va a tener la razón.
Lógicamente, el Juez debe respetar aquí, los principios de toda cautela, principalmente
los de proporcionalidad y provisionalidad, de modo de evitar que la sentencia no pueda
ser ejecutada por cualquiera de las partes.

El Carácter Cautelar del Amparo Sobrevenido.

El carácter cautelar del Amparo fue confirmado, por la Sala de Casación Civil (en
sentencia del 09-10-97, caso: Joao Avelio Gómez) la cual, señalo:

“así, dicha figura posee carácter cautelar por cuanto está dirigida a evitar la
materialización o continuidad de los efectos lesivos de un derecho o garantía
constitucional en la situación concreta de la parte, mientras se decide sobre el fondo del
asunto que le dio lugar, a diferencia de los efectos restitutorios plenos que ha de producir
el amparo autónomo. Es, además, provisional o temporal, pues como
pretensión accesoria de la principal, es obvio que ella deja de existir en el momento de
la emisión del fallo que decida acerca de la procedencia del medio procesal ordinario; y
por último, la urgencia con que dicha providencia debe ser dictada, ha de ser siempre el
resultado de un sumario proceso Cognición, bajo riesgo de no ser eficaz en la práctica, la
protección del derecho constitucional que se alega vulnerado”.

Sin embargo, luego de haberse mantenido la tesis del carácter cautelar del amparo
sobrevenido por largo tiempo, la Sala constitucional ( en sentencia de 28-7-2000, caso:
Luís Alberto Baca) acoge una extraña concepción del amparo sobrevenido, sugiriendo
que contra una sentencia cuya apelación deba ser oída en un solo efecto, el perjudicado
tiene la opción de intentar la apelación correspondiente o el amparo constitucional, en
caso de violación de derechos fundamentales, e incluso, pudiera ejercer ambos recursos
paralelamente. Pero en ambos supuestos pareciera que ya no estaríamos hablando de una
medida cautelar, sino de una acción distinta y ante un tribunal diferente.

Por ello, la sala en la mencionada sentencia hace unas precisiones, en cuanto a quien
puede perjudicar esa actividad procesal (las partes o los terceros), distinguiendo los
siguientes casos:

 En cuanto a las partes, los fallos cuya apelación se oye en ambos efectos, no
generan (en principio) acción de amparo alguno, si ellos contienen transgresiones
constitucionales que hagan necesario acudir a dicha acción, ya que al oírse la
apelación en ambos efectos, dichas sentencias no se ejecutan y los efectos de la
lesión no se concretan; no pudiéndose considerar ni siquiera que hay amenaza de
infracción, ya que el Juez de Alzada o de Casación, si la infracción Constitucional
la contiene el fallo de la ultima instancia recurrible en casación, puede impedir la
concreción de los efectos lesivos a la situación jurídica.
 Cuando se trata de fallos cuya apelación se oye en un solo defecto o a los que se
negó la apelación o el recurso de hecho, si lo acordado en dichas sentencias si se
ejecuta; pero solo cuando esa ejecución va a causar agravio constitucional a la
situación jurídica de una parte, es que ella podrá acudir a la vía del amparo para
proteger su situación jurídica, ya que concretado el agravio, las cosas no podrán
volver a la situación anterior, ni a una semejante, o la parte lesionada puede optar
por la vía de apelación. por una parte si el agraviado hace uso de la apelación, es
porque considera que este recurso es el optimo para lograr el restablecimiento de
la situación jurídica infringida, ante tal escogencia, el amparo que se incoare seria
inadmisible a tenor de lo dispuesto en el numeral 5 del artículo 6 de la Ley
Orgánica de Amparo.
 Sin embargo, señala, además la sala que si la apelación no fuera resuelta en el
tiempo pautado por la ley, el apelante podrá incorporar amparo autónomo, para
que el Juez competente conozca de la infracción que genero la dilación indebida,
y además, resuelva la apelaron no decidida. Por lo tanto considera la sala que la
apelación y el amparo pueden coexistir, cuando el recurso de apelación tiene por
objeto, la decisión de infracciones distintas a las constitucionales, por lo tanto el
objeto de cada proceso es diferente.
 Con relación a las sentencias de última instancia, dictadas por juzgados
superiores, que no admiten legalmente ningún otro recurso y que infrinjan
derechos y garantías constitucionales de las partes, estas podrán acudir ante la sala
constitucional, cuando dicha sala fuera competente, dentro de las condiciones
establecidas en el numeral 4 del artículo 6, dentro de los seis meses de
conocimiento de la parte lesionada .Si así no lo hicieren, habrán convenido
expresamente en las infracciones constitucionales, si como lo habrían hecho
tácitamente si existieren signos inequívocos de la aceptación del dispositivo.
 Cuando los fallos contentivos de las transgresiones constitucionales son los
emanados de las Salas del Tribunal Supremo de Justicia, distintos a la Sala
Constitucional, esta sala puede corregir las infracciones, por la vía de la revisión
prescrita en el numeral 10 del articulo336 de la vigente Constitución.
 En materia de amparo constitucional las sentencias que dicten en primera
instancia los tribunales distintos a la sala constitucional, solo podrán ser objeto de
amparo si ellas contienen infracciones a derechos y garantías constitucionales de
las partes, que versen sobre un agravio no juzgado en dichas causas.
 Con relación a los autos de mera sustanciación, la sala considera que no pueden
ser motivo de amparo, porque ellos no causan gravamen y si los causaran, ya no
tratan de meros autos de sustanciación y por ello el régimen aplicable seria el
dispuesto en el artículo 2.
 Los actos procesales como tales, lesivos de bienes jurídicos constitucionales, son
objeto de peticiones de nulidad por las partes afectadas por ellos, y el amparo
realmente procederá contra la sentencia que resuelva la nulidad, o contra la
omisión del Juez o del funcionario judicial de dictarla en el lapso legal. Pero a
pesar de ello, los actos judiciales que violen derechos o garantías constitucionales
de las partes, que de no corregirse de inmediato sus efectos se harían irreparables,
serán objeto de amparo.
 Las omisiones judiciales lesivas de derechos y garantías constitucionales que
vienen a actuar como una vía de hecho y que vienen a actuar dentro del artículo 4
de la Ley orgánica de Amparo, son objeto inmediato de acción de amparo, ya que
la situación jurídica se convierte en sujeto de una lesión indefinida, mientras no
se cumple la actuación.
 Las partes en caso de que las violaciones infrinjan el orden público, siempre
tendrán expedita la vía del amparo, sin las limitaciones del numeral 4 del artículo
6 de la Ley especial.

En cuanto a los terceros, el proceso puede afectarlos directa o indirectamente. Dentro del
derecho común, los terceros tienen en las tercerías para oponerse a los terceros la
posibilidad para oponerse a los efectos lesivos a su situación jurídica que le causen los
fallos, actos u omisiones procesales, que contengan infracciones a sus derechos y
garantías constitucionales. En este sentido cuando sobre el mismo tema del amparo exista
un juicio en curso diverso al del amparo, ya que ello significa que el accionante no
consideraba de carácter inmediato la lesión de su situación jurídica o que haya usado otros
medios judiciales para reparar su situación, como pedir al juez de la causa la aplicación
del control difuso de la constitucionalidad. Cuando esto ocurra el lesionado, no tiene
derecho al amparo ya que el ha considerado que la vía utilizada es de igual entidad que la
del amparo para obtener la reparación de su situación jurídica.

Con la interposición anteriormente expuesta, pareciera que el amparo sobrevenido ha


perdido su carácter cautelar, pues ya no estaríamos hablando de un amparo dependiente
de un recurso principal, sino más bien de una acción autónoma y aislada de la vía judicial
preexistente. El particular afectado en sus derechos fundamentales por un fallo
interlocutorio tendría entonces la opción de ejercer la vía ordinaria (apelación), la
extraordinaria (el amparo), o incluso ambas; para cuestionar las lesiones constitucionales
(el amparo), la otra para atacar el resto el resto de los vicios del fallo (apelación).

Requisitos del amparo sobrevenido.

1. Que se trate de violaciones o amenazas de violaciones de derechos y garantías


constitucionales, producidas durante la tramitación de un proceso.
2. Que no exista una vía ordinaria para atacar eficazmente en el transcurso de un
mismo proceso, el nuevo acto, hecho u omisión de los derechos fundamentales.
3. Que el presunto agraviante sea el juez, las partes, terceros o algún órgano auxiliar
de justicia.

Supuestos en los cuales será admisible una acción de amparo sobrevenido.

La Sala Constitucional en sentencia del 12-03-2003, nro. 515, preciso que “El amparo
sobrevenido no procederá en todo supuesto de irregularidades o alteraciones del orden
procesal que impliquen lesiones o menoscabo de los derechos constitucionales de las
partes en el proceso, sino solamente en aquellos casos en los que concurran los siguientes
supuestos:

1. Que dichas situaciones ex novo, esto es, en forma sobrevenida, con posterioridad
a la interposición del recurso ordinario, por ejemplo, a la apelación ante el juzgado
superior a quien compete conocer en primera instancia.
2. Que tales situaciones (actos u omisiones), una vez constatada su fragancia,
justifiquen la adopción inmediata de una tutela constitucional cautelar que impida
la irreparabilidad de la situación infringida.
3. Que la vía ordinaria activada por la parte presuntamente agraviada (verbigracia,
la apelación) no sea idónea para restablecer oportunamente la injuria
constitucional invocada.”

Aspectos procesales de la acción de amparo

Legitimación activa
En cuanto a la cualidad activa para intentar un amparo la sala constitucional señalo:

“la legitimación activa en una acción de amparo la tienen, en principio, quienes hayan
sido directamente afectados en sus derechos constitucionales, y no los que tengan un
simple interés en que la misma sea procedente, salvo, cuando se trate de un hábeas corpus,
en donde la legitimación activa deja de ser determinada por la afectación directa para ser
extendida a cualquier persona, que actúe en nombre del afectado, o cuando se trate de
personas colectivas e intereses difusos conforme lo dispone el artículo 27 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y el artículo 41 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales” (sentencia numero
2177 S.C, de 12 de septiembre de 2002)

Legitimación pasiva

La legitimación para comparecer en el proceso de amparo constitucional como parte


demandada corresponde a la persona u órgano del estado que se señale como presunto
agraviante, el cual debe estar perfectamente identificado en el escrito de solicitud de
tutela. La jurisprudencia ha considerado que el sujeto pasivo es la autoridad que se
denuncia como trasgresora de derechos fundamentales y por tanto la acción va dirigida
directamente contra ella.

Requisitos de admisibilidad

a) Hecho ilícito.

Debemos empezar refiriéndonos a su universalidad, y esta lleva consigo:

 Aparte de proteger derechos y garantías constitucionales.


 Permite el control de cualquier acto, hecho u omisión que emane de cualquier
órgano del Poder Público y que incluso aquellos que parezcan estar excluidos de
control judicial no lo serán, esto según decisión de la Sala Político Administrativa
del 3 de Enero de 1991, caso: Anselmo Natale.

Aclarando en lo que consiste la Universalidad del Amparo debemos decir que existen
características que dicho control debe poseer para que su admisibilidad proceda, dejando
claro que no por ello dejan de existir causales que impiden dicha admisión. (Artículo 6
de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías).
Pues bien, dichos requisitos de admisibilidad son:

1- Actualidad de la lesión Constitucional.

Este requisito consiste en lo real de la lesión y el tiempo en el que debe presentarse, es


decir, esta debe ser actual, presente o que si bien ya aconteció el mismo debe aun
repercutir en la actualidad.

2- Debe ser reparable.

Quiere decir este requisito que las violaciones que se presenten puedan restablecerse a
través de la decisión del Juez competente, bien sea evitando que se consuma, si no se ha
iniciado; suspenderla, si ya comenzó; o suspenderla si ya se ha cumplido.

3- Que la lesión Constitucional no haya sido consentida.

Este consentimiento lo tenemos en dos sentidos:

 Cuando el actor ha estado de acuerdo con la lesión constitucional; o


 Si no estando de acuerdo ha dejado transcurrir más de 6 meses desde la violación.

Esta ultima en el sentido de la perdida de la urgencia y de la no necesidad del


restablecimiento del derecho o garantía vulnerada.

Ahora bien, esta causal no es aplicable cuando se trate de situaciones que infringen el
Orden Publico o las Buenas Costumbres, es decir, que existen casos en que es necesario
la intervención del Juez Constitucional por tratarse de prerrogativas del Poder Público en
la cual no correrá el lapso de caducidad contemplado en el ordinal 4 articulo 6 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.

4) La amenaza como hecho lesivo.

Anteriormente había quedado claro que debían tratarse de hechos presentes o pasados
pero que estos repercutieran en la actualidad. Pues bien el ordinal 2 del artículo 6 de la
ley bajo estudio se refiere al hecho lesivo que interesa al futuro, quiere decir que este
control se ocupara de hechos que no sean remotos, o sea, inciertos o eventuales, sino que
va a prevenir toda clase de lesión que resulte de indudable cometido, cuyo requisito es
pues más que una mera probabilidad, una verdadera certeza fundada en un agravio, es
decir, que la amenaza sea inmediata, posible y realizable por el imputado.

b) La lesión de un derecho o garantía Constitucionales.

Consiste básicamente en aquellos derechos y garantías consagradas en la Carta Magna


inherentes a la persona humana y cuya infracción debe ser grave.

c) El carácter extraordinario del Amparo Constitucional.

Versa en la inexistencia de otro medio procesal ordinario y adecuado que pueda resolver
la situación infringida o por infringir, sino que el control bajo estudio debe ser utilizado
en situaciones extremas. Es precisamente a esto a que se refiere el carácter subsidiario o
extraordinario de la Acción de Amparo Constitucional, incluso vías que no sean las de
Amparo, constituye una causal de inadmisibilidad para esta acción (ordinal 5 del artículo
6 de la ya mencionada ley) pero esto hoy día ha sido superado, diciendo pues que el
carácter extraordinario de esta acción suele hacerse con el resto de las causales de
inadmisibilidad, es decir, que el Juez puede desechar in limine litis dicha acción cuando
considere que no hay dudas de que se cuenta con otros medios para resolver la situación
que ha sido o que puede ser infringida.

d) No debe tratarse de decisiones emanadas del Tribunal Supremo de Justicia.


Esto en virtud de que el Tribunal Supremo de Justicia es la máxima instancia de la
jurisdicción venezolana.

La sala Constitucional en decisión No. 694 de fecha 7 abril de 2003 acento

“Al respecto, esta Sala observa que, el numeral 6 del artículo 6 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales establece lo siguiente: Artículo 6.-
´No se admitirá la acción de amparo: ...omissis... 6) Cuando se trate de decisiones
emanadas de la Corte Suprema de Justicia.´ De conformidad con la norma antes transcrita
y de la jurisprudencia aceptada pacíficamente por la extinta Corte Suprema de Justicia y
por este Tribunal Supremo de Justicia (caso: Isabel Valdivia Rivera, del 23 de marzo de
2001), no es posible el ejercicio de la acción de amparo constitucional en contra de las
decisiones u omisiones de la extinta Corte Suprema de Justicia, hoy Tribunal Supremo de
Justicia. Como se observa, existe una prohibición expresa de la ley que rige la materia del
amparo constitucional, del ejercicio de tal acción en contra de las sentencias, actuaciones
u omisiones de alguna de las Salas de este máximo organismo jurisdiccional, la cual la
hace inadmisible, y así se declara”

d) Ejercicio de la acción de amparo en estado de excepción. El numeral 7 del art. 6


establece:
Artículo 6.- No se admitirá la acción de amparo:

7) En caso de suspensión de derechos y garantías constitucionales conforme al artículo


241 de la Constitución, salvo que el acto que se impugne no tenga relación con la
especificación del decreto de suspensión de los mismos;

Con respecto al numeral 7 del art. 6 de la ley especial de amparo, cuando exista un estado
de excepción no puede interponerse una acción de amparo. Este numeral es abiertamente
antagónico al último aparte del art. 27 de la actual constitución nacional, el cual reza:
“El ejercicio de este derecho no puede ser afectado, en modo alguno, por la declaración
del estado de excepción o de la restricción de garantías constitucionales”
Asimismo la ley de estados de excepción en su artículo 7, numeral 12 establece que no se
puede restringir el amparo constitucional.

Por tanto a nuestro criterio este numeral no debería ser considerado una causal de
inadmisión del amparo.

Competencia de acuerdo a la ley y la jurisprudencia para conocer de un amparo

El título III de la ley especial de amparo establece la competencia en los artículos 7 y 8.


El artículo 7 establece:

Artículo 7.- Son competentes para conocer de la acción de amparo, los Tribunales de
Primera Instancia que lo sean en la materia afín con la naturaleza del derecho o de la
garantía constitucionales violados o amenazados de violación, en la jurisdicción
correspondiente al lugar donde ocurrieren el hecho, acto u omisión que motivaren la
solicitud de amparo.
En caso de duda, se observarán, en lo pertinente, las normas sobre competencia en razón
de la materia.

Si un Juez se considerare incompetente, remitirá las actuaciones inmediatamente al que


tenga competencia.

Del amparo de la libertad y seguridad personales conocerán los Tribunales de Primera


Instancia en lo Penal, conforme al procedimiento establecido en esta ley.

El legislador en este artículo hace referencia a 3 aspectos para determinar la competencia


del tribunal que conocerá del amparo. En primer lugar al grado de competencia cuando
establece que conocerán las acciones de amparo los tribunales de primera instancia. La
sala constitucional en sentencia nro. 26 del 25 de enero de 2001 estableció:

“En lo que concierne a la competencia por razón del grado, las disposiciones previstas en
los artículos 7 y 35 de la citada Ley Orgánica establecen que, en primera instancia, el
órgano competente es el Tribunal de Primera Instancia, y, en segunda instancia, lo es el
Tribunal Superior respectivo. Ahora bien, los tribunales pueden conocer, según el caso,
en primera instancia, en segunda instancia o en instancia única. En el caso de los
Tribunales Superiores en lo Civil y Contencioso Administrativo, los mismos conocen, en
segunda instancia, en la materia civil, de las decisiones que pronuncian los Tribunales de
Primera Instancia en lo Civil; en cambio, conocen en primera instancia, en materia
administrativa, de las causas que tienen atribuidas por ley, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 181 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia”

En segundo lugar encontramos lo que la doctrina ha llamado el criterio de afinidad,


consiste en atribuir competencia de las acciones de amparo a los tribunales que se
encuentren mas familiarizados por su competencia ordinaria con los derechos y garantías
constitucionales denunciados. Este criterio lo ubicamos en el artículo cuando dice “…que
lo sean en la materia afín con la naturaleza del derecho o de la garantía constitucionales
violados o amenazados de violación…” De esta manera en criterio del autor patrio Rafael
Chavero la intención de la ley fue atribuir la competencia en materia de amparo a aquel
juez que tuviera mejor conocimiento del derecho o garantía constitucional que se iba a
debatir durante el proceso de amparo.
En tercer lugar el legislador establece el criterio territorial en el art. 7 cuando dispone:
“en la jurisdicción correspondiente al lugar donde ocurrieren el hecho, acto u omisión que
motivaren la solicitud de amparo. Es decir que además de advertir los criterios legales en
razón de la materia para identificar el tribunal que conocerá del amparo, es necesario
aplicar el criterio del territorio, entonces será competente el tribunal de la jurisdicción
donde ocurrió el hecho lesivo.

Criterio orgánico para determinar la competencia en el art. 8

Recordemos que la ley orgánica de amparo fue promulgada en el año 1988, es decir que
es anterior a la constitución actual del año 99, razón por la cual muchos aspectos de la ley
vigente de amparo no se corresponden con la actual constitución, así el art. 8 establece:

Artículo 8.- La Corte Suprema de Justicia conocerá, en única instancia y mediante


aplicación de los lapsos y formalidades previstos en la ley, en la sala de competencia afín
con el derecho o garantía constitucionales violados o amenazados de violación, de las
acciones de amparo contra los hechos, actos y omisiones emanados del Presidente de la
República, de los Ministros, del Consejo Supremo Electoral y demás organismos
electorales del país, del Fiscal General de la República, del Procurador General de la
República o del Contralor General de la República

Este artículo recoge lo que la doctrina ha denominado el criterio orgánico o privilegiado


para conocer de las acciones de amparo que se intenten contra los actos emanados por los
funcionarios allí mencionados. La disposición in comento a raíz de las transformaciones
sufridas como consecuencia de la nueva constitución de 1999 y sobre todo con la creación
de la sala constitucional se altero notablemente, toda vez que esta sala paso asumir en
forma monopólica, la competencia asignada por el art. 8 de la ley orgánica de amparo.
Así lo asentó la sala constitucional en sentencia nro. 1 del 20 de enero de 2000 en ponencia
del magistrado Jesús Cabrera:

“Por ser función de esta Sala, según el artículo 335 de la Constitución, la interpretación
de dicha Carta Magna, es claro que la materia de su conocimiento abarca las infracciones
constitucionales, como lo demuestran las atribuciones que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela otorga a la Sala Constitucional en su artículo 336. Esta
circunstancia la convierte en la Sala que por la materia tiene la competencia para conocer,
según el caso, de las acciones de amparo constitucional propuestas conforme a la Ley
Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales. Por otra parte, debido
a su condición de juez natural en la jurisdicción constitucional, la competencia que
contempla el artículo 8 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales ha desaparecido, ya que la materia constitucional corresponde a esta
Sala (téngase presente que la creación de una Sala con competencia constitucional,
origina un criterio orgánico para delimitar la competencia en el cual se encuentran
comprendidos, necesariamente, todos los asuntos relacionados con la Constitución).

Por las razones expuestas, esta Sala declara que, la competencia expresada en los artículos
7 y 8 de la ley antes citada, se distribuirá así:

1. Corresponde a la Sala Constitucional, por su esencia, al ser la máxima protectora


de la Constitución y además ser el garante de la supremacía y efectividad de las
normas y principios constitucionales, de acuerdo con el artículo 335 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el conocimiento directo,
en única instancia, de las acciones de amparo a que se refiere el artículo 8 de la
Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, incoadas
contra los altos funcionarios a que se refiere dicho artículo, así como contra los
funcionarios que actúen por delegación de las atribuciones de los anteriores.
Igualmente, corresponde a esta Sala Constitucional, por los motivos antes
expuestos, la competencia para conocer de las acciones de amparo que se intenten
contra las decisiones de última instancia emanadas de los Tribunales o Juzgados
Superiores de la República, la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo y
las Cortes de Apelaciones en lo Penal que infrinjan directa e inmediatamente
normas constitucionales.
2. Asimismo, corresponde a esta Sala conocer las apelaciones y consultas sobre las
sentencias de los Juzgados o Tribunales Superiores aquí señalados, de la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo y las Cortes de Apelaciones en lo
Penal, cuando ellos conozcan la acción de amparo en Primera Instancia.
3. Corresponde a los Tribunales de Primera Instancia de la materia relacionada o afín
con el amparo, el conocimiento de los amparos que se interpongan, distintos a los
expresados en los números anteriores, siendo los Superiores de dichos Tribunales
quienes conocerán las apelaciones y consultas que emanen de los mismos, de
cuyas decisiones no habrá apelación ni consulta.
4. En materia penal, cuando la acción de amparo tenga por objeto la libertad y
seguridad personales, será conocida por el Juez de Control, a tenor del artículo 60
del Código Orgánico Procesal Penal, mientras que los Tribunales de Juicio
Unipersonal serán los competentes para conocer los otros amparos de acuerdo a
la naturaleza del derecho o garantía constitucional violado o amenazado de
violación que sea afín con su competencia natural. Las Cortes de Apelaciones
conocerán de las apelaciones y consultas de las decisiones que se dicten en esos
amparos”

Es apreciable la diferencia entre el artículo 8 de la ley, y el mandato nro. 1 que estableció


la sala constitucional, mientras la ley daba competencia a las salas de la extinta Corte
Suprema de Justicia en razón de la materia a fin con el derecho violado para conocer del
amparo contra los altos funcionarios del gobierno, la jurisprudencia transcrita establece
que la jurisdicción para conocer de estos amparos corresponde exclusivamente y en única
instancia a la sala constitucional. La jurisprudencia también establece que la sala
constitucional conocerá no solo de los amparos contra los funcionarios del art. 8, sino
contra los funcionarios que actúen por delegación de estos.

La misma sentencia configura otros aspectos como el establecido en el numeral 4to, que
cambia el ultimo aparte del art. 7, al especificar mas claramente los tribunales
competentes en materia de habeas corpus, el amparo que tengan por objeto la seguridad
y libertad personal será el Juez de control, y los demás amparos relativos a materia penal
pero que se refieran a otros derechos corresponden a los tribunales de juicio. Las cortes
de apelaciones conocerán en apelación de las causas que se lleven en los tribunales
mencionados anteriormente (de control y juicio)

Competencia de los tribunales de municipio

Para garantizar el acceso a la justicia y la interposición del amparo, la ley especial trae un
mecanismo para tramitar un amparo en aquellos lugares donde no haya tribunales de
primera instancia, así el artículo 9 establece cuando los hechos, actos, u omisiones
constitutivos de la violación del derecho o de la garantía constitucional se produzcan en
lugar donde no funcionen tribunales de primera instancia, se interpondrá la acción de
amparo ante cualquier juez de la localidad (o municipio) quien lo decidirá

Competencia de acuerdo a la jurisprudencia de la sala electoral para conocer de


amparos
”La Sala Electoral conocerá de los amparos autónomos contra actos sustantivamente
electorales de los titulares de los órganos administrativos distintos a las máximas
autoridades de la República mencionadas en el artículo 8 de la Ley Orgánica de Amparo,
e igualmente de los entes mencionados en el artículo 293, numeral 6,
constitucional”(Sentencia nro. 90 sala electoral 26 julio de 2000)

Procedimiento para tramitar un amparo

El título IV de la ley orgánica de amparo se denomina “del procedimiento“ Establece


algunos aspectos importantes relativos por ejemplo al carácter de orden público que tiene
el procedimiento de amparo, razón por la cual siempre que haya un procedimiento de
amparo se notifica el ministerio público, aunque la no intervención de este al
procedimiento no es causal de reposición. Así lo establece el art. 14

Artículo 14.- La acción de amparo, tanto en lo principal como en lo incidental y en todo


lo que de ella derive, hasta la ejecución de la providencia respectiva, es de eminente orden
público.
Las atribuciones inherentes al Ministerio Público no menoscaban los derechos y acciones
de los particulares. La no intervención del Ministerio Público en la acción de amparo no
es causal de reposición ni de acción de nulidad.

Con ponencia del magistrado Jesús Eduardo Cabrera la sentencia del 1 de febrero del año
2000, la sala constitucional estableció el procedimiento de amparo, e hizo una distinción
entre el procedimiento general de amparo y el procedimiento de amparo contra sentencia.

Procedimiento general de amparo

En un análisis referente a la jurisprudencia citada, el procedimiento de amparo lo


podemos resumir en las siguientes fases:

a) Fase de admisión

El procedimiento se inicia a través de una solicitud que conforme al artículo 16 de la ley


puede ser oral o escrita
Artículo 16.- La acción de amparo es gratuita por excelencia. Para su tramitación no se
empleará papel sellado ni estampillas y en caso de urgencia podrá interponerse por vía
telegráfica. De ser así, deberá ser ratificada personalmente o mediante apoderado dentro
de los tres (3) días siguientes. También procede su ejercicio en forma verbal y, en tal caso,
el Juez deberá recogerla en un acta.

Interposición de amparo vía correo electrónico

La tramitación de amparo no está sujeta a formalidad razón por la cual puede interponerse
como dice el art. por vía telegráfica, hoy día no hablamos de telégrafos pero si de Internet,
La sala constitucional en sentencia del 9 de abril del 2001, en decisión nro. 523 estableció
la idoneidad del correo electrónico para la interposición de acciones de amparo. Pero
como reza en el art. 16 de la ley orgánica de amparo esta solicitud electrónica deberá ser
ratificada personalmente o por medio de apoderado dentro de los 3 días siguientes. En
virtud de lo anterior en el portal electrónico del Tribunal Supremo de Justicia
www.tsj.gov.ve existe una herramienta para interponer amparos a través de un formulario
electrónico.

De acuerdo al art. 18 la solicitud de amparo deberá contener:

1. Los datos concernientes a la identificación de la persona agraviada y de la persona


que actúe en su nombre, y en este caso con la suficiente identificación del poder
conferido;
2. Residencia, lugar y domicilio, tanto del agraviado como del agraviante;
3. Suficiente señalamiento e identificación del agraviante, si fuere posible, e
indicación de la circunstancia de localización;
4. Señalamiento del derecho o de la garantía constitucional violado o amenazado de
violación;
5. Descripción narrativa del hecho, acto, omisión y demás circunstancias que
motiven la solicitud de amparo;
6. Y, cualquiera explicación complementaria relacionada con la situación jurídica
infringida, a fin de ilustrar el criterio jurisdiccional.

Dice el mismo artículo que en caso de que la solicitud se hiciere en forma oral se exigirán
en lo posible los mismos requisitos.

A este artículo la jurisprudencia de la sala constitucional del 1 de febrero del año 2000:
“…pero el accionante además de los elementos prescritos en el citado artículo 18 deberá
también señalar en su solicitud, oral o escrita, las pruebas que desea promover, siendo
esta una carga cuya omisión produce la preclusión de la oportunidad, no solo la de la
oferta de las pruebas omitidas, sino la de la producción de todos los instrumentos escritos,
audiovisuales o gráficos, con que cuenta para el momento de incoar la acción y que no
promoviere y presentare con su escrito o interposición oral; prefiriéndose entre los
instrumentos a producir los auténticos. El principio de libertad de medios regirá estos
procedimientos, valorándose las pruebas por la sana crítica, excepto la prueba
instrumental que tendrá los valores establecidos en los artículos 1359 y 1360 del Código
Civil para los documentos públicos y en el artículo 1363 del mismo Código para los
documentos privados auténticos y otros que merezcan autenticidad, entre ellos los
documentos públicos administrativos”

En el caso que la solicitud de amparo no cumpla con los extremos del art. 18, el tribunal
notificara al solicitante para que corrija los defectos u omisiones dentro del lapso de 48
horas siguientes a la notificación.

Artículo 19.- Si la solicitud fuere oscura o no llenare los requisitos exigidos anteriormente
especificados, se notificará al solicitante del amparo para que corrija el defecto u omisión
dentro del lapso de cuarenta y ocho horas siguientes a la correspondiente notificación. Si
no lo hiciere, la acción de amparo será declarada inadmisible.

Como se desprende del art. 19 citado el solicitante deberá corregir el defecto dentro del
lapso de 48 horas siguientes a la notificación que se le haga de estas, y si no lo hace se le
declarara inadmisible la solicitud. Por el contrario si subsana las omisiones o defectos el
tribunal admitirá el amparo.

b) Fase de Notificación

Luego de admitida la acción se ordenara la citación del presunto agraviante y se notificara


al ministerio publico a los fines de que se presenten al tribunal para conocer el día en que
tendrá lugar la audiencia oral, cuya fijación y celebración deberá realizarse dentro de las
96 horas luego de la ultima notificación.
Esta notificación según la misma sentencia de la Sala Constitucional del 1/02/2000, podrá
ser practicada mediante boleta, o comunicación telefónica, fax, telegrama, correo
electrónico, o cualquier medio de comunicación interpersonal, bien por el órgano
jurisdiccional o bien por el Alguacil del mismo, indicándose en la notificación la fecha
de comparecencia del presunto agraviante y dejando el Secretario del órgano
jurisdiccional, en autos, constancia detallada de haberse efectuado la citación o
notificación y de sus consecuencias.

c) Fase oral

En la fecha de comparecencia se celebrara la audiencia oral y pública las partes,


oralmente, propondrán sus alegatos y defensas ante la Sala Constitucional o el tribunal
que conozca de la causa en primera instancia, y ésta o éste decidirá si hay lugar a pruebas,
caso en que el presunto agraviante podrá ofrecer las que considere legales y pertinentes,
ya que este es el criterio que rige la admisibilidad de las pruebas. Los hechos esenciales
para la defensa del agraviante, así como los medios ofrecidos por él se recogerán en un
acta, al igual que las circunstancias del proceso.

Además, en la audiencia ante el Tribunal que conozca en primera instancia en que se


evacuen estas pruebas de lo actuado, se levantará un acta que firmarán los intervinientes
Incomparecencia del agraviante a la audiencia oral:

La falta de comparecencia del presunto agraviante a la audiencia oral aquí señalada


producirá los efectos previstos en el artículo 23 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre
Derechos y Garantías Constitucionales.

Artículo 23.- Si el Juez no optare por restablecer inmediatamente la situación jurídica


infringida, conforme al artículo anterior, ordenará a la autoridad, entidad, organización
social o a los particulares imputados de violar o amenazar el derecho o la garantía
constitucionales, que en el término de cuarenta y ocho (48) horas, contadas a partir de la
respectiva notificación, informe sobre la pretendida violación o amenaza que hubiere
motivado la solicitud de amparo.
Incomparecencia del agraviado a la audiencia oral:

La falta de comparecencia del presunto agraviado dará por terminado el procedimiento.


En caso de litis consorcios necesarios activos o pasivos, cualquiera de los litis consortes
que concurran a los actos, representará al consorcio.

d) fase de decisión

El órgano jurisdiccional, en la misma audiencia, decretará cuáles son las pruebas


admisibles y necesarias, y ordenará, de ser admisibles, también en la misma audiencia, su
evacuación, que se realizará en ese mismo día, con inmediación del órgano en
cumplimiento del requisito de la oralidad o podrá diferir para el día inmediato posterior
la evacuación de las pruebas.

Si decide inmediatamente, deberá exponer en forma oral el dispositivo del fallo. El fallo
lo comunicara el juez o el presidente del tribunal colegiado si es el caso, pero la sentencia
escrita deberá ser redactada por el ponente o quien decida el presidente del tribunal.

Si el juez decide diferir la audiencia, podrá hacerlo, pero por un lapso no mayor a 48 horas
por estimar que es necesaria la presentación o evacuación de alguna prueba que sea
fundamental para decidir el caso, o a petición de alguna de las partes o del Ministerio
Público.

Procedimiento de amparo contra sentencia

En esta modalidad de amparo el legitimado pasivo es el tribunal que dicto la sentencia


lesiva de derechos constitucionales. La misma decisión de carácter vinculante de la sala
constitucional (fecha: 1 de febrero de 2000) que venimos analizando estableció el
procedimiento a seguir cuando se intentan acciones de amparo constitucional contra
decisiones judiciales y al efecto determina que las formalidades se simplificaran aun mas,
debiendo notificarse al presunto agraviante (al juez que dicto la sentencia) así como a las
partes que intervinieron en ese proceso la oportunidad en que se realizara la audiencia
oral para que estas presenten sus alegatos y argumentos respecto a la acción. Si el presunto
agraviante, el juez no comparece a la audiencia no se le tendrá por confeso.

Estos amparos se intentaran con la copia certificada del fallo que se pretende impugnar a
menos que por la urgencia no pueda obtenerse a tiempo la copia certificada, caso en el
cual se admitirán las copias previstas en el artículo 429 del Código Procedimiento Civil,
no obstante en la audiencia oral deberá presentarse copia auténtica de la sentencia.
Unas vez notificadas, la oportunidad de la audiencia será igual que en el procedimiento
anterior es decir dentro de las 96 horas siguientes la ultima notificación.

La incomparecencia del presunto agraviante (juez) no significará aceptación de los


hechos, y el órgano que conoce del amparo, examinará la decisión impugnada.

Y también deberá decidirse la acción el mismo día de la audiencia oral.

Procedimiento de amparo cautelar

Como se dijo anteriormente la naturaleza de esta especial acción es accesoria, toda vez
que sigue el destino de la acción principal. En este sentido como el amparo cautelar se
ejerce conjuntamente con un recurso contencioso administrativo de nulidad, quienes son
competentes para conocer de los amparos cautelares en consecuencia son los juzgados
contenciosos de la república. Dejando claro quiénes son competentes para conocer de esta
modalidad de amparo procedemos a explanar el tratamiento que conforme a la sala
político administrativa se da al amparo conjunto.

La sala político administrativa ha dicho:

“…que el carácter accesorio e instrumental del amparo cautelar hace posible asumirlo en
los mismo términos que una medida cautelar, con la diferencia de que el primero alude
exclusivamente a la violación de derechos y garantías de rango constitucional,
circunstancia ésta que por su trascendencia, hace aún más apremiante el pronunciamiento
sobre la procedencia de la medida solicitada” (sentencia nro. 3303 SPA, 24 octubre 2006)

Establece la sala además en la misma sentencia:

“…en tanto se sancione la nueva ley que regule lo relacionado con la interposición y
tramitación de esta especial acción, es necesaria la inaplicación del trámite previsto en los
artículos 23, 24 y 26 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, por considerarlo contrario a los principios que informan la institución
del amparo, lo cual no es óbice para que continúen aplicándose las reglas de
procedimiento contenidas en dicha Ley, en todo aquello que no resulte incongruente a la
inmediatez y celeridad requerida en todo decreto de amparo
En su lugar, acordó una tramitación similar a la seguida en los casos de otras medidas
cautelares, por lo que, una vez admitida la causa principal por la Sala, debe emitirse al
mismo tiempo un pronunciamiento sobre la providencia cautelar de amparo solicitada,
con prescindencia de cualquier otro aspecto, cumpliéndose así con el propósito previsto
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”

Afirmó la Sala en dicho fallo y así lo ratifica en esta oportunidad, que la tramitación así
seguida no reviste en modo alguno, violación del derecho a la defensa de la parte contra
quien obra la medida, pues ésta podrá hacer la correspondiente oposición, una vez
ejecutada la misma, siguiendo a tal efecto el procedimiento pautado en los artículos 602
y siguientes del Código de Procedimiento Civil; ello ante la ausencia de un iter indicado
expresamente por la Ley, conforme a la previsión contenida en el artículo 102 de la
entonces vigente Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, ahora previsto en el
artículo 19 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la República
Bolivariana de Venezuela…”

Conforme a la jurisprudencia de la Sala Político Administrativa el procedimiento de


amparo cautelar se puede resumir en los siguientes términos:

1. Se decide primero sobre la admisibilidad de la acción principal.


2. En caso que se declare inadmisible la acción principal, se dará por concluido el
juicio y se ordenara el archivo del expediente.
3. Para el supuesto que la acción principal sea declarada admisible. Se procederá
inmediatamente a decidir de la procedencia o no del amparo cautelar. Para ello el
accionante debe probar la existencia de dos requisitos concurrentes: El fumus
boni iuris, esto es la probabilidad de que el resultado del proceso sea favorable al
actor. El periculum in mora, o riesgo de que durante el tiempo que transcurra
hasta la decisión definitiva se puede frustrar la efectividad del fallo.
4. En caso de cumplir el accionante con los requisitos anteriores, el tribunal declarara
procedente la acción de amparo cautelar y en consecuencia suspenderá los efectos
de la providencia o resolución que se pretende anular a través de la acción
principal.
5. Publicada la sentencia que suspende provisionalmente los efectos de la resolución,
se notificara al presunto agraviante, para que si lo estima conveniente formule
oposición conforme al 601, y 602 del código de procedimiento civil.
Apelación de la decisión de amparo

En el mismo fallo de la sala constitucional que establece el procedimiento de amparo, se


establece la apelación:

“… Contra la decisión dictada en primera instancia, podrá apelarse dentro de los tres (3)
días siguientes a la publicación del fallo, la cual se oirá en un sólo efecto a menos que se
trate del fallo dictado en un proceso que, por excepción, tenga una sola instancia” (Como
el caso del amparo contra altos funcionarios del gobierno art. 8)

De no apelarse, pero ser el fallo susceptible de consulta, deberá seguirse el procedimiento


seguido en el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, esto es, que la sentencia será consultada con el Tribunal Superior
respectivo, al cual se le remitirá inmediatamente el expediente, dejando copia de la
decisión para la ejecución inmediata.

Derogatoria del art. 35 de la ley orgánica de amparo sobre derechos y garantías


constitucionales.

Es importante destacar que por sentencia de la sala constitucional de 22 de junio de 2005,


expediente numero 03 – 3267 el art. 35 de la ley orgánica de amparo sobre derechos y
garantías constitucionales que preveía la consulta en materia de amparo quedo derogado
por la única disposición derogatoria de la constitución vigente.

“La Sala considera, después de un cuidadoso análisis del asunto y de la observación, a


través del tiempo, de las circunstancias que fueron expuestas, que la consulta a que se
refiere el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, tal como se razonó, antagoniza con lo que disponen los artículos 26, 27
y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por lo que se declara
que ella, la consulta, fue derogada por la disposición Derogatoria Única de la Constitución
vigente. Así se declara. Cabe destacar que nuestro legislador ha ido suprimiendo la
consulta en materias sensibles, incluso de orden público, por cuanto ha estimado que la
garantía del recurso, sin necesidad de que se supla la voluntad del justiciable, es suficiente
para la protección de los altos intereses cuya tutela le ha sido confiada. Así, fue eliminada
la consulta en materia de divorcio y separación de cuerpos que existía en el Código de
Procedimiento Civil derogado (artículo 557) y lo fue también en materia penal general y
de Salvaguarda del Patrimonio Público, en la transición del Código de Enjuiciamiento
Criminal y la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público (en materia de
procedimiento) al Código Orgánico Procesal Penal”

En conclusión el procedimiento de consulta ha sido derogado, razón por la cual no se


aplica en la actualidad

BIBLIOGRAFÍA

1. REQUENA, José Leonardo y otros. Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y


Garantías Constitucionales. Exégesis jurisprudencial. Colección Doctrinal Nro. 5.
Caracas. Venezuela. 2003.
2. CASTILLO, José Luis y otros. El Amparo Constitucional y la Tutela Cautelar de
la Justicia Administrativa.
3. CHAVERO, Rafael. El nuevo régimen del amparo constitucional de Venezuela.
Editorial Sherwood. Caracas. Venezuela.
4. MONTOYA, Cesar. El amparo constitucional. Editorial LIVROSCA. Caracas.
Venezuela.

RECURSO DE HECHO

El recurso de hecho, llamado en otras legislaciones recurso de queja por denegación, es la garantía procesal

del recurso de apelación.

En sistemas como el nuestro, que confiere al tribunal a quo la facultad de admitir o negar la apelación

interpuesta (Artículo 293 C.P.C. ) , el recurso de apelación podría quedar nugatorio si la negativa de la

apelación o la admisión de la misma en un solo efecto, cuando debía ser oída libremente, no tuviere en el

tribunal superior un contralor de aquella facultad.

Es evidente que en el caso de la absoluta negativa de la apelación, el apelante no tendría ya la oportunidad

de lograr en la alzada la revocación del fallo que le produce gravamen, el cual quedaría con autoridad de cosa

juzgada; y, en el caso de admisión de la apelación en el solo efecto devolutivo, podría ejecutarse en perjuicio

del apelante la sentencia que lo grava, por no producirse el efecto suspensivo de la apelación.
A evitar estos perjuicios al apelante ya asegurar la vigencia de las reglas que determinan el modo de admitir

la apelación, tiende este recurso de hecho, que es en esencia, como se dijo antes, la garantía procesal del

derecho de apelación.

Puede interponerse como recurso ante el tribunal superior contra la decisión del juez a quo que niega la

apelación o la admite en un solo efecto, solicitando se ordene oír la apelación o admitirla en ambos efectos,

conforme a la ley .

Se dice que el recurso de hecho es propiamente un recurso, puesto que impugna una resolución judicial cuya

eficacia trata de eliminar, y debe ser decidido por un tribunal distinto de aquel que dictó la providencia

recurrida.

DEFINICIÓN DEL RECURSO DE HECHO

Se entiende como el medio para reparar el agravio que pretende el interesado, con motivo de haber ejercido

los recursos de apelación obteniendo como resultado una negativa. Puede igualmente definirse como el

recurso que puede interponer el apelante ante el tribunal contra la decisión del Juez a quo que niega la

apelación o la admite en un solo efecto, solicitando se ordene oír la apelación o admitirla en ambos efectos

conforme a la ley

“El Recurso de Hecho es una impugnación de la negativa de la apelación, es decir, un recurso que se dirige

contra el auto que se pronunció sobre la apelación interpuesta, cuando dicho auto la declara inadmisible o

la admite solo en el efecto devolutivo. Por tanto el recurso de hecho constituye una garantía al derecho a la

defensa, en el que está comprendido el recurso de apelación.”

De acuerdo a aportes doctrinarios, se ha definido el recurso de hecho de las siguientes

maneras:

“Podemos definir el recurso de hecho contra apelación como el recurso directo que le confiere al justiciable

de llegar al tribunal superior, ante la negativa del tribunal de primera instancia de admitir la apelación o de

haber concedido un solo efecto habiendo solicitado ambos, pidiéndole se admitan....”.

Por su parte el tratadista Duque Corredor citado por Rodrigo Rivera Morales ha señalado:
“Es un recurso de procedimiento breve y objeto limitado pues se agota en el conocimiento del Juez de Alzada

para declarar si la inadmisión de la apelación es correcta o no. Si se declara que es incorrecta debe ordenar

la admisión de la apelación. Es, pues, un recurso muy especial”

BASE LEGAL DEL RECURSO DE HECHO

Ley Orgánica del Tribunal supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, apartes 23, 24, 25

y 26 en su artículo 19:

“El Tribunal Supremo de Justicia será competente para conocer de los recursos de hecho en los casos

contemplados en los códigos o leyes procesales, o cuando el tribunal de instancia haya omitido o se haya

abstenido de hacer una consulta, o de oír un recurso cuyo conocimiento corresponda a éste, o cuando se

abstenga de remitir el expediente o las copias requeridas para decidir la apelación u otro recurso.

El recurso de hecho se deberá interponer en forma oral ante el tribunal que negó la admisión del recurso, en

el lapso previsto en el Código de Procedimiento Civil; para ello el Secretario o Secretaria del tribunal deberá

recoger por escrito y mediante medios audiovisuales grabados, el contenido exacto e idéntico de la

exposición, sin perjuicio que la parte consigne por escrito los términos en que efectuó la exposición oral,

dentro de los tres (3) días siguientes a la exposición; asimismo, dentro de este lapso, la parte deberá

consignar los alegatos necesarios para decidir, en caso que no se hayan presentado al momento de interponer

el recurso; expirado este plazo, el tribunal deberá remitir las actuaciones al Tribunal Supremo de Justicia,

dentro de los tres (3) días siguientes.

El Tribunal Supremo de Justicia, con vista del mismo, sin otra actuación y sin citación, ni audiencia de parte,

declarará, dentro de los cinco (5) días siguientes, si hay o no lugar al mismo.

Declarado con lugar el recurso de hecho, y el alegato fuere suficiente para conocer del asunto principal, el

Tribunal Supremo de Justicia entrará a conocer del mismo, para ello solicitará del tribunal respectivo, el

expediente original del juicio o copia de las actuaciones requeridas para decidir la consulta; el procedimiento

se tramitará en los términos previstos en el Código de Procedimiento Civil.”

NATURALEZA DEL RECURSO DE HECHO

La jurisprudencia venezolana nos señala que “en cuanto a la naturaleza del Recurso de Hecho advierte este

Tribunal que se trata de un recurso especial de procedimiento breve y de objeto limitado que se agota en el

conocimiento del Juez de Alzada para declarar si la inadmisión de la apelación es correcta o no, es decir, se
trata de un recurso que opera ante la negativa del Tribunal de Primera Instancia de admitir la apelación o de

haber concedido en un solo efecto cuando correspondía o se habían solicitado ambos”

Efectivamente el Recurso de Hecho es un recurso especial que en la práctica se convierte en un instrumento

de control de admisibilidad, cuya finalidad es evitar la iniquidad

OBJETO DEL RECURSO DE HECHO

El legislador ha circunscrito en el Art. 305 C.P.C. el objeto del recurso a solicitar que se ordene oír la

apelación denegada o que se le admita en ambos efectos cuando ha sido oída en el solo efecto devolutivo. El

juez de alzada no puede conocer de cuestiones diferentes al objeto propio del recurso.

De modo que los vicios en que haya podido incurrir el tribunal al resolver sobre los recursos interpuestos,

son extraños al recurso de hecho y no pueden hacerse valer por medio de éste. Así, la errónea indicación del

tribunal que debe conocer de la apelación, hecha en el auto de admisión de la misma, no puede ser resuelta

por la vía del recurso de hecho; tanto porque esa errónea indicación de un juez incompetente no equivale a

la negativa de la apelación, que es la materia propia del recurso de hecho, como porque existen los medios

establecidos por la ley para resolver esas situaciones, como son entre otros la solicitud de regulación de la

competencia para que sea dirimida conforme a la ley. Tampoco puede hacerse valer por medio del recurso

de hecho la infracción de normas que darían lugar a la reposición de la causa, solicitada en la instancia

inferior y negada en ésta etc.

Refiere la jurisprudencia en estas palabras:

“Es pues, el medio establecido por el legislador para que no se haga nugatorio el recurso de apelación, pues

de no existir el primero, la admisibilidad del segundo dependería exclusivamente de la decisión del juez que

dictó la sentencia. Su objeto es revisar la resolución denegada.”

SUPUESTOS PARA DAR LUGAR A ESTE RECURSO

Los presupuestos para la procedencia del Recurso de Hecho están contenidos en el Artículo 305 del Código

de Procedimiento Civil, el cual resulta aplicable por remisión del Artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del

Trabajo, siendo los siguientes: a) La negativa del Recurso Apelación; b) Para la revisión del efecto que se

haya concedido.
Tenemos así, que el Recurso de Hecho se puede interponer siempre que la sentencia cuya apelación negó la

primera instancia, este comprendida dentro de los siguientes supuestos:

 Que sea aquella que la ley permite apelar en ambos efectos, y sólo se oyó la apelación en un solo

efecto

 Que sea una sentencia que por su naturaleza procesal tiene apelación, y sin embargo el Juez de

primera instancia se niega a oír el recurso

Dictamen de la jurisprudencia venezolana:

“…procederá el recurso de hecho contra aquellas decisiones que sean definitivas en primera instancia y,

además, de todas aquellas interlocutorias que causen un gravamen contra algunas de las partes involucradas

en un proceso judicial.”

LEGITIMACIÓN PARA EJERCERLO

La legitimación para ejercer el recurso se encuentra únicamente en la persona del apelante a quien se le niega

su derecho, ya que es la parte gravada por la providencia que niega la apelación o la admite en un solo efecto.

La parte contraria sólo tiene la facultad de indicar actuaciones o documentos cuyas copias debe remitir el

tribunal a quo al superior, a costa de esta parte, pero no interviene de otro modo en el recurso.

Nada dispone la ley venezolana, como sí lo hace la española para el caso de que se oiga una apelación

inadmisible o se admita libremente una que debe serlo en el solo efecto devolutivo.

En palabras de Marcano Rodríguez se enuncia que “es evidente el interés que tiene el litigante vencedor en

sostener que la apelación no debe admitirse o únicamente admitirse en un solo efecto: en ambos casos la

sentencia se ejecutoriará en su favor, y en el primero producirá la terminación del juicio; pero es de opinión

que el vencedor carece de la vía del recurso de hecho contrario y que el único medio de que puede hacer uso

contra el auto que en su concepto haya admitido indebidamente la apelación es el de apelar de él para ante

el superior a fin de deferir a éste el poder de juzgar sobre la legalidad o ilegalidad de dicho auto.”

Esta doctrina es exacta, ante el silencio de la ley en la hipótesis considerada; pero rigorista. Pensamos que

no se ofendería ningún principio jurídico esencial, ni la aplicación de alguna disposición de orden público,

si se admitiese a la parte vencedora el recurso de hecho contra la admisión de la apelación inadmisible o la

admisión libremente de aquella que debía serlo en un solo efecto.

Si el recurso de hecho es la garantía procesal de la apelación, ella debe asegurar el cumplimiento de las reglas

de admisión de la apelación en todos sus aspectos, positivos y negativos; y no cabe duda que la hipótesis que
configura el recurso de hecho contrario, lleva consigo la infracción de las reglas pertinentes a la apelación.

Además, siendo al mismo resultado práctico al que conducen, tanto la apelación sugerida por Marcano como

el recurso de hecho contrario y habiendo la misma razón jurídica en uno y otro medio de impugnación, no

vemos por qué deba excluirse una interpretación extensiva en favor del perjudicado.

COMPETENCIA PARA CONOCER DEL RECURSO DE HECHO

Para conocer de un recurso de hecho interpuesto la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la

República Bolivariana de Venezuela, le ha dado un novedoso tratamiento; a tal efecto dispone:

Artículo 19. “El Tribunal Supremo de Justicia será competente para conocer de los recursos de hecho en los

casos contemplados en los códigos o leyes procesales, o cuando el tribunal de instancia haya omitido o se

haya abstenido de hacer consulta, o de oír un recurso cuyo conocimiento corresponda a este, o cuando se

abstenga de remitir el expediente o las copias requeridas para decidir la apelación u otro recurso”.

Según el artículo 305 del código de Procedimiento civil la parte a quien se le niega la apelación, puede

recurrir ante el tribunal de alzada, esto es, ante el tribunal superior a aquel que negó la apelación o la admitió

en un solo efecto

La Jurisprudencia dispone:

“En consecuencia, el Tribunal competente para conocer un recurso de hecho es aquel a quien corresponde

ser alzada del Juzgado que negó la apelación o la oyó en un solo efecto.”

Así mismo, se incluye una novedad jurisprudencial que refiere a la Ley del Estatuto de la función Pública

para aquellos casos en los cuales se trata la negación de la apelación contra sentencias que determinen el

recurso contencioso funcionarial de la siguiente manera:

“Ahora bien, dada la especialidad de la materia funcionarial, es preciso aplicar las normas atributivas de

competencia establecidas en la Ley del Estatuto de la Función Pública, en cuyo artículo 110 se establece que

contra las decisiones dictadas por los jueces o juezas superiores con competencia para conocer del recurso

contencioso administrativo funcionarial, podrá interponerse apelación en el término de cinco días de

despacho contados a partir de cuando se consigne por escrito la decisión definitiva, para ante la Corte

Primera de lo Contencioso Administrativo.”

De conformidad con la norma transcrita, aquellas pretensiones procesales o reclamos judiciales derivados

de una relación de empleo público -sea ésta incoada contra la Administración Pública nacional, estadal o
municipal-, y que se diriman a través del recurso contencioso administrativo funcionarial regulado en dicha

Ley -querella funcionarial- corresponde, en primera instancia, a los Juzgados Superiores en lo Contencioso

Administrativos Regionales, y en segunda instancia a la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo.

Con la entrada en vigencia de la nueva Ley del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de

Venezuela la jurisprudencia dicta:

“A diferencia de la regla general contenida en el Código de Procedimiento Civil, el Legislador previó, ahora

de manera obligatoria, la interposición del recurso de hecho ante el mismo tribunal que dictó el fallo o auto

recurrido, para lo cual la parte que interponga el referido recurso deberá efectuar su exposición de forma

oral que deberá ser recogida por el Secretario del tribunal a través de “medios audiovisuales grabados”.”

PROCEDIMIENTO PARA INTERPONER EL RECURSO DE HECHO

a) El recurso se interpone directamente ante el tribunal superior respectivo a quien compete decidir si es o

no admisible la apelación. Es lógico que sea a esa misma superioridad a la que deba ocurrirse cuando el

sentenciador de quien se apele niegue el recurso o lo acuerde en un solo efecto.

Por lo tanto, aquí la expresión "tribunal superior" no está empleada en el sentido que tienen las expresiones

tribunales superiores y juzgados superiores en el título IV de la Ley Orgánica del Poder Judicial que organiza

las atribuciones de los diversos tribunales de la República; sino en el sentido de superior jerárquico, por el

grado de jurisdicción que ejerce en el sistema de las instancias.

Así, el tribunal superior respecto de un juzgado de departamento de la circunscripción judicial del Distrito

Federal y Estado Miranda, lo será un juzgado de primera instancia en lo civil y mercantil; y el superior de

éste lo será un juzgado o corte superior en lo civil y mercantil de la misma circunscripción. En otras palabras,

tribunal superior quiere decir en este caso, tribunal de alzada o tribunal que conocería de la apelación si ésta

fuere admisible.

b) El recurso se propone contra el auto del juez a quo que niega la apelación o la admite en un solo efecto

que es la providencia que causa gravamen al apelante; de modo que no es admisible contra los autos que

nieguen la apelación interpuesta contra actos que no constituyen decisiones judiciales, como ocurriría, si se

apelase de un acto de remate que no tiene tal carácter y se negase el recurso de hecho contra la negativa de

dicha apelación .
c) Debe proponerse dentro del plazo de cinco días más el termino de la distancia, computado conforme a la

regla del Artículo 197 C.P.C. y el término de la distancia, según la regla del Artículo 205 ejusdem, a partir del

día siguiente al de la fecha del auto en que fue negada la apelación u oída en un solo efecto.

“El recurso de hecho debe interponerse dentro de los cinco (5) días de despacho siguientes a la negativa del

tribunal de la causa, más el término de la distancia.”

Este lapso es perentorio y preclusivo, de modo que el recurso interpuesto una vez vencido el mismo, es

extemporáneo y no surte efecto.

Asimismo, debe decidirse en el término de cinco días contados desde la fecha en que haya sido introducido,

o desde la fecha en que se acompañen las copias de las actas conducentes, si el recurso hubiese sido

introducido sin estas copias .

d) Con el recurso debe acompañarse copia de las actas del expediente que el recurrente crea conducentes y

de aquellas que indique el juez de quien se apele (Art. 305 C.P.C. ) ; pero el tribunal superior debe darlo por

introducido aunque no se acompañen con el escrito las indicadas copias de las actas conducentes (Artículo

306 C.P.C.).

La expedición de las copias solicitadas, es un deber imperativo del juez de la causa y la negativa de las

mismas, o él retardo injustificado en su expedición, son causa de una multa que debe imponer el tribunal de

alzada al juez negligente, la cual no será menor de quinientos bolívares ni mayor de dos mil; todo sin perjuicio

del derecho de queja de la parte perjudicada por la negativa o por el retardo (Art. 308 C.P.C.).

Es difícil precisar, en general, cuáles son las actas conducentes cuyas copias deben ser anexadas al recurso,

pero es evidente que no deben faltar: la copia de la sentencia apelada; de la diligencia de apelación y la copia

del auto que niega la apelación o la oye en un solo efecto, y cualquiera otra parte recurrente, la contraparte

o el tribunal indiquen como conducente para el recurso, de todas las cuales aparecerá la naturaleza del fallo

apelado; las razones del tribunal para negar la apelación o admitirla en un solo efecto; la fecha del auto

respectivo u otros elementos que permitan al superior decidir no solamente sobre el fundamento del recurso,

sino también sobre su admisibilidad misma, su extemporaneidad o caducidad.

Las expresadas copias excluyen, en nuestro sistema, el pedido de informes del superior al inferior, previsto

en otras legislaciones. que puede asumir la forma del "pedido de informes con autos", que obliga al inferior

a remitir el expediente, con la consiguiente paralización del asunto y suspensión de la ejecución del auto

recurrido .
Es evidente que sin la presentación de las copias, no puede el superior dictar decisión sobre el recurso; y se

ha planteado en la práctica del foro la cuestión del tiempo necesario para la caducidad o perención del

mismo. y mientras una jurisprudencia de la antigua Corte Federal y de Casación sostenía que no podía darse

por perecido el recurso sino hasta después de transcurrido el término ordinario de la perención 10, en

cambio, decisiones más recientes han establecido para el recurso de hecho ante casación, previsto en el Art.

427 C.P.C. de 1916 (ahora Art. 316 del nuevo código) que él debe ser decidido dentro de los cinco días

siguientes a la fecha de recibo de las copias, pero que este término no puede ser indefinido, por lo cual,

introducido el recurso sin las copias, si éstas no son producidas dentro de los cinco días fijados en el primer

aparte del Art. 316 C.P.C., más el término de distancia previsto en el Art. 305 C.P.C., no le queda otra cosa al

alto tribunal, sino decidir" el recurso, para cumplir así con lo ordenado en el citado aparte segundo del Art.

316.

Aceptar que las copias puedan presentarse en un tiempo mayor, dice la Corte, por lo menos durante los años

fijados para la perención y no en el término arriba señalado y que, por tanto, hasta que eso ocurra debe la

Corte demorar su decisión, sería contrariar los principios que se dejan sustentad y que encontraron con

consagración en los artículos citados. Decisión que será, necesariamente, la de declarar que no hay materia

sobre qué decidir, toda vez que no se acompañaron las copias que constituían los elementos de juicio para

ese pronunciamiento.

La falta de presentación de las copias al tribunal superior, impide pues a éste conocer del recurso y provoca

en muchos casos la caducidad del mismo.

Tal ocurre, cuando la falta de presentación de las copias se prolonga a tal punto que el recurso se encuentre

en suspenso al momento de dictarse la sentencia definitiva sobre el fondo de la controversia que ha pasado

al conocimiento del superior, pues en este caso, no es permitido al tribunal conocer del recurso de hecho en

la sentencia definitiva.

Lo mismo ocurriría, cuando siendo la sentencia apelada interlocutoria, se hubiere dictado después la

definitiva y ésta se hubiere ejecutoriado por no haber sido apelada. En este caso, el juicio ha terminado en lo

principal y lógicamente también en lo accesorio.

Pero en la misma hipótesis, si la definitiva fuere apelada, el superior conocerá de ella sin atender al recurso

de hecho, que indudablemente habrá caducado por no tener ya el objeto.

Como se ve, dice Marcano Rodríguez, en ambas hipótesis caduca el recurso por la naturaleza de las

circunstancias y la presentación de las copias carecerá en absoluto de oportunidad y de finalidad práctica


INCOMPARECENCIA A LA AUDIENCIA:

Si el recurrente no compareciere a la audiencia, se declarará desistido el Recurso de Casación y el expediente

será remitido al Tribunal correspondiente.

EFECTOS DEL RECURSO DE HECHO.

Estando circunscrita en el Art. 305 C.P.C. la materia del recurso de hecho a estas dos cuestiones: negativa de

la apelación, o su admisión en un solo efecto, la resolución del mismo por el juez de alzada tiene estos efectos

naturales: ordenar que se oiga la apelación denegada por el juez a quo, o disponer que oiga en ambos efectos,

cuando la ha oído en el solo efecto devolutivo.

Esto supone, naturalmente, que el superior ha examinado el asunto y considerado el mérito del recurso a la

luz de las pruebas que resultan de las copias presentadas con el recurso, y que lo ha encontrado fundado.

Pero si lo encuentra infundado y lo declara sin lugar, el efecto consiste, simplemente, en que el auto del juez

a quo queda ejecutoriado.

El juez de alzada infringiría el Art. 305 C.P.C. cuando habiendo negado la apelación el juez inferior, resulta

comprobado con las copias certificadas aportadas al expediente del recurso de hecho, que la apelación debe

ser oída porque la decisión apelada lo merece y, sin embargo, declara sin lugar el recurso de hecho; o cuando

a la inversa, aparece demostrado en unas que la apelación no debe ser oída por impedirlo la naturaleza de la

decisión apelada y, no obstante, declara con lugar el recurso de hecho anunciado.

Es necesario distinguir bien los efectos propios del recurso de hecho, de otros efectos consecuenciales que se

producen una vez decidido el recurso, pero que no son efectos propios de éste. Así, la ejecutoria de la

sentencia apelada, que se produce cuando se declara sin lugar el recurso contra el auto denegatorio de la

apelación, es un efecto de la sentencia que ha quedado sin apelación, pero no un efecto del recurso de hecho;

del mismo modo.

La revisión en alzada de la sentencia apelada y su ejecución por el juez a quo, que se produce cuando el

recurso de hecho por haberse admitido la apelación en un solo efecto, es declarado sin lugar, es un efecto de

la apelación oída en el solo efecto devolutivo, pero no u efecto del recurso de hecho; y, finalmente, la rescisión

en alzada de la sentencia apelada y la suspensión de su ejecución, cuando el recurso de hecho por apelación

oída en el solo efecto devolutivo, es declarado con lugar, es un efecto de la apelación oída libremente, pero

no un efecto del recurso de hecho.


En resumen, se tiene que los efectos del recurso de hecho, no son otros sino la revocación o la confirmación

del auto del juez a qua sobre la apelación.

Para concluir, debemos observar que, como el recurso de hecho no suspende el curso del procedimiento. y

el juez a quo puede dictar providencias, pues sólo pierde la jurisdicción sobre el asunto en el momento en

que oye la apelación (Art. 293 C.P.C.), la ley establece que si por no haberse admitido la apelación, o por

haberla admitido en un solo efecto, el juez de la causa hubiere dictado providencias, éstas quedarán sin efecto

si el juez de alzada ordenare que se oiga la apelación libremente (Art. 309 C.P.C.). Como se observa de esta

disposición, la ineficacia o nulidad de las providencias sólo alcanza a las dictadas después de negada u oída

la apelación en un solo efecto; nada dice el legislador acerca de las providencias dictadas antes de esa

determinación cuando no ha devuelto al superior su competencia de conocer. pero la jurisprudencia estima

que no está facultado el juez para extender los efectos del recurso más allá del texto expreso de la ley, y que

las posibles o providencias comprendidas en el lapso que va desde la sentencia hasta la admisión del recurso

del recurso, sería materia apelable y su validez o ineficacia dependerán de los que resuelva el superior, no

como efectos propios o consecuencias del simple hecho de haberse estampado diligencias de apelación.

BIBLIOGRAFÍA

 RIVERA, Rodrigo. Los Recursos Procesales. Editorial Jurídica Venezolana.

 BREWER-CARIAS, Allan R. Procesos y Procedimientos Constitucionales y COntencioso

Administrativos. Editorial Jurídica Venezolana.

 MOYA MILLAN, Edgar José. Derecho Contencioso Administrativo. Editorial Mobilibros. 2004.

RECURSO DE REVISIÓN CONSTITUCIONAL.

INTRODUCCION

En nuestra Actual Constitución se reformo el sistema de justicia en la cual se agregaron nuevos


procesos, como se puede observar en las atribuciones de la Sala Constitucional ya que se le dio
la facultad expresa de revisión de las sentencias definitivamente firme con el fin de controlar
su constitucionalidad y además puede revisar el control difuso de constitucionalidad ejercido
por las otras salas y demás tribunales de la Republica, así como las sentencias de amparo
constitucional.

Aunque no contamos con una sistematización en relación a esta facultad, la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia se ha encargado de dar una interpretación amplia tanto para
el numeral 10 del articulo 336 de la carta magna, como diferentes artículos de la Ley Orgánica
del Tribunal Supremo de Justicia.

Este sistema ha sido cambiante por lo cual se ha hecho necesario regularlo desde el punto de
vista procesal con el fin de dar seguridad y confianza a los recurrentes.

Para poder cubrir estos objetivos es necesario hacer un análisis a fondo de esta situación para
observar la importancia de especificar la revisión de estas decisiones judiciales como
mecanismos extraordinarios.

ANTECEDENTES HISTORICOS

La revisión de sentencias, se consagra por primera vez en Venezuela en la constitución de


1999, la cual se concretiza a raíz de las discusiones llevadas a cabo en el ceno de la Asamblea
Nacional Constituyente; sin embargo, su esencia viene desde varias décadas atrás en donde se
pensó en la posibilidad de crear un órgano, encargado de ejercer el control concentrado de las
leyes y de actos emanados del poder publico, y en tal sentido atribuirle la potestad de revisar
aquellos fallos judiciales, que por su naturaleza suponían la interpretación de normas
constitucionales.

Ahora bien, bajo la vigencia de la constitución de 1961, fueron numerosos los esfuerzos y
estudios por lograr una reforma constitucional, entre los que se encontraba la propuesta de
reformar el poder judicial.

Para el año de 1989 se creo una comisión del Congreso que planteo la opción de reforma
general ante la idea de establecer una Asamblea Nacional Constituyente.

En 1992, ante los acontecimientos del alzamiento militar del 4 de febrero fracaso la reforma
constitucional intentada por el congreso, esto dio una idea de que se presentaran diversas
propuestas de conducción política, como la reforma de la Ley Orgánica del Corte Suprema de
justicia con el fin de crear un órgano jurisdiccional especializado en la materia constitucional;
también se propuso la creación de una sala constitucional en la corte suprema de justicia que
ejercería las atribuciones correspondientes al control concentrado de la constitucionalidad de
los actos de efectos generales, así como el control previo de las leyes orgánicas y de las leyes
en general, y a dirimir las controversias en que sea parte de la republica. Propuesta que no se
concreto, por falta de voluntad política

Para el año de 1996 la Corte Suprema de justicia propuso la creación de la sala constitucional
en el seno de la propia Corte a través de una reforma puntual a la Ley orgánica de la Corte
pero dicho proyecto no fue discutido ni aprobado en Sala Plena

Es primordial recordar la Asamblea Constituyente estableció modificaciones trascendentales


en todos los órganos del poder publico e instauro, en el caso del Poder judicial, un órgano
especializado para ejerce la jurisdicción constitucional.

NATURALEZA JURIDICA DEL RECURSO DE REVISION CONSTITUCIONAL

La naturaleza jurídica del recurso de revisión constitucional se encuentra el artículo 336


numeral 10 de la Constitución de la Republica bolivariana de Venezuela:

Artículo 336. Son atribuciones de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia:

10. Revisar las sentencias definitivamente firmes de amparo constitucional y de control de


constitucionalidad de leyes o normas jurídicas dictadas por los Tribunales de la República, en
los términos establecidos por la ley orgánica respectiva.

Se le atribuye a la Sala Constitucional la competencia para revisar las decisiones


definitivamente firmes dictadas por los tribunales de la Republica en materia de amparo
constitucionalidad y control difuso de la constitucionalidad a través de un mecanismo
extraordinario que deberá establecer la ley orgánica que regule la jurisdicción constitucional,
solo con el objeto de garantizar la uniformidad de la interpretación de las normas y principios
constitucionales, la eficacia del Texto Fundamental y la seguridad jurídica.

La competencia de esta sala, no puede ni debe entenderse como parte de los derechos a la
defensa, tutela judicial efectiva y amparo consagrados en la Constitución, sino, según lo
expuesto, como un mecanismo extraordinario de revisión cuya finalidad constituye
únicamente darle uniformidad a la interpretación de la norma y principios constitucionales.

Funciones y fines de la naturaleza jurídica de la revisión constitucional:

Funciones: son tres funciones dadas por el poder constituyentes la cual especifica el
mecanismo extraordinario de revisión:

1. Garantizar la uniformidad de la interpretación de las normas y principios


constitucionales, por ser la Sala Constitucional su máximo y último interprete.

2. Garantizar la eficacia de la Constitución, con especial énfasis en materia de derechos


constitucionales.

3. Garantizar la seguridad jurídica, porque se puede controlar la actividad jurisdiccional


de las demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia y de todos lo tribunales de la
Republica.

Fines: conforme a las funciones mencionadas, lo que se busca es el fin público, que tiende a la
defensa del derecho objetivo y a la uniformidad de la interpretación de las normas y principios
constitucionales.

ASPECTOS PROCESALES DEL RECURSO DE REVISIÓN

Ante la ausencia de regulación legal expresa del procedimiento a seguir para tramitar y decidir
la revisión de sentencias, la sala constitucional ha interpretado con amplitud la norma
Constitucional y las disposiciones de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia
referentes a las sentencias revisables, agregando por vía jurisprudencial otras sentencias que
pueden ser objeto de revisión.

SENTENCIAS CONTRA LAS CUALES SE PUEDE PROCEDER LA REVISIÓN:

La revisión puede proceder sobre sentencias, que por su condición, sean definitivamente
firmes, y que por su contenido se refieran a amparos constitucionales o que para su
determinación se haya ejercido control de constitucionalidad, independientemente de la
materia jurídica de que se trate, esto implica aplicar el control difuso que se menciona el
artículo 334 de la Constitución.
Por su contenido:

1.1.1 De amparo constitucional: la Sala Constitucional de Tribunal Supremo de Justicia puede


revisar las sentencias dictadas en materia de amparo constitucional, respecto de las sentencias
emitidas por los tribunales distintos del Tribunal Supremo de Justicia.

Se trata así de aquellas sentencias dictadas por los juzgados superiores o de alzada,
competencia que le es propia en relación a los criterios establecidos en la constitución, en la
ley y en la jurisprudencia

Pero hay que tener presente:

A. Que dicho amparo verse sobre sentencias definitivamente firmes

B. Deben además obedecer al análisis realizado por el juez sobre la constatación de la lesión
alegada y la efectiva violación de los derechos constitucionales.

Esto incluye no solo los fallos dictados de amparos autónomos sino también los
pronunciamientos en sede cautelar siempre que sea definitivamente firme.

Se puede presentar el caso de una sentencia en la cual el juez declare la inadmisibilidad de la


acción pero de manera sobrevenida, es decir, que se haya llevado a cabo todo el proceso con
la respectiva audiencia constitucional, y no sea sino hasta en la segunda instancia en la que se
declare inadmisible la acción por estimar que se ha configurado una de las causales
establecidas en el articulo 6 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, por ejemplo una sentencia que dictada en segunda instancia confirme o
revoque la dictada en primera instancia sobre el amparo constitucional solicitado a la que solo
se le impute la violación de los requisitos formales de la sentencia.

Pudiera ser que una sentencia dictada en juicio de amparo sea objeto de revisión, aun cuando
la misma no contenga una interpretación o valoración por parte del juez sobre los derechos
constitucionales anunciados.

La competencia para conocer en revisión de una sentencia dictada por otro tribunal de la
republica quedaría en principio delimitada a los siguientes supuestos:
 Las sentencias definitivamente firme de amparo constitucional

 Las sentencias de control difuso de la constitucionalidad de las leyes o normas


jurídicas.

Debemos aclarar que en ninguna momento ka supremacía que tiene el texto constitucional

1.1.2 Control de constitucionalidad:

El control de constitucional viene a ser el mecanismo jurídico por el cual para asegurar el
cumplimiento de las normas constitucionales se invalidan las normas de rango inferior que no
hayan sido dictadas de conformidad con aquellas

La forma en que se ejerce el control de constitucionalidad da lugar a dos modelos


originarios:

El control difuso o modelo americano Judicial Review, que existe desde la sentencia del Juez
Marshall de la Corte Suprema de los Estados Unidos de América de 1806 en la que resolvió que
no habrá norma legal que pueda abrogar o modificar una norma de carácter constitucional.
Dentro de este modelo todo juez al resolver un caso concreto tiene la facultad de pronunciarse
sobre la inconstitucionalidad de una ley o una resolución del Poder Ejecutivo. Si bien su
decisión solamente tiene alcance para dicho litigio, ella puede ser utilizada como referencia
para futuros casos similares, siguiendo el típico modelo del Common Law.

El control concentrado o modelo europeo se ejerce mediante un órgano colegiado


especializado (tribunal constitucional) que interviene de oficio o a pedido de parte y que tiene
la competencia exclusiva de interpretar las normas constitucionales y determinar si una norma
se ajusta o no a ella. Es el modelo adoptado por Austria en 1920 y seguido luego por los demás
países europeos, habiendo sido propiciado por el ilustre jurista austriaco Hans Kelsen, creador
de la teoría pura del Derecho en la cual clarificó la posición de las normas y colocó a la
Constitución en el punto superior de la llamada pirámide jurídica.

En el control de constitucionalidad pueden ser sometidas a revisión aquellas sentencias que


evidencian el ejercicio del control difuso de las leyes, ya que, al examinar el contenido del
articulo 334 de la Constitución se constata que este es el que puede ser ejercido por todos los
tribunales, en virtud de que el concentrado solo esta en manos de la sala constitucionalidad,
por lo tanto solo serán revisables aquellas sentencias que ciertamente contengan una
desaplicación de la norma legal que correspondería aplicar al caso sometido a conocimiento
por estimarla inconstitucional.
Todos los jueces están encargados de velar por la integridad de la Constitución, por tanto,
decidir en el ámbito de sus competencias conforme a la misma.

Es por ello que un accionante de un juicio principal que se considere que la norma
efectivamente se aplico a su caso resultaba inconstitucional, y por lo tanto, así lo alega ante el
juez para que la desaplique, no pudiera pretender obtener por revisión de la sentencia
declaratoria que no tuvo en su momento, solo podrá ser exigible un pronunciamiento de la
referida sala con ocasión de la interposición efectiva de una acción de nulidad por
inconstitucionalidad de la norma cuestionada, con el fin d verificar si ha habido el
desconocimiento de una interpretación previa de orden constitucional emitida por la sala
constitucional, si se ha omitido realizar una interpretación de la norma constitucional a la cual
el juez esta llamado a realizar o simplemente si se ha incurrido en un error a realizar la
interpretación.

Cuando cualquiera de las salas del Tribunal Supremo de Justicia, haga uso del control difuso de
la constitucionalidad únicamente para un caso concreto deberá informar a la Sala
Constitucional los fundamentos y alcances de la desaplicación adoptada para que esta proceda
a efectuar un examen abstracto sobre la constitucionalidad en cuestión.

Entre algunas características de este control podemos citar:

1. no admite la iniciativa de particulares interesados, su ejercicio esta determinado por la


información que suministre la sala que ha hecho uso del control difuso a la Sala Constitucional,
es decir funciona como una especie de consulta obligatoria para la sala que lo ejerce.

2. No permite que la Sala Constitucional revise el fondo de la controversia.

1.1.3. Cualquier otra materia distinta a las anteriores:

La Sala Constitucional también puede revisar las sentencias definitivamente firmes diferentes a
las establecidas en el numeral 10 del artículo 336 de la Constitución, siempre y cuando:

 Contraríen el criterio interpretativo que esta sala posee de la Constitución.

 Incurran en un error en cuanto a la interpretación de la Constitución.


 Hayan obviado revisar la interpretación de la norma constitucional a la que el juez
estaba llamado a efectuar.

La referida sala es el máximo interprete de la Constitución y el que tiene mayor carácter


vinculante de su interpretación lo cual logra a través d un mecanismo extraordinario como lo
es la interpretación, el cual aplica, con el fin de evitar la proliferación de criterios dispersos
sobre las interpretaciones de la norma constitucional que distorsionan el sistema jurídico
creando incertidumbre, inseguridad en el mismo.

La propia Constitución le ha otorgado la potestad de corregir las decisiones contrarias a las


interpretaciones preestablecidas por la propia sala o que considere la sala acogen un criterio
donde es evidente el error en la interpretación de las normas constitucionales.

Posee potestad para realizar las sentencias definitivamente firmes establecidas en el 336 como
aquellas distintas a estas que se aparten del criterio Interpretativo de la norma constitucional.

Las Salas del Tribunal Supremo de Justicia no pueden corregir decisiones que se aparten del
criterio establecido por la Sala Constitucional.

1.2 Por el órgano emisor del fallo:

1.2.1 Dictada por los Tribunales de la Republica:

La revisión para que proceda debe ser interpuesta contra sentencias definidamente firmes,
que serán aquellas dictadas finalmente por los juzgados superiores o tribunales de primera
instancia, pero que no sean objeto de ser atacadas por recurso alguno.

1.2.1.1 Por las Salas del Tribunal Supremo de Justicia:

Las sentencias definitivamente firmes pueden ser objeto de emisión por los tribunales de la
República, lo establece el texto constitucional de manera general.

¿Estarán incluidas en esta concepción todas las Salas del Tribunal Supremo de Justicia?
En efecto, desde un primer momento se reconoció la posibilidad normativa de revisar los
actos o sentencias de las demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia que contrariasen la
Constitución o las interpretaciones que sobre sus normas o principios haya fijado previamente,
pero conforme a lo dispuesto a la ley orgánica, sin embargo en una posterior decisión, se
estableció que para poder ser ejercida dicha facultad se requiere que sea aprobada por la
Asamblea Nacional la correspondiente ley orgánica.

Luego la mencionada Sala determinó que conforme al principio de supremacía constitucional,


del cual se deriva todos el carácter normativo de todos sus preceptos y a la potestad de tutela
constitucional, dejó a salvo la posibilidad normativa de revisar los actos o sentencias de las
demás Salas de Tribunal Supremo de Justicia que contraríen la Constitución o las
interpretaciones que sobre sus normas o principios haya fijado previamente.

Tal revisión solo debe ocurrir cuando se observe graves inconsistencias en aspectos modulares
del orden público.

Las atribuciones de la Sala Constitucional deben entenderse como expresiones jerárquicas y


procesales del sistema de salvaguarda de la Constitución y de las actividades a través d las
cuales se han venido desempeñando los tribunales con competencia en materia de garantía
constitucional.

Desde esta perspectiva, tiene firme asidero la posibilidad de que este máximo intérprete revise
decisiones, autos o sentencias de las demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia que
contraríen la Constitución o las interpretaciones que sobre sus normas o principios haya fijado
la Sala. Dichos operadores judiciales están en la obligación de asegurar la integridad de esta
Constitución; de igual modo están obligadas las demás salas a garantizar la supremacía y
efectividad de las normas y principios constitucionales.

La Sala estima que la protección de la constitución no implica superioridad jerárquica de la Sala


Constitucional, sino potestad para garantizar la supremacía constitucional conforme al estado
de derecho y justicia proclamado por la Constitución.

Hoy en día la Sala Constitucional esta legitimada para ejercer la Revisión sobre sentencias de
otras salas por los siguientes supuestos:
a) Por violación de principios fundamentales.

b) Dictadas a consecuencias de un error inexcusable, dolo, cohecho o prevaricación.

1.2.1.2 Por la Sala Plena: La sala constitucional puede revisar las sentencias de la sal plena, en
el entendido exacto de que la revisión es una potestad meramente objetiva, pues el examen
de este tipo de control supone un ámbito distinto al que rodea la competencia de la sala plena.
Lo cual da garantía a loas ciudadanos, para evitar que un fallo proferido en un antejuicio de
merito que sea lesivo a sus derechos e intereses constitucionales, bien por vicios o por
incompetencia en los grados de la jurisdicción pueda tener como efecto, que estos derechos
constitucionales sean vulnerados, sin tener la posibilidad el MINISTERIO PUBLICO, o aquel que
tenga un interés directo, de poder remediar la situación jurídica infringida, al considerarse que
la decisión dictada no tenga el carácter o la condición de ser definitivamente firme.

1.2.1.3 Por la propia Sala Constitucional:

La posibilidad de que la Sala Constitucional revise sus propias sentencias, supondría un cambio
de criterio que iría en deterioro de la certeza y seguridad jurídica, pues el ejercicio de tal
potestad se convertiría entonces en un mecanismo para lograr la emisión de un nuevo fallo
que deje sin efecto el criterio anterior que resulto “lesivo” a los intereses del solicitante, y de
esta manera la sala no podría alcanzar los fines que se le ha encomendado como máximo
interprete.

Las decisiones que dicta la Sala Constitucional adquieren desde su publicación con carácter de
cosa juzgada formal, lo que se traduce en que la relación jurídica, generativa de la sentencia en
cuestión, no es atacable y al mismo tiempo se perfecciona el carácter de cosa juzgada material
por lo cual se impone que se tenga en cuenta el contenido de la decisión en todo proceso
futuro, entre las misma partes y sobre el mismo objeto, aunado al carácter vinculado de la
misma.

“La Sala considera que no ha lugar en derecho a la revisión a la sentencia que dicto esta Sala
Constitucional”.

Solo de manera extraordinaria, esta sala posee la posibilidad de revisar lo siguiente:

1. Las sentencias definitivamente de amparo constitucional de cualquier carácter.

2. Las sentencias definitivamente firme de control expreso de constitucionalidad de las


leyes o normas jurídicas por los tribunales de la republica.

3. Las sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por las demás Salas del
Tribunal Supremo de Justicia o demás tribunales o juzgados del país apartándose u
obviando alguna interpretación de la Constitución contenida en alguna sentencia
dictada por esta sala realizando un errado control de constitucionalidad al aplicar
indebidamente la norma constitucional.

4. Las sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por las demás Salas del
Tribunal Supremo de Justicia o demás tribunales o juzgados del país que de manera
evidente hayan incurrido, según el criterio de la sala, en un error en cuanto a la
interpretación de la constitución o que sencillamente hayan obviado por completo la
interpretación de la norma constitucional.

1.3 Fines de la revisión:

La exposición de motivos de la constitución, al referirse a la revisión de sentencias, señala que


la misma se hará a través de un mecanismo, cuyo único objeto es de garantizar la uniformidad
de la interpretación de las normas y principios constitucionales, la eficacia del Texto
Fundamental y la seguridad jurídica.

La jurisprudencia de la Sala Constitucional, ante la ausencia de la ley orgánica respectiva,


desde el año 2000, ha venido sosteniendo que la revisión extraordinaria del artículo 336
numeral 10 constitucional se hizo con la finalidad de uniformar criterios constitucionales,
evitar decisiones que lesiones los derechos y garantías que consagran la carta manga.

Esto implica, que la finalidad de la revisión obedece:

a) Uniformar la interpretación de la constitución.

b) Dictar pautas de aplicación constitucional.

c) Reconducir a prácticas legitimadas por la nueva constitución, actitudes judiciales nacidas al


amparo de preceptos legales o constitucionales derogados o de principios o de valores
superados.

Entonces podemos decir que la finalidad de la revisión de la sentencias es garantizar la


supremacía y eficacia de las normas y principios constitucionales para lo cual se hace valer de
la uniformidad en los criterios sostenidos por todos los tribunales, actuando bien como jueces
de amparo, como contralores de la constitucionalidad de las leyes, o en criterio de la Sala
Constitucional, como errados interpretes de la Constitución.

PROCEDIMIENTO DE REVISIÓN CONSTITUCIONAL:


La sala constitucional ante la ausencia de regulación de procedimiento a seguir para solicitar
revisión de una sentencia y conforme a lo dispuesto a los artículos 26 y 27 de la constitución,
en caso de ser admitida la solicitud de revisión extraordinaria de sentencia definitivamente
firmes, el procedimiento de apelación de sentencias de amparo constitucional el cual supone
un únicamente un lapso de treinta días para decidir, en los que la sala posee una potestad
discrecional de admitirlas o no admitirlas cuando así lo considere.

Es necesario advertir que al examinar la jurisprudencia de la sala encontramos fallos que han
ido estableciendo los supuestos de inadmisibilidad de la solicitud por otra parte, asignándole al
procedimiento de apelación, particularidades que como tal le resultan ajenas y que generan
inseguridad jurídica, en este sentido señalaremos los aspectos mas importantes.

1. Inicio del procedimiento:

La revisión supone al apertura de un juicio, el cual puede iniciarse a solicitud de algunas de la


partes del juicio principal o tercero interesado, o bien por la remisión que hiciera el juez de
instancia a la Sala Constitucional.

1.1 Por Instancia de Parte:

La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia desde sus primeras sentencias ha
sostenido que la revisión de sentencia depende de la iniciativa de un particular, quien debe
presentar su solicitud directamente ante la sala constitucional, ademas a sostenido que el
solicitante debe manifestar un interés personal y directo en su condición de parte de juicio, a
cumplir lo dispuesto en el fallo que seria objeto de la revisión. En virtud del carácter
excepcional y limitado de la revisión constitucional a establecido que en los procedimientos de
revisión no es posible invocar un derecho o internes difuso o colectivo.

Para la interposición de la solicitud de revisión constitucional es necesario que el solicitante


posea interés directo y personal en el proceso que pretende iniciar, por haber sido
demandante, demandado o tercero en el juicio que dé lugar al pronunciamiento que se
impugna.

La solicitud de revisión puede ser presentada por el interesado en cualquier momento, pues
no esta sometida a lapso de caducidad, dado su carácter objetivo, y debe ser realizada de
manera inequívoca, es decir los alegatos deben ser expuestos de forma clara, para que la Sala
aprecie que lo que se pretende es precisamente la revisión de la sentencia.
En principio, solo es necesaria la sentencia para examinar la conformidad del proceso de
juzgamiento a la Constitución, pero la Sala ha estimado en ocasiones solicitar información
adicional acerca de la causa principal.

1.2 Por remisión del juez de instancia:

La Sala constitucional, en sus primeras decisiones reiteraba que la revisión no procedía ipso
iure, ya que dependía de la iniciativa de un particular, y no del juez que la dictó.

En sentencias mas recientes La sala constitucional estableció una distinción, a los efectos de
ejercer la revisión que ha llamado de oficio que se sustenta en la precisión que el fallo del que
se pretende una tener una revisión, haya sido dictado en materia de ampara constitucional o
en ejercicio del control de la constitucionalidad de las leyes

Ahora bien ante tal exigencia resulta necesario precisar el órgano jurisdiccional encargado de
hacer la remisión.

La sala constitucional se ha pronunciado en señalar que debe ser juzgado de primera instancia,
encargado de ejecutar la decisión, el que informe a la sala, al ser este el que puede dar certeza
de la firmeza de la sentencia en materia de amparo constitucional. La nueva ley orgánica del
tribunal supremo de justicia, aun cuando reconoce que al sala constitucional puede revisar de
oficio las sentencias definitivamente firmes de amparo y de control difuso de la
constitucionalidad, no obstante solo en este ultimo caso dispone la obligación para las salas
del tribunal supremo de justicia de informar sobre los fundamentos de la desaplicación de la
norma realizada, mas no para los demás tribunales de la republica, lo cual solo tendría como
supuesta justificación que en el primero de los casos, el legislador quiso distinguir que no
puede la sala constitucional entrar a conocer del merito de la causa y en el caso de los demás
tribunales si le esta permitido.

2. Supuestos de inadmisibilidad:

Los supuestos de inadmisibilidad de la revisión, son los siguientes:


a) Que no se trate de una sentencia definitivamente firme, es decir, que aún no haya agotado
los recursos dispuestos en el ordenamiento jurídico, garantizado el principio de la doble
instancia.

b) Que no se trate de un fallo a los que se refiere la sentencia Nº 93/2001. aunque este
supuesto es empleado indistintamente para declarar la inadmisibilidad y la improcedencia de
la revisión.

c) Que se configure en una de las causales previstas en el artículo 19 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia.

d) Que el solicitante no tenga legitimación para acudir a la Sala Constitucional y requerir la


revisión o no se acompaña de abogado.

3. Audiencia:

Aun cuando al Sala a establecido el procedimiento de segunda instancia de amparo


constitucional para decidir la revisión que se solicite, la misma a precisado que dicho
procedimiento operara luego de admitida la solicitud, pero que antes de esa oportunidad y a
los fines de emitir la decisión correspondiente a la admisión, la Sala puede fijar la realización
de una audiencia en que las parteas expongan sus alegatos.

4. Supuestos de procedencia:

Los supuestos de procedencia, están directamente vinculados a los fines de la revisión.


Procede la revisión si se trata de una sentencia, cuyo control supone un apoyo significativo a la
uniformidad de criterios sobre normas y principios constitucionales, como ocurre con la
sentencia en la que se haya ejercido control difuso de constitucionalidad.

Otro supuesto para la Sala, es que se trate de una sentencia definitivamente firme que
desconozca la interpretación que de manera previa y vinculante haya fijado la misma.
En materia de amparo constitucional, la sala ha estimado la procedencia de la revisión cuando
considera que el fallo, en el cual se ha realizado una interpretación a los derechos
constitucionales denunciados como violados, se ha incurrido en una lesión constitución o en
un desconocimiento de las normas y principios constitucionales, al efectuar tal
interpretación. La revisión no puede proceder contra una omisión judicial pues precisamente
el texto constitucional exige la existencia de una sentencia definitivamente firme.

Es forzoso concluir que conforme a la forma comentada, las sentencias de las Salas del
Tribunal Supremo de Justicia, independientemente de la materia de que se trate, puede ser
revisadas, pero únicamente cuando se trate de violaciones a principios jurídicos
fundamentales previstos en los textos referidos por la misma, y cuando la decisión, objeto de
revisión sea producto de un error inexcusable, dolo, cohecho o prevaricación.

5. Sentencia, Efectos:

La Sala Constitucional puede desestimar, es decir, declarar improcedente o sin lugar, la


revisión solicitada, sin motivación alguna, cuando en su criterio constate que la decisión que a
de revisarse, en nada contribuye a la uniformidad de la interpretación de normas y principios
constitucionales ni constituyan una deliberada violación de preceptos de ese mismo rango.

Hay casos en los que la Sala Constitucional estima que está una de las causales de
inadmisibilidad, a las que aludimos anteriormente, y se declara, en consecuencia, inadmisible
la solicitud de revisión.

En la practica, al examinar el gran cúmulo de casos de revisión que han sido desestimados,
apreciamos que efectivamente que en la sentencia de la Sala se hace ver, que se constatan los
fundamentos de la solicitud, y seguidamente en la parte motiva, una vez declarada la
competencia, se procede a afirmar que el caso de autos en nada contribuye a tal uniformidad
ni constituye una deliberada violación de preceptos constitucionales, de manera que
simplemente se niega, aun cuando no se haya verificado ningún supuesto de inadmisibilidad.

Por el contrario, en los fallos que la Sala Constitucional ha estimado procedente, con lugar, la
solicitud de revisión planteada ha resultado abundantemente motivadas las sentencias, bien
justificando porque si resulta importante el caso para lograr la uniformidad en la
interpretación constitucional.
Ahora bien, tratándose la revisada de una decisión de fondo sobre el amparo constitucional
solicitado, la sala anula la decisión y ordena emitir nuevo pronunciamiento acogiendo
las normas y principios constitucionales interpretados en su sentencia incluso ha sido mas alla
al estimar que si verifica que el juez de amparo, con su interpretación erronea de las normas y
principios constitucionales ha ocasionado una lesion por no cumplir con su misión de garante
de la Constitución, para salvar la supremacia de la misma

Anular decisión revisada y ordenar la emisión de una nuevo pronunciamiento u ordenar la


continuación del juicio dependiendo del caso.

Respecto a las sentencias de control de constitucionalidad, ante el efectivo supuesto de que la


revisión solicitada se haga sobre u8na sentencia definitivamente firme que comporta la
desaplicación de una norma legal o jurídica al caso concreto, por considerarla inconstitucional
podrá, al examinar el criterio por el juez, concluir que el mismo no resulta contrario a las
normas y principios constitucionales, y por tanto, con su declaratoria de improcedencia ,
puede pensarse que confirma la inconstitucionalidad de las norma. La sala puede estimar que
la norma, como tal, no es inconstitucional, sino una interpretación que de ella se realice, de
modo que al decidir la revisión solicitada pudiera reconocer que si la norma se interpreta de
determinada manera, solo así, será estimada inconstitucional, y de esa interpretación la que se
debe desestimar y acoger aquella que resulte conforme a la Constitución, emitiendo en tal
sentido, una sentencia interpretativa.

CONCLUSIONES

En relación al expuesto trabajo se ha llegado a las siguientes conclusiones:

En lo que respecta a la naturaleza jurídica, como hemos enunciado es un proceso


extraordinario de justicia constitucional, porque es el que da garantía y seguridad a cualquier
recurrente de este recurso.

En cuanto a las sentencias, estas deben cumplir con las siguientes características:

 Que sean definitivamente firme.

 Que sean de amparo constitucional.

 Que se haya ejercido el control difuso.

 Que se note en ellas un error inexcusable, dolo, cohecho o prevaricación.


 Que violen la constitución.

 Que se aparten del criterio de la Sala Constitucional.

Respecto al procedimiento adoptado para tramitar la revisión constitucional, son dos los
procedimientos:

El primero, sin contradictorio; el segundo con la tramitación de un contradictorio sumario a


través de la convocatoria de una audiencia que participan las partes.

El Hábeas Data es una institución jurídica constitucional adoptada por el sistema


normativo venezolano a partir de la promulgación de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en el año de 1.999. Constituye lo que los especialistas en la
materia denominan un derecho humano de tercera generación, es decir, que tiene que ver con
la preservación del derecho humanitario en el marco de los actuales adelantos de la
tecnología. En efecto, con los avances de la informática, el manejo de los datos de
identificación y demás información personal de los ciudadanos ha tomado una dimensión que,
hace solo un par de décadas, resultaba difícil de imaginar. De ahí surgió la necesidad de una
respuesta jurídica reguladora de este fenómeno relacionado con la preservación y el manejo
de los datos de las personas.

Tenemos entonces, desde la perspectiva de los derechos humanos, el Hábeas Data, para
proteger la seguridad, exactitud, conservación o en casos permitidos, la destrucción de los
registros de datos de las personas que se almacenan y manejan en formatos impresos o
digitales.

Podría definirse al Hábeas Data como el derecho humano por el cual la persona puede tener
acceso y conocer los datos que, sobre su persona, manejan terceros, estar al tanto de los
usos o finalidades para los cuales se destinan, ya sea en el ámbito de los organismos públicos o
en el sector privado y, en casos de falsedad, inexactitud o discriminación, obtener una orden
judicial para su supresión, rectificación, confidencialidad o actualización.

El Hábeas Data se encuentra consagrado en el artículo 28 de la vigente Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela, en los siguientes términos:

"Toda persona tiene el derecho de acceder a la información y a los datos que sobre sí misma o
sobre sus bienes consten en registros oficiales o privados, con las excepciones que establezca la
ley, así como de conocer el uso que se haga de los mismos y su finalidad, y de solicitar ante el
tribunal competente la actualización, la rectificación o la destrucción de aquellos, si fuesen
erróneos o afectasen ilegítimamente sus derechos. Igualmente, podrá acceder a documentos
de cualquier naturaleza que contengan información cuyo conocimiento sea de interés para
comunidades o grupos de personas. Queda a salvo el secreto de las fuentes de información
periodística y de otras profesiones que determine la ley."

RECURSO DE HABEAS DATA EN VENEZUELA

Cuál es la situación actual del Hábeas Data en la legislación venezolana?

BRC: 1) En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

El Habeas Data en Venezuela esta contemplado en el artículo 28 que reza: “toda persona tiene
derecho de acceder a la información y a los datos que sobre sí misma o sobre sus bienes que
consten en registros oficiales o privados, con las excepciones que establezca la ley, así como de
conocer el uso que se haga de los mismos y su finalidad, y a solicitar ante el tribunal
competente la actualización, la rectificación o la destrucción de aquellos, si fuesen erróneos o
afectasen ilegítimamente sus derechos. Igualmente, podrá acceder a documentos de cualquier
naturaleza que contengan información cuyo conocimiento sea de interés para comunidades o
grupos de personas. Queda a salvo el secreto a las fuentes de información periodística y de
otras profesiones que determine la Ley”.

Se reconoce un conjunto de derechos de la persona respecto a la información que sobre sí


misma o sus bienes se encuentran bajo dominio de instituciones públicas o privadas, protege
la intimidad y el libre desarrollo de la personalidad. Se establece como un derecho de toda
persona acceder a “documentos de cualquier naturaleza que contengan información cuyo
conocimiento sea de interés para comunidades o grupos de personas”. La figura del habeas
data quedaba como una figura de amparo constitucional, por lo que su ejercicio se hacía
mediante acción expedita, sin formalidad alguna, mediante un trámite oral, público, breve,
gratuito, y de tratamiento preferencial, tal como lo dispone el segundo aparte del artículo 27
de la Constitución.
El artículo 60, consagra “toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada,
intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación. La Ley limitará el uso de la
informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y
ciudadanas y el pleno ejercicio de sus derechos”. El legislador quiso dar un paso delante de la
tecnología y prever que sea el Estado quien controle la influencia de esta sobre la sociedad,
para así evitar que se violen o lesionen derechos de las personas.

El artículo 281 inciso 3, establece como atribución del Defensor del Pueblo la facultad de
“interponer las acciones de inconstitucionalidad, amparo, habeas corpus, habeas data (...)”.

2) Existe dentro de la Comisión Permanente de Ciencia, Tecnología y Comunicación Social de la


Asamblea Nacional un Anteproyecto de Ley, que estuvo en la Agenda Legislativa en el año
2004, y que en la actualidad se encuentra esperando para su reactivación y puesta en
discusión. Los Diputados Ricardo Capella y Luis Tascón han manifestado su interés en
retomarla a mediados de año, ya que consideran que es de gran importancia para el país.

La acción de Hábeas Data está prevista en la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia,
específicamente en el Capítulo IV, denominado “Del habeas data”, que forma parte del Título
X denominado Disposiciones Transitorias de dicha Ley publicada en Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela N° 39.552 del 1 de octubre de 2010, así el artículo 169
establece que:

el hábeas data se presentará por escrito ante el tribunal de municipio con competencia en lo
Contencioso Administrativo y con competencia territorial en el domicilio del o de la solicitante
(…)”.

De acuerdo al citado texto legal, el competente por la materia para conocer de la acción de
hábeas data es el Tribunal de Municipio con competencia en lo Contencioso Administrativo del
domicilio del accionante; pese a ello es el caso que en Venezuela hasta la fecha no han sido
creados dichos tribunales, por lo que debemos remitirnos a la Ley Orgánica de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa publicada el 16 de junio de 2010, cuya disposición Transitoria
Sexta dispone:

…hasta tanto entren en funcionamiento los Juzgados de Municipios de la jurisdicción


contencioso administrativa, conocerán de las competencias atribuidas por esta Ley a dichos
tribunales, los Juzgados de Municipio (…)”.

En este sentido se ha pronunciado el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela de decisión en


el expediente 10-1346, cuyo ponente fue Carmen Zuleta de Merchán en lo términos
siguientes:
Ahora bien, le corresponde a esta Sala determinar su competencia para conocer de la presente
acción de hábeas data y, al respecto, observa que el Capítulo IV, denominado “Del hábeas
data”, que forma parte del Título X denominado Disposiciones Transitorias de la Ley Orgánica
del Tribunal Supremo de Justicia (publicada su última reimpresión en Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela N° 39.552 del 1 de octubre de 2010), artículo 169, prevé
que “[e]l hábeas data se presentará por escrito ante el tribunal de municipio con competencia
en lo Contencioso Administrativo y con competencia territorial en el domicilio del o de la
solicitante (…)”.

En tal sentido, visto que la presente solicitud de hábeas data fue interpuesta con posterioridad
a la entrada en vigencia del texto normativo transcrito, esta Sala se declara incompetente para
decidir el caso declinado por el Juzgado Duodécimo de Control del Circuito Judicial Penal del
Estado Zulia. Así se decide.

Así las cosas, conforme al dispositivo legal que precede resulta necesario determinar el Tribunal
de Municipio con competencia en lo Contencioso Administrativo del domicilio del accionante,
competente para conocer de la acción de autos; sin embargo, dado que para la fecha en que se
dicta el presente fallo no han sido creados dichos tribunales, resulta menester atender a lo
previsto en la Disposición Transitoria Sexta de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa (publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°
39.447 del 16 de junio de 2010, reimpresa por error material y publicada en la Gaceta Oficial N°
39.451 del 22 de junio de 2010), que señala que “[h]asta tanto entren en funcionamiento los
Juzgados de Municipios de la jurisdicción contencioso administrativa, conocerán de las
competencias atribuidas por esta Ley a dichos tribunales, los Juzgados de Municipio (…)”.

De modo que, en atención a los señalamientos expuestos, el Tribunal competente para


conocer de la presente acción de hábeas data es el Juzgado de los Municipios Maracaibo, Jesús
Enrique Lossada y San Francisco de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, que corresponda
previa distribución de la causa, dado que de las actas del expediente se desprende que el
domicilio del accionante se encuentra en la localidad de Maracaibo. Así se decide.

Finalmente, esta Sala advierte que, de conformidad con el artículo 173 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal competente para conocer en alzada del recurso de
apelación que se ejerza en un procedimiento de hábeas data son los Juzgados Superiores
Contencioso Administrativo de la Circunscripción Judicial correspondiente al Tribunal que
conoció en primera Instancia del mismo.

Modificación del Procedimiento de Habeas Data

5 diciembre 2009 por Ed. Microjuris.com Venezuela


La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en fecha 09 de noviembre de 2009, en
el caso Mercedes Josefina Ramírez, que tuvo lugar por la interposición de una Acción de
Habeas Data en el Expediente No. 09-0369, la Sala modificó el procedimiento anteriormente
establecido, según sentencia N° 2551 del 24 de septiembre de 2003, en el caso: Jaime Ojeda
Ortiz y así indico:

“… para la satisfacción del derecho constitucional que se acciona en habeas data se requiera
de un procedimiento judicial especial preferente y sumario que, en ausencia de texto
legislativo, corresponde a la Sala Constitucional instaurarlo en aplicación inmediata del artículo
27 Constitucional y en ejercicio de la atribución conferida en el artículo 335 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela.”

(…)

“Al ser así, la Sala reexamina su criterio y resuelve aplicar en las demandas de habeas data un
procedimiento más breve que permita pronta decisión judicial, y por tanto, más idóneo con la
necesidad de tutela expedita de los derechos constitucionales aludidos en el artículo 28
Constitucional. Razón por la cual, se aparta del precedente asentado en el fallo N° 2551/2003,
del 24 de septiembre de 2003, caso: Jaime Ojeda Ortiz; y de cara a llenar el vacío legislativo
que existe en torno a esta novísima acción constitucional de habeas data, la Sala resuelve
implementar a partir de esta fecha, hasta tanto la Asamblea Nacional legisle al efecto, el
siguiente procedimiento:

1.- El proceso se iniciará por escrito y el demandante deberá señalar en su solicitud las pruebas
que desea promover. El incumplimiento de esta carga producirá la preclusión de la
oportunidad, no sólo la de la oferta de las pruebas omitidas, sino también de la producción de
todos los instrumentos escritos, audiovisuales o gráficos con que cuenta el demandante para
incoar la acción.

Asimismo, se destaca que la parte accionante deberá consignar, conjuntamente con el libelo
de la demanda, el documento fundamental de su pretensión, con el objeto de cumplir con lo
señalado en la sentencia N° 1281/2006, caso: Pedro Reinaldo Carbone Martínez.

Las pruebas se valorarán por la sana crítica, excepto la prueba instrumental que tendrá los
valores establecidos en los artículos 1359 y 1360 del Código Civil para los documentos
públicos, y en el artículo 1363 eiusdem para los documentos privados auténticos y otros que
merezcan autenticidad, entre ellos los documentos públicos administrativos.

2. Admitida la acción se ordenará la notificación del presunto agraviante para que concurra
ante la Secretaría de esta Sala a conocer el día y la hora en que se celebrará la audiencia oral,
la cual tendrá lugar, tanto en su fijación como para su práctica dentro de las noventa y seis (96)
horas siguientes a partir de la última de las notificaciones ordenadas. Para dar cumplimiento a
la brevedad y para no incurrir en excesivos formalismos, la notificación podrá ser practicada
mediante boleta, o comunicación telefónica, fax, telegrama, correo electrónico o cualquier
medio de comunicación interpersonal, dejando el Secretario de la Sala constancia detallada en
autos de haberse efectuado la notificación y de sus consecuencias.

3. Se ordenará la notificación del Fiscal o Fiscala General de la República.


4. En la oportunidad fijada para la celebración de la audiencia oral y pública las partes
oralmente propondrán sus alegatos y defensas. La Sala decidirá si hay lugar a pruebas. Las
partes podrán ofrecer las que consideren legales y pertinentes. Los hechos esenciales para la
defensa por el presunto agraviante, así como los medios ofrecidos por él se recogerán en un
acta al igual que las otras circunstancias del proceso.

5. En la misma audiencia, la Sala Constitucional decretará cuáles son las pruebas admisibles y
necesarias; y de ser admisibles ordenará su evacuación en la misma audiencia, o podrá diferir
la oportunidad para su evacuación.

6.- La audiencia oral debe realizarse con presencia de las partes, pero la falta de
comparecencia del presunto agraviado dará por terminado el procedimiento, a menos de que
el Tribunal considere que los hechos alegados afectan el orden público, caso en el cual podrá
inquirir sobre los hechos alegados en un lapso breve. La falta de comparecencia del presunto
agraviante no acarreará la admisión de los hechos, pero la Sala podrá diferir la celebración de
la audiencia o solicitar al presunto agraviante que presente un informe que contenga una
relación sucinta de los hechos. La omisión de la presentación del referido informe se
entenderá como un desacato.

7. En caso de litis consorcios necesarios activos o pasivos, cualquiera de los litis consortes que
concurran a los actos representará al consorcio.

8. El desarrollo de las audiencias y la evacuación de las pruebas estarán bajo la dirección de la


Sala Constitucional manteniéndose la igualdad entre las partes y el derecho de defensa. Todas
las actuaciones serán públicas, salvo que la Sala decida que la audiencia sea a puerta cerrada
de oficio o a solicitud de parte por estar comprometidas la moral y las buenas costumbres, o
porque exista prohibición expresa de ley.

9. Una vez concluido el debate oral los Magistrados deliberarán y podrán:

a) decidir inmediatamente; en cuyo caso expondrán de forma oral los términos del dispositivo
del fallo; el cual deberá ser publicado íntegramente dentro de los cinco (5) días siguientes a la
audiencia en la cual se dictó la decisión correspondiente. El dispositivo del fallo lo comunicará
el Magistrado o la Magistrada presidente de la Sala Constitucional, pero el extenso de la
sentencia lo redactará el Magistrado Ponente.

b) Diferir la audiencia por estimar que es necesaria la presentación o evacuación de alguna


prueba o recaudo que sea fundamental para decidir el caso. En el mismo acto se fijará la
oportunidad de la continuación de la audiencia oral.

10.- Lo correspondiente a la recusación y demás incidencias procesales y, en general, en todo


lo no previsto en el presente procedimiento se aplicará lo dispuesto en la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justi

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