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Existe un tipo de violencia sorda, muda, invisible en la que se hace sufrir a

la víctima mediante la culpabilización o desvalorización aprovechando el


cariño que ésta siente hacia su agresor: el maltrato psicológico.

Este tipo de maltrato es el más difícil de identificar y evaluar por lo que


la gravedad se estima según su frecuencia e impacto psicológico que
ocasiona a la víctima. A pesar de que muchas personas lo asocian
con las malas relaciones de pareja, el maltrato psicológico puede
aparecer en distintos ámbitos: pareja, familia y trabajo, pudiendo
ejercerse por parte de un hombre hacia una mujer o viceversa.
 Su comportamiento hacia la víctima se caracteriza por una gran
variedad de amenazas (echarle de casa, macharse él/ella,
llevarse a los hijos, suicidarse…), usa la ironía para dar lugar a la
ambigüedad de sus actos, pone en duda la estabilidad emocional
de la víctima, la intimida (malos gestos, gritos), se irrita y tiene
cambios bruscos de su estado de ánimo con facilidad, y
constantemente culpa a la víctima de todo lo que va mal.

¿Seré yo que me lo tomo muy a la tremenda? ¿Lo habré provocado


yo? ¿Tal vez si hubiera contestado de otra forma…? Mejor no le digo
que… no va a ser que… Estos diálogos son frecuentes en las
personas maltratadas con relación a su agresor.

debido al agotamiento emocional al que están sometidas las víctimas


son capaces de justificar una agresión física, cuánto más no van a ser
capaces de justificar una agresión no patente,
aparentemente subjetiva como es el maltrato psicológico. Por ello, es
importante informar a las personas acerca de qué tipo de
comportamientos no deben estar nunca permitidos cuando se dan de
forma repetida.

El maltrato psicológico se subdivide en las siguientes categorías en


cuanto a sus manifestaciones:

Maltrato económico o financiero


El maltratador quiere controlar de forma absoluta los recursos
económicos de la víctima. Para ello controla sus ingresos, no le
permite trabajar, le solicita que justifique los gastos, le obliga a pedir
préstamos, le permite un presupuesto de gasto límite, hace las
compras para que la víctima no tenga dinero, le corta el teléfono, no le
permite el acceso a las cuentas bancarias, le castiga/recompensa con
el dinero, etcétera.
Maltrato estructural
El maltratador ejerce un poder sobre la víctima basándose en la
desigualdad que, según él le hace superior. Para ello emplea frases
para desvalorizarle y con imperativos (por ejemplo “esto es así porque
quiero yo”), toma decisiones sin consultarle, le cuestiona las suyas, le
recuerda sus fallos de forma persistente, no se compromete a hacer
nada por ella, le obliga a asumir responsabilidades, le obliga a
mantener relaciones sexuales y la castiga con la indiferencia o el
enfado cuando se niega a mantenerlas.

Maltrato espiritual
Se refiere a la eliminación o ridiculización de las creencias o ideales
de la víctima obligándole a aceptar las suyas propias. En este caso el
maltratador no le deja elegir o minusvalora sus decisiones,
constantemente le recuerda que sabe hacer las cosas mejor que ella,
no le permite hacer actos acorde a sus creencias o los ridiculiza, habla
mal de personas que comparten los ideales de ésta…

Maltrato social
Tiene lugar cuando se aísla a la víctima reduciendo sus relaciones
sociales, controlándolas o ridiculizándola delante de éstas. Otras de
las manifestaciones son escuchar sus conversaciones, leer sus
mensajes de texto o correo electrónico, le restringe las relaciones con
sus familiares y amigos, le acompaña de forma obligada siempre que
queda con amigos, no le da oportunidades para conocer gente nueva,
le ridiculiza cuando habla delante de otras personas, le saca defectos
delante de sus amigos, etcétera.

6. No puedes ofrecer nunca tu punto de vista sobre ningún tema, cada vez que
lo intentas sientes que te has metido en una especie de ‘túnel del terror’. Tus
opiniones, inquietudes o pensamientos valen menos a sus ojos hasta el punto
de que incluso tú misma cuestiones su valía.

8. No te sientes valorada, estás metida en una espiral de chantajes y reproches.


Vives con miedo, ya que temes su reacción o temes la manera en la que él se
toma las cosas.
Consecuencias psicológicas
La primera manifestación es la baja autoestima. Algunos estudios
sostienen que las personas con baja autoestima tienen una mayor
predisposición a sufrir este tipo de problemas cuando cruzan sus vidas
con un maltratador, por lo que en algunos casos la baja autoestima
puede ser un antecedente de los mismos. Además es frecuente la
experimentación de sentimientos de culpa e indefensión acompañados
por niveles elevados de estrés crónico y ansiedad, que en muchas
ocasiones son causantes de las secuelas físicas. Por otro lado, el
consumo de sustancias o incluso la adicción a las mismas
(psicofármacos, alcohol, drogas, etcétera) como forma de huída de la
realidad puede ser otra secuela psicológica de los malos tratos.

Consecuencias físicas
Aparecen una serie de trastornos asociados al estrés crónico que
puede actuar como predisponente o mantenedor de los mismos. Entre
ellos encontramos: alteraciones en el sueño, hipertensión, alteraciones
digestivas, dolores de cabeza, dolores musculares, etcétera.

Consecuencias sociales
El aislamiento es la principal repercusión del maltrato. La víctima se
siente distinta al resto, cree que nadie la creería por lo que de forma
progresiva se va distanciando de amigos, familiares… También puede
verse afectado su rendimiento por lo que pueden aparecer
repercusiones serias en su productividad laboral o académica.

Que hacer? Como salir de eso

 Rodéate de tus amigos, familiares… Cuéntale a ellos la situación


que estás viviendo. Te sorprenderá cómo te sientes arropada.

 No te cuestiones a ti mismo/a ni te culpabilices. A lo mejor te has


equivocado en algo, pero la violencia no es la respuesta.

 No mantengas el contacto con el agresor. Ten en cuenta que


ahora emocionalmente estás vulnerable, por lo que él/ella puede
dar la vuelta a la tortilla en cualquier momento.

 No temas por si se repite la situación. Recuerda que no es tu


culpa, sino la de esa persona, que debido a su desequilibrio
emocional no ha sabido disfrutar de tu compañía.
 Busca ayuda de un profesional

Algunas personas que ya lo sufren no se han percatado de ello, por lo


que cuando quieren parar la situación lo tienen mucho más
complicado, ya que sus fuerzas y seguridad en sí mismas han
mermado lo suficiente para que comiencen a cuestionarlo.

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